Miscelánea 9/IX/2023

Del compañero y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.
1. El resumen de Rybar.
2. Entrevista a Scott Ritter en Sputnik 2.
3. Entrevista al secretario general del PC chileno.
4. La CIA podría estar preparando una «revolución de color» en Indonesia.
5. ¿Acercamiento Rusia-EEUU?
6. La impotencia de la vía nacionalista al socialismo (con observaciones de José Luis Martín Ramos y Joaquín Miras).
7. Candidatas socialistas en las elecciones USA.
8. La función de las ONG en África.

1. El resumen de Rybar

Vídeo resumen del 8 de septiembre: https://twitter.com/

2. Entrevista a Scott Ritter en Sputnik

Os paso al menos en enlace al original: https://sputnikglobe.com/

En sábado, 9 de septiembre de 2023, 16:19:47 GMT+8, ‘Carlos Valmaseda’ via Debat polític i social <debatpoliticisocial@> escribió:

Scott Ritter: El último y desesperado empujón de la contraofensiva ucraniana

Los recientes ataques ucranianos contra los pueblos de Rabotino y Verbovoe sólo conducirán a un mayor desgaste de las fuerzas de Kiev, dijo Scott Ritter, ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EE.UU. e inspector de armas de la ONU, al podcast New Rules de Sputnik.

Ucrania está ganando terreno en su contraofensiva iniciada en junio, afirmó el jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dirigiéndose a los legisladores del Parlamento Europeo. ¿Significa esto que Ucrania ha logrado por fin un gran avance tras casi cuatro meses y numerosas bajas?

«Para responder a esa pregunta, tenemos que saber cuáles son las metas y los objetivos de la actual fase de la contraofensiva ucraniana», dijo a Sputnik Scott Ritter, analista militar y ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de Estados Unidos.

¿Avance ucraniano o fracaso?

«Sabemos que cuando iniciaron esta contraofensiva allá por principios de junio de este año, los objetivos eran bastante claros: romper la primera línea de las defensas rusas, la segunda línea de las defensas rusas, tomar la ciudad de Tokmak, y luego usarla como punto de lanzamiento para penetrar más profundamente a través de las defensas rusas para tomar la ciudad de Melitopol, lo que les permitiría cortar el puente terrestre entre Crimea y Rusia y poner a Crimea bajo ataque directo, Ese fue el objetivo declarado presentado por el general Zaluzhny, del que se hicieron eco el presidente Zelensky y otros funcionarios ucranianos», continuó el experto militar.

Sin embargo, estos objetivos no se han alcanzado hasta ahora, según Ritter. Actualmente, los ucranianos afirman que han situado unidades de infantería más allá de los llamados «dientes de dragón», los obstáculos concretos que constituyen la primera línea de las defensas rusas. En concreto, el régimen de Kiev afirma que sus fuerzas lograron tomar las aldeas de Verbovoye y Rabotino, en la región de Zaporozhye.

Aun así, el Ministerio de Defensa ruso dejó claro los días 7 y 8 de septiembre que las fuerzas rusas siguen repeliendo con éxito los ataques de las Fuerzas Armadas ucranianas en las zonas de los asentamientos. Como comentó el bloguero militar ruso Rybar en su cuenta de Telegram: es la mejor manera de «convertir Rabotino en un continuo transportador de muerte para las unidades ucranianas.»

«El pueblo de Rabotino siempre estuvo destinado a caer. Si los ucranianos ponen suficiente poder militar en una zona específica de operaciones, deberían ser capaces de avanzar y apoderarse de un terreno que los rusos han decidido defender, pero no hasta la muerte. Rabotino siempre estuvo destinado a formar parte de la zona de desmoronamiento en el elemento de fuego, zona defensiva de la primera línea de defensa. El propósito de Rabotino era ayudar a romper los ataques ucranianos, y lo ha hecho magníficamente», dijo Ritter.

¿Cuál es la nueva doctrina defensiva de Rusia?

Lo que está ocurriendo realmente en Rabotino y Verbovoe forma parte de una nueva doctrina defensiva rusa, explica el ex oficial de inteligencia de la Marina.

«Rusia siempre tuvo una doctrina principalmente defensiva heredada de la época soviética. Pero esta nueva doctrina defensiva que se está aplicando, especialmente en el frente de Zaporozhye, es obra del teniente general Alexander Romanchuck, ex comandante adjunto, creo, del 58º Ejército de Armas Combinadas. Fue enviado a la Academia de Armas Combinadas tras participar en las primeras fases de la Operación Militar Especial. Mientras estaba en la Academia de Armas Combinadas, reescribió la doctrina defensiva rusa y luego lo sacaron de la Academia de Armas Combinadas y le dieron un puesto de mando en el frente de Zapporozhye, en la zona de Rabotino.»

De acuerdo con la doctrina, «el propósito de la zona defensiva avanzada es recibir un ataque enemigo para ayudar a romperlo, utilizar cinturones defensivos, campos de minas, obstáculos, lo que ellos llaman, ‘calderos de fuego’ o ‘sacos’ donde quieres forzar al enemigo a entrar para poder golpearle con la artillería, para romper el ataque, pero no para aguantar y morir», explicó Ritter.

«Es decir, a medida que el enemigo avanza, la idea es minimizar tus propias pérdidas replegándote a posiciones preparadas y continuando sometiendo al enemigo a niveles crecientes de potencia de fuego desde el aire, desde la artillería, desde misiles guiados antitanque, etc., al tiempo que lo empantanas con campos de minas y otros obstáculos. La primera línea de defensa no pretende ser El Álamo. Es una referencia a una batalla estadounidense de 1836, cuando el ejército mexicano asaltó una posición defensiva tejana, El Álamo, y los defensores tejanos lucharon y murieron allí. Eso no es lo que los rusos están haciendo».

