Porque lo cierto es que ni reencuentro, ni avanzar hacia la convivencia, ni por el interés de España, ni ninguna de las maravillas a las que recurrió Pedro Sánchez el pasado sábado [28/X] para justificarse ante el Comité Federal del PSOE. Si se concede la amnistía a cientos de encausados del proceso es únicamente por exigencia de los partidos que quedaron en cuarta y quinta posición en Cataluña en las pasadas elecciones generales. La memoria es frágil, pero no tanto como por no recordar que antes del 23 de julio la amnistía, como habían repetido todos los dirigentes socialistas, desde Pedro Sánchez hasta Salvador Illa, ni estaba, ni se le esperaba y que no tenía cabida en el marco constitucional español: “No se puede plantear en un estado democrático constitucional. Sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado, que es el Judicial”, había afirmado sensatamente Carmen Calvo cuando era vicepresidenta del Gobierno. Tampoco era posible traspasar Cercanías, ni condonar deuda.
Jordi Xargayó (2023)
Los crímenes de guerra son crímenes de guerra; llamarlos de otra manera es una indignidad. El Estado de Israel sigue cometiendo crímenes de guerra (más de 10.000 asesinados, decenas de miles de heridos, más de 4.000 niños muertos,… ¿cuántas Gernikas en Gaza?) y nuestro gobierno de izquierda en funciones sigue sin estar a la altura de las dramáticas, de las terribles circunstancias en las que malvive y muere el pueblo palestino (Hasan Illaik: “Para describir la situación con mayor precisión, las bombas lanzadas por Israel sobre la Franja de Gaza [hasta el 6/XI/2023] superan a la bomba nuclear con la que Estados Unidos atacó la ciudad japonesa de Hiroshima en la Segunda Guerra Mundial. En las últimas semanas, Gaza ha soportado el dolor de 25.000 toneladas de explosivos, frente a las 15.000 toneladas de la bomba de Hiroshima, según el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos.”). Les copio al final del texto la carta de Chris Hedges a los niños de Gaza.
Cierro sin acuerdo PSOE-Junts.
Cuatro sugerencias, ocho (casi) pecios y un comentario sobre lenguas del profesor Miguel Candel, uno de nuestros filósofos (y traductores) no siempre suficientemente recordado y valorado (Un ejemplo de su buen hacer: Metafísica de cercanías, Biblioteca de Divulgación Temática-Montesinos. ¡No se lo pierdan!).
Las sugerencias: 1. Ilan Pappé, “El origen de la violencia en Gaza está en la ideología racista de la eliminación del nativo” 2. Juan Hernández Zubizarreta y Pedro Ramiro, “Tesis sobre ese derecho internacional del que usted me habla.” https://www.elsaltodiario.com/ 3. Arthur Schopenhauer, Dialéctica erística, Madrid, Trotta, 2023. Conviene en tiempos de artimañas argumentativas, con prólogo de Luis Vega Reñón (1943-2022), maestro de muchos de nosotros, uno de los grandes especialistas mundiales en asuntos de teoría de la argumentación. 4. Página web dedicada a Giulia Adinolfi Sellitti: https://giuliaadinolfi.wordpress.com/. “Sobre las mujeres y el feminismo.”
Los casi pecios:
1. A propósito de Schopenhauer y las artimañas argumentativas: no hay muchas dudas en que el PP es un partido muy, pero que muy de derechas. Nos puede parecer entre deleznable y vomitivo sus alianzas con VOX. Podemos ponernos de los nervios angustiosos al escuchar a Aznar, Feijoo o Díaz Ayuso. Ver a Esperanza Aguirre agitando a ciudadanos en la sede de Ferraz gritando “Pedro Sánchez hijo de p.” nos puede retrotraer a lo peor de lo peor. No olvidamos su corrupción aléfica ni su casi negacionismo del cambio climático ni sus políticas a favor de las clases con mucho mando en plaza y colectivos pudientes. Su idea de España nos puede parecer entre mala y malísima, lo mismo que su política fiscal favorecedora de ricos. Y así siguiendo, siguiendo y siguiendo. Pero (pseudo)argumentar del modo siguiente, como en ocasiones se hace: “dado que el PP, un partido nada presentable, está en contra de la amnistía, las fuerzas políticas, colectivos o personas decentes debemos estar a favor de ella”, no solo es una falacia de manual sino que es una forma -otra más- de tomarnos el pelo. (Lo mismo, desde luego, cabe decir de la siguiente (pseudo) argumentación: dado que el Financial Times está a favor de la amnistía, todo persona o fuerza con simpatías anticapitalistas debe manifestarse en contra).
