Un interesante (y breve) análisis del director general de Le Monde Diplomatique: https://blogs.publico.es/dominiopublico/29381/la-bomba-de-racimo-del-brexit/. El escenario que describe
«[…] El brexit ya ha provocado la dimisión de dos primeros ministros: David Cameron y Theresa May. No se descarta que Boris Johnson corra la misma suerte tras, entre otras posibilidades (entre las que se encontraría la celebración de un nuevo referéndum o de elecciones legislativas anticipadas), la votación de una moción de censura por parte de la Cámara de los Comunes, en la que dispone de una mayoría por solamente un voto. Su voluntad de sacar al Reino Unido de la UE el 31 de octubre pase lo que pase (es decir, sin ningún acuerdo previo sobre los términos de un divorcio amistoso) choca frontalmente con una decisión ya tomada en Westminster: la de rechazar cualquier brexit “duro”. De ahí el riesgo de conflicto institucional entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Igualmente, el brexit ha hecho que emerja la amenaza de confrontaciones territoriales. Así, en caso de salida no negociada de la UE, Escocia podría proclamar su independencia y solicitar su adhesión directa a la UE. El País de Gales se vería tentado a hacer lo mismo. Irlanda del Norte, por su parte, podría volver a convertirse en un foco de lucha armada si, en caso de un brexit “duro”, se restableciera una frontera física con la República de Irlanda. Así pues, son muchos los cambios potenciales no anticipados por los brexiters , por no hablar de las consecuencias del fin del acceso al mercado único europeo.
Paradójicamente, es en el momento en el que el Reino Unido se dirige hacia la salida de la UE cuando los responsables políticos británicos descubren la centralidad de la cuestión europea en el propio seno de cada Estado…»