Miscelánea 2/VI/2023

Del compañero y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.
1. Tríada.
2. De su propia medicina.
3. Giro turco hacia el este.
4. Fuera de límites.
5. Mi imagen del día: hablando de futuro.
6. Más sobre investigación en Asia Central.
7. ¡Buena idea!
8. Poch sobre Ucrania.

1. Tríada

El último boletín del Tricontinental, sobre el antiguo concepto de «Tríada» y la necesidad de recuperarlo. https://thetricontinental.org/

Resucitando el concepto de la Tríada | Boletín 22 (2023)

2. De su propia medicina.

En un movimiento curioso y absolutamente novedoso, en la cumbre de la OPEP que se está celebrando en Viena estos días, se ha prohibido la asistencia de Reuters, Bloomberg y el Wall Street Journal entre otros… No seré yo quien aplauda la prohibición de la prensa, ni siquiera de la basura, pero he de reconocer que he sonreído al leerlo.

Opec bans prominent media groups from Vienna meeting

3. Giro turco hacia el este.

La opinión de Pepe Escobar sobre un posible futuro giro de Erdogan hacia Asia ahora que ha ganado las elecciones.

El Sultán 2.0 se inclinará fuertemente hacia el este
No es que Erdogan tenga un plan para dirigirse hacia el Este a expensas de Occidente. Es sólo que las infraestructuras, el desarrollo y los proyectos geopolíticos más grandiosos del mundo están hoy todos en el este.
Por Pepe Escobar 31 de mayo de 2023
El Occidente colectivo se moría de ganas de enterrarlo: otro error estratégico que no tuvo en cuenta el estado de ánimo de los votantes turcos en la Anatolia profunda.
Al final, Recep Tayyip Erdogan lo consiguió… otra vez. A pesar de todos sus defectos, como un envejecido Sinatra neo-otomano, lo hizo «a mi manera», conservando cómodamente la presidencia de Turquía después de que los detractores prácticamente lo hubieran enterrado.
La primera prioridad geopolítica es quién será nombrado Ministro de Asuntos Exteriores. El principal candidato es Ibrahim Kalin, el todopoderoso secretario de prensa y principal asesor de Erdogan.
Comparado con el titular Cavusoglu, Kalin, en teoría, puede ser calificado como más pro-occidental. Sin embargo, es el sultán quien lleva la voz cantante. Será fascinante ver cómo la Turquía de Erdogan 2.0 navega por el fortalecimiento de los lazos con Asia Occidental y el acelerado proceso de integración euroasiática.
La primera prioridad inmediata, desde el punto de vista de Erdogan, es deshacerse del «corredor terrorista» en Siria. Esto significa, en la práctica, dominar a las YPG/PYD kurdas apoyadas por Estados Unidos, que son efectivamente filiales sirias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que es también la cuestión central de una posible normalización de las relaciones con Damasco.
Ahora que Siria ha sido acogida con entusiasmo de nuevo en la Liga Árabe tras 12 años de congelación, una entente mediada por Moscú entre los presidentes turco y sirio, que ya está en marcha, puede representar el último triunfo para Erdogan: permitir el control de los kurdos en el norte de Siria al tiempo que se facilita la repatriación de unos 4 millones de refugiados (decenas de miles se quedarán, como fuente de mano de obra barata).
El sultán está en su mejor momento cuando se trata de cubrir sus apuestas entre Oriente y Occidente. Sabe muy bien cómo sacar provecho del estatus de Turquía como miembro clave de la OTAN, con uno de sus mayores ejércitos, poder de veto y control de la entrada al estratégico Mar Negro.
Y todo ello mientras ejerce una verdadera independencia en política exterior, desde Asia Occidental hasta el Mediterráneo Oriental.
Así que esperen que Erdogan 2.0 siga siendo una fuente inextinguible de irritación para los neoconservadores y neoliberales a cargo de la política exterior estadounidense, junto con sus vasallos de la UE, que nunca se abstendrán de intentar someter a Ankara para luchar contra la entente de integración de Rusia-China-Irán en Eurasia. El Sultán, sin embargo, sabe jugar maravillosamente a este juego.
Cómo manejar a Rusia y China

