Miscelánea 26/VIII/2023

Del compañero y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.
1. Ya tenemos culpables.
2. Pillar SL.
3. Reconocer la derrota.
4. Tomaselli sobre la búsqueda de una salida a la guerra en Ucrania.
5. Mi vídeo del día: Perreo fúnebre.
6. La cumbre BRICS y la prensa occidental.
7. El análisis de Pepe Escobar de la reunión BRICS
8. El análisis de la Internacional Progresista de la cumbre BRICS.
9. Primeros análisis de la cumbre de los BRICS

1. Ya tenemos culpables

Aunque ya casi ni nos acordamos, siguen las investigaciones a un ritmo vertiginoso para averiguar quién voló los gasoductos Nord Stream. Y parece que los alemanes ya han encontrado un culpable: los ucranianos. 😀 Parece que se van cortando amarras y van a acabar pagando el pato, seguramente sin merecerlo. Porque si fueron ellos, ¿Alemania puede seguir apoyando económica y militarmente a un país que ha destruido una infraestructura básica? https://twitter.com/I_

Los investigadores alemanes de Nord Stream identificaron a un miembro del ala paramilitar neonazi del partido de extrema derecha Svoboda, que sirve en el ejército ucraniano, como uno de los autores del atentado contra Nord Stream: «Los investigadores están tan convencidos que las pistas apuntan ahora en una sola dirección. Hacia Ucrania. Lo más llamativo del joven Valeri K. es que es seguidor de la organización juvenil abiertamente nacionalista VGO Sokil.

Ese consenso en sí mismo es llamativo, dicen otros -especialmente los políticos que creen que el ataque desde el Andrómeda puede haber sido una operación de «bandera falsa» -un ataque intencionadamente hecho para que pareciera perpetrado por otra persona. Todas las pistas apuntan demasiado obviamente hacia Kiev, dicen, las pistas y las pruebas parecen demasiado perfectas para ser ciertas.»

https://www.spiegel.de/

2. Pillar SL

No disimulan mucho. Una de las empresas para poner en marcha la burbuja del hidrógeno se llama Pillar SL. https://www.eldiario.es/

De la burbuja de las renovables a la burbuja del hidrógeno. «Seguir avanzando, en un crecimiento desordenado, sin tener en cuenta la necesidad de abastecimiento presente y futuro, pone en riesgo el mantenimiento en las próximas décadas de importantes bienes y servicios para la población”

Jesús Samperiz, 18 de agosto de 2023 00:08h

3. Reconocer la derrota.

Tenía pendiente desde hace unos días enviaros este artículo que cita hoy Tomaselli en otro que os envío hoy. Desde Occidente, se empieza a reconocer el fracaso militar en Ucrania.

The Hard Reality: Ukraine’s Last-Gasp Offensive Has Failed

La dura realidad: La ofensiva de Ucrania ha fracasado
La cruda realidad de la guerra entre Rusia y Ucrania es que la ofensiva ucraniana de último minuto ha fracasado, y ninguna vuelta de tuerca cambiará el resultado.
Por Daniel Davis

Como se detalla en la primera parte de esta serie que examina el rendimiento pasado y la capacidad actual de las Fuerzas Armadas Ucranianas (FAU), las tropas de Kiev lograron en 2022 algunos éxitos excepcionales e importantes en el campo de batalla. De cara a 2023 había grandes esperanzas de que estas victorias allanaran el camino hacia la victoria final en la guerra. Desgraciadamente, los altos mandos ucranianos sufrieron una combinación de malas decisiones, una sobreestimación de su propia capacidad y -lamentablemente- una sobreestimación de la eficacia del equipo militar occidental.

Ya en enero de 2023, los medios de comunicación occidentales empezaron a hablar de una «ofensiva de primavera» ucraniana. En ese momento, los rusos habían sido muy maltratados durante las batallas por Kharkiv y Kherson en Ucrania. Moscú llevaba cuatro meses de movilización parcial de 300.000 soldados -pero había tropezado mal al principio en el procesamiento de los nuevos reclutas- e informes no confirmados afirmaban que hasta 700.000 jóvenes rusos habían huido del país para no tener que luchar. La moral ucraniana estaba por las nubes y la motivación rusa por los suelos.

Aunque la calidad de los primeros reclutas rusos era claramente deficiente, ya en noviembre el Kremlin incorporó a más de decenas de miles de ellos a los enormes huecos creados por la ofensiva ucraniana de otoño, lo que ayudó a contener la marea. En enero, Putin incrementó las operaciones ofensivas a lo largo de los 1.000 km de línea del frente para mantener la presión sobre las AFU, haciendo hincapié en las ciudades gemelas de Soledar y Bajmut. A diferencia del ejército ruso en general, Putin optó por dar esa lucha al Grupo Wagner de la PMC, y fue aquí donde Ucrania cometió su primer gran error de 2023.

Doble desastre en Bajmut para Ucrania y Rusia

Bajmut era una ciudad mediana de unos 70.000 habitantes. Tenía cierta importancia táctica para quien la poseyera, pero por sí sola no podía considerarse crítica ni siquiera a nivel operativo. Ucrania había mantenido la ciudad en su poder, pero a principios de marzo, Wagner alcanzó las afueras orientales de la ciudad. La necesidad militar de Ucrania en ese momento era retirarse de Bakhmut a la siguiente línea defendida al oeste.

Desde esta nueva posición, la capacidad de defensa de Ucrania habría sido mayor y la tarea de Rusia de atacar las nuevas líneas ucranianas más difícil, porque el bando ucraniano habría tenido el terreno elevado y los campos de fuego abiertos a través de los cuales Rusia tendría que avanzar, haciendo cualquier asalto extremadamente difícil y costoso en términos de hombres y equipo. Pero al permanecer en Bajmut, la tarea para los rusos era mucho más fácil. Ahora, Rusia podía moverse hasta literalmente metros de las posiciones ucranianas dentro de Bakhmut sin ser vista. Los defensores de Bakhmut estaban en desventaja a partir de ese momento.
Sin embargo, Zelensky decidió seguir luchando. Durante meses, altos dirigentes estadounidenses advirtieron al presidente ucraniano que la batalla era imposible de ganar y que se trasladara a otras posiciones defensivas. No sólo se negó a retirarse a una posición de combate superior, sino que ordenó a sus hombres que no cedieran ni un solo edificio, obligándoles a luchar hasta la muerte. Mes tras mes, Zelensky envió una brigada tras otra para reforzar a Bajmut en un esfuerzo por invertir la marea.

No sólo era dolorosamente obvio que los fundamentos militares dejaban claro que había pocas esperanzas racionales de detener la ofensiva de Wagner para capturar Bakhmut, sino que muchas de esas brigadas que Zelensky envió en inútil ayuda a Bakhmut también eran urgentemente necesarias en la próxima ofensiva de primavera y verano. Dos días después de la caída de Bakhmut, Zelensky seguía desafiante, afirmando que la ciudad no había caído. En 2022, la tenacidad y la falta de voluntad de compromiso de Zelensky consiguieron frenar la invasión rusa e infligir dos importantes derrotas operativas.
Pero esos éxitos engendraron una arrogancia que en mayo de 2023 le llevó a cometer errores muy costosos con implicaciones estratégicas: Ucrania no sólo gastó recursos insustituibles en defender una ciudad estratégicamente intrascendente, sino que también perdió brigadas de importancia crítica para su ofensiva de largo alcance que estaba por llegar. Por desgracia, una vez lanzada la ofensiva en junio, los errores continuaron.

Un adiestramiento inadecuado e incorrecto allanó el camino al fracaso

Durante muchos meses antes de la ofensiva, muchas publicaciones occidentales alabaron el «entrenamiento avanzado» que las Fuerzas Armadas Ucranianas estaban recibiendo de varios países de la OTAN. Al mismo tiempo, varias brigadas ucranianas fueron equipadas con modernos vehículos de combate de la OTAN, como los carros de combate Challenger y Leopard, sistemas de artillería estadounidenses, vehículos de combate Bradley y Strykers. Se esperaba que la combinación de la tecnología de la OTAN con su adiestramiento produjera una capacidad ofensiva de calidad que penetrara las defensas rusas y abriera una brecha en la costa de Azov, partiendo en dos a las fuerzas ocupantes.

Foreign Affairs, el día en que comenzó la ofensiva, publicó un análisis titulado «La ventaja oculta de Ucrania: cómo los adiestradores europeos han transformado el ejército de Kiev y cambiado la guerra». Y sin embargo, como se ha observado dolorosamente después de casi tres meses de operación, el adiestramiento europeo y de la OTAN no transformó a las FAU. Como ya sostuve meses antes del comienzo de la ofensiva, era casi imposible que Ucrania se transformase en cuestión de semanas o unos pocos meses de entrenamiento y un batiburrillo de material de la OTAN. Las razones son fundamentales, y no son un reflejo de las tropas ucranianas, ya que los soldados norteamericanos están igualmente limitados por estos fundamentos.

