DEL COMPAÑERO Y MIEMBRO DE ESPAI MARX, CARLOS VALMASEDA.
ÍNDICE
1.Caminar entre precipicios.
2. La sumisión europea y la respuesta china.
3. Seis meses de presidencia de Trump.
4. Colapso moral de Occidente.
5. Chris Hedges entrevista a Roger Waters.
6. El acoso judicial a Palestine Action.
7. El Segundo Congreso y el basurero de la historia.
8. Entrevista a Jason Hickel sobre decrecimiento.
9. Resumen de la guerra en Palestina, 31 de julio de 2025.
1. Caminar entre precipicios.
En vista de vuestra reciente discusión, quizá os interese este artículo del editor de Jacobin lat sobre con quién tiene que pactar la izquierda.
https://jacobinlat.com/2025/07/su-libertad-y-la-nuestra-2/
Su libertad y la nuestra
Martín Mosquera
El avance de la extrema derecha exige a la izquierda un delicado equilibrio: forjar alianzas amplias para enfrentarla sin entregar su conducción al centro liberal. Debe librar una doble batalla: contra la extrema derecha y contra las tendencias adaptativas de sus aliados moderados.
Cuando Adolf Hitler fue nombrado canciller del Reich el 30 de enero de 1933, la reacción de las principales fuerzas del movimiento obrero alemán osciló entre la incredulidad institucional y la indiferencia sectaria. El Partido Socialdemócrata (SPD), aferrado a una legalidad republicana ya erosionada, convocó manifestaciones «por la Constitución», confiando en que la adhesión popular a la institucionalidad bastaría para contener el avance autoritario. El Partido Comunista (KPD), en cambio, fiel a la doctrina del «tercer período» dictada por una Internacional Comunista estalinizada, llamó a combatir a los «socialfascistas» —es decir, a los propios socialdemócratas—, considerados el principal enemigo de clase. En el interior de esa lógica, Hitler no era sino una figura transitoria, el prólogo agitado de una inminente ofensiva proletaria. «Después de Hitler, nuestro turno», resumió célebremente el KPD bajo dirección de Ernst Thälmann. Ambos partidos calcularon mal.
En el país con el movimiento obrero más instruido, organizado y politizado de su tiempo, la ausencia de una acción coordinada entre sus dos principales corrientes permitió que el fascismo tomara el poder. Casi un siglo después, puede afirmarse con certeza que ni el apego al formalismo constitucional ni el sectarismo que bloquea toda posibilidad de alianza defensiva han sido superados por la izquierda. Por el contrario, ambos errores reaparecen con inquietante persistencia cada vez que una nueva oleada reaccionaria se pone en marcha.
¿Por qué avanza la extrema derecha?
El giro de capas amplias de la población hacia la extrema derecha no se explica, ante todo, por racismo, sexismo o rechazo a la «cultura woke». Responde a una reacción confusa pero, en sus propios términos, coherente frente al derrumbe del tejido social que alguna vez ofreció seguridad, comunidad y propósito. Como señala Meagan Day, muchos votantes de la extrema derecha no añoran tanto las jerarquías rígidas del pasado como la estabilidad laboral y la cohesión colectiva que caracterizaron al capitalismo keynesiano, en el que también predominaban valores culturales conservadores. La masificación de una demanda de orden entre sectores medios y populares, tras décadas de descomposición social neoliberal, encuentra una sensibilidad conservadora afín en el recelo hacia los cambios impulsados por los movimientos feministas, antirracistas y LGBT. Esa sintonía fue hábilmente explotada por la extrema derecha, que logró unificar malestares heterogéneos en un relato común. Sin embargo, no son las disputas culturales en torno a género, raza o sexualidad las que motivan principalmente una reacción como la que observamos a nivel global.
La clave no reside, entonces, en los valores culturales perdidos, sino en las condiciones materiales que sustentaron aquel período que hoy se añora (cuando, por ejemplo, «América fue grande»): altos salarios, sindicatos fuertes, baja desigualdad. Fue ese marco —y no una supuesta armonía basada en valores conservadores— el que permitió un orden social más integrado. El neoliberalismo desmanteló esas condiciones de integración, y la izquierda, al abdicar progresivamente de su programa histórico en nombre de una adaptación al nuevo consenso, dejó vacante el terreno que hoy ocupa la extrema derecha con su llamado a restaurar un orden perdido bajo la égida de un Estado autoritario.
Un mundo poshegemónico
La historia reciente muestra que esas figuras extravagantes y extremistas que es difícil no subestimar instintivamente, —como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Boris Johnson, Geert Wilders o Javier Milei— han logrado convertirse en los verdaderos protagonistas de la política global. No solo imponen su agenda y marcan el pulso del debate público, sino que logran presentarse como portadores de una salida a la crisis. ¿Dónde radica, entonces, su eficacia?
En el nuevo escenario político global, la estrategia de la extrema derecha parte de un diagnóstico implícito: el mundo ya no se organiza en torno a grandes consensos estables ni a hegemonías duraderas. Transitamos un tiempo que podemos denominar «poshegemónico», marcado por el descrédito generalizado del sistema político y una crisis profunda de las identidades colectivas. A ello se suma el deterioro de las instituciones populares que, durante más de un siglo, canalizaron el malestar social —partidos obreros, sindicatos e incluso la Iglesia—, hoy gravemente debilitadas. El resultado es un vacío de referencias ideológicas y organizativas, en el que proliferan relaciones sociales cada vez más fragmentadas, inestables y volátiles.
En este marco, la extrema derecha no apuesta a construir mayorías amplias pero inestables, sino minorías fuertes, ideológicamente cohesionadas, capaces de resistir y proyectar su influencia en escenarios de confrontación. El objetivo es galvanizar una base social intensa, leal y movilizada —así no sea mayoritaria— que funcione no solo como sustento electoral, sino como vector de una nueva cultura política: más agresiva, más simple e identitaria. Identificar esta estrategia con un presunto «gramscismo de derecha» es un error; se trata, más bien, de una forma de «guerra cultural» adaptada a un mundo poshegemónico.
Mientras los manuales de sociología electoral y comunicación política aconsejan a los políticos en campaña «centrarse en los que faltan» —es decir, moderar el discurso para atraer votantes del centro—, la nueva derecha invirtió ese principio y, para sorpresa casi de todo el mundo, tuvo éxito. En lugar de suavizar sus posiciones, optó por radicalizar y consolidar su núcleo duro. En un escenario de identidades frágiles y lealtades políticas inestables, ese núcleo se convierte en un activo estratégico. Combinado con el desgaste del sistema político y la crisis hegemónica del neoliberalismo, permite —en determinadas coyunturas— ampliar el alcance, atraer votantes descontentos e incluso conquistar mayorías electorales sin necesidad de persuadirlas plenamente.
Esta lógica no pretende evitar la polarización sino que la adopta plenamente y la convierte en método. Cada enfrentamiento, cada crisis y cada provocación fortalece sus bases, las cohesiona y amplía su radio de influencia. La confrontación, así, deja de ser un obstáculo para gobernar y se convierte en la forma misma de construir poder en un escenario atravesado por la fragmentación y la incertidumbre.
En el ejercicio del poder, la hipótesis de estabilización de estos gobiernos consiste en conservar su propia base de apoyo, en medio de un sistema político que no logra recuperarse de su colapso, mientras la sociedad se hunde en la desmovilización y la apatía. En ese contexto, el autoritarismo puede prosperar. Más que una anomalía, se trata de una innovación político-estratégica que conviene comprender en toda su dimensión, en tanto quizá constituya la mayor novedad del orden político surgido tras la crisis de 2008.
La lógica poshegemónica de la polarización tiene, sin embargo, un doble filo. Al renunciar a la construcción inmediata de una mayoría social, la extrema derecha revela, sin proponérselo, que aún subsisten fuerzas sociales capaces de enfrentársele, por más dispersas, desmoralizadas o residuales que parezcan. En este escenario, la polarización no sólo solidifica el bloque reaccionario: puede, también, catalizar una recomposición del campo opositor. Como lo ilustró, en sentido inverso, el ascenso de la derecha tras el agotamiento del neopopulismo latinoamericano, toda estrategia de confrontación permanentemente tiende a configurar su propio antagonista. La condición para que ese potencial se materialice es la existencia de una dirección política capaz de articularlo y proyectarlo con un horizonte propio.
¿Frente único obrero? ¿Frente popular? ¿Frente democrático?
La comparación entre la extrema derecha actual y el fascismo clásico es tan necesaria como, por momentos, asfixiante. Como suele ocurrir, las analogías históricas pueden ser herramientas útiles para la reflexión, pero también corren el riesgo de sobredimensionar las similitudes con el pasado. Hoy vuelven a cobrar vigencia viejas discusiones sobre la táctica antifascista —como las del frente único, el frente popular o el llamado «tercer período»—, que en el marxismo de los años veinte y treinta involucraron a figuras como León Trotsky, Antonio Gramsci, Daniel Guérin, Palmiro Togliatti, Otto Bauer, Angelo Tasca, Arthur Rosenberg o Gueorgui Dimitrov. Sin embargo, estas referencias reaparecen tanto como fuentes de inspiración como en forma de analogías demasiado rígidas, que puede oscurecer el perfil específico del nuevo ciclo reaccionario.
Entre la coyuntura de los años treinta y la situación actual media una discontinuidad histórica profunda. Las derrotas acumuladas durante las últimas décadas —desde la ofensiva neoliberal hasta la disolución del «campo socialista»— han dejado a la izquierda en una posición de debilidad estructural, no solo en el plano político sino también en el conjunto de las fuerzas orgánicas (sindicales, asociativas, movimentistas) a las que se asociaba. La crisis actual del orden liberal no encuentra enfrente a partidos comunistas ni a fuerzas reformistas de masas, como ocurría en Europa en el período de entreguerras. A diferencia de entonces, tampoco hay una polarización entre proyectos políticos: la iniciativa y la radicalización pertenecen casi exclusivamente a la extrema derecha.
La izquierda radical, por su parte, sobrevive en estado defensivo, replegada en trincheras locales o núcleos de resistencia social, sin capacidad real de disputar la hegemonía del malestar. En ese marco, suponer que la izquierda anticapitalista puede competir con la extrema derecha por un supuesto espacio común «antisistema» constituye un error estratégico. No existe hoy un «campo antisistema» compartido ni una radicalidad social políticamente neutra o en disponibilidad. Lo que predomina es una metabolización reaccionaria del malestar, que avanza sobre el terreno dejado por la desorganización de las clases populares y el retroceso de la izquierda. Intentar convertirse en el ala izquierda de esa radicalización solo conduce al aislamiento o —peor aún— a la adaptación al discurso derechista (de lo cual no faltan ejemplos, incluso entre corrientes marxistas).
Esto plantea un dilema político de difícil resolución: ¿cómo resistir el avance de la extrema derecha en un escenario tan distinto al de los años treinta, con una izquierda debilitada, desorganizada y a la defensiva? La respuesta sugerida por el sentido común liberal —un desplazamiento hacia el centro con el objetivo de atraer a sectores moderados y aislar a la ultraderecha— reitera una dirección ya ensayada, con resultados conocidos. Más allá de acuerdos tácticos puntuales para impedir victorias electorales de figuras como Trump, Le Pen o Bolsonaro, una alianza estable con el «extremo centro» solo refuerza las condiciones que alimentan el fenómeno que se busca contener. Peor aún, consolida una narrativa funcional al proyecto reaccionario: la extrema derecha como única ruptura real con el sistema, y la izquierda como su apéndice domesticado.
Sin embargo, en casi ningún país atravesado por el ascenso de la extrema derecha resulta plausible suponer que un bloque estrictamente «obrero» pueda contener por sí solo la reacción, sobre todo cuando la vieja socialdemocracia europea o los populismos latinoamericanos difícilmente pueden seguir considerándose expresiones reformistas de la clase trabajadora. En Europa, casi sin excepción, y de forma más matizada en el caso del progresismo latinoamericano, estas fuerzas han tejido vínculos orgánicos con fracciones de las clases dominantes y, aun así, muchas veces resultan también insuficientes para hacer frente al avance reaccionario. Tal es el grado de degradación de las relaciones de fuerza, particularmente en el plano político. Solo asumiendo sin ilusiones la magnitud del retroceso podremos comenzar a enfrentarlo.
Las formulaciones del marxismo de los años veinte y treinta sobre el «frente único obrero» siguen ofreciendo un punto de partida útil, siempre que se asuman a la luz de las profundas transformaciones históricas que nos separan de aquel momento. Esa orientación fue concebida en un escenario en el que los partidos comunistas tenían implantación de masas, disputaban la conducción del movimiento obrero y podían ejercer una presión real sobre las direcciones reformistas en sociedades industriales en las que el proletariado era numéricamente central. Hoy ese marco ha desaparecido: la izquierda ha perdido peso en el mundo del trabajo, el movimiento obrero se ha debilitado notablemente y hasta la propia izquierda reformista atraviesa una de sus fases de mayor fragilidad y desarticulación.
En la medida en que la extrema derecha no sea derrotada mediante la movilización social, la izquierda se ve compelida a librar la batalla electoral en condiciones adversas. Dos experiencias recientes ofrecen referencias ligeramente orientadoras: la coalición que logró desalojar a Bolsonaro y devolver a Lula al gobierno en Brasil, y el bloque impulsado por La France Insoumise (el Nouveau Front Populaire) que consiguió frenar, al menos provisionalmente, que la extrema derecha accediera al poder en las últimas elecciones parlamentarias francesas. Ninguna de estas experiencias responde al modelo clásico del frente único obrero, al menos si se lo concibe en su versión histórica más estricta. El Partido de los Trabajadores, que hace tiempo dejó de actuar como una fuerza de clase independiente, ha recurrido a alianzas con sectores liberales y fracciones burguesas como parte de su estrategia para desalojar a Bolsonaro. La France Insoumise, por su parte, apeló por imperativos tácticos a una alianza con el Partido Socialista francés, arrastrado desde hace décadas por una deriva neoliberal apenas mitigada por algunos vestigios de su antigua cultura de izquierda.
Sin embargo, ambos procesos lograron algo que no debe subestimarse: no solo desplazaron a la extrema derecha sino que lograron empujar a un lugar secundario a la «burguesía liberal» —la «tercera vía» en Brasil y el bloque macronista en Francia—, que de haber monopolizado el enfrentamiento con la extrema derecha habría condenado a la izquierda, en todas sus variantes, a una condición residual. Al evitar esa deriva hacia un bipartidismo al estilo estadounidense —entre una extrema derecha radicalizada y un «extremo centro» neoliberal—, estos procesos preservaron un terreno político relativamente más abierto, desde el cual resulta más viable disputar la hegemonía y confrontar a la reacción desde posiciones de izquierda.
Aunque la izquierda radical no tiene hoy la fuerza suficiente para imponer un programa de reformas estructurales ni para evitar alianzas con sectores socioliberales, en los casos de Brasil y Francia la conducción de las coaliciones no quedó en manos del ala más conservadora. En Brasil fue Lula quien encabezó la alianza, no los partidos liberales o burgueses; en Francia, Mélenchon, no el Partido Socialista. Esto abrió un doble terreno de disputa: por un lado, contra la extrema derecha, mediante bloques con competitividad electoral real; por otro, al interior de las propias coaliciones, en un intento por evitar que la lucha contra las fuerzas reaccionarias desemboque en gobiernos de gestión socioliberal que desmovilicen y desmoralicen a las clases populares.
Este escenario, sin embargo, no debería generar ilusiones, pues está atravesado por peligros muy serios. Si predominan las fracciones socioliberales, la izquierda corre el riesgo de quedar reducida al ala progresista del statu quo, reforzando así las condiciones sociales que alimentan a la extrema derecha. Si, en cambio, adopta una posición intransigente en materia de alianzas, simplemente no logrará frenar el avance de las fuerzas reaccionarias. A Lenin se le atribuye la fórmula según la cual hacer política es siempre caminar entre precipicios: tal es, en esta coyuntura, el estrecho desfiladero que define el margen real de acción. Bloques electorales transitorios de este tipo —capaces de evitar la subordinación al «extremo centro» y, al mismo tiempo, de frenar a la extrema derecha— pueden funcionar como defensas provisionales, útiles para ganar tiempo, reconstruir fuerzas y reagrupar, en el mediano plazo, un polo radical que recupere el terreno perdido y vuelva a ofrecer una alternativa estratégica frente a la crisis, como lo hicieron las corrientes socialistas y comunistas a comienzos del siglo XX.
Martín Mosquera
Licenciado en Filosofía, docente en la Universidad de Buenos Aires y Editor Principal de Jacobin América Latina.
2. La sumisión europea y la respuesta china.
Ante la campaña de aranceles contra China -e India- Escobar escribe sobre la posible reacción de Pekín.
https://www.unz.com/pescobar/chinese-foxes-american-sharks-european-rodents/
Zorros chinos, tiburones estadounidenses, roedores europeos
Pepe Escobar • 31 de julio de 2025
El «laboratorio BRICS» tiene un espíritu creativo incesante y siempre adaptable. Vence siempre a la demencia arancelaria.
El Politburó ha programado la cuarta sesión plenaria del Partido Comunista de China para octubre (sin fecha concreta, probablemente cuatro días durante la segunda quincena). Será entonces cuando Pekín deliberará sobre las líneas maestras de su próximo plan quinquenal. Al pleno deberían asistir más de 370 miembros del Comité Central, la élite del partido.
¿Por qué es tan importante? Porque China es el objetivo principal indiscutible, junto con los principales miembros del BRICS, de la nueva «ley» universal ideada por el Imperio del Caos: «Yo impongo aranceles, luego existo». Por lo tanto, el próximo plan quinquenal tendrá que tener en cuenta todos los vectores derivados de la nueva «ley».
El pleno tendrá lugar unas semanas después de que Pekín celebre un gran desfile para conmemorar el fin de la Segunda Guerra Mundial. Vladimir Putin es uno de los invitados de honor de Xi.
Además, el pleno tendrá lugar justo antes de la cumbre anual de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico), que comienza el 31 de octubre en Seúl. Esta cumbre supone una oportunidad para una reunión directa y cara a cara entre Trump y Xi, que el director del circo, a pesar de su postura y sus tergiversaciones, está buscando activamente.
El pleno tendrá que sopesar cuidadosamente cómo la guerra comercial, tecnológica y geopolítica de facto entre Estados Unidos y China no hará más que recrudecerse. Por mucho que Made in China 2025 se haya revelado un éxito rotundo, a pesar de la máxima presión de Trump 1.0, las nuevas decisiones tecnológicas de la nueva ola china adoptadas en 2025 definirán la hoja de ruta a seguir en todos los ámbitos, desde la inteligencia artificial hasta la computación cuántica, la biotecnología y la fusión nuclear controlada.
Estoy encantado de ser su lacayo
Todo lo que importa en materia de comercio y tecnología se decidirá entre las dos superpotencias económicas. A estas alturas, está claro que un tercer actor potencial, la UE, simplemente ha cometido un suicidio en serie.
Empecemos por la cumbre entre China y la UE del 24 de julio, en la que, entre otras delicadezas, el protocolo de Pekín se dignó enviar, en el mejor de los casos, un humilde autobús turístico para recibir a la delegación europea, y Xi Jinping, a todos los efectos prácticos, dio por terminada la cumbre antes de lo previsto con un mensaje que en todo el Sur Global se interpretó como «no tenemos tiempo que perder con ustedes, payasos».
Eso es exactamente lo que quería el director del circo.
Luego vino la reunión entre la UE y EE. UU., que selló, de manera espectacular, la fase ya acelerada del siglo de humillación de Europa.
Todo comienza con Trump borrando de facto a Rusia del futuro energético de la UE. Bruselas se ha visto obligada, al estilo mafioso de «una oferta que no puede rechazar», a comprar 250 000 millones de dólares al año, cada año, durante los próximos tres años, de energía estadounidense a precios excesivos. Y, de paso, se le imponen aranceles del 15 %, y le gusta.
Así pues, la destrucción del Nord Stream 2, una operación llevada a cabo por la anterior administración autopen de Washington, tenía un claro objetivo imperial desde el principio.
Además, la UE debe pagar su guerra —ya perdida— en Ucrania comprando cantidades ilimitadas de armas estadounidenses a precios excesivos por valor del 5 % del PIB. Eso es lo que Trump impuso a la OTAN que impusiera a la UE. Siga el dinero.
Sin embargo, sea cual sea el «acuerdo» anunciado con profusión de superlativos por el director del circo, las cuentas no cuadran.
La UE gastó la friolera de 375 000 millones de euros en energía en 2024; solo 76 000 millones de euros se pagaron a Estados Unidos.
Eso significa que la UE tendría que comprar tres veces más energía estadounidense en los próximos tres años. Y solo GNL fabricado en EE. UU.: nada de Noruega, que vende gas por gasoducto más barato.
Desafiando la realidad —y, obviamente, sin que los dóciles medios de comunicación europeos les llamaran la atención—, la tóxica Medusa de Bruselas vociferó que el GNL estadounidense es más barato que el gas ruso por gasoducto.
Moscú no se inmuta, porque sus principales clientes se encuentran en toda Eurasia. En cuanto a los estadounidenses, no desviarán todas sus exportaciones a la UE, ya que las refinerías europeas solo pueden procesar un suministro limitado de petróleo de esquisto estadounidense. Además, no hay forma de que los eurócratas puedan obligar a las empresas energéticas europeas a comprar a los estadounidenses.
Así que, para redondear sus cifras, tendrán que comprar en otro sitio. Ese sitio sería Noruega, e incluso Rusia, suponiendo que los rusos estén interesados.
Trump 2.0 fue lo suficientemente inteligente como para «eximir» a algunos sectores de la demencia arancelaria, como los aviones y las piezas de aviones, los semiconductores, los productos químicos críticos y algunos productos agrícolas. Por supuesto: todos ellos forman parte de cadenas de suministro estratégicas.
Lo único que realmente importaba en general era convertir a Europa en un comprador masivo de energía estadounidense y obligarla a invertir en infraestructuras y en el complejo industrial-militar de Estados Unidos.
Y eso apunta a la única forma de «escapar» de la locura arancelaria: cuando se enfrenta a una «oferta que no puede rechazar», no la rechaza; la acepta, le gusta y ofrece todo tipo de inversiones en Estados Unidos. Los imperios antiguos solían obligar a sus «socios» a pagar tributos. Bienvenidos a la versión del siglo XXI.
Después de todo, ¿qué tiene Europa que ofrecer como ventaja? Nada. Ninguna empresa europea figura entre las diez primeras del ranking tecnológico mundial. Ni siquiera un motor de búsqueda europeo, ni un smartphone de éxito mundial, ni un sistema operativo, ni una plataforma de streaming, ni una infraestructura en la nube. Por no hablar de que no hay ningún fabricante de semiconductores de primer nivel. Y solo hay un fabricante de automóviles entre los diez más vendidos del mundo.
Todos a bordo de la «improvisación dirigida»
Si los tiburones estadounidenses no dieron literalmente nada a los roedores de la UE, la astuta China fue lo suficientemente benévola como para darles un poco de algo: bla, bla, bla sobre el cambio climático.
El resultado final, a la vista de todo el mundo: la UE como un actor lamentable con una autonomía estratégica inferior a cero en el tablero de ajedrez mundial. Es ignorada por completo en las guerras eternas del Imperio, desde Ucrania hasta Asia Occidental. Y da lecciones a Pekín —en Pekín— (cursiva mía) cuando depende totalmente de las materias primas, los equipos industriales y las complejas cadenas de suministro chinas para la tecnología verde y digital.
Yuen Yuen Ang, de Singapur, es profesora de economía política en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore. Es posible que tenga que seguir la línea —estricta— de la academia estadounidense, que es excepcionalista por definición. Pero al menos es capaz de aportar algunas ideas valiosas.
Por ejemplo: «Todos sufrimos un déficit de atención. Antes leíamos libros, luego artículos, luego ensayos, luego blogs, y ahora se ha reducido aún más a tuits de 280 caracteres. Así que pueden imaginarse qué tipo de mensajes caben en ese espacio tan reducido. Tienen que ser simplistas».
Esto va directo al corazón de cómo el director del circo está llevando a cabo su política exterior: gobernando a través de una acumulación de publicaciones sin sentido.
Yuen Yuen entra en un terreno más serio cuando comenta que China «quiere retirar un viejo modelo económico que dependía en gran medida de las exportaciones de bajo coste, la construcción y el sector inmobiliario. Quiere un desarrollo impulsado por la alta tecnología y la innovación».
Eso es precisamente lo que se debatirá en el pleno de Pekín en octubre.
Yuen Yuen también señala cómo «en los años ochenta y noventa», China podía «imitar el modelo de industrialización tardía de Asia Oriental. Hoy en día, no hay muchos modelos a seguir. China se ha convertido en pionera y otros países la ven como un modelo a seguir».
De ahí su concepto de «improvisación dirigida», llevada a cabo por los dirigentes de Pekín.
Saben cuál es el destino final preferido, pero aún necesitan probar todos los caminos posibles. Lo mismo se aplica, por cierto, a los BRICS, a través de lo que definí como el «laboratorio BRICS», donde se están probando todo tipo de modelos. Lo que importa, sobre todo, es un espíritu creativo incesante y siempre adaptable.
Siempre vence a la demencia arancelaria.
(Reproducido de Strategic Culture Foundation con permiso del autor o su representante).
3. Seis meses de presidencia de Trump.
Entrevista de Radhika Desai a Michael Hudson sobre la economía de los seis primeros meses de presidencia de Trump
https://michael-hudson.com/2025/07/the-maga-mirage/
El espejismo de MAGA
[Introducción]
RADHIKA DESAI: Trump siempre selecciona cuidadosamente las pruebas. Elige todas las estadísticas que le hacen quedar bien. Y lo que es peor, incluso cuando se produce alguna catástrofe, actúa como si fuera una especie de salvador.
MICHAEL HUDSON: El mercado de valores no es un reflejo de la economía, sino algo que se manipula de forma independiente, y eso es lo que hace Trump: manipular la percepción de la realidad para que la gente se centre en el hecho de que los mercados de valores parecen estar ganando dinero, en lugar de en el 10 % de la población que posee alrededor del 75 % de las acciones y los bonos.
[Inicio del programa]
RADHIKA DESAI: Hola y bienvenidos a la 49ª edición de Geopolitical Economy Hour, el programa que explora la economía política y geopolítica de nuestro tiempo, en constante cambio. Soy Radhika Desai y hoy me acompaña uno de nuestros favoritos y habituales, el profesor Michael Hudson. Michael, bienvenido.
MICHAEL HUDSON: Me alegro de que haya vuelto de Asia. Mientras estaba fuera, la economía estadounidense se ha visto destrozada por la combinación de los aranceles de Trump, sus políticas y la motosierra de Musk, que recorta el gasto público. Incluido el IRS del Tesoro, que ha sufrido recortes. Así que no hay nadie que controle las declaraciones de impuestos del 1 % más rico, que se ha beneficiado de todas las rebajas fiscales. Así que tenemos mucho de qué hablar, pero no estoy segura de cuánto han cubierto todo esto los periódicos asiáticos.
RADHIKA DESAI: Oh, bueno, yo seguí mucho de esto mientras estuve allí. Pero, más concretamente, me he puesto al día desde que regresé. Así que, Michael, hoy queremos hablar de los seis meses de presidencia de Trump. Los periódicos han estado llenos de comentarios de todo tipo.
De hecho, si visitamos la página web de la Casa Blanca, si creemos en sus comunicados, lo que nos dicen es que Trump ha estado trabajando sin descanso desde el primer día para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Y su balance de seis meses ya le ha convertido, según ellos, en el mejor presidente de Estados Unidos. Si terminara su mandato hoy, según ellos, seguiría siendo el mejor presidente de la historia. Ahora bien, si se lo creen, les vendo un puente.
Naturalmente, en esta sociedad tan dividida, hay muchos comentarios de tipo contrario. Mother Jones titula que, tras seis meses, Trump ha empeorado enormemente la vida de los estadounidenses. Mientras tanto, Newsweek publicó un artículo de opinión de un profesor de ciencias políticas claramente demócrata, que titulaba que, tras seis meses, Trump tiene demasiados fracasos como para contarlos.
Muchos dirían simplemente que la verdad está en algún punto intermedio, pero, de hecho, está en otro lugar, en un plano completamente diferente. De hecho, quizás lo más interesante de los últimos seis meses es cómo Trump se ha desligado de su base MAGA. La relación está mostrando grietas y contradicciones.
Y si seguimos la lógica de hacia dónde nos lleva esto, podría muy bien conducir al hundimiento de la empresa Trump. Y para entender cómo podría llegar a eso, tenemos que comprender en qué consiste la empresa Trump. Recordemos que Trump rompió el consenso bipartidista que llevaba décadas diciendo que la economía iba muy bien cuando en realidad no era así.
Afirmaban que solo se necesitaba un pequeño ajuste republicano aquí o un pequeño giro demócrata allá. Sin embargo, Trump ganó dos veces las elecciones rechazando este discurso y diciendo a los votantes estadounidenses lo que ya sabían y sentían profundamente por su experiencia directa: que la economía estadounidense iba muy mal. Desde luego, no les estaba sirviendo. Así que les aseguró que, si votaban por él, volvería a hacer grande a Estados Unidos y mejoraría sus vidas en particular.
