MISCELÁNEA 9/07/2025

DEL COMPAÑERO Y MIEMBRO DE ESPAI MARX, CARLOS VALMASEDA.

ÍNDICE
1. La revolución tecnológica y los BRICS.
2. Una guerra perfecta.
3. Entrevista a Wolff y Hudson.
4. Otra Europa no fue posible.
5. Por un realineamiento en el Golfo.
6. ¡Perezosos del mundo, uníos!.
7. El acoso a Palestine Action.
8. El saqueo del Sahara Occidental.
9. Resumen de la guerra en Palestina, 8 de julio de 2025.

1. La revolución tecnológica y los BRICS.

Aún no he visto gran cosa sobre los resultados de la cumbre de los BRICS que se acaba de celebrar. Pero este artículo, un poco anterior, me ha parecido interesante, a pesar de su obvio tecnooptimismo. Verde, eso sí. Creen que los BRICS están ahora en la avanzada de las innovaciones técnicas y de producción, mientras Occidente estaría anclado en la financiarización.

https://www.phenomenalworld.org/analysis/brics-in-2025/

Los BRICS en 2025

Tim Sahay, Kate Mackenzie

Se está produciendo una revolución tecnológica mundial, con China a la cabeza. Los líderes chinos la denominan la movilización de las «nuevas fuerzas productivas de calidad», en referencia a los «grandes cambios nunca vistos en un siglo». En un Occidente cada vez más paralizado, cada avance que acapara los titulares se interpreta como otro «momento Sputnik», lo que da lugar a nuevas inquietudes y a la presión para adoptar medidas políticas ambiciosas. Tal fue el caso de DeepSeek, un modelo de lenguaje abierto y extraordinariamente eficiente que absorbió billones de la burbuja de la inteligencia artificial de Wall Street, y de la sonda china que trajo a la Tierra las primeras muestras de la cara oculta de la Luna, acelerando así la carrera espacial por los satélites militarizados, con importantes implicaciones para Estados Unidos en el Indo-Pacífico.
Luego está el actual momento «Construye tus sueños». BYD, el principal fabricante de vehículos eléctricos de China, saltó de su mercado nacional en una impresionante expansión internacional, amenazando el futuro de las coaliciones políticas europeas que han crecido en torno al motor de combustión interna y provocando nuevas oleadas de ansiedad entre los responsables políticos y los líderes industriales occidentales. Se prevé que el espectacular aumento de la inversión china en los «tres nuevos» —vehículos eléctricos, baterías y energía solar— reduzca la demanda de petróleo en 5 millones de barriles al día para 2030. Esa tecnología verde más barata está permitiendo ahora a más de cien países liberarse de los costosos hidrocarburos importados y avanzar hacia un futuro más luminoso de autosuficiencia eléctrica.

El dominio tecnológico de China se basa en inversiones a largo plazo en capital humano que han dado lugar a cuadros de ingenieros cualificados y a empresas tecnoindustriales dinámicas que se complementan entre sí, respaldadas por una política industrial sólida y unas finanzas públicas tolerantes al riesgo. (Fuente: RMI; Kyle Chan).

El paquete de automatización, digitalización y electrificación de China ofrece a las empresas y a los países no solo la reducción de las emisiones de carbono, sino también, y de forma más convincente, productividad, eficiencia y soberanía energética. Se están rehaciendo las bases materiales de los sistemas globales de producción, consumo e información. No hace falta ser marxista para pensar que eso implicará una transformación radical de la política mundial.

¿De dónde vendrá el próximo momento Sputnik? Los expertos enumeran las fábricas automatizadas, la biotecnología y la biomedicina, los reactores nucleares modulares pequeños, los drones, las baterías de ionen sodio y los chips de procesamiento de IA.

Este predominio chino en tecnología está provocando lo que Adam Tooze ha denominado el «segundo choque chino». Si el primero se produjo cuando China se incorporó a las cadenas de suministro de Occidente y Asia Oriental, el segundo es al revés: Occidente, especialmente Europa y en particular en torno a los vehículos eléctricos, busca incorporarse a las cadenas de suministro chinas. Por primera vez en dos siglos, Occidente ya no es el líder en tecnología del futuro, sino el seguidor. En este contexto, los aliados estadounidenses en Europa y Asia Oriental están empezando a distanciarse de un Estados Unidos agresivamente transaccional que va a la zaga en tecnologías punteras.

Estos acontecimientos están reconfigurando el orden mundial y las relaciones multilaterales y bilaterales que lo sustentan. Todas las tensiones del momento quedarán patentes en el foro de países de renta media BRICS, que se reunirá la próxima semana en Brasilia. En los últimos dos años, el BRICS ha duplicado el número de sus miembros originales para incluir a cinco nuevos países: los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía, Indonesia e Irán. Bajo la presidencia de Brasil, el foro de este año se centrará en la industrialización verde, la financiación climática y la gobernanza sostenible. En contraste con la misión original de los BRICS de desafiar a las instituciones occidentales, el bloque se caracteriza ahora en parte por la ambición de sus miembros de aislarse estratégicamente de Estados Unidos, y contiene en su seno una nueva visión de la soberanía tecnológica, impulsada principalmente por las energías limpias.

Mientras que Occidente ve a los BRICS como un bloque antioccidental que persigue quijotescamente la desdolarización, el bloque se mantiene unido ahora menos por la repulsión hacia un antiguo orden que por la atracción hacia la reconstrucción de la base material de una nueva soberanía en una nueva era de globalización.

Exageración y reforma

En 2001, en pleno apogeo de la globalización financiera liderada por Estados Unidos, Jim O’Neill, de Goldman Sachs, acuñó un acrónimo pegadizo —BRIC— para una tesis de inversión en mercados emergentes de Wall Street. Brasil, Rusia, India y China (Sudáfrica no se uniría hasta 2010) fueron identificados como economías en rápido crecimiento, tanto en términos de productividad como de apreciación de la moneda. Combinando estos datos con información específica de cada país sobre población, infraestructuras e inversión, O’Neill sugirió que el PIB de la India superaría al de Japón en 2032 y que China sería la mayor economía del mundo en 2041. Los analistas de Goldman especularon que estos acontecimientos tendrían repercusiones en las carteras de inversión mundiales y obligarían a cambiar la posición dominante de Occidente.

El foro BRIC se creó oficialmente en Rusia en 2009. Su objetivo era, en parte, diseñar una respuesta a la crisis de 2008 que permitiera a sus cuatro Estados miembros aislarse de las repercusiones de la crisis financiera. Más allá de eso, los miembros tenían el objetivo común de reformar la gobernanza mundial, redistribuir los derechos de voto en el FMI y el Banco Mundial, mejorar el comercio Sur-Sur y ampliar la liquidación en moneda local.

En 2014, el BRICS, al que se había sumado Sudáfrica, puso en marcha instituciones que imitaban a las creadas en Bretton Woods. El Nuevo Banco de Desarrollo tenía por objeto proporcionar financiación para el desarrollo al estilo del Banco Mundial, y el Acuerdo de Reserva Contingente debía proporcionar liquidez sin las onerosas condiciones impuestas por el FMI. Sin embargo, estas nuevas instituciones siguieron teniendo un alcance y una escala limitados, en la medida en que se veían limitadas por las diferencias estratégicas entre los miembros del BRICS, y Occidente no tenía mucho de qué sentirse amenazado. La cartera de préstamos del Nuevo Banco de Desarrollo es pequeña en relación con su capital desembolsado y el Acuerdo de Reserva Contingente depende de las decisiones del FMI para gran parte de la financiación que ofrece.

Sin embargo, el tono cambió después de 2020, cuando Estados Unidos y la Unión Europea se unieron en torno a la agenda de Biden de confrontación con China y Rusia. En 2022, las potencias occidentales impusieron conjuntamente sanciones financieras a Rusia tras la invasión de Ucrania y se alinearon en el bloqueo de la tecnología avanzada a China. Aunque Europa se resistió a la agresiva «desconexión» de Estados Unidos con respecto a China y optó en su lugar por una «reducción gradual del riesgo», ambos lados del Atlántico se unieron en la idea de que el BRICS era una coalición antioccidental.

Como resultado de la guerra, el propio BRICS se vio obligado a centrarse más en la geopolítica que en la gobernanza global, girando hacia la no alineación estratégica en materia de comercio e inversiones. Es significativo que Rusia incluya la desdolarización en la agenda del bloque para 2023-2024. Pero la dependencia del dólar para el bloque en su conjunto era difícil de eludir. El banco de desarrollo del BRICS dejó de operar en Rusia en 2022 porque ninguno de los demás miembros quería perder el acceso a los bancos de financiación en dólares.

Diversificar, desdolarizar, descarbonizar

Con la reelección de Trump, la unidad de propósito compartida por la UE y EE. UU. ha comenzado a resquebrajarse. Los líderes centristas de la UE declaran ahora que EE. UU. es un «enemigo del proyecto europeo», y muchos países europeos persiguen objetivos similares a los de algunos países del Sur. El objetivo es reducir la exposición a EE. UU. e incluso crear un nuevo conjunto de instituciones que ayuden a reforzar la soberanía y contrarrestar la desestabilización de las guerras comerciales, los acuerdos de seguridad rotos y un sistema del dólar cada vez más instrumentalizado.

Con el bloque del Atlántico Norte bajo tal presión, el interés por el BRICS va en aumento. Además, la legitimidad occidental yace enterrada entre los escombros de Gaza. Los nuevos y aspirantes a miembros del club tienen motivaciones diversas, según ha documentado el think tank Carnegie Endowment. Para Egipto, que lleva años luchando contra la escasez de dólares y los programas del FMI, las transacciones en moneda local son atractivas. Para Indonesia, la diversificación de sus relaciones comerciales y diplomáticas es una muestra de su política de no alineamiento de larga data. Nigeria, por su parte, busca vínculos económicos con países más grandes y un papel regional más importante en el continente. Para los Emiratos Árabes Unidos, el bloque es una forma de ampliar su influencia regional. Arabia Saudí (invitada pero aún no aceptada) tiene una opinión similar. Según Layla Ali, del Gulf Research Center, ambos países «ven la cumbre del BRICS como una plataforma estratégica para ampliar sus vínculos diplomáticos y económicos a escala mundial».

Cooperación industrial verde

En el seno del propio BRICS se está librando una dramática contienda. Los países miembros ricos en petróleo y gas se enfrentan a un desafío creciente para sus modelos de crecimiento debido al giro de las economías del BRICS hacia políticas industriales más verdes. Los países del BRICS que históricamente importaban grandes cantidades de petróleo y gas de Rusia o Irán se enfrentan ahora al rápido crecimiento de las energías renovables; es el caso de China, pero también de Brasil, India y Sudáfrica. El resultado es que los combustibles fósiles representan ahora menos de la mitad de la generación total de electricidad del bloque.

Esto no ha impedido que Rusia e Irán sigan perforando en busca de petróleo y gas. La exportación china de tecnología para la generación de energía limpia y la electrificación, así como sus acuerdos de financiación y tecnología verde, están ganando adeptos hasta ahora, pero el resultado final aún está por verse. Esta lucha implícita por la combinación energética dominante y la economía política que se construye en torno a ella decidirá no solo los acuerdos de poder geopolítico entre los países BRICS en las próximas décadas, sino también el destino de la mayoría de los pueblos del mundo. En un esfuerzo por ganar esta lucha, China está construyendo su hegemonía exportando no solo sus productos ecológicos, sino también, en un cambio estructural, su tecnología, ingeniería, cadenas de suministro y financiación.
Dos informes recientes de analistas —entre ellos Tim— de Clean Energy Finance y Net Zero Industrial Policy Lab detallan ejemplos de cooperación industrial verde entre China y los países en desarrollo más grandes, mientras que los países más pequeños siguen sirviendo en gran medida como mercados de exportación. Clean Energy Finance estima que, desde principios de 2023, las empresas chinas han invertido más de 100 000 millones de dólares en 130 tecnologías limpias en el extranjero en un «tsunami de energía limpia».

La cooperación industrial verde bilateral entre los miembros del BRICS sugiere nuevos patrones de desarrollo económico que aprovechan dos ventajas. En primer lugar, los países miembros poseen ahora muchas de las tecnologías verdes más avanzadas; en segundo lugar, cuentan con mercados de consumo internos en rápido crecimiento que proporcionan escala y beneficios para el crecimiento industrial.

Brasil y China

Brasil, bajo la presidencia de Lula, está dando pasos mucho más firmes hacia Pekín. Lula convenció directamente a la empresa china BYD para que invirtiera en una planta en el estado nororiental de Bahía, que será su primer centro de producción de vehículos eléctricos fuera de Asia, con una producción prevista de 150 000 vehículos al año. Sin duda, el gran mercado de consumo de Brasil dio a Lula una ventaja negociadora para intercambiar tecnología por acceso al mercado. Impulsada por la política Nova Industria Brasil de Lula, Bahía es un ejemplo paradigmático de la transición energética mundial en marcha. Dos gigantes estadounidenses de la industria del siglo XX, Ford y GE, vendieron sus plantas en Camacari a BYD y Gold Wind, respectivamente, que son los mayores fabricantes mundiales de vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Para garantizar la creación de valor añadido y conocimientos técnicos locales para las empresas nacionales, el Gobierno de Bahía negoció con BYD un centro de I+D y unos objetivos de localización. El primer coche «made in Brazil» de BYD salió a la calle esta semana, justo a tiempo para la cumbre del BRICS.

China y Emiratos Árabes Unidos

China y los Emiratos Árabes Unidos están cooperando en materia de vehículos eléctricos, energía solar y metales de transición. El poder de negociación de los Emiratos Árabes Unidos ha aumentado, al conseguir cláusulas de localización y transferencias de propiedad intelectual, ya que las empresas chinas se ven cada vez más afectadas por los aranceles en los mercados occidentales. Las empresas solares chinas, como LONGi, están adquiriendo conocimientos y habilidades locales, como lo demuestra su academia solar en Dubái, al tiempo que procesan metales procedentes de la gigante minera brasileña Vale en centros de fabricación de acero ecológico en el reino del Golfo.

India y Brasil

No todas las colaboraciones dentro del BRICS involucran a China. Brasil e India, ambos con fuertes coaliciones de agricultores en sus legislaturas, se han centrado en la cooperación en materia de biocombustibles sostenibles. Tienen previsto liderar una alianza mundial de biocombustibles con el fin de combinar recursos, conocimientos y tecnología para triplicar finalmente su producción conjunta de biocombustibles para la aviación, los automóviles y el transporte marítimo. Esta unión combina la experiencia tecnológica de Brasil, con sus patentes y su posición industrial en el sector de los biocombustibles, forjada a lo largo de décadas, con la creciente demanda de biocombustibles de la India (actualmente el tercer consumidor mundial de etanol) y el rápido crecimiento de la aviación de pasajeros.

No hay vuelta atrás

Una crítica popular a las iniciativas multilaterales de los BRICS es que carecen de eficacia: el NDB y el CRA no son lo suficientemente grandes para hacer el trabajo, el «BRICS Pay» es una fantasía y los esfuerzos coordinados de reforma dentro de los sistemas de votación de Bretton Woods han resultado infructuosos.

Sin embargo, cada país está aplicando estrategias de desdolarización y de energía y fabricación verdes. El BRICS tiene como objetivo intrínseco comprender y configurar un orden mundial posestadounidense, y ahora hay muchos más países interesados en ese proyecto. Larry Summers lo expresó muy bien en 2023: «Existe una aceptación cada vez mayor de la fragmentación y, lo que es quizás aún más preocupante, creo que hay una sensación creciente de que quizá la nuestra no sea la mejor fragmentación a la que asociarse».
El progreso relativo de los cinco países BRICS en la desdolarización y la energía y la fabricación verdes. China ha logrado avances significativos en la facturación comercial no denominada en dólares y en la fijación de precios de las materias primas, pero abordar la centralidad del dólar sigue siendo más difícil que avanzar en la fabricación verde y la generación de energía. (Adaptado de «Can the BRICS de-dollarize the global financial system», Zongyuan Zoe Liu y Mihaela Papa, 2022).

Una pregunta que anima a muchos es quién será el propietario de las industrias verdes y sus cadenas de valor. Una reciente entrevista con el presidente de la empresa metalúrgica y minera Vale fue reveladora: «Somos una empresa brasileña con sede en Canadá que opera en Indonesia en una empresa conjunta con chinos y saudíes, que tienen un 10 % de nuestra participación. Bienvenidos a la siguiente etapa de la complejidad política del mundo en que vivimos». ¿Pueden las colaboraciones bilaterales y los avances tecnológicos chinos sumar para un cambio sistémico, un cambio en el orden mundial?

El orden geopolítico de la posguerra se basaba en tres pilares: la hegemonía estadounidense, el sistema energético basado en los combustibles fósiles y un orden comercial abierto y multilateral. Estados Unidos ha atacado ahora cada uno de los pilares que sustentan su orden global basado en los hidrocarburos.

En la actualidad, existen dos modelos globales de energía e influencia que compiten entre sí: uno basado en los combustibles fósiles y otro en las tecnologías verdes y un nuevo modelo de desarrollo sostenible. La tecnología china está encontrando nuevos mercados en todo el mundo porque mucha gente la quiere. Pero hasta ahora no existe un apoyo real en materia de finanzas, comercio y transferencia de tecnología, ya que aún no se ha construido un nuevo orden internacional de gobernanza sostenible. La cuestión fundamental para el futuro de los BRICS radica en la voluntad y la capacidad de sus países miembros para llevar a cabo una colaboración más amplia en los ámbitos de la tecnología, el comercio y las finanzas. A un cuarto del camino hacia el siglo XXII, todo está por decidir.

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2. Una guerra perfecta.

No deja de ser otro análisis psicologista sobre Trump, pero si es cierto, ¡en menudas manos estamos!

https://www.unz.com/acrooke/the-land-of-performance-trump-wanted-a-perfect-war-a-headline-showstopper/

«La tierra del espectáculo»: Trump quería una guerra perfecta, un titular sensacionalista

Alastair Crooke • 8 de julio de 2025

«Dependiendo de a quién se pregunte, el bombardeo estadounidense de las instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán fue un éxito rotundo que paralizó gravemente el programa nuclear de Teherán, o un espectáculo llamativo cuyos resultados fueron inferiores a lo anunciado… En el gran esquema de las cosas, todo esto no es más que un drama».

La gran cuestión, solo superada por «qué pasará ahora en Irán» y cómo podrían responder, dice Michael Wolff (autor de cuatro libros sobre Trump), es «cómo va a responder MAGA»:

«Y creo que él [Trump] está realmente preocupado, [enfatiza Wolff]. Y creo que debería estarlo. Hay dos cosas fundamentales en esta coalición: la inmigración y la guerra. Todo lo demás es fungible y se puede negociar. No es seguro que esos dos elementos se puedan negociar».

La señal de Hegseth («no estamos en guerra con el pueblo iraní, solo con su programa nuclear») refleja claramente un mensaje que se está «retirando» ante la presión de MAGA: «No presten atención. No estamos realmente en guerra», es lo que Hegseth intentaba decir.

Entonces, ¿qué va a pasar ahora? Básicamente, pueden ocurrir cuatro cosas: en primer lugar, los iraníes pueden decir «vale, nos rendimos», pero eso no va a suceder; la segunda opción es una guerra prolongada entre Irán e Israel, con Israel sufriendo ataques como nunca antes los ha sufrido. Y en tercer lugar, hay un intento de cambio de régimen, aunque esto nunca se ha logrado con éxito solo con un ataque aéreo. Históricamente, los cambios de régimen en Estados Unidos han ido acompañados de matanzas masivas, años de inestabilidad, terrorismo y caos.

Por último, hay quienes advierten de que se está planteando un Armagedón nuclear con el objetivo de destruir Irán. Pero eso sería un acto de autodestrucción, ya que probablemente también sería el Armagedón de Trump, en las elecciones de mitad de mandato.

«Déjeme explicarle», dice Wolff;

«He estado haciendo muchas llamadas, así que creo que tengo una idea del arco que ha llevado a Trump a donde estamos [con los ataques a Irán]. Las llamadas son una de las principales formas en que sigo lo que piensa (utilizo la palabra «pensar» en sentido amplio)».

«Hablo con personas con las que Trump ha estado hablando por teléfono. Quiero decir que todo el pensamiento interno de Trump es externo, y se desarrolla en una serie de llamadas constantes. Y es bastante fácil de seguir, porque dice lo mismo a todo el mundo. Así que es una ronda constante de repeticiones…».

«Así que, básicamente, cuando los israelíes atacaron Irán, se emocionó mucho y todas sus llamadas eran repeticiones de un mismo tema: ¿Van a ganar? ¿Es esto una victoria? ¿Se ha acabado el juego? ¡Son tan buenos! Esto es realmente espectacular».

«Así que, de nuevo, estamos en el terreno del espectáculo. Esto es un escenario y, el día antes de que atacáramos Irán, sus llamadas no paraban de repetir: Si hacemos esto, tiene que ser perfecto. Tiene que ser una victoria. Tiene que parecer perfecto. Nadie puede morir».

Trump sigue diciendo a sus interlocutores: «Vamos a por todas: el gran día. Queremos un gran día. Queremos (esperen, dice Wolff) una guerra perfecta». Y entonces, de repente, Trump anunció un alto el fuego, lo que Wolff sugiere que fue «Trump concluyendo su guerra perfecta».

Y así, de repente, con Israel e Irán aparentemente cooperando en la puesta en escena de este «titular de guerra perfecta», «se molesta porque no sale perfectamente».

Wolff continúa:

«Para entonces, Trump ya había asumido el papel de que «esta era su guerra». Su guerra perfecta. Un drama televisivo al más alto nivel: una guerra para crear un titular. Y el titular es «HEMOS GANADO». Ahora estoy al mando y todos van a hacer lo que yo les diga. Lo que vimos a continuación fue su frustración por el estropicio de un titular excepcional: no están haciendo lo que él les dice».

¿Cuáles son las ramificaciones más amplias de este microepisodio? Bueno, Wolff, por su parte, cree que es poco probable que Trump se vea envuelto en una guerra larga y compleja. ¿Por qué? «Porque Trump simplemente no tiene la capacidad de atención necesaria para ello. Esto es todo. Está acabado: ha entrado en auge y ha salido».

Hay un punto fundamental que hay que entender en el análisis de Wolff para comprender su importancia estratégica más amplia: Trump ansía la atención. Piensa en términos de generar titulares, cada día, todos los días, pero no necesariamente en las políticas que se derivan de esos titulares. Busca dominar los titulares diarios y, para ello, quiere definir los titulares a través de una postura retórica, moldeando la «realidad» para dar su propia «visión» trumpiana, que causa sensación.

Los titulares se convierten entonces, por así decirlo, en una especie de dominio político que posteriormente puede metamorfosearse en política, o no.

No obstante, no será tan fácil como sugiere Wolff para Trump simplemente «desviar la atención» de Irán, aunque Trump es un maestro en encontrar nuevos puntos de discordia. Porque, fundamentalmente, Trump se ha comprometido con el titular secundario de «Irán nunca tendrá una bomba». Nótese que no lo define en términos políticos, sino que se deja margen de maniobra para una posible reivindicación de victoria posterior.

Sin embargo, hay otro punto fundamental aquí: se suponía que el ataque israelí contra Irán del 13 de junio derrumbaría a Irán como un castillo de naipes. Eso es lo que esperaba Israel, y lo que claramente esperaba también Trump: «[Las llamadas telefónicas de Trump en vísperas del ataque sorpresa israelí] eran todas repeticiones de un mismo tema: ¿iban a ganar? ¿Es esto una victoria? ¿Se ha acabado el juego? [Los israelíes] son muy buenos. Esto es realmente espectacular». Trump previó el posible colapso del Estado iraní.

Bueno… no fue «el fin del juego». Los israelíes pueden estar abrazándose de emoción por la pièce de théâtre del Mossad del 13 de junio; por la «profesionalidad» de las decapitaciones dirigidas por el Mossad; por los asesinatos de científicos, los ciberataques y los sabotajes. El Mossad es aclamado por muchos en Israel, pero todos fueron logros tácticos.

El objetivo estratégico, el «quid de la cuestión», fue un fracaso: el «castillo de naipes» no se derrumbó. Más bien, se recuperó con fuerza. En lugar de debilitar a Irán, el ataque logró avivar el sentimiento chií y la identidad nacional iraní. Ha encendido un fervor y una pasión nacional que estaban en gran parte latentes. Irán se mostrará más decidido en el futuro.

Así pues, si el ataque israelí del 13 de junio no tuvo éxito, ¿por qué iba a salir mejor el plan la segunda vez, con Irán totalmente preparado? Una larga guerra de desgaste con Irán puede ser la opción preferida de Netanyahu para alimentar su ansiado titular de «gran victoria». Pero Netanyahu no puede ahora perseguir tales quimeras (ni Israel puede sobrevivir a una guerra de desgaste) sin una ayuda sustancial de Estados Unidos (que podría no llegar).

Aunque el evidente malestar de Trump (tal y como lo describen los interlocutores de Wolff) sobre si el ataque sorpresa israelí resultaría una victoria rápida o no, es revelador del temperamento interior de Trump:

«¿Es esto una victoria? ¿Se ha acabado el juego? Tiene que ser una victoria: tiene que parecer perfecto: entrar con fuerza y salir con fuerza».

Estas preguntas repetitivas a quienes le rodean denotan más una falta de confianza en sí mismo que el deseo —o la capacidad de atención— para una lucha prolongada y sin un momento claro en el que «se acabe el juego».

Además, temerá con razón el efecto que una guerra larga tendría en su base MAGA, así como en los jóvenes votantes de Trump (que ya están empezando a alejarse de él, como sugieren las encuestas de los grupos focales). La mayoría de Trump en ambas cámaras es increíblemente precaria. 300 millones de dólares podrían inclinarla en cualquier sentido.

Recuerden también que el segundo punto fundamentalmente importante es que Israel fue atacado como nunca antes lo había sido.

Israel sigue ocultando el alcance de los daños causados por los misiles iraníes, pero incluso los altos responsables de seguridad israelíes, a medida que asimilan el alcance de los daños causados a Israel, que se va revelando poco a poco, están llegando a la amarga conclusión de que el «programa» iraní podría no poder ser destruido por medios militares. Solo sería posible mediante algún tipo de acuerdo diplomático, si es que se llega a alcanzar.

El cambio de régimen también se ha revelado como una quimera. Irán nunca ha estado tan unido y firme como ahora. La amenaza de matar al líder supremo también ha resultado contraproducente. Cuatro autoridades religiosas chiítas (Marja’iyya), entre ellas el célebre gran ayatolá Sistani en Irak, han dictaminado que cualquier ataque contra el líder supremo desencadenaría una fatwa de yihad que obligaría a toda la Ummah (comunidad) a unirse a la guerra religiosa contra Estados Unidos e Israel.

Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán parecen lejos de alcanzar un acuerdo. La AIEA se ha convertido en una parte importante del problema, en lugar de formar parte de la solución. La atención de Trump sobre la estratagema del «alto el fuego» en Ucrania parece estar decayendo, y este podría ser también el resultado final con Irán. Las largas negociaciones no conducen a ninguna parte, mientras Irán reanuda silenciosamente su programa de enriquecimiento. Y es de suponer que Israel lanzará nuevos ataques contra Irán, lo que provocará la inevitable respuesta de este último y una escalada.

Enlace al vídeo

(Reproducido de Strategic Culture Foundation con permiso del autor o su representante).

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3. Entrevista a Wolff y Hudson.

Otra conversación de los dos economistas en el programa de Alkhorshid.

https://michael-hudson.com/2025/07/why-america-no-longer-makes-its-own-future/

Por qué Estados Unidos ya no construye su propio futuro

NIMA ALKHORSHID: Hola a todos. Hoy es jueves, 3 de julio de 2025, y nuestros amigos Richard Wolf y Michael Hudson están de vuelta con nosotros. Bienvenidos.
RICHARD WOLFF: Me alegro de estar aquí.

NIMA ALKHORSHID: Quiero empezar con usted, Michael, y el «gran y hermoso proyecto de ley» de Donald Trump. Podríamos hacer algo con el proyecto de ley, pero conocemos la historia entre Donald Trump y Elon Musk —Elon Musk se opuso a él— y lo que ha sucedido después. Pero en lo que respecta al proyecto de ley, ¿qué importancia tiene para Donald Trump? Y sabemos que él insiste en ella. De alguna manera está intentando hacer todo lo posible para que se apruebe. ¿Qué opina usted al respecto?

MICHAEL HUDSON: Bueno, creo que el proyecto de ley de Trump —el «Big Beautiful Bill» (proyecto de ley sobre el déficit presupuestario) republicano— junto con la política arancelaria de Trump tendrán el efecto de poner fin a la hegemonía del dólar y provocarán una caída del tipo de cambio del dólar, porque Trump ha dicho que quiere que el tipo de cambio del dólar baje, imaginando que esto encarecerá las exportaciones industriales de Estados Unidos.

El problema es que ya no hay muchas exportaciones industriales. Todas se fabrican en el extranjero.

Así que es una fantasía que, de alguna manera, bajar el tipo de cambio del dólar vaya a curar el déficit comercial de Estados Unidos y permita obtener muchos más beneficios y, por lo tanto, pagar más impuestos. Así que todo es una fantasía. Es una economía basura increíble. Y viendo los periódicos y la cobertura de los medios de comunicación esta mañana, todo gira en torno a cómo muchos republicanos dicen: Nunca podremos ser reelegidos después de aprobar este proyecto de ley. Ni siquiera nos presentaremos a las próximas elecciones al Senado.

Y algunos de los representantes de la Cámara de Representantes han dicho —[Thom] Tillis, que no puede presentarse de nuevo porque los recortes en la cobertura médica y en Medicaid van a perjudicar tanto a su electorado que simplemente se rendirán.

Así que el efecto va a terminar: el almuerzo gratis del dólar, este privilegio exorbitante de poder tener enormes déficits militares y comerciales sin tener que ver cómo baja el tipo de cambio y suben los precios. Ahora se está produciendo una huida del dólar. El tipo de cambio del dólar ha bajado un 10 %. Es la mayor caída desde que Franklin Roosevelt devaluó el dólar en 1933. Están corriendo hacia la salida.

Así que estamos asistiendo al fin de una era. Este proyecto de ley es así de importante. Y ha sido una era que ha permitido a Estados Unidos financiar tanto su déficit por balanza de pagos como su déficit presupuestario mediante la impresión de pagarés —bonos del Tesoro— que, en teoría, nunca tendrían que devolverse.