Pase lo que pase, Erdogan no se subirá al barco de las sanciones contra Rusia. El Kremlin compró bonos turcos vinculados al desarrollo de la central nuclear rusa de Akkuyu, el primer reactor nuclear de Turquía. Moscú permitió a Ankara aplazar casi 4.000 millones de dólares en pagos energéticos hasta 2024. Lo mejor de todo es que Ankara paga el gas ruso en rublos.
Así pues, la serie de acuerdos relacionados con el suministro de energía rusa se impone a las posibles sanciones secundarias que podrían afectar al aumento constante de las exportaciones turcas. Aun así, es un hecho que Estados Unidos volverá a su única política «diplomática»: las sanciones. Después de todo, las sanciones de 2018 empujaron a Turquía a la recesión.
Pero Erdogan puede contar fácilmente con el apoyo popular en todo el reino turco. A principios de este año, una encuesta de Gezici reveló que el 72,8 por ciento de los ciudadanos turcos privilegian las buenas relaciones con Rusia, mientras que casi el 90 por ciento califica a Estados Unidos de nación «hostil». Eso es lo que permite al ministro del Interior, Soylu, afirmar sin rodeos: «Acabaremos con quien cause problemas, incluidas las tropas estadounidenses».
La cooperación estratégica entre China y Turquía se enmarca en lo que Erdogan define como «girar hacia Oriente», y se refiere sobre todo al gigante chino de las infraestructuras multicontinentales, la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés). La rama de la Ruta de la Seda turca de la BRI se centra en lo que Pekín define como el «Corredor Central», una ruta comercial de primera calidad, rentable y segura que conecta Asia con Europa.
El impulsor es el Ferrocarril Exprés de China, que convirtió el Corredor Medio posiblemente en la espina dorsal de la BRI. Por ejemplo, las piezas electrónicas y una serie de artículos domésticos que llegan habitualmente en aviones de carga desde Osaka (Japón) se cargan en trenes de mercancías con destino a Duisburgo y Hamburgo (Alemania), a través del China Railway Express que parte de Shenzhen, Wuhan y Changsha, y cruza de Xinjiang a Kazajstán y más allá por el paso de Alataw. Los envíos de Chongqing a Alemania tardan un máximo de 13 días.
No es de extrañar que hace casi 10 años, cuando presentó por primera vez su ambiciosa y multimillonaria BRI en Astana (Kazajstán), el Presidente chino Xi Jinping situara el China Railway Express como uno de los principales componentes de la BRI.
Los trenes de mercancías directos de Xian a Estambul recorren la ruta desde diciembre de 2020, utilizando el ferrocarril Bakú-Tblisi-Kars (BTK) con menos de dos semanas de viaje, y hay planes en marcha para aumentar su frecuencia. Pekín es muy consciente de las ventajas de Turquía como centro de transporte y encrucijada para los mercados de los Balcanes, el Cáucaso, Asia Central, Asia Occidental y el norte de África, por no mencionar su unión aduanera con la UE, que permite el acceso directo a los mercados europeos.
Además, la victoria de Bakú en la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020 vino acompañada de un plus en el acuerdo de alto el fuego: el corredor de Zangezur, que acabará facilitando el acceso directo de Turquía a sus vecinos desde el Cáucaso hasta Asia Central.
¿Una ofensiva pan-turca?

Y aquí entramos en un territorio fascinante: las posibles interpolaciones entrantes entre la Organización de Estados Turcos (OET), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), los BRICS+… y todo ello vinculado también a un impulso de las inversiones saudíes y emiratíes en la economía turca.
El Sultán 2.0 quiere convertirse en miembro de pleno derecho tanto de la OCS liderada por China como del multipolar BRICS+. Esto significa una entente mucho más estrecha con la asociación estratégica Rusia-China, así como con las potencias árabes, que también se están subiendo al tren de alta velocidad de los BRICS+.
Erdogan 2.0 ya se está centrando en dos actores clave de Asia Central y Asia Meridional: Uzbekistán y Pakistán. Ambos son miembros de la OCS.
Ankara e Islamabad están muy sincronizados. Expresan el mismo juicio sobre la delicadísima cuestión de Cachemira, y ambos apoyaron a Azerbaiyán frente a Armenia.
Pero los acontecimientos clave pueden estar en Asia Central. Ankara y Tashkent tienen un acuerdo estratégico de defensa que incluye el intercambio de información y la cooperación logística.
La Organización de Estados Turcos (OET), con sede en Estambul, es el principal impulsor del panturquismo. Turquía, Azerbaiyán, Kazajstán, Uzbekistán y Kirguizistán son miembros de pleno derecho, y Afganistán, Turkmenistán, Hungría y Ucrania se cultivan como observadores. La relación turco-azerí se anuncia como «una nación, dos Estados» en términos pan-turcos.
La idea básica es una «plataforma de cooperación» aún difusa entre Asia Central y el Cáucaso Meridional. Sin embargo, ya se han presentado algunas propuestas serias. La cumbre de la OET celebrada en Samarcanda a finales del año pasado avanzó la idea de un bloque de libre comercio TURANCEZ, formado por Turquía, Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán y, como observadores, Hungría (en representación de la UE) y Chipre del Norte.
Mientras tanto, prevalecen los negocios duros. Para beneficiarse plenamente de su condición de centro de tránsito energético, Turquía necesita no sólo el gas ruso, sino también el gas de Turkmenistán que alimenta el gasoducto transanatolio de gas natural (TANAP), así como el petróleo kazajo que llega a través del oleoducto Bakú-Tblisi-Ceyhan (BTC).
La Agencia Turca de Cooperación y Coordinación (TIKA) está muy interesada en la cooperación económica y participa en una serie de proyectos de transporte, construcción, minería, petróleo y gas. Ankara ya ha invertido la friolera de 85.000 millones de dólares en toda Asia Central, con casi 4.000 empresas repartidas por todos los «stans».
Por supuesto, en comparación con Rusia y China, Turkiye no es un actor importante en Asia Central. Además, el puente hacia Asia Central pasa por Irán. Hasta ahora, la rivalidad entre Ankara y Teherán parece ser la norma, pero todo puede cambiar, a la velocidad del rayo, con el desarrollo simultáneo del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), liderado por Rusia, Irán e India, que beneficiará a ambos, y el hecho de que iraníes y turcos puedan convertirse pronto en miembros de pleno derecho del BRICS+.