Una vez que los ucranianos logren una superioridad localizada, los rusos se retirarán y seguirán machacando aún más a las fuerzas enemigas. La ironía de la situación, según Ritter, es que la primera línea de defensa está destinada a ser rota por los ucranianos, en un momento y lugar determinados, no por los ucranianos, sino por los rusos que han estado configurando el campo de batalla desde el principio de la chapucera contraofensiva de Kiev.

«Incluso si los ucranianos han logrado penetrar la primera línea de defensa de Rusia, esto se hace por diseño. Esta no es la batalla final. Todavía tendrían que explotar esta brecha. Pasar a la segunda línea de defensa, donde se verán sometidos a una intensidad de ataque aún mayor.»

Es decir, aunque los militares ucranianos tomen un par de pueblos aquí y allá no significa ningún avance, sino más bien un principio del fin de la contraofensiva de Kiev.

¿Por qué la primera línea de defensa de Rusia es una trampa mortal?

Rusia ha obligado a los militares ucranianos a agotar sus reservas y municiones mientras asaltaban la primera línea de defensa, según Ritter.

«Esto es lo que tenemos que entender. En este punto de la lucha, Ucrania ha comprometido su reserva estratégica, el núcleo final de tres brigadas que habían estado reteniendo. Esta era la fuerza de explotación. Esta era la fuerza que se suponía que iba a entrar en combate cuando [la ciudad de] Tokmak, que está detrás de la segunda línea de defensa, cayera en manos de los ucranianos. Era la fuerza que debía atravesar las defensas rusas y tomar la ciudad de Melitopol, completando así el objetivo. La reserva estratégica está siendo comprometida porque la oleada inicial del ataque, el ataque de seguimiento, todos han fracasado en romper la zona defensiva frente a la primera línea de defensa».

Agotados por la lucha para superar las líneas defensivas rusas, a los ucranianos no les quedarán fuerzas para seguir avanzando, dijo Ritter. «Esto forma parte del concepto defensivo de Alexander Romanchuck, y los rusos lo han ejecutado a la perfección en Rabotino», subrayó.

¿Por qué los ucranianos siguen adelante a pesar de no lograr avances?

«Esta es una cuestión política que sólo pueden responder los ucranianos», dijo Ritter.

Según el analista militar, Kiev quiere demostrar a Occidente que los miles de millones de dólares de ayuda no se han dado en vano y que si Ucrania pide ayuda militar, la utilizará efectivamente para promover no sólo los objetivos ucranianos, sino también los de la OTAN.

Sin embargo, el problema aquí es que los objetivos de Kiev y de la OTAN no son necesariamente idénticos, destacó el veterano militar estadounidense.

Mientras que los objetivos de Ucrania incluyen la reconquista física del territorio que Ucrania cree que le pertenece, el objetivo de la OTAN no es tanto lograr una victoria militar decisiva en el campo de batalla, sino infligir dolor a Rusia hasta el punto de que podría haber un «Maidan de Moscú», similar al que ocurrió en Kiev en 2014, explicó Ritter.

«La OTAN, y oímos esto una y otra vez en la retórica de los políticos estadounidenses, ya sea el senador Lindsey Graham o tenemos a Nikki Haley presentándose a las elecciones, tenemos a otros por ahí haciéndose eco de lo mismo, que el gasto del dinero de los contribuyentes estadounidenses en apoyo de Ucrania es dinero bien gastado porque estamos matando rusos, y ningún estadounidense está muriendo». Ahora bien, lo que queda fuera de esta perversa ecuación son los ucranianos que están muriendo. Pero para Estados Unidos y la OTAN, simplemente no importa».

Hay que tener en cuenta que la OTAN no está aquí para ayudar a Ucrania a lograr una victoria militar: «La OTAN está aquí para utilizar las vidas ucranianas como fichas en un juego de azar diseñado para perjudicar a los rusos», subrayó el experto militar.

¿Quién tiene la culpa del fracaso de la contraofensiva ucraniana?

Si bien no se puede eximir a Ucrania de su responsabilidad por los estragos que se están produciendo -dado que Volodymyr Zelensky podría haber puesto fin al conflicto en marzo de 2022 tras las conversaciones de paz ruso-ucranianas en Estambul- tampoco se puede eximir a la OTAN, según Ritter.

«Permítanme dejarlo claro aquí. Esta contraofensiva nunca iba a funcionar. Nunca. El General Christopher Cavoli, comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa y Comandante Supremo Aliado de las fuerzas terrestres, cuando habló en un Foro de Defensa sueco en enero de este año, habló del conflicto que estaba teniendo lugar, se trataba de un conflicto previo a la contraofensiva, previo a la batalla de Bakhmut, dijo que el alcance y la escala de la violencia que está teniendo lugar en Ucrania hoy en día está más allá de la imaginación de la OTAN. (…) Así que cuando dice que lo que está ocurriendo en Ucrania va más allá de la imaginación de la OTAN, significa que está diciendo que la OTAN no está preparada para este tipo de guerra y que la OTAN no está preparada para este tipo de guerra».

Según el ex oficial de inteligencia de los Marines, el quid de la cuestión es que el Pentágono y los comandantes de la OTAN nunca han llevado a cabo una «guerra de armas combinadas» en su carrera, habiendo pasado los últimos 20 años involucrados en «operaciones de conflicto de baja intensidad» en Irak, Afganistán, Siria y otros lugares. Como resultado, los oficiales estadounidenses, los oficiales de la OTAN, los oficiales estadounidenses, los oficiales de la OTAN están tratando de enseñar a los ucranianos una doctrina -la guerra de armas combinadas- que ellos mismos no dominan.

