MOVILICÉMONOS CONTRA LA GUERRA.
Declaración de la Comisión Ejecutiva de AIREs-La Izquierda
La represalia iraní en respuesta a la criminal escalada de ataques y bombardeos indiscriminados lanzada por el régimen sionista israelí en Palestina, Yemen, Líbano y Siria ha confirmado, por si quedaba alguna duda, que estamos ante una guerra de peligrosísimas consecuencias en toda la región del Oriente Próximo. Una guerra que ya ha producido muertes innumerables entre las poblaciones de la zona, pero que amenaza extenderse mucho más debido a la intervención directa en la misma de los EE.UU. y sus satelites de la UE y la OTAN.
Las amenazas lanzadas, desde la misma tribuna de Naciones Unidas, por el primer ministro israelí dejan claro que la voluntad de la entidad estatal sionista es precisamente extender la guerra y los hechos producidos en el último año muestran que lo harán a base de bombardeos masivos y no de combates terrestres contra fuerzas armadas que se les enfrenten. En efecto, tanto lo sucedido en Gaza, como lo que ocurre en Líbano desde el 1 de octubre, prueba que la infantería sionista sólo avanza cuando el terreno ha sido previamente arrasado y se retira en cuanto halla resistencia. Es por esto por lo que millones de personas de buena voluntad, en todo el mundo, gritan que esto es un genocidio.
Nada de esto sucedería sin el apoyo militar de los EE.UU., pues son estos quienes suministran su armamento principal a los israelíes. En cuanto al apoyo económico es fundamental el papel de la UE, socio comercial básico de Israel, que se niega a paralizar su tratado preferencial, pese a lo que este dispone en su cláusula acerca de los derechos humanos. Por último, pero no menos importante, también son cómplices los grandes medios de comunicación occidentales que, al tiempo que ocultan los crímenes sionistas, difunden sin empacho los comunicados oficiales que llegan de Tel-Aviv. Comunicados que, como está harto demostrado desde hace años, no contienen más que mentiras (lo que en hebreo se llama (hasbara).
La mayoría de los gobiernos mundiales, como se vio cuando un gran número de delegaciones abandonaron la Asamblea General de Naciones Unidas durante la intervención de Netanyahu, rechazan y condenan todo esto. Pero la voluntad de avanzar hacia el desastre es lo que impera en los gobiernos de la mayor potencia militar mundial, de sus satélites y de la única potencia atómica de Oriente Próximo. Por tanto, somos los ciudadanos de estos países quienes tenemos la obligación de movilizarnos en contra de la deriva bélica de nuestros gobiernos.
Concretamente, lo que debemos exigir al gobierno español es que deje de lado sus declaraciones platónicas y tome las siguientes medidas:
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Demandar un inmediato alto el fuego en toda la zona y la retirada a sus bases de partida de todas las fuerzas armadas israelíes.
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Apoyar decididamente el cumplimiento de las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia y de las resoluciones 194 y 242 de Naciones Unidas.
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La suspensión de las relaciones diplomáticas con Israel, en tanto no se haga realidad lo anterior, así como la ruptura de todas las relaciones económicas y culturales, públicas y privadas. Comenzando por el cese de las escalas en los puertos españoles de la naviera oficial sionista ZIM y de la compañía El Al en nuestros aeropuertos.
Desde AIREs-La Izquierda nos comprometemos a impulsar de manera unitaria cuantas movilizaciones populares sean necesarias para alcanzar esos objetivos y frenar la escalada guerrerista que ya cubre todo Oriente Próximo y puede llegar hasta nosotros.
Comité Ejecutivo Nacional de la Alianza de la Izquierda Republicana de España