Resumen (comentado) de El capital en la era del Antropoceno de Kohei Saito (XXIII)

Seguimos en el capítulo IV, en el apartado: “El determinismo de las fuerzas productivas del joven Marx.

Una sugerencias previas:

1. Luis González Reyes ha anunciado nuevo libro escrito al alimón con Adrián Almazán. Caria. El hilo en el que lo presentan: https://twitter.com/ Aborda tres grandes temas: 1. Breve análisis del contexto en el que estamos. 2. Propuestas para los principales sectores productivos de la economía española (energía, construcción, alimentación, turismo, industria, etc.). “Analizamos la situación actual de cada uno, lanzamos propuestas decrecentistas aterrizadas y mostramos ejemplos existentes. 3. Pero no es solo suficiente saber dónde estamos y dónde queremos ir, sino cómo hacer ese tránsito. De este modo, el tercer bloque es sobre estrategias. Una montón de ideas que buscan abonar reflexiones colectivas. Y termina, señala Carlos Valmaseda, con una pequeña puya -que quizá se podría haber ahorrado- al otro libro presentado esta semana, el de Emilio Santiago: “Por casualidad, el libro coincide en su publicación con este otro. Todo apunta a que proponemos medidas y estrategias distintas usando un tono marcadamente diferente. No escribimos desde la certeza de tener razón, ni lo hacemos calificando con palabras agresivas otras ideas.””

2. Con palabras de Carlos Valmaseda: Creo que vale la pena pasar por aquí artículos críticos con el decrecimiento siempre que sean solventes -o al menos a mí me lo parezcan- y no sea pura propaganda mainstream. Con motivo de la reciente publicación del libro de uno de los asistentes a la reciente conferencia en el Europarlamento, Timothée Parrique, Ralentir ou perir, se acaba de publicar esta crítica al libro. https://letempsdesruptures.fr/ Reflexiones sobre el buen uso del PIB. Y algunas preguntas para Timothée Parrique y los defensores del decrecimiento: ¿Es el decrecimiento un proyecto realista? Según sus principales defensores, es a la vez una respuesta a las injusticias del capitalismo de mercado y una solución para implantar una economía que respete los límites ecológicos del planeta. En una lectura crítica del último libro del teórico francés del decrecimiento Timothée Parrique, David Cayla explica por qué, en su opinión, el proyecto del decrecimiento representa una ruptura antropológica violenta con pocas posibilidades de aceptación social.

3. “Siete de los nueve umbrales que permiten la vida humana sobre la Tierra ya han sido sobrepasados” por Miguel Ángel Criado. Publicado en El País, 1/VI/2023. “Un informe cuantifica los límites climáticos, naturales y de contaminantes que aseguran el mantenimiento seguro y justo de la civilización.” Un amplio grupo de científicos identificó en 2009 nueve límites que los humanos no deberían sobrepasar si quieren que la Tierra siga siendo acogedora para la civilización. Ahí estaban, entre otros, el agua dulce disponible, el área natural que se conserva, los niveles de contaminación, la capa de ozono y, cómo no, el cambio climático. Ahora, un nuevo informe recién publicado en Nature cuantifica por primera vez los umbrales para cada uno de estos problemas que no deberían sobrepasarse para que el sistema terrestre sea seguro y justo no solo para los humanos actuales, sino para las generaciones futuras. Siete de ellos ya han sido sobrepasados en todo o en amplias zonas del planeta. La imagen apocalíptica la suaviza el hecho de que de la lista se ha caído el agujero en la capa de ozono troposférico: la humanidad fue capaz de resolver el problema a tiempo

  1. Será de su interés: “Continúan las mentiras de Occidente sobre el uranio empobrecido” por Francesco Santoianni. Publicado en TopoExpress, 8/VI/2023., https://www.elviejotopo.com/topoexpress/continuan-las-mentiras-de-occidente-sobre-el-uranio-empobrecido/La posible existencia de una nube radioactiva deambulando por el Este de Europa ha sido ignorada o menospreciada por los medios de comunicación más importantes, continuando en su línea de desinformar a la población.”

Cojo el hilo de Saito.

Antes de continuar, observa el filósofo nipón, resumiré a modo de repaso lo que generalmente se ha difundido como marxismo. Probablemente, afirma, la mayoría entendía algo así como lo siguiente:

1.Con el desarrollo del capitalismo, los trabajadores comienza a ser explotados brutalmente por los capitalistas y se acentúan las diferencias de clase.

2.Los capitalistas se lanza a competir, aumentan la capacidad de producción y producen cada vez más mercancías.

3. Los trabajadores, explotados a cambios de sueldos irrisorios, no pueden comprar las mercancías que ellos mismos producen.

4. Consecuencia: la sobreproducción (la producción acumulada y no vendida) termina originando una crisis económica.

5. La pérdida de empleo causada por la crisis empobrece aún más a las clases obreras (Saito y/o el traductor usan la expresión, mala en mi opinión, “masa obrera”)

6. Las clases proletarias se unen y se alzan contra el capitalista.

7. Irrumpe la revolución socialista: los trabajadores son liberados de la opresión.

Este sería, según Kaito, un resumen muy esquemático de lo fundamental del Manifiesto Comunista (1848). El aún joven Marx, albergaba por aquel entonces una visión optimista según la cual “tarde o temprano, el capitalismo sería superado mediante la revolución socialista a la que daría lugar una crisis económicas.” Precisamente por ello, hasta llegó a creer necesario “promover el desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas como vía para la instauración del socialismo”. Esa idea es conocida como “determinismo de las fuerzas productivas.”