El problema fue que, una vez que esta estrategia electoral funcionó, Trump ya no necesitaba este tipo de discurso y creencias. Lo había necesitado para ser elegido, para poder servir más o menos a la misma clase dominante que los anteriores establishment demócrata y republicano habían servido durante décadas. Una clase dominante de la que el propio Trump es una especie de miembro de clase C.
Digo que Trump sirve «más o menos» a la misma clase dominante porque hay un pequeño detalle interesante. Durante la campaña, los expertos hablaron de una división en la élite empresarial estadounidense. Por un lado, estaba la clase capitalista establecida y domesticada. Por el otro, había una clase capitalista inconformista, vaquera y ladrona.
Esta última exigía políticas mucho más neoliberales, políticas que dieran al capital aún más libertades de las que se le han concedido en las últimas cuatro décadas y media, más libertades y más privilegios que a los trabajadores. Y estos eran los que apoyaron a Trump desde el principio. De hecho, si se salieran con la suya, acabarían con el Gobierno y lo sustituirían por el gobierno directo de las grandes empresas. No bromean. Llevan décadas alimentando estas fantasías. Los primeros, la élite corporativa gobernante, sin embargo, estaban más o menos contentos con un poco más de neoliberalismo y apoyaron a Biden y luego a Harris.
Sin embargo, en el momento de la toma de posesión, esta pequeña arruga se había planchado, al menos para Trump. La clase dominante estadounidense parecía cerrar filas detrás de Trump, posiblemente intuyendo que los demócratas estaban en plena crisis tras las elecciones. Un auténtico quién es quién de la élite corporativa presenció con reverencia la toma de posesión de Trump. Entre ellos no solo se encontraban los antiguos y otrora solitarios partidarios inconformistas de Trump, como Peter Thiel y Larry Ellison, sino también nuevos y hasta ahora sólidamente demócratas «tech bros» como Elon Musk y conversos muy tardíos y arrepentidos como Mark Zuckerberg. Claramente, la clase dominante estadounidense había cerrado filas detrás de Trump.
Pero quizá, al hacerlo, le habían restado capacidad para salvarlos. A seis meses de su segundo mandato, lo que está más claro que nunca es que Trump está dividiendo la megabase que le llevó al poder.
Ahora bien, en caso de apuro, una sociedad capitalista puede prescindir por completo de la democracia y las elecciones. Ya ha ocurrido antes. Recuerden a Hitler, recuerden a Mussolini, recuerden a Franco. Y dado lo poco que las democracias occidentales y estadounidenses reflejan lo que la gente quiere y necesita, muchos dirían que ya está volviendo a ocurrir. Pero tal medida tendría un coste político y podría ser, como mínimo, complicada. Por lo tanto, si todo se puede gestionar de tal manera que al menos se mantenga la apariencia de democracia, la clase dominante capitalista lo preferiría.
La pregunta que se nos plantea, Michael, es la siguiente. ¿Ha empezado Trump a socavar la base sin la cual no puede ser elegido para servir a la clase dominante de forma democrática? ¿Ha empezado a hacerse inútil para esa clase dominante, irónicamente por su propio celo por servirla? Quizás la señal más destacada de esta división sea la ruptura de Elon Musk con Trump por el gran y hermoso proyecto de ley y su Nuevo Partido de América, que, según he leído en la prensa, ya está obteniendo altos índices de popularidad entre los votantes republicanos, especialmente entre los hombres. Entonces, Michael, ¿cuáles cree que son algunos de los principales frentes en los que se está resquebrajando la relación entre Trump y el MAGA?
MICHAEL HUDSON: Trump fue elegido con dos promesas: revertir la política democrática de la Guerra Fría contra Rusia en Ucrania y detener la galopante inflación de los precios en Estados Unidos, que estaba reduciendo los ingresos de los consumidores.
Ha incumplido ambas promesas y ha ido directamente en la dirección opuesta. Ese es su gran talento: prometer una cosa, conseguir que la gente preste atención a lo que promete y luego hacer lo contrario. Así es como se ha hecho rico, básicamente como un estafador inmobiliario.
Primero prometió poner fin a las guerras extranjeras de Estados Unidos, al menos en Ucrania, en solo un día, si lo recuerdan. Y también en Oriente Medio, aunque solo fuera para preparar a Ucrania para la gran guerra que se avecina con China. Bueno, traducido al inglés, lo que realmente significa es que prometió engañar al presidente Putin y fingir ser un mediador honesto entre Rusia y Ucrania. Pero, en realidad, se puso del lado de Ucrania como jefe de la OTAN en Estados Unidos. Así que él era la persona detrás de Estados Unidos que estaba patrocinando todo el ataque, interminable desde el principio, la guerra eterna destinada a agotar a Rusia.
En segundo lugar, Trump prometió detener el aumento de los precios al consumo. Todo lo que ha hecho ha sido acelerar la inflación. Su política ha aumentado drásticamente los aranceles y, además de tener que pagar ahora precios mucho más altos por cualquier producto importado o por el paraguas de precios que provocan los aranceles a la importación, ha dejado claro a las empresas que pueden subir los precios de monopolio a su antojo sin que el Gobierno intente detenerlo. Supongo que tiene un gráfico que lo muestra.
RADHIKA DESAI: Sí, lo que tenemos aquí es un gráfico que muestra la variación porcentual en 12 meses del índice de precios al consumo desde 2005. Si bien, por supuesto, la inflación ha fluctuado en torno al 2 % de la Reserva Federal, aunque a menudo lo ha superado de forma considerable, lo que se ve aquí es el repunte de la pandemia, o debería decir el reciente repunte, de la tasa de inflación, que ha bajado pero sigue estando en niveles históricamente altos, más altos que antes. Esto es básicamente lo que se denomina inflación subyacente: la inflación sin contar los alimentos y la energía. Esto es realmente muy importante.
Así que la inflación sigue siendo alta. Y, por supuesto, más adelante hablaremos de la Reserva Federal, que se verá presionada, al menos en cierta medida, para hacer frente a esta situación manteniendo los tipos de interés altos.
MICHAEL HUDSON: En lugar de hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, estos aranceles y recortes fiscales para los ricos, el déficit presupuestario interno y los despidos masivos de Musk en las agencias gubernamentales están causando estragos, como acaba de señalar. Sobre todo, para los beneficiarios de Medicaid que ahora se han quedado sin cobertura, especialmente en los propios estados republicanos, y también para el sistema sanitario estadounidense.
Se han recortado los servicios de predicción meteorológica. Se ha suprimido la investigación médica. Se han recortado las previsiones de investigación y desarrollo científico, todo lo relacionado con el medio ambiente y el calentamiento global. Se ha recortado todo excepto el gasto militar, especialmente el gasto social, todo para reducir los impuestos a los más ricos. Así que esta ha sido la política fiscal más regresiva que hemos visto en ningún presidente, creo, en los últimos cien años. Y creo que los signos más inmediatos y destructivos se encuentran en el sector financiero.
RADHIKA DESAI: Los recortes de Doge han destripado al gobierno federal, reduciendo enormemente su capacidad para hacer cualquier cosa. Y, por supuesto, esto forma parte de la fantasía de estos capitalistas rebeldes que han estado apoyando a Trump, gente como Peter Thiel y Elon Musk, entre otros.
Esto solo muestra el aumento mensual de las solicitudes de subsidio por desempleo. Y se puede ver, por supuesto, que son más altas en el momento en que Elon Musk estaba hiperactivo en el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental. Pero se han mantenido bastante altas todo el tiempo. Y como comentábamos antes, el Tesoro, la agricultura, pero también el Estado y la defensa… todos estos departamentos se han visto muy afectados. Así que se puede ver que están destrozando la capacidad del Gobierno.
MICHAEL HUDSON: Aquí está el problema. Los precios al consumo han subido, pero Trump está presionando a la Reserva Federal para que baje los tipos de interés. Y, en esencia, ha intentado despedir al presidente de la Reserva Federal con el argumento de que la Fed no está bajando los tipos de interés.
La motivación principal de todo lo que hacen Trump, Biden, los demócratas o los republicanos es servir a su clase donante, el 1 %, impulsando al alza los precios de los bonos y las acciones. A medida que estos precios suben, los precios al consumo compensarán esencialmente cualquier tipo de interés. Habrá una ganancia de capital para los tenedores de acciones y bonos, y el mercado de valores se ha disparado, pero el tipo de interés ajustado es negativo.
Supongamos que usted gana un 4,5 % con un bono del Estado a 10 años. Suena bastante bien. Pero el dólar se ha devaluado un 10 %. Por lo tanto, si usted es un banco central extranjero o un inversor extranjero, está perdiendo en realidad un 5 % del valor de lo que tiene en títulos del Tesoro de Estados Unidos. Básicamente, el aumento de la inflación, sumado a los bajos tipos de interés de la Reserva Federal, está provocando la salida de capitales de Estados Unidos. El dólar se está depreciando.
Y eso significa que, en la medida en que los países extranjeros y los inversores sigan vinculados a Estados Unidos, van a perder dinero, a menos que se impulse el mercado bursátil con enormes ganancias.
Pero el mercado bursátil resulta estar compuesto en realidad por siete grandes empresas, Nvidia y Google, y otras empresas importantes del sector de las tecnologías de la información. El resto del mercado bursátil no parece muy prometedor, porque las políticas de Trump, la combinación de la inflación de los precios y el traslado de los impuestos del 1 % al 99 %, están contrayendo la economía. Y si la economía se contrae, ¿cómo van a obtener las empresas beneficios suficientes para justificar este aumento de los precios?
RADHIKA DESAI: Aquí ven un gráfico de las acciones y los dólares. El primer gráfico de la izquierda es el mercado bursátil, el SP 500, que se desplomó el llamado Día de la Liberación, el día en que Trump anunció estos aranceles tan drásticos. Así que las acciones se desplomaron y, por supuesto, casi de inmediato, y como consecuencia, Trump suspendió los aranceles.
Desde entonces, ha estado anunciando aranceles y posponiéndolos, dando lugar al divertido acrónimo TACO, que significa que Trump siempre se acobarda, porque, por supuesto, estos aranceles no solo son malos para la economía estadounidense, sino que son malos precisamente para la clase donante de la que hablaba Michael. Pero desde entonces, lo que vemos es que los mercados bursátiles han subido y han recuperado prácticamente todo el valor que tenían antes.
Pero aquí también hay un problema, y es que esto no tiene nada que ver con lo que está pasando en la economía real. No tiene nada que ver con la confianza que los inversores sienten en la economía real. Miren ahora este gráfico. Veamos el gráfico de la derecha.
En el gráfico de la derecha, la línea roja oscura muestra el S&P 500 excluyendo las 10 principales. Y luego [la otra línea], las 10 principales, las acciones 7 a 10 están subiendo mucho. Se puede ver que la mayoría de las acciones no están subiendo en absoluto. Y solo un pequeño número de las llamadas «magníficas 7», más algunas otras, tal vez las «magníficas 10», están obteniendo muy buenos resultados.
Y recuerde también que les va bien gracias al gran revuelo que se ha creado en torno a la IA. En relación con la IA, recordará que en enero ya se produjo un gran desastre que afectó al modelo de inversión en IA de EE. UU.: la empresa china DeepSeek lanzó su modelo R1, que resultó ser tan eficaz, si no más, que todos los modelos multimillonarios que habían sacado al mercado varias empresas estadounidenses a una fracción del coste, lo que significa que toda la inversión que se está destinando a estas siete magníficas industrias puede no estar muy justificada, por así decirlo. Eso es lo primero.
Lo segundo es que la brecha entre los precios de las acciones y la economía real estadounidense (la economía productiva) se está ampliando.
Lo que ha hecho el Financial Times aquí es que la línea azul oscuro es el S&P 500, que, como pueden ver, está muy por encima de todas las demás líneas. Ahora bien, ¿qué representan las demás líneas?
Esta línea azul claro, que apenas se ve, es el PIB nominal, básicamente la más baja de todas las líneas. El PIB nominal, a pesar de que la inflación es alta, lo que significa que el PIB nominal también será alto, no está nada bien.
Luego están los beneficios empresariales antes de impuestos, que están solo un poco por encima del PIB nominal.
Luego están las ganancias por acción del S&P. Tampoco están bien. Tras haberse recuperado de la pandemia, ciertamente no justifican la subida del S&P 500.
Y la media, la línea verde, es la media de los indicadores económicos. Tampoco están muy bien.
Esto es lo que Michael acaba de decir. Todo este aumento del mercado de valores es realmente injustificado.
Mientras tanto, como saben, el dólar ha estado bajando. De hecho, esta caída del dólar que se puede ver de enero a julio es, aparentemente, la peor primera mitad del año que ha tenido el dólar desde 1973. Y recuerden lo que ocurrió en 1973 con la cuadruplicación de los precios del petróleo. El dólar se hundió mucho y, a lo largo de la década de 1970, siguió hundiéndose hasta llegar a un punto en el que el oro valía 800 dólares la onza. Hoy en día, se nos dice que, teniendo en cuenta la inflación, el valor del dólar frente al oro ha vuelto a hundirse hasta un nivel similar.
Así que nos enfrentamos a una situación realmente muy difícil para la economía estadounidense y para el dólar estadounidense.
MICHAEL HUDSON: Así es, exactamente. ¿Qué es real y qué es irreal?
Los medios de comunicación no dejan de hablar de la subida de la bolsa como si la bolsa fuera la economía. Pero lo real es todo este dinero que sale de la economía. No solo los inversores extranjeros están abandonando el dólar, también lo están haciendo los inversores estadounidenses. Y los bancos centrales no están aumentando el dólar. En la medida en que los bancos centrales están acumulando reservas, lo hacen en gran parte en oro, en las monedas de los demás.
Están haciendo todo lo posible por desvincularse, porque el mercado bursátil no es un reflejo de la economía, sino algo que se manipula de forma independiente. Y eso es lo que pretende Trump: manipular la percepción de la realidad para que la gente se centre en el hecho de que el mercado bursátil está al alza, como si estuvieran ganando dinero, en lugar de en el 10 % de la población que posee alrededor del 75 % de las acciones y los bonos.
Representa el extremo opuesto del espectro económico al que se supone que pertenecen sus seguidores del MAGA y la clase trabajadora. Y casi todas las políticas que ha anunciado Trump están resultando contraproducentes o, en apariencia, son en realidad lo que él quería desde el principio, pero es lo contrario de lo que prometió. Y toda su teoría.
RADHIKA DESAI: Exactamente. Si va a hablar de la economía real, una de las cosas clave que hay que tener en cuenta es, por supuesto, toda la situación arancelaria.
Hay algo que debo decir antes de pasar a discutir la situación de los aranceles. Ha dicho algo muy, muy acertado. Trump siempre selecciona cuidadosamente las pruebas. Elige todas las estadísticas que le hacen quedar bien. Y lo que es peor, incluso cuando hay algún desastre, actúa como si hubiera ganado.
Por ejemplo, dirá: «He conseguido un gran acuerdo con este país o con aquel país».
Y cuando se analizan más detenidamente los acuerdos, resulta muy dudoso que vayan a ser muy buenos para Estados Unidos.
Y, sin duda, en el caso de los aranceles, Trump ha hecho… Quiero decir, es un espectáculo.
La razón por la que Trump promete imponer aranceles tan destructivos es porque, como hemos dicho en un par de programas anteriores…
Trump ha ganado esencialmente las elecciones. Sí, dijo una verdad, que es que la economía no iba bien. Pero luego dijo una mentira que tenía que decir si quería servir bien a sus grandes amos corporativos.
Es decir, en lugar de decirles que los estadounidenses estaban sufriendo cuatro décadas y media de políticas neoliberales, les dijo que estaban sufriendo por culpa de China, por culpa del comercio, por culpa de los inmigrantes. Así que todo este asunto de los aranceles es realmente para hacer ver que está abordando los problemas de la economía estadounidense.
Pero, en realidad, no los está abordando en absoluto. Echemos un vistazo a algunos gráficos. Michael, por favor, intervenga y comente cada uno de ellos como desee.
Primero hablaré brevemente sobre este. Lo que tienen aquí es un gráfico sencillo que se remonta a 1900 y muestra que el tipo arancelario medio en Estados Unidos ha vuelto a niveles que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial. Así que aquí estamos, en mayo de 2025, con este nivel del 8,9 %. Y la única vez que ha sido más alto fue básicamente en la década de 1940, durante la guerra. Y, por supuesto, fue mucho más alto durante la década de 1930, cuando, como es lógico, todo el sistema comercial mundial se había derrumbado y había aranceles y aranceles de represalia, etc. Así que se vivió toda la locura de la Gran Depresión. Ahora lo que vemos es que el tipo arancelario medio estadounidense es muy alto.
MICHAEL HUDSON: Bueno, aquí está lo que es tan esquizofrénico. Se podría pensar que el efecto de los aranceles sería reducir las exportaciones y trasladar la producción a Estados Unidos, pero Estados Unidos está desindustrializado. Por lo tanto, al estar desindustrializado, los aranceles tendrán que pagarlos los estadounidenses, por lo que los precios están subiendo.
Pero hay una teoría descabellada, casi esquizofrénica, detrás de las políticas de Trump. Él cree que un tipo de cambio más bajo hará que las exportaciones sean más competitivas y que eso dará lugar a nuevas inversiones y nuevas contrataciones en Estados Unidos. Al menos eso es lo que afirma.
Pero Estados Unidos ya no es un exportador industrial ni un inversor. Por lo tanto, el efecto de la bajada del dólar simplemente va a aumentar el precio de las importaciones, incluso por encima del tipo arancelario. Y la combinación de aranceles elevados y un tipo de cambio más bajo va a crear un paraguas para que las empresas estadounidenses aumenten sus propios niveles de precios, como están haciendo ahora.
Bueno, Trump les ha amenazado con presionarlos verbalmente. Fue a Amazon y les dijo: «Prometan que no subirán los precios». Al principio, Amazon respondió: «Por supuesto que no lo haremos». Pero luego, dado que lo que venden está fabricado en gran parte con productos importados, subieron los precios. No van a ir a la quiebra y perder sus beneficios para que Trump quede bien. Lo que Trump ha dicho a la comunidad inversora y a los multimillonarios es: queremos que pierdan dinero, que lo acepten y que pierdan sus beneficios para que yo pueda ser reelegido y pasar a la historia.
RADHIKA DESAI: En realidad es peor que eso. En cierto modo, si pagaran los aranceles, perderían dinero. Pero, en última instancia, lo que está haciendo es pedir a los mismos votantes que le votaron que paguen los aranceles.
Aquí hay un gráfico que también es muy interesante, porque mucha gente ha estado diciendo que los aranceles no están provocando grandes aumentos de los precios. De hecho, algunos comentaristas han llegado a decir que el aumento de los aranceles en Estados Unidos provocará en realidad aumentos de los precios en otros lugares, ya que las empresas intentarán reducir el impacto sobre el consumidor estadounidense subiendo los precios en otros lugares. Esto es completamente absurdo.
Aquí hay un gráfico que muestra que los precios al por menor de los productos sujetos a aranceles han subido más que otros precios. Aquí se ve el aumento de los precios de todos los productos importados, que es bastante elevado. Luego está la línea rosa, que corresponde a los productos de las categorías afectadas por los aranceles, que son los que más han subido. Y sí, los productos de las categorías no afectadas por los aranceles han subido un poco, pero luego han bajado. Por lo tanto, no se ven afectados.
Esto demuestra claramente que la imposición de aranceles ha provocado un aumento de los precios para los estadounidenses de a pie, simplemente porque las grandes empresas no van a asumir los aranceles. Las grandes empresas no van a aumentar sus costes en absoluto. Solo intentarán aumentar sus beneficios. Como usted ha señalado acertadamente antes, las grandes empresas pueden repercutir los aumentos de precios a sus consumidores, y eso es básicamente lo que están haciendo.
MICHAEL HUDSON: Bueno, estamos en una competición para seguir diciendo que es aún peor de lo que dice el otro. Creo que es aún peor de lo que usted cree.
Porque, ¿qué significan estos índices de precios que ha mostrado? Están aumentando el debate entre los economistas. Acaba de hacerse una encuesta. ¿Cuánta confianza tiene en los índices de precios al consumo que elabora la Oficina de Estadísticas Laborales, sobre todo teniendo en cuenta que Musk-DOGE ha recortado su plantilla? Más de la mitad de los economistas encuestados dicen que no confían en ellos.
Como sabe cualquier comprador —y yo estoy aquí mientras usted no está—, los precios están subiendo mucho más de lo que indican. El aumento de los precios está liderado por el precio de la vivienda. Y ya se pueden imaginar que los alquileres están subiendo. Bueno, eso no se tiene muy en cuenta en el precio, no es uno de los precios que se tienen en cuenta en el índice de precios. Pero la mayoría de los votantes, el público, que sabe que hay inflación si hace sus propias compras, tiene esa sensación.
Como resultado, su desconfianza en la economía, la desconfianza en el Estado profundo, la desconfianza en los políticos se está extendiendo ahora a: «Vaya, nos han engañado. Desconfío de Trump. Sé que hay inflación. Dice que se presentó para curar la inflación de los precios. Estamos viendo la inflación. No lo está haciendo». Finge que lo está haciendo, cuando sabemos que la inflación y los gráficos que muestra subestiman la gravedad de los problemas reales. Eso es parte del problema político.
Se puede imaginar que no solo los consumidores sienten esto, sino que el sector empresarial también debe sentirlo ahora que se ve afectado por los aumentos de precios que ha impuesto Trump. Si se utiliza cobre, aumenta el costo del cableado de cobre y la electricidad.
Trump dijo que va a haber un enorme aumento de la producción de energía eléctrica pública para todos estos ordenadores que necesitamos para la inteligencia artificial y el bitcoin para la economía. Y necesitamos este aumento de energía porque consume mucha agua, y el agua que se utiliza para refrigerar los ordenadores ya está provocando una sequía y cambiando el nivel del agua en todo el Medio Oeste, lo que provoca escasez de cultivos.
Además del calentamiento global que acabo de mencionar, la política de Trump es: ¿cómo podemos acelerar aún más el calentamiento global para aumentar la sequía y el cambio climático? Lo vamos a hacer impulsando el petróleo y el carbón como combustibles del futuro y retirándonos de todos los acuerdos internacionales sobre el clima.
Así que están teniendo sequías y malas cosechas en todo Estados Unidos, y no solo en Estados Unidos, sino también en otros países, en Asia y Europa, donde la sequía está provocando una disminución del rendimiento de los cultivos. Esto va a hacer que los precios de los alimentos suban aún más, y es un problema que se autoalimenta, ya que Estados Unidos contribuye al calentamiento global, con el apoyo de los Verdes en Europa. Los Verdes dicen que una de nuestras políticas contra el calentamiento global es apoyar la guerra con Rusia y la guerra en Oriente Próximo. Y eso es lo que más contribuye al calentamiento global. Todas estas armas, todos estos bombardeos, todas estas guerras y todos estos aviones y misiles lo están acelerando.
RADHIKA DESAI: Sí. Sí, déjeme retomar nuestra competición por ver quién dice exactamente cuánto peor están las cosas.
Aquí hay otro gráfico muy interesante que muestra lo opuesta que es la administración Trump a los intereses de la gente común. Este gráfico muestra que los ingresos por aranceles de Estados Unidos se han disparado desde principios de año. Fíjese en la palabra «disparado», ¿verdad?
Los ingresos por aranceles eran relativamente bajos y luego han subido desde aproximadamente dos y medio. Durante la primera administración Trump, subieron bastante. Con Biden también subieron. Ahora estamos en 26 600 millones de dólares. Pero esto es realmente el 0,5 % de los 5 billones de dólares de ingresos del Gobierno federal estadounidense. Y esto se va a utilizar.
¿Recuerdan el gran y bonito proyecto de ley?
Aquí hay un gráfico que muestra que el gran y bonito proyecto de ley ha aumentado un poco el gasto en defensa y luego ha reducido el gasto en préstamos estudiantiles y Medicaid, entre otras cosas. Pero lo más importante que han hecho es conceder enormes recortes fiscales. La idea de que, de alguna manera, los ingresos por aranceles van a financiar estos recortes fiscales es una completa tontería. Eso no es lo que va a pasar en absoluto. Así que toda la historia de los aranceles es muy problemática desde el punto de vista de los ingresos.
MICHAEL HUDSON: El amor de Trump por los aranceles, como ya hemos comentado, se basa en la idea de que si pudiéramos volver a ser como en la década de 1890… Antes de que se creara el impuesto sobre la renta en 1913, los ingresos del Gobierno procedían de los aranceles. Si pudiéramos subir los aranceles lo suficiente, podríamos reducir aún más los impuestos a los ricos. Y eso no aumentaría el déficit presupuestario.
Bueno, como usted señala, a pesar de que los ingresos por aranceles han aumentado, no son ni de lejos suficientes para compensar los enormes recortes fiscales a los más ricos. Por lo tanto, el déficit presupuestario está aumentando. Eso significa que alguien tiene que comprar todos esos bonos. Pues bien, resulta que la Reserva Federal ha estado creando dinero para comprar todos esos bonos. En otras palabras, los extranjeros no los están comprando. Los estadounidenses no los están comprando. La Reserva Federal simplemente está monetizando el crédito. Es como si se tratara de la teoría monetaria moderna, excepto que la Reserva Federal está comprando estos bonos al sector bancario privado.
RADHIKA DESAI: Los está comprando para el mercado secundario.
MICHAEL HUDSON: No se trata simplemente de dejar que el Gobierno imprima dinero para no tener que recaudar impuestos. Creo que eso es hacia lo que nos estamos dirigiendo.
RADHIKA DESAI: Solo para aclarar, porque este es un punto muy importante que puede pasarse por alto: la Reserva Federal podría comprar fácilmente los bonos en origen, es decir, a su valor nominal, cuando el Gobierno los emite directamente. Pero la Reserva Federal no lo hace. Los compra en el mercado secundario, lo que significa que sostiene los precios de estos bonos. Eso significa que, si no fuera por la intervención de la Reserva Federal, los precios de los bonos serían muy bajos. El mercado de bonos podría incluso colapsar. Así que esto es lo que está tratando de hacer la Reserva Federal.
Ahora, habiendo aclarado esto, permítame decir un par de cosas más sobre lo antidemocráticas y antiobreras que son las políticas de Trump.
La guerra comercial que está lanzando Trump: todavía estamos en la fase de altibajos. [En este gráfico] las barras azules son una especie de escenario base y luego [las barras rojas] son si hay una escalada importante, que es lo mal que irán las economías. Incluso si nos atenemos a los escenarios básicos, lo que está muy claro es que las tres economías que más sufrirán son, sí, México y Canadá, pero también Estados Unidos, que sufrirá tanto como Canadá. Esta es la predicción. En cambio, la mayoría del resto de las economías mundiales no sufrirán tanto. Así pues, Estados Unidos y Trump, o más bien las políticas arancelarias de la Administración Trump, solo están perjudicando al trabajador estadounidense de a pie, al votante estadounidense de a pie que le ha votado.
Hay otra cosa muy interesante que hay que tener en cuenta. Este gráfico [se refiere al hecho de que] la política arancelaria de la administración Trump se basa en la idea de que, de alguna manera, todo el mundo va a tener mucho miedo porque Estados Unidos es un consumidor muy importante.
(Ignoraremos el gráfico de las exportaciones porque Estados Unidos no es un gran exportador. Las exportaciones estadounidenses representan alrededor del 10,4 % de las exportaciones mundiales, mientras que las de la UE representan el 14,3 % y las de China, el 17,5 %).
Pero fíjese en el gráfico de las importaciones, que es de lo que tratan los aranceles. Si Estados Unidos es un mercado realmente grande para el resto del mundo, entonces el resto del mundo tiene mucho que temer. Pero, ¿qué vemos aquí? Esta estimación lo sitúa en torno al 15,9 %… El 16 % de las importaciones totales del mundo son importaciones de Estados Unidos. No es una cifra pequeña, pero tampoco es muy grande. Y parece que la Administración Trump da por sentado que su mano es más fuerte de lo que realmente es. Así que lo que vamos a ver es que cada vez que haya un acuerdo arancelario con cualquier país, siempre acabará siendo Estados Unidos el que haga muchas concesiones.
Aquí hay otro gráfico muy interesante que vale la pena mirar, porque incluso esta estadística va a empeorar mucho (la estadística de que Estados Unidos importa casi el 16 % de las importaciones mundiales). Porque todo esto parte de la base de que existe ese consumidor estadounidense, ese legendario consumidor estadounidense, que va a consumir todo lo que produce el mundo entero.
Pero lo que vemos aquí es que, tras la pandemia, el gasto en consumo personal ha aumentado, pero desde entonces, bajo la administración Trump, se ha estabilizado. Ya no está aumentando tanto. No se ve.
