Para José Sarrión, por su coraje político y filosófico.
No hay libros de Marx (o de cualquier otro autor marxista) en la biblioteca de juventud de Manuel Sacristán (hasta 1950 o 1951) que reconstruyó Albert Domingo Curto. Sí sobre Hegel, Weil, Poincaré u Ortega, por ejemplo.
No hay referencias marxianas en los artículos que publicó en los cuatro números de Qvadrante. Los universitarios hablan (entre noviembre de 1946 y mayo de 1947).
https://espai-marx.net/?p=18774.