Del compañero Carlos Valmaseda, miembro de Espai Marx (con comentario de José Luis Martín Ramos).
1. Mi imagen del día: Yo prefiero 1917.
Como son franceses, hablan de mayo del 68 y de 1871. Yo prefiero 1917, que ganamos. Muchos de los que responden al tuit, también franceses, prefieren 1789 o 1793, que en 1871 los fusilaron a todos.
Fuente: https://twitter.com/MimiGreve/
2.Como alimentar a Berlín con alimentos agroecológicos de proximidad
Interesante hilo en el que se resume un ‘paper’ sobre «polos alimentarios regionales basados en la agroecología» centrado en Berlín. Habrá que ver que porcentaje de la alimentación de la ciudad se consigue así, pero en principio parece una buena idea que ojalá se generalice. https://twitter.com/JL_
En 2022 publicamos un artículo en el que imaginamos un Berlín a 15 minutos en el que se suministrarían alimentos agroecológicos regionales a través de nodos alimentarios (LebensMittelPunkte). Los núcleos alimentarios regionales basados en la agroecología ). ¿Crees que estamos (demasiado) locos? Deja que te lo explique…
3. Rosa Luxemburg
Ayer fue el aniversario del asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Ha sido por tanto muy recordada en redes, y se han presentado varios materiales interesantes.
En Escuela de Cuadros han presentado una nueva colección gratuita de libros que se inicia con Democracia y revolución en Rosa Luxemburg, que junta secciones del folleto de Rosa Luxemburg Reforma o revolución (1898) con un ensayo de Michael Löwy que nos ayuda a interpretar los planteamientos de Luxemburg sobre los límites de la democracia en el capitalismo. Este es el vídeo de presentación de Löwy: Democracia y revolución en Rosa Luxemburg | con Michael Löwy
En Jacobin Lat han ‘reciclado’ en redes un artículo de Marcello Musto glosando su figura en su 150 aniversario. https://jacobinlat.com/2021/
Rosa Luxemburgo es la pensadora radical que necesitamos
Traducción: Patrick Camiller y Valentín Huarte
Rosa Luxemburgo creía que las masas eran las verdaderas protagonistas de la historia y la única fuerza capaz de crear un nuevo orden social. En el 150° aniversario de su nacimiento, su visión radical sigue siendo tan necesaria como siempre.
En agosto de 1893, cuando el presidente de la organización la llamó para hablar durante la sesión del Congreso de Zúrich de la Segunda Internacional, Rosa Luxemburgo se abrió paso sin dudar entre una multitud de delegados y activistas que se amontonaban en el hall. Era una de las pocas mujeres presentes y estaba en la flor de su juventud. De complexión delgada, una malformación en la cadera la había obligado a cojear desde los cinco años. En efecto, la primera impresión que produjo en muchas de las personas que la veían por primera vez era la de ser una criatura frágil. Aunque luego, parada sobre una silla para hacerse escuchar mejor, cautivó rápidamente a toda la audiencia con la sutileza de su razonamiento y la originalidad de sus posiciones.
Desde su punto de vista, la demanda central del movimiento obrero polaco no debía ser la de un Estado polaco independiente, tal como habían sostenido todos antes de ella. Polonia todavía estaba bajo un gobierno tripartito, dividido entre los imperios alemanes, austrohúngaro y ruso; su reunificación estaba generando muchas dificultades y los trabajadores debían posar su mirada sobre objetivos que sirvieran para impulsar luchas prácticas en nombre de necesidades específicas.
En una línea de argumentación que desarrollaría durante los años siguientes, atacó a quienes se concentraban exclusivamente en los temas nacionales y dejaban de lado la lucha proletaria en un sentido más amplio. Advirtió que se corría el peligro de que la retórica del patriotismo fuese utilizada para restarle importancia a la lucha de clases y para mantener la cuestión social en un lugar relegado. Sostenía que no había necesidad de añadirle el «sometimiento a la nacionalidad polaca» a todas las formas de opresión sufridas por el proletariado.
Contra la corriente
La intervención en el Congreso de Zúrich simboliza toda la biografía intelectual de una mujer que debe ser considerada como una de las figuras más importantes del socialismo del S. XX. Nacida el 5 de marzo de 1871, hace 150 años, en la ciudad de Zamość, emplazada en el Zarato de Polonia, Rosa Luxemburgo vivió toda su vida en los márgenes, enfrentó múltiples adversidades y nadó siempre contra la corriente. De origen judío y con una discapacidad física que la acompañó toda la vida, se mudó a Alemania a la edad de veintisiete años y se las arregló para obtener la ciudadanía a través de un matrimonio de conveniencia. Resueltamente pacifista cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fue encarcelada por sus ideas en numerosas ocasiones. Fue una enemiga enardecida del imperialismo durante un período nuevo y violento de expansión colonial. Luchó contra la pena de muerte en medio de la barbarie. Y –cuestión fundamental– fue una mujer que vivió en mundos habitados casi exclusivamente por hombres. Tanto en la Universidad de Zúrich, en donde obtuvo un doctorado con una tesis sobre El desarrollo industrial de Polonia en 1897, como en la dirección de la socialdemocracia alemana, era con frecuencia la única presencia femenina. El partido la designó como la primera mujer encargada de dar clases en la escuela central de cuadros, actividad que desarrolló entre 1907 y 1914. Durante el mismo período publicó La acumulación del capital (1913) y trabajó en el proyecto inconcluso de una Introducción a la economía política (1925).
