Resumen (comentado) de El capital en la era del Antropoceno de Kohei Saito (XXII)

Estamos en el cuarto capítulo, “Marx en el Antropoceno”, en el apartado “El comunismo reconstruye lo común”.
Sugerencias previas:
1. La intervención de Hickel en el Europarlamento. Para Carlos Valmaseda, “una de las [intervenciones] más interesantes porque los planteamientos políticos, unir la lucha con el Sur global, por ejemplo, intentando mantener el nivel de vida en los servicios básicos en el Norte, que hace me parecen una buena vía a seguir”. Intervención del antropólogo económico Jason Hickel en la conferencia Beyond Growth 2023 en el Parlamento europeo

2. Elisenda Pallarés, “La humanidad ha traspasado casi todos los límites seguros del sistema Tierra, entre ellos el climático”. Un estudio innovador ha analizado distintos límites planetarios desde el punto de vista de la seguridad y la justicia. «La fotografía es dramática», sostiene la investigadora Noelia Zafra Calvo, una de sus autoras. https://www.climatica.lamarea.com/superados-limites-seguros-sistema-tierra/ “El estudio, titulado Safe and just Earth system boundaries (Límites del sistema terrestre seguros y justos), ha sido elaborado por la comisión científica internacional Earth Commission (Comisión Tierra) con la participación de más de 40 investigadores de distintos países. La investigación, publicada en la revista científica Nature, ha evaluado y cuantificado por primera vez las condiciones que regulan el soporte vital y la estabilidad de la Tierra para tener un planeta «seguro y justo». Para ello, han analizado cinco ámbitos interconectados en el sistema Tierra: la emergencia climática, el declive de la biodiversidad, la escasez de agua, los daños a los ecosistemas por el uso excesivo de fertilizantes en algunas partes del mundo (junto a la falta de acceso en otras) y los daños a la salud por la contaminación atmosférica.”
3. Entrevista a Jason Moore https://www.elsaltodiario.com/ “El ecofascismo comparte muchas similitudes con el ambientalismo de los ricos” En esta extensa entrevista realizada en el marco de un proyecto sobre populismo climático de derechas del The Center for the Advancement of Infrastructural Imagination (CAII), Moore enfatiza una lección a extraer del último medio milenio: el capitalismo y el imperialismo, cuando trabajan en tándem, tienden a enfrentar a los humanos contra la naturaleza.
4. Alejandro Tena, “Matar cerdos para hacer aviones ‘sostenibles”. Una publicación de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente revela cómo ha incrementado la producción de biocombustibles a partir de grasas animales. Los ecologistas alertan de los impactos ambientales de esta práctica. https://www.publico.es/Los impactos de este auge son evidentes. En 2006 la industria del transporte, en especial la aviación y el interés de volar con biocombustibles, requirió de 30.000 toneladas de animales muertos para fabricar sus carburantes, mientras que en 2021 la cifra se elevó hasta 1,4 millones de toneladas. La publicación, realizada por la consultora Cerulogy por encargo de Transport & Environment, estima que actualmente un avión que se nutre de estos carburantes compuestos por grasas animales y que viaja desde París hasta Nueva York consume el equivalente a 8.800 cerdos.”
5. Ángel Encinas Carazo, “Colapsistas, anticolapsistas y capitalismo verde”. El autor del texto recorre los debates que se han producido el pasado otoño en torno al “colapsismo» a partir de un artículo inicial publicado en El País. Diferentes autores han participado en el mismo con visiones antagónicas que enriquecen la reflexión en los ámbitos del ecologismo. Lo que late en el fondo del debate: el dilema del decrecimiento o del crecimiento verde. Revista Ecologista nº 115

Cojo el hilo de Saito.
Este posicionamiento, señala el filósofo nipón, que concede gran importancia a la propuesta básica de Marx acerca de lo común, “ha sido ampliamente compartido más allá de Negri y Hardt”. Zizek es otro ejemplo: “también afirma la necesidad del comunismo haciendo referencia a la idea de lo común”.

Según el filósofo y psicoanalista esloveno, bajo el capitalismo global, se está produciendo “un acoso a los cuatro bienes comunes o commons -cultura, naturaleza exterior, naturaleza interior y seres humanos- de un modo hostil a las personas”. En esta coyuntura, para Zizek, «la legitimación de la resurrección del concepto «comunismo» [] se debería basar en los commons».

Por eso, para Zizek el comunismo no es sino “el intento de reconstrucción consciente de lo común -el conocimiento, la naturaleza, los derechos humanos, la sociedad, etc.- desguazado por el capitalismo”.

Aunque no es algo muy conocido, recuerda Saito, “Marx se refería como «asociación» a las sociedades en las que se hubiera reestablecido lo común”. En sus esbozos de la sociedad futura, señala el filósofo nipón, Marx apenas utilizó términos como «comunismo» o «socialismo». En cambio, empleaba la expresión «asociación». Es la ayuda mutua voluntaria (asociación) de los trabajadores la que hará realidad lo común.”

Las asociaciones son el origen de la seguridad social” es el título del siguiente apartado.

Lo común, en este sentido, no es una exigencia nueva que haya surgido en el siglo XXI. “Los servicios que comprende la seguridad social, a cargo de los Estados en la actualidad tienen su origen en lo común que la gente fue conformando a traves de la asociación”. Es decir, “el origen de los beneficios de la seguridad social se remonta a los diversos intentos de autogestión de todo aquello necesario para la vida cotidiana, sin delegarlo al mercado”. Por lo tanto, “la seguridad social no es sino la sistematización de aquellos intentos bajo el estado del bienestar del siglo XX.

Sobre este punto, prosigue Saito, David Graeber (fallecido en septiembre de 2020), antropólogo cultural de la London School of Economics, afirmaba lo siguiente: “En Europa, prácticamente todos los sistemas principales que constituyen los estados del bienestar posteriores -seguridad social, pensión, bibliotecas públicas, sanidad pública, etc.- tienen su origen no en otros Gobiernos estatales, sino en sindicatos, asociaciones de vecinos, cooperativas, partidos de clase obrera y en todo tipo de organizaciones, muchas de ellas participantes en proyectos conscientes y revolucionarios para la «construcción de una sociedad nueva dentro de una piel vieja»; es decir, implicadas en proyectos de conformación gradual, y desde abajo, de sistemas de tipo socialista”.

De acuerdo con Graeber, Saito sostiene que el estado del bienestar fue una de las formas de sistematización, bajo el capitalismo, de lo común, producto de la asociación. Sin embargo, “a partir de la década de 1980, las políticas de austeridad propiciadas por el neoliberalismo desintegraron o debilitaron seriamente las asociaciones, como los sindicatos o la sanidad pública, y lo común fue engullido por el mercado.” En esta situación, tratar simplemente de restaurar el estado del bienestar sería, para Saito, una medida insuficiente contra el neoliberalismo. “La vía del estado del cuyas premisas son unos elevados niveles de crecimiento económico o el mantenimiento de las diferencias Norte-Sur, es ya ineficaz en esta era de crisis ecológica, y está condenada a terminar degenerando en un keynesianismo medioambiental nacionalista”. El peligro de la deriva al fascismo climático va de la mano.

Además, observa el filósofo nipón, el marco del Estadonación es insuficiente para afrontar la actual emergencia ambiental global. “La gestión jerárquica, o vertical, característica de los estados de bienestar, es incompatible con la horizontalidad de lo común”. Es decir, no se trata simplemente de colmar de riquezas la vida de la gente, sino de tantear nuevos caminos a través de los que recuperar, de las garras de la mercantilización del capitalismo, la Tierra como lo común sostenible.”

Para ello se requiere una perspectiva amplia e integradora. “Precisamente por eso se necesita una nueva interpretación de Marx en esta era de crisis ambiental llamada Antropoceno”. Una “nueva intepretación” de Marx entre en acción.

El proyecto MEGA” es el título del siguiente apartado.

Algunos lectores, observa Saito, “se preguntarán cómo es posible una nueva interpretación de Marx en el siglo XXI. ¿No nos estará vendiendo una vieja mercancía en un nuevo envoltorio? En efecto, esa clase de libros abundan”. Sin embargo, “el caso es que recientemente se ha puesto en marcha un proyecto editorial internacional para la publicación de las Obras completas de Marx y Engels, o MEGA (Marx-Engels-Gesamtausgabe), con la participación de investigadores de todo el mundo”, incluyendo economistas y filósofos japoneses como él. Se trata, recuerda, “de un proyecto de dimensiones colosales, que prevé la publicación de más de cien volúmenes.” (veáse https://nuso.org/articulo/el-proyecto-mega/)

Por su parte, las Obras completas de Marx y Engels (Editorial Otsuki Shoten, lo que iban a ser las OME, las Obras de Marx y Engels, bajo la dirección de Manuel Sacristán) que se pueden leer en japonés no son unas obras completas propiamente dichas. “Existen borradores de El capital, así como ingentes cantidades de artículos de prensa y cartas escritos por Marx. Estrictamente hablando, la edición de Otsuki Shoten es una «colección de escritos».” Frente a esto, “el propósito de MEGA es abarcar, editar y publicar absolutamente todos los escritos de Marx y Engels, incluyendo material inédito.”

Entre el material inédito más interesante, en opinión de Saito, “se encuentran los cuadernos de investigación de Marx [creo que el propio Saito es el editor]. Marx tenía la costumbre de elaborar cuadernos de extractos muy precisos cuando acometía un trabajo de investigación. En su vida de exiliado, con pocos recursos, se pasaba los días en la sala de lectura del Museo Británico elaborando detallados resúmenes de todos los libros que iba leyendo. La cantidad de cuadernos que elaboró a lo largo de su vida es inmensa, y en ellos constan ideas y reflexiones que finalmente no se incluyeron en El capital. En este sentido, se trata de un material realmente valioso.”

Sin embargo, hasta ahora, estos cuadernos habían estado clasificados como simples extractos e ignorados por los investigadores y, por supuesto, no publicados. Estos cuadernos ven ahora la luz gracias al esfuerzo de investigadores de todo el mundo, entre los que me encuentro, como la Sección IV de MEGA, en un total de 32 volúmenes.”

Lo que MEGA permitrá, concluye Saito, es una nueva interpretación de El capital diferente por completo (¿diferente por completo?) de la generalmente aceptada. “La lectura cuidadosa de los cuadernos manuscritos de Marx, de muy mala letra, permite arrojar una nueva luz sobre El capital, y esta constituirá una nueva arma liosísima para afrontar la crisis ecológica de nuestro tiempo.

El determinismo de las fuerzas productivas del joven Marx” es el título del siguiente apartado.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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