Del compañero y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.
1. Musto sobre Marx y el colonialismo.
2. La farsa de Maidán
3. Elecciones en el Congo
4. Los costes ocultos de la alimentación.
5. Más sobre cambios geopolíticos (Observación de Joaquín Miras)
6. ¿Seguro que son un tigre de papel? (Observación de Joaquín Miras).
7. Recuento de daños
8. Nostalgia soviética en Georgia
9. Situación de la guerra en Palestina, 16 de diciembre
1. Musto sobre Marx y el colonialismo
No aporta mucho a lo que ya hemos visto, por ejemplo, en el último artículo de Jacobin sobre Marx y los árabes, pero os lo paso «a título de inventario» sobre lo cierto de una cierta revitalización del interés por el marxismo en el occidente contemporáneo.
https://truthout.org/articles/
No descartes a Marx. Su crítica del colonialismo está más vigente que nunca
En contra de las interpretaciones liberales erróneas, Marx fue un feroz crítico del colonialismo, afirma el académico marxista Marcello Musto.
C.J. Polychroniou , Truthout 14 de diciembre de 2023
Durante las últimas dos décadas, hemos sido testigos de un resurgimiento del interés por el pensamiento y la obra de Karl Marx, autor de importantes obras filosóficas, históricas, políticas y económicas – y, por supuesto, de El Manifiesto Comunista, que es quizás el manifiesto político más popular de la historia del mundo. Este resurgimiento se debe en gran medida a las devastadoras consecuencias del neoliberalismo en todo el mundo -niveles sin precedentes de desigualdad económica, decadencia social y descontento popular, así como la intensificación de la degradación medioambiental que acerca cada vez más al planeta a un precipicio climático- y a la incapacidad de las instituciones formales de la democracia liberal para resolver esta creciente lista de problemas sociales. Pero, ¿sigue siendo Marx relevante para el panorama socioeconómico y político que caracteriza al mundo capitalista actual? ¿Y qué hay del argumento de que Marx era eurocéntrico y tenía poco o nada que decir sobre el colonialismo?
Marcello Musto, destacado académico marxista y profesor de sociología en la Universidad de York en Toronto, Canadá, que ha participado en el renacimiento del interés por Marx, sostiene en una entrevista exclusiva para Truthout que Marx sigue siendo muy relevante hoy en día y desacredita la afirmación de que era eurocéntrico. En la entrevista que sigue, Musto sostiene que Marx fue, de hecho, intensamente crítico con el impacto del colonialismo.
C.J. Polychroniou: En la última década ha habido un renovado interés por la crítica de Karl Marx al capitalismo entre los intelectuales públicos de izquierda. Sin embargo, el capitalismo ha cambiado radicalmente desde la época de Marx y la idea de que el capitalismo está destinado a la autodestrucción debido a las contradicciones que surgen del funcionamiento de su propia lógica ya no goza de credibilidad intelectual. Además, la clase obrera actual no sólo es mucho más compleja y diversa que la clase obrera de la revolución industrial, sino que tampoco ha cumplido la misión histórica mundial prevista por Marx. De hecho, fueron estas consideraciones las que dieron lugar al posmarxismo, una postura intelectual de moda entre los años 70 y 90, que ataca la noción marxista de análisis de clase y resta importancia a las causas materiales de la acción política radical. Pero ahora, al parecer, se vuelve de nuevo a las ideas fundamentales de Marx. ¿Cómo explicar este renovado interés por Marx? De hecho, ¿sigue siendo Marx relevante hoy en día?
Marcello Musto: A la caída del Muro de Berlín siguieron dos décadas de conspiración de silencio sobre la obra de Marx. En las décadas de 1990 y 2000, la atención hacia Marx fue extremadamente escasa y lo mismo puede decirse de la publicación, y discusión, de sus escritos. La obra de Marx -que ya no se identificaba con la odiosa función de instrumentum regni de la Unión Soviética- se convirtió en el centro de un renovado interés mundial en 2008, tras una de las mayores crisis económicas de la historia del capitalismo. Prestigiosos periódicos, así como revistas con amplios lectores, describieron al autor de El Capital como un teórico clarividente, cuya actualidad se confirmó una vez más. Marx se convirtió, casi en todas partes, en tema de cursos universitarios y conferencias internacionales. Sus escritos reaparecieron en las estanterías de las librerías y su interpretación del capitalismo cobró cada vez más fuerza.
En los últimos años, también se ha producido una reconsideración de Marx como teórico político y muchos autores con puntos de vista progresistas sostienen que sus ideas siguen siendo indispensables para cualquiera que crea necesario construir una alternativa a la sociedad en la que vivimos. El «Marx revival» contemporáneo no se limita sólo a la crítica de Marx a la economía política, sino que también está abierto a redescubrir sus ideas políticas y sus interpretaciones sociológicas. Mientras tanto, muchas teorías posmarxistas han demostrado todas sus falacias y han acabado aceptando los fundamentos de la sociedad existente, aunque las desigualdades que la desgarran y minan por completo su coexistencia democrática crezcan en formas cada vez más dramáticas.
Ciertamente, el análisis de Marx sobre la clase obrera necesita ser replanteado, ya que fue desarrollado sobre la observación de una forma diferente de capitalismo. Si las respuestas a muchos de nuestros problemas contemporáneos no pueden encontrarse en Marx, él centra, sin embargo, las cuestiones esenciales. Creo que ésta es su mayor contribución hoy: nos ayuda a plantear las preguntas adecuadas, a identificar las principales contradicciones. No me parece poca cosa. Marx aún tiene mucho que enseñarnos. Su elaboración nos ayuda a comprender mejor lo indispensable que es para repensar una alternativa al capitalismo, hoy, incluso con más urgencia que en su época.
Los escritos de Marx incluyen discusiones sobre temas como la naturaleza, la migración y las fronteras, que recientemente han recibido una renovada atención. ¿Puede hablarnos brevemente de la aproximación de Marx a la naturaleza y de su visión de la migración y las fronteras?
Marx estudió muchos temas -en el pasado a menudo subestimados, o incluso ignorados, por sus estudiosos- que son de crucial importancia para la agenda política de nuestro tiempo. La relevancia que Marx asignó a la cuestión ecológica es el centro de algunos de los principales estudios dedicados a su obra en las dos últimas décadas. Frente a las interpretaciones que reducían la concepción del socialismo de Marx al mero desarrollo de las fuerzas productivas (trabajo, instrumentos y materia prima), éste mostró un gran interés por lo que hoy llamamos la cuestión ecológica. En repetidas ocasiones, Marx argumentó que la expansión del modo de producción capitalista aumenta no sólo la explotación de la clase obrera, sino también el saqueo de los recursos naturales. Denunció que «todo progreso en la agricultura capitalista es un progreso en el arte, no sólo de robar al trabajador, sino de robar el suelo». En El Capital, Marx observó que la propiedad privada de la tierra por los individuos es tan absurda como la propiedad privada de un ser humano por otro ser humano.
Marx también estaba muy interesado en la migración y entre sus últimos estudios se encuentran notas sobre el pogromo que tuvo lugar en San Francisco en 1877 contra los emigrantes chinos. Marx arremetió contra los demagogos antichinos que afirmaban que los emigrantes matarían de hambre a los proletarios blancos, y contra los que trataban de persuadir a la clase obrera para que apoyara posiciones xenófobas. Por el contrario, Marx demostró que el movimiento forzoso de mano de obra generado por el capitalismo era un componente muy importante de la explotación burguesa y que la clave para combatirlo era la solidaridad de clase entre los trabajadores, independientemente de su origen o de cualquier distinción entre mano de obra local e importada.
Una de las objeciones que más se oyen contra Marx es que era eurocéntrico y que incluso justificaba el colonialismo como necesario para la modernidad. Sin embargo, aunque Marx nunca desarrolló su teoría del colonialismo tan extensamente como su crítica de la economía política, condenó el dominio británico en la India en los términos más inequívocos, por ejemplo, y criticó a quienes no veían las consecuencias destructivas del colonialismo. ¿Cómo valora a Marx en estas cuestiones?
La costumbre de utilizar citas descontextualizadas de la obra de Marx data de mucho antes del Orientalismo de Edward Said, un influyente libro que contribuyó al mito del supuesto eurocentrismo de Marx. Hoy en día, a menudo leo reconstrucciones de los análisis de Marx sobre procesos históricos muy complejos que son auténticas invenciones.
Ya a principios de la década de 1850, en sus artículos (impugnados por Said) para el New-York Tribune -periódico con el que colaboró durante más de una década-, Marx no se hacía ilusiones sobre las características básicas del capitalismo. Sabía muy bien que la burguesía nunca había «efectuado un progreso sin arrastrar a los individuos y a los pueblos por la sangre y la suciedad, por la miseria y la degradación». Pero también estaba convencido de que, mediante el comercio mundial, el desarrollo de las fuerzas productivas y la transformación de la producción en algo científicamente capaz de dominar las fuerzas de la naturaleza, «la industria y el comercio burgueses [crearían] estas condiciones materiales de un mundo nuevo.» Estas consideraciones no reflejaban más que una visión parcial e ingenua del colonialismo sostenida por un hombre que escribía un artículo periodístico con apenas 35 años.
Más tarde, Marx emprendió amplias investigaciones sobre sociedades no europeas y su feroz anticolonialismo se hizo aún más evidente. Estas consideraciones son demasiado obvias para cualquiera que haya leído a Marx, a pesar del escepticismo de algunos círculos académicos que representan una forma extraña de descolonialidad y asimilan a Marx a los pensadores liberales. Cuando Marx escribió sobre la dominación de Inglaterra en la India, afirmó que los británicos sólo habían sido capaces de «destruir la agricultura nativa y duplicar el número y la intensidad de las hambrunas». Para Marx, la supresión de la propiedad comunal de la tierra en la India no era más que un acto de vandalismo inglés, que hacía retroceder a los nativos, y no avanzar.
En ninguna parte de la obra de Marx se sugiere una distinción esencialista entre las sociedades de Oriente y Occidente. Y, de hecho, el anticolonialismo de Marx -en particular su capacidad para comprender las verdaderas raíces de este fenómeno- contribuye a la nueva ola contemporánea de interés por sus teorías, desde Brasil hasta Asia.
El último viaje que realizó Karl Marx antes de morir fue a Argel. ¿Puede destacar sus reflexiones sobre el mundo árabe y lo que pensaba de la ocupación francesa de Argelia?
He contado esta historia -tan poco conocida- en mi reciente libro Los últimos años de Karl Marx: Una biografía intelectual. En el invierno de 1882, durante el último año de su vida, Marx tuvo una grave bronquitis y su médico le recomendó un periodo de descanso en un lugar cálido como Argel, para escapar de los rigores del invierno. Fue la única vez en su vida que pasó fuera de Europa.
Debido a su mala salud, Marx no pudo estudiar la sociedad argelina como le hubiera gustado. En 1879, ya había examinado la ocupación francesa de Argelia y había sostenido que la transferencia de la propiedad de la tierra de las manos de los nativos a las de los colonos tenía un objetivo central: «la destrucción de la propiedad colectiva indígena y su transformación en objeto de libre compra y venta». Marx había observado que esta expropiación tenía dos propósitos: proporcionar a los franceses la mayor cantidad de tierra posible; y arrancar a los árabes de sus vínculos naturales con el suelo, lo que significaba romper cualquier peligro de rebelión. Marx comentó que este tipo de individualización de la propiedad de la tierra no sólo había asegurado enormes beneficios económicos a los invasores, sino que también había logrado un objetivo político: «destruir los cimientos de la sociedad.»
Marx observó de cerca los principales acontecimientos de la política internacional y expresó su firme oposición a la opresión colonial británica en la India, al colonialismo francés en Argelia y a todas las demás formas de dominación colonial.
Aunque Marx no pudo proseguir sus investigaciones, hizo una serie de interesantes observaciones sobre el mundo árabe cuando estuvo en Argel. Atacó con indignación los violentos abusos de los franceses, sus repetidos actos de provocación, su desvergonzada arrogancia, presunción y obsesión por vengarse, como Moloch ante cada acto de rebelión de la población árabe local.
En sus cartas desde Argel, Marx informaba de que cuando una banda árabe comete un asesinato, normalmente con fines de robo, y los malhechores son debidamente detenidos, juzgados y ejecutados, esto no es considerado suficiente expiación por la familia colona herida. Exigen en el trato el «arresto» de al menos media docena de árabes inocentes: «La policía aplica una especie de tortura para obligar a los árabes a ‘confesar’, como hacen los británicos en la India». Marx escribió que cuando un colono europeo habita entre los que se consideran las «razas inferiores», ya sea como colono o simplemente por negocios, generalmente se considera a sí mismo incluso más inviolable que el rey. Y Marx también subrayó que, en la historia comparada de la ocupación colonial, «los británicos y los holandeses superan a los franceses».
¿Aportan estas reflexiones alguna luz sobre la perspectiva general de Marx sobre el colonialismo?
Marx siempre se expresó sin ambigüedades contra los estragos del colonialismo. Es un error sugerir lo contrario, a pesar del escepticismo instrumental tan de moda hoy en día en ciertos círculos académicos liberales. Durante su vida, Marx observó de cerca los principales acontecimientos de la política internacional y, como podemos ver en sus escritos y cartas, expresó su firme oposición a la opresión colonial británica en la India, al colonialismo francés en Argelia y a todas las demás formas de dominación colonial. Era todo menos eurocéntrico y se fijaba únicamente en el conflicto de clases. Marx pensaba que el estudio de los nuevos conflictos políticos y de las zonas geográficas periféricas era fundamental para su crítica del sistema capitalista. Y lo que es más importante, siempre se puso del lado de los oprimidos contra los opresores.
2. La farsa de Maidán
Ya lo habíamos visto en palabras del propio Katchanovski, pero no está de más insistir en que el antecedente de la guerra de Ucrania fue la revolución de colores y el golpe de estado de la extrema derecha con apoyo occidental.
Un juicio ucraniano demuestra que la masacre del Maidán de 2014 fue una bandera falsa
Kit Klarenberg-11 de diciembre de 2023
Una masacre de manifestantes durante el golpe de Estado del Maidán de 2014 sentó las bases para la destitución del presidente electo de Ucrania, Víktor Yanukóvich. Ahora, un juicio explosivo en Kiev ha aportado pruebas de que los asesinatos fueron una bandera falsa diseñada para desencadenar un cambio de régimen.
Dos policías acusados del tiroteo masivo contra manifestantes de la oposición en la plaza Maidan de Kiev en 2014 han sido puestos en libertad después de que un tribunal ucraniano determinara que los disparos mortales de la infame masacre se efectuaron desde un edificio controlado por la oposición.
El 18 de octubre de 2023, el Tribunal de Distrito de Sviatoshyn de Ucrania determinó que de los cinco oficiales juzgados, uno sería absuelto de plano, mientras que otro fue condenado a tiempo cumplido por presunto «abuso de poder.»
Los tres restantes, que ya no viven en Ucrania, fueron condenados en rebeldía por 31 cargos de asesinato y 44 de intento de asesinato. Esto, en virtud de un dictamen del Tribunal Supremo que estipula que los sospechosos pueden ser considerados colectivamente responsables de las acciones de un grupo considerado criminal.