Y una parte muy importante de ese gasto es no discrecional, es decir, gasto obligatorio. Y en Estados Unidos, una parte muy importante del gasto no discrecional es el gasto en salud. Se considera gasto en servicios, pero en realidad es un gasto que preferirías no tener que hacer, pero que tienes que hacer de todos modos. Por lo tanto, esto va a consumir cada vez más los ingresos de los estadounidenses de a pie, lo que significa que tendrán cada vez menos dinero para comprar ese televisor, ese coche, ese vestido o esa camisa, etc. Este gráfico va a ser muy importante en el futuro.
El resto del mundo va a ver que, en realidad, el consumidor estadounidense ya no es un mercado tan atractivo como solía ser.
(Por supuesto, otra parte importante de esto es el alquiler. Ya sabes, hay que pagar los impuestos, hay que pagar el alquiler, hay que pagar los gastos sanitarios, etc.).
A la derecha, también se ve que la mayor parte de los consumidores, el 40 % medio y el 40 % inferior, no están gastando mucho más. Así que el gran gasto lo realiza el 20 % superior, e incluso su gasto se está estabilizando. Por lo tanto, esta idea de que, de alguna manera, todo el mundo ama al consumidor estadounidense y va a ceder esencialmente todo ante las amenazas de Trump… no va a funcionar porque, salvo Canadá y México, el mundo no depende tanto de vender a Estados Unidos. Y, francamente, vender a Estados Unidos ya no es tan atractivo ni tan poderoso como lo era antes.
MICHAEL HUDSON: Lo que acaba de mostrar su gráfico es que, debido al hecho de que el gasto discrecional no puede aumentar realmente sin que aumenten los salarios a medida que suben los precios, la respuesta es que la economía se está endeudando cada vez más, como hemos dicho antes. Así que los atrasos en el pago de las tarjetas de crédito están aumentando, los impagos de las hipotecas están aumentando, los atrasos y los impagos de los préstamos para la compra de automóviles están aumentando. Toda la población se está endeudando cada vez más porque, como los precios suben y los salarios no, algo tiene que ceder.
Y ya la economía, diría que al menos la mitad de la población, no tiene ningún ahorro, según la Reserva Federal. No tienen patrimonio neto. Sus deudas superan los ahorros y, de hecho, su patrimonio neto es negativo. Están siendo exprimidos y no pueden aumentar su poder adquisitivo.
Pero solo para intentar salir del paso, tienen que financiarlo todo con tarjetas de crédito. Bueno, a pesar de todo esto, el Gobierno está inundando la economía monetizando la deuda del sector financiero. El resultado de todo esto, junto con los aranceles, es inflar y hacer creer a los inversores, con razón o sin ella, que va a haber una inflación tan fuerte y tantos impagos en Estados Unidos que comprar un título del Tesoro a 10 o incluso a 30 años no va a valer ni de lejos lo mismo dentro de 10 o 30 años.
Nouriel Roubini acaba de publicar, creo que la semana pasada, que espera que los tipos de interés suban hasta el 8 % en el próximo año o dos, para 2030. Y con un 8 %, eso va a hacer que los precios de los bonos y las acciones bajen hasta, bueno, perderán dos tercios de su valor.
RADHIKA DESAI: De hecho, provocará un colapso del mercado de valores.
MICHAEL HUDSON: Sí. La caída no será algo de lo que luego se recupere y se siga adelante como en las últimas caídas. El hecho es que toda esta subida del mercado bursátil ha sido una burbuja financiera generada artificialmente para beneficiar al 1 %. Esto es lo que ha pagado la economía desde los rescates de Obama en 2008.
RADHIKA DESAI: Si me permite añadir una pequeña aclaración, que ayudará a los oyentes, aumentada artificialmente por una política monetaria laxa. Y ahora que la política monetaria se está endureciendo, todo va a dar un giro de 180 grados.
MICHAEL HUDSON: Así es. Y el giro va a ser, en realidad, una vuelta a la normalidad. No va a ser una inversión que luego se pueda revertir y volver a subir. Esto es lo que hay. La inversión va a acabar con una gran cantidad de riqueza.
Todo esto se tiene en cuenta con la inteligencia artificial que ya ha eliminado puestos de trabajo. Los informes del mes pasado indican que los nuevos graduados de las universidades de Estados Unidos se enfrentan a altas tasas de desempleo, especialmente los hombres, más que las mujeres. Y no pueden encontrar trabajo.
Roubini dice que espera una tasa de desempleo del 70 al 80 % en unas décadas. Bueno, eso parece un poco descabellado, pero significa que la economía se enfrenta no solo a una reestructuración tecnológica en cuanto al tipo de puestos de trabajo para los que se contrata y se forma a las personas, sino a la combinación de la reestructuración financiera y la desinflación, la desinflación de los precios de los activos en contraposición a los precios al consumo. Los precios de los activos han subido, los precios al consumo no tanto. No hay forma de que aumenten los beneficios empresariales.
¿Dónde está nuestra teoría de que entendíamos que los intereses empresariales deben dirigir el Gobierno? Bueno, resulta que, con Trump, los intereses empresariales no son Wall Street, ni el sector empresarial, sino Silicon Valley, los intereses de la alta tecnología y el bitcoin, los intereses financieros.
RADHIKA DESAI: Claro. Quiero decir, creo que lo que usted dice es que, por supuesto, habrá una desinflación de los precios de los activos, y que esta será provocada por el aumento de los precios al consumo, lo que obligará a la Reserva Federal a subir los tipos de interés, etc.
Es una cuestión aparte, incluso si los tipos de interés nominales llegan al 8 %, que los tipos de interés reales sean altos o bajos dependerá de cuánta inflación siga habiendo. Y sospecho que, tal y como van las cosas, la inflación también puede seguir siendo alta, por lo que, como usted sabe, los tipos de interés reales pueden no haber mejorado, pero, no obstante, los tipos de interés nominales altos pueden alcanzar fácilmente el 8 %, y se producirá un estallido de la burbuja.
Usted mencionaba si este Gobierno sigue siendo un Gobierno de la clase capitalista corporativa. Yo diría que sí. El problema no es que Trump no esté haciendo lo que le pide la clase capitalista corporativa, es que hoy en día la situación ha llegado a un punto en el que nadie puede hacer nada para mejorar la situación de la clase capitalista corporativa.
Este es el problema. Es una crisis en la que la elección de Trump es solo un nuevo capítulo. No es una resolución de la crisis, sino solo otro capítulo más en el desarrollo de la crisis.
Estamos llegando al final de nuestro programa. Solo quería decir unas cuantas cosas.
Hemos discutido todos los aspectos principales que yo diría que, en particular, están destinados a desestabilizar y a separar a Trump de su electorado MAGA. Todas las personas que votaron por él pensando que iba a resolver sus problemas se darán cuenta, ya están empezando a darse cuenta, de que les han engañado, de que algo ha salido muy mal, de que lo que deseaban, lo que anhelaban, no está sucediendo. Además, Trump ha incumplido sus promesas de paz; por qué es así, bueno, eso será tema de otro programa. Sin embargo, no ha mejorado la economía. De hecho, en todo caso, va a destruirla.
Y por si fuera poco, tenemos el caso Epstein, en el que Trump parece haber incumplido su promesa de hacer públicos los archivos Epstein. Se hizo elegir fomentando todos esos rumores, debates y teorías sobre cómo el establishment demócrata formaba parte de una gran red de pedofilia, etc. Y ahora que tiene la oportunidad de sacarlo a la luz, de repente se muestra tímido.
Naturalmente, la gente se pregunta por qué. ¿Qué interés tiene en ello? ¿Formaba parte de ello también él? Sabemos que era buen amigo de Jeffrey Epstein. Y, por supuesto, por último, tenemos a Elon Musk lanzando su nuevo partido, que aparentemente está obteniendo buenos resultados en las encuestas. Quizás, Michael, quiera decir algo para terminar.
MICHAEL HUDSON: Bueno, lo que acaba de decir hace unos minutos es lo importante: que la economía está cayendo.
Muchos inversores con cientos de miles de millones de dólares están de acuerdo con usted y conmigo. Y lo sabemos porque están vendiendo acciones al descubierto. Creen que la economía va a colapsar. Y el resultado es la volatilidad del mercado. Esta volatilidad se produce al comprar en corto, hacer arbitraje, adivinar en qué dirección van a ir los precios de los bonos.
Esto ha reportado enormes beneficios a los bancos de Nueva York. Acaban de publicar sus resultados. Sus ganancias han aumentado considerablemente. Otros bancos que no conceden préstamos para la especulación bursátil y la especulación con bonos no lo han hecho.
Pero hay un enorme grupo de personas que está de acuerdo con lo que usted y yo hemos dicho. Esto no puede continuar.
Y el resultado es que alguien tiene que perder cuando toda esta volatilidad aumenta. Alguna empresa va a quebrar.
Supongamos que usted y yo decimos: «De acuerdo, sabemos que va a haber una crisis. Vendamos en corto en el mercado. Bueno, Keynes bromeó hace medio siglo: el mercado puede permanecer irracional más tiempo del que los vendedores en corto pueden permanecer solventes. Por lo tanto, puede ser un pesimista prematuro. De alguna manera, la economía siempre dura más de lo que se puede esperar porque, se podría decir, toda la burbuja de la flexibilización cuantitativa desde la burbuja de Obama desde 2008 ha sido una forma de convertir la economía de una economía industrial productiva en un esquema Ponzi.
En este esquema Ponzi, mientras la Reserva Federal y el Gobierno puedan inyectar suficiente dinero en la economía para seguir impulsando el gasto en acciones y bonos, de alguna manera se creará la ilusión de que el mercado de valores y las ganancias del 10 % más rico son las ganancias de toda la economía, que está endeudada, en default y destrozada. Esa es la gran dinámica que está en marcha.
Todo lo demás es Trump tratando de distraer la atención hacia esto culpando a los inmigrantes, culpando a todas las personas de las que han hablado y diciendo esencialmente: «Bueno, prometí acabar con el Estado profundo, pero resulta que, imaginen mi sorpresa cuando descubrí que eran mis principales contribuyentes a la campaña, y yo soy uno de ellos». Después de todo, yo formo parte del Estado profundo». Así que ha utilizado (o ha intentado utilizar) el mismo truco con el electorado estadounidense que ha intentado utilizar con Putin, diciendo: «Sí, soy un intermediario honesto. Estoy de su lado…», cuando en realidad no está de su lado en absoluto.
RADHIKA DESAI: Michael, no he entendido muy bien lo que quería decir, pero permítame decirle que, aunque es evidente que los mercados bursátiles pueden ser irracionales durante mucho más tiempo del que los vendedores en corto pueden mantenerse solventes, esta situación no se remonta solo a Obama. Se remonta a décadas atrás. Lleva gestándose desde hace décadas.
Greenspan apareció por primera vez en 1987. La Reserva Federal se embarcó en una política de tipos de interés bajos desde el estallido de la burbuja puntocom en 2000, aunque esta se vio interrumpida por la necesidad de subir los tipos ante la presión bajista sobre el dólar a mediados de la década de 2000. Y las subidas de los tipos acabaron pinchando la burbuja, lo que provocó la crisis de 2008 y todo lo que vino después. Pero, en cualquier caso, este juego lleva mucho tiempo en marcha.
No es tanto cosa de Obama, sino de la Reserva Federal. Básicamente, se trata de ceder las riendas de la política monetaria, que es la única política que existe. Ya no hay una política fiscal digna de mención, salvo la reducción de impuestos a los ricos. Se ceden las riendas de la política monetaria a la única institución que controlan casi por completo los grandes intereses financieros.
Creo que una crisis es probablemente más inminente de lo que parece y que la economía estadounidense ya está mucho peor de lo que nos muestran las estadísticas, porque estas también están cada vez más manipuladas.
Si hemos estado compitiendo por hacer que las cosas parezcan mucho peores, creo que tal vez haya una razón para ello, porque en realidad nunca ha sido tan malo para una parte tan grande de la población.
Solo quiero decir una última cosa para terminar. Hace una o dos semanas, hice una entrevista a Jackson Hinkle, famoso por el comunismo MAGA. Fue muy interesante porque, dado mi nivel de crítica hacia Trump, esperaba que se resistiera a lo que tenía que decir. Pero simplemente preguntó.
Si lo ve, lo ha publicado en X. Si escucha la entrevista, básicamente consiste en cuatro preguntas relativamente cortas que él me hace y mis respuestas. Así que no rebatió lo que dije.
Eso me dijo que, aunque no conozco a Jackson Hinkle en absoluto (solo respondí a una solicitud de entrevista que me hizo), puede que personas como él, que habían depositado algunas esperanzas en la administración Trump, estén empezando a sentir que les han engañado, que les ha jugado una mala pasada.
Es una situación muy triste para los estadounidenses de a pie. Y, por desgracia, sin una alternativa de izquierda sólida, esta situación no se va a resolver. Así que vamos a ver este [incomprensible] rebote durante bastante tiempo. Esperemos que la gente tome la iniciativa y organice pronto algún tipo de alternativa de izquierda realista.
Muchas gracias por escuchar. Vamos a tomarnos un descanso durante el mes de agosto, pero esperamos volver en septiembre. Esperamos volver a verles. Muchas gracias. Por favor, pulsen el botón «Me gusta», suscríbanse y compartan con otras personas que crean que deberían escuchar esto. Gracias y adiós.
Transcripción y diarización: hudsearch
Edición: Ton Yeh
Revisión: ced
4. Colapso moral de Occidente.
Durante los días que estuve ausente Zhok publicó esta otra entrada en su Facebook que me parece pertinente.
SOBRE EL COLAPSO MORAL DE OCCIDENTE
Occidente es un concepto extraño, reciente y espurio.
Por «Occidente» se entiende, en realidad, una configuración cultural que surge con la unificación mundial de la Europa política y de lo que a partir de 1931 tomará el nombre de «Commonwealth» (parte del Imperio Británico).
Esta configuración alcanza su unidad bajo la bandera del capitalismo financiero, a partir de su emergencia hegemónica en las últimas décadas del siglo XX.
Occidente no tiene nada que ver con la Europa cultural, cuyas raíces son grecolatinas y cristianas.
Occidente es la realización de una política de poder económico-militar, que nace en la Era de los Imperios, desemboca en las dos guerras mundiales y retoma el gobierno del mundo a mediados de los años 70 del siglo XX.
Lamentablemente, también en Europa la idea de que «somos Occidente» ha pasado a formar parte del sentido común.
La Europa histórica, por ejemplo, siempre ha tenido vínculos estructurales fundamentales con Oriente, cercano y lejano (Eurasia), mientras que Occidente se percibe a sí mismo como intrínsecamente contrario a Oriente. Así, la Europa cultural está en evidente continuidad con Rusia, mientras que para Occidente Rusia es totalmente ajena a sí mismo.
Esta premisa sirve para ilustrar una grave preocupación de larga data que no puedo ocultar.
La preocupación está relacionada con el hecho de que Occidente, moldeado en torno al sistema —mental y práctico— del capitalismo financiero, ha desarraigado el alma de los pueblos europeos.
La cultura y la espiritualidad europeas, ese extraordinario florecimiento que va desde Sófocles a Beethoven, de Dante a Marx, de Tácito a Monteverdi, de Miguel Ángel a Bach, etc., etc., es la primera víctima de la cultura occidental, una cultura utilitarista, instrumental, abismalmente mezquina, que solo comprende la belleza del arte, de los territorios, de las tradiciones si es un «activo» transformable en «dinero»..
Hemos aprendido a aceptar esta medición de todo valor como precio, y de todo precio como margen de beneficio.
Nuestra sociedad, nuestra educación, nuestras comunidades han sido empujadas a aceptar estas equivalencias que desertifican el alma. Y se ha hecho porque prometía preservar un estatus de poder, de predominio y hegemonía material de Occidente sobre el resto del mundo.
Por mucho que muchas personas hayan intentado, incluso con cierto éxito, oponerse a esta deriva desertizadora, esta se ha impuesto en las instituciones, en las academias, en la escuela. Quienes quieran resistir a este empobrecimiento deben hacerlo de forma clandestina, como resistencia individual, pagando precios personales, mientras que todo lo demás, financiaciones, programas, prebendas, van en la dirección opuesta.
Pero hoy hemos llegado al final del camino, al punto de inflexión.
La desertificación del alma que ha producido Occidente ha dado lugar a una de las clases dirigentes más moralmente infames que recuerda la historia. Antes del surgimiento de la mentalidad occidental, hace aproximadamente un siglo y medio, sin duda hubo tiranos más sanguinarios que los líderes occidentales actuales, pero ninguna forma de vida tan cínica.
Occidente no mata ni extermina por odio, ni por convicción, ni para dar ejemplo, ni siquiera por un sentido franco de superioridad.
No, Occidente mata porque le cuesta cada vez más percibir como relevante la distinción de valor entre la vida y la muerte. Porque es, en el fondo, una cultura de la muerte en el sentido fundamental de que no reconoce una divergencia de valor esencial entre la vitalidad de una cuenta bancaria y la de un niño, entre la de un algoritmo y la de un cachorro.
El Occidente actual, ejemplificado hoy de manera paradigmática por las clases dirigentes estadounidenses e israelíes, pero representado igualmente bien por la servil basura que habla en nombre de la Unión Europea, está alcanzando niveles de abjeción raramente vistos.
Ya no se trata de «dobles raseros».
Se trata de un compromiso diario con la mentira sin límites, con la aceptación sincera de que cada afirmación, cada palabra, cada pensamiento solo cuenta por los efectos en términos de dinero-poder que puede producir.
Se puede decir todo y lo contrario de todo.
Se puede negar la evidencia y luego negar haberla negado.
Se pueden romper las promesas y los tratados.
Se puede negociar y, al mismo tiempo, intentar matar a quien se está negociando, y luego protestar con cara seria porque el otro ya no quiere seguir negociando.
Se puede manipular la información oficial las 24 horas del día y luego pedir castigos ejemplares para contrarrestar el poder manipulador en las redes sociales de la peluquera Pina.
Se puede construir, en Milán como en Londres, la sociedad más clasista, gentrificada, oligárquica y excluyente, mientras se predica suavemente la acogida y la inclusión.
Se puede asistir a un genocidio en directo durante dos años y explicar que es legítima defensa.
Etc., etc.
He aquí mi problema, además del disgusto por todo lo que está sucediendo, consiste en la conciencia de que no podremos escapar a la condena histórica de esta obscenidad espiritual.
Estaremos involucrados aunque no hayamos aprobado nada personalmente, aunque lo hayamos contestado con todos los medios a nuestro alcance.
Estaremos involucrados porque esta depravación es Occidente y hemos aceptado esta etiqueta, hemos aprendido a pensar como Occidente y el mundo nos percibe así.
Cuando los 7/8 del planeta nos pidan que paguemos la cuenta —y que nadie se haga ilusiones de que no sucederá—, será increíblemente difícil, quizá imposible, explicar que la gran cultura milenaria europea no tiene nada que ver con el desierto nihilista del Occidente contemporáneo.
Al igual que en la inmediata posguerra muchos no podían oír hablar alemán —la lengua de Goethe y Mozart— sin sentir repugnancia (algunos de los menos jóvenes lo recordarán sin duda), así, pero de forma mucho más radical, podría ocurrir con todo lo que huela, con razón o sin ella, a Occidente.
«Después de todo, si estudiar a Dante, Cervantes o Shakespeare les llevó a dos guerras mundiales y luego al nihilismo declarado, ¿qué lección debería aprender el mundo de esta tradición?».
Este razonamiento, en su crudeza, nos puede parecer irracional solo porque estamos acostumbrados a ser siempre los que juzgan y nunca los juzgados.
Perder la hegemonía mundial es ahora fatal y, lejos de ser un problema, será una bendición.
Pero perder el respeto y la comprensión por todo lo que ha sido la larga historia europea, esto ya ha ocurrido en parte por involución interna y el golpe de gracia podría darse en breve. Perder el alma es inmensamente más grave que perder el poder.
5. Chris Hedges entrevista a Roger Waters.
Entrevista con Roger Waters, uno de los fundadores de Pink Floyd y de los artistas que más se han destacado en defensa de Palestina.
https://chrishedges.substack.com/p/this-is-not-a-drill-w-roger-waters
Esto no es un simulacro (con Roger Waters) | El informe de Chris Hedges
Roger Waters, cofundador del legendario grupo de rock Pink Floyd, habla sobre el genocidio en Gaza, el deterioro de Occidente y su nueva película en este episodio de El informe de Chris Hedges.
Chris Hedges
31 de julio de 2025
Esta entrevista también está disponible en plataformas de podcast y Rumble.
La fama y la fortuna suelen ser fuerzas corruptoras, que engendran poder y comodidad. Para estar del lado de los afligidos es necesario sacrificar este privilegio, y pocos encarnan ese sacrificio más profundamente que el legendario músico de Pink Floyd, Roger Waters.
Durante años, a través de su música y su acción política, Waters ha amplificado las voces de los oprimidos. Ha defendido al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha defendido al abogado Steven Donziger, ha exigido el cierre de Guantánamo, se ha opuesto durante mucho tiempo al Estado apartheid de Israel y ahora se opone firmemente al genocidio de los palestinos.
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Waters se une al presentador Chris Hedges en este episodio de «The Chris Hedges Report» para hablar de su activismo político, incluido su apoyo a Palestine Action, un grupo criminalizado por el Gobierno británico por sus protestas contra Israel.
Ambos debaten cómo el arte de Waters ha documentado su devoción moral contra la opresión a lo largo de los años, al tiempo que examinan la decadencia política, alimentada por la codicia y la corrupción, de Estados Unidos, Reino Unido y otras potencias mundiales.
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Presentador
Chris Hedges
Productor
Max Jones
Introducción
Diego Ramos
Equipo
Diego Ramos, Sofia Menemenlis y Thomas Hedges
Transcripción
Diego Ramos
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Chris Hedges
Hay muy pocos artistas o músicos que se hayan mantenido tan firmemente del lado de los oprimidos como Roger Waters, cofundador, bajista, cantante y compositor de Pink Floyd. Ha sido un defensor acérrimo de los derechos de los palestinos y crítico del Estado apartheid de Israel desde mucho antes del genocidio. Fue uno de los principales firmantes de una carta abierta titulada «Artistas contra el apartheid» y partidario del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que denuncia a los músicos que actúan en Israel.
Denunció las mentiras difundidas por Israel de que Hamás llevó a cabo agresiones sexuales sistemáticas el 7 de octubre. Atacó al líder laborista Keir Starmer por su apoyo al genocidio y encabezó un concierto por Palestina con Cat Stevens y el rapero Lowkey.
Salió en defensa de la banda británica de rap punk Bob Vylan, que en el Festival de Glastonbury de este año encabezó el canto «Muerte, muerte a las FDI», en referencia a las Fuerzas de Defensa de Israel. Después de que el Gobierno británico prohibiera Palestine Action, calificándola de grupo terrorista en el Reino Unido en virtud de la Ley contra el terrorismo de 2000, y de que detuviera a 100 personas por expresar su apoyo al grupo, publicó un vídeo en X en el que elogiaba a Palestine Action como «una gran organización», señalando que eran no violentos y «absolutamente no terroristas en modo alguno».
La pertenencia al grupo o el apoyo público al mismo están ahora tipificados como delito y se castigan con hasta 14 años de prisión y/o una multa. En el vídeo se ve a Roger haciendo un cartel con un trozo de cartón en el que se lee: «Esto dice que Roger Waters apoya a Palestine Action. El Parlamento ha sido corrompido por agentes de una potencia extranjera genocida. Levántense y den el paso. Ahora es el momento», leyó el músico. «Este es el momento en que soy Espartaco».
Israel y sus aliados sionistas han lanzado ataques feroces y sostenidos contra él, produciendo documentales difamatorios, participando en una serie de ataques difamatorios y de desprestigio, bloqueando la publicidad de sus conciertos «This Is Not a Drill», presionando a las discográficas para que cancelen los acuerdos de publicación, obligando a las salas de conciertos a incluirlo en listas negras e incluso negándole habitaciones de hotel durante sus giras. Pero Roger nunca ha vacilado.
Ayudó a lanzar la campaña «Countdown to Close Guantánamo» (Cuenta atrás para cerrar Guantánamo). Se mantuvo firme junto a Julian Assange durante su larga persecución, llegando a actuar frente al Ministerio del Interior británico, a pocos kilómetros de la prisión de Belmarsh donde Julian estaba encarcelado, cantando la emblemática canción de Pink Floyd «Wish You Were Here». El comportamiento del Gobierno británico hacia Julian Assange es una vergüenza, dijo, una profanación del concepto mismo de los derechos humanos. No es exagerado decir que el trato y la persecución de Julian Assange es la forma en que las dictaduras tratan a un preso político.
Apoyó al abogado Steven Donziger, que ganó un acuerdo de 10 000 millones de dólares contra la petrolera Chevron en nombre de los pueblos indígenas de Ecuador, cuyas tierras fueron envenenadas y que sufrieron graves enfermedades por las toxinas vertidas por Chevron.
Donziger soportó una prolongada y salvaje campaña de Chevron que le llevó a ser inhabilitado y puesto bajo arresto domiciliario. Roger, que hace un año lanzó las canciones «Resist This Genocide» y «Stand Up for Palestine», ha lanzado un cerdo hinchable gigante con la cara de Donald Trump en conciertos en Ciudad de México, donde «The Wall» de Pink Floyd no es una abstracción. Mostró imágenes de Trump vestido de nazi.
Y ante los 300 000 fans de Ciudad de México, muestra las palabras «Trump eres un pendejo», «Trump es escoria».
Condenó a Trump y a Joe Biden como criminales de guerra. En 2019, apoyó al líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, al que calificó de «faro de esperanza». En resumen, es un ejemplo de vida moral, que siempre es una vida de confrontación. Su valentía nos recuerda que enfrentarse a las fuerzas de la opresión tiene un precio. El estreno mundial de su nueva película-concierto, «This Is Not A Drill – Live From Prague», acaba de ser lanzada por Trafalgar Releasing y Sony Music Vision. Para hablar sobre nuestro rápido descenso hacia el autoritarismo y la necesidad imperiosa de resistir, me acompaña Roger Waters.
Y permítame secundar su admiración por Palestine [Action]. Son hombres y mujeres valientes que realmente están tratando de hacer algo para detener el genocidio. Y por si acaso el MI5 está mirando, es H-E-D-G-E-S. Roger, comencemos por donde estamos en este mundo. Es un mundo que usted y yo hemos temido y por el que hemos luchado durante mucho tiempo.
Hablemos de dónde hemos acabado. Este miedo a un fascismo y un autoritarismo crecientes, que usted lleva décadas denunciando, se ha hecho realidad.
Roger Waters
Sí, bueno, esta mañana me he levantado y lo primero que he leído, creo que era en el FT [Financial Times], es que algún general de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] se ha levantado esta mañana o ayer y ha dicho que debemos prepararnos para una guerra mundial en 2027, porque Rusia va a intentar arrasar Europa con divisiones blindadas y no se detendrá hasta llegar al Canal de la Mancha.
Por qué se detendrían en el Canal de la Mancha, solo Dios lo sabe. Pero eso es lo que dice este tipo. Y así está, realmente, buscando apoyo para gravar a toda la población europea, ya están hablando de intentar aumentar el 4 % o el 5 % del PIB para gastarlo en armas. Y están hablando de importar muchas más armas nucleares, etcétera, etcétera.
Y dice que su gran preocupación es que, en el mismo momento en que los rusos invadan París o marchen sobre París, los chinos invadan Taiwán. Así que son tonterías, belicismo, pero no debería sorprendernos porque lo han estado haciendo desde que yo era niño, prácticamente. Hubo uno o dos años después de la Segunda Guerra Mundial, que no recuerdo muy bien porque no tenía edad para darme cuenta, pero lo hicimos.
Conseguimos un servicio nacional de salud y fingimos que íbamos a cuidarnos unos a otros y que no habría más guerras. Y mírenos ahora. Están haciendo todo lo posible para asegurarse de que la guerra sea permanente. Porque así es como se ganan la vida y están completamente felices con ello. Y si tienen que matar de hambre a los bebés en Gaza, que así sea. No les importa en absoluto. No les interesan los derechos humanos.
Esto es lo que siempre digo cuando me preguntan cuál es la diferencia entre el tipo que es dueño del Hotel Four Seasons y no le deja alojarse en ninguno de sus hoteles en ningún lugar del mundo, y usted: la diferencia es que yo creo en los derechos humanos. Es muy, muy sencillo.
Mi plataforma es muy pequeña. Es la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948. Yo creo en ella. La apoyo. Ellos no. Nunca lo han hecho. Vivo en Estados Unidos. En Estados Unidos, desde 1776, han dejado absolutamente claro que no les interesan los derechos humanos, la libertad de expresión, la democracia, ninguna de las cosas que pretenden apoyar. No les interesan. Y lo sabemos, pero ¿qué podemos hacer al respecto?
Lo único que podemos hacer es seguir animando a la gente corriente de todo el mundo, que somos miles de millones, a que nos unamos y les resistamos y les digamos que no, que ustedes pueden dedicar toda su vida a enriquecer a Raytheon, [Northrop] Grumman y Palantir y a que Jeff Bezos se case con bodas de 50 millones de dólares, pero yo no.