Porque (como ya hemos comentado en un programa anterior) cuando Estados Unidos gasta dinero en el extranjero, principalmente con fines militares, esos dólares acaban en manos de los bancos centrales extranjeros. ¿Y qué van a hacer ellos? En el pasado, hasta ahora, durante los últimos 54 años, solo tenían una opción: reciclarlos en bonos del Tesoro estadounidense, que son seguros, o en bonos de agencias federales, que han rendido un poco más.

Pero ahora, por primera vez, están buscando la salida. Eso es lo que está pasando hoy.

El Financial Times tiene un artículo maravilloso sobre cómo los inversores están pidiendo préstamos a bajo interés para comprar bonos basura europeos. Y en la última semana, mientras este proyecto de ley se tramitaba en el Congreso, los inversores han estado haciendo arbitraje, pidiendo préstamos a bajo interés aquí y comprando bonos basura de alto rendimiento en Europa. Y es una bonanza, pero se trata de ganar dinero financieramente, no industrialmente.

Así que se está viendo que los grandes fondos financieros de Estados Unidos, así como los inversores extranjeros, están empezando a preocuparse de que esta riqueza artificial basada en el dólar como reserva monetaria internacional esté llegando a su fin.

Hoy, la bolsa está al alza porque las acciones son en lo que va a gastar su dinero el 1 % más rico. Los precios del oro también se dispararon porque se dan cuenta de que, mientras el mercado de valores sube, la economía va hacia abajo. Y los tipos de interés de los bonos del Tesoro a 10 años subieron porque hay más vendedores que compradores.

Los republicanos siguen utilizando esta vieja teoría del goteo. Afirman que dar más dinero al 1 % más rico aumentará la inversión y el empleo.

Pero eso no es lo que hacen los multimillonarios con su riqueza. Compran más acciones y bonos y préstamos que devengan intereses. Ganan dinero financieramente, no construyendo nuevas fábricas y empleando a más personas.

Así que la rebaja de impuestos no se filtra realmente. En realidad, se filtra hacia arriba porque estos ingresos adicionales no gravados de los multimillonarios, el 1 %, el 10 %, se van a utilizar para subir aún más los precios del mercado de valores, los precios de los bonos y los precios de los inmuebles. Así es como se hace fortuna en la economía financiera actual.

Y al trasladar los impuestos a los asalariados, como también hace el proyecto de ley, estos pagan más impuestos para ayudar a cubrir parte del déficit presupuestario resultante de esta rebaja. Bueno, eso les obligará a endeudarse aún más y a pagar aún más de sus ingresos a los bancos en concepto de intereses y recargos por demora.

Bueno, acabamos de ver que ahora es probable que los mayores rendimientos se obtengan en el extranjero. Por lo tanto, dar más dinero va a debilitar el dólar, ya que tanto los inversores estadounidenses como los extranjeros se retirarán del mercado de bonos estadounidense y del propio dólar.

Y el resultado será una devaluación del dólar. Y eso va a subir los precios, porque ahora hay que pagar una suma mayor en dólares por las importaciones que siguen teniendo el mismo precio en el extranjero, aparte de los aranceles de Trump, que también están subiendo los precios.

Así que Trump ha conseguido lo peor de ambos mundos para Estados Unidos. Ha enriquecido al 1 % y ha puesto fin a toda la era del crecimiento fácil para Estados Unidos.

RICHARD WOLFF: Permítame comentar eso y dar un paso más. No hace mucho tiempo (hablo de unos meses), el euro y el dólar estaban casi a la par. Lo he comprobado esta mañana y el euro cuesta ahora 1,18 dólares. De acuerdo, eso supone una devaluación del 18 % con respecto al euro.

Por cierto, una devaluación del dólar del 18 % significa que hay que dar cada vez más dólares para conseguir la moneda europea. Es un mensaje para todos los que tienen activos en dólares, que poseen cualquier cosa denominada en dólares, como los bonos del Tesoro de EE. UU., de los que hay 700 000 millones en manos de China, un billón en manos de Japón, etc., que ahora valen un 18 % menos.

Es un mensaje alarmante porque, como dice acertadamente Michael, se trata de una devaluación a una velocidad aterradora. Es una recomendación gritona para que la gente se deshaga del dólar antes de sufrir pérdidas aún mayores. Lo han estado haciendo durante el último año y van a seguir haciéndolo, ya que no se vislumbra un final. Y si el Sr. Powell, o su sucesor, va a bajar los tipos de interés porque el Sr. Trump está presionando para que lo haga, es probable que todo empeore. Bien, eso es lo primero.

Lo segundo: repasemos un poco la historia. La única medida económica significativa que logró el Sr. Trump en su primera presidencia fue la rebaja de impuestos de diciembre de 2017. Recordemos que se trató de una enorme rebaja fiscal para las empresas y los ricos. Se produjo al final de un periodo de 40 años —desde mediados de la década de 1970 hasta 2015 (40 años)— durante el cual se produjo una redistribución masiva de la riqueza, desde la base y la clase media hacia la clase alta.

Por lo tanto, nunca, en el año 2017, el sector empresarial estadounidense, o el sector rico, necesitó menos una rebaja fiscal que al final de una redistribución de 40 años. El Sr. Trump se la concedió de todos modos.

Y eso fue una señal de que la clase dirigente está fuera de control y simplemente está acaparando todo lo que puede antes de que desaparezca. Un comportamiento muy común en los imperios en declive. Los que están en la cima están en esa posición porque están en la cima para aferrarse a la riqueza. Todos los demás pagan el precio del imperio en declive.

Los demócratas estaban tan débiles en 2017 que lo único que pudieron hacer fue no detener la rebaja fiscal, no detener todo el daño que causó, sino poner una cláusula que la haría efectiva hasta el 31 de diciembre de este año, 2025, es decir, dentro de ocho años.

¿Para qué trajeron de vuelta al Sr. Trump al cargo? Para dar el siguiente paso lógico: deshacerse de la pequeña limitación que los demócratas, en su debilidad, impusieron.

Y eso es lo que hace este nuevo proyecto de ley. Fija de forma permanente los recortes de 2017. Anula la expiración que se suponía que sufrirían a finales de este año y añade algunos más.

Por lo tanto, la grave desigualdad de los últimos 40 años, que se vio agravada por la rebaja fiscal de 2017, se agravará aún más con lo que estamos viviendo ahora. Y, en mi opinión, esa es la mayor amenaza para la estabilidad social de este país en este momento.

¡Están quitando la asistencia médica a los pobres al mismo tiempo que dan a los ricos otra… es grotesco! Como, por cierto, han podido decir incluso un número significativo de políticos republicanos y demócratas: ¡Es grotesco! Les están quitando los cupones de alimentos —el programa SNAP— que les dan. A los más pobres les quitan la comida y la asistencia médica. Es como un dibujo animado hecho realidad. Y es una grave desigualdad adicional que sufre el país.

He investigado un poco sobre la situación económica de la ciudad de Nueva York, donde vivo. La ciudad de Nueva York es la más rica de Estados Unidos y, al mismo tiempo, se encuentra entre las diez ciudades más pobres. Ambas estadísticas son correctas.

¿Cómo se calcula?

Si se mide el porcentaje de personas que viven en la ciudad por debajo del umbral de la pobreza, se obtiene una lista de las diez ciudades más pobres. La ciudad de Nueva York se encuentra entre ellas.

Si se pregunta por la riqueza, la ciudad de Nueva York es la más rica del país. Escuchen estas cifras: en la ciudad de Nueva York viven 380 000 millonarios; 88 personas con 100 millones o más viven en la ciudad de Nueva York; y 66 multimillonarios viven en la ciudad de Nueva York.

¿Cómo es posible que una ciudad tan rica se encuentre entre las diez ciudades más pobres del país?

Porque vivimos en una sociedad en la que la brecha entre ricos y pobres es asombrosa. Y eso no es sostenible. No es sostenible en ninguna sociedad, a largo plazo.

Pero en una sociedad que se ha pasado todo el siglo XX diciendo: «¿Somos una sociedad excepcional? ¿No tenemos ricos ni pobres? ¿Aquí todo el mundo es de clase media?». Una sociedad educada con eso, sumida en lo que está pasando ahora, es una receta para la catástrofe.

Y los pobres miran, observan y ven que hay una policía especial llamada ICE que golpea y acosa a los inmigrantes pobres. ¿Cuánto tiempo creen que se necesita para preguntarse si los próximos pobres a los que perseguirán serán los que nacieron aquí? Vamos. Estamos entrenando a la gente.

Esta mañana me he enterado, y esto es lo último, de que en Los Ángeles hay ahora una patrulla civil voluntaria: gente de la zona que se moviliza y conduce sus coches por los barrios de inmigrantes y sus alrededores, con cámaras, y que ha sido formada por abogados sobre cuáles son realmente los derechos de los inmigrantes y qué puede o no puede hacer legalmente el ICE.

Ahí lo tienen, amigos. Ahí está la escalada. Vamos a tener un ejército en ambos bandos. Este es el fin de cualquier consenso que mantuviera unido a este país.

Estamos viendo cómo los que están en la cima se desesperan por hacerse aún más ricos de lo que ya son. Y esto es su propia perdición.

Y todos mirarán atrás cuando Warren Buffett, uno de nuestros grandes multimillonarios, nos dijera en los últimos años que algo anda mal, que su secretaria paga un porcentaje más alto de impuestos sobre sus ingresos que él sobre los suyos.

MICHAEL HUDSON: Bueno, si alguno de ustedes ha tomado un curso de Economía 101, en la primera semana se les enseña que lo que dijo Richard no podría suceder porque toda la teoría de los precios se basa en la utilidad marginal decreciente. La idea es que la riqueza es como los plátanos. El primero sabe bien, pero después del décimo, realmente te cansas de ellos. Así que la idea es que a medida que las personas se hacen más ricas y multimillonarias, se sacian.

Y si realmente así funcionaran las economías, lo que Richard ha descrito no podría suceder.

La ironía es que los griegos, los romanos y la mayor parte de la antigüedad anterior a ellos se dieron cuenta de que existía algo llamado adicción a la riqueza, amor al dinero. Y el hecho es que la riqueza es adictiva, y la gente sigue queriendo más y más. Es insaciable y crece exponencialmente.

Pero quiero centrarme, mi especialidad siempre ha sido la balanza de pagos. Y quiero explicar por qué el presupuesto de Trump va a bajar el tipo de cambio del dólar. Y eso es lo que afecta al 1 %, como ha dicho Richard, que es todo el grupo que está detrás del proyecto de ley. La mayoría de los medios de comunicación culpan al déficit, como si este dinero se fuera a gastar en la economía para subir los precios, en lugar de en acciones, bonos y préstamos bancarios.

Pero ya en el siglo XVII (a mediados del siglo XVII), hubo un debate, igual que hoy. Y los economistas británicos dijeron: «Bueno, un momento. Los ricos no compran bienes y servicios, excepto importaciones italianas de lujo y lujos, y propiedades inmobiliarias de lujo. Todo este dinero se recicla en más y más préstamos».

Y desde el punto de vista de los inversores extranjeros y los gestores de fondos, la amenaza más grave para el tipo de cambio del dólar es la presión de Trump sobre la Reserva Federal para que baje los tipos de interés. Y dijo que si el presidente de la Reserva Federal, Powell, no baja los tipos, cuando expire su mandato el año que viene, elegirá a un sucesor cuya lealtad a Trump le llevará a bajar aún más los tipos de interés.

Y quiero describir cómo esta política va a ser un punto exclamativo más allá de la dinámica que Richard acaba de explicar. Va a tener un doble retorno.

En primer lugar, como he mencionado, los inversores pueden obtener una ganancia fácil por arbitraje al pedir prestado a tipos de interés más bajos aquí para comprar tipos de interés altos en otros países. Pueden hacerlo libremente. Todo lo que tienen que hacer es acordarlo con su banco: Présteme dinero al 4,5 %. Compraré algo que rinda un 6 %».

Y ha habido tal afluencia de dinero hacia los bonos basura en Europa, como explica el Financial Times, que las compañías navieras y turísticas que tenían que pagar tipos de interés de dos dígitos hace uno o dos años, ahora solo pagan un 6,5 %. Hay una inundación de dinero en los mercados —el mercado de valores y el mercado de bonos— de Europa, Estados Unidos y todo el mundo.

Bueno, el segundo punto es que, a medida que el dólar se deprecia frente a las divisas extranjeras, los bonos y las acciones de los países con tipos de interés más altos van a subir, y habrá una prima de cambio por encima de esto. Así que si usted es un inversor estadounidense y sale del 4,5 % en Estados Unidos para comprar un bono al 6,5 % en Inglaterra, eso va a empujar al alza el tipo de cambio de Inglaterra, y usted obtendrá una prima de cambio además del tipo de interés que está obteniendo.

Así que usted pide prestado a un tipo bajo, compra valores que rinden un tipo más alto, todo a crédito para obtener ganancias de capital financiadas con deuda.

Nada de esto tiene que ver con la producción real del PIB o los ingresos del sector no financiero, salvo para interferir en ellos, como explicaré a continuación.

Es probable que la caída del tipo de cambio del dólar supere los intereses que usted obtiene de los bonos estadounidenses. Y si ese es el caso, ¿por qué los inversores extranjeros, los gobiernos y los fondos soberanos querrían invertir en Estados Unidos? Si es probable que los mayores rendimientos se obtengan en el extranjero, el dólar se debilitará. Eso provocará un aumento de los precios y de los costes de importación, además de los aranceles.

Y el resultado es que Trump está destruyendo la comida gratis financiera de Estados Unidos, que consiste en poder mantener un déficit de balanza de pagos sin límite. Pero está estimulando el mercado de valores. Y como dijo Adam Smith: La riqueza es muy a menudo más evidente en los países «que se dirigen más rápidamente a la ruina».

Bueno, eso es exactamente lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Estamos viendo lo que los economistas clásicos se dan cuenta: cuando se permite que los ingresos no provengan de la producción, del capital industrial, de las empresas o del nivel de vida de los trabajadores, sino únicamente de la financiación, eso es puramente manipulador y resulta ser contrario a los intereses de los trabajadores y también de las empresas.

Eso es lo que, en última instancia, resulta tan destructivo del gran y hermoso proyecto de ley (de déficit presupuestario) de Trump. Y genera mucho dinero fácil y gratuito para los multimillonarios, los especuladores financieros, los fondos de cobertura y otros fondos de capital. Pero para ganar dinero de esta manera, están dispuestos a sacrificar el negocio real.

Porque ¿por qué un inversor extranjero haría lo que Trump ha prometido que va a hacer y trasladaría sus instalaciones de producción, sus empresas automovilísticas y otras a Estados Unidos? No pueden, a pesar de los altos aranceles que impiden la entrada de los coches japoneses en Estados Unidos. Y Trump dice que va a subir los aranceles sobre los coches japoneses y otras importaciones a Estados Unidos del 35 al 40 %. Bueno, incluso si Toyota y otras empresas trasladaran sus plantas a Estados Unidos para evitar los aranceles, tendrían que pagar un arancel del 20 % sobre el aluminio, el acero y los componentes que se utilizan en los automóviles.

No va a funcionar.

Todo el proyecto de ley y la lógica que los economistas están tratando de popularizar resultan ser una economía basura que va a ser destructiva, porque unos tipos de interés más bajos significan una financiación más fácil de la deuda. Eso aumentará los precios de las acciones y los bonos para los ricos, no los precios al consumidor. Pero los precios al consumidor van a subir de todos modos debido a la política arancelaria.

Y pueden estar seguros de que gran parte de los recortes fiscales que se están concediendo se gastarán en comprar aún más inmuebles, concentrando los inmuebles propiedad de propietarios ausentes a expensas de los propietarios de viviendas.

Así que están acabando con la clase media que, como acaba de decir Richard, se supone que es la esencia de Estados Unidos.

Por lo tanto, el efecto de los regalos al sector financiero va a acelerar la desindustrialización de Estados Unidos. Y esa es la dinámica del capitalismo financiero actual. Y debido a que es la dinámica, es por eso que los grandes donantes de la campaña, de hecho, como dijo Richard, le dieron todo su apoyo para asegurarse de que fuera el candidato. Además, deben haber animado al Partido Demócrata a perder, a tirar la lucha, manteniendo a Biden o a Harris, lo que garantizó la victoria de Trump.

RICHARD WOLFF: Déjeme darle una forma diferente de abordar esto. En muchos sentidos, los fabricantes mundiales están comparando a Estados Unidos y a la República Popular China como posibles, o probables, ubicaciones para la industria manufacturera. China, en los últimos años, no ha impuesto aranceles como lo ha hecho Estados Unidos. No ha cambiado los pocos aranceles que impuso porque la mayoría de ellos son respuestas a lo que hizo Trump, si es que los impuso.

El país es muy estable. Ha prometido a los fabricantes que, si vienen a China, tendrán acceso a trabajadores bien formados, disciplinados y con salarios relativamente bajos, y que tendrán acceso al mercado más grande y de más rápido crecimiento del mundo. Lo han ofrecido constantemente a los fabricantes de todo el mundo y, tras muchas dudas, estos aceptaron la invitación y se trasladaron allí, incluidas muchas megacorporaciones estadounidenses.

Han votado con los pies que prefieren estar en un país gobernado por un partido comunista, que era más o menos el adversario político de Estados Unidos, del que formaban parte como empresa, porque era un trato mejor que el que les podía ofrecer Estados Unidos.

¿Qué tenemos ahora?

China ofrece prácticamente lo mismo que siempre ha ofrecido y está haciendo un buen trabajo dando razones para ir allí. Su tecnología es ahora de primera línea, la dispersión de su industria es extraordinaria y su estabilidad social igualmente extraordinaria.

¿Y Estados Unidos? No sabemos de un día para otro cuáles serán los aranceles. No sabemos de una semana para otra cuál será el valor del dólar en el mercado de cambios. No sabemos cuánto tiempo sobrevivirá Trump como presidente. No sabemos qué hará. No sabemos qué harán sus sucesores.

Así que, sí, en esa situación, si todas las cartas dicen que hay que ir a China, entonces lo que está haciendo el Sr. Trump son cambios marginales que no pueden cambiar ese proceso. Eso es lo que acaba de explicar Michael.

Haga lo que haga, es marginal en comparación con todo lo que ha llevado a lo que hemos vivido en los últimos 30 o 40 años, que es la desindustrialización. Por eso estamos recortando Medicaid y los cupones de alimentos. El Sr. Starmer, en Inglaterra, está reduciendo el dinero destinado a las personas con discapacidad, y los chinos han recibido un premio por sacar de la pobreza a 800 millones de personas.

¿Hola? Aquí hay una diferencia. Y esa diferencia tiene que ver con la totalidad.

Ninguna empresa va a venir aquí por un arancel momentáneo o por el valor del dólar durante un tiempo. Hay demasiadas otras variables que deben tener bajo control y que aquí no lo están, o van en la dirección equivocada. Una caída del 18 % en el valor del dólar. Eso significa que si viene aquí y tiene insumos que son importados, ¿qué va a hacer? ¿Lo ha tenido en cuenta?

Piense con claridad y lo entenderá. La mayor probabilidad de una recesión en la economía estadounidense es el hecho de que vamos a tener un estancamiento porque la base industrial de esta economía sigue reduciéndose, al igual que las cifras recientes de la industria manufacturera en este país.

El retorno de la industria manufacturera no se ha producido. Lo prometió en su primera administración. No se produjo. El Sr. Biden lo prometió. No se produjo. El Sr. Trump lo ha prometido de nuevo. Todavía no se ha producido.

Ahora tiene que responder a la pregunta: ¿por qué no?

Y eso es porque la totalidad de las variables que utiliza cualquier ejecutivo corporativo para tomar decisiones dice: no se vuelva loco, no asuma los costes y los riesgos de trasladar la producción a Estados Unidos, dada la incertidumbre y la inestabilidad de lo que está sucediendo en Estados Unidos. Y la política arancelaria y la política de tipos de interés del Sr. Herky-Jerky Trump solo empeoran las cosas.

MICHAEL HUDSON: Bueno, veamos el éxito de China y analicemos: ¿Qué está haciendo tan diferente de Estados Unidos?

¿Por qué los líderes estadounidenses acusan a China de ser el enemigo existencial de Estados Unidos? La señalan como enemiga porque demuestra que hay una forma mejor de organizar la economía, elevar el nivel de vida y crear prosperidad que el modelo de capital financiero que siguen Estados Unidos y Europa.

Y lo que está haciendo China es, en realidad, seguir la economía clásica del capitalismo industrial. Lo llaman socialismo industrial, pero el socialismo industrial era la evolución lógica del capitalismo industrial ya a finales del siglo XIX. La idea de un mercado libre, desde la época de Adam Smith hasta John Stuart Mill, pasando por Marx, era un mercado libre de rentas, libre de terratenientes.

La primera mitad del siglo XIX la pasaron los industriales diciendo: no podemos competir con otros países si tenemos una clase terrateniente que va a bloquear las importaciones de alimentos para obtener rentas agrícolas más altas a costa de precios más altos de los alimentos para la mano de obra que tenemos que emplear. Hay que derogar las Leyes del Maíz.

Bueno, eso llevó 30 años desde que se impusieron las Leyes del Maíz en 1815.

Los economistas dijeron entonces: «Es más que los terratenientes. Es la renta económica. Es el exceso de los precios sobre el coste real de producción. Y ese coste no solo puede ser para el alquiler de la tierra, sino también para los monopolios. Y los monopolios se crean en gran medida para ayudar a los reyes y a los gobiernos parlamentarios a recaudar dinero para pagar las deudas de guerra que venían acumulando desde el siglo XIII».

Y el último problema que había que abordar era que los bancos de Inglaterra y Estados Unidos no desempeñaban realmente ningún papel en la financiación de la industria. La idea era cambiar el sistema financiero que realmente financiaba la industria.

Nada de eso funcionó. Todas esas esperanzas: lo que todo el mundo esperaba ver, que las economías se socializaran en una economía mixta pública y privada, que hubiera mercados regulados para liberarse de la renta económica, de modo que la gente no tuviera que lidiar con una clase de ricos que ganaban dinero sin trabajar ni contribuir a la producción de ninguna manera.

Pues bien, resulta que la característica más importante y singular del socialismo industrial chino ha sido mantener el dinero y las finanzas en manos del banco central chino, en su propio Tesoro. Así que es el Gobierno el que crea el dinero, no un sistema bancario comercial independiente.

Por lo tanto, los bancos chinos no conceden préstamos para adquisiciones de empresas. No piden dinero prestado para pagar dividendos o recomprar acciones para subir sus precios. El crédito que se crea a partir del Tesoro chino y del Banco Popular de China está destinado a construir infraestructuras, fábricas y todo lo que China ha estado haciendo.

Para los estadounidenses, eso es lo que convierte a China en un enemigo existencial. Si Estados Unidos aplicara esa estrategia de aumentar la industrialización, el empleo y el nivel de vida, liberaría a la economía estadounidense de esa clase multimillonaria de la que hemos estado hablando durante la última media hora. La clase multimillonaria es, piénsese en ella casi como un tumor en la economía, como un parásito. Fingen formar parte de la economía real de la producción y el consumo. Fingen ser útiles, e incluso necesarios, para que la industria funcione.

Pero no son útiles en absoluto.

Han liderado la desindustrialización del país. Así que, por supuesto, lo que tenemos ahora es casi un conflicto civilizatorio entre una sociedad, desde Europa hasta Estados Unidos, dirigida por multimillonarios que ganan dinero desindustrializando la economía, reduciendo el nivel de vida y endeudando aún más a la fuerza asalariada para que no pueda permitirse comprar los productos que fabrica, por un lado.

Y, por otro lado, está el modelo chino. Y al proporcionar este modelo, la antítesis del modelo estadounidense, eso es lo que está en juego en las luchas internacionales actuales, incluidas las reuniones del BRICS de la próxima semana.

NIMA ALKHORSHID: Richard, creo que podemos introducir el caso del BRICS y los conflictos que tenemos: el conflicto en Ucrania, en Oriente Medio, con China, todo eso. ¿Cómo se traducirán estos conflictos con Occidente en el futuro de los BRICS?

Tenemos la cumbre de los BRICS aquí en Brasil. En su opinión, ¿cuáles son los principales temas que se tratarán en esta cumbre?

RICHARD WOLFF: Me gustaría empezar recordando a todos una estadística realmente histórica que se publicó la semana pasada. Según esta estadística, por primera vez, el total del comercio dentro de la comunidad BRICS superó el billón de dólares. Nunca antes se había alcanzado esa cifra y, para mí, esto resume todo lo que hemos estado hablando.

Lo que son los BRICS —y en este punto me permito exagerar un poco porque la línea de dirección es clara— es que se están convirtiendo en la alternativa económica, el otro contexto para Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica, y los demás países que participan. Ahora están en condiciones de hacer lo que nunca pudieron hacer antes, al menos en trescientos o cuatrocientos años: vivir y crecer sin depender de Estados Unidos, Europa occidental o Japón.

Y eso es lo que muestra esta estadística.

Han podido encontrar entre ellos el mercado para sus exportaciones y la fuente de los insumos que necesitan para seguir creciendo de forma adecuada y sostener sus sociedades. En mi opinión, eso nunca había sido así antes.

Parte del resultado del colonialismo y de sus duraderos logros económicos fue obligar a Asia, África y América Latina a ocupar una posición subordinada en el capitalismo occidental. De modo que, hicieran lo que hicieran, su dependencia de esa posición subordinada les impedía hacer nada que Occidente no quisiera que hicieran, lo que incluía independizarse.

Oh, podían llegar a ser independientes políticamente, después de un tiempo, cuando ya no se podía impedir, cuando los Mau Mau en Kenia y Mahatma Gandhi en la India pusieron fin a todo eso, pero seguían subordinados al capitalismo económico.

Ahora, por primera vez, han creado una institución que era el sueño de la Conferencia de Bandung en 1955, pero que no pudo realizarse. Ahora se ha hecho realidad. Y el mérito es de China.

Esto no tiene nada que ver con respaldar lo que ocurre en China o con ser crítico con China, lo cual se puede ser, y se debe ser, en muchos aspectos. Tienen sus defectos, como todo el mundo.

Pero lo que han conseguido, no se les puede quitar con ningún tipo de pretensión. Ahora pueden decirle a Estados Unidos que cuanto más tiempo actúe como una nación rebelde en el mundo, más construiremos una alternativa a usted que, al final, lo aislará. Y más vale que tenga cuidado, no sea que las políticas que elija aceleren su aislamiento en lugar de superarlo.

Y le daré dos ejemplos.

La decisión de empujar a la OTAN hasta Ucrania. Los estadounidenses lo entendieron. La literatura al respecto es clara. Entendieron lo que estaban haciendo. Entendieron que los rusos se oponían. Lo dejaron claro. Entendieron que el acuerdo final con la unificación de Alemania implicaba el compromiso de no trasladar la OTAN a la frontera con Rusia. Cuando lo hicieron de todos modos, Rusia era demasiado débil para hacer nada, cuando lo hicieron en Polonia, en la República Checa o en Rumanía. Pero cuando finalmente llegaron a Ucrania, Rusia sintió que tenía los medios militares, pero, lo que es igual de importante, tenía a los BRICS. Y eso significaba que podía liberarse de su dependencia.

Lo primero que hicieron los europeos y los estadounidenses, una vez que el ejército ruso entró en Donbás en febrero de 2022, fue desarrollar la llamada política de sanciones. No necesitaban desarrollar el ejército. Llevaban al menos ocho años trabajando militarmente con los ucranianos.

Lo nuevo, lo diferente y lo que se consideró decisivo fueron las sanciones. Europa ya no compraría petróleo ni gas a Rusia. Si Rusia era una gasolinera que fingía ser una nación —una broma que se hacía en Estados Unidos—, pues les mostrarían lo que le pasa a una gasolinera cuando nadie se detiene a repostar.

Con lo que nunca contaron fue con los BRICS, con que Rusia pudiera recurrir a dos aliados de los BRICS —India y China— y vender todo el petróleo y el gas que pudiera extraer, financiando así la misma operación militar que las sanciones debían hacer imposible.

Fue un error de cálculo cuyas consecuencias estamos viviendo: la desindustrialización de Europa porque ya no tiene energía barata de Rusia; la desintegración particular de la posición de liderazgo de Alemania, que era la economía dominante y es ahora, junto con Gran Bretaña, el caso perdido de la economía europea… ¡Vaya, el precio de no entender a los BRICS!

Y ahora los chinos pueden bromear sobre los aranceles del Sr. Trump. Si no pueden vender en Estados Unidos, tienen otro lugar al que ir.

Esto tiene consecuencias catastróficas, no solo en términos económicos, sino también en términos de luchas militares, luchas políticas, y así sucesivamente. Israel no puede actuar contra Irán si la pertenencia de este país al BRICS le da acceso, como parece ser el caso, al apoyo de Rusia, China y la India.

Y, por supuesto, hay que llegar a un alto el fuego. Israel, quiero decir, eso no va a funcionar: Israel tiene 8 millones de judíos israelíes e Irán tiene 90 millones de musulmanes. No quieren hacer eso. No quieren hacerlo. A menos que tengan el antiguo sistema colonial. En realidad, es el antiguo sistema colonial el que finalmente está muriendo.

Y tenemos que entender que hemos vivido entre 300 y 400 años en los que el colonialismo ha sido la forma en que se ha organizado el sistema capitalista mundial. No debería haber sido así, no tenía por qué ser así, pero así fue como se desarrolló. Y ahora estamos pagando las consecuencias y el mundo ha cambiado.

Y los BRICS, que se reúnen la semana que viene, tras haber alcanzado el hito de un billón de dólares en comercio entre ellos, están al mando.

Y Estados Unidos está observando porque es lo único que puede hacer.

MICHAEL HUDSON: Bueno, el presidente Trump sin duda está de acuerdo con usted, Richard, en lo que acaba de decir sobre los BRICS y China. Yo también lo he dicho, y creo que lo hemos dicho en el programa de Nima.

Trump ha estado amenazando esta semana y la próxima. Dice que está amenazando a los países que comercian con China con la imposición de aranceles muy altos para negarles el mercado estadounidense. Bueno, como usted señala, Estados Unidos no es el único mercado, y el mercado que tiene se está reduciendo de todos modos. Así que, por supuesto, esto va a llevar a China a trabajar con otros países asiáticos y del sur global para desarrollar el mercado.

Trump también está imponiendo sanciones a Rusia. Si los países no imponen sanciones comerciales a Rusia, tendrán que pagar aranceles muy elevados. Creo que, en el caso de China, dijo que el arancel será del 500 %. Eso es cinco veces el precio de los productos importados si se comercia con China. Para Trump, esto es realmente un conflicto de civilizaciones, y se lo está jugando todo.

Y tiene razón. ¿Qué está defendiendo? El colonialismo financiero.

