DEL COMPAÑERO Y MIEMBRO DE ESPAI MARX, CARLOS VALMASEDA.
ÍNDICE
1. En el 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo.
2. Segunda parte de la conferencia de HM en Londres.
3. Hacia el fin de Zelensky.
4. Busificación, palabra del año en Ucrania.
5. Cómo será el nuevo orden económico mundial.
6. Hillquit.
7. Sin tiempo para los 1,5ºC.
8. Entrevista a Yayo Herrero.
9. Resumen de la guerra en Palestina, 14 de noviembre de 2025.
1. En el 80 aniversario de la victoria sobre el fascismo.
El muy extenso estudio que os anunciaba ayer del Tricontinental sobre la lucha contra el fascismo en la IIª Guerra Mundial y quiénes lo derrotaron.
https://thetricontinental.org/es/estudios-sobre-dilemas-contemporaneos-5-guerra-antifascista/
Estudios Dilemas contemporáneos Nº 5
El 80º aniversario de la victoria en la Guerra Mundial Antifascista
Comprendiendo quién salvó a la humanidad: un restablecimiento de la historia
Al conmemorar los 80 años de la victoria del pueblo en la Guerra Mundial Antifascista, debemos recordar quiénes realmente salvaron a la humanidad y honrar su sacrificio contando la verdad.
12 de noviembre de 2025
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Este estudio fue escrito por Neville Roy Singham, presidente del consejo asesor del Instituto Tricontinental de Investigación Social. El autor agradece el fundamental apoyo del equipo de Tricontinental, que incluyó una investigación multifacética, un análisis estadístico exhaustivo, la infraestructura técnica y la producción de esta publicación. Una versión anterior de este estudio fue publicada en Guancha (观察者网), cuyos editores proporcionaron valiosos consejos para futuras investigaciones y análisis. El autor asume plena responsabilidad por los errores u omisiones que pudiera contener este trabajo.
Al conmemorar el 80º aniversario de la victoria en la Guerra Mundial Antifascista (GMA), las potencias occidentales repiten su conocida historia: el poderío industrial estadounidense y la determinación británica salvaron al mundo del fascismo. Esto es mentira. La verdad arde en los números: mientras las potencias occidentales calculaban su ventaja económica, los pueblos soviético y chino pagaron con sangre. El fascismo no fue derrotado por el capital angloestadounidense sino por el liderazgo socialista y el heroísmo de las masas: una brillante estrategia de Moscú y Yan’an, la inquebrantable resistencia de la clase trabajadora y el campesinado que se negaron a rendirse y un sacrificio que salvó a la humanidad de la esclavitud.La verdadera guerra no comenzó en 1939, cuando Adolf Hitler invadió Polonia, sino en 1931, cuando Japón invadió el noreste de China (东北).1 Durante diez años, China luchó prácticamente sola, excepto por la ayuda soviética, que incluyó aviones y pilotxs. Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos enviaron apenas una mínima ayuda a China entre 1937 y 1941. Washington y Londres preferían contar sus ganancias.
Durante esa misma década, la Unión Soviética (URSS) corrió contra el tiempo, industrializándose a marchas forzadas porque sabía que la invasión era inminente. El discurso de Josef Stalin a quienes dirigían las industrias en febrero de 1931 lo predijo con terrible precisión: “Llevamos un retraso de 50 o 100 años respecto a los países avanzados. Debemos cubrir esta distancia en diez años. O lo hacemos, o nos hundiremos”.2 Diez años más tarde, en junio de 1941, la Wehrmacht [Fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi] invadió. La URSS tuvo exactamente una década para prepararse para una guerra que todo el mundo sabía que se avecinaba. La preparación no bastó para evitar la catástrofe inicial, pero fue exactamente la necesaria para permitir la recuperación.
La estrategia inicial de las potencias atlánticas hasta justo antes de su entrada en la guerra fue simple y cínica: dejar que el fascismo y el comunismo se destruyeran mutuamente.
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1. La demora deliberada de Occidente: una estrategia de traición
La cronología de la traición occidental habla por sí sola. Entre 1931 y 1941, mientras Japón desmembraba China, los bancos occidentales mantuvieron sus oficinas en Tokio, el petróleo occidental alimentó los buques de guerra japoneses y la chatarra occidental se convirtió en balas japonesas.3 Cuando estalló la invasión a gran escala en 1937 —la Masacre de Nanjing, el bombardeo terrorista de ciudades chinas— la respuesta de las fuerzas imperialistas aliadas fue vender más petróleo a Japón. Estados Unidos suministró el 80% del petróleo japonés hasta 1941.4
No se trataba de aislamiento sino de una medida calculada: el fascismo ejecutaba lo que el fallido cerco del Ejército Blanco no había podido lograr. Para 1941, 250 empresas estadounidenses operaban en la Alemania nazi.5 Thomas Watson, de IBM, automatizó el Holocausto mientras mantenía amistad personal con el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y con el secretario de Estado Cordell Hull.6 La filial alemana de General Motors (GM), Opel, fabricó camiones para la Wehrmacht hasta 1944. GM reclamó luego una deducción fiscal de USD 22,7 millones por sus operaciones nazis “abandonadas”.7 Estados Unidos se mantuvo comprometido estratégicamente desde el punto de vista económico, político y militar con la destrucción de la Unión Soviética.
La historiografía occidental atribuye esta tardía intervención de Estados Unidos al “aislacionismo”. Esta visión ahistórica ignora un precedente documentado: durante el cerco del Ejército Blanco de 1919, Estados Unidos desplegó 11.500 soldados en Rusia —4.500 en Arkhangelsk y 7.000 en Vladivostok— junto con fuerzas británicas, francesas y japonesas, que lucharon directamente contra el Ejército Rojo con más de 500 bajas estadounidenses.8 El presidente estadounidense Woodrow Wilson además proporcionó más de USD 50 millones en apoyo militar al Ejército Blanco. Cuando la intervención militar directa fracasó en su intento de cortar el socialismo de raíz, la estrategia cambió. Los responsables políticos estadounidenses favorecieron sistemáticamente a los autócratas de derecha que prometían estabilidad y anti-bolchevismo por encima de los movimientos democráticos. Esta política se tradujo en un apoyo abierto al fascismo europeo. En 1933, el presidente Roosevelt declaró que estaba “profundamente impresionado por lo que [Benito Mussolini] ha logrado y por su evidente y honesto propósito de restaurar Italia”.9
La primera estrategia británica, incluso cuando entró en la guerra, fue dejar que Hitler y Stalin se agotaran mutuamente. Cuando Alemania invadió Polonia en septiembre de 1939, Gran Bretaña y Francia, si bien declararon la guerra a Alemania, no hicieron nada. La “guerra ficticia” duró ocho meses mientras esperaban que Hitler se dirigiera hacia el este. El odio anticomunista de Winston Churchill definió su carrera. En 1919, pretendió “estrangular el bolchevismo en su cuna”.10 En 1945, con Hitler recién fallecido, planeó la Operación Impensable: utilizar las fuerzas de la Wehrmacht para atacar a la Unión Soviética.11
Los impulsos genocidas de Churchill apuntaban igualmente a comunistas y pueblos colonizados. Su violencia racial era extensa: celebró haber matado a “salvajes” en Omdurman (1898), apoyó los campos de concentración que mataron a 48.000 africanxs y bóeres y defendió el uso de gas venenoso contra las “tribus incivilizadas” iraquíes (1920). En 1942, mientras Bengala padecía una hambruna, le dijo a Leo Amery, secretario de Estado para la India: “Odio a los indios. Son un pueblo bestial con una religión bestial”. Cuando Amery suplicó ayuda para la hambruna, Churchill replicó que la población india “se reproduce como conejos”.12 Tres millones de personas murieron en India mientras Gran Bretaña exportaba el arroz de Bengala. Después de la diatriba de Churchill sobre la India, Leo Amery escribió en su diario: “No pude evitar decirle que no veía mucha diferencia entre su perspectiva y la de Hitler”.13 Hoy, Gran Bretaña venera a este hombre, que solo se diferenciaba de Hitler en su victoria.
Estados Unidos entró en la guerra solo cuando fue atacado directamente en Pearl Harbor (Hawái): una década después del inicio de la guerra de Japón contra China. El segundo frente, prometido para 1942, no se materializó hasta junio de 1944: con 730 días de retraso, después de que las batallas de Stalingrado (1942-1943) y Kursk (1943) ya habían quebrado la columna vertebral de la Wehrmacht.14 Para el Día D, el Ejército Rojo ya había destruido el mito de la invencibilidad alemana y la derrota nazi estaba definida. Estados Unidos y Gran Bretaña tuvieron que invadir Europa continental en 1944, cuando la Unión Soviética ya había garantizado la derrota de Alemania, para asegurarse de que la URSS socialista no liberara todo el continente, amenazando al capitalismo en Europa tanto occidental como oriental.
Las prioridades de Estados Unidos eran claras: mejor una Europa fascista que una socialista. Mejor la dominación japonesa de Asia que la liberación china y la expansión del socialismo. El odio de las potencias metropolitanas hacia el comunismo y el amor por sus colonias superaban sus principios antifascistas.
2. Cuando las rivalidades interimperialistas importaban
La estrategia occidental hacia la Alemania nazi siguió una lógica establecida en 1917. Cuando la intervención británica no logró derrocar a los bolcheviques, el teórico geopolítico Halford Mackinder, nombrado alto comisionado para organizar el apoyo al Ejército Blanco, recomendó que el rearme alemán, aunque peligroso para los intereses británicos, era esencial como baluarte contra el control bolchevique de Europa del Este. El Tratado de Versalles (1919), como observó el economista Thorstein Veblen, era fundamentalmente “un pacto para la reducción de la Rusia soviética”, un objetivo que, aunque “no figuraba en el texto del Tratado”, era sin embargo “el pergamino sobre el que se escribió el texto”.15 Esta siguió siendo la estrategia occidental hasta 1945: contener y destruir la URSS, incluso si eso significaba permitir el fascismo.
En Múnich, en 1938, el primer ministro británico Neville Chamberlain formalizó esta estrategia con Hitler: Alemania tendría “vía libre” en Europa del Este para atacar a la URSS a cambio de respetar los intereses imperiales británicos. Sin embargo, la rivalidad interimperialista impuso límites. Gran Bretaña quería que Hitler destruyera la Unión Soviética, pero temía que la expansión alemana sin control amenazara al propio Imperio Británico; esta contradicción explica tanto la colusión como la eventual declaración de guerra de Gran Bretaña.
Gran Bretaña envió negociadores a Moscú en un lento barco mercante, y el almirante Reginald Drax llegó sin autorización por escrito, lo que dejaba claro el mensaje: no habría ninguna alianza real con los comunistas.16 El ministro de Asuntos Exteriores Halifax elogió a Hitler en una reunión de 1937 como “baluarte contra el bolchevismo”, mientras que un panfleto de 1939 respaldado por el gobierno y escrito por Lord Lloyd of Dolobran identificaba la “apostasía final” de Hitler no como la invasión de Polonia, sino como la firma del pacto germano-soviético: “la traición a Europa”.17 Ante el aislamiento, Stalin firmó el Pacto Molotov-Ribbentrop en agosto de 1939, no por elección propia, sino por la necesidad creada por la colusión occidental con Hitler.
En los 22 meses siguientes (septiembre de 1939-mediados de junio de 1941), la Unión Soviética triplicó su ejército, pasando de 1,6 a 5,3 millones de integrantes, duplicó su producción de tanques, de 2.794 unidades en 1940 a 6.590 en 1941 (incluidos 1.225 T-34), y trasladó industrias enteras hacia el este. Los agregados estadounidenses informaron de masivos traslados industriales a los Urales a fines de 1940, antes de la invasión. La URSS desplazó sus fronteras entre 200 y 300 kilómetros hacia el este, cambiando espacio por tiempo. Stalin sabía que la guerra era inminente.18
En mayo de 1940, Churchill asumió como primer ministro mientras los ejércitos de Francia y Gran Bretaña huían de Dunkerque. El ministro de Relaciones Exteriores, vizconde Halifax, propuso negociar la paz a través de Mussolini: Alemania podría quedarse con Europa si Gran Bretaña conservaba su imperio.19 Churchill se opuso a este plan, no por principio sino por aritmética. Si se permitía a Alemania conquistar Europa, su poderío le facultaría más adelante quebrar cualquier acuerdo de paz y derrotar a Gran Bretaña. Por tomar solo un ejemplo, el Cáucaso producía 25,4 millones de toneladas de petróleo al año, el 80% de la producción soviética, Alemania tenía reservas de petróleo para 3,1 meses.20 Si el canciller alemán Adolf Hitler se apoderaba de los recursos soviéticos, Gran Bretaña se enfrentaba a una derrota segura.
Al continuar la guerra, Churchill forzó a Alemania a mantener 49 divisiones en Europa Occidental y Noruega: el 24% de la fuerza total de la Wehrmacht que no podía desplegarse contra la URSS.21 Aunque significativo, esto no impidió la formación de la mayor fuerza de invasión de la historia.
Alemania lanzó la Operación Barbarroja con 153 divisiones alemanas que totalizaban más de 3 millones de soldados. El Museo Imperial de Guerra, el impenitente museo nacional británico, calcula que el 80% del ejército alemán participó en esta invasión.22 Adicionalmente, 36 divisiones aliadas del Eje se unieron al asalto: 16 finlandesas, 15 rumanas, 3 italianas y 2 eslovacas, sumando un total de 189 divisiones. Esta fuerza de casi 4 millones de soldados representaba la abrumadora concentración del poder militar del Eje. El Frente Oriental no era otro teatro de guerra sino el escenario principal de la agresión fascista, donde la Wehrmacht desplegó sus mejores unidades, sus comandantes más experimentados y su máxima potencia.
Se trató de la mayor invasión militar de la historia de la humanidad. Sin embargo, la Unión Soviética enfrentó y derrotó este asalto sin precedentes gracias a su propia profundidad estratégica, la movilización masiva y la reubicación industrial.
Ante adversarios extremadamente poderosos, Stalin y Mao Zedong comprendieron cómo aprovechar las rivalidades interimperialistas que alcanzaron gran intensidad en la década de 1940. Estas contradicciones interimperialistas —momentos contingentes en que los conflictos internos del imperio accidentalmente sirven a las fuerzas revolucionarias— suelen ser breves y poco confiables. Surgen de forma imprevisible de las contradicciones internas del capitalismo, deben ser reconocidas y explotadas cuando aparecen, pero nunca confundidas con una alianza estratégica.
3. El poder económico en 1941: el mito del poderío occidental
En 1941, el producto interno bruto (PIB) mundial ascendía a entre 4,5 y 5 billones de dólares (en dólares internacionales de 1990) aproximadamente. Quienes tenían la mayor capacidad para combatir el fascismo deliberadamente eligieron no hacerlo.
Como documentó el historiador económico Mark Harrison en su libro The Economics of World War II (1998), el núcleo imperial angloestadounidense concentraba aproximadamente el 30,2% del PIB mundial. Solo Estados Unidos controlaba USD 1,094 billones —aproximadamente 22-24% de la producción global— mientras mantenía una neutralidad cómoda tras una década del inicio de la GMA. El Imperio Británico añadía USD 344.000 millones (7-8% del PIB mundial), extraídos de 427 millones de súbditos coloniales. En total, este campo (Estados Unidos y sus territorios y el Imperio Británico como lo definían los británicos en 1941) controlaba el 28,6% de la población mundial. Estados Unidos permaneció neutral hasta que fue atacado. Gran Bretaña declaró la guerra, pero priorizó su imperio.
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Fuentes: Datos de población principalmente de Maddison (2010); datos de PIB principalmente de Harrison (1998), p. 10, tabla 1.3; población de la URSS para 1941 de Statista (2025); PIB de China y total mundial son estimaciones corroboradas por el Instituto Tricontinental de Investigación Social. Ver metodología completa en el Apéndice.
Estados Unidos destinaba apenas el 11% de su Producto Nacional Bruto (PNB) al gasto militar antes de Pearl Harbor. El ejército estadounidense en diciembre de 1941 contaba con solo 1,62 millones de soldados de una población de 133,9 millones: apenas el 1,2% de su población estaba en armas. En contraste, Alemania tenía 7,3 millones de soldados de una población de 70,2 millones (10,4%) y la Unión Soviética tenía 7,1 millones de una población de 195,4 millones (3,6%) hacia fin de año. Gran Bretaña, a pesar de haber declarado la guerra en 1939, alcanzó el 53% del gasto nacional en esfuerzos militares, pero mucho de esto fue a proteger al imperio, no a combatir directamente el fascismo. En el norte de África, las fuerzas británicas lucharon para mantener el control colonial, no para liberar a los pueblos. Como dijo Churchill: “No me he convertido en el Primer Ministro del Rey para liquidar el Imperio Británico”. 23
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Fuentes: Datos sobre soldados de Harrison (1998), p. 14, tabla 1.5; población de Maddison (2010) y Statista (2025). Ver metodología completa en el Apéndice.
El Eje fascista-imperialista había militarizado sus economías. Alemania destinó el 52% del PNB al gasto militar en 1941, cifra que alcanzó el 70% en 1943 y desplegó 3 millones de soldados en la invasión Barbarroja (1941). Otras potencias del Eje desplegaron entre 500.000 y 700.000 soldados adicionales (Rumania, Finlandia, Hungría, Italia y Eslovaquia), lo que permitió a Hitler afirmar que se trataba de una operación paneuropea. Fue y sigue siendo la mayor invasión militar de la historia de la humanidad. Japón mantuvo 1,7 millones de soldados en China con una carga militar del 27% del PIB después de una década de guerra continua.
El Eje, liderado por Alemania, Italia y Japón, también incluía a los signatarios del pacto conformado por Hungría, Rumania, Eslovaquia, Bulgaria y Croacia, con Finlandia como co-beligerante. Las potencias del Eje y los territorios que controlaban concentraban aproximadamente el 20,1% del PIB mundial. Esta cifra estaba compuesta por contribuciones de Alemania (412.000 millones de dólares), el territorio anexado de Austria (29.000 millones de dólares), Japón (196.000 millones de dólares), Italia (144.000 millones de dólares), el territorio ocupado y altamente industrializado de Francia (130.000 millones de dólares) y los demás miembros (aproximadamente 47.000 millones de dólares). A esto se sumaban los colaboradores “neutrales”, como Suiza, Suecia, España y Portugal, que aportaban un 2,6% adicional del PIB mundial a la esfera económica del Eje.
El campo socialista —la Unión Soviética y las zonas comunistas chinas, que mantendrían ocupadas al 60% de las fuerzas japonesas— representaba aproximadamente el 8% del PIB mundial con 359.000 millones de dólares. A mediados de 1941, mientras los ejércitos alemanes avanzaban profundamente en territorio soviético, incluso esta cifra se estaba reduciendo. Sin embargo, el pueblo soviético había movilizado el 28% del PNB para gastos militares. El Ejército Rojo amplió la fuerza del ejército en tiempos de paz de 1,5 millones el 1 de enero de 1938 a más de 5 millones en junio de 1941.24
La tragedia de China se reflejaba en las cifras. Aunque tenía el 23% de la población mundial (entre 490 y 525 millones de personas), generaba solo alrededor del 5% del PIB mundial después de un siglo de humillación y una década de devastación japonesa. Los datos oficiales del gobierno del Kuomintang (KMT) son escasos. En 1937, el año de la gran escalada de la agresión japonesa, la estimación de los soldados del KMT era de 1,7 millones. Para 1941, el ejército estadounidense estimaba 3,8 millones de soldados. Una monografía académica de 2019 sobre historia militar china calculó que en el verano de 1941 había 6 millones de soldados del KMT. 25 El ejército popular, liderado por el Partido Comunista de China (PCCh), creció de 56.000 en 1937 a unos 440.000 en 1941 y 1,3 millones en 1945. 26 Con una escasa producción doméstica de armas, la capacidad militar dependía de suministros extranjeros, especialmente de la Unión Soviética. China tenía población, pero pocas armas; coraje, pero poca industria; resistencia, pero escasos recursos.
El patrón de la ayuda extranjera reveló las prioridades. Entre octubre de 1937 y junio de 1941, mientras Estados Unidos observaba, la Unión Soviética proporcionó a China más de 250 millones de dólares en créditos, 1.235 aviones, miles de piezas de artillería, decenas de miles de ametralladoras, así como municiones y suministros.27 Lxs soviéticxs enviaron más de 2.000 pilotxs —200 de lxs cuales murieron defendiendo ciudades chinas— y asesores militares.28 Aunque la URSS luchaba por su supervivencia, se las arregló para enviar una ayuda que representaba el 0,07 % del PIB soviético anual. Las y los pilotos soviéticos volaron misiones de combate sobre Nanjing, Wuhan y Chongqing. Antes de Pearl Harbor, Estados Unidos no aportó prácticamente nada, a pesar de a pesar de controlar entre el 22 y el 24% del PIB mundial.
Incluso después de entrar en la guerra, China recibió solo 632 millones de dólares en ayuda del programa Préstamo y Arriendo (1941-1945) mientras que Gran Bretaña, junto con sus dos estados coloniales de población blanca (Australia y Nueva Zelanda), recibió USD 25.800 millones de los 30.300 millones asignados por Estados Unidos al “Imperio Británico”.
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Fuentes: Cifras del programa de ayuda Préstamo y Arriendo del Departamento de Estado de Estados Unidos (1945), p. 14, tabla 2, y pp. 42-43, tabla 25; datos de población de Maddison (2010); datos de muertes de China de Bian (2012), pp. 401-405; datos de muertes de India de Sen (1977), p. 36. Ver metodología completa en el Apéndice.
*”India británica” aquí se refiere a India y los actuales Pakistán y Bangladesh. Las cifras de ayuda del programa Préstamo y Arriendo y población para India británica y Ceilán (ahora Sri Lanka) están incluidas aquí.
*”Estados colonos blancos” se refiere a Australia y Nueva Zelanda.
Gráfico 1: Ayuda per cápita: las personas blancas recibieron USD 442,3 por persona; las no blancas (China, India británica y Ceilán) recibieron USD 4,4: una proporción de 101:1
Gráfico 2: Valoración por muerte: las muertes de personas blancas se “valoran” en USD 52.913; las de personas no blancas (China, India británica) en 155 dólares: una proporción de 341:1
El Imperio Británico en 1945 (como lo definió Estados Unidos en el programa Préstamo y Arriendo) estaba formado por 58,3 millones de personas blancas y 443,1 millones de no blancas. Las matemáticas eran sencillas: Estados Unidos dirigió el 85,1% de la ayuda Préstamo y Arriendo del Imperio Británico a las personas blancas, que representaban solo el 11,6% de la población del Imperio.
Entre 1945 y 1948, Estados Unidos otorgó al menos USD 1.400 millones al gobierno de Chiang Kai-shek, siendo más de la mitad ayuda militar —el doble de los USD 700 millones en ayuda militar proporcionados durante la GMA— sin contar las importantes ventas de excedentes de propiedad.29 La ayuda adicional continuó hasta 1949 cuando los nacionalistas perdieron la guerra civil. La fórmula: ayuda mínima contra Japón, apoyo máximo contra el comunismo.
Dos artículos publicados en agosto de 2025 en la revista Historical Review [Reseña Histórica] editada por la Academia China de Ciencias Sociales:
Primero: En general, en las primeras etapas de la Guerra de Resistencia a gran escala, la asistencia vital de la Unión Soviética para una China comprometida en una lucha ardua fue como “ofrecer combustible en clima nevado”.