«La respuesta es que la propia OTAN es un tigre de papel que durante los últimos 20 años no ha sido financiado adecuadamente. No se han entrenado adecuadamente. No han estado haciendo el tipo adecuado de adquisiciones de defensa correctamente. Y hoy en día no hay ni un solo ejército que esté lo suficientemente sano como para llevar a cabo el tipo de combate que está teniendo lugar en Ucrania, y mucho menos para transferir equipos al ejército ucraniano que podrían ayudarles a hacer este tipo de guerra.»

Un adiestramiento insuficiente, el cambio de doctrina militar y estilo de armamento de Ucrania «a mitad de carrera», y la falta de recursos también contribuyeron a las derrotas de Kiev, según el experto militar.

«Los ucranianos no están a la altura de las circunstancias. La OTAN lo sabía. Y por eso, al final, la mayor parte de la culpa es de la OTAN por animar a Ucrania a hacer algo que la OTAN sabía que no podía hacer. Pero, de nuevo, vuelvo a lo que he dicho antes. La OTAN no quiere que Ucrania gane en el campo de batalla. Sólo quieren que Ucrania haga daño a los rusos lo suficiente para que Rusia renuncie».

¿Cuál es el objetivo final?

Ritter señaló que la fracasada contraofensiva de Ucrania parece haber sacado a los comandantes de la OTAN de su mundo de fantasía – en el que Rusia es «débil» y su ejército está «fallando» – de vuelta al terreno.

«Creo que lo que está ocurriendo con esta contraofensiva fallida ahora mismo es que la realidad está cambiando en el Pentágono. Por primera vez, se está empezando a oír a los funcionarios del Pentágono hablar de la competencia rusa. Están reconociendo a regañadientes, pero reconociendo que los rusos han preparado una defensa muy eficaz. Le dan la mayor parte del crédito a las minas, árboles y arbustos. Eso es serio. Eso es lo que decían».

«Pero la realidad es que los rusos no están cediendo. Quiero decir, si uno sólo echa un vistazo al ejemplo del tanque Alyosha, ese famoso tanque, que cargó hacia delante, uno contra ocho, y luego ha aparecido una especie de leyenda a su alrededor. Fíjense en la composición de las tropas, soldados contratados, voluntarios, tropas movilizadas que se unen y operan con dedicación, con sentido del sacrificio, con disciplina, con valor».

Los rusos resultaron ser muy buenos y este hecho desbarató la táctica de la OTAN, según Ritter. Señaló que «en Occidente se está instalando una nueva realidad sobre la imposibilidad de alcanzar sus metas y objetivos» en Ucrania; y ahora Occidente se enfrenta al dilema de cómo mitigar las consecuencias de la inminente derrota.

«Si se detiene el conflicto ahora, podemos definir más o menos cómo serán las fronteras. Pero si se permite que este conflicto siga adelante, la cuestión de cuál será la configuración final del Estado ucraniano está en el aire. Por eso creo que en Occidente se está hablando mucho de cómo salir de esta situación, pero hay que hacerlo de forma que los ucranianos no se vean totalmente perjudicados. Porque si te adelantas demasiado y al hablar de la capitulación como el final del juego, no queda mucho para que las tropas ucranianas luchen. Y puede que el colapso sea el final», concluyó Ritter.

3. Entrevista al secretario general del PC chileno

En realidad, el título es un poco engañoso, porque no se trata propiamente de una entrevista sino de algunas impresiones de los entrevistadores, pero tiene su interés. Nos lo han enviado también como artículo de la semana en Globetrotter. https://peoplesdispatch.org/

«Chile necesita un partido comunista”: entrevista con Lautaro Carmona, Secretario General del Partido Comunista de Chile

Carmona reflexiona sobre la coyuntura política en Chile en medio ataques de la derecha, la muerte del presidente del PC y el 50 aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende.

4. La CIA podría estar preparando una «revolución de color» en Indonesia

Así lo publicar el periodista estadounidense Kit Klarenberg en MintPress

https://www.mintpressnews.com/

Filtrado: El frente de la CIA prepara una revolución de color en Indonesia
Documentos entregados de forma anónima a MintPress News revelan que la Fundación Nacional para la Democracia (NED), un notorio frente de la CIA, está sentando las bases para una revolución de color en Indonesia.
En febrero de 2024, los ciudadanos elegirán a su presidente, vicepresidente y ambas cámaras legislativas. El actual líder inconformista, Joko Widodo, muy querido por los indonesios, no puede optar a un tercer mandato, y la NED se prepara para hacerse con el poder tras su marcha. Esta operación se lleva a cabo a pesar de las filtraciones que indican que la principal agencia de inteligencia de Yakarta ha advertido expresamente a los funcionarios estadounidenses que no se muevan.
El rastro documental es una asombrosa visión de cómo opera la NED entre bastidores, de la que pueden extraerse evidentes inferencias sobre sus actividades en otros lugares, pasadas y presentes. Según la propia organización, opera en más de 100 países y concede más de 2.000 subvenciones al año. En Indonesia, estas sumas han contribuido a extender los zarcillos de la Fundación hacia diversas ONG, grupos de la sociedad civil y, lo que es más importante, partidos políticos y candidatos de todo el espectro ideológico.
Esta amplia apuesta contribuye en cierta medida a garantizar que los activos estadounidenses, de un modo u otro, saldrán victoriosos el próximo febrero. Sin embargo, un verdadero ejército de agentes de la NED sobre el terreno también está preparado para cuestionar, si no anular, los resultados en caso de que ganen las personas equivocadas. Ya se han distribuido en secreto subvenciones personales -es decir, sobornos- de la NED a indonesios por organizar protestas contra el gobierno.
No se sabe con certeza qué trampas tiene preparadas la NED para el día de las elecciones, aunque es seguro que saltarán chispas. Como mínimo, estos documentos refuerzan ampliamente lo que el cofundador de la Fundación, Allen Weinstein, admitió abiertamente en 1991:
Mucho de lo que hacemos hoy lo hizo la CIA de forma encubierta hace 25 años».
El «efecto Jokowi»
Joko Widodo -conocido popularmente como Jokowi- es una especie de rockstar. Es el primer dirigente indonesio que no procede de la élite política o militar establecida en el país desde su independencia de los holandeses en 1949, que tanto costó conseguir, y nació y creció en un barrio marginal de Surakarta. Desde allí, luchó para convertirse en alcalde de su ciudad natal en 2005, gobernador de Yakarta en 2012 y Presidente dos años después.
En cada etapa, Widodo ha luchado contra la burocracia y la corrupción y ha puesto en marcha programas de sanidad universal, crecimiento económico, desarrollo radical de infraestructuras y mejoras materiales en la vida de los ciudadanos. Tal es su popularidad interna que los analistas hablan habitualmente del «efecto Jokowi». Después de que el Partido Democrático de Lucha de Indonesia lo nombrara candidato presidencial en 2014, su porcentaje de votos se disparó un 30% en las elecciones legislativas de ese año.
Al parecer, la candidatura de Widodo también estimuló el mercado de valores y la rupia indonesios debido a su brillante historial político y económico. Se podría pensar que el hecho de haber mejorado las finanzas del país hasta tal punto gracias a la fuerza de su personalidad le convertiría en el líder ideal desde la perspectiva de Washington. Sin embargo, el Presidente también ha dado prioridad a «proteger la soberanía de Indonesia» y limitar la influencia extranjera en Yakarta. Además, aplica una política exterior intensamente independiente, para disgusto del Imperio estadounidense.