El Sultán 2.0 está llamado a impulsar la inversión en Asia Central como nueva frontera geoeconómica. Esto en sí mismo encierra la posibilidad de que Turquía se una pronto a la OCS.
Tendremos entonces un «giro hacia Oriente» en toda regla, en paralelo al estrechamiento de lazos con la asociación estratégica Rusia-China. Téngase en cuenta que los lazos de Turquía con Kazajstán, Uzbekistán y Kirguistán también son asociaciones estratégicas.
No está mal para un neo-otomano que, hasta hace unos días, era tachado de antiguo.

4. Fuera de límites.

Supongo que ya lo habéis visto, porque ha salido en casi toda la prensa, pero por si acaso os paso por aquí un artículo en el que se resume una reciente publicación en Nature que nos muestra, una vez más.

La humanidad ha traspasado casi todos los límites seguros del sistema Tierra, entre ellos el climático.

Un estudio innovador ha analizado distintos límites planetarios desde el punto de vista de la seguridad y la justicia. «La fotografía es dramática», sostiene la investigadora Noelia Zafra Calvo, una de sus autoras.

Elisenda Pallarés

31 mayo, 2023

Un medio ambiente seguro es imprescindible para la supervivencia humana. No hay vida posible, por ejemplo, sin ciertas condiciones climáticas, de diversidad biológica o de disponibilidad de agua. La comunidad científica lleva muchos años advirtiendo de los daños que provocan la quema de combustibles fósiles, la extracción de recursos o la agroindustria, citando algunos casos concretos. Sin embargo, no se actúa a la escala y velocidad suficiente para revertir la situación, y la acción humana está traspasando prácticamente todos límites seguros del sistema Tierra, identificados por primera vez en 2009 por un estudio pionero (y no exento de críticas). Ahora, otro trabajo científico (con muchos de los mismos autores) ha profundizado en ello con un enfoque actualizado y novedoso al no centrarse únicamente en las condiciones óptimas para que el planeta se mantenga estable, sino también para que la vida en él sea próspera y segura.

El estudio, titulado Safe and just Earth system boundaries (Límites del sistema terrestre seguros y justos), ha sido elaborado por la comisión científica internacional Earth Commission (Comisión Tierra) con la participación de más de 40 investigadores de distintos países. La investigación, publicada en la revista científica Nature, ha evaluado y cuantificado por primera vez las condiciones que regulan el soporte vital y la estabilidad de la Tierra para tener un planeta «seguro y justo». Para ello, han analizado cinco ámbitos interconectados en el sistema Tierra: la emergencia climática, el declive de la biodiversidad, la escasez de agua, los daños a los ecosistemas por el uso excesivo de fertilizantes en algunas partes del mundo (junto a la falta de acceso en otras) y los daños a la salud por la contaminación atmosférica.

Esta investigación científica aborda, por tanto, distintas crisis con el propósito de buscar oportunidades dentro de los límites finitos del planeta. «La fotografía es dramática. Pero me gustaría resaltar que con estos resultados se está trabajando con la sociedad civil, con ciudades y con determinadas empresas en ver cómo se van a traducir estos indicadores en medidas que ellos puedan cumplir y que se pueda hacer algo, es importante pensar que se puede actuar», explica la doctora en Cambio Global y Desarrollo Sostenible Noelia Zafra Calvo, coautora de la publicación e investigadora del Basque Centre for Climate Change (BC3).