Sin embargo, nos recuerda Saito, las revoluciones de 1848 terminaron en fracasos y el capitalismo recuperó de nuevo el aliento. “Lo mismo sucedió tras el pánico de 1857. Frente a la evidencia de la solidez del capitalismo, que salía airoso de una crisis tras otra, Marx comienza a revisar su postura.”

Será a partir de El Capital, publicado dos décadas años más tarde, en 1867, cuando comience a desarrollar sus nuevas ideas “Por eso , por mucho que el MC sea fácil de entender, solo con su lectura no puede dar por comprendida la teoría de Marx”.

El Capital inacabado y el cambio radical del último Marx” es el título del siguiente apartado.

Lo que dificulta conocer el capital en su plenitud es que el “propio Marx no pudo desarrollarlo con la suficiente concreción las ideas que fue elaborando en su última etapa, ni siquiera en El Capital.”

Sus observaciones:

1. El libro I de El Capital (Saito o el traductor hablan equívocamente de tomo I) lo redactó íntegro el propio Marx y se publicó en 1867.

2. Le faltó por completar la redacción de los libros II y III.

3. Estos dos libros no son sino “versiones completadas por su amigo Engels basándose en escritos póstumos de Marx”.

4. Debido a ello, sostiene Saito, “las diferencias de opinión entre Marx y Engels han distorsionado, en la fase de redacción, las reflexiones de la última etapa de Marx, y no son pocos los pasajes que resultan abstrusos”, sin indicar Saito qué pasajes resultan incomprensibles..

5. La razón de ello (según Saito): la crítica de Marx al capitalismo se siguió desarrollando y profundizando después de la publicación del primer lbro, “durante la ardua preparación de su continuación a partir de 1868, se obrió un gran cambio en su teoría”

6. Para Saito, este pensamiento de esta última etapa de Marx es el que constituye una aportación clave para sobrevivir a la crisis climática del Antropoceno. Hablará de ello más adelante

(Una sugerencia: Marcello Musto, L’últim Marx. Una biografía política, Barcelona, Tigre de paper, 2023)

7. Empero “ese gran cambio no se detecta en los tomos publicados de El Capital. Engels, con su empeño en enfatizar el carácter sistemático de El Capital”, terminó oscureciendo “la parte inacabada de su obra”. Es decir, “las partes que a Marx más esfuerzo teórico le supusieron, menos claras resultan.”

(Sobre las críticas a Engels por su trabajo de edición de EL Capital, comentaremos algo más adelante).

8. En consecuencia, “las ideas de la última etapa de Marx las conocen solo unos pocos especialistas dedicado a estudiar sus cuadernos de investigación”. El autor es uno de ellos, aunque su estudio no versa concretamente sobre El Capital

9. Debido a ello, para Saito, Marx sigue estando enormemente malinterpretado, “incluso por los propios estudiosos de Marx y muchos marxistas declarados.”

Añade Saito; no es una exageración decir que esta malinterpretación distorsionó sobremanera su pensamiento, “terminó alumbrando un monstruo llamado “estalinismo” y se convirtió en la causa que ha conducido a la humanidad al borde del precipicio con la gravísima crisis climática.” Ha llegado la obra de aclarar este malentendido, concluye el filósofo japonés.

Por detrás de estas observaciones: la línea de interpretación marxista del “Nuevo Marx”, un nuevo Marx que los estudiosos de su obra, como señala el propio Saio, no fueron capaces de ver… Hasta hace muy pocos años.

Volveremos también sobre esta arista tan en boga y con tantos partidarios.

La naturaleza de la visión de la historia como progreso: el determinismo de las fuerzas productivas y el eurocentrismo” es el título del siguiente apartado.

Qué es lo que se malinterpretó pregunta Saito. Su respuesta: el supuesto optimismo de Marx según el cal “la modernización que procurará el capitalismo liberará finalmente a la humanidad”. Es una idea que se observa, tópicamente, en el Manifiesto Comunista.

Era esto lo que pensaba Marx en la época del Manifiesto comunista.“Es probable que, por un lado, el capitalismo empobrezca temporalmente a los trabajadores o destruya el medio ambiente; pero, por otro, dará lugar a innovaciones, gracias al fomento de la competencia, y aumentará la capacidad productiva.” Este aumento de la productividad sentará las bases de “una sociedad futura en la que todos dispongan de riqueza y libertad.”

Saito llama a esta perspectiva, la «visión de la historia como progreso». De acuerdo con la interpretación más difundida de Marx, “este sería el pensador arquetípico de la visión de la historia como progreso.” La visión de Marx “presenta dos características: el determinismo de las fuerzas productivas y el eurocentrismo.” El determinismo de la fuerzas productivas supone buscar sin descanso “el aumento de la capacidad de producción bajo el capitalismo. El incremento de la productividad solventaría los problemas de la pobreza, así como los medioambientales, y, finalmente, liberará a la humanidad”. Es una apología de la modernización, según Saito

Se observa aquí, prosigue, “una visión unilineal de la historia. Es decir, Europa occidental, con una alta capacidad de producción, se halla en un lugar más adelantado de la historia. Por eso, el resto de las regiones deberán avanzar en la modernización bajo el capitalismo, a semejanza de la Europa occidental». Esta idea sería el eurocentrismo.

De esta forma, en la visión de la historia como progreso, unilineal, el determinismo de las fuerzas productivas y el eurocentrismo están “íntimamente relacionados. Sin embargo, esta concepción de la historia como progreso -en esencia, el materialismo histórico- ha sido muy criticada. ¿Por qué es problemática?

Saito lo analiza en detalle empezando por el determinismo de las fuerzas productivas.

Los problemas del determinismo de las fuerzas productivas” es el título del siguiente apartado.

Recordemos nuestros temas pendientes: 1. La vindicación del trabajo de Engels como editor de Marx. 2. El asunto del Nuevo (del novísimo) Marx.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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