DEL COMPAÑERO Y MIEMBRO DE ESPAI MARX, CARLOS VALMASEDA.
ÍNDICE
1. El mundo visto desde el Tricontinental.
2. El genocidio es un buen negocio.
3. Inversión de la moral, la ley y el significado.
4. El movimiento sindical estadounidense.
5. Los turcos en Trípoli.
6. Moldavia como ejemplo para la UE.
7. Sin perdón.
8. Entrevista a Kevin B. Anderson.
9. Resumen de la guerra en Palestina, 16 de julio de 2025.
1. El mundo visto desde el Tricontinental.
Un nuevo dossier del Tricontinental en el que se hace un repaso a su visión del mundo en los últimos diez años.
https://thetricontinental.org/es/dossier-tricontinental-aniversario-sur-global-soberania/
Dossiers Nº 90
Cómo se ve el mundo desde Tricontinental
En julio de 2015, movimientos sociales y políticos se reunieron en la segunda Conferencia Dilemas de la Humanidad y sentaron las bases del Instituto Tricontinental de Investigación Social. Una década después, evaluamos nuestra visión del mundo y los desafíos futuros.
15 de julio de 2025
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Las ilustraciones de este dossier reúnen algunas de las publicaciones que hemos realizado en la última década, volviendo a situar nuestro logotipo en el centro de nuestro trabajo. Inspirado en el cartel del artista soviético El Lissitzky “Vencer a los blancos con la cuña roja” (1920), en el que la cuña roja representa el avance bolchevique contra las fuerzas monárquicas blancas, la cuña roja del logotipo de Tricontinental simboliza nuestra intervención en la actual batalla de ideas.
Del 28 al 31 de julio de 2015, movimientos sociales y políticos de todo el mundo se reunieron en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil para la segunda Conferencia Internacional Dilemas de la Humanidad. Allí evaluaron el orden global y el estado de la lucha de clases, reconociendo que los movimientos de trabajadorxs, campesinxs y otros pueblos oprimidos simplemente no tenían una forma de elaborar su visión del mundo o fomentar debates en el ámbito público. Con este fin, lxs delegadxs decidieron crear diversas iniciativas e instituciones, entre ellas, un instituto de investigación que se constituyó como el Instituto Tricontinental de Investigación Social. Una década después, este dossier sintetiza nuestra mirada sobre el mundo, construida en estos diez años a través del diálogo con cientos de movimientos de África, Asia y América Latina.
La era del hiperimperialismo
Antes de dejar el cargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden pronunció un discurso en el Departamento de Estado en el que habló de una “feroz competencia” que había tenido lugar en el mundo, una que según dijo, Washington había ganado (2025). Sin embargo, Biden no aclaró quiénes eran las partes en esta competencia ni de qué se trataba. Si no se conociera el contexto de la ansiedad de Washington, no quedaría claro a qué se refería Biden, y se le podría haber perdonado por pensar que era simplemente otra de sus grandes divagaciones. Pero a pesar de su reticencia a nombrar a los participantes de esta competencia, fue preciso en su evaluación y afirmación. La competencia a la que se refería Biden era entre Estados Unidos y sus aliados del Norte Global por un lado, y China y Rusia por el otro.
Desde 2011, Estados Unidos ha publicado una versión u otra de esta visión del mundo en sus numerosos documentos estratégicos, refiriéndose a China y Rusia como “amenazas” y “competidores”. Quizás el más perturbador de estos sea el Informe de 2024 sobre la Estrategia de Empleo Nuclear de Estados Unidos, en el cual Biden aprobó una estrategia de armas nucleares que permitirá a EE.UU. atacar simultáneamente a China, Corea del Norte y Rusia (Departamento de Defensa de EE. UU., 2024). De manera similar, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. publicó en febrero de 2024 su Evaluación Anual de Amenazas, en la que escribió sobre “una China ambiciosa pero ansiosa, una Rusia confrontacional, algunas potencias regionales como Irán y actores no estatales más capaces” que están “desafiando las reglas de larga data del sistema internacional, así como la primacía de EE.UU. dentro del mismo” (2024). Esta es la “competencia” a la que se refería Biden, una que es aceptada como norma por todo el espectro político de la élite estadounidense.
Dice mucho sobre el enfoque de Washington que considere el surgimiento del dinamismo económico chino y la ansiedad de Rusia por sus fronteras como “amenazas”. ¿Quién se siente amenazado por la tasa de crecimiento de China, particularmente cuando se trata de nuevas fuerzas productivas de calidad?1
¿Quién se siente amenazado por las preocupaciones de Rusia sobre la expansión hacia el Este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)? China ha expresado abiertamente su objetivo de un orden mundial pacífico y mutuamente beneficioso, mientras que Rusia, a pesar de su invasión a Ucrania en 2022, ha declarado que no quiere entrar en una batalla importante con la OTAN o, peor aún, directamente con Estados Unidos. Ni China ni Rusia quieren ver los asuntos mundiales como una “competencia”, ciertamente no en términos militares, y ninguno de los dos países tiene una necesidad programática de involucrar a Estados Unidos y sus aliados en una guerra a gran escala. Puede que no vean la lucha actual como una “competencia”, pero Washington ciertamente sí.Un estudio importante publicado por el Instituto Tricontinental de Investigación Social y Global South Insights en enero de 2024 encontró que Estados Unidos y sus aliados del Norte Global representan el 74,3% del gasto militar mundial. Es importante reconocer que Estados Unidos forma parte de un pacto militar multilateral con la mayoría de estos países (OTAN) y mantiene alianzas bilaterales con otros. Mientras que el Norte Global opera como una alianza militar-política-económica, el Sur Global no lo hace. En términos de poder militar, Estados Unidos parece competir consigo mismo, con un gasto militar que supera con creces al de cualquier otra nación. Como escribimos en 2024, “EE.UU. gasta 12,6 veces más per cápita que el promedio mundial (Israel, en segundo lugar, gasta 7,2 veces más que el promedio mundial per cápita)” y 21 veces per cápita más que China (2024a; Tricontinental, 2024b).
Solo Estados Unidos ha utilizado armas nucleares contra otro país, y solo Estados Unidos y sus aliados han derrocado sistemáticamente procesos políticos en el Sur Global que han intentado ejercer su soberanía (Tricontinental, 2023b). La existencia de este enorme poderío militar, con más de 900 bases militares conocidas en todo el mundo, no debe considerarse inocente: se utiliza consistentemente para ejercer el poder del Norte Global sobre los países que intentan superar la estructura neocolonial del orden internacional (Tricontinental y Global South Insights, 2024b). El deseo del presidente estadounidense Donald Trump de anexar Groenlandia, quitándosela a Dinamarca y el Canal de Panamá no son amenazas vacías, porque Estados Unidos ya opera bases militares en ambos países (la Base Espacial Pituffik en Groenlandia y la Actividad de Apoyo Naval Ciudad de Panamá). Trump ha reiterado su demanda para que Canadá se convierta en el estado número 51. Detrás de estas tres exigencias aparentemente incoherentes se esconde una estrategia siniestra y altamente intencional.
El 27 de enero, Trump firmó un decreto denominado Cúpula de Hierro para América (The White House, 2025). Denominado engañosamente escudo antimisiles, esta “cúpula de hierro” permitiría a Estados Unidos realizar ataques nucleares preventivos de primer impacto con bombas de gran poder destructivo contra sus adversarios y prohibirles lanzar un contraataque. EE.UU. ha abandonado la estrategia de destrucción mutua asegurada y, en su lugar, ha adoptado una estrategia ofensiva de contra fuerza militar (Foster, 2024). Además, desde 2001, Estados Unidos ha desmantelado unilateralmente el régimen de control de armas establecido entre EE.UU. y la Unión Soviética durante la Guerra Fría (el golpe final fue la retirada de Trump del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance intermedio de 1987 en 2019). Rusia y China, por otro lado, ven sus sistemas de armas nucleares como escudos defensivos. Las estrategias de disuasión nuclear de China y Rusia se han visto debilitadas por dichas retiradas, así como por la “cúpula de hierro” y la doctrina de contra fuerza de EE.UU. Esto genera una enorme inestabilidad en el panorama de seguridad global.
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Una geografía económica cambiante
Cuando comenzó la Tercera Gran Depresión en 2007, los países del Atlántico Norte vieron cómo sus tasas de crecimiento tambaleaban (Tricontinental, 2023c). Se estancaron cerca de cero y, en ocasiones, cayeron por debajo de este nivel. Cuando se recuperaron levemente, fue en gran parte porque sus gobiernos inyectaron enormes cantidades de fondos públicos en la economía, endeudándose a futuro. Los problemas de endeudamiento de los hogares en Estados Unidos, evidenciados por el incumplimiento de pagos de créditos hipotecarios, sugirieron que el país ya no sería el comprador de último recurso para los productos industriales manufacturados en el Sur Global. Varios países del Sur, desde China hasta Brasil, se preocuparon por su dependencia de las exportaciones al Atlántico Norte y comenzaron a reconsiderar sus modelos económicos.
En 1999, tras las crisis financieras en Asia (1997) y Rusia (1998), el Grupo de los Siete (G7), compuesto por los países centrales del orden capitalista que se han subordinado a Estados Unidos, reunió a un conjunto de otros países en el Grupo de los Veinte (G20), que está formado por 19 países del Norte y el Sur Global, además de la Unión Europea y la Unión Africana, que juntos representan el 85% del PIB mundial (2025). El objetivo era encontrar una manera de mantener los principios del neoliberalismo y la globalización y evitar un retorno al dirigismo o la intervención estatal. El G20 permaneció en gran medida inactivo hasta 2008, cuando se reactivó para reunirse anualmente y discutir cómo salvar el orden global, que estaba en peligro debido a la depresión que había comenzado el año anterior. Pero el G7 nunca permitió que el G20 actuara como un verdadero órgano de toma de decisiones o que desafiara su dominio. Pronto quedó claro que el G20 estaba diseñado principalmente para asegurar que los países del Sur Global con superávit comercial utilizaran sus recursos financieros para apuntalar el sistema bancario dominado por el Norte Global, impedirles erigir barreras financieras o comerciales, y controlar estas economías emergentes en lugar de integrarlas en el liderazgo del orden mundial (Prashad, 2013).
Los gobiernos del Sur Global nunca recuperaron realmente la confianza en la capacidad del Norte Global para recuperarse económicamente y comenzaron a considerar otras opciones. Las teorías más antiguas sobre la cooperación Sur-Sur volvieron a la mesa de discusión y los países más grandes del Sur Global (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) formaron el proyecto BRICS en 2009.2
BRICS fue diseñado como un instrumento para fomentar el comercio y el desarrollo entre los países del Sur Global, centrado. No había un interés inmediato en cuestiones políticas, aparte de la antigua reivindicación de que los países del Sur debían ser nombrados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con pleno poder de veto (Prashad, 2023).Los países del Sur Global comenzaron a desvincular cada vez más su comercio del Norte Global y a comerciar entre sí. India es un buen ejemplo de esto, dada su proximidad política con Estados Unidos: entre 1991 y 1992, el país vendió el 16,4% de sus exportaciones a EE. UU. (su principal destino), pero para 2023, esta cifra se había reducido al 13,7%. Aunque EE. UU. seguía siendo el principal destino, las exportaciones de India se diversificaron de tal manera que 20 países representaban ahora el 67% de sus exportaciones totales (Ministerio de Comercio e Industria, Gobierno de la India). Incluso en India, que ha subordinado su política exterior a Estados Unidos desde 1991, ha habido una tendencia a alejarse de EE. UU. Desde 2017, cuando Trump asumió por primera vez la presidencia, la participación de EE. UU. en el comercio mundial se ha reducido al 15%. El país tampoco logró concretar acuerdos comerciales con Asia y Europa (de hecho, desde esa fecha, EE. UU. no ha firmado ni un solo acuerdo comercial importante) (Oficina del Representante Comercial de EE. UU., 2025).
En tanto los países del Sur Global continuaran sirviendo como fábricas para las corporaciones multinacionales con sede en el Norte Global, se les permitió comerciar libremente entre sí. El problema para la clase capitalista del Norte Global comenzó cuando las fuerzas productivas del Sur Global comenzaron un acelerado desarrollo, como evidencia el avance de China en la producción de bienes de alta tecnología.
El Critical Technology Tracker [Rastreador de Tecnologías Críticas] del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI por su sigla en inglés), que ha monitoreado el desarrollo tecnológico durante las últimas dos décadas, encontró que:
Estados Unidos lideró en 60 de las 64 tecnologías entre 2003 y 2007, pero en el último quinquenio (2019-2023) solo encabeza 7. China, que dominaba apenas 3 de las 64 tecnologías en 2003-2007, ahora es líder en 57 de 64, aumentando su ventaja respecto a nuestro ranking previo (2018-2022), donde lideraba 52 tecnologías (Gaida et al., 2023).
Esta tendencia fue la que condujo al “giro hacia Asia” de Obama (2011), a la “guerra comercial contra China” de Trump (2018), a los controles a la exportación y las prohibiciones de inversión de Biden dirigidos a China (2022), y a la imposición por parte de Trump de aranceles sobre productos chinos (2025) (Tricontinental, 2018b). La Nueva Guerra Fría impulsada por Estados Unidos, que ha puesto a China en la mira, tiene poco que ver con los llamados a la “democracia” en Hong Kong (2019), las acusaciones de genocidio en Xinjiang (2021) o la cuarta crisis del estrecho de Taiwán (2022). Tiene que ver con la amenaza existencial que los avances tecnológicos de China y el nacionalismo de los recursos en otros países del Sur Global representan para la unipolaridad estadounidense (Prashad, 2024).
La prohibición impuesta en 2018 por el gobierno de Estados Unidos sobre el uso de equipos Huawei y ZTE demuestra cómo el sector tecnológico de Silicon Valley buscó protección gubernamental para sus mercados, apelando a denuncias de espionaje político y corporativo (Mascitelli y Chung, 2019). La prohibición de 2024 del gobierno estadounidense, tras un decreto de 2023, sobre las inversiones desde EE. UU. en el sector tecnológico chino y la transferencia de tecnologías “sensibles” a China forma parte de un intento más amplio de impedir el desarrollo económico chino en nombre de la seguridad nacional.
El problema para Estados Unidos es que nada de esto parece estar dando resultado. Para 2022, las y los científicos radicados en China no solo presentaron más solicitudes de patentes, sino que sus artículos fueron más citados en las principales revistas científicas del mundo. Ese mismo año, las empresas chinas registraron 18.223 solicitudes de patentes en semiconductores, lo que representó el 55 % del total mundial, mientras que las empresas estadounidenses solo alcanzaron el 26 % en este rubro (Ezell, 2024).
En 2023, Huawei lanzó un nuevo teléfono inteligente con tecnología 5G, fabricado casi en su totalidad con componentes chinos (incluido un chip de 7 nanómetros producido por la Corporación Internacional de Fabricación de Semiconductores de China). La plataforma de inteligencia artificial (IA) DeepSeek, desarrollada íntegramente por científicxs e ingenierxs formadxs en China, utilizando tecnología china, no solo ha logrado mantenerse a la par de ChatGPT, así como del entusiasmo en torno al Proyecto Stargate de Trump, sino que ha resultado mucho más eficiente e innovadora: consume apenas el 20 % de los recursos que requiere ChatGPT y ofrece un modelo y código de fuente abierta que representan un avance significativo en la democratización de la IA (Williment, 2025).
Por ello, DeepSeek representa una potencial amenaza para el sistema cerrado y monopólico del Norte Global, basado en el saqueo del conocimiento humano. Como signo de los tiempos, el gobierno de India está considerando utilizar DeepSeek-V2 en 15 iniciativas de IA.
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El centro de gravedad
Desde la década de 2010, el centro de gravedad mundial ha estado desplazándose del Atlántico Norte hacia Asia (Cheng, 2023). La naturaleza de estas dos regiones es fundamentalmente distinta: la primera tiene un historial de colonización y opera dentro de una estructura neocolonial que le otorga ventajas económicas, mientras que la segunda, con un pasado de haber sido colonizada, no busca construir un sistema de privilegios injustos. Las antiguas potencias coloniales atribuyen estos cambios en la geografía económica a factores políticos (como el tipo de gobernanza o la corrupción en el Sur Global), argumentos de poca relevancia de un bloque que antaño ostentaba un poder incontestable (Tricontinental, 2024d).
El rasgo principal del desarrollo liderado por el Norte Global fue la suspensión de cualquier intento de soberanía económica en los países recién independizados. Esto se manifestó en el aplastamiento de sus demandas, como el aumento de los precios de exportación de las materias primas, así como de sus intentos de diversificar sus economías. Golpes de Estado, invasiones, medidas coercitivas unilaterales y la denegación de crédito se convirtieron en herramientas de disciplinamiento, desde Irán (1953) hasta Chile (1973) (Tricontinental, 2023b). Durante este mismo período, gran parte del mundo experimentó con el socialismo e intentó construir una agenda de desarrollo que promoviera formas de soberanía, incluso en el Sur Global (Prashad, 2007).
Con el colapso del Proyecto del Tercer Mundo tras la crisis de la deuda de los años 80 y la disolución de la Unión Soviética en los años 90, el Norte Global impulsó de manera oportunista una agenda de globalización. Esta agenda beneficiaba a su bloque capitalista (especialmente al G7) y permitió que sus empresas exportaran su capacidad industrial al Sur Global mediante un control indirecto. Las corporaciones del Norte Global aprovecharon los costos más bajos en África, Asia y América Latina, deslocalizando su producción y reduciendo gastos de transporte gracias a energías baratas y el uso masivo de contenedores en el transporte marítimo. Al mismo tiempo, la política del neoliberalismo permitió a la clase capitalista declararse en huelga de impuestos y negarse a financiar el bienestar social en sus propias sociedades, lo que deprimió aún más los ingresos de la clase trabajadora y del campesinado (Tricontinental, 2018a).
Estos dos mecanismos, globalización y neoliberalismo, redujeron las posibilidades de inversión capitalista y estatal en el Norte Global, que, más que la financiarización, fueron responsables de la desaceleración económica en los centros neurálgicos del capitalismo industrial temprano. Tras el estallido de la burbuja puntocom (2000-2001), la tasa de crecimiento de EE.UU. se mantuvo por debajo del 4% y luego se desplomó a -2,6% en 2008-2009 debido a la crisis financiera de 2007. En 2020, cayó a -2,2% por la pandemia de COVID-19. A pesar de estos shocks, entre 2022 y 2023 se mantuvo en un modesto 2-3%, muy por debajo de las tasas de Asia, donde la formación bruta de capital fijo ha sido parte de la lógica general del desarrollo (Banco Mundial, 2025; Tricontinental y Global South Insights, 2025).
La crisis capitalista en el Atlántico Norte ha sido más aguda que en otras regiones, en gran parte porque la clase capitalista de esa zona ejerce un control casi absoluto sobre el aparato estatal. Esto no permite que el Estado cumpla siquiera un papel moderadamente adjudicador en la lucha de clases (al negarse, por ejemplo, a transferir una parte mayor del excedente social al bienestar social o permitir que lxs trabajadorxs creen sindicatos).
La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por su sigla en inglés) de China fue el primer indicio claro de que el centro de gravedad de la economía mundial se había desplazado del Atlántico Norte hacia Asia. En 2013, tres países europeos (Bielorrusia, Moldavia y Macedonia del Norte) firmaron memorandos de entendimiento con la BRI. Para 2019, ese número había aumentado a casi 30 (de un total de 44 Estados europeos). Estos países fueron: Bulgaria, República Checa, Hungría, Polonia, Rumania, Serbia, República Eslovaca y Turquía en 2015; Georgia y Letonia en 2016; Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Estonia, Lituania, Montenegro, Eslovenia y Ucrania en 2017; Grecia y Portugal en 2018; y Chipre, Italia y Luxemburgo en 2019. Resulta llamativo que casi todos los países de Europa del Este decidieron participar en la construcción de infraestructura euroasiática, al igual que la mayoría de los países mediterráneos (con especial interés en la modernización de sus puertos). A medida que comenzó a resquebrajarse la integración de Europa con la economía estadounidense, los países de la región, que ya dependían cada vez más del petróleo y gas natural de Rusia y de la BRI de China, comenzaron a integrarse más con el continente asiático. Esto formaba parte del debilitamiento general del bloque atlántico, que también se manifestó en el fracaso del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión en 2019, las consecuencias del Brexit en 2020 y el alejamiento de Gran Bretaña respecto de Europa mediante el Acuerdo de Prosperidad Económica entre EE. UU. y el Reino Unido de 2025.
El Grupo de Cooperación de Redes y Sistemas de Información (NIS) de la Comisión Europea, establecido en 2016 mediante la Directiva NIS, consolidó este alejamiento de la integración asiática en 2020 con la publicación de Cybersecurity of 5G Networks EU Toolbox of Risk Mitigating Measures [Caja de herramientas de la UE para mitigar riesgos en la ciberseguridad de las redes 5G], que mostraba una obsesión por el “perfil de riesgo de los proveedores” y exhortaba a los Estados a no utilizar tecnología proveniente de los llamados países de riesgo (2020). La tendencia natural de Europa a integrarse con Asia amenazaba con debilitar su subordinación a Estados Unidos. Las respuestas crecientemente militarizadas frente a Rusia (en torno a Ucrania) y China (en torno a Taiwán y las acusaciones de espionaje) fragmentaron aún más esa integración. Italia anuló su memorando de entendimiento con la iniciativa BRI de China en diciembre de 2023, varios Estados de Europa del Este comenzaron a dar marcha atrás en su afán por las inversiones chinas y los países europeos pasaron de comprar energía rusa, más barata a importar energía más cara de Estados Unidos (Emiliozzi et al., 2024). La alianza atlántica se preservó a costa de la vida socioeconómica de la ciudadanía de sus países miembros, y se suspendió la integración gradual de Europa con los Estados asiáticos.
Durante este periodo de disputa entre la alianza atlántica y la integración euroasiática, la OTAN desempeñó un papel decisivo al inclinar la balanza a favor de la primera (Tricontinental, 2025c). Cuando la Unión Europea iniciaba conversaciones con un país sobre su incorporación como nuevo miembro, la OTAN intervenía para atraer a ese país hacia su órbita. La UE prometía integración económica y política (a pesar del bajo nivel de inversión europea en comparación con lo que podría provenir de Asia) y la OTAN proporcionaba seguridad militar y orientación política, particularmente para incorporar a estos países a la lógica de la OTAN y a la Nueva Guerra Fría impulsada por Estados Unidos contra China, Rusia y el surgimiento de la soberanía en el Sur Global. La expansión conjunta de la UE y la OTAN se produjo principalmente en Europa del Este y Central después de 1999. La República Checa, Hungría y Polonia se unieron a la OTAN en 1999 y a la UE en 2004. Luego una serie de países desde Estonia hasta Eslovenia se incorporaron tanto a la UE como a la OTAN entre 2004 y 2013.
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El nuevo estado de ánimo en el Sur Global
Exagerar el desplazamiento del centro de gravedad de la economía mundial o sobreestimar el crecimiento del bloque BRICS+ es una gran tentación. Si bien estos son acontecimientos significativos en nuestra época, deben analizarse con sobriedad. Setenta años después de la Conferencia de Bandung (1955), sin un consenso socialdemócrata o socialista ni lucha anticolonial de masas, el “Espíritu de Bandung” se ha disipado (Tricontinental, 2025b) hace tiempo. En muchos países del Sur Global, la clase trabajadora y el campesinado siguen en gran medida desorganizados, atrapados en regímenes de producción desarticulados y empleos precarios. Aunque hay muestras de mayor confianza en algunos Estados del Sur Global, esta no surge de luchas políticas de masas ni sugiere el advenimiento de un mundo multipolar: simplemente marcan que la era unipolar iniciada en 1991 con la caída de la URSS está llegando a su fin. Estados Unidos y sus aliados aún dominan los ámbitos militar y comunicacional, pero han perdido capacidades en tecnología, ciencia, materias primas y finanzas.