Para producir una fuerza de campaña eficaz, capaz de emplear operaciones de armas combinadas para derrotar a una gran potencia que ha preparado un sistema defensivo de varios cinturones, primero hay que disponer de un número considerable de brigadas de combate con dotación completa. Los batallones y compañías de cada brigada deben estar dotados de jefes y sargentos de pelotón, comandantes de compañía, sargentos primeros, sargentos mayores y comandantes de batallón y oficiales de operaciones con experiencia en la realización de este tipo de operaciones. Estos líderes necesitan una experiencia de dos a cinco años a nivel de pelotón, de 5 a 7 años a nivel de compañía, y de 15 a 20 años a nivel de batallón y brigada.

Una vez que las unidades se han llenado adecuadamente con líderes formados y entrenados, el siguiente requisito es desarrollar la competencia del soldado individual para realizar su habilidad (conductor de tanque, artillero de Bradley, miembro de escuadrón de infantería, etc.), luego entrenar a las tripulaciones para operar plataformas de combate blindadas, luego a los pelotones para que luchen juntos, luego a las compañías para que luchen juntas, luego a los batallones juntos en la brigada, y finalmente a las brigadas y divisiones en el ejército de teatro. Todo este adiestramiento individual y colectivo tiene que realizarse para producir una operación de armas combinadas coordinada y con éxito. Ucrania no reunía ninguno de estos requisitos. Por eso no debería sorprender que la tan esperada ofensiva se topara con un muro desde el principio.

Actuación táctica en la ofensiva de verano de Ucrania de 2023

Anteriormente he tratado en profundidad la actuación detallada del ejército ucraniano en su ofensiva, pero trataré aquí los errores clave que fueron responsables de su falta de éxito. El primer problema fue que los líderes políticos y militares ucranianos ordenaran el inicio de la ofensiva. Casi un mes después del inicio de la operación, el general al mando ucraniano Valery Zaluzhny afirmaba en una entrevista en el Washington Post que «me saca de quicio» cuando escucha quejas sobre la falta de progreso.

Sin embargo, en la misma entrevista reconocía que «sin estar completamente abastecidos (para la ofensiva), estos planes no son viables en absoluto». Entre sus quejas destaca la ausencia de superioridad aérea. La OTAN, dijo, nunca lanzaría una operación ofensiva sin superioridad aérea. Y tiene razón. Pero Zaluzhny tenía aún más fundamentos en su contra.

Ucrania adolece también de una carencia crónica de capacidad de defensa antiaérea, un número inadecuado de obuses y proyectiles de artillería, insuficientes sistemas de guerra electrónica, escasez de misiles y, quizás lo más importante de todo, apenas un 25 por ciento de la capacidad de desminado necesaria. Por eso, cuando Ucrania lanzó su ofensiva a través de un amplio frente el 5 de junio, no debería haber sorprendido a nadie en Kiev, Washington o Bruselas que se toparan con una sierra rusa.

El sistema defensivo ruso de múltiples cinturones se basa en gran medida en las minas para ralentizar o canalizar a las tropas ucranianas hacia zonas de muerte donde los sistemas rusos de fuego directo y artillería tienen cañones pre-situados esperando. Durante las dos primeras semanas, prácticamente todos los asaltos blindados fracasaron, ganando un territorio minúsculo y sin ningún valor operativo. El New York Times y otros medios afirmaron que las FAU perdieron una asombrosa quinta parte de toda su flota ofensiva en las dos primeras semanas. No podía haber sido de otra manera.

Si Rusia tiene superioridad aérea, una fuerte defensa antiaérea, ventaja en proyectiles de artillería, robustos sistemas de guerra electrónica -para degradar las comunicaciones ucranianas e inutilizar un gran número de drones y misiles de las FAU- y dispuso de seis a nueve meses para preparar elaborados trabajos defensivos, debería haber quedado claro sin lugar a dudas que enviar una fuerza parcialmente blindada, parcialmente entrenada, con escasa experiencia en la realización de operaciones ofensivas a gran escala, era enviar a un gran número de sus hombres a una muerte segura.

Desde las primeras sangrientas semanas, la parte ucraniana cambió de táctica para reducir al mínimo los vehículos blindados y utilizar acciones más centradas en la infantería. Las FAU, ahora en el tercer mes, han hecho progresos vacilantes en el frente de Zaporezhia -tomando Staromaiorske, la mayor parte de Urozhaine y la mayor parte de Robotyna-, pero han perdido algo de terreno en el norte, en la zona de Kupyansk. Pero han perdido decenas de miles de hombres para arañar esos pocos kilómetros. Las AFU no tienen tropas ni equipos suficientes para seguir avanzando a este ritmo. Es probable que se queden sin hombres mucho antes de alcanzar incluso sus objetivos intermedios.

Ramificaciones

La cruda realidad de la guerra entre Rusia y Ucrania es que la ofensiva ucraniana de último momento ha fracasado, y ninguna vuelta de tuerca cambiará el resultado. La UAF fracasó por razones totalmente predecibles, basadas en fundamentos de combate duraderos que no están sujetos al optimismo, las ilusiones o los giros. La cuestión, sin embargo, es qué debe hacer ahora Estados Unidos.

4. Tomaselli sobre la búsqueda de una salida a la guerra en Ucrania.

Tomaselli, en su artículo semanal de Giubbe Rosse News, plantea que los americanos ya deben estar buscando una salida a la guerra tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana. Pero se han metido en una trampa propagandística de la que no es tan fácil salir. https://www.sinistrainrete.

La OTAN entre el autismo y la falta de compromiso
por Enrico Tomaselli
Ante la imposibilidad ya evidente de recuperar siquiera una parte de los territorios perdidos por Ucrania, la OTAN busca desesperadamente una salida que no la derribe políticamente. Pero, atrapada en su propia propaganda, parece presa de una especie de autismo que le impide ver/aceptar la realidad estratégica, tanto la del conflicto como la del multipolarismo emergente. La consecuencia es un peligroso callejón sin salida, que alargará la guerra al menos hasta el año que viene.

* * * *
La trampa del relato
Cuando -tras ocho años de guerra civil- el conflicto ucraniano estalló finalmente en guerra abierta con Rusia, el objetivo de Estados Unidos era aplastar a Moscú mediante una guerra híbrida, cuya duración se estimaba en menos de un año. Y, por supuesto, parte de esta guerra fue una movilización sin precedentes del aparato propagandístico y mediático angloamericano. Teniendo en cuenta que el sistema de medios de comunicación, prácticamente a nivel mundial, pero ciertamente en los países occidentales, está totalmente en manos de un pequeño número de productores/distribuidores de noticias (todos de países de la OTAN), y que éstos a su vez están controlados -directa o indirectamente- por las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses, es fácil entender cómo esto era lógico además de necesario.

Obviamente, la guerra mediática también se concebía y ejecutaba en función del diseño global, que como se ha mencionado tenía un horizonte temporal relativamente corto. La función de la propaganda era relativamente sencilla: no sólo dar sentido al conflicto, sino construir una narrativa basada en dos pilares: la demonización del enemigo y la certeza de la victoria.
Estos dos elementos fundacionales de la narrativa bélica occidental están estrecha y funcionalmente conectados, en el sentido de que -si se da por sentada la derrota del enemigo- su demonización virulenta no sólo resulta útil, sino posible. De hecho, se parte del supuesto de que si se aplasta y humilla al adversario, presentarlo como un monstruo legitimará aún más ese planteamiento; y, a la inversa, puesto que se descarta a priori la posibilidad de negociación, ésta no será en modo alguno un obstáculo.
Esta es básicamente la misma lógica por la que el gobierno de Zelensky aprobó una ley que prohibía toda negociación con Rusia (mientras Putin estuviera en el poder).
El problema con esta postura es que si las cosas resultan diferentes de lo esperado, uno se encuentra atascado en sus propias presuposiciones; en pocas palabras, la negociación (con Putin) tendrá que hacerla un gobierno diferente, o el actual, pero después de haberse negado a sí mismo.

Al haber convertido el conflicto ucraniano en una guerra de poder, la OTAN se encuentra ahora en una doble trampa, construida por sus propios errores. En primer lugar, la guerra resultó no sólo lejos de ser corta, sino también muy sangrienta y costosa, lo que puso a prueba todo el sistema militar-industrial de la Alianza Atlántica y hace imposible que mantenga tal nivel de apoyo económico y militar a lo largo del tiempo.
En segundo lugar, después de haber machacado durante año y medio sobre los dos pilares antes mencionados («Putin = Hitler», «Ucrania vencerá»), ante la evidencia de que la victoria ucraniana es literalmente imposible, no puede hacer fácilmente una conversión de 180º y, además de tener que aceptar la derrota, tener que vérselas también con Hitler.
Por tanto, el gigantesco problema al que se enfrenta hoy la OTAN es, fundamentalmente, encontrar una estrategia de salida viable. Pero, una vez más, lo que lo hace muy complicado es precisamente la auto-narrativa en la que persiste la cúpula atlántica.