2. El autor de la cita inicial escribe en Diari de Girona, donde también trabaja Albert Soler. En el mismo artículo ha añadido algo que no debe olvidarse: “el ADN del nacionalismo es la queja permanente y la deslealtad, amplificado con la lucha a muerte entre ERC y Junts”.
Por su parte, Josep López de Lerma, diputado convergente durante varias legislaturas, alguien que conoce muy bien y desde dentro el mundo nacionalista .Cat, ha comentado, también en Diari de Girona, que la amnistía “nos es vendida por los socialistas y por los de Sumar/Podem como una necesidad para resolver el viejo problema catalán o bien como instrumento para pacificar definitivamente Cataluña, pero no somos pocos, creo, los que pensamos que ni es así ni será así. Los independentistas y géneros afines, JxCat, ERC y CUP entre otros, ni hacen ese mismo discurso ni se espera que lo hagan. Para ellos, es el Estado quien debe pedirles perdón, y no ellos quienes deben decir con voz alta que nunca más volverán a hacer la barbaridad que partió la sociedad catalana en dos. Más bien nos anuncian que «lo volverán a hacer» por necesidad histórica. ¿Es así como se concilia Cataluña con España y España con Cataluña para decirlo de forma indebida pero ortodoxa para los independentistas? Ni en sueños me lo creo.”
¿Dónde se ubica la insensatez, el error, el desenfoque, el españolismo de los anteriores comentarios? ¿Por qué la izquierda nos cuenta cuentos y más cuentos? ¿Por qué la izquierda crítica española apenas da importancia o apenas dice nada sobre los acuerdos sobre la amnistía? ¿Por qué casi ningún periodista de izquierdas es capaz de expresarse en la línea de Jordi Xargayó?
3. Sobre el acuerdo PSOE-ERC: 4 páginas iniciales (con cuatro apartados) y 2 anexos (10 páginas, sobre Cercanías y sobre “recursos públicos”). Comentamos poco a poco. Es un acuerdo de legislatura, no es solo para la investidura.
El primer apartado, “Marco previo y antecedentes”, abre con estas palabras: “El acuerdo firmado entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para posibilitar la investidura de Pedro Sánchez se configuró en torno al reconocimiento de la existencia de un conflicto sobre el futuro político de Catalunya y de la apertura de un proceso de búsqueda de soluciones con la creación de una mesa bilateral de diálogo, negociación y acuerdo entre gobiernos. En ese momento, se estableció la oportunidad para sentar las bases de la resolución del conflicto sobre el futuro político de Catalunya y se generó confianza en el proceso de diálogo y entre ambos partidos.”
El mal denominado “conflicto” sobre el futuro político de Cataluña es lenguaje y concepción nacionalistas cuya preocupación central de cada al futuro político de Cataluña es esencialmente incrementar la hegemonía y dominio nacional-secesionista. Nada tiene que ver con las posiciones y sentimientos de la siempre olvidada (también por la izquierda) ciudadanía no nacionalista de Cataluña. No hay tal proceso de búsqueda de soluciones porque para el mundo nacionalista, no dejan de repetirlo, la única solución pasa por la independencia y por la creación de un nuevo muro-Estado. Por el momento… muchos de ellos aspiran a la creación del Estado de los Países Catalanes.
En el segundo apartado del “marco previo” se afirma: “Para dar continuidad al proceso de resolución del conflicto político, el PSOE y ERC han decidido firmar el presente acuerdo político para abrir una segunda fase en el proceso de diálogo, negociación y acuerdo y materializar las visiones que comparten ambas fuerzas en el ámbito político, económico y social.”
Esperemos y deseamos por nuestro bien que “las visiones que comparten ambas fuerzas” sean pocas, muy pocas. De nuevo el lenguaje nacionalista: resolución del conflicto político que ellos generan. alimentan y abonan siempre que tienen ocasión.
El que llaman “proceso de diálogo, negociación y acuerdo” es fruto del chantaje político que ejerce ERC sobre el gobierno español y tiene como objetivo, por una parte, cuenten las milongas que cuenten, conseguir la investidura de Pedro Sánchez y, por otra, aumentar el poder de ERC en Cataluña e ir avanzando en el proceso de secesión. No hay más.
Seguimos la semana que viene.
4. Beneficios de los seis mayores bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Unicaja Banco) durante el primer semestre de 2023: 12.386 millones de euros (las ganancias más elevadas desde el año récord de 2007). Beneficios del Banco de Santander hasta septiembre de 2023: 8.143 millones de euros (un 11% más que en el mismo período de 2022). Beneficios de REPSOL hasta setiembre de 2023: 2.785 millones de euros (segundo mejor resultado de su historia). Beneficios de Caixa Bank hasta septiembre de 2023: 3.659 millones (un 48% que el año anterior, supera los beneficios de todo 2022). Porcentaje de tributación media de las grandes empresas del sector financiero en 2021: 4,7%.
¿Existe o no existe la lucha de clases? ¿Es necesario señalar quién va ganando por goleada? ¿De qué se quejan, cuando se quejan (que es casi siempre) los representantes, los patronos bancarios?
5. La Mesa del Tercer Sector Social ha alertado de que unas 200.000 personas muy vulnerables podrían quedarse sin acceso a alimentos básicos gratuitos en Cataluña a partir de enero de 2024 como consecuencia de un cambio en los criterios de reparto de los Fondos de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD). La decisión de la UE* podría dejar fuera a muchos de los actuales beneficiarios de estos fondos. Recordemos para nuestra vergüenza que el 25% de la población catalana está en riesgo de pobreza (en el caso de los menores el porcentaje se eleva al 32%).
(*) La UE quiere sustituir el actual método de compra centralizada mediante concurso público y distribución directa de alimentos a través de entidades (unas 500 en Cataluña) por un modelo con el que los beneficiarios recibirían una tarjeta monedero que podrían utilizar en los supermercados.
6. Ahora que Puigdemont-Vivales, el ex presidente de la Generalitat que algunos siguen llamando y considerando presidente, está en la primerísima fila del concierto, conviene recordar que el ex-convergente, el que fuera alcalde conservador de Girona que siendo diputado no votó a favor de la autodeterminación del Sahara ni de Palestina, está donde está porque la CUP, la autodenominada izquierda revolucionaria de los Países Catalanes, apoyó con sus votos su nombramiento como presidente. Una vez más, han sido muchas las veces, esa autoconsiderada izquierda radical demostró, por si hiciera falta, que en los momentos esenciales se mueve por criterios estrictamente nacionalistas. ¡Todo por la Patria, incluso apoyar a un candidato de derecha, muy de derechas, que nunca se caracterizó por sus preocupaciones sociales!
7. Repitamos lo sabido: otro de los “méritos” del procés y del nacional-secesionismo ha sido abonar y desatar las aristas más negras (que nos muchas) del nacionalismo español más reaccionario y antidemocrático.
8. Fuera de tema. Debemos cuidarnos más, acercarnos más, comprendernos más. No digo que no haya buena gente en la derecha (no soy tan estúpido), ni que todas las personas que se dicen de izquierdas lo sean (no soy tan ciego), pero hay muy buena gente en la izquierda, gente que merece nuestra admiración, cariño y fraternidad, gente con la que vale la pena compartir vida, amistad, cercanía. Nos enseñan, de ellos y ellas aprendemos. Nos hacen, les hacemos.
¿Qué “buena gente” es esa de la que hablo? Machado, Brecht, ellos entre muchos otros, han delimitado bien el concepto, un concepto pensado y también sentido. Y sí, se puede sentir los conceptos. Con un verso del poema de Jordi de Sant Jordi (Presoner-Desert d’amics) que tomó Sacristán como título para su aproximación a la obra de Raimon: “Amb tots los bons que em trob en companyia.”