Los ocho límites del sistema Tierra propuestos en el estudio: clima; integridad funcional de la biosfera; área de ecosistema natural; flujos de agua superficial; niveles de agua subterránea; ciclos de nutrientes para el nitrógeno; fósforo; y los niveles de aerosoles atmosféricos. Las líneas rojas muestran los límites «seguros», mientras que las líneas azules muestran los límites «justos». El icono de la Tierra muestra el estado del planeta hoy. Fuente: Rockström (2023)

El estudio establece tanto los niveles «seguros» como los «justos», y advierte de que las actividades humanas están alterando los flujos de agua, se liberan cantidades excesivas de nutrientes en las vías fluviales por el uso de fertilizantes, y las áreas naturales son cada vez más escasas.

En lo que respecta al clima, los especialistas proponen un límite de calentamiento de la superficie «seguro» de 1,5 °C, un límite «justo» de 1 ºC, y establecen que el límite «seguro y justo» es de 1 °C. Teniendo en cuenta que el planeta ya se ha calentado de media en torno a 1,2 °C, el límite planetario «seguro y justo» del clima se ha sobrepasado. Respecto a la biosfera, indican que se requiere de al menos un 50-60% de superficie de naturaleza global intacta, nivel que no se respeta en la actualidad.

Constatan una sobreexplotación del agua en la actividad humana. Indican que la alteración del caudal de las aguas superficiales no debería superar el 20%, pero se sitúa en el 34%; y que en el caso de las aguas subterráneas hay niveles de disminución muy superiores a la recarga. En contaminación atmosférica no se han superado los niveles seguros en todas las regiones del planeta, aunque sí en muchas zonas. Y respecto a los niveles de fertilizantes, advierten de que los niveles de nitrógeno duplican los niveles seguros.

«Los resultados son bastante preocupantes: dentro de los cinco ámbitos analizados, ya se han transgredido varios límites, a escala global y local. Esto significa que, a menos que se produzca una transformación a tiempo, es muy probable que se haga inevitable cruzar puntos críticos de cambio irreversible y, en consecuencia, un impacto generalizado en el bienestar humano. Evitar ese escenario es crucial si queremos garantizar un futuro seguro y justo para las generaciones actuales y futuras», asegura señala el profesor Johan Rockström, copresidente de la comisión, autor principal (de este y del estudio de 2009), y director del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático.

Justicia entre regiones y generaciones

«Si nosotros queremos que todos los seres humanos de la Tierra tengan acceso a tierra, zonas verdes, oxígeno, agua, etc., es necesario que se tenga que conservar una mayor parte de esos sistemas», indica la investigadora Noelia Zafra. «No nos estamos refiriendo a que se hagan áreas protegidas o parques nacionales en el 50 o 60% de la superficie terrestre, sino a mantener el estado de integridad ecológica de esa superficie para que pueda seguir realizando sus funciones. La integridad ecológica se puede mantener cuando hay seres humanos en esos sistemas, ejemplos de ello son muchas comunidades indígenas y muchas comunidades rurales europeas», aclara la ambientóloga vasca.

La investigación marca, además, los límites que se consideran «justos» a distintos niveles, como entre distintos países o distintos niveles sociales, entre distintas generaciones o entre distintas especies. «Intentamos preservar lo máximo posible para las generaciones futuras, para no dejarles un planeta en el que no puedan vivir. Y consideramos que los seres humanos somos importantes, pero somos un ser vivo más. Eso significa que para que otros seres vivos puedan tener agua debemos mantener un caudal mínimo», añade Zafra.

«La justicia es una necesidad para que la humanidad viva dentro de los límites planetarios. Esta es una conclusión que la comunidad científica ha constatado en múltiples evaluaciones medioambientales de gran importancia. No es una opción política. Hay pruebas abrumadoras de que un enfoque de justicia y equidad es esencial para la estabilidad planetaria. No podemos tener un planeta seguro en términos biofísicos si no hay justicia«, afirma la coautora Joyeeta Gupta, copresidenta de la Earth Commission y catedrática de Medio Ambiente y Desarrollo en el Sur Global de la Universidad de Ámsterdam.