Si nos fijamos, por ejemplo, en EEUU, que sigue siendo el punto de apoyo de cualquier toma de decisiones real, observamos que la polarización extrema que se ha determinado (Biden vs Trump, demócratas vs republicanos) hace que los dos electorados tiendan a abrazar las posiciones de los líderes, independientemente de sus convicciones personales. Así tenemos que el electorado pro-Trump es predominantemente crítico con la continuidad del apoyo a Kiev, mientras que el electorado demócrata se muestra fuertemente a favor. El resultado es que Biden, lanzado ahora en su campaña presidencial para un segundo mandato, no puede dar marcha atrás fácilmente en su postura sobre este asunto, no sea que se arriesgue a perder las elecciones. Su electorado, de hecho, se ha visto empujado a un apoyo incondicional (precisamente por la propaganda demócrata), y no se lo perdonaría.
La administración Biden, y dentro de ella especialmente los neoconservadores, estaban tan seguros de que todo saldría según lo previsto, que ni siquiera prepararon una verdadera estrategia global para alcanzar sus objetivos, y mucho menos pensaron en un posible Plan B.
La OTAN, en resumen, siguió siendo prisionera de su propia «retórica hiperbólica», como la ha definido agudamente Branko Marcetic [1] en «Responsible Statecraft» [2], que hizo que la opinión pública «pensara que el resultado de la guerra no sólo tiene que ver con Kiev y su reconquista del territorio perdido, sino que tiene un interés existencial, para la seguridad de Estados Unidos, para todo el orden mundial e incluso para la propia democracia» [3].
La radicalización extrema del discurso público sobre la guerra, en definitiva, determina un efecto boomerang, actuando no sólo como herramienta de motivación para la opinión pública occidental, sino también como recordatorio para sus dirigentes, que se ven hasta cierto punto obligados a ceñirse a su propia narrativa del conflicto.

Y esta trampa funciona a dos niveles, que corresponden precisamente a los dos pilares de la guerra mediática.
Buscar una salida
El primer nivel es el determinado por la demonización del enemigo, que hace imposible retirarse de una confrontación perfilada como apocalíptica, del mismo modo que hace imposible reconciliarse con el nuevo Hitler.
Pero no menos complejo es el segundo nivel, vinculado a la retórica de la ineluctable victoria de los buenos. Una vez que tal victoria parece imposible, surge la necesidad, por un lado, de encontrar la responsabilidad de tal revés y, por otro, de cómo afrontar la derrota. Porque, por supuesto, una guerra no es un partido de la Liga de Campeones, no puede acabar en empate. O se gana o se pierde. Así que si la guerra la gana Rusia, es la OTAN la derrotada. Una perspectiva inaceptable, para Washington, tanto más en un momento de extrema fragilidad del dominio mundial, cuando incluso un país africano como Níger se permite dar con la puerta en las narices de Nuland…
Esta situación, sumada, por supuesto, a una serie de otros factores, determina la incertidumbre con la que se abordan estas cuestiones en Washington. Básicamente, por el momento, parece prevalecer la idea de aplazar las elecciones, lo que, a su vez, significa mantener la guerra indefinidamente.

Por supuesto, mientras tanto, en Estados Unidos se discute, más o menos abiertamente, cómo salir de la trampa. Durante meses, los principales periódicos estadounidenses han debatido estas cuestiones, ya sea analizando la situación sobre el terreno de forma más objetiva o cuestionando las posibles salidas. La mayor limitación de estas reflexiones, por desgracia, sigue siendo una especie de autismo político en el que parecen estar atrapadas, y del que la reciente cumbre de Jeddah es una perfecta representación. Toda la discusión sobre estos temas, de hecho, tiene lugar ignorando totalmente la existencia de la otra parte; los intereses estratégicos y políticos rusos, los desarrollos concretos de la guerra, prácticamente el hecho mismo de que cualquier negociación debe contemplar la participación de Rusia, son constantemente eliminados. La OTAN, de facto ya derrotada sobre el terreno, sigue razonando como si Rusia fuera un sujeto inane, que sólo puede aceptar las eventuales ofertas de la Alianza.

Vemos así que, por ejemplo, en el tema de la responsabilidad de la derrota, ya ha comenzado un escuálido juego de culpas, en el que los círculos de la OTAN atribuyen la culpa a los ucranianos, acusados básicamente de ser incapaces de aplicar las doctrinas militares indicadas por los estrategas de la Alianza, y de un mal uso de los medios proporcionados, mientras que los ucranianos acusan a su vez a la OTAN de suministros escasos y tardíos, y de proponer tácticas inadecuadas e imposibles de aplicar. Se trata, evidentemente, de un triste juego de bandos, en el que cada uno intenta salvar la cara ante su propia opinión pública, cuando la realidad es que ambos son igualmente corresponsables. La Gran Contraofensiva Ucraniana, en la que la maquinaria mediática lleva meses trabajando, y que fue planeada de común acuerdo por la OTAN y el Estado Mayor ucraniano, fue el intento político-militar extremo de cambiar el curso del conflicto, no tanto con la ilusoria intención de una imposible reconquista territorial, sino más modestamente con la de ganar un mínimo de influencia. Pero no fue así.
En la imaginativa Matrix en la que flota la cúpula de la OTAN parece prevalecer hasta ahora la hipótesis de la congelación coreana, es decir, una especie de freeze-frame de la película bélica que se supone congela el statu quo. El supuesto en el que se basa esta hipótesis es que el conflicto se encuentra en un punto muerto inmutable y que, por tanto, un alto sería beneficioso para ambos contendientes. Sobre lo poco realista que es este supuesto, estratégicamente hablando, ya he escrito [4] más arriba; de hecho, no se corresponde en modo alguno con los intereses rusos. Pero hay más. Si se puede hablar de un estancamiento, esto se aplica única y exclusivamente a la guerra por poderes ucraniana, mientras que la situación sobre el terreno cuenta una historia totalmente diferente.

En dos meses y medio, la contraofensiva ucraniana se ha empantanado de hecho, y lo que es más, después de haber pagado (una vez más, después de Bajmut) un precio muy alto en sangre [5]. Por el contrario, las fuerzas armadas rusas están a la ofensiva en dos zonas significativas. En el noreste, han avanzado varios kilómetros en profundidad, acercándose a la ciudad de Kupyansk, que corre serio peligro de convertirse en la próxima picadora de carne, hasta el punto de que los ucranianos ya la han evacuado de civiles, así como a los de una treintena de asentamientos cercanos.
Esta presión ofensiva es importante no sólo militarmente, por la evolución que podría seguir a la caída de la ciudad sobre un amplio sector del frente, sino porque se está desarrollando en el oblast de Járkov, que no forma parte de los cuatro anexionados a la Federación Rusa.
Esto indica claramente que Rusia ciertamente no considerará detener las operaciones militares hasta que haya establecido un cinturón protector al oeste de las cuatro oblasts. Sólo entonces, quizás, sería posible una congelación de la situación.

Además, desde hace semanas, las fuerzas aeroespaciales atacan cada noche en toda Ucrania, apuntando a infraestructuras portuarias, plantas industriales, depósitos de municiones y centros de mando. Todo ello atestigua, sin duda, que no existe un estancamiento generalizado, sino que el conflicto sufre una presión constante por parte rusa, aunque ésta no produzca (por el momento) grandes variaciones a lo largo de la línea del frente.
Farewell, Ukraine
Una variante más avanzada de esta hipótesis fue planteada por Stian Jensen [6], jefe de gabinete del secretario general de la OTAN, sólo para ser rápidamente desmentida. En esta variante, se supondría un intercambio: los territorios liberados por los rusos serían reconocidos como parte de la Federación Rusa, que a su vez aceptaría la entrada de Ucrania en la OTAN.
Aunque Jensen, tras la dura reacción del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, se retractó parcialmente de lo que había dicho, parece claro que esta hipótesis también se formuló en el seno de la OTAN. Si se filtró por ingenuidad de Jensen, o para tantear el terreno, es algo secundario. Lo importante es que, con respecto a la hipótesis coreana, se da un paso más, pero siempre sin tener en cuenta los intereses rusos.
Si, de hecho, la otra hipótesis es básicamente una especie de Minsk III, que serviría a los ucranianos y a la OTAN para volver a las andadas y prepararse para una nueva guerra, ésta, en cambio, contemplaría una estabilización formalizada.

El punto débil de este intercambio es que no sólo Moscú nunca aceptaría la entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica -al fin y al cabo, ésta es la razón principal por la que fue a la guerra-, sino que la oferta es irrisoria: Occidente estaría poniendo de hecho sobre la mesa algo que Rusia ya tiene, y que no corre peligro de perder.
Seguimos, pues, en el terreno del autismo político occidental.
En parte por necesidad material, en parte por conveniencia política, la OTAN se verá empujada a una retirada gradual. Seguirá proporcionando ayuda, por ahora principalmente paquetes de alto valor simbólico (y económico…), como misiles de largo alcance y cazas F-16, pero completamente irrelevantes, incapaces de aportar una contribución decisiva a la capacidad operativa de las fuerzas armadas ucranianas, tanto en términos de cantidad como porque lo que Kiev necesitaría es otra cosa muy distinta [7].
También, pero no sólo, como consecuencia de esto, la coordinación estratégica entre los mandos de la OTAN y de Ucrania se aflojará, con los primeros cada vez más escépticos respecto a las capacidades de los segundos, y los segundos cada vez más recelosos de los apoyos atlánticos.
La necesidad primordial de Washington, y por tanto de la OTAN, sobre todo ahora que se acerca la campaña presidencial estadounidense, es proceder a una retirada suave, traspasando la responsabilidad a los ucranianos; la narrativa ya está empezando a girar hacia el argumento «hicimos todo lo que pudimos, pero no son capaces…», que también podría preludiar -en caso necesario- una sustitución (más o menos indolora) de Zelensky, y avanzar así hacia una conclusión satisfactoria.

