Para L.P.I., que será una periodista insobornable (y una gran waterpolista)
-No puedo quedarme esconcido, Matthieu. Tengo que extravagar. Tengo que ir a mi dolmen.
– ¿Tienes que?
– Eso es. Son las burbujas, las idea vagas. Se desprenden del cieno. Se mueven, oscilan, se entrechocan. No puedo permitirme descuidarlas demasiado tiempo o volverán al fondo del lago, enfadadas.
– ¿Es realmente indispensable?
– Sí. Tengo tiempo, esta noche cenamos tarde.
– De acuerdo -suspiró Matthieu-. Los vigilarás desde tu dolmen mientras tus ocho guardaespaldas te vigilarán a ti, a ti, que vagabundeas.
Fred Vargas, Sobre la losa (2023)
Sobre la cita: muy fuera de tema. Una excusa para recomendarles la última novela de la arqueóloga y novelista francesa: Fred Vargas, Sobre la losa (Madrid: Siruela, 2023, traducción de Anne-Hélène Suárez Girard). Sean o no lectores de novelas policíacas (yo lo soy, pero sin excesos) no les decepcionará (aunque no sea lo mejor de Vargas en mi opinión). Adamsberg y Violette Retancourt no dejan indiferentes a nadie.
Prosigo por lo más importante, por lo más esencial para cualquier ciudadano de izquierdas: sigamos haciendo todo lo que esté en nuestras manos (y un poco más si es posible) para apoyar al masacrado, al resistente pueblo palestino, para oponernos en la medida de nuestras fuerzas a las acciones criminales del Estado colonial de Israel dirigido por un gobierno de extremísima derecha presidido por un criminal de guerra. Las almas de los pueblos, de los ciudadanos del mundo, están con el pueblo palestino: “El reputado historiador palestino Walid Al Khalidy estima que en seis semanas de guerra contra Gaza, Israel ha matado a más palestinos que en 106 años de presencia judía en Palestina” [1]. Una sugerencia complementaria: Rafael Poch de Feliu, “La guerra de los cien años en Palestina, ¿una tragedia anacrónica pero con futuro?”
El resto de esta nota de este 8 de diciembre (¿en qué cabeza razonable cabe, laica o no, que un Estado no confesional celebre, ¡con una fiesta nacional nada menos!, el día de la publicación de una encíclica, Ineffabilis Deus, Pío IX, 8/12/1854, sobre la Inmaculada Concepción de María: la madre de Jesús fue concebida sin pecado original a diferencia del resto de seres humanos?), el resto de la nota, decía, se resume en una palabra: indignación, mucha indignación. La justifico (intentemos ser generosos, muy generosos, y aceptemos aunque no compartamos algunos pasos de la argumentación):
Uno (o una, por supuesto) puede emocionarse escuchando a El Cigala cantar “Suspiros de España” (lo mejor de ‘Soldados de Salamina’ película) o, por el contrario, puede ponerse de los nervios muy nerviosos y afirmar que es un pasadoble del montón, españolista y apologético. Uno puede sostener que no ve nada mal el artículo 2 de la Constitución española, en la parte que habla de una España formada por nacionalidades y regiones, o, por el contrario, puede defender que ahí, precisamente ahí, está el origen de muchos males de hoy. Uno puede pensar que haciendo un balance objetivo, sin tremendismos, de la España de las autonomías las cosas no han ido mal del todo o bien, situándose en coordenadas muy distantes, puede sostener que algunas de las aristas y prácticas de ese Estado autonómico claman al cielo (por ejemplo, la pérdida de mirada de conjunto o el traspaso a las autonomías de los impuestos de Sucesiones y Patrimonio y el consiguiente y previsible dumping fiscal). Uno puede seguir creyendo que los indultos y la modificación de las leyes exigidos (con éxito) por el secesionismo ERC son un verdadero escándalo o bien señalar que las cosas no han ido tan mal después de la concesión, que la correlación de fuerzas es la que es y que las críticas y los críticos no tocan realidad (y son poco generosos). Uno puedo seguir pensando que el peor de los escenarios que hay que evitar es un gobierno PP-VOX o bien puede apuntar que no todo vale y que gobernar a toque de corneta nacionalista .Cat puede ser tan malo o peor. Uno puede defender que