Segundo: Después del fin de la Guerra Anti-Japonesa, Estados Unidos ayudó y apoyó activamente a los reaccionarios del Kuomintang para que iniciaran una guerra civil y firmó con el gobierno nacionalista el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre China y Estados Unidos”, aparentemente recíproco, pero en realidad desigual, con el fin de mantener su influencia sobre China mediante el control económico y la intervención militar.
El cálculo económico era claro: el bloque angloestadounidense tenía el dinero, pero no lucharía. El eje fascista había militarizado todo. Los países socialistas tenían poco, pero lo dieron todo.
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Fuente: Harrison (1998), p. 21, tabla 1.8. Ver metodología completa en el Apéndice.
4. Los 14 años de resistencia de China: el fundamento olvidado de la victoria
Los 14 años de resistencia china contra el imperialismo japonés mantuvieron ocupada a la mayor parte de las fuerzas terrestres japonesas durante toda la guerra. Las fuerzas chinas impidieron que más de medio millón de soldados japoneses atacaran el extremo este soviético o arrasaran el Pacífico. 30 A medida que avanzaba la guerra, un número cada vez mayor de soldados del KMT desertó para unirse a las fuerzas comunistas, lo que reforzó la resistencia guerrillera. Cada soldado chino que mantuvo una posición con armas obsoletas y el estómago vacío impidió que un soldado japonés luchara en otro lugar. La debilidad militar de China hizo su resistencia más heroica, no menos.
Los soldados del Ejército Rojo que huyeron de Ruijin, sede de la primera República Soviética China, cruzaron montañas congeladas con sandalias de paja en 1935, mientras bombarderos del KMT con motores estadounidenses los perseguían desde el aire.31 La sangre se congeló en sus huellas. Los dedos de los pies se volvieron negros y cayeron. Quienes sobrevivieron se convirtieron en el núcleo de las fuerzas guerrilleras que, en 1940, contuvieron al 60% de las tropas japonesas.
Las siguientes cifras destruirán ahora cada mito sobre quién ganó esta guerra:
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Fuentes: Datos de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de China de Bian (2012), pp. 401-405; datos de India de Sen (1977), p. 36. Ver metodología completa en el Apéndice.
Los patrones de despliegue revelan la verdad: las fuerzas socialistas se enzarzaron en una lucha existencial desesperada, mientras que las fuerzas capitalistas administraban cuidadosamente sus fuerzas para obtener ventaja tras la guerra.
5. El precio en sangre: quién realmente derrotó al fascismo
La lucha mundial contra el fascismo causó la muerte de 85 millones de seres humanos.
Eso es el 3,8% de la humanidad muerta.
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Fuentes: Datos de muertes de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de muertes de China de Bian (2012), pp. 401-405; población de Indochina francesa de Budge (2014) y datos de muertes de Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial de Nueva Orleans (s.f.); otros datos de población de Maddison (2010). Ver metodología completa en el Apéndice.
Quienes pagaron este precio revela quienes salvaron al mundo. La aritmética destruirá todas las mentiras que los últimos en llegar han contado sobre esta guerra, no como estadísticas, sino como acusaciones. Cada cifra es un crimen, cada porcentaje un veredicto.
El 59,8% de las personas muertas eran socialistas, 13,1% pertenecían a pueblos colonizados. Solo 1% eran angloestadounidenses.
Esta no fue su guerra. Fue su ganancia.
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Fuentes: Datos de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de China de Bian (2012), pp. 401-405, p. 442. Ver metodología completa en el Apéndice.
Pero incluso estas muertes solo cuentan la mitad del horror. Las personas heridas, quienes sobrevivieron mutiladas, traumatizadas, destrozadas, desaparecieron de la historia occidental. Las recuperamos aquí: entre 13 y 18 millones de soviéticxs heridxs, ignoradxs. Cada unx vivió con un dolor que Washington y Londres nunca sintieron. Cada soldado occidental herido se convirtió en una baja digna de pensiones, medallas, recuerdo. Los entre 11 y 26 millones de chinas y chinos heridos desaparecieron de la historia como si nunca hubieran existido, nunca hubieran sufrido, nunca hubieran importado.
Las cifras condenan: las fuerzas socialistas sufrieron el 59,8% de todas las muertes de la GMA con menos del 15% del PIB mundial. En Corea, el 99% de las muertes fueron coreanas o chinas. En Vietnam, el 99% de las muertes fueron del sudeste asiático. El patrón se repite en tres guerras, a lo largo de cinco décadas y en todos los continentes: quienes no tenían nada salvaron a la humanidad, mientras quienes lo tenían todo conservaron su fuerza para el saqueo de la posguerra.
6. La Unión Soviética destruyó el fascismo en Europa
El Ejército Rojo eliminó o derrotó decisivamente la fuerza de la Wehrmacht en batallas que decidieron el destino de la humanidad: Moscú, Stalingrado, Kursk y Berlín. El precio: 27 millones de muertes soviéticas. 32 Eso representa el 13,8% de la población soviética, respecto a una población de 196,0 millones en 1940. Eso es, el 1,2% de la población mundial fue aniquilada por interponerse entre el fascismo y el resto de nosotrxs.
No se trata de estadísticas abstractas. Pueblos enteros en los que no sobrevivió ningún hombre entre 18 y 50 años. La Unión Soviética infligió 9 de los 11,1 millones de bajas militares de Alemania. Esta victoria fue posible en parte porque la resistencia de China impidió que Japón atacara el extremo este soviético durante 1941-1942, cuando Moscú colgaba de un hilo. Como reconoció el presidente Vladimir Putin en 2025, la resistencia de China fue “uno de los factores cruciales que impidió que Japón apuñalara por la espalda a la Unión Soviética durante los meses más oscuros”.
Entre las muertes soviéticas se encontraban 1,3 millones de judíos y judías asesinados en los campos de exterminio del Holocausto en el este de Europa, 3,3 millones de prisionerxs de guerra deliberadamente muertos de hambre en campos alemanes y millones de civiles asesinadxs de acuerdo con Generalplan Ost [Plan Maestro para el Este] y otras políticas raciales nazis dirigidas a los pueblos eslavos “subhumanos”. 33
7. La catástrofe demográfica de China
Solo entre 1937 y 1945 se documentaron al menos 23,6 millones de muertes: 20,6 millones de muertes directas por combates y masacres, más 3 millones de la hambruna de Henan de 1942 causada por la intervención japonesa. Antes de eso, entre 1931 y mediados de 1937, la invasión japonesa también resultó en un estimado de 450.000 muertes. El total de muertes documentadas entre 1931 y 1945 es de 24,05 millones. Si se incluye a las personas heridas, el total de las víctimas alcanzó los 35 millones. Sin embargo, incluso esta cifra asombrosa subestima la catástrofe. Al sumar los 15 millones que no llegaron a nacer a causa de la destrucción de la guerra, la pérdida total de población de China superó los 50 millones. Occidente reconoce quizás entre 15 y 20 millones de personas fallecidas, ignora por completo a las personas heridas y borra el vacío demográfico que tardó generaciones en llenarse.34
El sistema de trabajo forzado añadió otra dimensión a este genocidio: entre 1935 y 1945, el 20% de los 11,5 millones de trabajadorxs forzadxs en el noreste de China murieron (2,3 millones de muertes). Según Bian Xiuyue, historiadora de la Academia China de Ciencias Sociales, de los 38.935 trabajadorxs forzadxs enviados a Japón, el 17,5% fueron asesinadxs en la patria del emperador.35 Esta investigación documenta el genocidio en términos precisos, no con estimaciones vagas.
La insistencia occidental en contar solo las muertes implica una doble supresión. Cuando 35 millones de chinos y chinas fueron asesinados o heridos, enfocarse solo en el recuento subestimado de Occidente de 20 millones o menos de muertes, borra al menos a 11 millones de personas heridas cuyas vidas fueron destruidas por la agresión japonesa.
La encuesta del gobierno chino de 2015, con 600.000 participantes, documentó el exterminio sistemático mediante múltiples métodos. La violación de Nanjing: 300.000 personas asesinadas en seis semanas y un estimado de entre 20.000 y 80.000 violaciones.36 La campaña japonesa de “Tres Todos”: “Matar a todos, quemar todo, saquear todo”, convirtió provincias enteras en cementerios. Incluso los campos regulares de prisioneros de guerra revelaron una política de exterminio nacionalista: Japón mató al 99,9% de lxs prisionerxs chinxs, pero solo al 27,1% de lxs prisionerxs de guerra occidentales.37
8. El holocausto colonial: 11 millones de personas borradas
Mientras las potencias imperiales conservaban su fuerza, sus colonias sangraban. Un total de 11,2 millones de súbditos coloniales murieron, más de diez veces el total de muertes de la guerra angloestadounidenses.
La hambruna de Bengala de 1943 mató a tres millones de indios e indias debido a las políticas británicas. Mientras el pueblo bengalí moría de hambre, Gran Bretaña exportaba arroz de Bengala y prohibía la entrada de barcos de ayuda.38 Churchill le dijo a su secretario privado que “los hindúes eran una raza repugnante protegida por su mera proliferación del destino que les correspondía”. Deseaba que el mariscal jefe del aire Arthur Harris, jefe del Comando de Bombarderos Británico, pudiera “enviar algunos de sus bombarderos excedentes para destruirlos”.39
Las Indias Orientales Holandesas perdieron a 3,4 millones de personas, un 4,7% de la población. Ambas potencias coloniales lxs mataron. Los holandeses a través de siglos de explotación que lxs dejaron indefensxs, los japoneses a través de trabajo forzado, hambre y violencia sistemática.
Solo en Java, 1,8 millones de muertes en exceso ocurrieron entre 1944 y 1945. El sistema de trabajo forzado rōmusha envió a 300.000 al extranjero; solo 77.000 regresaron.40 Solamente en el Ferrocarril de Sumatra, 17.000 de 22.000 trabajadores javaneses murieron, una tasa de mortalidad del 77%.
Indochina francesa: 1,5 millones de muertos, el 6,5% de la población. La hambruna de 1944-1945 mató a entre 1 y 2 millones de vietnamitas debido a la combinación de las requisas japonesas y la continua administración colonial francesa.
Birmania: 270.000 a quizás hasta 1 millón de muertes bajo ocupación japonesa, mientras Gran Bretaña huía, destruyendo los campos petroleros y abandonando a los trabajadores y trabajadoras indios y a la población civil birmana que no tenían medios de escape. El Ferrocarril Tailandia-Birmania (402 kilómetros) causó la muerte de 215 personas por kilómetro de vía tendida: 31 prisioneros de guerra occidentales por kilómetro, 184 trabajadores y trabajadoras asiáticos por kilómetro. Una proporción racial de seis a uno.41 El Ferrocarril del Istmo de Kra (90 kilómetros), más corto, tuvo una tasa de mortalidad aún mayor, de 537 muertes por kilómetro (Huff, 2020), construido enteramente por trabajadores asiáticos cuyas muertes en su mayoría no fueron documentadas por las autoridades japonesas. De un total estimado de 260.000 a 270.000 trabajadorxs en ambos ferrocarriles, perecieron aproximadamente entre 90.000 y 140.000 trabajadores asiáticos, incluyendo un número significativo de los más de 100.000 malayos y tamiles reclutados en los territorios británicos.
Malaya y Singapur: hasta 150.000. Filipinas: 765.000.42 Timor portugués: 14% a 19% de su población, la tasa de mortalidad más alta de cualquier territorio en el sur de Asia.43
La aritmética colonial: asesinadxs por ocupación fascista mientras los amos coloniales acaparaban los recursos. La India moría de hambre, Gran Bretaña tenía cereales. Lxs indonesixs morían; la extracción holandesa no había construido nada para salvarlos. Lxs vietnamitas perecieron; Francia mantuvo su aparato de extracción incluso bajo el dominio japonés.
Once millones de muertes coloniales. Los museos conmemoran a los 12.000 soldados estadounidenses y filipinos que murieron en la Marcha de la Muerte de Bataan.44 Lxs rōmusha que construyeron el Ferrocarril de Birmania, entre 90.000 y 100.000 muertxs, no tienen museo ni película como El puente sobre el río Kwai (1957).
9. África: dos millones de personas borradas
África se convirtió en la reserva de emergencia de los Aliados cuando Francia cayó y las colonias occidentales en Asia fueron conquistadas por Japón. Gran Bretaña, Francia y Bélgica extrajeron el máximo de recursos de las colonias africanas mientras luchaban una guerra supuestamente por la libertad. Entre 1,6 y 2 millones de africanxs murieron víctimas de la invasión fascista, el trabajo forzado, el servicio militar y la hambruna sistemática. Las autoridades coloniales, que rastreaban la producción de cobre hasta la última tonelada métrica, nunca contaron las muertes africanas.
Etiopía: el primer campo de batalla
La guerra comenzó en África en 1935 cuando Italia invadió Etiopía. Un memorando del gobierno etíope de 1945 documentó 760.300 muertes: 275.000 muertes en combate, 300.000 por hambre entre las personas refugiadas, 75.000 patriotas asesinadxs durante la ocupación, 35.000 en campos de concentración, 30.000 en la masacre de Addis Abeba de febrero de 1937, 24.000 ejecuciones y 17.800 civiles muertxs por ataques aéreos. A pesar de haber firmado el Protocolo de Ginebra, en Etiopía Italia utilizó entre 300 y 500 toneladas de gas mostaza, lanzó 4.336 bombas aéreas llenas de mostaza sulfurada y 540 bombas que contenían difenilcloroarsina. Lxs analistas soviéticxs calcularon que estas armas químicas causaron el 30% de las muertes en combate etíopes. En la cueva de Ametsegna Washa en 1939, las fuerzas italianas gasearon y ametrallaron a más de 5.500 etíopes.
Las mujeres etíopes lucharon como arbegna [combatientes armadas] contra la ocupación italiana. El Libro de Honor oficial del gobierno etíope 1935-1941 documentó su sacrificio, y registró un tercio de sus nombres como mujeres patriotas que tomaron las armas contra el fascismo, aunque la Historia occidental las borra por completo.45 Estas mujeres aprendieron a usar rifles y granadas, soportaron bombardeos aéreos y ataques con gas mostaza y en algunos casos asumieron el mando de tropas. En marzo de 1948, la Comisión de Crímenes de Guerra de la ONU identificó a 1.200 criminales de guerra italianos de la campaña etíope. Procesamientos: cero.46 Badoglio, quien estuvo implicado en el genocidio italiano en Libia (1929-1934), regresó a Italia para convertirse en el último primer ministro de Mussolini.47 El mariscal de campo italiano que autorizó el uso sistemático de armas químicas que mataron a decenas de miles de etíopes se convirtió en el “activo valioso” de los angloestadounidenses contra el comunismo.
Cuando el gobierno de Bonomi parecía dispuesto a arrestar a Badoglio, el primer ministro Churchill envió el 8 de diciembre de 1944 a Sir Noel Charles, el embajador británico en Roma, un telegrama “personal y ultrasecreto” en el que decía: “Usted es responsable de la seguridad y el refugio del mariscal en la Embajada Británica o de algún lugar igualmente seguro al que pueda ser trasladado”.
Servicio de combate
Casi un millón de africanos sirvieron. Francia desplegó 100.000 soldados africanos contra Alemania en 1940, 17.500 muertos. Marruecos envió 90.000 soldados a Francia. En Birmania, 90.000 soldados africanos constituyeron el 9% de las fuerzas imperiales. La 82ª División de África Occidental sufrió 2.085 bajas, las más altas en el XV Cuerpo.
El apartheid militar lo estructuraba todo. Los soldados rasos africanos recibían un tercio del sueldo de los blancos. El castigo corporal siguió siendo legal para africanxs hasta 1946. Los oficiales africanos eran tan escasos entre los 500.000 soldados africanos que se conocía a cada uno por su nombre. La discriminación racial se extendió más allá de la política institucional hasta convertirse en violencia brutal: en 1940, los nazis masacraron a 3.000 soldados franceses negros y Hitler mantuvo prisioneros de guerra africanxs cuando liberó a lxs blancxs.
Las matemáticas de la extracción
África suministraba 98% de los diamantes industriales de los Aliados, 90% del cobalto, 50% de la producción de oro y 39% de cromita. Gran Bretaña reclutó a 100.000 hombres para las minas de estaño de Nigeria entre 1942 y 1944. Tasa de mortalidad por enfermedades en la presa de Tente: 10%.48 Aumento de la producción: 6%. En el Congo ocupado por Bélgica, el trabajo obligatorio alcanzó 120 días al año. En África occidental francesa: 38.153 hombres en ejércitos de trabajo forzado. Pueblos enteros huyeron, como por ejemplo 6.000 de Forécariah a Sierra Leona.
La mina de Shinkolobwe proporcionó uranio para las bombas atómicas usadas en Hiroshima y Nagasaki. El mineral: 75% de óxido de uranio frente al 0,2% considerado comercializable en América del Norte. Lxs minerxs congoleñxs manejaban mineral radioactivo con las manos desnudas. Sus nombres nunca fueron registrados y sus muertes nunca fueron contabilizadas.49
La sustitución forzada de cultivos creó hambrunas. Mozambique: 800.000 personas en el cultivo forzado de algodón. Cabo Verde: 24.643 muertxs por hambruna durante la guerra. Nigeria: las exportaciones de maní aumentaron, mientras la producción de mijo fue abandonada. El hambre siguió los a los registros de las exportaciones.
La traición
1 de diciembre de 1944, Thiaroye, Senegal: oficiales franceses masacraron a veteranos de África Occidental que exigían pagos atrasados. Recuento oficial: 35 muertos, archivos militares: 70 muertos. Investigaciones históricas actuales: entre 300 y 400 muertos. Los archivos contienen documentos falsificados y permanecen clasificados como “sensibles” 80 años después.
8 de mayo de 1945, Día de la Victoria en Europa: las fuerzas francesas comenzaron a matar argelinxs en Sétif y Guelma. Argelia cuenta 45.000 muertes,50 Francia admite 1.500.
La huelga general nigeriana de 1945.
Madagascar, 1947: 40.000 asesinadxs, aplastando la independencia.
Huelga ferroviaria de África occidental francesa, 1947-1948: 160 días, 20.000 trabajadores en huelga.
Costa de Oro (ahora Ghana), 1948: el superintendente británico Imray disparó personalmente a tres veteranos líderes de la protesta.
Las huelgas generales estallaron desde Durban hasta Túnez, desde Dakar hasta Dar es Salaam. Mombasa, 1947: 15.000 trabajadores paralizaron la ciudad.
Witwatersrand, 1946: los mineros africanos hicieron huelga a pesar de que la policía causó 1.248 heridos.
El patrón estaba establecido: los veteranos que exigían salarios eran masacrados, a lxs trabajadorxs que exigían derechos se les disparaba, los movimientos independentistas eran aplastados. Francia mataría a 1,5 millones de personas en Argelia. Gran Bretaña encerraría a 1,5 millones de kenianxs. Portugal quemaría Mozambique. Los veteranos que sobrevivieron al fascismo ahora entendían al enemigo. En una década, estallarían guerras de liberación desde Argelia hasta Kenia, desde Angola hasta Mozambique, lideradas e influenciadas por movimientos y líderes socialistas que aprendieron que la fórmula de 600 años de Occidente nunca cambió: máxima extracción, máxima muerte, mínimo reconocimiento, ninguna rendición de cuentas.
El balance de 1935-1945 que las potencias coloniales nunca hicieron: entre 1,6 y 2 millones de africanxs muertxs. Solo en Etiopía: 760.000. Muertes militares: 75.000. Trabajo forzado y hambruna: cientos de miles. Las autoridades coloniales documentaron el cobre hasta la tonelada métrica: 262.394 toneladas. Muertes africanas: “no registradas”.
10. Cómo el socialismo derrotó al fascismo gracias a una estrategia superior
Tres batallas demostraron que Japón podía ser derrotado. En Pingxingguan (平型关) en 1937, las fuerzas comunistas mataron a más de 1.000 japoneses y capturaron 82 vehículos, la primera derrota de Japón.51 En Taierzhuang (台儿庄) en 1938, los japoneses fueron derrotados. Existen diversas estimaciones históricas. Un estudio de 1996 calcula que hubo 20.000 bajas entre 55.000 soldados japoneses.52 En Wanjialing (万家岭) el 10 de octubre de 1938, una división japonesa entera —31.000 efectivos— fue reducida a 1.000 supervivientes. Fue el día más oscuro de Japón.
La Ofensiva de los Cien Regimientos del PCCh de 1940 —una serie de ataques coordinados en todo el norte de China— destrozó la infraestructura japonesa. Las fuerzas del PCCh inmovilizaron al 60% de las fuerzas japonesas y al 95% de las fuerzas títeres —no una vaga “mayoría”, sino una mayoría precisa y sangrante.53 La “guerra de los gorriones” (麻雀战) hizo que las patrullas japonesas sangraran por cada kilómetro recorrido. La guerra de túneles en Ranzhuang (冉庄) en 1939: 16 kilómetros de largo, conectando 5 aldeas, con guerrilleros que aparecían y desaparecían como fantasmas.54
La derrota del fascismo no se debió solo al sacrificio, sino a una brillante estrategia que convirtió la debilidad inicial en fortaleza. El liderazgo socialista no solo movilizó a las masas; superó en inteligencia y en combate a sus enemigos, a pesar de todas las ventajas materiales de estos.
La innovación soviética transformó la derrota en victoria total. La URSS enfrentó una ecuación imposible: mientras construía la primera sociedad socialista de la humanidad a partir de las ruinas del sistema feudal del zarismo —transformando las relaciones sociales de producción y reproducción a una escala sin precedentes— tuvo exactamente una década para construir una capacidad militar-industrial para la guerra inevitable.
Cuando los ejércitos alemanes atravesaron las defensas soviéticas en junio de 1941, los observadores occidentales le dieron a la URSS semanas de vida. En seis meses, la URSS impuso la primera derrota estratégica importante a la Alemania nazi con la contraofensiva de Moscú. En 18 meses el Ejército Rojo estaba destruyendo grupos enteros del ejército alemán. El secreto radicaba en combinar la doctrina militar revolucionaria con una movilización social sin precedentes. La teoría de batalla profunda preveía romper las líneas enemigas en múltiples puntos y luego explotar las reservas para aniquilar frentes enteros. Cuando surgió la crisis, en cinco meses y bajo el bombardeo de la Luftwaffe, 1.523 fábricas fueron cargadas en 1,5 millones de vagones de ferrocarril y evacuadas más allá de los Urales.55 Diecisiete millones de ciudadanxs soviéticxs evacuaron con sus fábricas.56 La fábrica Kirov fue evacuada de Leningrado a Chelyabinsk, donde se instalaron y pusieron en funcionamiento 5.800 máquinas en menos de tres semanas, en naves sin techo, con los trabajadores viviendo en tiendas de campaña a -40°C.57
La producción soviética de tanques aumentó de 6.590 en 1941 a 24.719 en 1942, casi cuadruplicándose a pesar de las pérdidas catastróficas.58 Más de 100.000 tanques y cañones autopropulsados en total frente a los 43.000 de Alemania (1941-1945).59 El T-34 devastó tanto a las fuerzas de la Wehrmacht que los ingenieros alemanes intentaron desesperadamente copiarlo y fallaron. Incluso RAND Corporation admitió que era “el epítome del diseño creativo”.60
Stalin creó el 30 de junio de 1941 el Comité Estatal de Defensa (GKO por su sigla en ruso), que coordinó esta evacuación sin precedentes. Lxs trabajadorxs laboraron sin descanso y construyeron nuevas fábricas alrededor del equipo a medida que llegaban los trenes. En marzo de 1942, estas plantas evacuadas producían a niveles similares a los de antes de la guerra. Los alemanes habían capturado áreas que contenían el 40% de la población, 60% de la producción de carbón, acero y aluminio, sin embargo, la producción militar soviética superó la producción alemana en 1942.61 Solo una sociedad dirigida por socialistas podía lograr este milagro de reubicación mientras se encontraba bajo invasión.