El problema, por supuesto, es encontrar una, y que además sea factible, es decir, una que por fin tenga en cuenta a Rusia no como una entidad abstracta, sino como una realidad que tiene intereses, y que tiene que contar tanto con los equilibrios internos como con los costes que conlleva. Pero esto, por el momento, parece muy difícil.
Por supuesto, en el peor de los casos, siempre queda la solución afgana. Abandonar todo y a todos, envolver la bandera y volver a casa.

Lo que podemos esperar, entonces, es una congelación, sí, pero de las capacidades ofensivas ucranianas, y de un importante apoyo occidental. Kiev se verá obligado a adoptar una estrategia defensiva, renunciando a cualquier ambición de reconquista, y aprovechando así la ventaja de una conducta operativa que minimice las pérdidas. Los rusos, por su parte, reanudarán el empuje ofensivo, pero sin abandonar la línea de conducta que, a su vez, busca minimizar las pérdidas. Continuarán los ataques desde el aire y la destrucción sistemática de la infraestructura logística y militar. Llegará el invierno, y los daños en las instalaciones energéticas y eléctricas se dejarán sentir en la población ucraniana, agotada ya por el enorme número de muertos y heridos y la destrucción de la economía. Salvo colapso repentino [8], la guerra se prolongará hasta 2024, a la espera de que se resuelva el enfrentamiento Biden-Trump.
En Europa, mientras tanto, la crisis seguirá mordiendo, y a los liderazgos vasallos les resultará cada vez más difícil mantener la compostura. El mundo se desliza hacia la multipolaridad, y nosotros hacia el abismo. Tarde o temprano, tendremos que aceptar una verdad muy simple: «nous avons besoin des Russes et ils ont besoin de nous» [9].

Notas

1 – Marcetic es miembro de la redacción de la revista de izquierdas Jacobin y ha colaborado con varias publicaciones estadounidenses.

2 – “Can Washington pivot from its maximalist aims in Ukraine?”, Branko Marcetic, Responsible Statecraft
3 – Ibidem
4 – Cfr. “Due guerre”, 
Giubbe Rosse News

5 – Como bien resume el analista estadounidense Daniel L. Davis, «la cruda realidad de la guerra entre Rusia y Ucrania hoy es que la última ofensiva ucraniana ha fracasado, y ninguna vuelta de tuerca cambiará el resultado». Cfr. “The Hard Reality: Ukraine’s Last-Gasp Offensive Has Failed”, Daniel L. Davis, 19fortyfive.com

6 – Cfr. “Guerra in Ucraina/Territori a Mosca in cambio dell’accesso alla Nato”, Giulia Lecis, Quotidiano Sociale
7 – Cfr. “Collasso”, Giubbe Rosse News
8 – Ibidem
9 – Nicolas Sarkozy, entrevista en Le Figaro

5. Mi vídeo del día: Perreo fúnebre

Cada cual lleva el duelo como puede y quiere, pero la verdad es que resulta difícil entender por qué dos chicas ucranianas, que perdieron a su padre en Izium, actuaron así ante su tumba: bailando y con una especie de perreo final… https://twitter.com/DD_

Ha causado especial indignación en Ucrania, y las quieren condenar a entre tres y cinco años de prisión -se explica en el hilo-. Ellas dicen que actuaban así por las creencias de su padre sobre las ceremonias fúnebres.

6. La cumbre BRICS y la prensa occidental

En este artículo en El hurón lo que más me interesa es el análisis que se hace de la repercusión que ha tenido la cumbre en la prensa occidental. Para resumir, el cenagal de siempre. https://elhuron.net/2023/08/

BRICS crece y G7 frunce el ceño

Publicada el 24 agosto, 2023 por elhuron

Catalina de Erauso | BRICS crece y G7 frunce el ceño

El encuentro BRICS del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo (Sudáfrica) en el que han participado varios países es un hito que acabará con orden mundial vigente cuya batuta han llevado los EEUU desde el final de la II Guerra Mundial.

Ha terminado hoy y sus miembros han firmado el Acuerdo de Johannesburgo-II en virtud del cual han aceptado, entre otros, como nuevos miembros a Argentina, Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Obviamente, los EEUU no han participado porque lo ven como una afrenta a su hegemonía militar y económica, aunque no lo digan. De ahí que sea sumamente interesante analizar lo que publican los medios de Occidente.

El eco mediático de la cumbre de BRICS ha sido muy diferente a nivel mundial y la forma en la que han informado los periódicos de Occidente muy desigual. Veamos, pues, qué red financiera internacional han creado los miembros de BRICS, cómo han informado los diarios en castellano, francés, inglés y alemán de occidente sobre la cumbre para después resumir brevemente lo que han acordado los países miembros de BRICS. Otra visión totalmente distinta de estos acontecimientos puede encontrarse en la Plataforma TVBrics Media Network como ya informara Crónica Libre.

El New Development Bank

Jim O’Neill, ex economista jefe de Goldman Sachs, se vanagloria cada vez que se le presenta la oportunidad de haber acuñado el término BRIC que es el acrónimo de Brasil, Rusia, India y China  al que se ha unido Sudáfrica y viene a llamarse BRICS. O’Neill ha tenido varios cargos en el gobierno de Gran Bretaña y ostenta el título de Lord. Escribe a día de hoy en varios periódicos, entre otros en Project Syndicate y no pocos periodistas se hacen eco de sus análisis, copiando casi al pie de la letra su narrativa.

Ya en 2021 ridiculizaba el rol de BRICS a nivel global mofándose de que solo habían logrado crear un banco en dos décadas. El grupo BRICS empezó a tomar forma en el año 2009 en Moscú a pesar de haber acuñado O’Neill el acrónimo BRIC en 2001 y mediar la Declaración de Johannesburgo de 2005 en la que participó también el Banco Mundial cuyos compromisos recopiló Naciones Unidas.

Casi nada de lo que se acordó en ese compromiso se ha cumplido y no porque los miembros de BRICS lo impidiesen. Hubo también otros actores. O sea que no son dos décadas de existencia tal y como repite Jim O’Neil cada vez que se pone a escribir.

El brazo bancario visible de BRICS es el New Development Bank fundado por esos cinco países en 2015 y al que se han adherido Bangla Desh, Emiratos Árabes Unidos y Egipto en 2021. Uruguay está a la espera de ser admitido. Cualquier país representado en Naciones Unidas puede solicitar el ingreso al banco.

Cabe señalar que Brasil se unió al proyecto de la fundación del New Development Bank bajo el mandato de Dilma Rousseff. Los cinco países miembros han aportado 10 millardos de dólares cada uno para fundar el banco. Se espera que su capital social llegue a 100 millardos cuando se adhieran más miembros. De momento, están financiando más de 100 proyectos en los cinco países miembros.

Destacan los proyectos que tienen que ver con el tratamiento de aguas en grandes ciudades en Brasil (28 en total), las infraestructuras de transporte y vivienda pública en la India (28 en total), desarrollo urbano e infraestructuras portuarias en Rusia (18 en total), China con infraestructuras y medio ambiente (29 en total) y Sudáfrica con proyectos varios en energías renovables y salud (14 en total).

La finalidad del banco no es el lucro sino la creación de un espacio de financiación de proyectos sostenibles que promuevan el desarrollo social del bienestar también sostenible en las economías emergentes, en especial en África. Al estar comprometidos con la transparencia, los resúmenes de los proyectos son públicos y, al conscientes de la existencia de malas prácticas, se ha previsto hasta un apartado dedicado a los wistheblowers o denunciantes de corrupción.

La presidenta del banco es la economista y expresidenta brasileña Dilma Rousseff, que ha sido rehabilitada por medio de este cargo después de un periplo judicial que terminó con su carrera política en Brasil. Para su financiación, el banco suele sacar bonos al mercado con intereses fijos bajos entre cuyos compradores hay también bancos privados norteamericanos.

Parece que no es del agrado del Banco Mundial ni del Fondo Monetario Internacional que los miembros del BRICS hayan creado un espacio bancario propio para el 40% de la población mundial con un PIB estimado de más del 30% mundial para 2023. De ahí la ingente masa de narrativa periodística occidental tratando de desacreditarlo como se verá más abajo. El banco ya está en funcionamiento 8 años y será necesario para acometer todos los proyectos conjuntos que van cristalizándose poco a poco.

Terrorismo internacional en la agenda de BRICS

En la declaración que se adoptó en cumbre XIV de Pekín de 2022 en su punto 23, se ponía sobre la mesa la cuestión del terrorismo, en concreto, el caso de Afganistán. De hecho, este punto dice, entre otros que «Hacemos hincapié en que el territorio afgano no debe utilizarse para amenazar o atacar a ningún país, ni para albergar o entrenar a terroristas, ni para planificar la financiación de actos terroristas, y reiteramos la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán.»

Este punto ha desaparecido en el Acuerdo de Johannesburgo-II. Ahora bien, lo que antes era el punto 33 se ha mantenido y se reitera en la condena de dobles varas de medir cuando se trata de buscar soluciones en cuestiones tan sensibles como el terrorismo internacional. Insta de nuevo a la adopción de la Convención Integral sobre Terrorismo Internacional de Naciones Unidas mencionado más abajo.