Los países del Sur Global actúan a través de múltiples organizaciones y plataformas multilaterales y regionales, más que como un bloque cohesionado. No están preparados para convertirse en polos de un conflicto global. Por ejemplo, Turquía, Corea del Sur, Arabia Saudí y Filipinas son históricamente parte del Sur Global, pero dos de ellos (Corea del Sur y Filipinas) son prácticamente colonias militares de EE. UU.; y Turquía es un miembro de la OTAN que colaboró con fuerzas occidentales para derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad y facilitar la ocupación israelí de zonas fronterizas sirias. Arabia Saudí, por su parte, celebró el debilitamiento de los aliados de Irán.3
Sin embargo, en este nuevo período, mientras se resquebraja el orden unipolar, ha surgido un espacio para que los países del Sur Global ejerzan su soberanía. Aunque estas reivindicaciones son mayormente económicas, como la negativa de Indonesia a exportar níquel sin procesar o la decisión de India de seguir comprando petróleo ruso, tienen ramificaciones políticas importantes, como el ingreso de Indonesia a los BRICS+ o la negativa de India a condenar la invasión rusa a Ucrania. Ejemplos de estas reivindicaciones son numerosas e indican el nuevo estado de ánimo en el Sur Global.4
La temperatura de este nuevo estado de ánimo también se ejemplifica en el tipo de política visible en América Latina (Tricontinental, 2024c; 2023d). Inspiradas por la Revolución Cubana de 1959, sucesivas oleadas revolucionarias han alimentado la esperanza contra el imperialismo estadounidense y por avances de izquierda.
La primera oleada fue aplastada por una violencia extrema que buscaba borrar el ejemplo de la Revolución Cubana mediante golpes militares y la campaña de secuestros, torturas y asesinatos orquestada por Estados Unidos conocida como Operación Cóndor. Estos golpes, desde Brasil (1964) hasta Argentina (1976), frenaron el impulso de la alternativa cubana. Sin embargo, el ilegal bloqueo estadounidense contra Cuba no impidió que la isla acelerara su camino socialista ni que expandiera su internacionalismo.
La segunda oleada, que comenzó con las revoluciones de Nicaragua y Granada en 1979, renovó la esperanza, que fue nuevamente atacada por fuerzas imperialistas a través de masacres en Centroamérica y por alianzas con estas fuerzas y narco-terroristas de la región.
La tercera oleada llegó con la elección de Hugo Chávez en Venezuela en 1999 y el avance de lo que se conoció como la “marea rosa” en América Latina. Esta fue debilitada por la guerra híbrida e ilegal de Estados Unidos contra Venezuela, la caída de los precios de las materias primas y la debilitada capacidad de los movimientos sociales y políticos para disputar con eficacia a las burguesías arraigadas en gran parte de la región. Sin embargo, en cada una de estas olas brilló el ejemplo de Cuba.
Hoy estamos al final de una cuarta oleada, marcada por las victorias electorales de Gabriel Boric en Chile (2021), Gustavo Petro en Colombia (2022) y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil (2022). Estos gobiernos pusieron fin al dominio de la derecha, pero no logran impulsar una agenda de izquierda. Esta ola es significativa, pero no debe sobrestimarse.
Incluso los gobiernos más moderados de centroizquierda debieron enfrentar las graves crisis sociales de la región, empeoradas por el colapso de los precios de las materias primas y por la pandemia de COVID-19. Políticas para abordarlas hubieran sido posibles con fondos de la burguesía local o de regalías por la extracción de recursos naturales, lo que habría obligado a estos gobiernos a entrar en conflicto tanto con sus propias burguesías como con el imperialismo estadounidense. Pocos gobiernos se atrevieron.
La verdadera prueba, por tanto, no fue lo que estos gobiernos dijeron sobre este o aquel tema (como Ucrania), sino cómo actuaron ante la negativa de las fuerzas del capitalismo para resolver las grandes crisis sociales de nuestros tiempos. El nuevo estado de ánimo en el Sur Global solo abre un espacio para comenzar a abordar estos problemas. Quizás una quinta oleada llegue con mayor firmeza.
Este nuevo ánimo no surge de la lucha de masas de la clase trabajadora y el campesinado, sino de las vicisitudes históricas y la necesidad de ejercer soberanía y ampliar las prioridades de desarrollo. La mayoría de los gobiernos del Sur Global que han mostrado este nuevo estado de ánimo no son de izquierda o no tienen su base principal arraigada en la clase trabajadora y el campesinado organizados. En la mayoría de estos países, la clase trabajadora y el campesinado han visto un aumento en las prácticas laborales precarias, el debilitamiento de sus propias organizaciones de clase y una política defensiva en su relación con gobiernos que van de la centroderecha a la extrema derecha (Tricontinental, 2023a; 2024a). El descontento generalizado persiste debido a las contradicciones del capitalismo, pero no se traduce fácilmente en una agenda política impulsada por organizaciones de masas de izquierda.
El desgaste de las instituciones estatales que brindan bienestar social ha obligado a sectores de la izquierda a construir mecanismos alternativos de provisión de servicios, arrastrando a la izquierda revolucionaria a la necesidad de garantizar servicios básicos para la supervivencia (frecuentemente a través de cooperativas y colectivos).
Mientras tanto, la derecha, indudablemente mejor financiada por fundaciones occidentales, ha creado muchas ONG que promueven entre la clase trabajadora y el campesinado una visión del mundo despiadada, mezquina y frecuentemente arraigada en formas de religiosidad excluyente o supremacismo racial (Tricontinental, 2022b). Esto explica por qué, en muchos países del Sur Global, la clase trabajadora y el campesinado son arrastrados hacia explicaciones odiosas para su desesperación y atomización, desviando la culpa de la clase dominante hacia aquellos que son tratados como otros (como minorías religiosas o étnicas e inmigrantes).
El colapso de los sistemas de bienestar social y la ínfima o inexistente redistribución de recursos han revitalizado viejas jerarquías patriarcales que recargan sobre las mujeres el trabajo de cuidado infantil, gestión del hogar y atención a personas enfermas y adultas mayores, mujeres que además continúan sobrexplotadas y mal remuneradas en el mercado laboral (Tricontinental, 2021). En este contexto, con la política electoral y las instituciones democráticas en los Estados burgués-terratenientes del Sur Global secuestradas por el poder del dinero, las oportunidades para que la clase trabajadora y el campesinado escapen a diversas formas de clientelismo son mínimas.
Cuando las tasas de crecimiento se mantienen relativamente altas, los gobiernos de centroderecha a extrema derecha en el Sur Global pueden sostener ciertas políticas redistributivas e invertir sumas considerables de fondos públicos en infraestructura. Las altas tasas de crecimiento, independientemente de la calidad de la inversión, tienen un impacto positivo significativo en la esperanza de vida y los indicadores sociales en general. Sin embargo, cuando resurgen las presiones recesivas del capitalismo y la burguesía de estos Estados del Sur Global se niega a contribuir con gasto anticíclico, la lucha de clases se reaviva. La dirección que tomará esta lucha depende completamente de las posibilidades de rejuvenecer los movimientos independientes de la clase trabajadora y el campesinado, así como los partidos de izquierda.
Solo cuando la lucha de clases se intensifica y la clase trabajadora y el campesinado logran influir en las políticas estatales, las ganancias que pueden cosecharse de las altas tasas de crecimiento pueden traducirse en mejoras de la calidad de las inversiones, no solo en su volumen. Este es el único escenario en el que existe la posibilidad de avanzar en una dirección socialista. El actual y nebuloso nuevo estado de ánimo en el Sur Global no es, en sí mismo, un indicio de tal transformación (Tricontinental, 2025a).
Sí se han producido estallidos de actividades de masas, como ocurrió en el Sahel, en el borde meridional del desierto del Sahara. Allí, en Burkina Faso, Malí y Níger, las protestas masivas contra las fuerzas militares francesas y sus bases derivaron en una rebelión general contra las élites políticas establecidas, lo que dio lugar a golpes de Estado dirigidos por oficiales populares. Estos golpes populares dieron paso a gobiernos comprometidos con la construcción de procesos soberanos, inspirados en el legado de figuras como Thomas Sankara en Burkina Faso (1983–1987) y en las posibilidades del regionalismo (como la Alianza de Estados del Sahel, creada en 2023). Este sentimiento antifrancés se ha extendido por la región, con Chad, Costa de Marfil y Senegal exigiendo el retiro de las fuerzas militares francesas en los últimos dos años. Mientras tanto, en Ghana, durante la toma de posesión del nuevo presidente socialdemócrata John Mahama, el aplauso más cálido del acto fue para Ibrahim Traoré, el líder invitado de Burkina Faso. Esto resulta inspirador para los movimientos populares del Sur Global, que observan con cautela si estos Estados podrán romper con el Consenso de Washington y sus tentáculos. Menos dramáticos, pero igualmente significativos son los gobiernos de centroizquierda en lugares como Sri Lanka, que surgieron a partir de luchas de masas incipientes y llevaron a las fuerzas de izquierda a construir plataformas patrióticas que no son programáticamente de izquierda, pero que al menos se arraigan en demandas de soberanía. Aún está por verse si estos frentes populares podrán desarrollar una agenda clara para sus gobiernos.
La esperanza, por supuesto, recae en países como China, que ha logrado desarrollar su propia forma de desarrollo social bajo un Estado comprometido con el socialismo. Pero China, como otros proyectos socialistas, debe afrontar tres tareas fundamentales: primero, protegerse de las amenazas económicas, políticas y militares a su soberanía. Segundo, garantizar el bienestar de su pueblo. Tercero, sostener su compromiso con el internacionalismo. Cumplir estos mandatos al mismo ritmo no es tarea fácil. Es irreal esperar que China, que ha avanzado considerablemente, pero que sigue siendo un país en desarrollo, sea la salvación del Sur Global. China ofrece formas de inversión y transferencia tecnológica que ya han sido útiles para varios países del Sur Global. El problema aquí no es la inversión ni la tecnología chinas, sino qué tipo de teoría y estrategia de desarrollo permitirán los proyectos políticos de cada Estado del Sur Global y los experimentos regionales que ya han comenzado a desarrollarse.5
¿Qué ocurrirá cuando la lucha de clases adquiera suficiente fuerza como para llevar al poder a una alianza de izquierda o incluso de centroizquierda? ¿Qué harán esos gobiernos una vez en el poder? ¿Podrán aprovechar el reordenamiento del sistema mundial para construir nuevos procesos en sus sociedades, fortalecer la confianza y claridad de la clase trabajadora y el campesinado, y animar a otros países a levantarse e impedir los viejos hábitos del bloque imperialista?Cada vez más regiones del mundo se ponen en movimiento, buscando romper con el neoliberalismo y el imperialismo y afirmar un gobierno soberano y vías propias de desarrollo. Cada vez más personas en todo el mundo parecen comprender la futilidad de una austeridad permanente. Pero sus proyectos son frágiles y no siempre se expresan de forma progresista. Aún hoy, la cantidad de regiones que buscan romper con el orden mundial actual no es lo suficientemente amplia ni poderosa como para transformar la calidad de dicho orden. Pero el cambio está en el horizonte. Se encuentra en el corazón de la lucha de clases global. Algo está por suceder.
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Notas
1El concepto marxista chino 新质生产力 [nuevas fuerzas productivas de calidad] se refiere al uso de tecnología de última generación para aumentar la productividad y la mecanización, incluyendo la robótica, para reducir la explotación humana y fomentar más tiempo de ocio.
2Esta comprensión fue articulada por primera vez en la Comisión del Sur (1987-1990). En mayo de 1989, el secretario general de la Comisión, Manmohan Singh, declaró: “La Comisión del Sur está convencida de que los países desarrollados no pueden ser el motor del crecimiento del Sur. Las nuevas fuerzas motrices deben encontrarse dentro del propio Sur. Por lo tanto, la cooperación Sur-Sur es crucial” (Prashad, 2013: 143).
3Un análisis de las diferencias dentro del Sur Global puede verse en la metodología de los “anillos” del estudio sobre Hiperimperialismo (Tricontinental, y Global South Insights, 2024b).
4Uno de los puntos críticos de este nuevo ánimo es el debate sobre el uso de monedas locales y la desdolarización. Sin embargo, estas discusiones suelen exagerarse, pues se ignora la diferencia entre: usar monedas locales para denominar comercio bilateral/multilateral y crear una moneda global que pueda anclar el sistema financiero internacional. Para un debate equilibrado sobre la cuestión de los BRICS y la desdolarización, véase Wenhua Zongheng, 2024.
5Para comprender la complejidad de estos temas y los debates que generan, recomendamos consultar la edición internacional de la revista china Wenhua Zongheng, publicada por el Instituto Tricontinental de Investigación Social (2022b). Véase también Tricontinental, 2022a.
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2. El genocidio es un buen negocio.
En la estela del reciente informe de Albanese, el último chartbook de Tooze está dedicado al crecimiento en la bolsa israelí desde el 7 de octubre de 2023.
https://adamtooze.substack.com/p/chartbook-396-strangelove-in-the
Chartbook 396 Strangelove en Oriente Medio: o cómo los mercados aprendieron a dejar de preocuparse y a amar la violencia de Israel.
Adam Tooze
16 de julio de 2025
He aquí un dato impactante:
si hubiera comprado el índice bursátil israelí el 7 de octubre de 2023, habría ganado más dinero que en cualquier otra bolsa del mundo. Desde el ataque de Hamás, mientras Israel ha reducido Gaza a escombros, la bolsa de Tel Aviv se ha disparado. En las cuatro semanas siguientes al ataque, los mercados se recuperaron. En julio de 2025, con la afluencia de dinero internacional, el índice ha subido un 80 % en términos de dólares.
Fuente: Bloomberg
Al leer el valiente informe de la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, titulado «De la economía de la ocupación a la economía del genocidio», se podría decir que no es ninguna sorpresa. La violencia desatada por el Gobierno de Netanyahu ha sido buena para los negocios tanto en Israel como en Estados Unidos y Europa. La ocupación está profundamente entrelazada con los intereses corporativos. La ocupación y la construcción de asentamientos ilegales son parte integral del auge inmobiliario de Israel. Se han obtenido más beneficios con la devastación de Gaza.
Mientras tanto, en los principales medios de comunicación financieros, comentaristas como Ruchir Sharma alardean de la magnitud del gasto de Israel en I+D y de la tasa de crecimiento de la productividad total de los factores. …
Los efectos derivados de la defensa han convertido a Israel en líder mundial en campos que van desde el control del tráfico aéreo hasta, sobre todo, la ciberseguridad. Con más empresas emergentes por habitante que cualquier otro país, su cultura empresarial se parece más a la de California que a la de Oriente Medio. Cuenta con 73 empresas emergentes en el prometedor campo de la inteligencia artificial generativa, la tercera mayor cifra del mundo. La mitad de sus exportaciones son productos tecnológicos, una proporción que pocas economías avanzadas pueden igualar, mientras que sus vecinos siguen exportando principalmente petróleo, una materia prima anticuada. El resultado es un milagro de productividad aislado. La productividad total de los factores, que mide el grado de aprovechamiento de las nuevas máquinas por parte de la mano de obra, ha crecido cuatro veces más rápido en Israel que en otras economías desarrolladas en los últimos 25 años, y esa brecha se ha ampliado en los últimos cinco años. En Israel, impulsado por la tecnología, el PIB per cápita casi se ha triplicado desde 2000, hasta superar los 55 000 dólares, pasando del 50 % al 70 % del nivel de Estados Unidos. En los países petroleros, y no solo en los de Oriente Medio, los ingresos tienden a subir, bajar y, en última instancia, estancarse con el precio del petróleo a largo plazo. El PIB per cápita de Arabia Saudí es un tercio del de Estados Unidos, aproximadamente el mismo que hace 25 años. Para muchos observadores, la situación geopolítica en Oriente Medio sigue pareciendo precaria. Pero la visión optimista del mercado sobre la economía impulsada por la tecnología de Israel se refleja ahora en las previsiones de los economistas, que apuntan a un crecimiento de casi el 4 % en los próximos años. Se trata de una cifra relativamente alta para un país desarrollado. Esto confirma la opinión del mercado de que Israel está consolidando su posición como fuerza económica dominante en la región.
La transformación de Israel, que pasó de ser un país en crisis y azotado por la inflación en la década de 1980 a convertirse en un líder mundial en alta tecnología con una renta per cápita superior a la de Alemania, hace que sea esencial comprender cómo sigue siendo un socio atractivo para el capital mundial, incluso cuando comete asesinatos en masa y limpieza étnica y se embarca en una campaña de revisionismo regional a gran escala.
Uno de los riesgos de este tipo de economía política de las políticas actuales de Israel, tanto las críticas como las elogiosas, es que exageran su estabilidad y coherencia. Paradójicamente, subestiman la peligrosa dinámica de escalada histórica que estamos presenciando.
Si se analiza detenidamente en términos cronológicos, queda claro que la relación entre la gran estrategia y la suerte de las empresas israelíes, tal y como se refleja en el mercado bursátil, es mucho más compleja e incierta de lo que sugieren las evaluaciones a posteriori de los recientes máximos bursátiles. Aunque Israel ha obtenido victorias considerables y su violencia masiva está borrando cada vez más cualquier posibilidad de crear un Estado palestino, la economía política de Israel se caracteriza tanto por la incoherencia y el riesgo como por una lógica profunda. El actual repunte del mercado bursátil no se desarrolló sin tropiezos a partir de 2023, sino que implica una duplicación repentina y bastante convulsa de las estrategias de alto riesgo de prevención y de nuevas formas de violencia.
El punto de partida para cualquier evaluación de Israel antes de la reciente oleada de triunfalismo era, después de todo, que el marco político de esta historia de éxito capitalista neoliberal era inestable y se enfrentaba a enormes preguntas sin respuesta a largo plazo.
La política israelí estaba profundamente dividida por cuestiones constitucionales internas, el estatus de los ultraortodoxos y la figura de Netanyahu, lo que dio lugar a cinco elecciones al Knesset entre 2018 y 2022.
La política israelí, dividida étnica y religiosamente, está fragmentada al menos en cuatro bandos: (1) los ultraortodoxos, (2) los árabes israelíes, (3) los sionistas del tipo de Netanyahu y (4) lo que queda de la política secular centrista y liberal.
No se trata de una mezcla estable.
El rápido crecimiento demográfico tanto del segmento ultraortodoxo como del árabe de la población plantea cuestiones fundamentales sobre la cohesión política y social de Israel. Netanyahu maniobra frenéticamente para mantener su coalición.
A pesar de la elevada tasa de inversión en I+D y de las altas tasas de crecimiento de la PTF, los inversores tenían buenas razones para cubrir sus apuestas.
El fuerte movimiento alcista de los mercados bursátiles israelíes que comenzó a finales de la década de 2010 se detuvo en 2022 en medio de una crisis constitucional. En los tres primeros trimestres de 2023, los mercados se mostraron muy inestables.
Y esto fue cuando Israel estaba preocupado por sus propios problemas internos.
Luego, los sangrientos y traumáticos atentados del 7 de octubre volvieron a situar a Palestina en el primer plano de la agenda.
En la semana siguiente al atentado, los mercados se desplomaron y luego se recuperaron.
Como destaca el informe Albanese, el gasto en defensa se disparó, creando oportunidades de beneficio. Pero lo que siguió en los mercados bursátiles no fue un auge de la guerra. Las acciones se recuperaron, pero luego se movieron de forma inestable en torno al nivel que habían alcanzado en 2022.
La inesperada movilización fue perjudicial para la economía en general. La extrema violencia de Israel ocupó los titulares y resultó inquietante incluso para sus defensores.
Puede que se pueda ganar dinero con las tecnologías de vigilancia. Pero en el panorama más amplio de los mercados de capitales mundiales, el nivel en el que les gustaría jugar a los inversores de Tel Aviv, la cuestión de Palestina y la cuestión colonialista de los asentamientos son una llaga abierta. Palestina no es el motor del éxito capitalista de Israel.
Es un rompecabezas sangriento y sin resolver.
La actual agresión contra Palestina puede satisfacer imperativos políticos y responder a los intereses de la coalición de colonos. A las empresas de armamento les va bien. Pero lo mejor para los mercados y los inversores globales es que se hable lo menos posible de la cuestión palestina. El escándalo desatado por la exposición de Boston Consulting Group a la planificación de la posguerra en Gaza es indicativo de cómo las cosas pueden salir muy mal incluso para un «actor global» con buenos contactos.
El escenario en el que se desarrolla el triunfalismo capitalista israelí no es, en primer lugar, la limpieza étnica y el urbicidio, ni las sucias batallas por los olivares, sino la carrera por la inteligencia artificial y la gran planificación regional de infraestructuras. Este es el terreno de los Acuerdos de Abraham, diseñados específicamente para relegar a un segundo plano la cuestión palestina.
En lugar de celebrar la campaña de Gaza, los mercados se hacían eco de preguntas más generales sobre la estrategia de Netanyahu. Israel se había embarcado en una guerra eterna. Mientras Gaza seguía siendo la principal noticia, los mercados no prosperaban, sino que se movían lateralmente.
La respuesta llegó con la dramática y exitosa ampliación de la campaña revisionista de Israel más allá de Hamás y Gaza, hasta Hezbolá en el Líbano, Siria y luego Irán en junio de 2025.
Al igual que otros observadores, ahora parece claro que los mercados financieros subestimaron la magnitud de la ventaja militar de Israel, tanto sobre Hezbolá como sobre Irán. Es la superioridad de Israel en esas campañas, y no la horrible demolición de Gaza, lo que ha encendido la mecha de los mercados de Tel Aviv.
Si tuviéramos que señalar un punto de partida para el auge bursátil israelí, sería el 17/18 de septiembre de 2024, cuando los servicios secretos israelíes provocaron miles de pequeñas explosiones en los localizadores y walkie talkies de Hezbolá, en los llamados ataques «Grim Beeper». Nada ha señalado más claramente que esta operación la abrumadora superioridad de Israel en materia de planificación a largo plazo, tecnología y astucia.
Desde entonces, los mercados no han mirado atrás.

En 2025, el ataque de Israel contra Irán y el respaldo de Estados Unidos han reforzado la confianza en su superioridad militar. Durante las dos semanas que duró la guerra, el shekel se disparó.

Las guerras con Hezbolá e Irán no implican una devastación tan sostenida como el asalto a Gaza. No están directamente relacionadas con el colonialismo sionista. No son acciones de un Estado colonial en formación, sino de una nación establecida que actúa como hegemónica beligerante en la región. Como tales, son mucho más trascendentales para cambiar la narrativa del mercado. Son una señal de la superioridad de Israel, no sobre los desesperados combatientes de Hamás, y mucho menos sobre la población indefensa y hambrienta de Gaza, sino sobre todos los Estados vecinos. Además, ponen de manifiesto la superioridad, no de las excavadoras y las bombas tontas, sino de las armas verdaderamente avanzadas de Israel, el Iron Dome y, más aún, su ultrasofisticado sistema de defensa antimisiles extraatmosférico.
Es la combinación del dominio tecnológico, el éxito geopolítico y el dominio regional lo que ha desencadenado un auge bursátil, impulsado sobre todo por las acciones tecnológicas israelíes que se suben a la ola de la inteligencia artificial, incluso por delante de la defensa, pero que tiene una base amplia.
Es el éxito de las guerras regionales de Israel lo que explica la magnitud y el momento del auge bursátil. Y es realmente impresionante. Pero deténgase un momento a considerar la lógica.
Si tomamos el nivel actual del mercado al pie de la letra y creemos que es el correcto, entonces la pregunta es: ¿por qué no se «valoró» el dominio militar de Israel mucho antes de septiembre de 2024? ¿Por qué el mercado subestimaba el dominio regional de Israel?
Una respuesta podría ser simplemente la ignorancia. Los mercados no son perfectos. Subestimaron el dominio que tendrían las nuevas armas de Israel. Tras haberlo comprobado, han reevaluado sus hipótesis previas.
Otra respuesta es más política y más ominosa. La cuestión no es la información del mercado, sino la evaluación política.
Hasta hace poco, los mercados estaban aferrados a un marco que consideraba a Netanyahu y su coalición como una amenaza potencial para el milagro israelí. Esta amenaza se manifestó en la crisis constitucional de 2022-2023 y se reflejó en los reveses del mercado.
Gaza no cambió esa sensación de estancamiento. La guerra contra Irán y sus aliados sí lo ha hecho.