Quiero vivir en un mundo en el que mis hijos puedan ir al colegio y podamos hablar entre nosotros y quizá ir a nadar al río. Ese es el mundo que quiero, en el que nos cuidamos unos a otros y cuidamos de los más débiles, etcétera, etcétera. Soy socialista. Dios mío, no, vaya, qué horror, eso es terrible. ¿Te refieres a cuidar de la gente?
En lugar de robarles y gastar todo el dinero en armas para poder matar gente. Sí, eso es exactamente lo que quiero decir. Sé que es un poco largo y he hablado con… Chris y yo hemos tenido conversaciones antes y somos muy parecidos. Los dos podríamos seguir hablando eternamente, pero…
Chris Hedges
Bueno, al salir de la iglesia, ¿cómo no voy a ser socialista?
Roger Waters
Exacto.
Chris Hedges
Y quiero añadir, en relación con lo que ha dicho, que ahí reside la genialidad de People’s History of the United States, de Howard Zinn. Él demostró que todos los logros conseguidos por los trabajadores y las trabajadoras, por las personas de color, por las mujeres, se lograron gracias a movimientos que lucharon contra los centros de poder dominantes para abrir un espacio en nuestra democracia, que es por lo que, por supuesto, odian a Zinn, por qué lo están cancelando. Trump lo denunció por su nombre, aunque no lo haya leído, por supuesto.
Pero esto es lo que usted está diciendo, que solo formando grupos de solidaridad como la Resistencia Palestina tenemos alguna esperanza de hacer frente a estas fuerzas. Y luego también quiero mencionar el magnífico informe de Francesca Albanese, su informe más reciente, que vuelve a reforzar el argumento que acaba de exponer, y es que hay muchas, muchas empresas, Palantir y otras, que, por supuesto, están obteniendo enormes beneficios, no solo de la guerra, sino del genocidio.
Roger Waters
Sí, es cierto, todo lo que dice es cierto. Así que el truco está en levantarse por la mañana y no tirar la toalla por desesperación y pegarse un tiro o lo que sea, sino decir: «Sé que es una locura que el mundo sea así, está claro que los lunáticos se han apoderado del manicomio. Es obvio que Keir Starmers, Donald Trumps y [inaudible], o de hecho, casi todos los líderes mundiales de Occidente, son criminales dementes.
Y deberíamos estar cuidándolos en el Servicio Nacional de Salud. Deberían estar encerrados en un manicomio con gente diciéndoles: «Tranquilo, Keir, cálmate. Aquí tiene sus pastillas de hoy. Siéntese al sol y quédese tranquilo». Pero no es así, están dirigiendo el mundo y lo están haciendo muy mal.
Así que lo único que podemos hacer es lo que usted hace y lo que yo hago: seguir organizándonos y animando a todas esas personas valientes y maravillosas que salen todos los sábados a las calles de Londres. Oh, esa señora de 83 años que fue arrestada frente al Tribunal Superior de Londres por decir que en realidad se llaman Palestine Action, no Palestine Resistance, sino Palestine Action. Me quito el sombrero ante ella y ante su valentía y todo lo demás.
Y eso es todo lo que podemos hacer. ¿Sabe qué? Lo único que hago, Chris, es levantarme por la mañana y decir: «Hoy tengo que hacer una cosa». Y tengo que hacerlo todos los días. Tengo que hacer una cosa, ya sea grabar un pequeño vídeo o hacer este programa con usted o lo que sea. Cualquier oportunidad que se me presente, la aprovecharé para alzar la voz. Y estoy empezando a hablar un poco más sobre mi industria y sobre cómo he estado, cómo han intentado callarme y siguen haciéndolo.
Hay todo tipo de cosas que salen a la luz constantemente. En este momento, le diré esto porque estoy trabajando en una nueva versión de «The Wall», una nueva versión teatral de «The Wall». Y he estado en conversaciones con The Sphere en Las Vegas para llevarla allí.
Chris Hedges
Vale, pero guárdame entradas.
Roger Waters
Vale, lo haré. Lo haré, te prometo que te guardaré entradas.
Chris Hedges
Es una promesa, queda grabada, Roger.
Roger Waters
Sí, excepto que no creo que vaya a suceder. Irving Azoff, que es un conocido sionista y una figura importante en la industria musical.
Es el mánager del grupo pop The Eagles. Y también creo que es inversor en The Sphere y muy amigo de Jim, nuestro amigo Jim Dolan, que construyó esa maldita cosa.
Estoy bastante seguro de que dirán: «Ups, hemos cambiado de opinión. No le queremos». Su voz estará en sus oídos todo el tiempo.
«No pueden tener a Roger Waters. No pueden animar a la gente a pensar que tiene voz o que tiene algo importante que decir. No importa que haya escrito «Dark Side of the Moon» y «The Wall» y, ya saben, «Another Brick in the Wall» y todo eso y «Comfortably Numb» y bla, bla, bla. «Wish You Were Here».»
Y todas esas canciones que nuestra amiga que está ahí con ustedes tiene en vinilo, que le dejó su padre. Nada de eso importa porque se opone al genocidio y lo dice abiertamente. No se le permite tener una plataforma. Así estamos. No me estoy quejando. Entiendo que esa es la situación allí. Y no se detendrán ante nada. Por suerte, la mayoría de ellos tienen un coeficiente intelectual de unos 30.
Como Greenblatt, por ejemplo, [director ejecutivo de la Liga Antidifamación] Jonathan Greenblatt. Es un idiota, pero ahí está. Sin embargo, tiene una voz muy potente, muchos seguidores y mucha financiación detrás.
Chris Hedges
Quiero volver a la letra que escribió para Pink Floyd, hace ya muchos años, décadas, pero que es tan profética en cuanto a dónde hemos acabado.
Roger Waters
Siga. Sí, es cierto. Me refiero a «Comfortably Numb», ya sabe, y no voy a repetirla, no voy a soltar la letra ahora, podría hacerlo, pero sí, porque es una conversación entre una estrella de rock desilusionada que se ve afectada por la fama y la fortuna que ha encontrado gracias a la profesión que ha elegido y se convierte en un matón nazi.
Y yo interpreto al matón nazi en la pieza, ya sabe. Por suerte, despierta. Dice: «Basta». De hecho, en la película que acabo de estrenar, al final de la canción «Run Like Hell», en la que interpreto dos canciones de The Wall vestido de nazi, al final de «Run Like Hell», donde dice «basta, quiero irme, voy a parar, me voy a quitar el disfraz», y doy un discurso.
Y el discurso que doy en la película trata sobre el gran revuelo que se ha formado porque yuxtapuse los nombres de Ana Frank, que fue víctima de los nazis en Holanda. ¿Fue en Holanda o…?
Chris Hedges
Sí, creo que fue en Holanda.
Roger Waters
Holanda, sí. En 1943 o 1944, yuxtapuse su nombre con el de Shireen Abu Akleh, que fue asesinada por los israelíes hace un par de años en Jenin, creo, o en las afueras de Jenin. Y los sionistas se pusieron como locos. ¿Cómo se atreve a profanar a Ana Frank?
Sí, también mencioné a Sophie Scholl, ¿la recuerda? Los alemanes la mataron.
Chris Hedges
Sí, La Rosa Blanca…
Roger Waters
Con el Movimiento de la Rosa Blanca en Múnich. Sí. En 1943, ella, junto con su hermano Hans y Christoph Probst, fueron asesinados, todos ellos guillotinados.
Chris Hedges
Déjeme interrumpirle, por repartir panfletos.
Roger Waters
Por repartir panfletos, exactamente. Exactamente. Bueno, Chris, usted y yo, hoy, estamos repartiendo panfletos. Eso es lo que estamos haciendo. Y menos mal que lo hacemos.
Chris Hedges
Lo sé. Pero las paredes se están cerrando. Quiero decir, sabemos adónde va esto. Cubrí el Chile de [Augusto] Pinochet. Sabemos en qué se va a convertir el ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas], nuestra versión de las camisas pardas. Si alguien cree que se van a detener con los migrantes indocumentados, y por supuesto, están deteniendo a personas que tienen residencia legal en los Estados Unidos, estudiantes, es que están completamente ciegos ante los mecanismos del autoritarismo y la historia.
Y creo que eso es una de las cosas sobre las que he escrito en La muerte de la clase liberal y El imperio de la ilusión, en muchos sentidos, en forma escrita, lo que usted ha hecho musicalmente, y señalar este tipo de advertencia. No podemos permitir esta erosión de la sociedad abierta porque es ahí donde acabaremos.
Y sé que te han atacado por usar ese uniforme fascista, pero, por supuesto, ese es el desenlace del asalto que se ha llevado a cabo en nombre del neoliberalismo y la seguridad nacional contra nuestra sociedad abierta.
Roger Waters
Sí, así es, así es. Y sabes lo que me llamó la atención cuando te escuchaba hablar entonces, era pensar en Trump. Digamos Trump porque es el más importante de los líderes actuales, el que lidera esta ofensiva en todos los frentes. Trump es más que ignorante en todos los sentidos y siempre lo ha sido. Siempre ha sido tremendamente estúpido.
Es un pésimo hombre de negocios, todo el mundo lo sabe. Nadie en Nueva York quiere hablar con Trump, especialmente los abogados, porque nunca paga sus facturas.
Chris Hedges
Y a los contratistas, tampoco les paga.
Roger Waters
Bueno, ahí lo tiene. Nunca paga a nadie. Es un matón ignorante. Y supongo que por eso atrae a la gente del MAGA. Realmente se creen el eslogan «Make America Great Again» (Hagamos grande de nuevo a Estados Unidos). Estados Unidos se está volviendo minúsculo y también un enorme forúnculo en el rostro potencialmente hermoso de la raza humana, del homo sapiens.
Tenemos el potencial de avanzar hacia un futuro en el que creamos en el amor y la verdad, nos cuidemos unos a otros y nos neguemos a matarnos entre nosotros. Eso está absolutamente prohibido en nuestro valiente mundo nuevo.
Vale, pero ellos no, ellos creen en… No, no, no, matemos a todo el mundo. Matemos de hambre a los niños porque podemos ganar dinero. Y eso es lo único que les importa, obtener beneficios. Y, lamentablemente, está consagrado en la legislación estadounidense. La única responsabilidad que tienen las empresas es maximizar los beneficios para sus accionistas. Es el capitalismo en acción. Y al capitalismo no le podría importar menos la gente corriente, usted.
Chris Hedges
Bueno, lo otro que hace es inculcar en la sociedad una cultura del miedo. Así que tienes un enemigo interno y otro externo. Mira, quiero decir, usted ha planteado esta cuestión muchas veces, pero se trata de crear miedo, incluso si ese enemigo es un fantasma, como hemos demonizado a los inmigrantes trabajadores que ganan 14 000 dólares al año y trabajan 10 o 12 horas al día.
Eso se ha convertido en un mecanismo mediante el cual crearán este estado policial, que nos afectará a todos, de la misma manera que han utilizado el antisemitismo como arma para silenciar la libertad de expresión. Todo son tropos. Todo son mecanismos. La idea de que a Trump le preocupa el antisemitismo es claramente absurda. Se trata de beneficios, pero también de miedo.
Roger Waters
Sí, bueno, es el ejercicio del control. Es necesario crear un ambiente de miedo entre la gente. Y confieso, Chris, que casi lo han conseguido conmigo, diciendo que si vuelvo a Inglaterra, me encerrarán durante 14 años, o que tienen el derecho legal de hacerlo, que ahora es la ley del país.
Así que puedo quedarme aquí todo el tiempo que quiera e irme, pero la ley es una mierda, igual que lo fue cuando encerró a Julian Assange. Menos mal que al final consiguió llegar a un acuerdo y escapar a Australia, y ahora está de vuelta con nosotros en la sociedad. Pero por corromper así el proceso legal, por eso hice mi cartel de cartón aquel sábado por la mañana, el 5 de julio de 2025.
Ese fue mi Día de la Independencia. Soy independiente del Gobierno del Reino Unido porque el Gobierno del Reino Unido es un pozo negro fascista. Y por eso tenemos que plantarle cara. Si volveré y iré a la cárcel como un buen resistente, no tengo ni idea. Queda por ver, tal vez. Aunque todas esas personas brillantes, valientes y maravillosas que salen a la calle, todos los sábados, y sin duda lo han hecho desde el 7 de octubre de 2023.
Por eso hay esperanza, hay esperanza en mi corazón, porque veo a toda esta gente maravillosa que sigue resistiendo. Y lo único que puedo hacer es animarlos, seguir adelante e intentar aumentar el volumen de las voces de la multitud para que nuestra voz sea cada vez más fuerte. ¿Es una esperanza vana? No.
No, no es una esperanza vana.
Pero, ¿ha tenido éxito alguna vez a largo plazo? No. Siempre parecen ser capaces de reunir a los hombres de Pinkerton en número suficiente y con suficientes revólveres para dispararnos. Así que cuando nos organizamos, su único recurso es dispararnos, contratar mercenarios para matarnos.
Y eso es lo que están haciendo. Esto es lo que representa Trump y eso es lo que están tratando de hacer ahora. Y ya sabe, Sumud, la perseverancia y la resistencia a la ocupación en Palestina que han demostrado los oradores árabes en su lucha contra esa ocupación es un faro que nos guía a todos. Pero, Dios mío, lo que están teniendo que sufrir ahora es inconcebible y extraordinario que 300 millones de estadounidenses no estén en las calles gritando «¡Basta! ¡No en mi nombre!».
Pues no lo están haciendo. Quizás 3 millones sí. Pero ¿qué pasa con los otros 297 millones? ¿Por qué no están en las calles diciendo «no, esto no es lo que soy»? No lo sé. Veamos qué pasa hoy, mañana y pasado mañana, porque nada de esta mierda va a desaparecer en un futuro próximo.
Chris Hedges
Quiero preguntar sobre el hecho de que el genocidio es, en muchos sentidos, un mensaje del Norte Global al Sur Global, el genocidio en Gaza. Tanto si lo cree como si no, creo que mucha gente del Sur Global lo ve así, con el colapso del clima y la huida de los refugiados climáticos. Pero esto, por supuesto, arranca la barniz y deja al descubierto lo que son las naciones industrializadas como Estados Unidos o el Reino Unido, pero ¿hasta qué punto es un presagio de un nuevo mundo?
Roger Waters
Bueno, no lo sé, lo he dicho recientemente o en los últimos meses, he escrito artículos en los que hablo de que el genocidio en Gaza es como el estanque de Narciso y que, cuando miramos fijamente, vemos nuestro propio reflejo. Y solo ahora me doy cuenta de que, en realidad, cuando miras lo que ha pasado y los hechos, esto no es más que el avance del hombre blanco europeo, la hegemonía y el imperialismo.
Y nunca ha cambiado. Y me sorprende.
Cuando vi a toda la clase dirigente europea apoyando a Estados Unidos en el asesinato de todo un pueblo indígena en lo que llamamos Tierra Santa, pensé: «Dios mío, no ha cambiado nada desde el siglo XV».
Todo esto es una continuación de lo que hicieron los españoles y los ingleses en 1492, y ahí estaba, Sión. Incluso llamaron a Norteamérica el nuevo mundo valiente, ese era su Sión. Así que la idea de que está bien asesinar a los pueblos indígenas para robarles todo lo que tienen y apoderarse de su territorio es algo de lo que la mentalidad imperialista del hombre blanco europeo parece incapaz de desprenderse.
Pensaba que lo habíamos hecho. A todos nos dijeron después de la Segunda Guerra Mundial que no, que eso era cosa del pasado. Que ya no lo hacíamos. Nunca hemos pedido perdón por haber matado a 160 millones de indígenas americanos o por haber dirigido una empresa farmacéutica, la Compañía de las Indias Orientales, que vendía drogas a los chinos y obtenía enormes beneficios con ello.
En realidad, no estamos pidiendo perdón por eso. Lo que estamos haciendo al apoyar el genocidio es decir: no, ese es el modelo. Ese era el Imperio Británico y creemos en ese modelo y mataremos a todo el mundo excepto a nosotros si es necesario. Y el Sur Global piensa: «Hmm, creo que se refieren a nosotros». Y tienen razón. Se refieren a…
Chris Hedges
Bueno, eso es lo que han estado haciendo en el Sur Global, ya sea la hambruna de Bengala de 1943, ya sea el Mau Mau, la rebelión británica del Mau Mau, que ha sido completamente ocultada en la historia británica. Hay un libro muy bueno sobre ello titulado Imperial Reckoning, ya sea los españoles en América, ya sean los euroamericanos llevando a cabo el genocidio contra los nativos americanos. El genocidio está grabado en nuestro ADN.
Roger Waters
Sí, por desgracia, tiene razón. Una de las cosas que estoy haciendo en este momento, y que ha quedado completamente marginada, es defender a Pedro Castillo, que fue el presidente legítimamente elegido de Perú y que está en prisión porque a la clase dominante no le gustaba por ser indígena. Vale.
Y la otra es que ahora mismo hay masacres en Bolivia, porque a los mineros, indígenas que en pequeñas cooperativas y negocios familiares se han dedicado a la minería, les han dicho: «No, se lo vamos a dar todo a una empresa estadounidense. Ustedes están acabados». Bueno, hay 300 000 de ellos y han dicho: «No, no lo estamos».
Y han paralizado Bolivia, bueno, también Perú, los mineros de Perú han paralizado el país. No hay camiones que entren o salgan de Lima. Nadie lo sabe porque nadie lo informa. Pero hablo con mis amigos de estos países sudamericanos y lo sigo muy de cerca porque, como sabemos, un país tan grande como Brasil, como vimos en las últimas elecciones, pende de un hilo entre un [Jair] Bolsonaro o Lula da Silva.
Y son diametralmente opuestos en cuanto a su filosofía política. Lula es uno de los nuestros y Bolsonaro es uno de ellos. Así están las cosas. Y, por extraño que parezca, la maquinaria propagandística es tan poderosa que un completo imbécil como Bolsonaro puede conseguir votos de la gente pobre simplemente haciendo lo que hace Trump, fingiendo que representará sus necesidades, sus aspiraciones y su futuro.
Y todos sabemos que a Trump le importan un comino los trabajadores. Nunca les ha importado y nunca les importará. Bueno, con Bolsonaro pasa exactamente lo mismo. Pero la gente se deja convencer por la propaganda. Por eso Rupert Murdoch es tan importante y todos los demás en todo esto. Así que estamos viendo esa batalla al mismo tiempo.
¿Creerán las mentiras que les cuentan MAGA y Bolsonaro o mirarán las cosas y dirán: «Un momento, ellos no son…». Al menos Lula estuvo involucrado en sindicatos antes de convertirse en figura política y parece tener corazón y alma. Así que sigamos votando a los Lulas.
Chris Hedges
Bueno, estos demagogos como Trump y, en cierto modo, no sé si usted piensa lo mismo. Odio a los liberales como Starmer, Tony Blair, incluso más, porque con un [Viktor] Orbán o un Trump, al menos, ellos anuncian su brutalidad. Pero estos liberales, mi amigo Glen Ford solía llamarlos el mal más eficaz, el Partido Demócrata, porque lo enmascaran.
Quiero decir, usted ha criticado a Starmer, ha criticado a Blair. Ya sabe, pretenden defender unos valores que traicionan.
Roger Waters
Sí, Blair, ya sabe, después de que Margaret Thatcher llegara para destruir Inglaterra, no sé si sabe cuál era su índice de popularidad hasta las Malvinas, hasta la guerra de las Falkland.
Chris Hedges
Era muy bajo.
Roger Waters
Estaba en un 2 %. De repente, tiene una pequeña guerra y, ¡bum!, se convierte en una gran heroína. Era una persona repugnante. Y no era estúpida como Trump. De hecho, sacó un dos con uno o algo así en una facultad de la Universidad de Oxford, donde hay que estudiar de verdad.
Chris Hedges
Hay que leer libros, a diferencia de Trump.
Roger Waters
Sí, hay que leer libros. Y Blair no era más que un seguidor. Blair dijo: «Sí, vendamos». Vendamos la Gran Bretaña que crearon Aneurin Bevan, Clement Attlee, Wedgwood Benn, Michael Foot y algunos políticos laboristas de izquierda, y Jeremy Corbyn intentó recuperar ese tipo de formación.
Que nos den por culo, perdón por mi lenguaje. Dejemos eso a un lado y vendámonos al modelo estadounidense. Vendámonos a las corporaciones. Y John Pilger, nuestro difunto gran amigo.
Chris Hedges
Sí, un gran periodista.
Roger Waters
John, hizo una película maravillosa sobre el Servicio Nacional de Salud. Hay una escena en la que una señora que ha sido enfermera toda su vida ha seguido intentando trabajar en un hospital que ha sido absorbido por una corporación estadounidense. Y se derrumba, yo también estoy a punto de derrumbarme, se derrumba delante de la cámara diciendo: «Nos dimos cuenta de que no estábamos allí para cuidar de la gente».
Dijo: «He cuidado de personas en el Servicio Nacional de Salud durante 25 años y, de repente, ya no se trata de eso, sino de cuánto beneficio podemos sacar de cada cuerpo. Y si no podemos sacarles beneficio, echarlos a la calle. Ese es el modelo. Y lo sabemos».
No hace falta vivir mucho tiempo en Norteamérica para comprender que así es como funciona. Los únicos que se benefician o ganan dinero son las compañías de seguros y las grandes farmacéuticas. Y la atención al paciente se ha perdido por completo, excepto para los muy, muy ricos.
Chris Hedges
Bueno, y es peor aquí en Estados Unidos, donde hay seguros privados, privados…
Roger Waters
A eso me refiero, a Estados Unidos.
Chris Hedges
Sí, es legalmente permisible retener a niños enfermos como rehenes mientras sus padres se arruinan tratando de salvar a sus hijos o hijas. Ese es el sistema que defendemos. Y, por supuesto, lo que hacen es matar de hambre al sistema nacional de salud. Están haciendo lo mismo en Canadá para romperlo, para destruirlo.
Roger Waters
Sí. Así que esto nos lleva de vuelta, Chris, a la gente común que se mantiene unida desde el río hasta el mar, sumud, perseverancia. La perseverancia inquebrantable es lo que significa la palabra sumud. Y eso es lo que tenemos que demostrar, pero tenemos que hacer todo el ruido posible mientras lo demostramos para animar a los jóvenes, en particular.
Siempre he dicho que la cuestión de Tierra Santa, la batalla se libraría en los campus de las universidades estadounidenses. Lo decía hace 15, 20 años, ¿de acuerdo? Y resulta que tenía razón. Y miren cómo ha capitulado completamente la Universidad de Columbia en Nueva York.
Ahora han aceptado la definición de antisemitismo de la IHRA [Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto], que es una locura y ha sido adoptada por 35 estados, jurisdicciones estatales. Esa es ahora la definición oficial de antisemitismo.
Chris Hedges
Bueno, y solo quiero interrumpirle, Roger, porque la han codificado para añadir ejemplos que, en esencia, dicen que cualquier crítica al Estado israelí es antisemita. Acabo de estar en el Capitolio del Estado de Trenton testificando en contra de la adopción de la medida.
El comité la aprobó por unanimidad. Ahora pasa al Senado. Pero nada más empezar, me silenciaron el micrófono y los sionistas me abuchearon y me gritaron, junto con Raz Segal, un experto en genocidio israelí.
Así que allí estábamos, argumentando que esta medida restringiría o suprimiría la libertad de expresión, y no se nos permitía expresarnos libremente, lo que nos lleva a una especie de mundo de Alicia en el País de las Maravillas. Todos estos pasos sigilosos son muy, muy aterradores. Y creo que lo que me ha impactado es la rapidez con la que está llegando a Estados Unidos.
Roger Waters
Sí. No, lo es. Es muy rápido y da mucho, mucho miedo.
La gente me escupe, literalmente, y yo me quedo alucinado. ¿Por qué? Y me escupen porque creo en los derechos humanos. Esa es la única, la única razón por la que se oponen a la definición de la IHRA, porque no cree en los derechos humanos. Cree en el genocidio. Dice que sí, que Israel podría cometer genocidio. Y si te opones, eso es antisemita.
Eso es un delito de odio, Roger. Oponerse a la política genocida de Israel. Eso que están haciendo ahora, reuniéndolos y canalizándolos y fingiendo que les van a dar comida y luego les disparan. Les disparan con…
Chris Hedges
Sí, bueno, es solo un cebo. Es un cebo. Es para atraer a los palestinos hambrientos hacia el sur. Solo dan comida en cuatro centros durante una hora al día. Es totalmente insuficiente. Es exactamente lo que hicieron en el gueto de Varsovia, donde los nazis mataron de hambre a los residentes del gueto y luego les ofrecían pan si subían a los trenes. Es exactamente la misma táctica.
Roger Waters
Sí, es exactamente la misma táctica. Así que la gran batalla se libra en los corazones y las mentes de los hombres. Siempre volvemos a la batalla de la propaganda. ¿Va a ganar la batalla Rupert Murdoch o la ganaremos usted y yo? Porque ¿qué tenemos de nuestro lado, Chris? Tenemos el amor y la verdad de nuestro lado.
Rupert Murdoch, Trump, Stammer y los demás, lo único que tienen de su lado es la codicia, el odio y las mentiras. Así que se podría pensar que se entiende por qué miles de millones de personas en todo el Sur Global, pero también en todo Occidente, están diciendo «nada más, nada más».
La gente común puede distinguir entre el amor y el odio. Sé que pueden. Me emociono incluso hablando de ello.
Chris Hedges
Conocí a Václav Havel [expresidente de la República Checa], cubrí la Revolución de Terciopelo, estuve con él todas las noches en el Teatro Linterna Mágica, y él hablaba de esto, que es realmente lo que usted está diciendo, lo llamaba vivir en la verdad. Pero vivir en la verdad, si se aferra uno a esa verdad, es aterrador para estos centros despóticos de poder porque expone quiénes son realmente.
Y si no pueden intimidarle ni acobardarle para que calle, entonces le silenciarán físicamente. Quiero hablar justo cuando terminemos, usted lo ha mencionado y estoy de acuerdo con usted, el imperio siempre gana. Como antiguo estudiante de teología que vio cómo Jesucristo era abandonado por todos sus amigos, traicionado por la multitud y asesinado como insurrecto por el Estado, ese era el mensaje.
Y, sin embargo, debemos luchar de todos modos. Si no es solo para ralentizar el proceso, también para mantener viva otra forma de vida, otra orientación hacia el mundo. [El escritor y periodista soviético] Vasili Grossman escribe sobre esto de forma muy elocuente, diciendo que la bondad en estos tiempos despóticos es un acto de subversión, y al final de este hermoso pasaje escribe que si no pueden aplastar ni siquiera un pequeño grano de bondad, que es lo que intentan hacer estos sistemas, entonces el mal nunca será vencido.
Quiero decir, esto nos lleva a una discusión quizás más teológica o existencial, pero es una en la que creo, y creo que usted también, que es importante que mantengamos vivos estos poderes, independientemente de lo que nos suceda como individuos distintos.
Roger Waters
Sí, bueno, esa es otra conversación interesante, obviamente, porque yo soy ateo y usted no. Y, sin embargo, nos queremos y queremos a nuestros hermanos y hermanas. Y, sean cuales sean las razones, quizá tenga algo que ver con nuestros padres, porque su padre era predicador, ¿verdad? Sí.
Y mi madre era atea, pero era comunista y socialista y todo eso… y mi padre, que murió luchando contra los nazis, me inculcaron un sentido de la responsabilidad y el amor por mis semejantes. Su padre hizo lo mismo con usted, y es un camino diferente y un viaje diferente. Pero el resultado es el mismo.
Usted y yo, Chris, trabajamos incansablemente por el amor y la verdad. Y nada va a cambiar eso. Y si caemos luchando, caemos luchando. Pero tenemos amor en nuestros corazones, al igual que millones y millones de personas. Y si me emociono, es porque siento por esos millones de personas. Lo veo, ¿sabe? A veces, cuando conozco a gente, me cogen de la mano y…
Sabes, había un tipo en un concierto hace 20 años, o no sé cuándo fue, en algún concierto, cuando tenía veteranos que venían al espectáculo todas las noches. Todas las noches tenía 10 veteranos y siempre los invitaba a venir con un acompañante, ya fuera un ser querido o lo que fuera, porque a menudo tienen tanto trastorno de estrés postraumático que no pueden salir solos, les da demasiado miedo. Y venían al concierto y yo iba a verlos a mitad del espectáculo.
Solo les saludaba y charlaba un poco y luego me iba, porque tenía que salir a tocar «Hey You». Fue durante los conciertos de «The Wall». Vale. Y una vez me estaba yendo y un tipo mayor, debía de ser un veterano de Vietnam. Porque la mayoría son de Afganistán y, ya sabe, Irak [veteranos]. Heridas horribles, horribles. En fin, este tipo mayor, cuando me iba, me tendió la mano, le di la mano y no me la soltaba.