La revista The Conversation se hace eco de la cuestión de la seguridad y el terrorismo internacionales planteada por India en el seno de las Naciones Unidas y que lidera en el marco de BRICS. Esta cuestión ha pasado desapercibida en casi todos los medios occidentales. The Conversation menciona este asunto debido a que India comparte frontera con Paquistán y tiene gravísimos problemas de terrorismo islámico.

Ya en el año 2002, India había presentado ante Naciones Unidas un documento titulado «Proyecto de convenio general sobre el terrorismo internacional: documento de trabajo«. En su artículo 2 definía el delito de terrorismo. Esta propuesta no tuvo la acogida esperada en el sentido de que invitaba a las naciones miembro de Naciones Unidas a modificar las legislaciones en este sentido.

El ex Secretario de Estado de Asuntos Exteriores de India abogaba por su deslegitimación pública allá por 2016. Esta revista osa decir que la cuestión del terrorismo planteada por India no ha caído bien en los EEUU porque, al parecer, el término de terrorismo no está definido de forma rigurosa, claro está desde el punto de vista de Washington, que siempre reitera que los EEUU «no apoya el terrorismo ni participa en actos terroristas.» Los EEUU tienen una muy frágil memoria.

El eco de la cumbre de BRICS en la prensa internacional

Las palabras del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, al inicio de la cumbre han pasado desapercibidas en todos los medios occidentales. Se pueden consultar en esta página de Gobierno de Rusia y fueron publicadas en la revista Ubuntu Magazine de Sudáfrica.

Lavrov hace referencia a la filosofía africana Ubuntu cuyas cinco claves más importantes son: «supervivencia, espíritu solidario, compasión, respeto y dignidad». El slogan «soy porque somos» lo resume de forma escueta y apela, según Lavrov, a la interconectividad de los pueblos. El modelo de desarrollo internacional basado en la explotación de los recursos de la Mayoría Mundial para mantener el bienestar del «millardo de oro» está irremediablemente obsoleto. No refleja las aspiraciones de toda la humanidad. […] Los BRICS han logrado crear una cultura de diálogo basada en los principios de igualdad, respeto por la elección del propio camino de desarrollo y consideración de los intereses de cada uno. Sergey Lavrov

Cumbre de BRICS en Johannesburgo (Sudáfrica) el 23 de agosto de 2023.

BRICS : CUMBRE de los LÍDERES de las ECONOMÍAS EMERGENTES en SUDÁFRICA | RTVE Noticias

La prensa hegemónica española, casi al unísono como al son del periodismo de cursor de Precht, se hace eco de la cumbre y aprovecha esa ocasión para opinar sobre la guerra de Ucrania y el Belcebú Putin. Así, El Mundo en un artículo del 22.08 solo nombra el nombre de los mandatarios asistentes a la cumbre. El resto es sobre Putin quien «despliega una campaña de relaciones públicas que presenta a Rusia como una potencia anticolonial que apoya un orden mundial más justo y equitativo«.

Un día después, Lucas de la Cal también en El Mundo se hace eco de la plataforma australiana «The Conversation» donde se limita a recoger una larga cita que empieza con: «Los países BRICS se conectan en torno a intereses de desarrollo comunes y la búsqueda de un orden mundial multipolar…». Ahora bien, esa misma página haciéndose eco de investigaciones de la Universidad de Tuffs afirma que «la narrativa común de los BRICS como un grupo dominado por China que persigue principalmente objetivos antiestadounidenses está fuera de lugar

En El Economista, periódico en castellano, el periodista británico de Bloomberg TV y comentarista de Bloomberg News Matthew Lynn se apresuraba ya el 23 de agosto a profetizar que la cumbre sería un fracaso porque Brasil y Sudáfrica estaban inmersos en un mar de corrupción. Es probable que para determinados periodistas haya corrupción mala y corrupción buena, esta última sería aquella que fuese buena para los intereses del escribidor o para su amo.

El digital Público se desmarca de los periódicos españoles más arriba citados y se centra en la inclusión de más miembros al club de BRICS al igual que La Vanguardia y El Diario.

La prensa en lengua alemana, francesa e inglesa destaca diferentes aspectos de ese encuentro. Algunos periódicos alemanes no pierden la oportunidad de seguir ahondando en el relato del rol de Rusia como agresor en la guerra de Ucrania, mientras otros como Junge Welt hacen hincapié en cuestiones económicas y demográficas. Junge Welt señala que los países asistentes a la cumbre cuentan con el 42% de la población mundial que, en lenguaje de los economistas liberales, significa prácticamente la mitad del mercado mundial. El título del artículo puede resultar profético. “Un mundo sin G7”. También el muniqués Süddeutsche Zeitung aporta una brizna de análisis al afirmar que hoy se han unido a BRICS países que han sido históricamente rivales en el tablero regional y global.

El relato de la bella y la bestia es predominante en la prensa en lengua alemana. Robert Wagner, Bettina Menzel y Nail Akkoyun en un artículo de Frankfurter Rundschau afirman que la intervención de Putin vía internet ha sido manipulada porque no es su voz la que habla en directo a los asistentes de la cumbre.

Este periódico afirma que Putin no habría asistido en persona porque estaría preocupado por la orden internacional de detención que pesa sobre él debido a la sospecha de que podría haber deportado a niños ucranianos. Del discurso de Putin destaca que este criticase ninguna de las concesiones del  acuerdo sobre exportación de grano y abonos de Rusia se haya visto cumplida. Añade que Rusia descongestionará los puertos ucranianos cuando se cumplan esos acuerdos.

El también alemán FAZ incide en las desavenencias y desacuerdos entre India y China. ¡Cómo no van a tener diferencias si son vecinos y comparten una frontera de más de tres mil kilómetros! La revista Der Spiegel ha publicado varios artículos en los últimos días. El ataque encubierto de Xi Ping a los EEUU que pierde hegemonía es objeto de análisis en uno de ellos. El conservador Die Welt dedica casi todo el artículo a Rusia y a Putin El Terrible en un estilo que se va acercando mucho al de La Razón. El otro tema fue la rabieta del presidente de India por negarse a salir del avión. Por lo demás, ninguna información de interés sobre la cumbre. Las televisiones públicas como ZDF han informado siguiendo la misma tónica, aunque también entrevistan a una experta, la dra. Myriam Prys-Hansen del Instituto GIGA de Hamburgo (a partir de minuto 15:15).

ZDF entrevista a la dra. Myriam Prys-Hansen (a partir de minuto 15:15)

Brics statt G7: Wie sich eine Weltmacht gegen den Westen formt | ZDFheute live

Ante las preguntas de la periodista de ZDF sobre el aumento inesperado de naciones que desean pertenecer al grupo BRICS, señala la dra, en ciencias políticas Myriam Prys-Hansen que los países como Venezuela o Irán desean, por esta vía, evitar las sanciones de Occidente que pesan sobre ellas. Un país como Argentina busca vías para entrar en el mercado chino. La periodista se hace eco de una pregunta de un espectador, Norbert Kranz, que pregunta que cómo se apañan los países de BRICS sin disponer de una escala de valores compartida. Myriam Prys-Hansen afirma que lo que une a todos ellos, tanto países democráticos como no democráticos es el deseo de que Naciones Unidas, Banco Mundial y WTO sean más democráticos. No desvela qué entiende por países no democráticos.

El suizo en lengua alemana NZZ, por su parte, hace un análisis mucho más profundo y expone el porqué de la popularidad menguante en el Sur Global de los países que conforman Occidente que es la que hace que se pierdan proyectos de cooperación.

Desarrolla tres aspectos: El primero de ellos tiene que ver con las formas que emplea Occidente en sus relaciones con los países del Sur Global, que tienen poco que ver con la cooperación ya que Occidente llega a esos países tratando de dar lecciones. Afirma que Europa se ha infectado de la narrativa del bueno y del malo de George Bush después del 11S y la reproduce continuamente. La última vez fue con motivo del comienzo de la guerra de Ucrania.

El segundo aspecto a resaltar es el deseo de «desdolarización» propulsado por Brasil ya que las economías emergentes no desean depender de esa moneda y ya están cerrando acuerdos de cooperación en sus propias monedas, entre otros, porque una nueva moneda se hace esperar.

El tercero se refiere al incipiente proteccionismo debido a que tanto los EEUU como los países de la UE se han puesto en la pose de promover políticas económicas de autosuficiencia en clara conculcación de las reglas de WTO (Organización Mundial del Comercio) que los EEUU promulgaron y que ahora incumplen. NZZ señala que una querella por esa cuestión no tienen ningún viso de prosperar a nivel judicial debido a que los EEUU se oponen a nombrar nuevos que actúen como mediadores ante conflictos y diferencias en la OMC.

También los periódicos en lengua inglesa desvían la atención y aprovechan el evento para hablar de la guerra de Ucrania. The Washington Post señala una vez más que Inazio Lula da Silva no condenó a Rusia y había osado decir que Occidente era, en parte, culpable de la guerra de Ucrania. Bueno, eso también lo había dicho Henry Kissinger, algo que no menciona Ishaan Tharoor en The Whasington Post.