El veredicto significa que nadie será encarcelado ni castigado de ninguna manera por su presunto papel en la infame masacre de Maidan, en la que murieron más de 100 manifestantes, que desencadenó una avalancha de condena internacional y condujo directamente a la caída del presidente Víktor Yanukóvich, que huyó del país pocos días después.
El juicio comenzó en Kiev en 2016, pero el caso languideció durante años. Las cosas se complicaron aún más en 2019, cuando el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, intercambió a los cinco acusados por prisioneros en poder de los separatistas de Donbás. Posteriormente, dos regresaron voluntariamente para comparecer ante el tribunal.
Como era de esperar, el veredicto ha provocado la indignación de las familias de las víctimas, y los abogados de la acusación afirman que tienen previsto apelar. Por el contrario, los principales medios de comunicación han permanecido hasta ahora inquietantemente indiferentes. En un aparente intento de distorsionar el resultado del juicio, varios medios -entre ellos Reuters- se limitaron a mencionar en sus titulares que el tribunal había «condenado» a los agentes. El Kyiv Post llegó a afirmar falsamente que los cinco habían sido declarados «culpables» de «crímenes de Maidan».
Pero hay más en la historia de lo que estos medios han dejado entrever. Como reconoció incluso el periódico financiado por Occidente Kyiv Independent, «un antiguo investigador de alto nivel» encargado anteriormente de investigar la masacre dijo que el veredicto se produjo tras años de sabotaje deliberado por parte de las autoridades ucranianas, que «han hecho todo lo posible para asegurarse de que no haya resultados reales.»
La cuestión de por qué las autoridades de Kiev intentaron sabotear la investigación ha sido ignorada en gran medida por los medios de comunicación tradicionales. Pero el veredicto ofrece algunas pistas muy reveladoras.
«Desconocidos» detrás de la matanza
A lo largo del documento de 1.000.000 de palabras hay pasajes que demuestran de forma concluyente que los disparos de los francotiradores procedían de edificios controlados por la oposición a Yanukóvich. En conjunto, estos extractos sugieren claramente que la masacre de Maidan fue una falsa bandera llevada a cabo por elementos nacionalistas que pretendían asegurar la destitución del presidente.
Las pruebas «eran más que suficientes para concluir categóricamente que en la mañana del 20 de febrero de 2014 había personas con armas, desde las que se efectuaron los disparos, en los locales del Hotel Ukraina», declaró el tribunal.
Otro apartado revela que el «Hotel Ukraina» era «territorio… no controlado por las fuerzas del orden en ese momento». Numerosas grabaciones de vídeo muestran que antes, durante y después de la masacre, el edificio estaba invadido por el partido de extrema derecha de la oposición Svoboda, cuyos líderes utilizaban el local para coordinar sus actividades contra Yanukóvich en las calles de abajo.
En al menos 28 de los 128 tiroteos considerados durante el juicio, el tribunal dictaminó que «debido a la falta de información, al carácter incompleto o contradictorio de los datos presentados», «no se ha demostrado la participación de agentes de las fuerzas del orden», y que «no puede descartarse la participación de otras personas desconocidas».
Además, el veredicto descartó de hecho cualquier implicación de los servicios de seguridad e inteligencia rusos en la masacre, una teoría conspirativa muy promovida por los elementos pro-Maidan.
La «pista rusa» no se confirmó tras examinar los documentos pertinentes», declaró el tribunal. Concluyó que las personas de las que se sospechaba que tenían vínculos con la inteligencia rusa, y que estaban siendo «constantemente vigiladas», no tuvieron «ninguna participación en los sucesos de la calle.»
Para el Dr. Ivan Katchanovski, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Ottawa, que lleva años documentando pruebas abrumadoras de la responsabilidad de la oposición en la masacre, estas conclusiones son una reivindicación largamente esperada de su investigación. En declaraciones a The Grayzone, explicó que la condena en rebeldía de tres policías por el asesinato de 28 manifestantes de Maidan y el intento de asesinato de 36 se «basó en un único examen balístico forense fabricado».
El defectuoso «examen forense de las balas anuló [los] resultados de otros 40 exámenes balísticos» realizados anteriormente, cada uno de los cuales, señala Katchanovski, «mostraba que las balas de los Kalashnikovs de la policía de Berkut no coincidían con las recuperadas de los cuerpos de los manifestantes asesinados en Maidan».
Al final, «el juicio arrojó un volumen extraordinario de pruebas que demostraban que se disparó a los manifestantes desde varios edificios controlados por elementos pro Maidan», afirma, señalando a los «más de 100 testigos, entre ellos 51 activistas antigubernamentales heridos durante el tiroteo, [que] declararon haber recibido disparos desde esas zonas, o haber visto a francotiradores situados allí.»
Por otra parte, el veredicto rechaza una reconstrucción en 3D del tiroteo contra tres activistas de Maidan, elaborada por un «estudio de arquitectura no convencional» con sede en Nueva York llamado SITU. Este falso análisis, financiado con 100.000 dólares por la filial en Kiev de la Open Society Foundations de George Soros, fue muy promocionado por The New York Times y otros medios de comunicación occidentales y presentado como prueba definitiva de que las fuerzas de seguridad ucranianas eran responsables de las muertes. Pero el modelo SITU cambiaba la ubicación de las heridas de las víctimas -del costado o la parte posterior del cuerpo a la parte frontal- y alteraba los ángulos de la trayectoria de las balas para condenar fraudulentamente a la policía por sus asesinatos.
Como explica Katchanovski, «se trata de fraude y desinformación deliberados».
«Los falsos modelos de SITU permitieron a The New York Times y a muchos otros negar la existencia de francotiradores en Maidan, y tachar de ‘teoría de la conspiración’ cualquier sugerencia de que la masacre fue una ‘bandera falsa'», afirma.
Pero si los oficiales de Berkhut no fueron responsables de las docenas de muertes de ese día, la pregunta sigue siendo: ¿quién lo fue?
Los asesinos de Maidan se trasladan a Odessa
En agosto de 2023, el New York Times reveló que el traficante de armas ucraniano Serhiy Pashinksy, condenado en su día abiertamente por el propio Zelensky como «criminal», se había convertido en el principal proveedor privado de armas a Ucrania. Pashinsky se abastecía de granadas, proyectiles de artillería y cohetes «a través de una red transeuropea de intermediarios», y luego vendía, compraba y revendía las armas «hasta que el comprador final, el ejército ucraniano, paga la mayor parte». Esta estafa le ha enriquecido con cientos de millones de dólares.
Pashinsky, antiguo parlamentario ucraniano, fue una figura central en el golpe de Maidan. Como reveló posteriormente The Grayzone, ha sido acusado por tres mercenarios georgianos de orquestar personalmente la masacre de febrero de 2014, suministrando las armas utilizadas y eligiendo personalmente los objetivos a abatir. Cuando los periodistas israelíes se enfrentaron a Pashinsky por estas acusaciones, amenazó con hacer que sus socios los localizaran en casa y los «destrozaran.»
Durante el juicio del Maidán, los abogados defensores mencionaron de forma destacada a esos mismos francotiradores mercenarios georgianos. Junto con los líderes del Maidán y el paramilitar fascista Sector Derecho, apoyado por Occidente, los francotiradores también estuvieron implicados en la masacre de Odessa de mayo de 2014, un espantoso incidente en el que decenas de manifestantes de habla rusa contrarios al Maidán fueron conducidos por la fuerza a la Casa de los Sindicatos de la ciudad, que luego fue incendiada. En total, 46 personas murieron por quemaduras, intoxicación por monóxido de carbono e intentos de escapar del horror saltando por las ventanas. Las víctimas no mortales ascendieron a unas 200.
Katchanovski afirma que, al igual que en Maidan, las pruebas apuntan al papel de un complot extremadamente bien organizado para llevar a cabo los asesinatos de Odessa: «Un francotirador georgiano que confesó su papel en la masacre de Maidan en un documental israelí también reveló que uno de los organizadores de la masacre los envió a Odessa justo antes del ataque contra los separatistas allí.»
Después del golpe, encubrimiento tras encubrimiento
Desde el comienzo del juicio del Maidan, testigos y fiscales fueron sometidos por figuras de la extrema derecha ucraniana a una campaña de intimidación. Durante el proceso, activistas neonazis del C14 y de Azov irrumpieron en la sala, atacaron a los acusados y colocaron neumáticos fuera del tribunal en una aparente amenaza de quemar el edificio. El presidente del tribunal fue incluso golpeado por un activista del Maidan.
«Es probable que la presión encubierta de la administración de Zelensky y la extrema derecha sea mucho mayor de lo que hemos visto públicamente», comentó Katchanovski a The Grayzone. «El poder judicial de Ucrania no es independiente. La administración de Zelensky interfiere rutinaria y abiertamente en los procedimientos, e incluso ha destituido a todo el Tribunal Constitucional. Es una situación muy difícil para los jueces y el jurado. Hubo amenazas directas de la extrema derecha para condenar a los acusados».
En consecuencia, algunos manifestantes heridos que inicialmente testificaron sobre la presencia de francotiradores en edificios controlados por Maidan revocaron posteriormente sus declaraciones. Posteriormente admitieron que la fiscalía se reunió con ellos en privado, para discutir lo que habían dicho en el estrado. Para Katchanovski, «esto es una prueba de que el encubrimiento llega hasta la cúpula del gobierno ucraniano».
Muchos ucranianos, especialmente en el este, han mantenido esta misma sospecha desde que el gobierno golpista nacionalista de Ucrania posterior al Maidán adoptó una amplia ley de amnistía en 2014. Dicha ley concedía a los manifestantes del Maidán inmunidad absoluta frente a cualquier delito grave imaginable, incluidos el asesinato, el terrorismo y la toma del poder. La ley también prohibía la investigación oficial de cualquier agitador antigubernamental por estos delitos, y ordenaba la destrucción de todas las pruebas relevantes que se hubieran recogido previamente.
Un alto funcionario de la Fiscalía General de Ucrania ha admitido desde entonces que los fiscales encargados de la investigación y el juicio de la masacre de Maidan fueron seleccionados y nombrados de forma encubierta nada menos que por Pashinsky. Los intentos de crear una comisión parlamentaria para investigar los asesinatos fueron bloqueados por Petro Poroshenko, el presidente de Ucrania rabiosamente antirruso que sucedió al derrocado Yanukóvich en 2014.
La manipulación oficial era comprensible, argumenta Katchanovski, dado lo fundamental que es la narrativa de Kiev sobre la masacre de Maidan para la legitimidad del gobierno ucraniano. El asesinato masivo de falsa bandera condujo directamente a Yanukóvich, justificando la retirada de las fuerzas gubernamentales del centro de Kiev, la toma de edificios gubernamentales por activistas del Maidán y la destitución inconstitucional del presidente por la asamblea legislativa ucraniana.
Todos estos acontecimientos allanaron el camino a la guerra civil de ocho años en Donbás, que se cobró la vida de más de 14.000 personas y precipitó la invasión rusa en febrero de 2022. Para Katchanovski, el vínculo entre la masacre de falsa bandera y la guerra en curso en Ucrania es obvio. El veredicto, dice, lo deja aún más claro.
Como represalia por sus investigaciones pioneras sobre la masacre de Maidan, la casa y las propiedades de Katchanovski fueron confiscadas ilegalmente por los tribunales locales en 2014 «con la participación de altos funcionarios». Sin embargo, el profesor sigue más decidido que nunca a llegar al fondo de la historia.
«Algún día se reconocerá oficialmente la verdad de lo ocurrido; la única pregunta es cuándo», promete. «El retraso en el reconocimiento y la falta de justicia en este caso ya han costado muy caro a Ucrania. Hay muchos conflictos, incluida la guerra en curso, que se desencadenaron a raíz de la masacre de Maidan. Innumerables personas han sufrido innecesariamente como consecuencia de ello. Ha llegado la hora de la verdad y la reconciliación».
3. Elecciones en el Congo
La próxima semana se celebran elecciones presidenciales en Congo y Investig’action entrevista a una activista e investigadora.
Isabelle Minnon: «Para el imperialismo, es vital que el Congo no se desarrolle».
Robin Delobel
14 de diciembre de 2023
La República Democrática del Congo (RDC) celebra sus próximas elecciones presidenciales dentro de menos de una semana, el 20 de diciembre. Se espera que voten cerca de 50 millones de congoleños. ¿Se encuentra la RDC ante un punto de inflexión? ¿Cuáles son los principales problemas del país? Entrevistamos a Isabelle Minnon, activista descolonial del movimiento Intal e investigadora sobre el sector minero en la RDC y las relaciones entre los países africanos y China.
¿Cuáles son los principales retos de las elecciones en la República Democrática del Congo, previstas para el 20 de diciembre?
Desde su independencia, la cuestión principal para la RDC es el respeto de su soberanía económica, es decir, la explotación soberana de sus recursos naturales, incluidos los mineros. En otras palabras, significa poner fin al saqueo de la RDC, inmensamente rica en cobalto, cobre, oro, diamantes, etc. Es el primer exportador mundial de cobalto y el tercero de cobre. Este respeto de la soberanía de la RDC y de la explotación soberana del país es esencial para construir un Estado fuerte, un Estado económicamente sólido frente a los países del Norte, cuyo objetivo es siempre apoyar a sus multinacionales, presentes o no en la RDC, pero que quieren conservar el control impulsando la privatización de las empresas.
Félix Tshisekedi, elegido en 2018 en circunstancias dudosas, se ha centrado mucho en los dos últimos años en la guerra. Es un tema de gran importancia. Esta guerra dura ya más de veinticinco años, y sigue habiendo masacres y muchos desplazados en el este… Pero Tshisekedi evita hablar de la economía del Congo y de la explotación soberana de sus riquezas. No basta con poner fin a la guerra, a este desequilibrio, a la desestabilización del Congo. Para tener una economía fuerte, el Estado debe redistribuir sus riquezas. Esta riqueza debe redistribuirse entre la población y debe estar a su servicio. Eso es realmente lo que está en juego para el país en estas elecciones. Aquí, el pueblo sabe lo que quiere. Viajé a 2022 y 2023, y la gente sabe muy bien que Occidente no está ahí por los intereses del pueblo congoleño. Lo saben desde hace mucho tiempo. Tener en el poder a una burguesía local, aliada de Occidente, que monopoliza las riquezas del país y explota sus recursos para enriquecerse y enriquecer a las multinacionales, no va contra el imperialismo.