Widodo ha animado a los líderes de los Estados musulmanes a reconciliarse y ha presionado a favor de la independencia de Palestina. Su ministro de Asuntos Exteriores visita Palestina, pero se niega a establecer relaciones diplomáticas con Israel. También ha distribuido cuantiosas ayudas a los musulmanes oprimidos en el extranjero. Y lo que es más atroz, desde la invasión rusa de Ucrania, voló a ambos países e instó a sus líderes a buscar la paz. Cuando Yakarta acogió la Cumbre del G20 ese año, invitó no sólo a Zelensky, sino también a Putin, a pesar de las feroces críticas occidentales.

En muchos aspectos, Widodo emula el gobierno de Sukarno, el primer presidente de Indonesia, de 1945 a 1967. Sus políticas, a nivel nacional e internacional, eran explícitamente antiimperialistas. En el ámbito nacional, impidió la explotación occidental de la gran riqueza de recursos de su país, al tiempo que mantenía relaciones cordiales con Oriente y Occidente y defendía personalmente el Movimiento de Países No Alineados, cuyos miembros evitaban ambos bloques de poder para seguir un camino independiente.
La audaz negativa de Sukarno a plegarse a los intereses imperiales le convirtió en un hombre totalmente marcado. En 1965, fue derrocado en un sangriento golpe militar patrocinado por la CIA y el MI6, que dio paso a 30 años de férrea dictadura militar dirigida por el general Suharto. Más de un millón de personas fueron asesinadas mediante masacres por motivos políticos, ejecuciones, encarcelamientos arbitrarios y una represión salvaje. Incluso la CIA describe su purga de izquierdistas como «uno de los peores asesinatos en masa del siglo XX».

Widodo se prepara ahora para dejar el cargo, una vez finalizado su mandato constitucional y con sus índices de aprobación personal en máximos históricos. Su marcha crea una pizarra política limpia, que la NED está ansiosa por llenar. Afortunadamente, parece poco probable que se repita la matanza orquestada por la agencia de inteligencia que llevó a Suharto al poder hace décadas. Pero los documentos filtrados obtenidos por MintPress News dejan claro que el Imperio estadounidense se está preparando para dar otro golpe en Yakarta bajo la égida de la «promoción de la democracia».
Esta ha sido la razón de ser de la NED desde su creación, en 1983. La organización fue fundada explícitamente por espías de alto rango de la CIA y apparatchiks de la política exterior estadounidense para servir de mecanismo público al tradicional apoyo clandestino de la Agencia a grupos de la oposición, movimientos activistas y medios de comunicación en el extranjero, que se dedican a la propaganda y el activismo político para perturbar, desestabilizar y desplazar a los regímenes «enemigos».
La intromisión maligna de la NED a lo largo de los años es demasiado larga para enumerarla aquí. Pero recientemente ha patrocinado un levantamiento fallido en Cuba, ha canalizado dinero a manifestantes separatistas en Hong Kong y ha intentado derrocar al gobierno bielorruso. Haber fracasado en estas aventuras insurreccionales no es, evidentemente, un impedimento para volver a intentarlo ahora en Indonesia.
Desarrollo de la marca personal
Los archivos filtrados son informes semanales enviados desde la oficina indonesia del Instituto Republicano Internacional (IRI) a la sede central en Washington durante junio, julio y agosto de 2023. El IRI es un componente básico de la NED, que suele trabajar con otro, el Instituto Nacional Demócrata, en operaciones de cambio de régimen en el extranjero. Ambos están estrechamente vinculados a sus respectivos partidos políticos homónimos en el país.
Estas sesiones informativas ofrecen información actualizada sobre cuestiones administrativas, acontecimientos políticos locales, actividades del personal, recortes de prensa y los avances del IRI en el cumplimiento de los objetivos de su subvención de la NED en Indonesia «para mejorar la capacidad de los líderes emergentes de los partidos políticos para asumir posiciones de liderazgo dentro de los partidos y actuar como agentes de cambio en apoyo de una mayor democracia interna de los partidos, transparencia y capacidad de respuesta a los ciudadanos». Los últimos registros disponibles de subvenciones del Endowment, de 2022, muestran que el Instituto recibió 700.000 dólares para esto.
Cada semana, el IRI informaba de su «alcance» a los «líderes emergentes» del país: graduados de los programas de formación de la NED, ahora miembros destacados de docenas de partidos políticos y ONG locales y organizaciones de la sociedad civil. Muchos de ellos se presentan como candidatos en 2024, después de que la Dotación les enseñara estrategias de campaña y de participación electoral y a impugnar los resultados.
Se tiene constancia de que uno de los «líderes emergentes» del IRI «lleva a cabo la reforma interna de su partido» y «siempre aparece» de forma destacada en sus filas. Recientemente se le formó en el lanzamiento de impugnaciones legales de los resultados de las próximas elecciones, lo que «dio lugar a que el partido confiara en él como candidato».
Otro se jactó ante sus responsables del IRI de que «sigue presentándose al público en relación con su candidatura, ya sea en persona o a través de las redes sociales» y que recientemente había aparecido en populares programas de radio y televisión. Atribuyó a la formación impartida por la Asociación para las Elecciones y la Democracia (Perludem), financiada por la NED, «el desarrollo de su marca personal en política» y su capacidad para «actuar como orador público y relacionarse con los medios de comunicación».
Perludem publica periódicamente revistas financiadas por la AID estadounidense, que «ofrecen recomendaciones y referencias para mejorar la gobernanza electoral y los procesos democráticos y políticos en la región de Asia y el Pacífico». También convoca periódicamente actos de la Academia de Líderes Emergentes (ELA), en los que se prepara a las personas mencionadas en los documentos del IRI y se les enseña a «elaborar mensajes», entre otras técnicas electorales.
Una graduada dijo al IRI que había «empezado a compartir y difundir información sobre sus planes de presentarse como candidata legislativa» y que ahora era «cada vez más activa en las redes sociales». Con «las herramientas que recibió de ELA, espera atraer a más votantes jóvenes, especialmente a los que votan por primera vez». Se informó de que otro había «reforzado de nuevo su papel en el órgano interno del partido» y estaba «formando personalmente a posibles testigos en los colegios electorales» para supervisar los procedimientos el día de las elecciones.
Hasta el nivel escolar, el compromiso político de los jóvenes era de evidente importancia para el IRI y su cuadro de operativos políticos. En consecuencia, el 1 de julio, Perdulem organizó un evento, Make Election Great Again!, en el que se enseñó a los asistentes el fino arte de «identificar el papel estratégico de los estudiantes en las elecciones de 2024».

