Intercambio en Espai Marx sobre la lucha palestina

Con las intervenciones de Carlos Valmaseda, José Luis Martín Ramos y Miguel Candel, miembros de Espai Marx.

Del bibliotecario y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.

Es fácil hablar cuando no te juegas nada, pero yo también hubiera atacado el 7 de octubre. Para mí, la alternativa de una vida de humillaciones hasta la extinción final, es peor. Y desde el punto de pista geopolítico, la verdadera naturaleza de Israel ha quedado patente ante el mundo entero. Es verdad que tienen el apoyo del imperio y de vasallos irrelevantes como nosotros, pero eso no tiene por qué seguir así para siempre. ¿Y cuánto durarían sin él? Al imperio tampoco le ha salido gratis, y habrá que ver cuántos frentes puede tener abiertos en un futuro no demasiado lejano. Los gazatíes no han «avanzado hacia la retaguardia», entre otras cosas porque no tienen. Ahí siguen.

Observación de José Luis Martín Ramos:
La naturaleza del estado de Israel estaba bien clara antes y para el imperialismo le va bien. Seguirá mientras el imperialismo sea hegemónico. Espero que no sea para siempre. Esa hegemonía no se manifiesta de manera lineal, depende de las posiciones y de las correlaciones de fuerza. De manera que el grado de dominación varía. Me parece que no es reconocer la realidad la quiebra del eje de resistencia, que era la frágil retaguardia que tiene el movimiento palestino. El grado de dominación ha aumentado después de este episodio. Fue significativo que Nasrallah evitara desde el primer momento pasar a la ofensiva. La alternativa no es la humillación sino la lucha; pero la lucha tiene muchas formas, también la armada. Los costos del imperio en esta guerra han sido mínimos; los puede asumir sin problemas y en cambio ha obtenido beneficios que no se pueden subvalorar: fin de la RAS, fin del corredor chiíta, decapitación de Hezbollah, avance político en el Líbano con la elección de Aoun y la sumisión de la izquierda libanesa. Desde el principio hubo un error de cálculo y una subvaloración de la respuesta israelí, se han dicho muchas tonterías sobre la capacidad de ataque militar a Israel y de la destrucción de Israel, del estado sionista; podrá serlo en el futuro, pero hoy está más lejos. Veremos si Trump tiene un plan, sino el Plan será el de Neta.

Comentario de Carlos Valmaseda:
La naturaleza del estado de Israel solo estaba clara, al menos en Occidente, para algunos grupúsculos de izquierda como nosotros. La población en general no creo que tuviese una opinión formada. Pero nada ayuda más a eso que ver un genocidio en directo, por mucho que nuestra prensa basura se empeñe en blanquearlo o ocultarlo. Han tenido que cerrar Tik Tok para frenarlo.
Hablas de correlaciones de fuerza. Dejo de momento el aspecto internacional. El movimiento de liberación dudo mucho que pensase que podía derrotar militarmente a uno de los ejércitos más potentes del mundo apoyado sin reservas por el más importante y sus mariachis. En un territorio cercado y sin posibilidad alguna de ocultarse. Y mira, a pesar de todo, ahí siguen y, como dice el genocida Blinken, tienen ahora más militantes que cuando empezaron. Y aunque sus prisioneros les importen un bledo, los israelíes por estética tendrían que haber intentado liberar alguno, además de matarlos a voleo. ¿A cuántos liberaron?¿4-6? No recuerdo bien. El objetivo por tanto es resistir y hacer el mayor daño posible, no ganar batallas. Resistir hasta que los colonos lleguen a la conclusión de que no vale la pena seguir. Personalmente, creo que estamos más cerca de eso, aunque puedo engañarme. Los colonos del norte de «Israel», los que sufrieron el 7 de octubre en el sur y los del puerto cerrado por los yemeníes seguro que muy felices no estarán.
Hablando de la correlación de fuerzas en el aspecto internacional, creo que los palestinos tienen claro que muy poca ayuda van a poder recibir. La honrosa de Hezbolá, la increíble de Yemen y la interesada de Irán. Los países árabes poco más pueden hacer porque sus poblaciones bastante tienen con lo suyo. Hasta que los cuellos rebanados no sean los de sus élites, solo es un runrún desasosegante. Y los BRICS solo tienen en común intentar no ser aplastados por EEUU. Los palestinos, en general, se la pelan, excepto quizá los sudafricanos y siempre que no les cueste demasiado. Dicho lo cual, creo que para la reconstrucción de un movimiento antiimperialista mundial, de base, no de estados más o menos amigos, la cuestión de Palestina es un eje fundamental. Y los pocos o muchos palos que está recibiendo Israel en el panorama internacional, legal o de BDS, se deben fundamentalmente a esa presión. A la que deberíamos contribuir todo lo posible.
Nada está garantizado. Las luchas de liberación se han perdido muchas veces, o el presidente de lo que ahora son los EEUU se llamaría Oso Huraño, Pluma Roja, o algo así. Estamos de acuerdo en que, mientras se pueda, hay que utilizar todos los métodos de lucha, pero discrepamos en la utilidad de las acciones militares de la resistencia desde el 7 de octubre.
Creo que queda claro que yo sigo pensando que era necesario, si bien quizá no suficiente.

Del profesor emérito Miguel Candel:
Personalmente, lo único que de verdad le reprocho a Hamás en relación con el 7-O-23 es (aparte de la muerte de algunos civiles, innecesaria pero difícil de evitar en situaciones así) el triunfalismo generado en torno a la operación. Sun-Tzu se habría tirado de los pelos (suponiendo que no fuera calvo): «has de parecer débil cuando eres fuerte». Y hay que animar al personal, pero no crear falsas expectativas que generen luego excesiva frustración cuando no se cumplen. Por lo demás el razonamiento de Carlos me parece impecable. Las intifadas están bien, pero cuando sólo producen muertos en tu bando generan frustración y rabia que inevitablemente llevan a acciones tipo 7-O. Jesucristo habló de poner la otra mejilla (supongo que Chesterton también). Pero, aunque él no lo precisara, todo el mundo sabe que sólo tenemos dos mejillas.
Simbad del Nilo al Éufrates (que son los ríos considerados fronteras del gran Israel, simbolizados por las dos franjas de la bandera israelí).

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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