III. Sobre lenguas en la UE. Del profesor emérito Miguel Candel (y con conocimiento directo de causa):
“Estoy totalmente de acuerdo con A. Lo de la caja de Pandora es algo más que una metáfora. Y el coste financiero tampoco es nada desdeñable: cada lengua oficial nueva implica, no la adición de una «unidad» más de trabajo y de coste económico, sino la de esa unidad multiplicada por el número total de lenguas oficiales preexistentes a las que habrá que traducir lo dicho y escrito en la nueva. No se trata, pues, de una expansión en progresión aritmética, sino geométrica. Pues bien, con el aumento paulatino de lenguas oficiales, lo que está pasando en la práctica en la UE es que ya sólo se habla y se escribe en inglés en el trabajo interno (años atrás, era en francés y en inglés). Y esa tendencia se ha agudizado con la entrada de los países del Este, que prefieren expresarse en la lengua del Imperio antes que en la suya propia. Lo importante es que a los ciudadanos les lleguen los textos europeos en una lengua oficial de su país, no qué lengua se use en las reuniones internas de los organismos. La UE como tal sólo tiene obligación de financiar y reconocer VALIDEZ JURÍDICA a la traducción en una lengua por Estado. Si la Gene quiere tener los textos de la UE en catalán, que se monte un servicio de traducción propio. Pero que quede claro que no tendrán fuerza legal si no están visados por un organismo oficial de la UE. En el Parlamento Europeo, como tiene presupuesto propio, si quieren admitir el bable como lengua oficial en los plenos, allá se las compongan. Pero nada de eso le llegará al ciudadano de a pie, sino que sólo servirá para que los oradores se regalen a sí mismos el oído.”
La carta de Chris Hedges a los niños de Gaza, 8 nov 2023:
Querido niño. Es más de medianoche. Estoy volando a cientos de kilómetros por hora en la oscuridad, a miles de metros sobre el Océano Atlántico. Estoy viajando a Egipto. Iré a la frontera de Gaza en Rafah. Voy debido a ti.
Nunca has estado en un avión. Nunca has salido de Gaza. Sólo conoces las calles y callejones densamente poblados. Las casuchas de hormigón. Sólo conoces las barreras de seguridad y las vallas patrulladas por soldados que rodean Gaza. Los aviones, para ti, son aterradores. Aviones de combate. Helicópteros de ataque. Drones. Vuelan en círculos sobre ti. Lanzan misiles y bombas. Explosiones ensordecedoras. El suelo tiembla. Los edificios caen. Los muertos. Los gritos. Las sordas llamadas de auxilio bajo los escombros. No se detiene. Noche y día. Atrapados bajo los montones de hormigón destrozado. Tus compañeros de juego. Tus compañeros de escuela. Tus vecinos. Desaparecidos en segundos. Ves las caras calcáreas y los cuerpos inertes cuando los desentierran. Soy periodista. Es mi trabajo ver esto. Tú eres un niño. Nunca deberías ver esto.
El hedor de la muerte. Cadáveres putrefactos bajo el hormigón roto. Aguantas la respiración. Te cubres la boca con un trapo. Caminas más rápido. Tu barrio se ha convertido en un cementerio. Todo lo que te era familiar ha desaparecido. Miras asombrado. Te preguntas dónde estás.
Tienes miedo. Explosión tras explosión. Lloras. Te aferras a tu madre o a tu padre. Te tapas los oídos. Ves la luz blanca del misil y esperas la explosión. ¿Por qué matan a los niños? ¿Qué has hecho tú? ¿Por qué nadie puede protegerte? ¿Te van a herir? ¿Perderás una pierna o un brazo? ¿Te quedarás ciego o en silla de ruedas? ¿Por qué naciste? ¿Fue para algo bueno? ¿O para esto? ¿Crecerás? ¿Serás feliz? ¿Cómo será sin tus amigos? ¿Quién será el próximo en morir? ¿Tu madre? ¿Tu padre? ¿Tus hermanos y hermanas? Alguien que conoces será herido. Pronto. Alguien que sabes que morirá. Pronto.