Supo compensar las dificultades que enfrentaba con su espíritu independiente y su autonomía, una virtud que con frecuencia ocasiona problemas incluso en los partidos de izquierda. Daba cuenta de una inteligencia vivaz y era capaz de desarrollar ideas nuevas y defenderlas sin sobresaltos, con una franqueza encantadora, frente a figuras de la talla de August Bebel y Karl Kautsky (en cuya formación tuvieron el privilegio de tratar directamente con Engels). Su meta no era repetir una y otra vez las palabras de Marx, sino interpretarlas históricamente y, si era necesario, profundizar algunas sus ideas. La libertad de alzar la voz para enunciar su propia opinión y de expresar posiciones críticas al interior del partido era para ella un derecho inalienable. El partido tenía que ser un espacio en el cual convivieran distintas perspectivas, con el único requisito de que quienes se unieran a la organización compartieran sus principios fundamentales.
Partido, huelga, revolución
Rosa Luxemburgo se sobrepuso exitosamente a los numerosos obstáculos que se le presentaron y, durante el virulento debate que siguió al giro reformista de Eduard Bernstein, se convirtió en una figura reconocida en la organización más importante del movimiento obrero europeo. Mientras que, en su famoso texto titulado Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia (1897-99), Bernstein había convocado al partido a quemar los puentes que lo comunicaban con el pasado y a convertirse en una fuerza apenas gradualista, Luxemburgo insistía en ¿Reforma o revolución?(1898-99) en que, durante cada período histórico, «la obra reformista se realiza únicamente en la dirección que le imprime el ímpetu de la última revolución». Quienes decidían perseguir a través del «gallinero del parlamentarismo burgués» las transformaciones que solo la conquista revolucionaria del poder político podía precipitar, no estaban optando por una «vía más tranquila, calma y lenta hacia el mismo objetivo, sino por un objetivo diferente». Habían aceptado el mundo burgués y su ideología.
La cuestión no era mejorar el orden social existente, sino construir un orden completamente diferente. El rol de los sindicatos –que solo eran capaces de arrebatarles a los patrones condiciones más favorables en el marco del modo de producción capitalista– y la revolución rusa de 1905 suscitaron algunas ideas sobre los posibles agentes y acciones que podrían generar una transformación radical de la sociedad. En el libro Huelga de masas, partido y sindicatos (1906), que analizaba los principales acontecimientos que se desarrollaban en amplias regiones del Imperio ruso, Luxemburgo destacaba el rol fundamental de las capas más numerosas y más desorganizadas del proletariado. A sus ojos, las masas eran las verdaderas protagonistas de la historia. En Rusia, el «elemento espontaneidad» –un concepto que llevó a que algunas personas la acusaran de sobrestimar la conciencia de clase de las masas– había sido un factor importante y, consecuentemente, el rol del partido no debía ser el de preparar la huelga de masas sino el de posicionarse como dirección «de todo el movimiento».
Para Rosa Luxemburgo, la huelga de masas era «el pulso vivo de la revolución y al mismo tiempo su motor más poderoso». Era el verdadero «método de movimiento de la masa proletaria, la forma fenoménica de la lucha proletaria en la revolución». No se trataba de una acción aislada, sino de la suma total de un largo período de lucha de clases. Señaló además que debía prestársele atención al hecho de que, «en la tormenta del período revolucionario», el proletariado se transformaba a tal punto que «hasta el bien supremo, la misma vida, por no decir nada del bienestar material, significa muy poco en comparación con los ideales de la lucha». En este proceso, los trabajadores ganan en conciencia y en madurez. Las huelgas de masas en Rusia habían mostrado cómo, durante tales períodos, «la incesante acción recíproca entre las luchas políticas y las económicas» era de tal naturaleza que una podía transformarse inmediatamente en la otra.
Comunismo significa libertad y democracia
Luxemburgo participó de otra disputa acalorada durante aquellos años, que tenía como objeto la cuestión de las formas organizativas y, más específicamente, la cuestión del rol del partido. En este caso se enfrentó a Lenin. En Un paso adelante, dos pasos atrás (1904), el líder bolchevique defendía las posiciones adoptadas en el Segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso y desarrollaba la concepción del partido como un núcleo compacto de revolucionarios profesionales, una vanguardia cuya tarea era dirigir a las masas. Por el contrario, en «Problemas organizativos de la socialdemocracia» (1904), Luxemburgo argumentaba que un partido extremadamente centralizado planteaba una dinámica peligrosa de «obediencia ciega de los militantes a la dirección». Desde su punto de vista, el partido no debía sofocar la participación de la sociedad, sino que debía desarrollarla para alcanzar una «evaluación histórica correcta de las formas de lucha». Marx escribió alguna vez que «cada paso del movimiento real vale más que una docena de programas». Y Luxemburgo continuó esta idea al afirmar que los «errores cometidos por un movimiento verdaderamente revolucionario son infinitamente más fructíferos que la infalibilidad del Comité Central más astuto».