La soberanía es algo que viene de lejos históricamente…
Sí, en la época de la independencia, esta noción formaba parte del discurso de los grandes panafricanistas, así como de los de la lucha anticolonialista en los países latinoamericanos, asiáticos y otros países africanos. En la RDC, recordemos a Patrice Lumumba, que hablaba de independencia política e independencia económica. Después, con la llegada al poder de Mobutu, ayudado por Estados Unidos y Bélgica, todo esto fue cuestionado por las instituciones financieras internacionales en el Congo. Mobutu representaba un importante aliado para Occidente y estaba totalmente de acuerdo con la agenda del Banco Mundial y las instituciones financieras internacionales. Hoy en día, a veces escuchamos discursos como «antes era mejor». Sin embargo, esta nostalgia recurrente ignora dos puntos. En primer lugar, en los años setenta, bajo Mobutu, la producción congoleña era en realidad muy baja. En segundo lugar, se destruyó la economía y las deudas se dispararon. Antes de que Laurent-Désiré Kabila llegara al poder, el Congo tenía una deuda de unos doce mil millones de dólares. Era una deuda totalmente insostenible para el país, y provenía de ese periodo realmente destructivo para la economía, con todos esos programas de ajuste estructural. En el continente africano, los pueblos han visto claramente que su suerte no ha mejorado con las políticas del Banco Mundial y del FMI. Lo que reclaman es la soberanía de sus respectivos países, poder beneficiarse ellos mismos de sus riquezas, dejar de responder a los intereses de la élite burguesa occidental. ¡Ese es el quid del problema! Ha habido muchas manifestaciones en el Congo, sobre todo en el sector sanitario. Los trabajadores sanitarios se manifestaron en 2022 y 2023. También en este caso, la asignación de presupuestos a la sanidad requiere un Estado suficientemente fuerte económicamente y que las autoridades en el poder no malversen el dinero público para sus propios intereses.
¿Quién de los candidatos actuales encarna esta visión de un «Estado fuerte»?
Actualmente hay una veintena de candidatos declarados, de los cuales cuatro son los principales. En primer lugar, Félix Tshisekedi, presidente en ejercicio, que aspira a un segundo mandato. Luego está Martin Fayulu, que se presentó a las elecciones de 2018. Luego está el Dr. Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz de fama mundial. Por último, el ex gobernador de Katanga, Moïse Katumbi. De este cuarteto, debemos ser claros: ninguno de los candidatos encarna una ruptura con el imperialismo; la ruptura necesaria con las grandes multinacionales para avanzar hacia la defensa de la soberanía económica, política y territorial del Congo y una redistribución de las riquezas. Esto no significa que no haya perspectivas para el país, porque las elecciones son también un momento para que el pueblo exija mejoras. Y también es una oportunidad para que los movimientos progresistas del Norte pongan de relieve las injerencias de Occidente.
El Dr. Denis Mukwege parece un candidato lleno de cualidades.
Ha tratado a miles de víctimas de violencia sexual en el hospital de Panzi, en el este del Congo, donde ha trabajado. Mukwege ha conseguido mucho y fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2018 por su labor como médico. Sin embargo, en junio de 2023 visitó al presidente estadounidense Joe Biden y realizó una gira por Europa, Canadá y los países del Norte que promueven la explotación de la RDC a través de sus multinacionales. Su programa no encarna esta ruptura económica con el gran capital internacional. Denis Mukwege habla en favor de la paz, de acabar con el hambre, con los vicios…
¿Eslóganes, pero sin concretar las alternativas que hay que poner en marcha para conseguirlos?
Exactamente, son eslóganes. Pero si no se produce una ruptura económica con las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), de las instituciones internacionales y de las grandes potencias, la RDC no podrá emprender un camino que sea realmente el camino de la paz. Un camino hacia la paz exige el control territorial y la explotación de sus recursos naturales. No es con estos eslóganes como podremos satisfacer las necesidades vitales de la población… En cuanto a Félix Tshisekedi, durante los dos últimos años ha favorecido un discurso sobre la paz. En sus declaraciones, ataca a Paul Kagamé, porque sabe muy bien que la población, sobre todo en el Este, quiere el fin de esta guerra, el fin de esta humillación con Kagamé y el gobierno ruandés. Pero recurrir a estos discursos es para Tshisekedi una forma de recuperar la confianza de la población y ganar nuevos votos para las elecciones. Hay que señalar que la guerra en la RDC no puede reducirse al vecino del este. Ruanda no es el fabricante de armas. Su economía depende principalmente de la ayuda al desarrollo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa. Así pues, detrás de Ruanda está sobre todo Estados Unidos, pero Tshisekedi no les ataca y sólo denuncia a Ruanda. Estas diferencias entre la RDC y Ruanda también convienen a Estados Unidos. Crea desestabilización y permite a Estados Unidos interferir y dictar cómo deben hacerse las cosas. Avril Haynes, Secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, viajó a Ruanda y al Congo a finales de noviembre para presentar una especie de acuerdo de paz entre ambos países y dar a Estados Unidos una imagen de pacificador. Sin embargo, muchos africanos ya no creen que sean Estados Unidos o Europa quienes traigan la paz. Con las revueltas en África Occidental (Níger, Burkina Faso y Malí), hay toda una población en el continente que está harta de sistemas como el francés, pero también de las misiones de Naciones Unidas en Malí y el Congo. Lo mismo ocurre con lo sucedido en Ucrania y Palestina… Los pueblos de África saben perfectamente que los Estados del Norte no son los aliados de los pueblos oprimidos.
¿Y los demás candidatos presidenciales congoleños?
Ni Tshisekedi ni Denis Mukwege encarnan el cambio que necesita la RDC. Menos aún Moïse Katumbi, ex gobernador y rico hombre de negocios que ha jugado con la idea de estar «cerca de la gente» repartiendo dinero. Sobre todo, ha instaurado un sistema clientelista. Martin Fayulu impugnó los resultados de las últimas elecciones, pero desde entonces no se ha oído hablar mucho de él, ni ha presentado un programa que rompa con el gran capital, que está en el origen de la actual desestabilización del Congo. Ante esta falta de candidatos alternativos al sistema dominante, hay que tener en cuenta varias cosas. En primer lugar, el Congo es un país enorme, con casi cien millones de habitantes, situado en el corazón del continente, fronterizo con otros nueve países africanos, con enormes recursos minerales, así como naturales (bosques, ríos, peces, recursos agrícolas, etc.). Debido a su tamaño gigantesco, un país como el Congo no puede ser restaurado de la misma manera que Botsuana, que tiene el viento a favor y es, además, un aliado del capitalismo, o un país como Ruanda, que se vende por su modernidad (aunque beneficie sobre todo a la burguesía local) pero que depende completamente de la ayuda al desarrollo del exterior y que también construye esta modernidad sobre el saqueo del Congo y la explotación de su pueblo. En segundo lugar, la RDC es estratégicamente importante por sus recursos.
El imperialismo no quiere que el Congo se desarrolle y llegue a ser verdaderamente independiente. Frantz Fanon escribió una vez: «África es como un revólver cuyo gatillo está en el Congo. Quienquiera que tenga el dedo en ese gatillo tiene el poder de construir o destruir la subregión, África y el mundo». Los congoleños deben comprender su importancia estratégica». Por esta razón, Congo-Kinshasa fue objeto de intensas agresiones en la época de su «independencia», a principios de los años sesenta. Hubo terribles masacres contra los que entonces se llamaban «nacionalistas» -en realidad habría que entender anticolonialistas- y contra los obreros y campesinos que se apoyaban en las voces de Patrice Lumumba, y luego de Pierre Mulele, dos líderes que lucharon por la independencia y la soberanía reales del Congo. Todo el movimiento independentista y de izquierdas del Congo fue destruido. Este gigantesco país centroafricano aún no se ha recuperado de ello y, para hacerlo, debe apoyarse en sus millones de trabajadores, en su juventud (obreros, campesinos, pequeños comerciantes, estudiantes, etc.) y en las fuerzas progresistas. Por nuestra parte, nuestro papel en Bélgica -donde el gobierno contribuye a la explotación de un país como el Congo y otros países del Sur- no consiste en «ayudar», como nos quiere hacer creer el pensamiento dominante, sino en actuar juntos contra el mismo sistema explotador, en la solidaridad internacional entre los pueblos.
Ha mencionado algunas movilizaciones recientes de las que no oímos hablar en los grandes medios de comunicación occidentales: ¿cuáles son?
Es cierto que las huelgas no tienen mucha cobertura en los medios de comunicación. A veces, algunos agentes sociales, como Viva Salud, una ONG belga, se hacen eco de este tipo de acontecimientos. El más reciente fue una huelga de trabajadores sanitarios (enfermeros, médicos, etc.) en Kinshasa y Matadi (a 300 km de la capital), así como en Kasai (región del oeste del Congo). También hubo una huelga de transportistas por carretera, más concentrada en el este, vinculada a la industria minera y a unos salarios demasiado bajos. Pero lo que la prensa occidental muestra últimamente son los niños que trabajan en las minas, la forma en que son explotados y sus horribles condiciones de trabajo. Retratar estas condiciones sin dar el contexto, el trasfondo, la explicación de los procesos económicos es otra forma de interferir aún más en el país. Estas imágenes servirán de apoyo, por ejemplo, cuando Estados Unidos apruebe en julio de 2023 un proyecto de ley para bloquear la extracción de cobalto. Si se analiza su uso, estas imágenes pueden servir para impedir el desarrollo soberano de la RDC. Tenemos que tener cuidado con esta propaganda, que pretende remover las emociones de la gente. Como pueblo solidario, como movimiento de izquierda, no debemos caer en este tipo de trampas tendidas por los gobiernos occidentales. Debemos ser capaces de decir que esto está siendo explotado en interés de las grandes potencias para interferir aún más. Por otra parte, lo que no se muestra es el desarrollo de fábricas modernas. La RDC de principios de los años 2000 no es la misma que será en 2023…
¿Imágenes miserables? ¿Como las que produce la ONG del actor Ben Affleck, que dice trabajar por el pueblo congoleño?
Sí, la ONG de Ben Affleck, Eastern Congo Initiative, lleva años realizando este tipo de campañas. Cabe señalar que las relaciones económicas entre la RDC y China se reanudaron en 2005. No habían estado ausentes bajo Mobutu, pero en 2005 el presidente Joseph Kabila restableció unas relaciones económicas más sólidas con China. Como resultado, la RDC ha experimentado un periodo de renovación en términos de minería. Cuando la producción estaba casi paralizada, el país ha vuelto a ser el primer productor mundial de cobalto y el tercero de cobre, pero con empresas y capital chinos. También está Gécamines, empresa propiedad al 100% del Estado congoleño, que se ha asociado con empresas chinas en las que la participación congoleña es mayor que cuando lo hacía con empresas occidentales (como Glencore). Sigue habiendo empresas como Mutanda mining y Katanga mining, propiedad al 100% de Glencore, que son de propiedad anglosuiza y en las que el Estado congoleño no tiene nada. Si nos fijamos en empresas mineras como Sicomines, muy criticada por Estados Unidos y los grandes medios de comunicación, el Estado congoleño posee el 32%. En resumen, habrá un repunte de la producción industrial hacia una vía de industrialización que disgusta a Estados Unidos en su guerra económica contra China. Así pues, esta campaña miserabilista -que no es en absoluto una campaña en favor de los intereses de los trabajadores o de los niños- es igual que la colonización. Supuestamente se hizo para «civilizar» el país y traer el desarrollo. Estamos completamente en el mismo patrón narrativo. En realidad es una campaña impulsada por Estados Unidos, retransmitida por gente como Ben Affleck.
¿Cómo se está desarrollando políticamente esta campaña de desestabilización?
En julio de 2023 hubo un proyecto de ley en Estados Unidos que decía que quería imponer condiciones más estrictas a la exportación de cobalto. Los términos utilizados eran explotación infantil, etc. El ministro congoleño de Minas respondió en un comunicado de prensa diciendo que se habían puesto en marcha una serie de normas. Ahora bien, lo que dice no hay que tomarlo al pie de la letra, pero lo que hay que saber es que Estados Unidos quiere impedir cualquier producción, explotación y exportación independientes de cobalto y cobre. También ha aumentado la producción interna de diamantes con una empresa de capital chino y congoleño. Y el aumento de la explotación y la producción significa alianzas entre países Sur-Sur, como la RDC con China. Esto hace que Estados Unidos pierda su monopolio en la región, así como otras empresas occidentales. Mostrar y difundir imágenes miserables es una forma de romper esta dinámica económica. En segundo lugar, estas imágenes también dan a la gente del Norte la impresión de que un país como el Congo, un continente como África, necesita ayuda, tiene que venir a rescatar a sus niños y mujeres. En la época de la independencia, cuando Frantz Fanon hablaba de los atentados contra Lumumba, decía: «Hay que crear la imagen de un Estado débil». Estas imágenes contribuyen a la idea de un Estado débil, de una población incapaz, inhumana, incluso salvaje. Pero convertir a la gente en «salvaje» es deshumanizar al africano, al congoleño. Crea esta percepción de una necesidad de ayuda que es completamente falsa. Al propagar la imagen de que la ayuda es inevitable, oculta el hecho de que hay que atacar a las multinacionales y los diversos acuerdos económicos firmados en detrimento de la RDC y de África.
Imágenes con repercusiones de largo alcance…
El código minero congoleño fue modificado en 2018. Este es un punto importante a tener en cuenta porque el código minero había sido influenciado en 2002 por las instituciones financieras, el Banco Mundial y el FMI, presionando a favor de la privatización. En concreto, esto significaba una reducción de la participación del Estado congoleño en las industrias mineras, menores cargas fiscales para las grandes empresas, etc. Ahora, el código minero de 2018, que tardó mucho en aprobarse porque las multinacionales ejercieron una fuerte presión en su contra, prevé una mayor participación del Estado congoleño con impuestos más elevados. No es algo que se esté planteando, por supuesto, sino más bien ocultado por los gobiernos europeos y norteamericanos. En Malí, el actual ministro de Asuntos Exteriores, Abdoulaye Diop, se enfrenta a Francia y Occidente por la explotación de los recursos del país, afirmando: «Son nuestras riquezas, nos pertenecen, nos corresponde decidir». Malí también ha aprobado recientemente un nuevo código minero. Se trata de una cuestión crucial en toda África. En Senegal, el presidente Macky Sall es un gran aliado de Francia y Estados Unidos, que lo ponen como «ejemplo de democracia», mientras que hay un gran opositor al presidente, Ousmane Sonko, que es muy popular y encarna la ruptura con el imperialismo. Es un antiguo funcionario de Hacienda que explica que el camino a seguir para su país es romper con un sistema que concede enormes privilegios a las grandes empresas y no grava a las grandes multinacionales. También en este caso, una gran parte de la población considera que los recursos del país deben utilizarse en beneficio propio y no para producir beneficios sin fin a las multinacionales. Esta cuestión de la riqueza en beneficio de la población se manifiesta de manera diferente en la RDC que en Malí, Senegal, Burkina Faso o Níger, pero está muy presente entre la población, ciertos movimientos sociales e incluso algunos funcionarios.
Para entenderlo: ¿las empresas estadounidenses están presentes en la RDC pero querrían un trozo mayor del pastel minero y les molesta la presencia de China…?
De hecho, las grandes empresas mineras del Congo no tienen capital estadounidense, sino canadiense, británico o suizo. Estados Unidos sale en defensa de estas empresas, aunque no sean estadounidenses, para privatizar el sector minero.
¿Para participar en la toma de decisiones?