La capacidad de interceptación de votos del IRI aumentó considerablemente el 12 de julio, cuando sus agentes asistieron a un acto organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y Google. En un panel participaron dos políticos de la oposición, periodistas e investigadores, que advirtieron de que la «des/información» podría afectar a las elecciones de 2024 y, lo que es más aterrador, daría como resultado la llegada a la presidencia de un personaje similar a Widodo. Un experto local en sondeos presentó los datos de una reciente encuesta realizada por su empresa sobre cómo influye la confianza en los partidos políticos en las preferencias de los votantes.
Hito alcanzado
Uno de los extractos más tentadores de la filtración se encuentra en una nota informativa del 28 de junio de este año. En ella se recoge cómo representantes del IRI se reunieron con miembros de alto rango de la Embajada de Estados Unidos en Yakarta, incluido su responsable político, Ted Meinhover. Éste «transmitió las preocupaciones de Estados Unidos» sobre las elecciones de 2024, en particular cómo la «elegibilidad» del ministro de Defensa Prabowo Subianto había «aumentado drásticamente», es decir, que «era el más votado según las encuestas». Mientras tanto, las valoraciones del ex Gobernador de Yakarta, Anies Baswedan, estaban «en declive».
Meinhover lamentó cómo la ley indonesia restringe a los partidos con menos del 20% de escaños en el parlamento la posibilidad de presentar candidatos presidenciales. Si se eliminara ese «umbral», «habrá más candidatos en las elecciones, y Estados Unidos tendrá más opciones», declaró. Aún así, Washington «necesita mantener relaciones amistosas con todas las partes para salvaguardar los intereses estadounidenses en Indonesia, independientemente de cómo se desarrollen las elecciones».
Meinhover añadió que la Embajada había «contactado activamente» con dirigentes del partido laborista local y de la Confederación de Sindicatos de Indonesia «para conocer sus planes de protestar» contra una ley sobre creación de empleo firmada recientemente por Widodo. Temiendo que la legislación «desaliente el entusiasmo de los inversores extranjeros» en el país, «EE.UU. apoya firmemente las actividades que se opongan a ella».
En consecuencia, la Embajada sugirió en secreto a los jefes de los partidos laboristas que podían aprovechar «la oportunidad» del Día de la Independencia de Indonesia, el 17 de agosto, «para lanzar protestas» contra la ley de creación de empleo y el odiado «Umbral Presidencial» de Meinhover. Llamativamente, un apparatchik diplomático estadounidense presente mencionó que la Agencia de Inteligencia Estatal de Yakarta (BIN) había «advertido recientemente» a la Embajada de que «no interfiriera» en las elecciones de 2024.
Meinhover dijo que esto había motivado a la Embajada a «apoyar continuamente» las actividades encubiertas del IRI para «seguir aplicando las políticas de EE.UU. evitando al mismo tiempo las normativas indonesias.» Así, en una sesión informativa celebrada entre el 8 y el 14 de julio, el Instituto se puso en contacto con dirigentes del Partido Laborista y con un montón de organizaciones sindicales indonesias -a las que el IRI «proporciona continuamente pequeñas subvenciones»- y discutió «planes para organizar protestas» contra las leyes de creación de empleo y de umbral presidencial «a finales de julio o principios de agosto.»
Las protestas tuvieron lugar el 9 de agosto ante el Tribunal Constitucional y el Palacio de Estado de Yakarta. La cobertura de los acontecimientos por parte de los medios de comunicación locales quedó debidamente recogida en un informe del IRI, en el que también se señalaba que el Instituto «proporcionó una tercera subvención» de 1.000.000 de rupias a la presidencia ejecutiva del partido laborista Pandeglang para este esfuerzo. Al parecer, «agradecieron el apoyo del IRI a sus actividades». El informe añadía: «Las protestas se desarrollaron bien y [concluyeron] con éxito».
Una semana después, el personal del Instituto volvió a prestar «apoyo» a la sección de Pandeglang del Partido Laborista para protestar «con éxito» contra las dos leyes. El presidente ejecutivo recibió otra subvención personal de 5.000.000 rupias «por este hito conseguido». Aunque esto equivale a 330 dólares, difícilmente puede considerarse una suma insustancial en términos locales, dado que el 50% de la población de Indonesia gana menos de 800 dólares mensuales.
Otros informes indican que varias organizaciones e individuos indonesios reciben pagos directos del IRI por alcanzar «hitos» específicos, Perludem entre ellos. En una perversa ironía, la edición de febrero de 2021 de la revista de la organización incluía ensayos sobre temas como «la financiación política y su impacto en la calidad de la democracia»; «la urgencia de prevenir la recaudación ilícita de fondos de los partidos políticos»; «un campo de juego desproporcionadamente desigual: retos y perspectivas de la ley de financiación de campañas»; y «responsabilidad y transparencia de la financiación de los partidos políticos» en toda Asia-Pacífico.
Dieciocho meses después, Perludem lanzó una aplicación que ayudaba a los indonesios a «entender cómo se trazan los límites electorales» y permitía a los usuarios «crear sus propias versiones de delimitación o trazado/redibujado de distritos electorales según considerasen apropiado según las normas y principios universales». No se dijo quién o qué financió esta empresa sediciosa.
Presupuestos ajustados