Como informó Omri Zerachovitz, de Haaretz, tras el ataque de Israel a Irán:
«Por primera vez en dos décadas, el mercado de capitales ve en una guerra la esperanza de una era de mayor seguridad y prosperidad económica para Israel», afirma Tsuk. «Los inversores no parecen creer que este conflicto sea solo otra ronda de combates y otra victoria efímera. Puede conducir a un cambio fundamental en la estructura estratégica de todo Oriente Medio y a una disminución significativa de la prima de riesgo de Israel a largo plazo». La reacción del mercado a la guerra con Irán se asemejó más a las consecuencias del asesinato por parte de Israel de un líder militar o político de uno de sus enemigos. «Se percibió como una medida disuasoria y un equilibrio de amenazas que cambiaba las reglas del juego. Esto difiere de los patrones de represalias que hemos conocido en operaciones militares prolongadas», afirma Tsuk. «Los inversores parecen creer que esta gran convulsión aportará mayor claridad a la seguridad y la economía de Israel, abriendo la puerta a nuevas oportunidades y a un orden económico y de seguridad más estable en la región».
Israel ha impuesto con firmeza su poder en la región. Y, al hacerlo, ha revelado el poderío militar que aún no había demostrado.
Lo que ha surgido de la serie de crisis es una nueva y violenta síntesis de poder militar, tecnología y política. Esta nueva síntesis se refleja tanto en el júbilo de los columnistas del mercado como en los detalles forenses del valiente informe de Albanese. Pero esta síntesis no era previsible. Es producto de la crisis y de la exitosa estrategia de escalada seguida por la administración Netanyahu.
La síntesis está lejos de completarse. La coalición de Netanyahu sigue siendo frágil y vulnerable ante las demandas de los ultraortodoxos. Pero en la ecuación del dinero y el poder, las señales han cambiado.
Incluso mientras Israel mata de hambre deliberadamente a la población de Gaza y ataca a los líderes políticos de Irán, los mercados están en auge. Mientras tanto, amplificando la narrativa, el titular del FT reza: «Los mercados señalan un claro ganador en Oriente Medio».
3. Inversión de la moral, la ley y el significado.
No hay muchas cosas nuevas que decir sobre el genocidio, pero tampoco podemos callar por habernos acostumbrado. Y si además el autor escribe bien, como Amar, mejor.
https://www.rt.com/news/621519-palestine-aid-from-hell/
Ayuda humanitaria infernal: el exterminio de los palestinos se disfraza de ayuda
Israel y Estados Unidos quieren «benevolentemente» recluir a la población de Gaza en lo que equivale a un campo de concentración
Por Tarik Cyril Amar
El genocidio de Gaza es especial. Y no en un solo aspecto, sino en dos.
Como se ha observado a menudo, este es el primer genocidio de la historia que, en esencia, se retransmite en directo. Nunca antes se había cometido un genocidio ante los ojos del mundo como este. Y en segundo lugar, el genocidio de Gaza está socavando y, en efecto, devastando todo el orden moral y jurídico —o al menos las reivindicaciones que se han hecho de él durante mucho tiempo— de una manera igualmente sin precedentes.
Estas dos peculiaridades están relacionadas: la única forma en que el mundo en su conjunto ha podido tolerar el genocidio de Gaza durante casi tres años es ignorando obstinadamente las normas fundamentales, tanto escritas como no escritas. Por ejemplo, casi ningún Estado —con la excepción de Yemen (bajo el control de facto del movimiento Ansar Allah o los huzíes)— ha intentado siquiera cumplir con sus obligaciones vinculantes y claras en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Genocidio de 1948, a saber, «prevenir y castigar» el delito de genocidio. Nadie con el poder, solo o con otros, para hacerlo, ni en Oriente Medio ni fuera de él, ha acudido a salvar a las víctimas palestinas del genocidio de Gaza de la única manera que funcionaría: deteniendo a sus asesinos israelíes con una fuerza masiva.
Sin embargo, la pequeña pero aún desproporcionadamente influyente parte del mundo que se autodenomina Occidente ha ido más allá de la simple inacción. Esto se debe a que, independientemente de que Occidente sea una civilización que en su día fue moldeada por el cristianismo, desde hace mucho tiempo su verdadero núcleo interno es la hipocresía. Y durante el genocidio de Gaza, la necesidad compulsiva de Occidente de racionalizar incluso sus acciones más crueles como actos virtuosos amparados por «valores» ha llevado a un nuevo pico de perversión moral e intelectual absoluta: Precisamente porque Occidente no solo ha abandonado a las víctimas palestinas, sino que está colaborando activamente en este genocidio junto con Israel, sus élites —en la política, la cultura, los medios de comunicación, la policía y el poder judicial— han realizado un esfuerzo sostenido y obstinado por alterar radicalmente nuestro sentido del bien y del mal, desde normas jurídicas específicas hasta nuestra comprensión intuitiva y ampliamente compartida de los límites que nunca deben cruzarse.
¿Librando, por ejemplo, una supuesta «guerra» en la que se ha matado o herido —a menudo con secuelas de por vida— a más de 50 000 niños (hasta mayo de 2025)? ¿Una «guerra» en la que recibimos un testimonio fiable tras otro de que muchos de estos niños son blanco deliberado, incluso de operadores de drones y francotiradores? ¿Una «guerra» en la que el hambre, la privación de atención médica y la propagación de epidemias se han utilizado de forma igualmente deliberada? En Occidente, se nos dice que llamemos a esto «defensa propia».
De hecho, se nos pide —con gran insistencia, por decirlo suavemente— que creamos que esta forma de «autodefensa» asesina y infanticida es algo de lo que estar orgullosos, aunque sea de forma vicaria: el alcalde de Berlín, Kai Wegner, por ejemplo, conocido por su represión de cualquier signo de resistencia al genocidio israelí, acaba de declarar que el ayuntamiento seguirá ondeando la bandera israelí.
Con el mismo espíritu depravado, las instituciones occidentales imponen castigos —desde brutales palizas policiales hasta paralizantes acciones legales y sanciones internacionales— no a los autores y cómplices del genocidio de Gaza, en Israel y en otros lugares, sino a quienes se resisten a él en solidaridad con sus víctimas palestinas. Los manifestantes, los periodistas que se precien e incluso un relator especial de la ONU son tratados como delincuentes, incluso como terroristas, por oponerse al crimen de genocidio, como, al parecer, ayer mismo se suponía que debíamos hacer todos oficialmente. Pero «nunca más» se ha convertido en «definitivamente otra vez, y mientras los asesinos quieran, ya que son israelíes y nuestros amigos».
Es en este contexto de inversión de la moral, la ley y el significado, tan completo que por una vez se aplica realmente el manido término «orwelliano», donde podemos entender lo que está sucediendo ahora con el concepto de acción «humanitaria».
Según la definición básica de la Enciclopedia Británica, un humanitario es una «persona que trabaja para mejorar la vida de otras personas», por ejemplo, tratando de acabar con el hambre en el mundo. Dado que el humanitarismo moderno ya tiene dos siglos de historia, historiadores como Michael Barnett, en su obra Empire of Humanity, han ofrecido explicaciones más complejas. Los críticos llevan mucho tiempo denunciando los límites e incluso los defectos del humanitarismo. Para el sociólogo francés Jean Baudrillard, es lo que queda cuando se descompone un humanismo más optimista: una especie de respuesta de emergencia sombría, una señal de que el mundo ha vuelto a empeorar.
En particular, durante las décadas de arrogancia estadounidense posteriores a la Guerra Fría, erróneamente denominadas «momento unipolar», el humanitarismo se alió a menudo con el imperialismo occidental. En la guerra de agresión contra Irak que comenzó en 2003, por ejemplo, las organizaciones humanitarias se convirtieron en sirvientes de los agresores, invasores y ocupantes.
Sin embargo, sea cual sea la visión del humanitarismo que se defienda, hay cosas que el concepto solo puede acomodar para los completamente desquiciados y los malvados sin límites, como masacrar a civiles hambrientos y los campos de concentración. Y, sin embargo, en Gaza, ambos han sido calificados de humanitarios. La llamada Fundación Humanitaria de Gaza, una turbia trama estadounidense-israelí, ha promovido un plan en el que se utilizan migajas de comida como cebo para trampas mortales: palestinos bloqueados deliberadamente por Israel han sido atraídos a cuatro zonas de muerte disfrazadas de puntos de distribución de ayuda.
Durante el último mes y medio, las fuerzas israelíes y los mercenarios occidentales han matado al menos a 789 víctimas —y herido a miles— en estas trampas satánicas o cerca de ellas. Es obvio que matar a personas desarmadas a tal escala no es un daño colateral, sino algo deliberado. A estas alturas, la intención asesina que se esconde detrás del plan ha sido confirmada por diversas fuentes, incluidas israelíes. No es de extrañar que 170 grupos humanitarios y de derechos humanos auténticos hayan firmado una protesta contra este falso plan de ayuda y auténtico plan de asesinato en masa.
Y luego está el plan del campo de concentración: los líderes israelíes ya han expulsado a los habitantes supervivientes de Gaza —uno de los lugares más densamente poblados de la Tierra incluso antes del genocidio— a una zona que comprende solo el 20 % de la superficie devastada de Gaza.
Pero eso no es lo suficientemente malvado para ellos: En su camino hacia lo que parece ser su idea de una solución final a la cuestión de Gaza, ahora han presentado un nuevo plan a sus aliados estadounidenses, a saber, reunir a los supervivientes en una zona aún más pequeña. Este campo de concentración de facto lo anuncian como una «ciudad humanitaria». Desde allí, los palestinos solo tendrían dos salidas: la muerte o abandonar Gaza. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quiere vendernos esto como «voluntario». Es una ironía de la historia que los genocidas israelíes compitan ahora no solo con los crímenes de los nazis, sino también con el horrible abuso del lenguaje por parte de los alemanes.
¿La ubicación de esta estación de tránsito de limpieza étnica mortal? Las ruinas de Rafah. Quizás recuerden Rafah, que en su día fue una bulliciosa ciudad del sur de Gaza, como el lugar que los aliados occidentales de Israel fingieron intentar proteger, más o menos, durante un tiempo. Por supuesto, esas advertencias no sirvieron de nada. Rafah fue arrasada y ahora la zona está destinada a convertirse en el campo de concentración que acabará con todo.
El plan es tan escandaloso —pero, claro, ese es el modus operandi habitual de Israel— que incluso sus críticos apenas pueden seguir el ritmo de su depravación. Philippe Lazzarini, director de la UNRWA —la eficaz organización de distribución de ayuda que Israel ha cerrado en su estrategia de hambruna, matando a casi 400 de sus empleados locales— ha publicado en X que la «ciudad humanitaria» supondría una segunda Nakba y «crearía campos de concentración masivos en la frontera con Egipto para los palestinos».
La Nakba fue la limpieza étnica sionista, salpicada de masacres, de unos 750 000 palestinos en 1948. Pero Lazzarini se equivoca si cree que la primera Nakba terminó: para las víctimas palestinas de la violencia israelí, solo fue el inicio de un proceso continuo de robo, apartheid y, a menudo, asesinato. Un proceso que ahora ha culminado en un genocidio, como reconocen múltiples expertos internacionales, entre ellos el eminente historiador de Oxford Avi Shlaim. No se trata de una segunda Nakba, sino del intento israelí de completar la primera.
El comentario de Lazzarini de que el plan de ciudad humanitaria crearía campos de concentración en la frontera con Egipto es, por supuesto, cierto en la medida en que llega. Sin embargo, toda Gaza es desde hace mucho tiempo lo que (incluso en 2003) el sociólogo israelí Baruch Kimmerling denominó «el mayor campo de concentración del mundo». No se trata de ser pedante. Lo que la protesta de Lazzarini, por muy loable que sea, sigue pasando por alto es que lo que Israel está haciendo ahora a los palestinos es crear un nuevo infierno dentro de otro mucho más antiguo.
Pero no solo Israel. Occidente, como siempre, está profundamente involucrado. Dejemos de lado que los sionistas de entreguerras aprendieron de las autoridades del Mandato Británico cómo utilizar los campos de concentración contra los palestinos, al igual que otros métodos de represión brutal. Ahora también, diversas figuras y organismos occidentales se han involucrado en los planes israelíes de reasentamiento que impulsan el plan urbanístico humanitario. La fundación de Tony Blair —en realidad una empresa de consultoría comercial y tráfico de influencias que trabaja sistemáticamente para el lado oscuro siempre que le sale rentable— y el prestigioso y poderoso Boston Consulting Group han sido sorprendidos contribuyendo a la planificación de la limpieza étnica israelí. Y detrás de todo ello se encuentra la voluntad declarada de nada menos que Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, quien lleva mucho tiempo manifestando explícitamente que le gustaría ver Gaza reconstruida como un vasto y ostentoso Trumpistán sin palestinos.
Desde el comienzo del genocidio de Gaza, ha sido tanto un crimen brutal como un intento constante de redefinir lo que está bien y lo que está mal, para que este crimen parezca necesario, justificable e incluso una oportunidad legítima de obtener beneficios. Y las élites occidentales, con muy pocas excepciones, se han unido a Israel en esta perversión absoluta de la ética y la razón fundamentales, al igual que en el asesinato en masa. Si no se detiene de una vez por todas a Israel y a Occidente, utilizarán el genocidio de Gaza para convertir gran parte del mundo en un infierno donde todo lo que hemos aprendido a despreciar de los nazis se convertirá en la nueva normalidad.
4. El movimiento sindical estadounidense.
Me ha gustado esta entrevista a un veterano sindicalista estadounidense en la que he aprendido algo sobre el pasado, pero también sobre la situación actual del movimiento obrero en Estados Unidos.
Verdades incómodas sobre el movimiento sindical estadounidense: Entrevista con Chris Townsend
Por Chris Townsend, Michael D. Yates (Publicado el 16 de julio de 2025)
Chris Townsend ha dedicado casi toda su vida adulta a organizar a los trabajadores, realizar labores políticas para sindicatos y enseñar a los jóvenes trabajadores a organizarse. Es, como solemos decir, «auténtico». Mientras la mayoría de nosotros opinamos y pontificamos sobre el trabajo, Chris hace el trabajo sucio. Él organiza. Sus contribuciones a lo largo de varias décadas han desempeñado un papel clave en la reconstrucción del sindicato United Electrical Workers (UE), en el resurgimiento de la organización y las campañas en el sindicato Amalgamated Transit Union (ATU), en la puesta en marcha de lo que se ha convertido en el movimiento Starbucks y en innumerables otras formas de contribuir al trabajo del movimiento obrero. Afirma sin vacilar que «el lugar de trabajo en Estados Unidos es una dictadura» y propone como antídoto una ampliación drástica de la organización sindical. Chris es también un socialista comprometido, alguien que entiende que el movimiento obrero debe ser mucho más que sindicatos desconectados y aislados, políticamente a la deriva, organizativamente estancados y recibiendo golpes por todos lados. El movimiento obrero organizado debe volver a sus raíces, cuando el objetivo final era acabar con el capitalismo. —Michael D. Yates
Michael D. Yates: Chris, ¿cómo y cuándo empezaste a participar activamente en el movimiento obrero?
Chris Townsend: Me uní al Sindicato Amalgamado de Transporte (ATU) en Tampa, Florida, justo después de terminar la escuela secundaria. Crecí en Pensilvania y, en 1979, la economía estaba paralizada. Todas las fábricas, minas, ferrocarriles y otras empresas tenían listas de despidos kilométricas. Un joven como yo no tenía ninguna posibilidad de encontrar trabajo. El desempleo masivo era aterrador, con cientos de personas haciendo cola para conseguir un puñado de puestos de trabajo. Estaba solo y me fui a Florida, donde tenía un tío con el que podía quedarme. Me dijo que allí había al menos algunos trabajos. Me contrataron como trabajador de limpieza y descubrí que el ATU estaba organizando a toda la plantilla municipal de la ciudad de Tampa. Entré en ello por casualidad. El ATU tomó la iniciativa porque durante veinte años había representado a las empresas de autobuses que acabaron siendo gestionadas por la ciudad. Cuando llegué, el sector público ya había obtenido permiso para organizarse oficialmente a través de un proceso del Estado de Florida. La campaña de organización incluyó a más de 3600 trabajadores de todas las categorías municipales, desde contables 1 hasta cuidadores de zoológico 2, pasando por todos los demás. Me lancé de cabeza al sindicato, haciendo todo lo que se me ocurría. Algunos de los veteranos que dirigían la sección local eran cubanoamericanos, pero eran comunistas y simpatizantes que habían huido del régimen de Batista. La Revolución Cubana era su estrella polar política, por así decirlo. Estos tipos me formaron y me pusieron a trabajar. Yo era un organizador voluntario que hacía todo lo que me pedían en casi todos los rincones de la ciudad. Fui delegado sindical durante un tiempo y luego fui elegido miembro de la junta ejecutiva local a finales de 1981. De alguna manera, me pusieron el apodo de «el chico», y lo odiaba. Había muchos otros trabajadores jóvenes allí, pero supongo que con 17, 18 y 19 años, yo era el más joven que estaba tan activo.
MY: ¿Te hiciste de izquierdas antes o después de entrar en el movimiento sindical?
CT: Me hice de izquierdas en el instituto, escuchando la radio de onda corta y leyendo. Una de las cosas que leí fue Monthly Review, que había en la biblioteca de la universidad Franklin and Marshall. La ponían junto a los periódicos y las revistas, y la biblioteca estaba abierta al público. Veía cómo mis perspectivas de futuro se reducían día a día bajo el régimen de Nixon y luego de Jimmy Carter. Poco a poco me di cuenta de que este «sistema» que tenemos no es nuestro sistema, es el sistema de los jefes. Roba a la gente, la oprime, la atormenta y la aplasta. Y no duda en masacrar a gran escala cuando quiere. El genocidio de Estados Unidos en Vietnam fue repugnante. Cuando nuestro régimen títere del sur finalmente se derrumbó a finales de abril de 1975, todos lo vimos en directo por televisión. Fue la forma en que abandonamos y dejamos tirados a la mayoría de nuestros partidarios y seguidores en la huida final lo que, irónicamente, me convenció de que era socialista. Si abandonaron a estas personas tan rápidamente, ¿por qué iba a pensar que esas mismas fuerzas dominantes me ayudarían si me encontrara en apuros? Este sistema de jefes corruptos solo busca el dinero, el poder y la sed de sangre. Les importan un comino los trabajadores.
Una vez que aprendí sobre el sistema de clases, la lucha de clases y los intereses de clase, mi lealtad quedó muy clara. Mi lealtad es hacia mi clase, la clase trabajadora. Y punto. Tengo suerte de haberlo aprendido cuando era joven. Supongo que hay formas más complicadas de convertirse en marxista, pero esa fue la mía. No necesité leer El capital de Marx para darme cuenta, como trabajador, de que estaba en lo más bajo, siempre a merced del jefe y su pandilla. He leído mucha literatura socialista a lo largo de las décadas y no hace falta un libro de texto de 400 páginas para explicarle todo esto a un trabajador. Pensaba entonces, y sigo pensando, que la tendencia constante a pensar demasiado estas realidades básicas es una de las enfermedades más graves y debilitantes de la izquierda. Cuando me incliné hacia la izquierda, también me empujó la reactivación del servicio militar obligatorio por parte de Carter, a lo que me negué rotundamente. Mi familia también vivía a veinticuatro millas de la central nuclear de Three Mile Island, donde se produjo un accidente nuclear en marzo de 1979. Ver a la industria nuclear confabulada con nuestro Gobierno y poniendo en peligro a todo el mundo por sus superbeneficios fue la gota que colmó el vaso. Por aquella época también leí el artículo de Lenin «Las tres fuentes y los tres componentes del marxismo», y se me abrió una puerta. Todos los trabajadores deberían leer ese breve artículo.
MY: Trabajaste durante muchos años con United Electrical Workers (UE). Cuéntanos sobre esa época de tu vida. ¿Qué tiene de especial la UE? ¿Qué lecciones aprendiste de tu trabajo allí?
CT: Me reclutaron para trabajar en la UE en 1988. Me uní a un equipo de organizadores que se encargaba de intentar organizar la división de plásticos de General Electric (GE). No había ninguna empresa más grande, más poderosa o más antisindical que GE. UE fue el primer sindicato que organizó gran parte de ese conglomerado en la década de 1930. Pero cuando me uní a UE, las fuerzas combinadas de GE, Westinghouse, el Congreso, el FBI, el CIO, la AFL, prácticamente todos los demócratas y republicanos, y los medios de comunicación habían lanzado todos los golpes posibles para intentar acabar con ellos. Aunque causaron un daño enorme, no lograron liquidar por completo a UE. Es realmente un sindicato «de base», un sindicato «democrático», un sindicato «militante». Los salarios de los líderes y el personal del sindicato son muy modestos. Se fomenta la militancia, no se reprime. La organización de nuevos miembros es una prioridad máxima del sindicato, no una idea secundaria. Las posiciones políticas se deciden democráticamente, por los miembros. Yo lo vi todo de cerca. Visite la página web de la UE y lea su Constitución. Ese es el documento que establece cómo se gestiona el sindicato. Lamentablemente, no encontrará nada parecido en ningún otro sitio. La UE representa hoy en día un fragmento vivo de la TUEL (Trade Union Educational League) de William Z. Foster, la TUUL (Trade Union Unity League) y los inicios de la CIO. Había otros sindicatos similares a la UE en muchos aspectos, pero fueron destruidos por la represión de los empresarios y el Estado en los años cuarenta y cincuenta. Los sindicatos empresariales también estaban ansiosos por aprovecharse de los sindicatos de izquierda destruidos, pero la UE y la ILWU lograron sobrevivir de alguna manera.
Después de cuatro años como organizador, la UE me envió a Washington D. C. para dirigir su oficina en esa ciudad. Era una tarea importante para alguien como yo. Ningún otro sindicato habría seleccionado jamás, y digo jamás, a alguien como yo para formar parte de su equipo de acción política. Esa es otra «diferencia» de la UE. Ser «solo un trabajador» realmente significaba algo. Durante veintiún años llevé a cabo el trabajo político de la UE a nivel federal y estatal, su labor de educación política, y también participé activamente en la organización y la negociación. Como miembro del personal político, seguí participando en nuevas organizaciones, afiliaciones sindicales independientes, luchas en huelga y negociaciones. En aquella época me uní al comité de negociación de la UE en General Electric. Durante este encargo también pude trabajar estrechamente con Bernie Sanders. La AFL-CIO lo había expulsado y quería destituirlo de su escaño en la Cámara de Representantes, pero él apoyaba extraordinariamente a nuestras secciones locales de la UE en Vermont y a nuestra nueva organización. Estábamos encantados de trabajar con él, y durante cinco o seis años la UE fue prácticamente el único sindicato que trataba con él en Washington D. C. Yo soy bastante más a la izquierda que Sanders, y siempre me divertía presentarle a un grupo de la UE como «mi amigo conservador de Vermont».
En aquellos años, la UE se enfrentaba a la necesidad de diversificarse y dejar de ser un sindicato estrictamente industrial. Los cierres de fábricas y los despidos estaban provocando la pérdida de decenas de miles de afiliados, y la nueva organización en las fábricas estaba en horas bajas. Donde sigue estando hoy. Seguimos intentando organizarnos en la industria manufacturera, pero prácticamente todos los resultados se obtuvieron en otros sectores. Cuando me jubilé de la UE en 2013, después de veinticinco años, ya éramos un sindicato mayoritariamente no manufacturero. No había alternativa.
Hoy en día, la UE ha experimentado un importante renacimiento con la incorporación de más de 35 000 trabajadores del ámbito de la educación superior. En 1996, organizamos por primera vez a los trabajadores graduados y de investigación en Iowa, y hoy en día la UE está compuesta por trabajadores de siete sectores industriales diferentes, siendo el grupo de la educación superior, con diferencia, el más numeroso. Y debo señalar que hoy, a mediados de 2025, UE vuelve a ser más grande que la IUE, el sindicato de derecha creado en 1949 con el único objetivo de destruir UE. Los fragmentos de la menguante IUE se fusionaron con la CWA hace unos veinte años. Han rechazado nuevas organizaciones importantes, y fue en algún momento de los últimos dos o tres años cuando UE los superó. Ojalá las decenas de miles de víctimas de la IUE, ahora desaparecidas, pudieran ver este día.