Se trataba de una superioridad científica.
Stalingrado demostró una estrategia de batalla superior a la excelencia táctica alemana. El general Georgy Zhukov dejó que los alemanes lanzaran sus mejores unidades al combate urbano donde la superioridad de los tanques no significaba nada. Cada edificio se convirtió en una fortaleza y cada habitación un campo de batalla. Mientras las fuerzas alemanas se agotaban en la ciudad, las reservas soviéticas se concentraban en los flancos. La Operación Urano de 1942 golpeó con precisión matemática, apuntando a los ejércitos rumanos que Alemania había posicionado en sus flancos, fuerzas aliadas más débiles que ocupaban posiciones críticas. Múltiples ataques simultáneos destrozaron estos ejércitos rumanos y cercaron todo el Sexto Ejército.
Al final de la guerra, las ofensivas soviéticas destruían habitualmente grupos enteros del ejército alemán a través en frentes de miles de kilómetros. El mismo ejército que colapsó en 1941 conducía en 1944 operaciones de complejidad y escala que ningún ejército capitalista podía igualar.
Esto no fue solo heroísmo, sino la fusión de la ciencia marxista con la creatividad de las masas. Donde los ejércitos capitalistas conservaban fuerzas profesionales, el sistema soviético movilizó a todxs. Para 1942, las mujeres en el Ejército Rojo sumaban 800.000. Para 1945, había 246.000 mujeres uniformadas en el frente, francotiradoras, pilotas, tripulaciones de tanques, no solo enfermeras.62 La guerra partisana contuvo a 500.000 efectivos alemanes con fuerzas organizadas localmente; alrededor de 205.600 partisanxs se organizaron detrás de las líneas alemanas antes del 1 de julio de 1944.63 A pesar de perder la mayor parte de su base industrial anterior a la guerra, la URSS superó en producción a Alemania en todas las categorías importantes: 112.100 aviones de combate frente a los 89.500 de Alemania.64 De los 3-3,5 millones de militares alemanes muertos, entre 2,6 y 3,1 millones murieron luchando contra el Ejército Rojo; de sus 11,1 millones de bajas totales, 9 millones se produjeron en el Frente Oriental.65 Entre 1941 y 1942, Alemania tuvo que desplegar entre el 72% y el 80% de toda su fuerza militar a lo largo de este frente de 3.000 kilómetros y la perdió allí. Mientras los imperialistas aliados se enfrentaban 54 divisiones alemanas en el Día D, el Ejército Rojo desmantelaba y destruía simultáneamente 156,5 divisiones en el este.66
La innovación china prevaleció sobre la superioridad japonesa en armas. El PCCh transformó la debilidad de China en fortaleza. El Octavo Ejército y el Nuevo Cuarto Ejército del PCCh contuvieron al 60% de las fuerzas japonesas mediante la guerra de guerrillas. Su “resistencia integral” convirtió a cada campesinx en proveedor, a cada trabajadorx en saboteador, y a cada estudiante en organizador.
Las fuerzas convencionales del KMT se enfrentaron el 40% restante, pero se encontraron con graves dificultades en la batalla, a pesar de algunas victorias defensivas notables.
En Sobre la guerra prolongada (1938), Mao proporcionó un análisis científico: Japón era fuerte pero pequeño, aislado y bárbaro. China era débil pero vasta, progresista, con el tiempo de su lado. Mao predijo tres fases —defensa estratégica, estancamiento estratégico y contraofensiva estratégica— exactamente cómo se desarrolló la guerra. La profecía resultó exacta.
El frente interno se convirtió en la herida sangrante de Japón. Las fuerzas comunistas establecieron bases en todos los territorios ocupados, implementando reforma agraria para movilizar a lxs campesinxs y un gobierno democrático para unir a todas las clases patriotas contra el invasor. En la fase de estancamiento, la guerra de guerrillas contuvo al 60% de las tropas japonesas y al 95% de las fuerzas títeres. Guerra de túneles, guerra móvil y guerra de minas, cada táctica explotó las vulnerabilidades japonesas. Los ocupantes controlaban las ciudades y ferrocarriles; la resistencia controlaba todo lo demás.
La Ofensiva de los 100 Regimientos de 1940 probó que las zonas ocupadas eran cementerios, no colonias. Los ataques coordinados en todo el norte de China destruyeron la infraestructura japonesa y destrozaron el mito de la pacificación. Cada ferrocarril volado, cada convoy emboscado demostraba una verdad simple: las armas superiores no significaban nada cuando cada pueblo era hostil, cada campesinx una red de inteligencia, cada noche una oportunidad para atacar. Los japoneses se vieron sumergidos en un océano de guerra popular.
Se trataba de la aplicación científica de la teoría revolucionaria a condiciones concretas. La ecuación probó ser exacta: una línea política correcta más la movilización de masas equivalen a milagros militares. China probó que la superioridad técnica del imperialismo se desmorona cuando un pueblo entero se niega a ser esclavizado.
El contraste con el liderazgo militar capitalista también fue marcado. Los comandantes estadounidenses y británicos tenían todas las ventajas: fuerzas más numerosas, líneas de suministro ininterrumpidas, apoyo aéreo abrumador. Sin embargo, se movieron cautelosamente, preservando sus fuerzas en lugar de eliminar al enemigo. La Operación Market Garden (1944) fracasó. Las Ardenas los tomaron por sorpresa. Les llevó 11 meses avanzar desde Normandía hasta Berlín, una distancia que el Ejército Rojo recorrió en cuatro meses mientras libraba batallas más difíciles.67
El “milagro de producción” estadounidense era en realidad ineficiencia. La productividad manufacturera cayó 1,4% anualmente durante la guerra. Los contratos de costo más ganancias garantizaban ganancias independientemente del desperdicio. A las empresas se les pagaban todos los costos más las ganancias. El veredicto del Comité Truman: “La guerra es desperdicio, desperdicio de mano de obra y material”.68 La fórmula: máxima ganancia, mínima eficiencia, dejar que otros sangren.69
Pueblos socialistas y colonizados: 73% de todas las muertes.
Angloestadounidenses: 1%.
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Fuentes: Elaboración del autor basada en Mukerjee (2010), p. 205, pp. 246-247; Murayama (1995); Nie, Guo, Selden y Kleinman (2010), p. 5; Kohn y Harahan (1988), p. 88; Stone (1952), p. 312.
11. El laboratorio anticomunista del fascismo: los ensayos nacionales para el genocidio global
Antes de que el fascismo se volviera hacia el exterior para conquistar naciones, perfeccionó el asesinato en masa en su propio territorio. Entre 1931 y 1945, los regímenes fascistas exterminaron sistemáticamente entre 216.000 y 286.000 militantes comunistas y de izquierda en Alemania, España, Italia y Japón, no como víctimas de la guerra, sino como un genocidio político deliberado.70 Millones más se enfrentaron al encarcelamiento, la tortura y el exilio.
Este fue un ensayo de lo que vendría después, observado con aprobación por las metrópolis coloniales. Mejor comunistas muertxs que una revolución roja. Mientras el fascismo perfeccionaba sus técnicas de asesinato de comunistas en sus propios países, las “democracias liberales” imperiales calculaban sus ventajas económicas.
Alemania industrializó el asesinato político y sus primeros objetivos fueron lxs comunistas. En las elecciones de noviembre de 1932, el Partido Comunista Alemán (KPD por su sigla en alemán) era una fuerza política enorme, que obtuvo casi 6 millones de votos (16,9% del total).71 Todo este mundo político fue objeto de aniquilación. Tras el incendio del Reichstag en febrero de 1933, el régimen nazi lanzó su primera ola de terror masivo. Los datos conservadores indican que solo en 1933 fueron arrestadxs al menos 100.000 oponentes políticos, de los cuales 600 murieron en custodia. según las estimaciones de la propia dirección del KPD, estas cifras ascendieron a 130.000 detenidxs y 2.500 asesinadxs.72
Estos arrestos tempranos llenaron los primeros campos de concentración —como Oranienburg y el notorio Dachau— que se convirtieron en laboratorios para el exterminio industrializado. La brutalidad caótica de las Sturm Abeliung [Camisas Pardas] (SA, por su sigla en alemán) pronto dio paso al terror burocrático de las Schutzstaffel [Escuadrones de Protección] (SS, por su sigla en alemán) y para fines de 1933, al menos 27.000 personas estaban retenidas en los campos, la gran mayoría presxs políticxs. El 80% eran miembros del Partido Comunista de Alemania y el 10% miembros del Partido Socialdemócrata de Alemania.73 Aquí se perfeccionaron los métodos de deshumanización. En 1937 el triángulo rojo que identificaba a los presxs políticxs fue el precursor de la clasificación de todas las víctimas y el sistema de tortura y trabajo forzado se convirtió en una práctica habitual. El ataque a lxs comunistas sentó las bases para el Holocausto. Durante el régimen nazi, aproximadamente 150.000 comunistas serían encarceladxs y entre 20.000 y 30.000 serían asesinadxs o ejecutadxs.74 La tortura y asesinato de comunistas sirvieron de laboratorio para que los nazis perfeccionaran técnicas luego desplegadas contra judíxs, romaníes y eslavxs.
España convirtió la depuración política en una ciencia. Franco asesinó a entre 150.000 y 200.000 civiles detrás de las líneas y ejecutó a 50.000 republicanxs después de marzo de 1939.75 La población carcelaria alcanzó 233.000 personas en 1941.
La masacre de Badajoz (1936): 4.000 militantes de izquierda desarmadxs fueron asesinadxs.76 Lxs voluntarixs de las Brigadas Internacionales enfrentaron una tasa de bajas del 30%, los nacionalistas a menudo ejecutaban a prisionerxs internacionales.77 En 1940, Franco rechazó las solicitudes nazis de repatriar a los republicanxs españoles de los campos franceses, declarándolxs apátridas, condenando a más de 10.000 a los campos de concentración nazis.
La Policía Especial Superior de Japón arrestó a 65.000 personas en virtud de la Ley de Preservación de la Paz.78 La tortura era una política habitual: la autopsia del escritor proletario Kobayashi Takiji en 1933 reveló una brutalidad sistemática.79 Entre 1942 y 1945, solo un tribunal de Jinzhou, en Manchukuo, condenó a muerte a 1.700 personas y a cadena perpetua a 2.600 por “delitos de opinión”.
Italia ya había demostrado este patrón antes de 1931: los squadristi [Camisas Negras, escuadrones de acción] llevaron a cabo 2.120 actos de violencia antisocialista entre 1919 y 1922, incluidos 709 asesinatos, al tiempo que atacaban sistemáticamente los consejos socialistas y las organizaciones obreras en todo el valle del Po y en Emilia-Romaña.80 Aunque estos asesinatos previos a 1931 no están incluidos en nuestras cifras anteriores, establecieron el modelo violento del fascismo. En 1943, la OVRA, la policía secreta de Mussolini, había recopilado expedientes de vigilancia sobre 130.000 personas sospechosas de subversión.
Los líderes occidentales no solo lo sabían, sino que aplaudían.81 Churchill declaró en 1937: “No pretenderé que, si tuviera que elegir entre el comunismo y el nazismo, elegiría el comunismo”. Decodificando esta circunlocución de Harrow (colegio privado de clase alta), Churchill estaba anunciando que prefería a Hitler antes que a Stalin, al tiempo que se reservaba la vía de escape lingüística de no haberlo dicho realmente.
Este apoyo se extendió desde las élites políticas y mediáticas hasta el capital industrial, el industrial estadounidense Henry Ford proporcionó un modelo ideológico directo para el nazismo. Hitler llamaba a Ford su “inspiración” y tenía un gran retrato de él en su oficina de Munich. El libro antisemita de Ford, The International Jew: The World’s Foremost Problem [El judío internacional: el problema más importante del mundo] (1920-1922) fue traducido y “distribuido a millones de personas en toda Alemania”, promoviendo la ficción nazi central de una conspiración “judeo-bolchevique” para controlar el mundo. Hitler copió pasajes de este para Mein Kampf [Mi lucha] (1925) y altos funcionarios alemanes alegaron que Ford proporcionó parte del financiamiento inicial del Partido Nazi. En julio de 1938, Hitler otorgó a Ford la Gran Cruz del Águila Alemana, la condecoración más alta que el Tercer Reich podía dar a un extranjero.82 Cada apretón de manos occidental con el fascismo se firmó con sangre comunista.
Estas técnicas regresarían más tarde en Indonesia, Chile, El Salvador… en cualquier lugar donde la gente eligiera el socialismo en lugar de la subyugación.
12. La cruzada anticomunista: de la agenda oculta a la guerra abierta
Los bombardeos atómicos: el primer acto de la Guerra Fría
Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945, tenían como objetivo más a la Unión Soviética que a Japón. Japón ya estaba derrotado. El almirante William Leahy, el militar de más alto rango de Estados Unidos y jefe de gabinete de Truman, escribió en sus memorias de 1950: “El uso de esta arma bárbara en Hiroshima y Nagasaki no supuso ninguna ayuda material en nuestra guerra contra Japón. Los japoneses ya estaban derrotados y dispuestos a rendirse”. El general Dwight Eisenhower le dijo al secretario de Guerra Stimson en julio de 1945: “Japón ya estaba derrotado… lanzar la bomba era completamente innecesario”.
El Estudio sobre bombardeos estratégicos de Estados Unidos de julio de 1946 concluyó que Japón se habría rendido en noviembre de 1945 “incluso si no se hubieran lanzado las bombas atómicas, incluso si Rusia no hubiera entrado en guerra e incluso si no se hubiera planeado ni contemplado ninguna invasión”. El historiador Gar Alperovitz documenta una oposición similar por parte de otros cinco oficiales estadounidenses de cinco estrellas.83
Sin embargo, las bombas se lanzaron. El momento elegido revela el cálculo. En la Conferencia de Yalta (4-11 de febrero de 1945), la Unión Soviética se comprometió a entrar en guerra en los tres meses a partir de la rendición de Alemania, estableciendo como fecha límite entre el 8 y el 15 de agosto. Philip Morrison, físico del Proyecto Manhattan, reveló en 1948 que “los científicos responsables de fabricar la bomba fueron presionados para cumplir un plazo ‘misterioso’, debía estar lista para ‘una fecha cercana al 10 de agosto’”. La prueba Trinity tuvo éxito el 16 de julio de 1945, durante la Conferencia de Potsdam. Truman emitió la orden de bombardeo el 25 de julio. Hiroshima: 6 de agosto de 1945. Declaración de guerra soviética: 8 de agosto. Invasión soviética de Manchuria: madrugada del 9 de agosto. Nagasaki: 9 de agosto, horas después del inicio de la ofensiva soviética.
El diario de Potsdam del presidente Truman revela sus cálculos. El 17 de julio, tras reunirse con Stalin: “Entrará en la guerra contra Japón el 15 de agosto. …Los japoneses [estarán acabados] cuando eso ocurra”. Anotó los temas polémicos con los soviéticos y luego escribió: “Tengo un as en la manga y otro a la vista”. El 18 de julio: “Creo que los japoneses se rendirán antes de que Rusia entre en guerra. Estoy seguro de que lo harán cuando Manhattan aparezca sobre su patria”. El secretario de Estado James Byrnes fue explícito. El diario de su ayudante Walter Brown, del 24 de julio, registra que Byrnes esperaba que “después de [la] bomba atómica, Japón se rindiera y Rusia no participara tanto en la matanza”. Las entradas del diario del secretario de Guerra Stimson de mayo de 1945 describen la bomba como algo que le daba a Washington “todas las cartas”, una “escalera real” para negociar con Moscú y la “carta maestra” de la diplomacia estadounidense.84
La invasión soviética destruyó la última esperanza estratégica de Japón. El bombardeo atómico de Hiroshima no desencadenó negociaciones inmediatas para la rendición. El Consejo Supremo de Guerra no convocó una reunión de emergencia el 7 ni el 8 de agosto. La declaración de guerra soviética del 9 de agosto obligó al primer ministro Suzuki a convocar la primera reunión de emergencia esa misma mañana para discutir la rendición. El rescripto del emperador Hirohito del 17 de agosto citaba la entrada soviética como “una amenaza para los cimientos mismos de la existencia del Imperio”, y no las bombas atómicas.
Patrick M. S. Blackett, físico británico ganador del Premio Nobel proporcionó el primer análisis sistemático en su libro de 1949 Fear, War, and the Bomb: Military and Political Consequences of Atomic Energy (Miedo, guerra y la bomba: consecuencias militares y políticas de la energía atómica). Blackett argumentó que “el lanzamiento de las bombas atómicas no fue tanto el último acto militar de la Segunda Guerra Mundial, como la primera gran operación de la guerra diplomática fría con Rusia que ahora estaba en curso”.
Japón ya había ofrecido negociar los términos de la paz con una condición: la preservación del emperador. La invasión estadounidense aún tardaría meses en llegar. La Unión Soviética se preparaba para entrar en guerra el 8 de agosto. El objetivo de Estados Unidos, explicó Blackett, era forzar la rendición japonesa antes de que los soviéticos pudieran avanzar hacia Manchuria y asegurarse de que Japón se rindiera solo a Estados Unidos.85
Estados Unidos mató a entre 110.000 y 210.000 civiles japoneses para demostrar su monopolio atómico y asegurarse la ocupación exclusiva de Japón, evitando la partición entre cuatro potencias que complicó la situación en Alemania. Este fue el primer acto de la Guerra Fría, no el último acto de la Segunda Guerra Mundial.
La guerra ininterrumpida: de Tokio a Seúl
El momento en que cayó el fascismo, cayó la máscara. El verdadero enemigo estratégico de las potencias atlánticas siempre había sido el comunismo, no el fascismo. La GMA apenas había terminado antes de que la matanza se reanudara, ahora dirigida directamente contra cualquier nación que eligiera el desarrollo socialista.
La cronología revela la verdad:
- Agosto de 1945: Japón se rinde.
- Septiembre-octubre de 1945: Ho Chi Minh declara la independencia de Vietnam; los británicos liberan y rearman tropas francesas en Saigón; y Estados Unidos proporciona ocho barcos de transporte para que las tropas francesas intenten reconquistar Vietnam.86
- 1946-1949: Guerra Civil Griega, Gran Bretaña y luego Estados Unidos, aplastan a lxs comunistas; 158.000 muertxs.87
- Abril de 1948: Levantamiento de Jeju en Corea del Sur, fuerzas respaldadas por Estados Unidos masacran entre 14.000 y 30.000.88
- Otoño de 1950: Comienza la invasión estadounidense a gran escala de Corea.
Cinco años desde la “victoria sobre el fascismo” hasta la guerra genocida contra el socialismo. Sin pausa. Sin paz. Los mismos B-29 que bombardearon con fuego Tokio estaban bombardeando con fuego Corea del Norte en la “Guerra de Liberación de la Patria”. La matanza nunca se detuvo, solo cambió de objetivos.
Japón se rindió en septiembre de 1945. En 1950, solo cinco años después, Estados Unidos estaba incinerando Corea para impedir la reunificación bajo liderazgo socialista. La guerra mató a 4,5 millones de coreanxs mientras Estados Unidos sólo perdió 54.246 vidas. Esto excluye a los 197.653 miembros del Ejército Popular de Voluntarios del Pueblo Chino que murieron defendiendo Corea del genocidio estadounidense.89
Corea del Norte soportó el peso del genocidio
Las estimaciones occidentales muestran que entre 1,5 y 2,5 millones de norcoreanxs murieron, entre el 15,6% y el 26,0% de su población de preguerra. No hay cifras oficiales de la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) disponibles públicamente. Sin embargo, dado el historial, es poco probable que Corea del Norte sea el único caso donde los recuentos occidentales no subestimen las muertes.
Estados Unidos lanzó 635.000 toneladas de bombas y 32.557 toneladas de napalm sobre un país del tamaño de Pensilvania.90 El general estadounidense Curtis LeMay declaró y estas son sus palabras exactas, “Nosotros… quemamos cada pueblo en Corea del Norte… matamos a… ¿qué? 20 por ciento de la población”.91
El general MacArthur dijo: “La guerra en Corea ya casi ha destruido esa nación de 20 millones de personas. Nunca he visto tal devastación. He visto, supongo, tanta sangre y desastre como cualquier hombre vivo y simplemente me revolvió el estómago la última vez que estuve allí. Después de mirar esos escombros y esos miles de mujeres y niñxs y todo, vomité”.92
Extended View
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Fuentes: Shin (2001); Halliday y Cumings (1988); The Star-Ledger (1995); Vietnam Veterans of America (2025). Ver metodología completa en el Apéndice.
Estados Unidos borró 18 de las 22 ciudades principales de Corea del Norte, con destrucción en ciudades individuales que iba del 65% al 100%, incluyendo la destrucción completa de Sinanju y el 95% de Sariwon.93
Con napalm y tormentas de fuego, no hay heridxs, la carne se quema, los pulmones se chamuscan y todxs en el área objetivo mueren. El bombardeo convencional creó incontables más bajas, aplastadxs bajo escombros, mutiladxs por metralla, huérfanxs y muriéndose de hambre.
Ninguna nación en la historia moderna ha sufrido una destrucción tan concentrada.
China envió cientos de miles de voluntarixs a “La Guerra para Resistir la Agresión Estadounidense y Ayudar a Corea”. Entre lxs muertxs estaba Mao Anying, hijo de Mao Zedong, asesinado en noviembre de 1950.
El general Douglas MacArthur, el mismo hombre que había abandonado Filipinas en 1942, ahora ordenó a la Fuerza Aérea destruir “cada instalación, fábrica, ciudad y pueblo” al norte del paralelo 38. Las tácticas racistas de exterminio utilizadas contra Japón ahora apuntaban ahora contra cualquier nación que resistiera el capitalismo.
Vietnam: el modelo continúa
Vietnam confirmó el patrón. Cuando la guerra colonial de Francia falló, Estados Unidos tomó el control sin problemas. Entre 1955 y 1975, Vietnam perdió al menos 3,1 millones de personas según varios informes, incluyendo los de la República Socialista de Vietnam.
No se trataba de una “discrepancia”.
Se trataba de una supresión.
Bombardeos estadounidenses: 7,66 millones de toneladas lanzadas sobre Vietnam, Laos y Camboya, 3,6 veces todo el tonelaje de la GMA. Las muertes en Laos y Camboya no están documentadas por separado en las fuentes disponibles, pero están incluidas en la devastación regional.
3,1 millones de vietnamitas. 58.000 estadounidenses.
La proporción: 53:1.
Estados Unidos lanzó más bombas sobre Vietnam que en todos los campos de batalla de la GMA combinados. ¿Por qué? Porque el ejemplo de Vietnam, la resistencia exitosa de una nación pequeña contra la más rica del mundo amenazaba con inspirar a otros.
Cuando calculamos porcentajes de población, la palabra “genocidio” se vuelve innegable.
En el caso de Corea del Norte, recordemos que el 26% murió. Recordemos este número cuando hablen de “intervención humanitaria”.
El patrón en las tres guerras revela exterminio sistemático. Cuando el 26% de una población muere, lo llamamos genocidio, a menos que Estados Unidos sea el genocida.
13. La fabricación de la memoria
Hollywood transformó el Día D en el punto de inflexión de la GMA, borrando Moscú, Stalingrado y Kursk. Los libros de texto estadounidenses describieron el programa Préstamo y Arriendo como caridad en lugar de apoyo atrasado que llegó después de las batallas más decisivas. La bomba atómica se convirtió en la ganadora de la guerra, no los ejércitos soviéticos que avanzaron hacia Japón. Esto sirvió como preparación, no solo como propaganda. Si lxs estadounidenses creían que habían salvado al mundo del fascismo, podrían ser movilizadxs para “salvarlo” del comunismo. Las mismas corporaciones que habían hecho negocios con Hitler ahora se beneficiaban de contener el socialismo.