Implementar soluciones más allá del clima

El estudio incide en que la definición de objetivos globales se ha centrado en el cambio climático y en limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C, aspirando al límite de los 1,5 °C del Acuerdo de París, pero también en que «es necesario manejar todos los demás sistemas y procesos biofísicos de la Tierra que determinan la habitabilidad del planeta». Los expertos hacen un llamado a los sectores público y privado para que adopten urgentemente mayores compromisos de sostenibilidad para poder tener sociedades y economías prósperas en el futuro.

«El sistema Tierra es un conjunto interconectado de procesos biofísicos que operan a través de regiones y escalas. Las interferencias en una parte del mundo pueden tener enormes repercusiones en otras regiones. Utilizar los límites del sistema Tierra como punto de partida para una acción holística y transformadora ayudará a una progresión justa y con un verdadero impacto hacia un mundo seguro y justo», apunta Wendy Broadgate, directora ejecutiva de la Earth Comission y directora del Global Hub Suecia de Future Earth.

La conservación de los distintos ecosistemas es vital, ya que «si el sistema Tierra colapsa, el ser humano como especie puede desaparecer», resume Noelia Zafra. «Este peligro se puede ver como algo muy lejano en sociedades urbanas que han perdido el contacto con la naturaleza y no ven en su día a día cómo contribuye en su bienestar, pero los seres humanos somos gran parte del problema y tenemos que ser gran parte de la solución», añade la científica del BC3. «La gestión adecuada de los bienes comunes globales nunca ha sido tan urgente ni tan importante», coincide Wendy Broadgate.

«Con esta evaluación científica global proporcionamos a todas las partes interesadas unos límites dentro de los cuales se puede dar un desarrollo mundial próspero y equitativo en un planeta estable, un futuro mejor para las personas y el planeta. Esta nueva investigación sirve de base al desarrollo de ‘objetivos basados en la ciencia’. Estos pueden ser adoptados por ciudades, empresas y países para hacer frente a las crisis sistémicas globales del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la sobrecarga de nutrientes, el uso excesivo del agua y la contaminación atmosférica», concluye Rockström.

5. Mi imagen del día: hablando de futuro.

Uno de los militares ucranianos que últimamente más sale en redes es Budianov, con unas declaraciones a menudo exaltadas -como la de eliminar físicamente a los «rusos» que quedasen en Crimea cuando la conquisten-. Es, precisamente, el protagonista de este meme. “Ya basta de hablar de nuestro horrible pasado. Hablemos de nuestro horrible futuro.”

MMLL: Se está refiriendo al pájaro de la foto, entiendo (aunque ‘your’ podría querer referirse a los lectores, pero no lo parece).

CV: Sí, me he tomado esa «libertad» con la traducción, mil perdones. Puede tener varias lecturas porque Budanov ha estado amenazando durante todo este tiempo a la población rusófona, por lo que podría referirse con ese You a ellos, pero también podría estar hablando a los ucranianos en general, y por eso he utilizado el «nos». Por otra parte, si hace unos días era sobre Zaluzhny, ahora el que dicen que puede haber desaparecido en un bombardeo ruso es él, y se hacen bromas al respecto. La aviación rusa según el coronel MacGregor está en una operación de «decapitación» de la élite ucraniana -volaron hace un par de días un bunker subterráneo del cuartel general de los servicios secretos, de los que Budanov es el jefe https://twitter.com/– Pero para una imagen de broma no quería darle tantas vueltas… 🙂

MMLL: Muy sutil para mí lo tuyo, Carlos; insinué lo de ‘los lectores’ porque no concebía que te hubieras equivocado, pero no vi tu intención y me pareció un salto tan grande que ni siquiera añadí ‘y las lectoras’, como está mandado (mea culpa). De perdones nada, aquí el derecho de sugerir e interpretar no tiene límites. Gracias por todo lo que haces. Un abrazo.

6. Más sobre investigación en Asia central.

Como complemento al artículo de ayer de Bhadrakumar sobre la cumbre China-Asia Central en Xian, os paso su artículo de hoy que va en la misma línea pero con datos concretos interesantes.

https://www.indianpunchline.

Publicado el 2 de junio de 2023 por M. K. BHADRAKUMAR

Un «Eje de los Siete» para complementar la OCS

El diario ruso Nezavisimaya Gazeta publicó un reportaje en vísperas de la cumbre China-Asia Central en Xi’an titulado «China está cambiando el formato de la cooperación con Asia Central». En él se anticipaba que los seis jefes de Estado reunidos en Xi’an los días 18 y 19 de mayo discutirían la «creación de un nuevo mecanismo de cooperación en diversos campos y firmarían importantes documentos políticos».
El informe recordaba que la cumbre de Xi’an debía considerarse en el contexto de una reunión entre el presidente Vladimir Putin y los cinco jefes de Estado de Asia Central en Moscú el 9 de mayo (Día de la Victoria de Rusia). El diario destacaba la opinión de los expertos de que «se está formando un nuevo eje ‘5+2’ (Asia Central más China y Rusia)». Evidentemente, aunque Putin no estuvo presente en el acto de Xi’an, se han tenido en cuenta los intereses de Rusia.

