Dos reseñas aparecidas en el mientras tanto de julio que deberían merecer nuestra atención.
La primera es Miguel Muñiz: Reseña de El catalanismo, del éxito al éxtasis, de Martín Alonso, Volúmenes I, II y III (2014, 2015, 2016), El Viejo Topo, Barcelona: «De los más completos y minuciosos» (conviene no perderse tampoco el artículo que dedica a la serie Chernóbyl). http://www.mientrastanto.org/boletin-181/la-biblioteca-de-babel/el-catalanismo-del-exito-al-extasis
La segunda es de Ramón Campderrich Bravo: Reseña de Armas de destrucción matemática. Cómo el big data aumenta la desigualdad y amenaza la democracia, de Cathy O’Neil, Capitán Swing, Madrid, 2017, 269 págs. «Sobre el enorme poder de control y manipulación sociales generado por la tecnología de big data.» http://www.mientrastanto.org/boletin-181/la-biblioteca-de-babel/armas-de-destruccion-matematica
Las palabras de cierre de la primera reseña:
«Y un deseo, o una consideración, final. Sería deseable que la mayor parte de las personas que se encuadran en lo que se podría llamar “las izquierdas”, desde luego en Cataluña, pero sobre todo en el conjunto de España, leyesen, como mínimo, el primer volumen de la trilogía (aunque mejor sería que los leyesen todos), porque, al margen del acuerdo o desacuerdo que se pueda manifestar con su contenido, se trata de un sano ejercicio de pensamiento crítico que relativiza la función continuada y omnipresente de unos medios informativos, cuyas vinculaciones con los poderes políticos que agitan banderas nacionales de todos los colores resulta clamorosa a poco que se reflexione.»
El cierre de la segunda:
«A pesar de los efectos acabados de mencionar, la autora no considera la tecnología de big data aplicada a asuntos sociales prácticos (es decir, más allá del uso de la tecnología como herramienta de conocimiento al servicio de las ciencias sociales) como intrínsecamente mala. Entiende que los defectos de los modelos de predicción de ella resultantes descritos en su libro pueden ser corregidos y pueden crearse nuevos modelos con presupuestos valorativos y con fines ético-políticos diferentes a los hoy en día hegemónicos, hasta el punto de que la tecnología de big data puede ser un precioso factor de cambio social civilizador. Sin duda alguna, ello es cierto, pero el libro adolece de una falta de reflexión sobre el enorme poder de control y manipulación sociales generado por la tecnología de big data como instrumento de ingeniería social en sí misma considerada, aunque se corrijan los defectos de su actual configuración o se ꞌreprogramenꞌ sus presupuestos ético-políticos. En efecto, una aproximación más filosófica, más especulativa, sobre el potencial totalitario inherente a la tecnología de big data brilla por su ausencia en el libro de O’Neil.»