El aparato ideológico: dinero y métodos
La complicidad académica se extendió por instituciones e individuos específicos. La CIA bombeó decenas de millones de dólares en el Congreso por la Libertad Cultural durante 17 años, librando lo que llamaron una “batalla por las mentes de los hombres”.94 Irving Kristol editó Encounter, Sidney Hook asistió a conferencias de Berlín, ambos recibieron financiamiento de la CIA a través de esta red.95 Hook promovió la tesis de los “gemelos totalitarios” equiparando a Stalin con Hitler. Arthur Schlesinger Jr., asistiendo a estas mismas conferencias, escribiría más tarde The Vital Centre [El centro vital] (1949), argumentando que el liberalismo estadounidense salvó la democracia, borrando como mínimo 45 millones de víctimas soviéticas y 35 millones de víctimas chinas. Thomas Braden, que dirigía la División de Organizaciones Internacionales de la CIA, confesó más tarde en el Saturday Evening Post: “Me alegro de que la CIA sea ‘inmoral’”, alardeando sobre comprar una generación entera de intelectuales.96
Quienes documentaron el sacrificio socialista se enfrentaron a una destrucción sistemática. Por ejemplo, a William Appleman Williams se le negó en repetidas ocasiones la titularidad como profesor, a pesar de publicar en revistas prestigiosas, por documentar la expansión imperial estadounidense en The Tragedy of American Diplomacy [La tragedia de la diplomacia estadounidense] (1959). Una encuesta a 2.451 científicxs sociales realizada en la primavera de 1955 reveló que agentes habían contactado al 61% de lxs profesorxs, no para investigación sino para intimidación.97
Paralelamente a esta represión ideológica, el abrumador poder financiero del Pentágono creó una dependencia estructural que fomentó una nueva cultura académica, una de servicio al Estado de seguridad nacional. A lo largo de la década de 1950, el Departamento de Defensa representó la gran mayoría del gasto federal en investigación, alcanzando un máximo del 83,8% del presupuesto total. Este capital no se concedió sin más, sino que se destinó a fines específicos. La movilización de la Guerra de Corea duplicó el financiamiento de I+D a USD 1.300 millones, lo que permitió crear laboratorios militares administrados por universidades como el Laboratorio Lincoln del MIT y el Laboratorio de Electrónica Aplicada de Stanford. Para 1960, estos contratos militares representaban el 40% del presupuesto operativo total de la Universidad de Stanford, institucionalizando una dependencia permanente de las ciencias físicas.98 La influencia del financiamiento del Departamento de Defensa se extendió más allá de las ciencias. La “libertad” académica significaba las prioridades del Pentágono: la arquitectura de la captura intelectual. El mensaje era claro: escribe sobre el heroísmo estadounidense o pierde tu carrera.
Harvard requiere dos idiomas europeos para doctorados en historia europea. Para historia china: cuarto año de chino moderno, segundo año de chino literario y tercer año de japonés. El requisito del japonés no era neutral, los estudiantes de posgrado estadounidenses en estudios chinos eran enviados habitualmente a Kioto para formarse, y se les exigía abordar la historia china a través de los marcos académicos japoneses. Para documentar el sufrimiento de China, lxs académicxs occidentales primero tenían que dominar el idioma de su invasor.
Incluso lxs académicxs que superan estas barreras producen recuentos sistemáticamente inferiores a los reales. Rana Mitter, el principal especialista en China de Oxford, con pleno acceso lingüístico, estima que solo murieron entre 15 y 20 millones de chinas y chinos.99 La documentación del gobierno chino registra 24,07 millones de muertes entre 1931 y 1945, con 35 millones de bajas totales, incluyendo personas muertas y heridas.100 El patrón revela una supresión que va más allá del lenguaje: elecciones metodológicas, selección de fuentes y qué se considera como evidencia creíble.
La Enciclopedia Británica, durante más de dos siglos el estándar de oro de la producción de conocimiento angloestadounidense revela la historiografía imperial a través de lo que cuenta y lo que borra. Su tabla de bajas de la Segunda Guerra Mundial recoge 1,31 millones de muertes militares para China, pero no proporciona entrada para muertes de civiles o muertes totales, solo espacios en blanco.101 En contraste, Polonia muestra 5,675 millones de muertes civiles y 5,8 millones totales. Yugoslavia: 1,2 millones de muertes civiles, 1,505 millones totales. Incluso la Alemania derrotada obtiene entradas: 0,78 millones de muertes civiles, 4,2 millones totales. China, la nación que luchó más tiempo (1931-1945), recibe espacios en blanco donde deberían figurar más de 24 millones de muertes civiles.
La sarcástica nota al pie en la Enciclopedia Británica dice: “Las cifras para China incluyen las bajas de las fuerzas nacionalistas chinas durante 1937-1945, según se informó en 1946 y no incluyen cifras de los ejércitos locales y los comunistas. En algunas recopilaciones aparecen estimaciones de 2,2 millones de muertes militares y 22 millones de muertes civiles, pero su precisión es dudosa”. La brecha no representa un error de conteo, sino décadas de supresión de información coordinada.
La ficción del apaciguamiento: cómo la colusión se convirtió en confusión
La historiografía occidental transformó la colusión calculada de Neville Chamberlain con Hitler en una historia de “apaciguamiento” ingenuo, es decir, esfuerzos bienintencionados pero equivocados para evitar la guerra. Esta ficción tiene un propósito: si Chamberlain simplemente juzgó mal las intenciones de Hitler, la estrategia británica parece un fracaso honorable en lugar de una conspiración anticomunista. Los documentos históricos destruyen este mito.
Dos días antes de reunirse con Hitler, Chamberlain escribió al rey Jorge VI exponiendo su objetivo: un “entendimiento anglo-alemán” con Alemania e Inglaterra como “los dos pilares de la paz europea y los contrafuertes contra el comunismo”, reconociendo que Hitler estaba decidido a “avanzar más hacia el este”.102 Esta estrategia se formalizó en tres reuniones celebradas en septiembre de 1938. En Godesberg, los días 22 y 23 de septiembre, Hitler dejó claro el acuerdo. Según lo registrado por el traductor oficial alemán, el Dr. Paul Schmidt, Hitler le dijo a Chamberlain: “No nos interpondremos en su búsqueda de intereses no europeos y usted podrá, sin perjuicio alguno, dejarnos vía libre en el continente europeo, en Europa Central y Sudoriental”.103
Chamberlain no protestó. La reunión terminó, según anotó Schmidt, “en un tono completamente amistoso”. El embajador británico en Alemania escribió más tarde: “El mundo tampoco habría dejado de aclamar a Hitler como un gran alemán si hubiera sabido cuándo y dónde detenerse: incluso, por ejemplo, después de Múnich y los decretos de Núremberg para los judíos”.104
Como observó el historiador John Bellamy Foster, el gobierno de Chamberlain no buscaba tanto “apaciguar” a la Alemania nazi como confabularse con ella, con la esperanza de que Alemania dirigiera sus armas hacia el este, hacia la URSS.105 La transformación de la confabulación documentada en el “mito del apaciguamiento” representa otra supresión deliberada, esta vez no del sacrificio socialista, sino de la complicidad occidental en la expansión del fascismo hacia el este.
El frente cultural: la propaganda como historia
La colaboración del Pentágono con Hollywood, documentada en más de 2.500 producciones, asegura que lxs estadounidenses aprendan historia a través de películas como Salvando al soldado Ryan (1998) en lugar de a través de estudios académicos.106 Mientras las películas soviéticas como Ven y mira (1985) fueron efectivamente restringidas a un máximo de 100 salas, las películas aprobadas por el Pentágono alcanzaron miles de salas.107 Cada película soviética suprimida significó que millones nunca sabrían que el Ejército Rojo destruyó diez soldados de la Wehrmacht por cada uno que los Aliados occidentales enfrentaron. Cuando Enemigo a las puertas (2001) mostró a soldados soviéticos compartiendo rifles, ficción pura según lxs historiadorxs rusxs, alcanzó a más espectadorxs que todas las películas de guerra soviéticas combinadas.108 El Pentágono no necesita prohibir la verdad cuando puede ahogarla en mentiras bien financiadas.
La misma metodología de borrado se aplica a todas las bajas socialistas. Vietnam documenta 3,1 millones de muertes entre 1955 y 1975; los historiadores occidentales reconocen 2 millones. Guenter Lewy redujo el conteo de víctimas mortales del ejército estadounidense en un 30 %, al tiempo que descartaba las cifras del gobierno vietnamita por considerarlas “políticamente infladas”. Los perpetradores se convierten en los contables de sus propios crímenes.
La historia escrita en piedra: sanear el fascismo
La cruzada anticomunista requería algo más que borrar las victorias socialistas. Requería sanear el fascismo. En la actualidad, hay aproximadamente 1.500 monumentos en honor a los colaboradores nazis repartidos por 25 países. En Alemania y Austria, hay más de 110. En Estados Unidos, el supuesto vencedor, hay 36.109
Primero, sus crímenes fueron perdonados. Luego, fueron puestos en pedestales.
14. La fórmula de la impunidad: capital, ciencia y Guerra Fría
El capital estadounidense y la máquina de guerra nazi
La escala de la colaboración corporativa estadounidense con la Alemania nazi exige un examen más detallado. Para 1941, 250 corporaciones estadounidenses habían incrustado capital directamente en la infraestructura industrial de la máquina de guerra nazi.
La participación de Henry Ford fue más allá del apoyo ideológico. Con la aprobación de los ejecutivos de Ford en Dearborn, la subsidiaria francesa de la compañía produjo camiones para el ejército alemán incluso después de Pearl Harbor, provocando una investigación criminal estadounidense bajo la Ley de Comercio con el Enemigo que fue suprimida después de la muerte de Edsel Ford en 1943.
Después de la guerra, la rendición de cuentas fue dejada de lado cuando Ford en 1950 volvió a contratar como consultor a su gerente alemán de la era nazi, que había utilizado mano de obra esclava del campo de Buchenwald.
La colaboración de IBM fue administrada personalmente por su presidente, Thomas J. Watson, quien viajó a Alemania en múltiples ocasiones y aceptó una medalla especial de Hitler en 1937. Watson supervisó la personalización de la tecnología de IBM específicamente para los requisitos nazis, estableciendo una filial alemana, Dehomag, para servir a las necesidades del Reich mientras mantenía control directo. Las máquinas de tarjetas perforadas Hollerith de IBM, las precursoras de la computadora, automatizaron el Holocausto mismo. La tecnología permitió a los nazis identificar eficientemente poblaciones judías a través de datos del censo, gestionar la logística de transporte en tren a los campos de exterminio y rastrear prisionerxs dentro de los propios campos. Los técnicos de IBM daban servicio a las máquinas in situ, casi todos los campos, incluyendo Auschwitz, tenían un Departamento Hollerith. Los números de cinco dígitos tatuados en los brazos de lxs presxs correspondían directamente con el sistema de tarjetas perforadas de IBM utilizado para administrarlxs. Watson solo devolvió su medalla nazi en 1940 bajo presión pública, pero las máquinas de IBM siguieron funcionando en los campos hasta la liberación.
International Telephone & Telegraph (ITT), bajo la presidencia de Sosthenes Behn, uno de los primeros ejecutivos estadounidenses en reunirse con Hitler el 3 de agosto de 1933, firmó acuerdos de cártel con la empresa alemana Siemens & Halske y, hasta 1943, mantenía una participación del 29% en el fabricante de aviones Focke-Wulf, cuyas aeronaves mataron a aviadores y soldados aliados. Un informe del gobierno estadounidense de 1942 notó la “habilidad inusual de Behn para llevarse bien con gobiernos fascistas y particularmente con la Alemania nazi”. Después de la guerra, el gobierno estadounidense compensó a ITT con USD 27 millones por los daños causados por los bombardeos aliados a sus fábricas alemanas, pagando a las corporaciones estadounidenses por las instalaciones que habían producido armas para matar soldados estadounidenses.110
La filial Opel de General Motors (GM) se convirtió en la principal fabricante de camiones de la Wehrmacht. La planta Rüsselsheim de Opel produjo el camión Opel Blitz, el principal vehículo de transporte usado por la Wehrmacht en sus invasiones de Polonia, Francia y la Unión Soviética. Solo la planta de Brandenburg produjo 130.000 camiones Blitz hasta 1944. El jefe ejecutivo de GM para operaciones en el extranjero, James D. Mooney, recibió la Gran Cruz del Águila Alemana de Hitler en 1938. Durante toda la guerra, las plantas de GM usaron trabajo forzado y esclavo suministrado por el Reich. La manipulación financiera fue sofisticada: incapaz de repatriar las ganancias después de 1941, GM declaró a Opel “abandonada” y reclamó una deducción fiscal de USD 22,7 millones en virtud de una legislación especial que Roosevelt firmó en octubre de 1942, incluso mientras Opel continuaba produciendo para la Wehrmacht. Después de la guerra, GM recuperó el control de sus valiosas instalaciones alemanas y reanudó operaciones. La compañía se benefició de la colaboración de preguerra (1933-1941), las ventajas fiscales durante la guerra y la recuperación de activos industriales en la posguerra.
La supresión de esta historia constituye otra forma perniciosa de borrado, esta vez concerniente a la integración sistémica del capital estadounidense en la maquinaria de guerra nazi. Ni un solo ejecutivo corporativo estadounidense fue procesado por operar fábricas en campos de concentración o automatizar el Holocausto. En cambio, cobraron compensaciones por los daños causados por las bombas y deducciones fiscales por sus “pérdidas”. Estas pruebas refutan la afirmación de que el presidente Roosevelt estaba meramente constreñido por la opinión pública. Documenta una política estatal que protegía estos poderosos intereses corporativos. Se estableció una fórmula: beneficiarse de construir la capacidad del fascismo para el genocidio y a continuación beneficiarse de la derrota del fascismo.
Reclutando al enemigo: industriales y científicos nazis
Mientras los científicos nazis recibían laboratorios estadounidenses, los industriales nazis recibían protección estadounidense. Alfred Krupp, cuyos trabajadorxs esclavxs construyeron el arsenal de la Wehrmacht, salió libre en 1951 y recuperó su fortuna por decreto estadounidense.111 La dinastía Quandt, enriquecida gracias al trabajo de los campos de concentración, se convirtió en multimillonaria con BMW.112 Hermann Josef Abs, el banquero de Hitler que financió Auschwitz, se convirtió en asesor del canciller de Alemania Occidental Konrad Adenauer.113 Ferdinand Porsche, que utilizó esclavos de Buchenwald para construir los destructores de tanques Ferdinand (luego Elefant), vio florecer el imperio de su familia bajo la ocupación estadounidense.114
La Operación Paperclip (1945-1959) llevó a más de 1.500 criminales de guerra nazis a Estados Unidos, incluyendo miembros de las SS que usaron trabajo esclavo y condujeron experimentos humanos.115 Recibieron laboratorios mientras lxs académicxs que documentaban el sacrificio soviético eran puestxs en listas negras.
Ni un solo industrial nazi, ni ninguno de sus colaboradores corporativos estadounidenses, fue juzgado en Núremberg por operar fábricas en campos de concentración.
Crímenes de guerra japoneses: la arquitectura de la impunidad impuesta por Estados Unidos
Sin embargo, los criminales de guerra japoneses recibieron una protección mucho mayor. Mientras que los Aliados procesaron a 199 importantes criminales de guerra alemanes, 24 en Núremberg y 177 en juicios subsecuentes, solo procesaron a 25 japoneses en Tokio. La disparidad revela un diseño deliberado.
Los patrones de enjuiciamiento ponen de manifiesto ese diseño. Mientras 5.700 criminales de guerra japoneses enfrentaron tribunales aliados, el funcionario estadounidense Saltzman puso fin a éstos en 1949, declarando que “no habría más juicios”. Aunque 920 personas fueron ejecutadas, se trataba de justicia extranjera impuesta por naciones víctimas.116 Alemania fue forzada a investigar a 90.000 individuos y estableció tribunales nacionales, procesando a decenas de miles.117 Japón no investigó ni procesó a nadie a nivel nacional. La ocupación estadounidense preservó la burocracia criminal de guerra de Japón, haciendo imposible el auto-enjuiciamiento.
La inmunidad organizativa otorgada a Japón superó incluso esta protección individual. En Núremberg, los Aliados declararon criminales a cuatro organizaciones: las SS, Gestapo, SD y el Cuerpo de Liderazgo del Partido Nazi. La mera pertenencia se convirtió en motivo de enjuiciamiento. En el caso de Japón, los Aliados declararon cero organizaciones criminales. Ni a la Kempeitai, la policía militar que torturó prisioneros de guerra. Ni a la Policía Especial Superior, que arrestó a 65.000 personas por delitos políticos. Ni a la Unidad 731, cuyos 3.607 miembros realizaron experimentos con seres humanos. Esta inmunidad organizativa al por mayor garantizó que los crímenes sistemáticos nunca pudieran ser juzgados como tales.
La arquitectura del Juicio de Tokio neutralizó los crímenes contra la humanidad como categoría distinta. A diferencia de las distinciones claras de Núremberg, los 5.700 juicios japoneses de “clase B y clase C” fueron fusionados en una sola categoría, sin emitir acusaciones o veredictos separados de clase C, borrando los crímenes contra la humanidad como cargo independiente y evitando precedentes aplicables al dominio colonial occidental.
La disparidad financiera completó la jerarquía racial: mientras Alemania pagó USD 86.800 millones en reparaciones del Holocausto hasta 2018, con compensación directa a las víctimas, Japón pagó un total de USD 2.600 millones a través de acuerdos entre Estados con exenciones obligatorias que bloqueaban las indemnizaciones individuales. Las mujeres de confort (ianfu) —entre 200.000 y 400.000 esclavizadas—no se procesó a ninguno de los responsables. Los prisioneros de guerra chinos sufrieron 99,9% de mortalidad mientras los prisioneros de guerra occidentales enfrentaron 27% de mortalidad bajo los mismos captores. La arquitectura legal no solo reflejó la jerarquía racial; la codificó.
De criminales de guerra a la élite gobernante de Japón
La Unidad 731 ejemplificó tanto las profundidades de los crímenes de guerra japoneses como la completa complicidad estadounidense. Los 3.607 miembros de la unidad llamaban a lxs prisionerxs maruta (troncos) mientras conducían experimentos que desafiaban la comprensión humana.118 Realizaron vivisecciones sin anestesia, infectaron prisionerxs con peste y cólera, congelaron extremidades para estudiar congelación hasta que sonaban como tablas cuando se golpeaban, sometieron a prisionerxs a cámaras de presión hasta que se les salían los ojos, lxs usaron como blancos vivos para bombas bacteriológicas y lanzallamas y abrieron a mujeres embarazadas para observar la infección fetal. Lxs prisionerxs tenían una expectativa de vida máxima de un mes; lxs técnicxs les alimentaban con bolas de masa hervida con tifus, les inyectaban veneno de serpiente y ácido prúsico, reemplazaban su sangre con sangre de caballo, luego documentaban cuidadosamente sus muertes antes de quemar los cuerpos en crematorios alimentados con petróleo.
El 6 de mayo de 1947, MacArthur envió un mensaje por radio a Washington: Ishii proporcionaría la “historia completa” si se le otorgaba “inmunidad documental”. El Comité Coordinador Estado-Guerra-Marina consideró estos datos “la única fuente conocida” de resultados de experimentación con seres humanos, investigación que Estados Unidos no podía duplicar debido a sus “escrúpulos”. Fort Detrick pagó entre 150.000 y 200.000 yenes por los datos, lo que el general Charles Willoughby llamó “una miseria” y recolectó 8.000 diapositivas patológicas de más de 200 casos humanos. Fort Detrick incorporó estos datos sanguíneos a su programa de armas biológicas.
El cálculo racial fue explícito. Estados Unidos ejecutó a dos médicos japoneses en Yokohama por realizar vivisecciones a pilotos estadounidenses, ni siquiera eran de la Unidad 731. Sin embargo, todos los 3.607 miembros de la Unidad 731 que mataron a 3.000 personas en experimentos y 200.000 con armas biológicas —en su gran mayoría chinas— recibieron inmunidad.119 Vidas estadounidenses: enjuiciamiento. Vidas asiáticas: inmunidad y pago.
Cuando lxs soviéticxs juzgaron a doce miembros capturados de la Unidad 731 en Khabarovsk en 1949, exponiendo los experimentos humanos en prisionerxs chinxs, coreanxs y soviéticxs en testimonio jurado, los gobiernos occidentales, incluyendo Estados Unidos, desestimaron el juicio como propaganda soviética.
Las trayectorias profesionales del personal de la Unidad 731 demuestran cómo la inmunidad se convirtió en promoción. El comandante Shiro Ishii se convirtió en consultor médico del Ejército estadounidense. Sus adjuntos fundaron Green Cross Pharmaceuticals. Yoshimura Hisato, quien condujo experimentos de congelación, se convirtió en presidente de la Universidad de Medicina de la Prefectura de Kioto y recibió la Orden del Sol Naciente del emperador Hirohito. Estos hombres entrenaron a la siguiente generación de médicos japoneses. El Juicio de médicos de Núremberg ejecutó a 7 de 23 médicos nazis por experimentos idénticos. Lxs experimentadorxs japoneses se convirtieron en educadorxs médicxs.
La transformación de criminales de guerra en líderes políticos siguió el mismo patrón. Nobusuke Kishi administró trabajos forzados en el norte de China: cuatro millones esclavizadxs, con 40% de mortalidad. En la mina de carbón de Fushun, 25.000 de los 40.000 trabajadores eran reemplazados anualmente después de trabajar hasta la muerte. MacArthur lo liberó de la prisión de Sugamo el 24 de diciembre de 1948, el día después de la ejecución de Hideki Tojo. El mensaje: algunos criminales de guerra son ahorcados, otros gobiernan. La CIA orquestó el ascenso de Kishi: para 1957, era primer ministro, tras aprobar a toda prisa el Tratado de Seguridad Estados Unidos-Japón. Pasó de ser un criminal de guerra a primer ministro en nueve años. Su nieto Shinzo Abe sirvió en el mismo cargo durante 3.188 días, el mandato más largo de Japón.120
La arquitectura financiera de la impunidad probó ser igualmente sistemática. Yoshio Kodama saqueó USD 175 millones a través del tráfico de opio, la CIA lo llamó “un mentiroso profesional, gángster, charlatán y ladrón descarado” pero lo mantuvo en nómina. Su riqueza robada financió el Partido Liberal Democrático. Ryoichi Sasakawa, “el fascista más rico del mundo”, transformó el botín de guerra en el monopolio de apuestas de Japón, financiando causas de extrema derecha globalmente a través de su Fundación Nippon.
Las corporaciones zaibatsu —Mitsubishi, Mitsui, Nissan, Sumitomo— explotaron a 40.000 prisionerxs chinxs y cientos de miles de coreanxs. Sus ejecutivos murieron como multimillonarios honrados. Matsutaro Shoriki, un criminal de guerra clase A, fundó Nippon Television mientras moldeaba la memoria pública durante generaciones.
Imposición de la negación histórica
La arquitectura de la impunidad requería algo más que proteger criminales de guerra, exigía imponer la negación histórica. Japón nunca ha pedido perdón completo a las víctimas asiáticas. China, con 24 millones de personas asesinadas, no recibió una disculpa formal sin condiciones. Indonesia perdió 3,4 millones, Birmania 345.000, Malasia 100.000 en operaciones sook ching [purga], Filipinas 765.000, todas sin reconocimiento directo.