Este periodista presenta la cumbre como una reunión de sobremesa de viejas del visillo que no hace más que estar de cháchara, como en las otras reuniones anuales. El británico The Guardian es el único que hace referencia al banco New Development y advierte que, aunque de pequeñas dimensiones, habría que vigilar su desarrollo desde los actores globales del Norte. El también británico The Independent señala que los EEUU no han dado importancia alguna a la cumbre.

El diario parisino Le Monde apunta, por su parte, que una de las razones de la adhesión de nuevos países al grupo de BRICS es que los países de África, Latinoamérica y Asia temen que no puedan obtener financiación en el mercado bancario global debido a los grandes costes a los que se enfrenta la reconstrucción de Ucrania.

Ahora bien, el periódico francés reprocha que BRICS no es una alianza sino una coalición de países que no desean compartir poder. El también francés Le Figaro titula que los países de BRICS sueñan con «desdolarizar» la economía mundial. Ilustra esta cuestión incidiendo en los préstamos que realiza el banco New Development en diferentes monedas, reales, yuanes o rupias a la espera de una moneda común que se antoja una utopía a día de hoy.

La interconectividad de los pueblos y el apetito de los buitres

Es muy esperanzador que África busque otras alianzas dentro y fuera de su continente para acometer la interconectividad de los pueblos bajo la premisa moral de la equidad. Tal vez, los mandatarios africanos empiecen también a no dejarse atraer por los suculentos sobornos que les ofrecen las empresas occidentales que vienen a expoliar su subsuelo y sus tierras. Sin la colaboración de los sobornados, no sería posible esquilmar los recursos de Africa.

Pero me temo que la carne es débil y, además, los emisarios de los EEUU han metido a un caballo de Troya en BRICS: Arabia Saudí. ¿Y por qué digo esto? Por dos razones: porque los EEUU no han rechistado hasta el momento y porque la cultura de Arabia desde hace siglos no es la cultura de la igualdad, antes al contrario. Me sorprendería mucho que Arabia Saudí luchase en 2023 por la igualdad de los pueblos, sus culturas, los sexos y las religiones cuando desde su ADN de supremacismo ha perpetrado genocidios y culturicidios sin cesar. Yemen es su última víctima.

7. El análisis de Pepe Escobar de la reunión BRICS

Así ha visto para Sputnik la cumbre de los BRICS el periodista brasileño.

https://sputnikglobe.com/

Pepe Escobar: BRICS 11 – Tour de force estratégico
El Presidente chino, Xi Jinping, definió como «históricas» todas las decisiones importantes que se tomaron en la 15ª cumbre de los BRICS en Sudáfrica. Puede que se quede corto.

El Sur Global, o la Mayoría Global, o el «Globo Global» (copyright del Presidente Lukashenko), por no hablar del atónito Occidente colectivo, tardarán tiempo en comprender plenamente la enormidad de las nuevas apuestas estratégicas.

El Presidente Putin, por su parte, describió las negociaciones sobre la expansión de los BRICS como bastante difíciles. A estas alturas ya se tiene una idea relativamente precisa de lo que realmente se negoció en Johannesburgo.
India quería 3 nuevos miembros. China quería hasta 10. Finalmente se alcanzó un compromiso, con 6 miembros: Egipto, Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Argentina y Etiopía.

Así que a partir de ahora son 11 los BRICS. Y esto es sólo el principio. A partir de la presidencia rotatoria rusa del BRICS, el 1 de enero de 2024, se incluirán progresivamente más socios, y con toda seguridad se anunciará una nueva ronda de miembros de pleno derecho en la cumbre del BRICS 11 que se celebrará en Kazán en octubre del año que viene.

Así pues, es posible que pronto avancemos hacia el BRICS 20, camino del BRICS 40. El G7, a efectos prácticos, se desliza hacia el olvido.

Pero lo primero es lo primero. En aquella decisiva mesa de Johannesburgo, Rusia apoyó a Egipto. China apostó por la magia del Golfo Pérsico: Irán, EAU y los saudíes. Por supuesto: Irán-China ya están inmersos en una asociación estratégica, y Riad ya acepta el pago de la energía en yuanes.

Brasil y China apoyaron a Argentina, vecino problemático de Brasil, que corre el riesgo de tener su economía totalmente dolarizada, y también un proveedor clave de materias primas para Pekín. Sudáfrica apoyó a Etiopía. India, por una serie de razones muy complejas, no se sentía precisamente cómoda con 3 miembros árabes/musulmanes (Arabia Saudí, EAU, Egipto). Rusia apaciguó los temores de Nueva Delhi.

Todo lo anterior respeta los principios geográficos e imprime la noción de que los BRICS representan al Sur Global. Pero va mucho más allá, ya que combina estrategia astuta y realpolitik sin ton ni son.

India se tranquilizó porque el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, presente en Johannesburgo para negociar en nombre del presidente Putin y muy respetado por Nueva Delhi, comprendió perfectamente que una nueva moneda única de los BRICS está muy lejos. Lo que realmente importa, a corto y medio plazo, es ampliar el comercio intra-BRICS en sus monedas nacionales.

Así lo subrayó la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), Dilma Rousseff, en su informe a los anfitriones de la cumbre sudafricana, incluso cuando el presidente brasileño, Lula, volvió a insistir en la importancia de crear un grupo de trabajo para discutir una moneda BRICS.

Lavrov comprendió cómo Nueva Delhi está absolutamente aterrorizada por las sanciones secundarias de EE.UU., en caso de que su papel en los BRICS sea demasiado ambicioso. El primer ministro Modi está esencialmente a caballo entre los BRICS y la obsesión imperial completamente artificial incrustada en la terminología «Indo-Pacífico», que enmascara una nueva contención de China. Los psicópatas neoconservadores straussianos a cargo de la política exterior estadounidense ya están furiosos porque India compra montones de petróleo ruso con descuento.

El apoyo de Nueva Delhi a una nueva moneda de los BRICS sería interpretado en Washington como una guerra comercial sin cuartel, a la que seguirían sanciones demenciales. En cambio, a MbS de Arabia Saudí no le importa: es uno de los principales productores de energía, no un consumidor como India, y una de sus prioridades es cortejar plenamente a su principal cliente energético, Pekín, y allanar el camino para el petroyuan.

Sólo hace falta un movimiento estratégico

Pasemos ahora a las apuestas estratégicas. A efectos prácticos, en términos euroasiáticos, el BRICS 11 está en camino de enseñorearse de la Ruta Marítima Ártica, el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), los corredores Este-Oeste del BRI, el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y el Canal de Suez.

Esto combina varios corredores terrestres con varios nodos de las Rutas Marítimas de la Seda. Una integración casi total en el Heartland y el Rimland. Todo con un solo movimiento estratégico en el tablero geopolítico/geoeconómico.

Mucho más que un aumento del PIB colectivo del BRICS 11 hasta el 36% del total mundial (ya mayor que el del G7), con el grupo abarcando ahora el 47% de la población mundial, el principal avance geopolítico y geoeconómico es cómo el BRICS 11 está a punto de hacer literalmente saltar la banca en los frentes del mercado de la energía y las materias primas.

Al incorporar a Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, el BRICS 11 brilla instantáneamente como una potencia en petróleo y gas. Los BRICS 11 controlan ya el 39% de las exportaciones mundiales de petróleo, el 45,9% de las reservas probadas y al menos el 47,6% de todo el petróleo producido en el mundo, según InfoTEK.

Con la posible incorporación de Venezuela, Argelia y Kazajstán como nuevos miembros en 2024, el BRICS 11 podría controlar hasta el 90% de todo el petróleo y el gas comercializado en el mundo.

Corolario inevitable: operaciones liquidadas en divisas locales que eludan el dólar estadounidense. Y conclusión inevitable: el petrodólar en coma. El Imperio del Caos y el Saqueo perderá su menú de comida gratis: control de los precios mundiales del petróleo y medios para imponer la «diplomacia» mediante un tsunami de sanciones unilaterales.

Ya en el horizonte, la simbiosis directa BRICS 11-OPEC+ es inevitable. La OPEP+ está dirigida de hecho por Rusia y Arabia Saudí.

Se avecina una reorientación geoeconómica que sacudirá la tierra y que abarcará desde las rutas surcadas por las cadenas mundiales de suministro y las nuevas carreteras de los BRICS hasta la interconexión progresiva de la BRI, la Visión Saudí 2030 y la expansión portuaria masiva en los EAU.

Con la elección de Etiopía, el BRICS amplía su alcance africano en el ámbito de la minería, los minerales y los metales. Etiopía es rica en oro, platino, tantalio, cobre, niobio y ofrece un vasto potencial en la exploración de petróleo y gas natural. Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, por cierto, también se dedican a la minería.

Todo ello augura una integración rápida y progresiva del Norte de África y Asia Occidental.

La diplomacia llega lejos

La nueva crisis de los 11 BRICS, en el ámbito energético, es un agudo contrapunto histórico a la crisis del petróleo de 1973, tras la cual Riad empezó a revolcarse en petrodólares. Ahora Arabia Saudí, bajo MbS, está operando un cambio tectónico, en proceso de alinearse estratégicamente con Rusia-China-India-Irán.