Sí, y para desestabilizar constantemente. Si tomamos como ejemplo Tenke Fungurume, que produce principalmente cobre, es propiedad en un 20% de Gécamines (empresa minera estatal, 100% propiedad del Estado congoleño) y en un 80% de capital chino. Tenke Fungurume fue en su día propiedad de un accionista con capital estadounidense (Freeport-McMoRan en aquel momento), pero lo vendieron a empresas chinas. Se retiraron. A veces, Europa o Estados Unidos simplemente no tienen recursos para invertir grandes sumas de dinero, así que desestabilizan la situación. Esto les permite mantener un Congo bajo y no tener que invertir. También está la cuestión de los títulos mineros. A principios de la década de 2000, muchos de ellos fueron comprados por empresas estadounidenses que especularon con los títulos mineros pero no hicieron nada con ellos. Luego impidieron que las empresas que querían invertir en el país compraran a competidores como China y, por otro lado, revendieron. En resumen, compran títulos mineros para revenderlos y especular, pero sin hacer ninguna inversión en el país.
Es importante aclarar el papel de la gente. En los grandes medios de comunicación, a menudo se considera que la política depende únicamente de los políticos…
Sí, si el presidente Tshisekedi se opone a Kagame, es porque le empuja el pueblo, que está harto. Si Kagame retrocede un poco, es porque también le empuja el pueblo congoleño, que le denuncia. Tshisekedi fue a China en 2023 por primera vez. Nunca antes había estado allí. A diferencia de Joseph Kabila, que fue directamente a China tras llegar al poder. Tras su elección, Félix Tshisekedi fue directamente a Estados Unidos y Europa. Si fue a China, no fue porque la población se manifestara con pancartas, sino porque le enviaron el siguiente mensaje: «Queremos beneficiarnos de nuestra riqueza, queremos puestos de trabajo, queremos fábricas, queremos que nuestra riqueza se explote aquí». Muchos congoleños instan al Presidente a encontrar una solución, a buscar vías para que Occidente pueda competir por fin con otras potencias. El multilateralismo desarrollado con China ha supuesto otro paradigma para la RDC. Tshisekedi está obligado a aspirar a una economía que se sostenga, y se siente alentado por su población políticamente vigilante, a menudo retratada de forma miserabilista en los países del Norte…
¿Cómo puede Europa apoyar mejor al pueblo congoleño?
En Bélgica o en los países del Norte, debemos ser conscientes de que es necesaria una solidaridad internacional entre los pueblos, es decir, una solidaridad que es esencial tanto para los pueblos que viven en los países del Norte como para los pueblos que viven en los países del Sur, ya que nuestras luchas tienen una base común. Hablamos de explotación soberana, hablamos de riqueza en beneficio del pueblo: hablamos de desafiar al sistema capitalista. También se trata de construir movimientos en los países del Norte. Por un lado, para denunciar el papel nefasto desempeñado por Europa, por Bélgica y por Estados Unidos, y para criticar lo que han votado. Por otro lado, en la prensa, es necesario que haya un discurso alternativo, que hable de temas de actualidad, que analice las cuestiones internacionales en relación con el Congo y África en general, que muestre los diferentes intereses económicos y políticos. Lo que también podemos hacer en el Norte es transmitir a los diputados belgas o europeos la petición de incluir el Congo en el orden del día. Porque los puntos del orden del día del Parlamento Europeo suelen ser debates sobre países aliados de Europa. Por ejemplo, no incluirán fácilmente en el orden del día el hecho de que Macky Sall, su aliado, encierre a más de mil presos políticos en Senegal. O que una multinacional como Glencore impone malas condiciones de trabajo en el Congo y no paga sus impuestos… Necesitamos un cambio de paradigma con respecto a este sistema de ayuda al desarrollo en el que los actores sociales belgas «ayudan» a los actores de África. Se acabó. Es neocolonial y no tiene futuro. Cambiar de paradigma significa defender resueltamente la soberanía de los países africanos, seguir a los movimientos que intentan mejorar las cosas y sus luchas sobre el terreno. Recientemente se han celebrado manifestaciones en Bruselas y París para denunciar la guerra en el Congo, con jóvenes raperos como Naza, Gradur, Mokobé y muchos otros artistas de la diáspora congoleña y del África subsahariana.
4. Los costes ocultos de la alimentación
Nunca insistimos lo suficiente sobre lo insostenible de nuestro slstema alimentario.
Pague tres pero le cuesta siete. El gran desfalco alimentario
Al salir de un comercio conocemos lo que marca el ‘ticket’ de la compra, pero a esta cantidad habría que añadir otros gastos ocultos de tipo sanitario, ambiental y social
Gustavo Duch 13/12/2023
La administración española nos dice que, de promedio, gastamos en alimentación casi 1.600 euros al año por persona. En cambio, Naciones Unidas sostiene que en España esta cifra asciende a casi 3.800 euros. ¿A qué se debe este desfase? A nivel mundial, esta diferencia supone cada día unos 35.000 millones de dólares, pero ¿por qué nadie va a la cárcel por este descomunal desfalco?
Las cifras las acaba de publicar la FAO, el organismo de Naciones Unidas encargado de los temas alimentarios, en el informe El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2023. Revelar el verdadero costo de los alimentos para transformar los sistemas agroalimentarios. Como dice el subtítulo, en él se aborda un aspecto clave para quienes cuestionamos el modelo alimentario globalizado: el coste real de los alimentos. Porque, si bien al salir de un comercio conocemos el coste monetario de nuestra compra –lo que marca el ticket–, a éste habría que añadirle otros gastos que, aunque no nos lo parezca, también acabamos pagando y que podemos agrupar en sanitarios, ambientales y sociales.
En este detalladísimo estudio, los costes ocultos sanitarios se cuantifican a partir de las pérdidas de productividad laboral que provocan enfermedades derivadas de malos hábitos alimentarios, como la obesidad, y que a nivel mundial representan el 73% de toda esta contabilidad enmascarada. En el caso de España, para el año 2022, significa una cantidad aproximada de casi 80.000 millones de euros, que representaría nada menos que el 6% del PIB nacional. Este porcentaje aumentaría aún más si se contabilizaran los costes directos de los tratamientos de estas patologías que se asumen desde la sanidad pública.
Los costes ambientales que pagamos entre todas, pero que no aparecen en las facturas, representan según este estudio algo más del 23% del total, y se calculan en función de las pérdidas agrícolas y de servicios ecosistémicos causadas por las emisiones de gases de efecto invernadero y nitrógeno, la escasez de agua y los cambios en el uso del suelo, y en función de las pérdidas de productividad provocadas por la contaminación del aire, la contaminación del agua y su escasez. En el caso español, la suma de este capítulo representaría un total aproximado de 23.800 millones de euros. […]
Por último, los costes sociales se calculan a partir de las pérdidas de productividad asociadas con la desnutrición y el coste social de eliminar la pobreza a lo largo de la cadena de valor alimentaria. Estos costes, lógicamente, son más altos en países de rentas bajas, donde llegan a alcanzar el 14% de su PIB. En nuestro país, su valor proporcional es mucho más bajo, pero aún así, crematísticamente representaría 62 millones de euros en un año.
Decíamos al principio que, según el Ministerio de Agricultura, en promedio en España gastamos 1.597 euros por persona al año en la compra de alimentos. Si tenemos en cuenta la Contabilidad de Costes Reales de la alimentación (CCR), como le llama la FAO, deberíamos añadirle un total de 2.183,41 euros más, es decir, el gasto anual per cápita en realidad sería de 3.780 euros. Esto equivaldría a interiorizar que por cada tres euros que pagamos al salir del mercadona de turno, tenemos que añadir cuatro euros más de costes invisibles.
Seguramente sin pretenderlo, el informe de la FAO lleva directamente a señalar a quienes se debería imputar estos costes, este desfalco astronómico, pero dado que hablamos de las poderosas corporaciones de la agricultura y la alimentación industrial, es fácil deducir por qué ni se les nombra, ni se les acusa, ni se les juzga. Y siguen en libertad.
Y claro, en los lineales de los supermercados convencionales no encontraremos propaganda que diga: pague tres pero le cuesta siete. Sus estrategias de marketing no pasan por decir la verdad. En cambio hay otras agriculturas y otras alimentaciones que no solo no engañan en el precio, sino que al estar basadas en cuidar la tierra y multiplicar la biodiversidad, producen beneficios incalculables, ya que no hay cifras capaces de expresar el valor que tiene proteger la vida en el planeta.
5. Más sobre cambios geopolíticos
Otro análisis sobre cómo puede afectar la guerra en Palestina a la geopolítica mundial ante el derrumbe de la credibilidad de Occidente.
https://www.middleeasteye.net/
Guerra entre Israel y Palestina: Cómo Gaza cambió la política mundial
Peter Oborne 14 de diciembre de 2023
Es imposible exagerar el horror que se ha abatido sobre la población de Gaza durante los dos últimos meses. Pero su valor, su sufrimiento y su resistencia pueden haber cambiado la historia del mundo.
Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, es un revolucionario improbable.
Pero este ex primer ministro portugués de 73 años tiene la misión de lograr el tipo de cambio con el que sólo soñaba el Che Guevara: derrocar el orden mundial liderado por Estados Unidos.
Guterres no mencionó por su nombre al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su electrizante discurso inaugural del Foro de Doha el pasado fin de semana. Pero no le hizo falta al expresar su repulsa por las consecuencias de la decisión estadounidense de vetar la resolución de alto el fuego de la semana pasada.
«Insté al Consejo de Seguridad a presionar para evitar una catástrofe humanitaria y reiteré mi llamamiento para que se declare un alto el fuego humanitario». Traducción: «Si se produce un genocidio en Gaza es culpa tuya, Joe Biden».
Algunos empiezan a llamar al presidente estadounidense «Joe el genocida».
Con al menos 18.400 palestinos ya muertos -más del doble de los que murieron en Srebrenica hace 28 años-, no se trata de palabrería.
No soy jurista, pero en octubre 800 expertos en derecho internacional y estudios de conflictos firmaron una declaración pública en la que advertían de la posibilidad de que las fuerzas israelíes estuvieran perpetrando un genocidio contra los palestinos de la Franja de Gaza.
Aportaban pruebas contundentes de la magnitud y virulencia de los ataques israelíes, al tiempo que añadían que «el lenguaje utilizado por las figuras políticas y militares israelíes parece reproducir la retórica y los tropos asociados al genocidio y a la incitación al genocidio».
La situación ha empeorado aún más desde entonces.
Complicidad en el genocidio
Si un tribunal internacional confirma esa sentencia provisional, entonces el presidente Biden será declarado culpable de complicidad en un genocidio, un crimen infinitamente más terrible que cualquiera de los que se han imputado a Donald Trump.
No es de extrañar que Biden se haya puesto nervioso esta semana. Lanzó una tardía advertencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de que Israel estaba perdiendo apoyo por lo que muy tardíamente calificó de bombardeos «indiscriminados» de Israel en Gaza.
El bombardeo indiscriminado es un crimen de guerra. Se ha llevado a cabo con el apoyo incondicional de Estados Unidos y con un suministro constante de municiones estadounidenses. En el Foro de Doha era imposible pasar por alto el sentimiento de disgusto, rayano en la hostilidad, hacia Estados Unidos.
Incluso el ministro de Asuntos Exteriores de la normalmente leal Jordania, Ayman Safadi, señaló que estaba «extremadamente decepcionado» por el veto estadounidense. Se quejó de que Israel «siente que puede salirse con la suya. Un país está desafiando al mundo entero, y el mundo entero es incapaz de hacer nada al respecto».
Es Estados Unidos quien ha dado a Israel la impunidad de la que hablaba Safadi.
Todas las personas con las que hablé en Doha coincidieron en que ya no se puede confiar en los estadounidenses para que asuman el papel de mediadores en la gestión de las conversaciones de paz, aunque no hubo acuerdo sobre qué o quién sustituiría a Estados Unidos.
Pero China está empezando a jugar su papel. En una de las mesas redondas, el Dr. Huiyao Wang, antiguo consejero del Consejo de Estado de la República Popular, defendió la creación de una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en Gaza.
Un mundo multipolar
La palabra de moda en Doha fue «multipolar», una forma educada de decir que la era del dominio estadounidense ha terminado.
Esto debió de ser música para los oídos de Rusia e Irán, países representados en las intervenciones en línea de los ministros de Asuntos Exteriores Sergey Lavrov y Hossein Amir-Abdollahian.
Para Lavrov, Gaza es un regalo, que rescata a Rusia del oprobio por Ucrania del mismo modo que la invasión británico-franco-israelí rescató a Rusia de la ignominia mundial por Hungría en 1956.
Gaza ha cambiado la política mundial.
El fracaso de la comunidad internacional a la hora de intervenir en Gaza dominó el debate en Doha, y fue analizado con agudeza por Guterres cuando sugirió que la falta de respuesta a los terribles acontecimientos de Gaza ha derrumbado el orden mundial supuestamente liberal establecido por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial.
Pidió una reforma urgente de las estructuras de seguridad de posguerra, señalando que estas estructuras son «débiles y anticuadas, atrapadas en un túnel del tiempo que refleja una realidad de hace 80 años».
Y añadió que el Consejo de Seguridad está «paralizado por divisiones geoestratégicas».
En un sorprendente giro de la historia, son las autodenominadas democracias liberales -Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña- las que han desacreditado el orden mundial liberal al dar carta blanca a Netanyahu.
La valentía, el sufrimiento y la resistencia del pueblo palestino han cambiado la historia mundial y, con Estados Unidos en desgracia, el secretario general de la ONU se ha convertido en su voz más elocuente en la escena internacional.
Peter Oborne ganó el premio al mejor comentario/blogging tanto en 2022 como en 2017, y también fue nombrado freelance del año en 2016 en los Drum Online Media Awards por los artículos que escribió para Middle East Eye. También fue nombrado columnista del año en los British Press Awards en 2013. Dimitió como columnista político jefe del Daily Telegraph en 2015. Su último libro es El destino de Abraham: Why the West is Wrong about Islam, publicado en mayo por Simon & Schuster. Sus libros anteriores incluyen El triunfo de la clase política, El auge de la mentira política, Por qué Occidente se equivoca sobre el Irán nuclear y El asalto a la verdad: Boris Johnson, Donald Trump y el surgimiento de una nueva barbarie moral.
Observación de Joaquín Miras:
No solo Gaza, Ukrania ha cambiado la política mundial y es el centro de la multipolaridad.
Sí creo que Gaza ha terminado con la poca credibilidad buenista humanitarista de EEUU, porque ha mostrado a las claras, no ya su doble rasero, sino que su respeto a los derechos humanos es mentira. Con un poco de memoria se sabe, claro. Guantánamo sigue ahí, etc.
6. ¿Seguro que son un tigre de papel?
Sorprende un poco una valoración tan negativa de la situación del ejército de los EEUU, pues no en vano tiene más presupuesto que los diez siguientes países juntos, pero así lo ven en Almayadeen, es decir, la prensa de Hezbolá, por lo que dicen. Es la primera parte de una serie de dos artículos.
Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ¿listas para la guerra? (I)
- Fuente: Al Mayadeen
- Autor: Sergio Rodríguez Gelfenstein
- 14 Diciembre
Durante los primeros meses de este año comenzaron a circular una serie de noticias que daban cuenta de una situación crítica al interior de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Así mismo, se exponían graves dificultades de la industria militar para suplir las necesidades del aparato bélico más poderoso del planeta. Resultó en extremo sorpresivo que la mayor parte de las informaciones provean de fuentes militares que no han escatimado en dar a conocer un escenario que en términos estratégicos, se muestra sumamente complejo para Washington.
