[Crónicas sabatinas] ¡Por nuestro apoyo mutuo, por nuestra solidaridad! ¡Pensando en los más vulnerables!
Preguntas con respuesta (II.1)
II. De amigos y compañeros
1. De Javier Aguilera (Jaén, 6 de junio de 2020):
Querido Salvador:
Si no fuera útil y necesario no habrías escrito ese texto último a propósito del nombrado «pragmático» Sacristán y el «mínimo vital» [http://slopezarnal.com/manuel-sacristan-mientras-tanto-y-el-pragmatismo/]
Nombrar (porque no se cita realmente) a Manuel Sacristán a propósito del presunto «pragmatismo» del «mínimo vital» ya señala cómo anda la cosa entre lo que va quedando de la «izquierda radical». Si algo claro queda cuando uno lee sus escritos u oye sus intervenciones es que no era, para nada, un zascandil de la Historia. Y mucho pingo posmoderno trata de presentar lo del «mínimo vital» como una propuesta novedosa y como conquista en la época de la expansión de los derechos individuales (y la destrucción salvaje de los derechos colectivos) con ropajes que causan risa y, por otro lado, arcadas de angustia por papilla saturada de brillantina. Los hay, incluso, que pretenden hacerlo hasta «universal»…
Yo no soy muy dado a esta cosa de qué diría o haría tal o cual si viviera hoy…. (sin despreciarlo, porque recuerdo aquello que dijo Sánchez Ferlosio a propósito de los manifiestos de intelectuales a favor de la OTAN y la muerte de Sacristán …¿recuerdas?). Creo no andar muy errado si te digo que Sacristán compartiría lo «elemental» que escribió Brecht para otra ocasión:
Refugio nocturno
Me han contado que en Nueva York
en la esquina de la calle 26 con Broadway
se pone cada atardecer un hombre
durante los meses de invierno
y, pidiendo a los que pasan,
consigue un techo para que pase la noche
la gente desamparada que allí se reúne.
Con eso no cambia el mundo
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos
no es ésa la forma de acortar la era de la explotación.
Pero algunos hombres tienen cama por una noche
se les abriga del viento durante toda una noche
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
No abandones el libro, tú que lo estás leyendo.
Algunos hombres tienen cama por una noche
se les abriga del viento durante toda una noche
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
Pero con eso no cambia el mundo
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos
no es ésa la forma de acortar la era de la explotación.
Creo que el debate sobre «garantizados y no garantizados» entre los trabajadores no es otra que la expresión de la «lucha entre pobres y empobrecidos», una de las decenas de los rostros de la proletarización actual, en una época de «lucha de clases dirigida por los de arriba» en la que las clases subalternas son masa de maniobra de la élite «global-liberal» y la «nacionalista-liberal».
Salvador, aquí, el problema no es el mínimo vital sino todo el follaje teórico que lo suele acompañar. Que ese mínimo vital, además, no suponga un especial problema a las pragmáticas Botín-Calviño, al pragmático Luis de Guindos, al New York Time y hasta el PP, según cuentan, por ejemplo, señala de qué hablamos cuando de pragmatismo lo hacemos. Y pobres y liberales me sigue pareciendo un oxímoron. Además, en momentos donde en los lares anglosajones (germánicos incluidos) se practica «la expansión cuantitativa de helicóptero». Si se deja de tender la mano a lo que parece imposible (la reducción drástica de la jornada de trabajo para trabajar todas y todos…), una política pública de pleno empleo, es porque el horizonte socialista ha desaparecido del mapa. Pasamos, por tanto, del rojo nepantla al rojo pragmático… Por eso creo que no es «tirar tiros al aire» cuando Manolo Monereo escribe sobre socialismo en sus últimos artículos.
Covid19, crisis económica capitalista y «mínimo vital» señalan bien el infernal círculo cerrado en el que nos estamos consumiendo…
¿Después de que hayan hablado los dominadores, hablarán los dominados?
Si no fuera así, sólo queda la estabilización permanente de la «era de la explotación» (¡con taylorismo digital y post-humano a lo Bill Gates, con sus vacunas con microchip subcutáneo de regalo!) de la que tendrá que salir, además, la financiación de un «mínimo vital» para varios millones de ex-trabajadores que creará una fractura desconocida hasta ahora entre los que viven por sus manos en las democracias oligárquicas (otro oxímoron) en las que vivimos.
Aprovecho, la «oportunidad» para saludarte y mandarte abrazos,que es para lo que realmente escribo este correo.
Desde Jaén para Barcelona.
2. Del profesor Andrés Martínez Lorca (Madrid, 6 de junio de 2020):
Mientras el pueblo de los Estados Unidos da ejemplo al mundo protestando masivamente contra el racismo institucional a pesar del toque de queda, su presidente, el multimillonario fanfarrón e ignorante Donald Trump, que proyectaba encerrar a su país tras un inmenso muro, acaba encerrándose él mismo en el recinto de la Casa Blanca detrás de las rejas de una nueva valla metálica.