Y aunque, con toda razón, ya no se trata del antiguo colonialismo de ocupación militar y estados coloniales que ha existido desde África hasta Sudamérica y Norteamérica, sigue siendo muy militar. Y, como hemos comentado antes, el brazo militar es la última amenaza que tiene Estados Unidos contra otros países para imponer su política.

Bueno, para eso se necesita un gasto militar enorme. Y si miras a Estados Unidos y también a Europa, los líderes del mercado de valores son las empresas militares. A esto se le llama keynesianismo militar. El proyecto de ley de Trump, creo, va a suponer un gasto de un billón de dólares para construir la Cúpula Dorada, su versión del Domo de Hierro de Israel, para protegerse de los misiles rusos, si es que estos van muy, muy despacio. Pero los misiles rusos no van muy, muy despacio. No funciona.

Toda la estrategia es tan transparente que no es más que una forma de gastar la mayor parte del presupuesto en armas y productos que no tienen ninguna función, salvo la de generar beneficios para los inversores de estas empresas. Este es otro elemento más de la desindustrialización de Estados Unidos.

Pero también es muy peligroso porque amenaza al mundo entero. Si vas a tener todas estas armas, vas a intentar utilizarlas en algún momento. No funcionan y se va a perder, igual que se está perdiendo en Ucrania. Pero esa es la política que tenemos, y es una política bipartidista.

Los demócratas y los republicanos tienen prácticamente los mismos donantes que financian a los candidatos que se presentan a las elecciones de noviembre. Ese es realmente el problema.

Los BRICS y China no solo están rompiendo con el comercio y la inversión en Estados Unidos, sino que están creando un tipo de economía diferente. Y eso es realmente de lo que Richard y yo hemos estado hablando durante la mayor parte de nuestras vidas: una economía socialista en contraposición a una economía capitalista financiera.

RICHARD WOLFF: Sí, también debería recordar a la gente que Estados Unidos, en su día, como imperio, tenía lo que a sus partidarios les gusta llamar influencia ideológica, hegemonía cultural o, ya sabe, muchas palabras como «poder blando» y cosas por el estilo.

Y ahora mismo hay una gran ansiedad en Washington. No quiero restarle importancia. El Sr. Trump no tiene el camino libre.

Hay mucha ansiedad porque, por ejemplo, la eliminación de la USAID, independientemente de lo que se piense de ella, está dañando el poder blando estadounidense. Era una agencia que hacía algunas cosas buenas en todo el mundo —exageraba lo bueno que hacía para obtener la máxima publicidad posible—, pero eso es parte de lo que hacen los imperios exitosos. Se aseguraba de que, cuando llegaban las votaciones en las Naciones Unidas, podía movilizar a prácticamente todo el mundo para que votara de una determinada manera, para que pareciera que lo que hacía Estados Unidos contaba con el apoyo mundial.

Todo eso se ha acabado. Una de las razones por las que están destinando todo el dinero al ejército es que su influencia económica se está reduciendo y su influencia política también.

En realidad, una de las pocas cosas que les queda es la capacidad de seguir siendo la primera potencia militar, al menos en cuanto a lo que gastan. Hay una estadística famosa, muy conocida desde hace 50 años, que dice que Estados Unidos gasta más en defensa que los nueve países siguientes juntos. Y esos nueve incluyen a Rusia y China, y los demás son todos aliados de Estados Unidos.

Así que, con este predominio abrumador, se llega a una mentalidad que no debería sorprender: que hay que celebrar, centrarse y confiar en el ejército.

Y creo que se podía ver venir cuando, hace una semana más o menos, el Sr. Trump tomó la decisión unilateral de bombardear Irán, un país con el que no estábamos en guerra, que no nos había declarado la guerra, ni nosotros a ellos, y con el que estábamos en medio de negociaciones reales. El Sr. Trump les atacó de repente con una bomba y, al día siguiente, dijo: «Ahora sentémonos a hablar».

Bueno, eso es utilizar el ejército para intimidar, moldear y controlar lo que está pasando. Y quizá funcione durante un tiempo, pero es la última carta que les queda por jugar. Y debe entenderse así.

Y por eso es importante el BRICS. Y tengo que decirles a algunos de mis colegas economistas: no se trata de argumentar que los BRICS representan el futuro socialista, ni que son homogéneos. No lo son. El Sr. Modi, en la India, es diferente de Xi Jinping, en China. Y ambos son muy diferentes de Lula, en Brasil, y así sucesivamente. Tienen enormes diferencias, como es lógico en una agrupación internacional de 25 países.

En lo que me centro es en el proyecto que todos comparten. Eso es lo notable. No han sido capaces de hacerlo en el pasado. No han superado todas sus diferencias para poder hacerlo en el pasado. En mi opinión, ahora se ven envueltos en este momento histórico del fin definitivo del colonialismo contra el que saben que han luchado toda su vida.

Saben que el final está cerca.

Y Estados Unidos es una sociedad dedicada a no ver lo que acabo de decir.

Por eso, en las últimas elecciones presidenciales, ni el Sr. Trump, ni el Sr. Biden, ni Kamala Harris dijeron una sola palabra sobre un imperio en declive. Este es el mayor ejemplo de negación colectiva que se puede pedir. Pero precisamente por eso, salta a la vista de aquellos de nosotros que no necesitamos negarlo. Lo vemos con demasiada claridad.

MICHAEL HUDSON: Bueno, lo que usted dice es que los BRICS y los demás países, a pesar de sus diferencias, están reinventando la rueda. Y lo que es tan sorprendente es que la rueda que están reinventando se parece mucho al impacto revolucionario que tuvo el capitalismo industrial en Gran Bretaña y el resto de Europa. Los británicos tuvieron que lidiar con el problema de que había una renta de la tierra que era cobrada por su clase terrateniente. No hay una clase terrateniente; se deshicieron de ella. Pero los países BRICS tienen algo muy parecido a una clase terrateniente, y son los inversores extranjeros en sus riquezas subterráneas; los inversores extranjeros en su petróleo, sus minas, sus bosques.

RICHARD WOLFF: Y, Michael, en lo que usted es especialista: su elevada deuda internacional.

MICHAEL HUDSON: Sí, eso también. Pero quiero centrarme, en primer lugar, en el hecho de que se enfrentan a la clase rentista, con la que tuvieron que lidiar Inglaterra, Alemania y los países capitalistas industriales del siglo XIX, que era interna. Pero los BRICS tienen que lidiar con una clase capitalista extranjera. Eso es lo que hace que el imperialismo financiero sea tan diferente e independiente del colonialismo. Los monopolios, porque el intento de financiar su economía cuando los inversores extranjeros se quedan con todas las rentas de sus recursos naturales, en lugar de dejarlas como base impositiva para sus propios países, significa que el gobierno no tiene suficiente dinero para construir la infraestructura necesaria para lograr una economía equilibrada como la de los capitalistas industriales.

Y así se producen un déficit presupuestario y un déficit en la balanza de pagos. Tienen que pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional, o de lo contrario verán cómo se desploman sus monedas y aumenta la inflación. Y eso les obliga a vender sus monopolios naturales —sus comunicaciones, sus infraestructuras de transporte—, todo lo que se mantenía en el dominio público en las economías mixtas de Europa y Estados Unidos. Bueno, por supuesto, una vez vendido todo esto, las rentas monopolísticas tienen que enviarse al extranjero, junto con las rentas de la tierra.

Y, por último, como usted señala, el servicio de la deuda. Una vez que se pide prestado al FMI y a los tenedores de bonos para financiar los déficits de la balanza comercial que se han sufrido como resultado de permitir que Estados Unidos y Europa impongan un modelo neoliberal que no funciona, ya no se tiene autosuficiencia ni soberanía nacional.

Los países BRICS están intentando, por primera vez, alcanzar la soberanía que no han podido lograr al endeudarse, al no poder gravar la inversión extranjera en sus recursos naturales, al no poder gravar las rentas monopolísticas de los servicios públicos que han tenido que vender.

Todo esto tenía que romperse en algún momento. Y Trump ha catalizado toda esta ruptura porque, al imponer aranceles a estos países, ya no pueden pagar sus deudas externas. Estados Unidos va a tratar esto como una amenaza existencial y hará todo lo posible contra ellos.

Así que ahora piensan: Bueno, ¿por qué no hacemos lo que hizo que el capitalismo industrial funcionara tan bien en sus inicios? ¿Por qué no imponemos impuestos sobre la renta a los inversores extranjeros en nuestros recursos nacionales? ¿Por qué no nacionalizamos los monopolios aprobando leyes antimonopolio? ¿Y por qué no nos damos cuenta de que las deudas que hemos contraído son el resultado del colonialismo financiero, no de nuestras decisiones soberanas, sino de sus odiosas deudas?

Esa es la lucha que vamos a ver, es la lógica inherente a la situación.

RICHARD WOLFF: Ya lo hemos visto en los últimos años. Hay movimientos en todo el mundo para cancelar las deudas. Hay un recordatorio para quienes se toman en serio la historia de las religiones: hace muchos siglos, casi todas las religiones entendían lo que estamos diciendo hoy: que la desigualdad desenfrenada, si se permite que continúe, destruye la comunidad, destruye cualquier cohesión social que nos mantenga unidos.

Así que desarrollaron, y atribuyeron a la deidad en la que creían, el mandamiento de un año jubilar, cada 10 años, o cada 20 años. Variaba. Se tomaba la tierra y se redistribuía. Si por casualidad había conseguido una buena parcela de tierra que le había convertido en una persona rica, en la redistribución, ¿a quién le correspondía esa tierra? Se le daba a una persona cuya tierra no recibía suficiente lluvia o no era lo suficientemente fértil, y de esa manera los ricos se empobrecían y los pobres se enriquecían. Y nadie se volvía loco por acumular riqueza, porque cada día estaba más cerca del momento en que la perdería de todos modos.

Simplemente transformó toda la relación de las personas con la riqueza acumulada.

Y la ironía es que, por supuesto, la misma religión, una vez que llega el capitalismo, tiene que deshacerse de eso, y lo hace, porque socavaría toda la noción del valor, el valor incentivador de hacerse rico, que era su argumento, que justificaba la explotación sin fin.

Todo eso está llegando a su fin. Eso es lo que significa estar al final de un imperio. La pregunta realmente interesante, que tal vez deberíamos plantearnos, es si el fin del imperio capitalista estadounidense es el fin del capitalismo en sí mismo. ¿O no? Es como preguntar: ¿Es China el próximo imperio? ¿O nos traerán los chinos una comunidad multinacional, que era, después de todo, el ideal de la Sociedad de Naciones, las Naciones Unidas y las personas que querían ver la paz como la ley, en lugar de la violencia, que es lo que tenemos ahora?

NIMA ALKHORSHID: Muchas gracias. Michael, ¿quiere añadir algo?

MICHAEL HUDSON: No, he estado diciendo lo mismo que Richard. Somos las dos personas que hemos dicho esto porque tenemos una perspectiva histórica a largo plazo. Y lo que Richard acaba de describir es en lo que consistía el confucianismo: los gobernantes debían mantener la paz. Debían mantener a la población lo suficientemente satisfecha como para que no se rebelara. Y, una vez más, ahora están reinventando la rueda.

Es una mentalidad diferente a la mentalidad intimidatoria de Estados Unidos: si no nos dejan quedarnos con toda la riqueza, les haremos daño.

No creo que esa fuera la filosofía de ninguna religión anterior, que era la ideología de sus sociedades. Es el capitalismo financiero occidental, o como quiera llamarlo, el que se ha desviado de este núcleo de la civilización desde el principio. Así que, en cierto sentido, se podría decir que los BRICS, China y la mayoría mundial están volviendo a esta norma central, dejando aislados a Estados Unidos y Europa, a menos que se unan al movimiento de la historia, en lugar de acusar este retorno a la civilización de ser un choque de civilizaciones, como si Estados Unidos y Europa fueran realmente una civilización autosuficiente, en lugar de una barbarie. El mundo elegirá el socialismo, no la barbarie, como dijo Rosa Luxemburg.

RICHARD WOLFF: Bueno, yo añadiría que debemos recordar una realidad histórica más. Los sucesivos reyes de Francia acumularon riqueza. Pero cuando la acumulación de riqueza alcanzó proporciones absolutamente demenciales en el siglo XVIII, cuando había una pobreza urbana increíble en París y, a una hora de distancia, en Versalles, se podía ver, como todavía se puede ver hoy, la colección y concentración de riqueza más espectacular que se pueda imaginar, acumulada por el último rey. Él también fue quien acabó decapitado. Así es como termina la historia de la acumulación… ya sabe.

Y cuando ve a Jeffrey Bezos tomar la ciudad de Venecia durante dos semanas para darse un capricho con su boda, cuando llega al puerto en su yate de 500 millones de dólares, eso es lo que estamos viendo. Estamos viendo el Versalles de este eón. Y probablemente también veremos el siguiente paso.

MICHAEL HUDSON: Bueno, la pregunta entonces es: ¿puede este retorno a la civilización del que hablamos llevarse a cabo sin una confrontación militar? ¿Va Estados Unidos realmente a entrar en guerra con China? Está tratando de provocar enfrentamientos contra China, con Taiwán, con sus países vecinos. Está tratando de provocar enfrentamientos en Asia Central contra Rusia.

China pudo llevar a cabo sus reformas porque hubo una revolución en 1945.

Y cuando China emergió como país en 1949, no tenía una clase financiera. Así que, por supuesto, el gobierno tuvo que crear el dinero. Pero eso requirió una revolución.

¿Se necesitará una revolución, una revolución defensiva, para que surjan los BRICS y esta civilización superior?

Porque la violencia no vendrá de su parte. Marx señaló que probablemente habría violencia por parte de las clases privilegiadas, las clases rentistas, los terratenientes y los ricos contra el pueblo que intentara hacer una revolución, como se vio en la Comuna de París de 1871. Son las personas que han amasado fortunas sin trabajar las que saben que hay parásitos dispuestos a luchar con tanta dureza y violencia para preservar sus derechos sobre la riqueza, que consiste en la capacidad de empobrecer al resto de la población que se encuentra por debajo de ellos.

RICHARD WOLFF: Sí, y hay que preguntarse si eso no coincide con lo que dicen los pensadores militares, que nos dicen que, desde el punto de vista militar, si miramos a China en los últimos 40 años y a Estados Unidos, uno está claramente en ascenso y el otro está claramente en declive. Y eso significa que el tiempo está de un lado y no del otro.

¿A qué llevará eso al ejército de Estados Unidos?

NIMA ALKHORSHID: Muchas gracias, Richard y Michael. Ha sido un placer, como siempre. Que lo pasen bien. Adiós.

Foto de Robs en Unsplash

Transcripción y diarización: hudsearch

Edición y revisión: Kimberly Mims

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4. Otra Europa no fue posible.

A los diez años del Oxi griego se han publicado varios artículos reflexionando sobre la experiencia griega, entre ellos, uno de Varoufakis. Pero he escogido este básicamente porque me ha gustado el título, la verdad. El autor es el responsable de la Luxemburgo en Grecia.

https://www.rosalux.de/en/news/id/53611/another-europe-was-not-possible

Otra Europa no fue posible

Diez años después del referéndum «Oxi» contra la austeridad, la izquierda griega está en ruinas.
Boris Kanzleiter

Boris Kanzleiter dirige la oficina de Atenas de la Fundación Rosa Luxemburg.

Cuando empezaron a llegar los primeros resultados del referéndum en la tarde del 5 de julio de 2015, los miles de ciudadanos que se habían reunido espontáneamente frente al Parlamento en la plaza Syntagma de Atenas vitorearon, unidos por la sensación de estar haciendo historia. Cuando el resultado definitivo apareció en las pantallas alrededor de la medianoche, muchos no podían creer lo que veían: el 61,31 % había votado «Oxi» (no). La abrumadora mayoría de los griegos había desafiado las amenazas de Bruselas y el alarmismo de los medios de comunicación. En su lugar, los votantes respaldaron al gobierno de izquierda de Syriza, liderado por el carismático primer ministro Alexis Tsipras, elegido en enero de ese mismo año.

El voto «Oxi» dejó claro que la gran mayoría de la población, mucho más allá del bando de izquierda, quería poner fin a los recortes y las privatizaciones. También demostró que Syriza representaba a más que a sus votantes: contaba con el apoyo de la abrumadora mayoría de la sociedad griega. De hecho, el referéndum marcó un punto de inflexión histórico, aunque acabara de forma muy diferente a lo que esperaban las multitudes que vitoreaban en la plaza Syntagma. El voto negativo fue una poderosa señal de resistencia contra la llamada Troika, formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), que llevaba años imponiendo a Grecia una ronda tras otra de recortes del gasto social y privatizaciones.

Sin embargo, el júbilo duró poco. A pesar del voto, la Troika impuso sus dictados solo unos días después. El voto negativo marcó así el punto álgido, pero también el final de una ola de protestas que duró años y cuya importancia trascendió con creces las fronteras de Grecia. Al igual que las protestas habían servido de importante impulso para la izquierda internacional, la Troika sentó las bases para la implementación de una reestructuración neoliberal que, a su vez, allanó el camino para el auge actual de la derecha en toda Europa.

La austeridad de la troika

Para comprender la importancia de las protestas y la derrota en Grecia, es necesario mirar mucho más allá de este país de casi 11 millones de habitantes. El enfrentamiento de julio de 2015 marcó la culminación de una escalada que tuvo lugar en el contexto de la crisis económica y financiera mundial que comenzó en 2007.

La agitación de los mercados financieros afectó especialmente a Grecia. El auge económico, financiado con préstamos baratos concedidos de buen grado por los bancos, se derrumbó. A medida que los tipos de interés se disparaban en los inestables mercados de capitales y la calificación crediticia de Grecia seguía cayendo, la deuda nacional se disparó y el país se encontró al borde de la quiebra. A medida que otros países de la zona del euro también se enfrentaban a problemas similares, la crisis financiera se convirtió en una «crisis del euro».

La troika entró en escena y, ya en 2010, comenzó a exigir reformas neoliberales radicales y un programa de austeridad de mano dura a cambio de la reestructuración de la deuda y la concesión de préstamos. Estableció un sistema de limitación de la deuda y disciplina presupuestaria que culminó en el Pacto Fiscal de la UE en 2013. Desde entonces, la flexibilidad de los gobiernos europeos en materia de inversión pública y gasto social se ha visto severamente limitada. El Pacto Fiscal institucionalizó la política económica neoliberal y sigue ejerciendo una presión a la baja sobre los estándares sociales en toda la UE hasta el día de hoy.

La política de austeridad de la troika fue aplicada por primera vez en Grecia por el primer ministro Giorgios Papandreou (2009-2011), del partido socialdemócrata PASOK. Tras el fracaso de su Gobierno, la política fue continuada por el conservador Antonis Samaras en coalición con el PASOK. Sin embargo, esta «gran coalición» también fracasó. En lugar de estimular la recuperación económica, la austeridad de la troika agravó la crisis. La doctrina neoliberal del shock causó el tipo de daño que normalmente se asociaría con una guerra: el PIB de Grecia se redujo casi a la mitad entre 2008 y 2015, mientras que los sueldos, los salarios y las pensiones se desplomaron en un tercio. El desempleo se disparó hasta casi el 30 %, y más de la mitad de la población vivía en el umbral de la pobreza o por debajo de él.

Esta agitación económica y social fomentó la sensación de inseguridad en toda la sociedad. Ante la falta de perspectivas de empleo, pero también debido a la arrogancia del poder y la corrupción de las élites, el estado de ánimo popular se tornó hacia la ira y la desesperación, especialmente entre los jóvenes. Cuando la policía de Atenas disparó y mató al joven de 15 años Alexandros Grigoropoulos en el barrio contracultural de Exarchia tras una trivial discusión verbal el 6 de diciembre de 2008, estalló una revuelta que duró varios días y cambió el país. Miles de jóvenes se reunieron en manifestaciones airadas en todas las principales ciudades, atacando comisarías, incendiando coches y ocupando universidades.

La policía respondió con cañones de gas lacrimógeno, porras y detenciones. Las fuerzas policiales nunca se habían democratizado realmente tras el fin de la dictadura militar en 1974 y, desde el levantamiento del Politécnico de Atenas en noviembre de 1973, consideraban a los jóvenes rebeldes como enemigos acérrimos. El temor de los gobernantes a otra rebelión como la de 2008 marcaría los conflictos que se avecinaban.

A partir de 2010, los trabajadores y los ciudadanos se movilizaron cada vez más, y cientos de miles de manifestantes se reunieron una y otra vez en el centro de Atenas. Además de muchas huelgas más pequeñas, la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE) convocó 20 huelgas generales de un día y cuatro de dos días entre 2010 y 2015.

Se celebraron reuniones plenarias periódicas en los barrios y en muchos otros lugares para organizar protestas y ayuda mutua para la población que sufría. El movimiento creativo desarrolló estructuras de autogobierno. Los movimientos sociales crearon clínicas solidarias para ofrecer atención sanitaria gratuita a los pacientes indigentes: en aquel momento, el 30 % de la población griega ya no tenía seguro médico tras llevar más de un año en paro. También se atendía a los refugiados y a las personas ilegalizadas, que ya no recibían asistencia sanitaria del Estado. Los trabajadores culturales ocuparon teatros y los convirtieron en incubadoras de democracia directa, un proceso en el que también desempeñó un papel importante el movimiento anarquista del país.

Olas de resistencia

Grecia se convirtió en el laboratorio de una resistencia pluralista de izquierda que recibió un apoyo creciente de grupos solidarios, incluso del extranjero. La izquierda europea depositó grandes esperanzas en este pequeño país mediterráneo con su orgullosa y trágica historia de movimientos revolucionarios, desde el movimiento independentista de principios del siglo XIX hasta la resistencia antifascista contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y las revueltas contra la dictadura militar a principios de la década de 1970.

El panorama parlamentario también sufrió cambios dramáticos. Mientras los partidos tradicionales, el PASOK y Nueva Democracia, se derrumbaban, la emergente alianza de izquierda Syriza, formada en 2004, logró aumentar su porcentaje de votos parlamentarios del 4,6 % al 36,3 % entre octubre de 2009 y enero de 2015. Iniciada por el partido eurocomunista Synaspismos y a la que pronto se unieron otras organizaciones comunistas y socialistas, la «Coalición de la Izquierda Radical», como se la conocía oficialmente, se convirtió en un polo de esperanza.

El joven y dinámico partido liderado por Alexis Tsipras, antiguo líder de la organización juvenil del Partido Comunista, defendía un cambio radical. Representaba no solo el rechazo a los dictados de austeridad de Bruselas y Berlín, sino también el estilo corrupto y clientelista de los dos principales partidos griegos, que se habían alternado en el poder desde la caída de la dictadura. Syriza representaba un contramodelo al aparato estatal y administrativo griego, caracterizado por la disfuncionalidad y el abuso de poder, y estrechamente vinculado a la oligarquía económica del país.

El movimiento de protesta y el resurgimiento de la izquierda en Grecia también se vieron reforzados por los acontecimientos internacionales. Como ha demostrado recientemente el periodista Vincent Bevins en su libro If We Burn, en la década comprendida entre 2010 y 2020 participaron más personas que nunca en protestas masivas en todo el mundo. Las revueltas sociales en el norte de África y Asia occidental, que dieron inicio a la Primavera Árabe en diciembre de 2010, fueron puntos de referencia. Muchos griegos simpatizaron con las luchas contra los regímenes autoritarios y la creciente pobreza en países como Túnez, Egipto y Líbano. La ocupación de la plaza Tahrir en El Cairo tuvo su eco en las protestas de la plaza Syntagma. Tradicionalmente, las diversas corrientes de la izquierda griega se identificaban con las luchas anticolonialistas de los movimientos árabes contra la hegemonía de Washington en el Mediterráneo oriental, debido al papel que Estados Unidos desempeñó en la represión de los partisanos comunistas griegos en diciembre de 1944 y en la guerra civil (1946-1949), así como su apoyo a la dictadura militar (1967-1974). Al mismo tiempo, muchos también vieron en el movimiento Occupy Wall Street de Estados Unidos en 2011 un modelo a seguir.

Dicho esto, los vínculos con las huelgas y manifestaciones masivas en España y Portugal fueron aún más directos. Al igual que Grecia, los dos países del sur de Europa se vieron especialmente afectados por la crisis de la deuda, y la troika también les impuso duros programas de austeridad. Con el Bloco de Esquerda y Podemos, surgieron en Portugal y España dos partidos que se parecían en muchos aspectos a Syriza: los tres surgieron de alianzas pluralistas, actuaban no solo en el Parlamento, sino que también se apoyaban en alianzas con actores de los movimientos sociales. «Syriza — Podemos — Venceremos» se coreaba en las manifestaciones. La palabra de moda «partido de movimiento», como organización de izquierda de un nuevo tipo, se extendió y se debatió en toda Europa.

Bajo el lema «Otra Europa es posible», los partidos de la izquierda europea, la red Attac y activistas, académicos e intelectuales debatieron la necesidad de una reforma fundamental de la UE existente o de un reinicio de la cooperación europea sobre la base de nuevos tratados. Se cuestionó fundamentalmente el sistema del euro por privar, en particular a los miembros económicamente más débiles de la zona del euro, de la flexibilidad fiscal de la que disfrutaban bajo el sistema de tipos de cambio. Los movimientos de masas al margen de la sociedad también alimentaron estos debates en los países del núcleo europeo. Bernd Riexinger, entonces líder del partido socialista alemán Die Linke, participó en varias manifestaciones en Atenas para mostrar su solidaridad junto con Pablo Iglesias, de Podemos. La izquierda europea se organizó en redes y ganó fuerza.

El referéndum del 5 de julio de 2015 se convirtió así en una prueba de fuerza no solo en Grecia. Era un referéndum sobre qué Europa saldría victoriosa: la Europa neoliberal de la troika, en la que dominaban la disciplina presupuestaria, la conformidad con el mercado y los intereses económicos, es decir, la Europa de Wolfgang Schäuble, o la Europa de la solidaridad, la justicia social y la democracia, soñada por los movimientos sociales y la izquierda.

Enfrentamiento en el Mediterráneo

Inmediatamente después del referéndum, la Comisión Europea, el FMI y el BCE dejaron claro que responderían con mano dura. Como ya había ocurrido con los referéndums constitucionales de Francia y Dinamarca en 2005, la UE demostró que la voluntad de la mayoría era irrelevante cuando no se ajustaba a sus expectativas.

Al igual que durante las maratonianas negociaciones de la primavera, el ministro de Finanzas alemán encabezó la troika. En un breve memorándum fechado el 10 de julio de 2015, Schäuble lanzó un ultimátum: o el Gobierno de Tsipras aceptaba un nuevo memorándum con nuevas medidas neoliberales y la transferencia de 50 000 millones de euros en activos a un fondo externo que los privatizaría para pagar la deuda, o Grecia tendría que abandonar la zona del euro. El llamado «Grexit», ya ampliamente debatido en primavera, estaba ahora oficialmente sobre la mesa.

A día de hoy persisten numerosas conjeturas y especulaciones sobre lo que ocurrió exactamente en aquel momento. Hace solo unos días, el presidente griego, Konstantinos Tasoulas, rechazó la solicitud de Tsipras de publicar las actas de una reunión de los líderes del partido celebrada al día siguiente del referéndum, alegando que contenían información altamente sensible de «interés nacional».

No obstante, es innegable que Tsipras no aprovechó el resultado del referéndum para iniciar una ruptura radical con la troika, como exigía el ala izquierda de su propio partido y votaba la mayoría de la población. En las reuniones internas celebradas la noche del referéndum, el primer ministro dejó claro que no arriesgaría una ruptura total de las negociaciones con la troika. Temía que una salida de Grecia de la zona euro —a la que se oponía de todos modos una amplia mayoría de la población— desencadenara una espiral de devaluación que devaluaría aún más los salarios y las pensiones y profundizaría la recesión. El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, cuya popularidad había crecido más allá de Grecia como antagonista de Schäuble, se negó a seguir la decisión de Tsipras y presentó su dimisión. Al día siguiente fue sustituido por Euclid Tsakalotos, un respetado profesor de economía marxista más dócil.

Las negociaciones con la troika se reanudaron en los días siguientes y el 12 de julio se acordó un tercer memorándum. A cambio de 86 000 millones de euros en nuevos préstamos, Tsipras se comprometió a una nueva ronda de medidas neoliberales, entre ellas la reforma del sistema fiscal y más recortes en las pensiones y el gasto público. Tras un intenso debate en el Parlamento griego, 40 diputados de Syriza votaron en contra del paquete el 14 de agosto. La mayoría de ellos abandonaron posteriormente el partido junto con muchos otros miembros, y el proyecto de una izquierda unida en Syriza comenzó a desintegrarse. Tsipras solo pudo reunir una mayoría parlamentaria con los votos de la oposición del PASOK y Nueva Democracia.

Los acontecimientos de aquel verano de 2015 siguen siendo traumáticos para la izquierda griega hasta el día de hoy. El debate sobre lo ocurrido se limita a un intercambio de golpes. Las sospechas y las denuncias abundan. Diez años después, dos narrativas opuestas siguen paralizando a la izquierda.

Debate sobre el memorándum

Ahora, con 50 años, Alexis Tsipras y sus seguidores defienden que las decisiones fueron inevitables. Romper con la Unión Europea no solo habría sumido a Grecia en una crisis económica cada vez más profunda, sino también en una peligrosa crisis política. Ni Moscú ni Pekín respondieron favorablemente a las solicitudes de apoyo en la primavera de 2015. La izquierda en los países del núcleo europeo estaba muy alejada del poder y era demasiado débil para detener los planes de la troika. El tercer memorándum, por su parte, allanó el camino para la reestructuración de la deuda y el restablecimiento de la solvencia de Grecia en los mercados financieros. De este modo, se logró el retorno a la normalidad económica y política.

En el periodo de gobierno hasta 2019, Syriza logró los mejores resultados posibles en un contexto difícil. Tsipras puede contrarrestar a sus críticos con el hecho de que su decisión fue aprobada por los votantes en las elecciones parlamentarias anticipadas del 20 de septiembre de 2015, cuando Syriza logró reforzar su brillante resultado de febrero de ese año (36,3 %) con un 35,5 %.

No fue hasta las elecciones de julio de 2019 cuando Nueva Democracia logró derrotar a un Syriza aún sorprendentemente estable, con un 31,5 %. El colapso electoral del partido no comenzó hasta los años siguientes, en la oposición. Hoy, tras divisiones y crisis internas, el antiguo partido gobernante se ha quedado en solo un 6 %, según las últimas encuestas de opinión. Mientras tanto, las diversas escisiones de Syriza, como MeRA25 y Nueva Izquierda, no han tenido éxito electoral y luchan por sobrevivir. Tsipras, por su parte, sigue siendo popular como persona e incluso parece estar preparando su regreso.