Le dije que tenía que subir al escenario. Estábamos a punto de tocar «Hey You», era la segunda canción. Y él no me soltaba, así que me relajé un poco y le dejé que me siguiera cogiendo la mano. Entonces me miró a los ojos, así, fijamente, y me dijo: «Tu padre estaría orgulloso de ti».
Ahora estoy llorando porque pensé: «Joder, qué mierda». Vaya, qué momento tan increíble. Fue un momento increíble, nunca lo olvidaré, nunca lo olvidaré. Pero sí, podemos transmitir esto de generación en generación. Se puede transmitir el amor y la verdad a la siguiente generación. Y su principal responsabilidad en la vida es hacer precisamente eso y no ceder ante los monstruos, los Trumps y los Starmers de este mundo.
Chris Hedges
Y Roger, eso es la resurrección. Siempre digo que es mi voz, pero son las palabras de mi padre. Es su música, sus letras, pero son las palabras de su padre, que era, según tengo entendido, cristiano y miembro del Partido Comunista. Que Dios lo bendiga.
Roger Waters
Sí, lo era. Al principio de la guerra, se oponía por su cristianismo, por su devoción al… ¿es el sexto mandamiento, no matarás? Exacto. Así que dijo que no. Y luego empezó a organizarse y condujo una ambulancia durante el Blitz y todo eso.
Y en cierto momento, se unió al Partido Comunista. Y entonces se dio cuenta de que la necesidad de luchar contra los nazis superaba su amor por Jesús. Así que volvió y se alistó como voluntario. Muy bien, este tipo tiene un título, es material de oficial. Así que recibió entrenamiento básico, entrenamiento de oficial, fue nombrado subteniente y murió tres semanas después. Duró unas tres semanas en [inaudible].
No es una carga, pero si eres el hijo de ese hombre, no puedes, nunca podré superar la valentía de aquellos, tanto la valentía de ser objetor de conciencia como la valentía de dar la vida. Es algo muy fuerte, ¿sabes? No es de extrañar que haya escrito algunas canciones.
Chris Hedges
Creo que usted tenía cinco meses cuando él murió. Pero mire el regalo que le hizo. Y ese es el regalo que me hizo mi padre. Y nunca podré traicionarlo. Y usted nunca podrá traicionar a su padre, lo que significa que no pueden hacernos nada.
Roger Waters
Sí, es cierto.
Chris Hedges
Muy bien, que Dios te bendiga, Roger.
Roger Waters
Las cosas podrían ser peores.
Chris Hedges
Siempre pueden ser peores. Probablemente empeoren.
Roger Waters
Sí, empeorarán, pero nos aferraremos a eso, a esa verdad y a ese amor que hemos heredado.
Chris Hedges
Lo haremos. Genial, ha sido el gran Roger Waters. Quiero dar las gracias a Sofia [Menemenlis], Max [Jones], Thomas [Hedges], Victor [Padilla] y Diego [Ramos], que han producido el programa. Pueden encontrarme en ChrisHedges.Substack.com.
6. El acoso judicial a Palestine Action.
Un detallado repaso a las peripecias judiciales del caso Palestine Action en Gran Bretaña, organización acusada de terrorismo.
https://www.craigmurray.org.uk/archives/2025/07/malicious-mischief/
Delito malicioso
28 de julio de 2025
La actitud del régimen de Starmer hacia la ley, tanto nacional como internacional, se ha visto contaminada por la doctrina del apoyo incondicional a Israel.
Esta mañana, el Handala se ha convertido en el segundo buque con bandera roja en ser apresado ilegalmente por Israel, sin que el Reino Unido, que tiene la obligación de proteger sus buques en aguas internacionales, haya dicho una sola palabra. De hecho, la legislación británica se aplica al buque y la Policía Metropolitana debería investigar el secuestro de los pasajeros, que constituye un delito nacional.
Esto se suma al delito internacional que supone el apresamiento del buque.
De manera excepcional, el Reino Unido se ha declarado incapaz de juzgar si Israel ha cometido crímenes de guerra, a falta de una decisión de un tribunal internacional. Esa posición nunca se ha adoptado antes, no se ha adoptado en el caso de Ucrania y contradice la autoproclamada capacidad de Starmer para juzgar que no hay genocidio en Gaza.
También ignora el hecho de que la Corte Penal Internacional no puede juzgar, mientras que Netanyahu ignora sus órdenes de detención. El caso del Tribunal Internacional de Justicia sobre genocidio avanza muy lentamente, pero Starmer no tiene ningún problema en adelantarse al tribunal negando el genocidio.
Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha condenado enérgicamente la proscripción de Palestine Action como organización terrorista por parte del Reino Unido y ha pedido al Gobierno británico que la levante.
También ha pedido al Reino Unido que modifique sus leyes contra el terrorismo para ajustar su definición excesivamente amplia de terrorismo a las normas del derecho internacional. Turk declaró:
Insto al Gobierno del Reino Unido a que revoque su decisión de prohibir Palestine Action y a que detenga las investigaciones y los procedimientos contra los manifestantes que han sido detenidos en virtud de esta prohibición. También insto al Gobierno del Reino Unido a que revise y modifique su legislación antiterrorista, incluida su definición de actos terroristas, para que se ajuste plenamente a las normas y estándares internacionales de derechos humanos
. Este es un acontecimiento notable porque nadie podría acusar a Volker Turk de ser antioccidental. De hecho, su pasividad, mientras se extinguen las libertades en todo el mundo occidental para sofocar las protestas contra el genocidio, ha sido una fuente de frustración para la comunidad de derechos humanos.
Es una señal de lo absurda que es la proscripción de Palestine Action, que incluso Volker Turk se haya pronunciado ahora de forma decisiva en su contra.
Permítanme darles un ejemplo claro de lo absurda que es ahora la ley.
Las tres jóvenes del grupo Shut Down Leonardo, que estrellaron una furgoneta contra la valla de seguridad de la fábrica de armas de Edimburgo que fabrica piezas para la maquinaria militar israelí, fueron llevadas ante los tribunales el lunes.
Fueron acusadas de «malicia», un delito de vandalismo grave según el derecho consuetudinario escocés, «agravado por terrorismo».
Esto reduce el terrorismo de uno de los delitos más graves a un mero factor agravante. El conductor de la furgoneta incluso ha sido acusado de «conducción temeraria agravada por terrorismo», lo que, si lo piensan bien, es un concepto ridículo.
Para subrayar aún más que nadie cree realmente que se trate de terrorismo, los tres han sido puestos en libertad bajo fianza. ¿Se imaginan que se pusiera en libertad bajo fianza a alguien acusado de haber cometido un auténtico atentado terrorista?
No quiero restar importancia al peligro. El delito de malicia es un delito peligroso: al ser de derecho consuetudinario, no hay límite a la pena de cárcel que puede acarrear y, además, un juez puede imponer penas de cárcel prolongadas sin necesidad de un jurado.
De todos modos, no estoy seguro de que este delito cumpla los requisitos para ser considerado malicia. Las directrices de acusación de la Fiscalía General establecen que los daños deben ascender a miles de libras y afectar a otras personas. Dicen lo siguiente:
La malicia solo debe registrarse cuando se causen daños generalizados, cuando el valor de los daños sea considerable o cuando se produzcan cortes en el suministro eléctrico, inundaciones o similares. No existe una cantidad monetaria específica que marque la diferencia entre vandalismo y daño malicioso, pero el valor de los daños debe ser significativo (varios miles de libras) para que se considere delito de daño malicioso.
El ejemplo que se da es el de dañar deliberadamente las líneas eléctricas y cortar el suministro eléctrico a los hogares. No estoy seguro de que una pequeña abolladura en una valla cumpla los requisitos.
Pero también quiero analizar el trato recibido por estas mujeres como ejemplo del trato pernicioso que se da a los manifestantes desde la proscripción de Palestine Action.
Las tres no están acusadas de pertenecer a Palestine Action ni de apoyarla. Sin embargo, fueron detenidas en virtud de la Ley contra el terrorismo y tratadas como terroristas. Fueron trasladadas al centro especializado en detención de terroristas e inmigración de Govan y retenidas allí sin cargos durante seis días.
Eso significa que algún juez autoritario debió de firmar en secreto dos veces la continuación de su detención. ¿Por qué?
Se las mantuvo en régimen de incomunicación estricta. Ayudé a organizar la mejor asistencia jurídica para ellas y, durante seis días, sus padres, sus simpatizantes y yo intentamos hacerles llegar un mensaje para pedirles que se pusieran en contacto con este equipo de abogados, pero no se nos permitió comunicarnos con ellas.
Los padres de las mujeres llamaron por teléfono y pidieron a la policía que les transmitiera un mensaje sobre los abogados que se les había asignado. La policía se negó. El hermano de una de las mujeres acudió a la comisaría de Govan y también se le denegó el permiso.
Los abogados que habíamos contratado llamaron por teléfono a la policía y dijeron que habían recibido instrucciones de las familias, pero la policía se negó de nuevo a transmitir ningún mensaje.
Las mujeres tuvieron que conformarse con el servicio de abogados de oficio estándar. Ahora bien, la policía no tiene normalmente la facultad de retener a personas sin cargos durante seis días y mantenerlas en régimen de incomunicación durante ese tiempo.
La Ley contra el terrorismo otorga a la policía esas facultades. Pero eso no significa que esté obligada a utilizarlas. Es extraordinario que se negara a todas las solicitudes de informar a las mujeres sobre la asistencia jurídica, lo que constituye una victimización gratuita, destinada a impedir que las mujeres pudieran preparar la mejor defensa jurídica posible.
Sin embargo, según una conversación con una de ellas, parece que, durante su detención, las mujeres fueron tratadas con amabilidad y tuvieron la impresión de que la policía tampoco creía que debieran estar allí. El interrogatorio no fue duro ni especialmente incisivo y, al parecer, lo llevaron a cabo agentes de policía escoceses identificables.
Esto concuerda con la decisión de concederles la libertad bajo fianza: están atrapadas en un sistema de legislación antiterrorista, pero ninguno de los que lo aplican cree realmente en la narrativa.
El 19 de julio estuve presente en la catedral de St Giles, donde once personas de Defend Our Juries sostenían pancartas idénticas a las que han provocado detenciones masivas en todo el Reino Unido, en las que se leía «Me opongo al genocidio, apoyo la acción de Palestina». Estuvieron allí durante media hora a la vista de la policía, pero nadie fue detenido.
Después de la manifestación, un grupo de manifestantes frente a la oficina del primer ministro escocés portaban pancartas y camisetas idénticas a las que han provocado detenciones en otros lugares, pero tampoco se detuvo a nadie.
En la semana transcurrida desde entonces, tres personas han sido detenidas y acusadas de delitos de terrorismo en relación con lo anterior. Una de ellas, Mick Napier (en el centro con el micrófono en la segunda foto), fue detenida cuando salía de la protesta del lunes 21 de julio frente al Tribunal del Sheriff de Edimburgo, donde se celebraba la vista para fijar la fianza de los Leonardo 3.
Mick se acercó a mí y me dijo que creía que iban a detenerlo, ya que la policía lo estaba siguiendo. Cinco minutos después, así fue. Desde entonces, policías vestidos de civil han acudido a su domicilio en tres ocasiones en una campaña de intimidación.
Aunque los Leonardo 3 están en libertad bajo fianza, también están sufriendo diversos métodos de intimidación por parte del Estado, como la congelación de sus cuentas bancarias y la pérdida de acceso a su dinero.
Una posibilidad clara es que el Estado esté suspendiendo la aplicación plena de las medidas legales sobre la proscripción, hasta que concluya la vista para la revisión judicial de la proscripción, ya que el argumento clave en la revisión judicial es las consecuencias desproporcionadas de la prohibición para la libertad de expresión.
El juez Chamberlain había dicho en su denegación de suspender la proscripción que se estaban exagerando los temores de represión de la libertad de expresión.
Informé sobre estos intentos de suspender la proscripción de Palestine Action en espera de la solicitud de revisión judicial. No pude estar simultáneamente en el tribunal del sheriff de Edimburgo para el caso Leonardo 3 y en el Tribunal Superior de Londres para el caso de proscripción, pero afortunadamente Mohamed Elmaazi estuvo presente para cubrir el Tribunal Superior.
Este es el informe de Mohamed, ligeramente modificado para adaptarlo al contexto:
«Creo que lo que está haciendo es decir que lo predijo», dijo el juez Chamberlain a Blinne Ní Ghrálaigh KC, que representaba a la cofundadora de Palestine Action, Huda Ammori, en la mañana del 21 de julio en el Tribunal Superior de Justicia, «y lo que está haciendo ahora es compartir pruebas de que han ocurrido».
Las declaraciones del juez fueron en respuesta a Ghrálaigh, quien describió un ejemplo tras otro de manifestantes pro palestinos y contra el genocidio que habían sido amenazados con ser detenidos, o que habían sido detenidos, en todo el país desde que Palestine Action fue prohibida como organización terrorista.
Los abogados de Ammori, Raza Husain KC y Ghrálaigh, presentaron los argumentos orales en apoyo de la solicitud de la demandante de apelar la prohibición.
Antes de poder recurrir una decisión gubernamental, como la orden del ministro del Interior que prohíbe Palestine Action, es necesario obtener permiso para apelar.
Solo dos semanas y media antes, el 4 de julio, los abogados de Ammori intentaron sin éxito persuadir al mismo juez para que retrasara temporalmente la entrada en vigor de la prohibición hasta que tuvieran la oportunidad de presentar su recurso, en caso de que se les concediera.
Argumentaron que, dadas las implicaciones previsibles e ilimitadas para la libertad de expresión y de asociación, el tribunal debía suspender la prohibición del ministro del Interior para evitar que se produjeran daños irreparables.
Advirtieron de las graves consecuencias, no solo para Palestine Action y sus miembros, sino también para el público en general.
Husain y Ghrálaigh habían explicado en la vista celebrada el 4 de julio que calificar a Palestine Action de organización terrorista supondría una «injerencia manifiestamente desproporcionada en los derechos a la libertad de expresión y de reunión» no solo de sus miembros, sino también de cientos de miles, si no millones, de personas en todo el Reino Unido.
Sin embargo, Chamberlain desestimó en gran medida las preocupaciones más graves calificándolas de «hipérboles».
«En mi opinión, algunas de las consecuencias temidas por el demandante y otras personas que han prestado declaración son exageradas», escribió el juez Chamberlain en su sentencia del 4 de julio, en la que rechazaba la solicitud de Ammori de impedir temporalmente la entrada en vigor de la prohibición.
«Seguirá siendo legal que el demandante y otras personas que eran miembros de [Palestine Action] antes de la prohibición sigan expresando su oposición a las acciones de Israel en Gaza y en otros lugares, incluso llamando la atención sobre lo que consideran genocidio y otras graves violaciones del derecho internacional por parte de Israel», escribió el juez del Tribunal Superior.
«Seguirán teniendo derecho a hacerlo en conversaciones privadas, en la prensa escrita, en las redes sociales y en manifestaciones», insistió antes de añadir que, por lo tanto, «es exagerado hablar de que el demandante u otras personas han sido «amordazados» a este respecto (como ha alegado el demandante). No pueden incurrir en responsabilidad penal por su asociación en el pasado con un grupo que no estaba prohibido en ese momento».
Dos semanas más tarde, el tono de Chamberlain se modificó ligeramente. Parecía aceptar que podía haberse equivocado. De hecho, recordó a las partes lo que había escrito leyendo parte de su decisión denegando el permiso.
Ghrálaigh dijo al tribunal que la situación era «aún peor» de lo que habían previsto.
Uno de los argumentos clave esgrimidos por el demandante es que no podía ser intención del Parlamento otorgar al ministro del Interior la facultad de prohibir una red de protesta de acción directa como Palestine Action. Esta es una de las razones por las que hicieron tanto hincapié en las acciones de la policía en todo el país desde que entró en vigor la prohibición.
Los ciudadanos «con banderas, insignias, camisetas y carteles en apoyo a Palestina, en contra del genocidio y/o satirizando la postura del Gobierno sobre la catástrofe humanitaria en Gaza» han sido objeto de una «fuerza policial considerable» y «otras medidas coercitivas», explicó la abogada de origen irlandés.
«Ninguno de ellos tenía relación alguna con Palestine Action», subrayó. Entre los ejemplos citados por Ghrálaigh se incluyen los siguientes:
1. El 5 de julio, la policía detuvo y pidió a los manifestantes que se encontraban frente a la fábrica de BAE Systems que se quitaran las camisetas con la inscripción «Free Palestine» (Palestina libre), ya que podían «incumplir la orden de prohibición».
2. El 7 de julio, la policía antiterrorista detuvo a una persona que viajaba por Dover en la frontera por llevar una gorra con «insignias de solidaridad con Palestina» para asegurarse de que «no formaba parte de Palestine Action».
3. Un hombre de 55 años fue detenido en Glasgow por llevar una camiseta con las palabras «Genocidio en Palestina, hora de actuar» impresas, el 12 de julio.
4. Un hombre de 68 años, también detenido en Glasgow, por llevar un cartel con el mismo texto, fue acusado y puesto en libertad bajo fianza en virtud del artículo 13 de la Ley de Terrorismo de 2000, el 18 de julio.
Uno de los ejemplos en los que Ghrálaigh se detuvo fue el caso de Laura Murton, que participó en una protesta en solitario el 14 de julio en Canterbury y fue detenida y amenazada con ser arrestada por dos policías armados. Murton llevaba una bandera palestina y carteles de cartón con las palabras «Free Gaza» (Liberen Gaza) e «Israel is committing genocide» (Israel está cometiendo genocidio).
El incidente fue grabado y se proporcionó una transcripción al tribunal. Pero Ghrálaigh consideró que valía la pena leer parte del intercambio.
Agente: «¿Cuál es su intención aquí hoy?».
Murton: «Mi intención es ondear esta bandera y mantener a Palestina en la conciencia pública en este momento».
Agente: «Entonces, ¿apoya usted a algún grupo prescrito?».
Murton: «No, no apoyo a ningún grupo prohibido. Apoyo una Palestina libre y el fin del genocidio».
Agente: «¿Puedo tomar sus datos?».
Murton: «¿Estoy obligado a dárselos?».
Agente: «Bueno, puede que esté cometiendo un delito en este momento. Así que solo necesito asegurarme de que es usted legal».
Murton: «¿Qué delito?».
Agente: «Bueno, como usted sabe, ahora es delito apoyar abiertamente a un grupo proscrito como Palestine Action».
Murton: «Sí, pero yo no… No tengo nada que diga eso».
Agente 2: «Lo entiendo. Pero su comportamiento en este momento me lleva a creer que quizá sí. Me da sospechas o motivos para creer que podría serlo».
Murton: «¿Qué sospechas? ¿Que tengo un cartel que dice «Free Gaza»? ¿Que llevo una bandera palestina y un cartel que dice que Israel está cometiendo genocidio?».
«Ella nunca ha formado parte de Palestine Action», declaró Ghrálaigh ante el tribunal.
Chamberlain señaló que la policía se estaba extralimitando porque simplemente no entendía la ley.
«Su Señoría puede decir que el agente no entiende la ley», dijo Ghrálaigh. «La policía de Canterbury no ha emitido ninguna disculpa. El secretario de Estado [del Ministerio del Interior] no ha dicho que se trate de una aplicación incorrecta de la ley».
Chamberlain respondió diciendo que «habrá casos en los que la policía se equivoque».
«No hay indicios de que se estén equivocando, porque nadie ha dicho que se estén equivocando», insistió Ghrálaigh, señalando que los agentes armados dijeron más tarde a Murton: «Podríamos haber saltado, haberte borrado, haberte arrastrado y metido en una furgoneta».
La prohibición crea un «dilema de duda» sobre la aplicación de las leyes antiterroristas.
«Creo que lo que usted dice es que si se prohíbe un grupo como este, se crea una especie de dilema de duda, y eso afecta a todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley, que tienen que tomar decisiones, algunas de las cuales pueden ser correctas y otras incorrectas, pero que arrojan una sombra sobre una serie de cosas que pueden… ¿entrar en el ámbito de la infracción?», preguntó Chamberlain a Husain. «¿Diría usted que ese efecto es uno de los aspectos que habría que tener en cuenta a la hora de decidir si la proscripción es proporcionada?», añadió.
«Efectivamente», respondió Husain.
Aunque los motivos de apelación del demandante son demasiado amplios para resumirlos en un solo artículo, vale la pena examinar brevemente algunos de ellos. Esto es especialmente importante, ya que ayudan a explicar la relevancia de la forma en que se está persiguiendo y deteniendo a los manifestantes contra el genocidio desde que entró en vigor la prohibición.
La solicitud del demandante de revisión judicial de la decisión de la ministra del Interior de prohibir Palestine Action se basaba en ocho motivos.
Entre ellos figuran los siguientes:
1) La decisión se tomó con un «fin indebido, en la medida en que ejerció la facultad discrecional que le confirió el Parlamento con el fin de prohibir un grupo disidente de la sociedad civil».
2) Prohibir Palestine Action representa «una injerencia ilegal» en los derechos recogidos en los artículos 9 (libertad de pensamiento, conciencia y religión), 10 (libertad de expresión) y 11 (libertad de reunión y asociación) y 14 (prohibición de la discriminación) del Convenio Europeo de Derechos Humanos «del demandante, de los partidarios de Palestine Action y de los miembros del público en general que defienden los derechos de los palestinos».
3) La ministra del Interior «incurrió en un error de derecho al concluir que: i) Palestine Action cometió actos destinados a influir en el Gobierno del Reino Unido; y, además o alternativamente, ii) Palestine Action estaba implicada en actividades terroristas, en circunstancias en las que los actos que podrían (quod non) satisfacer la definición del artículo 1, apartado 1, de la Ley contra el terrorismo de 2000 son aislados y periféricos a los métodos y objetivos de la organización».
4) La ministra del Interior actuó «de manera irracional al tener en cuenta consideraciones irrelevantes para la decisión que debía adoptar (prohibir Palestine Action) y al no tener en cuenta cuestiones que eran claramente relevantes para dicha decisión».
Entre las consideraciones irrelevantes se incluye su valoración de si la protesta de Palestine Action es «legítima» desde su punto de vista subjetivo y si sus protestas «causaron pérdidas de ingresos». «La pérdida de ingresos es irrelevante» para evaluar si se debe prohibir un grupo, argumentan.
Entre las consideraciones pertinentes que la ministra del Interior no tuvo en cuenta figura el hecho de que Palestine Action «pretende impedir conductas que ella y gran parte de la opinión pública consideran razonablemente genocidas y contrarias al derecho internacional».
La ministra del Interior tampoco tuvo en cuenta el impacto que la prohibición tendría en la libertad de expresión «a favor de la acción directa contra las empresas armamentísticas que suministran a Israel» y en «la acción directa de bajo nivel y la desobediencia civil contra las empresas armamentísticas por parte de personas no asociadas (o que ya no están asociadas) a Palestine Action».
Tampoco tuvo en cuenta la disponibilidad de otras opciones civiles y penales aparte de la orden de prohibición.
5) La ministra del Interior infringió su propia política, «que exige que una decisión de proscripción sea «proporcionada»». No se llevó a cabo una evaluación adecuada de la proporcionalidad.
6) La ministra del Interior «violó el principio de justicia natural al no dar a Palestine Action la oportunidad de responder a las conclusiones adversas antes de tomar la decisión» de prohibirla.
Un documento clave del Gobierno al que se refiere repetidamente el demandante es la versión «abierta» de la evaluación del Centro Conjunto de Análisis del Terrorismo (JTAC). El documento del JTAC, obtenido por los autores de este artículo, fue citado repetidamente por los abogados de Ammori.
Ghrálaigh señaló que la evaluación del JTAC, como parte de su determinación de que Palestine Action ha estado involucrada en actividades terroristas, se centró en la acción del 6 de agosto de 2024 dirigida contra una importante instalación de drones y vigilancia de la mayor empresa de armas de Israel, Elbit Systems, en Filton, Bristol.
La evaluación del JTAC señala que ninguno de los activistas, conocidos como los 18 de Filton, ha sido acusado de delitos de terrorismo por la acción de agosto. Sin embargo, en un giro verdaderamente orwelliano, la Fiscalía de la Corona ha concluido que, no obstante, deben ser «considerados por el tribunal como personas con vínculos terroristas».
JTAC considera entonces que Palestine Action ha «promovido el terrorismo» simplemente por «compartir imágenes» de la acción contra Elbit en Filton, una acción por la que nadie ha sido acusado de terrorismo.
«JTAC ha afirmado que se trató de un incidente terrorista y que, por lo tanto, apoyarlo se ha convertido en terrorismo, es totalmente circular», exclamó Ghrálaigh, con voz claramente exasperada.
«Solo se basan en la definición legal, que incluye «daños graves a la propiedad»», respondió Chamberlain.
«Efectivamente», señaló Ghrálaigh antes de plantear una cuestión igualmente inquietante.
Bajo el subtítulo «promoción del ataque del 6 de agosto», JTAC se refiere a los informes de Amnistía Internacional y de las Naciones Unidas «sobre los 18 de Filton y su trato, y a que JTAC se refiere a las referencias de esas declaraciones de preocupación, por parte de Palestine Action, como prueba de que encajan en la definición de terrorismo».
«Estamos completamente al otro lado del espejo si compartir declaraciones de Amnistía Internacional y las Naciones Unidas puede interpretarse como promoción del terrorismo», exclamó Ghrálaigh.
«Bueno, una vez más, JTAC solo se basa en la definición legal [de terrorismo]», insistió Chamberlain.
«Bueno, señor, la definición legal no puede incluir compartir expresiones de preocupación de Amnistía Internacional y las Naciones Unidas… ¡Eso no puede ser base para determinar si un individuo u organización está involucrado en terrorismo!».
Es significativo que incluso la evaluación del JTAC afirme repetidamente que Palestine Action «utiliza principalmente tácticas de acción directa, la mayoría de las cuales no constituirían un acto de terrorismo» según la definición de la Ley contra el Terrorismo.
El documento del JTAC señala que no se trata del «documento original», sino de una «versión resumida del original» en la que «se ha eliminado o resumido el material sensible».
Blinne afirmó que cualquier conclusión del JTAC de que Palestine Action ha cometido o promovido el terrorismo no es una conclusión legal y no puede sustituir ninguna decisión de un jurado o un juez.
Es evidente que hay muchos problemas con la forma en que los autores del informe del JTAC describen el contexto general del comportamiento de Palestine Action, entre otras cosas al poner entre comillas la expresión «genocidio israelí».
La idea de criminalizar a toda una red como terrorista porque, supuestamente, como mucho tres o cuatro de los cientos de acciones podrían definirse como terrorismo —contra la propiedad— es manifiestamente desproporcionada, injusta e ilegal, argumentaron los abogados.
Según el propio caso de JTAC, señaló Ghrálaigh, ha habido como mucho «cuatro incidentes de 500» que podrían considerarse actos prohibidos por la Ley contra el terrorismo del Reino Unido.
Incluso Chamberlain señaló en un momento dado que JTAC «se desvía de su camino para decir» que Palestine Action no publicitó ni glorificó la violencia contra una persona, en la única ocasión en que supuestamente se produjo.
Una parte importante del argumento del Gobierno contra la concesión por parte del Tribunal Superior a Ammori del permiso para apelar el lunes fue que los tribunales no eran la instancia adecuada para impugnar legalmente la prohibición. Esto se conoce como el argumento del «recurso alternativo».
La Comisión de Apelación de Organizaciones Prohibidas (POAC) está formada por un juez de alto rango y otras dos personas, entre las que podría figurar alguien de los servicios de seguridad.
«La revisión judicial es un recurso de última instancia y, por lo general, no se concede cuando el demandante dispone de un recurso alternativo adecuado», afirman los escritos legales del ministro del Interior. «En el presente caso, es evidente que el demandante dispone de un recurso alternativo adecuado. El Parlamento ha creado un proceso a medida, que incluye el derecho a recurrir ante un tribunal especializado».
El equipo jurídico del ministro del Interior argumentó que «el intento de Ammori de impugnar la proscripción de Palestine Action mediante una revisión judicial en esta fase subvierte este proceso».
Sir James Eadie KC, abogado principal del ministro del Interior, argumentó que el procedimiento correcto sería que Ammori o cualquier otra persona acudiera a la POAC.
El problema es que, a diferencia de una revisión judicial, que puede acelerarse, el POAC podría tardar meses o incluso años en tomar una decisión. A diferencia del Tribunal Superior, el POAC no puede «suspender» la orden de prohibición y, por lo tanto, impedir que se produzcan más daños.
Además, la revisión judicial podría afectar a cientos, si no miles, de casos actuales y futuros, al proporcionar seguridad jurídica sobre cuál es la ley, señalaron los abogados de Ammori.
Por su parte, la POAC no puede pronunciarse sobre ninguna de las detenciones que se están produciendo actualmente y, de hecho, solo puede decidir si se debe desproscribir a Palestine Action.
Chamberlain retó a Sir James a explicar qué pasaría con todas las personas que están siendo detenidas actualmente si el Tribunal Superior se negase a admitir el recurso y a pronunciarse sobre si la orden de prohibición supone una injerencia desproporcionada en los derechos humanos fundamentales de la ciudadanía.