El nuevo «eje 5 más 2» que se está formando tendrá sus propios mecanismos y proyecciones, que difieren de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) o de la Iniciativa «Belt and Road» y la comunidad de la Unión Económica Euroasiática. La cumbre de Xi’an consideró la posibilidad de institucionalizar el formato Asia Central-China a través de una Secretaría «con el fin de promover globalmente la cooperación… y el funcionamiento de los mecanismos pertinentes». Por supuesto, dada la toma de decisiones descendente característica de los Estados centroasiáticos, el mecanismo de las Reuniones Consultivas de Jefes de Estado del formato China-Asia Central (que se celebrarán en años alternos) será un factor clave para garantizar la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible de la región.

Es perfectamente concebible que, en un momento en el que la OCS ha tendido a volverse cada vez más «abstracta» tras la incorporación de India a la agrupación, y ha comenzado a divagar sin rumbo, sea lógico que China y los Estados de Asia Central y Rusia sintieran la necesidad de crear mecanismos y planes más eficaces en su espacio común para impartir una nueva calidad a la cooperación, y complementar a la OCS en caso necesario.

Un elemento de rivalidad se ha colado en el funcionamiento de la OCS. India, en particular, debe hacer un examen de conciencia al respecto. El consenso en la toma de decisiones se adoptó como principio básico del funcionamiento de la OCS, pero últimamente se ha introducido un espíritu competitivo para saldar cuentas derivadas de diferencias y disputas bilaterales. La reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OCS celebrada recientemente en Delhi fue testigo de un agrio enfrentamiento entre India y Pakistán que vició el «espíritu de Shanghai», mientras los Estados de Asia Central y Rusia y China observaban en silencio.  

Existe el trágico ejemplo de la SAARC, que sufrió un trauma similar durante la década reciente que acabó por dejarla en un estado comatoso listo para ser enterrada. Pero Rusia y China no pueden permitirse que la OCS sufra un destino tan trágico. La doble estrategia de contención de Estados Unidos hacia Rusia y China y la inminente expansión de la OTAN a Asia hacen que sea de vital importancia disponer de un proceso de cooperación regional cohesionado, motivado y bien coordinado en su espacio común de Asia Interior.

Hasta ahora, Rusia se dedicaba a reforzar la integración política, mientras que China interactuaba sistemática y poderosamente con los gobiernos de los países de Asia Central para el desarrollo de proyectos energéticos y de infraestructuras en el marco de una expansión económica en toda regla. Esa división del trabajo funcionó bastante bien, pero el entorno de seguridad regional cambió drásticamente en los últimos tiempos.
Por ejemplo, en el contexto de la ruptura de los lazos energéticos de Rusia con Europa, se ha vuelto vital para Moscú desviar sus exportaciones de petróleo y gas hacia el mercado chino, y eso requiere infraestructuras centroasiáticas en modo de tránsito, una idea totalmente novedosa. Basta decir que es necesario un alto nivel de armonización y sincronización de los planes nacionales de los países centroasiáticos. En la actualidad, no existen estrategias comunes acordadas en la región de Asia Central, que cuenta con una población de 75 millones de habitantes. El proyecto de la Franja y la Ruta no tiene debidamente en cuenta los intereses de Rusia y la interfaz con los proyectos de la Unión Económica Euroasiática tampoco puede proporcionar un nivel suficiente de interacción, debido a deficiencias sistémicas.

Sin duda, en vísperas de la cumbre de Xi’an, los jefes de los países de Asia Central se prepararon cuidadosamente para el acontecimiento y han presentado un importante paquete de propuestas. Así, las obras de construcción del estratégico ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán, que conectará Xinjiang y Asia Central con Afganistán, Pakistán e Irán, están a punto de comenzar tras un retraso de 20 años debido a una disputa sobre la anchura de las vías.

Como era de esperar, aparte de la seguridad regional, la cuestión de la conectividad fue el tema que recibió mayor atención en la cumbre de Xi’an, que implica la mejora de las infraestructuras de transporte a lo largo de las rutas China-Asia Central y China-Europa a través de Asia Central, así como el aumento de la capacidad de los puestos de control fronterizos, todo ello con el fin de crear las condiciones para aumentar el tráfico de mercancías y pasajeros.