Uno sólo puede imaginar el justo furor que estallaría si los documentos revelaran que agentes gubernamentales chinos o rusos, incluido el personal de las embajadas, estaban preparando en secreto a políticos y actores de la sociedad civil en países extranjeros, al tiempo que alentaban y financiaban encubiertamente el activismo de partidos de la oposición y sindicatos, contraviniendo consciente y deliberadamente las «normativas» nacionales. Sin embargo, esta actividad es habitual en las misiones diplomáticas de Estados Unidos en todo el mundo y, por supuesto, en la NED.
También vale la pena señalar que el desembolso de la Fundación en Indonesia es relativamente modesto. En un informe semanal se menciona incluso que los presupuestos «para los tres proyectos del IRI» en el país «son ajustados en un futuro previsible». Aparte de la operación de formación de líderes de partidos indonesios del Instituto, la naturaleza de las otras dos empresas no está clara en los documentos filtrados. Pero, según las cifras publicadas en el sitio web de la NED, la organización gasta menos de 2 millones de dólares anuales en Yakarta.
Por lo general, las sumas son muy superiores. Por ejemplo, durante los 12 meses previos a la Revolución Maidan de 2014 en Ucrania, la NED inyectó alrededor de 20 millones de dólares en el país. Aun así, los periodistas, políticos y expertos occidentales rechazaron enérgicamente cualquier sugerencia de que la revuelta insurreccional fuera otra cosa que una expresión de la voluntad popular, resultado del creciente anhelo de liberalismo y democracia por parte de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Y así lo han hecho desde entonces.
Y ello a pesar de que las encuestas actuales nunca han mostrado un apoyo mayoritario de los ucranianos al Maidán o a la pertenencia a la UE y la OTAN; de que el presidente Víktor Yanukóvich siguió siendo el político más popular del país hasta su último día en el cargo; de que todos los protagonistas de las protestas, incluido el individuo que las inició, recibieron financiación de la NED o la USAID; de que los líderes de las organizaciones financiadas por Estados Unidos en el país declararon abiertamente su deseo de derrocar al gobierno en los años anteriores; y de que las manifestaciones del Maidán estaban plagadas de nacionalistas acérrimos.
Todavía se podría argumentar que muchos manifestantes de Maidan estaban animados por quejas legítimas. Sin embargo, la filtración plantea serias dudas sobre la «agencia» de cualquiera que reciba directa o indirectamente fondos de la NED. Los documentos demuestran ampliamente que las personas y organizaciones sobre el terreno en cualquier lugar pueden ser incitadas al activismo a instancias expresas de la Embajada de EE.UU. local o de la sección de la Fundación en cualquier momento, a cambio incluso de una pequeña «subvención».
Es totalmente inconcebible que los grupos sindicales indonesios hubieran protestado de otro modo contra la ley de creación de empleo de Widodo o contra las restricciones sobre el número de candidatos presidenciales que pueden presentarse si no fuera porque la primera perjudica potencialmente a los inversores e intereses financieros occidentales en Yakarta y la segunda limita la elección de títeres de Washington en el país. Cuántos otros agitadores antigubernamentales de todo el mundo, ya sean manifestantes, sindicalistas, periodistas u otros, están actuando de forma similar para «alcanzar hitos» acordados en secreto con la NED es algo que nadie sabe.
Desde la perspectiva de Washington, no se puede subestimar la importancia de garantizar la instalación de un gobierno dócil en Indonesia. Con los jefes militares estadounidenses discutiendo abiertamente la guerra con China en un futuro muy próximo, la región debe estar poblada de Estados clientes que puedan ayudar e instigar ese esfuerzo de amenaza mundial. No cabe duda de que se están llevando a cabo iniciativas similares en toda la región Asia-Pacífico. Por ello, nunca ha sido tan importante que las actividades de la NED se examinen en todas partes, si no se prohíben directamente.
Kit Klarenberg es un periodista de investigación y colaborador de MintPress News que explora el papel de los servicios de inteligencia en la configuración de la política y las percepciones. Su trabajo ha aparecido anteriormente en The Cradle, Declassified U.K. y Grayzone. Sígalo en Twitter @KitKlarenberg.