Este choque cobró todavía más relevancia luego de la Revolución rusa de 1917, a la cual ella brindó su apoyo incondicional. Preocupada por los acontecimientos que se desarrollaban en Rusia –por ejemplo, los problemas que planteaba la reforma agraria–, fue la primera en el campo comunista en observar que un estado de emergencia prolongado tendría una influencia degradante sobre la sociedad. En el texto póstumo titulado La revolución rusa (1922 [1918]), destacaba que la misión histórica del proletariado, en el momento de la conquista del poder político, era «crear una democracia socialista en reemplazo de la democracia burguesa, no para eliminar la democracia». El comunismo implicaba «la participación más activa e ilimitada posible de la masa popular, la democracia sin límites». Un horizonte político y social completamente diferente solo podría ser alcanzado a través de un proceso complejo de este tipo, y no si se reservaba el ejercicio de la libertad «solo para los que apoyan al gobierno, solo para los miembros de un partido».
Luxemburgo estaba firmemente convencida de que, a causa de su misma naturaleza, «no se puede decretar el socialismo», que debe expandir la democracia y no reducirla. Escribió que «lo negativo, la destrucción, puede decretarse; lo constructivo, lo positivo no». Este era un «territorio nuevo» y solo la «experiencia» sería capaz de «corregir y abrir nuevos caminos». La Liga Espartaquista, fundada en 1914 con posterioridad a una ruptura con el SPD, y que luego se convirtió en el Partido Comunista de Alemania (KPD), declaró explícitamente que nunca ejercería el gobierno a menos que hubiese una voluntad clara e inequívoca de la gran mayoría de la masa proletaria de toda Alemania.
A pesar de adoptar decisiones políticas opuestas, tanto los socialdemócratas como los bolcheviques concebían la democracia y la revolución como dos procesos alternativos. Por el contrario, en el caso de Rosa Luxemburgo, debe decirse que el núcleo de su teoría política era la unidad indisoluble de las dos. Su legado ha sido explotado en los dos sentidos: los socialdemócratas, cómplices de su brutal asesinato en manos de fuerzas paramilitares de derecha cuando tenía solo 47 años, lucharon contra ella durante mucho tiempo destacando sin ningún reparo los acentos revolucionarios de su pensamiento, mientras que los estalinistas evitaron dar a conocer mejor sus ideas dado su carácter crítico y su espíritu libre.
Contra el militarismo, la guerra y el imperialismo
El otro punto crucial de las ideas y del activismo político de Luxemburgo fue su oposición a la guerra y su agitación contra el militarismo. Aquí se mostró capaz de actualizar el enfoque teórico de la izquierda y ganarse el apoyo para aprobar resoluciones astutas en los congresos de la Segunda Internacional que, a pesar de haber sido ignoradas, representaron una molestia para el campo de los partidarios de la Primera Guerra Mundial. Según su análisis, la función de los ejércitos, el rearme sin fin y la repetida irrupción de las guerras no debían explicarse en los términos clásicos del pensamiento político del S. XIX. En cambio, ella los vinculaba con fuerzas que buscaban reprimir las luchas obreras y que servían como herramientas útiles a los reaccionarios en sus intentos de dividir a la clase trabajadora. También se adecuaban a un objetivo económico preciso de aquella época. El capitalismo necesitaba el imperialismo y la guerra, aun en tiempos de paz, para incrementar la producción, a la vez que para capturar nuevos mercados a medida que surgían en la periferia colonial de Europa. Como escribió en La acumulación del capital, «el poder político no es aquí, tampoco, más que el vehículo del proceso económico», un juicio al que le sigue una de las tesis más controversiales que defiende en el libro, a saber, que el rearme era indispensable para la expansión productiva del capitalismo.
Este cuadro estaba lejos del optimismo que pintaban los escenarios reformistas y, para resumirlo, Luxemburgo utilizó una fórmula que adquirió una amplia resonancia durante el S. XX: «socialismo o barbarie». Explicó que el segundo término podría ser evitado solo gracias a la lucha consciente de las masas y, dado que el antimilitarismo implicaba un elevado nivel de conciencia política, fue una de las grandes defensoras de la huelga general contra la guerra, un arma que muchos otros –hasta el propio Marx– habían subestimado. Argumentó que el tema de la defensa nacional debía ser usado en contra de los nuevos escenarios de guerra y que la consigna «¡Guerra a la guerra!» debía convertirse en la piedra de toque de la política de la clase trabajadora. Tal como escribió en La crisis de la socialdemocracia alemana (1915), texto también conocido como El folleto Junius, la Segunda Internacional explotó porque fracasó a la hora de «dirigir al proletariado de todos los países en una sola táctica y un solo accionar común». Por lo tanto, de ahí en adelante el objetivo principal del proletariado, tanto en tiempos de guerra como de paz, debía ser la lucha contra el imperialismo y el bloqueo de nuevas conflagraciones.