Lo haremos en dos partes, la primera, expone un diagnóstico de las fuerzas armadas de Estados Unidos a partir de las declaraciones de sus propios voceros. La próxima semana presentaremos algunas opiniones de dirigentes e instituciones políticas, así como de think tanks y medios de comunicación vinculados al Complejo Militar Industrial. Cada quien podrá sacar sus propias conclusiones respecto de la distancia entre la realidad (expuesta por los militares) y los deseos (casi siempre expresada por políticos). Esta dicotomía ha sido particularmente visible en el análisis de los hechos de los últimos dos años en Ucrania y en alguna medida, también en Palestina.
El 21 de febrero el secretario de la Marina de Estados Unidos Carlos del Toro, en una conferencia en el National Press Club afirmó que la Armada china tenía ventajas significativas sobre la estadounidense, entre ellas, una flota más grande y astilleros con una mayor capacidad.
Del Toro considera que Estados Unidos debería modernizar y ampliar su flota para hacer frente a China, que «pretende acabar con el dominio estadounidense en los océanos de todo el mundo», así mismo, reveló que el país asiático cuenta con unos 340 buques y avanza hacia una flota de 440 para 2030. Mientras tanto, la Armada estadounidense cuenta con menos de 300.
Por ello imploró por el crecimiento de la Armada de su país, es decir por construir una flota más moderna a fin de poder hacer frente a la “amenaza china”. Pero el dato clave es que aseguró que los astilleros navales estadounidenses «no pueden competir con los chinos» y agregó que la realidad era que China tenía 13 astilleros y que solo uno de ellos tiene más capacidad que todos los estadounidenses juntos.
Tratando de explicar esta situación, del Toro aludió a una serie de argumentos refutados en su mayoría por analistas del propio Estados Unidos. Uno de ellos, Blake Herzinger, investigador y experto en política de defensa en el Indo-Pacífico del Instituto Empresarial Estadounidense aseguró que es costumbre de los funcionarios estadounidenses culpar a China de sus frustraciones. Herzinger opinó que: «Esto parece desgraciadamente habitual, (es decir) que la dirección de la Marina tire piedras sobre defectos reales o imaginarios de la construcción naval china en lugar de tener en cuenta los fracasos de Estados Unidos durante dos décadas en cuanto a conceptualizar, diseñar y construir buques para su propia Armada».
Solo unos días más tarde, el 28 de febrero, un reporte elaborado por varias agencias informaba que las Fuerzas Armadas estadounidenses afrontaban una escasez de personal lo que exponía la posibilidad de abandonar el actual sistema de reclutamiento voluntario.
Tanto el Ejército como la Armada y la Fuerza Aérea mostraban que en 2022 tuvieron el peor resultado de reclutamiento desde 1973 cuando cambiaron por completo del servicio de reclutamiento tradicional al de un Ejército contratado o, «voluntario». Después de obtener un notable descenso que llevó de más de dos millones de reclutas en 1990 a 1,4 millones en 2001, se ha intentado mantener el número total en un nivel estable.
El reporte indica que lo mismo está ocurriendo con los reservistas. Entre las causas de esta situación se expone la pérdida de confianza de la población en la capacidad de las fuerzas armadas para cumplir sus misiones. En este sentido, un estudio del Instituto Ronald Reagan realizado en 2021 indica que solo el 45 por ciento de la población estadounidense confía en las Fuerzas Armadas, lo que supone un 25 por ciento menos que en 2018.
Pero hay otros factores, entre ellos, que las autoridades estadounidenses no se ocupan de los problemas más importantes. Así mismo, se aduce que el reclutamiento basado exclusivamente en contratos no ha dado solución al problema. No se observa a corto plazo una posible salida a la crisis lo cual genera preocupación en los altos mandos militares, toda vez que el Pentágono no está listo para reducir el número de la tropa. Para la institución armada, ha sido muy difícil constatar que tras 50 años desde el abandono del sistema de conscripción, los partidarios de su regreso han recibido un argumento de mucho peso.
En la misma dinámica, Bloomberg -citando un escrito que el teniente general de la Fuerza Aérea Michael Schmidt preparó para la audiencia celebrada el 29 de marzo en el subcomité aéreo de la Comisión de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes- informó que solo la mitad de la flota estadounidense de cazas polivalentes de quinta generación F-35 Lightning II se considera apta para la realización de misiones de combate. La situación es grave cuando se está hablando del caza más moderno de la fuerza aérea de Estados Unidos introducido en el servicio apenas en 2015.
El reporte da a conocer que durante el mes de febrero de este año “el promedio mensual de la capacidad combativa de los 540 F-35 en servicio fue solo del 53,1 por ciento, muy por debajo de la meta del 65 por ciento”, lo cual es clara manifestación de que dichos aviones no pueden realizar todas las misiones combativas que se le planteen limitándose en no pocos casos a vuelos de exhibición, pruebas y entrenamientos. Así mismo, el general Schmidt, sin informar las causas de tal situación, hizo saber que solo se contaba con menos del 30 por ciento de esos aviones para cumplir las misiones.
Sin embargo, se ha sabido que existe una continuada carencia de repuestos para los permanentes fallos en los motores de los F 35, lo que obliga a que las aeronaves pasen largas temporadas en los talleres, afectando la capacidad combativa de las fuerzas armadas.
Reafirmando la situación complicada de la institución militar de Estados Unidos, el general Mark Milley, quien en ese momento era jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en una entrevista con el periodista Kevin Barón para Defense One, un portal estadounidense que ofrece noticias y análisis sobre temas de defensa y seguridad, reveló que la negativa estadounidense a proporcionar misiles tácticos ATACMS a Ucrania, además de ser una consideración a favor de evitar la escalada del conflicto, también obedecía a que “tenemos relativamente pocos ATACMS y tenemos que asegurarnos también de mantener nuestros propios inventarios de municiones».
Al respecto, Milley expresó a Defense One que la industria militar estadounidense se tardará «probablemente varios años» en reponer sus existencias y satisfacer las necesidades del Pentágono. Y esto será «muy caro» y no se realizará «por arte de magia en una noche».
En otro ámbito del mismo problema, el 12 de noviembre pasado, el periódico neoyorkino The Wall Street Journal informó que el ejército de Estados Unidos se enfrenta a la escasez de sistemas de defensa aérea y antimisiles Patriot. Las necesidades de Ucrania, de Israel y del propio Estados Unidos que está siendo atacado en sus bases en Asia Occidental han generado un inconveniente sin solución a corto plazo. A comienzos de noviembre, tras el agravamiento de la situación en Gaza, Washington envió seis sistemas antiaéreos Patriot a “Tel Aviv”.
Esta situación ha impedido que Estados Unidos pueda consolidar una adecuada dislocación de fuerzas y medios acorde a lo establecido en sus planes al conceptualizar el teatro de operaciones de Asia-Pacífico como el de mayor importancia estratégica.
Durante años los militares estadounidenses solicitaron la dotación de mayor cantidad de sistemas antiaéreos, sin embargo, una y otra vez fueron desoídos. Ahora, en medio de la desesperación que los agobia, el presidente del subcomité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Doug Lamborn, exigió el aumento de la financiación de la producción de los Patriot, subrayando que le preocupa «la capacidad [de Estados Unidos] de proporcionar defensa aérea en otras áreas».
Este sistema que cuesta unos mil millones de dólares cada uno, son fabricados por Raytheon Technologies (RTX), que puede producir solo una docena de sistemas al año. Se ha informado que hay solo 60 Patriot disponibles alrededor del mundo y que su efectividad ha perdido credibilidad al haber sido una y otra vez burlados por los misiles yemeníes que atacaron objetivos en Arabia Saudí.
Pero el problema de fondo es que ni este ni ningún sistema de defensa antiaérea que posea Occidente es efectivo contra la acción de los misiles hipersónicos en manos de Rusia, de China y recientemente también de Irán.
Los misiles hipersónicos han venido a cambiar la ecuación estratégica en materia militar, transformando a los portaviones (el armamento ofensivo por excelencia en las últimas décadas) en lo que el analista brasileño Pepe Escobar ha denominado “costosísimas bañeras de hierro”.
Un misil hipersónico vuela al menos a una velocidad de Mach 5 (un Mach= 1235 Km/ hora) y posee tecnología de auto guiado que hace imposible la intercepción por su alta maniobrabilidad durante el vuelo. Aunque este tipo de armas se remonta a varias décadas atrás, fue hasta finales de 2017 que comenzó a tener un funcionamiento eficaz.
Pueden alcanzar una velocidad de Mach 25 (un poco más de 30 mil km/hora) y un alcance de 10 mil km. Rusia ya ha exhibido el Kinzhal (Mach 10), Avangard (Mach 25 ) y Tsirkon (Mach 8) y China el Dongfeng 17 (Mach 5). Recientemente, Irán ha dado a conocer el Fattah ( Mach 5 y un alcance de mil 400 Km.) lo cual lo pone a distancia para aniquilar la mayor parte de las bases estadounidenses en Asia Occidental incluyendo la base naval de la 5ta. Flota en Bahréin a menos de un minuto de vuelo del territorio iraní.
Solo se necesitarían 11 misiles hipersónicos para hundir los 11 portaviones de Estados Unidos. Ello ocurriría en un lapso de entre tres y ocho minutos de acuerdo al lugar del planeta donde se encuentren. En ese corto espacio de tiempo habrá desaparecido el poder naval de Estados Unidos para siempre. Así mismo, solo entre dos y cinco minutos demorarían los misiles en llegar a París Londres, Berlín o New York. Por supuesto que eso no lo desea ningún ser humano racional, esperando que los líderes estadounidenses se incluyan entre esos “seres humanos racionales” porque las ciudades rusas y chinas no están desguarnecidas como Hiroshima y Nagasaki.
Tal vez sea esta la razón por la que en una conferencia organizada por el Instituto Empresarial Estadounidense en Washington el pasado 28 de febrero, Christine Wormuth, secretaria del Ejército de Estados Unidos dijo que su país quiere evitar una guerra en Asia. No obstante, alertó sobre la urgencia de prepararse para luchar contra China. Wormuth afirmó que: “La mejor manera de evitar una guerra es demostrar a China y a los países de la región que realmente podemos ganar esa guerra”, asegurando que luchar contra China es solo una forma de “disuasión”.
Como dijimos antes, Wormuth es política, expresa deseos, no realidades. Se necesita talante superior y mirada estratégica para entender “la guerra como continuación de la política”. Por eso, desde otra perspectiva, solo unos días después, el propio general Mark Milley pareció responderle a Wormuth. En la entrevista antes mencionada para el portal Defense One, el pasado 2 de abril, Milley sugirió ”calmarse sobre la guerra con China” advirtiendo acerca de la retórica “recalentada” de una guerra inminente entre Estados Unidos y China.
Milley afirmó que creía que había mucha retórica, que podría crear la percepción de que la guerra está a la vuelta de la esquina o que estamos al borde de una guerra con China.
Observación de Joaquín Miras:
Hay que tomar este artículo con las debidas cautelas. Es cierto que el presupuesto militar de los EEUU está en manos de fuerzas corruptas. Es corrupción que un retrete de B 52 valiera 500 dólares -creo recordar-, y precios ultrahinchados se dan en todas las ventas de armas. Al principio se decía que era una forma encubierta de sacar fondos para financiar cosas clandestinas, pero parece ser que eso es mentira, es simple corrupción del aparato militar industrial. Lo de la flota China no es credible tal como se explica. sí lo es o podría ser, que la flota china sea superior a la escuadra USA del mar del Pacífico, una de las 7 que tiene EEUU. El dato o el intento, por parte de los chinos, es ese, poseer una escuadra superior a cualquiera otra en la zona del mar de la China. China no tiene bases por el mundo con logística para sostener escuadras ofensivas, y sin bases no hay eficacia. De hecho, hasta atacar Australia le resultaría dificultoso, por falta de logística naval, y eso que está en el este -desde su perspectiva- del Pacífico, pero muy alejado. Es cierto que la misilística rusa es muy superior y tiene ese poder de golpe, y Rusia también sus cazas parte de los cuales pueden volar a mach 3,. lo mismo que algún caza chino. El prblema de los aviones de última generación de los EEUU, con sus motores, pues puede ser. En Europa pasó con los aviones alemanes -RFA- de los años setenta, que creo que eran Lockheed-starfighter- , y se venian abajo muy a menudo…«ataudes volantes».
7. Recuento de daños
Mearsheimer hace un análisis sucinto de lo que llevan destruido hasta ahora los israelíes en Gaza. https://globalter.com/muerte-
Muerte y destrucción en Gaza
JOHN J. MEARSHEIMER
No creo que nada de lo que diga sobre lo que está ocurriendo en Gaza vaya a afectar a la política israelí o estadounidense en ese conflicto. Pero quiero que conste en acta para que cuando los historiadores miren hacia atrás en esta calamidad moral, vean que algunos estadounidenses estaban en el lado correcto de la historia.
Lo que Israel está haciendo en Gaza a la población civil palestina -con el apoyo de la administración Biden- es un crimen contra la humanidad que no sirve a ningún propósito militar significativo. Como dice J-Street, una importante organización del lobby israelí:“El alcance del desastre humanitario y de las víctimas civiles que se está produciendo es casi insondable”.
Permítanme que me explaye.
En primer lugar, Israel está masacrando a propósito a un enorme número de civiles, de los que aproximadamente el 70% son niños y mujeres. La afirmación de que Israel hace todo lo posible por minimizar las víctimas civiles queda desmentida por las declaraciones de altos funcionarios israelíes. Por ejemplo, el portavoz de las IDF dijo el 10 de octubre de 2023 que “el énfasis está en el daño y no en la precisión”. Ese mismo día, el ministro de Defensa Yoav Gallant anunció: “He rebajado todas las restricciones: mataremos a todos contra los que luchemos; utilizaremos todos los medios”.
Además, de los resultados de la campaña de bombardeos se desprende claramente que Israel está matando indiscriminadamente a civiles. Dos estudios detallados de la campaña de bombardeos de las IDF -ambos publicados en medios israelíes- explican detalladamente cómo Israel está asesinando a un enorme número de civiles. Merece la pena citar ambos artículos, que recogen sucintamente lo que dice cada uno de ellos:
“Una fábrica de asesinatos en masa: Dentro del calculado bombardeo israelí de Gaza”.
Del mismo modo, el New York Times publicó un artículo a finales de noviembre de 2023 titulado: “Gaza Civilians, Under Israeli Barrage, Are Being Killed at Historic Pace”. Así, no es de extrañar que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijera que “Estamos siendo testigos de una matanza de civiles que no tiene parangón ni precedentes en ningún conflicto desde” su nombramiento en enero de 2017.
En segundo lugar, Israel está matando de hambre a propósito a la desesperada población palestina al limitar enormemente la cantidad de alimentos, combustible, gas de cocina, medicamentos y agua que puede introducirse en Gaza. Además, la atención médica es extremadamente difícil de conseguir para una población que ahora incluye aproximadamente 50.000 civiles heridos. Israel no sólo ha limitado enormemente el suministro de combustible a Gaza, que los hospitales necesitan para funcionar, sino que ha atacado hospitales, ambulancias y puestos de primeros auxilios.