Un factor positivo es que el compromiso de Kazajstán con la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) se está profundizando. China y Kazajstán están ejecutando de manera efectiva una lista de 52 proyectos de inversión de la BRI por un importe total de más de 21.000 millones de dólares, que abarcan el transporte y la logística, la industria y la agricultura, la energía, el turismo y otros ámbitos. Dos de los seis corredores de la BRI pasan por Kazajstán y conectan China con Europa y con Irán y Asia Occidental, respectivamente. Estos corredores de la BRI son importantes para la mayoría de las economías de Asia Central, para las que China ofrece el puerto marítimo más cercano. Esto, a su vez, convierte a Kazajstán en un centro potencial de acceso a Asia Central.
La cumbre de Xi’an también señaló la importancia de poner en marcha el ferrocarril kazajo-chino Ayaguz – Tacheng y abogó por acelerar la construcción de la cuarta línea del gasoducto Turkmenistán-China. En la zona de Tacheng hay muchos tipos de recursos minerales y grandes reservas: carbón, granito, oro, cobre, mineral de hierro y otros recursos minerales en la zona por donde cruza el ferrocarril en construcción.

Al margen de la cumbre de Xi’an, el presidente chino, Xi Jinping, mantuvo reuniones con cada uno de los cinco líderes de la región de Asia Central. En vísperas de la cumbre de Xi’an, los medios de comunicación chinos calificaron a Asia Central de «puerta de entrada» para el proyecto de la Franja y la Ruta, que Xi había desvelado originalmente desde Kazajistán en 2013. Ha habido mucho alarmismo sobre Belt and Road por parte de Estados Unidos e India en el ámbito de la información, pero eso no parece haber afectado a los Estados centroasiáticos. Resulta simbólico que Pekín tomara la iniciativa de celebrar la primera Cumbre China-Asia Central en el décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Asimismo, China espera vincular a Pakistán y Afganistán con los proyectos de infraestructuras de la BRI en Asia Central. Como primer paso, China y Pakistán acordaron recientemente ampliar el Corredor Económico China-Pakistán a Afganistán. Este ha sido el principal logro de la reunión ministerial Pakistán-Afganistán-China celebrada en Islamabad el 5 de mayo, quince días antes de la Cumbre China-Asia Central de Xi’an. Obviamente, el impulso del formato China-Asia Central no será óptimo a menos que China también redoble su compromiso con el gobierno talibán de Kabul.

7 ¡Buena idea!

El Washington Post publica un artículo de opinión en el que se argumenta que si hay una nueva pandemia, que sea Cuba quien vacune al mundo…

Opinion | Next pandemic, let Cuba vaccinate the world

En la próxima pandemia, que Cuba vacune al mundo

Por Achal Prabhala y Vitor Ido

1 de junio de 2023 a las 6:00 a.m. EDT

Achal Prabhala es coordinador del proyecto AccessIBSA, que lucha por el acceso a los medicamentos en India, Brasil y Sudáfrica. Vitor Ido es oficial de programas del Programa de Salud, Propiedad Intelectual y Biodiversidad del Centro del Sur en Ginebra.
¿Cómo puede la humanidad evitar que la próxima pandemia sea tan desastrosa como ésta, en la que han muerto hasta 15 millones de personas? La semana pasada, los países de la Organización Mundial de la Salud se reunieron en Ginebra para empezar a debatir un acuerdo de preparación ante una pandemia. Uno de los principales objetivos es desarrollar rápidamente nuevas curas y vacunas, así como la capacidad de hacerlas llegar a todos los habitantes del planeta.

Aunque nadie sabe todavía qué recomendará finalmente la OMS, es posible predecir una cosa que no hará: suavizar las sanciones de Estados Unidos a la industria biotecnológica cubana, que tiene los medios para desarrollar vacunas y tratamientos de vanguardia y compartirlos con países que no pueden permitirse los elevados precios de las empresas farmacéuticas del primer mundo.

Esto es un error.

Durante la crisis del covid-19, Estados Unidos tuvo la oportunidad de compartir su tecnología de vacunas con el mundo, y el no hacerlo prolongó la pandemia dentro y fuera del país. En junio de 2022, un alto funcionario de la administración Biden admitió que la variante omicron, que ha sido responsable de más de 300.000 muertes en Estados Unidos y más de 1,5 millones en todo el mundo, podría no haber surgido nunca si el mundo hubiera estado suficientemente vacunado en 2021.