La UE es conocida hoy en día por muchas cosas, siendo su carácter izquierdista quizás uno de los aspectos más conocidos. Pero lo realmente sorprendente es que la UE ha sobrevivido y se está reconstruyendo. La mayoría de los sindicatos en dificultades simplemente se disuelven y se fusionan con otro sindicato, y nunca más se vuelve a saber de ellos. Estábamos decididos a sobrevivir y a preservar lo mejor posible los principios de izquierda y de gestión por parte de los afiliados del sindicato. Todos los estudiantes serios de ciencias del trabajo deberían examinar la UE por su historia, su carácter, sus métodos de negociación y de relación con los empleadores, y sus posiciones políticas. Si hoy en día estás afiliado a un sindicato, mirando la situación actual, te diría que es mejor que estudies cómo la UE sufrió golpes inmensos durante décadas y, de alguna manera, ha sobrevivido. Y ahora ha vuelto a crecer, sin recurrir a trucos como las fusiones sindicales que se etiquetan como «nueva organización». La UE desafía las convenciones y demuestra una y otra vez que realmente existe una alternativa al modelo sindical empresarial fallido con el que todos estamos cargando hoy en día.
MY: Has pertenecido y trabajado para otros sindicatos, y has sido un organizador exitoso en todos los lugares a los que has ido. También ha formado a muchos organizadores. Ofrezca a los lectores un resumen de sus actividades de organización, incluidas las recientes a través de sus escuelas de organización sindical. ¿Cómo ha logrado el éxito? ¿Cuál es su secreto, por así decirlo? ¿Por qué los trabajadores son receptivos a lo que hace? ¿Por qué no hay muchos más como usted, ya que, si los hubiera, quizá ahora estaríamos asistiendo a la revitalización de nuestro movimiento sindical?
CT: He pertenecido a cuatro sindicatos a lo largo de cuarenta y seis años en el movimiento sindical: ATU, UFCW (United Food and Commercial Workers), SEIU y UE. Todos ellos son sindicatos muy diferentes. Mi breve etapa en la UFCW fue como salinero de éxito, y mi breve paso por la SEIU se caracterizó por impulsar el sindicato local reiniciando su nueva organización y añadiendo casi 500 nuevos miembros. En 2013 me jubilé de UE y volví a unirme a ATU después de una pausa de veintinueve años desde que había sido miembro en Florida. Larry Hanley, un conductor de autobús de la ciudad de Nueva York y una fuerza decidida a revitalizar ATU, fue elegido presidente de ATU y me reclutó para poner en marcha su departamento de movilización y reiniciar su nueva organización. Mi etapa en ATU fue un torbellino. Puse en marcha la nueva organización y hoy la ATU cuenta con el mayor número de afiliados en sus 133 años de historia. Se han incorporado casi 10 000 nuevos miembros gracias a la victoria en más de 235 campañas en Estados Unidos y Canadá. Además, hemos creado un aparato de campaña que ahora permite al sindicato llevar a cabo acciones de apoyo a la negociación y a la lucha en huelga, y defender a los trabajadores del transporte público de los ataques políticos.
Casi un tercio de ese éxito organizativo se ha producido en el sur. La AFL-CIO es muy consciente de este éxito, pero hoy se mantiene acampada en varios estados del sur, afirmando que está «organizando». Deberían echar un vistazo a las experiencias de ATU en el sur, pero no lo harán. Están ocupados gastando mucho dinero, organizando poco y continuando diligentemente la tradición de la AFL-CIO de organizar fracasos. Durante mi etapa en la ATU, también logramos una de las mayores victorias contra la privatización del transporte público cuando derrotamos la privatización de 175 operadores de autobuses aquí, en Washington D. C. Y conseguimos que volvieran a la agencia de transporte público. Lo hicimos tras una huelga de 84 días en 2019, precisamente en Lorton, Virginia. Seguimos un plan inicial ideado por el presidente de la ATU, Larry Hanley, yo mismo y mi compañero Todd Brogan. La gran sección local 689 de la ATU en Washington D. C. se ganó a nuestro lado tras una resistencia inicial. El audaz objetivo de Hanley era intentar conseguir la revocación de la privatización en algún lugar y luego lanzar este movimiento en otros lugares para combatir y revertir el cáncer de la privatización que se estaba extendiendo en el sector del transporte público. Pero falleció antes de que la campaña alcanzara el éxito definitivo, y su sucesor abandonó inmediatamente cualquier idea de continuar con esta labor. Hoy en día, es como si esta notable victoria nunca hubiera tenido lugar. Cuando decidí jubilarme de la ATU en 2022, esta fue una de las razones. Los dirigentes posteriores a Hanley están bastante satisfechos con la privatización. El letargo y la estrechez de miras de los sindicatos empresariales se manifiestan de muchas formas, siempre a expensas de las bases.
Mi hazaña más notable en la ATU fue cuando Larry Hanley, yo mismo y el veterano organizador Richard Bensinger pusimos en marcha una escuela de organización sindical a finales de 2017. Necesitábamos un medio para formar a los líderes de la ATU y a los responsables locales para ampliar el nuevo programa de organización. Bensinger planteó la idea de que la formación se llevara a cabo en el marco de una colaboración entre varios sindicatos para fomentar el «salado» como herramienta de organización. Cada sindicato participante podía contar con la experiencia global del colectivo de voluntarios para diseñar sus propias campañas. Varios sindicatos, entre ellos la ATU, lograron organizar nuevos locales a través de la escuela y, en 2020, incluso bajo la sombra de la pandemia, Bensinger y Workers United, Rochester, Nueva York, Joint Board lanzaron lo que se convirtió en Starbucks Workers United. Se reclutaron «saladores» y se les envió a tres tiendas de Starbucks en Búfalo, Nueva York, donde se ganaron las tres primeras elecciones de la NLRB a finales de 2020. A mediados de 2025, más de 600 tiendas de Starbucks se han organizado a través de elecciones de la NLRB. Todavía me sorprende pensar que ese impulso es en gran medida fruto de la escuela de organización autogestionada que construimos bajo el paraguas de la ATU. Trabajé para que se reimprimiera la obra completa de William Z. Foster, American Trade Unionism, para utilizarla en la escuela. Desde entonces, se han utilizado casi mil ejemplares del libro de Foster con los trabajadores de Starbucks y en otras 250 campañas en el lugar de trabajo.
Lo que es aún más sorprendente que el éxito histórico del movimiento Starbucks es la casi total falta de interés del resto del movimiento sindical por este auge real. La AFL-CIO no tiene ningún interés en escuchar los detalles de cómo se organizó la escuela, el salteo y la campaña inicial. He hablado personalmente con los máximos dirigentes de 15 sindicatos para intentar convencerlos de que se sentaran una hora a escuchar cómo se puso en marcha la escuela y cómo se llevó a cabo el salteo. Nadie aceptó. Esta misma falta de interés casi total se extiende a los programas académicos sobre trabajo y al mundo de las organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas al trabajo. Se podría pensar que la historia de cómo se inició una de las campañas más exitosas de las últimas décadas sería una curiosidad. Pero no es así. Afortunadamente, he tenido un éxito considerable con los trabajadores jóvenes, algunos sindicatos locales de diversos sindicatos y organizaciones de izquierda que han escuchado la historia de cómo iniciamos la escuela de organización y, por extensión, el movimiento Starbucks. A través de unas 125 sesiones y reuniones diferentes por Zoom, he difundido la historia y he promocionado el libro de Foster. Muchos de los participantes acuden a una de las escuelas de organización que dirijo o en las que imparto clases, y decenas de ellos se han convertido en voluntarios en campañas de diez sectores diferentes.
MY: Siguiendo con la pregunta anterior, el movimiento sindical sigue perdiendo terreno y la mayoría de los sindicatos hacen muy poco por organizar a los trabajadores. Tampoco hacen nada para educar a sus miembros, especialmente para enseñar a los trabajadores la verdad sobre la economía política en la que tiene que operar el movimiento obrero. Sin embargo, algunos académicos y organizaciones y revistas populares siguen afirmando que se está produciendo un resurgimiento del movimiento obrero estadounidense. Cada huelga, cada vez que un «disidente» gana un alto cargo en un sindicato, cada nuevo contrato se recibe con alegría sincera y como una señal de que vendrán cosas buenas. ¿Cuál es su valoración del movimiento sindical estadounidense? ¿Por qué, dado que los hechos no se corresponden con este optimismo, seguimos viendo lo que podríamos llamar una escuela de información y comentarios «solo buenas noticias»?
CT: Hemos entrado en un periodo en nuestro movimiento sindical en el que el declive, la decadencia, el estancamiento y el liderazgo tímido se han formalizado. El «liderazgo» actual en muchos sindicatos es, en el mejor de los casos, una capa administrativa: funcionarios que se ocupan cuidadosamente del declive, manteniendo las cosas en su sitio mientras nos empujan hacia el olvido. Hay ejemplos contrarios, pero no muchos en mi experiencia. Nuestra prensa de izquierda y sindical también sufre durante este periodo, ya que cada vez son más los escritores que se dan a conocer sin tener prácticamente ninguna experiencia significativa en el ámbito sindical. Tenemos que tener cuidado de no culpar a los inexpertos, especialmente en una época en la que es difícil, y a veces imposible, adquirir experiencia real. Pero no debemos excusar a los editores de estas publicaciones, que se dedican a llenarlas con todo tipo de «buenas noticias». Hay gente que escribe artículos e incluso libros enteros sobre la nueva organización actual y que, en toda su carrera, ha organizado a pocos trabajadores nuevos, si es que ha organizado a alguno. Pongo el ejemplo de alguien que tiene un problema con el coche: ¿cuántos de nosotros llevamos el coche al taller y le decimos al jefe de taller que nos envíe al «mecánico» con menos experiencia para que nos lo arregle? Es evidente que es absurdo si lo pensamos así, pero así es como la mayoría del personal sindical organiza su trabajo, y sin duda se aplica a la forma en que se selecciona a muchos de nuestros escritores de izquierda. Y para colmo, parece que hay poca o ninguna curiosidad o deseo de salir a buscar a las personas que están realizando, o han realizado, el difícil trabajo de organización. Y realmente analizar cómo están ganando las campañas que están llevando a cabo. Los líderes de nuestro movimiento se limitan a poner el sombrero de «organizador» a casi cualquiera, ofrecen poca orientación y aún menos formación, y luego contratan a otra tanda de «organizadores» cuando estos dimiten o son despedidos.
Este estado del periodismo laboral tampoco informa muy bien. ¿Quién es Liz Shuler, la directora de la AFL-CIO? Por supuesto, es una pregunta capciosa, ya que es una de las «líderes» sindicales con menos experiencia de la historia en su nivel. Se le concedió el puesto más alto del movimiento sindical sin tener prácticamente ninguna experiencia sindical digna de mención. Escribir sobre ello supongo que explicaría en gran medida cómo hemos llegado a la situación en la que nos encontramos, pero Dios nos libre de decir algo desagradable sobre «la primera mujer» que dirige la federación sindical. La realidad es que hay 10 000 mujeres sindicalistas ahí fuera, luchando en las fábricas, ganando reclamaciones, liderando, negociando, haciendo huelgas y organizándose. Pero, al parecer, ninguna de esas cosas son requisitos para ocupar el puesto más alto de la federación sindical hoy en día. Cualquiera de ellas podría superar a Shuler.
Todo el mundo se queda boquiabierto cuando aparece una nueva cara sindical de aspecto o discurso progresista, pero ¿quiénes son? ¿Qué han hecho realmente en su carrera sindical? La mitad de los artículos sobre sindicatos que se escriben hoy en día son solo palabrería, pequeños reportajes episódicos sobre la aprobación de resoluciones, anuncios rápidos de eventos puntuales con poco contexto para los lectores o crónicas de viajes sindicales que repiten lo obvio. Culpo a los editores, si es que hay alguno, por esta oferta tan pobre. Por supuesto, no dejemos que los sindicatos se salgan con la suya. Sus informes y artículos, si es que existen de forma sustancial, son a menudo vergonzosos. La mayoría de los sindicatos no producen reportajes ni investigaciones sustanciales. Sus sitios web tienen un contenido mínimo. La historia de los sindicatos que han luchado durante más de 100 años se resume en dos párrafos, como mucho.
Soy un ferviente promotor de los libros sobre trabajo y de una lectura más profunda de nuestra rica historia de lucha del movimiento obrero, y diría que el 95 % de los libros que vendo y promuevo son completamente desconocidos para los lectores. Los sindicatos, con pocas excepciones, no hacen nada para educar a sus miembros de manera significativa. Y ciertamente no hay ningún debate sobre los desastres que estamos viviendo, ni ninguna explicación sobre cómo el Partido Demócrata ha participado sistemáticamente en nuestra destrucción, preparando literalmente el terreno para Trump. Las convenciones y reuniones sindicales son hoy en día escasas y se reducen al mínimo para dar cabida únicamente a los líderes en el poder. Y no olvidemos las generosas recepciones y las visitas al casino. El dinero que se gasta hoy en día en cualquier convención sindical importante podría duplicar la nueva organización de docenas de sindicatos. Esto es un desastre en muchos sentidos, y no debe minimizarse. No es de extrañar que tengamos muchos miembros vagando aturdidos, o que, si no lo están, piensen que estamos avanzando porque leen en Internet alguna noticia sobre alguna victoria incidental en algún lugar. La realidad es que los sindicatos en Estados Unidos siguen siendo aplastados en todos los frentes. No podemos hacer frente a nuestras numerosas crisis por muchas razones, entre ellas la escasa comprensión de la gravedad real de nuestra situación.
MY: Huelga decir que hay muchos sindicatos que necesitarían un nuevo liderazgo. Sin embargo, quienes defienden a los disidentes sindicales casi nunca se preguntan: ¿cambio para qué? Lo mismo ocurre con la organización. César Chávez y los líderes de la UFW tuvieron períodos de éxito y enseñaron a otros a organizarse. Pero ¿y después? ¿Qué hay de construir un movimiento sindical radical como objetivo, incluso mientras se lucha por mejores condiciones laborales, mejores salarios, jornadas más cortas, etc.? ¿Cómo podemos evitar crear instituciones y elevar a líderes que, al final, se niegan o fracasan a la hora de desafiar los cimientos más críticos de la sociedad capitalista? El capitalismo tiende a crear y moldear, en efecto, a las personas y las instituciones que necesita para reproducirse. ¿Cómo se puede desafiar esto?
CT: Muchos de los principales líderes sindicales están en gran medida satisfechos, engreídos e inmunes a los desafíos en la mayoría de los casos. Construyen maquinarias de personal y amiguismo para mantenerse en el cargo. Ganan doscientos, trescientos, cuatrocientos mil dólares al año, y en poco tiempo se convierten en millonarios. Harán cualquier cosa, y me refiero a cualquier cosa, para mantener esos puestos de trabajo. Incluso los mejores líderes sindicales me parecen abrumados, aislados de las ideas externas y simplemente avanzando a trompicones, reaccionando y sin liderar. Trabajando sin descanso hasta que llega su jubilación. El llamado movimiento «Change-to-Win» (Cambiar para ganar) de hace veinte años fue liderado por algunos de los millonarios sindicales. Fuera lo que fuera, fue un fracaso monumental. Todos tuvimos que ser testigos de ese enorme alboroto que duró varios años solo para volver a aprender que los regímenes de liderazgo y personal altamente remunerados son incapaces de reformarse a sí mismos. Hay más vida política a nivel local, y es allí donde deben dedicar su tiempo los elementos honestos y la izquierda. Necesitamos que la izquierda se sumerja y aprenda cómo funcionan realmente estos sindicatos y luego se presente a las elecciones. Los puestos de personal a cierto nivel pueden permitir ejercer influencia, pero no lo suficiente como para alterar realmente el desastroso curso de los acontecimientos. También necesitamos llegar a los elementos «centristas» de la dirección sindical, esa amplia capa que está inquieta, preocupada por el declive, tiene algunos principios sindicales básicos y está dispuesta, en ocasiones, a apoyar los intentos de corregir el rumbo. El camino hacia el poder en estos sindicatos siempre ha sido una alianza de centroizquierda basada en principios. Los miembros apoyan abrumadoramente el cambio, el avance y, con frecuencia, incluso la lucha dura. Pero los elementos conservadores, los corruptos y los egoístas de la dirección quieren aferrarse al poder y al dinero. Y no construiremos el impulso necesario para expulsar a esos elementos de los sindicatos corriendo por ahí gritando sobre cuestiones políticas ajenas al lugar de trabajo, aprobando interminables resoluciones o sin hacer nada del trabajo necesario. Nuestros sindicatos necesitan desesperadamente un renacimiento de la organización y el reclutamiento, algo que la dirección actual quiere evitar a toda costa. Si es que lo piensan siquiera. Los miembros ven instintivamente la necesidad de incorporar a los no organizados a los sindicatos, no para hacerles un favor, sino para defender nuestra situación cada vez más débil. Una alianza de centroizquierda en el sindicato es el único camino a seguir para la nueva organización que se necesita. Dirijo regularmente escuelas de organización sindical y hay un interés enorme y creciente por parte de los trabajadores. El problema es que la mayoría de los sindicatos están centrados en sí mismos, algunos están dormidos y la mayoría están estructurados para ignorar a los que no pertenecen a ellos, como los no afiliados. ¿Y cuándo fue la última vez que los elementos de izquierda lanzaron el llamamiento de «¡organizar a los no afiliados!»? Nunca.
Lo mismo ocurre con lo que queremos en última instancia de este movimiento sindical. ¿Qué queremos al final de esta dura prueba? ¿Un trato ligeramente mejor en este juego amañado? ¿O qué tal «un salario justo por una jornada justa», la vieja mendicidad de la AFL? ¿Qué diablos significa «justo», de todos modos? ¿No queremos algo más grande, algo que derribe este sistema podrido? Me sorprende lo tímidos, lo estrechos y lo dóciles que son los sindicatos. ¿Cómo vamos a superar el 80 % restante del mandato de Trump con esta mentalidad? ¿Intentando razonar con un poder corporativo sin control? ¿Confiando en jueces sospechosos y demócratas fracasados? Será mejor que pensemos más detenidamente en la necesidad no solo de desafiar este sistema, sino de sustituirlo.
MY: Como ejemplo de las luchas de un sindicato destacado en la actualidad, tú y yo hemos mantenido correspondencia sobre la situación del sindicato United Auto Workers. ¿Cómo explica sus dificultades actuales? Shawn Fain, el presidente del sindicato, ha sido un héroe de la izquierda socialdemócrata. Según el presidente de The Nation, Bhaskar Sunkara, que también es propietario de la revista Jacobin, ha declarado a Fain «la mayor voz de los trabajadores» y ha aplaudido el apoyo de Fain a la simplista política arancelaria de Trump. Sin embargo, ahora algunos acusan a Fain de dirigir el UAW de manera dictatorial, sin mucho que mostrar en términos de organización y formación de los miembros. ¿Qué opina usted de todo esto?
CT: El UAW se encuentra en su actual dilema debido a la intervención del Gobierno federal y a unas elecciones a la dirección impuestas por decreto gubernamental. La corrupción ideológica de la «cooperación entre trabajadores y patronal» descontrolada acabó creando una podredumbre que se extendió por todas las capas de la dirección del sindicato del automóvil. ¿Es el Gobierno estadounidense la mejor fuerza para abordar un desastre como ese? Por supuesto que no. Pero, como en muchos sindicatos, no había ninguna posibilidad de que los afiliados encontraran los medios para limpiar la casa. Y cabe señalar que el mecanismo de control del gobierno federal lo pagan los miembros del UAW, otro precio que deben pagar los afiliados por el pésimo liderazgo de las últimas décadas. Cada año se pagan millones y millones de dólares por este control gubernamental. Imagínense: se descubre la corrupción y se procesa, y la «solución» es que el gobierno federal se entrometa todo el tiempo que quiera, ¡y todo lo pagan los afiliados!
Shawn Fain fue elegido hace varios años en medio de este enorme caos y derrotó a la vieja guardia, pero por muy poco. Se hace cargo de un sindicato afectado por todo tipo de corrupción, con un personal en el que muchos han estado relacionados con todo ello y con unos afiliados que, desde que se tiene memoria, nunca han tenido que desempeñar un papel importante en la gestión de su sindicato. Creo que lo hizo tan bien como cabía esperar con las negociaciones y la huelga de las tres grandes empresas automovilísticas en sus primeros meses, y el sindicato consiguió organizar la planta de VW en el sur. Son cosas importantes para cualquier líder sindical hoy en día. En cuanto a los medios de comunicación de izquierda y todo lo que dicen sobre el sindicato, yo descartaría la mayor parte sin más. La mayoría de estos escritores no tienen experiencia en la gestión de un sindicato, ni muchos de ellos tienen idea de la dinámica de este o de cualquier otro sindicato. Algunos de los que pensaban que Shawn Fain era una especie de fuerza de extrema izquierda están perdidos en su propia confusión. El intrusivo y perpetuo supervisor federal rara vez se menciona. Su trabajo consiste en ir de un lado a otro recogiendo quejas y reclamaciones incidentales, y luego informar de todo ello como si fuera algo sustancial. Es ridículo. Una cosa que el supervisor federal —o los periodistas de izquierda— no investigarán es el hecho de que el UAW ha perdido el 80 % de sus afiliados en los últimos 50 años. Todo ello en el tiempo que llevo activo en este movimiento sindical. ¿Es eso algo que debemos tener en cuenta? ¿O se trata de un ridículo «él dijo, ella dijo» anotado por el supervisor federal para poder alegar que se está gestando alguna actividad siniestra? Tenemos que tener en cuenta el papel irresponsable de estos supervisores federales en cualquier reflexión que hagamos sobre la situación actual del sindicato del automóvil.
Sí, tengo algunas opiniones sobre cómo ha actuado Fain, por supuesto que las tengo. Pero estoy deseando que el sindicato vuelva a algo parecido a un rumbo sostenible y relevante, para que el UAW pueda desempeñar un papel mucho más importante de forma positiva. Lo necesitamos. Necesitamos que el UAW vuelva a reforzar el frente organizativo. Pero todavía no lo veo. Veo algunas decisiones extrañas en materia de personal y pocos resultados, al menos hasta ahora. Aconsejaría a Fain que no se dejara arrastrar por la costumbre del personal de comentar todo. En cuanto a la locura arancelaria de Trump, dejemos algunas cosas claras. Los aranceles son un impuesto federal sobre las importaciones que supuestamente protege la industria nacional. El problema es: ¿qué es la industria «nacional»? Y todos sabemos, y Shawn Fain mejor que nadie, que las empresas «nacionales», como el resto, mienten, conspiran, se confabulan con empresas competidoras y gobiernos, y hacen cualquier cosa para obtener más beneficios. Así es como la industria automovilística estadounidense se ha reducido a lo que es hoy. Trump ha hecho tantas afirmaciones sobre los aranceles que se puede decir con seguridad que nadie sabe a qué atenerse. Se aplican, se retiran, se suben, se bajan… Es su estilo deliberado de confundir. El hecho es que pasarán meses y años antes de que esto se calme y sea posible ver su impacto real. El hermano Fain también se encuentra en un aprieto épico. Los demócratas han impuesto el libre comercio durante cuarenta años. Miren la evidente destrucción que ha sufrido nuestro sector manufacturero. ¿Cuántos puestos de trabajo se han perdido, quizá cincuenta millones en cincuenta años? Entonces llega Trump y le dice a la clase trabajadora que va a revertir esa situación. Si quieren saber cómo fue elegido Trump dos veces, lean la última página del discurso de Karl Marx sobre el libre comercio de 1848.
¿Se puede defender y reconstruir nuestra industria automovilística? Y si se reconstruye, aunque sea un poco, ¿estará organizada o desorganizada? ¿Y no tiene que lidiar el UAW con los aranceles de Trump, independientemente de su opinión al respecto? Una parte demasiado grande de los miembros del UAW apoya a Trump. O al menos lo hizo en las elecciones del año pasado. ¿Está abordando el sindicato esta cuestión? ¿Cómo? Y en cuanto a las fuerzas «reformistas» del UAW, las dos tendencias opuestas se han separado, y la organización que formó parte de la elección de Fain se ha disuelto. ¿Hacia dónde va todo esto ahora? Hay muchas preguntas aquí. Es hora de que todos dediquemos más tiempo a considerar todo el rompecabezas que supone la historia del UAW, en lugar de caer en las trampas baratas de Internet basadas en las artimañas del monitor federal. Es un buen consejo para muchas cosas.