Muchos acusados podrían ser llevados ante los tribunales de primera instancia, posiblemente para enfrentarse a un jurado en un tribunal de la Corona.
«¿Qué pasará con ellos? ¿Qué pasará si uno de ellos quiere decir «bueno, la proscripción es desproporcionada»?», preguntó Chamberlain a Sir James. «O pueden o no pueden».
«El problema es que cualquiera de esas respuestas es un problema para usted. Si pueden aceptar el argumento de que la POAC no es exclusiva, si no pueden, entonces tiene un problema aún mayor… porque la proporcionalidad de la prohibición nunca es considerada por ninguna [autoridad]».
Sir James insistió en que la POAC debería ser el único lugar para impugnar la orden de prohibición, incluso si eso significaba que, mientras tanto, se detuviera, acusara o condenara injustamente a personas.
«Cualesquiera que sean las consecuencias perjudiciales que se deriven de ello, se derivarán porque ese es el juicio del Parlamento», argumentó James.
Chamberlain preguntó: «Si pienso en términos de discrecionalidad, ¿no sería mucho mejor que la proporcionalidad de la orden se considerara en un procedimiento de revisión judicial en lugar de en un tribunal de primera instancia?».
«La dificultad con la inclinación de Sus Señorías», respondió St James, «es que se corre el riesgo de desmantelar el régimen legal. Si se plantea un desafío en materia de derechos humanos, todo lo que estamos discutiendo se desmorona, lo cual es muy problemático porque tendería a socavar el régimen legal».
Ghrálaigh había comenzado sus alegaciones orales por la mañana, dejando al tribunal sin ninguna duda sobre lo que realmente estaba en juego.
«Israel ha matado al menos a 28 niños. Una clase de niños asesinada cada día durante 653 días [desde el 7 de octubre de 2023]. Israel ha hecho esto mientras dañaba o destruía todos y cada uno de los hospitales de Gaza. Israel está matando de hambre a la población de Gaza… La gente se está consumiendo, literalmente, desde el punto de vista médico. Se están muriendo de hambre».
«Mil personas han sido asesinadas, incluso por bombas, mientras intentaban acceder a alimentos humanitarios», afirmó. Existe un consenso casi unánime en el ámbito de los derechos humanos «de que Israel está cometiendo genocidio, así como otros crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad».
«Israel está haciendo todo eso con armas que le están proporcionando», incluidas piezas para el avión de combate F35, «empresas armamentísticas británicas».
«La protesta con acciones directas no es ilegal. Desde luego, no es terrorista. Es esta prohibición la que la convierte en tal», afirmó Ghrálaigh al final de la vista, «incluso cuando no supone un delito de daños».
La vista del lunes duró desde las 10:30 hasta alrededor de las 17:00.
Desde aproximadamente las 15:30 hasta las 16:30, la vista se convirtió en «cerrada» para que el Estado pudiera presentar pruebas y argumentos «cerrados» (es decir, secretos).
A Ammori no se le habría permitido escuchar los argumentos cerrados.
En su nombre estuvo presente un abogado especial, que no forma parte de su equipo jurídico habitual, y que tuvo que hacer todo lo posible por impugnar los argumentos a puerta cerrada sin consultar al solicitante en cuyo nombre supuestamente actúa.
El público en general, incluida la prensa, tuvo que abandonar la sala y volver a las 16:30 para conocer la decisión del juez.
Chamberlain declaró que, debido a la complejidad del caso y al hecho de que había escuchado pruebas y argumentos «a puerta cerrada», su decisión sobre si concederá a Ammori permiso para apelar la prohibición se tomará el lunes.
Sin embargo, primero debe ser revisada por los servicios de seguridad para garantizar que no hace referencia indebida a los argumentos a puerta cerrada.
La próxima vista está prevista para el miércoles 30 de julio a mediodía. Entonces sabremos si el juez Chamberlain permitirá que se escuche la apelación o no.
Es evidente que este es un ejemplo más de hasta dónde ha llegado el fascismo en el Reino Unido. Chamberlain revisó durante una hora el «material de inteligencia» proporcionado por los servicios de seguridad, que casi con total seguridad incluirá material proporcionado por el Mossad. Es muy probable que este sea fabricado y afirme que existen vínculos entre Palestine Action e Irán.
Huda Ammori, cofundadora de Palestine Action que solicita la revisión judicial, nunca podrá conocer el contenido de esta «información de inteligencia» para poder impugnarla.
Además, el lunes y el martes, los servicios de seguridad podrán examinar y modificar la sentencia de Chamberlain.
Mientras tanto, la persecución se ha reducido hasta que se dicte la sentencia de Chamberlain, pero siguen produciéndose actos indignantes por parte de la policía. Les dejo con este ejemplo de la Gran Bretaña sionista de Starmer: un hombre en silla de ruedas es levantado por seis policías por llevar una camiseta en apoyo a Palestine Action.
https://twitter.com/i/status/1949464944694775967
Ahora me dirijo a Londres para conocer la sentencia de Chamberlain.
7. El Segundo Congreso y el basurero de la historia.
Según Lih, Trotsky nunca dijo eso de que los mencheviques debían ir al basurero de la historia.
El cubo de basura de la historiografía: algunas conclusiones provisionales
Lars T. Lih
Es quizás la escena más dramática y emblemática de la Revolución de Octubre. En el Segundo Congreso de Petrogrado, el bolchevique Trotsky señala con el dedo hacia la salida y le grita al menchevique Martov: «¡Fuera! Son unos miserables arruinados que pertenecen al cubo de basura de la historia». Y Martov y los mencheviques se marchan, con consecuencias fatídicas. Más tarde, la impactante frase «basurero de la historia» (¡junto con muchos equivalentes!) pasa a formar parte del idioma inglés (en el inglés norteamericano, la palabra «dustbin» aparece solo en esta famosa frase).
Solo que nunca sucedió. Es ficción.
Una presentación completa de las pruebas de mi investigación sobre este episodio y la historia de la evocadora palabra «basurero» se leería como una novela policíaca («¿Y dónde estaba usted, señor Reed, a la una de la madrugada del 25 de octubre?»). Y cuanto más investigo el Segundo Congreso y este episodio dramático en particular, más amplias son las ramificaciones de toda la cuestión del «basurero». En mis notas al pie del extracto de Sukhanov que se presenta más adelante, examino una de estas cuestiones más amplias: ¿aprobó por unanimidad el Congreso la propuesta de Martov de instaurar un gobierno que incluyera a todos los partidos socialistas? (No, no lo hizo). Por lo demás, en este memorándum, presento mi descubrimiento tal y como lo encontré.
Dado que realmente no sabemos con exactitud qué dijo Trotsky en ruso, si es que dijo algo, normalmente me referiré simplemente a «la palabra» y «el comentario». Este uso nos ayudará a no prejuzgar las cuestiones. Al final del memorándum, incluyo los dos pasajes esenciales de los participantes que fueron testigos oculares, John Reed y Nikolái Sujánov. Para Sujánov, utilizo la traducción estándar de Joel Carmichael, ya que la traducción al inglés introduce distorsiones adicionales que deben tenerse en cuenta.
Tesis sobre el «cubo de basura»
- No hay actas oficiales del Segundo Congreso; todo lo que sabemos proviene de los periódicos (e incluso estos son a menudo confusos y contradictorios). Afortunadamente, una magnífica publicación rusa de 1997 nos ofrece todos los relatos periodísticos relevantes desde una amplia gama de puntos de vista políticos, y este material ha constituido una base sólida para mi investigación (Vtoroi Vserossiiskii s’ezd sovetov rabochikh i soldatskikh deputatov, Moscú: Arkheograficheskii tsentr, 1997).
- Ninguno de los periódicos u otras fuentes contemporáneas contienen la famosa frase de Trotsky en ninguna de sus formas. Su primera aparición se produce en marzo de 1919, cuando John Reed publicó Diez días que estremecieron al mundo. Hay buenas razones para ser escépticos incluso con su relato, pero debemos aceptarlo por el momento, porque el hecho más importante que hay que comprender es el dramático contraste entre su relato y el de Sukhanov.[1]
- Se puede demostrar que el relato de Sukhanov es secundario, porque Reed ni siquiera se encontraba en el edificio en el momento en que Sukhanov lo sitúa: se había marchado para ver qué estaba pasando en el Palacio de Invierno. Por lo tanto, Reed no puede haber recordado mal las circunstancias exactas en las que Trotsky hizo su famosa observación. Debemos concluir, por lo tanto, que Sukhanov se enteró del comentario por el libro de Reed, ideó una versión rusa y, finalmente, lo colocó en un lugar más conveniente en su propio relato.
- Por lo tanto, no existe ningún relato independiente de lo que Trotsky dijo realmente en ruso: la frase inglesa de Reed «garbage heap» (basurero) es lo más cercano que tenemos. Esta es la razón principal de todas las confusas y diversas encarnaciones de la palabra.
- «Montón de basura» se convirtió en «cubo de basura» principalmente a través de los caprichos de múltiples traducciones. Sukhanov encontró la frase en Reed y la tradujo al ruso como sornaia korzina istorii. En la década de 1950, Joel Carmichael produjo una traducción muy influyente de Sukhanov; tradujo el término ruso de Sukhanov al inglés británico, es decir, «cubo de basura». El resultado es que incluso los historiadores estadounidenses evitan el término introducido por su compatriota («garbage heap») y adoptan el britanismo absoluto introducido por Carmichael.
- Volviendo al Segundo Congreso: el cambio de ubicación de la observación no es solo una cuestión de tiempo, sino que marca una profunda diferencia en el contexto político.
- Según el relato de Reed, el comentario de Trotsky fue una reacción a los mencheviques, los esers y otros desertores mientras salían físicamente del Congreso. Fue un momento muy emotivo y caótico. Los desertores (los que salieron del edificio y abandonaron el sistema soviético) acababan de enfurecer a los delegados al arrojar, por así decirlo, todo el sistema soviético al basurero de la historia. Por lo tanto, el comentario de Trotsky no tenía nada que ver con Martov: estaba dirigido a los delegados para instarlos a no alterarse demasiado por los que se marchaban. Por lo tanto, su comentario no provocó que nadie hiciera nada que no estuviera ya haciendo.
- También debemos señalar lo siguiente: no solo no hay ninguna fuente independiente que corrobore el comentario de Reed sobre el «basurero», sino que tampoco hay ningún otro indicio de que Trotsky dijera nada en ese momento del proceso.
- Según la versión de Sukhanov, en cambio, el comentario se produce más tarde, durante unas breves observaciones de Trotsky a modo de introducción a una resolución bolchevique que se presentó en respuesta a los que se retiraron. Todos los relatos periodísticos contemporáneos presentan estas breves observaciones como una defensa del levantamiento armado que había sido calificado de «conspiración armada» por los mencheviques y los esers que se retiraron. En estos relatos no se encuentra nada que se parezca al comentario del cubo de basura.
- Además, Sukhanov presenta el comentario como la respuesta de Trotsky a la propuesta concreta de Martov para resolver la crisis. Así, según Sukhanov, Trotsky le está diciendo a Martov, un delegado que todavía participaba en el congreso, que abandone el acto y se dirija al basurero. De hecho, se presenta a Trotsky como si lo estuviera condenando al basurero de la historia simplemente por proponer un compromiso. Y, según Sukhanov, la decisión de Martov de marcharse fue una reacción directa al insulto del «basurero». Todas estas implicaciones de la versión de Sukhanov son profundamente engañosas, pero, por desgracia, profundamente influyentes.
- En resumen: en el relato de Reed, Trotsky dice a los delegados sobre las personas que abandonan la sala: «¡Dejen que se vayan!». En Sukhanov, Trotsky dice a las personas que aún permanecen en el Congreso: «¡Váyanse!».
- Sukhanov tenía fuertes motivaciones para introducir esas distorsiones, sin duda inconscientemente, y estas motivaciones se exponen explícitamente en su propio relato. Estaba devastado por el fracaso de crear un gobierno aceptable para todos (algo que la mayoría de la gente consideraba imposible). Se dio cuenta de que las fuerzas procoalición que habían abandonado el Congreso eran las principales responsables del fracaso de su proyecto, pero, sin embargo, tenía una necesidad emocional de culpar de alguna manera también a Trotsky y Lenin por el colapso de sus esperanzas. Como demuestran muchos de sus comentarios, estaba muy enfadado con ellos por su actividad dictatorial en los años posteriores al Congreso. Por último, era un gran admirador de Martov (aunque también estaba enfadado con él por su decisión de abandonar el Congreso), y su relato partidista del papel de Martov en el Congreso y su supuesta propuesta de «compromiso» distorsiona completamente lo que Martov proponía en realidad.
- Las distorsiones introducidas por Sukhanov se ven agravadas por la traducción al inglés, que (siguiendo una práctica general) traduce soglashenie, acuerdo, como «compromiso». «Compromiso» no da ninguna idea de las cuestiones reales que estaban en juego.
- Trotsky y los bolcheviques eran, en efecto, muy intolerantes con los «acordistas» de larga data que abandonaron el Congreso después de condenarlo y condenar todo su trabajo. Pero los líderes bolcheviques tenían una actitud muy diferente hacia los igualmente antiguos anti-acordistas que se quedaron: los SR de izquierda, el grupo Novaia zhizn y varios individuos. Cuando los portavoces de estos grupos abogaron por una ampliación de la base política del nuevo gobierno (no en forma de una coalición de gabinete que representara a todos los partidos socialistas independientemente de su postura sobre la cuestión de la coalición), los oradores bolcheviques —Trotsky, Lunacharsky, Kamenev— no los anatematizaron, sino que discutieron con ellos como camaradas equivocados. No maldijeron la idea misma de un gobierno ampliado, sino que trataron de demostrar que los bolcheviques poco podían hacer para lograrlo. De hecho, «cortejar a los eseristas de izquierda» es un hilo argumental importante en la historia del Segundo Congreso, pero que ha quedado oculto por la vívida ficción de Sujánov.
- El relato de Sukhanov nació de una hostilidad furiosa hacia Trotsky, pero el propio Trotsky acabó aceptando la imagen que Sukhanov tenía de él como un intolerante intransigente y duro. En la primera breve historia de la revolución escrita por Trotsky a principios de 1918, no hay ningún indicio de ese comentario ni, de hecho, de ese tipo de intolerancia (N.B.: su relato se equivoca en la mayoría de los detalles concretos, ya que se basa enteramente en una memoria defectuosa). Por el contrario, Trotsky hace hincapié en el cortejo a los SR de izquierda. En el volumen de sus escritos recopilados, publicado en 1924, la versión de Sukhanov solo se menciona en una nota al pie sin más comentarios. El famoso ensayo incluido como introducción a este volumen —Lecciones de octubre— no añade nada sobre el Segundo Congreso en sí. En la Historia de 1930, el capítulo sobre el Congreso está tomado directamente de Sukhanov, y el texto del comentario es literalmente el de Sukhanov. Finalmente, en su autobiografía, la observación (todavía palabra por palabra de Sukhanov, aunque con interesantes recortes) se convierte en símbolo de un choque entre dos visiones fundamentales de la revolución y, probablemente por esta razón, el líder menchevique pro acuerdo Fedor Dan sustituye a Martov, ya que Dan es un mejor símbolo de los mencheviques durante 1917 en su conjunto.
- El contraste, de hecho, la incompatibilidad entre la versión de Reed de la supuesta observación de Trotsky y la versión de Sukhanov será evidente para cualquiera que lea los pasajes que se citan a continuación. Es curioso, entonces, que (por lo que yo sé) nadie haya comentado hasta la fecha estas dificultades.
- Una descripción del Congreso basada estrictamente en relatos contemporáneos, no contaminados ni por Reed ni por Sukhanov, mostrará que la imagen actual de su dinámica política —derivada en gran parte de Sukhanov— es insostenible. Los bolcheviques, los partidarios de la coalición que abandonaron el Congreso, los opuestos a la coalición que se quedaron, los delegados de base y el propio Martov, tan voluble: es necesario reevaluar sus perspectivas y actitudes con una atención crítica a las fuentes.
- Conclusiones: a) Reed es el único relato independiente que tenemos de la famosa observación de Trotsky; b) Sukhanov encontró la observación de Trotsky en Reed y luego la entretejió en una pieza de ficción partidista; c) las implicaciones políticas de los dos relatos, el históricamente aceptable de Reed y el inaceptable de Sukhanov, son muy diferentes; d) es urgente revisar el Segundo Congreso basándose en un examen crítico de las fuentes; e) el «basurero de la historia» pertenece al basurero de la historiografía.
John Reed, Diez días que estremecieron al mundo (1919) (elipsis en el original)
Luego llegó Abramovitch, en nombre del Bund, el órgano de los socialdemócratas judíos, con los ojos chispeantes detrás de sus gruesas gafas, temblando de rabia.[2]
«¡Lo que está ocurriendo ahora en Petrogrado es una calamidad monstruosa! ¡El grupo del Bund se une a la declaración de los mencheviques y los socialistas revolucionarios y abandonará el Congreso!». Levantó la voz y la mano. «Nuestro deber para con el proletariado ruso no nos permite permanecer aquí y ser responsables de estos crímenes. Debido a que no cesan los disparos contra el Palacio de Invierno, la Duma Municipal, junto con los mencheviques y los socialistas revolucionarios, y el Comité Ejecutivo del Soviet de Campesinos, han decidido perecer con el Gobierno Provisional, ¡y nosotros vamos con ellos!
Desarmados, expondremos nuestros pechos a las ametralladoras de los terroristas… Invitamos a todos los delegados a este Congreso…». El resto se perdió en una tormenta de abucheos, amenazas y maldiciones que se elevaron hasta alcanzar un tono infernal cuando cincuenta delegados se levantaron y se abrieron paso a empujones… Kameniev hizo sonar la campana y gritó: «¡Quédese en su sitio y continuaremos con nuestro trabajo!».
Y Trotsky, de pie, con el rostro pálido y cruel, dejando escapar su rica voz con frío desprecio, dijo: «¡Todos estos supuestos socialistas transigentes,[3] estos mencheviques asustados, socialistas revolucionarios, bundistas, que se vayan! ¡No son más que basura que será barrida al basurero de la historia!».
Riazanov, en nombre de los bolcheviques, declaró que, a petición de la Duma municipal, el Comité Militar Revolucionario había enviado una delegación para ofrecer negociaciones al Palacio de Invierno. «De este modo, hemos hecho todo lo posible para evitar el derramamiento de sangre…». Salimos apresuradamente del lugar, deteniéndonos un momento en la sala donde el Comité Militar Revolucionario trabajaba a toda velocidad, engullendo y escupiendo mensajeros jadeantes, enviando comisarios armados con poder de vida y muerte a todos los rincones de la ciudad, en medio del zumbido de los teléfonos.
Sukhanov, Notas sobre la Revolución, 1922 (elipsis en el original) Traducción de Joel Carmichael
¿Cuándo se debatiría la resolución de Martov?[4]
Fue el propio Martov quien la presentó cuando tomó la palabra en medio de una interminable serie de declaraciones de emergencia.
«Las noticias que acaban de llegar», comenzó.
Pero la reunión, que una hora antes había aprobado su resolución por unanimidad, estaba ahora muy irritada con todo tipo de «transigentes».[5] Martov fue interrumpido: «¿Qué noticias? ¿Qué intenta asustarnos? ¡Debería avergonzarse!».
Martov analizó con cierto detalle los motivos de su resolución. A continuación, propuso que el Congreso aprobara un decreto sobre la necesidad de una solución pacífica de la crisis mediante la formación de un Gobierno democrático general y la elección de una delegación para negociar con todos los partidos socialistas…
La respuesta de Martov vino de Trotsky, que estaba a su lado entre la multitud que abarrotaba la tribuna. Ahora que los derechistas se habían marchado, la posición de Trotsky era tan fuerte como débil la de Martov.
«Un levantamiento de las masas populares», espetó Trotsky, «no necesita justificación. Lo que ha ocurrido es una insurrección, no una conspiración. Hemos endurecido la energía revolucionaria de los obreros y soldados de Petersburgo. Hemos forjado abiertamente la voluntad de las masas para una insurrección, y no para una conspiración.[6] Las masas populares siguieron nuestra bandera y nuestra insurrección fue victoriosa. Y ahora se nos dice: renuncien a su victoria, hagan concesiones, transijan. ¿Con quién? Yo pregunto: ¿con quién debemos transigir? ¿Con esos grupos miserables que nos han abandonado o que están haciendo esta propuesta? Pero, después de todo, ya los hemos visto en toda su grandeza. Ya nadie en Rusia está con ellos. Se supone que el compromiso debe hacerse entre dos partes iguales, entre los millones de obreros y campesinos representados en este Congreso, a quienes están dispuestos, no por primera ni por última vez, a vender como mejor le parezca a la burguesía. No, aquí no es posible ningún compromiso. A los que se han ido y a los que nos dicen que hagamos esto[7], debemos decirles: son unos miserables arruinados, su papel ha terminado; vayan donde deben estar: ¡al basurero de la historia [в сорную корзину истории]!
«Entonces nos iremos», gritó Martov desde la tribuna en medio de un aplauso tormentoso para Trotsky.
¡No, perdónenme, camarada Martov! El discurso de Trotsky era, por supuesto, una respuesta clara e inequívoca. Pero la ira hacia un adversario y el estado emocional de Martov aún no comprometían a la fracción a un acto decisivo y fatal. Martov, enfurecido y alterado, comenzó a abrirse paso a empujones para salir de la tribuna. Y yo convoqué una conferencia de emergencia de nuestra fracción, dispersa por toda la sala.
Mientras tanto, Trotsky leía en voz alta una dura resolución contra los transigentes y contra su «miserable y criminal intento de aplastar el Congreso Panruso»; «esto no debilitará, sino que fortalecerá a los soviets, purgándolos de cualquier mezcla de contrarrevolución».
[1] Desde entonces me he dado cuenta de que Trotsky utilizó una metáfora cercana a la de «papelera» en los días previos al Congreso, a saber, barrer a la dirección soviética procoalición.
[2] En realidad, Genrikh Ehrlich; el verdadero Abramovich habló un poco más tarde, después de que Reed abandonara la sesión.
[3] Por supuesto, Trotsky no dijo realmente «los llamados socialistas transigentes». Simplemente dijo «los que están de acuerdo» (soglashateli), ya que todo el mundo sabía a quién se refería. Reed añadió «los llamados socialistas» como glosa explicativa para sus lectores, lo que demuestra que no consideraba que su misión como periodista fuera reproducir palabra por palabra lo que se decía. La traducción de Reed como «compromisarios» podría hacernos pensar que Trotsky se refiere a Martov, pero el propio Martov se había opuesto durante mucho tiempo a estos mismos «compromisarios/acordadores».
[4] Podríamos preguntarnos: si la «propuesta» de Martov había sido aprobada por unanimidad, como afirman los historiadores, ¿por qué se debatía ahora? ¿Por qué Martov solo ahora da todos los detalles y justificaciones? ¿Acaso el Congreso había aprobado anteriormente por unanimidad una propuesta sobre la que sabía muy poco? Véase la siguiente nota al pie.
[5] Esta frase es un ejemplo de las distorsiones de Sukhanov en relación con Martov. Da a entender que la multitud había aceptado anteriormente la detallada estrategia de Martov para una resolución pacífica, pero que ahora, bajo el influjo de la emoción, había cambiado de actitud. No es así: la «propuesta» de Martov que anteriormente había recibido el apoyo unánime era bastante inocua, ya que proponía que el tema de encontrar una salida pacífica a la crisis fuera el primero que se debatiera en el orden del día. Esta aprobación previa no implicaba en modo alguno el apoyo a la estrategia concreta (y muy dudosa) que Martov presentó más tarde: suspender los trabajos del Congreso hasta que las negociaciones dieran lugar a un gobierno aceptable para toda la democracia. Por lo tanto, los delegados no estaban siendo unos simplones excesivamente emocionales cuando mostraron su desaprobación. (En mi opinión, los historiadores estadounidenses cometieron un error fatal al suponer que la aprobación unánime anterior significaba el apoyo a una amplia coalición multipartidista como definición del poder soviético, pero Sukhanov no es responsable de este error).
[6] En este punto del texto ruso, hay una elipsis (que no aparece en la traducción al inglés). Todas las palabras anteriores a esta elipsis son citas directas de artículos periodísticos; todas las palabras posteriores son exclusivamente de Sukhanov y no tienen otra fuente. Y, de hecho, el argumento aquí presentado sobre la escasa posibilidad de cualquier «compromiso» seguramente no fue esgrimido por Trotsky en esta ocasión.
[7] El texto ruso (и кто выступает с предложениями) deja aún más claro que Trotsky supuestamente está lanzando anatemas contra cualquiera que, como Martov, proponga siquiera algún tipo de «compromiso». Israel Getzler, en su biografía de Martov, da el significado correcto: «aquellos que vienen con propuestas de este tipo» (p. 162).
8. Entrevista a Jason Hickel sobre decrecimiento.
Otra entrevista a Hickel en la que plantea qué es el decrecimiento y qué política deberíamos intentar impulsar.
https://breakdownjournal.substack.com/p/interview-with-jason-hickel-degrowth
ENTREVISTA con Jason Hickel: «El decrecimiento es una puerta de entrada al pensamiento socialista del siglo XXI»
Los límites de la política climática liberal, Jason Hickel sobre los últimos cinco años de debate sobre el decrecimiento y un vistazo al amanecer de un «nuevo Ártico».
31 de julio de 2025
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Tras nuestra reciente expansión del ámbito digital al físico con nuestro primer número impreso, Right Turn (disponible aquí!), ahora vamos más allá con nuestra estrategia 4d para la hegemonía ecosocialista: lanzando un substack.
El objetivo de este boletín es ofrecerles cada quince días los mejores artículos sobre el capitalismo y la crisis climática. Encontrarán ensayos originales de nuestros escritores y colaboradores, análisis de los editores de BREAK-DOWN, resúmenes de las mejores investigaciones y artículos de otros medios, y mucho más.
Con esto en mente, nuestra primera entrega les ofrece una entrevista con Jason Hickel, en la que ofrece una especie de retrospectiva sobre la situación actual del movimiento climático en el Norte Global y lo lejos que ha llegado en los cinco años transcurridos desde la publicación de su emblemático libro, Less is More: How Degrowth Will Save the World. Por supuesto, mucho ha cambiado en ese tiempo, sobre todo la forma en que trabajamos y nos organizamos como consecuencia de la pandemia. En el caso del clima, estos años se han caracterizado en gran medida por el estancamiento o, con una frecuencia deprimente, por el retroceso.
Nuestro primer número fue, en muchos sentidos, un balance de este retroceso, en el que se analizaba cómo los pequeños avances que la política climática liberal había logrado en la última década o dos habían sido fácilmente anulados por un nuevo ataque tanto de la derecha como de la resistencia del capital. Como señalaban Adrienne Buller y Geoff Mann en la introducción del número, «las cosas están mal y, por el momento, están empeorando, pero la exhortación a suprimir esta verdad en aras de una «esperanza» mimada y un optimismo forzado ha sido uno de los aspectos menos convincentes de (algunas partes) del movimiento climático». Hay poder en enfrentarse con claridad a las fuerzas de la reacción.
Sin embargo, también ha habido brotes verdes. Entre ellos se encuentra la creciente concienciación, e incluso la aceptación (por crítica que sea), de la idea del decrecimiento, y no solo entre la izquierda ecologista. Desde los recientes reportajes especiales de la BBC sobre si el decrecimiento puede «salvar el mundo», hasta las menciones al decrecimiento en el Sexto Informe Anual del IPCC, e incluso en sus denuncias cada vez más frecuentes por parte de la prensa de derecha y de economistas famosos, no se puede negar que la idea ha penetrado en la corriente dominante.
Por ello, junto con la popularísima obra de Kohei Saito, Jason Hickel se lleva gran parte del mérito. Su libro, Less is More, se publicó por primera vez en 2020, y para el primer número de nuestro boletín nos complace compartir una entrevista con él, realizada por Andrew Ahern, en la que reflexiona sobre la media década transcurrida desde la publicación del libro.
En breve anunciaremos los detalles de la segunda edición impresa de la revista, que saldrá a la venta en septiembre. Pronto podrá reservarla en nuestra página web, o puede suscribirse ahora y recibir el primer número mientras espera. Como medio independiente y sin ánimo de lucro, su apoyo hace posible nuestro trabajo, así que suscríbase para apoyar lo mejor de la nueva literatura sobre el clima y el capitalismo.
– John Merrick (coeditor de BREAK—DOWN)
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Por si se lo ha perdido
Lecturas imprescindibles de las últimas semanas, seleccionadas por los editores de BREAK–DOWN.