Lo que es menos conocido es que Cuba tuvo la misma oportunidad de ayudar a vacunar al mundo. La historia de cómo Cuba fue sistemáticamente bloqueada en su intento de hacer que sus propias vacunas altamente eficaces estuvieran ampliamente disponibles ofrece lecciones cruciales.

El capítulo más reciente de esta historia comenzó en el verano de 2021. La variante delta estaba asolando la India y abriéndose camino por todo el mundo. Las nuevas vacunas ofrecían esperanza, pero los países con menos recursos no podían conseguirlas ni por amor ni por dinero. Aunque Estados Unidos y Europa donaron dosis, sus esfuerzos apenas bastaron para resolver el problema mundial. Y lo que es más importante, estos gobiernos no pudieron persuadir a las empresas que habían financiado para que compartieran las tecnologías que podrían haber permitido a otros países fabricar vacunas por sí mismos. En este sombrío panorama, fue sorprendente saber que Cuba había fabricado dos vacunas eficaces contra el coronavirus partiendo de cero, y luego se comprometió a compartir su propiedad intelectual en todo el mundo.
«Nos dimos cuenta de que no tendríamos dinero para comprar vacunas para nuestro pueblo, así que tuvimos que fabricar las nuestras, y tuvimos que hacerlo en muy poco tiempo», nos dijo recientemente Rolando Pérez Rodríguez, director de ciencia e innovación de BioCubaFarma. En agosto de 2021, uno de los laboratorios de BioCubaFarma también produjo un refuerzo. Ambas demostraron una eficacia superior al 90 por ciento, a la par de las principales vacunas occidentales.

El coste de desarrollo de estas vacunas fue de 50 millones de dólares, según BioCubaFarma, mucho menos que los miles de millones invertidos por el gobierno estadounidense y los cientos de millones invertidos por Alemania en las suyas.

Sorprendentemente, Cuba llegó a exportar casi tantas dosis de vacunas como las que utilizó en su país, suministrando a Venezuela, México, Vietnam, Siria, Nicaragua, Bielorrusia e Irán. Pero aunque muchos países de África y Asia meridional también necesitaban desesperadamente vacunas, no aprovecharon la oferta de Cuba.

Para explicar por qué no lo hicieron, debemos remontarnos a 1962, cuando entró en vigor el embargo económico de Estados Unidos contra Cuba. Desde entonces, la escalada de sanciones, que Estados Unidos ha aplicado ejerciendo una constante presión política y financiera, ha aislado a Cuba no sólo de Estados Unidos, sino también efectivamente del mundo. Las duras penas por violar las sanciones estadounidenses han garantizado que instituciones y gobiernos las cumplan en exceso de forma rutinaria.

Cuba podría haber pedido a la OMS que certificara sus vacunas para facilitar que otros países las compraran con ayuda internacional. Pero no podía permitirse comprometerse con la OMS después de que el presidente Donald Trump no solo revirtiera las leves reformas de las sanciones introducidas por su predecesor, sino que también designara a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Esto ha significado que, incluso en los países donde es legal realizar transacciones con Cuba, pocos bancos están dispuestos a arriesgarse a fuertes multas y sanciones penales por ser percibidos como un apoyo al terrorismo.

Las relaciones cubano-estadounidenses son una cuerda floja desde el punto de vista político, pero los nuevos tiempos exigen nuevas medidas. El mundo ha cambiado desde 1962. El espectro que lo acecha hoy no es el comunismo, sino otra emergencia sanitaria mundial. Hay pocos indicios de que la administración Biden vaya a presionar a las empresas farmacéuticas estadounidenses para que compartan sus inventos médicos con el mundo. Pero el presidente Biden podría dar un paso de gigante hacia la seguridad sanitaria mundial si diera marcha atrás en las políticas draconianas de la administración Trump con respecto a Cuba. Si fuera más allá y permitiera nuevas excepciones en el régimen de sanciones de Estados Unidos, entonces Cuba podría seguir desarrollando -y compartiendo- vacunas y tratamientos innovadores para las enfermedades del mundo.

Más de tres años después, es obvio que el mundo reaccionó mal ante la aparición del coronavirus, que se perdieron vidas innecesariamente. Pero ahora hay tiempo para prepararse para la próxima pandemia, para poner rumbo hacia una distribución más equitativa de las tecnologías médicas. El antiguo embargo de Estados Unidos no sólo perjudica a Cuba. Está perjudicando al mundo.

8. Poch sobre Ucrania.

No suelo enviaros los artículos de Poch porque normalmente se me adelanta Salvador. Como veo que esta vez aún no lo ha hecho, os paso su último artículo en CTXT.

https://ctxt.es/es/20230501/

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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