Las opciones y alternativas reales con las que contaba la izquierda griega en el verano de 2015 requieren una adecuada contextualización histórica. En cualquier caso, la demostración de poder de la troika utilizando a Grecia como ejemplo consolidó el equilibrio de fuerzas en Europa.

Los críticos de izquierda, como el exdiputado de Syriza Costas Lapavitsas, ahora economista en Londres, argumentan de manera muy diferente. Señalan que la aprobación del tercer memorándum llevó a Syriza por la senda neoliberal. Demuestran que la economía se estabilizó, pero sin un crecimiento significativo y sin mejoras para la mayoría de la población. Las pérdidas de la crisis nunca se recuperaron. «El producto interior bruto es muy bajo, la renta per cápita es una de las más bajas de la unión monetaria. Las perspectivas de un rápido crecimiento económico son sombrías. En resumen: el capitalismo griego está estancado». Además, el país se enfrenta a la corrupción, la emigración de cientos de miles de trabajadores bien formados y una pobreza rampante.

Desde esta perspectiva, el colapso de Syriza es el resultado de una «capitulación» ante el neoliberalismo. La prueba de esta tesis se encuentra en los altos índices de aprobación actuales del Partido Comunista (KKE), con un 9 %, y del partido Curso de Libertad, liderado por la ex presidenta del Parlamento de Syriza, Zoe Konstantopoulou, con un 13 %. El KKE y su popular secretario general, Dimitris Koutsoumpas, siempre se habían opuesto a la política proeuropea de Syriza; Konstantopoulou abandonó Syriza en el verano de 2015 en protesta por la firma del tercer memorándum y se unió inicialmente a la escisión de Syriza, Unidad Popular, liderada por el exministro de Energía Panagiotis Lafazanis, que también había dimitido. Su nuevo partido adopta un enfoque más populista y patriótico. En los últimos meses ha ganado popularidad principalmente por su labor en defensa de las víctimas del accidente ferroviario de Tempi, del que culpa a las reformas neoliberales.

La austeridad y sus descontentos

Las opciones y alternativas reales con las que contaba la izquierda griega en el verano de 2015 requieren una adecuada contextualización histórica. En cualquier caso, la demostración de poder de la troika utilizando a Grecia como ejemplo consolidó el equilibrio de fuerzas en Europa. La austeridad de la troika frenó brutalmente el auge de los movimientos de protesta e impuso sin piedad la lógica de la utilización del capital y la disciplina presupuestaria, al menos en lo que respecta a las cuestiones sociales; en la actualidad, se está suspendiendo el freno al endeudamiento para facilitar el aumento del gasto militar.

Como analiza Clara Mattei, economista del Centro de Economía Heterodoxa de la Universidad de Tulsa, utilizando el auge del fascismo italiano a principios de la década de 1920, la aplicación de la austeridad en aquella época sirvió para desmovilizar el auge revolucionario del movimiento obrero tras la Segunda Guerra Mundial y restaurar el «orden natural» del capitalismo. Al hacerlo, los conservadores se aliaron deliberadamente con los fascistas.

Casi se pueden ver analogías con la actualidad. Hace diez años, la aplicación de la austeridad impuesta por la Troika no solo alimentó la crisis de la izquierda, sino también el auge de un extremismo libertario de derecha en los países en crisis del sur de Europa, vilipendiados en aquel momento como «PIGS», que hoy se manifiesta en forma de Chega en Portugal, Vox en España, Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni y la derecha de Nueva Democracia en Grecia. En otras palabras: el fracaso forzado de la izquierda allanó el camino para la derecha. Ahora, bajo el liderazgo del conservador alemán Manfred Weber, el Partido Popular Europeo está incluso formando alianzas estratégicas con extremistas neoliberales de derecha y posfascistas en Bruselas.

En cualquier caso, está claro que la lucha contra la extrema derecha requiere romper con las políticas de austeridad neoliberales, tanto en Grecia como en toda Europa.

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5. Por un realineamiento en el Golfo.

Es difícil saber si es cierto, pero este periodista de The Cradle considera que Arabia Saudí se está alejando de la ampliación de los pactos de Abraham hacia un mayor acercamiento a Irán. Veremos. Como complemento, un artículo en Middle East Eye de un iraní «occidentalizado», pues es profe en una universidad allí.

https://thecradle.co/articles/riyadh-realigns-tehran-over-tel-aviv

Riad se realinea: Teherán por encima de Tel Aviv

Las monarquías del Golfo Pérsico están reorientando silenciosamente su política, alejándose de Tel Aviv y Washington y acercándose a Teherán y a un orden de seguridad multipolar más prometedor.

Corresponsal de The Cradle en el Golfo Pérsico

8 DE JULIO DE 2025

El reciente enfrentamiento entre Irán e Israel marcó un cambio decisivo en el equilibrio de poder regional, especialmente en el Golfo Pérsico. La respuesta militar directa y calibrada de Irán, ejecutada a través del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), puso de manifiesto las vulnerabilidades estratégicas de Tel Aviv y obligó a las capitales del Golfo, principalmente a Riad, a reevaluar sus supuestos de larga data sobre la seguridad regional.

El reajuste liderado por Arabia Saudí no surgió de forma aislada. Años de fracasos políticos, militares y diplomáticos acumulados bajo la tutela de Estados Unidos e Israel han empujado a los Estados del Golfo Pérsico a buscar acuerdos de seguridad más viables y no conflictivos. Lo que estamos presenciando es el lento desmantelamiento de alianzas obsoletas y la apertura de canales pragmáticos y basados en los intereses con Teherán.

La estrategia bélica de Irán reajusta las expectativas del Golfo

La gestión de Teherán del último enfrentamiento militar, con su dependencia de los ataques de precisión, las alianzas regionales y la escalada calibrada, demostró un nuevo nivel de disuasión. Utilizando sus redes regionales, sus bases de misiles y sus sofisticados drones, Teherán gestionó el enfrentamiento con mucho cuidado, evitando verse envuelto en una guerra total, pero al mismo tiempo enviando mensajes claros al enemigo sobre su capacidad para disuadir y ampliar su compromiso si fuera necesario.

El mensaje al Golfo fue claro: Irán no está aislado ni es vulnerable. Es capaz de influir en los resultados en múltiples frentes sin caer en una guerra a gran escala.

En declaraciones a The Cradle, un diplomático árabe bien informado afirma:

«Esta guerra ha supuesto un punto de inflexión en el pensamiento saudí. Riad ahora entiende que Irán es una potencia militar madura, inmune a la coacción. La presión tradicional ya no funciona. La seguridad saudí depende ahora del compromiso directo con Irán, no de Israel y, desde luego, no del menguante paraguas de seguridad estadounidense».

En el centro del descontento saudí se encuentra la escalada de agresión de Tel Aviv contra los palestinos y su rechazo rotundo de las iniciativas de paz árabes, incluida la Iniciativa de Paz Árabe de 2002 liderada por Riad. La intransigencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en particular la agresiva expansión de los asentamientos en Jerusalén y la Cisjordania ocupada, ha alarmado a los saudíes.

Estas provocaciones no solo sabotean los esfuerzos diplomáticos, sino que atacan la legitimidad panislámica del reino, lo que obliga a reevaluar la utilidad de Israel como socio estratégico. Como señala la fuente diplomática:

«Este estancamiento político israelí empuja a Arabia Saudí a reconsiderar sus apuestas regionales y a considerar a Irán como un factor de poder regional que no puede ignorarse».

Riad se vuelve hacia Teherán: contención en lugar de confrontación

A puerta cerrada, Arabia Saudí está impulsando una estrategia de «contención positiva» con Irán. Esto marca un claro alejamiento de la era de las guerras por poder y la hostilidad ideológica. Riad ya no busca la confrontación, sino la coordinación, especialmente en cuestiones de seguridad regional y energía.

Fuentes diplomáticas informan a The Cradle de que la reapertura de embajadas y la intensificación de la coordinación en materia de seguridad no son meros efectos secundarios de la mediación china. Reflejan una convicción saudí más profunda: que la normalización con Israel no reporta dividendos significativos en materia de seguridad, especialmente después de que Tel Aviv haya puesto de manifiesto sus vulnerabilidades en la última guerra.

La nueva vía de Riad también pone de manifiesto su creciente interés por soluciones regionales alejadas de Washington, una posición que comparten cada vez más otros Estados del Golfo Pérsico.

Por su parte, la República Islámica está actuando con rapidez para convertir su influencia militar en capital político. Más allá de mostrar sus capacidades en materia de misiles y drones, Irán está cortejando activamente a los Estados árabes del Golfo Pérsico con propuestas de cooperación económica, integración regional y construcción de una arquitectura de seguridad autóctona.

Fuentes bien informadas revelan a The Cradle que Irán está buscando un compromiso integral con Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Omán. Esto incluye asociaciones económicas y alineamiento en cuestiones regionales clave, desde Yemen hasta Siria e Irak.

La posición de Teherán es coherente con su opinión manifestada desde hace tiempo: la seguridad del Golfo Pérsico debe ser decidida por sus Estados ribereños y sus pueblos, y no por agendas extranjeras.

Se está formando una nueva alianza en el Golfo

Esto ya no es solo una historia saudí. Los Emiratos Árabes Unidos están ampliando su cooperación económica con Teherán, al tiempo que mantienen canales de seguridad abiertos. Qatar mantiene una sólida línea diplomática con Irán, utilizando su credibilidad para mediar en conversaciones regionales clave. Omán sigue siendo el puente de confianza y el mediador discreto de la región.

Un diplomático árabe informado sobre los últimos acontecimientos declara a The Cradle:

«Las próximas reuniones entre el Golfo e Irán abordarán la navegación en el estrecho de Ormuz, la coordinación energética y otros asuntos regionales más amplios. Existe un consenso cada vez mayor en que el entendimiento con Irán abre la puerta a una fase más estable en el Golfo».

En medio de estos reajustes, Israel se ve marginado en la región: su proyecto de forjar un eje antiiraní se ha desmoronado. Los Acuerdos de Abraham, negociados por Estados Unidos y que en su día se proclamaron como un triunfo estratégico, ahora apenas suscitan un cortés desinterés en todo el Golfo, y hasta los signatarios árabes existentes están dando marcha atrás en su compromiso.

La élite política de Riad cuestiona ahora abiertamente la utilidad de la normalización. Mientras Tel Aviv continúa su guerra contra Gaza, la población del Golfo se hace oír cada vez más y los líderes saudíes se muestran más cautelosos.

La posición saudí es tácita, pero inequívoca: Tel Aviv ya no puede garantizar la seguridad, ni puede seguir siendo considerada la guardiana de la estabilidad regional.

El pragmatismo se impone a la ideología

Este deshielo entre Arabia Saudí e Irán no es ideológico, sino realpolitik sin concesiones. Como explica otro alto diplomático árabe a The Cradle:

«Riad está descartando las ilusiones. El diálogo con los vecinos, y no la alianza con Washington y Tel Aviv, es ahora la vía para salvaguardar los intereses saudíes. Ahora se trata de hechos, no de viejas lealtades. Irán es ahora un componente fijo de la ecuación de seguridad del Golfo».

La dicotomía «Golfo contra Irán» se está desvaneciendo. La última guerra aceleró una tendencia que llevaba mucho tiempo en marcha: el colapso de la Pax Americana y el surgimiento de un regionalismo multipolar. El Golfo está trazando un nuevo rumbo, menos dependiente de los dictados de Estados Unidos e Israel.

Hoy en día, Arabia Saudí no ve a Teherán como una amenaza que hay que neutralizar, sino como una potencia con la que hay que comprometerse. Se están construyendo marcos de seguridad regional desde dentro. Mientras tanto, Israel, a pesar de sus muchas pontificaciones sobre un «Oriente Medio» liderado por Tel Aviv y alineado con los árabes, lucha por mantener su relevancia.

Si esta dinámica se mantiene, nos encontramos en la cúspide de una transición histórica, que podría permitir finalmente al Golfo Pérsico definir su propia seguridad y soberanía, en sus propios términos.
No se trata de un futuro ideal, pero sí de una mejora estratégica tras décadas de sumisión. Arabia Saudí se está volcando hacia Irán, no por amor, sino por lógica.

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Los Estados del Golfo deben actuar para evitar que la guerra de Israel contra Irán se convierta en un caos

Hadi Kahalzadeh

8 de julio de 2025

Con la amenaza de una nueva escalada israelí, los Estados del Golfo se enfrentan a una decisión crucial: actuar para evitar el colapso de Irán o arriesgarse a un caos regional y perder la estabilidad económica de la que dependen

Puede que las bombas hayan dejado de caer, pero el ataque de Israel contra Irán está lejos de haber terminado.

En Teherán, muchos siguen en vilo, preparándose para una segunda oleada de ataques aéreos, atentados con coches bomba y actos de sabotaje.

Esta tregua incómoda podría romperse en cualquier momento, sumiendo a la región en una nueva ola de violencia y caos.

La guerra de Israel contra Irán amenaza con alterar el equilibrio de poder en la región.

Los Estados del Golfo se encuentran ahora en una encrucijada crítica, con un futuro muy diferente por delante: uno de prosperidad e influencia regional, o uno de inestabilidad prolongada y agitación económica.

Las decisiones que tomen hoy determinarán su futuro económico y la estabilidad general de la región.

Ambiciones poco realistas

Es probable que la ambición del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de derrocar la República Islámica y elevar a Israel a la hegemonía regional siga siendo inalcanzable.

El cambio de régimen interno mediante una revolución es improbable, dada la ausencia de una oposición fuerte y cohesionada.

Mientras tanto, el complejo aparato militar y de seguridad de Irán hace igualmente improbable un golpe de Estado.

Un cambio de régimen externo requeriría el despliegue de cientos de miles de tropas terrestres, con un coste de billones de dólares y un número incalculable de vidas, un escenario que incluso los defensores más belicistas de Israel saben que es irrealista.

Netanyahu podría preferir un Irán colapsado como Irak o Siria, o conformarse con un Irán aislado y con armas nucleares, similar a Corea del Norte.

Sin embargo, los Estados del Golfo no pueden permitirse ignorar los peligrosos escenarios alternativos.

Netanyahu podría intentar empujar a Irán a un escenario similar al de Irak tras la Guerra del Golfo de 1991 o al de Siria en la década de 2010: un Estado fallido, paralizado por las sanciones, asolado por la violencia interna y el colapso económico. Alternativamente, Israel podría tolerar un Irán con armas nucleares, pero empobrecido y aislado, similar a Corea del Norte.

Ambos escenarios supondrían un desastre económico y de seguridad para la región del Golfo.

Ya en la actualidad, alrededor del 80 % de los iraníes sufren inseguridad alimentaria y más del 60 % viven en la pobreza o cerca de ella. Incluso antes de los ataques aéreos, el país se enfrentaba a un déficit de casi el 20 % en el suministro de electricidad, gas natural y combustible.

Esas carencias se han agravado tras los ataques israelíes contra plantas de gas natural, depósitos de petróleo y refinerías.

Ante el colapso

Antes de la guerra, Irán ya necesitaba más de 500 000 millones de dólares en inversiones para hacer frente a las deficiencias críticas de sus infraestructuras, especialmente en los sectores energético, industrial y del transporte, todos ellos sometidos a las tensiones de las sanciones impuestas desde hace tiempo por Estados Unidos.

Si Irán no consigue recuperar el control de su espacio aéreo, la continua escalada israelí corre el riesgo de convertirlo en un Estado militarizado y fallido.

Esto provocaría una catástrofe humanitaria a las puertas del Golfo y alimentaría la inestabilidad en toda la región. El colapso de Irán sembraría el caos y socavaría la seguridad y la estabilidad esenciales para las iniciativas económicas más ambiciosas del Golfo.

El expresidente iraní, Hassan Rouhani, advirtió en una ocasión: «Si Irán no puede exportar petróleo, no se exportará petróleo desde el Golfo Pérsico».

Recientemente, un destacado radical iraní dijo que las formalidades diplomáticas deben dejarse de lado cuando los Estados del Golfo ayudan en secreto a Israel a través del espacio aéreo abierto y el intercambio de inteligencia, a pesar de sus condenas públicas.

Aunque Irán puede ser incapaz o no estar dispuesto a bloquear el estrecho de Ormuz o atacar directamente las infraestructuras del Golfo, como hizo durante los incidentes de Aramco y Fujairah en 2019, su capacidad de perturbación sigue siendo significativa.

Desde el sabotaje marítimo hasta la guerra asimétrica y los ciberataques, los riesgos son considerables.

Riesgos inminentes

La guerra de 12 días puede haber demostrado la resiliencia económica de la región y su capacidad para capear perturbaciones a corto plazo. Pero un conflicto de dos o tres años podría costar a las economías del Golfo entre 730 000 millones y 1 billón de dólares.

Esto incluiría una disminución del crecimiento, una caída de la inversión extranjera directa y retrasos en los megaproyectos. Un conflicto regional prolongado sacudiría gravemente la confianza de los inversores y descarrilaría las estrategias nacionales de desarrollo, borrando años de progreso económico en el Golfo.

Si Irán sigue una trayectoria similar a la de Corea del Norte —un Estado militarizado, fallido y con armas nucleares, sometido a duras sanciones—, las consecuencias económicas podrían ser nefastas.

Más allá de la incertidumbre y la carrera armamentística regional que esto desencadenaría, el espectro de la proliferación nuclear desde Ankara hasta Riad podría desviar recursos vitales del desarrollo económico.

En el peor de los casos, Irán podría incluso compartir tecnología nuclear con socios no estatales, al igual que ha hecho con los misiles y drones suministrados a los huzíes de Yemen, lo que desestabilizaría aún más una región ya de por sí frágil.

Ante estos riesgos inminentes, los Estados del Golfo deben elegir entre estrategias de mitigación y de evitación.

Una estrategia de mitigación implicaría un enorme aumento del gasto militar, especialmente en sistemas de defensa aérea que imiten el modelo multicapa de Israel.

El sofisticado y multicapa sistema de defensa aérea de Israel requirió una inversión estimada de entre 7000 y 8000 millones de dólares. Para los Estados árabes del Golfo, replicar este modelo a una escala significativamente mayor —y con un coste hasta 100 veces superior— es simplemente inviable.

Incluso si dependieran exclusivamente del apoyo defensivo de Estados Unidos, es probable que se superaría el reciente acuerdo de 189 000 millones de dólares con Washington. Y, como ha demostrado la guerra en Ucrania, incluso las defensas más avanzadas pueden ser vulneradas por armas relativamente baratas, lo que deja a las naciones en una situación vulnerable a pesar del enorme gasto.

Evitar el caos

Una estrategia más realista y rentable para los Estados del Golfo es adoptar una estrategia de evitación en lugar de mitigar el riesgo. Pueden aprovechar su relación con Estados Unidos e Irán para fomentar la diplomacia y negociar una paz duradera, a pesar de la obstrucción y el sabotaje de Netanyahu.

En lugar de inclinarse aún más por pactos de seguridad como los Acuerdos de Abraham, deberían emprender iniciativas económicas y diplomáticas que reduzcan las tensiones.

Un posible marco diplomático podría consistir en el establecimiento de un consorcio nuclear regional que reconozca el derecho de Irán al enriquecimiento nuclear con fines pacíficos, pero que traslade el proceso de enriquecimiento fuera del territorio iraní a cambio del levantamiento de las sanciones secundarias de Estados Unidos.

Otro enfoque podría centrarse en un pacto de seguridad regional más amplio, que vincule las negociaciones nucleares con un acuerdo de no agresión entre Irán e Israel, a cambio de la eliminación de las sanciones primarias y secundarias de Estados Unidos.

Estas medidas podrían impulsar significativamente la economía iraní, añadiendo entre 600 000 millones y 1 billón de dólares a su PIB para 2040, al tiempo que contribuirían a estabilizar la región tanto económica como políticamente.

Estas medidas también abrirían el mercado de inversión iraní, en gran parte sin explotar y valorado en 4 billones de dólares, a los países del Golfo y a los inversores estadounidenses.

Acción diplomática

El ataque aéreo israelí durante las recientes negociaciones entre Irán y Estados Unidos ha avivado temporalmente el nacionalismo y el apoyo público a las capacidades nucleares dentro de Irán, lo que complica aún más los esfuerzos diplomáticos.

Sin embargo, una iniciativa regional bien estructurada, liderada por los Estados del Golfo y respaldada por Estados Unidos, aún podría aprovechar las divisiones internas entre la élite gobernante de Irán, creando un impulso para el cumplimiento, la desescalada y la cooperación.

Los Estados del Golfo se encuentran ahora en una encrucijada: la pasividad conlleva el riesgo de inestabilidad y estancamiento, mientras que la diplomacia ofrece un camino hacia la paz y la prosperidad compartida.

Los Estados del Golfo deben aprovechar este momento crítico. En lugar de observar pasivamente o apostar por un Irán debilitado, la participación diplomática activa ofrece la mejor oportunidad para proteger sus intereses económicos y estratégicos a largo plazo.

Al buscar de forma proactiva la paz y la estabilidad regional, pueden evitar el costoso caos de un conflicto prolongado y hacer realidad sus visiones económicas.

Un Irán debilitado y fragmentado puede parecer ventajoso a corto plazo, pero la historia nos dice lo contrario. Las secuelas de la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003 son un claro recordatorio de la rapidez con la que los Estados fallidos pueden desestabilizar la región y suponer una carga para los países vecinos.

Los Estados del Golfo se encuentran ahora en una encrucijada: la pasividad conlleva el riesgo de años de inestabilidad y estancamiento económico, mientras que una diplomacia proactiva ofrece la perspectiva de una paz duradera y una prosperidad compartida.

El liderazgo árabe en esta crisis es esencial, y ahora más que nunca se necesita una acción diplomática decisiva.

Hadi Kahalzadeh es investigador del Crown Center for Middle East Studies de la Universidad de Brandeis. Trabajó como economista para la Organización de la Seguridad Social de Irán entre 2002 y 2011. Ha publicado numerosos artículos sobre la economía política, el desarrollo, el estado del bienestar y las sanciones económicas de Irán.

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6. ¡Perezosos del mundo, uníos!.

Como firme seguidor de Lafargue en estos temas*, ¡siempre por la pereza!

*El fin de la revolución no es el triunfo de la justicia, de la moral, de la libertad y demás embustes con que se engaña a la humanidad desde hace siglos, sino trabajar lo menos posible y disfrutar, intelectual y físicamente, lo más posible. Al día siguiente de la revolución habrá que pensar en divertirse.

https://www.sinistrainrete.info/lavoro-e-sindacato/30846-anselm-jappe-oltrepassare-la-pigrizia-e-il-lavoro.html

Superar la pereza… y el trabajo

por Anselm Jappe*

Proponemos esta breve reflexión de Anselm Jappe, una vez más sobre la cuestión del trabajo, tema central de la Crítica del Valor (Wertkritik), corriente de pensamiento a la que pertenece el propio Jappe.

Hoy en día, ante las catástrofes ecológicas y humanitarias, las masacres y las guerras, el desempleo endémico y la creciente miseria generalizada, puede parecer una pérdida de tiempo ocuparse una vez más del tema del trabajo, sobre todo desde la perspectiva de la crítica del valor, es decir, la del «rechazo» del trabajo, por decirlo de forma simplista e insuficiente. Un rechazo ciertamente motivado, no una simple manía de los habitantes acomodados del primer mundo, si es cierto que, como sostiene esta corriente de pensamiento retomando sobre todo lo que ellos definen como el «Marx esotérico»,1 tal cuestión es decisiva para el destino del capitalismo, en la medida en que se trata de un sistema social basado en el trabajo y en la extracción de valor que este permite. Precisamente la crisis de este mecanismo, debida a la explosiva capacidad productiva propia de la tercera revolución industrial, impulsada por la informática y la microelectrónica, es la causa primera, según esta lectura, de los enormes desastres ecológicos y sociales que llevamos décadas presenciando. La consiguiente falta de una valorización adecuada del enorme capital en circulación elimina cualquier freno inhibidor del régimen del capital (más allá de las puestas en escena ecológicas o de cualquier otro tipo) y lo lleva a buscar la rentabilidad sin rendir cuentas a nada ni a nadie, ni siquiera a sí mismo, en un vórtice destructivo y autodestructivo.

El vínculo entre la crisis capitalista y el trabajo es, por lo tanto, fuerte y determinante, y se entiende por qué es tan importante, y no está fuera de lugar, prestar atención y volver a situar esta cuestión en el centro de un debate que tenga como objetivo la salida del sistema capitalista, el que genera catástrofes, miserias, guerras y masacres.

Esta crítica al trabajo apunta sin duda a una sociedad del «ocio» un poco al estilo de Lafargue, aunque este no es la referencia principal de esta corriente de pensamiento. Sin embargo, aunque el ocio es sin duda agradable y está en el centro de una propuesta, también política, para superar el sistema capitalista, lo que la crítica del valor mira con interés no es la «mera pereza» (de hecho, la otra cara de la obsesión por el trabajo), sino una condición libre y, digamos, «relajada», en la que producir, de forma respetuosa con el mundo y no compulsiva, no determinada por la necesidad de valorizar el valor, lo que puede servir para el sustento y el desarrollo, material y espiritual, de la humanidad. Y tal vez obtener de todo ello también satisfacción y placer.2

Con este breve escrito, Jappe analiza precisamente estos aspectos, reiterando que la lucha contra el trabajo no debe tener como resultado necesario la «caída» en la mera pereza (que, repetimos, no sería más que la otra cara del productivismo compulsivo del capitalismo), sino que abre espacio para otra opción, capaz de sacudirse de encima la (falsa) alternativa entre «trabajo» y «pereza».

Esta aclaración es necesaria también para defenderse de las acusaciones, a menudo dirigidas a esta corriente de pensamiento y con tintes de «antisemitismo estructural»,3 según las cuales los defensores de este tipo de posiciones no serían más, como se ha mencionado anteriormente, que representantes holgazanes y acomodados de la civilización occidental, que critican duramente mientras al mismo tiempo, disfrutan de forma parasitaria de sus frutos, sin contribuir en absoluto a su enriquecimiento, sino difundiendo el verbo «derrotista» del no trabajo, adornándolo teóricamente solo para ocultar su escasa voluntad de comprometerse con el trabajo.

Estas críticas, tan ridículas como superficiales, no merecerían ninguna atención, si no fuera porque alimentan un horizonte cultural devastado y aniquilado, donde narrativas completamente fuera de lugar y a menudo de mala fe contribuyen a exacerbar esa dimensión desesperada que es el caldo de cultivo de la derecha.

Un escrito como este, de Anselm Jappe, intenta aportar un poco de claridad también en este campo, uno de los más importantes, en nuestra opinión, a trabajar para salir del sistema criminal y homicida del capital [Massimo Maggini**].

* * *
¿Es la pereza una forma de resistencia?

En el breve cuento “Los 12 sirvientes perezosos” de los hermanos Grimm, publicado en 1857 pero que se remonta al siglo XV, doce sirvientes discuten describiendo su pereza, hasta límites grotescos: dormir y no retirar las piernas si un carro les pasa por encima, o no estirar la mano para coger el pan estando con hambre. Y sobre todo, no cumplir las órdenes recibidas. En su forma exagerada, este cuento surrealista –que por otra parte no es el único en su género entre las obras de los Grimm- da testimonio de la resistencia popular al trabajo impuesto por los amos.

En efecto, los conceptos de pereza y trabajo solo cobran sentido si los relacionamos entre sí. En las condiciones premodernas, y en lo que persiste incluso al interior de las sociedades modernas, en general encontramos ritmos de vida o momentos de intensa actividad, a veces vividos como un desafío o una excitación agradables, alternándose con largos intervalos en los que los individuos consumen poca energía, hasta llegar al inmobilismo. Este modo de vida reaparece con cierta facilidad cuando las condiciones lo favorecen, como si correspondiera con una “naturaleza” humana. Pero ha sido marcado con el estigma infamante de la «pereza» por los detentores de un modo de producción basado en un trabajo permanente, que fue durante mucho tiempo solo el destino de los esclavos

¿Cómo hemos llegado a esto?

Desde finales de la Edad Media, el trabajo ha crecido mucho a escala social: en cantidad, con máximos en el siglo XIX, pero también en densidad, hasta ahora, mientras que su sentido perceptible disminuía debido a la división cada vez más acentuada propia del trabajo industrial, cuya forma más extrema fue la cadena de montaje. Los individuos, los grupos sociales y las culturas que no sometían toda su vida al trabajo eran estigmatizados como «perezosos», «parásitos», «inútiles», propensos al vicio y al crimen de todo género. Ante ello se podía hacer lo que se quisiera: desde la «reeducación» y los trabajos forzados hasta el exterminio físico, como en el caso ejemplar de los gitanos. Esto iba acompañado de una exaltación del trabajo en las ciencias, las artes, la ideología y las culturas de los siglos XIX y XX. El culto al trabajo era entonces casi unánime, incluso entre los trabajadores mismos y sus expresiones políticas —el «movimiento obrero»—, que reprochaban a los «burgueses» sobre todo por no trabajar.

La imposición universal del trabajo y la poca resistencia que encontró, incluso entre sus víctimas, produjo por el contrario, en círculos reducidos, un «elogio de la pereza», cuya expresión más conocida, aunque no la única, es el panfleto de Paul Lafargue. Este sigue siendo refrescante de leer, y constituye una provocación útil, sobre todo dentro del marxismo. No obstante, su alcance teórico haya sido quizás un poco sobrevalorado. En cualquier caso, sus límites no residen en predicar que «de todos modos es necesario trabajar» y que una sociedad no puede sostenerse sobre la pereza…

Entonces, ¿cuál es el problema?

El problema es sobre todo que un enfoque de este tipo solo conoce la no-actividad y el descanso absoluto como alternativas al trabajo capitalista. Lo cual nos lleva lógicamente, si no aceptamos vivir como Diógenes en su barril, a la idea de que las máquinas deben trabajar en nuestro lugar: la automatización del trabajo nos permitiría disfrutar de una abundancia de bienes y servicios sin fatigarnos en producirlos. Esta esperanza se difundió durante los «treinta gloriosos» [lapso con el que se conoce el período, en líneas generales, entre 1945-1975], bajo el nombre de «sociedad del ocio», que consistía en una reducción del tiempo nominal de trabajo, con el horizonte utópico de, algún día, poder liberarse por completo de él. En las últimas décadas, los avances de la informática y la robótica han reavivado en algunos círculos la confianza en que las tecnologías, si solamente se les utilizase “democráticamente” y no solo en nombre de la ganancia capitalista, podrían reducir proporcionalmente el tiempo de trabajo. Lo cual suena bien bizarro en una época en la que el control del trabajo sobre la vida es, en verdad, más fuerte que nunca. En un régimen de precariedad y flexibilidad obligatoria, toda la vida se encuentra bajo la huella del trabajo: tanto si se tiene, como si se busca, o se está formándose para ello, mientras que en un pasado reciente, aún podíamos olvidarnos del trabajo una vez salíamos de la fábrica o de la oficina.