Sin perder la ternura
Ciudadana cosmopolita del «porvenir», Rosa Luxemburgo dijo que se sentía en su casa en todo el mundo, «en cualquier lugar en el que hubiera nubes y aves y lágrimas humanas». Le apasionaba la botánica y amaba a los animales, y podemos observar en sus cartas que era una mujer de una enorme sensibilidad, que permaneció fiel a sí misma a pesar de las amargas experiencias que la vida le deparó. Para la cofundadora de la Liga Espartaquista, la lucha de clases no era solo una cuestión de incrementos salariales. No deseaba ser un simple epígono y su socialismo nunca fue economicista. Inmersa en los dramas de su época, intentó modernizar el marxismo sin cuestionar sus fundamentos. Sus esfuerzos sirven constantemente como una advertencia para la izquierda, un recordatorio de que no debe limitar su actividad política a insignificantes paliativos ni darse por vencida cuando se trata de cambiar el estado de cosas existente. Su modo de vida y su éxito al maridar la elaboración teórica con la agitación social son un legado extraordinario para una nueva generación de militantes que elige continuar muchas de las batallas con las que ella se comprometió.
Y no está de más recordar la película, algo polémica en su momento, si no recuerdo mal, que realizó Margarethe von Trotta. En alemán con subtítulos en español:
4. Pronóstico de Scott Ritter sobre la guerra en Ucrania para 2023
No es especialmente novedoso. https://consortiumnews.com/
SCOTT RITTER: Perspectivas de Ucrania para 2023
11 de enero de 2023
Dada la tramposa historia de los Acuerdos de Minsk, es poco probable que Rusia pueda ser disuadida diplomáticamente de su ofensiva militar. Por ello, 2023 parece perfilarse como un año de continuos enfrentamientos violentos.
Por Scott Ritter
Especial para Consortium News
Después de casi un año de acción dramática, donde los avances rusos iniciales se encontraron con impresionantes contraofensivas ucranianas, las líneas del frente en el actual conflicto ruso-ucraniano se han estabilizado, con ambas partes involucradas en una sangrienta guerra posicional, machacándose mutuamente en una brutal contienda de desgaste a la espera de la próxima gran iniciativa de cualquiera de las partes.
A medida que se acerca el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el hecho de que Ucrania haya llegado tan lejos en el conflicto representa una victoria moral y, en menor medida, militar.
Desde el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos hasta el director de la CIA, la mayoría de los altos cargos militares y de inteligencia occidentales estimaron a principios de 2022 que una gran ofensiva militar rusa contra Ucrania se saldaría con una victoria rusa rápida y decisiva.
La resistencia y fortaleza del ejército ucraniano sorprendió a todos, incluidos los rusos, cuyo plan de acción inicial, incluidas las fuerzas asignadas a la tarea, resultó inadecuado para las tareas encomendadas. Sin embargo, esta percepción de una victoria ucraniana es engañosa.
La muerte de la diplomacia
A medida que se asienta el polvo en el campo de batalla, ha ido surgiendo un patrón en relación con la visión estratégica que subyace tras la decisión rusa de invadir Ucrania. Mientras que la narrativa occidental dominante sigue pintando la acción rusa como un acto precipitado de agresión no provocada, ha surgido un patrón de hechos que sugiere que el caso ruso para la autodefensa colectiva preventiva en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas puede tener fundamento.
Las recientes admisiones por parte de los funcionarios responsables de la adopción de los Acuerdos de Minsk tanto de 2014 como de 2015 (el expresidente ucraniano Petro Poroshenko, el expresidente francés Francois Hollande y la excanciller alemana Angela Merkel) demuestran que el objetivo de los acuerdos de Minsk para la promoción de una resolución pacífica del conflicto posterior a 2014 en el Donbass entre el gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos era una mentira.
Por el contrario, los Acuerdos de Minsk, según esta troika, eran poco más que un medio de ganar tiempo para que Ucrania construyera un ejército, con la ayuda de la OTAN, capaz de doblegar al Donbass y expulsar a Rusia de Crimea.
Visto así, el establecimiento de un centro de entrenamiento permanente por parte de Estados Unidos y la OTAN en el oeste de Ucrania -que entre 2015 y 2022 entrenó a unas 30.000 tropas ucranianas según los estándares de la OTAN con el único propósito de enfrentarse a Rusia en el este de Ucrania- adquiere una perspectiva totalmente nueva.
La duplicidad admitida de Ucrania, Francia y Alemania contrasta con la repetida insistencia de Rusia antes de su decisión del 24 de febrero de 2022 de invadir Ucrania en que los Acuerdos de Minsk se aplicaran en su totalidad.