la alternativa federal es un escenario que la izquierda tiene que seguir reivindicando o, por el contrario, puede conjeturar que, visto lo visto, el federalismo, y mucho más el federalismo asimétrico, es camino seguro hacia el confederalismo, hacia el reino de taifas y el vaciamiento del Estado en Cataluña y el País Vasco. Uno puede sostener que los acuerdos PSOE-ERC y PSOE-Junts son lo que son y que no había otra dada la situación, y otros ciudadanos pueden quedarse con un cara sin rostro ante lo que consideran un incalificable disparate. Uno puede pensar que es incomprensible (¡un escándalo!) que en una conversación con Manfred Weber, líder del PPE en la Eurocámara, Carles Puigdemont, haya dicho que va abrir la puerta a la posibilidad de que JxCat se alíe con el PP para tumbar los Presupuestos del Gobierno Sánchez, para firmar una resolución a favor del Estado colonial de Israel o, incluso, para llevar adelante una moción de censura, o bien observar de manera realista que la política institucional es eso, que no hay que fiarse de nadie ni de tus propios aliados. Uno puede desgañitarse por la aceptación del falsario relato nacionalista incluido en los acuerdos con Junts o bien restarle importancia práctica: parole, parole, parole, sin consecuencias prácticas. Uno puede sorprenderse ante las posiciones subordinadas de SUMAR (y Podemos), no solo ante el PSOE sino ante las organizaciones nacional-secesionistas, o estar curado ya de espantos y ser consciente de que una parte de la izquierda “transformadora” apuesta por lo que apuesta, aunque pueda dolernos en lo más hondo. Uno puede apuntar que la no renovación del Consejo del Poder Judicial es un escándalo y otro puede matizar que sí, que lo es, que es un verdadero escándalo, sin ninguna duda, pero que desde el gobierno y medios aliados se agita el tema y las artimañas irresponsables del PP para ocultar el Gran Tema: la ley de amnistía. Uno puede incluso sostener (con muchas, con muchísimas dudas) que esa ley de amnistía es un paso inevitable, que no hay otra, que es la única forma para que la situación vuelva o pueda volver a un cauce razonable, que los nacional-scesionistas, aunque se muestren muy chulitos y subidos de tono en ocasiones, no van a repetir jugada y disparate, aunque sea por imposibilidad y no por convicción, o, por el contrario, puede pensar, y no le faltarán razones, que defender una ley de esas características por un puñado de votos (el motivo real admitido por casi todos), aunque sea para la formación de un gobierno que se llama “progresista”, no tiene fundamento alguno, que es sendero seguro, más pronto o más tarde, hacia el desastre. Y así siguiendo. Los temas son complejos y la opinión informada es libre y diversa. En la izquierda comme il faut no se funciona a toque de pito y formación. Supongámoslo, pues, aunque no lo admitamos. Vale, de acuerdo, sea así.
Ahora bien, donde no cabe la duda, lo que no tiene ninguna justificación, lo que no puede convencer a nadie, a ningún ciudadano de izquierdas (o de otras orientaciones ideológicas), lo que nadie puede tragarse es que el PSOE (es decir, el gobierno español) se reúna clandestinamente con una delegación de Junts encabezada por Puigdemont-Vivales, el de los ‘cuervos togados’ (que sigue actuando como si representara a toda Cataluña, siendo como es Junts, recordemos el 23J, la quinta fuerza política en términos electorales), en un país extranjero (Suiza), sin que sepamos de qué están hablando (¿de fiscalidad y del 100% de los impuestos?), sin saber ni siquiera dónde y cuándo se celebró la reunión, con la presencia de un mediador internacional, un diplomático salvadoreño, Francisco Galindo Vélez (se informó de ello el sábado por la noche), que ha hablado de ¡la necesidad de reconciliación entre españoles [2], y cuya trayectoria diplomático-política la ha dedicado a otros asuntos, a la gestión humanitaria como representante para ACNUR (Alto Comisionado de Las Naciones Unidas para los refugiados) en Francia, Colombia, México y Egipto.