1. Socialismo o bananismo
En un artículo publicado en NYRB, Casey Williams ofrece una evaluación mesurada de los argumentos contrapuestos que han dado forma al debate sobre el decrecimiento. Tras sopesar los debates sobre la estrategia ecosocialista de personas como Hickel y Saito, frente al combativo ecomodernismo del colaborador anterior de BREAK–DOWN Matthew Huber, lo que surge es un balance cuidadosamente elaborado que, si bien ofrece críticas necesarias a ambos lados del debate, apacigua en parte la polémica. Como escribe Williams:
Como sabe cualquiera que haya leído sobre las explotaciones ganaderas intensivas o los almacenes de Amazon, el capitalismo difícilmente organiza la producción de forma neutral: la necesidad de obtener beneficios fomenta el desarrollo de «fuerzas productivas» que no siempre satisfacen las necesidades sociales de una manera ecológicamente racional. Por ejemplo, utilizar cantidades colosales de insecticidas para producir cantidades cada vez mayores de plátanos genéticamente idénticos puede ser un buen negocio, pero las plantaciones de plátanos actuales no podrían ser simplemente confiscadas por los trabajadores y ponerse al servicio de un socialismo ecológicamente consciente. Lo que se necesita es una forma totalmente diferente de producir plátanos, y probablemente muchos menos.
2. Hacerles pagar
En un momento decisivo para el movimiento climático mundial, la semana pasada la Corte Internacional de Justicia dictó una sentencia que obliga a los países con altas emisiones a reducir sus emisiones por debajo de 1,5 grados de calentamiento, o de lo contrario se enfrentarán a la amenaza de reparaciones. Como dijo Harj Narulla, el abogado que representa a las Islas Salomón en el caso, al diario The Guardian, se trata de «la decisión climática más importante jamás emitida por un tribunal». Estén atentos a nuestro próximo boletín, que incluirá una entrevista con Narulla (!), pero, por ahora, les recomiendo encarecidamente que lean su recienteensayo:
[Esto] es una victoria para todos, una declaración clara de que el statu quo no es suficiente. Debemos actuar ahora para hacer frente a la crisis climática. Y en un momento en el que la esperanza parece difícil de alcanzar, es una muy buena noticia.
3. Gas, gas, gas
Menos bien recibida fue la noticia de que Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental, planeaba revocar la determinación científica que sustenta la autoridad legal del Gobierno de Estados Unidos para combatir el cambio climático. Según informó el NYT:
También se espera que la EPA afirme que los gases de efecto invernadero de los automóviles que circulan por las carreteras estadounidenses no contribuyen de manera significativa al cambio climático porque representan una pequeña parte de las emisiones globales, y que eliminar las emisiones no tendría un efecto significativo en la salud y el bienestar públicos. Sin embargo, según los detalles del borrador, la agencia argumentará que regular la contaminación climática causará daños, ya que provocaría un aumento de los precios y reduciría las opciones de los compradores de automóviles.
4. ¿Un nuevo Ártico?
Mientras tanto, investigadores de Svalbard, el archipiélago noruego que incluye el asentamiento permanente más septentrional del mundo, Ny-Ålesund, han documentado cambios alarmantes en el clima invernal del Ártico. Según escriben en Nature Communications, esto podría indicar el comienzo de un «nuevo Ártico», con efectos potencialmente devastadores:
Los efectos inmediatos y a largo plazo de los fenómenos de calentamiento invernal aún no se han documentado en gran medida, y es posible que se necesiten años de observaciones para evaluar los cambios que se producen. Sin embargo, no parece haber duda de que los cambios en la nieve y el suelo helado en los paisajes árticos producen efectos en cadena en el deshielo del permafrost, el derretimiento de la nieve y el hielo y los procesos ecológicos. Aunque el reciente deshielo de febrero de 2025 no fue un fenómeno aislado, presenciarlo en tiempo real sirvió para recordar la aceleración del ritmo del cambio y nos hizo preguntarnos si hemos sido demasiado cautelosos con nuestras advertencias climáticas. El calentamiento invernal en el Ártico ha alcanzado desde hace tiempo el punto de fusión y está remodelando los paisajes árticos. Muchos consideran que estos episodios de calentamiento invernal son anomalías, pero este es el nuevo Ártico.
5. Futuros pasados
Y, por último, fascinado desde hace poco por los supuestos intentos de «reindustrializar Estados Unidos», seguí de cerca las noticias que salían de la reciente conferencia Reindustrialize 2025, celebrada en Detroit, símbolo del declive industrial estadounidense. La conferencia atrajo a unos 1200 participantes para hablar de cómo, según el NYT, «el poder militar proviene del poder industrial, que, según ellos, se ha visto erosionado por la deslocalización de las fábricas y el énfasis excesivo en el software, las aplicaciones y los productos financieros». Lo cual fue una suerte para todos los contratistas de defensa presentes entre el público. Sin embargo, más revelador fue el imaginario nauseabundamente fascista que acompañó todo el evento (con reminiscencias del anglo-futurismo para aquellos británicos que siguen la derecha minoritaria en Internet). Como señala Advait Arun en su Substack:
La gente se queja de la falta de visión de la política de centroizquierda. Pero la visión del otro lado del espectro político es tan… vacía. Estos tipos «reindustrializadores» pueden hacer que su visión del futuro parezca tan transgresora como quieran, pero, en realidad, su imaginación es infantil y regresiva: el futuro, como el pasado, no es más que trabajo y guerra. Es peor que malo, Dios mío, es aburrido.
¿Se nos ha pasado algo? Háganoslo saber en los comentarios a continuación…
ENTREVISTA: El decrecimiento y el terreno de la lucha de clases con Jason Hickel
Esta conversación entre JASON HICKEL, profesor del Instituto de Ciencias y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) de la Universidad Autónoma de Barcelona, y ANDREW AHERN, escritor y activista ecosocialista afincado en Nueva Inglaterra, marcó el quinto aniversario del libro de Jason, Less is More. Abarca un amplio debate sobre el pensamiento y la estrategia ecosocialista, así como el terreno actual de la lucha de clases y medioambiental. Tuvo lugar a través de Zoom a finales de mayo de 2025, con preguntas de seguimiento por correo electrónico a principios de abril.
ANDREW AHERN: Han pasado cinco años desde la publicación de su libro, Less is More. En este tiempo, hemos visto cómo el decrecimiento ha entrado en los debates mainstream sobre la crisis climática y ecológica, gracias en gran parte al libro. Echando la vista atrás a estos últimos cinco años, ¿cuál es su impresión sobre cómo han sido recibidas las ideas del decrecimiento, tanto en lo positivo como en lo negativo? ¿Esperaba que Less is More desencadenara un debate tan internacional?
JASON HICKEL: Bueno, ha sido un viaje salvaje. Y muy interesante de ver. En los últimos años, el decrecimiento se ha consolidado en las ciencias ambientales. Ha habido un aumento asombroso de la investigación científica que utiliza y mejora los marcos del decrecimiento, por lo que los casos empíricos son ahora más sólidos que nunca y la base empírica se ha ampliado mucho desde que escribí el libro. El decrecimiento también tiene una gran aceptación entre los activistas climáticos y la izquierda socialista, es decir, el concepto forma parte de su marco analítico, aunque no se utilice en las comunicaciones dirigidas al público. Pero no es solo Less is More, muchas personas han contribuido a que las ideas del decrecimiento lleguen a la atención del gran público, y en los últimos años se han publicado varios libros sobre este tema.
Pero el decrecimiento es una posición anticapitalista, firmemente arraigada en el análisis ecosocialista. La esencia del ecosocialismo es que debemos democratizar el control de la producción para poder organizarla en torno a la garantía del bienestar humano y la estabilidad ecológica. El decrecimiento ha despertado la ira de quienes se alinean conscientemente con el capitalismo porque reconocen que representa la irrupción de las ideas socialistas en la corriente dominante. Por eso lo señalan como blanco de sus ataques. En algunos casos, esto ha dado lugar a auténticos fuegos artificiales. Y creo que el diagnóstico es correcto. Para las personas que forman parte del movimiento climático en general, los argumentos a favor del decrecimiento son extremadamente convincentes. Y una vez que se empieza a pensar: «Bien, ¿cómo podemos reducir realmente la producción derrochadora y destructiva y organizar la economía en torno a la garantía del bienestar humano para todos?», se entra en el terreno de las ideas y las políticas socialistas. El decrecimiento es una puerta de entrada al pensamiento socialista del siglo XXI.
Este es un punto importante. Mucha gente se queda atrapada pensando: «Oh, nos atacan porque la palabra suena negativa, necesitamos un marco mejor, etc.». No, se ataca porque exige superar el control capitalista sobre los medios de producción.
AA: Dicho esto, se ha escrito mucho, se han celebrado innumerables mesas redondas y se han celebrado numerosos debates sobre las promesas y las deficiencias del decrecimiento. ¿Cuáles han sido los elementos más fructíferos del debate sobre el decrecimiento hasta ahora? ¿Hay algún punto que le gustaría que se superara para centrarse en problemas más acuciantes?
JH: Creo que el 99 % de la polémica se puede resolver corrigiendo tres malentendidos comunes.
En primer lugar, el decrecimiento se dirige a las economías ricas, y en concreto a sus clases dominantes, que son las principales responsables de la crisis ecológica. No se dirige a los países en desarrollo, no es una posición antidesarrollista. En segundo lugar, el decrecimiento no consiste en reducir todas las formas de producción, sino específicamente las formas destructivas e innecesarias. En tercer lugar, el objetivo del decrecimiento es mejorar el bienestar humano y acelerar el progreso social reorientando la producción hacia actividades social y ecológicamente beneficiosas. Todos estos puntos pueden comprenderse con una lectura superficial de la literatura, pero muchos de los críticos más acérrimos del decrecimiento en realidad no leen, solo reaccionan basándose en impresiones. Esto no ayuda.
Sin embargo, algunos puntos del debate han sido realmente fructíferos. La izquierda socialista señaló que el decrecimiento, en sus formulaciones iniciales, tenía varias deficiencias. No centraba suficientemente los movimientos de la clase trabajadora como agentes de transformación. No proponía políticas convincentes sobre cómo se podía lograr el decrecimiento mejorando al mismo tiempo el bienestar de todos. Y no teorizaba suficientemente sobre cómo superar el intercambio desigual y las dinámicas imperialistas en la economía mundial. Pero estas cuestiones se están abordando cada vez más y se han logrado avances importantes, aunque queda mucho por hacer.
AA: En mi opinión, una de las mejores críticas al decrecimiento gira en torno a su incapacidad para construir poder, incluyendo la identificación de qué tipo de actores políticos serán capaces de asumir el mando del decrecimiento y ponerlo en práctica. ¿Ha visto cómo se han incorporado las ideas del decrecimiento a las organizaciones e instituciones de construcción de poder? ¿Cuáles son los signos más prometedores de que el decrecimiento está influyendo realmente en los actores que pueden implementar su visión?
JH: Hay mucho que decir al respecto. En primer lugar, a menudo se hace referencia al decrecimiento como un «movimiento», pero creo que esto es incorrecto. El decrecimiento es un marco analítico que ha convencido a mucha gente y tiene mucho tirón, especialmente entre académicos, estudiantes y activistas, pero no es un movimiento como tal y no tiene la capacidad de alcanzar el poder y aplicar políticas. Podemos intentar convencer a los gobernantes actuales para que implementen las políticas que pedimos (orientación crediticia para reducir las industrias destructivas, más inversión pública en servicios universales y una garantía de empleo para reorientar la producción y garantizar una buena vida para todos), pero tenemos gobiernos capitalistas y es obvio que no harán estas cosas. Entonces, ¿cuál es exactamente la teoría de la transformación aquí?
La única forma de lograr estas cosas es a través de un movimiento por el socialismo democrático. Ese debería ser el movimiento. El decrecimiento debe entenderse como un elemento dentro de una transformación socialista, como un correctivo de ciertas corrientes productivistas del pensamiento socialista que son inadecuadas para nuestro momento actual. El problema del productivismo de izquierda es que ignora el imperialismo y la ecología. Asume que las naciones de altos ingresos pueden y deben seguir aumentando su producción agregada indefinidamente. Pero esto es incorrecto. En primer lugar, sabemos que los altos niveles de producción y consumo de las economías de altos ingresos dependen de una apropiación neta masiva del Sur global. Esto es fundamentalmente incompatible con el socialismo y debe ser abolido. En segundo lugar, sabemos que, para que los países de altos ingresos logren una descarbonización suficientemente rápida, deben reducir el consumo energético agregado, lo que requerirá reducir las formas de producción innecesarias. Es un hecho empírico.
Las investigaciones sobre el decrecimiento muestran que podemos mejorar los resultados sociales con un consumo energético, un uso de materiales y una producción agregada considerablemente menores. Se trata de ideas muy poderosas que deberían integrarse en los paradigmas socialistas. Pero además, esto es precisamente lo que ocurriría de forma natural durante una transformación socialista democrática. Cuando los trabajadores y las comunidades tienen control sobre la producción, lo primero que hacen es reducir la producción de cosas dañinas e innecesarias, porque ¿por qué íbamos a destruir voluntariamente la ecología sin una buena razón, explotar a nuestras hermanas y hermanos del Sur global y desperdiciar nuestro tiempo de trabajo? En la mayoría de los casos, la gente rechazaría ese enfoque. Y así lo han demostrado varios estudios empíricos sobre la toma de decisiones democráticas. Por lo tanto, me parece que el decrecimiento será una consecuencia de la transición socialista. Es en la transición socialista en lo que debemos centrarnos. La ventaja estratégica de este enfoque es que aclara las líneas de batalla. Cuando el objetivo es el socialismo, nos encontramos en el terreno de la lucha de clases, que es donde debemos estar.
AA: Desde la publicación de Less is More, ¿cómo ha visto cambiar el movimiento del decrecimiento, pero también a usted mismo, ya sea en lo que respecta a la política, la filosofía o la estrategia que usted y el movimiento del decrecimiento en general defendían?
JH: En Less is More sostuve que el movimiento climático no podrá lograr por sí solo las transformaciones necesarias. Tendrá que crear alianzas con los sindicatos y otras formaciones de la clase trabajadora. Sostuve que esto requiere una organización real y el impulso de políticas que aborden directamente las preocupaciones de la clase trabajadora sobre el empleo, los salarios, la vivienda, la sanidad, etc., para que la gente pueda ver representados sus intereses. Este tipo de alianza es necesaria porque, aunque los manifestantes por el clima pueden conseguir bloquear carreteras y puentes y llamar la atención sobre su causa, los sindicatos tienen mucho más peso político, incluido el poder de la huelga.
Pero desde entonces he llegado a reconocer que lo que realmente se necesita es algo así como un partido político de masas que pueda promover una visión alternativa holística, alcanzar el poder estatal y aplicar políticas transformadoras. No me refiero a un partido burgués como los que conocemos. Me refiero a un partido que tenga conexiones activas y orgánicas con las comunidades y los trabajadores, que pueda construir una conciencia política y que pueda integrar movimientos y luchas dispares en una sola máquina política.
Digo esto por varias razones. En primer lugar, todos hemos participado en protestas —protestas por el clima, protestas de Black Lives Matter, protestas contra el genocidio— y al final de la marcha no está claro qué hacer a continuación… no hay forma de movilizar toda esa pasión y esa ira en una fuerza política eficaz. La energía se disipa. En la medida en que esta es nuestra única herramienta, las clases dominantes se benefician enormemente. Los gobiernos más inteligentes se limitan a ignorar a los manifestantes hasta que se agotan y se aburren, hasta que la noticia deja de aparecer en los medios de comunicación, y luego siguen con sus asuntos como si nada hubiera pasado. Necesitamos alguna forma de conectar a la gente a una maquinaria política organizada.
En segundo lugar, en este momento nuestros esfuerzos están fragmentados en cientos de movimientos dispares. El movimiento contra el genocidio, el movimiento feminista, el movimiento climático, el movimiento obrero, etc. Todos tienen sus propias reivindicaciones y rara vez trabajan juntos. Necesitamos formas de unir estos movimientos y multiplicar nuestro poder. Esto es lo que puede lograr un partido de masas. Y si me pregunta, este es el único enfoque que puede ganar de forma realista la transformación que necesitamos.
AA: Solo en los últimos dos años hemos visto estudios que muestran el impacto que tendrá la crisis climática en las perspectivas de crecimiento económico futuro. Si a eso le sumamos la extinción masiva de especies, la reducción del suministro de agua y otros problemas ecológicos agravantes, el impacto es aún mayor. Sin embargo, estos estudios han sido ignorados en gran medida por los políticos, los partidos políticos y las instituciones económicas dominantes. ¿Qué opina de la tensión entre la ciencia, que nos dice lo grave que es y será la situación, y lo que están haciendo las instituciones y los movimientos políticos actuales? ¿Cómo podemos conciliar los conocimientos empíricos y materiales de la ciencia ecológica con la necesidad de construir un poder político que nos permita vivir bien dentro de los límites del planeta?
JH: Sí, y el problema es ahora peor que nunca. Hace varios años, hubo un breve periodo en el que la ciencia climática irrumpió con fuerza en la conciencia pública. Hubo una sensación colectiva de alarma y preocupación, hasta el punto de que los gobiernos se vieron obligados a declarar «emergencias climáticas», etc. Pero entonces ocurrió algo, este discurso acabó colapsando… quizá fue un cambio en los algoritmos de las redes sociales, o un cambio en la cobertura mediática, o quizá la gente empezó a darse cuenta de que nuestros gobiernos no tenían intención de hacer ningún cambio, y se instaló una especie de desesperanza. Pero la realidad es que nuestros gobiernos no pueden hacer los cambios necesarios porque son capitalistas. Ese es el bloqueo.
Déjame explicarlo con más detalle. Bajo el capitalismo, la producción está controlada por el capital: las grandes empresas financieras, las grandes corporaciones y el 1 % que posee la mayoría de los activos invertibles. Para ellos, el propósito de la producción no es satisfacer las necesidades humanas ni alcanzar objetivos ecológicos, sino maximizar y acumular beneficios: ese es el objetivo primordial. Así, se produce en masa cosas como combustibles fósiles, todoterrenos, carne industrial, moda rápida y armas, porque son muy rentables para el capital, pero hay una subproducción crónica de cosas como las energías renovables, el transporte público y la vivienda asequible, porque son menos rentables para el capital o no lo son en absoluto.
Esto plantea un problema muy grave para la transición energética. Las energías renovables son más baratas que los combustibles fósiles, pero estos son entre tres y cuatro veces más rentables. Por lo tanto, el capital sigue invirtiendo en combustibles fósiles incluso mientras nuestro mundo se quema a nuestro alrededor. La única forma de abordar este problema es imponer un marco de orientación crediticia que pueda reducir activamente las inversiones en combustibles fósiles y orientarlas hacia las energías renovables. Pero esto va fundamentalmente en contra de los intereses del capitalismo. Lo mismo ocurre con objetivos necesarios como el transporte público, el aislamiento de los edificios, la restauración de los ecosistemas, la agricultura regenerativa, etc. No son rentables, por lo que el capital simplemente no los lleva a cabo. Se necesitarán finanzas públicas y obras públicas, lo que a su vez requiere reducir el control del capital sobre nuestras capacidades productivas.
Y luego, por supuesto, está el hecho de que los países de altos ingresos deben reducir ciertas formas de producción. Muchos de estos sectores son muy rentables. ¡El capital no lo hará voluntariamente! En resumen, nuestros gobiernos no están abordando la crisis ecológica porque son capitalistas. Por lo tanto, es el capitalismo lo que hay que superar. Cuanto antes nos demos cuenta de este hecho y lo afrontemos, mejor.
AA: Una cosa en la que pienso cada vez más es qué tipo de instituciones organizativas serán capaces de cohesionar las diferentes facciones de la izquierda para que podamos organizarnos y ganar el futuro que queremos. Tenemos ecologistas que no tienen el poder político para llevar a cabo el cambio que quieren; el movimiento sindical no se centra principalmente en la transición de los combustibles fósiles; y los partidos políticos mayoritarios pueden tener una buena retórica sobre la crisis climática, pero gobiernan de forma contradictoria. ¿Cuáles son, en su opinión, las formas más prometedoras de cohesionar una política de izquierda?
JH: Hay varias cosas que decir al respecto. En primer lugar, los sindicatos no se centran en la transición porque temen los despidos. Cuando oyen que los ecologistas quieren reducir no solo los combustibles fósiles, sino también otras formas de producción, esto no hace más que alimentar sus temores. Su instinto ha sido siempre alinearse con el capital y pedir más crecimiento para garantizar los puestos de trabajo y los medios de vida. Pero este enfoque es totalmente inadecuado. Hay una forma mucho mejor de alcanzar estos objetivos, a saber, con una garantía de empleo público. La garantía de empleo elimina de forma permanente el desempleo involuntario, de modo que podemos mantener un debate abierto sobre la reducción de los combustibles fósiles y otros sectores sin que nadie tenga que preocuparse por verse perjudicado. Es clave para una transición justa.
La garantía de empleo también nos permite establecer salarios y condiciones (por ejemplo, salarios dignos y democracia en el lugar de trabajo) en toda la economía, ya que los empleadores privados tendrán que ajustarse a los estándares del programa de garantía de empleo para no perder personal. Un programa de este tipo también permitiría a cualquier persona formarse y participar en los proyectos colectivos más importantes de nuestro tiempo, realizando un trabajo significativo y socialmente necesario. Así es como desplazamos la mano de obra del servicio a la acumulación de capital hacia la consecución de objetivos sociales y ecológicos. Y lo que es más importante, esta propuesta es muy popular. Puede constituir la base de una plataforma política ganadora.
Por lo tanto, los sindicatos deben cambiar de táctica. No lo digo como un crítico externo, sino como miembro de un sindicato desde siempre. ¿Cómo hemos permitido que el horizonte político del movimiento obrero se reduzca a luchas sectoriales por los salarios y las condiciones, dejando intacta la estructura general de esta economía desigual y ecológicamente destructiva? ¿Sin preocuparse por el bienestar de los trabajadores de otros sectores, de los no trabajadores o de los desempleados? Esto no es suficiente. El horizonte político del movimiento obrero debe ser lograr el control democrático de la producción y las finanzas para que pueda organizarse en torno al bienestar y la ecología. Eso es todo.
Por lo tanto, políticas como la garantía de empleo deben ocupar un lugar central. Así es como se construye un amplio consenso entre ecologistas y sindicatos. Y desde esta perspectiva se puede ver que la mayoría de los partidos verdes existentes no están en absoluto en el buen camino. Hablan de medio ambiente, pero normalmente no tienen nada que decir sobre política social. Seamos claros: esto nunca podrá conectar con las comunidades de clase trabajadora que luchan por llegar a fin de mes. Se percibe como algo sarcástico y alejado de la realidad. Los ecologistas deben poner en primer plano políticas que aborden las preocupaciones básicas de las clases trabajadoras. Los partidos verdes deberían disolverse y reconstruirse en torno a políticas y discursos ecosocialistas, con el objetivo de construir una base de clase trabajadora.
Todo esto supone un enfoque totalmente diferente. Centra a las personas no como individuos culpables, sino como agentes de un cambio transformador. Nosotros somos el pueblo, nosotros somos quienes producimos la riqueza colectiva de la nación. En este momento no tenemos control sobre lo que producimos, estamos desempoderados, somos rehenes del capital y somos incapaces de resolver las emergencias sociales y ecológicas a las que nos enfrentamos. Vivimos en la miserable sombra de la sociedad que podríamos tener. Nuestra tarea histórica en esta coyuntura es recuperar el control democrático sobre nuestras propias capacidades productivas para poder construir una civilización mejor.
AA: La situación actual es grave. Donald Trump es presidente de los Estados Unidos; hay un genocidio en Gaza; el gobierno laborista en el Reino Unido es profundamente impopular, etc. ¿Qué les da esperanza, inspiración y la creencia de que un mundo mejor es posible? ¿A quién podemos recurrir en busca de liderazgo, capacidad de organización y para empezar a construir un mundo mejor?
JH: Creo que lo instructivo del momento actual es que el liberalismo se está derrumbando. No tiene una respuesta coherente a las crisis sociales y ecológicas a las que nos enfrentamos. Esto está creando un vacío ideológico que está siendo llenado por la extrema derecha. Pero, por supuesto, la extrema derecha ofrece una política falsa, es un intento cínico de atraer a una determinada facción de la clase trabajadora a un proyecto que, en última instancia, consiste en afianzar aún más los intereses de clase de la élite. Esta es una oportunidad para que la política socialista ocupe el vacío, movilice las profundas corrientes de sentimiento antisistema que son tan prominentes en este momento y ofrezca soluciones reales a las crisis a las que nos enfrentamos.
Por supuesto, las clases dominantes del núcleo imperial han invertido enormes esfuerzos en demonizar la palabra socialismo. Lo hacen precisamente porque saben lo exitoso que puede ser el socialismo; saben que puede representar una alternativa atractiva capaz de lograr el apoyo de las masas. Así que tenemos que actuar en esta realidad. Si bien el socialismo puede ser un grito de guerra eficaz para el público en muchos países europeos, en lugares como Estados Unidos suena demasiado desconocido y aterrador. No pasa nada. No es la palabra lo que importa. Lo que importa son las políticas.
AA: ¿Qué puede esperar la gente de usted en el futuro? ¿Tiene algún proyecto en marcha que le ilusione especialmente?
JH: Bueno, tenemos un gran proyecto financiado por el ERC en el que participan unos 40 investigadores dedicados a avanzar en el trabajo empírico sobre ecosocialismo, decrecimiento, intercambio desigual, desvinculación y transformación política. Este grupo va a publicar muchas cosas interesantes, así que estén atentos. En cuanto a mi trabajo, pueden encontrar mis últimas investigaciones en jasonhickel.org/research, y escribo de manera más informal en jasonhickel.substack.com. También hemos lanzado una nueva página web llamada Global Inequality Project (globalinequality.org), dedicada a la investigación y los datos sobre el capitalismo, el imperialismo y la ecología. En cuanto al próximo libro, hay algo emocionante en camino, ¡así que estén atentos!
9. Resumen de la guerra en Palestina, 31 de julio de 2025.
El seguimiento en directo de Middle East Eye.
https://www.middleeasteye.net/live/israel-kills-palestinians-truce-talks-stall
En directo: los ataques israelíes matan a 111 palestinos, entre ellos 91 que buscaban ayuda en Gaza
La policía israelí se niega a entregar el cadáver del activista Awdah Hathaleen, abatido por un colono
Puntos clave
Canadá anuncia que reconocerá al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU
EE. UU. sanciona a funcionarios palestinos por los casos ante la CIJ y la CPI
El ministro francés pide el fin de la distribución militarizada de ayuda humanitaria en Gaza
Actualizaciones en directo
159 personas han muerto de hambre en la Franja de Gaza
Al menos dos palestinos han muerto de hambre en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a 159 personas, según informó Al Jazeera el jueves.
Al menos 90 de los fallecidos por inanición son niños. Actualmente hay escasez de leche maternizada para bebés en la Franja.
Más de 100 organizaciones de ayuda humanitaria han pedido a Israel que permita la entrada de alimentos, agua, medicinas y combustible en la Franja.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Eslovenia convocó el jueves al embajador israelí en Liubliana para protestar contra el empeoramiento de la crisis humanitaria en Gaza causada por las severas restricciones a la entrada de ayuda humanitaria urgente, según informó la agencia de noticias Wafa.
En un comunicado publicado en su cuenta oficial de X, el Ministerio afirmó: «El Ministerio de Asuntos Exteriores esloveno ha tomado medidas diplomáticas y ha convocado al embajador israelí acreditado para protestar por la grave catástrofe humanitaria provocada por el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza».
Ruth Cohen-Dar fue nombrada recientemente embajadora de Israel.
Witkoff y Huckabee entrarán en Gaza mientras crece la ira por la hambruna
El enviado del presidente estadounidense Donald Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el embajador en Israel, Mike Huckabee, tienen previsto entrar en Gaza el viernes para inspeccionar los lugares de distribución de la ayuda, mientras crece la indignación mundial por la hambruna que se avecina en la Franja de Gaza.
«Mañana, el enviado especial Witkoff y el embajador Huckabee viajarán a Gaza para inspeccionar los actuales puntos de distribución (de ayuda) y garantizar un plan para entregar más alimentos y reunirse con los habitantes locales de Gaza para conocer de primera mano la grave situación sobre el terreno», declaró el jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Esta será la segunda visita de Witkoff a Gaza y la primera de un embajador estadounidense al enclave en más de dos décadas. Refleja la creciente presión de Trump para que se atienda a los palestinos que se mueren de hambre en el enclave, a medida que aumenta el resentimiento no solo entre los aliados de Estados Unidos, sino también entre su propia base MAGA.
Trump envió a Witkoff a Israel el jueves, donde se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Pueden leer más aquí.
Más de 70 mujeres de la aldea donde Awdah Hathaleen fue asesinado el lunes han iniciado una huelga de hambre para exigir a la policía israelí que devuelva su cuerpo y libere a los residentes detenidos tras su asesinato.
Su protesta se produce porque, según afirman, las fuerzas israelíes han irrumpido en las casas de la aldea cada noche desde el asesinato, arrestando a sus maridos y hermanos y golpeando a otros miembros de la familia.
«Una mujer estaba en la cama, sin estar adecuadamente vestida, y ellos entraban, abrían la puerta y decían: «Queremos a tu marido, queremos a tu hermano»», contó Ikhlas Hazalin, cuñada de Hathaleen, a Middle East Eye el jueves.