La Declaración de Murayama de 1995 fue meramente personal. La resolución de la Dieta evitó admitir culpa.121 Los libros de texto escolares minimizan estos crímenes. Los 40.000 miembros de Nippon Kaigi trabajan sistemáticamente para anular “la visión de la historia del Tribunal de Tokio”. Una nación que consagra criminales de guerra y censura a sus víctimas no puede pretender arrepentirse.
La inmunidad que MacArthur concedió a Hirohito sentó la base para toda negación. El emperador, que tenía responsabilidad de mando por la Unidad 731 recibió inmunidad garantizada antes que comenzaran los juicios. Esto creó un vacío legal: si el comandante supremo era inmune, ninguna organización podía ser criminal, no se podía rastrear ninguna cadena de mando. Hirohito murió en 1989, nunca cuestionado sobre los millones de personas asesinadas bajo su mando.
El Santuario Yasukuni honra a 1.066 criminales de guerra, incluyendo 14 criminales clase A. Siete primeros ministros han rendido culto allí desde 1978, Koizumi seis veces. El Museo Yushukan exhibe la locomotora del Ferrocarril Tailandia-Birmania, celebrando la ingeniería japonesa mientras borra a lxs 90.000 trabajadores asiáticxs que murieron construyéndola. En el Museo de la Unidad 731 de Harbin, las víctimas preservan las pruebas que los perpetradores niegan. Alemania criminaliza la negación del Holocausto; el establishment japonés suprime el reconocimiento de crímenes de guerra. Lxs historiadorxs que documentan atrocidades enfrentan amenazas de muerte. Los memoriales a las mujeres de confort provocan protestas diplomáticas.
MacArthur diseñó la impunidad como política, asegurando que los criminales de guerra se convirtieran en la élite gobernante de Japón, eligiendo la estabilidad anticomunista sobre la justicia para millones de muertes asiáticas.
Los criminales de guerra se convirtieron en ministros del gabinete. Sus víctimas se convirtieron en espacios en blanco en las enciclopedias.
15. El agujero de la memoria: admitir la guerra real
El 29 de marzo de 2025, el secretario de Defensa estadounidense Hegseth se encontraba en Iwo Jima, celebrando al enemigo de ayer como el amigo de hoy. Japón y Estados Unidos lucharon como imperios rivales, no como oponentes ideológicos. Su enemigo común siempre fue el socialismo.
La revisión histórica se acelera. En la Cumbre del G7 de Hiroshima de 2023, el bombardeo atómico fue reformulado, ya no se trataba de un asesinato masivo de civiles por parte de Estados Unidos, sino de una advertencia sobre amenazas nucleares rusas y chinas. Las víctimas de armas nucleares estadounidenses se convirtieron en accesorios de propaganda contra naciones que nunca las han utilizado. El primer ministro de Japón se situó en el lugar donde 140.000 murieron y señaló a Beijing y Moscú, no a Washington.
A cinco años de Hiroshima, MacArthur estaba rearmando a Japón. Luego de seis años, el Tratado de San Francisco excluyó a China y a la Unión Soviética, dos naciones que realmente derrotaron al fascismo japonés. Ahora, Hegseth anuncia que Japón será el cuartel general de combate contra la agresión comunista china. Esta cronología revela la verdad: un conflicto temporal entre Estados imperialistas (1941-1945) y una guerra permanente contra el socialismo que comenzó en 1917 y continúa por más de un siglo.
El borrado occidental de la historia opera en múltiples niveles. El primero es un silencio casi total en la esfera popular, donde los hechos fundamentales de la guerra —que la Unión Soviética destruyó el 80% de la Wehrmacht y China inmovilizó al ejército japonés, a un costo de 27 millones y 24 millones de muertes respectivamente— simplemente están ausentes.
Más allá de este silencio público, se produce un borrado académico más sutil. Incluso cuando se reconoce técnicamente un alto número de muertes, quizás 50 millones, a menudo se entierran en textos oscuros, supuestamente neutrales y se presentan como datos despojados de perpetradores, responsabilidad y del contexto de una victoria socialista. Simultáneamente, las investigaciones más exhaustivas de las naciones víctimas se minimizan activamente mediante una grotesca demanda de contabilidad de los cementerios, lo que permite que sus informes de bajas se descarten como políticamente inflados mientras lxs perpetradores controlan el registro histórico. Así es como los imperios mienten, haciendo que las personas asesinadas desaparezcan dos veces. Primero, las matan y mutilan. Luego niegan que alguna vez existieron. La brecha entre las admisiones occidentales y la realidad no es un error, un descuido o una diferencia metodológica. Es un acto deliberado, sistemático y continuo de borrado.
La contabilidad completa, por lo tanto, requiere restaurar este contexto perdido y el costo humano. El cálculo se obtiene sumando dos grupos principales de víctimas silenciadas:
- El costo humano completo de la Guerra Antifascista Mundial, incluyendo tanto los pueblos vencedores socialistas como las víctimas colonizadas cuyo sufrimiento es ignorado:
- Unión Soviética: 40-45 millones de víctimas (personas fallecidas y heridas)
- China: 35-50 millones de víctimas (personas fallecidas y heridas)
- Pueblos colonizados (Asia y África): 11,2 millones de personas fallecidas
- Las víctimas de los genocidios anticomunistas que siguieron, cuyos asesinatos son minimizados u olvidados:
- Coreanxs asesinadxs: 4,5 millones.
- Asiáticxs del Sudeste asesinadxs (Vietnam, Laos, Camboya): 3,1-5,1 millones de víctimas.
- Indonesixs asesinadxs (1965-1966): 1-2 millones.
La suma de estas cifras revela la verdadera magnitud de lo que está oculto detrás de los datos neutralizados y el silencio público de Occidente: un total de 90 a 115 millones de seres humanos invisibilizados. Este recuento conservador ni siquiera incluye a las víctimas del terror de los regímenes respaldados por Estados Unidos desde Chile hasta Guatemala, ni aquellxs asesinadxs durante seis siglos de barbarie imperial ininterrumpida a través del continente africano. Cada baja no contada sirve al imperio. Cada genocidio minimizado protege a lxs culpables.
16. La arquitectura de la traición: de El Cairo a San Francisco
Las traiciones de posguerra se escribieron antes de que terminara la guerra
La Declaración de El Cairo (27 de noviembre de 1943) prometía que Corea sería “libre e independiente”, Roosevelt, Churchill y Chiang firmaron esto mientras lxs trabajadorxs forzadxs coreanxs morían en las minas japonesas.122 La Carta del Atlántico (1941) garantizaba que “no se produciría ningún cambio territorial que no estuviera de acuerdo con los deseos libremente expresados de los pueblos afectados”. 123 Sin embargo, menos de un mes después, el primer ministro Churchill aclaró al Parlamento que este principio se aplicaba solo a “Estados y naciones de Europa ahora bajo el yugo nazi” y excluía explícitamente a los súbditos del Imperio Británico. 124 La Declaración de Potsdam (26 de julio de 1945) exigía la desmilitarización completa de Japón y la restauración territorial de China. El concepto de Roosevelt de los “cuatro policías” preveía la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo el control de cuatro grandes potencias: Estados Unidos, Gran Bretaña, la URSS y China. Cada promesa sería sistemáticamente rota.
El cambio de rumbo comenzó inmediatamente. En agosto de 1945, Dean Rusk, un simple coronel, trazó la línea del paralelo 38 dividiendo Corea, la nación a la que se había prometido independencia.125 Para 1950, Estados Unidos estaba incinerando la Corea que había prometido liberar. ¿La integridad territorial de la Carta del Atlántico? Estados Unidos eventualmente establecería 902 bases militares extranjeras en 98 países y territorios. 126
Después de la GMA, el ejército estadounidense ocupó Okinawa, el Reino de Ryukyu que Japón había anexado por la fuerza en 1879. La Declaración de Potsdam limitaba la soberanía japonesa a sus islas principales y a “las islas menores que determinemos”, pero no hizo ninguna provisión para la autodeterminación de Ryukyu. Estados Unidos simplemente reemplazó a Japón como potencia ocupante, manteniendo el control hasta 1972, cuando devolvió la autoridad administrativa a Japón, nuevamente sin consultar al pueblo de Okinawa. Las bases estadounidenses permanecieron, ocupando hoy el 18% de la isla, donde se concentra el 70% de todas las fuerzas estadounidenses en Japón. 127 ¿La desmilitarización de Japón? MacArthur creó la Reserva Policial (más tarde conocida como Fuerzas de Autodefensa) en 1950, solo cinco años después del bombardeo de Hiroshima.
La exclusión de San Francisco
El Tratado de San Francisco (8 de septiembre de 1951) cristalizó la traición mediante una exclusión calculada. Ni Beijing ni Taipéi fueron invitados, a pesar de que China había soportado entre 35 y 50 millones de bajas para derrotar a Japón. La URSS asistió, pero se negó a firmar. 128 El delegado soviético Andrei Gromyko protestó porque el tratado convertiría a Japón en “una base militar estadounidense” mientras excluía a China, “una de las principales víctimas”. 129 Cuando intentó plantear un debate, las maniobras parlamentarias orquestadas por Estados Unidos lo declararon “fuera de orden”. La cuestión de la participación de China fue simplemente desestimada. El secretario de Estado estadounidense John Foster Dulles recibió “panegíricos de elogio” de 20 delegaciones por haber orquestado esta exclusión. El mismo Dulles que más tarde amenazaría con una “represalia masiva” y llevaría al mundo al borde de la amenaza nuclear. Estados Unidos negoció la paz con Japón excluyendo a las dos naciones que más se sacrificaron para derrotarlo. Esto no fue un descuido, sino que sentó las bases de la arquitectura de seguridad de la posguerra en Asia Oriental.
La ONU, diseñada para garantizar la seguridad colectiva mediante la cooperación entre las grandes potencias, fue inmediatamente eludida. Estados Unidos aprovechó la ausencia soviética durante la votación del Consejo de Seguridad sobre Corea y creó alternativas para eludir los vetos soviéticos. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) establecida en 1949 y otras estructuras paralelas operaban al margen de la autoridad de la ONU. Al calificar la intervención en Corea como una “acción policial”, Estados Unidos sentó un precedente para intervenciones interminables sin la aprobación del Consejo de Seguridad. La misma manipulación semántica se utiliza hoy en Siria, Libia y Yemen.
Tres guerras. Un patrón.
El balance final destroza la mitología imperial: quienes tenían una riqueza abrumadora infligieron violencia máxima a los que menos tenían y aun así perdieron. Las fuerzas socialistas, con riqueza mínima, movilizaron la máxima humanidad y ganaron.
La “nueva Guerra Fría” actual contra China y Rusia (independiente, no socialista) sigue el mismo guion. Los rostros cambian, el imperialismo permanece. Cuando los medios de comunicación occidentales demonizan a China mientras ignoran que sacó a 800 millones de personas de la pobreza, cuando retratan a Rusia como agresiva mientras la OTAN se expande hasta sus fronteras, vemos la misma maquinaria de propaganda que borró la verdad sobre quién derrotó al fascismo.
17. Conclusión: la Guerra Mundial Antifascista en el marco de la lucha centenaria
La GMA no fue la “guerra justa” de la humanidad contra el mal, tras la cual prevaleció la paz. Fue un capítulo más del asalto centenario del imperialismo contra el socialismo, que comenzó con la Revolución Rusa de 1917 y continúa hoy.
La ficción liberal de tres sistemas en competencia —democracia, fascismo y comunismo— oculta la verdad: el fascismo es el capitalismo en crisis, cayó su máscara. La lucha real nunca fue entre tres sistemas sino entre dos: socialismo y capitalismo, con el fascismo como respuesta de emergencia del capitalismo a la amenaza revolucionaria.
Las metrópolis coloniales apoyaron el ascenso del fascismo, desde Churchill elogiando a Mussolini hasta las corporaciones estadounidenses construyendo la maquinaria de guerra de Hitler, porque el fascismo era la solución para derrotar cualquier atisbo de socialismo en los eslabones más débiles de la cadena imperialista y para destruir el experimento soviético. Solo cuando el fascismo amenazó los intereses de las potencias imperialistas occidentales, estas se unieron a regañadientes a las potencias socialistas que esperaban ver destruidas.
Las cifras exponen la verdad con una claridad brutal.
La Unión Soviética y China, que controlaban menos de una sexta parte de la producción económica mundial, destruyeron más del 80% del poder militar fascista mientras sufrían el 59,8% de todas las muertes de la GMA. Ellos ganaron la guerra. Roosevelt y Churchill se posicionaron para ganar la paz. Esto no fue una coincidencia, una estrategia o momento oportuno inteligente. Fue una traición, planeada desde el principio, ejecutada con precisión y encubierta con una propaganda que perdura hasta hoy; Occidente celebra el Día D minimizando la importancia de Moscú y Stalingrado, honra a Churchill ocultando su genocidio en Bengala y reclama la victoria mientras quienes realmente ganaron yacen por millones en tumbas sin nombre.
Pero, estratégicamente, esta guerra nunca terminó. Simplemente cambió de forma. En 1931, Japón invadió China. En 1941, Alemania invadió la URSS. En 1950, Estados Unidos invadió Corea. En 1955, Estados Unidos asumió la guerra de Francia en Vietnam. No hubo pausa entre “derrotar al fascismo” y atacar al socialismo, porque derrotar al socialismo siempre fue el objetivo decisivo.
La misma aritmética del sacrificio continuó. Corea: 4,5 millones de muertes, mientras Estados Unidos perdió 54.246. Vietnam: 3,1 millones de muertes según documentación vietnamita, mientras Estados Unidos perdió 58.000. Indonesia: entre 1 y 2 millones de personas asesinadas en 1965-1966 según las listas proporcionadas por los gobiernos de Australia y Estados Unidos.130 Para África, han sido seis siglos de barbarie imperial ininterrumpida, que comenzó con la trata de esclavos y el genocidio colonial. Este año también se cumplen 70 años de la Conferencia de Bandung de 1955, en la que 29 naciones africanas y asiáticas declararon su negativa a ser peones en la Guerra Fría mientras exigían una independencia genuina, tanto del dominio colonial como de la emergente dominación neocolonial.
Hoy, el genocidio anticomunista y colonial se ha extendido desde las montañas de Corea y las islas de Indonesia hasta las minas del Congo, los yacimientos de cobre de Chile y Gaza —el objetivo nunca cambia. Cada nación paga con sangre el crimen de buscar independencia real. Las armas mejoran; el genocidio permanece constante. Cualquier nación que intente un desarrollo verdaderamente independiente se enfrenta a la disyuntiva: someterse al capital o enfrentar el asalto imperialista.
Ahora que el bloque militar liderado por Estados Unidos representa más del 75% del gasto militar total del mundo, que la OTAN se expande a pesar de sus promesas y que las sanciones estrangulan a cualquier nación que afirme su soberanía —desde Cuba hasta el Sahel— el imperialismo promueve la misma guerra por otros medios.131 El “orden internacional basado en reglas” significa lo mismo que la “misión civilizadora”: someterse o ser destruido.
Cuando los líderes occidentales invocan la Guerra Mundial Antifascista para justificar su agresión, recordemos quiénes lucharon y murieron realmente. Afirman defender la democracia, pero se aliaron con el fascismo hasta que fueron forzados a combatirlo. Prometen proteger los derechos humanos, pero dejan que millones ardan, preservando su fuerza.
Los pueblos soviético y chino salvaron a la humanidad no mediante la riqueza sino mediante el sacrificio. No con recursos superiores, sino con una estrategia superior. No mediante la preservación del capital sino mediante la movilización de las masas.
Los pueblos y sus dirigentes socialistas pueden derrotar al imperialismo en cualquiera de sus formas —fascista entonces, hiperimperialista ahora— a pesar de todas las desventajas materiales. Esa victoria requirió genio, valor y un sacrificio inimaginable. También demostró algo que el imperialismo no puede aceptar: la gente común, organizada y dirigida con brillantez, puede derrotar a cualquier imperio. Mao cristalizó esta verdad en Sobre la guerra prolongada (1938): “La fuente más rica de poder para librar una guerra yace en las masas populares”. No en los porcentajes del PIB ni en los presupuestos militares, ni en la extracción colonial ni en la capacidad industrial, sino en las masas movilizadas que se niegan a arrodillarse. La aritmética le dio la razón: quienes tenían el 8% del PIB mundial derrotaron a quienes tenían entre el 30 y el 32%. La fórmula permanece inalterada, cuando el pueblo está organizado, ningún imperio puede resistir.
Vivimos en una época de cambios sin precedentes en 100 años. Ha pasado un siglo desde que el primer Estado socialista estableció el precedente de que era posible un mundo más allá del capital. Hoy, por primera vez desde 1900, los ocho países imperialistas más ricos han caído del 57,3% del PIB mundial al 29,9%, su dominio económico se debilita a medida que el Sur Global se alza. Nos inspiramos en todxs nuestrxs mártires. No permitiremos que su sacrificio haya sido en vano. La historia está de nuestro lado.
Por eso mienten sobre quién ganó la guerra.
Por eso debemos decir la verdad.
Apéndice Datos, fuentes y metodología
Este apéndice proporciona una visión general completa de las fuentes de datos, cálculos y principios metodológicos que sustentan este estudio. Está destinado a ofrecer transparencia y un recurso centralizado para lxs lectorxs que busquen comprender la evidencia fundamental para los argumentos centrales del artículo. El apéndice está dividido en tres secciones:
- Tablas de datos y fuentes de las cifras: las tablas resumen tal como aparecen en el artículo
- Notas metodológicas: explicaciones de cómo se calcularon e interpretaron los datos, incluyendo tablas comparativas de datos clave
- Extractos literales de fuentes de datos: tablas de datos clave reproducidas directamente de fuentes primarias para garantizar total transparencia
Sección 1: Tablas de datos y fuentes para las figuras
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| País | PIB (miles de millones, dólares internacionales de 1990) | % del PIB mundial | Población (millones) | % de la población mundial |
|---|---|---|---|---|
| Alemania | 412 | 8,7% | 70,2 | 3,1% |
| Japón | 196 | 4,1% | 74,0 | 3,3% |
| Reino Unido | 344 | 7,2% | 48,2 | 2,1% |
| EE UU | 1.094 | 23,0% | 133,9 | 5,9% |
| URSS | 359 | 7,5% | 195,4 | 8,6% |
| China | 238 | 5,0% | 521,5 | 23,1% |
| Total mundial | 4.759 | 100,0% | 2.260,4 | 100,0% |
| Fuentes: Datos de población principalmente de Maddison (2010); datos de PIB principalmente de Harrison (1998), p. 10, tabla 1.3; población de la URSS para 1941 de Statista (2025); PIB de China y total mundial son estimaciones corroboradas por el Instituto Tricontinental de Investigación Social. Ver sección 2 para la metodología completa. | ||||
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| País | 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 | 1945 |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| EE. UU. | 0,3% | 0,4% | 1,2% | 2,9% | 6,6% | 8,2% | 8,1% |
| Reino Unido | 1,0% | 4,7% | 7,0% | 8,5% | 9,8% | 10,1% | 10,3% |
| URSS | — | 2,6% | 3,6% | 6,0% | 6,4% | 6,8% | 6,9% |
| Alemania | 6,5% | 8,3% | 10,4% | 11,9% | 13,5% | 13,5% | 11,7% |
| Japón | — | 2,2% | 3,3% | 3,8% | 4,9% | 7,0% | 10,1% |
| Fuentes: Datos sobre soldados de Harrison (1998), p. 14, tabla 1.5; población de Maddison (2010) y Statista (2025). Ver sección 2 para metodología completa. | |||||||
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| País/grupo | Ayuda del programa Préstamo y Arriendo (USD) | Muertes | Ayuda por muerte (USD) | Ayuda per cápita (USD) | Población (1945) |
|---|---|---|---|---|---|
| País/grupo | Ayuda del programa Préstamo y Arriendo (USD) | Muertes | Ayuda por muerte (USD) | Ayuda per cápita (USD) | Población (1945) |
| China | 631.509.000 | 24.050.000 | 26 | 1,2 | 532.607.000 |
| India británica1 | 3.567.477.000 | 3.000.000 | 1.189 | 8,6 | 417.050.000 |
| Estados colonos blancos2 | 2.432.913.000 | 55.000 | 44.235 | 268,0 | 9.077.000 |
| Reino Unido | 23.335.549.000 | 432.000 | 54.017 | 474,5 | 49.182.000 |
Fuentes: Cifras del programa de ayuda Préstamo y Arriendo del Departamento de Estado de Estados Unidos (1945), p. 14, tabla 2, y pp. 42-43, tabla 25; datos de población de Maddison (2010); datos de muertes de China de Bian (2012), pp. 401-405; datos de muertes de India de Sen (1977), p. 36. Ver sección 2 para la metodología completa.
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| País | 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 |
|---|---|---|---|---|---|---|
| EE. UU. | 1% | 2% | 11% | 31% | 42% | 42% |
| Reino Unido | 15% | 44% | 53% | 52% | 55% | 53% |
| URSS | — | 17% | 28% | 61% | 61% | 53% |
| Alemania | 23% | 40% | 52% | 64% | 70% | — |
| Japón | 22% | 22% | 27% | 33% | 43% | 76% |
| Fuentes: Harrison (1998), p. 21, tabla 1.8. Ver Sección 3 para la transcripción literal de los datos originales. | ||||||
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| Grupo | Muertes | Muertes como % del total mundial | Nota |
|---|---|---|---|
| URSS + China | 51.050.000 | 59,8% | Fuerzas socialistas que salvaron a la humanidad |
| Colonias (Asia/África) | 11.218.000 | 13,1% | Víctimas tanto del fascismo japonés como de la extracción aliada |
| Potencias del Eje | 11.007.000 | 12,9% | Agresores fascistas |
| Europa Oriental/Meridional | 9.514.000 | 11,1% | Atrapados entre el fascismo y la liberación |
| Aliados imperialistas occidentales | 1.595.700 | 1,9% | Francia, Países Bajos, Bélgica (potencias coloniales) |
| Angloestadounidenses (EE. UU. + Reino Unido) | 847.000 | 1,0% | Estados Unidos + Reino Unido que se atribuyeron la “victoria” |
| Total mundial de muertes | 85.335.700 | 100,0% | |
| Fuentes: Datos de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de China de Bian (2012), pp. 401-405; datos de India de Sen (1977), p. 36. Ver Sección 2 para metodología completa. | |||
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| País | % del total mundial de muertes | % de la población del país |
|---|---|---|
| URSS | 31,6% | 13,8% |
| China | 28,2% | 4,9% |
| Indochina francesa | 1,8% | 6,5%* |
| Filipinas | 0,9% | 4,7% |
| Indias Orientales Holandesas | 4,0% | 4,7% |
| Reino Unido | 0,5% | 0,9% |
| Estados Unidos | 0,5% | 0,3% |
| Fuentes: Datos de muertes de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de muertes de China de Bian (2012), pp. 401-405; población de Indochina francesa de Budge (2014) y datos de muertes de Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial de Nueva Orleans (s.f.); otros datos de población de Maddison (2010). Ver la sección 2 para la metodología completa. | ||
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| País | Muertes (estimaciones occidentales) | Muertes reportadas/calculadas por país | Bajas reportadas/calculadas por país |
|---|---|---|---|
| URSS | 20–27 millones | 27 millones | 40–45 millones |
| China | 14–20 millones | 24,1 millones | 35–50 millones |
| Fuentes: Datos de la URSS de Andreev et al. (1993); datos de China de Bian (2012), pp. 401-405, p. 442. Ver la sección 2 para la metodología completa. | |||
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| Guerra | Perpetrador | Posición | Cita directa | Muertes confirmadas |
|---|---|---|---|---|
| GMA | Winston Churchill | Primer ministro británico | Los indios “se reproducen como conejos … los indios eran una raza vil protegida por su mera proliferación del destino que les corresponde”. Deseaba que el jefe del Comando de Bombarderos Británico pudiera: “enviar algunos de sus bombarderos excedentes para destruirlos”. | Negando ayuda contra la hambruna de Bengala; 3 millones murieron |
| GMA | Gobierno de Japón | Declaración de Murayama (1995) | “Causó enormes daños y sufrimientos a los pueblos de muchos países, en particular a los de las naciones asiáticas” | Valida 24 millones de muertes chinas |
| GMA | Shirō Ishii | Comandante de la Unidad 731 | Llamó a lxs prisionerxs “troncos”; Estados Unidos pagó por sus datos. | Más de 12.000 asesinados |
| Corea | Curtis LeMay | Comando Aéreo Estratégico | “Matamos a… ¿qué? Al 20 por ciento de la población” | 1,9 millones de muertes norcoreanas |
| Corea | Emmett O’Donnell | Comando de Bombarderos del Lejano Oriente | “Todo está destruido. Nada digno de nombre queda en pie “ | 85% de la infraestructura destruida |
| Fuentes: Elaboración del autor basada en Mukerjee (2010), p. 205, pp. 246-247; Murayama (1995); Nie, Guo, Selden y Kleinman (2010), p. 5; Kohn y Harahan (1988), p. 88; Stone (1952), p. 312. | ||||
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| Muertes (admitidas por Occidente) | Muertes (estimaciones de países invadidos) | ||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| País | Total de muertes | % de población preguerra | Total de muertes | % de población preguerra | |||
| Corea del Norte (Guerra de Corea) | 1,5-2,5 millones | 15,6%-26,0% | — | — | |||
| Vietnam (Guerra de Vietnam) | — | — | 3,1–5,1 millones | 8,3%–13,7% | |||
| Fuentes: Shin (2001); Halliday y Cumings (1988); The Star-Ledger (1995); Vietnam Veterans of America (2025). Ver la sección 2 para la metodología completa. | |||||||
Sección 2: Notas metodológicas
Metodología de los datos de PIB y población
Todos los datos sobre PIB y población en este artículo siguen una jerarquía de fuentes sistemática para garantizar la consistencia y maximizar la cobertura de datos.