En 2008, el ex embajador de EE.UU. en Rusia William Burns, actual director de la CIA, advirtió que cualquier esfuerzo de la OTAN para llevar a Ucrania a su redil sería visto por Rusia como una amenaza a su seguridad nacional y, de seguir adelante, provocaría una intervención militar rusa. Ese memorando de Burns proporciona un contexto muy necesario para las iniciativas rusas del 17 de diciembre de 2021 de crear un nuevo marco de seguridad europea que mantendría a Ucrania fuera de la OTAN.
En pocas palabras, la trayectoria de la diplomacia rusa ha sido evitar el conflicto. No puede decirse lo mismo ni de Ucrania ni de sus socios occidentales, que perseguían una política de expansión de la OTAN vinculada a la resolución de las crisis de Donbass/Crimea por medios militares.
Cambiar el juego, no ganarlo
La reacción del gobierno ruso ante el fracaso de las fuerzas armadas rusas para derrotar a Ucrania en las fases iniciales del conflicto proporciona una visión importante de la mentalidad de los dirigentes rusos con respecto a sus metas y objetivos.
Al negárseles una victoria decisiva, los rusos parecían dispuestos a aceptar un resultado que limitara las ganancias territoriales rusas al Donbass y Crimea y un acuerdo por parte de Ucrania de no entrar en la OTAN. De hecho, Rusia y Ucrania estuvieron a punto de formalizar un acuerdo en este sentido en unas negociaciones previstas para principios de abril de 2022 en Estambul.
Sin embargo, esta negociación se frustró tras la intervención del entonces primer ministro británico, Boris Johnson, que vinculó la continuación de la prestación de asistencia militar a Ucrania a la voluntad de este país de forzar una conclusión del conflicto en el campo de batalla, en lugar de en las negociaciones. La intervención de Johnson estuvo motivada por una valoración por parte de la OTAN de que los fracasos militares rusos iniciales eran indicativos de la debilidad rusa.
El estado de ánimo en la OTAN, reflejado en las declaraciones públicas del Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg («Si [el presidente ruso Vladimir] Putin gana, no sólo será una gran derrota para los ucranianos, sino que será una derrota, y peligrosa, para todos nosotros») y del Secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin («Queremos ver a Rusia debilitada hasta el punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho invadiendo Ucrania») era utilizar el conflicto ruso-ucraniano como un arma de guerra. El objetivo del Secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin («Queremos ver a Rusia debilitada hasta el punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania») era utilizar el conflicto ruso-ucraniano como una guerra por poderes diseñada para debilitar a Rusia hasta el punto de que no volviera a intentar emprender una aventura militar similar a la de Ucrania. [Junto con una malhadada guerra económica, también estaba diseñada para derrocar al gobierno ruso, como admitió el presidente Joe Biden la pasada primavera].
Esta política sirvió como impulso para la inyección de lo que ascendería a más de 100.000 millones de dólares en ayuda, incluyendo decenas de miles de millones de dólares en equipamiento militar avanzado, a Ucrania.
Esta inyección masiva de ayuda cambió las reglas del juego, permitiendo a Ucrania pasar de una postura principalmente defensiva a otra en la que un ejército ucraniano reconstituido, entrenado, equipado y organizado según los estándares de la OTAN, lanzó contraataques a gran escala que consiguieron expulsar a las fuerzas rusas de amplias zonas de Ucrania. Pero no fue una estrategia ganadora, ni mucho menos.
Matemáticas militares
Los impresionantes logros militares ucranianos, facilitados gracias a la ayuda militar de la OTAN, tuvieron un enorme coste en vidas y material. Aunque resulta difícil calcular con exactitud el número de bajas sufridas por ambos bandos, existe un reconocimiento generalizado, incluso entre el gobierno ucraniano, de que las pérdidas ucranianas han sido cuantiosas.
Con las líneas de batalla estabilizadas, la cuestión de hacia dónde se dirige la guerra se reduce a la matemática militar básica: en resumen, una relación causal entre dos ecuaciones básicas que giran en torno a las tasas de desgaste (la rapidez con la que se mantienen las pérdidas) frente a las tasas de reposición (la rapidez con la que se pueden reemplazar dichas pérdidas).
Ni la OTAN ni Estados Unidos parecen capaces de mantener la cantidad de armamento que se ha entregado a Ucrania, que permitió el éxito de las contraofensivas de otoño contra los rusos.
Estos equipos han sido destruidos en su mayor parte, y a pesar de la insistencia de Ucrania en su necesidad de más tanques, vehículos blindados de combate, artillería y defensa antiaérea, y aunque parece que se va a recibir nueva ayuda militar, llegará tarde a la batalla y en cantidades insuficientes para tener un impacto ganador en el campo de batalla.
Asimismo, el número de bajas sufridas por Ucrania, que en ocasiones supera los 1.000 hombres al día, supera con creces su capacidad para movilizar y entrenar reemplazos.
Rusia, por su parte, está ultimando una movilización de más de 300.000 hombres que parecen estar equipados con los sistemas de armamento más avanzados del arsenal ruso.
