Página herida
Historia y lengua como espadas (I)
Para Steven Forti, por su coraje, por su claridad, por plantar cara. ¡No pasarán!
En la mejor y más rancia tradición, como cuando a principios de siglo XX la burguesía catalana decidió desterrar a los incómodos neomaltusianos, la presidenta de la Cámara legislativa catalana, Laura Borràs, optó por alejar del acto a obreros con tufo a comunista y seguramente con un acento que los haría poco recomendables como pareja lingüística. Para ello nada mejor que recurrir a una astilla del mismo palo: Rafael Ribó, un converso al procesismo que fuera secretario general del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Ribó -que fue quien seleccionó a los invitados- no hizo ni una sola mención al partido que dirigió, quizás en agradecimiento a los 17 años -casi una mayoría de edad- que lleva como Síndic de Greuges, o en aras de ese ecumenismo unitarista que tan poco practican y tanto predican algunos sectores del soberanismo.
Francesc Valls (2021)
Y, como he dicho, está claro que no es por desconocimiento de la lengua (los niños y jóvenes de nuestros colegios son la generación que más conoce el catalán), es, parece claro, por desafección política, por hartazgo de imposiciones. En definitiva: porque usar la lengua como arma política solo juega en contra de la misma lengua. Las lenguas solo tienen dos enemigos: quienes las prohíben y quienes las imponen. Y en Cataluña entre nuestros gobernantes tenemos bastante de los dos grupos. Por eso la pregunta siempre es la misma: ¿Hasta cuándo tendremos que dejar de sentirnos señalados la mitad de los catalanes que nos sentimos españoles por expresarnos en alguna ocasión en castellano, uno de los dos idiomas oficiales de Cataluña, sin tener la necesidad de recordar que es cooficial en la comunidad? Yo quiero hablar mis lenguas (las dos) en libertad, y eso quiere decir que no las quiero ni prohibidas ni impuestas. Y, por supuesto, tampoco quiero aparecer en una lista según la que hable.
Carmen Domingo (2021) Continuar leyendo «Historia y lengua como espadas (I)»