¿Cómo vamos a aceptar una claudicación así, con reuniones periódicas además, unida a encuentros similares entre el gobierno español y ERC? ¿Cabe aquí alguna duda? ¿Hay que besar el fango? ¿Todo vale, no valiendo todo, por los siete votos de Junts (y los otros siete de ERC) y la “estabilidad parlamentaria” que Junts no garantiza? ¿No deberíamos poner las luces largas? ¿Qué panorama vislumbraríamos?
Se dirá que la derecha extrema o la extrema derecha también se manifiestan exactamente en los términos que he usado. Creo que no exactamente ni siquiera sin exactitud. Pero en todo caso, como nos enseñó don Antonio Machado en su Juan de Mairena, la verdad es la verdad la diga Agamenón o la diga su porquero (a pesar de las sospechas sensatas de este último), la diga el centro, la derecha, la izquierda o la llamada izquierda confederal. Lo que es indignante es absolutamente indignante y esas reuniones entre el gobierno español y Junts (según ellos = Cataluña) lo son. París, la investidura y la aprobación de leyes pueden valer dos o diez misas, pero no valen la política del abismo, la claudicación y la indignidad. Nadie puede tragar con algo así por generoso, paciente y prudente que sea, y por resistente que sea a un gobierno de la derecha extrema y extrema derecha.
Notas
1) “En 6 semanas de guerra contra Gaza, Israel ha matado a más palestinos que en 106 años de presencia judía en Palestina.” por René Naba. Publicado en el blog de Rafael Poch de Feliu
El reputado historiador palestino Walid Al Khalidy estima que en seis semanas de guerra contra Gaza, Israel ha matado a más palestinos que en 106 años de presencia judía en Palestina. La abrumadora superioridad militar israelí, amplificada por el puente aéreo estadounidense, ha convertido este conflicto en «uno de los más destructivos y mortíferos del siglo XXI». Al Khalidy, fundador del Instituto de Estudios Palestinos, calcula que Israel ha matado a casi 20.000 palestinos, la mayoría civiles, en seis semanas de guerra contra Hamás en Gaza, más que en 106 años de presencia judía en Palestina, que comenzó con la Promesa Balfour de crear un «Hogar Nacional Judío en Palestina» en 1917.
Por su parte, Haytham Manna, Presidente del Instituto Escandinavo de Derechos Humanos (SIHR) y decano de los opositores políticos sirios, señaló que la guerra para destruir Gaza se había cobrado en 55 días el doble de víctimas civiles que en los dos años de guerra en Ucrania (2022-2023).
Y que el número de periodistas, médicos y personal de agencias de la ONU que operan en el enclave y han muerto, es infinitamente superior al número de muertos de esos colectivos en 20 años de guerra de Vietnam (1955-1975) o en 8 años de guerra de Irak (2003-2011). Más concretamente, 50 periodistas han muerto en 45 días en Gaza, 11 de ellos en el ejercicio de sus funciones: una de las cifras de muertos más elevadas de este siglo.
Publicado en Madaniya: https://www.madaniya.info/2023/12/04/gaza-les-premiers-enseignements-de-la-guerre/
https://rafaelpoch.com/2023/12/05/en-6-semanas-de-guerra-contra-gaza-israel-ha-matado-a-mas-palestinos-que-en-106-anos-de-presencia-judia-en-palestina/#more-1386
2) En términos parecidos a los defendidos por el PCE en plena dictadura franquista con su política de reconciliación nacional.