Esta esperanza de poder disfrutar del consumo capitalista sin el trabajo capitalista, porque los robots serían nuestros obreros y nuestros servidores, se ha vuelto obsoleta desde que las tecnologías, incluso en sus formas inmateriales como los algoritmos, constituyen cada vez más una amenaza, y se nos pide que les confiemos incluso nuestras actividades intelectuales o nuestra reproducción biológica. Un mundo totalmente automatizado parece un precio demasiado alto a pagar para escapar del trabajo.

¿Pero debería seguir siendo el horizonte la superación del trabajo?

¿La opción es realmente entre «pereza» y «trabajo»? ¿O más bien entre «actividad sensata» y «actividad sin sentido»? Incluso las actividades más fatigosas pueden resultar agradables si se eligen libremente y llevan en sí mismas su propia finalidad: a quien le gusta cultivar un huerto no le gustaría obtener tomates con un «clic» en una computadora. Cualquiera que escriba o pinte no querría ver el resultado final aparecer por arte de magia. Es solamente la obligación permanente de trabajar para vivir lo que suscita el deseo contrario: el de no hacer nada y de vivir en el país de Cucaña.

La pereza no es la única alternativa al trabajo. Como bien lo ha explicado Alastair Hemmens en su libro Ne travaillez jamais ! La critique du travail en France de Charles Fourier à Guy Debord (éditions Crise & Critique, Albi 2019), la crítica del trabajo en los dos últimos siglos —ya muy minoritaria, a menudo limitada a los círculos artísticos y bohemios, con el «ne travaillez jamais» [no trabajen nunca] de Guy Debord como punto culminante— nunca ha tenido realmente en cuenta lo que Marx llamaba «la doble naturaleza del trabajo»: abstracto y concreto.

¿Puedes explicarlo?

En la sociedad capitalista, todo trabajo tiene un lado concreto, que lo diferencia de todos los demás y que sirve para satisfacer alguna necesidad. Al mismo tiempo, todos los trabajos son iguales por su lado «abstracto», en tanto que lo único que cuenta es el tiempo de trabajo –es esta dimensión puramente cuantitativa la que crea el «valor» de las mercancías, que finalmente se hace visible en la forma de un precio en dinero. El mismo trabajo tiene ambos aspectos, pero en la producción capitalista es la dimensión abstracta la que prevalece. Y esta dimensión es indiferente al contenido, teniendo en cuenta solamente el crecimiento cuantitativo. Por lo tanto, lo que importa no es la utilidad de un producto, ni su calidad, ni la satisfacción del productor. Estos factores son sólo aspectos secundarios comparados con el único objetivo del trabajo: transformar 100 euros invertidos en 110, luego en 120, etc.

Los aspectos más desagradables del trabajo, como la explotación, los ritmos frenéticos, las condiciones insalubres, la especialización extrema y, por lo general, la pérdida de sentido —se trabaja por un salario, por unos ingresos, no para obtener un resultado visible, como hacían los campesinos o los artesanos— son consecuencia del papel que desempeña el trabajo en la sociedad moderna: no sirve sin o para crear valor, y por tanto dinero, no importa mediante qué medios. He aquí por qué la gran mayoría de los trabajos no proporcionan ninguna satisfacción, y hacen desear la pereza. Se podría objetar que hay trabajos poco deseables, pero que deben hacerse de todos modos, pero la gran mayoría de los empleos contemporáneos no son objetivamente necesarios, y la humanidad no perdería nada si se suprimieran.

Al mismo tiempo, la sociedad del trabajo a menudo hace imposibles determinadas actividades solo porque no son rentables, condenando a los individuos a una inactividad –una “pereza- no deseada: por ejemplo, expulsando a los campesinos de sus tierras, de las que ya no pueden obtener sustento, o impidiendo a las personas que desean ser activas el acceso a los recursos o a la vivienda, con el pretexto de que son “propiedad privada”. En la economía mundial estamos asistiendo a la creación de masas cada vez crecientes de «sobrantes»: personas que a menudo están condenadas a una pereza no elegida.

Además, incluso las actividades más nocivas, como la fabricación y venta de armas o pesticidas, se consideran “trabajo”, y dan acceso al status social correspondiente, mientras que la mayoría de las actividades domésticas, generalmente relegadas a las mujeres, como el cuidado de los niños y los ancianos, al igual que cultivar el jardín o hacer reparaciones, independientemente de su utilidad.

¿Es ambigua la categoría «trabajo»?

Es importante recordar que la categoría «trabajo» es una invención moderna: en las sociedades precedenteses, las actividades productivas, la reproducción doméstica, los juegos, el ritual, la vida social, formaban más bien un continuum. Fue la burguesía capitalista, sobre todo a partir del siglo XVIII, la que atribuyó una “nobleza” particular a las actividades que llamamos «trabajo». La palabra «trabajo» no designaba originalmente una actividad útil. Proviene del latín «tripalium», que era un instrumento de tortura (de tres piezas) utilizado para castigar a los siervos que no querían “trabajar”. El latín «labor» evoca el peso bajo el cual se tambalea; es decir, el castigo físico. El alemán «Arbeit» indica dolor y fatiga. En casi todas las culturas, el trabajo ha sido considerado como un sufrimiento, que debe limitarse a lo estrictamente necesario para satisfacer las necesidades y los deseos. Solo con la modernidad capitalista que el trabajo ha sido erigido en pilar de la vida económica y social, donde la cantidad de trabajo (propio o ajeno, del que uno se apropia) determina el papel social del individuo. Esto va junto con una masiva valoración moral del trabajo y del esfuerzo en genera, que deja completamente de lado la cuestión de la finalidad de ese trabajo.

¿Cómo sería una sociedad liberada del dogma del trabajo?

Una sociedad libre de trabajo no estaría necesariamente condenada a la inactividad; sería una sociedad donde primero se define lo que realmente contribuye a una «vida buena», y luego distribuye las actividades esenciales para su realización. Podemos estar seguros de que la cantidad de «trabajo» que aún será necesaria será entonces muy reducida en comparación con la actualidad. Lo cual sería un problema solamente allí donde trabajar –no importa en qué– sea la condición para poder vivir. En una sociedad medianamente razonable, que ya no identifique la felicidad social con la «creación de empleos», esto implicaría superar la disyuntiva entre la pereza y la fatiga vana.

¿Cómo favorecer el advenimiento de una sociedad así?

Mientras tanto, no podemos condenar a quienes prefieren practicar la “pereza”: quienes no participan en trabajos que, en su mayor parte, son inútiles o perjudiciales, ¡al menos no dañan a nadie! La idea de una renta universal garantizada, cada vez más popular, es problemática por varias razones: corre el riesgo de sustituir todas las demás prestaciones sociales, y a un nivel bajo. Además, presupone la continuación de la acumulación capitalista, que resulta cada vez más difícil. Sin embargo, al abrir la posibilidad de escapar del chantaje de trabajar a toda costa, una renta universal garantizada podría ayudar a romper con la ideología de «quien no quiera trabajar, que no coma», y así revertir, tras siglos, la glorificación del trabajo. No en nombre de la pereza per se, sino de actividades con significado propio y elegidas conscientemente.

La renta universal garantizada es problemática por muchas razones. Sin embargo, al abrir la posibilidad de escapar al chantaje del trabajo a toda costa, podría contribuir a romper con la ideología de que «si no trabajas, no comes», y así ayudar a derrocar, después de siglos, la glorificación del trabajo. No en nombre de la mera pereza, sino en nombre de actividades sensatas y elegidas conscientemente.

Fuente: Philosophie magazine Julio 22, 2023

https://www.philomag.com/articles/anselm-jappe-depasser-la-paresse-et-le-travail

* Anselm Jappe (1962), filósofo de origen alemán, estudió en Roma, donde se licenció con Mario Perniola, y en París. Enseña Estética en la Academia de Bellas Artes de Roma. Ha dado conferencias en numerosas universidades europeas y latinoamericanas. En 1993 publicó la primera monografía sobre Guy Debord y ha seguido ocupándose de los situacionistas. Es uno de los principales intérpretes de la «crítica del valor».

 

** Massimo Maggini vive en Livorno y se ocupa desde hace muchos años de temas relacionados con el trabajo y la transformación social. Colabora con movimientos ecologistas y de lucha social.

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7. El acoso a Palestine Action.

Un repaso de Craig Murray, absolutamente pormenorizado, como hace siempre en estos casos, de la vergonzosa vista en la que los tribunales británicos fallaron que Palestine Action es una organización terrorista.

https://www.craigmurray.org.uk/archives/2025/07/we-accept-of-course-that-it-is-draconian-and-deliberately-so/

«Aceptamos, por supuesto, que es draconiano: y deliberadamente»

8 de julio de 2025

El viernes 4 de julio volví al Tribunal Real de Justicia para asistir a la vista celebrada a instancias de Huda Ammori, cofundadora de Palestine Action, sobre una solicitud de exención de la orden de proscripción contra Palestine Action como organización terrorista.

Huda había solicitado la revisión judicial de la legalidad de esta orden. En la semana que comienza el 21 de julio se celebrará una vista para decidir si se concede la revisión judicial. La vista del viernes versó sobre si debía suspenderse la prohibición hasta que se celebrara la vista sobre la concesión del permiso para la revisión judicial.

Esto se denomina medida cautelar.

Los precedentes legales en materia de medidas cautelares establecen que esta cuestión debe depender de tres puntos.

El primero es la probabilidad de que una revisión judicial completa pueda finalmente prosperar, es decir, una evaluación preliminar del fondo del asunto.

El segundo es si se causará un daño irreparable a alguien mientras tanto si no se suspende la orden, en caso de que el resultado del proceso sea finalmente una revisión judicial favorable.

Si se superan estos dos obstáculos, el tercero es si, en «balanza de conveniencias», el daño irreparable que podría causarse si no se suspende la orden, pero finalmente se anula en revisión, es peor que el daño irreparable que podría sufrir el público al perder el beneficio que el Gobierno pretende con la orden mientras tanto, en caso de que se deniegue la revisión judicial o se confirme finalmente la legalidad de la orden.

En este punto, supongo que estará decidiendo si se molesta en leer esto seis veces hasta que le encuentre algún sentido, o si se trata de un artículo incomprensiblemente aburrido, lleno de jerga jurídica incomprensible, y prefiere buscar otra cosa.

Lo comprendo perfectamente.

El jueves pasé el viaje en tren desde Edimburgo tratando de entender todo esto; en un momento dado, tuve la suerte de compartir la mesa del tren con una encantadora pareja de turistas de Hungría, que tenían la mala suerte de compartir la mesa del tren conmigo, cada uno de ellos sosteniendo amablemente montones de documentos y utilizando los pulgares como marcadores.

El viernes me levanté a las 6 de la mañana para asegurarme de poder entrar en la sala del tribunal. Suponía que, al igual que en las audiencias de Assange o las audiencias de la CIJ sobre genocidio, habría una larga cola para entrar. De hecho, a las 7 de la mañana no había nadie más que yo y un gran número de policías.

Tomé un café frente al edificio del tribunal y no paraban de entrar policías en la cafetería para comprar café y donuts.

A las 7:45 no quedaba ni un donut en un radio de un kilómetro y medio de Strand.

Los antropólogos deberían estudiar esto. Los policías británicos no tienen ninguna tradición con los donuts. Nunca han ocupado ningún lugar en la cultura de la Policía Metropolitana. Sin embargo, el bombardeo continuo de películas y programas de televisión estadounidenses retratan a los policías como comedores de donuts, por lo que es de suponer que la policía británica cree que eso les hace parecer guays. En realidad, les hace gordos.

No voy a ponerme paranoico por el hecho de que la policía no dejara de fotografiarme mientras esperaba a que pasara algo. No tenían a nadie más a quien fotografiar. Intenté pensar en cosas que pudiera hacer que parecieran sospechosas, para hacerles la mañana más interesante, pero creo que mi imaginación no había dormido lo suficiente.

No voy a endulzar esto. No paraba de ir al baño del café a vomitar. De hecho, tenía que ir a pedir cafés a varios establecimientos para tener un sitio donde vomitar. Había pasado casi toda la noche vomitando. No había comido nada sospechoso, así que supongo que fue un virus. Esto continuó durante la tarde y, una vez que comenzaron los procedimientos judiciales, salía corriendo en los momentos menos tensos para vomitar.

A las 8:30 de la mañana bajé a Strand para comprar unos medicamentos en Boots. A mi regreso, diez minutos más tarde, vi llegar toda una flota de furgones policiales que se estacionaron alrededor de Arundel Street, a unos 150 metros del tribunal, pero fuera de la vista.

Conté 16 furgones y 11 coches. Los furgones parecían tener entre 12 y 15 policías cada uno. Eso era solo en un lado del tribunal. Fue un duro recordatorio de lo que está en juego y de que la proscripción como grupo terrorista otorga poderes colosales al Estado policial. Se castiga con 14 años de prisión el mero hecho de «parecer» apoyar a un grupo proscrito o ser «imprudente» al decir algo que pueda llevar a otra persona a apoyarlo.

Así lo establece la Ley contra el terrorismo de 2000, aprobada en su versión original por la horrible combinación de Jack Straw y Tony Blair. Desde entonces ha sido modificada para empeorar aún más y dejar claro que no es necesaria la intención: si «parece» apoyar «imprudentemente» a una organización prohibida, puede ser condenado a 14 años de prisión.
Por alguna razón, la versión modificada no está disponible en la página web oficial del Gobierno.

A las 9 de la mañana entré en el Tribunal Real de Justicia. He pasado aquí muchos más días de los que hubiera deseado y ya he descrito este lugar anteriormente:

«La arquitectura de los Tribunales Reales de Justicia fue el último suspiro del renacimiento gótico; tras agotar la exuberancia que nos dio la belleza de la estación de St Pancras y el Palacio de Westminster, el movimiento agotó sus últimos y tristes esfuerzos de fantasía en tonos grises y marrones, valorando la escala por encima de la proporción y confundiendo lo macizo con lo medieval. Tal y como se pretendía, los edificios son una manifestación del poder del Estado; pero, contrariamente a lo que se pretendía, también son una muestra de la estupidez del poder a gran escala».

Bueno, aquí estaba yo otra vez. Anteriormente solo había estado en las salas más prestigiosas, apartadas del salón principal, las salas 1 a 15. Este caso se iba a ver en la sala 73. Estaba en el ala este. Esto requería una hazaña de navegación extremadamente compleja a través de pasillos interminables donde los pasos resonaban en los techos abovedados de piedra, a través de innumerables arcos apuntados, pasando por patios abiertos y claustros, subiendo y bajando escaleras.

Con cada etapa, los arcos se hacían más bajos, los arquitrabes más superficiales, los pasillos más estrechos, a medida que se alejaba uno del espectáculo de la pompa hacia el ejercicio mundano del poder. Cuando llegaba uno al estrecho pasillo en forma de L que daba al tribunal 73, podía confundirlo con una oficina de desempleo de los años cincuenta en Solihull.

Yo fui el primero en llegar, pero poco a poco fueron llegando otras personas para la vista y el pasillo se llenó de gente y empezó a hacer un calor insoportable, ya que era uno de los días más calurosos del verano. En un momento dado, sentí que iba a desmayarme y Deepa Driver acudió en mi ayuda con una botella de agua.

Nos dijeron que el tribunal abriría a las 10.15. En la hora siguiente, perdí dos veces mi lugar en la cola porque tuve que salir a vomitar. Esto me permitió charlar brevemente en la escalera con Gareth Peirce sobre las perspectivas del caso.

Conseguí volver al principio de la cola en ambas ocasiones, ya fuera por mi enorme carisma personal o porque la gente se apartaba al olerme ligeramente a vómito, usted decide. Pero al final no sirvió de nada, ya que solo se permitió la entrada a la sala a los medios de comunicación acreditados.

Como es bien sabido, no soy periodista en el Reino Unido, según dictaminó Lady Dorrian en el Tribunal Superior de Escocia —es una larga historia—, por lo que no se me permitió la entrada. En su lugar, me enviaron a una sala anexa en la sala 76, en la planta de arriba, donde se podía seguir el proceso en pantallas en directo.

Así que durante esta parte del proceso no estuve en la sala. Aunque la calidad del sonido y de la imagen era excelente, no era lo mismo que estar en la sala en cuanto a captar el ambiente y todos los pequeños detalles que la cámara no muestra. Nunca me había pasado en toda mi carrera como reportero.

La vista se celebró ante el juez Chamberlain, que tiene fama de liberal. En un caso anterior este año, declaró que no tenía ninguna confianza en las declaraciones del MI5.

En los casos relacionados con información secreta, la «justicia» británica cuenta con un procedimiento extraordinario por el que no se permite al acusado conocer las pruebas en su contra, pero puede ser defendido en ese aspecto en una sala a puerta cerrada, sin la presencia del acusado, por un abogado designado por el tribunal, conocido como «abogado especial».
Martin Chamberlain fue uno de esos abogados durante diez años, y es imposible que alguien con un mínimo de honestidad pueda examinar una gran cantidad de informes de inteligencia sin darse cuenta de que una gran parte de ellos son simplemente inexactos.

Hablo como alguien que ha leído una media de doce informes secretos de inteligencia al día durante sus veintidós años de carrera.

Esto es esperanzador, porque el secretario de Estado ha indicado que en la vista sustantiva se presentarán informes de inteligencia en los que el Gobierno se basará para imputar a Palestine Action.

Se ha filtrado ampliamente a la prensa que estos incluyen informes de inteligencia según los cuales Palestine Action recibe financiación y apoyo de Estados extranjeros, lo cual es realmente absurdo.

El juez Chamberlain también se pronunció en contra de la legalidad de determinadas exportaciones de armas británicas a Arabia Saudí si se utilizaban contra la población civil en Yemen. Ha abogado por el refuerzo de las disposiciones sobre libertad de expresión del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Por lo tanto, no fue una sorpresa que estuviera dispuesto a molestar al establishment jurídico al aceptar al menos escuchar el caso sobre si debería haber una revisión judicial de la proscripción. Es posible que sea el único juez del Tribunal Superior que habría aceptado.

La proscripción de Palestine Action había sido una medida muy mediática de Starmer y Cooper para hacer frente a la creciente indignación pública por el genocidio de Gaza y tratar de restablecer la narrativa sionista de que los palestinos y los partidarios de Palestina son terroristas.

Que el tribunal impidiera que la prohibición entrara en vigor, supeditada a un procedimiento judicial, sería una noticia de gran repercusión y un nuevo golpe a la autoridad de Starmer.

Así pues, había mucho en juego. Chamberlain no dio ninguna indicación al respecto. Se mostró entusiasmado por abordar intelectualmente el tema. Estaba ansioso y dispuesto a reflexionar en voz alta en sus discusiones con los abogados, interrumpiendo a veces casi por el entusiasmo. Era como una versión un poco menos molesta de Robert Peston.

Raza Husain KC abrió el caso en nombre de la demandante, Huda Ammori, de la forma habitual, presentando a ambos equipos de abogados con peluca. Esto llevó algún tiempo, ya que los equipos eran numerosos: seis abogados por cada parte, mientras que Huda contaba además con dos bufetes de abogados. Fue uno de los pocos indicios inmediatos de la gravedad y la importancia de lo que estaba sucediendo.

Pero otro fue el comportamiento de Raza Husain. Normalmente muy hábil, tartamudeó bastante en su discurso inicial. Esto me llamó la atención durante todo el caso: los abogados de Huda parecían un poco distantes, no porque no creyeran lo que decían, sino porque no podían creer que se encontraran en una situación que les obligaba a estar allí y decirlo.

Husain comenzó afirmando que la desobediencia civil tiene una larga y honorable historia en el Reino Unido. Muy a menudo, las personas que habían infringido la ley habían sido reivindicadas por la historia, como las sufragistas. Era la primera vez en esa larga historia que un grupo de desobediencia civil que no abogaba por la violencia era calificado por la ley como terrorista.

Cinco relatores especiales de las Naciones Unidas habían escrito para oponerse a la proscripción de Palestine Action, entre ellos el profesor Ben Saul, relator especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, que había solicitado intervenir en el caso.

Los relatores especiales identificaron tres defectos fundamentales en la legislación británica. Había una definición excesivamente amplia de terrorismo, una definición excesivamente amplia de organización terrorista y una definición excesivamente amplia de lo que constituía apoyo a una organización terrorista.

El efecto general de la privación de libertad era característico de un Estado autoritario.

Husain se refirió al testimonio de Andrew Feinstein. Este tenía experiencia en la lucha por la liberación en el sur de África y se había convertido en diputado del Congreso Nacional Africano (ANC). Feinstein declaró que el propio Nelson Mandela había sido designado terrorista por el Estado británico durante décadas y que el movimiento contra el apartheid utilizó todos los métodos de acción directa empleados por Palestine Action.

Husain pasó a la prueba de Huda Ammori, quien declaró que, al fundar Palestine Action, se había inspirado directamente en la larga historia de los movimientos de desobediencia civil en Gran Bretaña y en los numerosos casos en que los tribunales habían considerado legales esos métodos, incluida la acción directa contra la industria armamentística.

Palestine Action nunca había incluido ni tenido como objetivo la violencia o las lesiones a personas. Sus acciones se centraban en Elbit, una empresa estatal israelí fundamental para el sistema militar israelí. La propia Elbit se refería a su personal como «soldados civiles».

Husain continuó diciendo que la proscripción de Palestine Action era una ley mal concebida, discriminatoria y autoritaria. Era contraria tanto al derecho consuetudinario como a la Ley de Derechos Humanos.

Durante 20 meses, el ejército israelí había estado cometiendo actos que la mayoría de los estudiosos y expertos en genocidio consideran genocidio. La población estaba ahora muriendo de hambre y la propia distribución de la ayuda humanitaria se había convertido en un campo de exterminio, según la UNRWA.

Decir que Palestine Action estaba cometiendo terrorismo era precisamente lo contrario de lo que estaba haciendo. Más bien, buscaba prevenir el terror y el genocidio.

En este punto, el juez Chamberlain interpusos lo que parecía una incongruencia. Afirmó que tenía la facultad de dictar una orden que suspendiera la aplicación de la proscripción hasta una fecha posterior, y que esto había sido aceptado por el Secretario de Estado.

Chamberlain continuó diciendo que esto podía hacerse de dos maneras. Podía dictar una orden judicial o el Secretario de Estado podía presentar una nueva orden al Parlamento. La orden de proscripción también prohibía otras dos organizaciones, entre ellas la Maniac Murder Cult, por lo que la suspensión tendría que redactarse de manera que solo beneficiara a Palestine Action.

El juez Chamberlain declaró que era necesario hacer justicia o causar la menor injusticia posible a las personas afectadas en el ínterim si el caso se resolvía de otra manera. El Secretario de Estado no había demostrado que existiera una razón de seguridad nacional para introducir la proscripción de forma inmediata.

Tras esta intervención judicial aparentemente alentadora, Husain continuó diciendo que la definición de terrorismo en la ley se refería a daños graves a la propiedad. En este caso, el término «grave» debe interpretarse, como argumentó el profesor Saul, en relación con las normas del derecho internacional. No se trataba de una medida de pérdida económica, sino de daños que amenazaban con consecuencias adicionales, como las que podrían sufrir las instalaciones nucleares o los aviones civiles.

Los poderes del Secretario de Estado deben ejercerse de manera proporcionada dentro de los derechos del Convenio Europeo de Derechos Humanos, como la libertad de expresión y la libertad de reunión. Por lo tanto, podría ser que, incluso si una organización entrara en el ámbito de las definiciones excesivamente amplias de la Ley, no pudiera ser prohibida.

El juez Chamberlain respondió a esto citando una sentencia del Tribunal Supremo en otro caso (Gould) en el que se establecía que el alcance excesivo de la legislación puede mitigarse mediante la discrecionalidad del ministerio público.

[Para traducir esto a un lenguaje sencillo, esto significa que, dado que una ley otorga al Estado un poder demasiado amplio, eso no significa que el Estado vaya a optar por ejercer ese poder en todos los casos. Lo que, por supuesto, otorga al Estado el poder de perseguir selectivamente solo a los «enemigos» que elija utilizando una legislación excesivamente amplia].

Husain respondió que, cuando se aprobó la legislación en el Parlamento, el entonces secretario de Estado había dado garantías categóricas de que el poder de proscripción nunca se utilizaría contra grupos de acción directa nacionales. Sin embargo, aquí estamos.

El juez Chamberlain respondió que, para revocar la proscripción por los motivos propuestos por Husain, este tendría que demostrar que conducía a un absurdo, citando otro caso (Hunt).

Husain respondió: «Es absurdo. Es absurdo declarar terrorista a un grupo no violento».

El juez Chamberlain dijo que lo que importaba era si se ajustaba a la definición legal de terrorismo, no a «alguna definición coloquial de terrorismo».

Husain dijo que la ley especificaba que el terrorismo tenía por objeto inducir un clima de miedo, influir en el Gobierno o intimidar a la población. Ninguna de estas cosas se aplicaba a Palestine Action.

El juez Chamberlain preguntó cuál era el propósito del ataque contra la base aérea de Brize Norton si no era influir en el Gobierno. Las propias alegaciones de Palestine Action afirman que Brize Norton abastece a la base aérea de Akrotiri, que apoya el genocidio.

Husain respondió que un incidente aislado o esporádico no definía el propósito de la organización, que era perturbar a Elbit y a la industria armamentística. Palestine Action tiene una naturaleza no jerárquica. Atribuir la responsabilidad de las acciones individuales era complejo.

El juez Chamberlain declaró que, en diciembre de 2024, el Gobierno británico había suspendido las licencias de armas a Israel. ¿No podía deducirse que Palestine Action estaba intentando alcanzar ese objetivo?

Hussain respondió que ese no era el objetivo de la organización. Su objetivo es perturbar la cadena de suministro de armas.

A continuación, intentó avanzar con su siguiente argumento: los documentos mostraban que el Gobierno había involucrado tanto al Gobierno israelí como a Elbit Systems en el proceso de toma de decisiones para prohibir Palestine Action.

El juez Chamberlain señaló que algunos de estos documentos estaban muy censurados. No estaba claro qué significaban algunos de ellos.

Raza Husain se refirió a un documento que incluía la expresión «acto de vandalismo» y hacía referencia a la intervención de «una persona determinada». Al parecer, este proceso había tenido lugar en marzo. Por lo tanto, la decisión se había tomado antes del incidente de Brize Norton.

El juez Chamberlain preguntó por qué sería ilegal tener en cuenta las opiniones del Estado de Israel.

En ese momento, Raza Husain dejó caer sus papeles y miró al juez Chamberlain con incredulidad. «¿Israel interferir? ¿En nuestro derecho penal? ¿En nuestro proceso interno?».

Chamberlain respondió que el Gobierno tenía en cuenta una variedad de opiniones. ¿Por qué debería ser ilegal escuchar a Israel? Husain respondió que la injerencia de otro Estado en asuntos penales internos era inconstitucional.

Chamberlain afirmó que no había nada en la legislación que impidiera tener en cuenta las opiniones de Israel.

Husain volvió a preguntar con incredulidad: «¿Para decidir si se trata de terrorismo?».

Chamberlain respondió: «Ellos son las víctimas. Han sufrido daños penales».

Husain dijo que eso no entra en la definición de terrorismo. Chamberlain replicó que podían demostrar la gravedad de los daños. Husain dijo que volvía a la definición internacional subrayada por Ben Saul. Los daños a la propiedad tenían que alcanzar el nivel de poner en peligro instalaciones nucleares o la aviación civil. No estábamos en ese terreno.

Husain continuó diciendo que, aunque se había consultado a Israel y a Elbit sobre la decisión de proscripción, no se había consultado a ningún grupo pro palestino. El juez Chamberlain respondió que la base legal podía excluir cualquier derecho al debido proceso previsto en el common law. El secretario de Estado había declarado que no se podía consultar a los grupos pro palestinos porque, en la práctica, eso daría a Palestine Action un preaviso de 21 días de la proscripción, periodo en el que podría tomar medidas preventivas.

Husain respondió que esa podía ser una razón alegada, pero ¿cómo se aplica la ley?

Chamberlain había destruido el hilo argumental de Raza Husain y cedió la palabra a su colega Blinne Ni Ghrálaigh KC. Los lectores de mi blog conocieron a Blinne cuando cautivó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, hablando en nombre de Sudáfrica en el caso de genocidio contra Israel.

Allí, el mundo se detuvo y contuvo la respiración, y la dramática arquitectura de la gran sala del Palacio de Justicia estaba a la altura de las circunstancias. Aquí, Blinne se encontraba en las circunstancias mucho más modestas de la sala 73.

Una sencilla tarima de madera utilitaria de tres niveles ocupaba uno de los lados largos para el juez y los secretarios. Es el tipo de acabado de madera poco natural que se encuentra en las mesas apilables con patas de acero, de un peculiar color marrón rojizo oscuro con vetas negras ininterrumpidas que lo atraviesan.

Los bancos para los abogados se encontraban en el patio del tribunal, en cuatro filas, y luego había una pequeña plataforma en la parte trasera para el público, con catorce asientos, ocupados por la prensa, al igual que el estrado del jurado. Todo era del mismo tipo de madera o chapa. Las paredes de la sala estaban cubiertas de estanterías empotradas, y en muy pocas había tomos de derecho encuadernados en tela, pero parecía que alguien se había olvidado de comprar libros para la mayoría de ellas.

El juez Chamberlain estaba sentado en la tarima superior del estrado, con una toga negra bastante austera y un cuello de lino bien planchado conocido como «bandas de la corte» alrededor del cuello, que tenía dos lengüetas largas de unos quince centímetros que colgaban en paralelo en la parte delantera. Se parecía bastante a un predicador luterano danés.

Estaba en la sala 76 viendo las pantallas gigantes, como si estuviera en el bar deportivo más aburrido del mundo.

La construcción era idéntica a la de la sala 73, de la misma madera, solo que todo era tres veces más grande. Los observadores ocupábamos el patio de la sala. Había una galería pública con 48 asientos que estaba casi completamente vacía.

Si la vista se hubiera celebrado en la sala 76, todos podrían haber estado en la propia sala del tribunal. Por qué la sala grande era la sala de exceso de aforo y el proceso se celebraba en la sala pequeña es una cuestión interesante en sí misma. El resultado fue que ningún miembro del público estaba en la sala, a pesar de su derecho legal a asistir.