MY: Cuando los sindicatos de izquierda, entre los que se encontraba la UE, fueron expulsados de forma desastrosa del CIO a finales de la década de 1940, el movimiento obrero estadounidense perdió sus fuerzas más progresistas. Aquellos que estaban a favor de la ampliación y la profundización de las mejores características del New Deal, la organización de los trabajadores del sur y la promoción de la solidaridad internacional de la clase obrera. No ha habido recuperación alguna. Siempre has mantenido tus principios radicales, comunistas y anticapitalistas, ya sea desempeñando tu papel en la construcción de un bloque de izquierda en los sindicatos, resucitando el pensamiento organizativo de William Z. Foster o promoviendo sin descanso la organización sindical nueva y ampliada. La solidaridad global ha estado notablemente ausente del movimiento obrero desde la expulsión de los sindicatos liderados por la izquierda. Los cuales, por cierto, tenían los convenios colectivos más progresistas. ¿Por qué la AFL-CIO actual es, para decirlo sin rodeos, tan políticamente retrógrada?
CT: William Z. Foster observó hace 100 años que el movimiento obrero estadounidense era pequeño, débil, disperso industrialmente y políticamente retrógrado. Sin embargo, vio que poseía inmensas posibilidades de avance, si se le impulsaba a la acción. Yo veo hoy una situación idéntica. También observó que «la izquierda debe hacer el trabajo». Durante mis muchos años en el movimiento obrero, he sido un comunista que, en su mayor parte, no ha ocultado sus ideas, aunque siempre he sido cauteloso. Hay que serlo. Quiero que las personas que trabajan conmigo sepan que la mayor parte de mi éxito y de mis contribuciones se deben a mi comprensión marxista subyacente de cómo funcionan realmente las cosas. Me parece curioso que tantos izquierdistas logren excluir el «comunismo» de su lista de creencias aprobadas, pero que, en un caso tras otro, tengan que confesar que es al movimiento comunista al que hay que atribuir tantos méritos. Se remontan a la década de 1930 y a los años de crecimiento explosivo del movimiento comunista, pero se niegan a adoptar las mismas metodologías para su trabajo actual. Sueñan despiertos con aquellas décadas de grandes avances de la clase obrera y luego aplican en sus luchas los mismos métodos vagos, difusos y poco científicos que los comunistas rechazan. No se trata de un defecto específico de Estados Unidos, pero sí es algo a lo que nos enfrentamos. Y, en mi opinión, es la razón por la que nuestra izquierda actual es incapaz de cristalizar, entre los varios millones de personas que tienen opiniones comunistas o socialistas, una forma organizativa que posea una estructura coherente o poder. Nuestro movimiento también se ve debilitado y mermado en su vigor y disciplina por la adicción a una miríada de políticas identitarias. Y con la mayor parte de la izquierda actual desconectada de los lugares de trabajo, tenemos poco contacto con la clase trabajadora que nos rodea. Todo el mundo quiere glorificarse en lo que nos divide, pero rara vez alguien se preocupa por explicar lo que nos une: el sistema de clases y la lucha de clases. En cuanto a la AFL-CIO, el año pasado la federación pagó mucho dinero a un consultor para que idease un nuevo eslogan. Se les ocurrió «Es mejor en un sindicato». Ahora están recorriendo el país en un gran autobús con el mismo lema. Supongo que la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, y el secretario tesorero, Fred Redmond, junto con diversos miembros del personal y funcionarios, están reuniéndose con afiliados en diferentes lugares. De acuerdo, los miembros aprecian la visita de los altos mandos, pero ya que «es mejor estar en un sindicato», ¿qué está haciendo la federación para llegar a los más de 100 millones de trabajadores que no están organizados? Que trabajan cada vez más para jefes dictatoriales. Que trabajan con pocos o ningún beneficio. Que trabajan para pagar su atención médica. Que no tienen pensiones de jubilación. Pero que apoyan abrumadoramente a los sindicatos, como demuestran las encuestas de opinión pública desde hace años. Bueno, la AFL-CIO no hace prácticamente nada para organizar a las masas no sindicalizadas. Esa es la labor de los sindicatos afiliados. ¿Y si se niegan a hacerlo? Entonces no se hace, como no se ha hecho durante muchas décadas. Sin embargo, los grandes del sindicato hablarán de una cosa en sus viajes en autobús, que es «¡Votad a los demócratas!». No importa que este «partido» demócrata corrupto y colapsado sea en gran medida el responsable de que Trump nos haya sido impuesto no una, sino dos veces.
MY: Una última pregunta: no cabe duda de que Estados Unidos avanza inexorablemente hacia el fascismo. Sin embargo, los sindicatos han hecho poco por resistir activamente lo que ha sido y será un desastre para los trabajadores. Los presidentes de dos sindicatos, la Federación Americana de Maestros (AFT) y la Federación Americana de Trabajadores Estatales, Municipales y del Condado (AFSCME), han dimitido recientemente del Comité Nacional Demócrata (DNC), presumiblemente en protesta por la débil respuesta del Partido Demócrata a las depredaciones de Trump. Ahora bien, podríamos preguntarnos por qué cualquier presidente de un sindicato sería miembro del DNC. Pero más allá de eso, estos dos «líderes» sindicales tienen salarios que superan con creces los 400 000 dólares al año. Y, que yo sepa, ninguno de los dos ha organizado jamás a un solo trabajador. No he encontrado ninguna prueba de que ninguno de los dos haya apoyado a Zohran Mamdani para alcalde de Nueva York. La jerarquía de la AFL-CIO ha mostrado poca intención de librar una batalla sin cuartel contra Trump y su legión de fascistas. En serio, ¿cómo puede ser esto?
CT: Cuando me jubilé de la UE en 2013, en mi último informe de la Convención como director de acción política —durante veintiún años—, les dije a los miembros sin rodeos que Obama ya había sido derrocado. Su gobierno ya no era el suyo. Era un traje de cartón que daba un discurso tras otro, pero los grandes intereses económicos, el ejército y las agencias de inteligencia estaban claramente operando para satisfacer sus propios intereses. Lo menciono porque Trump vuelve ahora al poder en un entorno en el que muchos de los cortafuegos y válvulas de seguridad que podrían proteger nuestros débiles procesos democráticos ya están cerrados. En cuanto a los trabajadores, ¿qué hemos hecho hasta ahora para resistir? Nos hemos retorcido las manos con los demócratas, hemos pagado un sinfín de demandas, hemos publicado cosas en las redes sociales y… ¿qué más? Hemos perdido al menos medio millón de afiliados sindicales solo en la administración federal. ¿Cuándo se pondrá en marcha el nuevo programa de organización y reclutamiento? No existe. No va a llegar. No de estos líderes sindicales. En cuanto a la tormenta en un vaso de agua que se ha desatado recientemente en Washington D. C. cuando los líderes sindicales de la AFT y la AFSCME abandonaron el Comité Nacional Demócrata (DNC), espero que vuelvan en breve. Los trabajadores no son nada sin los demócratas, y así es como les gusta a estos últimos. Las elecciones de Nueva Jersey y Virginia de este mes de noviembre pueden suponer un impulso para el Partido Demócrata, pero a Trump le da igual. Es obvio que planea ampliar su guerra unilateral contra los trabajadores, y los tribunales se lo van a permitir. Este tipo gobierna como cualquier jefe loco que los sindicatos ven a diario. Jefes que ignoran los contratos y hacen cosas ilegales. Porque saben que es poco probable que os rebeléis. Saben que el tiempo está de su parte, no de la nuestra. Controlan la mayoría de los aspectos de la situación. Así que, al igual que cuando esto ocurre en el contexto sindical, tenemos que reconsiderar toda nuestra posición, nuestra respuesta, nuestras tácticas. Necesitamos líderes sindicales que consideren respuestas audaces, respuestas militantes, tácticas que desafíen la sabiduría convencional.
Mis últimas reflexiones se centran de nuevo en la urgente necesidad de movilizar a los no organizados, de impulsarlos a organizarse y de ponerlos en confrontación directa con los empleadores. La incorporación de sangre nueva a los sindicatos actuará como catalizador en muchos sentidos, desestabilizará a los sindicatos osificados y abrirá la puerta a una posible revitalización. Se vislumbran enormes oportunidades para la izquierda, si decidimos adentrarnos en ese territorio. Pero nuestra izquierda actual es en gran medida alérgica al trabajo en los lugares de trabajo y en los sindicatos. En cambio, nos vemos arrastrados una y otra vez a proyectos inofensivos y que nos hacen sentir bien, muy alejados de los talleres, los garajes, las tiendas y las oficinas. Si vemos el ámbito sindical como un medio para enfrentarnos a los poderes económicos y, al mismo tiempo, llegar a las masas de la clase trabajadora, podríamos avanzar en la reconstrucción de un movimiento socialista sustancial.
En mi opinión, ahí es donde nos encontramos. Gracias por preguntar.
MY: Gracias, Chris. Espero que los lectores se tomen en serio las verdades que has expresado y empiecen a hacer el trabajo que hay que hacer. Hace 100 años, la afiliación sindical en el sector privado era más del doble que la actual en proporción al número de trabajadores asalariados. Y ahora los sindicatos del sector público están siendo objeto de un ataque despiadado. El futuro se presenta sombrío, a menos que se afronte la realidad. Te estamos muy agradecidos por intentar abrirnos los ojos.
Michael D. Yates es autor de numerosos libros sobre sindicatos, las condiciones de la clase trabajadora y el proceso laboral.
5. Los turcos en Trípoli.
Turquía sigue con su plan neootomano panturquista. Ahora, en el norte del Líbano.
https://thecradle.co/articles/turkiyes-plans-to-govern-tripoli-via-covert-ops-in-damascus
Los planes de Turquía para gobernar Trípoli mediante operaciones encubiertas en Damasco
Insatisfecha con su importante control sobre el norte de Siria e Irak, Ankara busca establecer una base política, de seguridad y económica en el norte del Líbano, mientras Beirut observa impotente.
Corresponsal de The Cradle en el Líbano
16 DE JULIO DE 2025
Mientras el Líbano se enfrenta a sus innumerables crisis internas y a las repercusiones geopolíticas de la reciente guerra entre Israel e Irán, Turquía se está expandiendo sigilosamente en territorio libanés, especialmente en la ciudad norteña de Trípoli y sus alrededores.
El proyecto de Ankara ya no se limita a programas de ayuda o educativos para las comunidades suníes favorecidas en el Estado libanés, sino que ahora abarca herramientas mucho más complejas: naturalización, divulgación religiosa, penetración en infraestructuras vitales y un aparato de seguridad gestionado directamente por la inteligencia turca que opera desde Damasco.
Una Trípoli dirigida desde Damasco
Fuentes de seguridad informan a The Cradle de que Trípoli, la ciudad más grande del norte del Líbano, es ahora una importante zona de influencia turca, gestionada y supervisada por la inteligencia turca a través de una oficina sobre el terreno con sede en la zona de Mezze, en Damasco. La operación está supervisada por el oficial turco A.S., que dirige una red de inteligencia sobre el terreno en Trípoli encargada de supervisar los acontecimientos en las calles, coordinar las actividades políticas y religiosas, recopilar información y establecer una base sostenible de poder blando turco en el Líbano.
Durante más de una década, Ankara ha estado acumulando infraestructura de poder blando en todo el norte del Líbano. Organizaciones como la Agencia Turca de Cooperación y Coordinación (TIKA) y la Fundación Diyanet han aumentado la presencia humanitaria, religiosa y educativa de Turquía, centrándose en las comunidades suníes empobrecidas de Trípoli, Minieh, Dinnieh, Akkar y otros lugares. Estas agencias proporcionan ayuda alimentaria y financiera, cientos de becas anuales y gestionan mezquitas, escuelas y centros culturales.
Pero la herramienta más delicada que han empleado es la concesión de la ciudadanía turca a cientos de familias libanesas, con el pretexto de su ascendencia otomana o turcomana. Esta práctica ha dado lugar a una población con doble lealtad —libanesa y turca— que Ankara puede activar en cualquier conflicto regional o interno futuro. Se trata tanto de una base de poder blando como de una palanca potencial de influencia política.
El brazo de seguridad: de Mezzeh a Trípoli
Pero detrás de la tapadera de las «agencias civiles» se esconde una operación de inteligencia turca cuidadosamente gestionada. Según fuentes de The Cradle, el oficial turco A.S., que dirige la estación de Siria, también supervisa un puesto de campo en Trípoli dirigido localmente por un hombre llamado M.S..
M.S. se mueve libremente por los barrios del norte de la ciudad y recibe apoyo logístico y técnico directo de Ankara, incluidos dispositivos de comunicación por satélite para eludir la interceptación de las redes libanesas.
También dirige una red de agentes locales, que trabajan en coordinación con estructuras sociales y religiosas bajo el paraguas de una figura conocida como A.A., que supervisa una red de divulgación religiosa en Bab al-Tabbaneh. Bajo la bandera del «islam turco moderado», esta iniciativa está construyendo en realidad una matriz comunitaria alineada con Ankara.
Los objetivos: el puerto, el aeropuerto y la refinería
Las ambiciones de Turquía en el norte del Líbano, al igual que en el norte de Siria e Irak, van mucho más allá de la influencia comunitaria; su objetivo es establecer y controlar infraestructuras estratégicas vitales:
En primer lugar, Ankara pretende transformar el puerto de Trípoli, uno de los más grandes del Mediterráneo oriental —más grande que el de Tel Aviv tanto en tamaño como en profundidad— en un centro logístico para transportar mercancías turcas a Siria y, potencialmente, a Irak. Las empresas turcas ya han expresado su interés en invertir y modernizar las instalaciones del puerto, situadas cerca de la frontera siria, para adaptarlas a las normas internacionales.
En segundo lugar, Turquía pretende reactivar la pista de aterrizaje del aeropuerto de Qlayaat, situado al norte de Halba, mediante financiación indirecta y presión política local. Su objetivo es establecer un corredor aéreo estratégico entre Turquía y el norte del Líbano, con posibles usos militares o logísticos en el futuro.
En tercer lugar, y quizás lo más peligroso de todo, Ankara está maniobrando para controlar la refinería de Beddawi, infrautilizada y que sigue conectada a los restos de la infraestructura del oleoducto transárabe (TAPLINE).
Construido en la década de 1940, el TAPLINE transportaba petróleo saudí a través del Levante hasta la costa mediterránea, desde Dammam hasta Sidón, pasando por Siria y el norte del Líbano, incluida la refinería de Beddawi. Aunque se cerró en la década de 1980, parte de la infraestructura sigue en pie, lo que convierte a la refinería en un nodo energético tentador para cualquier alternativa regional futura al transporte de petróleo desde el Golfo.
Para Ankara, controlar o incluso cogestionar esta instalación le otorgaría una participación estratégica en el sector energético del Mediterráneo oriental.
Las urnas libanesas: un nuevo campo de batalla turco-saudí
Con la retirada del Movimiento del Futuro del ex primer ministro Saad Hariri de la escena política libanesa y el deterioro del dominio saudí sobre la población suní del país, Turquía se está posicionando para obtener beneficios políticos en las próximas elecciones parlamentarias. Según fuentes de The Cradle, Ankara está respaldando a varios candidatos en Trípoli, Minieh y Akkar, algunos de origen tribal turcomano y otros formados políticamente y en medios de comunicación en Turquía.
El objetivo de Ankara no es solo conseguir escaños en el Parlamento, sino crear un bloque de presión leal que le permita manejar los hilos de la dinámica estatal libanesa, especialmente porque esta estrategia política complementa sus planes centrados en las infraestructuras en el norte.
En mayo de 2025, Abdullah Eren, jefe de la Presidencia de Turquía para los Turcos en el Extranjero y las Comunidades Afines (YTB), visitó las ciudades turcomanas de Akkar y Trípoli. Eren y el embajador turco Ali Baris Ulusoy visitaron un monumento conmemorativo del fallido golpe de Estado de 2016 en Kouachra, donde recitaron oraciones y recibieron una bienvenida heroica por parte de los lugareños.
«El Líbano tiene una importancia especial para Turquía, sobre todo porque los turcomanos libaneses son uno de los componentes auténticos del país», declaró Eren, anunciando que Ankara aumentaría las becas para los jóvenes de Kouachra.
El imán Sheikh Mohammad Mourab, en un discurso pronunciado en una mezquita de Bireh, afirmó: «Los musulmanes del Líbano se consideran parte de Turquía y siguen todos los acontecimientos que allí se producen». Las actividades de poder blando de Turquía en estas ciudades no son solo simbólicas, sino que pretenden cultivar un creciente sentimiento de afiliación turca entre los habitantes locales.
En el cálculo estratégico de Ankara, Trípoli no es solo una ciudad costera. Es la puerta norte del Levante, un flanco débil en el fragmentado sistema estatal libanés y una plataforma de lanzamiento hacia Siria, Irak y Jordania. El modelo refleja la actividad turca en el norte de Siria: gobernanza local, seguridad paralela y una economía vinculada a la lira turca.
Israel, por su parte, observa este cambio con inquietud. El puerto de Trípoli, más grande, más profundo y más ampliable que el de Tel Aviv, supone un riesgo estratégico, especialmente si se convierte en un centro logístico o de seguridad para la cooperación turco-iraní a través del corredor de Trípoli.
Red de influencia en el norte del Líbano
Desde la visita del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la aldea de Kouachra en 2010, una aldea con profundas raíces turcomanas, Turquía ha tratado la zona como una extensión natural de su propia esfera de influencia.
Según la información obtenida por The Cradle, la base de influencia que Ankara estableció allí sigue activa e intacta, ahora reforzada por un segmento significativo de ciudadanos libaneses que han adquirido la nacionalidad turca. Se estima que su número oscila entre 50 000 y 70 000.
Fuentes del norte del Líbano informan a The Cradle de que, en los últimos años, Turquía ha construido una red de relaciones de varios niveles. Algunos de estos vínculos eran temporales y transaccionales, mientras que otros han demostrado ser más estratégicos y duraderos, como la larga relación de Turquía con la familia Marabi, considerada un aliado clave de Ankara en la región.
Turquía también ha activado sus herramientas de poder blando a través de organizaciones como TIKA, que financia asociaciones e iniciativas locales. Su influencia social se extiende a través de figuras como Khaled Tadmari, así como de personas cercanas al diputado libanés Ihab Matar.
Con la caída del Gobierno del expresidente sirio Bashar al-Assad y el ascenso a la presidencia siria de Ahmad al-Sharaa, una figura respaldada por Turquía y antiguo jefe del ISIS, la influencia de Turquía en el Líbano ha entrado en una fase de «reposicionamiento estratégico», a la espera del momento adecuado para activarse en consonancia con los cambios regionales.
Aunque las actividades de Ankara han seguido siendo relativamente discretas en los medios de comunicación, el Estado libanés no ha ignorado estos acontecimientos. En 2020, el entonces director general de la Seguridad General libanesa, el general Abbas Ibrahim, presentó advertencias directas al Consejo Superior de Defensa, en las que destacaba la actividad turca e instaba a reforzar los controles sobre las operaciones extranjeras en territorio libanés, lo que supuso una alerta temprana sobre la posible expansión del papel de Turquía si no se controlaba.
¿«Bilad al-Sham» de nuevo?
Los medios de comunicación estatales turcos se refieren cada vez más al Líbano como parte de «Bilad al-Sham» (Gran Siria o Levante) en lugar de nombrar a los Estados-nación de la región. Un informe reciente de la agencia Anadolu, en referencia a un comentario del embajador estadounidense Thomas Barrack sobre la reincorporación del Líbano a la región del Levante, afirmaba:
«Históricamente, Bilad al-Sham se extendía desde los montes Tauro, en el sur de Turquía, hasta el desierto del Sinaí, en Egipto, y desde el Mediterráneo hasta el desierto iraquí… Durante las épocas islámicas, en particular los periodos omeya y abasí, el Líbano formaba parte de la provincia de Al-Sham… En la época otomana, el Líbano estaba dividido entre las vilayets (provincias) de Beirut y Damasco».
Estas referencias no son casualidad. Se hacen eco de la doctrina neo-otomana más amplia del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que busca restablecer la esfera de influencia de Turquía a través de herramientas no tradicionales: la educación, el comercio, la religión, la doble nacionalidad y la gobernanza localizada.
En un extraño giro geopolítico, las operaciones de Turquía en el norte del Líbano se dirigen desde Damasco, gracias a una operación militar respaldada por Turquía para derrocar al Gobierno de Assad. Su destitución en diciembre de 2024 permite ahora la existencia de un centro de mando turco en Mezze, que cuenta nada menos que con actores libaneses locales. Esto supone un cambio profundo: Ankara ya no se limita a observar el Líbano, sino que lo está configurando sobre el terreno.
Sin una estrategia libanesa cohesionada para frustrar las agresiones abiertas y encubiertas de sus vecinos más grandes, y en ausencia de contrapesos árabes, Beirut podría despertar pronto a una nueva realidad: su región norte está siendo administrada según una agenda extranjera, y sus instalaciones estratégicas están siendo aprovechadas para ambiciones regionales que no pasan por la capital libanesa.
6. Moldavia como ejemplo para la UE.
Otro país al que hemos llevado la «democracia europea» es Moldavia. Y así están las cosas…
https://www.thomasfazi.com/p/moldova-pro-eu-government-turns-increasingly
Moldavia: el Gobierno proeuropeo se vuelve cada vez más autoritario
La UE está interfiriendo activamente en los asuntos internos del país, tolerando la violencia y la represión estatales cuando ello sirve a sus objetivos de expansión y consolidación de su influencia.
Thomas Fazi
16 de julio de 2025
Traducción de un artículo de Gert-Ewen Ungar publicado originalmente en alemán en NachDenkSeiten.
A principios de julio se celebró en la capital moldava, Chisinau, la primera cumbre entre la UE y Moldavia. Además de la presidenta moldava, Maia Sandu, asistieron a la cumbre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
La cumbre duró poco más de dos horas. Sin embargo, este breve tiempo fue suficiente para presentar a Moldavia un generoso regalo en efectivo. Moldavia recibirá 1900 millones de euros en los próximos años. Según Adam Riese, esto equivale a unos 792 euros para cada uno de los 2,4 millones de moldavos. La UE ya había acordado este regalo a Moldavia en marzo. Ahora, la entrega del primer tramo se ha celebrado con gran pompa y solemnidad.
El dinero se destinará a financiar la aplicación de reformas que integrarán más estrechamente a Moldavia en las estructuras de la UE. En la cumbre se desembolsaron directamente 270 millones de euros. Esta cantidad se destinará a financiar un hospital y a ayudar a los consumidores de electricidad ante los elevados precios de la energía. Von der Leyen prometió también otras ventajas. Por ejemplo, las remesas de dinero a sus países de origen de los moldavos que trabajan en la UE serán más baratas. La UE también quiere abaratar las llamadas telefónicas desde los países de la UE a Moldavia integrando al país en la red de itinerancia de la UE.
Junto a todos estos regalos y beneficios, hay, por supuesto, una advertencia: Rusia pretende desestabilizar Moldavia e interferir en las elecciones parlamentarias previstas para septiembre.
Esto también explica por qué la UE está colmando actualmente a Moldavia con su cornucopia de ayuda. Se trata de una injerencia activa antes de las elecciones. La UE está haciendo abiertamente lo mismo que acusa a Rusia. Von der Leyen y sus colegas están tan convencidos de su propia legitimidad en esta injerencia que ya ni siquiera se dan cuenta de la flagrante contradicción. En Bruselas, existe la certeza absoluta de que la UE no solo tiene derecho a vincular más estrechamente a Moldavia a sí misma en el plano económico, sino también a integrarla en las estructuras de seguridad y defensa de la UE, incluso si ello provoca a Rusia. Por su parte, se espera que Rusia simplemente acepte la desestabilización de la arquitectura de seguridad europea. La UE está dispuesta a convertir Moldavia en una segunda Ucrania.
Para ello, se debe apoyar y perpetuar la controvertida política de la UE del Gobierno cada vez más autoritario de Maia Sandu. Sin embargo, es dudoso que esta política redunde en interés de la mayoría de los moldavos. En un referéndum celebrado el pasado mes de octubre, una mayoría muy ajustada votó a favor de la integración en la UE, pero el 50,46 % de votos a favor solo se consiguió mediante la discriminación sistemática de la diáspora que vive en Rusia y el trato preferencial simultáneo de los moldavos que viven en la UE. Para el millón de moldavos que se calcula que viven y trabajan en Rusia, solo hubo dos colegios electorales y un número insuficiente de papeletas.