Datos de PIB
Todos los valores de PIB están expresados en dólares internacionales Geary-Khamis (Intl$) de 1990 para poder compararlos entre países. Las cifras primarias de PIB provienen de Harrison (1998). Cuando Harrison no proporciona cobertura, los datos se complementan con los de Maddison (2010). Fuentes alternativas se usan solo cuando ambas fuentes primarias carecen de los datos requeridos.
El PIB mundial total de 1941 se estima utilizando la siguiente metodología: comenzando con el total mundial de Maddison para 1940 (4,547 billones de dólares), calculamos la tasa de crecimiento promedio ponderada (4,6%) para países con cobertura continua 1940-1941 (que representan el 73,7% del PIB mundial de 1940) y aplicamos esta tasa para obtener la estimación global de 1941 basada en datos de PIB mundial de 1940. Cálculo: 4,547 × 1,046 = 4,759 billones de dólares.132
Para China, solo la cifra del PIB de 1938 está disponible; su PIB de 1941 y participación en el PIB mundial son estimaciones.133
Datos demográficos
Las cifras de población derivan principalmente de la base de datos Maddison 2010, que proporciona la cobertura más completa para los países y períodos de tiempo examinados. Aunque Harrison (1998) utilizó una versión anterior del conjunto de datos de Maddison (ahora no disponible), este artículo usa la revisión de 2010 para consistencia. Cuando Maddison carece de cobertura, se emplean fuentes alternativas o métodos de interpolación. Específicamente, los datos de población de la URSS para 1941 y 1946 provienen de Statista (2025), con valores para 1942-1945 derivados mediante interpolación lineal.134
Reconocemos que la interpolación lineal durante tiempos de guerra representa una suposición simplificada que no captura las disrupciones demográficas reales. Estas cifras deben considerarse solo estimaciones aproximadas.
Nota
Todos los valores interpolados o derivados representan compromisos metodológicos necesarios debido a los vacíos en los registros históricos. Cuando las fronteras territoriales cambiaron durante el período bajo estudio, utilizamos las fronteras definidas por la fuente primaria para cada año respectivo.
Nota sobre los cálculos de víctimas de la Guerra Mundial Antifascista
Este estudio documenta solo muertes. Nuestro total de 85,3 millones de muertes se sitúa en el extremo superior de los rangos occidentales, principalmente debido a que aceptamos proyectos de investigación nacionales exhaustivos de las naciones que más sufrieron.
- URSS: La cifra de 27 millones de muertes soviéticas proviene de Andreev et al. (1993).135
- China (1931–1945): Afirmamos que la GMA comenzó con la invasión de Japón al noreste de China en 1931. Nuestro total de 24,05 millones de muertes chinas es una cifra exhaustiva derivada de múltiples componentes, basada principalmente en la investigación de Bian (2012). El cálculo es el siguiente:
- Muertes directas (1937-1945): aproximadamente 20,6 millones
- Muertes indirectas (1937-1945): aproximadamente 3 millones (principalmente de hambruna y desplazamientos inducidos por la guerra)
- Muertes estimadas (1931-1937): aproximadamente 450.000 (una estimación realista, ya que las cifras oficiales para este período no están disponibles, basada en numerosos incidentes documentados durante la invasión inicial y ocupación del noreste de China)
- Total de muertes calculadas: aproximadamente 24,05 millones 136
- India: El cálculo de muertes indias durante la GMA se centra en dos componentes principales: bajas militares (87.000) y la Hambruna de Bengala de 1943 (3 millones) (Sen, 1977). Aunque las muertes indias totalizaron 3,087 millones, usamos la cifra consolidada de 3 millones para el análisis.137 Este redondeo no afecta significativamente ninguno de nuestros cálculos: las muertes en la India siguen representando el 3,5% de las muertes mundiales y la ayuda del programa Préstamo y Arriendo por muerte sigue siendo de 1.189 dólares. Usar la cifra aproximada de 3 millones mantiene consistencia con nuestro enfoque metodológico conservador, a la par que reconoce que las muertes por hambruna, y no las bajas militares, constituyen la abrumadora mayoría de las pérdidas indias.
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| País | Grupo | Muertes finales por investigación | Muertes como % del total mundial de muertes | Población preguerra año | Población preguerra (Maddison) | Muertes como % de población preguerra |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Birmania | Colonias de Asia | 270.000 | 0,3% | 1939 | 16.368.000 | 1,6% |
| Indias Orientales Holandesas1 | Colonias de Asia | 3.400.000 | 4,0% | 1939 | 72.903.000 | 4,7% |
| Etiopía | Colonias de Asia | 100.000 | 0,1% | 1934 | 12.000.000 | 0,8% |
| Indochina francesa2 | Colonias de Asia | 1.500.000 | 1,8% | 1939 | 23.000.000 | 6,5% |
| Guam | Colonias de Asia | |||||
| India (India británica) | Colonias de Asia | 3.000.000 | 3,5% | 1939 | 381.400.000 | 0,8% |
| Corea3 | Colonias de Asia | 483.000 | 0,6% | 1936 | 21.374.000 | 2,3% |
| Malasia y Singapur | Colonias de Asia | 150.000 | 0,2% | 1939 | 5.317.000 | 2,8% |
| Filipinas | Colonias de Asia | 765.000 | 0,9% | 1939 | 16.275.000 | 4,7% |
| Ruanda-Burundi | Colonias de Asia | 50.000 | 0,1% | 1939 | 3.800.000 | 1,3% |
| Tailandia | Colonias de Asia | |||||
Fuentes: Datos de población de Maddison (2010) a menos que se indique lo contrario; totales de muertes de investigación a nivel de país citadas en otras partes de este apéndice. Ver la sección 2 para la metodología completa.
Nota: Excluyendo la URSS y China, todas las demás estimaciones están por debajo del límite superior de las estimaciones occidentales. Aunque países africanos individuales aparecen en varias tablas a lo largo de este apéndice, la cifra total de muertes africanas utilizada en nuestro análisis es 1,6 millones (estimación conservadora). Ver abajo para explicación detallada. |
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Muertes africanas en la Guerra Mundial Antifascista
La evaluación de las bajas africanas durante la GMA presenta desafíos únicos debido a la contabilidad colonial incompleta y la marginación histórica de las pérdidas africanas. Esta sección establece una línea base conservadora de 1,6 millones de muertes, con un rango razonable entre 1,6-2,0 millones si se tienen en cuenta las pérdidas indocumentadas.
Documentación de fuentes primarias
El memorando del gobierno etíope de 1945 a las potencias aliadas registró 760.300 muertes durante la invasión y ocupación italiana (1935-1941), comprendiendo:141
- 275.000 muertes en el campo de batalla
- 300.000 muertes por hambruna inducida por la guerra y el desplazamiento forzado
- 185.300 muertes por masacres, ejecuciones, campos de concentración y por guerra química
Esta documentación, recogida en Del Boca (1969), p. 275, representa el recuento nacional más riguroso de la región africana.
La Oxford Research Encyclopedia of African History [Enciclopedia de Investigación de Historia Africana Oxford] proporciona estimaciones consolidadas para el resto del continente:142
- 475.000 muertes de personal militar africano (incluidas las tropas coloniales en los teatros de guerra europeos y asiáticos)
- 500.000 muertes civiles por causas relacionadas con la guerra (excluyendo Etiopía)
Estas cifras sintetizan los estudios recientes sobre campañas en el norte de África, el despliegue de tropas coloniales y las bajas civiles.
Notas metodológicas
En consonancia con nuestra definición de la GMA (1931-1945), incluimos la guerra ítalo-etíope que comenzó en 1935 como parte de la resistencia antifascista mundial. La cifra de referencia documentada de 1,74 millones de muertes se deriva de fuentes primarias (Gobierno etíope) y síntesis académicas revisadas por pares (760.300 etíopes + 975.000 otros africanos).
Los registros coloniales subestimaron sistemáticamente las muertes africanas, en particular la mortalidad por trabajos forzados, las hambrunas localizadas, las represalias y las campañas de tierra quemada. Basándonos en lagunas análogas en la documentación del teatro asiático, un factor de ajuste del 10-15 % podría explicar estas exclusiones, lo que daría un límite superior de 2 millones de muertes.
Enfoque conservador: utilizando 1,6 millones
Adoptamos deliberadamente la cifra más conservadora de 1,6 millones de muertes africanas, el límite inferior absoluto, por varias razones:
- Rigor documental: Esta cifra requiere una extrapolación mínima a partir de fuentes documentadas y tiene en cuenta la potencial superposición entre categorías, lo que la hace altamente defendible desde el punto de vista probatorio.
- Subestimación estratégica: Usar la estimación más baja defendible asegura que nuestro argumento general sobre la distribución de los sacrificios no pueda ser desestimado por exagerado. En todo caso, subestimamos las pérdidas africanas.
- Contexto comparativo: Incluso con 1,6 millones de muertes, nuestra estimación más conservadora, las pérdidas africanas excedieron las muertes militares combinadas de Estados Unidos y el Reino Unido (847.000 total), demostrando la profunda disparidad entre quiénes pagaron el precio y quiénes se atribuyeron la victoria.
El número real de muertes fue con toda seguridad mayor, probablemente cercano a los 2 millones si se tiene en cuenta el recuento sistemáticamente inferior de la época colonial. Sin embargo, nuestro conservadurismo metodológico refuerza nuestro argumento central: incluso utilizando estimaciones mínimas, la eliminación del sacrificio africano de las narrativas de la GMA representa una grave injusticia histórica.
Cálculos de muertes: guerras de Corea y Vietnam
- Corea del Norte (1950-1953): entre 1,5 y 2,5 millones de muertes. El límite superior deriva de Halliday y Cummings (1988): “Más de 2 millones de civiles norcoreanos murieron y unos 500.000 soldados norcoreanos”.143 Esto concuerda con la admisión del general de la Fuerza Aérea estadounidense Curtis LeMay de matar “20% de la población”
- Corea del Sur (1950-1953): entre 1,5 y 2 millones de muertes. Shin (2001) nota: “El subregistro de muertes de guerra y sistemas inadecuados de contabilización de defunciones después de la guerra hacen que esta estimación sea menos de la mitad de las pérdidas relacionadas con la guerra reportadas, que probablemente estuvieron entre 1,5 y 2 millones”.
- Total de la península coreana (1950-1953): entre 3 y 4,5 millones de muertes, lo que representa el 10-15% de la población preguerra.
- Vietnam (1955-1975): Las cifras actuales del gobierno vietnamita documentan 3,1 millones de muertes, aunque algunos estudios demográficos anteriores alcanzan hasta 5,1 millones.144
Nota: Las muertes vietnamitas y estadounidenses se calculan como porcentaje de sus poblaciones respectivas en 1965 (punto medio del período de guerra 1955-1975) para tener en cuenta los cambios demográficos durante los 20 años de conflicto. El uso de un único año de referencia proporciona una línea base de comparación coherente, al tiempo que reconoce que las poblaciones fluctuaron durante la guerra.
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| Guerra | País | Muertes (rango de investigación) | % de población preguerra | % del total de muertes de guerra |
|---|---|---|---|---|
| Corea (1950–1953) | Corea (total) | 3.000.000–4.500.000 | 10,1%–15,1% | 92,3%–94,7% |
| China | 197.653 | 0,04% | 4,2%–6,1% | |
| Estados Unidos | 54.246 | 0,04% | 1,1%–1,7% | |
| Vietnam (1955–1975) | Vietnam | 3.100.000–5.100.000 | 8,3%–13,7% | 98,2%–98,9% |
| Estados Unidos | 58.200 | 0,03% | 1,1%–1,8% | |
Fuentes: Shin (2001); Halliday y Cumings (1988); Li (2019); Highsmith (1998); The Star-Ledger (1995); Vietnam Veterans of America [Veteranos de Vietnam de Estados Unidos] (2025).
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Cálculo de la ayuda del programa Préstamo y Arriendo
El Departamento de Estado (1945) reporta que la ayuda total del programa Préstamo y Arriendo al Imperio Británico ascendió a USD 30.269.210.000 (p. 14, tabla 2) pero no proporciona desgloses para naciones individuales de la Commonwealth. Para estimar la distribución de ayuda entre el Reino Unido, India británica, Australia y Nueva Zelanda, desarrollamos la siguiente metodología:
Paso 1: Calcular proporciones de exportación utilizando la Tabla 25 (pp. 42-43)
Calculamos la participación de cada destino en el total de exportaciones del Imperio Británico en virtud del programa Préstamo y Arriendo, que asciende a USD 17.954.911.000. Por lo tanto, en el caso del Reino Unido, la cuota es: USD 13.842.043.000 ÷ USD 17.954.911.000 = 77,1%.
Paso 2: Aplicar las proporciones al total de la ayuda
A continuación, aplicamos estos porcentajes al total de la ayuda del Imperio Británico y los redondeamos a miles de dólares.146 Por lo tanto, para el Reino Unido, la ayuda estimada es: USD 30.269.210.000 × 77,1% = USD 23.335.549.000.
Nota: Ceilán (Sri Lanka) está incluido con India tanto en los datos de la fuente como en nuestros cálculos, ya que ambos estaban vinculados administrativamente en la contabilidad estadounidense del programa Préstamo y Arriendo.
Limitaciones metodológicas:
- Este método asume que la distribución de ayuda coincidió con la distribución de exportaciones, lo cual puede no reflejar patrones reales.
- Es posible que parte de la ayuda haya sido distribuida a través de canales que no figuran en los datos de exportación.
- Es posible que las transferencias de equipo militar hayan seguido patrones de asignación diferentes a los suministros generales.
Nota definitoria del Imperio Británico
Este estudio emplea dos definiciones distintas de “Imperio Británico” correspondientes a su uso histórico por los gobiernos respectivos:
Definición británica (Usada para datos de población)
Para los cálculos de población de 1941 en la Figura 1 usamos la definición oficial del gobierno británico del Imperio Británico, que incluía:
- Dominios: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Terranova (separada de Canadá hasta 1949).
- El Imperio Indio: India (incluyendo la India, Pakistán y Bangladesh actuales), Birmania y Ceilán.
- Imperio colonial: colonias, protectorados y territorios bajo en África, Asia, Medio Oriente, las Américas, Pacífico y el Mediterráneo.
Esta definición exhaustiva abarca todos los territorios bajo soberanía o protección británica, independientemente de su grado de autogobierno.
Definición estadounidense (utilizada para la ayuda del programa Préstamo y Arriendo)
Para los cálculos de distribución de ayuda Préstamo y Arriendo en la Figura 3, necesariamente adoptamos la clasificación administrativa del Departamento de Estado estadounidense de 1945. La definición estadounidense trataba al Imperio Británico como sigue:
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| Reino Unido | Malasia Británica |
| Sudán angloegipcio | Australia |
| Costa de Oro | Nueva Guinea |
| Nigeria | Nueva Zelanda |
| África Occidental Británica | Oceanía Británica |
| África Oriental Británica | Terranova y Labrador |
| Unión Sudafricana | Honduras |
| Rhodesia del Sur | Bermuda |
| Palestina y Transjordania | Bahamas |
| India y Ceilán | Jamaica |
| Birmania | Trinidad y Tobago |
Esta definición influyó en cómo la ayuda fue asignada y reportada en la documentación oficial de los Estados Unidos.
La distinción es fundamental: mientras la definición británica fue utilizada para comprender la población y los recursos totales del Imperio, la definición estadounidense determinó el flujo real y la contabilidad de la ayuda en tiempos de guerra. Nuestros cálculos de la ayuda per cápita y las valoraciones por muerte en la Figura 3 reflejan estas categorías administrativas estadounidenses, no la autoconcepción imperial británica.
Cálculo de los ocho países imperialistas más ricos (1900 y 2024)
La comparación que afirma “los ocho países imperialistas más ricos han descendido del 57,3% del PIB mundial al 29,9%” requirió decisiones metodológicas específicas tanto para la coherencia histórica como la categorización política.
Cálculo de 2024
Los ocho países imperialistas más ricos se identifican mediante clasificación de PIB entre naciones clasificadas como potencias imperialistas. Los ocho países son: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Canadá. Cabe notar que el PIB para estos ocho países y el total mundial se expresan en paridad de poder adquisitivo (PPA), provenientes de los Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial, actualizados por última vez en julio de 2025.
Cálculo de 1900
Las ocho potencias en 1900, Estados Unidos, Reino Unido, Imperio Alemán, Imperio Francés, Imperio Ruso, Austria-Hungría, Italia y Japón, estaban todas comprometidas en la expansión imperial o la administración colonial. Utilizando Maddison (2010) como nuestra fuente primaria, enfrentamos dos cuestiones específicas:
- Austria-Hungría: La base de datos Maddison 2010 no proporciona datos unificados para Austria-Hungría, ya que el imperio se había disuelto cuando se creó la base de datos. Para reconstruir el peso económico del Imperio Habsburgo en 1900, sumamos las cifras de PIB de:
- Austria
- Hungría
- Checoslovaquia (los territorios checos eran parte de Austria-Hungría en 1900)
Esta suma proporciona la aproximación más cercana a la producción económica real del Imperio austrohúngaro.
- Polonia: Maddison (2010) proporciona el PIB de Polonia para 1900, a pesar de que Polonia no existía como estado independiente (habiendo sido dividida entre Rusia, Alemania y Austria-Hungría desde 1795). Para reflejar con precisión la distribución de 1900 entre las potencias que la dividieron, asignamos el PIB reportado de Polonia como sigue:
- 60% al Imperio Ruso (reflejando el control de Rusia sobre el Zarato de Polonia, la partición más grande)
- 30% al Imperio alemán (lo que refleja el control de Prusia sobre la Gran Polonia y Pomerania).
- 10% al Imperio austrohúngaro (lo que refleja el control austriaco sobre Galitzia).
Estos porcentajes aproximan la distribución territorial y poblacional de las divisiones polacas.
Nota sobre la categorización política
La exclusión de Rusia de la lista de 2024 y su inclusión en la lista de 1900 refleja el cambio de las circunstancias históricas y nuestro análisis de las estructuras de poder globales contemporáneas. Esta decisión metodológica garantiza la consistencia en rastrear el peso económico de las potencias imperialistas a lo largo del tiempo.
El cálculo resultante muestra que estas ocho potencias imperialistas controlaban aproximadamente el 57,3% del PIB mundial en 1900, comparado con la participación actual del 29,9% de los ocho países imperialistas más ricos en 2024.
Sección 3: Extractos textuales de fuentes de datos
Esta sección reproduce tablas de datos clave procedentes de las fuentes fundamentales para proporcionar máxima transparencia a las afirmaciones estadísticas realizadas en este artículo.