Salí corriendo para vomitar de nuevo antes de que Blinne comenzara, así que durante sus primeros tres minutos agradecí los consejos susurrados de mis vecinos.

Blinne se refirió al daño irreparable que se causaría en las dos semanas siguientes si no se suspendía la proscripción hasta la próxima vista.

Dijo que el contexto de la situación en Gaza era que el pueblo palestino se enfrentaba a la aniquilación y al genocidio. El propio secretario general de la ONU había descrito lo que estaba ocurriendo como «una mancha en nuestra humanidad común».

La fuerza explosiva que se había lanzado sobre la pequeña zona de Gaza equivalía a seis Hirosimas. Había pruebas fehacientes de que Israel estaba llevando a cabo masacres diarias contra los palestinos que intentaban conseguir comida para sus familias.

El juez Chamberlain intervino para señalar que, desde diciembre de 2024, el Reino Unido no puede suministrar armas a Israel, salvo piezas para los F-35. Blinne respondió: «Eso es mucho decir, cuando se está masacrando a personas». Existen numerosas pruebas de que se sigue suministrando armamento y otras formas de apoyo militar.

Esta masacre es lo que Palestine Action ha intentado impedir y evitar.

Si se aprueba la proscripción, ¿cómo diferenciarán entre los partidarios de Palestine Action y otras personas que tienen opiniones similares y actúan de forma similar?

Se causará un daño irreparable a los manifestantes. Algunos cumplirán cuidadosamente la ley. Otros intentarán caminar por la cuerda floja invisible que separa las expresiones de apoyo a Palestina que están permitidas de las que no lo están, y caerán. Algunos desafiarán abiertamente la prohibición como un acto de desobediencia civil, y otros, como Sally Rooney, viven en otras jurisdicciones.

Todo esto fue el impacto sin precedentes de la prohibición única de un grupo de protesta de base.

Se crearían tres delitos clave inmediatamente después de la entrada en vigor de la orden.

Sería delito pertenecer o profesar pertenecer a Palestine Action.

Sería delito invitar o alentar imprudentemente a apoyar a Palestine Action.

Sería delito organizar una reunión para apoyar a Palestine Action o escuchar a un miembro de Palestine Action.

Todos estos delitos conllevan una pena de hasta 14 años de prisión.

Llevar ropa o insignias asociadas a la organización eran delitos de responsabilidad objetiva, con una pena de seis meses de prisión.

Cualquier persona condenada sería tachada de «terrorista». Un policía podría arrestar en cualquier momento a cualquier persona sospechosa de cometer estos delitos. Podrían detener y registrar a las personas. Podrían entrar en los domicilios particulares y registrar y confiscar bienes. Todo ello sin necesidad de una orden judicial.

Cualquier refugiado condenado por cualquiera de estos delitos se consideraría un peligro para la comunidad, lo que justificaría su expulsión del Reino Unido.

Todo esto coartará la libertad de expresión. Quienes hayan apoyado a Palestine Action en el pasado serán sospechosos por acciones que en su momento fueron perfectamente legales.

El juez Chamberlain interrumpió para decir que eso no ocurriría, que se aplicaría el principio general de no reciprocidad.

Blinne dijo que Palestine Action era un organismo no formalizado. ¿Cómo se hacía miembro y cómo se dejaba de serlo? ¿Cómo se podía evitar ser sospechoso de ser miembro si se llevaba a cabo una acción directa en nombre de Palestina sin tener ninguna relación con Palestine Action?

La acción directa y la desobediencia civil no eran necesariamente contrarias a la legislación del Reino Unido. Muchos de los acusados por acciones directas de Palestine Action habían sido absueltos por los tribunales, por lo que sus acciones habían sido perfectamente legales. Había habido pocas condenas reales. La actividad básica no era ilegal.

Cualquier organización, por ejemplo una llamada «Yvette Cooper», podía ser «sospechosa» para la policía de ser Palestine Action. [Se ha anunciado un nuevo grupo de acción directa pro palestino que, irónicamente, lleva el nombre de la secretaria de Estado].

¿Cómo decidiría la policía qué símbolos mostraban apoyo a Palestine Action? ¿Estaban ahora prohibidos los monos rojos? El juez Chamberlain intentó restar importancia a estas preguntas, y Blinne replicó que ya se había detenido a personas por llevar banderas palestinas y keffiyehs. Se había celebrado un juicio por llevar una pancarta con una palmera y dos cocos.

¿Qué pasaría con la reedición? ¿Qué pasaría con aquellos que tenían fotos en Facebook con camisetas de Palestine Action que aún podían verse? ¿Cómo se podía defender la desprohibición de la organización si cualquier mención podía dar lugar a una «sospecha razonable» de apoyo?

El juez Chamberlain respondió que, a su debido tiempo, le gustaría escuchar al abogado del Gobierno, Ben Watson, abordar la cuestión de la legalidad de defender la desprohibición.

Blinne afirmó que el daño causado durante la proscripción sería irreparable.

Los palestinos seguirían siendo asesinados, mientras que se prohibirían los esfuerzos para interrumpir el suministro de armas para matarlos.

El efecto intimidatorio sobre la libertad de expresión sería extremo. Había cientos de miles de seguidores de Palestine Action en Twitter y otras plataformas. Se produciría una movilización masiva. Más de cuarenta organizaciones se oponían a la proscripción, entre ellas Liberty y Amnistía Internacional (ambas con representantes en el tribunal).

Se trataba de un ataque fundamental a la libertad de expresión. El juez Chamberlain respondió que podrían defender legalmente la desprohibición. Blinne respondió que no, porque eso daría lugar al delito de aparente apoyo.

El juez Chamberlain le pidió que especificara de qué delito se trataba. Blinne respondió que, en virtud del artículo 12, tanto el apoyo intelectual a la organización como la apariencia de apoyo a la misma estaban contemplados.

El juez Chamberlain insistió, preguntando cómo se podía confundir el hecho de abogar por la desclasificación con esto. Blinne respondió que la respuesta es que nadie sabe cómo se aplicará y, por lo tanto, se coartará la libertad de expresión. La definición de apoyo al terrorismo es muy amplia. Por lo tanto, es perfectamente posible interpretarla de esa manera.

¿Cuáles serían las consecuencias de decir simplemente «Creo que Palestine Action hizo lo correcto al protestar contra el genocidio»? Las consecuencias de traspasar la línea invisible podrían ser extremas.

Además, ¿cuál sería la posición de los abogados que representaran a Palestine Action en el futuro? ¿Se les permitiría aceptar instrucciones? ¿Cómo se les pagaría?

Además de violar el artículo X del CEDH sobre la libertad de expresión, se produjo una clara violación del artículo XIV sobre la no discriminación, debido a la discriminación en la selección de un grupo de acción directa pro palestino para su proscripción, ya que no se había proscrito a otros grupos de acción directa similares relacionados con otros temas de protesta, como el cambio climático.

Según la Ley de Derechos Humanos, era ilegal en el derecho interno violar la Carta Europea de Derechos Humanos. Se infringieron los artículos X, XI y XIV. [Libertad de expresión: Libertad de reunión: No discriminación]. Existía una jurisprudencia clara del Tribunal de Estrasburgo según la cual ni la violencia ni las pérdidas económicas pueden invalidar los derechos recogidos en los artículos X y XI.

El juez Chamberlain respondió que el secretario de Estado había declarado que se habían producido «daños importantes en infraestructuras nacionales clave» que afectaban a «componentes que abastecen al Reino Unido y a las fuerzas aliadas» y «daños que ascienden a cientos de millones de libras».

Hicimos una pausa para almorzar y volví a familiarizarme con el baño. El sonido de mis arcadas secas resonó en las vastas y firmes bóvedas y salas de piedra de los tribunales reales. Confío en que no se interpretara como una expresión de apoyo a Palestine Action.

Salí a la luz del sol y vi por primera vez la gran manifestación que había fuera. Concedí varias entrevistas a medios de comunicación de todo el mundo. Tenía la intención de dar un breve discurso a la multitud para explicar lo que estaba sucediendo dentro, pero la protesta era muy animada, con jóvenes con el torso desnudo rapeando y bailando, así que pensé que nadie querría escuchar a un viejo gordo con traje.

Había una gran presencia policial y fui testigo de dos casos en los que la policía arrastró a dos jóvenes desde los márgenes de la multitud y los registró, sin motivo aparente, salvo el intento de la policía de provocar una reacción violenta que desacreditara la protesta.

Cuando reanudamos la reunión a las 14:00, Raza Husain señaló que el secretario de Estado no había presentado ningún argumento que justificara la entrada en vigor inmediata de la prohibición.

Continuó diciendo que el instrumento legislativo que prohibía Palestine Action no debía considerarse con la misma autoridad que la legislación primaria y que había sido sometido a un procedimiento parlamentario muy truncado. No había sido posible enmendarlo.

Se caracterizaba más bien como un instrumento ejecutivo sujeto al veto parlamentario.

El juez Chamberlain estuvo de acuerdo y señaló que también incluía a Maniac Murder Cult y que no había sido posible para el Parlamento separar los grupos.

A continuación, Ben Watson KC se levantó para defender al Secretario de Estado. Afirmó que el procedimiento equivalía a una impugnación sustantiva de la propia prohibición. Sin embargo, no se había puesto de manifiesto ninguna cuestión grave que debiera ser examinada.

Las intenciones del Parlamento son muy claras en la Ley contra el terrorismo. En ella se establecen procedimientos claros para añadir organizaciones a la lista. Estos se habían seguido.

La legislación establece en su artículo 5 el método de recurso contra la proscripción, ante la Comisión de Apelación de Organizaciones Proscritas (POAC). La vía de recurso es, en primera instancia, el Secretario de Estado y, en segunda instancia, la POAC.

El juez Chamberlain intervino para señalar que, cuando se aprobó la legislación, no existía ningún mecanismo por el que un tribunal pudiera acceder a información secreta. [La conclusión es que por eso se creó la POAC]. Ahora sí existe ese mecanismo. En esta fase, era ambicioso por parte de Watson argumentar que no hay ninguna cuestión grave que deba ser juzgada por el tribunal.

Watson respondió que existe una incertidumbre fundamental sobre si el tribunal puede hacerlo. Chamberlain respondió que la incertidumbre fundamental significa que hay una cuestión que considerar. La cuestión fundamental que se debía abordar hoy era si los motivos eran discutibles. En caso afirmativo, ¿cuál era el equilibrio de conveniencia?

Watson respondió que este caso era aún más limitado que el del PKK. En este caso no hay motivos fundamentales para afirmar que la orden es incorrecta. Sin embargo, el tribunal en el caso PKK concluyó que la proscripción era una cuestión que debía decidir el Parlamento.

Se trataba de una cuestión constitucional. Cualquier recurso debe dirigirse primero al Secretario de Estado. Las cuestiones son exactamente las mismas que en el caso de los Tigres Tamiles. Todo esto se encuentra finalmente en el ámbito de la POAC. Si se concediera una medida cautelar, la organización no estaría actualmente proscrita, por lo que la POAC no podría examinar el caso.

Al establecer la POAC como vía de recurso, el Parlamento no previó medidas cautelares mientras se resolvía el recurso, por lo que es evidente que no era su intención que dichas medidas fueran posibles. Este tribunal no tiene competencia para revisar judicialmente la prohibición. El Parlamento ha previsto una vía adecuada en la POAC. El primer recurso es ante el Secretario de Estado.

Watson estaba trabajando con la estrategia de aburrir al tribunal hasta que cediera. Parecía un profesor de yoga sin la formación adecuada.

El juez Chamberlain pidió a Watson que confirmara que su argumento era que, si se prohibía una organización que claramente no entraba en la definición de terrorismo, no tendría más remedio que recurrir ante el Secretario de Estado y seguiría prohibida mientras durara el recurso.

Watson se mostró de acuerdo y prosiguió argumentando que, si existe un caso irrefutable de que se están causando daños graves a la propiedad, la protección de la libertad de expresión del artículo X se ve muy mermada.

El juez Chamberlain preguntó si el efecto disuasorio de la proscripción sobre los artículos X y XI, incluso sobre personas no implicadas en daños criminales, podría ser grave. Watson respondió que en el caso de los Tigres Tamiles se dictaminó que el efecto disuasorio sobre la libertad de expresión sobre la autodeterminación tamil no tiene un peso sustancial frente a la represión del terrorismo.

Watson dijo que era difícil para Palestine Action argumentar que no estaban tratando de influir en el Gobierno, cuando habían atacado una base de la RAF. No había pruebas de que las consultas del Secretario de Estado con Israel y Elbit Systems hubieran supuesto una influencia indebida.

El juez Chamberlain se mostró de acuerdo y afirmó que era necesario consultar a las víctimas para evaluar los daños. Watson estuvo de acuerdo: era importante tener en cuenta las opiniones de los gobiernos extranjeros en la lucha contra el terrorismo. Ningún argumento basado en que la disposición sobre la consulta pública no se había aplicado correctamente podía ser lo suficientemente sólido como para anular la proscripción.

Watson afirmó que el núcleo fundamental, que Palestine Action participa en actividades terroristas tal y como se definen en la Ley, no había sido cuestionado por el demandante. No se puede conceder una medida cautelar basándose en que la definición de la ley es demasiado amplia.

El Secretario de Estado no tiene la obligación de tener en cuenta los intereses de la organización que está siendo proscrita. No hay normas sobre quién puede presentar alegaciones al Secretario de Estado ni cuándo deben ser escuchadas. El Parlamento no impuso ningún control judicial al Secretario de Estado. Esto fue deliberado.

El juez Chamberlain señaló que, si la justificación para no notificar la proscripción es que ello permitiría a Palestine Action prepararse para continuar, entonces la misma justificación se aplica a la no consulta sobre la cuestión.

Watson respondió que, en cualquier caso, los motivos para oponerse a la proscripción no son sustanciales, por lo que nunca podría haber habido alegaciones válidas en nombre de Palestine Action en ninguna consulta.

Watson dijo que existían pruebas secretas de inteligencia sobre Palestine Action que podrían abordarse en una fase posterior a través del proceso del Abogado Especial. Mientras tanto, lo que tenían eran las pruebas de la Secretaria de Estado y su declaración ante el Parlamento.

La policía debe poder aplicar la ley del país. Los tribunales no deben vulnerar los derechos del Parlamento, ni dar la impresión de hacerlo.

El juez Chamberlain, por primera vez, pareció molesto. «No voy a preocuparme por eso», dijo, «usted ha admitido que este tribunal tiene jurisdicción».

Watson dijo que se trataba de un asunto grave de seguridad nacional, en el que los tribunales se sometían al criterio del ejecutivo.

El juez Chamberlain cedió inmediatamente. Dijo que las consideraciones de seguridad nacional tienen un gran peso en la balanza. «No puedo decir que esto no afecte a la seguridad nacional si la secretaria de Estado lo dice y esa creencia es racional».

Watson continuó diciendo que el POAC es el régimen legal para la apelación. El interés público representado por el Secretario de Estado prevalece sobre cualquier interés privado de grupos o individuos.

El juez Chamberlain estuvo de acuerdo. Dijo que la Orden existe porque el Secretario de Estado cree que proporcionará al público ciertas protecciones. Si se suspende la Orden, se denegará esa protección.

El Secretario de Estado había dicho que la gente podrá seguir oponiéndose a las acciones de Israel; podrá seguir describiendo esas acciones como genocidio u otras violaciones del derecho internacional humanitario.

El juez Chamberlain sugirió entonces que si alguien que había sido miembro de Palestine Action decidía pintar con spray algo, eso no lo haría más o menos legal de lo que era antes.

Esta vez, Watson se negó a estar de acuerdo. Afirmó que no puede existir un derecho privado a cometer un delito.

El juez Chamberlain se encontraba ahora paseando con entusiasmo por su propio mundo fantástico, en el que la policía y los fiscales son amables y razonables. «No hay razón para que nadie considere censurable la asociación pasada de alguien con una organización ahora proscrita», sugirió.

Watson respondió que la determinación del Gobierno es que la organización es terrorista. Por lo tanto, la existencia del estigma es irrelevante. Ya existe. La prioridad es la seguridad nacional. En conclusión, Watson pronunció unas palabras escalofriantes que me hicieron saltar de la silla.

Watson dijo textualmente: «Por supuesto, aceptamos que es draconiano: y deliberadamente».

[Dígalo en voz alta y piense en qué tipo de Estado es aquel en el que el Gobierno puede decir esto abiertamente en un tribunal].

Blinne se levantó entonces para rebatir. Citó a Andrew Feinstein, quien afirmó que los métodos de Palestine Action eran idénticos a los de los activistas contra el apartheid. Feinstein declaró que la mayoría de los activistas de Palestine Action con los que se había encontrado no eran terroristas, sino pacifistas. Todas las acciones podían estar protegidas por los artículos X y XI.

No todos los actos de daño a la propiedad son delictivos. Hay muchos ejemplos de activistas de Palestine Action que han sido absueltos. El juez Chamberlain intervino para decir que en el futuro solo serán ilegales si se realizan bajo los auspicios de Palestine Action. Blinne replicó que Palestine Action protesta regularmente frente a fábricas de armas. Si los mismos activistas se presentan para protestar, serán acusados de pertenecer a Palestine Action.

El caso de los Tigres Tamiles no es pertinente, continuó. Los Tigres Tamiles participaban en acciones armadas. El secretario de Estado había dicho que todas las acciones de los Tigres Tamiles tenían un eje violento. Ese no es en absoluto el caso aquí.

Las declaraciones a favor de Palestine Action antes de la proscripción serían interpretadas por la policía como sospechosas de apoyo continuado. ¿Qué es Palestine Action, sino una red informal de personas que quieren que se cierre Elbit?

El secretario de Estado dice que, de alguna manera, los derechos de las personas recogidos en los artículos X y XI se protegerán por arte de magia. No será así. Palestine Action no está siendo prohibida por rechazar los principios de una sociedad democrática. Más bien se opone a la complicidad de las empresas en violaciones fundamentales del derecho internacional.

Existe una jurisprudencia clara del Tribunal de Estrasburgo según la cual no se pierde la protección del CEDH por cualquier acto violento cometido por otro miembro de la misma organización.

El momento y el contexto son fundamentales. Palestine Action está tratando de impedir el delito más grave de todos en medio de un genocidio. En el caso del Partido Demócrata Cristiano de Moldavia, el tribunal de Estrasburgo consideró que era incorrecto prohibirlo sin previo aviso solo 21 días antes de las elecciones. El contexto y el momento son importantes.

Hoy había gente protestando frente a este tribunal. Si no se concede ahora una medida cautelar, quienes continúen protestando contra esta proscripción en las próximas dos semanas serán tachados de terroristas.

Ben Watson intervino entonces, sin que yo entendiera muy bien por qué, para decir que la vía correcta para recurrir la proscripción era a través de la POAC.

Raza Husain cerró entonces en nombre del demandante. Afirmó que Palestine Action era un grupo de personas que arriesgaban sus vidas entre el genocidio y sus aviones y armas.

Se había concedido a la secretaria de Estado un plazo adicional para presentar pruebas de los perjuicios que se producirían si se concedía la medida cautelar, y no había aportado nada. El perjuicio podría ser la privación de libertad de miles de personas, literalmente.

Las detenciones eran previsibles. Se trataba de un movimiento de desobediencia civil. Habrá una ola de «Yo soy Spartacus». La desobediencia civil no es ilegal, sino que tiene una larga y honorable historia en la sociedad británica. Continuará.

El interés público está realmente en juego. No recae todo en una sola parte. Cientos de miles de personas apoyan a Palestine Action. Se ha producido un daño real y duradero al derecho del público a la libertad de expresión y a la protesta.

Con esto se cerró la vista. Eran las 15:15 del viernes 4 de julio. El juez Chamberlain dijo que intentaría volver con su decisión antes de las 17:30.

Fuera, los tamborileros seguían tocando y los bailarines seguían bailando. Concedí algunas entrevistas más. En ese momento no me encontraba nada bien.

A las 5:30 p. m. volvimos al tribunal para que Chamberlain diera su decisión. Comenzó diciendo que había considerado las posibilidades de éxito de la apelación para la revisión judicial y había decidido que el único motivo por el que se podía argumentar que había un caso sólido era el de la interferencia desproporcionada con los derechos del artículo X y del artículo XI del CEDH.

Algunos de los demás motivos podían ser plausibles, pero no estaba en condiciones de juzgarlo hoy.

Sin embargo, consideraba que el demandante no había demostrado que se causaría un perjuicio irreversible si no se concedía la medida cautelar. Por lo tanto, no suspendía la prohibición, que entraría en vigor a medianoche según la orden del Secretario de Estado.

Suponía que el demandante solicitaría autorización para recurrir ante el Tribunal de Apelación. No concedería la autorización para recurrir.

No obstante, los demandantes podían intentar solicitar al Tribunal de Apelación permiso para apelar, esta misma tarde, antes de que entrara en vigor la proscripción.

Chamberlain desapareció entonces por la puerta situada detrás de su silla. El equipo jurídico se quedó mirando su detallada sentencia.

Su sentencia increíblemente detallada. Tiene 24 páginas y 104 párrafos, muchos de los cuales tienen subpárrafos.

Permítanme ofrecerles una perspectiva. Tengo motivos razonables para no ser estúpido. Fui el mejor en los exámenes de la función pública de mi promoción y me convertí en el embajador más joven del Reino Unido. Me ha llevado ocho horas escribir este artículo hasta este punto, sin contar el tiempo que probablemente he dedicado a pensar, que es el doble.

El fallo de Chamberlain tiene más del doble de la extensión de este artículo hasta ahora. ¿Redactado en dos horas, a un ritmo de casi un párrafo por minuto? Es evidente que la mayor parte fue escrito antes de la vista, o por otra persona. Es solo una reflexión.

Con la inquietante sensación de que todo esto era una farsa, me uní al equipo jurídico de Palestine Action, que tenía que digerir este fallo y decidir cómo presentar un recurso ante el Tribunal de Apelación después de las 6 de la tarde de un viernes.

De lo contrario, la prohibición entraría en vigor a medianoche.

A pesar de su gran experiencia, nadie del equipo había pasado nunca por un procedimiento similar. Los jueces no suelen quedarse en los tribunales fuera de horario y, de hecho, tienden a buscar razones para concluir los juicios y las audiencias temprano los viernes. Y esto ocurría en plena Wimbledon y en medio de un partido de críquet…

Por fin tenía sentido contar con un equipo jurídico tan numeroso, ya que todos, incluidos cuatro abogados que no habían intervenido, examinaron la sentencia en busca de motivos de apelación.

Raza dio instrucciones de llamar por teléfono al secretario de guardia del Tribunal de Apelación para averiguar si el juez de guardia estaba disponible. La cuestión era entonces si el juez de guardia estaría dispuesto a celebrar una vista y conocer de la apelación como juez único o si preferiría un tribunal de tres miembros.

Se hizo la llamada, mientras teníamos que esquivar varias veces a los guardias de seguridad que intentaban despejar el edificio. Huda había estado dando instrucciones a través de un enlace de vídeo, y solo entonces descubrí que, de hecho, había alguien de Palestine Action presente con el equipo.

Uno de los miembros del equipo jurídico me dijo con picardía: «Si les piden que se vayan, podemos pedirle a Huda que diga que están con Palestine Action —pausa— mejor que añada hasta las 23:59».

A los cinco minutos de hacer la llamada, un guardia de seguridad se acercó a nosotros y nos dijo que teníamos que trasladarnos a la sala 4, la sala del presidente del Tribunal Supremo. Tuvimos que recoger todos los archivos y trasladarnos allí, un largo recorrido por las entrañas del edificio, y en un momento dado tuvimos que tomar un atajo por una escalera que nadie del equipo sabía que existía (hay más de 100 escaleras en este extraordinario edificio).

Entramos en la sala 4 alrededor de las 7 de la tarde. Ahora nos encontrábamos en la zona más grandiosa del edificio. Perdón por repetir una descripción de esta sala que ya he utilizado anteriormente:

«Es muy alta y está iluminada por pesadas lámparas de araña de estilo medieval que cuelgan de largas cadenas de hierro fundido de un techo tan alto que realmente no se puede ver. Uno espera que Robin Hood salte de repente desde la galería con balcones y se balancee en la lámpara de araña que hay sobre usted. La sala es muy lúgubre; el crepúsculo turbio se cierne amenazadoramente sobre las luces como un miasma de desesperación; debajo de ellas, se entrevé a los participantes a través de la débil luz.

Una enorme tarima de roble ocupa la mitad de la sala, con los jueces sentados en la parte superior, sus secretarios en el nivel inferior y alas laterales más bajas que se extienden, a un lado para albergar a los periodistas y al otro, un enorme banquillo para los presos, con una pesada jaula de hierro que parece sacada de una producción de El jorobado de Notre Dame.

De hecho, esta es la parte más moderna de la construcción; enjaular a los acusados al estilo medieval es una introducción de la era Blair al llamado proceso legal, al igual que la Ley contra el Terrorismo.

Todas las paredes están revestidas de altas estanterías que albergan miles de volúmenes encuadernados en cuero de casos antiguos. El suelo de piedra se asoma un metro entre la tarima judicial y los bancos de madera, con seis filas de asientos cada vez más estrechos. La parte trasera de cada banco tiene un pequeño saliente para que los que están detrás puedan colocar sus documentos. Es bastante divertido ver a la gente intentar mantener el equilibrio con sus ordenadores portátiles en un estante de cinco pulgadas.

Gareth se volvió hacia mí y me dijo que era un honor estar en un lugar tan histórico, que ya había sido testigo de algunos de los mayores errores judiciales del mundo.

Mientras nos sentábamos, por la puerta trasera de la tribuna apareció con toda su majestad la Lady Justice de Inglaterra y Gales, Lady Carr, flanqueada por Lord Justice Lewis y Lord Justice Edis.

Evidentemente, estos tres acababan de estar en el tribunal a las 7 de la tarde de un viernes y casualmente estaban disponibles para escuchar la solicitud de permiso para apelar. Tuve un momento de claridad cristalina.

Había pasado todo el día participando en una farsa, e incluso el maravilloso equipo legal que me rodeaba era, en el fondo, solo un participante más en esa farsa.

Lady Carr comenzó quejándose en voz alta de que había muy poco tiempo, que no habían visto las pruebas que respaldaban la apelación, que acababan de recibir la sentencia de Chamberlain y que no tenían ni idea de cuáles eran los supuestos motivos de la apelación. Preguntó a Raza Husain si tenía motivos para apelar y cuáles eran.

Le recordó que una apelación no era una repetición del caso, sino que debía encontrar errores específicos en la ley por parte del juez Chamberlain. «¿Dónde dice usted que se equivocó?».

Raza Husain evidentemente no esperaba presentar los motivos de apelación al instante, y el equipo acababa de terminar de leer la sentencia y había empezado a pensar en cómo apelar cuando nos llamaron a la sala 4. Ahora se encontraba de pie ante el Tribunal de Apelación.

Improvisó que había al menos tres motivos de apelación. El juez había incurrido en un error de derecho al no tener en cuenta el peso de las detenciones masivas al evaluar el argumento de la ponderación de intereses. No había insistido en la necesidad de pruebas que demostraran la urgencia de la imposición inmediata. No había concedido la importancia debida al hecho de que el Secretario de Estado no hubiera consultado antes de la proscripción.

Lady Carr dijo que el tribunal admitiría a trámite la solicitud de permiso para apelar. El escrito de apelación debía presentarse en el plazo de una hora, antes de las 20:15, y el tribunal escucharía los argumentos orales a las 21:00 y se esforzaría por dictar sentencia antes de medianoche.

Esto resultaba algo confuso. Estaban concediendo una audiencia para solicitar permiso para apelar, no aceptando escuchar una apelación. Por lo tanto, si concedían el permiso, tendría que haber una fase posterior de la audiencia de apelación propiamente dicha. ¿Cómo podría hacerse eso si su decisión sobre el permiso para apelar no se daba mucho antes de medianoche?

Al no haber tiempo para retirarse a ningún otro lugar, el equipo jurídico comenzó a trabajar inmediatamente en los bancos. A las 9 de la noche estábamos escuchando la apelación.

Raza Husain dijo que expondría cinco puntos muy breves.

1) La desobediencia civil tenía una larga y honorable historia en el Reino Unido.

2) Era la primera vez que se proscribía como terrorista a un grupo de acción directa no violenta.

3) Cinco relatores especiales de la ONU se habían pronunciado en contra de la proscripción.

4) Huda Ammori se había inspirado en las sufragistas.

5) Andrew Feinstein comparó los métodos de Palestine Action con la lucha por la liberación contra el apartheid.

Y había cinco motivos de apelación

1) El juez había cometido un error jurídico al afirmar que no se produciría un daño irreparable sustancial si no se retrasaba la proscripción. Las consecuencias de la detención por expresar el apoyo a Palestine Action eran indiscutibles: este daño era la privación de la libertad, la pérdida del empleo y el estigma.

2) El juez no había dado suficiente peso a la pena de hasta 14 años de prisión por el simple hecho de declarar «Apoyo a Palestine Action».

3) El juez había dado un peso indebido a consideraciones de seguridad nacional, sin que se hubiera aportado ninguna prueba de urgencia.

4) Blinne se hizo cargo del motivo 4. Chamberlain había incurrido en un error de derecho al no tener debidamente en cuenta el impacto de los artículos X y XI del CEDH.

Lady Carr intervino para señalar que Chamberlain sí había mencionado los artículos X y XI como motivos para solicitar una audiencia judicial contra la proscripción. Blinne respondió que, sin embargo, no había dado suficiente peso a estos motivos frente a la seguridad nacional en el ejercicio de la ponderación de intereses, y que había incurrido en un error al afirmar que el Secretario de Estado aportaría pruebas al respecto en el futuro. Tenía que ponderar los intereses en función de las pruebas que tenía ante sí, en ese momento.

Si se tuviera en cuenta la orden de proscripción, tendría un efecto disuasorio sobre las protestas frente a las fábricas de Elbit, incluso de personas no relacionadas con Palestine Action. Enfriaría la libertad de expresión sobre Palestina. Cualquier acción en favor de Palestina podría ser considerada por la policía como un apoyo a Palestine Action, y las personas serían encarceladas en prisión preventiva.

Palestine Action era una organización extremadamente flexible. Lo que constituía apoyo era extremadamente confuso en un caso así, y podría haber cientos de detenciones.

5) Raza Husain volvió a tomar la palabra para el motivo 5. La posibilidad de recurrir ante el POAC no excluye el control judicial. Había consecuencias para el derecho de libertad de expresión del common law y para los artículos V y X del CEDH.