También es cuestionable si los moldavos tendrán realmente algo por lo que votar en septiembre. El partido opositor del empresario Ilan Șor ya fue prohibido en 2023. La gobernadora de la región autónoma de Gagauzia, Evghenia Guțul, se encuentra bajo arresto domiciliario y la fiscalía pide nueve años de prisión por financiación ilegal de actividades políticas. El modelo «rumano» está sentando precedente.
Guțul también pertenecía al partido de Șor. Desde entonces se ha formado una alianza opositora, Pobeda (Victoria), que también incluye a Ilan Șor y Evghenia Guțul. Debido a la creciente represión en Moldavia, el congreso de la alianza opositora se celebró en Moscú a principios de julio. La alianza tiene la intención de participar en las elecciones parlamentarias de septiembre, pero da por hecho que las autoridades excluirán a Pobeda de las elecciones. Pobeda tiene como objetivo promover las buenas relaciones con Rusia y la integración de Moldavia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). Además de Rusia y Bielorrusia, la alianza de defensa incluye actualmente a Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. Esto es, por supuesto, exactamente lo contrario de lo que persigue la UE. Por lo tanto, es más que probable que se prohíba el bloque del partido.
La postura proeuropea de Sandu está provocando cada vez más protestas, a las que la policía responde con creciente brutalidad. El ejemplo más reciente es la violencia policial contra los manifestantes que intentaban impedir una marcha del Orgullo Gay.
La UE también promueve la presencia de sus valores en Moldavia y apoya a las organizaciones LGBT, sin tener en cuenta las sensibilidades locales, las tradiciones y los sistemas de valores establecidos. Una marcha del Orgullo Gay prevista para junio fue inicialmente prohibida por el alcalde de la capital, Chisinau. Sin embargo, la presidenta Maia Sandu la aprobó. Al mismo tiempo tuvieron lugar otros dos actos: una procesión ortodoxa y una manifestación en defensa de los valores familiares tradicionales. Después de que los cristianos ortodoxos intentaran impedir que se celebrara la manifestación del Orgullo LGBT, se utilizó una violencia policial masiva contra ellos y, en última instancia, contra los manifestantes en defensa de los valores familiares.
Es dudoso que estas acciones aumenten la simpatía de los moldavos hacia la UE. El hecho de que Sandu recurra a tales medidas sugiere que cree contar con el apoyo suficiente para impulsar su curso de integración en la UE, incluso en contra de la voluntad del pueblo moldavo.
En Moldavia vemos con lupa el camino que está tomando la UE. La UE está interfiriendo activamente en los asuntos internos del país, tolerando la violencia y la represión estatales cuando ello sirve a sus objetivos de expansión y consolidación de su influencia. La presidenta Maia Sandu se está alejando cada vez más de la democracia y del Estado de derecho. Sin embargo, esto no solo cuenta con la aprobación de Bruselas, sino que se apoya activamente. De este modo, Moldavia se convierte en un modelo para el futuro de la UE.
[Actualización: el 15 de julio, el Consejo Europeo impuso medidas restrictivas contra el bloque político Victory/Podeva y varios colaboradores cercanos de Ilan Șor. Las personas incluidas en la lista están sujetas a una congelación de activos. También se prohíbe poner a su disposición fondos o recursos económicos, ya sea de forma directa o indirecta. Además, se aplica una prohibición de viaje a las personas físicas incluidas en la lista, lo que les impide entrar y transitar por el territorio de la UE].
7. Sin perdón.
Se acaba de morir uno de esos despreciables generales que han dirigido Nigeria casi ininterrumpidamente desde su «independencia». No me interesa lo más mínimo su vida, pero este repaso sirve para conocer mejor la evolución de ese país.
https://newleftreview.org/sidecar/posts/the-general
El general
Adewale Maja-Pearce
16 de julio de 2025
El general de división Muhammadu Buhari, fallecido este mes en un hospital de Londres a los 82 años, saltó a la fama internacional el último día de 1983, cuando él y su adjunto, el general de división Túndé Ìdíàgbọn, derrocaron la Segunda República Nigeriana de Alhaji Shehu Shagari. La razón oficial del golpe fue el «liderazgo inepto y corrupto» del régimen, personificado en Umaru Dikko, jefe del grupo de trabajo presidencial sobre el arroz, que él mismo acaparaba este cereal para inflar artificialmente su precio y había declarado que los nigerianos no podían considerarse realmente pobres, ya que «no habían llegado al punto de comer de los cubos de basura». Aunque en aquel momento se sabía poco sobre Buhari, fue bien recibido por una población desilusionada con la versión de la democracia de Shagari y que aún no comprendía la verdadera naturaleza del régimen militar. La nueva junta afirmó su diferencia con el antiguo régimen liberando las reservas acaparadas por Dikko.
Nacido en 1942, hijo de un jefe local musulmán en Daura, en el extremo noreste del país, Buhari era el vigésimo tercer hijo de su familia. Asistió a la escuela coránica y ayudó a criar ganado (una afición que mantuvo durante toda su vida). Aunque en un principio quería estudiar medicina, la única opción en el país en aquel momento era la farmacología, un campo en el que le habría llevado muchos años obtener la titulación, por lo que le convencieron para que se alistara en el ejército y continuara allí su educación. Hombre adusto y poco dado a sonreír en público, Buhari no tardó en mostrar sus cartas al llegar al poder. No perdió tiempo en lanzar la llamada «guerra contra la indisciplina», en la que soldados listos para el combate azotaban en las calles a personas por delitos como orinar en público o no hacer cola en la parada del autobús. Estas duras medidas no eran nada nuevo: Nigeria había sido durante mucho tiempo un Estado semimilitarizado diseñado por los colonos británicos para controlar una amalgama indisciplinada de religiones mundiales (el cristianismo y el islam practicados en proporciones aproximadamente iguales) y 350 grupos étnicos (de los cuales tres representaban más de la mitad de la población total). Se pensaba que esta nación fragmentada solo podía mantenerse unida por la fuerza de las armas, independientemente del color del Gobierno.
Sin duda, Buhari aportó más disciplina a la esfera pública, recortando el número de ministerios y altos funcionarios, así como de altos mandos de la policía y la marina que se consideraban obsoletos. Sin embargo, la junta era más conocida por su tendencia represiva. Prohibió tanto la Asociación Médica Nigeriana como la Asociación Nacional de Estudiantes Nigerianos, y promulgó el Decreto n.º 4 sobre los funcionarios públicos, que tipificaba como delito la publicación en la prensa de cualquier información, verdadera o falsa, que pudiera «ridiculizar o desacreditar al Gobierno o a un funcionario público». En caso de condena, la editorial podía ser prohibida y los periodistas encarcelados hasta dos años. El Decreto de Seguridad del Estado n.º 2 de 1984 permitía la detención renovable durante tres meses, a discreción exclusiva de Ìdíàgbọn, de cualquier persona acusada de «contribuir a la adversidad económica de la nación», mientras que el Decreto 20 sancionaba la ejecución retroactiva por fusilamiento de tres hombres: Lawal Ojúọlápé, de 30 años, Bartholomew Owoh, de 26 años, y Bernard Ògèden`gbé, de 29, condenados por posesión de drogas, a pesar de que este delito no se castigaba con la pena de muerte en aquel momento. Los asesinatos provocaron una ola de indignación tanto en el país como en el extranjero, pero Buhari no se inmutó.
Solo hicieron falta veinte meses para que Buhari fuera derrocado, entre aclamaciones populares, por el carismático general de división Ibrahim Babangida. El líder derrocado fue detenido durante tres años en un bungaló vigilado en Benin City, tras lo cual se retiró a su ciudad natal. Sin embargo, quienes celebraron su derrocamiento pronto se verían decepcionados. IBB, como se le conocía, se ganó la popularidad derogando el Decreto n.º 4, liberando a los periodistas detenidos bajo el régimen de Buhari y prometiendo el retorno al régimen civil. Pero no derogó el Decreto n.º 2. Al contrario, duplicó el período de detención de tres a seis meses y comenzó la práctica de asesinar a los disidentes, entre ellos el periodista Délé Gíwá, que fue asesinado por un paquete bomba enviado a su casa un domingo por la mañana. IBB también llevó la corrupción a un nuevo nivel, sobre todo con un decreto que le permitía utilizar el Banco Central de Nigeria para desviar 4000 millones de dólares de las ventas de petróleo tras el auge del crudo en la década de 1990.
Tras ocho años en el cargo, Babangida se vio finalmente obligado a «apartarse» en favor de su adjunto, el general Sanu Abacha, quien sacó del ostracismo al resentido Buhari al nombrarlo ministro de Asuntos Petroleros (cargo que ya había ocupado a mediados de la década de 1970 bajo el mandato del entonces general Olúṣẹ́gun Ọbásanjọ́). Esto le dio la oportunidad de saquear a su antojo. Curiosamente, sin embargo, no hay pruebas de que hiciera nada por el estilo. Un informe de New African elogiaba los niveles de transparencia de su departamento como un «caso de éxito» poco común. Como el propio Buhari comentó más tarde: «Llegué a este mundo sin nada y me iré sin nada. ¿Por qué iba a robar?». No fue así en el caso de Abacha, que se enriqueció con 5000 millones de dólares escondidos en cuentas bancarias suizas con la ayuda de los famosos hermanos Chagoury, sus recaudadores libaneses, antes de cometer el error fatal de supervisar el asesinato judicial de Ken Saro-Wiwa, activista medioambiental y escritor, tras un juicio irregular, lo que provocó una reacción internacional que desestabilizó el régimen. En 1998, tras cinco años en el poder, Abacha vio las señales y trató de organizar elecciones para civilizarse, en consonancia con el nuevo imperativo de la posguerra fría. Pero murió en circunstancias misteriosas antes de las votaciones, aparentemente a manos de dos prostitutas indias traídas para asesinarlo.
Con el retorno a la democracia (o lo que se hace pasar por tal) en 1999, Buhari mantuvo inicialmente un perfil bajo, tal vez por respeto a su antiguo jefe, Ọbásanjọ́, para quien se amañaron las elecciones con el fin de proporcionar una especie de continuidad, cambiando el caqui por el agbada. Pero resurgió para disputar las elecciones generales de 2003 y 2007, perdiendo en ambas ocasiones, tras lo cual denunció fraude y prometió que, si los resultados no se anulaban en el plazo de un mes, haría ingobernable el país (no se anularon y él no lo hizo). Buhari se presentó de nuevo en 2011, pidiendo a sus seguidores en el norte, predominantemente musulmán, que vigilaran los centros electorales y «lincharan a cualquiera que intentara manipular los votos», lo que provocó la muerte de al menos 170 cristianos, muchos más heridos y miles de desplazados. En su cuarto intento, en 2015, juró que «por la gracia de Dios, el perro y el babuino se empaparían en sangre» si volvía a perder, pero, afortunadamente para los animales, al menos esta vez consiguió lo que creía que se le debía. Contó con la ayuda de intelectuales destacados, como el escritor Wole Ṣóyínká, que logró convencerse a sí mismo de que el hombre al que una vez llamó «esclavista» se había convertido de alguna manera en un «demócrata renacido».
Era una ilusión compartida por muchos. Dieciséis años de corrupción alucinante bajo el mandato de Ọbásanjọ́ habían dejado a los nigerianos clamando por un «cambio», que rápidamente se convirtió en el mantra del nuevo Gobierno. Buhari se comprometió a acabar con la corrupción que impregnaba todos los ámbitos de la vida pública, al tiempo que, paradójicamente, declaraba que no investigaría a los antiguos líderes si se arrepentían. Entonces todo salió terriblemente mal. No fue del todo culpa de Buhari —la precipitada caída de los precios mundiales del petróleo tenía que afectar—, pero él no ayudó al ignorar los consejos sobre la mejor manera de frenar la caída concomitante de la moneda. Con una inflación que rondaba el 18 %, circulaban rumores de que Buhari gobernaba el país con un gabinete de menos de media docena de familiares a los que nadie había votado. Su esposa, que afirmaba que Buhari sufría de trastorno de estrés postraumático por su pasado en la junta militar, comentó que estaba recibiendo «quejas y más quejas» del pueblo nigeriano. «Es el pueblo quien debe decidir si él está al mando o no», declaró. Su franqueza no tenía precedentes. Ninguna primera dama nigeriana se había pronunciado nunca públicamente en contra de su marido. En una rueda de prensa conjunta con Angela Merkel el día en que se emitió la entrevista, Buhari solo pudo sonreír incómodo. «No sé a qué partido pertenece mi esposa», dijo, «pero pertenece a mi cocina, a mi salón y a la otra habitación». La canciller alemana se limitó a mirarlo con severidad. Buhari parecía ajeno a la impresión que su comentario había causado en la mujer más poderosa del mundo, a quien había acudido para pedirle 18 millones de euros en ayuda humanitaria.
El acontecimiento que marcó el mandato de Buhari, por lo demás mediocre, fue su respuesta al movimiento #EndSARS de 2020. A última hora de la noche, a principios de octubre, miembros de la famosa Brigada Especial Antirrobos fueron filmados disparando a un joven en el aparcamiento de un hotel por sospechar que era un «Yahoo-Yahoo boy» (término común para referirse a los estafadores por Internet). Las imágenes se hicieron virales en las redes sociales, junto con la etiqueta #EndSARS, y los jóvenes salieron a las calles en varias ciudades. Como de costumbre, el Gobierno reaccionó de forma exagerada y hasta diez personas murieron a manos de la policía «regular». Al cuarto día de protestas, Buhari anunció la disolución de la SARS, prometió abordar las «preocupaciones genuinas» de la población y aseguró que «todos los responsables de conductas indebidas» serían llevados ante la justicia. Los manifestantes no estaban interesados; querían una reforma radical de toda la estructura del Gobierno. Además, constituían el 20 % de la población de entre 15 y 24 años que se considera subempleada o desempleada en una economía que ya estaba en crisis antes de que la pandemia de COVID-19 hiciera caer el precio del crudo (el 40 % es aún más joven, lo que significa que se avecinan más problemas).
Las protestas, que tuvieron lugar en el sur, mayoritariamente cristiano, y en el Territorio de la Capital Federal, Abuja, destacaron por su disciplina, incluso ante las provocaciones de un Estado ansioso por un enfrentamiento. Tras quince días, el ejército advirtió a «todos los elementos subversivos y alborotadores» que estaba dispuesto a mantener «la ley y el orden» abriendo fuego contra la multitud en Lagos. «Llegaron disparando», recordó Obianuju Catherine Udeh, una música con muchos seguidores en las redes sociales, que retransmitió en directo la sangrienta escena mientras escapaba, recogiendo casquillos de bala por el camino. Poco a poco, el Gobierno anunció la sustitución del SARS por la fuerza Special Weapons and Tactics (SWAT), llamada así quizá porque alguien en el poder estaba enamorado del acrónimo estadounidense, que dejaba muy claras las prioridades del Gobierno.
Buhari culpó de los disturbios a la «desinformación» destinada a «inducir a error a los incautos dentro y fuera de Nigeria para que emitieran juicios injustos y adoptaran comportamientos disruptivos». También afirmó que el Gobierno había puesto en marcha medidas para «sacar de la pobreza a 100 millones de nigerianos». Sin embargo, dos años después de su salida del cargo, hay más personas viviendo en la pobreza que antes, lo que continúa la espiral descendente de empobrecimiento que se remonta a la llamada «independencia» de 1960. El problema, en el fondo, es que desde el inicio de la Nigeria soberana, su clase dirigente ha sido incapaz o no ha querido desprenderse del «amo» colonial. Cuando se hizo evidente que el orden colonial ya no era viable, el Gobierno británico esperaba, según un borrador del Ministerio de Asuntos Exteriores, «prevenir las demandas nacionalistas que amenazan nuestros intereses vitales» creando «una clase con intereses creados en la cooperación». Buhari se formó en este legado.
Ahora ha fallecido y pocos parecen lamentar su pérdida. El actual presidente, Bọ́lá Ahmed Tinúbú, anunció que el 14 de julio sería festivo en honor a Buhari, pero esto solo interesa a los 89 000 funcionarios públicos del país, de una población de 220 millones de personas, la gran mayoría de las cuales no puede permitirse el lujo de un día libre. Buhari le costó al país nueve veces el salario mensual recomendado por cada noche que pasó en su hospital de Londres, un centro que no tiene equivalente en su país. La reciente declaración de su viuda podría servir como epitafio: «Después de dejar el cargo, una cosa que me repetía constantemente era que, si moría antes que yo, le rogara a los nigerianos que le perdonaran los errores que cometió durante su mandato». Queda la esperanza.
8. Entrevista a Kevin B. Anderson.
Hace unos días, Federico Fuentes, de Links, entrevistaba al sociólogo Kevin B. Anderson sobre su último libro, dedicado a los últimos escritos de Marx.
https://links.org.au/late-marx-colonialism-gender-and-indigenous-communism-interview-kevin-anderson
El último Marx sobre el colonialismo, el género y el comunismo indígena: Entrevista con Kevin Anderson
Por Kevin B. Anderson y Federico Fuentes
Publicado el 6 de julio de 2025
En su último libro, The Late Marx’s Revolutionary Roads: Colonialism, Gender, and Indigenous Communism (Los caminos revolucionarios del Marx tardío: colonialismo, género y comunismo indígena), el sociólogo marxista Kevin B. Anderson profundiza en los últimos escritos de Karl Marx, algunos de los cuales han salido a la luz recientemente, para desenterrar ideas clave de importancia crítica para los socialistas de hoy.
Anderson es profesor de Sociología, Ciencias Políticas y Estudios Feministas en la Universidad de California, Santa Bárbara, y autor y editor de diversas obras, entre las que se incluyen su innovador Marx at the Margins: On Nationalism, Ethnicity, and Non-Western Societies (Marx en los márgenes: sobre el nacionalismo, la etnicidad y las sociedades no occidentales) y, más recientemente, A Political Sociology of Twenty-First Century Revolutions and Resistances (Una sociología política de las revoluciones y resistencias del siglo XXI).
Federico Fuentes se sentó con Anderson para hablar sobre su nuevo libro para LINKS International Journal of Socialist Renewal.
Su nuevo libro se centra en los últimos escritos de Marx. ¿Por qué este interés específico por el Marx tardío? ¿Busca contrastarlo con el «Marx temprano»?
Al igual que hace décadas con el «Marx temprano», los debates sobre el «Marx tardío» llevan tiempo en marcha, aunque solo se han cristalizado realmente en los últimos cinco años. Mi libro, Marx at the Margins, se publicó hace unos quince años y analizaba algunos de los escritos tardíos de Marx que estaban disponibles en ese momento. Pero en los últimos cinco años han aparecido, entre otros, Karl Marx’s Ecosocialism: Capital, Nature, and the Unfinished Critique of Political Economy, de Kohei Saito, y The Last Years of Karl Marx: An Intellectual Biography, de Marcello Musto.
En mi opinión, no podemos rechazar al Marx tardío más que al Marx temprano: ambos son Marx y ambos dicen muchas cosas interesantes. Además, no creo que podamos señalar una ruptura entre el Marx «maduro» de El capital y Grundrisse y cualquiera de estos periodos. Lo que quería hacer con este libro era especificar al Marx tardío como un periodo distinto en sus escritos.
En su introducción, señala que algunos estudiosos marxistas se han centrado exclusivamente en los escritos de Marx sobre «el capital y la clase, excluyendo otras cuestiones». ¿Cuáles son esas otras cuestiones a las que quiere llamar la atención en su libro?
Aunque varios otros han trabajado sobre las ideas del Marx tardío sobre la ecología, yo he centrado mi atención en sus notas sobre raza, género y colonialismo. Estas cuestiones están presentes en toda la obra de Marx, incluso en sus primeras etapas. Pero algunos aspectos se hacen más pronunciados con el tiempo, tanto cuantitativamente como en términos de las nuevas posiciones que adoptó. Eso es lo que trato de poner de relieve.
¿Por qué son importantes estas cuestiones para comprender la crítica de Marx al capitalismo?
Si nos fijamos en el penúltimo capítulo de El capital, volumen I, Marx habla de que las fuerzas productivas se concentran cada vez más, lo que a su vez conduce al crecimiento y la concentración de la clase obrera como fuerza social. Marx esboza cómo se desarrolla el capital a lo largo del tiempo y explica que llegará el momento de la transición revolucionaria y que habrá que derrocar al capital para superar las contradicciones del capitalismo.
Pero no se menciona la raza, el género ni el Estado. Lo que Marx presenta es un modelo abstracto, abstracto en el buen sentido, porque trata de centrarse en las características más destacadas del capitalismo. Pero eso significa que su explicación del capitalismo en El capital, volumen I, se mantiene en un nivel muy general, que puede aplicarse a casi cualquier sociedad capitalista industrial.
Sin embargo, cuando se profundiza y se compara el capitalismo de la Inglaterra de 1870 con, por ejemplo, el capitalismo actual de Estados Unidos, se ve inmediatamente que es más complejo. Y Marx profundizó en estas complejidades a lo largo de su vida, incluso en sus primeros años.
Marx, por ejemplo, consideraba que Estados Unidos y Brasil, los dos únicos grandes países capitalistas con una producción moderna basada en la esclavitud, eran formas de capitalismo racializado.
En la década de 1850, escribió que tal vez la revolución no comenzaría en los países más avanzados industrialmente, sino en la periferia, es decir, en China y la India. Cuando se produjo un levantamiento en Polonia en 1863, Marx escribió a Friedrich Engels que «se puede esperar que esta vez la lava fluya de este a oeste». Pero estas ideas nunca se desarrollaron mucho en aquella época.
Fue hacia el final de su vida cuando Marx comenzó a centrarse mucho más en estas cuestiones. Por ejemplo, Marx analizó las interacciones entre los sectores colonizados y los llamados países capitalistas centrales, como entre Irlanda e Inglaterra. Pero también analizó la relación entre los ingleses y los irlandeses dentro de Inglaterra, que consideraba similar en algunos aspectos a la relación racializada entre los trabajadores blancos y negros en Estados Unidos.
Esto es muy interesante porque ambos están directamente relacionados con el colonialismo: por un lado, está el factor colonial irlandés y el movimiento nacional (que él apoya) y sus repercusiones en el capitalismo británico. Por otro lado, está el proletariado de inmigrantes irlandeses dentro de Inglaterra, que se han visto obligados a emigrar, en gran parte debido al colonialismo británico. Así pues, Marx analiza esta cuestión desde varios ángulos.
Lamentablemente, algunos marxistas actuales consideran que estas complejidades y cuestiones propias de las diferentes sociedades capitalistas son irrelevantes, cuando en realidad son muy importantes.
¿Influyó la evolución de sus ideas en su visión de las revoluciones?
El modelo abstracto de Marx le llevó a creer inicialmente que Inglaterra, dada la importancia de sus industrias y su proletariado, era el único país con las condiciones económicas necesarias para una revolución anticapitalista.
Pero a finales de la década de 1860, su pensamiento comenzó a cambiar. Marx seguía considerando que los trabajadores británicos tenían un gran potencial revolucionario, pero empezó a ver que la energía revolucionaria podría provenir de fuera de los sectores industriales más avanzados de la clase obrera inglesa. En cambio, Marx comenzó a ver que un levantamiento agrario en Irlanda podría ser la chispa que sacudiera a Gran Bretaña y la empujara hacia una dirección revolucionaria.
En los escritos de Marx de finales de la década de 1870 y principios de la de 1880 surge algo más. Empieza a considerar estas revueltas en la periferia no solo como políticamente importantes para socavar la fuerza de los países capitalistas centrales, sino también como portadoras de posibilidades comunistas. Se centra especialmente en Rusia, a la que empieza a ver como el nuevo centro de la energía revolucionaria en el continente.
En su último escrito —el prefacio de 1882 a El Manifiesto Comunista—, Marx plantea la pregunta: «¿Puede la obshchina [comuna campesina] rusa, aunque muy debilitada, pero aún una forma primitiva de propiedad común de la tierra, pasar directamente a la forma superior de propiedad común comunista?». Su respuesta es que «si la Revolución Rusa se convierte en la señal de una revolución proletaria en Occidente, de modo que ambas se complementen, la actual propiedad común de la tierra en Rusia puede servir como punto de partida para un desarrollo comunista».
Esto representa un enorme cambio con respecto al lenguaje del Manifiesto Comunista de 1848. En aquel entonces, Marx argumentaba que las antiguas relaciones agrarias debían ser erradicadas y destruidas. Por eso apoyaba el libre comercio: quería que el capitalismo se extendiera por todas partes y sacudiera las viejas estructuras precapitalistas. Ahora Marx decía que algunos elementos de esas estructuras sociales precapitalistas —el llamado comunismo primitivo— podían ser la base de un movimiento revolucionario.