Por la noche te tumbas en la oscuridad sobre el frío suelo de cemento. Los teléfonos están cortados. Internet está apagado. No sabes lo que está pasando. Hay destellos de luz. Hay ondas expansivas. Hay gritos. No se detiene.
Cuando tu padre o tu madre buscan comida o agua, tú esperas. Esa terrible sensación en el estómago. ¿Volverán? ¿Los volverás a ver? ¿Será tu pequeña casa la siguiente? ¿Te encontrarán las bombas? ¿Son estos tus últimos momentos en la tierra?
Bebes agua salada y sucia. Te sienta muy mal. Te duele el estómago. Tienes hambre. Las panaderías están destruidas. No hay pan. Comes una vez al día. Pasta. Un pepino. Pronto esto te parecerá un festín.
No juegas con tu balón de fútbol hecho de trapos. No vuelas tu cometa hecha de periódicos viejos.
Has visto periodistas extranjeros. Llevamos chalecos antibalas con la palabra PRENSA escrita. Llevamos cascos. Tenemos cámaras. Conducimos jeeps. Aparecemos tras un atentado o un tiroteo. Nos sentamos a tomar café durante mucho tiempo y hablamos con los adultos. Luego desaparecemos. No solemos entrevistar a niños. Pero he hecho entrevistas cuando grupos de vosotros se agolpaban a nuestro alrededor. Riendo. Señalando. Pidiéndonos que les hagamos una foto.
Me han bombardeado aviones en Gaza. Me han bombardeado en otras guerras, guerras que ocurrieron antes de que vosotros nacieseis. Yo también estaba muy, muy asustado. Todavía sueño con ello. Cuando veo las imágenes de Gaza, esas guerras vuelven a mí con la fuerza de un trueno y un relámpago. Pienso en ti.
Todos los que hemos estado en la guerra la odiamos sobre todo por lo que les hace a los niños.
Intenté contar tu historia. Intenté decirle al mundo que cuando se es cruel con las personas, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, década tras década, cuando se les niega la libertad y la dignidad, cuando se les humilla y atrapa en una prisión al aire libre, cuando se les mata como si fueran bestias, se enfadan mucho. Hacen a los demás lo que les hicieron a ellos. Lo repetí una y otra vez. Lo repetí durante siete años. Pocos escucharon. Y ahora esto.
Hay periodistas palestinos muy valientes. Treinta y nueve de ellos han muerto desde que empezó este bombardeo. Son héroes. También lo son los médicos y enfermeras de sus hospitales. También lo son los trabajadores de la ONU. Ochenta y nueve de ellos han muerto. También lo son los conductores de ambulancias y los médicos. También lo son los equipos de rescate que levantan las losas de hormigón con sus manos. También las madres y los padres que os protegen de las bombas.
Pero nosotros no estamos allí. Esta vez no. No podemos entrar. Estamos bloqueados.
Reporteros de todo el mundo se dirigen al paso fronterizo de Rafah. Vamos porque no podemos ver esta masacre y no hacer nada. Vamos porque cada día mueren cientos de personas, entre ellas 160 niños. Vamos porque este genocidio debe terminar. Vamos porque tenemos hijos. Como tú. Preciosos. Inocentes. Amados. Nos vamos porque queremos que vivas.
Espero que algún día nos encontremos. Serás un adulto. Seré un anciano, aunque para ti ya soy muy viejo. En mi sueño para ti te encontraré libre y a salvo y feliz. Nadie intentará matarte. Volarás en aviones llenos de gente, no de bombas. No estarás atrapado en un campo de concentración. Verás mundo. Crecerás y tendrás hijos. Envejecerás. Recordarás este sufrimiento, pero sabrás que significa que debes ayudar a otros que sufren. Esta es mi esperanza. Mi oración.
Te hemos fallado. Esta es la horrible culpa que cargamos. Lo hemos intentado. Pero no lo intentamos lo suficiente. Iremos a Rafah. Muchos de nosotros. Reporteros. Nos plantaremos frente a la frontera con Gaza en señal de protesta. Escribiremos y filmaremos. Esto es lo que haremos. No es mucho. Pero es algo. Volveremos a contar tu historia.
Quizá sea suficiente para ganarnos el derecho a pedirte perdón.