Editorial de La Jornada
Israel lanzó ayer bombardeos contra objetivos civiles en la franja de Gaza que dejaron al menos 150 muertos y un número indeterminado de personas desaparecidas bajo los escombros. El más mortífero de estos ataques golpeó al campamento de refugiados de Nuseirat, donde murieron 80 personas, muchas de ellas, niños y niñas. También fue bombardeado el campamento de refugiados de Jabaliya, que se ha convertido en un blanco recurrente del fuego israelí, así como una escuela que acoge a miles de desplazados en el barrio de Al Zaitún, y continúa el asalto al hospital de Al Shifa. Como parte de su innegable propósito de liquidar a todos los periodistas que dan cuenta del genocidio contra los gazatíes, el gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu destruyó la sede de la emisora Nama, ubicada dentro de Jabaliya. Continuar leyendo «Palestina, desolación inefable»