El comentario del ministro de Defensa Gallant el 9 de octubre capta la política israelí: “He ordenado el asedio total de la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. Israel se ha visto obligado a permitir la entrada de suministros mínimos en Gaza, pero las cantidades son tan pequeñas que un alto funcionario de la ONU informa de que “la mitad de la población de Gaza se muere de hambre”. Continúa informando de que “nueve de cada diez familias de algunas zonas pasan ‘un día y una noche enteros sin ningún alimento”.
En tercer lugar, los dirigentes israelíes hablan de los palestinos y de lo que les gustaría hacer en Gaza en términos chocantes, especialmente si se tiene en cuenta que algunos de estos dirigentes también hablan incesantemente de los horrores del Holocausto. De hecho, su retórica ha llevado a Omar Bartov, un destacado estudioso del Holocausto nacido en Israel, a concluir que Israel tiene “intenciones genocidas”. Otros estudiosos del Holocausto y del genocidio han hecho una advertencia similar.
Para ser más concretos, es habitual que los dirigentes israelíes se refieran a los palestinos como “animales humanos”, “bestias humanas” y “horribles animales inhumanos”. Y, como deja claro el presidente israelí Isaac Herzog, esos dirigentes se refieren a todos los palestinos, no sólo a Hamás: En sus palabras, “es toda una nación la que es responsable”. No es sorprendente, como informa el New York Times, que forme parte del discurso normal israelí pedir que Gaza sea “arrasada”, “borrada” o “destruida”. “Un general retirado de las FDI, que proclamó que “Gaza se convertirá en un lugar en el que no podrá existir ningún ser humano”, también defiende que “las graves epidemias en el sur de la Franja de Gaza acercarán la victoria”. Yendo aún más lejos, un ministro del gobierno israelí sugirió lanzar un arma nuclear sobre Gaza. Estas declaraciones no las hacen extremistas aislados, sino altos cargos del gobierno de Israel.
Por supuesto, también se habla mucho de la limpieza étnica de Gaza (y Cisjordania), produciendo de hecho otra Nakba. En palabras del ministro de Agricultura israelí: “Ahora estamos preparando la Nakba de Gaza”. Quizá la prueba más impactante de hasta qué punto se ha hundido la sociedad israelí sea un vídeo de niños muy pequeños cantando una canción que hiela la sangre celebrando la destrucción de Gaza por Israel: “Dentro de un año aniquilaremos a todo el mundo y luego volveremos a arar nuestros campos”.
En cuarto lugar, Israel no sólo está matando, hiriendo y matando de hambre a un gran número de palestinos, sino que también está destruyendo sistemáticamente sus hogares, así como infraestructuras críticas, como mezquitas, escuelas, lugares de interés histórico, bibliotecas, edificios gubernamentales clave y hospitales. Hasta el 1 de diciembre de 2023, las FDI habían dañado o destruido casi 100.000 edificios, incluidos barrios enteros que han quedado reducidos a escombros. En consecuencia, un asombroso 90% de los 2,3 millones de palestinos de Gaza han sido desplazados de sus hogares. Además, Israel está haciendo un esfuerzo concertado para destruir el patrimonio cultural de Gaza; como informa NPR, “más de 100 sitios del patrimonio de Gaza han sido dañados o destruidos por los ataques israelíes”.
En quinto lugar, Israel no sólo está aterrorizando y matando a palestinos, sino que también está humillando públicamente a muchos de sus hombres que han sido detenidos por las FDI en registros rutinarios. Los soldados israelíes los desnudan hasta dejarlos en ropa interior, les vendan los ojos y los exhiben públicamente en sus barrios -sentándolos en grandes grupos en medio de la calle, por ejemplo, o haciéndolos desfilar por las calles- antes de llevárselos en camiones a campos de detención. En la mayoría de los casos, los detenidos son luego puestos en libertad al no ser combatientes de Hamás.
En sexto lugar, aunque los israelíes están llevando a cabo la matanza, no podrían hacerlo sin el apoyo de la administración Biden. Estados Unidos no sólo fue el único país que votó en contra de una reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato en Gaza, sino que también ha estado proporcionando a Israel el armamento necesario para llevar a cabo esta masacre. Como dejó claro recientemente un general israelí (Yitzhak Brick): “Todos nuestros misiles, la munición, las bombas de precisión, todos los aviones y bombas, todo procede de Estados Unidos. No tienes capacidad….Todo el mundo comprende que no podemos librar esta guerra sin Estados Unidos. Sorprendentemente, la administración Biden ha tratado de acelerar el envío a Israel de munición adicional, saltándose los procedimientos normales de la Ley de Control de Exportación de Armas.
En séptimo lugar, aunque la mayor parte de la atención se centra ahora en Gaza, es importante no perder de vista lo que está ocurriendo simultáneamente en Cisjordania. Los colonos israelíes, en estrecha colaboración con las FDI, siguen matando a palestinos inocentes y robándoles sus tierras. En un excelente artículo de la New York Review of Books que describe estos horrores, David Shulman relata una conversación que mantuvo con un colono, que refleja claramente la dimensión moral del comportamiento israelí hacia los palestinos. “Lo que estamos haciendo a esta gente es realmente inhumano”, admite libremente el colono, “pero si lo piensas con claridad, todo se deriva inevitablemente del hecho de que Dios prometió esta tierra a los judíos, y sólo a ellos”. Junto con su asalto a Gaza, el gobierno israelí ha aumentado notablemente el número de detenciones arbitrarias en Cisjordania. Según Amnistía Internacional, hay pruebas considerables de que estos prisioneros han sido torturados y sometidos a tratos degradantes.
Mientras observo cómo se desarrolla esta catástrofe para los palestinos, me queda una simple pregunta para los dirigentes de Israel, sus defensores estadounidenses y el gobierno de Biden: ¿no tenéis decencia?
John J. Mearsheimer es uno de los más prestigiosos pensadores estadounidenses. Es profesor distinguido R. Wendell Harrison de Ciencia Política en la Universidad de Chicago, donde enseña desde 1982. Sus últimos libros son The Great Desilusion: liberal dreams and international realities (2018) y How States Think: the rationality of Foreing Policy. (2023), en colaboración con Sebastian Rosato.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en su Susbstack.
8. Nostalgia soviética en Georgia
Hemos visto anteriormente otros casos de nostalgia soviética, pero este artículo de una georgiana a la que sigo por Twitter, me ha parecido interesante porque explica bien la protección medioambiental que existía en la URSS, cuando la imagen que se suele divulgar es la de un país al que no le importaban nada las preocupaciones de este tipo, ni las de calidad de vida, ante la necesidad de aumentar la producción.
¿Por qué reimaginar la Georgia soviética?
Por Sopiko Japaridze (Publicado el 15 de diciembre de 2023)
«Si no tienes cuidado, los periódicos te harán odiar a la gente que está siendo oprimida, y amar a la gente que está oprimiendo». Malcolm X
Hace un par de años, estaba con unos amigos y decidimos jugar a un juego. Se parecía a la Noche de la mafia, pero con cartas del tipo «¿Quién es Hitler?» Repartimos las cartas, alguien recibe la carta de Hitler y tenemos que averiguar su identidad a través de la conversación. Es una vuelta de tuerca al clásico juego de la «Mafia» popular en Georgia. Los «buenos» eran los «liberales», con un escudo que recordaba a la Unión Soviética, menos la hoz y el martillo, sustituidos por una paloma. El juego enfrentaba a los liberales con los villanos fascistas. Ninguno de los jóvenes participantes conocía el papel central de la Unión Soviética en la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Este juego, junto con diversas formas de propaganda amplia y sutil, contribuye a la distorsión y reescritura de la historia soviética desde el colapso de la URSS. Esta narrativa se refuerza a través de personas influyentes, historias, relatos, días festivos, libros, películas y organizaciones no gubernamentales, entre otros.
Yo también había recibido la influencia de la historia anticomunista. La Unión Soviética se había descrito a menudo como un Estado inmenso, inhumano e indiferente a sus ciudadanos, una representación que recordaba a las novelas distópicas arraigadas en nuestra educación desde la escuela secundaria en Estados Unidos. Además, yo había sido «educada» en círculos socialistas anticomunistas en Estados Unidos y entendía la URSS como un proyecto fracasado (cada tendencia de la que formé parte marcó diferentes años como la traición de la revolución). Sin embargo, al regresar a Georgia desde Estados Unidos, adonde había emigrado durante las guerras y la violencia de la década de 1990, descubrí una perspectiva diferente.
Los georgianos de todas partes hacían hincapié en cómo el Estado actual desatendía a su pueblo, contrastándolo con los cuidados durante la época de la Unión Soviética. Incluso los liberales anticomunistas hacían referencia a las normas y estudios soviéticos para oponerse a la construcción incesante y al daño medioambiental durante las protestas a las que asistí. Recordaban cómo, durante la Unión Soviética, construir edificios por encima de cierto nivel se consideraba perjudicial para la salud de las personas, haciendo hincapié en factores como la luz solar y un suelo estable. Para proteger a los ciudadanos existían estrictas normas.
Mi exploración de las ciudades mineras de Georgia reveló una cruda realidad. Los residentes me mostraron apartamentos cubiertos de carbón quemado, niños inhalando cenizas en los patios de recreo. Al principio, tuve la tentación de relacionar esto con una percepción de la negligencia soviética hacia las personas en favor de la producción industrial, pero los residentes se opusieron vehementemente. En la URSS, explicaron, existía una estricta normativa que impedía quemar carbón cerca de las zonas residenciales, y la práctica actual de almacenarlo a cielo abierto era ilegal entonces. Insistieron en que los problemas actuales no existían en la época soviética.
Trágicamente, muchas muertes evitables han sido causadas por las prácticas mineras postsoviéticas. Múltiples explosiones en las minas se han cobrado vidas, y las entrevistas con los mineros han revelado una verdad inquietante. La zona en la que se han producido frecuentes explosiones en los últimos años fue sellada en la década de 1970 bajo la URSS, tras una explosión anterior. No se permitía la explotación minera porque se consideraba demasiado peligrosa. Sin embargo, la empresa privada que hoy es propietaria desprecintó la zona, lo que tuvo consecuencias fatales. Estas muertes eran totalmente evitables: el resultado de la negligencia en la búsqueda de un acceso fácil al carbón.
En la ciudad minera de Kazreti, los habitantes pintaron un panorama sombrío de su vida actual. Al principio, supuse que su condición de centro minero de la URSS explicaría su sensación de aburrimiento, exceso de trabajo y exposición a la contaminación, pero los lugareños describieron la vida como más vibrante durante la Unión Soviética. Recordaban la animada vida nocturna, los abundantes acontecimientos deportivos y la posibilidad de viajar a Tiflis y al resto de la Unión Soviética a precios asequibles. Los deportes ocupaban un lugar importante en su comunidad, con diversos eventos que se celebraban constantemente, desde los pueblos pequeños hasta las grandes ciudades. Las escuelas técnicas superiores de estas ciudades aportaron diversidad y nuevos residentes, creando un tejido social dinámico.
Según los residentes, la gente no sólo era socialmente activa, sino también físicamente más sana y fuerte durante la era soviética. Destacaron el suministro de alimentos y nutrientes adicionales a cada trabajador, reconociendo los retos de la minería para el cuerpo. La alimentación y la nutrición eran preocupaciones primordiales, con esfuerzos dedicados a garantizar una nutrición adecuada tanto para los trabajadores como para los niños. Este contraste entre el pasado y el presente subraya los cambios significativos en la calidad de vida de la ciudad a lo largo del tiempo.
En la ciudad minera del manganeso, los mineros soportan agotadores turnos de doce horas, en contraste con la era soviética, donde las estrictas regulaciones limitaban el trabajo a siete horas, reconociendo el impacto adverso en el cuerpo tras largos periodos en las minas. Esta medida protectora destinada a priorizar el bienestar de los trabajadores se ve socavada hoy en día y el sistema de cuotas incentiva las largas jornadas laborales. La mujer de un minero dijo: «Quieren que cumplamos las cuotas como en la Unión Soviética, pero no nos dan las ventajas y beneficios de la Unión Soviética».
Un trabajador encargado de detonar las minas de carbón relató un incidente traumático que le costó un brazo. Reveló la penosa lentitud de respuesta de los paramédicos, que tardaron una hora entera en llegar. El posterior viaje al hospital más cercano, ahora alejado debido a los cierres de hospitales vinculados a la privatización, prolongó el calvario durante horas adicionales. La erosión de las normas de salud y seguridad en el trabajo durante la liberalización postsoviética surgió como otro patrón angustioso en mis conversaciones.
Esta ciudad, antes vibrante, se ha transformado en un paisaje de minería insegura, contaminación y una comunidad obligada a tomar medidas desesperadas. Los residentes están recurriendo a la extracción de manganeso en sus propios patios traseros, lo que subraya las terribles circunstancias económicas y el grado de contaminación. Además de la minería, el hundimiento de otras industrias antaño prósperas ha dejado a la ciudad lidiando con las consecuencias de una privatización desenfrenada que afecta profundamente al bienestar y la seguridad de sus habitantes.
El papel de los especialistas en enfermedades profesionales ha quedado reducido a ser meramente simbólico desde la liberalización radical de la década de 2000. Este periodo está marcado por la destrucción total de los institutos laborales y sociales, la prohibición de los impuestos progresivos y la criminalización del comunismo y los símbolos comunistas. Durante la Unión Soviética, cada año se diagnosticaban aproximadamente doscientos casos de enfermedades profesionales. Sin embargo, en los últimos años no ha habido diagnósticos. La directora de los últimos vestigios del Instituto de Especialistas Laborales reveló que hace unos años realizó dos diagnósticos y se enfrentó a amenazas de la empresa por hacerlo. Esta institución, antaño vital y ahora desaparecida, alberga décadas de investigación sobre seguridad y condiciones laborales, incapaz de compartir sus antiguos hallazgos, realizar nuevas investigaciones o diagnosticar a las personas.
La directora me dijo con franqueza: «Vais a pensar que estoy loca, pero la mejor seguridad y salud laboral fue bajo el comunismo». Le aseguré que no la consideraba loca. Luchando contra la pérdida de su propósito profesional y alimentados por una conexión con su identidad a través del trabajo, estos especialistas se reúnen en un edificio ruinoso para tomar café y hablar del pasado.
Pero hay quienes tienen una visión diferente de la historia de Georgia y del pasado soviético, tanto locales como extranjeros que entablan conversaciones matizadas y basadas en pruebas sobre la Unión Soviética. Principalmente, vienen a abordar proyectos de historia desencadenados por narrativas hipernacionalistas exageradas. Por desgracia, estos debates tienen dificultades para penetrar en los canales de comunicación dominantes, a pesar de que la población está dispuesta y preparada para debates más matizados sobre la URSS.
Un número significativo, si no la mayoría, de los que crecieron en la Unión Soviética albergan una visión positiva, cuando no abiertamente afectuosa, de este pasado. Sin embargo, estos sentimientos son a menudo marginados y desestimados por la propaganda imperante en Georgia. Cuando alguien intenta compartir aspectos positivos de la Unión Soviética, mira cautelosamente a su alrededor para asegurarse de que sus palabras no atraen una atención no deseada. A lo largo de las décadas, las personas que expresan estos sentimientos han soportado las críticas de liberales y conservadores unidos en el anticomunismo, que tachan sus sentimientos de mera «nostalgia», tratándolos como niños ingenuos.