El gran país americano que hasta se había apropiado para sí del nombre de un continente, símbolo de la libertad en nuestra época, paraíso de los emigrantes antaño, se topa con su propia historia. Creado mediante el exterminio de los pueblos originarios algunos de cuyos habitantes fueron recluídos en reservas, enriquecido por la masiva explotación de esclavos africanos en los Estados del Sur y ensanchado su territorio gracias a la apropiación de suelo mexicano, la violencia ha sido su seña de identidad.. Como nos enseñan los viejos Westerns, conquistó el inmenso Oeste a punta de pistola y fusil eliminando de paso las tribus que habían sobrevivido al expolio anterior, aunque según los guionistas «los malos eran los indios y los buenos los blancos».
Esa permanente ola de violencia no solo acabó con la vida de dirigentes negros como Martin Luther King y Malcolm X sino también con la de destacados dirigentes blancos. antisegregacionistas como los presidentes Abraham Lincoln y John F. Kennedy y el senador Robert Kennedy.
La esclavitud de los africanos, iniciada en la época moderna por los cristianísimos reinos de España y Portugal, dejó hondas raíces de odio cuya punta de lanza sobrevive en el Ku Klux Klan de sangriento historial.
En nuestros días, el racismo sigue arraigado en la sociedad estadounidense y se muestra especialmente visible en la frecuente represión policial contra los negros. La pobreza de tantas familias, la discriminación judicial y la brutalidad policial dan testimonio de ello. Añadamos a lo anterior algo que no hacen los medios de allá o de acá, la precaria situación de millones de latinoamericanos que viven y trabajan allí ignorados de la sociedad y de las estadísticas, ocultos a los ojos del gobierno, sin derechos civiles y sin legalidad que los proteja.
Alguno se preguntará: ¿cómo un pueblo que ahora y en el pasado ha dado muestras de su amor a la libertad ha permitido que llegue a la presidencia un tipo supremacista de la calaña de Donald Trump? Lo explican la debilidad política del programa del partido demócrata, las trabas administrativas al voto popular que propician la abstención, el insultante poder económico de su oligarquía que domina las campañas electorales y el sustrato racista todavía latente en algunas capas sociales.
Volvamos a la imagen anterior, la de un país en pie y un presidente lleno de miedo tras su aparente envalentonamiento, que ayer se escondía en un búnker y hoy se reguarda tras una doble valla, sus «perros rabiosos» como él los llama y la corte pretoriana que lo protege. Los fantasmas del pasado lo acosan, como recuerda oportunamente en su crónica de hoy Beatriz Navarro, correspoonsal en Washington del diario La Vanguardia: «Estados Unidos, un país que tiene en el racismo su pecado original. La misma Casa Blanca fue levantada por esclavos negros. Al menos una docena de presidentes se llevó consigo personas esclavizadas… El parque Lafayette fue, en su día, un mercado de esclavos donde estos se exhibían en jaulas».
Si un fantasma del pasado no lo apresa, nuestra esperanza es que los electores lo expulsen en noviembre de la presidencia.
3. Del médico de familia Antonio Navas (Barcelona, 6 de junio de 2020):
Ni el 8 de marzo ni varios días después estaba en la mentalidad colectiva que hubiera que suspender nada o casi nada. Ni siquiera entre el colectivo médico. Me parece una verdad como un templo que tengo muy viva y presente, porque lo vivía desde el mundo de la salud.
Del 5 de junio:
No sé bien qué deciros aparte de que me indigna [https://cat.elpais.com/cat/2020/05/29/catalunya/1590734132_708013.html]. Yo también he sido residente y he sufrido arbitrariedades similares, aunque no tan graves y rastreras como ésta. El principal problema es que el salario base , no solo de los residentes, sino de los médicos en general, es muy bajo. Se le añaden diversos pluses y complementos, más o menos estables para dignificarlo un poco. Esos complementos, en el caso de los residentes, son básicamente las guardias obligatorias, que el ICS suele manejar como recurso fácil para acomodarlas a sus necesidades asistenciales. Y para escamotear, como en este caso, derechos y condiciones laborales, a uno de los eslabones débiles y sufridos del sistema sanitario en su vertiente médica.
La culturilla operante en el mundo médico, adicionalmente, atribuye a los residentes el mismo papel que desempeñan los novatos en el ejército. Han de estar dispuestos a tragar con lo peor y más feo, a callar ante sus jefes, a tragarse bromitas de mal gusto, a ser mano de obra barata, etc, etc. Nada que me extrañe, por tanto. Y, es complicado quejarse. Es muy común que te coaccionen y haya represalias. Estás sujeto a la evaluación de cada departamento por el que pasas, o del servicio de urgencias en que haces las guardias, en el que cualquier médico con malas pulgas, situado por encima en el escalafón, puede amargarte la vida con gran sencillez y ningún escrúpulo. Lamento ser tan amargo pero es la estúpida cultura médica que yo he vivido siendo residente.