«Cuando no encontraban a quien buscaban, golpeaban a otros miembros de la familia, a su hermano o a algún otro familiar, hasta que traían a la persona buscada».
Hazalin añadió: «Nunca había visto tanta brutalidad».
Awdah Hathaleen era un profesor de inglés de 31 años y activista pacífico contra los asentamientos. Según se informa, fue asesinado a tiros por un colono israelí, sancionado anteriormente por Estados Unidos, en un enfrentamiento grabado en vídeo.
Puede leer más aquí.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha acogido con satisfacción las medidas adoptadas por los países europeos para reconocer el Estado palestino.
«Consideramos muy valiosas las recientes reacciones humanitarias procedentes de Europa, en particular de Francia y Gran Bretaña. Acogemos con satisfacción todos los pasos dados hacia el reconocimiento del Estado de Palestina», declaró Erdogan.
«Nadie puede permanecer en silencio ante las atrocidades que se cometen en Gaza, donde los niños mueren de hambre y se dispara deliberadamente a civiles que buscan comida», añadió.
Francia anunció la semana pasada que reconocería el Estado palestino. A esta iniciativa le siguieron el Reino Unido el martes y Portugal el jueves.
No, un niño de Gaza con parálisis cerebral no significa que el hambre en Israel sea una «mentira»
Las fotografías de niños extremadamente delgados, a menudo esqueléticos, en Gaza, hambrientos por Israel, se han vuelto demasiado familiares.
Una de esas imágenes, la del bebé gravemente desnutrido Mohammed al-Mutawaq, se hizo viral la semana pasada.
La foto del niño de 18 meses apareció en varios medios de comunicación internacionales, entre ellos la BBC, la CNN, The Times, The New York Times y el Daily Express.
Añadió aún más pruebas de la hambruna en Gaza como consecuencia del bloqueo casi total de los alimentos y la ayuda humanitaria impuesto por Israel desde marzo.
Pero las imágenes del frágil cuerpo de Mutawaq han vuelto a aparecer en los titulares, por diferentes motivos.
Se ha informado de que el niño padece parálisis cerebral, un dato que no se ha mencionado en todas las publicaciones de su foto en los últimos días.
Como consecuencia de esta omisión, varias voces proisraelíes afirman ahora que el caso de Mutawaq demuestra que la hambruna en Gaza es «una mentira».
Puede leer más aquí.
Colonos israelíes marchan hacia Gaza coreando «Gaza, nuestra para siempre»
Encabezados por la activista de extrema derecha Daniella Weiss, cientos de colonos israelíes ultranacionalistas marcharon el miércoles hacia la frontera de Israel con Gaza al grito de «Gaza, nuestra para siempre» y «recuperemos nuestra tierra».
Los colonos esperan establecer nuevos asentamientos israelíes en Gaza.
Weiss afirma que hay 1000 familias dispuestas a reasentarse en la franja asediada.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, propuso a principios de esta semana un plan para anexionar partes de la Franja de Gaza.
La Universidad Brown, en Rhode Island, llegó el miércoles a un acuerdo con la Administración Trump para restablecer la financiación de la investigación después de que se retiraran los fondos federales por acusaciones de que el «antisemitismo» había prosperado en el campus.
El acuerdo prevé que la Universidad Brown pague 50 millones de dólares en 10 años para mejorar los programas de desarrollo de la fuerza laboral de Rhode Island.
Colonos israelíes incendiaron el jueves un taller de reparación de neumáticos en la aldea de Bazaria, cerca de Nablus, en Cisjordania, según informó la agencia de noticias Wafa.
Según el jefe del consejo de la aldea de Bazaria, Taysir Safarini, los colonos llevaron a cabo un ataque incendiario contra el taller de reparación de neumáticos, causando graves daños y provocando un enfrentamiento entre residentes y colonos.
Los ataques contra comunidades palestinas por parte de colonos israelíes en Cisjordania se han intensificado este año y no muestran signos de remitir, ya que el Gobierno israelí votó por abrumadora mayoría a favor de la anexión de Cisjordania a principios de julio.
Tres palestinos muertos y decenas de heridos en ataques aéreos israelíes
Tres palestinos murieron y decenas resultaron heridos el jueves tras los ataques aéreos israelíes contra civiles en toda la Franja de Gaza, según informó la agencia de noticias Wafa.
Al menos una mujer murió y varios civiles, entre ellos niños, resultaron heridos cuando aviones de combate israelíes atacaron una vivienda en Jabalia al-Balad, en el norte de la Franja de Gaza.
En otro incidente, un hombre murió por el ataque de un dron israelí en la zona de Qizan al-Najjar, al sur de Jan Yunis.
El complejo médico Al-Shifa informó de que había recibido a una persona muerta y varias heridas tras un ataque aéreo israelí en el barrio de Al-Karama, en el noroeste de la ciudad de Gaza.
Los dos últimos voluntarios del barco de la Flotilla de la Libertad liberados por Israel
Un estadounidense y un tunecino detenidos por Israel a bordo de un barco de la Flotilla de la Libertad que se dirigía a Gaza fueron liberados el jueves.
Christian Smalls y Hatem Aouini se encontraban a bordo del Handala cuando fue asaltado por las fuerzas israelíes en aguas internacionales el 26 de julio.
Ambos fueron recluidos en la prisión de Givon, en Israel. Ambos se declararon en huelga de hambre durante cinco días para protestar contra los malos tratos.
Aouini fue recibido por personal de la embajada tunecina en la frontera con Jordania.
El consulado y la embajada de Estados Unidos no se reunieron con Smalls a pesar de las repetidas solicitudes de ayuda y de haber sido informados con antelación de los detalles de su llegada, según informó la Coalición de la Flotilla de la Libertad en un comunicado de prensa.
Los 21 voluntarios a bordo del Handala han sido liberados por las autoridades israelíes.
La incursión en el Handala fue retransmitida en directo por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, que mostró a los soldados enfrentándose a pasajeros desarmados que estaban sentados en la cubierta con las manos en alto, cantando el himno antifascista «Bella Ciao».
El Handala, que transportaba a 19 activistas, entre ellos diputados europeos y dos periodistas de Al Jazeera, fue interceptado a unos 100 kilómetros al oeste de Gaza y a unos 50 kilómetros de la costa de Egipto.
Más de 10 300 presos políticos palestinos siguen cautivos en prisiones israelíes, al menos 320 de ellos niños, en violación del derecho internacional.
La decisión se tomó tras años de vacilaciones. Se debatió constantemente, pero nunca se llevó a cabo.
El 24 de julio, el presidente francés, Emmanuel Macron, finalmente confirmó en una carta dirigida al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, que Francia reconocerá al Estado de Palestina en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.
El anuncio provocó la ira del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien «condenó enérgicamente» una decisión que «recompensa el terrorismo».
Los Estados Unidos, principal aliado de Israel, la consideraron una «decisión imprudente [que] solo sirve a la propaganda de Hamás y retrasa la paz».
El presidente francés no eligió la fecha de su anuncio al azar. Días después, el 28 y 29 de julio, se celebró en la ONU una conferencia copresidida por Francia y Arabia Saudí dedicada a una solución de dos Estados al conflicto israelo-palestino.
En esta ocasión, las autoridades francesas esperaban convencer a otros Estados para que se comprometieran a seguir el mismo camino. Y su apuesta parece haber dado sus frutos, al menos en parte.
El 29 de julio, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció que el Reino Unido reconocerá al Estado palestino en septiembre, a menos que Israel acepte un alto el fuego en la Franja de Gaza antes de esa fecha y «se comprometa a una paz sostenible a largo plazo que reavive la perspectiva de una solución de dos Estados».
El mismo día, quince países occidentales liderados por Francia lanzaron un «Llamamiento de Nueva York» en el que manifestaban su voluntad de avanzar hacia el reconocimiento del Estado palestino.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, en una conferencia de la ONU sobre la solución de dos Estados, en la sede de la ONU en Nueva York, el 29 de julio de 2025 (AFP).
Los huzíes anuncian la cuarta fase de la operación en Gaza
El líder de los huzíes en Yemen ha afirmado que su apoyo a Gaza continúa y ha anunciado la cuarta fase de la operación, según ha informado Al Jazeera Arabic.
«Esto significa atacar los barcos de cualquier empresa que trate con el enemigo», ha declarado Abdul-Malik al-Houthi, quien ha añadido que el anuncio de la cuarta fase es «un paso necesario debido a la situación en Gaza».
El grupo ha intensificado sus ataques contra Israel y ha atacado buques mercantes en el mar Rojo y el mar Arábigo en apoyo a los palestinos de Gaza.
Opinión: El reconocimiento de un Estado palestino no debe ser un peón en un juego diplomático
El 29 de julio, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció que Gran Bretaña reconocería un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre, «a menos que el Gobierno israelí tome medidas sustantivas para poner fin a la terrible situación en Gaza y se comprometa a una paz sostenible a largo plazo».
Por supuesto, cualquier reconocimiento británico del Estado de Palestina, si se produce, marcaría un momento histórico. Gran Bretaña tiene una responsabilidad única como autora de la Declaración Balfour y potencia mandataria en Palestina.
Si se produce el reconocimiento, se reforzaría el apoyo declarado del Gobierno británico a una solución de dos Estados, tras décadas de reconocer solo a uno, Israel, y negar al otro.
Trazaría una trayectoria que rechaza el intento de Israel de imponer una realidad de apartheid de un solo Estado en toda la Palestina histórica.
Establecería las condiciones para cualquier proceso de paz futuro, en el que el objetivo final debe incluir un Estado palestino, reafirmando el compromiso declarado del Gobierno británico con una solución de dos Estados, tal y como se esboza en su anuncio.
Entonces, ¿por qué los palestinos y otros no salieron a las calles a celebrar el anuncio del Gobierno británico, que surgió de una reunión de emergencia del gabinete?
Un manifestante muestra un cartel satírico contra el primer ministro británico, Keir Starmer, durante una manifestación en apoyo a Gaza en Londres, el 4 de junio de 2025. (Adrian Dennis/AFP)
La ayuda debe garantizarse y entregarse oficialmente, afirman las autoridades palestinas
El portavoz de Defensa Civil de Gaza, Mahmoud Basal, ha afirmado que la ayuda humanitaria debe entregarse oficialmente y garantizarse a través de mecanismos específicos, según ha informado Al Jazeera.
Un gran número de personas que buscaban ayuda han muerto como consecuencia de ataques directos de Israel, ha afirmado, añadiendo que el método actual de entrega de la ayuda no es práctico.
Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1330 palestinos que buscaban ayuda y más de 8818 han resultado heridos, principalmente en los centros de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza gestionados por Estados Unidos e Israel.
Portugal se une a los países que estudian reconocer el Estado palestino en septiembre
Portugal se ha sumado al creciente número de países que estudian reconocer el Estado de Palestina en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre.
La oficina del primer ministro Luis Montenegro dijo el jueves que el Gobierno consultará con el presidente y el Parlamento antes de tomar una decisión definitiva.
Portugal «está considerando el reconocimiento del Estado palestino, como parte de un procedimiento que podría concluir durante la semana de alto nivel de la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrará en Nueva York en septiembre», reza el comunicado.
También citó «los acontecimientos extremadamente preocupantes en el conflicto, tanto desde el punto de vista humanitario como por las repetidas referencias a una posible anexión de territorios palestinos» por parte de Israel como motivo de su decisión.
Tras el anuncio, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, declaró: «El Gobierno ha tomado una decisión muy meditada, en consulta con sus socios europeos y otros socios».
El plan sigue a anuncios similares de Francia y el Reino Unido de reconocer oficialmente a Palestina.
El miércoles, Nueva Zelanda y Australia también firmaron una declaración en la que sugerían que podrían seguir su ejemplo en los próximos meses.
El primer ministro portugués, Luis Montenegro, llega al Consejo Europeo en Bruselas el 26 de junio de 2025 (AFP/Nicolas Tucat)
El ministro francés pide el fin de la distribución militarizada de ayuda de la GHF en Gaza
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, ha afirmado que la distribución militarizada de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, ha provocado un baño de sangre, y ha pedido el cese de sus actividades.
«Quiero pedir el cese de las actividades de la Fundación Humanitaria de Gaza, la distribución militarizada de ayuda humanitaria que ha generado un baño de sangre en las líneas de distribución en Gaza, lo cual es un escándalo, es vergonzoso y tiene que acabar», declaró Barrot a los periodistas tras reunirse con su homólogo chipriota en Nicosia.
Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1330 palestinos que buscaban ayuda y más de 8818 han resultado heridos, principalmente en los puntos de distribución de la GHF.
Israel sigue bloqueando toda la ayuda a Gaza, lo que ha provocado la muerte por inanición de al menos 155 palestinos.
Portugal estudiará el reconocimiento del Estado palestino, según su primer ministro
El primer ministro portugués, Luis Montenegro, ha declarado que su país tiene la intención de reconocer el Estado de Palestina en septiembre, según ha informado la AFP.
«El Gobierno portugués consultará al presidente y al Parlamento sobre la cuestión del reconocimiento del Estado de Palestina en la ONU en septiembre», ha declarado la oficina de Montenegro en un comunicado.
Esto se produce un día después de que el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciara que el Reino Unido reconocerá el Estado de Palestina en septiembre, «a menos que el Gobierno israelí tome medidas sustantivas para poner fin a la terrible situación en Gaza».
El anuncio fue seguido por el primer ministro canadiense, Mark Carney, quien afirmó que la nación reconocerá al Estado palestino en la ONU en septiembre.
Francia y Malta también han dicho que reconocerán a Palestina.
EE. UU. sanciona a funcionarios palestinos por los casos ante la CIJ y la CPI
Estados Unidos anunció el jueves que impondrá sanciones a funcionarios de la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina por llevar a Israel ante los tribunales internacionales.
Según el Departamento de Estado, los funcionarios, cuyos nombres no han sido revelados, «no estaban cumpliendo sus compromisos y socavaban las perspectivas de paz».
Se citó «iniciar y apoyar acciones en organizaciones internacionales» y «tomar medidas para internacionalizar su conflicto con Israel, por ejemplo, a través de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ)».
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Suecia y los Países Bajos piden a la UE que suspenda el acuerdo comercial con Israel
Suecia y los Países Bajos han pedido a la Unión Europea que suspenda el acuerdo comercial con Israel por su ataque a la Franja de Gaza.
Ha aumentado la presión sobre la UE, el mayor socio comercial de Israel, para que congele su acuerdo de asociación con Israel, que abarca tanto las relaciones comerciales como las políticas.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, declaró el jueves que la situación en Gaza se había vuelto «absolutamente deplorable» y que Israel no estaba cumpliendo con sus obligaciones en materia de entrega de ayuda.
«Por lo tanto, Suecia exige que la UE congele lo antes posible el componente comercial del acuerdo de asociación», escribió en X.
«Debe aumentarse la presión económica sobre Israel. El Gobierno israelí debe permitir la ayuda humanitaria sin restricciones en Gaza».
Sus comentarios se producen dos días después de que los Países Bajos adoptaran una postura similar.
El ministro de Asuntos Exteriores neerlandés, Caspar Veldkamp, también abogó por suspender el componente comercial del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel si no se intensificaba la ayuda a Gaza.
Los llamamientos a suspender el acuerdo se producen después de que varios países hayan anunciado que reconocerán al Estado de Palestina en respuesta a la continua ofensiva de Israel contra Gaza.
Un soldado israelí gesticula en dirección a Gaza, el 30 de julio de 2025 (Reuters/Ronen Zvulun)
Dos niños más mueren de hambre en Gaza
Dos palestinos han muerto hoy de hambre debido al bloqueo israelí, según ha informado Al Jazeera, citando fuentes médicas.
Según se ha informado, ambos casos son de niños, aunque no está claro si las dos muertes incluyen al «joven» que murió de hambre hoy.
Las últimas víctimas elevan a 159 el número de muertes relacionadas con la inanición, entre ellas 90 niños, mientras Israel sigue bloqueando la ayuda a Gaza.
Un soldado israelí se suicida, el séptimo caso este mes
El soldado israelí Roi Wasserstein se suicidó el miércoles, tras ser dado de baja tras unos 300 días de servicio, según informó Haaretz.
Wasserstein estaba destinado en Gaza como parte de la Brigada 401, y su muerte supone el séptimo caso de suicidio entre las fuerzas israelíes este mes.
Cerca de 50 soldados israelíes se han suicidado desde octubre de 2023, según informaron el miércoles los medios locales.
Haaretz ha informado de que 17 soldados se han suicidado este año, mientras que en 2024 la cifra ascendía a 24.
Vuelve a aumentar el número de muertos en Gaza, 111 en 24 horas
Más de 111 palestinos han muerto y otros 820 han resultado heridos en los ataques israelíes en Gaza en las últimas 24 horas, según ha informado el Ministerio de Salud palestino en el enclave.
Al actualizar el balance publicado hoy, el Ministerio ha indicado que la cifra incluye a 91 personas que buscaban ayuda.
Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1330 palestinos que buscaban ayuda y más de 8818 han resultado heridos en ataques israelíes, principalmente en los centros de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza gestionados por Estados Unidos e Israel.
Las fuerzas israelíes han matado a un total de 60 249 palestinos y herido a otros 147 089 desde el 7 de octubre de 2023, según ha informado el Ministerio en Telegram.
El anuncio del primer ministro británico, Keir Starmer, el martes de que el Reino Unido tiene la intención de reconocer un Estado palestino en septiembre se presenta como un importante cambio diplomático.
Sin embargo, un examen más detenido revela que se trata de una declaración condicional, no de un paso genuino hacia la justicia o el fin de la brutal realidad en Gaza y la Cisjordania ocupada.
Esta medida corre el riesgo de servir de distracción, ocultando la complicidad del Reino Unido y absolviéndolo de sus responsabilidades históricas y legales.
Mientras los civiles de Gaza mueren de hambre bajo el asedio, el Gobierno británico les ofrece una promesa condicional de Estado.
El asalto de Israel a Gaza ha sido catastrófico, con más de 60 000 palestinos muertos desde octubre de 2023, y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) afirma que la hambruna del pueblo de Gaza es «fabricada y provocada por el hombre».
A la vista de todos, se está produciendo un genocidio. Sin embargo, la respuesta de Starmer ha sido prometer el reconocimiento de Palestina solo si Israel cumple primero una extensa lista de requisitos: un alto el fuego, la entrega de ayuda sin obstáculos, el cese de las anexiones de Cisjordania y más.
Manifestación pro palestina frente a Downing Street, en Londres, el día de la reunión de emergencia del Gobierno británico sobre Gaza, el 29 de julio de 2025 (Reuters).
Alemania afirma que Israel «cada vez está más en minoría» en la cuestión palestina
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania afirmó el jueves que Israel está cada vez más aislado diplomáticamente por la crisis humanitaria en Gaza y la presión de algunos países para que se reconozca un Estado palestino.
Johann Wadephul afirmó en una declaración antes de partir hacia Israel que la reciente conferencia de la ONU sobre una solución de dos Estados al conflicto israelo-palestino demostró que «Israel se encuentra cada vez más en minoría».
Alemania es uno de los aliados diplomáticos más firmes de Israel, pero Wadephul señaló que «en vista de las amenazas abiertas de anexión por parte de algunos miembros del Gobierno israelí, un número cada vez mayor de países europeos están dispuestos a reconocer un Estado palestino sin negociaciones previas».
«Una solución negociada de dos Estados sigue siendo la única vía que puede ofrecer a las personas de ambos lados una vida en paz, seguridad y dignidad», afirmó.
«Para Alemania, el reconocimiento de un Estado palestino se produce más al final de ese proceso. Pero ese proceso debe comenzar ahora».
Aumenta el número de muertos en Gaza
Los ataques israelíes han matado al menos a 101 palestinos, entre ellos 81 personas que buscaban ayuda, y han herido a otros 625 en toda Gaza en las últimas 24 horas, según ha informado el Ministerio de Sanidad palestino en Gaza en un comunicado publicado en Telegram.
La guerra de Israel contra Gaza ha causado la muerte de 60 239 palestinos y herido a otros 146 894 desde el 7 de octubre de 2023, según el Ministerio.
Un total de 1320 palestinos han muerto y más de 8818 han resultado heridos mientras buscaban ayuda desde el 27 de mayo, cuando la Fundación Humanitaria de Gaza, un controvertido mecanismo de distribución de ayuda respaldado por Israel y Estados Unidos, comenzó a operar en Gaza.
Un doliente reacciona junto a un cadáver en el funeral de palestinos muertos por fuego israelí mientras intentaban recibir ayuda el miércoles, y en un ataque aéreo israelí durante la noche contra una casa, en el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, el 31 de julio de 2025 (Reuters).
No hay personas inocentes en Gaza: ministra israelí.
La ministra israelí Miri Regev ha afirmado que «no hay hambruna. No hay desastre humanitario. Y según los testimonios de los rehenes, tampoco hay inocentes ni personas ajenas a los hechos».
Compartiendo la imagen de la portada de un periódico en una publicación en X, escribió: «No esperamos una disculpa, ni del New York Times, ni de Haaretz, ni de los cientos de medios de comunicación que se hicieron eco de la mentira de la hambruna en Gaza».
El artículo mostraba la imagen de una mujer de Gaza llevando a su hijo hambriento.
Las agencias de la ONU han afirmado que Gaza se encuentra actualmente al borde de la hambruna, debido al bloqueo impuesto por Israel a la ayuda humanitaria.
El martes, el Programa Mundial de Alimentos, Unicef y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura emitieron una advertencia de que «se estaba acabando el tiempo» y que Gaza se encontraba «al borde de una hambruna a gran escala».
Al menos 155 palestinos han muerto de hambre, mientras Israel sigue bloqueando la ayuda a Gaza.
Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1.239 palestinos que buscaban ayuda. Más de 8.152 personas han resultado heridas en los ataques israelíes, principalmente en los centros de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, gestionados por Estados Unidos e Israel.
No hay información sobre el estado de salud y las condiciones de detención de Marwan al-Hams, médico y director de los hospitales de campaña de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza afirma que Hams fue detenido por una unidad encubierta israelí fuera del hospital de campaña del Comité Internacional de la Cruz Roja en Rafah.
«Israel está practicando la desaparición forzada contra el personal médico encarcelado», afirmó el Ministerio.
Al menos 361 miembros del personal médico siguen encarcelados en prisiones israelíes, añadió.
Más de 10 000 palestinos se encuentran actualmente recluidos en prisiones israelíes, según cifras facilitadas por la Autoridad Palestina para Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros. Esta cifra no incluye a los palestinos detenidos en campamentos militares israelíes.
Un palestino muere de hambre en Gaza
Un joven de Rafah ha muerto de hambre, según ha informado Al Jazeera Arabic, citando fuentes del Complejo Médico Nasser de Jan Yunis.
Al menos 155 palestinos han muerto de hambre mientras Israel sigue bloqueando la ayuda a Gaza.
Desde mayo, las fuerzas israelíes han matado a más de 1239 palestinos que buscaban ayuda. Más de 8152 personas han resultado heridas en los ataques israelíes, principalmente en los centros de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, gestionados por Estados Unidos e Israel.
Palestinos lloran frente al hospital al-Shifa en la ciudad de Gaza, donde fueron trasladados los cadáveres de las personas asesinadas el día anterior mientras esperaban ayuda, el 31 de julio de 2025 (Bashar Taleb/AFP).
Suecia pide a la UE que suspenda el acuerdo comercial con Israel
Suecia pidió el jueves a la UE que suspenda la sección comercial de su acuerdo de asociación con Israel por su conducta en la guerra de Gaza.
«La situación en Gaza es absolutamente espantosa, e Israel no está cumpliendo con sus obligaciones y acuerdos más básicos en materia de ayuda de emergencia. Por lo tanto, Suecia exige que la UE congele la sección comercial del acuerdo de asociación lo antes posible», declaró el primer ministro Ulf Kristersson en un mensaje publicado en X, en el que pedía al Gobierno israelí que permitiera «la entrada sin obstáculos de la ayuda humanitaria en Gaza».
El ejército israelí afirma que ha «completado su misión» en el norte de Gaza
El ejército israelí afirma que su 98.ª División ha completado sus operaciones y se ha retirado del norte de la Franja de Gaza tras varios meses de operaciones en Jan Yunis y los barrios de Shujaiya y Zeitoun de la ciudad de Gaza, según The Times of Israel.
El ejército ha declarado que «las fuerzas se están preparando ahora para tareas adicionales». Otras cuatro divisiones permanecen dentro de Gaza.
Aumenta el número de muertos en Gaza
Al menos 27 personas han muerto esta mañana en la Franja de Gaza, entre ellas 10 personas que buscaban ayuda, según ha informado Al Jazeera, citando fuentes médicas.
El informe también afirma que siete personas, entre ellas dos niños, han muerto de hambre y desnutrición en las últimas 24 horas.
Naeema, una madre palestina de 30 años, lleva en brazos a su hijo Yazan, de 2 años, desnutrido, mientras permanecen de pie en su casa destruida en el campo de refugiados de al-Shati, al oeste de la ciudad de Gaza, el 23 de julio de 2025 (AFP).
El presidente del Líbano, Aoun, insta a los partidos políticos a deponer las armas
El presidente del Líbano, Joseph Aoun, dijo el jueves que los partidos políticos libaneses deben aprovechar la oportunidad y entregar sus armas cuanto antes, ya que Washington aumenta la presión sobre Hezbolá para que renuncie a las armas.
Añadió que el país solicitará 1000 millones de dólares anuales durante 10 años para apoyar al ejército y las fuerzas de seguridad del Líbano.
Noticia: Abbas acoge con satisfacción la decisión de Canadá de reconocer al Estado palestino
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, acogió con satisfacción la «histórica» decisión de Canadá de reconocer el Estado de Palestina durante una conversación telefónica con el primer ministro canadiense, Mark Carney, según informó Wafa el miércoles.
Abbas «apreció la histórica posición de Canadá al reconocer el Estado de Palestina, lo que reforzará la paz, la estabilidad y la seguridad en la región», afirmó la agencia oficial de noticias palestina.
Los ataques israelíes matan a siete personas en Gaza
Un ataque israelí alcanzó un refugio de tiendas de campaña que albergaba a palestinos desplazados al sur de la ciudad de Gaza, matando al menos a dos personas e hiriendo a otras, según Al Jazeera Arabic.
En la zona de Mawasi, al oeste de Khan Younis, en el sur de Gaza, otro ataque contra un refugio de tiendas de campaña mató al menos a dos personas e hirió a varias más.
Mientras tanto, tres personas murieron y varias más resultaron heridas cuando un ataque israelí tuvo como objetivo un edificio de apartamentos en el barrio de Saftawi, al norte de la ciudad de Gaza.
Buenos días, lectores de Middle East Eye:
Aquí tienen las últimas noticias sobre la guerra que Israel sigue librando en Gaza:
- Dos resoluciones que habrían bloqueado la venta de armas a Israel en respuesta a las víctimas civiles en Gaza fueron bloqueadas el miércoles en el Senado de Estados Unidos, aunque obtuvieron más apoyo que medidas similares a principios de este año. Las resoluciones fueron presentadas por el senador Bernie Sanders, un independiente de Vermont alineado con los demócratas.
- La Universidad Brown llegó a un acuerdo el miércoles con la administración del presidente Donald Trump para restablecer la financiación de la investigación médica y sanitaria patrocinada por el Gobierno federal y resolver algunas revisiones de cumplimiento, según informaron el miércoles la universidad y el Gobierno. La universidad acordó tomar medidas «para apoyar una comunidad judía próspera, la investigación y la educación sobre Israel, y un sólido programa de estudios judaicos», según los términos del acuerdo.
- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cree que reconocer la condición de Estado palestino sería recompensar a Hamás y no tiene intención de hacerlo, según declaró el miércoles un funcionario de la Casa Blanca.
- El acuerdo comercial entre Canadá y Estados Unidos probablemente se verá obstaculizado por la promesa de Canadá de reconocer el Estado palestino, según declaró Trump en las redes sociales.
- La policía israelí se niega a entregar el cadáver del activista Awdah Hathaleen, que fue asesinado a tiros por un colono en la aldea de Umm al-Khair, en el sur de Cisjordania, el lunes, a pesar de que la autopsia se completó el miércoles, informó Haaretz.
- El Gobierno israelí distribuyó esta semana 29 vehículos todoterreno junto con equipo de seguridad y logístico a los asentamientos agrícolas ilegales de Cisjordania ocupada, afirmando que la medida tenía por objeto «reforzar la resistencia» de los asentamientos y «profundizar» el control israelí sobre el territorio, según informó The Times of Israel.
- Dos palestinos murieron por disparos del ejército israelí en un ataque de colonos contra la localidad de Silwad, al este de Ramala, en la Cisjordania ocupada, según informó Al Jazeera Arabic, citando dos fuentes médicas.
- Un palestino, su esposa y sus dos hijos murieron en un ataque con drones israelíes contra una tienda de campaña en la que se refugiaban en el centro de Deir al-Balah, según informó Al Jazeera Arabic, citando al Hospital de los Mártires de Al-Aqsa.