La narrativa antisoviética imperante en Georgia actúa como un hechizo encantador, que afecta a todo el mundo, con matices y hechos aparentemente reservados a los profesionales o a la población marginada que se encuentra encerrada aparte. Mientras tanto, los expertos y académicos poseen el potencial para contrarrestar las destructivas narrativas hipernacionalistas, especialmente en el contexto de la Georgia actual. Dado que la propaganda cuenta con el apoyo de instituciones, fondos de subvención, políticas de memoria patrocinadas por el Estado y organizaciones internacionales y regionales, entre otros, es comprensible que se muestren reacios a poner en peligro su estatus en este círculo encantado. Admitámoslo: los académicos no son famosos por su valentía. Aquí es donde nosotros, como socialistas, debemos dar un paso al frente.
Aunque ha sido habitual que los socialistas occidentales se distancien públicamente de la Unión Soviética («¡No, nosotros no somos esa clase de socialistas!»), persiste la tarea crítica de actualizar la historia de la Unión Soviética basándose tanto en las viejas como en las nuevas realidades. También es importante analizar las experiencias de las personas que la vivieron, así como las ramificaciones que siguieron, en lugar de limitarse a las memorias escogidas como arma durante la Guerra Fría.
La Unión Soviética representaba el mayor peligro para el capitalismo porque simbolizaba una visión real y evangelizadora de que otro mundo era posible, un concepto que ahora a menudo parece un eslogan de protesta vacío. Aunque la iniciativa fracasó en la URSS en varios momentos, su existencia inspiró proyectos utópicos aún más audaces en otros lugares.
La Unión Soviética fue un importante patrocinador material de la descolonización, y su desaparición se deja sentir en todo el mundo. Hoy en día, la narrativa dominante sobre el desarrollo no ofrece ninguna alternativa, reforzando una dualidad de núcleo y periferia en las relaciones. Esta brecha afecta tanto a la literatura, el arte, la música y las relaciones interpersonales como a la geopolítica. Los antiguos ciudadanos soviéticos están separados, sin oportunidades ni medios para volver a conectar, y el Tercer Mundo ya no se solapa con la antaño dominante presencia soviética. En el escenario actual, las élites postsoviéticas sólo están conectadas con Europa, separándose del resto de la población.
Existen innumerables experimentos de éxito en la URSS que merece la pena revisar y revisar a pesar de la reducción del experimento soviético a la violencia y la represión en la imaginación popular. Es lógico que la memoria de la Unión Soviética esté cada vez más demonizada y distorsionada, lo que resulta evidente en días recién acuñados como el Día del Lazo Negro y las injustas comparaciones con el fascismo en toda Europa. Y lo que es más importante, los innumerables luchadores -como mis abuelos- que sacrificaron sus vidas para derrotar al fascismo están siendo erróneamente equiparados a los propios fascistas. El fascismo, que surgió originalmente como oposición al socialismo, se ha reformulado paradójicamente para oponerse históricamente al liberalismo en lugar de a su compañero de cama.
La reducción de los debates sobre la Unión Soviética a mera nostalgia es consecuencia de una cuestión más profunda. Desgraciadamente, los debates más sólidos y matizados sobre la URSS están ahora confinados al ámbito de los expertos. Cuando los individuos se ven incapaces de aprovechar su riqueza de conocimientos y contribuir a la reconstrucción de una nueva sociedad -percibidos como reliquias del pasado a la espera de desvanecerse-, el único refugio son las conversaciones privadas con amigos y colegas. Este aislamiento de la participación activa en la configuración del futuro les limita a compartir recuerdos y reflexiones en círculos más reducidos y personales. Refleja el reto más amplio de integrar la sabiduría y las experiencias del pasado en la narrativa del progreso social.
En respuesta a su marginación, los nostálgicos soviéticos -miembros de la sociedad a menudo privados de sus derechos- resisten a través de la preservación privada de la memoria de la URSS. Con sus conocimientos y experiencias relegados a un segundo plano, esto se convierte en un sutil acto de rebeldía. Es una forma de mantener una visión del pasado que va más allá de la mera nostalgia; es una protesta silenciosa contra su relegación a los márgenes de la sociedad. Es su afirmación tácita de su valor en la configuración de la narrativa, aunque se limite a lo interpersonal. Innumerables grupos y páginas de Facebook se dedican a rememorar los mejores tiempos de la URSS. Un sentimiento que se repite a menudo es «Tiflis solía ser una relación», que capta la esencia de la compasión entre las personas de la capital de la Georgia soviética. No era sólo una ubicación geográfica; era una conexión genuina y afectuosa, un marcado contraste con la actualidad.
La gente suele renunciar a su poder por creer que no posee ninguno. El miedo al comunismo y a su potencial para movilizar a la gente en favor de un mundo transformador queda patente en la continua promulgación de leyes anticomunistas durante la restauración capitalista. A pesar de treinta años de esfuerzos por enterrar y vilipendiar su memoria, la resistencia del comunismo permanece invicta. Esta lucha perdurable refleja la aprensión subyacente entre los defensores de las ideologías capitalistas que reconocen el poder y el atractivo perdurables de una visión que desafía el statu quo. Los socialistas no deberían descartar todo el experimento soviético como un fracaso. Reconociendo el imperativo de redefinir la Georgia soviética más allá de la mera nostalgia, Bryan Gigantino y yo lanzamos el podcast Reimagining Soviet Georgia. Nuestro objetivo no es relegar la Georgia soviética al pasado, sino revitalizarla, convirtiéndola en una fuerza dinámica que dé forma a nuevas visiones del mundo. El podcast pretende inspirar, rescatando la era soviética de la denigración y de asociaciones infundadas con el fascismo. Abogamos por ir más allá de los debates académicos y añadir otro frente además de rememorar el pasado soviético únicamente alrededor de la mesa.
Sopiko Japaridze es presidenta de la Red Solidaridad, un sindicato de trabajadores sanitarios y asistenciales de Georgia, y presentadora del podcast de historia Reimagining Soviet Georgia.
9. Situación de la guerra en Palestina, 16 de diciembre
Los resúmenes de Rybar y Mondoweiss. Ayer no pude enviar el resumen por problemas con DeepL. A mediados de la próxima semana nos vamos a Vietnam unos días, así que o no enviaré nada o supongo que serán menos artículos.
Lo que está ocurriendo en Palestina e Israel: cronología para el 15 de diciembre
15 de diciembre de 2023.
Las unidades de las FDI continúan su operación terrestre en la Franja de Gaza. Aunque el ritmo de la ofensiva se ha ralentizado algo en los últimos días, esto puede deberse a los esfuerzos por despejar la zona urbana edificada y «nivelar el terreno» para las próximas ofensivas.
Los israelíes también se han vuelto más activos en el barrio de Al-Zeitoun -antes no había información sobre su avance en esta zona-. Están utilizando activamente equipos de ingeniería para demoler edificios y otras estructuras, donde también puede haber salidas de los túneles subterráneos de Hamás.
Las reverberaciones de lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza también se dejan sentir en el Mar Rojo, donde el movimiento yemení Ansarallah no ceja en sus intentos de afectar a la navegación en la región, de importancia estratégica: a lo largo del día han atacado al menos cuatro barcos en la zona del puerto de Moha. Estas acciones ya han provocado graves daños en el puerto israelí de Eilat y nuevas amenazas israelíes contra los huzíes.
Mapa de alta resolución en inglés https://rybar.ru/piwigo/
Estado de las hostilidades
Norte de la Franja de Gaza
En el noroeste del enclave, las fuerzas israelíes no han podido cercar completamente Beit Lahiya. De hecho, las unidades de las IDF han estado «vagando» durante los últimos días, despejando los edificios de la ciudad. Mientras tanto, la aviación israelí trabaja activamente en las zonas vecinas, convirtiendo en ruinas tanto las casas residenciales como las infraestructuras. En las zonas ya destruidas, se están utilizando vehículos de ingeniería para retirar los escombros, allanando el camino para nuevas ofensivas israelíes.
Sin embargo, las milicias palestinas no se quedan de brazos cruzados y realizan incursiones con regularidad. Sin embargo, el número de imágenes de ataques de Hamás ha disminuido considerablemente en los últimos días. En su mayor parte, sólo se han publicado vídeos de lanzamiento de granadas de mortero y raros episodios de combates cuerpo a cuerpo en formato «dispara y huye». Al mismo tiempo, esto no impide que el grupo informe periódicamente de la destrucción de decenas de vehículos blindados israelíes.
Al mismo tiempo, han aparecido imágenes del bombardeo de una escuela en el sureste del barrio de Al-Zeitoun: antes no se había informado del avance de unidades de las IDF por allí. Al parecer, mientras que la ofensiva israelí en el noroeste y la zona costera se ha estancado, las Fuerzas de Defensa de Israel han decidido intensificarla en la nueva zona. Tras «nivelar» el terreno, cabe esperar incursiones en toda regla de las tropas israelíes que ya se encuentran en el sureste del enclave.
Al mismo tiempo, la Fuerza Aérea israelí sigue esparciendo diversos panfletos sobre el enclave. Uno de ellos es un impreso en forma de billete de 200 shekel, que ofrece una recompensa por información sobre el paradero de los rehenes.
Sur de la Franja de Gaza
En el sur del enclave, la situación no ha cambiado significativamente: las fuerzas israelíes siguen intentando ampliar lentamente la zona de control en Jan Yunis, utilizando excavadoras para destruir las ruinas. En su mayor parte, los israelíes se dedican a actividades preparatorias que podrían desembocar en una nueva ofensiva hacia el centro de Jan Yunis. Además, cabe esperar el cerco definitivo del barrio de Abasan al-Saghir y la consiguiente formación de una caldera.
Mientras tanto, se ha vuelto a declarar una pausa humanitaria en la provincia de Rafah. Durante la pausa, 193 camiones con alimentos y suministros médicos entraron en el enclave. Al mismo tiempo, empezaron a circular por Internet imágenes de cientos de residentes locales prácticamente abalanzándose sobre los alimentos traídos por los camiones. Es indicativo de que algunos medios israelíes explicaron el comportamiento de la gente no por una sensación de hambre, sino por el temor a que la ayuda humanitaria fuera arrebatada por militantes de Hamás.
Distrito sur de Israel
Anoche, las milicias palestinas dispararon cohetes contra Ofakim, y por la noche los kibbutzim de Nirim y Miftahim quedaron bajo fuego. Hamás informó habitualmente de que las fuerzas israelíes habían alcanzado objetivos israelíes, pero no se publicaron en Internet imágenes que lo confirmaran.
También se informó de que las defensas aéreas interceptaron varios cohetes al sur de Jerusalén lanzados desde la Franja de Gaza. Según algunos informes, uno de los generadores de electricidad resultó dañado, lo que provocó problemas de suministro eléctrico.
Frontera con Líbano
La frontera entre Israel y Líbano sigue tensa. «Hezbolá llevó a cabo ataques entre semana contra puestos fronterizos y bases militares de las IDF, entre ellos Al-Jarda, Ramim y Arab al-Aramsh. Kiryat Shmona también fue objeto de un intenso fuego, y el grupo disparó más de una docena de cohetes.
En respuesta, los israelíes bombardearon centros de población del sur del Líbano, como Tayr Harfa, Yaroun, Blida y Muhaibib. Y en Houla, un edificio de viviendas resultó dañado por los disparos. Según algunos informes, no hubo heridos.
Además, desde aviones israelíes se lanzaron activamente octavillas en las que se advertía a los residentes locales de los peligros de entablar relaciones con Hezbolá. Por ejemplo, el texto de arriba dice: «¡Escuchen! «Hezbolá está utilizando a los residentes, sus casas y sus negocios para desarrollar sus actividades terroristas contra Israel. Tú puedes impedirlo y dejar de dar cobijo a los combatientes de Hezbolá. Piénsalo!»
Cisjordania
Las fuerzas de seguridad israelíes han llevado a cabo una serie de redadas policiales en la región destinadas a identificar y eliminar a miembros de grupos terroristas. Los enfrentamientos más encarnizados tuvieron lugar en el pueblo de Urif, al sur de Naplusa, donde los israelíes destruyeron viviendas vacías de militantes de Hamás y detuvieron a varias docenas de personas.
Y en la propia Naplusa, un avión no tripulado de las FDI atacó un turismo en el que viajaban militantes palestinos, según informaron mandos israelíes. Sin embargo, el avión no dio en el blanco, y los pasajeros y el conductor consiguieron esconderse en las laberínticas calles de la ciudad.
Mientras tanto, la operación a gran escala de las Fuerzas de Defensa de Israel en Yenín ha llegado a su fin: la mayoría de las unidades israelíes se han retirado del asentamiento, pero los disturbios en la ciudad no han remitido. Durante la noche, multitud de personas marcharon por las principales calles para honrar la memoria de los muertos durante las acciones israelíes en Yenín. La manifestación se desarrolló sin enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Acciones de formaciones proiraníes en Oriente Próximo
Mapa de alta resolución https://rybar.ru/piwigo/
La situación sigue siendo tensa en todo Oriente Próximo, donde los grupos proiraníes siguen mostrando una actividad limitada. En las últimas 24 horas, la base estadounidense de Ain al-Asad, en Irak, fue objeto de un ataque. Sin embargo, como tras ataques anteriores, no hay información detallada sobre daños y víctimas.
Mientras tanto, combatientes del movimiento chií Ansarallah siguen impidiendo la entrada de barcos en el puerto israelí de Eilat. Los yemeníes atacaron al menos cuatro barcos en la zona portuaria de Moha. Algunas de las municiones pudieron ser interceptadas por destructores estadounidenses. Según diversas estimaciones, en estos momentos los daños causados a Israel por las acciones de los huzíes en el Mar Rojo oscilan entre varios cientos de millones y varios miles de millones de dólares. Y una de las consecuencias de los ataques yemeníes ha sido la decisión de los gigantes del transporte marítimo de reducir el envío de mercancías a Eilat: así lo ha anunciado ya la compañía taiwanesa Yang Ming Marine. Las autoridades israelíes ya se han apresurado a calificar las acciones de Ansarallah como un cruce de la línea roja que podría ir seguido de un conflicto armado con Yemen.
Antecedentes políticos y diplomáticos
Más sobre la visita de Jake Sullivan a Tel Aviv
Ayer, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, mantuvo una serie de reuniones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Mossad, David Barnea, durante su viaje a Tel Aviv. Con este último se trataron los esfuerzos en curso para liberar a los rehenes y el aumento de la cooperación en relación con el enfrentamiento con Irán.
La visita del asesor se produjo dos días después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, afirmara que Israel estaba perdiendo apoyo en todo el mundo y que el enfoque del conflicto debía «cambiar». En este contexto, Sullivan señaló a sus colegas que la intensidad de los combates en la Franja de Gaza por parte del ejército israelí debería disminuir en un futuro próximo. Además, circuló por la Red información según la cual Sullivan habría pedido a Netanyahu que pusiera fin al conflicto en pocas semanas. Sin embargo, representantes anteriores del mando israelí afirmaron que se necesitarían al menos varios meses para destruir a Hamás.
