[Crónicas sabatinas] ¡Contra las imposturas, contra los incendiarios!
Algo más sobre putas, guarras, zorras e hijas de puta, y dos apuntes más sobre una niña que pintó la bicolor, y una periodista borde y, lo que es mucho peor, española
En estas condiciones cada vez se hace más difícil defender la política de distensión y de tender puentes para establecer un diálogo con aquellos que no quieren dialogar y únicamente persiguen imponer sus planteamientos excluyentes. Por solo poner dos ejemplos: en la ley de transitoriedad aprobada por el Parlament de Catalunya se eliminaba la separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo, otorgando al president de la Generalitat la facultad de nombrar a los jueces del Tribunal Supremo y se establecía que las leyes aprobadas por la cámara catalana no podían ser recurridas ante ninguna instancia judicial. En el borrador de la Constitución catalana, elaborada por el juez Santiago Vidal, se contemplaba la ilegalización de los partidos no independentistas y se instauraban unos requisitos sumamente restrictivos para adquirir la nacionalidad catalana y disfrutar de plenos derechos políticos. Es decir, un ordenamiento político-jurídico sensiblemente menos democrático que en el denostado Estado español.
Antonio Santamaría (2019)
Lo hemos afirmado muchas veces: el “procés” oculta uno de los procesos más intensos de desposesión de las clases populares en todo el Estado. Los recortes practicados están entre los más altos del país. Los informes de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales dibujan una situación dramática. En servicios sociales, con un 19,96%, Cataluña es la campeona de los recortes (la media española se sitúa en el 7,7%). En el período de gobierno de los señores Mas, Puigdemont y Torra, cinco comunidades han recuperado el gasto social previo al 2009 (Baleares, Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias y C. Valenciana), mientras que Cataluña ha recortado en ese período un total de 4.134, millones. Cataluña dedica un 55,45% del presupuesto a Servicios sociales siendo la media española del 61,4%. La situación es especialmente sangrante en dos aspectos claves: en Sanidad: la media de recortes en España fue del 9,34%. en Cataluña, el 27.51%. ¡Cuántos muertos, cuantas desgracias familiares, cuanto sufrimiento ocultan estas cifras! El segundo gran grupo de recortes es el destinado a la educación catalana. Se ha recortado el 12% (no se distingue entre privada o púbica); la media en España es del 6.9%. El precio medio de una matrícula universitaria en Cataluña supera los 2.000 euros/año; en el resto de España, no alcanza los 1.200 euros/año. En Madrid, esta cifra alcanza casi los 1.500 euros/año…
Eduardo Luque (2019)
Si la izquierda fuera capaz de analizar bien este tema, es muy posible que no hubiéramos llegado donde estamos. La izquierda mantiene una alianza con los nacionalismos periféricos y no quiere importunarles en este tema que es tan importante para ellos -una línea roja para el nacionalismo-. La izquierda no tiene discurso propio en el tema lingüístico y solo ve blanco o negro: o se está a favor de la inmersión o se es un aznarista. Hay que trabajar mucho para que la izquierda comprenda que ellos están colaborando, indirectamente, en la ruptura del país cuando apoyan políticas lingüísticas enfocadas a crear naciones diferenciadas en España. Cuesta mucho porque son muchos años de tergiversación nacionalista de las lenguas además de una ausencia de discursos públicos sobre los derechos lingüísticos de la ciudadanía. La izquierda, que hace bandera de la defensa de los derechos ciudadanos, cuando se trata de las lenguas, ignora que los ciudadanos también deberíamos poder ejercer nuestros derechos lingüísticos. Una lástima. Hay que seguir insistiendo en que la izquierda debe tener un discurso propio, justo y ecuánime en este tema, centrado en el respeto a la diversidad lingüística del país —la cual, lógicamente, también incluye al español— y los derechos lingüísticos de los ciudadanos y ciudadanas.
Mercè Vilarrubias (2019)
Tres apuntes iniciales. Para que no habite nuestro olvido:
1. La opción de don Ernest como candidato a la alcaldía de Barcelona fue una decisión-imposición política, saltándose las normas de la propia organización y los procesos de elección internos ya efectuados, de don Oriol. El fracaso político del primero es también fracaso político del segundo. Continuar leyendo «Algo más sobre putas, guarras, zorras e hijas de puta, y dos apuntes más sobre una niña que pintó la bicolor, y una periodista borde y, lo que es mucho peor, española»