Golpe diplomático ni siquiera empieza a describirlo. Se trata de la segunda etapa del acercamiento entre Riad y Teherán, iniciado por Rusia y finalizado por China, sellado recientemente en Pekín. El liderazgo estratégico ruso-chino, trabajando pacientemente en sincronía, nunca perdió de vista la pelota.

Comparémoslo ahora con las «estrategias» colectivas de Occidente, como la limitación del precio del petróleo impuesta por el G7. En esencia, la «coalición de voluntarios» del G7 se autoimpuso un tope de precios al crudo ruso importado por mar. El resultado es que tuvieron que empezar a comprar muchos más productos petrolíferos a las naciones del Sur Global, que ignoraron el tope de precios y aumentaron debidamente sus compras de crudo ruso.

Adivinen quiénes son los dos primeros: China e India, miembros de los BRICS.

Después de revolcarse en varias etapas de negación, el Occidente colectivo puede -o no- darse cuenta de que es un sueño de tontos intentar «desacoplar» de China la parte de la economía mundial gobernada por Occidente, sea lo que sea lo que vomite Washington.

BRICS 11 muestra ahora, gráficamente, cómo el «Sur Global/Mayoría Global/Global Globe» está más no alineado con Occidente que en cualquier otro momento de la historia reciente.

Por cierto, el presidente del G77, el líder cubano Díaz-Canel, estuvo en la cumbre del BRICS representando de facto al nuevo Movimiento de Países No Alineados (MNOAL): el G77 incorpora en realidad no menos de 134 naciones. La mayoría son africanos. Xi Jinping se reunió en persona en Johannesburgo con los líderes de la mayoría de ellas.

El Occidente colectivo, presa del pánico, considera a todos ellos «peligrosos». Así que el último refugio es, como era de esperar, retórico: «desacoplamiento», «des-riesgo» e idioteces similares.

Pero esto también puede resultar peligroso en la práctica. Como en la primera cumbre trilateral celebrada en Camp David el 18 de agosto entre el Imperio y dos vasallos asiáticos, Japón y Corea del Sur. Eso puede interpretarse como el primer paso hacia una OTAN asiática político-militar aún más tóxica que la Quad o la AUKUS, obsesionada por contener simultáneamente a China, Rusia y la RPDC.

La superación colectiva del Norte Global

La ONU cataloga a 152 naciones del mundo como «países en desarrollo». El BRICS 11 se dirige a ellos, ya que superan al Norte Global en todos los aspectos, desde el crecimiento de la población hasta la contribución global al crecimiento del PIB mundial medido por la PPA.

En los últimos 10 años, desde el anuncio de la BRI primero en Astana y luego en Yakarta, las instituciones financieras chinas han prestado casi 1 billón de dólares para proyectos de conectividad de infraestructuras en todo el Sur Global. El próximo foro de la BRI en Pekín señalará un impulso renovado. Esa es la simbiosis BRI-BRICS.

En el G20 del año pasado, China fue la primera nación en presionar para que se incluyera a la Unión Africana (UA), de 55 miembros. Puede que esto ocurra en la cumbre del G20 del mes que viene en Nueva Delhi; en ese caso, la representación del Sur Global será casi paritaria con la del Norte Global.

Las afirmaciones de que Pekín estaba organizando una conspiración maligna para convertir al BRICS en un arma contra el G7 son infantiles. La realpolitik -y los indicadores geoeconómicos- están dictando los términos, configurando el Shock de lo Nuevo: la irreversible irrelevancia del G7 con el ascenso del BRICS 11.

8. El análisis de la Internacional Progresista de la cumbre BRICS

Segundo artículo de hoy sobre los BRICS. Es de la organización internacional de izquierdas «Internacional Progresista». El título hace un juego de palabras con brick, ladrillo en inglés.

https://progressive.

PI Briefing | No. 34 | Desmontando la hegemonía del Norte BRICS a BRICS
Los BRICS ofrecen un estudio de caso revelador de los cambios fundamentales que se están produciendo en el sistema internacional.
En el 34º Briefing de la Internacional Progresista de 2023, analizamos el proceso de los BRICS y su significado para las fuerzas progresistas de todo el mundo. Si desea recibir nuestro Briefing en su buzón de correo electrónico, puede suscribirse utilizando el formulario que aparece al final de esta página.
La hegemonía es el fenómeno por el cual un grupo dirige al conjunto proyectando sus intereses como el interés colectivo. Durante mucho tiempo, el sistema internacional ha funcionado bajo el liderazgo del Norte Global, en particular de los Estados norteamericanos y europeos más ricos y fuertemente armados.
Esta hegemonía es tan poderosa que a menudo pasa desapercibida. Los alumnos de las universidades del Norte Global que estudian otras partes del mundo suelen estudiar en realidad los intereses estratégicos de Estados Unidos y la UE en esas otras partes del mundo, que se hacen pasar por sentido común. Los medios de comunicación de mayor alcance mundial enmarcan sus informaciones sobre el mundo a través de la lente de los intereses del Norte Global. Pero nuestro mundo está cambiando y esa hegemonía está siendo cuestionada.

Los BRICS, cuya cumbre se ha celebrado esta semana en Sudáfrica, ofrecen un caso de estudio revelador. El término BRIC (S minúscula en aquella época) se acuñó por primera vez en un informe de 2001 cuyo autor era Jim O’Neill, entonces jefe de investigación económica del banco de inversión de Wall Street Goldman Sachs. En el documento para la empresa, O’Neill señaló que Brasil, Rusia, India y China eran los mayores «mercados emergentes» (en sí mismo un término de hegemonía capitalista, ya que los países se definen por su valor para los inversores externos) y que crecerían más rápido que los países del G7. Argumentó que la formulación de la política económica internacional, y en particular el G7, debería «ajustarse para incorporar a los representantes de los BRIC».
Se discute si O’Neill inventó personalmente el término BRIC o si fue su ayudante de investigación, una joven india llamada Roopa Purushothaman. Ahora es economista jefe del grupo indio Tata, cuyo valor estimado triplica la capitalización bursátil de 106.000 millones de dólares de Goldman Sachs. Tal vez otro ejemplo de hegemonía y de su desmoronamiento.
Las predicciones de O’Neill sobre el crecimiento económico resultaron acertadas, pero no su receta de una mayor inclusión en la gestión geoeconómica. No obstante, lo que empezó como una abreviatura para que los banqueros de inversión de Wall Street hablaran de economías en rápido crecimiento empezó a tomar forma real.
En 2006, los ministros de Asuntos Exteriores de los cuatro países se reunieron al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. En 2009, los presidentes de los cuatro Estados: Lula, Dimitry Medvedev, Manmohan Singh y Hu Jintao, celebraron la primera cumbre formal del grupo. Al año siguiente, Sudáfrica fue admitida en el grupo, añadiendo así una S al acrónimo y representación del continente africano.

Como agrupación, el BRICS es aún joven, pero hay indicios de que se está desarrollando rápidamente, y la cumbre de esta semana puede marcar un punto de inflexión. Principalmente excluidos del sistema de gobernanza económica mundial dominado por Estados Unidos y la UE, los BRICS están desarrollando el suyo propio a través del Nuevo Banco de Desarrollo. Bajo el liderazgo de la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, que asumió la presidencia del Banco a principios de este año, el NBD parece dispuesto a ampliar su papel como rival del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El Banco tiene un capital autorizado de 100.000 millones de dólares, que presta a los países para proyectos de desarrollo e infraestructuras sin las condiciones de austeridad del FMI. Curiosamente, en la Cumbre de esta semana, Rousseff anunció su intención de conceder alrededor del 30% de los préstamos en moneda local, reduciendo así el riesgo cambiario para el país receptor.
Ahora, otros veintitrés Estados del Sur Global han solicitado ingresar en el club, entre ellos siete de los trece Estados productores de petróleo de la OPEP. Al cierre de la cumbre, seis de ellos habían sido admitidos, con lo que el tamaño y el peso económico de la agrupación aumentan.
Gran parte de la cobertura de la cumbre en los medios de comunicación occidentales se ha centrado en la geopolítica de la guerra en Ucrania. Pero sus asistentes se centraron en los grandes temas de la geoeconomía: el comercio, el dólar, las sanciones, el desarrollo y la financiación de infraestructuras.

Y es que el BRICS no es un bloque antiimperialista, ni tampoco socialista. De hecho, según Xi Jinping, de China, y Lula, de Brasil, no pretende ser un bloque en absoluto. Es más bien un vehículo a través del cual los gobiernos de la mayoría global pueden expresar y coordinar sus intereses geoeconómicos en un mercado mundial cuyos sistemas de gobernanza llevan todos la impronta de la hegemonía del Norte Global.
El BRICS no es una fuerza moral. Pero su desarrollo forma parte de un proceso histórico que ve cómo la hegemonía del Norte disminuye y se fragmenta. Ese proceso presenta oportunidades para que las fuerzas progresistas de todo el mundo se comprometan de forma crítica.
Ese espacio potencial de acción podría abrirse no sólo para las fuerzas progresistas del Sur, sino también para las del Norte. La hegemonía del Norte Global no ha sido la de todos los pueblos del Norte Global, sino la de la clase dominante del Norte Global. Una vez superada esta situación, la mayoría del Norte Global podría unirse a la mayoría del Sur Global para construir un nuevo mundo en condiciones más igualitarias para todos.