Cuando estas fuerzas lleguen en pleno al campo de batalla, en algún momento a finales de enero, Ucrania no tendrá respuesta. Esta dura realidad, unida a la anexión por parte de Rusia de más del 20% del territorio ucraniano y a unos daños en infraestructuras que se aproximan al billón de dólares, es un mal presagio para el futuro de Ucrania.
Hay un viejo refrán ruso que dice: «Un ruso ensilla despacio pero cabalga deprisa». Esto parece ser lo que está ocurriendo en relación con el conflicto ruso-ucraniano.
Tanto Ucrania como sus socios occidentales están luchando por mantener el conflicto que iniciaron cuando rechazaron un posible acuerdo de paz en abril de 2022. Rusia, después de haber empezado a contrapié, se ha reagrupado en gran medida y parece dispuesta a reanudar operaciones ofensivas a gran escala para las que ni Ucrania ni sus socios occidentales tienen una respuesta adecuada.
Además, dada la doble historia de los Acuerdos de Minsk, es poco probable que se pueda disuadir a Rusia de emprender su ofensiva militar mediante la diplomacia. Así las cosas, 2023 parece perfilarse como un año de continuos y violentos enfrentamientos que desembocarán en una decisiva victoria militar rusa.
Todavía está por ver cómo aprovechará Rusia esa victoria militar para llegar a un acuerdo político sostenible que se traduzca en la paz y la seguridad regionales.
Scott Ritter es un antiguo oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de Estados Unidos que sirvió en la antigua Unión Soviética aplicando tratados de control de armamentos, en el Golfo Pérsico durante la Operación Tormenta del Desierto y en Irak supervisando el desarme de armas de destrucción masiva. Su libro más reciente es Disarmament in the Time of Perestroika, publicado por Clarity Press.
5. Entrevista a un periodista peruano.
No sé si la visión que tiene el periodista se corresponde a la realidad social de la zona, pero tiene algún punto interesante sobre vida comunitaria y autoorganización popular. Este es el vídeo de la entrevista:
La tragedia en Juliaca | Claro y Directo con Álvarez Rodrich
Pero, para haceros una idea antes de verlo, o decidir si vale la pena, en este hilo se resumen los puntos principales: https://twitter.com/QHaRi/
Un amigo de Cuzco me envió esta muy buena entrevista al periodista puneño Liubomir Fernández. Una mirada no sólo desde el interior del movimiento sino rica en datos socio-culturales sin los cuales es difícil entender el movimiento del sur. Resumen de datos clave:
1. El aeropuerto de Juliaca Cuando la población vio que llegaban aviones Hércules y helicópteros al aeropuerto con contingentes militares, policiales y agentes de la DINOES tuvo el siguiente razonamiento: «Cuando hay robo, asesinato, sicariato y muertes a diario, el Estado no declara emergencia ni militariza la zona. Pero ahora que tenemos un reclamo político ahora sí mandan para reprimir a la población». La toma del aeropuerto era, localmente, una señal de rechazo a dicha medida
Pero lo que exacerbó más a la población, según Fernández, fue que, al día siguiente, no sólo llegaron más aviones sino que «desde el aire empezaron a sobrevolar helicópteros y empezaron a lanzar lacrimógenas y disparos». Y agrega: «Luego sobrevoló un avion de guerra. La policía reprimió y ahí la situación se salió de control».
Pero aquí no acaba todo. «Al día siguiente, siguieron llegando más militares, más policías y más agentes de la DINOES. Y la gente dijo: «ah caramba, suspenden los vuelos comerciales pero sí trasladan gente para reprimirnos»» «Ahí la ciudadanía se organizó».
Según el periodista, esta es una manifestación «nunca antes vista en el altiplano».
2. Cultura local: Juliaca es una ciudad netamente comercial. Allá « las decisiones son colectivas. No es que lo decide un grupo de dirigentes y los demás acatan». ¿Cómo funcionan las cosas? Fíjense en este detalle.
Básicamente, en este tipo de casos los dirigentes, presidentes de comunidad, tenientes gobernadores y directivos de comunidad llevan a sus pueblos un tema y lo someten a una asamblea. El resultado es simple: «si la mayoría lo aprueba, los demás acatan».
De ahí que la población se sienta ofendida cuando desde Lima asocian sus reclamos a la influencia del narcotráfico, la minería ilegal o Evo Morales. Según Fernández la gente razona así: «ah o sea ¿yo no sé pensar, no sé razonar?».
El periodista explica que los aymaras no se dejan manejar por nadie que sea extranjero. «Ellos autodeterminan sus decisiones». «Es gente muy empoderada. Sus decisiones son colectivas». Y agrega: «Por ejemplo, nunca en esa zona aymara ha entrado el terrorismo. No han podido entrar. Es gente que no se deja dominar».
3. Cohesión : Al sentimiento de que subestiman su protesta y dudan de que sea genuina se agregan las imágenes de la policía reprimiendo a menores de 14 años, a madres gestantes, incendiado ellos mismos mototaxis, o agentes de civil atacando a manifestantes detrás de la policía.
«Ese abuso de la represión por parte del Estado los ha cohesionado».
4. Rol de la mujer: Los aymaras, explica Fernández, cuando crecen, se identifican primero con su comunidad, luego con sus costumbres, su cultura, y luego con su región. Pero en Juliaca, ciudad comercial por excelencia, quien lleva las riendas de los negocios son las mujeres.
Es más, de acuerdo al periodista la ciudad de Juliaca ha recibido a unos 25 mil aymaras «con mujeres a la cabeza». Más allá de la dimension simbólica del empoderamiento de la mujer en dichas sociedades, esto tiene también una consecuencia directa en el futuro de las protestas:
«Cuando en el mundo aymara —dice Fernández— las mujeres toman protagonismo, no hay marcha atrás». «Porque detrás de ellas hay esposo, hay familia, hay hijos».
Y vaticina: «Si van a llegar más militares, si va a haber más muertos, va a pasar lo que dijeron ayer muchos: «el Estado nos está provocando una guerra civil». Y cuando los pobladores quechuas o aymaras toman una determinación, reitero: no retroceden».
5. La traición : En diciembre de 2021, Dina Boluarte se comprometió en renunciar si vacaban a Castillo. Lo dijo en acto público «delante de los presidentes de comunidades, tenientes gobernadores, líderes aymaras y líderes quechuas, que se congregaron a recibir» a ambos.
Lo dijo en la misma plaza de armas de Juliaca. Según Fernández, Boluarte selló su promesa besando y abrazando a Castillo. «Eso lo tienen internalizado» dice el periodista en referencia a las comunidades. De ahí el enojo de la población contra Boluarte, los calificativos de «traidora» y la consideración de su renuncia como un requisito sine qua non del fin de las protestas.
6. Financiamiento: Importante recalcar que, como explica Fernández, los deudos de los fallecidos están recibiendo apoyo económico de la colecta púbica de la propia ciudadanía. «Quieren ayudarlos a enterrar a sus fallecidos y afrontar esta situación». «Acá manda la comunidad».
7. Demandas: Liberación de Castillo o Asamblea Constituyente son reclamos focalizados. Los reclamos unánimes son estos: 1. Renuncia Boluarte 2. Cambio Mesa Directiva (no Williams por antecedentes de violación de DDHH) 3. Sanción responsables de muertes (civiles y policía)
Para Fernández «esos mensajes de diálogo, de paz, en medio de los muertos ya no tienen opción. No porque no quieran [sino porque] la gente ha sentido que los ningunearon, los han arrinconado, y esto no se va calmar».
En fin, podría seguir describiendo la entrevista pero este hilo ya está demasiado largo. Ojalá otros espacios entrevisten a este periodista. Si llegaron hasta aquí, mil gracias. Pueden ver la entrevista aquí: youtu.be Un abrazo.
Observación de José Luis Martín Ramos:
Es muy exacto. Esa descripción de vida comunitaria es extensible a todo Puno, y a Cuzco. Lo del helicóptero disparando fue una afrenta definitiva; si os acordáis os expliqué que me fui una noche a dormir con esa imagen de youtube. Fue el multiplicador de la protesta y el preludio de la acción criminal de la policía horas después; todo indica que esa acción fue ordenada por Dina “Balearte” y Otarola. Sobre el protagonismo de las mujeres, en las manifestaciones destacan con sus sombreros y sus polleras en campana. Sin embargo los líderes políticos, los presidentes de comunidad son hombres, los que llevan la voz cantante y el megáfono en las asambleas son hombres.
Respecto a la simbologia del aeropuerto, es cierto el detalle de esos días en Juliaca, pero los primeros intentos de ocupación de aeropuertos se produjeron días antes en Andahualias, en el Departamento de Apurimac, en el centro de la macroregión sur. Se repitió luego en Ayacucho, Cuzco y Juliaca.
Respecto al “terrorismo”. Cuando se habla de eso en Perú se habla de Sendero Luminoso, del PCP facción m-l dirigida por Abimael Guzmán. Su influencia está centrada en Ayacucho, luego en menor medida en Cuzco; entre la población quechua. Los aymara la rechazaron en su momento y eso supuso una dura reacción contra ella del PCP-SL; de ahí vienen antagonismos que duran. Pero cuidado no nos dejemos llevar por los tics políticos peruanos, que me parece que también afloran en el periodista. La política actual del PCP-SL, que mantiene una guerrilla residual muy minoritaria -creo que en la selva de Madre de Dios- no es una política terrorista; se desarrolla en la promoción de organizaciones legales -que aspiran o son de masas- revolucionarias. Su mayor presencia sigue estando en Ayacucho, pero parece que crece lentamente en otros espacios, también en Lima. No practican el terrorismo, ni siquiera en estos momentos de crisis. Las mayores acciones de violencia no parecen haberlas protagonizado senderistas, sino grupos de manifestantes concretos en situaciones concretas- la del incendio del coche policial-; las armas de esas acciones son las piedras.
6. Congreso del Frente Polisario.
Nuestra prensa, a diferencia de la de otros países europeos (https://twitter.com/), parece que lo ignora completamente, pero se está celebrando estos días el XVI Congreso del Frente Polisario. Uno de los chicos de Descifrando la Guerra está acreditado y va publicando las novedades:
No os paso el texto porque, excepto el enlace a un artículo previo en Descifrando la guerra (https://www.) son todo prácticamente video-crónicas, así que mejor seguir el hilo.
7. La siesta de los políticos europeos.
El ministro de agricultura de Rumanía se queda frito -activad el audio- en medio de una entrevista.
8. Rasputitsa alemana
Parece que lo de quedarse atascado en el barro, la famosa rasputitsa, no pasa solo en Ucrania o Rusia. En el desalojo de los ecologistas que se oponen a la destrucción de un pueblo para ampliar una mina de carbón en Alemania, se han visto estas curiosas imágenes, con un ‘monje’ tocapelotas por medio: https://twitter.com/_
9.Artico.
El segundo boletín del año de Prashad en el Tricontinental. Ahora sobre el Ártico. Este hombre está en todo. https://thetricontinental.org/
Los vientos de la Nueva Guerra Fría aúllan en el Círculo Polar Ártico | Boletín 2 (2023)
10. Herencia almogàver.
Ni quito ni pongo rey, solo os paso lo que dice este tuitero sobre el concepto de ‘catalán’ como insulto en los Balcanes y Grecia. He preguntado a mi fuente griega más cercana -como quince años por allá- y no había oído nunca ninguna de esas frases ni por aproximación, que conste. Eso sí, a la mayoría de los indepes les ha encantado el hilo, según las respuestas. Añoran esos tiempos…
HiloLista de países en Los Balcanes donde «catalán» se usa como insulto
1. BULGARIA De la región de Tracia nos llega el refrán: que la venganza de los catalanes caiga sobre ti. En Bulgaria las expresiones «Catalán» e «Hijo catalán» significan «hombre malvado, sin alma, torturador».
Esta mala fama llegó a trascender los límites del folclore para influir en poetas, como Ivan M. Vazov, que en el poema Piratas, publicado por primera vez en 1915, cita a los catalanes junto a los turcos como los mayores opresores de la nación búlgara.
2. GRECIA En Atenas los niños de dicha ciudad acompañaban su juego con la siguiente canción insultante: «Francos, varegos, «pechos» catalán, te lavas, te peinan, y con mierda te rebozas».
En la región de Parnaso se recogió el refrán: «huir de los turcos para caer en los catalanes». En la isla de Eubea se sabe que en la primera mitad del siglo XX la palabra «catalán» era proferida en la región de Káristos como insulto y se tiene documentada la utilización de una forma aberrante de esta palabra como renombre sarcástico: «Cataloi. Mote de un campesino desocupado del pueblo de Pirgos, en la región de Káristos (…) A veces se da a aquellos a quienes se quiere insultar».
En Hipatia (Patras, capital del Ducado de Neopatria) todavía están presentes muchas maledicencias, leyendas y canciones. Acerca de la toponimia en el cercano pueblo de Miles hay un arroyo que lleva por nombre Catalán. Refranes y dichos: «Que te vea bajo la espada de un catalán»
En la Argólida, península del Peloponeso, «catalana» era el peor insulto que se podía decir a una mujer, como se pone de manifiesto en la expresión: «Ah catalana, mil torcidos me has hecho».
3. ALBANIA En la actual Albania, la palabra «catalán» significa «hombre feo y malvado». Así mismo para «Catalán» («Katallani») se designa, en el folclore albanés, un monstruo con un solo ojo, que recuerda en muchos aspectos al cíclope Polifemo.
11. Nostalgia soviética.
A mí me parece un tremendo error que el KPRF promueva cosas así, pero parece que por allí gusta: en la cuenta oficial del Partido Comunista de la Federación Rusa, un grupo de militares en Ucrania piden que Volvogrado se vuelva a llamar Stalingrado:
«Los participantes en la operación militar especial exigen que se devuelva el nombre de Stalingrado.
«Nuestros abuelos y bisabuelos lucharon en Stalingrado, no existía Volgogrado», declararon los militares.
El CPRF apoya plenamente las justas reivindicaciones de nuestros soldados. El nombre de la ciudad heroica del Volga es Stalingrado.»
https://twitter.com/kprf/ (en el vídeo los militares básicamente dicen eso que resumen en el tuit)
Imagino que añoran estos viejos buenos tiempos. 🙂 Una nueva vivienda y un poco de sociedad de consumo (la ropa que cabe en un fardo y dos maletas, libros, música, una bici, una radio…) bajo esa, ejem, figura paternal.
Fuente: https://twitter.com/
12. Sobre François Lordon
Me he perdido un poco, pero vosotros, que sabéis más de filosofía, quizá le saquéis más provecho. O llegáis a la conclusión de que no vale la pena leerlo, que también podría ser.
Salir del capitalismo, pero ¿hacia dónde? Alberto Toscano
Traducción: Rolando Prats