Del historiador y miembro de Espai Marx, José Luis Martín Ramos.
(Continuación) Con el 95% de las actas escrutadas se confirma la victoria aplastante de Morena, con sus aliados el Partido del Trabajo y el Partido Verde. El porcentaje de participación ha sido menor, el 61%, con respecto a 2018, el 63,4; pero la abstención se ha producido en el electorado de la derecha. Claudia Sheinbaum ha obtenido 33.230.000 millones de votos en cifras redondas, 3,1 millón más que AMLO en 2018; el incremento de votos se corresponde, en porcentaje, con el incremento del censo de electores (un 11% entre 2018 y 2024), con lo que la participación del electorado de izquierda parece que se ha mantenido en las mismas cifras. En la medida en que, por el contrario la oposición no solo no ha recogido el aumento del censo electoral sino que incluso ha retrocedido en torno a medio millón de votos con respecto a 2018, el porcentaje de voto recogido por Claudia Sheinbaum es algo mayor al que obtuvo AMLO, 59,6 en 2024 frente a 53,2 en 2018. (la oposición incluye desde el «PRIAN»hasta el Movimiento Ciudadano que dice situarse en el «centro» entre el bloque de la Cuarta Transformación y la coalición «dinosaura» PRI-PAN-PRD).
La victoria en las presidenciales se hace todavía mayor en las elecciones legislativas, en la de gobernadores y en la de la gobernación y las 16 alcaldías de la Ciudad de México. En las legislativas, el bloque de la 4T ha obtenido 365 diputados (243 Morena; 74, Partido Verde; 48 Partido del Trabajo), lo que supera en una treintena de diputados la mayoría cualificada de dos tercios y le permite aprobar por sí mismo cualquier ley de tipo orgánico así como modificaciones constitucionales. En el Senado ha conseguido 82 senadores (62 Morena; 14 Verde; 6 Trabajo), mayoría absoluta, pero cuatro escaños por debajo de la cualificada, de manera que para conseguirla en esta cámara necesitará el apoyo de 4 diputados individuales o del centrista Movimiento Ciudadano. Por tanto CS tendría una capacidad de gobierno mayor que la que tuvo AMLO.
La victoria en las elecciones de gobernadores de estados ha sido finalmente de 7 a 2; destacando el triunfo de Morena-PT-V y otras formaciones locales en Chiapas por un 79% de los votos, y de la misma fórmula en Yucatán -donde gobernaba el PAN- por un 51%. En Tabasco, lugar de origen de AMLO, la victoria ha sido del 80,5%, a pesar de que el candidato, que era el gobernador saliente, había recibido críticas amplias por su gestión personal. Julio Astillero, periodista al que me he referido en otras ocasiones, comentaba que el electorado de izquierdas había dado una segunda oportunidad a los candidatos morenistas que no se habían desempañado bien, o todo o bien que se esperaba, en su anterior gestión. Con los triunfos de ayer Morena gobernará 23 estados, San Luis Potosí, queda gobernado por el Verde, aliado con Morena. El PAN gobernará solo cuatro estados; el PRI, dos, y Movimiento Ciudadano, dos.
En Ciudad de México, la victoria por la gobernación general ha sido para Clara Brugada de Morena, por el 51,7%, muy lejos del candidato del «PRIAN», que solo obtuvo el 39%. y la coalición Morena-PT-PV ha ganado 12 de las 16 alcaldías.
Todo ello significa el fin de sistema de partidos establecido a comienzos de los cuarenta del siglo XX, protagonizado por el PRI y el PAN. Por otra parte el PRD- residual después de la marcha de AMLO y sus partidarios, incluido por ejemplo Cuauhtémoc Cárdenas- luego de su errático viaje en alianza con el PAN y el PRI está al borde de la desaparición política.
Nota final. Ayer la cotización de buena parte de los bancos nacionales -entre ellos los de Carlos Slim y Carlos Hank González, dos históricos oligarcas financieros con incidencia directa en la política mexicana- se desplomaron con caídas de entre el 9 y el 13%.