¿Qué puede decirnos sobre cómo veía Marx el género y el capitalismo en sus últimos escritos?
Marx analiza el género de forma bastante exhaustiva hacia el final de su vida. El libro de Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado —que en cierto modo es un gran libro— se basó en gran medida en las notas que Marx tomó durante los últimos tres años de su vida. Pero la cuestión del género fue una de las partes más difíciles de mi libro.
Una de las dificultades era que, si bien los escritos de Marx sobre las sociedades indígenas (principalmente en América) y sobre la Antigua Grecia y Roma están llenos de debates sobre el género, esta cuestión no está directamente relacionada con los movimientos revolucionarios y los desafíos al sistema. Sus escritos sobre Irlanda a finales de la década de 1860 o sobre Rusia en la década de 1870 hablan mucho de la revolución, pero no mencionan específicamente el género. Solo al final de su vida, en 1881, vuelve, por ejemplo, a examinar el género en la Irlanda anterior a la colonización británica.
Sin embargo, sus escritos parecen ir un poco en contra de lo que escribió Engels más tarde. Engels decía que, dado que el patriarcado y las relaciones de género estaban ligados a la propiedad privada y al Estado, al atacar estos se atacaría el patriarcado y las relaciones de género. Esta visión llevó a Engels a escribir, adaptando una frase de Hegel: «El derrocamiento del derecho materno fue la derrota histórica mundial del sexo femenino».
Sin embargo, cuando Marx analizó las relaciones de género entre los griegos y los romanos, no las consideró como una dominación ininterrumpida. Marx señaló que, en cierto modo, las mujeres romanas tenían más libertad que las atenienses. Esto parece indicar que veía altibajos en las relaciones de género, en lugar de una derrota histórica mundial indiferenciada, como expresaba Engels.
Si pensamos en una derrota histórica mundial ininterrumpida de las mujeres, surgen dos problemas. En primer lugar, esto tiende a negar la agencia de las mujeres a lo largo de milenios, como señala Marx en Roma o como podría mencionarse en muchos otros contextos.
Segundo, si esta derrota, que consolidó el patriarcado, se produjo más o menos simultáneamente con el surgimiento de la propiedad privada y el Estado, entonces, bajo el capitalismo moderno, podemos atacar el patriarcado de manera más eficaz apuntando a la propiedad privada capitalista como base económica tanto del patriarcado como del Estado. De ello se desprendía que los movimientos de mujeres debían ser auxiliares de la izquierda socialista, y no autónomos e independientes. Esa fue, de hecho, la política de los socialistas de la generación posterior a Marx y Engels.
¿Cómo afectaron todas estas opiniones en evolución a las actividades revolucionarias de Marx?
Tomemos el ejemplo de Irlanda: Marx y Engels, aunque siempre apoyaron a Irlanda frente a Gran Bretaña, inicialmente se mostraron muy hostiles hacia los nacionalistas burgueses irlandeses, a quienes consideraban indiferentes hacia la clase obrera.
Pero en 1869-70 surgió en Irlanda un movimiento nacionalista progresista, la Hermandad Feniana, que era un movimiento plebeyo tan interesado en reducir los alquileres como en expulsar al ocupante extranjero. No era un movimiento socialista, pero sí tenía conciencia de clase. Sin embargo, Marx llegó a saludar a la Hermandad Feniana y su programa agrario.
Marx también llegó a la conclusión de que era necesario trabajar duro para ganarse la confianza de los trabajadores irlandeses en Inglaterra, sobre todo porque la mayoría de las personas con las que trabajaba en la sección local de la Asociación Internacional de Trabajadores eran inglesas. Dijo que tenían que hacer saber a los trabajadores irlandeses que apoyaban la autodeterminación de Irlanda, e incluso la independencia si eso era lo que querían, para derribar el muro de desconfianza, separar a esos trabajadores de los nacionalistas burgueses y reclutarlos para la Internacional.
En Rusia, la situación era muy diferente. No había ningún movimiento nacionalista, y desde luego ninguno de izquierdas. En cambio, había todo tipo de socialistas diferentes. La mayoría eran intelectuales que amaban El capital y querían aplicarlo de forma muy dogmática a Rusia. Hablaban de la necesidad de expulsar a los campesinos de la tierra para industrializar Rusia y crear un proletariado. Marx les dijo que eso no era lo que él había querido decir. Pero también había otro ala, los populistas, que carecían de claridad teórica, pero a quienes Marx admiraba porque también veían cierto potencial revolucionario en el campesinado ruso.
Por supuesto, no sabemos qué habría hecho Marx con ninguno de los escritos de finales de su vida. Pero sí tenemos el prefacio del Manifiesto Comunista, donde habla de la necesidad de unir estos elementos: el comunismo agrario ruso y el proletariado socialista moderno de Europa occidental. Para Marx, ambos tenían que encontrar la manera de unirse.
¿Cree usted que los últimos escritos de Marx cuestionan ciertas ideas predominantes entre los marxistas de hoy en día?
Creo que la noción de progreso se ve bastante cuestionada en los últimos escritos de Marx. En sus primeros escritos, Marx considera que el paso del feudalismo al capitalismo es un progreso más sencillo. Pero con el tiempo, el coste de este progreso aparece cada vez más en sus escritos.
En El capital, volumen I, Marx escribe que el capitalismo «convierte todo progreso económico en una calamidad social», especialmente para la clase obrera. Sigue considerando el capitalismo en general como un progreso —nunca abandonó completamente esa visión—, pero en sus escritos posteriores dice cosas que no habría dicho antes sobre los aspectos negativos del progreso.
La otra cara de la moneda es que empieza a ver los posibles cimientos del socialismo en algunas estructuras sociales colectivistas precapitalistas. Irónicamente, si dijeras eso en una reunión de marxistas en Rusia en 1900, te llamarían populista, no marxista.
Algunas personas dijeron que Marx hizo una excepción con Rusia debido a su diferente trayectoria de desarrollo. Pero se puede ver en sus escritos sobre la India y las sociedades indígenas del norte de África y América Latina que Marx también creía que las estructuras sociales comunitarias de esas sociedades podían ser una base para la revolución. Esto supone un cambio con respecto a sus escritos de los años cuarenta y cincuenta, en los que Marx era consciente de estas estructuras comunales, pero las consideraba la base del despotismo oriental y cerradas a cualquier forma de progreso.
¿Qué implicaciones ve usted en estos escritos para la izquierda actual en términos de subjetividad revolucionaria?
Hoy en día, hay docenas de puntos de vista diferentes dentro de la izquierda global. Pero si nos fijamos en los que cuentan con un gran apoyo, podemos señalar fuerzas un poco más reformistas, como las que rodean a [los socialistas democráticos estadounidenses] Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, [el líder de La France Insoumise] Jean-Luc Mélenchon y [el exlíder laborista británico] Jeremy Corbyn.
Tienden a centrarse en la clase, el capital, la desigualdad económica, la difícil situación de la clase trabajadora y la necesidad de que los partidos de centroizquierda conecten más con el movimiento sindical. Algunos afirman explícitamente que debemos alejarnos de cuestiones identitarias, como la raza, el género y la sexualidad, que la izquierda habla demasiado de ellas y esto aleja a la clase trabajadora blanca, o que no se centra lo suficiente en el capital.
Luego está la izquierda que surgió del movimiento Black Lives Matter y del movimiento de solidaridad con Palestina, así como gran parte de la izquierda estudiantil, que tiende a dar prioridad a la identidad y a considerar a los trabajadores blancos como conservadores simplemente por ser blancos y privilegiados, aunque a menudo quienes dicen esto son mucho más privilegiados.
Marx era claramente consciente de la raza, el género y el colonialismo, pero no basta con decir lo bueno que es que estuviera más actualizado de lo que pensábamos. Para Marx, estas cuestiones siempre estuvieron relacionadas con el capital y la clase, y eso es lo que a menudo falta hoy en día.
Los escritos de Marx pueden ayudarnos a darnos cuenta de que necesitamos fusionar estas dos izquierdas. No me refiero a hacerlo de forma populista y acrítica, pero ninguna de las dos partes puede simplemente descartar a la otra, ya que ambas tienen mucha energía radical. Tenemos que encontrar formas de establecer un diálogo y una unidad reales.
El movimiento palestino actual nos ofrece una oportunidad para ello, porque ambas izquierdas están muy comprometidas con este movimiento. Existe la posibilidad de entablar algún tipo de diálogo. El potencial se vio en la impresionante victoria electoral de Zohran Mamdani [candidato del Partido Socialista Democrático de América] en Nueva York, un raro punto positivo en un país bajo la creciente amenaza del fascismo trumpista.
Francia es otro ejemplo en el que, por un lado, existe un gigantesco movimiento obrero, como se vio con las huelgas masivas de 2023, y, por otro, estallios regulares de ira en las banlieues [suburbios pobres] contra la brutalidad policial ese mismo año. Sin embargo, ambos han tenido muy poca conexión entre sí.
Lo que Marx decía en sus escritos sobre Irlanda es que tenemos que encontrar formas de conectar a los trabajadores: el movimiento con los levantamientos de los suburbios, porque estos jóvenes de color, a menudo semidesempleados, se encuentran entre los más oprimidos de la población. Lamentablemente, los sindicatos no lo han hecho, aunque el grupo de Mélenchon realmente intentó involucrar a estos sectores en la izquierda socialista, lo cual es importante.
Y en la medida en que esto se vincula con la cuestión del colonialismo en los escritos de Marx, es igual o incluso más importante hoy en día, cuando vemos cómo diferentes luchas locales han influido y desencadenado tantas otras en todo el mundo. Un buen ejemplo es cómo los levantamientos árabes de 2011 desencadenaron muchos movimientos de protesta, empezando por Occupy Wall Street en Estados Unidos ese mismo año.
Ya se trate de pueblos colonizados o semicolonizados, o de pueblos de la periferia, estamos hablando de personas cuyas condiciones de vida y de trabajo son peores y cuyos niveles de explotación son más altos que los de los trabajadores de los países capitalistas centrales. Es entre ellos donde se están produciendo muchos de los levantamientos actuales. Creo que hoy en día hay una mayor conciencia de que estas luchas pueden tener un impacto más allá de las divisiones geográficas, culturales y lingüísticas.
9. Resumen de la guerra en Palestina, 16 de julio de 2025.
El seguimiento en directo de Middle East Eye.
https://www.middleeasteye.net/live/israel-kills-palestinians-truce-talks-stall
En directo: Israel ataca el cuartel general del ejército sirio, mientras el número de muertos en Gaza supera los 50
Más de 20 palestinos que buscaban ayuda murieron en una «estampida» en un centro de distribución de ayuda del GHF.
Puntos clave
Al menos 875 muertos cerca de los centros de ayuda de Gaza vinculados a una fundación respaldada por Israel, según la ONU
Los medios estatales sirios informan de al menos 13 heridos en los ataques israelíes en Damasco
Se informa de caos en la frontera entre Siria e Israel, donde cientos de ciudadanos drusos de Israel intentan cruzar a Siria.
Actualizaciones en directo
Nuestro blog en directo cerrará en breve hasta mañana por la mañana.
Estos son los principales acontecimientos del día:
– Continúan los ataques de Israel en Gaza, con al menos 80 palestinos muertos desde el amanecer, entre ellos al menos 25 personas en un centro de distribución de alimentos de Gaza que murieron en una estampida cerca de la GHF, respaldada por Estados Unidos e Israel.
– La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, dijo que desde que estalló la guerra el 7 de octubre de 2023 mueren una media de 28 niños al día en Gaza.
– El Gobierno sirio ha anunciado un nuevo alto el fuego en Sewaida y ha afirmado que las tropas del ejército han comenzado a retirarse de la ciudad.
– El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha declarado que las distintas partes implicadas en los combates en Siria han acordado «medidas específicas» para poner fin a los enfrentamientos en el país.
– El grupo yemení hutí afirmó haber lanzado varios ataques en múltiples lugares de Israel, entre ellos el aeropuerto Ben Gurión, el puerto de Eilat y una instalación militar en la región del Negev.
Los hutíes atacan varios lugares en Israel
El grupo yemení hutí afirmó haber lanzado varios ataques en múltiples lugares de Israel, entre ellos el aeropuerto Ben Gurión, el puerto de Eilat y una instalación militar en la región del Negev.
«La fuerza de misiles hutí lanzó un misil balístico del tipo Zulfiqar contra el aeropuerto de Lod [Ben Gurión], en la zona de Tel Aviv», declaró el portavoz militar hutí Yahya Saree en un comunicado.
El ataque obligó a «los colonos sionistas ocupantes a refugiarse y paralizó las operaciones del aeropuerto», añadió.
Anteriormente, el ejército israelí había informado de que había interceptado un misil lanzado desde Yemen.
Unos 28 niños mueren cada día en Gaza: Unicef
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, afirmó que, desde que estalló la guerra el 7 de octubre de 2023, mueren una media de 28 niños al día en Gaza.
«Una clase entera de niños asesinados cada día durante casi dos años», declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU, añadiendo que, según los informes, más de 17 000 niños han muerto y 33 000 han resultado heridos en la guerra en curso.
Russell añadió que la malnutrición ha aumentado considerablemente, con casi 6000 niños en estado de malnutrición aguda en junio. Esto supone un aumento del 180 % desde febrero.
Los suministros de alimentos se están agotando y los civiles de Gaza están siendo tiroteados mientras buscan algo para comer, según ha declarado el subsecretario general de la ONU, Tom Fletcher.
«Los civiles están expuestos a la muerte y a las lesiones, al desplazamiento forzoso y a la privación de su dignidad», declaró Fletcher ante el Consejo de Seguridad.
Ataque aéreo israelí en la zona rural de Latakia, Siria
Al Jazeera informa de que un ataque aéreo israelí ha alcanzado en la madrugada del miércoles el cuartel general de la 107ª Brigada en la localidad de Bzamel, en la zona rural de Latakia, al oeste de Siria.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión de emergencia sobre Siria el jueves: Informe
Al Jazeera informa, citando una fuente diplomática, que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá el jueves para discutir la escalada israelí en Siria.
Anteriormente, una fuente había informado a Al Jazeera de que el Consejo de Seguridad había recibido una solicitud de Siria para que se reuniera lo antes posible tras los ataques israelíes contra edificios gubernamentales en la capital, Damasco.
Con los ataques a Damasco, Israel busca romper la visión de Trump para Siria
Hace 3 horas
Israel y Estados Unidos parecen seguir caminos divergentes en Siria.
Aunque los aliados aún no están en curso de colisión, funcionarios árabes, estadounidenses e israelíes actuales y anteriores afirman que sus diferencias podrían complicar los grandes planes diplomáticos de la Administración Trump.
El miércoles, Israel llevó a cabo potentes ataques aéreos contra Damasco, volando una parte del Ministerio de Defensa y golpeando cerca del palacio presidencial, en lo que calificó como un esfuerzo por proteger a la minoría drusa de Siria.
Los ataques marcaron una escalada significativa de Israel contra el Gobierno del presidente Ahmed al-Sharaa y se produjeron a pesar de sus relaciones cada vez más cordiales con Estados Unidos y sus florecientes contactos en materia de seguridad con Israel.
«Israel y Estados Unidos definitivamente no están en la misma onda», declaró Dareen Khalifa, asesora principal del International Crisis Group, a Middle East Eye.
Irán denuncia los ataques israelíes contra Siria
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, condenó el miércoles a Israel tras sus ataques contra edificios gubernamentales en Damasco y otras zonas.
«El régimen rabioso israelí no conoce límites y solo entiende un idioma. El mundo, incluida la región, debe unirse para poner fin a su agresión desquiciada», afirmó.
Siria instó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a reunirse para «abordar las consecuencias de la agresión israelí en territorio sirio».
Las fuerzas armadas sirias se retiran de Sweida: Informe
La agencia estatal de noticias siria Sana informó el miércoles que las tropas militares han comenzado a retirarse de Sweida, en el sur de Siria, como parte del alto el fuego alcanzado entre el Gobierno sirio y los jeques religiosos de la ciudad.
Anteriormente, Estados Unidos había pedido a Siria que retirara sus tropas de la frontera sur para reducir las tensiones con Israel.
Israel afirma que está actuando con «buen juicio» en Siria
El jefe del ejército israelí afirmó el miércoles que está actuando con «buen juicio» en Siria.
Anteriormente, los ataques aéreos israelíes habían tenido como objetivo edificios gubernamentales, entre ellos el cuartel general del ejército en la capital, Damasco, y otras partes del país.
«Los comandantes y los soldados están actuando con responsabilidad, moderación y buen juicio», afirmó el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, durante su visita a la frontera con Siria en los Altos del Golán, ocupados por Israel.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, afirmó el miércoles que las partes en conflicto en Siria han acordado «medidas específicas» para poner fin a las tensiones.
«Hemos contactado con todas las partes implicadas en los enfrentamientos en Siria. Hemos acordado medidas concretas que pondrán fin a esta situación preocupante y aterradora esta noche», declaró Rubio en X.
«Esto requerirá que todas las partes cumplan los compromisos que han adquirido, y eso es lo que esperamos que hagan».
Los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) rechazaron el miércoles la solicitud de Israel de retirar las órdenes de detención contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant.
Israel presentó la solicitud mientras la CPI revisa su impugnación de la jurisdicción del tribunal para pronunciarse sobre su guerra en Gaza.
La decisión, con fecha del 9 de julio de 2025, se publicó el miércoles en el sitio web de la CPI.
Los jueces también rechazaron una solicitud israelí de suspender la investigación más amplia del tribunal sobre presuntos crímenes en los territorios palestinos ocupados.
Turquía afirma que el alto el fuego en Siria podría producirse en cuestión de horas
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, afirmó el miércoles que el alto el fuego podría entrar en vigor en Siria en las próximas tres o cuatro horas, mientras continúan los ataques militares israelíes contra las fuerzas gubernamentales sirias en Sweida y Damasco.
«Trabajando junto con los estadounidenses, espero que en las próximas tres o cuatro horas entremos en un periodo de calma y alto el fuego», declaró a los periodistas el miércoles en Nueva York.
Fidan afirmó que estaba coordinando los esfuerzos de Ankara con Jordania y Arabia Saudí, con el fin de poner fin a las hostilidades no solo entre las fuerzas gubernamentales y la milicia drusa en la zona, sino también de abordar las tensiones regionales más amplias.
«Por supuesto, es inaceptable que algunos drusos de la zona estén siendo provocados y apoyados por Israel, y se estén convirtiendo en una fuente de inestabilidad», afirmó.
«Los enfrentamientos entre drusos y beduinos deben poner fin, idealmente mediante la intervención de las fuerzas de seguridad».
Fidan hizo hincapié en que, si bien Turquía quiere evitar víctimas civiles, es igualmente importante que el Gobierno central afirme su autoridad en todo el país para garantizar la seguridad.
«Al mismo tiempo, hemos transmitido nuestras opiniones y sugerencias sobre esta cuestión a los israelíes a través de nuestra agencia de inteligencia», añadió.
Decenas de cadáveres hallados cerca del hospital de Sweida
El Ministerio de Sanidad sirio informó el miércoles de que se habían hallado decenas de cadáveres en el Hospital Nacional de Sweida.
La agencia estatal de noticias siria Sana citó al ministerio diciendo que los cadáveres pertenecían a las fuerzas de seguridad y a civiles.
Anteriormente, se había alcanzado un acuerdo de alto el fuego con el Gobierno sirio en Sweida.
La tregua supondrá el cese inmediato de todas las operaciones militares y el compromiso de todas las partes de rebajar la tensión en Sweida.
EE. UU. pide a Siria que retire sus tropas de la frontera sur
EE. UU. pidió el miércoles a Siria que retirara sus tropas de la zona fronteriza sur para rebajar la tensión con Israel.
«Pedimos al Gobierno sirio que retire sus tropas para que todas las partes puedan rebajar la tensión», declaró la portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Tammy Bruce, en una entrevista en Fox News.
Las declaraciones se produjeron después de que se reanudaran los combates entre las tropas del Gobierno sirio y combatientes drusos locales en la ciudad meridional de Sweida, horas después de un acuerdo de alto el fuego.
Nuevo ataque aéreo israelí contra la periferia de Damasco, según informes
Al Jazeera informa de que un nuevo ataque aéreo israelí ha alcanzado una zona cercana a Moadamiyet al-Sham, en las afueras de Damasco, en la tarde del miércoles.
Este ataque se produce tras las incursiones que tuvieron como objetivo edificios gubernamentales en Damasco en la mañana del miércoles, incluido el cuartel general del ejército.
Al menos 80 muertos en Gaza desde el miércoles por la mañana
Alrededor de 81 palestinos, entre ellos 25 personas que buscaban ayuda, han muerto desde la madrugada del miércoles en ataques israelíes contra diferentes zonas de Gaza, según fuentes médicas.
Según las Naciones Unidas, al menos 875 personas han muerto tratando de conseguir alimentos desde que la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel y Estados Unidos, comenzó a operar en la franja a finales de mayo.
Al menos 674 de estas muertes se produjeron «en las inmediaciones de los centros de la GHF», según las Naciones Unidas.
Israel bombardea edificios del Gobierno sirio en Damasco
Potentes ataques aéreos israelíes han golpeado Damasco este miércoles, contra el Ministerio de Defensa sirio, el cuartel general del ejército y las inmediaciones del palacio presidencial.
Las imágenes difundidas por los canales de televisión locales mostraban una explosión en el centro de Damasco, con enormes columnas de humo que envolvían la zona alrededor de la plaza de los Omeyas.
La agencia estatal de noticias siria Sana, citando al Ministerio de Sanidad del país, afirmó que una persona había muerto y otras 18 habían resultado heridas en los ataques.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, publicó imágenes del bombardeo en X, escribiendo: «Han comenzado los duros golpes».
Sana también afirmó que Israel había atacado objetivos en la provincia suroccidental de Daraa.
Siria y la ONU condenan «enérgicamente» los ataques israelíes contra el cuartel general del ejército
El Ministerio de Asuntos Exteriores sirio afirmó el miércoles que los ataques israelíes contra Damasco y Sweida forman parte de «una política sistemática de Israel para avivar la tensión y el caos y socavar la seguridad en Siria».
«El ataque forma parte de la agresión israelí [y] representa una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional humanitario», afirmó el Ministerio en un comunicado.
Al menos tres personas murieron y 34 resultaron heridas en los ataques aéreos.
Siria responsabilizó a Israel de la escalada y se reservó «el derecho a defender su territorio y su pueblo mediante el derecho internacional».
Instó a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar «medidas urgentes» contra las repetidas agresiones israelíes.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el miércoles los ataques aéreos israelíes. «El secretario general condena además los ataques aéreos de escalada de Israel contra Suweida, Daraa y el centro de Damasco, así como las informaciones sobre el redespliegue de fuerzas del ejército israelí en el Golán», declaró el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, en un comunicado.
Turquía busca un frente regional contra los ataques israelíes en Siria
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, lanzó el miércoles una iniciativa diplomática integral, en la que se puso en contacto con sus homólogos regionales para coordinar una respuesta unificada a los ataques de Israel contra edificios gubernamentales en Damasco.
Fidan habló con el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, y le transmitió la profunda preocupación de Ankara por los ataques israelíes.
El ministro Fidan también mantuvo una conversación telefónica con el enviado de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, en la que subrayó que tanto los ataques israelíes en Siria como la violencia que se está produciendo en Sweida deben cesar de inmediato.
También mantuvo conversaciones con sus homólogos jordano y saudí.
Según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, Fidan y el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan al-Saud, coincidieron en que los ataques contra Siria socavan los esfuerzos por restablecer la estabilidad en el país, y subrayaron que estas acciones agresivas deben cesar sin demora.
En los últimos años, Turquía ha mejorado sus relaciones con Riad y ambos países se muestran cada vez más unidos en su apoyo al Gobierno del presidente sirio Ahmed al-Sharaa.
Israel ha afirmado que los ataques fueron en represalia por los recientes combates entre las fuerzas gubernamentales y grupos locales en la ciudad de Sweida, de mayoría drusa.
El partido ultraortodoxo Shas ha abandonado la coalición gubernamental del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por una larga disputa sobre el servicio militar obligatorio.