4. De la historiadora Soledad Bengoechea (Barcelona, 31 de mayo):
No se trata de lo que hagas tú, sino de lo que provoques en los demás. Estoy totalmente en contra de este punto de vista [https://www.diaridegirona.cat/opinio/2020/05/08/no-sou-herois-sou-submisos/1042512.html] que, por cierto, es el de Josep Ramoneda que la va haciendo correr por todos los diarios, catalanes incluso y castellanos. Vivimos en comunidad y hemos de respetar las vidas de los otros. Si quieres vivir sin normas vete a lo alto de una montaña y allí haz lo que te dé la gana.
Del mismo día:
Era otra entrada pero aquí https://www.republica.com/2020/05/29/la-generalitat-no-descarta-nacionalizar-nissan-pero-admite-que-no-hay-margen-de-presupuesto/ dice lo mismo. Yo creo que esta señora no tiene ni idea. Da la impresión de que se puso de consellers y conselleras a las personas más afines al procés sin tener en cuenta su profesionalidad. Eso pasa sobre todo con Chacón, que no tiene ni idea del tema empresa, pero también con el de treball social y con Buch, con su exageración en sus posiciones independentistas que se salen de lo que es su trabajo,
Del 1 de junio:
Los trabajadores no hablan catalán. Es una broma pero está muy bien traída. Y es una realidad. Desde el principio del procés sostuve que el independentismo era una opción de las clases medias, que lo que se entiende por «clase trabajadora» era constitucionalista. Bastaba darse una vuelta por los barrios periféricos par ver como las esteladas desaparecerían de los balcones. Y basta entrar en un supermercado para observar como los dependientes te hablan castellano, aunque se hayan formado en escuelas que tenían como lengua prioritaria el catalán. Pero es que la familia tiene mucho peso. Por eso, cuando ocurre algo y los amigos independentistas me dicen «ahora subirá el independentismo», yo les respondo: los castellanoparlantes no van a cambiar de opción, no van a apostar por una república que nada indica que vaya a defender el derecho a hablar castellano.
5. Del profesor e investigador Eduard Rodríguez Farré (Barcelona, 4 de junio):
¡Buenas noches, querido Salvador!
Gracias por la información. Según las encuestas, en EEUU, 1/3 de la población declara que se negará a que le vacunen contra la Covid-19 dado el caso. En Europa -depende bastante según los países- alrededor de un 25%. Ya te comenté hace tiempo que los brotes de sarampión por falta de vacunación en el Este de Europa (excepto Rusia), por degradación brutal de los sistemas de salud, pobreza e ignorancia, eran muy importantes; y al Oeste, por gilipollas y ecologistas de pensamiento débil, también. Simila similantibur en EEUU.
España, dentro de todo, era de los que menos impacto había. Sin embargo, se están moviendo mucho los indígenas aquí: están haciendo un masivo envío de correos como los que he recibido continuamente (te envío el más reciente de hace pocos días). Esta gente de Ensalut son los que daban fuerte y gran apoyo a la monja nacionalista Forcades que clamaba contra las vacunas y curaba el paludismo con lejía, y además insultaban, como vendidos a la industria, a los médicos que defendían la vacunación. Ahora Ensalut también promueve un movimiento llamado Dolça Revolució que grita contra la vacunación; para más inri, esta Dolça Revolució contra las vacunas quería hacer una gran reunión-asamblea en Balaguer uno de estos días, que he oído en la radio (Radio 5) que se les ha prohibido en virtud del estado de alarma. Ah, y este personal es también molt de la ceba (¿qué arcaísmo, no ?, ya casi nadie -tan sublimes ellos- saben que significa).
También te envío un artículo de The Scientist (en inglés) del 28 de mayo. Esta revista de noticias científicas de EEUU, ha publicado que científicos de todo el mundo aplauden el estudio serológico realizado en España (el del Carlos III), considerado por su rigor el mejor de los que se han hecho. Aquí las voces corales de los nacionalistas catalanes (¡tan de derechas todos ellos!) y de la derecha tout court del PP + Vox no paran de criticar insultando lo que se devolvieran las pruebas que no funcionaban; el artículo lo considera un muestra de rigor ya que ensayan la fiabilidad de las pruebas antes de utilizarlas (cosa que no se hizo en muchos otros lugares). ¡Y de eso aquí nadie se hace eco!
Por cierto, ¿no pudiste ver la tertulia vía Intenet (Google) de Jaume Ollé? Fue muy interesante escuchar y ver la experiencia de un africanista. Parte está grabada y enviaron el enlace.
Y nada más por esta noche, una más de un cosmopolita (¡que no me oigan Stalin ni los ecologistas e izquierdistas a la violeta actuales!) clavado en un pequeño y ridículo mundo de vil nacionalismo …
Abrazos y ¡III República!