Datos utilizados para elaborar la Figura 1 – Capacidad económica y población (1941)
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| Alianza/país | 1938 | 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 | 1945 |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Potencias Aliadas | ||||||||
| EE. UU. | 800 | 869 | 943 | 1.094 | 1.235 | 1.399 | 1.499 | 1.474 |
| Reino Unido | 284 | 287 | 316 | 344 | 353 | 361 | 346 | 331 |
| Francia | 186 | 199 | 82 | — | — | — | — | 101 |
| Italia | — | — | — | — | — | 117 | 92 | — |
| URSS | 359 | 366 | 417 | 359 | 318 | 464 | 495 | 396 |
| Total Aliados | 1.629 | 1.721 | 1.757 | 1.798 | 1.906 | 2.223 | 2.458 | 2.394 |
| Potencias del Eje | ||||||||
| Alemania | 351 | 384 | 387 | 412 | 417 | 426 | 437 | 310 |
| Francia | — | — | 82 | 130 | 116 | 110 | 93 | — |
| Austria | 24 | 27 | 27 | 29 | 27 | 28 | 29 | 12 |
| Italia | 141 | 151 | 147 | 144 | 145 | 137 | — | — |
| Japón | 169 | 184 | 192 | 196 | 197 | 194 | 189 | 144 |
| Total Eje | 686 | 747 | 835 | 911 | 903 | 895 | 748 | 466 |
| Aliados/Eje | 2,4 | 2,3 | 2,0 | 2,0 | 2,1 | 2,5 | 3,3 | 5,1 |
| URSS/Alemania | 1,0 | 1,0 | 1,1 | 0,9 | 0,8 | 1,1 | 1,1 | 1,3 |
| Fuente: Harrison (1998), p. 10, Tabla 1.3. | ||||||||
Datos utilizados para elaborar la Figura 2 – Participantes tardíos en la lucha: soldados como porcentaje de la población (1939–1945)
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| Alianza/país | 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 | 1945 |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Potencias aliadas | |||||||
| EE. UU. | — | — | 1.620 | 3.970 | 9.020 | 11.410 | 11.430 |
| Reino Unido | 480 | 2.273 | 3.383 | 4.091 | 4.761 | 4.967 | 5.090 |
| Francia | 5.000 | 7.000 | — | — | — | — | — |
| URSS | — | 5.000 | 7.100 | 11.340 | 11.858 | 12.225 | 12.100 |
| Total Aliados | 5.480 | 14.273 | 12.103 | 19.401 | 25.639 | 28.602 | 28.620 |
| Potencias del Eje | |||||||
| Alemania | 4.522 | 5.762 | 7.309 | 8.410 | 9.480 | 9.420 | 7.830 |
| Italia | 1.740 | 2.340 | 3.227 | 3.810 | 3.815 | — | — |
| Japón | — | 1.630 | 2.420 | 2.840 | 3.700 | 5.380 | 7.730 |
| Total Eje | 6.262 | 9.732 | 12.956 | 15.060 | 16.995 | 14.800 | 15.560 |
| Aliados/Eje: | |||||||
| Frente Oriental | — | 1,1 | 1,1 | 1,5 | 1,4 | 1,9 | 2,3 |
| Frentes Occidental y del Pacífico | 1,2 | 0,8 | 0,9 | 1,1 | 1,9 | 1,9 | 1,6 |
| Fuente: Harrison (1998), p. 14, Tabla 1.5. | |||||||
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| Total | Por situación laboral | Por género | ||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Empleados civiles | Fuerzas armadas | Total población empleada | Total población desempleada | Hombres | Mujeres | |||
| 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | ||
| Números, miles | ||||||||
| 1938 | 54.872 | 44.142 | 340 | 44.482 | 10.390 | — | — | |
| 1939 | 55.588 | 45.738 | 370 | 46.108 | 9.480 | — | — | |
| 1940 | 56.180 | 47.520 | 540 | 48.060 | 8.120 | 41.940 | 14.160 | |
| 1941 | 57.630 | 50.350 | 1.620 | 51.970 | 5.660 | 43.070 | 14.650 | |
| 1942 | 60.380 | 53.750 | 3.970 | 57.720 | 2.660 | 44.200 | 16.150 | |
| 1943 | 64.560 | 54.470 | 9.020 | 63.490 | 1.070 | 45.950 | 18.830 | |
| 1944 | 66.040 | 53.960 | 11.410 | 65.370 | 670 | 46.930 | 19.390 | |
| 1945 | 65.290 | 52.820 | 11.430 | 64.250 | 1.040 | 46.910 | 19.304 | |
| 1946 | 60.970 | 55.250 | 3.450 | 58.700 | 2.270 | 43.690 | 16.840 | |
| 1947 | 61.758 | 57.812 | 1.590 | 59.402 | 2.356 | 44.258 | 16.683 | |
| Fuentes del aumento en el empleo respecto a 1940, miles. | ||||||||
| 1941 | — | — | — | 3.910 | 2.560 | 1.130 | 490 | |
| 1942 | — | — | — | 9.660 | 5.460 | 2.260 | 1.960 | |
| 1943 | — | — | — | 15.430 | 7.050 | 4.010 | 4.670 | |
| 1944 | — | — | — | 17.310 | 7.450 | 4.990 | 5.230 | |
| 1945 | — | — | — | 16.190 | 7.080 | 4.970 | 5.144 | |
| 1946 | — | — | — | 10.640 | 5.850 | 1.750 | 2.680 | |
| 1947 | — | — | — | 11.342 | 5.764 | 2.318 | 2.523 | |
| Fuente: Harrison (1998), p. 108, Tabla 3.11. | ||||||||
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| País | 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 | 1945 | 1946 |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Alemania | 69.286 | 69.835 | 70.244 | 70.834 | 70.411 | 69.865 | 67.000 | |
| Reino Unido | 47.991 | 48.226 | 48.216 | 48.400 | 48.789 | 49.016 | 49.182 | |
| EE. UU. | 131.539 | 132.637 | 133.922 | 135.386 | 137.272 | 138.937 | 140.474 | |
| URSS | 192.379 | 195.970 | 195.400 | 190.167 | 185.074 | 180.118 | 175.294 | 170.600* |
| China | 516.046 | 518.770 | 521.508 | 524.261 | 527.028 | 529.810 | 532.607 | |
| Japón | 72.364 | 72.967 | 74.005 | 75.029 | 76.005 | 77.178 | 76.224 | |
| Fuentes: Maddison (2010); URSS 1941 y 1946 según Statista (2025); 1942–1945 son estimaciones. Ver la sección 2 para la metodología completa. | ||||||||
Datos utilizados para elaborar la Figura 3. Cálculos occidentales sobre el valor relativo de una vida: distribución del programa Préstamo y Arriendo (1941–1945)
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| País | Monto ($) |
|---|---|
| Imperio Británico | 30.269.210.000 |
| URSS | 10.801.131.000 |
| Francia | 1.406.600.000 |
| China | 631.509.000 |
| Repúblicas americanas | 421.467.000 |
| Países Bajos | 162.157.000 |
| Grecia | 75.416.000 |
| Bélgica | 52.443.000 |
| Noruega | 34.640.000 |
| Turquía | 28.063.000 |
| Yugoslavia | 25.885.000 |
| Otros países | 43.284.000 |
| Ayuda no cargada a gobiernos extranjeros | 2.088.249.000 |
| Total ayuda del programa Préstamo y Arriendo | 46.040.054.000 |
| Fuente: Departamento de Estado de Estados Unidos (1945), p. 14, Tabla 2. | |
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| País | Enero-junio 1945 | Julio-septiembre 1945 | Acumulado hasta octubre de 1945 |
|---|---|---|---|
| Europa: | |||
| Reino Unido | 1.507.140 | 339.077 | 13.842.043 |
| URSS | 1.392.427 | 314.936 | 9.477.866 |
| Francia | 117.598 | 109.190 | 243.900 |
| Países Bajos | 1.550 | 15.706 | 17.256 |
| Bélgica y Luxemburgo | 42.132 | 21.944 | 64.076 |
| Islandia | 1.087 | 82 | 6.840 |
| Otros países | 119.904 | 33.042 | 641.571 |
| Total Europa | 3.181.834 | 833.977 | 24.293.352 |
| África y Medio Oriente | |||
| Marruecos francés | 13.274 | 7.178 | 106.843 |
| Argelia | 36.074 | 17.261 | 407.194 |
| Túnez | 9.208 | 4.597 | 25.117 |
| Libia | 250 | 22 | 1.315 |
| Egipto | 113.685 | 20.828 | 2.014.806 |
| Sudán anglo egipcio | 69 | 12 | 13.192 |
| África ecuatorial francesa | 681 | 108 | 6.203 |
| África occidental francesa | 8.296 | 2.530 | 35.066 |
| Costa de Oro | 143 | 117 | 42.299 |
| Nigeria | 131 | 72 | 21.971 |
| África occidental británica | 350 | 71 | 20.071 |
| Congo Belga | 368 | 118 | 20.144 |
| África oriental británica | 1.653 | 330 | 66.617 |
| Unión Sudafricana | 9.553 | 1.037 | 234.067 |
| Rhodesia del Sur | 72 | 12 | 12.631 |
| Otros territorios africanos | 1.660 | 229 | 10.252 |
| Turquía | 27 | 142 | 104.012 |
| Siria | 182 | 21 | 1.863 |
| Irak | 2.164 | 832 | 161.477 |
| Irán | 3.144 | 2.361 | 64.839 |
| Palestina y Transjordania | 680 | 702 | 16.172 |
| Otros territorios de Medio Oriente | 2.976 | 256 | 6.574 |
| Total África y Medio Oriente | 204.640 | 58.836 | 3.392.725 |
| Extremo Oriente y Oceanía: | |||
| China | 32.129 | 15.827 | 223.904 |
| India and Ceilán | 369.438 | 102.351 | 2.116.135 |
| Birmania | — | 451 | 3.878 |
| Malasia británica | — | — | 8.790 |
| Indias Neerlandesas | — | — | 23.550 |
| Australia | 189.272 | 72.515 | 1.226.216 |
| Nueva Guinea | 192 | 49 | 13.826 |
| Nueva Zelanda | 11.944 | 7.488 | 216.925 |
| Oceanía británica | 299 | 114 | 1.953 |
| Islas Francesas del Pacífico | 84 | 36 | 1.431 |
| Total Extremo Oriente y Oceanía | 603.358 | 198.831 | 3.836.608 |
| Norte, Centro y Sudamérica: | |||
| Canadá | 44.243 | 10.278 | 628.013 |
| Terranova y Labrador | 112 | 57 | 2.197 |
| México | 2.644 | 355 | 18.832 |
| Guatemala | 2 | — | 1.089 |
| El Salvador | — | 1 | 851 |
| Honduras | 7 | 11 | 324 |
| Nicaragua | 31 | — | 628 |
| Costa Rica | 1 | 6 | 145 |
| Bermuda | 92 | 36 | 2.500 |
| Bahamas | 5.685 | 1.297 | 58.641 |
| Cuba | 605 | 138 | 3.777 |
| Jamaica | 123 | 75 | 6.969 |
| Haití | 7 | — | 713 |
| República Dominicana | 123 | — | 1.140 |
| Trinidad y Tobago | 1.093 | 115 | 27.494 |
| Curazao | 66 | 151 | 8.237 |
| Antillas Francesas | 1.355 | 794 | 5.565 |
| Colombia | 391 | 68 | 5.352 |
| Venezuela | 232 | 35 | 2.751 |
| Surinam | 70 | 5 | 3.131 |
| Ecuador | 181 | 21 | 4.868 |
| Perú | 1.832 | 186 | 14.184 |
| Bolivia | 2.201 | 44 | 4.436 |
| Chile | 1.678 | 325 | 20.988 |
| Brasil | 15.103 | 4.842 | 159.128 |
| Paraguay | 162 | — | 1.387 |
| Uruguay | 1.511 | 9 | 5.627 |
| Otros países | 391 | 143 | 3.688 |
| Total Norte, Centro y Sudamérica | 79.941 | 18.992 | 992.655 |
| Total, todos los países | 4.069.773 | 1.110.636 | 32.515.340 |
| Fuente: Departamento de Estado de Estados Unidos (1945), pp. 42-43, tabla 25. | |||
Datos utilizados para elaborar la Figura 4. La economía del retraso: compromisos de gasto militar
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| 1939 | 1940 | 1941 | 1942 | 1943 | 1944 | |
|---|---|---|---|---|---|---|
| A precios actuales | ||||||
| Potencias Aliadas | ||||||
| EE. UU. | 1 | 2 | 11 | 31 | 42 | 42 |
| Reino Unido | 15 | 44 | 53 | 52 | 55 | 53 |
| URSS | — | — | — | — | — | — |
| Potencias del Eje | ||||||
| Alemania | 23 | 40 | 52 | 64 | 70 | — |
| Italia | 8 | 12 | 23 | 22 | 21 | — |
| Japón | 22 | 22 | 27 | 33 | 43 | 76 |
| A precios constantes | ||||||
| Potencias Aliadas | ||||||
| EE. UU. | 1 | 2 | 11 | 32 | 43 | 45 |
| Reino Unido | — | — | — | — | — | — |
| URSS | — | 17 | 28 | 61 | 61 | 53 |
| Potencias del Eje | ||||||
| Alemania | 23 | 40 | 52 | 63 | 70 | — |
| Italia | — | — | — | — | — | — |
| Japón | — | — | — | — | — | — |
| Fuente: Harrison (1998), p. 21, Tabla 1.8. | ||||||
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| País | Grupo 1 | Grupo 2 | Muertes finales por investigación | % de muertes globales | Año para población preguerra | Población preguerra (Maddison) | % de muertes población preguerra |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Albania | Europa Oriental/Meridional | 30.000 | 0,0% | 1938 | 1.040.000 | 2,9% | |
| Australia | Aliados imperialistas occidentales | 42.000 | 0,0% | 1939 | 6.971.000 | 0,6% | |
| Austria | Aliados imperialistas occidentales | 384.700 | 0,5% | ||||
| Bélgica | Aliados imperialistas occidentales | 100.000 | 0,1% | 1939 | 8.392.000 | 1,2% | |
| Bulgaria | Europa Oriental/Meridional | 110.000 | 0,1% | 1940 | 6.666.000 | 1,7% | |
| Birmania | Colonias | Colonias-Asia | 270.000 | 0,3% | 1939 | 16.368.000 | 1,6% |
| Canadá | Aliados imperialistas occidentales | 47.000 | 0,1% | 1939 | 11.570.000 | 0,4% | |
| China | URSS + China | 24.050.000 | 28,2% | 1930 | 489.000.000 | 4,9% | |
| Checoslovaquia | Europa Oriental/Meridional | 278.000 | 0,3% | 1937 | 14.429.000 | 1,9% | |
| Indias Orientales Holandesas | Colonias | Colonias-Asia | 3.400.000 | 4,0% | 1939 | 72.903.000 | 4,7% |
| Estonia | Europa Oriental/Meridional | 81.000 | 0,1% | 1939 | 1.134.000 | 7,1% | |
| Etiopía | Colonias | Colonias-África | 100.000 | 0,1% | 1934 | 12.000.000 | 0,8% |
| Finlandia | Aliados imperialistas occidentales | 97.000 | 0,1% | 1938 | 3.656.000 | 2,7% | |
| Francia | Aliados imperialistas occidentales | 600.000 | 0,7% | 1938 | 41.960.000 | 1,4% | |
| Indochina francesa | Colonias | Colonias-Asia | 1.500.000 | 1,8% | 1939 | 23.000.000 | 6,5% |
| Alemania | Eje | Eje | 7.619.000 | 8,9% | 1938 | 68.558.000 | 11,1% |
| Grecia | Europa Oriental/Meridional | 807.000 | 0,9% | 1939 | 7.156.000 | 11,3% | |
| Hungría | Europa Oriental/Meridional | 634.000 | 0,7% | 1939 | 9.227.000 | 6,9% | |
| India (India británica) | Colonias | Colonias-Asia | 3.000.000 | 3,5% | 1939 | 381.400.000 | 0,8% |
| Italia | Eje | Eje | 486.000 | 0,6% | 1939 | 43.865.000 | 1,1% |
| Japón | Eje | Eje | 2.902.000 | 3,4% | 1936 | 70.171.000 | 4,1% |
| Corea | Colonias | Colonias-Asia | 483.000 | 0,6% | 1936 | 21.374.000 | 2,3% |
| Malasia y Singapur | Colonias | Colonias-Asia | 150.000 | 0,2% | 1939 | 5.317.000 | 2,8% |
| Países Bajos | Aliados imperialistas occidentales | 301.000 | 0,4% | 1939 | 8.782.000 | 3,4% | |
| Nueva Zelanda | Aliados imperialistas occidentales | 13.000 | 0,0% | 1939 | 1.627.000 | 0,8% | |
| Noruega | Aliados imperialistas occidentales | 11.000 | 0,0% | 1939 | 2.954.000 | 0,4% | |
| Papúa y Nueva Guinea | Otro | 20.000 | 0,0% | 1939 | 1.292.000 | 1,5% | |
| Filipinas | Colonias | Colonias-Asia | 765.000 | 0,9% | 1939 | 16.275.000 | 4,7% |
| Polonia | Europa Oriental/Meridional | 5.720.000 | 6,7% | 1938 | 31.062.000 | 18,4% | |
| Timor portugués | Otro | 70.000 | 0,1% | 1939 | 480.000 | 14,6% | |
| Rumania | Europa Oriental/Meridional | 833.000 | 1,0% | 1939 | 15.751.000 | 5,3% | |
| Ruanda-Burundi | Colonias | Colonias-África | 50.000 | 0,1% | 1939 | 3.800.000 | 1,3% |
| Sudáfrica | Otros | 14.000 | 0,0% | 1939 | 10.160.000 | 0,1% | |
| URSS | URSS + China | 27.000.000 | 31,6% | 1940 | 195.970.000 | 13,8% | |
| Reino Unido | Angloestadounidense | 432.000 | 0,5% | 1938 | 47.494.000 | 0,9% | |
| Estados Unidos | Angloestadounidense | 415.000 | 0,5% | 1940 | 132.637.000 | 0,3% | |
| Yugoslavia | Europa Oriental/Meridional | 1.021.000 | 1,2% | 1940 | 16.300.000 | 6,3% | |
| Nota: Todas las cifras citadas con fuentes específicas representan datos documentados de los materiales referenciados. Todos los demás datos presentados en este apéndice son elaboraciones del autor basadas en estimaciones disponibles y cálculos metodológicos descritos en la Sección 2. | |||||||
Guía de lectura de las notas finales de cuatro niveles
Parte I: Cómo leer las notas finales de cuatro niveles
NIVEL 1: CONTEXTO
Marco interpretativo en cursivas que explica por qué esta evidencia es importante para el argumento general
Contexto de la afirmación X047
Los ejércitos alemanes capturaron territorio que albergaba al 40% de la población soviética y el 60% de la capacidad industrial. La respuesta: reubicar fábricas enteras bajo fuego enemigo.
NIVEL 2: AFIRMACIÓN VERIFICABLE
Hechos específicos que pueden verificarse de forma independiente, sin interpretación
Afirmación verificable
Entre julio y diciembre de 1941, la Unión Soviética evacuó hacia el este 1.523 empresas industriales completas en 1,5 millones de vagones ferroviarios.
NIVEL 3: FUENTES
Citas completas con números de página exactos para su verificación
Fuentes:
Glantz, David M. y Jonathan M. House. When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler. Lawrence: University Press of Kansas, 2015, p. 71.
NIVEL 4: NOTAS DE TRABAJO NO PUBLICADAS – Documentación de investigación, fuentes en conflicto analizadas, discusiones de verificación y la justificación de las decisiones se encuentran en la base de datos, pero no se publican en las notas finales.
Nota: Los códigos de afirmación (como X047) son números de seguimiento internos del proceso de investigación, pueden ser ignorados por las y los lectores.
La estructura de cuatro niveles de cada nota final
Cada nota final contiene múltiples niveles de información, aunque solo tres son visibles para las y los lectores.
Qué significa cada nivel
- Nivel 1: Contexto de la afirmación– encuadre interpretativo que explica por qué esta evidencia es importante
- Nivel 2: Afirmación verificable – hechos específicos que pueden ser verificados de forma independiente
- Nivel 3: Fuentes – dónde verificar los hechos con números de página exactos
- Nivel 4: Evidencia – metodología de investigación que existe en la base de datos, pero no se publica
Nota sobre la numeración de las afirmaciones: Las afirmaciones están numeradas como X001, N002, y así sucesivamente, pero la numeración no es consecutiva (por ejemplo, 1, 9, 47). Esto refleja un enfoque de investigación iterativo multi-equipo en el que algunas afirmaciones fueron fusionadas, movidas o descartadas durante el proceso de escritura. Las brechas son normales.
Ejemplo de nota final:
Contexto de la afirmación X047
Los ejércitos alemanes capturaron territorio que albergaba al 40% de la población soviética y el 60% de la capacidad industrial. La respuesta: reubicar fábricas enteras bajo fuego enemigo.
Afirmación verificable
Entre julio y diciembre de 1941, la Unión Soviética evacuó 1.523 empresas industriales completas hacia el este en 1,5 millones de vagones ferroviarios.
Fuentes:
Glantz, David M. y House, Jonathan M. When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler. Lawrence: University Press of Kansas, 2015, p. 71.
Siguiendo el rastro de los datos – un ejemplo simple
El texto principal afirma: “China sufrió 24,05 millones de muertes”
La nota final proporciona: Fuentes básicas y contexto
El apéndice explica:
- Cómo se calculó la cifra de 24,05 millones
- Por qué difiere de las estimaciones occidentales
- Qué fuentes se utilizaron y por qué
La siguiente sección proporciona contexto metodológico para lectores académicos.
Parte II: Metodología y principios
Comprender la metodología de investigación
Este documento utiliza un enfoque de historiografía forense: investigar brechas y supresiones en los registros históricos en lugar de simplemente aceptar narrativas establecidas. Las notas finales reflejan esta metodología a través de un sistema que separa la interpretación de los hechos y prioriza la evidencia de las naciones que sufrieron las pérdidas.
Innovaciones metodológicas clave
1. Investigar las supresiones, no solo registrar los acontecimientos
La investigación identifica dos formas de supresión:
- Muertes subregistradas: millones de personas fallecidas que no aparecen en los registros oficiales.
- Evidencia ignorada: hechos que constan en los archivos, pero que rara vez aparecen en las historias oficiales.
2. Cambio del marco temporal
Al establecer el inicio de la Guerra Mundial Antifascista (GMA) en 1931 (con la invasión japonesa de China) en lugar de 1939, la metodología revela ocho años de resistencia que habían sido borrados por la periodización occidental.
3. Transparencia mediante niveles
A diferencia de las notas al pie tradicionales donde todo se amalgama, este sistema de notas finales:
- Separa la interpretación de los hechos
- Documenta la metodología (incluso si no se publica)
- Permite la verificación en múltiples niveles
- Muestra los conflictos entre fuentes y explica las decisiones tomadas.
Preguntas de lectura crítica
Al leer, considere:
- ¿Qué voces están en el centro del relato? La documentación de las naciones víctimas tiene prioridad sobre la de los observadores externos.
- ¿Qué se está recuperando? Muchos de los hechos presentados existían en los archivos, pero fueron omitidos de las narrativas dominantes.
- ¿Por qué difieren las cifras? Cuando encuentre estimaciones conflictivas, el apéndice explica cuál se seleccionó y los motivos de selección.
- ¿Qué sigue sin conocerse? La metodología reconoce cuando los registros fueron destruidos (como en Birmania (Myanmar)) y la evidencia no puede ser recuperada.
Priorización de fuentes y por qué importa
La jerarquía de fuentes – un enfoque holístico
Esta investigación consideró sistemáticamente varias fuentes:
- Fuentes primarias de naciones víctimas – encuestas del gobierno chino, archivos soviéticos, registros vietnamitas
- Estudios académicos de los países afectados – historiadores con acceso a archivos e idiomas locales
- Investigaciones internacionales – informes de la ONU, tribunales de crímenes de guerra
- Fuentes occidentales que citan evidencia primaria – trabajos académicos que documentan apropiadamente fuentes originales
- Fuentes occidentales para comparación – para establecer lo que afirman las narrativas dominantes
¿Por qué esta priorización?
Las naciones víctimas tenían mejor acceso directo a la información necesaria para documentar sus propias pérdidas. La cifra de 24,05 millones de muertes chinas proviene del historiador Bian Xiuyue de la Academia China de Ciencias Sociales, cuyo libro de 2012 documenta aproximadamente 23,6 millones de muertes entre 1937 y 1945, más la estimación del autor de 450.000 muertes entre 1931 y 1937. Por otra parte, la encuesta realizada por el gobierno chino durante una década documentó 35 millones de bajas totales (incluyendo muertos y heridos). Cuando una exhaustiva investigación de la nación víctima muestra 24,05 millones de muertes y las estimaciones occidentales solo muestran entre 14 y 20 millones, la discrepancia revela un recuento sistemáticamente inferior en la historiografía dominante. La metodología da prioridad a los rigurosos estudios y encuestas de las naciones afectadas frente a las estimaciones externas.
Uso estratégico de admisiones de perpetradores
Cuando los perpetradores admiten hechos perjudiciales, estos sirven como puntos de referencia conservadores. Por ejemplo, cuando los registros de la Oficina Colonial Británica admiten una tasa de mortalidad del 10% en las minas de estaño nigerianas, la tasa real probablemente fue mayor. Incluso las admisiones mínimas revelan explotación severa.
Comprensión de las estimaciones conservadoras
A lo largo de este trabajo, la metodología utiliza generalmente estimaciones conservadoras provenientes de la propia documentación de las naciones víctimas, aunque el enfoque varía según la evidencia disponible y los desafíos de atribución. Esto significa que:
- El costo humano real probablemente fue mayor que el declarado.
- Incluso estas cifras mínimas revelan un borrado sistemático.
- Las cifras conservadoras suelen reforzar los argumentos, pero el proceso de selección refleja la complejidad de las pruebas.
- Cuando existen rangos, la metodología varía según el caso: para África, usar 1,6 millones (de un rango de 1,6 a 2,0 millones) refleja la dificultad de determinar qué muertes son atribuibles principalmente a la guerra frente otras causas, una cuestión que permanece poco estudiada a pesar de la probabilidad que las cifras sean más altas. En el caso de Indochina, usar 1,5 millones refleja el registro de un recuento insuficiente. En el caso de Filipinas, usar 765.000 (un punto medio) equilibra fuentes que sugieren cifras aún más altas.