Esta decisión dejará a Netanyahu sin mayoría, aunque Shas se ha comprometido a no socavar la coalición.
Aumenta el número de muertos en los ataques israelíes contra Damasco
El número de muertos en los ataques israelíes contra Damasco ha aumentado a al menos tres personas, con otros 34 heridos.
El líder druso sirio rechaza el alto el fuego
Otro líder druso sirio, Hikmat al-Hijiri, ha rechazado el acuerdo de alto el fuego con el Gobierno sirio y ha afirmado que «la lucha continuará hasta que todo el territorio de la provincia de As-Suwayda sea liberado».
«No hay ningún acuerdo, negociación ni mandato con el Gobierno sirio», afirmó en un comunicado.
EE. UU. «muy preocupado» por la violencia en el sur de Siria, según Rubio
Estados Unidos está «muy preocupado» por la violencia en el sur de Siria, según ha declarado el secretario de Estado Marco Rubio en un comunicado emitido este miércoles.
«Es una amenaza directa a los esfuerzos por ayudar a construir una Siria pacífica y estable. Hemos mantenido y seguimos manteniendo conversaciones repetidas y constantes con los Gobiernos de Siria e Israel sobre esta cuestión», ha afirmado Rubio.
Información de Reuters
Aumenta el número de víctimas de los ataques israelíes en Damasco
El número de heridos en los ataques de Israel contra la capital siria ha aumentado a 28, con una persona muerta, según el Ministerio de Sanidad sirio.
Siria da a conocer los detalles del alto el fuego en Sweida
El Ministerio del Interior sirio ha dado a conocer los detalles del acuerdo de alto el fuego en Sweida, según la agencia estatal de noticias siria Sana.
La tregua supondrá el cese inmediato de todas las operaciones militares y el compromiso de todas las partes de rebajar la tensión en Sweida.
La aplicación del alto el fuego será supervisada por un comité formado por representantes del Estado y líderes religiosos.
Se desplegarán controles de seguridad y policiales en toda la ciudad, en colaboración con las fuerzas policiales de Sweida.
Los oficiales y el personal de Sweida asumirán las funciones de liderazgo y ejecución.
El líder druso confirma el nuevo acuerdo de alto el fuego
El líder religioso druso, el jeque Yousef Jarbou, ha confirmado que se ha alcanzado un acuerdo de alto el fuego con el Gobierno sirio en Sweida, y ha añadido que entrará en vigor de inmediato.
Ben Gvir pide a Israel que «elimine» al presidente sirio
El ministro de Seguridad israelí de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, ha pedido a Israel que «elimine» al presidente sirio Ahmed al-Sharaa.
«Las impactantes imágenes de Siria demuestran una cosa: una vez yihadista, siempre yihadista», afirmó Ben Gvir en un comunicado en vídeo el miércoles.
«No se puede negociar con alguien que asesina, afeita bigotes, humilla y viola, y lo único que se puede hacer es eliminar a al-Julani», añadió, en referencia al antiguo nombre de guerra de Sharaa, Mohammad al-Jolani.
«Amo a los ciudadanos drusos del Estado de Israel, los abrazo con cariño y les digo: debemos cortar la cabeza de la serpiente».
El Ministerio del Interior sirio afirma que se ha acordado un nuevo alto el fuego en Sweida
El Ministerio del Interior sirio ha afirmado que el miércoles se alcanzó un nuevo alto el fuego en Sweida, después de que una tregua anterior se rompiera tras varios días de enfrentamientos entre miembros de la minoría drusa y las fuerzas gubernamentales sirias.
«Se ha alcanzado un acuerdo para un alto el fuego en Sweida y el despliegue de puestos de control de seguridad en la ciudad», ha declarado una fuente no identificada del Ministerio del Interior en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias Sana.
Según el Ministerio del Interior, el acuerdo implicará el despliegue de fuerzas gubernamentales en la ciudad, que establecerán puestos de control, y la zona quedará totalmente integrada en el Estado sirio. Según se ha informado, el acuerdo se ha alcanzado con grupos drusos que están dispuestos a colaborar con el Estado.
La tregua se produce tras varios días de enfrentamientos en Sweida, que estallaron el domingo entre miembros de la minoría drusa y las fuerzas gubernamentales sirias. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 300 personas murieron en los enfrentamientos, entre ellas 40 civiles, 27 de ellos en «ejecuciones sumarias… a manos de miembros de los Ministerios de Defensa e Interior».
El miércoles, Israel lanzó una serie de ataques contra Sweida y Damasco, donde atacó edificios gubernamentales y mató al menos a una persona e hirió a otras 18.
Los ataques israelíes contra Damasco matan a una persona e hieren a 18
La agencia estatal de noticias siria Sana informa, citando al Ministerio de Sanidad del país, que una persona ha muerto y otras 18 han resultado heridas en los ataques israelíes contra Damasco.
Mientras tanto, el ejército israelí ha confirmado su ataque contra el cuartel general del ejército sirio y un «objetivo militar» cerca del palacio presidencial en la capital.
En un comunicado difundido a través de Telegram, afirma que «sigue vigilando la evolución de los acontecimientos y las acciones del régimen contra la población civil drusa en el sur de Siria», y añade que, «de conformidad con las directrices de la cúpula política», está «llevando a cabo ataques en la zona y permanece preparado para diversos escenarios».
El CCG condena los ataques israelíes contra Siria
El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) ha emitido un comunicado en el que condena los ataques de Israel contra el Ministerio de Defensa y el palacio presidencial de Siria en Damasco como una «violación flagrante» de la soberanía del país.
El secretario general del CCG, Jasem Mohamed Albudaiwi, afirmó que los ataques constituyen «una violación de las leyes y normas internacionales y una grave amenaza para la seguridad y la estabilidad regionales».
Albudaiwi añadió que la continuación de los ataques por parte de Israel es una «escalada irresponsable» que va en contra de los esfuerzos internacionales por estabilizar la situación en Siria.
Además, reiteró el apoyo del CCG a la soberanía de Siria.
El jefe del ejército israelí ordena intensificar los ataques contra Siria y reforzar la frontera
El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, ha dado la orden de «aumentar el ritmo de los ataques y detener los ataques contra los drusos en Siria», así como de reforzar la zona fronteriza con Siria con refuerzos y vigilancia adicional.
Según un comunicado emitido por el ejército, las fuerzas adicionales se unirán a la 210.ª División «Bashan» a lo largo de la frontera.
El comunicado afirma que el ejército «está comprometido con la profunda alianza con nuestros hermanos drusos y, por lo tanto, está atacando objetivos en toda Siria para protegerlos en la región de Sweida, Jabal al-Druze y donde sea necesario».
Añadió que «cruzar la valla hacia Siria sin control pone en peligro a los drusos y a nuestras fuerzas, y debe detenerse inmediatamente», ya que se ha informado de que cientos de drusos israelíes han entrado en Siria el miércoles.
Diez niños al día pierden una extremidad en Gaza, advierte un organismo respaldado por la ONU
Diez niños al día pierden una o ambas extremidades en Gaza debido al asalto de Israel al enclave palestino, según advirtió un informe el martes.
Según una actualización del Grupo de Protección Global, patrocinado por la ONU, los ataques israelíes contra Gaza han «destruido el entorno de protección» de las personas con discapacidad y las que la han adquirido recientemente en el enclave.
El informe indica que 134 105 personas, entre ellas más de 40 500 niños, han sufrido nuevas lesiones relacionadas con la guerra desde que esta comenzó en octubre de 2023.
Se estima que el 25 % tiene nuevas discapacidades que requieren rehabilitación aguda y continua.
«No hay ningún lugar seguro en Gaza. Veinte meses de intensas hostilidades han destruido el entorno de protección de las personas con discapacidad y las personas mayores», afirma.
Turquía condena los ataques israelíes contra Siria
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha emitido un comunicado en el que condena los ataques de Israel contra Siria, afirmando que se trata de un intento de «sabotear» la recuperación del país tras 14 años de guerra.
«El pueblo sirio tiene una oportunidad histórica para vivir en paz e integrarse en el mundo», ha declarado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
«Todas las partes interesadas que apoyan esta oportunidad deben contribuir a los esfuerzos del Gobierno sirio para establecer la paz».
Israel bombardea edificios del Gobierno sirio en Damasco
Israel lanzó el miércoles ataques aéreos contra Damasco, supuestamente contra el Ministerio de Defensa sirio, el cuartel general del ejército y las inmediaciones del palacio presidencial.
Las imágenes difundidas por la televisión local mostraban una explosión en el centro de Damasco, con enormes columnas de humo envolviendo la zona alrededor de la plaza de los Omeya.
Sana, la agencia de noticias estatal siria, afirmó que había víctimas, pero no dio más detalles.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, publicó imágenes del bombardeo en X, escribiendo: «Han comenzado los duros golpes».
Nueve heridos en ataques israelíes en Damasco: Ministerio de Sanidad
El Ministerio de Sanidad sirio afirma que al menos nueve personas han resultado heridas en ataques israelíes en el centro de Damasco, según un informe de la agencia estatal de noticias siria Sana.
El ejército israelí confirma que varios cientos de drusos cruzaron la frontera con Siria
El ejército israelí ha afirmado que varios cientos de ciudadanos drusos de Israel cruzaron hoy la frontera con Siria tras los ataques israelíes contra la ciudad siria de Sweida, en el sur del país.
El ejército añadió que estaba trabajando para devolverlos a Israel y que había impedido con éxito la entrada de drusos sirios en Israel a través de la zona de Hader, en el sur de Siria.
El caos se desató en la frontera entre Siria e Israel tras una serie de ataques israelíes contra la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, lo que provocó que la gente cruzara la frontera en ambas direcciones.
Se registran víctimas tras los ataques israelíes contra Damasco
La agencia estatal de noticias siria Sana ha informado de que ha habido víctimas tras los ataques israelíes contra Damasco, pero no ha precisado el número.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, publicó en X que «han comenzado los duros golpes», al compartir un vídeo en el que se ve a un presentador sirio huyendo en busca de refugio al oír una nueva explosión en el centro de Damasco.
El ejército israelí difunde imágenes de los ataques contra Sweida
El ejército israelí ha publicado imágenes de sus últimos ataques contra la ciudad siria de Sweida, en el sur del país.
El ejército afirma que la segunda oleada de ataques contra la ciudad, de mayoría drusa, ha alcanzado tanques sirios, lanzacohetes y camionetas con ametralladoras montadas.
Los medios sirios informan de que varios civiles han muerto en los ataques.
Mientras tanto, se ha informado de una nueva explosión en Damasco, tras un ataque anterior contra la ciudad hoy mismo que tenía como objetivo el cuartel general del ejército sirio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a los ciudadanos drusos de Israel que se abstuvieran de cruzar la frontera con Siria, ya que se informó de que decenas de personas habían intentado cruzar en ambas direcciones tras los ataques.
«Tengo una petición que hacerles: ustedes son ciudadanos de Israel. No crucen la frontera», dijo en un comunicado.
«Ponen en peligro sus vidas. Pueden ser asesinados. Pueden ser secuestrados y perjudican los esfuerzos [del ejército israelí].
Así que les pido que regresen a sus hogares y dejen actuar al [ejército]», añadió.
Se informa de una nueva explosión en Damasco
Se ha informado de otra explosión en Damasco tras el anuncio de Israel de que iba a lanzar una nueva ola de ataques contra la ciudad.
Anteriormente informamos de que los ataques israelíes tenían como objetivo el cuartel general del ejército sirio en Damasco y que Israel había lanzado nuevos ataques contra la ciudad meridional de Sweida.
El número de muertos del miércoles asciende a 51
Al menos 51 palestinos han muerto en los ataques israelíes en Gaza desde el amanecer, según informa Al Jazeera citando fuentes médicas.
Entre los fallecidos hay 21 personas que buscaban ayuda y que, según el Ministerio de Salud de Gaza, murieron aplastadas en una estampida en un centro de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza, en el sur de la ciudad.
Se están registrando escenas caóticas en la frontera entre Israel y Siria, donde la gente intenta cruzar la valla en ambas direcciones en medio de los ataques israelíes contra la ciudad de Sweida, de mayoría drusa, en el sur de Siria.
El Gobierno sirio desplegó sus fuerzas en la zona tras varios días de enfrentamientos armados entre facciones drusas y tribus beduinas.
Israel, que afirmó que actuaba para proteger a la comunidad drusa en Siria, lanzó dos oleadas de ataques contra Sweida el miércoles tras el colapso del alto el fuego entre los grupos armados drusos y las fuerzas gubernamentales.
El ejército afirmó que había atacado objetivos militares sirios, incluidos lanzacohetes, armas y camionetas, y añadió que «se atacaron rutas para bloquear el acceso a la zona».
Sin embargo, según los medios de comunicación estatales sirios, los drones israelíes que atacaron la zona causaron víctimas civiles.
El ejército israelí afirmó que decenas de personas intentaron entrar en territorio israelí desde Siria, mientras que varios ciudadanos israelíes cruzaron la frontera hacia Siria a través de la zona de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel. Haaretz informa de que la aldea siria de Hader está enviando vehículos para recogerlos.
El ejército afirmó que estaba enviando refuerzos a la frontera y que seguía «vigilando la evolución de la situación, preparado para la defensa y para diversos escenarios».
La presidencia siria condenó los ataques como «comportamiento criminal e ilegal».
«El Gobierno sirio condena enérgicamente estos actos atroces y reafirma su pleno compromiso de investigar todos los incidentes relacionados y de exigir responsabilidades a todos los implicados», afirmó la presidencia en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias Sana.
«Cualquier parte responsable de estos actos, ya sean individuos u organizaciones fuera de la ley, será considerada responsable con arreglo a estrictas medidas legales, y no permitiremos que queden impunes».
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó que el ejército israelí seguirá atacando a las fuerzas gubernamentales sirias a menos que se retiren de la ciudad de Sweida, de mayoría drusa.
«El régimen sirio debe dejar en paz a los drusos de Sweida y retirar sus fuerzas. Como hemos dejado claro y advertido, Israel no abandonará a los drusos de Siria y aplicará la política de desmilitarización que hemos decidido», declaró Katz en un comunicado.
Los ataques israelíes matan a 94 personas en Gaza en las últimas 24 horas
Los ataques israelíes en Gaza han matado a 94 personas en las últimas 24 horas y han herido a otras 252, según ha informado el Ministerio de Salud palestino en Gaza.
El Ministerio de Salud también dijo anteriormente que 21 palestinos que buscaban ayuda murieron por una estampida y asfixia debido al gas lacrimógeno disparado contra la multitud reunida fuera de un centro de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) en Khan Younis, al sur de Gaza.
Un médico dijo que mucha gente se había apiñado en un espacio reducido y había resultado aplastada.
La GHF afirmó que la estampida fue provocada por «elementos dentro de la multitud, armados y afiliados a Hamás», una afirmación que Hamás rechazó por «falsa y engañosa».
Testigos dijeron a Reuters que los guardias del lugar les rociaron con gas pimienta después de cerrar las puertas del centro, atrapándolos entre las puertas y la valla exterior.
El martes, la oficina de derechos humanos de la ONU en Ginebra dijo que había registrado al menos 875 muertes en las últimas seis semanas en las inmediaciones de los centros de ayuda y los convoyes de alimentos en Gaza, la mayoría de ellas cerca de los puntos de distribución de la GHF.
También el miércoles, un ataque israelí contra un campamento que albergaba a personas desplazadas en Al-Mawasi, en el sur de Gaza, causó la muerte de nueve personas.
Las últimas víctimas elevan a 58 573 el número total de palestinos muertos por las fuerzas israelíes en Gaza, con otros 139 607 heridos.
El número de muertos en Gaza asciende hoy a 43
Al menos 43 palestinos, entre ellos 21 personas que buscaban ayuda, han muerto en Gaza desde el amanecer, según Al Jazeera, que cita fuentes médicas.
El Ministerio de Salud palestino en Gaza dijo que 15 personas que buscaban ayuda murieron por una estampida y asfixia debido al gas lacrimógeno disparado contra palestinos que buscaban comida en un centro de distribución de alimentos de la Fundación Humanitaria de Gaza en Khan Younis, en el sur de Gaza.
El informe indica que un ataque israelí contra un campamento de desplazados en Al-Mawasi ha causado nueve muertos.
Personas transportan un cadáver mientras lloran a los palestinos muertos mientras buscaban ayuda en Khan Yunis, en el hospital Nasser de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 16 de julio de 2025 (Reuters).
El testimonio del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un juicio por corrupción que se celebraba este miércoles terminó tras menos de tres horas, tras su solicitud de acortarlo por «razones de seguridad» relacionadas con los conflictos en Siria, según informó Haaretz.
Acusado de soborno, fraude y abuso de confianza, Netanyahu testifica dos veces por semana.
Netanyahu fue imputado en 2019 en tres casos relacionados con regalos de amigos millonarios y por presuntamente solicitar favores regulatorios a magnates de los medios de comunicación a cambio de una cobertura favorable.
Israel ataca una base militar siria en Damasco
El ejército israelí ha confirmado que hace poco ha llevado a cabo un ataque con drones contra la puerta de entrada del cuartel general del ejército sirio en Damasco, afirmando que ha alcanzado la entrada del cuartel general militar sirio.
Según los medios de comunicación sirios, dos civiles resultaron heridos en el ataque israelí contra Damasco.
El consejo de colonos israelíes toma el control de la histórica mezquita de Ibrahim en Cisjordania
Las autoridades israelíes han despojado al municipio palestino de Hebrón de sus poderes administrativos sobre la mezquita de Ibrahim y los han transferido a un consejo religioso de colonos, según informó el martes el diario Israel Hayom.
El periódico calificó la medida de «cambio histórico y sin precedentes» y afirmó que las autoridades israelíes planean realizar «cambios estructurales» en el lugar.
El complejo de Ibrahim, conocido por los israelíes como la Cueva de los Patriarcas, fue dividido en una mezquita y una sinagoga tras la masacre de decenas de fieles palestinos a manos del colono estadounidense-israelí Baruch Goldstein en 1994.
El informe afirma que «se trata de la obra más dramática que se ha llevado a cabo en el lugar desde 1994, como parte de los cambios fundamentales que se están produciendo en el lugar».
Los palestinos locales afirman que el Gobierno israelí ha estado minando poco a poco la influencia palestina sobre el lugar, que, como supuesto lugar de enterramiento del profeta Abraham, es el segundo lugar más sagrado del judaísmo.
Por primera vez este año, las autoridades israelíes también se negaron a entregar todas las secciones de la mezquita al Ministerio de Awqaf y Asuntos Religiosos palestino, como es costumbre los viernes de Ramadán. La medida supuso un cambio significativo con respecto a la práctica habitual.
Una imagen muestra la mezquita de Ibrahim en la ciudad de Hebrón, en la Cisjordania ocupada, el 16 de marzo de 2024. (AFP)
Israel amenaza con atacar a las fuerzas gubernamentales sirias hasta que se retiren de Sweida
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirma que el ejército israelí seguirá atacando a las fuerzas gubernamentales sirias a menos que se retiren de la ciudad de Sweida, de mayoría drusa.
«El régimen sirio debe dejar en paz a los drusos de Sweida y retirar sus fuerzas. Como hemos dejado claro y advertido, Israel no abandonará a los drusos de Siria y aplicará la política de desmilitarización que hemos decidido», afirmó Katz en un comunicado.
«Las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán atacando a las fuerzas del régimen hasta que se retiren de la zona y pronto intensificarán su respuesta contra el régimen si no se entiende el mensaje», añadió.
El Gobierno sirio desplegó sus fuerzas en la zona tras varios días de enfrentamientos armados entre facciones drusas y tribus beduinas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 248 personas, entre ellas 138 miembros de las fuerzas de seguridad sirias, 18 combatientes beduinos aliados y 92 miembros de la minoría drusa, 28 de ellos civiles, murieron en los enfrentamientos.
La Universidad de Columbia adopta la controvertida definición de antisemitismo de la IHRA
La asediada Universidad de Columbia, en Estados Unidos, anunció la adopción formal de la definición de antisemitismo promovida por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), que clasifica como antisemita cualquier crítica al Estado de Israel.
La amplia descripción del antisemitismo que figura en el sitio web de la IHRA incluye «atacar al Estado de Israel, concebido como una colectividad judía» y «negar al pueblo judío su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, afirmando que la existencia del Estado de Israel es una empresa racista».
En marzo, la Administración Trump emitió nueve exigencias a la Universidad de Columbia antes de discutir el levantamiento de la cancelación de 400 millones de dólares en fondos federales, entre ellas que la universidad adoptara la definición de antisemitismo de la IHRA.
Académicos y miembros de la comunidad judía criticaron la definición por equiparar la crítica a Israel con el antisemitismo.
Veinte palestinos murieron el miércoles en un centro de distribución de ayuda gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), en lo que el grupo respaldado por Estados Unidos calificó de avalancha provocada por agitadores armados.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas afirma haber documentado al menos 875 muertes en las últimas seis semanas cerca de centros de ayuda y convoyes en Gaza, la mayoría de ellas cerca de los puntos de distribución de la GHF, que describe como «trampas mortales».
La GHF, que cuenta con el apoyo de Israel, afirmó que 19 personas murieron pisoteadas y una fue apuñalada mortalmente durante la estampida en uno de sus centros en Khan Younis, en el sur de Gaza.
«Tenemos razones creíbles para creer que elementos dentro de la multitud, armados y afiliados a Hamás, fomentaron deliberadamente los disturbios», afirmó la GHF en un comunicado.
Las autoridades sanitarias palestinas informaron a Reuters de que al menos 20 personas habían muerto asfixiadas en el lugar. Un médico afirmó que mucha gente se había apiñado en un espacio reducido y había resultado aplastada.
Palestinos recogen suministros de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 9 de junio de 2025 (Reuters).
Israel ataca un aeropuerto militar sirio cerca de Sweida
El ejército israelí atacó el aeródromo militar de Thaala, cerca de Sweida, y otro emplazamiento en Daraa, en Siria, según la cadena libanesa Al Mayadeen.
El informe afirma que varios miembros de las fuerzas sirias han resultado muertos y heridos en Sweida.
Aumenta el número de muertos por los ataques israelíes en Gaza
Al menos 20 palestinos han muerto en los ataques israelíes en Gaza desde la madrugada de hoy, según Al Jazeera Arabic.
Los ataques israelíes matan a 11 palestinos en Gaza
El ejército israelí ha matado al menos a 11 palestinos en las primeras horas de la mañana, según Al Jazeera.
Cuatro de las víctimas, entre ellas dos niños, murieron en un ataque israelí contra tiendas de campaña en el campamento de al-Mawasi, en el sur de Gaza, según el informe.
La experta de la ONU en asuntos palestinos, Francesca Albanese, afirmó el martes que las sanciones impuestas por Washington tras sus críticas a la postura de la Casa Blanca sobre Gaza constituyen una «violación» de su inmunidad.
La relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados hizo estas declaraciones durante una visita a Bogotá, casi una semana después de que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunciara las sanciones y calificara su trabajo de «sesgado y malicioso».
«Es una medida muy grave. No tiene precedentes. Y me la tomo muy en serio», declaró Albanese ante una audiencia en la capital colombiana.
«Es una clara violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Privilegios y las Inmunidades de los Funcionarios Internacionales de las Naciones Unidas, que protege a los funcionarios de la ONU, incluidos los expertos independientes, de las palabras y acciones tomadas en el ejercicio de sus funciones», afirmó Albanese.
Buenos días, lectores de Middle East Eye:
Estas son algunas de las últimas noticias sobre la guerra de Israel contra Gaza:
- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá el miércoles en la Casa Blanca con el primer ministro de Catar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani. Antes, Trump se reunirá con el primer ministro de Baréin, Salman bin Hamad Al Khalifa, según Axios.
- La relatora especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, afirmó el martes que es hora de que las naciones de todo el mundo suspendan todas sus relaciones con Israel para detener lo que calificó de «genocidio» en Gaza.
- En una publicación en X, la embajada francesa en Israel afirmó que la reanudación del proyecto de asentamiento E1 en la Cisjordania ocupada «no debe llevarse a cabo. Es contrario al derecho internacional y pone en peligro la posibilidad de una solución de dos Estados».
- Los ataques israelíes contra Gaza causaron la muerte de 88 palestinos y heridas a 278 en 24 horas el martes, según informó el Ministerio de Salud palestino en Gaza.
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Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales. Lee todas las entradas de admin