Movimiento

El gobierno de Modi reprime el debate progresista

«We20: Cumbre de los Pueblos», organizada por más de 70 grupos de la sociedad civil en India el 19 de agosto, fue interrumpida por la policía de Delhi, bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior. La coordinadora de PI, Varsha Gandikota-Nellutla, fue detenida a las puertas y se le impidió intervenir en un panel sobre desigualdad, junto a miembros de PI como la Mazdoor Kisan Shakti Sangathan, la Amazon India Association y la National Alliance of People’s Movements. El gobierno de Modi ha reprimido los debates democráticos a lo largo de sus casi diez años de mandato, pero este último incidente pone de manifiesto su descarada hipocresía mientras India intenta hacerse un hueco en la escena mundial a través de la presidencia del G20.
González gana la primera vuelta en Ecuador
Luisa González, del izquierdista Movimiento Revolución Ciudadana, se enfrentará a un candidato sorpresa, Daniel Noboa, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador.
Para ganar la presidencia sin segunda vuelta, un candidato debe obtener el 40% de los votos populares y una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre los demás contendientes. Aunque González encabezó los resultados con un margen suficiente, ningún candidato ha conseguido el 40% de los votos, y la lucha se traslada ahora a unas segundas elecciones en octubre.
La democracia ecuatoriana sigue amenazada, y el Observatorio Internacional Progresista está en alerta máxima ante la segunda vuelta de octubre.
Victoria de Arévalo en Guatemala
Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, de centro-izquierda, obtuvo el 58% de los votos, mientras que su rival Sandra Torres se quedó a la zaga con un 36% de los votos, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Guatemala.

Para el Movimiento Semilla, estas elecciones han sido una larga lucha contra el fraude de ley: en la primera vuelta, contra los intentos de inhabilitar al partido y a sus candidatos; y antes de la segunda, contra la suspensión extraordinaria del protocolo electoral y las demandas infundadas de las fuerzas de derechas de que se volvieran a contar los resultados anteriores. Incluso después de que intervinieran los tribunales, un fiscal especial siguió intentando disolver unilateralmente el partido Movimiento Semilla por supuestas discrepancias en las firmas de registro del partido de hace más de cuatro años.
A pesar de los resultados del domingo, el peligro dista mucho de haber terminado. En su discurso de victoria, Arévalo dijo: «Sabemos que hay una persecución política en marcha» y «no caben intentos de descarrilar el proceso electoral». A pesar de la clara derrota, Sandra Torres se ha negado a reconocer su derrota y ha prometido emprender acciones legales contra los resultados electorales.
Una vez que el proceso electoral de Guatemala termine oficialmente, Movimiento Semilla ya no estará protegido legalmente contra la disolución. Por ello, el Observatorio Internacional Progresista sigue vigilando de cerca el proceso electoral, para garantizar que se certifiquen los resultados de la contienda y se respete la voluntad popular del pueblo guatemalteco.

9. Primeros análisis de la cumbre de los BRICS

Empiezan a publicarse algunos análisis y resúmenes de los resultados de la cumbre. Empiezo con este resumen de Peoples Dispatch, aunque lo he visto en Consortium News. Como recuerdo de vez en cuando, muchos de los artículos tienen enlaces, pero no los incluyo en la traducción porque están en inglés. Los podéis seguir en el artículo original.

https://consortiumnews.com/

Los líderes de los BRICS abogan por un orden mundial democrático
24 de agosto de 2023
En medio de una ampliación de la membresía, los líderes del bloque se pronunciaron en contra de las sanciones, las condiciones al crédito soberano y la hegemonía del dólar, informa Abdul Rahman.
Por Abdul Rahman
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, marcó el tono de la cumbre de los BRICS en Johannesburgo al inaugurar la reunión el martes con llamamientos a un orden económico mundial más democrático con una mayor participación de los países del Sur Global. Subrayó que el BRICS defiende la inclusión y la transparencia en su agenda de desarrollo y debe seguir haciéndolo.
Además de los Jefes de Estado de los actuales miembros del BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, más de 60 países participaron en la 15ª cumbre del BRICS, que concluye el jueves.
El presidente chino, Xi Jinping, en un discurso pronunciado por el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, destacó la solicitud formal de adhesión de más de 20 países y reiteró que China rechaza la mentalidad de «bloques exclusivos» perseguida por Occidente y abogó por la expansión de los BRICS.
[El jueves, Ramaphosa anunció que seis países -Arabia Saudí, Irán, Argentina, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos- se unirán en enero a la primera fase de expansión del grupo, informa Al Jazeera].

El Primer Ministro indio, Narendra Modi, declaró el miércoles que su gobierno apoya plenamente la ampliación del bloque, y añadió que acogía con satisfacción «avanzar con consenso en este sentido». India también reiteró su propuesta de adhesión de la Unión Africana al G20.
Nuevo modelo de desarrollo
En su discurso, Xi subrayó que el modelo de desarrollo y crecimiento de los BRICS es contrario al enfoque de hegemonización de Occidente.  Afirmando que los países deben tener libertad para perseguir su propio modelo de desarrollo, Xi afirmó que un país, «obsesionado con mantener la hegemonía, se ha desvivido por paralizar a los mercados emergentes y a los países en desarrollo», en obvia referencia a Estados Unidos.
Xi señaló que el mundo se ve obligado a elegir -entre la paz y la estabilidad y una nueva guerra fría- debido a la agenda hegemónica que persigue Occidente, y señaló que «el hegemonismo perturba el desarrollo, viola el derecho de la nación a la prosperidad y al desarrollo soberano».
Xi señaló que el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS ha sido diseñado para perseguir una agenda de desarrollo sostenible sin las condicionalidades políticas y económicas que suelen acompañar a las otras instituciones financieras globales existentes.

El punto fue confirmado por separado por la ex presidenta brasileña y jefa del NDB, Dilma Rousseff.  «Repudiamos cualquier tipo de condicionalidad», dijo. «A menudo se concede un préstamo [del Banco Mundial o el FMI] para que se lleven a cabo determinadas políticas. Nosotros no hacemos eso. Respetamos las políticas de cada país».
La cumbre se celebró bajo la presidencia de Ramaphosa bajo el lema «BRICS y África: Asociación para el crecimiento mutuamente acelerado, el desarrollo sostenible y el multilateralismo inclusivo».
Durante su discurso del martes, Ramaphosa hizo hincapié en la necesidad de reformar las instituciones financieras internacionales (el Banco Mundial y el FMI, entre otras) para que «puedan ser más ágiles y responder mejor a los retos a los que se enfrentan las economías en desarrollo.»
Desdolarizar el comercio
Durante sus discursos, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, subrayaron los esfuerzos que están realizando los BRICS para desdolarizar el comercio internacional.
Lula afirmó que los BRICS esperan una «nueva unidad de referencia» que proteja su comercio de la volatilidad de las principales divisas de reserva. También reiteró la necesidad de cambiar a monedas locales para el comercio mutuo y señaló que el NDB ya está trabajando para facilitar el proceso.
Ramaphosa señaló que los BRICS se están convirtiendo en un actor mucho más prominente en la economía mundial, con más de un tercio del PIB mundial. También señaló que el comercio entre los actuales miembros del BRICS está aumentando y ya ha superado los 762.000 millones de dólares en 2022.

Putin se dirigió al grupo a través de una conexión de vídeo y criticó a Occidente por la irresponsable política de imponer sanciones y presionar a los países, en particular a los del Sur Global, contraria a las reglas establecidas del comercio y causante de una inflación masiva, desempleo y desigualdad. Afirmó que el BRICS intenta aplicar políticas que impulsen el desarrollo de las naciones más pobres y redunden en beneficio de la «mayoría global».
Putin destacó que las liquidaciones en dólares entre los miembros del grupo cayeron más de un 28% en 2022, y que en el futuro aumentarán los esfuerzos para realizar intercambios mutuos en monedas locales.
África en el punto de mira
Siendo África el tema de la reunión, Ramaphosa destacó el potencial económico del continente y dijo que está preparado para todo tipo de inversiones para el desarrollo de sus infraestructuras y la exploración de sus recursos naturales.
No obstante, subrayó que los países africanos no quieren seguir siendo meros exportadores de materias primas, sino que quieren procesar sus recursos naturales y exportar productos acabados.
Tras Ramaphosa, Lula aseguró a los países africanos que, después de que su predecesor Jair Bolsonaro redujera desastrosamente las inversiones y el comercio con ellos, Brasil está volviendo al continente. Dijo que Brasil ahora estaba listo para ayudar a África con la transferencia de tecnología en áreas como la agricultura, informó Sputnik.

Putin afirmó que Rusia está dispuesta a suministrar cereales alimentarios a todos los países africanos, tanto comercial como gratuitamente, y anunció que seis países africanos -Burkina Faso, Somalia, Malí, Zimbabue, la República Centroafricana y Eritrea- recibirán de Rusia entre 25 y 40 mil toneladas de cereales gratuitamente.
Abdul Rahman es corresponsal de Peoples Dispatch.
Este artículo es de Peoples Dispatch.

 

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Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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