5. ¿Acercamiento Rusia-EEUU?

Bhadrakumar se plantea hoy que quizá estén empezando a darse acercamientos entre Rusia y EEUU, a partir de algunos datos indirectos, como la reciente reunión de los ministros de exteriores de India y Rusia o la visita de Blinken a Ucrania.

Ice cracking sounds on frozen lake of US-Russia relations – Indian Punchline

Posted on septiembre 8, 2023 by M. K. BHADRAKUMAR
Sonidos de hielo resquebrajándose en el lago helado de las relaciones entre EEUU y Rusia
Cualquier observador veterano de la política rusa sabría que el estado de la cuestión en el tango ruso-estadounidense se evalúa mejor a partir de subtramas, a menudo oscuras y desapercibidas, lejos de su anfiteatro donde los gladiadores cruzan espadas. Por lo tanto, hay que explorar dos callejones de la crisis ucraniana.
Uno es la reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo indio, S. Jaishankar, en Yakarta, al margen de la Cumbre de Asia Oriental, y el otro la llegada no anunciada a Kiev del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.  Ambos acontecimientos se produjeron el miércoles. El tráfico de cifrado entre Yakarta, Kiev, Moscú y Washington habría sido bastante intenso durante las últimas 48 horas.
La lectura rusa sobre la reunión de Lavrov con Jaishankar decía que los dos ministros «intercambiaron puntos de vista sobre las cuestiones más apremiantes de las relaciones bilaterales y los asuntos internacionales… Se hizo hincapié en el deseo mutuo de aumentar la coordinación en los formatos multilaterales, principalmente en la ONU, así como en el seno de la OCS, los BRICS y el G20».
Evidentemente, lo que justificó la reunión fue el febril intento indio de elaborar una formulación sobre Ucrania para la Declaración del G20 que permitiera al gobierno de Modi atribuirse un triunfo diplomático.
La semana pasada, Lavrov advirtió de que «no habrá declaración general [del G20] en nombre de todos los miembros si no se refleja nuestra posición». Pero Jaishankar sabría que un axioma de la diplomacia rusa es: «Nunca digas nunca».
Parece poco probable que Moscú se interponga en el camino de Modi hacia un trofeo cuando el G20 concluya el domingo. También para el Presidente Biden, un Modi exitoso se convierte en un socio más eficaz en el Indo-Pacífico.
De hecho, el anuncio de la Casa Blanca destacaba que «Durante su estancia en Nueva Delhi, el presidente Biden también elogiará el liderazgo del primer ministro Modi en el G20 y reafirmará el compromiso de Estados Unidos con el G20 como principal foro de cooperación económica, incluso acogiéndolo en 2026».
Es posible que aún se negocie alguna fórmula de compromiso sobre Ucrania. De ser así, sus parámetros serán un indicador de hasta qué punto Moscú y Washington están dispuestos a tender puentes entre sus respectivos intereses y expectativas.
Mientras tanto, el 6 de septiembre, Blinken se embarcó en una visita bastante atípica a Kiev. No había fuego en su vientre. Por una vez, no amenazó a Rusia ni ridiculizó a Putin desde suelo ucraniano. Tampoco mostró mucho entusiasmo por la contraofensiva de Kiev.
Más bien se centró en el horrible rastro de la guerra que causó sufrimiento humano, la recuperación de Ucrania tras el conflicto como democracia y la reconstrucción de su economía. Blinken dijo en repetidas ocasiones que realizaba la visita siguiendo instrucciones de Biden. En presencia del Presidente Zelensky, Blinken declaró:
«En Estados Unidos estamos decididos a seguir caminando codo con codo con ustedes. Y el Presidente Biden me pidió que viniera, para reafirmar firmemente nuestro apoyo, para asegurarnos de que estamos maximizando los esfuerzos que estamos haciendo y que otros países están haciendo para el reto inmediato de la contraofensiva, así como los esfuerzos a más largo plazo para ayudar a Ucrania a construir una fuerza para el futuro que pueda disuadir y defender contra cualquier agresión futura, pero también para trabajar con ustedes y apoyarles mientras se dedican a la labor crítica de fortalecer su democracia, reconstruir su economía».
Palabras conmovedoras, pero no se habló jactanciosamente de liberar Crimea, llevar la lucha al campo ruso u obligar a Rusia a desalojar los territorios anexionados y negociar con Rusia sólo desde una posición de fuerza. En la rueda de prensa conjunta de Blinken y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, este último afirmó que habían mantenido un debate «sustancial» sobre el suministro de cohetes de largo alcance ATACMS a Kiev. Pero Blinken eludió el tema.
Lo más insólito de la visita de Blinken fue que se prolongó durante un segundo día. Debe de ser la primera vez que Blinken pasa una noche en Ucrania. Blinken tenía una agenda bastante apretada el primer día para reunirse con Kuleba, Zelensky y el Primer Ministro Denis Shmigal, pero el itinerario del segundo día [7 de septiembre], quedó abierto. Obviamente, vino a Kiev para mantener conversaciones serias.
Es posible que Biden esté interesado en iniciar conversaciones de paz entre Moscú y Kiev ahora que la contraofensiva ucraniana no ha alcanzado sus objetivos político-militares, y hay señales preocupantes de que en Estados Unidos y Europa está disminuyendo el apoyo a la guerra por poderes, mientras que una ofensiva rusa podría asestar un golpe de gracia al ejército ucraniano. Las estimaciones tanto rusas como occidentales hablan de cerca de 65-70.000 soldados ucranianos muertos sólo en estos últimos 3 meses desde que comenzó la «contraofensiva» de Kiev.

