Debe ser falso. No puede ser verdadero. Si lo fuera, el siguiente tuit lo ha escrito hace muy pocos días el vicepresidente de gobierno, el máximo representante de Unidas Podemos.
En el tuit, Pablo Iglesias habla de Mónica Terribas, la periodista de Catalunya-Ràdio que algunos llaman, con mucha razón, Mònica la Terrible. Por ejemplo: recuerden o repasen sus palabras tras la ‘proclamación’ de la República Catalana en octubre de 2017.
PI habla de admiración profunda por la sensatez (¡sensatez!) de MT (¿qué tendrá que ver MT con la sensatez?), de su compromiso con sus ideas (¿qué compromiso?, ¿qué ideas?). PI, recordemos, está hablando de una de las representantes más fanatizadas del nacional-secesionismo.
Dice PI también que recuerda entrevistas con ella en momentos clave (¿qué momentos?). Dice que fueron honestas, incisivas, tocando teclas fundamentales. ¿Honestas, incisivas? Repasen las muchas entrevistas serviles (es palabra prudente) que hizo al que fuera presidente de la Generalitat, hablo de Artur Mas, uno de los amigos íntimos de la familia acusada de organización criminal.
¿Listones? ¿De qué listones habla? ¿Qué listón deja muy alto la señora Terribas-Terible?
En síntesis: ¿nos pasa algo? ¿Hemos perdido el juicio? ¿Este es el comentario de un dirigente de izquierdas sobre una de las máximas representantes de la ideología del lío por el lío, partidaria de la construcción de un nuevo muro-Estado que nos separe, que separe a las clases trabajadoras de este país, y destruya, además, a la clase obrera y a la sociedad civil catalana en general?
¿A qué viene, a qué responde este elogio? ¿Nos extrañamos luego de las opciones que toman los sectores más vulnerables, castigados y oprimidos de nuestra sociedad?
Imaginan que son, lo que parece ser razonable, ciudadanos/as que forman parte o simpatizan con la izquierda no-nacionalista. ¿Cómo se les queda el cuerpo? ¿Y el alma? ¿Quién puede encontrarse representado en este comentario de PI? ¿Uno de los nuestros?
Apreciado Profesor,
este señor PI dejó de ser de izquierdas en cuanto se juntó con el grupo de Sánchez, ahora es lo que se llama un político correcto, sin crítica ni autocritica, sólo un peón más que se ha vuelto muy dócil y hace y dice lo que sus socios quieren, me ha decepcionado mucho, tenía grandes esperanzas en él.
Gracias por tu comentario querido Julián.
Fui tu profesor aunque, como sabes, aprendí yo más de ti que tú de mi. Sabías mucho más que yo de informática y de asuntos anexos.
Si te parece ahora podemos llamarnos amigos, compañeros.
Un abrazo.
Salvador