Elecciones en México

Por el historiador y miembro de Espai Marx, José Luis Martín Ramos

Ya habréis oído o visto las noticias de la victoria de la candidata de MORENA. Os hago algunos comentarios provisionales.

Cuando se han escrutado ya el 78,5% de las actas, el porcentaje de participación es del 60,2% (no hay todavía datos del voto por correo y el voto en el extranjero), algo por debajo de las presidenciales de 2018, que fue del 63,6%. La victoria de Claudia Sheinbaum es incontestable, mayor incluso que la de López Obrador: en 2018, AMLO tuvo el 53,2% de los votos y en este momento CS ha obtenido el 58,7%, con tendencia a la subida leve a medida que avanza el recuento de actas.

El «PRIAN», es decir la candidatura conjunta del PRI y el PAN a la que se ha sumado desde el principio de la legislatura de AMLO el PRD, solo han conseguido el 28,2%. Además MORENA-PT (Partido del Trabajo, coaligado menor, pero constante de AMLO y también de CS) ha ganado ocho de las nueve gobernaciones de Estado que se renovaban en estas elecciones.

El resultado no es solo, ni principalmente para mí, un éxito de CS sino el refrendo popular de la gestión de AMLO. López Obrador ha ganado por segunda vez, consiguiendo la continuidad de MORENA-PT en la presidencia de la República. Con ello quedan zanjadas todas las discusiones sobre el apoyo popular al todavía presidente y a MORENA-PT, más allá del balance concreto de aciertos y desaciertos y cuestiones pendientes de su gestión.

La segunda presidencia marcará si se ha abierto realmente en México una nueva etapa política o se ha tratado solo de un inciso; por ahora parece más lo primero que los segundo, pero todo dependerá de lo que a partir de ahora haga, ahora sí, CS por sí sola. MORENA tiene algunos problemas internos de definición política e ideológica, que también tiene que ver con el control real del estado que pueda conseguir. CS viene de la izquierda histórica de México, pero algunas de sus iniciativas recientes, como gobernadora de Ciudad de México y como candidata arrojaron dudas sobre su izquierdismo y su tendencia a apoyarse en soluciones técnicas, profesionales, por encima de las posiciones políticas (su apoyo a Omar García Harfuch, de un linaje de mandos represores del Estado mexicano; como ya comentamos en este foro hace un año).

Por otra parte, el éxito de MORENA ha supuesto la incorporación oportunista de alguna gente procedente de la derecha en declive. Eso no son buenos presagios. En contrapartida es un gran indicio el triunfo ayer de Clara M. Brugada en las elecciones a la gobernación de México, con el 51% de los votos; CB es quien compitió con García Harfuch para la candidatura y representa al ala izquierda de MORENA.

Cuando tengan los resultados totales, amplio el comentario si es preciso.

Ahora se inicia el período de traspaso del poder y la formación del primer gabinete de CS que dará indicios más concretos de sus intenciones. Añoraré las «mañaneras» de AMLO y no sé si lo harán los mexicanos.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *