El último trotskista, los “principios inamovibles” y la ceguera política

[Crónicas sabatinas]¡Más fraternidad, más solidaridad, más ayuda mutua, más proximidad!
El último trotskista, los “principios inamovibles” y la ceguera política

Para Patxi Andion (1947-2019), in memoriam. https://www.youtube.com/watch?v=B0iJ4rTlUe4

Soy catalán y quiero mucho a Cataluña; soy español y quiero más a España; soy hombre y más que a España quiero a la humanidad entera.
Ramon Simó i Badia (1855)

Lo que hizo saltar a Marx de su asiento fue la consideración del derecho de autodeterminación como un “derecho natural”. Como lo volvería a hacer saltar si pudiera ver cuántos, en su nombre, invocan ese derecho en términos de “derecho natural” y no de derecho surgido de y sujeto a la historia, como lo hacía Marx o lo hizo ya lo veremos- Lenin; por tanto, no invocable por sí y solo por sí sino en el tiempo y en la forma que corresponda en el marco del conflicto de clase, que es, para Marx como para Lenin, la gran vara de medir.
José Luis Martín Ramos (2019)

El precio a pagar para que el tándem Sánchez-Iglesias forme un Gobierno de supuesto progreso no me atrevo a preverlo, porque nace de la mentira y la obsesión de poder, no de programa alguno, menos aún de aspiraciones que pretendan cambiar el curso de las cosas. El precio, digo, que no sabremos hasta que lo cobren los interesados y nos enteremos por los intereses devengados, será tal que ensanchará el frente de desafectos hacia las instituciones. Si ya es difícil vivir y soportar la hegemonía política del catalanismo, que no corresponde con las inclinaciones del resto de la población, mayoritario, que mantiene la hegemonía social, puede uno imaginarse si se alía con el desdeñoso poder estatal.
Si al vocero de Sánchez en Cataluña, Miquel Iceta, le salen siete o nueve naciones en el territorio de España, por qué no pasarlas a catorce o dieciséis. Lo único cierto es que la batalla por el patriotismo nos dejará afuera a muchos. El efecto de esa negociación será la consolidación de dos comunidades; una tendrá el poder y la otra lo sufrirá. Como siempre, pero por favor, retiren lo de progresista, carece de sentido. Estamos en el área de los reaccionarios y sin defensa posible frente al poder mancomunado.
Gregorio Morán (2019)

Es extremadamente chocante comprobar que el nacionalismo catalán es mucho más acusado entre las categorías sociales más favorecidas que entre las más modestas. Se constata que el apoyo es tanto más acusado cuanto más se asciende en la jerarquía de rentas y de nivel de estudios, con un apoyo a la idea nacionalista que alcanza el 80% entre el 10% de las personas consultadas con mayor renta y nivel de estudios. El apoyo a la independencia proviene de manera espectacular de las categorías más favorecidas y, en concreto, de las rentas más altas. Es un movimiento de abajo a arriba, y no al revés. el apoyo a la autodeterminación ha aumentado intensamente a raíz de la crisis económica, que afectó duramente a España. No hay ninguna duda de que la politización de la cuestión catalana habría sido totalmente distinta si la Unión Europea contara con un presupuesto federal semejante al de Estados Unidos, financiado por impuestos progresivos sobre la renta y sobre las sucesiones. La crisis catalana se nos presenta como el síntoma de una Europa que descansa sobre una competitividad generalizada entre territorios y sobre una ausencia total de solidaridad fiscal, que siempre contribuye a acrecentar la lógica del ‘cada uno por su cuenta. Constituye otro caso más de la estrecha relación entre el sistema político y las desigualdades, entre las fronteras y el régimen de propiedad.
Thomas Piketty (2019)

Tres previas:
1.¿Por qué seguimos llamando Tsunami democràtic -¡democrático!- a una organización jerárquica de ordeno y mando, al servicio de poderes ocultos, profunda y radicalmente hispanofóbica, cuyas prácticas y proclamas nada tienen que ver con el pacifismo, la democracia ciudadana y la hermandad de los pueblos? Por cierto, ¿las “informaciones” de TV3 son “normales”? ¿El clásico (¡menudo baño madridista)! del Tsunami? ¿Hemos olvidado qué es un tsunami?

Sobre TV3: “Los Mossos hacen una “batida policial”, según TV3”. La cadena afirma en una conexión en directo que “se ha encendido un contenedor” https://comunicacion.e-noticies.es/los-mossos-hacen-una-batida-policial-segun-tv3-127929.html.

2. Todo realismo es poco y toda mirada crítica e informada sobre el acuerdo de los Comunes con el gobierno de la Generalitat de Catalunya (con ERC, Economía) es más que necesaria. De Ricardo Rodríguez:
Observemos que para una base liquidable general de 110.000 euros anuales (y cuando esa es la base liquidable general es porque se gana bastante más de 110.000) la reforma supondrá una subida de unos 300 euros al año (¡300 euros anuales, 25 mensuales, menos de 1 euro diario!). ¡Ese es el gran hachazo fiscal que según Pilar Rahola no podrán soportar los notarios cuyas penurias económicas tanto a ella la preocupan!

Más en el apartado de opiniones de “amigos y compañeros”.

3. ¿Nos estamos enfrentando a una “divertida” paradoja histórica? Resulta que España es o puede ser considerada como una una nación de naciones (en el XIX se habló de una nación formada por 17 estados) y, en cambio, Cataluña, pura modernidad según muchos de sus intelectuales orgánicos, aspira a ser (en lectura nacionalista) nación (+ milenaria) única, una unidad – casi monolítica (Vall d’Aran) y homogénea- de destino en lo universal o en lo particular (como se prefiera).

Una observación del helenista y compañero de ASEC/ASIC Ángel Martínez:
De todas maneras, presentar a España como nación de naciones es volver a la eterna discusión. ¿Aclaran cuáles son esas naciones, qué estatus se les otorga, en qué se diferencian respecto a las no naciones, etc.?
Por otra parte, hace unas semanas, se advertía -en este medio- acerca de no caer en el marco mental del mundo independentista. Pues bien -según declaraciones de Raül Romeva- ya se ha producido este hecho y, como no podría ser de otra manera, lo califica de paso gigantesco.
Las cuestiones que inmediatamente plantean algunos, a partir de esa lectura, no se hacen esperar: “Si esto es un problema político, la solución debe ser política, no judicial. Solo en las dictaduras se dan soluciones judiciales y policiales a los problemas políticos”. (Las sentencias judiciales responden a un quebrantamiento de la ley, independientemente del problema, que en un estado de derecho debe respetarse y cumplirse, añado yo). Y esto es ponérselo más fácil en Europa a los abogados de los encausados: “Si el Gobierno español reconoce que es un problema político, ustedes deben encontrar una solución política”.

El Roto, como siempre, nos enseña en la línea de Lewis Carroll y toca temas centrales (el lenguaje, una de las preocupaciones básicas de Francisco Fernández Buey en sus últimos años). Destaco las dos primeras citas por las confusiones y errores que nos han acechado y asaltado durante años y años, y por nuestras falsas creencias y múltiples meteduras de pata (en absoluto superadas).

La estructura de estas últimas semanas: Notas previas, tema, comentarios de amigos, referencias semanales.

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Notas previas

1. Por si quedara alguna duda sobre el presidente vicario. Uno de sus tuits: “No vaig votar la Constitució, i com em va dir un dia Tarradellas, és l’honor més gran de la meva carrera política” [No voté la Constitución y, como me dijo un día Tarradellas, es el honor más grande de mi carrera política], Heribert Barrera. “Així és. Avui la majoria de la societat catalana us ho reconeix i us ho agraeix, Molt Honorable President del Parlament Barrera [”Así es. Hoy la mayoría de la sociedad catalana os lo reconoce y os lo agradece, Molt Honorable…] (Quim Torra). El “histórico dirigente” de ERC -fue diputado del Congreso en 1977 gracias al esfuerzo militante (incluida la venta de sus propios pisos) de activistas del PTE (un partido de la izquierda comunista de aquellos años absolutamente desnortado)- se mostraba contrario al plurilingüismo y a la multiculturalidad: “¿Por qué ha de ser bueno que se bailen sevillanas en Cataluña, si con eso se pierde alguna tradición propia? Las sevillanas, en Sevilla, afirmó en una entrevista publicada en La Vanguardia. No estuvieran lejanas de su “pensamiento” observaciones racistas y xenófobas, nunca criticadas abiertamente por sus compañeros de militancia en ERC.

2. ¿Se puede seguir escribiendo en estos términos? “[…] Pero un día Pujol se fue. Y la olla se destapó y estaba hirviendo. Lo demás se dio por añadidura, cuando las clases medias se sintieron apaleadas por la austeridad. Y así, como en tantos otros sitios, regresó la utopía nacional, que se decantó por la independencia. Y a la hora de dar respuesta, los partidos españoles, excepto Podemos, compartieron la receta. Lo que era malo cuando los catalanes agitaban sus banderas, era bueno cuando los españoles levantaban las suyas. Y Vox se incorporó a la plaza” (Josep Ramoneda, “Ocuparse de la propia gente”. El País, 14 de diciembre de 2019). Pues se puede… según puede verse. ¿Por qué se sigue hablando en términos de españoles y catalanes, como bloque y como si fueran conjuntos disjuntos y enfrentados? ¿De verdad que todas las banderas levantadas por los ciudadanos españoles (que incluye a los catalanes) son aplaudidas por las derechas o por los poderes establecidos? ¿También cuando ondea la 2-republicana, por ejemplo? ¿Todos los catalanes levantamos la misma bandera, la estrellada, y los otros símbolos del secesionimo?

3. Sobre la situación de la clase obrera en Barcelona y área metropolitana:
1. Las rentas familiares han aumentado ligeramente en los dos últimos años (un 3,1%), pero la población de Barcelona y su área metropolitana que vive en riesgo de exclusión no solo no disminuye sino que aumenta ligeramente y alcanza el 25%.
2. Crecen también las personas que trabajan, pero son técnicamente pobres: sus ingresos son inferiores al 60% de la mediana de la población. Los trabajadores ocupados en riesgo de pobreza ya son el 16,4%, hace dos años eran el 15% (1,4 puntos más, un 9,5% más).
3. Los niños y jóvenes son los que más han pagado el pato de la crisis: hay un 28% de menores de 16 años en riesgo de pobreza en Barcelona. También los nacidos en el extranjero: 39,4%.
4. El coste de la vivienda, y en especial la subida de los alquileres, sigue teniendo un gran protagonismo: el 35,8% de la población que vive de alquiler destina más del 40% de sus ingresos a pagar la renta.
4. Un 14% de la población metropolitana sufre privación material. Las carencias más extendidas entre la población en el periodo analizado son: no poder afrontar gastos imprevistos (30,3%), no poder ir de vacaciones una semana (30,2%), tener dificultades para llegar a fin de mes (27,4%).
5. El vicepresidente del AMB, el señor Martí, destacó que la pobreza severa entre los niños es la mitad en Barcelona que en el resto de los 35 municipios de su entorno. Lo atribuyó a programas que solo se desarrollan en la capital, como la renta para niños de 0 a 16 años de familias vulnerables.
(Fuente: Clara Blanchar, “El 16% de los trabajadores de Barcelona y su área metropolitana son pobres.” El 25% de la población de la capital y los 35 municipios de su entorno está en riesgo de exclusión social https://elpais.com/ccaa/2019/12/12/catalunya/1576146588_963566.html

4. Una información que nos remite el incansable activista y maestro Paco Báez sobre la industria criminal del amianto: 1. https://www.catalunyapress.es/texto-diario/mostrar/1655935/seguridad-social-reconoce-primera-vez-incapacidad-permanente-amianto. 2. https://www.lavanguardia.com/vida/20191212/472191771037/un-centenar-de-asociaciones-vecinos-y-entidades-piden-plan-retirada-amianto.html. Una nota complementaria de su autoría:
Por lo que respecta al «metro», mi insistencia, una vez más («predicar en el desierto», al menos hasta el presente), es insistir en que las mediciones de fibras en el aire, tanto en las estaciones y demás instalaciones fijas, como, sobre todo, en todas las subterráneas, túneles incluidos, es que se simultaneen con mediciones de radón, que no encarecerían excesivamente el presupuesto, y habida cuenta de su potencial efecto sinérgico, junto con el amianto, respecto del cáncer pulmonar.

También: 1. TMB eleva a cuatro los jubilados del Metro con cáncer por amianto. https://www.catalunyapress.es/texto-diario/mostrar/1656242/tmb-eleva-cuatro-jubilados-metro-cancer-amianto. 2. Susana Alcalde: “Cataluña vive bajo la amenaza del amianto oculto. El peligro está en la manipulación de las placas y en el envejecimiento de los materiales que liberan fibras cancerígenas.” https://www.eltriangle.eu/es/actualidad/en-la-calle/cataluna-vive-bajo-la-amenaza-del-amianto-oculto_104468_102.html. También de Paco Baéz:
La Vanguardia, basura propagandística: https://www.lavanguardia.com/vida/20191217/472294374387/comunicado-un-trabajo-de-toda-una-vida-una-veterana-de-uralasbest-celebra-su-90-cumpleanos.html. Siguen con su inmoral negociete sobre el «uso seguro y controlado» del crisotilo.

5. Hace pocas semanas (Mar Rocabert: “La mitad de los colegios de Barcelona….” https://elpais.com/ccaa/2019/11/15/catalunya/1573819873_289520.html) The Lancet alertó de que la contaminación puede poner en riesgo la salud de los niños para toda su vida. Ya hace unos tres años que Jordi Suñer, investigador y catedrático de Medicina del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), vinculó la contaminación con una disminución de la atención de los niños en clase, de modo que afecta a su desarrollo cognitivo.
Algunos datos de Eixample [Ensanche] Respira: 1. En los primeros dieciséis días de noviembre, el 50% de las escuelas de Barcelona superaron en horario lectivo los niveles de contaminación recomendados por la UE. 2. En el caso del Eixample, todos los colegios están por encima de los 40 microgramos de dióxido de nitrógeno, límite marcado por la UE (el Ayuntamiento no ha valorado estos datos). 3. Datos de 2018: 2018. Las cifras indican que 227 de los 750 colegios de Barcelona, es decir, un 30%, superaron en horario escolar el nivel máximo de contaminación de NO2 recomendado por la OMS y establecido como máximo legal por la legislación europea (40 microgramos). En el distrito del Eixample, el 92% de los colegios registraron niveles de polución superiores a los límites durante las horas lectivas el año pasado. El otro distrito con peor calidad del aire fue Ciutat Vella, donde el 70% de centros superaron los límites. En zonas de menos tráfico, las escuelas están menos afectadas por la contaminación: solo el 1% de colegios de Nou Barris superaron los límites y en Sarrià-Sant Gervasi fueron el 13%; en Horta-Guinardó el 4%.

6. Recordemos imágenes y consignas que no deben ser olvidadas.

Pere Aragonès, actual vicepresidente y consejero de Economía del Govern de la Generalitat de Cataluña, haciendo campaña del «España nos roba» en su juventud (“Cada segundo España nos roba 450 euros. ¡Ya basta de expolio fiscal!”)
2
El último trotskista

Uno de los nudos más incomprensibles de la situación política que seguimos viviendo y sufriendo -bastante comprensible por otra parte: el legado de la lucha antifranquista, los “principios” de las tradiciones marxistas nunca revisados, la cómoda inercia de lo dicho y defendido en mil ocasiones, los clásicos (leídos fuera de la historia) como argumentos de autoridad, el “todo vale” contra el carca y fascistoide Estado español, la interiorización del lenguaje de los otros (asunto cada vez más importante), el miedo político a ser tildados de fachas, el axiomático e indiscutible derecho de autodeterminación urbi et orbe, los pactos políticos y sus consecuencias, etc-, lo incomprensible, decía, es la posición defendida (y no sólo en la teoría) por la izquierda española (incluyo la catalana por supuesto) durante estos últimos años en lo que respecta a la situación política de .Cat: mismo lenguaje, misma narración o muy parecida, defensa del dret a decidir, presos políticos, exiliados, opresión nacional, simpatía con el secesionismo y los secesionistas, expolio fiscal, som una nació, etc., etc., etc.
Entre esa izquierda, destaca -por goleada en ocasiones- las reflexiones y prácticas generadas y difundidas por y desde el ámbito trotskista-anticapitalista (Viento sur, Sin permiso, hay más ejemplos). Por eso es muy de agradecer el artículo que Lluís Rabell ha publicado en su blog con el título “El último trotskista” (https://lluisrabell.com/2019/12/12/el-ultimo-trotskista/). Lo resumo y comento. Abre así:
«No, no sé si voy a ser el último. De todos modos, nadie está en condiciones de extender certificados de trotskismo. Me inicié en la vida política adhiriendo a esa corriente bajo la clandestinidad, en el convulso período que Ernest Mandel definió como “el crepúsculo de la dictadura franquista”. Y aún hoy sigo plenamente convencido de la vigencia del marxismo revolucionario. Pero me cuesta reconocer su tradición en las posiciones de algunos grupos que, con mayor o menor convicción, se reivindican hoy de ella.»

Hay cuestiones, como el problema nacional, que son especialmente relevantes en opinión de este lector de Mandel (también otros lo leímos con provecho, sin formar parte de su tradición):
«No siempre esos grupos abandonan formalmente las viejas convicciones. (Al contrario: en ocasiones se aferran a ellas como dogmas, alejándose así del pensamiento crítico, que debe permanecer atento a los cambios que se operan en la realidad y dispuesto “al análisis concreto de la situación concreta”). Pero resulta muy llamativa la simpatía general que expresan hacia el movimiento independentista, llegando incluso a identificarse con él.»

No es una exageración ese “identificarse con él”. Basta pensar en como son tratados (mal-tratados) en los medios de inculcación (e intoxicación) cultural nacional-secesionista -TV3, 3-24 o Catalunya Ràdio, por ejemplo-, por no recordar sus convocatorias a favor del “dret a decidir” y la libertad de los que ellos también llaman “presos políticos”.
La invocación de Maurín, Nin o del propio Trotsky sobre la cuestión catalana, advierte el ex diputado de Catalunya en comú, puede resultar muy engañosa:
«La primera guerra mundial, con su cortejo de sufrimientos y barbarie, desató profundas aspiraciones de emancipación en los pueblos sometidos al yugo de los imperios caducos. Para la izquierda revolucionaria, desgajada de la socialdemocracia, la unidad de la clase trabajadora era imposible sin un levantamiento general contra esa opresión secular. Del mismo modo, la unificación del proletariado ibérico resultaba inconcebible sin el rechazo de la monarquía centralista y sus agravios. La autodeterminación –incluido el derecho a la secesión– era pues, a los ojos de esa izquierda, una bandera democrática que el movimiento obrero debía enarbolar, como condición para conquistar autoridad moral sobre las otras clases populares y conducir al conjunto de España hacia una Federación republicana.

Un siglo más tarde, señala el autor con toda razón, la cuestión no puede declinarse del mismo modo (aunque de hecho, se decline, la declinen así, sin apenas cambios: todo es uno, igual y lo mismo y para siempre). Prosigue Rabell así y conviene leer con atención (sin entrar en el espinoso asunto del llamado catalanismo popular):
«
De manera imperfecta, inacabada y estirada en el tiempo –pero innegable– se ha dado desde el final de la dictadura un proceso de autodeterminación. Las organizaciones de la clase trabajadora, sus partidos, sindicatos y asociaciones, desempeñaron un papel decisivo en ello. Entre la ruptura, que desde la clandestinidad muchos soñábamos, y la imposible permanencia del régimen, la correlación de fuerzas –o, si se quiere, de debilidades– entre los herederos del franquismo y la oposición democrática acabó alumbrando una salida híbrida. La recuperación previa de la Generalitat facilitó sin duda la adhesión de la sociedad catalana a la Constitución de 1978. Es decir, a la apuesta por la recuperación de la cultura y el autogobierno en el marco de una transformación democrática de España. La izquierda mayoritaria, socialista y comunista, se inscribió en esa dinámica. El catalanismo popular cimentó así la unidad civil de una sociedad mestiza que recuperaba, a través del desarrollo autonómico, sus libertades y una lengua maltrecha por décadas de opresión.»

Remarco: se ha dado ya (se sigue dando) un proceso de autodeterminación.
Como resulta obvio, el análisis marxista no puede obviar ese dilatado proceso ni tampoco, añade el ex diputado, las profundas transformaciones inducidas por la globalización.
«
No tiene sentido hablar de autodeterminación como si aún estuviéramos en tiempos de Alfonso XIII. El régimen de la Restauración no tiene nada que ver con una monarquía parlamentaria –por mucho que algunos, por tradición republicana y coherencia ideológica, prefiramos una jefatura del Estado electiva. En tales condiciones, repetir las viejas fórmulas lleva a un camino opuesto al que tenían en mente quienes en su día las concibieron.»

Lo que hemos vivido estos últimos años en Cataluña, comenta Rabell (que no siempre ha hablado con tanta claridad; lo mismo en mi caso) no ha tenido nada de emancipación progresista, aunque algunos (soy yo ahora quien habla), personas que dicen ser de izquierdas, digan y piensen que estamos ante un proceso revolucionario, ante una revolución cívica iniciada en 2010 (o, tal vez, en 2012, depende del relato y del emisor). En todo caso, ¿qué tipo de “revolución” es esta “revolución”?
El activista de los Comunes nos recuerda que Thomas Piketty ha diagnosticado claramente (les recuerdo una de las citas de esta misma sabatina) el auge del independentismo como un fenómeno de las élites y una reacción de repliegue ante la incapacidad de Bruselas para impulsar una construcción solidaria de la Unión Europea. El “último trotskista” nos recuerda la siguiente reflexión del economista francés:
«
Es extremadamente chocante comprobar que el nacionalismo catalán es mucho más acusado entre las categorías sociales más favorecidas que entre las más modestas.” (…) Un sentimiento que crece “cuanto más se asciende en la jerarquía de rentas y en el nivel de estudios, con un apoyo a la idea nacionalista que alcanza el 80% entre el 10% de las personas consultadas con mayor renta y nivel de estudios”. Los talibanes del brexit sueñan con transformar Inglaterra en el Singapur del viejo continente. “¿Por qué no probar –se pregunta el economista francés– haciendo de Catalunya un paraíso fiscal al estilo de Luxemburgo”.»

Distintos factores han confluido en el “procés” en opinión de activista de los Comunes. Pero en su amplificación, como resulta evidente a quien no quiera cegarse, “ha sido determinante la voluntad de preservar su poder por parte de una derecha responsable de grandes recortes antisociales”. Recordemos los primeros gobiernos Mas y las proclamas incendiarias contra el Estado de bienestar de su todopoderoso y fanáticamente neoliberal ministro de Economía, Andreu Mas Colell (¡quién le ha visto de joven y quién le ve de mayor!), el mismo que, en ocasiones (por ejemplo, en recientes artículos), se presenta como persona moderada, prudente, ajena al nacionalismo hiperventilado y con ropajes de acuerdo y cortesía.
Cómo puede una izquierda que se quiere anticapitalista estar tan ciega (no soy yo quien habla) ante esta realidad se pregunta Rabell. Su conjetura apunta a la pérdida de la clase obrera como referente político:
«
El fondo de la cuestión, en éste como en muchos otros casos, reside en la pérdida de la clase obrera como referente. Digamos que se trata de un problema general. Los cambios en la producción que marcan la actual fase del capitalismo han socavado las bases del movimiento obrero en las viejas metrópolis industriales. El siglo XX concluyó con el triunfo del neoliberalismo. Pero las dificultades del trotskismo, como corriente crítica del comunismo, son anteriores. Durante décadas, la influencia de la burocracia soviética consiguió aislarlo en las filas obreras. “Exiliados de nuestra propia clase”, decíamos. Cuando el estalinismo se hundió en medio del descrédito y la corrupción del Kremlin, arrastró con él a la economía nacionalizada y lo que quedaba de las conquistas de la Revolución de Octubre. Ese fracaso, lejos de aumentar la autoridad del trotskismo –que siempre había advertido del peligro de un hundimiento de la URSS, si mediante una revolución política no se producía una regeneración democrática e igualitaria del Estado-, certificó por el contrario su aislamiento.»

A lo largo de la historia del trotskismo, prosigue el ex diputado, han sido múltiples las tentativas de revertir esa asfixiante situación, buscando distintas vías para insertarse en la clase obrera.
«El aislamiento empuja indefectiblemente a las pequeñas organizaciones a convertirse en sectas doctrinarias. Algunas de esas vías fueron muy artificiosas, tratando, por ejemplo, de acumular fuerzas entre la juventud estudiantil para “electrizar” al movimiento sindical mediante “acciones ejemplares”. Otras resultaron trágicas, como el giro de las secciones latinoamericanas de la IV Internacional hacia la lucha guerrillera, a mediados de los 70. Pero, aún en el error –los cuadros más veteranos nos alertaban acerca de que “no existen atajos en la construcción de un partido revolucionario” y que sólo la lucha de clases libera las energías necesarias para ello-, se buscaba denodadamente una vía de implantación.»

Hoy, son sus palabras, los grupos trotskistas (aunque no sólo) parecen haber perdido ese norte. Más incluso: las generaciones más recientes han sufrido el influjo poderoso de la posmodernidad.
«
Si tiempo atrás la clase obrera, en su prosaica realidad, parecía “espontáneamente reformista” a los impacientes, hoy se antoja desaparecida y se buscan nuevos sujetos del cambio histórico. En ese sentido, el “procés” –dirigido a desactivar la lucha social tras el susto del 15-M y las huelgas generales– ha sido percibido como una ventana de oportunidad para acabar con el “régimen del 78”. Sin percatarse de que ese “régimen” era una imperfecta democracia liberal por la que la clase trabajadora pagó un alto precio… y lo que se levanta frente a ella es una pulsión populista de rasgos autoritarios, no un ascenso revolucionario.»

Los viejos trotskistas, olvidados por la historia oficial en opinión de Rabell, aquella generación militante que sufrió las iras de la burguesía liberal, del fascismo y del estalinismo, se esforzaron por inculcar dos cosas por encima de todo a las nuevas generaciones militantes: la fidelidad a la clase trabajadora en toda circunstancia (a sus valores, a sus aspiraciones republicanas, socialistas e internacionalistas) y la necesidad de pensar con nuestra propia cabeza (asunto nada sencillo ni elemental ni desde luego fácil).
«
Aún recuerdo a Mandel, poco antes de su muerte, en el curso de un debate, respondiendo con su proverbial optimismo histórico a quienes señalaban con espanto la impetuosa irrupción del capitalismo en China de la mano de la burocracia gobernante: “El camino es mucho más largo y tortuoso de lo que habíamos pensado. Pero hoy se incorporan millones de hombres y mujeres a las filas de la clase trabajadora. Tarde o temprano, se oirá su voz. Es el capitalismo quien vive en una crisis permanente. El socialismo sigue siendo la gran esperanza de la humanidad”. “Y de la vida en el planeta”, añadiríamos en estos momentos.»

Las izquierdas, aquí al igual que en todo el mundo, concluye el militante de los Comunes, tienen por delante muchos y difíciles avatares. En el pensamiento y en la acción, señala, “habrá que combinar experiencia y audacia innovadora”. En eso estamos.
Rabell sigue pensando que, a pesar de todo, la suya fue una buena escuela. Tal vez, no lo sé. Tengo dudas razonables sobre ello. No es el tema de hoy en cualquier. Nuestro asunto era esta magnífica crítica y autocrítica, desde dentro de la propia casa anticapitalista, de las posiciones que, muy mayoritariamente, sigue defendiendo (sin propósito de enmienda según parece) el trotskismo español.

Una observación puntual del profesor José Luis Martín Ramos:
«
Boutade fácil: el último trotskista fue Trotsky. Pero no es absolutamente injustificado. La IV Internacional, el trotskismo, ha tenido una historia de fragmentación permanente tras el asesinato de Trotski. Mandel de lo más serio; Posadas, lo más peregrino. Pero tiene razón Rabell: el discurso de los trotskistas españoles de hoy no tiene nada que ver con las posiciones de Trotski y Nin sobre la cuestión nacional. Maurín es otra cosa; nunca fue trotskista.»

3
De amigos y compañeros

Una observación del compañero Olegario Ortega:
«Si al vocero de Sánchez en Cataluña…». En realidad, creo que se entiende mejor nuestra realidad si cambiamos los papeles: Iceta no es el vocero de Sánchez, sino que Sánchez es el vocero de Iceta.
En términos personales, Sánchez no destaca por sus convicciones ideológicas ni por sus razonamientos profundos. Más bien se puede interpretar su conducta en clave oportunista-psicopática, en la que priva el protagonismo, el lucimiento y la ética acomodaticia, es decir la ausencia de ética.
Se debe añadir que quien mayormente marca los hitos programáticos de la política del PSOE, especialmente los de ámbito territorial y estructura del Estado, es el PSC.
El PSC asiste a los congresos del PSOE con una buena representación y hace uso de ella, recuérdese Santillana, Granada, ordinalidad, asimetría… Sin embargo, a los congresos del PSC asisten invitados del PSOE, protocolarios, para apertura y cierre, pero no para proponer o intervenir en las ponencias y votaciones.
Conviene recordar las peripecias de Borrell, confeso jacobinista, en su intento de alcanzar la dirección del PSOE y ejercer una política de Estado. Fue boicoteado desde las alcantarillas del propio PSC.
Se puede decir que el PSC es un doble «caballo de Troya». Lo es dentro del PSOE y lo es dentro de la izquierda.
De modo que más vocero es Sanchez de Iceta que al revés. Fatalmente eso significa que quien marcará la pauta del gobierno no será el PSOE, sino el PSC. No el socialismo, sino el «catalanismo».

El comentario de Miguel Candel:
«
Bien Morán (“El precio” https://www.vozpopuli.com/opinion/precio-sanchez-psoe-erc-podemos_0_1309070131.html) y muy bien la matización de Olegario. ¿Nadie va a decir que aceptar el tipo de negociación que acaba de aceptar Sánchez, «de gobierno a gobierno» (es decir, en plan de igualdad), equivale a aceptar a la Generalitat como un poder del mismo rango que el gobierno central y sitúa de facto a Cataluña como entidad política soberana? Después de esto, un hipotético referéndum de autodeterminación resultaría prácticamente ocioso. La independencia que la débil aplicación del art. 155 echó por la puerta vuelve a entrar por la ventana. Pero no puedo olvidar que la mitad de la culpa de que hayamos llegado a esto la tiene el irresponsable Albert Ribera por hacer imposible un acuerdo con el PSOE que habría hecho irrelevante a ERC. Que se dedique Ribera a ser, como dijo, «mejor esposo y mejor padre», ya que ha sido pésimo político.»

Del compañero Santiago Singuerlín (diciembre de 2019):
«
Totalmente de acuerdo con lo que dices, camarada y amigo J. Y dado que expones un conjunto de cosas que actuaron en el proceso de descomposición de una de las culturas políticas que anidaban en el “Partit Socialista Unificat de Catalunya” (el “PSUC”), quizás habría que añadir más a ese conjunto, como por ejemplo el exceso de ideologismo y voluntarismo consignista que en ese partido de desplegó, que facilitó que se colaran en él los “principios” insolidarios y pre-secesionistas del nacionalcatalanismo, estos por lo menos: “Som una nació”; “Estat espanyol” (y no España); “existeix un fet identitari català [existe un hecho identitario catalán]”; “cal la reconstrucció nacional de Catalunya [Es necesaria la reconstrucción nacional de Cataluña]”; “en català si us plau! (que era la lengua que había que “normalizar”); prédica de un “marc nacional català de la lluita sindical” (o sea, el cambio de las “Comissions Obreres de Catalunya” por “Comissió Obrera Nacional de Catalunya”); se gritó “(…) i Estatut d’Autonomia !” pugnando insensatamente, por la restauración del de “Núria de 1932” (¡); se “comulgó” con lo de “L’11 de Setembre, Diada Nacional de Catalunya”; etc., etc…
Todo eso fue perverso consignismo y voluntarismo, y, sobre todo, a-historicismo. Y vino aderezado con muchos (y malos) “seminarios de formación” en el “Partido” durante aquellos años 1960-70-80, sobre Lenin o la Revolución Rusa, y nada, nada, sobre el estudio de la Historia de España y Cataluña, más allá del necesario, claro, recurso a las citas de la II República y la Guerra Civil.
Por eso ahora es necesario (y “en positivo”, como se dice) cuando menos, que recomendemos (a quien nos haga caso…) que se estudie Historia de España y de Cataluña (por ejemplo, las cosas de Elliot, Kamen, Jackson, Jordi Canal, etc…), o que se espabile el espíritu crítico (con las cosas de Albert Soler, o de Ramón de España), además de, p.e., que acudamos sin remilgos a las manifestaciones pro-constitucionalistas (de la Constitución Española de 1978) convocadas por “Societat Civil Catalana”, aunque tengamos que “compartir calle” con el “PPC” o con “Ciutadans”.»

Un artículo crítico de Francesc de Carreras sobre la reciente propuesta de Iceta –“Las cuentas (y los cuentos) de Iceta” https://elpais.com/ccaa/2019/12/16/catalunya/1576511792_320516.html- y el comentario del historiador José Luis Martín Ramos:
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Mi opinión es que es Carreras quien comete el error. No en la lectura que Carreras hace de la constitución, sino en la que hace de la intervención de Iceta. Iceta no interviene como jurista, ni quiere, ni puede, ni debe hacerlo, porque es un dirigente político e interviene como político. Y Carreras interfiere en el discurso político desde una reflexión jurídico, lo que tampoco es correcto. Iceta tiene todo el derecho y la legitimidad para decir que España es una nación de naciones; de la misma manera que tiene ese derecho Casado en negarlo. Los dos no están estableciendo una realidad natural sino una, por así decirlo, realidad política; la que ellos, sus formaciones consideran. Y luego Iceta dice que lo que dice la constitución actual es que hay nacionalidades y que para él nación y nacionalidad son sinónimos, obviamente sinónimos políticos; Iceta no está legislando, ni está redactando un diccionario. No esta interpretando jurídicamente un artículo de la constitución; está emitiendo una proposición política.
¿Son antónimos nación y nacionalidad? No, por el contrario tienen un contenido común. ¿Hasta que punto? Depende de qué estemos hablando cuando hablamos de nación, para empezar; si Iceta habla de nación no atribuyéndole soberanía política -y lo hace explícitamente- nos da ya la pista de que no está hablando de nación política exclusiva, puede estar hablando de nación cultural con derechos políticos específicos articulado dentro de una nación política común en el que reside en exclusiva la soberanía. Eso no se resuelve sobre el diccionario ni sobre ningún texto, sino sobre el debate y el pacto político. Esa es la idea de nación de naciones como propuesta política.
¿Y como propuesta jurídica?, lo concretará el legislador -no el jurista, no el catedrático de derecho constitucional- de acuerdo con la decisión popular mayoritaria. Carreras está dando pábulo a quienes acusan de que se pretende usar una determinada constitución para limitar decisiones soberanas.
Qué otra cosa hace Iceta, que puede ser discutible, pero tampoco es el «fallo garrafal» que pretende Carreras, tratando casi de burro a Iceta. Decir, en La Razón: y mire usted eso de la plurinacionalidad y de la nación de naciones no es marciano, ni es tan imposible, porque de hecho ya está prefigurado en el sistema de las autonomías. Si se conoce todo el discurso de Iceta, el del PSC desde hace tiempo -el de Isidre Molas como antecedente lejano- se sabe que aunque pueda estar prefigurado, no está formalmente concretado. Pero ha dejado sentado que, en el transcurso de cuarenta años, 8 comunidades y solo esas 8 han considerado conveniente recoger en sus estatutos su condición de nacionalidad; por pasiva: la concreción formal no tiene que volver al café para todos que distorsiona el objetivo inicial de los legisladores del 77 convirtiendo la condición de nacionalidad -distinta, está si, a la de región- en un mero factor de descentralización.
También se equivoca Carreras cuando afirma que lo que dijo Prat de la Riba era teoría, abstracción, doctrina. En absoluto, Prat de la Riba no está elaborando una doctrina jurídica, sino una doctrina política, con el lenguaje que él tenía en la época, con la referencia del Imperio Austrohúngaro en el que las naciones no germánicas eran nacionalidades (checa, rutena, eslovaca,….).
Los métodos de la interpretación jurídica que invoca Carreras han de utilizarse para dictaminar si se infringe la ley; no para impedir una propuesta política que si es la que el pueblo soberano adopta es la que el legislador convertirá en ley y no al revés. El razonamiento de Carreras llevaría, en su desarrollo pleno, a sustituir al legislador por una asamblea de juristas no electa por el pueblo sino determinada por su condición académico-técnica.»

Sobre la reforma fiscal del gobierno catalán y los Comunes. De Ricardo Rodríguez. Su observación inicial: “He compartido este texto en redes sociales a cuenta del enfado de doña Pilar Rahola por el acuerdo fiscal por el que en Cataluña van a subir impuestos levemente a las clases «medias altas» (sea lo que sea tal cosa). Por si es de vuestro interés”. Lo es, es de nuestro interés. Lo será del suyo probablemente:
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¿Cuál es el motivo por el que los nacionalistas demuestran una y otra vez, con tanto tesón como solemnidad, que no saben hacer cuentas? La última que se añade es doña Pilar Rahola, de quien yo ya desde los 90 sabía que era una señora muy de derechas pero sin tener conciencia de hasta qué punto alcanza su ignorancia, pareja como casi siempre a la soberbia.
Al parecer ha tenido un sonado choque en redes sociales con Ada Colau a cuenta del acuerdo de reforma fiscal para Cataluña entre el Govern y los Comunes, del que si algo hay que criticar es, como del acuerdo presupuestario entre Unidas Podemos y el Gobierno del PSOE de 2018, que se queda deprimentemente corto.
Pero la ristra de simplezas y disparates proferidos por doña Pilar es de las de antología. Sin ánimo de ser exhaustivo, nos dice:
1.- Que Cataluña es uno de los lugares «más impositivos del mundo», lo que le sirve para una nueva versión del «España nos roba» («negociáis con el PSOE y resulta que los catalanes tenemos que pagar más», le espeta a Ada Colau).
2.- Que se sangra fiscalmente a las rentas medias altas de profesionales como abogados, notarios, arquitectos, etc, rentas que superan los 90.000 euros anuales pero que, nos dice Pilar Rahola en esto sin duda con razón, tampoco es que sean millonarios. Por cierto, algo habría que deducir en orden a una interpretación de clase de la política de esta obsesión por mimar a las rentas «medias altas» en la que una parte notable del nacionalismo catalán coincide con Ciudadanos.
3.- Por fin, y como para dárselas de interesante y de que ella sí que va a por los ricos de verdad, exige que «persigan a las grandes fortunas» y no castiguen nóminas y autónomos.
Vayamos por partes:
1.- Cataluña no es uno de los lugares «más impositivos del mundo», o sí. Como siempre que hablamos de esto, depende de con quién nos comparemos. Desde luego la presión fiscal de Cataluña está muy por debajo de la de países como Dinamarca, Noruega, Francia o Alemania. Es posible sin embargo que esté por encima, pero no tanto como se cree, de la de Estados Unidos, y bastante por encima de la de Arabia Saudí, Rusia, Rumanía y algunos otros países del Este de Europa. Vernos de un modo u otro también indica la sociedad a la que nos queremos asemejar.
2.- En Cataluña no sólo no pagan más que en otros lugares las rentas medias altas sino justamente lo contrario. En Andalucía (aunque es de suponer que esto irá cambiando a medida que vaya bajando el tramo autonómico el gobierno PP, Ciudadanos, Vox), en Asturias, en Extremadura, en Cantabria o en Valencia pagan más. La señora Rahola puede comprobarlo consultando las tarifas autonómicas que aparecen publicadas en el Manual de IRPF 2018 que encontrará en la página web de la Agencia Tributaria. Aún después de la reforma pactada seguirán pagando menos en Cataluña. Las cuentas son las cuentas, señora Rahola. Eso sí, en la Comunidad de Madrid, después de sucesivas bajadas de impuestos acometidas por el PP, se paga aún menos que en Cataluña. Otra vez, ¿con quién nos queremos comparar? Curiosos compañeros de viaje hace el dinero: siempre que uno escarba, la derecha españolista y la nacionalista catalana rondan bien cerquita una de la otra.
Quien sí paga más en Cataluña son precisamente las rentas medias bajas, que, ¡vaya por Dios!, no son las que preocupan a Pilar Rahola. Esta es la realidad: a día de hoy, en Cataluña el pago de IRPF está en el tramo bajo para rentas medias altas y es la mayor de España para rentas medias bajas (de 14.000 a 30.000 euros anuales). Y ¿a quién debemos esto?
En la reforma pactada con los Comunes bajan poco, muy poco, la tributación a rentas humildes, la dejan igual a rentas medias y la suben a rentas altas, a partir de los 90.000 euros.
3.- Pero lo que ya es de traca es la invocación de las «grandes fortunas». En el marco de un acuerdo fiscal autonómico, esa exigencia es sencillamente una payasada.
El acuerdo contiene un reajuste de tramos autonómicos en el IRPF (insisto en que a pesar de él van a seguir pagando más las rentas bajas y menos las rentas altas, por lo que si algo hay que criticar es la cortedad de la reforma y no su exceso) y se sube la tributación de Sucesiones para patrimonios elevados (contribuyentes con más de medio millón de patrimonio preexistente). Pero es que eso es todo lo que hoy por hoy se puede hacer en el ámbito autonómico para obligar a tributar más a las grandes fortunas. Los marginales más altos gravan más cuanto más se gana porque a mayor renta hay cada vez mayor porción de la base liquidable total situada a los tipos más altos. Eso en IRPF. Y la otra herramienta esencial de una Comunidad Autónoma para tocar las grandes fortunas es el Impuesto sobre Sucesiones (el mismo que el nacionalismo catalán de CIU fue el primero en querer suprimir, mucho antes de que lo pretendieran el PP, Ciudadanos o Vox).
Hay otras medidas mucho más efectivas, claro, pero éstas son competencia del Estado (y viendo la concepción de la fiscalidad de personas como Rahola y algún otro nacionalista que se ha pronunciado estos días, mejor que siga siendo así):
Primero.- Las Autonomías carecen de competencias para establecer tramos de IRPF sobre las rentas del ahorro (dividendos, intereses, ganancias patrimoniales) que son las que en mayor proporción perciben lógicamente las grandes fortunas. Los tramos autonómicos sólo son aplicables a la tarifa general.
Segundo.- Las Autonomías carecen de competencia normativa sobre Impuesto de Sociedades, por lo que está fuera de su alcance cerrar las vías de evasión y elusión fiscal por tramas societarias, sociedades patrimoniales, etc.
Tercero.- Las facultades de inspección de los principales tributos son del Estado.
Entonces, ¿de qué habla Pilar Rahola?, ¿a santo de qué esa simpleza para ocultar que le molesta cualquier subida fiscal a las rentas más altas, tanto como ignora la tributación desmesurada en Cataluña de las rentas más bajas?
Aún así, insisto, mejor que queden las competencias en el Estado y confiemos en que el acuerdo de gobierno de España ataje alguna de las vías de desagüe de nuestro sistema tributario, porque la experiencia de los modelos fiscales forales de Euskadi y Navarra no es precisamente la de una fiscalidad muy exigente y progresista, y mucho menos de políticas públicas que eludan la competencia fiscal, que sólo se achaca últimamente a Madrid, pero de la que también otros pecan.
Acabo con una tabla de simulación elaborada por el Consejo de Economistas sobre el acuerdo de reforma fiscal para Cataluña. Observemos que para una base liquidable general de 110.000 euros anuales (y cuando esa es la base liquidable general es porque se gana bastante más de 110.000) la reforma supondrá una subida de unos 300 euros al año. ¡Ese es el gran hachazo fiscal que según Pilar Rahola no podrán soportar los notarios cuyas penurias económicas tanto a ella la preocupan!
En fin… ¡qué hartazgo!
Un abrazo.

Un artículo complementario de Lluís Rabell: “La piel de oso” https://lluisrabell.com/2019/12/17/la-piel-del-oso/. Un comentario a las declaraciones de doña Pilar Rahola: “Rahola insiste y Mainat coincide: ‘Ganar 6.000 euros al mes es de clase media apurada’. La tertuliana, que cobra 52.500 euros sólo por sus intervenciones en ‘Tot es Mou’, le echa la culpa a España y dice que ganar 2.000 euros mensuales «es de proletariado» https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/rahola-insiste-mainat-coincide-ganar-6000-euros-mes-clase-media-apurada_302093_102.html.

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Referencias de la semana

1. De Lluís Rabell, “Eretz Catalonia” https://lluisrabell.com/2019/12/07/eretz-catalonia/

2. Albert Solé, “Jordi Solé Tura, la gran aportación de un federalista convencido.” https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/sole-tura-federalista_298967_102.html

3. Entrevista a Beatriz Silva “TV3 ha alimentado el odio”. Beatriz Silva, diputada del PSC: “Hay una parte de la ciudadanía que odia a la otra parte” https://comunicacion.e-noticies.es/tv3-ha-alimentado-el-odio-127791.html

4. Sergio Vila Sanjuán, “La vida complicada de Pat Millet.” Un libro póstumo sobre la burguesía catalanista de los años sesenta, una agitada peripecia personal y el declive de un clan marcado por el “caso Palau de la Música” https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20191214/472200053389/pat-millet-angle-editorial.html. El comentario de José Luis Martín Ramos:
Su padre, algo más que un empresario con “ intereses culturales”. Presidente de la Federació de Joves Cristians, combate en el bando fascista durante la guerra civil como alférez provisional. Vuelve a Barcelona como vencedor. Solo cuando a finales de 1943 las potencias fascistas empiezan a perder la guerra el empieza a alejarse de la dictadura. Esa masía de la Ametlla era lugar de reunión de católicos catalanistas disidentes (no opositores) frente a la dictadura. Fundador de Òmnium Cultural con el de la locion Floid. Su pena: Franco les había devuelto las propiedades pero no el gobierno del país. Hasta hace poco no lo han conseguido.

5. Puigdemont a Correa: «No hay solución al problema catalán que no pase por la independencia» En el nuevo episodio de ‘Conversando con Correa’, el expresidente de Cataluña ofrece sus puntos de vista sobre la actual situación que vive el conflicto catalán. https://actualidad.rt.com/programas/conversando-correa/336508-conversando-correa-carles-puigdemont

6. Ignasi Jorro, “Los papeles de la vergüenza: así paró el Síndic la macroobra que afectaba a su chalé”. Ribó presionó cinco veces a la Generalitat para que detuviera la ampliación del aeródromo de Das (La Cerdanya), donde veranea: jamás mencionó que tiene casa en el pueblo. https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/sindic-greuges-cerdanya_300932_102.html

7. Manel Manchón, Iceta pide un “pacto de Estado para Cataluña”. El primer secretario del PSC recibe la ayuda del ministro Ábalos, que señala que el PSOE “no dejará solos a los catalanes” https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/iceta-pide-pacto-cataluna_301169_102.html

8. José María Ruiz Soroa, “A Rolex o a setas” https://paralalibertad.org/a-rolex-o-a-setas/

9. Ricard López, “La deriva hispanófoba del nacionalismo catalán”. No es sólo Torra; las proclamas supremacistas de destacados líderes del independentismo han estado a la orden del día en los últimos años. https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/deriva-hispanofoba-nacionalismo-catalan_300815_102.html

10. Jordi Bayona, “La independencia de Catalunya, cosa de ricos”. Lo dice un trabajo del CEO de la Generalitat. En la franja más alta -las personas que ganan más de 4.000 € mensuales – se congrega una mayoría independentista del 54%. https://www.elplural.com/autonomias/catalunya/la-independencia-de-catalunya-cosa-de-ricos_111837102

11. Manel Manchón entrevista a Oller Ariño: «Cataluña hace tiempo que no tiene clase dirigente». Ex miembro de diversas juntas del Círculo de Economía, el ex director de la Bolsa de Barcelona señala que la clase empresarial ha quedado «abducida por el independentismo» https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/conversaciones-sobre-cataluna/oller-arino-cataluna-no-clase-dirigente_300833_102.html

12. Xavier Marín: «El PSC nunca ha creído en la unidad constitucionalista». El portavoz de la corriente crítica del PSC considera «de sentido común no gobernar España con los que quieren destruirla». https://amp.elmundo.es/espana/2019/12/15/5df5296a21efa0923e8b45ae.html?__twitter_impression=true

13. Tono Calleja, “La Fiscalía cree que los Pujol pueden tener más dinero oculto con testaferros”. Anticorrupción acusa a las autoridades de Liechtenstein de no colaborar en la búsqueda de la fortuna del clan del expresidente catalán, que los investigadores cifran en unos 290 millones de euros. https://www.vozpopuli.com/espana/fiscalia-Anticorrupcion-Pujol-dinero-testaferros-andorra_0_1309070093.html

14. El independentismo está “dispuesto a la violencia”. Un estudio en el The Washington Post (https://artisinternational.org/wp-content/uploads/2019/12/2019Nov26_ArtisReport_CatalanConflict.pdf) afirma que los indepes son “cada vez más excluyentes” https://politica.e-noticies.es/el-independentismo-esta-dispuesto-a-la-violencia-127861.html

15. Mikel Segovia, “La relación entre independentismo y fútbol: De ETA a ‘Tsunami Democrátic’”. La amenaza sobre el Barça-Madrid del miércoles, la marcha de apoyo a presos de ETA o la irrupción de ‘Lliris de Foc’, reaviva la utilización histórica que ha hecho el independentismo del fútbol como altavoz de reivindicación política. https://www.elindependiente.com/politica/2019/12/15/la-historica-relacion-entre-eta-y-el-futbol/

16. Juan Francisco Martín Seco, ”Sánchez y las situaciones insólitas”. https://www.republica.com/contrapunto/2019/12/12/sanchez-y-las-situaciones-insolitas/

17. José Luis Escalante, “El Supremo investiga a Borràs por los contratos de la Institució de les Lletres Catalanes”. https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/supremo-abre-causa-penal-laura-borras-gestion-ilc_301724_102.html

18. Un excelente artículo del que fuera presidente del Senado: Manuel Cruz, “¿Casa común o causa común de la izquierda?” https://www.elperiodico.com/es/opinion/20191218/casa-comun-o-causa-comun-de-la-izquierda-articulo-manuel-cruz-7780098

Hasta aquí las referencias.

Estamos a final de año. Repito lo sabido y comentado en otras ocasiones: sigo sin comprender (no es fácil y no soy el único) que, a finales de 2019, don Francesc Cambó (uno de los defensores de soca-rel del golpe militar; en 1940, en su opinión, el régimen fascista era el mejor régimen que podía tener España) siga teniendo estatua y avenida dedicadas en la ciudad barcelonesa. Ningún indicio que el consistorio de los Comunes y el PSC hayan pensado en rectificar este evidente insulto a la ciudadanía democrática, esta apología del golpismo. ¿No tocaba vaciar la ciudad de simbología franquista? ¿No rige en el caso de don Francesc?

Les dejo con El Rojo, mejor compañía imposible. ¡Buenas fiestas! Nos vemos el 28 de diciembre y luego el 11 de enero.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

Un comentario en “El último trotskista, los “principios inamovibles” y la ceguera política”

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