Ben Watson se levantó para responder en nombre del Secretario de Estado. Dijo que la sentencia de Chamberlain era mesurada y detallada. El demandante en este recurso no había impugnado la conclusión de Chamberlain de que el Secretario de Estado había designado correctamente a Palestine Action como organización relacionada con el terrorismo.

No habían recurrido el argumento crucial del interés público en permitir que se aplicara la ley del país. Sus críticas a la decisión del juez se referían únicamente a la importancia concedida a diversos factores, en uno solo de los aspectos que el juez estaba sopesando.

El tribunal no podía dar peso a la amenaza de incumplimiento masivo de la ley. El demandante simplemente intentaba volver a litigar cuestiones que habían sido debidamente examinadas por el tribunal.

Chamberlain dijo que había una cuestión grave que examinar en virtud de los artículos X y XI. Eso no es lo mismo que decir que había argumentos sólidos. El juez no se basaba en pruebas futuras, simplemente indicaba que podrían presentarse nuevas pruebas.

El juez Edis preguntó a Watson cómo respondía al argumento de que no todos los miembros de una organización deben ser considerados responsables de las acciones de un individuo. Watson respondió que Palestine Action era responsable de una larga serie de actividades delictivas.

En su réplica, Raza Husain dijo que no se había negado que el juez no hubiera sopesado correctamente la hipótesis contraria en relación con los artículos X y XI. El discurso político sobre Palestina es un discurso protegido. Goza de una importante protección en virtud del artículo X y debe seguir gozándola.

Blinne añadió que la apelación no se refiere a lo que sucederá con las personas que participan en conductas ilegales, sino a lo que sucederá con las personas que participan en conductas que serían perfectamente legales si no fuera por la proscripción. Así es como debe medirse el efecto sobre el artículo X.

Esta fue la primera proscripción de un movimiento no violento. El daño era que criminalizaría las acciones protegidas por el artículo X de personas respetuosas con la ley.

Así concluyó la apelación, alrededor de las 9:30 p. m.

En menos de una hora, los jueces volvieron con su veredicto. Una vez más, estaba disponible por escrito y, a pesar de que Lady Carr se empeñó en señalar los errores tipográficos debidos a la prisa, simplemente no creo que se redactara en menos de una hora. Contiene 52 párrafos, algunos de los cuales tienen muchos subpárrafos.

Se podría argumentar que el juez Chamberlain había redactado previamente la mayor parte de su sentencia basándose en los documentos y los argumentos esqueléticos que se habían presentado con antelación y que solo tuvo que hacer algunas modificaciones para reflejar la vista oral.

Pero se supone que el Tribunal de Apelación no sabía que tenía un caso hasta 10 minutos antes de comenzar la sesión. Simplemente no me creo la rapidez con la que se redactaron estas sentencias.

Lady Carr procedió a dictar la sentencia. Dijo que estas observaciones eran solo a título informativo, que la sentencia escrita era la sentencia real y que nada de lo que ella dijera la modificaba.

La proscripción se había producido tras un ataque contra la base aérea de Brize Norton. La orden había sido aprobada por ambas Cámaras del Parlamento.

El juez Chamberlain se había negado a conceder la suspensión de la proscripción, a dar permiso para apelar y a cualquier suspensión en espera de una solicitud de apelación.

El fondo de la decisión de proscripción no es competencia del Tribunal de Apelación. El tribunal tampoco examina las alegaciones de Palestine Action. El Tribunal de Apelación solo examina si el juez Chamberlain incurrió en un error de derecho.

En virtud del principio de equilibrio, el juez Chamberlain tenía razón al considerar que el tribunal debía dar gran importancia a la seguridad nacional y al enfoque del ejecutivo al respecto.

El juez Chamberlain tenía derecho a considerar que las personas deben obedecer la orden mientras esté en vigor.

Seguirá siendo legal expresar oposición a Israel o a las acciones de Israel en Gaza.

«Ninguna persona será procesada en relación con conductas anteriores a la prohibición».

No había perspectivas de que la apelación prosperara, por lo que se denegó el permiso para apelar.

Raza Ali se levantó para solicitar permiso para apelar ante el Tribunal Supremo. Lady Carr respondió que eso no podía hacerse antes de la medianoche. La solicitud por escrito debía presentarse antes de las 14:00 horas del lunes.

A continuación, Lady Carr hizo una horrible demostración de felicitaciones enfermizas. En respuesta a una corrección de Blinne sobre los acentos de su nombre en la sentencia, Lady Carr se deshizo en elogios sobre su «precioso nombre». Felicitó efusivamente a todos los abogados por ser concisos y serviciales, y dijo que el caso «defendía las mejores tradiciones de la abogacía».

Lo que defendía, por supuesto, era un paso más hacia el autoritarismo. A la mañana siguiente, una sacerdote de 83 años fue detenida por apoyar a Palestine Action.

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8. El saqueo del Sahara Occidental.

Se ha publicado un nuevo número de ROAPE, y está casi íntegramente dedicado al saqueo de los recursos naturales del Sahara Occidental. Os paso el boletín informando de su contenido, pero también la traducción de su editorial.

https://www.scienceopen.com/hosted-document?doi=10.62191/ROAPE-2025-0015

¿Atrapados en la red de los pescadores? El saqueo colonial de los recursos naturales del Sáhara Occidental

Autor(es): Blanca Camps-Febrer * , , Enrique Bengochea Tirado * ,

Fecha de publicación (electrónica): 28 de junio de 2025

Revista: Review of African Political Economy

Este número especial desarrolla un análisis de la economía política del Sáhara Occidental. Lo hace a través del prisma de sus recursos naturales, con especial atención al sector pesquero. Reuniendo contribuciones de diferentes disciplinas, el número examina cómo ha evolucionado la explotación de los recursos desde la colonización española hasta la actual ocupación marroquí y cómo esto ha configurado la dinámica política, económica y cultural de la región. Los recursos naturales constituyen una lente crucial para comprender la compleja dinámica del poder y la resistencia en los territorios ocupados. El número sostiene que, lejos de ser excepcional, el caso del Sáhara Occidental refleja la dinámica más amplia del capitalismo global y el neoliberalismo. Este editorial contribuye a comprender cómo la explotación colonial y neocolonial se entrelazan con los procesos capitalistas globales en África, y destaca la resiliencia y la adaptabilidad del nacionalismo saharaui frente a la ocupación.

En octubre de 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea «dictaminó […] que los acuerdos de pesca y agricultura celebrados entre la UE [Unión Europea] y Marruecos en 2019 eran inválidos debido a la falta de consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental» y confirmó la anulación de dichos acuerdos (Euronews 2024). A pesar de numerosos retrocesos, prevalecieron el derecho internacional y el derecho de los saharauis a sus propios recursos. La UE, uno de los principales actores extranjeros en la región, y sus empresas ya no pueden pescar en el Sáhara Occidental. Esta victoria jurídica y política tiene una enorme importancia en la lucha por la independencia del Sáhara Occidental. Pone de manifiesto no solo la complicidad y las responsabilidades de las instituciones políticas, sino también los intereses económicos que estas permiten.

Sin embargo, hay dos consideraciones que invitan a la cautela. En primer lugar, la complejidad actual del capitalismo global muestra cómo los actores económicos renegocian sus posiciones dentro de las cadenas de valor y de producción y cómo, a veces, dejar las etapas inferiores de la extracción de recursos a actores periféricos o semiexperiféricos no altera las estructuras globales de explotación y acumulación. En segundo lugar, el imperialismo en África ya no es una cuestión exclusivamente europea, aunque está claro que el capitalismo racial se estableció profundamente a través de las vías del colonialismo y sus secuelas poscoloniales. Otros actores globales, del Norte global o de otros lugares, parecen dispuestos a tomar el relevo de las potencias europeas, potencialmente en declive.

El Sáhara Occidental está considerado por las Naciones Unidas (ONU) como un territorio no autónomo y se encuentra bajo ocupación marroquí. Tras la colonización española (1884-1976), Marruecos ha gestionado y decidido la política y la economía del Sáhara Occidental y, desde 1975, ha aplicado una política de colonialismo de asentamiento y ha enmarcado el Sáhara Occidental como parte de su propio territorio. El colonialismo en la región ha estado impulsado por incentivos económicos y fiscales, que han atraído a marroquíes al territorio a través de oportunidades de empleo, a menudo discriminando a los saharauis indígenas (Ojeda-García, Fernández-Molina y Veguilla, 2017).

Además de la conocida abundancia de fosfatos del Sáhara Occidental ocupado, descubiertos en 1947 y explotados desde entonces, en las últimas cuatro décadas ha florecido un sector pesquero multimillonario. Las aguas atlánticas que bañan la costa saharaui son ricas en bancos de pesca (Veguilla 2011; Smith 2015; CFB et al. 2019). El sector pesquero, que requiere mucha mano de obra, ha proporcionado los recursos para la creación de empleo y el desarrollo de infraestructuras relacionadas a lo largo de la costa del Sáhara Occidental. Se ha animado a cientos de miles de marroquíes (Mundy 2012) a establecerse en pueblos pesqueros de nueva creación o en las ciudades portuarias en expansión de El Aaiún y Dajla, lo que ha alterado el equilibrio demográfico del territorio en contra de los principios del derecho internacional humanitario y las responsabilidades de una potencia ocupante.

En las aguas del Sáhara Occidental, buques rusos, chinos y marroquíes pescan caballa, sardinas, pulpo y otras especies, recursos valiosos dentro de la cadena mundial de la industria alimentaria. A pesar de la rentabilidad del sector, su desarrollo ha resultado ser tanto un objetivo como una herramienta para el avance de la ocupación marroquí. La pesca, al igual que otros recursos naturales, es objeto de explotación y saqueo. También constituyen un elemento integral de las reivindicaciones políticas y las identidades culturales (Kingsbury 2015; Allan 2016; Ojeda-García, Fernández-Molina y Veguilla 2017). Este número especial reevalúa el papel cambiante y la creciente centralidad de los recursos naturales en los diferentes proyectos políticos del Sáhara Occidental, desde el colonialismo hasta la ocupación y la lucha por la independencia.

Imperialismo en el Sáhara Occidental: de la ocupación colonial al despojo neoliberal

El Sáhara Occidental se caracteriza por un contexto geográfico único. La región experimenta una convergencia de entornos desérticos y oceánicos, con el océano Atlántico bordeando su extremo sur. El río Senegal y el Sahel actúan como límites geográficos al sur, mientras que el valle del río Draa, en el sur de Marruecos, forma la frontera norte. Esta región ha mostrado históricamente un alto grado de conectividad (Lydon 2009), tanto con entidades políticas próximas como con la economía mundial, como lo demuestra su integración en las redes comerciales mundiales (Correale 2014). Las sociedades de la región se han definido históricamente por la práctica del islam, el uso del árabe Ḥassâniyya y una cultura beduina organizada en torno al marco de la qabila (tribu).

Durante el siglo XIX, Francia y España se esforzaron por avanzar en sus ambiciones coloniales en esta región. Francia buscaba consolidar su influencia en Senegal y Marruecos, mientras que España aspiraba a establecer una presencia en los territorios costeros adyacentes a las Islas Canarias, que ofrecían puertos potenciales para sus barcos pesqueros. A pesar de su dominio territorial de la zona costera, no fue hasta después del primer tercio del siglo XX cuando las potencias europeas comenzaron a ejercer control sobre el interior del territorio. Este cambio se evidenció con el establecimiento de asentamientos españoles en Ifni, en la costa, y en Smara, en el interior, en 1934.

La tardía colonización del territorio fue seguida por la renuencia del Estado español, que desde 1939 estaba en manos de la dictadura franquista, a renunciar a su control sobre el territorio mientras los territorios vecinos lograban la independencia: Marruecos en 1956, Mauritania en 1960 y Argelia en 1962. En consecuencia, la consolidación de la colonización española se vio agravada por la creciente presión internacional para ponerle fin. En 1963, el territorio fue incluido en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas, una designación que reflejaba la postura de la comunidad internacional. Sin embargo, el proceso para alcanzar la autodeterminación se prolongó. En respuesta a la creciente presión en favor de la autodeterminación, especialmente por parte de Marruecos, España inició un último esfuerzo de modernización, que incluía la explotación de las reservas de fosfato de la región, la industrialización de sus caladeros y el desarrollo del turismo.

Paralelamente a estos acontecimientos, a finales de la década de 1960 surgió la primera organización nacionalista saharaui, el Harakat Tahrir, que fue violentamente reprimida en 1970 (Ahmed Omar 2023, 15-20). En 1973, surgió el Frente para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) como un grupo guerrillero que insistía en la descolonización inmediata del territorio. Las acciones del grupo, que incluían actos de sabotaje y manifestaciones en las calles de la colonia, se intensificaron y aumentaron la presión sobre el Estado franquista. Ante la creciente presión internacional del régimen marroquí, que reivindicaba su soberanía sobre el territorio, y de la propia población saharaui, que exigía la autodeterminación, el Estado franquista se vio sometido a una considerable tensión.

En este contexto, en mayo de 1975 se llevó a cabo una misión de visita de la ONU para preparar el referéndum de autodeterminación; junto con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia, emitido en octubre de 1975 y que negaba las pretensiones de soberanía de Marruecos sobre el territorio, esto llevó a Marruecos a subir el listón. Con Franco en su lecho de muerte, en 1975, Hassan II, rey de Marruecos, lanzó la Marcha Verde, movilizando a decenas de miles de soldados y civiles que exigían la anexión del territorio (San Martín 2010, 87-126). Ante la disyuntiva de iniciar una guerra colonial con Marruecos, que había salido muy mal a Portugal, o reprimir a la población saharaui que había colonizado, el Estado español optó por lo segundo.

España cedió ilegalmente el territorio a Marruecos y Mauritania mediante los Acuerdos Tripartitos de Madrid, una serie de acuerdos en gran parte secretos que organizaban la transferencia del territorio para 1976 y que también incluían una serie de cláusulas confidenciales sobre la continuidad de la participación española en la explotación del territorio. Mientras tanto, sobre el terreno, estalló la violencia cuando las tropas marroquíes y mauritanas entraron en el territorio y se enfrentaron al Frente Polisario. En ese momento, decenas de miles de saharauis huyeron hacia el interior del territorio y acabaron estableciendo campos de refugiados en Argelia, que apoyó las reivindicaciones del nacionalismo saharaui (Zunes y Mundy 2022, 112-139). Al mismo tiempo que España ponía fin a su presencia en el territorio, el 27 de febrero de 1976 se fundaba la República Árabe Saharaui Democrática.

A partir de ese momento, la situación fue de guerra total, con la población saharaui dividida entre los desplazados en los campamentos fuera del territorio y los que se encontraban en ciudades militarizadas bajo control marroquí. A pesar de las circunstancias desfavorables, el Frente Polisario logró la rendición de Mauritania en 1979, que retiró sus reivindicaciones sobre el territorio. La guerra continuó y Marruecos construyó una serie de muros a principios de la década de 1980 para delimitar las zonas controladas por su reino alauí. En 1991, en una situación de estancamiento, se firmó un alto el fuego entre las partes beligerantes, lo que permitió la introducción de una misión internacional, la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), con el mandato de supervisar el alto el fuego y organizar y garantizar «un referéndum de autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental» (Resolución 690 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 1991, punto n.º 2: véase Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1991).

Sin embargo, desde entonces, Marruecos ha aprovechado el alto el fuego para reforzar su control sobre el territorio. En 1987, Marruecos completó la construcción del muro de separación, que aún hoy fractura el territorio, con una longitud de más de 3.000 kilómetros y dominando los dos tercios más cercanos a la costa. La República Árabe Saharaui Democrática controla el tercio interior, manteniendo a la mayor parte de su población en cinco campos de refugiados en el suroeste de Argelia, como se muestra en el mapa de la figura 1 . En este contexto, Marruecos ha reforzado su explotación económica del territorio. Esto incluye no solo los fosfatos, sino también la pesca, especialmente a través de tratados con la UE para pescar en las aguas territoriales del Sáhara. Al mismo tiempo, mantiene una política de colonización, facilitando el asentamiento de cientos de miles de personas procedentes de Marruecos.

Figura 1.

Figure 1 presents a United Nations map of Western Sahara. It was updated by UN Geospatial in January 2025 for the UN Mission for the Referendum in Western Sahara (MINURSO). The map shows the route of the berm, the separation barrier constructed by Morocco in 1987. It also shows the locations of the MINURSO HQ and Bangladesh Medical Unit in Laayoune, as well as nine UN team sites.Mapa de despliegue de la MINURSO de las Naciones Unidas n.º 3691 R99, actualizado en 2025, en el que se muestra la berma.
Fuente: UN Geospatial (Naciones Unidas 2025). (Mapa publicado con el amable permiso de las Naciones Unidas).

A partir de la década de 2000, surgió una nueva ola de activismo nacionalista saharaui, centrada en el territorio saharaui ocupado por Marruecos. En este contexto, el activismo civil puso de relieve las dificultades de la vida cotidiana que sufren los saharauis bajo la ocupación marroquí, las violaciones de sus derechos humanos (que la MINURSO no tiene mandato de supervisar) y el saqueo de los recursos naturales.

La situación se ha visto especialmente alterada en los últimos años por una serie de circunstancias. La primera de ellas se produjo tras la decisión de Marruecos de eludir el referéndum propuesto por las Naciones Unidas: en 2007, Marruecos propuso conceder un estatuto especial de «autonomía» al Sáhara Occidental e incorporar el territorio al reino de Marruecos, con el objetivo efectivo de impedir la celebración de un referéndum de autodeterminación. El statu quo se modificó así de manera fundamental cuando los Gobiernos de Trump en 2020 (por parte de los Estados Unidos), Sánchez en 2022 (por parte de España) y Macron en 2024 (por parte de Francia) aceptaron la propuesta marroquí de estatuto de autonomía. La segunda circunstancia, el 14 de noviembre de 2020, fue el fin del alto el fuego y la reanudación de las hostilidades tras el incidente de Guerguerat, en el que Marruecos intentó apoderarse de la franja que separa el Sáhara de Mauritania, que había permanecido como espacio desmilitarizado bajo control del Polisario tras el alto el fuego de 1991. La última circunstancia importante reciente ha sido los litigios judiciales en la UE, que reconocen que los acuerdos relativos al Sáhara Occidental deben contar con el apoyo del pueblo saharaui y que este debe poder tomar decisiones sobre el cuidado y la gestión de sus propios recursos naturales y los de sus futuras generaciones.

Artículos de este número

Dada la complicada situación geopolítica del Sáhara Occidental y el prolongado conflicto en el que está inmerso, la mayoría de los estudios realizados sobre los recursos naturales del territorio se han centrado predominantemente en sus dimensiones jurídicas y políticas (Kingsbury 2016; Ojeda-García, Fernández-Molina y Veguilla 2017; Naïli 2019). Este tipo de análisis destaca la importancia del saqueo en la ocupación marroquí del territorio en un contexto de conflicto prolongado. Otras bibliografías, elaboradas por actores no académicos, llegan a conclusiones similares, en las que intervienen una serie de redes comerciales globales que facilitan el saqueo del territorio en la legitimación de la ocupación (Hagen y Pfeifer 2018).

Para comprender plenamente la naturaleza actual del conflicto, es necesario tener en cuenta sus raíces coloniales (Morillas 1988). La explotación de los principales recursos naturales, como las minas de fosfato, se remonta a la época colonial española, un periodo que puso de relieve la importancia geoestratégica del territorio (Camprubí 2015). En esa época también se pusieron en marcha una serie de iniciativas destinadas a impulsar el desarrollo industrial en torno al banco pesquero (Martínez Milán 2014, 2021; Andreu Mediero 2017), siempre con el objetivo de justificar la permanencia española en el territorio (Martínez Milán y Barona Castañeda 2021).

La colonización española dio paso, no sin resistencia, a la ocupación marroquí, manteniendo el territorio en la lista de territorios no autónomos. En este sentido, la situación del Sáhara Occidental se ha comparado con la de Palestina o Nueva Caledonia debido a su carácter de colonia de asentamiento (Barreñada-Bajo 2022). En el Sáhara Occidental, la extracción de recursos naturales es parte integral del proyecto marroquí, y el desarrollo de infraestructuras destinadas a maximizar los beneficios de su explotación ha suscitado más investigaciones en los últimos años (Allan y Ojeda-García 2022). En este nuevo interés investigador, la pesca solo se aborda, por lo general, desde los aspectos jurídicos de los acuerdos comerciales (Prickartz 2019; Suárez-Collado y Contini 2021) o en relación con las controversias en torno al consentimiento para la explotación en un territorio no autónomo y los posibles beneficios para la población del Sáhara Occidental (Torrejón Rodríguez 2023), siguiendo al asesor jurídico de la ONU Hans Corell.

Como señalan Allan y Ojeda-García (2022), este renovado interés académico por los recursos naturales del Sáhara Occidental se ha abordado desde ángulos muy diversos, tanto desde diferentes disciplinas como desde el activismo, especialmente a través del trabajo de la ONG Western Sahara Resource Watch y sus informes de investigación. Paralelamente, la lucha independentista y activista desde los campamentos o los territorios ocupados se ha centrado cada vez más en la protección y la crítica de los recursos soberanos del pueblo, en contraposición al énfasis pasado en la lucha política por la independencia. El Sáhara Occidental se erige como un caso en el que la explotación y el despojo colonial y neocolonial se entrelazan con el capitalismo global. Por ello, la economía política del territorio reviste un interés especial, integrando el análisis y la reflexión sobre cómo el marco político de explotación y conflicto determina la movilización de las estructuras productivas y la propia definición de lo que es un recurso en el territorio.

Este número especial cuenta con cinco artículos que analizan la economía política del sector pesquero del Sáhara Occidental desde la perspectiva de los actores que se han beneficiado históricamente de su explotación y de la resistencia de su población al saqueo. Estos artículos presentan una variedad de contextos históricos, metodologías y actores, entrelazándolos en torno a la articulación y el conflicto por los recursos pesqueros del Sáhara Occidental. Este número especial propone un diálogo entre diferentes campos de especialización que no suelen dialogar entre sí. Este diálogo es fundamental para comprender tanto las complejidades de la explotación económica en un territorio ocupado como la resiliencia de una población que lleva décadas resistiéndose a ella.

El número especial se abre con un artículo de Francesco Correale. Se basa en una historia con base antropológica y propone una redefinición ontológica del concepto de «recurso» desde la perspectiva de la población del Sáhara Occidental y cómo ha cambiado a lo largo del tiempo. La investigación de Correale abarca la formación histórica de la sociedad nómada sahariana y su interacción con el comercio mundial, especialmente desde finales del siglo XIX, un periodo marcado por profundas transformaciones en la región provocadas por la colonización europea (en particular por Francia y España). Este enfoque metodológico permite comprender de forma global cómo las dinámicas socioeconómicas locales se entrelazaron con el contexto colonial y global.

El autor destaca el papel fundamental de los recursos naturales en la narrativa colonial española, al tiempo que llama la atención sobre un aspecto relativamente desconocido: la presencia española era considerada un recurso por las tribus saharauis, especialmente en su resistencia contra Francia a principios del siglo XX. Al examinar la relación cambiante de la población del Sáhara Occidental con el territorio desde una perspectiva política, Correale destaca que la concepción de lo que constituye un recurso sufrió una transformación radical con la aparición de formulaciones nacionalistas y anticolonialistas a finales de la década de 1960, que culminó con la formación del Frente Polisario.

Esta conclusión enlaza con el segundo artículo del número, de Enrique Bengochea Tirado. Bengochea Tirado emplea un meticuloso enfoque archivístico, integrando informes comerciales y políticos con documentos de carácter más íntimo. A través de este enfoque metodológico, el autor delinea el intrincado entramado de alianzas y tensiones, tanto políticas como personales, que sustentaron la economía política del Sáhara durante la fase final del dominio colonial español.

El análisis de Bengochea Tirado se centra en el Estado colonial. Destaca cómo el proyecto de «modernización» económica está vinculado a la presencia colonial surgida de la negociación entre diferentes familias políticas del régimen español. Este proyecto tenía que responder a los intereses económicos de las empresas que invertían en el territorio, que percibían una amenaza creciente debido a la posible descolonización de la región. El artículo aclara la intrincada relación entre los factores políticos y económicos en la explotación del territorio, especialmente en una región tan recientemente colonizada por una potencia europea.

En el tercer artículo, Victoria Veguilla y Blanca Camps-Febrer examinan la economía política de la explotación pesquera durante la ocupación marroquí. Presentan el marco teórico y analítico del estudio de las cadenas de valor, destacando la relevancia de este caso para ofrecer una perspectiva matizada sobre la evolución y transformación de los actores, las prácticas y los procesos que operan entre el centro, la periferia y la semiperiferia dentro del sector pesquero global.

En este sentido, los artículos segundo y tercero de este número abordan temas similares, utilizando diferentes herramientas metodológicas para examinar la constitución de la economía política del territorio en períodos consecutivos: la colonización española y la ocupación marroquí. Los resultados de estos análisis son en cierto modo similares, al poner de manifiesto el importante papel desempeñado por los Estados ocupantes, primero España y luego Marruecos, a la hora de garantizar los beneficios de la colonización a determinados actores económicos cercanos a las potencias coloniales u ocupantes. Desde una perspectiva discursiva, Veguilla y Camps-Febrer examinan cómo, tras el periodo 1975-1991, se estableció un sector pesquero bajo control marroquí, reforzando y legitimando los tropos de la modernización en la región ocupada.

Ante la dinámica del saqueo, se han construido y expresado discursos críticos a través de medios artísticos como la música hip hop y la poesía. Estas manifestaciones se analizan en el artículo de Sébastien Boulay. Boulay ofrece una perspectiva regional que conecta las formas artísticas tradicionales y modernas, demostrando cómo estas expresiones se han convertido en herramientas de denuncia contra el extractivismo y la injusticia.

Para ilustrar este punto, Boulay compara dos creaciones satíricas de artistas comprometidos políticamente: una en forma de poesía en lengua Ḥassâniyya y otra en forma de videoclip de hip hop. Estas dos creaciones, a pesar de compartir un ámbito cultural, surgen de contextos políticos divergentes. La poesía, de un poeta afiliado al Estado saharaui, articula críticas a la ocupación marroquí. Por el contrario, el grupo de hip hop ha sufrido el exilio de Mauritania y dirige sus críticas hacia las élites de ese país. A través de este ejercicio perspicaz, Boulay profundiza en la intrincada relación entre las sociedades y la política del Sáhara Occidental, subrayando el atractivo del saqueo de los recursos naturales.

El último artículo de este número explora cómo el nacionalismo saharaui articula políticamente la denuncia del saqueo de los recursos naturales. Victoria Veguilla y Carmen Gómez Martín desarrollan su análisis basándose en los marcos de referencia de la acción política. Su estudio subraya la fragmentación territorial del pueblo saharaui, dividido entre la región ocupada por Marruecos, los campos de refugiados y el exilio internacional.

Las autoras destacan la creciente importancia de las reivindicaciones relacionadas con la supervivencia, que incluyen la condena del saqueo económico y la denuncia de las violaciones de los derechos humanos. Estas reivindicaciones se sitúan sistemáticamente en el marco general de la lucha por el derecho a la autodeterminación. A través de este análisis, las autoras subrayan cómo estas reivindicaciones se relacionan con el contexto global, adaptándose y transformándose a lo largo del tiempo en función de las circunstancias cambiantes. La articulación de estas reivindicaciones subraya la resistencia del pueblo saharaui en su lucha continua contra el saqueo colonial.

Agradecimientos

Esta investigación ha sido cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Hacienda, Ciencia, Empresa y Universidad, en el marco del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020. Se enmarca en el Objetivo Específico 1.2.3: Creación y desarrollo del conocimiento fronterizo, conocimiento e investigación sobre los retos societarios y el desarrollo de tecnologías emergentes. La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto UPO-1381097, con una cofinanciación del 80 % del FEDER. La investigadora principal es Victoria Veguilla.

Referencias

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  • Allan J. 2016. Natural Resources and Intifada: Oil, Phosphates and Resistance to Colonialism in Western Sahara. Journal of North African Studies. Vol. 21(4):645–666. [Cross Ref]

  • Allan J, Ojeda-García R. 2022. Natural Resource Exploitation in Western Sahara: New Research Directions. Journal of North African Studies. Vol. 27(6):1107–1136. [Cross Ref]

  • Andreu Mediero B. 2017. El dorado bajo el sol: Canarios en el antiguo Sáhara español. Rivas-Vaciamadrid: Mercurio Editorial.

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  • Camprubí L. 2015. Resource Geopolitics: Cold War Technologies, Global Fertilizers, and the Fate of Western Sahara. Technology and Culture. Vol. 56(3):676–703

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  • Correale F. 2014. La Grande Guerre des trafiquants: Le front colonial de l’Occident maghrébin. Paris: L’Harmattan.

  • Euronews. 2024 EU Top Court Upholds Cancellation of EU–Morocco Trade Deals over Disputed Western SaharaOctober 4–2024 Accessed May 5, 2025 https://www.euronews.com/my-europe/2024/10/04/eu-top-court-upholds-cancellation-of-eu-morocco-trade-deals-over-disputed-western-sahara

  • Hagen E, Pfeifer M. 2018. Profit Over Peace in Western Sahara: How Commercial Interests Undermine Self-Determination in the Last Colony in Africa. London: Sternberg.

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  • Martínez Milán JM. 2021. Los recursos minerales y su explotación en el Sahara Occidental, 1942-1975. Ayer: Revista de Historia Contemporánea. Vol. 122:243–271

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  • United Nations Security Council. 1991. Resolution 690: Western Sahara (29 April)S/RES/690, adopted by the Security Council at its 2984th Meeting on 29 April 1991; Accessed May 1, 2025 http://unscr.com/en/resolutions/690

  • Veguilla V. 2011. Politiques du poulpe à Dakhla: action publique, ressources naturelles et dynamiques sociales : thèse pour l’obtention du grade de Docteur en Sciencie Politique. Granada: Editorial de la Universidad de Granada.

  • Zunes S, Mundy J. 2022. Western Sahara: War, Nationalism, and Conflict Irresolution. 2nd ed. Syracuse: Syracuse University Press.