La innovación sustantiva: conectar evidencia enterrada
Más allá de las innovaciones metodológicas, esta investigación reúne evidencia dispersa y minimizada en un patrón coherente que revela las estrategias de Occidente.
Complicidad corporativa
- Thomas Watson de IBM cultivó amistad de F.D. Roosevelt mientras recibía medallas de Hitler y automatizaba el Holocausto mediante sistemas de tarjetas perforadas.
- General Motors reclamó deducciones fiscales por las fábricas de camiones de la Wehrmacht mientras producía vehículos que participaron en la invasión a la Unión Soviética.
- Doscientas cincuenta empresas estadounidenses siguieron operando en la Alemania nazi hasta 1941.
Protección de criminales de guerra
- Los memorandos secretos de Churchill ordenaron la protección de los criminales de guerra italianos de más alto rango, incluido Badoglio.
- MacArthur liberó a los 3.607 miembros de la Unidad 731 que torturaron hasta la muerte a prisionerxs, y les pagó por sus datos.
- Nobusuke Kishi pasó de ser criminal de guerra a primer ministro en solo nueve años gracias a la orquestación de la CIA.
Cálculos estratégicos
- Los bombardeos atómicos tenían como objetivo la influencia soviética y china más que Japón, que ya estaba derrotado.
- El Segundo Frente se retrasó sistemáticamente 730 días mientras la Unión Soviética sangraba.
- La ayuda del programa Préstamo y Arriendo revela un cálculo racial: las personas blancas recibieron USD 442 por persona frente a USD 4,40 para las personas no blancas, una proporción de 101:1.
La aritmética de las tasas de muerte
- Fuerzas socialistas: 59,8% de todas las muertes de la GMA
- Pueblos colonizados: 13,1% de las muertes
- Angloestadounidenses: 1% de las muertes
- Este patrón continuó en Corea (92% de muertes coreanas/chinas) y Vietnam (98% de muertes del sudeste asiático)
Estos hechos documentados, normalmente dispersos en archivos especializados y minimizados en la historiografía convencional, se recopilan aquí con citas completas. Las notas finales no solo proporcionan fuentes, revelan un patrón sistemático de complicidad que las narrativas convencionales se esfuerzan por ocultar.
La estructura del apéndice
El apéndice ofrece transparencia completa a través de tres secciones:
Sección 1: Tablas de datos y fuentes para cifras
Presentación clara de los datos tal como aparecen en el texto principal, con atribución de fuentes.
Sección 2: Notas metodológicas
Explicaciones detalladas de:
- Cómo se realizaron los cálculos
- Por qué se eligieron determinadas fuentes en lugar de otras
- Cómo se resolvieron las estimaciones conflictivas
- Qué supuestos se hicieron y por qué
- Principios de estimación conservadores
Sección 3: Extractos textuales de fuentes de datos
Tablas originales reproducidas exactamente como aparecen en fuentes primarias, lo que permite a las y los lectores verificar todos los cálculos por sí mismos.
Parte III: Infraestructura de investigación e infraestructura técnica – gestión de citas a escala industrial
Dirigida a quienes deseen replicar la metodología o comprender el alcance completo de los hallazgos.
Resumen
Esta sección documenta una novedosa infraestructura de investigación que combina Zotero con software complementario y prácticas de desarrollo para gestionar más de 200 afirmaciones y más de 400 citas con un equipo de investigación distribuido globalmente. El sistema aplica la misma separación de cuatro niveles de análisis definida en la Parte I (presentada aquí desde la perspectiva del flujo de trabajo: interpretación, hechos, fuentes, metodología) mientras mantiene registros de verificación completos.
Arquitectura del sistema
Componentes principales
- Zotero como nivel de datos
- Elementos de caso – almacenan afirmaciones con notas estructuradas de cuatro niveles
- Solo elementos de secciones de libros – cada cita requiere números de página específicos
- Elementos de mapa – informes de investigación compartidos y documentación sobre metodología
- Estructura de repositorio plana – numeración secuencial (80WAFW-001 hasta 80WAFW-999)
- Separación en cuatro niveles
- Nivel 1: Contexto (interpretativo) → publicado
- Nivel 2: Afirmación verificable (factual) → publicado
- Nivel 3: Fuentes (citas) → publicado
- Nivel 4: Evidencia (metodología y verificación) → archivado
- Infraestructura de verificación
- Verificación inicial asistida por software (detección de patrones a escala)
- Revisión humana pareada obligatoria (detecta sesgos sistemáticos)
- Seguimiento codificado por colores (banderas verde, naranja, amarilla, roja)
- Requisito de consenso antes de la aprobación
- Rastro de auditoría completo en el Nivel 3
Innovaciones técnicas clave
Arquitectura exclusiva de “Solo secciones de libros”
Cada cita de libro es una sección de libro completa con metadatos completos. Beneficios:
- Registros autocontenidos (sin fallas de dependencia)
- El código de software de creación de bibliografía automáticamente des-duplica
- Canales de exportación/importación más simples
- Cada cita se vincula a múltiples afirmaciones a través del campo denominado Extra
Plantillas de notas estructuradas
Cada elemento de caso requiere una nota con una estructura exacta:
- ID de la afirmación: X001
- Nombre de la afirmación: [descriptivo]
- Contexto de la afirmación: [Nivel 1 – interpretativo]
- Afirmación verificable: [Nivel 2 – factual]
- Fuentes de la afirmación: [Nivel 3 – citas]
- Evidencia de la afirmación: [Nivel 4 – metodología]
- Nota de verificación: [documentación de revisión pareada]
- Información adicional: [opcional]
Flujo de producción de software
Infraestructura de exportación:
- Zotero → CSV (Script v63): Extrae la estructura de cuatro niveles y genera un formato de notas al estilo Chicago.
- CSV → Word (VBA v64): Gestiona caracteres UTF-8, crea copias de seguridad en DOCX y genera notas finales listas para publicar.
Estrategia de control de versiones:
- Dispositivo de respaldo dedicado con capturas de pantalla.
- Exportaciones RDF a nivel de colección.
- Colecciones de elementos descartados (nunca se eliminan).
- Seguimiento de metadatos externos en hojas de cálculo, JSON y archivos Markdown.
Proceso de revisión
- Sistemas asistidos por software que permiten cuatro rondas de revisión de afirmaciones y citas para abordar la multitud de hechos e interpretaciones en conflicto. Cada ronda incluyó una revisión exhaustiva por parte de lxs investigadorxs.
Requisitos de implementación
Stack tecnológico
- Zotero 6+ con Better BibTeX.
- js para scripts de exportación.
- Excel o LibreOffice para manipulación de CSV.
- Word con soporte para VBA.
- Almacenamiento en la nube para el repositorio de PDF.
Conclusiones
Esta metodología demuestra cómo la investigación histórica puede beneficiarse de las mejores prácticas del desarrollo de software sin comprometer el rigor académico. La arquitectura de cuatro niveles permite a los equipos cuestionar narrativas establecidas mediante una investigación sistemática, transparente y reproducible.
Puntos clave para investigadorxs:
- La separación de componentes (interpretación, hechos, fuentes, metodología) mejora la claridad.
- Los datos estructurados permiten la verificación a gran escala.
- Las múltiples etapas de revisión identifican sesgos sistemáticos.
- La evaluación integral de fuentes fortalece las afirmaciones.
- Los registros de auditoría completos respaldan hallazgos controvertidos.
La inversión en esta infraestructura rinde frutos al sustentar investigaciones que desafían la historiografía dominante.
Notas Finales
1 Contexto de la afirmación X001
La periodización occidental (1939-1945) borra ocho años de resistencia china. Japón invadió el noreste de China en 1931, y la guerra a gran escala comenzó en 1937. China luchó sola, excepto por ayuda soviética, mientras Occidente comerciaba con Japón.
Afirmación verificable
La Guerra Mundial Antifascista comenzó el 18 de septiembre de 1931 con la invasión de Japón al noreste de China, no el 1 de septiembre de 1939 con la invasión de Alemania a Polonia.
Fuentes:
Overy, Richard, Blood and Ruins: The Great Imperial War, 1931–1945. Londres: Penguin, 2023, p. 15.
2 Contexto de la afirmación X003
Doce años después de que la intervención imperialista fracasara en su intento de estrangular el poder soviético, la URSS reconoció que el cerco capitalista inevitablemente intentaría otra guerra de aniquilación contra el socialismo.
Afirmación verificable
Stalin declaró el 4 de febrero de 1931: “Llevamos un retraso de 50 o 100 años respecto a los países avanzados. Debemos cubrir esta distancia en diez años. O lo hacemos, o nos hundiremos”.
Fuentes:
Stalin, J. V., ‘The Tasks of Business Executives’, in J. V. Stalin Collected Works, vol. 13. Moscú: Foreign Languages Publishing House, 1954, p. 41.
3 Contexto de la afirmación X009
Estados Unidos proporcionó el 90% de chatarra de Japón hasta 1940. El metal estadounidense se convirtió en cazas Zero, acorazados y balas para matar chinos. El comercio continuó tres años después de que comenzara la invasión a gran escala.
Afirmación verificable
Estados Unidos suministró el 90% de las importaciones de chatarra de Japón entre 1937 y 1940. Millones de toneladas se convirtieron en armas utilizadas contra China.
Fuentes:
Feis, Herbert. The Road to Pearl Harbor: The Coming of the War Between the United States and Japan. Princeton: Princeton University Press, 1950, p. 108.
Cohen, Jerome B. Japan’s Economy in War and Reconstruction. Mineápolis: University of Minnesota Press, 1949, p. 118.
Contexto de la afirmación X223
Los bancos occidentales mantuvieron sus operaciones japonesas durante una década completa después de la invasión de Japón a China en 1931. A pesar de la escalada de agresiones por parte de Japón, desde la ocupación de Manchuria (1931) hasta la guerra a gran escala contra China (1937), instituciones como el Hongkong y Shanghai Banking Corporation continuaron operando sucursales en Yokohama, Kobe y Nagasaki. Estas instituciones financieras occidentales solo cesaron operaciones en diciembre de 1941, cuando las autoridades japonesas cerraron por la fuerza las oficinas bancarias británicas, holandesas y estadounidenses después del ataque a Pearl Harbor.
Afirmación verificable
Los principales bancos occidentales operaron ininterrumpidamente en Japón desde la invasión de China en 1931 hasta 1941, es decir, una década completa de mantener operaciones financieras durante la agresión militar japonesa contra China.
Fuentes:
Tschoegl, Adrian E. “Foreign Banks in Japan”. BOJ Monetary and Economic Studies 6, n° 1. 1988, p. 93–118.
4 Contexto de la afirmación X008
Estados Unidos suministró el 80% del petróleo de Japón hasta 1941, combustible para los aviones que bombardeaban ciudades chinas. Incluso después de la Masacre de Nanjing (300.000 muertos) y el bombardeo de terror de Chongqing, las ventas de petróleo continuaron sin cesar.
Afirmación verificable
Estados Unidos proporcionó el 80% de las importaciones de petróleo de Japón entre 1937 y agosto de 1941, incluyendo gasolina de aviación esencial para bombardear ciudades chinas.
Fuentes:
Anderson, Irvine H. The Standard-Vacuum Oil Company and United States East Asian Policy, 1933–1941. Princeton: Princeton University Press, 1975, p. 217.
Qi, Shirong [齐世荣]. “绥靖政策研究 [Investigación sobre la política de apaciguamiento]”. En 绥靖政策研究 [Investigación sobre la política de apaciguamiento]. Beijing: Beijing Normal University Press [首都师范大学出版社], 1998, p. 175.
5 Contexto de la afirmación N025
En 1941, 250 corporaciones estadounidenses operaban en la Alemania nazi, después de la Noche de los Cristales Rotos] (1938) y después de que Alemania invadiera Polonia (1939). Sabían de la existencia de los campos de concentración, aún así, mantuvieron sus operaciones.
Afirmación verificable
En 1941, 250 corporaciones estadounidenses mantenían operaciones en la Alemania nazi, incluyendo IBM (logística del Holocausto), GM (camiones de la Wehrmacht), Ford (vehículos militares) e ITT (aviones Focke-Wulf).
Fuentes:
Sampson, Anthony. The Sovereign State of ITT. Connecticut: Fawcett Publications, Inc., 1974, p. 45.
Black, Edwin. IBM and the Holocaust: The Strategic Alliance Between Nazi Germany and America’s Most Powerful Corporation. Washington: Dialog Press, 2012, pp. 22, 207.
Wallace, Max. The American Axis. Nueva York: St. Martin’s, 2005, p. 303.
“Business and Industry in the Nazi Germany”. En Business and Industry in the Nazi Germany, ed. Francis R. Nicosia. Studies in Business History. Nueva York: Berghahn Books, 2004, p. 114.
6 Contexto de la afirmación N020
La filial Dehomag de IBM era el único proveedor de procesamiento de datos de Alemania antes de 1933. Bajo el Tercer Reich, esta relación comercial se convirtió en participación activa en el genocidio, con todos los aspectos bajo micro control desde la sede de IBM en Nueva York.
Afirmación verificable
IBM proporcionó sistemas de tarjetas perforadas Hollerith diseñados a medida para identificar a judíos y judías a través de datos censales, organizar los transportes en tren y administrar a las y los prisioneros de campos de concentración.
Fuentes:
Black, Edwin. IBM and the Holocaust: The Strategic Alliance Between Nazi Germany and America’s Most Powerful Corporation. Washington: Dialog Press, 2012, pp. 22, 207.
7 Contexto de la afirmación N022
La filial Opel de GM era la mayor fabricante de vehículos de la Alemania nazi. El camión Opel Blitz era el principal medio de transporte de la Wehrmacht. GM obtuvo ganancias a través de Suiza mientras los soldados estadounidenses morían en combate.
Afirmación verificable
Opel, filial de GM fabricó el principal vehículo de transporte de la Wehrmacht, el camión Opel Blitz. Fabricó 130.000 unidades utilizando mano de obra forzada y esclava.
Fuentes:
Bartels, Eckhart. Opel Military Vehicles, 1906–1956. Atglen: Schiffer Publishing, 1997, p. 173.
Wallace, Max. The American Axis. Nueva York: St. Martin’s, 2005, p. 303.
8 Contexto de la afirmación N023
Dos décadas antes del “aislacionismo” hacia Hitler, Estados Unidos desplegó al menos 11.500 soldados en Rusia (1918-1920), luchando directamente contra el Ejército Rojo con 424 muertes en combate, mientras proporcionaba USD 50 millones al Ejército Blanco.
Afirmación verificable
Estados Unidos desplegó 11.500 soldados en Rusia (1918-1920): 4.500 en Arcángel y 7.000 en Vladivostok. Muertes en combate: 424. Ayuda militar al Ejército Blanco: USD 50 millones.
Fuentes:
Foglesong, David S., America’s Secret War Against Bolshevism: US Intervention in the Russian Civil War, 1917–1920. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1995, pp. 72, 162, 187.
9 Contexto de la afirmación N024
El mismo año en que Hitler tomó el poder (1933), Roosevelt elogió a Mussolini por restaurar Italia. Política estadounidense: preferir regímenes fascistas sobre posibles movimientos socialistas. Esto precedió a la colaboración corporativa con los nazis.
Afirmación verificable
Roosevelt declaró en 1933: “Estoy profundamente impresionado por lo que [Mussolini] ha logrado y por su evidente y honesto propósito de restaurar Italia”.
Fuentes:
Schmitz, David F., Thank God They’re on Our Side: The United States and Right-Wing Dictatorships, 1921–1965. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1999, p. 90.
10 Contexto de la afirmación X011
El anticomunismo que Churchill mantuvo durante toda su vida definió su carrera. En 1919 autorizó el uso de armas químicas contra el Ejército Rojo. En 1945 planeó la Operación Impensable, que consistía en utilizar fuerzas de la Wehrmacht contra la URSS. La alianza en tiempos de guerra fue solo táctica.
Afirmación verificable
Churchill declaró el 28 de junio de 1954: “Si hubiera recibido el apoyo adecuado en 1919, creo que podríamos haber estrangulado al bolchevismo en su cuna, pero todo el mundo levantó las manos y dijo, ‘¡Qué horror!’“.
Fuentes:
Hillsdale College. “Bolshevism: ‘Foul Baboonery…Strangle at Birth’“. The Churchill Project, 11 de marzo de 2016. Disponible en: https://winstonchurchill.hillsdale.edu/bolshevism/#_ftnref3.
Contexto de la afirmación X131
Churchill autorizó dispositivos M que contenían gas difenilaminocloroarsina (DM) contra los bolcheviques en 1919; se enviaron 50.000 a Arkhangelsk. El mismo hombre que más tarde condenó la barbarie nazi usó armas químicas primero.
Afirmación verificable
Como secretario de guerra, Churchill autorizó armas químicas contra los bolcheviques en 1919. Los británicos desplegaron 50.000 dispositivos M que contenían gas DM en Arkhangelsk.
Fuentes:
National Churchill Museum. “Churchill’s 1919 War Office Memorandum”. America’s National Churchill Museum, 12 de mayo de 1919. Disponible en: https://www.nationalchurchillmuseum.org/churchills-1919-war-office-memorandum.html.
11 Contexto de la afirmación X132
A solo ocho días de la muerte de Hitler, Churchill planeó atacar a la URSS con unidades de la Wehrmacht. La Operación Impensable utilizaría a soldados nazis para luchar contra el aliado de ayer. El anticomunismo se impuso al antifascismo en una semana.
Afirmación verificable
En mayo de 1945, Churchill ordenó la planificación de la Operación Impensable: un ataque sorpresa a las fuerzas soviéticas usando tropas británicas, estadounidenses y de la Wehrmacht rearmada, programado para el 1 de julio de 1945.
Fuentes:
The National Archives. “Operation Unthinkable”. The National Archives, 2 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.nationalarchives.gov.uk/education/resources/cold-war-on-file/operation-unthinkable/.
12 Contexto de la afirmación N009
El liderazgo de Churchill durante la guerra estuvo marcado por una visión racista del mundo que retrataba a los indios como biológicamente inferiores, lo que influyó directamente en su negativa para proporcionar ayuda durante la hambruna de Bengala. Amery escribió que veía poca diferencia entre las opiniones de Churchill y las de Hitler.
Afirmación verificable
Churchill le dijo a Amery: “Odio a los indios. Son un pueblo bestial con una religión bestial” y culpó a los indios, que “se reproducen como conejos”, por la hambruna que mató a tres millones de personas.
Fuentes:
Mukerjee, Madhusree. Churchill’s Secret War: The British Empire and the Ravaging of India During World War II. Nueva York: Basic Books, 2010, pp. 78, 205, 246.
13 Contexto de la afirmación X014
Las opiniones racistas de Churchill sorprendieron a su propio gabinete. En discusiones sobre la hambruna de Bengala, en la que murieron tres millones de personas, su secretario de Estado para India comparó la perspectiva de Churchill con la de Hitler en su diario privado.
Afirmación verificable
Después de la diatriba de Churchill sobre la India, Leo Amery escribió en su diario: “No pude evitar decirle que no veía mucha diferencia entre su perspectiva y la de Hitler”.
Fuentes:
Mukerjee, Madhusree. Churchill’s Secret War: The British Empire and the Ravaging of India During World War II. Nueva York: Basic Books, 2010, pp. 233–234.
14 Contexto de la afirmación X016
Stalingrado (agosto de 1942-febrero de 1943) y Kursk (julio de 1943) acabaron definitivamente con el poder ofensivo de la Wehrmacht. El Día D llegó en junio de 1944, cuando la guerra ya estaba decidida. El Ejército Rojo movilizó 165,5 divisiones en comparación con las 36 de los Aliados.
Afirmación verificable
La capacidad ofensiva de la Wehrmacht fue destruida en Stalingrado (2 de febrero de 1943) y Kursk (23 de agosto de 1943). El Día D (6 de junio de 1944) se produjo 11 meses después de estas derrotas decisivas.
Fuentes:
Glantz, David M. y House, Jonathan M. When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler. Lawrence: University Press of Kansas, 2015, pp. 336–337.
Contexto de la afirmación X133
A Stalin se le prometió un segundo frente para 1942. Se materializó en junio de 1944, 730 días tarde. Durante el retraso se produjeron las batallas de Stalingrado y Kursk: 20 millones de bajas soviéticas. El Día D llegó después que la Wehrmacht ya estaba derrotada. Una traición calculada.
Afirmación verificable
Los aliados occidentales prometieron un segundo frente para 1942, materializado el día D (6 de junio de 1944), con 730 días de retraso. Lxs soviéticxs se enfrentaron solxs al 80 % de la Wehrmacht.
Fuentes:
Kolko, Gabriel. The Politics of War: The World and United States Foreign Policy, 1943–1945. Nueva York: Pantheon Books, 1990, pp. 15, 16, 21, 22.
Stalin, J. V. “Memorandum in Russian from Joseph Stalin about Opening a Second Front in Europe during World War II, with English Translation of Same”, 13 de agosto de 1942. Library of Congress, Manuscript Division. Disponible en: https://www.loc.gov/item/mcc.077/.
Churchill, Winston S. The Second World War. Londres: Cassell, 1951, pp. 237–429.
15 Contexto de la afirmación N039
Después de la Revolución de Octubre, las potencias aliadas intervinieron militarmente para derrocar a los bolcheviques, con fuerzas británicas apoyando al Ejército Blanco en la Guerra Civil Rusa. Cuando esta intervención fracasó, los estrategas geopolíticos británicos desarrollaron un marco de política a largo plazo que moldearía la estrategia occidental hacia Alemania y la URSS durante las siguientes dos décadas.
Afirmación verificable
El teórico geopolítico británico Halford Mackinder, nombrado alto comisionado para el sur de Rusia en 1919 para organizar apoyo al Ejército Blanco, recomendó, al fracasar la intervención, que el rearme alemán era esencial como baluarte contra el control bolchevique de Europa del Este. El economista Thorstein Veblen observó que el Tratado de Versalles fue fundamentalmente “un pacto para la reducción de la Rusia soviética”.
Fuentes:
Blouet, Brian W. Halford Mackinder: A Biography. Texas A&M University Press, 1987, p. 172–77.
Foster, John Bellamy. “Revolution and Counterrevolution, 1917–2017”. Monthly Review 69, n° 03 (2017). Disponible en: https://monthlyreview.org/articles/revolution-and-counterrevolution-1917–2017/.
Veblen, Thorstein. Essays in Our Changing Order. Nueva York: Viking Press, 1934, p. 464.
16 Contexto de la afirmación X134
Gran Bretaña envió al almirante Drax a Moscú en un barco mercante en un viaje de seis días sin autorización por escrito. Stalin envió a Molotov a Berlín en avión con plenos poderes. El Pacto Molotov-Ribbentrop se firmó mientras Drax aún estaba negociando.
Afirmación verificable
Gran Bretaña envió al almirante Drax a Moscú en un barco mercante (partió el 5 de agosto y llegó el 11 de agosto de 1939) sin poderes por escrito ni autoridad para negociar.
Fuentes:
Carley, Michael Jabara. 1939: The Alliance That Never Was and the Coming of World War II. Chicago: Ivan R. Dee Publisher, 1999, p. 186.
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17 Contexto de la afirmación N037
El secretario de Relaciones Exteriores Lord Halifax escribió la introducción de The British Case, un panfleto de 1939 respaldado por el gobierno de Lord Lloyd of Dolobran. El panfleto reveló cómo el establishment británico veía el pacto de Hitler con Stalin como una traición a la causa anticomunista.
Afirmación verificable