De la historiadora y miembro de Espai Marx, María Cruz Santos Santos
Yo no estuve en las asociaciones de vecinos. En aquel momento andaba en otras cosas. De cada momento captamos un fragmento, solo un fragmento por implicados que estemos. Leo a Núria y la creo. Leo a Antonio y le creo y seguro que puedo leer a mucha más personas y creerlas porque dicen la verdad. Hay un libro, Durruti, que es una sucesión de semblanzas escritas por personas que le conocieron y apreciaron y, a pesar de eso, algunas son diametralmente opuestas.
No es, no puede ser igual, la visión de alguien que no tiene una conciencia política previa, que quien se acerca motivado ya por un deseo de transformación política y social. El planteamiento será distinto y las experiencias personales serán diferentes.
A mí me pareció una película que apela a las emociones (¿puede haber alguna que no lo haga?). Alrededor había jubilatas que vivieron aquellos años, y al final de la proyección se reconocían en ella (no quiero decir con personajes concretos, sino con el ambiente). Yo creo que a pesar de lo que decís quienes estuvisteis cerca, tiene el mérito de enaltecer la lucha de quienes llegaron sin nada y exigieron sus derechos que pueden ser tan modestos como tener transporte público (ya me gustaría a mí que tuvieran la mitad de conciencia en el pueblo de mis padres)
Yo no quiero hacer historia de después de 1939 precisamente por eso, porque viví el franquismo en un lugar determinado y en unas condiciones precisas y esa experiencia creo que me harían aún menos objetiva.
Buenas noches
María-Cruz