 

 

 

 

Volume 52 Issue 184

June 2025

Stolen waters, stolen fish: plunder, resistance and Western Sahara’s natural resources

Pages: 139-276

Issue Editors: Victoria Veguilla, Blanca Camps-Febrer, Enrique Bengochea Tirado, Ray Bush and Ben Radley

Editorial
Caught in the fishers’ net? The colonial plunder of Western Sahara’s natural resources
Blanca Camps-Febrer and Enrique Bengochea Tirado | Pages 139-148
Articles
What is a resource for the people of Western Sahara? A historical synthesis of a socio-territorial issue
Francesco Correale | Pages 149-166

‘This is like Guadalajara’: politics, identity and the management of natural resources in late colonial Spanish Sahara
Enrique Bengochea Tirado | Pages 167-184


The Sahrawi fisheries sector in the world economy: extraction, industry and commercialisation under occupation
Victoria Veguilla and Blanca Camps-Febrer | Pages 185-206


‘Thieves, return the people’s money!’ The engagement of West Saharan artists against the plundering of regional natural resources
Sébastien Boulay | Pages 207-226


‘They’re our resources!’ A new frame in the struggle for the liberation of the Sahrawi people
Victoria Veguilla and Carmen Gómez Martín | Pages 227-244

Briefing
Chinese capital and economic transformation in Africa: what has changed after Covid-19?
Linda Calabrese | Pages 245-258
Debate
Misrepresenting livestock and crisis in the Horn: a response to Duffield and Stockton
Daniel K. Thompson and Raage Said Haji Mohamed | Pages 259-270

A response to Thompson and Mohamed’s accusation of being ‘dead wrong’
Mark Duffield and Nicholas Stockton | Pages 271-276

 

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9. Resumen de la guerra en Palestina, 8 de julio de 2025.

El seguimiento en directo de Middle East Eye.

https://www.middleeasteye.net/live/live-dozens-killed-and-injured-israeli-shooting-aid-site-gaza

En directo: Israel mata a 100 palestinos en Gaza desde la madrugada del martes

Esto se produce mientras el enviado de Trump afirma que es posible un acuerdo de alto el fuego en Gaza esta semana.

Puntos clave

Las autoridades sanitarias de Gaza advierten de un aumento «alarmante» de la meningitis

La reunión entre Trump y Netanyahu centrada en Gaza concluye tras una hora

Una delegación qatarí visitó la Casa Blanca el martes, según informes.

Actualizaciones en directo

Resumen de la tarde

Nuestro blog en directo cerrará en breve hasta mañana por la mañana.

Estos son los acontecimientos más destacados del día:

– El personal médico de Gaza ha informado a los medios locales de que 100 palestinos han muerto en los ataques aéreos israelíes desde la madrugada del martes.

– Israel parece haber intensificado sus ataques aéreos en algunas zonas de Gaza durante la noche del martes al miércoles, con bombas dirigidas al campo de refugiados de Al-Bureij, en el centro de Gaza, y a Al-Mawasi, en el sur.

– Las autoridades sanitarias de la Franja han advertido de un aumento «alarmante» de los casos de meningitis y de la imposibilidad de tratarlos.

– El enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, para las misiones de paz ha declarado que tiene esperanzas de que se alcance un acuerdo para un alto el fuego de 60 días en Gaza antes de que termine la semana. Trump se reunió con Netanyahu por segunda vez en menos de 24 horas el martes, pero la reunión fue cerrada a la prensa.

– El número de palestinos detenidos por Israel se ha disparado hasta alcanzar los 10 800, la cifra más alta registrada desde la Segunda Intifada de 2000-2005, según han informado grupos de defensa de los presos palestinos.

– Los medios de comunicación israelíes informaron de que un ataque israelí cerca de la ciudad libanesa de Trípoli, en el norte del país, causó la muerte del jefe del departamento de planificación de Hamás, Mahran Mustafa Baajour.

Israel intensifica los ataques aéreos nocturnos en Gaza

Israel parece haber intensificado sus ataques aéreos en algunas zonas de Gaza durante la noche del martes al miércoles, según informan los medios locales, con bombas dirigidas contra el campo de refugiados de Al-Bureij, en el centro de Gaza, y Al-Mawasi, en el sur.

Las autoridades sanitarias aún no han confirmado el número de víctimas, pero los vídeos difundidos por periodistas locales muestran varios niños heridos.

Concluye la segunda reunión entre Trump y Netanyahu

La segunda reunión entre el presidente de Estados Unidos y el primer ministro israelí en menos de 24 horas ha concluido en la Casa Blanca, según se ha informado a la prensa poco después de las 18:00 hora local en Washington.

La reunión duró una hora y estuvo totalmente cerrada a los medios de comunicación.

Una delegación qatarí visitó la Casa Blanca durante varias horas: Informe

Una delegación qatarí se reunió con altos funcionarios de la Casa Blanca durante varias horas el martes, antes de la segunda reunión en 24 horas del presidente estadounidense, Donald Trump, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La noticia fue dada por Axios.

Qatar, junto con Egipto, es mediador para un acuerdo de alto el fuego en Gaza.

Israel mata a 100 palestinos en Gaza desde la madrugada del martes

El personal médico de Gaza ha informado a los medios locales de que 100 palestinos han muerto en los ataques aéreos israelíes desde la madrugada del martes.

A última hora del martes, hora local, Israel atacó un campamento que albergaba a familias desplazadas por la fuerza al oeste de Jan Yunis, y también llevó a cabo intensos bombardeos sobre el campo de refugiados de Shati, al oeste de la ciudad de Gaza. Los vídeos difundidos por los medios locales muestran varios niños muertos y heridos.

Cronología de los comentarios de Trump sobre Gaza

Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara a principios de julio que se estaba negociando un alto el fuego de 60 días para la guerra de Israel contra Gaza, la gente esperaba con expectación el resultado de su reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca esta semana.

Las conversaciones del lunes no dieron lugar a ningún avance significativo y se espera que continúen durante el martes.

Desde que volvió al cargo el 20 de enero de 2025, Trump ha dado bandazos en sus planes para Gaza. Middle East Eye repasa la cronología de los comentarios de Trump sobre Gaza.

Aumento «alarmante» de los casos de meningitis en Gaza, advierten las autoridades sanitarias

Las autoridades sanitarias de Gaza informaron el martes de que se ha producido un «aumento alarmante» de los casos de meningitis en la franja.

«El Ministerio de Salud ha registrado un aumento significativo del número de casos sospechosos y confirmados de meningitis, especialmente entre los niños menores de cinco años, el grupo más vulnerable a la enfermedad y a sus graves complicaciones», se indica en el comunicado.

«El deterioro de la atención sanitaria, con el cierre y la destrucción de hospitales y centros de atención primaria, el importante deterioro de las reservas de medicamentos y la escasez de vacunas infantiles están limitando los esfuerzos de respuesta de emergencia», añadió.

«Las condiciones catastróficas en los refugios, la grave escasez de agua potable, la propagación de las aguas residuales y la acumulación de residuos están provocando un mayor deterioro de la situación sanitaria», advirtieron las autoridades sanitarias.

«El Ministerio de Salud hace un llamamiento urgente a todas las partes implicadas para que intervengan de inmediato y mejoren las condiciones sanitarias y de vida con el fin de reducir la propagación de la enfermedad».

El enviado de Trump dice que el alto el fuego en Gaza es posible para finales de semana

El enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, para las misiones de paz, Steve Witkoff, dijo el martes que tiene esperanzas de que se alcance un acuerdo para un alto el fuego de 60 días en Gaza antes de que termine la semana.

Sus comentarios se producen tras una reunión celebrada el lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se espera que permanezca en Washington para mantener conversaciones con varios legisladores antes de regresar a Israel el jueves.

Trump confirmó que mantendrá una segunda reunión con Netanyahu el martes, tras la cena que celebraron el lunes en la Casa Blanca.

Fosas, disparos y pánico: los palestinos se enfrentan a la muerte en los puntos de ayuda estadounidense

A las 2 de la madrugada, Ahmad Abu Zubaida recibió un mensaje de texto de unos amigos: por fin había llegado la ayuda.

Muriéndose de hambre tras meses de asedio israelí, se dirigió al punto de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, en el centro de la Franja de Gaza.

Impulsado por la urgente necesidad de alimentar a sus hijos y a sus sobrinos huérfanos, Abu Zubaida, un padre palestino que había perdido recientemente a tres hermanos en ataques israelíes, arriesgó su vida para llegar al lugar.

De camino al centro, en la zona del valle de Gaza, no había luces ni carreteras asfaltadas.

Al acercarse a la puerta, se produjo un tiroteo israelí.

Decenas de personas cayeron a su alrededor, algunas muertas, otras heridas, muchas gritando de dolor.

«Era como si fuera el Día del Juicio Final», dijo Abu Zubaida a Middle East Eye, recordando la caótica escena: metralla volando en todas direcciones, los gritos de los heridos y el implacable estruendo de los disparos.

Dos muertos en un ataque israelí en el norte del Líbano

Dos personas murieron en un ataque israelí que, según el ejército, tenía como objetivo a un miembro «clave» de Hamás en la ciudad de Trípoli, en el norte del Líbano.

Los medios israelíes informan de que el ataque mató al jefe del departamento de planificación de Hamás, Mahran Mustafa Baajour.

El Ministerio de Sanidad del Líbano afirmó que el ataque, que tenía como objetivo un vehículo, «provocó un balance preliminar de dos muertos y tres heridos» no lejos de un campo de refugiados palestinos.

El número de detenidos palestinos alcanza su cifra más alta desde la Segunda Intifada

El número de palestinos detenidos por Israel se ha disparado hasta alcanzar los 10 800, la cifra más alta registrada desde la Segunda Intifada de 2000-2005, según han informado grupos de defensa de los presos palestinos.

La cifra incluye a 50 mujeres, dos de ellas de Gaza, y más de 450 niños, según un comunicado de las instituciones palestinas de presos a través de la Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS).

El comunicado precisa que no se incluyen los detenidos en campamentos militares israelíes.

Añade que el número de detenidos administrativos ascendía a 3.629 a principios de julio.

El número de muertos el martes se acerca a los 80

Israel ha matado al menos a 78 personas en ataques en Gaza desde el amanecer, según informa Al Jazeera, citando fuentes médicas.

Las últimas víctimas han elevado el número total de palestinos muertos por las fuerzas israelíes en Gaza desde octubre de 2023 a 57 575, con otros 136 879 heridos.

Un ataque aéreo israelí en el Líbano mata al jefe del departamento de planificación de Hamás, según informes

Los medios israelíes informan de que un ataque israelí cerca de la ciudad norteña libanesa de Trípoli ha matado al jefe del departamento de planificación de Hamás, Mahran Mustafa Baajour.

Anteriormente informamos de que el ejército israelí había reivindicado un ataque contra un «terrorista clave de Hamás» cerca de Trípoli.

Lebanon 24 publicó un vídeo de un coche en llamas en la aldea de Al-Ayrouniyah, cerca de Trípoli, afirmando que había sido alcanzado por un dron israelí.

Un informe de la Agencia Nacional de Noticias del Líbano afirmó que un SUV CR-V fue alcanzado por dos misiles.

El número de muertos el martes se acerca a los 70

Al menos 67 palestinos han muerto en ataques israelíes desde el amanecer, según informa Al Jazeera Arabic.

De esa cifra, 42 personas murieron en ataques en el centro y el sur de Gaza.

El ejército israelí afirma haber atacado a un «terrorista clave de Hamás» en el norte del Líbano

El ejército israelí afirma haber llevado a cabo un ataque con drones contra un miembro «clave» de Hamás en la ciudad costera de Trípoli, en el norte del Líbano.

Una emboscada de Hamás mata a cinco soldados en la «zona de amortiguación» controlada por Israel

Combatientes de Hamás mataron el lunes a cinco soldados israelíes e hirieron al menos a otros 14 en una emboscada en Beit Hanún, cerca de la frontera con Israel, en el norte de la Franja de Gaza.

El ataque se produjo en una zona que las fuerzas israelíes habían desalojado por la fuerza de los residentes palestinos y designado como «zona de amortiguación», donde las operaciones militares continúan desde hace meses.

Según el ejército israelí, una investigación inicial reveló que los soldados fueron atacados con artefactos explosivos colocados en la carretera durante operaciones terrestres.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que recibió la noticia del ataque mientras visitaba Washington, lamentó la muerte de los soldados.

«En esta difícil mañana, todo el pueblo de Israel inclina la cabeza en señal de luto por la caída de nuestros heroicos combatientes, que arriesgaron sus vidas en la batalla para derrotar a Hamás y liberar a todos nuestros rehenes», declaró en un comunicado.

Al menos 60 palestinos muertos en ataques israelíes en Gaza desde el amanecer

Al menos 60 palestinos han muerto a manos de las fuerzas israelíes en ataques perpetrados en Gaza desde el amanecer, según informa Al Jazeera citando fuentes médicas.

De ellos, 42 murieron en el centro y el sur de Gaza.

Dos tripulantes muertos en un ataque contra un buque griego en el mar Rojo

Dos tripulantes del buque granelero Eternity C, con bandera de Liberia y operado por Grecia, murieron tras un ataque con drones marinos y lanchas rápidas frente a las costas de Yemen el lunes por la noche, según informó la delegación marítima de Liberia en una reunión de la Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas celebrada el martes.

Estas muertes, las primeras desde junio de 2024, elevan a seis el número total de marineros muertos en ataques a buques en el mar Rojo.

Poco antes del ataque del lunes, el grupo yemení de los huzíes reivindicó la autoría de un ataque contra el buque granelero MV Magic Seas, de bandera liberiana y operado por Grecia, el domingo, afirmando que el barco se había hundido.

Información de Reuters

Lammy afirma que el Reino Unido irá más allá en las medidas contra Israel si la situación en Gaza continúa

El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, subrayó el martes la necesidad de un alto el fuego en Gaza y afirmó que Londres tomará medidas más drásticas contra Israel si la situación continúa.

«Tenemos que conseguir el alto el fuego», declaró ante una comisión parlamentaria. Cuando se le preguntó si tomaría medidas adicionales contra Israel si la situación en Gaza continuaba, respondió: «Sí. Sí, lo haremos».

Información de Reuters

Suspenden a un imán holandés tras reunirse con Isaac Herzog en una delegación a Israel

Un imán holandés ha sido suspendido de su mezquita tras reunirse con el presidente israelí, Isaac Herzog, como parte de una delegación de figuras musulmanas de Europa que visitaba Israel.

Youssef Msibih, imán de la mezquita Bilal en la ciudad holandesa de Alkmaar, al norte del país, formaba parte de un grupo de 15 predicadores musulmanes que se reunieron con Herzog en Jerusalén el lunes.

Durante la reunión, Msibih cantó una canción que reinterpretaba el himno nacional israelí en árabe.

La mezquita Bilal anunció el martes por la mañana que Masbeh había sido suspendido «con efecto inmediato».

«Tras las recientes declaraciones políticas del imán, la junta ha decidido suspenderlo con efecto inmediato», dijo la mezquita en un comunicado publicado en su Instagram. «A partir de este momento, la institución no tiene ninguna relación con él».

El ejército israelí afirma haber «eliminado» al comandante de Hamás implicado en los atentados del 7 de octubre

El ejército israelí ha emitido un comunicado en el que afirma que sus combatientes han «eliminado» a un comandante de Hamás que, según afirma, estuvo implicado en los atentados perpetrados en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.

En un comunicado publicado en Telegram, el ejército afirmó haber matado a Taha Abu Ayadeh, al que acusaba de ser comandante de las fuerzas Nukhba, una unidad del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qassam.

El ejército afirmó que Abu Ayadeh lideró un ataque contra una gasolinera en el kibutz Magen, en el sur de Israel, el 7 de octubre, y que desde entonces había dirigido múltiples ataques contra las fuerzas israelíes en Gaza.

Las Brigadas Qassam reivindican el ataque contra una excavadora israelí en la ciudad de Gaza

El brazo armado de Hamás ha reivindicado un ataque con misiles contra una excavadora militar israelí D9 con un «Yassin 105», al este del barrio de Shujayea, en la ciudad de Gaza.

Un ataque israelí en Jan Yunis mata a diez personas

Un ataque israelí contra tiendas de campaña que albergaban a palestinos desplazados en Jan Yunis ha matado al menos a diez personas, según informa Al Jazeera Arabic, citando fuentes médicas.

Al menos 54 personas han muerto en ataques israelíes en toda Gaza desde el amanecer, según Al Jazeera.

Los trabajadores portuarios griegos se negarán a descargar el «cargo asesino» de Israel

Los trabajadores portuarios del puerto del Pireo han anunciado que se negarán a descargar el Ever Golden, un buque portacontenedores que transporta acero de uso militar a Israel, cuando llegue a Grecia.

«No descargaremos ni un solo centímetro de este cargamento asesino», declaró el martes Enedep, el sindicato de trabajadores portuarios de la ciudad portuaria de Atenas.

«Los trabajadores portuarios del Pireo no serán cómplices. No descargaremos acero militar del Ever Golden, no a la implicación de Grecia, libertad para Palestina», afirmaron los trabajadores.

Según el sitio web de seguimiento de buques y contenedores Vessel Finder, el Ever Golden, de propiedad japonesa y con bandera de Panamá, navegaba frente a las costas de África Occidental el martes por la mañana.

Se espera que llegue a El Pireo el 14 de julio. Una vez allí, su carga se trasladará a otro buque portacontenedores, el Folk Dammam, y se llevará a Israel.

El número de muertos el martes asciende a 54

Al menos 54 palestinos han muerto en los ataques israelíes en Gaza desde el amanecer, según informa Al Jazeera, citando fuentes médicas.

Ben Gvir pide el fin de las conversaciones de alto el fuego

El ministro de Seguridad de extrema derecha israelí, Itamar Ben Gvir, ha pedido al primer ministro Benjamin Netanyahu que suspenda inmediatamente las conversaciones de alto el fuego en Gaza en Doha, cuando las negociaciones entraban en su tercer día.

«Pido al primer ministro que retire inmediatamente la delegación que fue a negociar con los asesinos de Hamás en Doha», escribió Ben Gvir en un mensaje publicado en X.

En su lugar, pidió un «asedio total, aplastamiento militar y fomento de la emigración» de los palestinos de Gaza y el reasentamiento israelí en el territorio.

Un funcionario palestino cercano a las conversaciones dijo el martes a la AFP que estas continuaban, centrándose en «los mecanismos de aplicación, en particular las cláusulas relacionadas con la retirada y la ayuda humanitaria».

Mientras tanto, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed Al-Ansari, afirmó que las negociaciones para el alto el fuego «necesitan tiempo».

«No creo que pueda dar ningún plazo en este momento, pero puedo decir ahora mismo que necesitaremos tiempo para ello», declaró Ansari.

Netanyahu viajó a Washington para su tercera visita desde la reelección del presidente Donald Trump. El presidente estadounidense afirmó que confía en que se pueda alcanzar un acuerdo.

Información de la AFP

Israel emite órdenes de expulsión forzosa para Jan Yunis

El ejército israelí ha emitido nuevas órdenes de expulsión para los palestinos de nueve zonas del sur de Jan Yunis, en Gaza.

El portavoz del ejército en lengua árabe, Avichay Adraee, ordenó a los residentes que huyeran hacia el oeste, afirmando que el ejército estaba «intensificando el fuego repentino y concentrado».

Al menos 41 muertos en ataques israelíes desde el amanecer

Las fuerzas israelíes han matado al menos a 41 palestinos en ataques en toda Gaza desde el amanecer, según informa Al Jazeera Arabic, citando fuentes médicas del hospital Al-Aqsa Martyrs de Deir el-Balah.

De esa cifra, 24 murieron en el sur de Gaza.

Al menos cinco personas murieron en un ataque contra una tienda de campaña que albergaba a personas desplazadas en el barrio de Remal, en la ciudad de Gaza, mientras que otras seis, entre ellas tres niños, murieron en un tiroteo israelí cerca de un centro de ayuda al norte de la ciudad de Rafah.

Al Jazeera Arabic también informó hoy de que nueve personas murieron en un ataque con drones israelíes contra una tienda de campaña en la zona de Mawasi, cerca de Khan Younis, al sur de Gaza.

La agencia de noticias Wafa informó, citando fuentes médicas, que dos personas murieron y otras resultaron heridas en ataques aéreos israelíes en la zona de Hakr al-Jami, en Deir el-Balah.

Mientras tanto, otras cuatro personas murieron en un ataque israelí contra una escuela que albergaba a familias desplazadas en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza.

Los Estados del Golfo deben actuar para evitar que la guerra de Israel contra Irán se convierta en un caos

Las bombas pueden haber callado, pero el ataque de Israel contra Irán está lejos de haber terminado.

En Teherán, muchos siguen en vilo, preparándose para una segunda ola de ataques aéreos, atentados con coches bomba y actos de sabotaje.

Esta tregua incómoda podría romperse en cualquier momento, sumiendo a la región en una nueva ola de violencia y caos.

La guerra de Israel contra Irán amenaza con alterar el equilibrio de poder en la región.

Los Estados del Golfo se encuentran ahora en una encrucijada crítica, con un futuro muy diferente por delante: uno de prosperidad e influencia regional, o uno de inestabilidad prolongada y agitación económica.

Al menos 32 palestinos muertos en nuevos ataques israelíes en Gaza

Al menos 32 palestinos han muerto en la última ola de ataques israelíes contra Gaza, según fuentes médicas que han hablado con Al Jazeera.

Las fuentes afirman que 20 de las víctimas mortales se han producido en el sur del enclave, donde se han intensificado los ataques aéreos en los últimos días.

Se espera que el número de muertos aumente a medida que los equipos de emergencia continúan buscando entre los escombros.

Cinco muertos en un ataque israelí contra una tienda que albergaba a desplazados en la ciudad de Gaza

Un ataque aéreo israelí ha matado a cinco palestinos tras atacar una tienda de campaña que albergaba a civiles desplazados en el barrio de Al-Rimal, en la ciudad de Gaza, según una fuente del hospital Al-Shifa.

La tienda estaba situada en una zona donde muchas familias se habían refugiado de los bombardeos anteriores en el enclave asediado.

El último ataque se suma al creciente número de muertos que buscan refugio de la ofensiva israelí en curso.

Israel afirma que siguen existiendo diferencias en la tregua de Gaza, pero que aún es posible llegar a un acuerdo

Funcionarios israelíes afirman que las negociaciones de alto el fuego en curso en Qatar entre Israel y Hamás aún podrían dar lugar a un acuerdo, aunque salvar las diferencias restantes podría llevar más de unos días.

Las conversaciones han cobrado impulso desde el domingo, cuando comenzaron las discusiones indirectas en Doha con el respaldo de mediadores estadounidenses, qataríes y egipcios. El nuevo impulso para poner fin a los combates en Gaza coincide con el viaje del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Washington.

Netanyahu se reunió el lunes con el presidente estadounidense, Donald Trump. Antes de la reunión, Trump afirmó que esta semana podría alcanzarse un acuerdo de alto el fuego y la liberación de los rehenes. También se espera que el líder israelí mantenga conversaciones con el vicepresidente JD Vance el martes.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el enviado de Trump, Steve Witkoff, que desempeñó un papel clave en la elaboración de la última propuesta, viajará a Doha esta semana para unirse a las conversaciones.

El marco actual que se está barajando incluye la liberación gradual de los rehenes israelíes, la retirada progresiva de las tropas israelíes de algunas zonas de Gaza y negociaciones destinadas a poner fin de forma permanente a la guerra.

Los ataques israelíes contra Gaza causan al menos 27 muertos desde primera hora de la mañana

Los ataques aéreos israelíes han causado la muerte de al menos 27 personas en toda la Franja de Gaza desde el amanecer, según informaron fuentes médicas en Gaza a Al Jazeera Arabic.

Las víctimas se producen en medio de una nueva ola de ataques, mientras Israel continúa su ofensiva de meses contra el enclave sitiado.

Los servicios de emergencia siguen sacando cadáveres de los escombros en varias zonas atacadas, y se espera que el número de muertos aumente.

Las Brigadas Qassam advierten de más bajas israelíes tras la muerte de cinco soldados en Gaza

Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Qassam, el brazo armado de Hamás, afirmó que el grupo había asestado «un nuevo golpe» con un ataque en Beit Hanoon que causó la muerte de al menos cinco soldados israelíes. «En una zona que la ocupación [israelí] consideraba segura», dijo, «nuestros combatientes han vuelto a atacar».

Advirtió de que la batalla de desgaste que se libra desde el norte hasta el sur de Gaza seguirá causando pérdidas diarias a las fuerzas israelíes. «Incluso si milagrosamente lograra liberar recientemente a sus soldados del infierno, podría fracasar más adelante, dejándonos con más prisioneros», afirmó en un comunicado publicado en el canal de Telegram de Hamás.

Abu Obeida también declaró que el futuro de Gaza no lo dictarán potencias extranjeras. «Los valientes combatientes de la resistencia y nuestro pueblo firme en Gaza son los únicos que pueden determinar el futuro del enclave», afirmó.

Concluyó con una advertencia directa a los dirigentes israelíes: «La decisión más estúpida que podría tomar Netanyahu sería mantener sus fuerzas dentro de la Franja de Gaza».

Una bomba colocada en la carretera mató a cinco soldados israelíes e hirió a otros 14 en Beit Hanoun, en el norte de Gaza, durante la noche, según confirmó el ejército israelí el martes.

Se reanudan las conversaciones de alto el fuego en Gaza en Doha

Las negociaciones para la tregua en Gaza se han reanudado en Doha, según informó el martes a la AFP una fuente cercana a las conversaciones. La última ronda de conversaciones se produce en medio de la creciente presión internacional para alcanzar un acuerdo que ponga fin al actual asalto de Israel a Gaza.

Colonos israelíes irrumpen en la mezquita de Al-Aqsa escoltados por policías armados

Los colonos israelíes han vuelto a irrumpir en la mezquita de Al-Aqsa bajo la protección de fuerzas de ocupación fuertemente armadas, según fuentes que han hablado con Al Jazeera.

Testigos afirmaron que los colonos realizaron rituales religiosos durante la incursión, en una provocación reiterada en uno de los lugares más sagrados del islam.

La tensión sigue alta en la Jerusalén Oriental ocupada, donde estas incursiones suelen contar con el respaldo de la policía israelí a pesar de los llamamientos internacionales para que se mantenga el statu quo.

Un ataque con drones israelíes mata a dos personas en una tienda que albergaba a desplazados cerca de Jan Yunis

Un ataque con drones israelíes mató a dos palestinos e hirió a otro tras atacar una tienda que albergaba a civiles desplazados al oeste de Jan Yunis, en el sur de Gaza, según informó Al Jazeera Arabic, citando al Complejo Médico Nasser.

El personal médico dijo que la tienda albergaba a personas que habían huido de bombardeos anteriores.

Decenas de países condenan las sanciones de EE. UU. contra la CPI y prometen seguir apoyándola

Una coalición de 48 naciones ha expresado su «profunda preocupación» por la decisión de Washington de imponer sanciones a la Corte Penal Internacional (CPI), y ha condenado toda forma de presión, amenaza o ataque contra los jueces y el personal de la corte.

En una declaración conjunta, el grupo se comprometió a seguir respaldando al tribunal: «Estamos con la corte y decididos a seguir apoyándola plenamente para que pueda seguir funcionando de forma independiente y eficaz».

La reprimenda se produce tras una medida del Gobierno de Trump dirigida contra el personal de la CPI, en la que se señala a cuatro jueces a los que acusa de tomar «medidas ilegítimas e infundadas» contra Estados Unidos y sus aliados, entre ellos Israel.

Israel ataca viviendas en Gaza y mata a 13 personas, entre ellas mujeres y niños

Aviones de combate israelíes llevaron a cabo una oleada de ataques aéreos mortales en toda la Franja de Gaza en la madrugada del martes, que alcanzaron edificios residenciales y refugios que albergaban a familias desplazadas.

Al menos 13 palestinos murieron en los ataques, entre ellos mujeres y niños, según las autoridades sanitarias locales, informó la agencia de noticias palestina Wafa. Decenas más resultaron heridos, con lesiones de diversa gravedad, cuando las explosiones sacudieron varias zonas del enclave sitiado.

El hospital Al-Shifa confirmó cuatro muertos, entre ellos un bebé, después de que una casa cerca del centro comercial Carrefour, en el barrio de Tel al-Hawa de la ciudad de Gaza, fuera alcanzada.

Por otra parte, el Hospital Bautista informó de que dos personas murieron y otras resultaron heridas cuando un misil israelí impactó en la casa de Khader al-Jamasi, situada junto a la mezquita de Al-Ibki, en el barrio oriental de Al-Tuffah.

La GHF propone campamentos para que los palestinos «residan, se desradicalicen y se reintegren»

La controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos, ha propuesto crear campamentos denominados «zonas de tránsito humanitario» en la Franja de Gaza para acoger a los palestinos y «desradicalizarlos», según informó Reuters el lunes.

La propuesta forma parte de una estrategia global para poner fin al control de Hamás sobre el enclave palestino.

Reuters informó de que el plan, valorado en 2 000 millones de dólares, fue presentado a la Administración Trump y debatido recientemente en la Casa Blanca.

Los campamentos se describen en el plan como «a gran escala» y «voluntarios», y como lugares en los que los palestinos pueden «residir temporalmente, desradicalizarse, reintegrarse y prepararse para reubicarse si así lo desean».

Una presentación vista por Reuters pedía utilizar las amplias instalaciones para «ganarse la confianza de la población local» y facilitar la «visión para Gaza» del presidente estadounidense, Donald Trump.

Cinco soldados israelíes muertos en la explosión de una bomba en la carretera de Gaza

Una bomba colocada en la carretera mató a cinco soldados israelíes e hirió a otros 14 en Beit Hanoun, al norte de Gaza, durante la noche, según confirmó el ejército israelí el martes.

De los heridos, dos soldados siguen en estado grave.

Al menos 888 soldados israelíes han muerto desde el 7 de octubre de 2023.

Actualización matutina

Buenos días, lectores de Middle East Eye:

Aquí tienen algunas de las últimas noticias sobre la guerra de Israel contra Gaza, que ya dura 640 días:

  • El Ministerio de Sanidad de Gaza informó el lunes de que 105 personas habían muerto y 356 habían resultado heridas en las últimas 24 horas. El número total de palestinos muertos desde el inicio de la guerra asciende a 57 523, con 136 617 heridos.
  • El ejército israelí confirmó el martes que cinco soldados murieron y 14 resultaron heridos durante los enfrentamientos con las fuerzas de resistencia palestinas en el norte de Gaza. Informes anteriores habían hablado de cinco muertos y 10 heridos.
  • A última hora del lunes, combatientes palestinos detonaron un artefacto explosivo contra un vehículo blindado israelí. Posteriormente, dispararon un misil antitanque contra un robot militar que transportaba municiones.
  • Una propuesta de la Fundación Humanitaria de Gaza, revisada por Reuters, sugería la construcción de «zonas de tránsito humanitario» dentro o fuera de Gaza. El plan tiene como objetivo «sustituir el control de Hamás sobre la población de Gaza».
  • El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comunicó el lunes al presidente estadounidense, Donald Trump, que le había nominado para el Premio Nobel de la Paz. Netanyahu entregó a Trump una carta de nominación durante su reunión en la Casa Blanca.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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