Sobre un interesante informe de los servicios de inteligencia estadounidenses
La cadena de televisión estadounidense CNN informa de detalles interesantes basándose en un informe elaborado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos. Según el documento, alrededor del 40-45% de las municiones aéreas utilizadas por la Fuerza Aérea israelí en la Franja de Gaza eran bombas convencionales no guiadas y otros medios de destrucción. Anteriormente en la Red ya aparecieron fotos de las bases aéreas de las IDF, donde los aviones de guerra, entre otras cosas, llevaban viejas bombas M117 de 340 kg de la Guerra de Corea de los años 50. También había evidencias de israelíes utilizando bloques con misiles Zuni no guiados de la época de Vietnam.
Todo esto demuestra perfectamente que los proyectiles no guiados siguen siendo relevantes en los conflictos de alta intensidad. La máxima eficacia se garantiza mediante una hábil combinación de municiones «convencionales», menos costosas y más producidas en serie, con otras de alta precisión, en función de los objetivos y las tareas. Es curioso que no hace mucho tiempo eminentes expertos calificaran las bombas de caída libre y los simples proyectiles de artillería del siglo pasado y se rieran de las Fuerzas Armadas rusas. Pero han pasado dos años, y ahora ellos mismos ya están escribiendo sobre la necesidad de aumentar la producción de la buena y vieja munición no guiada de 155 mm.
¿Qué tiene que ver el conflicto de Gaza con la producción de gas en la región?
El conflicto de la Franja de Gaza, entre otras cosas, nos ha recordado una vez más los intereses económicos de los principales actores, invisibles a primera vista. En concreto, se trata del deseo de las compañías de gas israelíes, las ETN anglosajonas y sus socios de trabajar en la plataforma de Gaza. Por las aguas territoriales de Gaza discurre un gasoducto hacia Egipto, donde hay grandes instalaciones regionales de producción de GNL. A juzgar por la presencia de yacimientos de gas bastante grandes frente a las costas vecinas de Israel, Líbano y Egipto, también puede haber zonas prometedoras en las aguas territoriales de Gaza.
Al mismo tiempo, la combinación energética de Israel ha cambiado radicalmente en los últimos 20 años. De ser un importador neto de energía, el país ha pasado a ser un exportador neto, gracias al desarrollo activo de yacimientos de gas en alta mar. Destruyendo las capacidades militares de los grupos palestinos y asegurando sus plataformas de perforación y gasoductos en las aguas territoriales de Gaza, Israel podrá controlar totalmente el tránsito de energía desde sus yacimientos a Egipto y de ahí a la UE.
En nuestro nuevo artículo examinaremos en detalle este aspecto del conflicto, que, por supuesto, no es la causa principal del mismo, pero nos permite definir con mayor precisión los intereses de los principales participantes en la confrontación.
Sobre la preocupación de EEUU por las acciones de los huzíes
Como escribe Axios, el enviado especial de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking, durante sus visitas a los países del Golfo, pidió a sus homólogos de Arabia Saudí, Omán y Qatar que transmitieran a la Casa Blanca la preocupación de la administración por los ataques de los Houthis contra barcos en el Mar Rojo. Esta es quizá la mejor ilustración de las habladurías sobre la supuesta voluntad de EE.UU. de enfrentarse al movimiento para detener sus ataques contra Israel y los ataques a los barcos que se dirigen hacia allí. Los estadounidenses hace tiempo que se distanciaron de lo que ocurre en Yemen, y la propia existencia de Ansarallah no contradice sus intereses actuales en la región.
Pero Washington no tiene intención de abandonar las medidas demostrativas. Según el mismo Axios, está en marcha el proceso de creación de una Fuerza de Tarea Multinacional especial en el Mar Rojo bajo el liderazgo de Estados Unidos. Pero no convoyará buques, y su propósito es facilitar la respuesta a las amenazas. De hecho, los estadounidenses están fingiendo activamente que luchan por la seguridad de la navegación a lo largo de costas peligrosas, mientras que al mismo tiempo no participan en un enfrentamiento abierto con los Houthis y no hacen nada para impedir sus ataques. Una posición bastante conveniente y favorable.
Sobre otra protesta en Tel Aviv
Ayer, en la capital de Israel, varias decenas de personas acudieron a la Plaza de los Rehenes y participaron en una concentración contra las acciones de la Cruz Roja en la Franja de Gaza. Según los manifestantes, la organización no hace su trabajo porque no consigue que Hamás visite a los rehenes.
El resumen de Mondoweiss
Día 70 de la «Operación Inundación Al Aqsa»: Empeora la crisis de salud pública en Gaza; redadas en Cisjordania ocupada.
La falta de saneamiento en los hacinados refugios de Gaza está contribuyendo a la rápida propagación de enfermedades infecciosas, y se prevé que la situación empeore. Una incursión israelí de tres días en la ciudad cisjordana de Yenín causa la muerte de 12 palestinos y 500 detenidos.
Por Anna Lekas Miller 15 de diciembre de 2023
Víctimas:
18.787 palestinos muertos* y 50.897 heridos en la Franja de Gaza.
279 palestinos muertos y 3.365 heridos en la Cisjordania ocupada.
* Debido a las interrupciones en las redes de comunicación dentro de la Franja de Gaza, el Ministerio de Sanidad de Gaza no ha podido actualizar con regularidad y precisión sus cifras desde mediados de noviembre. Algunos grupos de derechos humanos sitúan la cifra de muertos más cerca de los 20.000.
Principales acontecimientos:
- Al Jazeera: Al menos 33 personas murieron en ataques aéreos israelíes contra una escuela de la ONU que albergaba a personas en Jan Yunis, así como contra varias viviendas en el sur de Gaza. Los periodistas de Al Jazeera Wael al-Dahdouh y Samer Abu Daqqa resultaron heridos mientras cubrían los ataques.
- WAFA: Otros ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza el viernes por la noche mataron al menos a 15 personas en el barrio de Zaytoun de la ciudad de Gaza, con un número significativo de mujeres y niños entre las víctimas.
- Al Jazeera: Las fuerzas israelíes asaltaron por tercer día consecutivo el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, obligando a 2.500 personas desplazadas a abandonarlo. (ONU)
- Al Jazeera: El gobierno israelí permitirá el paso de ayuda a través del paso egipcio de Karem Abu Salem.
- Paltel: Todos los servicios de telecomunicaciones cortados en Gaza en el quinto apagón de las comunicaciones desde que comenzó la agresión.
- UNWRA: Los refugios de Gaza están nueve veces por encima de su capacidad. Según la OCHA, este hacinamiento ha dificultado la gestión de las aguas residuales, atrayendo insectos, mosquitos y ratas, lo que ha provocado la propagación de enfermedades infecciosas.
- Ministerio de Sanidad palestino: 360.000 casos de enfermedades infecciosas, propagadas en gran medida por el hacinamiento en refugios, escuelas y casas, así como por el agua y los alimentos contaminados.
- ACNUR: Desde el 7 de octubre, 2.784 mujeres de Gaza se han quedado viudas y son las nuevas cabezas de familia.
- Reuters: Las tropas israelíes abandonan Yenín tras una incursión de tres días. Según el Ministerio de Sanidad palestino, 12 palestinos murieron y 34 resultaron heridos.
- WAFA: Las redadas en Cisjordania continuaron el jueves por la noche, con soldados israelíes destruyendo dos casas familiares en el pueblo de Urif, al sur de Nablus, evacuando por la fuerza a la familia antes de volar su casa. Un avión no tripulado atacó un automóvil en el campo de refugiados de Balata, en Naplusa.
- Informe de la ONU: 1.500 casos de aprobación ilegal por Israel de permisos de construcción de viviendas en suelo palestino entre septiembre y diciembre de este año.
- Al Jazeera: Desde el 7 de octubre, los colonos israelíes han cometido más de 343 ataques violentos, matando a ocho civiles palestinos, hiriendo a más de 83 y obligando a 1.026 palestinos a abandonar sus hogares.
- El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se reunió el jueves con el jefe del Mossad, David Barnea, para hablar de la cooperación entre las agencias de seguridad estadounidenses e israelíes, y el viernes con el líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas.
Crisis de salud pública por la propagación de enfermedades infecciosas en Gaza
Tras las fuertes lluvias y tormentas de granizo que marcaron el comienzo del duro invierno en Gaza a principios de esta semana, los desplazados de Rafah se han enfrentado a retos aún mayores al inundarse las tiendas de campaña y encontrarse sin hogar y congelados, sin su ropa de invierno.
«La mayoría de los evacuados de la zona norte se fueron sin ropa de invierno», escribió en Twitter la periodista Hind Khoudary, residente en Gaza.
«Han estado llamando a las puertas de las personas cuyas casas no fueron bombardeadas, pidiendo ropa».
Un enorme problema al que se enfrentan los desplazados es la falta de saneamiento en los hacinados refugios: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Gaza hay una media de una ducha por cada 700 personas y un retrete por cada 150, lo que ha contribuido a la rápida propagación de enfermedades infecciosas. Esto ha puesto aún más presión sobre el paralizado sistema sanitario de Gaza, donde sólo 11 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando siquiera parcialmente y son capaces de aceptar nuevos pacientes.
«La falta de medicamentos es catastrófica y no hay espacio en los hospitales», declaró a la BBC el Dr. Marwan al-Hams, director del hospital Mártir Mohammed Yusuf Al-Najjer de Rafah.
Se han agotado varios medicamentos y el Ministerio de Sanidad de Gaza ha enviado un SOS informando de que también se han agotado las vacunas infantiles.
Mientras tanto, dentro de los hospitales, el Dr. Hams dijo a la BBC que se han producido casi 5.000 casos de varicela, 115 casos de meningitis y las autoridades sanitarias de Gaza registraron 350 casos de disentería. El jefe del pabellón pediátrico del hospital Nasser de Khan Younis, el Dr. Ahmed al-Farra, declaró a Al-Jazeera que tiene constancia de entre 15 y 30 casos de hepatitis A, y que prevé que se produzcan más en el próximo mes.
«El periodo de incubación del virus es de tres semanas a un mes, por lo que al cabo de un mes se producirá una explosión de los casos de hepatitis A», declaró a Al Yazira.
Los casos de diarrea han aumentado un 66% entre los niños y un 55% entre la población adulta, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Los casos graves de diarrea pueden provocar deshidratación e incluso la muerte.
«Todo esto se suma a la intoxicación alimentaria», declaró el Dr. Hams a la BBC. «Debido a la escasez de alimentos, la gente recurre a comer pan viejo. Lo lavan, lo secan frente al fuego o sobre un calentador y luego se lo comen».
Por supuesto, los trabajadores sanitarios de Gaza también son los primeros en responder a los heridos en los ataques aéreos de Israel, de los que hubo varios anoche, el mayor de los cuales tuvo como objetivo una escuela de la UNWRA en la que se refugiaban decenas de personas en Jan Yunis, con el resultado de al menos 33 heridos, según funcionarios del Complejo Médico Nasser.
Ahora que 21 hospitales de la Franja de Gaza han quedado completamente destruidos y que el ejército israelí está llevando a cabo incursiones en hospitales y atacando al personal y las instalaciones sanitarias, la crisis de salud pública de Gaza, que ya estaba empeorando, ha alcanzado un nuevo nivel, y los médicos se ven obligados a decidir qué casos tratar.
Médicos como el Dr. Hams piden que se abra el paso fronterizo de Rafah para permitir la entrada de combustible en Gaza, que permita realizar operaciones médicas vitales y de mantenimiento.
Las tropas israelíes abandonan Yenín tras tres días de redada; 100 palestinos siguen detenidos
Los tanques israelíes han abandonado la ciudad de Yenín, lo que los residentes interpretan como una señal de que su incursión de tres días en Yenín ha concluido. Además de matar a 12 palestinos, herir a 34 y detener a 500 (400 de los cuales fueron puestos en libertad más tarde), los militares israelíes bloquearon el acceso al hospital e instalaron un puesto de control en la entrada, lo que impidió que los heridos pudieran recibir atención urgente. Los soldados israelíes también profanaron una mezquita y se filmaron recitando oraciones en hebreo por el altavoz. Desde entonces, los soldados han sido sancionados por conducta impropia en un espacio religioso.
Al menos 78 palestinos han muerto en Yenín desde el 7 de octubre, y al menos 286 en toda Cisjordania, tanto en incursiones israelíes como en enfrentamientos con colonos.
Continúan las incursiones israelíes en Cisjordania. Soldados israelíes destruyeron dos viviendas en la aldea de Urif, al sur de Naplusa, y evacuaron por la fuerza a la familia antes de volar su casa. Un avión no tripulado atacó un automóvil en el campo de refugiados de Balata, en Naplusa. Soldados israelíes asaltaron también la localidad cisjordana de Nil’in, hiriendo al menos a dos palestinos, y la aldea de Deer Abu Mishwal, hiriendo a otros dos.
En Jerusalén, las fuerzas israelíes impidieron a los fieles entrar en la mezquita de Al Aqsa para la oración del viernes, y el fotógrafo de la agencia de noticias Anadolu Mustafa al-Jaruf recibió una fuerte paliza y heridas en la cabeza. (Al Jazeera)
Llamamientos para reprimir la violencia de los colonos, visita del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, activistas judíos piden un alto el fuego.
La comunidad internacional pide cada vez más a Israel que reprima la violencia de los colonos. Según Al Jazeera, desde octubre se han producido 343 incidentes violentos en Cisjordania, en los que han muerto un total de ocho civiles palestinos, más de 83 han resultado heridos y 1.026 palestinos se han visto obligados a abandonar sus hogares. Tanto el Reino Unido como la Unión Europea han propuesto sanciones, entre ellas una posible prohibición de viajar que impediría a los colonos israelíes implicados en incidentes violentos viajar al Reino Unido y a la Unión Europea.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, instó a Netanyahu a adoptar un enfoque militar de «menor intensidad» en Gaza, frente a un «enfoque de alta intensidad». Netanyahu terminó su viaje en Israel y ha continuado hacia Cisjordania, donde se reúne con el líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, activistas de Jewish Voice For Peace protestaron en ocho ciudades diferentes el último día de Hannukah, exigiendo un alto el fuego inmediato en Gaza.
Observación de Joaquín Miras:
Muchas gracias, Carlos. Muy buena información, desgraciadamente, con muy malas noticias. El cambio de arsenal israelí es muy significativo. También habla del costo de la guerra y del agotamiento de la munición de precisión. Eso seguro incluye su «cúpula de hierro», difícilmente pensada para operar tres meses seguidos a pleno rendimiento y que debe responder a los constantes ataques de misiles sencillos, pero ya no tanto, de Hamas, los de Hezbollá, los de los grupos proiraníes en Siria, lo que disparan los yemenies, etc. Sabemos de las dificultades de suministrar Patriot, no porque EEUU no ponga dinero para la guerra en Israel, sino porque se han agotado.… Nosotros no podemos saber más, al respecto. sí sabemos que los ataques contra Siria el Golán etc, se han hecho con aviones que invadían el espacio aéreo libanés, para atacar los sistemas de cohetería en Siria por detrás, no se ha hecho con misiles desde Israel…lo ha contado la prensa.