Mientras tanto, en una interesante coincidencia, el 6 de septiembre, la Rada Suprema del Parlamento ucraniano aprobó el nombramiento de Rustem Umerov como nuevo ministro de Defensa en sustitución de Alexei Reznikov. Tártaro de Crimea nacido en Uzbekistán (URSS), Umerov carece de antecedentes militares. Pero goza de la confianza de Zelensky y es aceptable para los estadounidenses.
Lo que distingue a Umerov es que fue un negociador clave en las conversaciones de paz con Rusia en Estambul el año pasado en marzo, que realmente dieron lugar a un documento acordado (del que Zelensky se retractó posteriormente bajo la presión anglo-estadounidense.) Una vez más, fue fundamental en la negociación de la Iniciativa de Granos del Mar Negro (el llamado acuerdo de granos entre Ucrania y Rusia), que entró en funcionamiento en julio del año pasado en Estambul. Son pajas en el viento que hay que tener debidamente en cuenta.
El 7 de septiembre, un día después del nombramiento de Umerov, el Ministerio de Defensa turco anunció en Ankara: «Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de los acontecimientos entre Rusia y Ucrania, que amenazan seriamente la seguridad de nuestra región y del mundo entero. Confirmamos nuestra disposición a desempeñar un papel activo y de ayuda para garantizar un alto el fuego y una paz estable, así como a prestar un apoyo integral para aliviar la crisis humanitaria.» Una vez más, hay que señalar cuidadosamente que el ministro turco de Defensa, Yasar Guler, acababa de regresar de Rusia como miembro de la delegación que acompañó al presidente Recep Erdogan a Sochi el lunes.
Otra coincidencia más: el 7 de septiembre, el gobernador en funciones de la región de Zaporozhye, Yevgeny Balitsky (nombrado por el Kremlin), declaró de improviso a TASS que Rusia y Ucrania necesitan una plataforma neutral en la que los dos países puedan negociar soluciones pragmáticas a los problemas mutuos, incluido el intercambio de prisioneros, que funcionaría incluso mientras continúa la operación militar especial. Balitsky respondía así a una pregunta de TASS sobre la posibilidad actual de conversaciones entre Rusia y Ucrania. Continuó afirmando que:
«Debería haber una plataforma de negociación en algún lugar: a nivel de ministerios de Asuntos Exteriores, a nivel de otros países mediadores. Se necesitan personas que, por desgracia, estén desvinculadas de la situación. Son capaces de abordar la cuestión de forma objetiva y pragmática, pero debería haber una mesa en algún lugar donde interactuaran representantes autorizados. Esto permitiría resolver las cuestiones del canje [de prisioneros de guerra] o, por ejemplo, la cuestión de una moratoria sobre el bombardeo de centrales nucleares. Esto beneficiará a todos, incluso en tiempos de guerra, por muy cínico que suene.
«En cualquier caso, debería haber algún tipo de plataforma. Podría ser el inicio de conversaciones más amplias. Y algo podría crecer a partir de esto como resultado. Y, tal vez, podríamos resolver la tarea planteada por el presidente de forma pacífica».
No nos equivoquemos, Balitsky es un experimentado político de Melitopol que procede de una familia de militares que sirvió en el ejército soviético y ha ocupado dos escaños en el Parlamento ucraniano desde que entró en política en 2004. Sin duda, habló siguiendo instrucciones del Kremlin.
Por cierto, Putin se había reunido con Balitsky en el Kremlin hace dos semanas. Las declaraciones de Balitsky fueron cuidadosamente programadas, y Blinken y sus anfitriones ucranianos no habrían pasado por alto el mensaje que transmitió: que Moscú está abierto a las negociaciones.
Aunque se oigan crujidos en el lago helado de las relaciones ruso-estadounidenses, lo que da mayor realce al panorama es que tanto Biden como Lavrov llegan hoy a Delhi para asistir a la cumbre del G20 hasta el domingo.

6. La impotencia de la vía nacionalista al socialismo.

No sé si conocéis a los chicos de Horitzó Socialista. Son una escisión de Arran que forman parte del denominado Movimiento Socialista junto a gente como Mugimendu Sozialista -enfrentado en el País Vasco al independentismo- o la gente de Encuentro por el Proceso Socialista. En Cataluña hicieron hace poco un encuentro denominado Gènesi. Me parece interesante que hagan reflexiones de este tipo: https://www.horitzosocialista.

De la impotència del nacionalisme revolucionari

08/09/2023 Lluc Soler

La qüestió nacional a l’Estat espanyol ha estat sense dubte protagonista en el cicle polític anterior, especialment a Catalunya, on es produeix un moviment massiu que té els seus moments més àlgids en el referèndum de l’1 d’octubre i la vaga general del 3 d’octubre de 2017, o les protestes contra les sentències a l’octubre del 2019. Es tracta, per tant, d’un dels conflictes fonamentals per a comprendre l’escenari polític actual per qualsevol projecte que vulgui transformar la realitat.

La derrota del moviment independentista l’any 2017 i el seu reflux posterior ha sigut la via per la qual s’ha manifestat principalment la impotència del projecte de les classes mitjanes a Catalunya. De la mateixa manera que en altres contextos, aquesta descomposició ha pres camins molt diversos, tant com els actors polítics i les faccions que composaven el bloc heterogeni de l’independentisme. No obstant, en aquest article ens centrarem en una de les famílies polítiques de l’independentisme en concret, del trencament amb la qual sorgeix (en part) el Moviment Socialista, aquesta és la del nacionalisme revolucionari. Dins d’aquest sector englobem aquells projectes polítics que consideren que la manera d’assolir el socialisme en el nostre context és dur a terme la independència: bé perquè aquesta és un pas previ necessari, bé perquè plantegen el procés independentista com a procés revolucionari.

D’entrada hem de fer una sèrie d’aclariments:

  1. a) com a comunistes no podem negar l’existència d’un conflicte nacional a l’Estat espanyol. La conformació del marc d’acumulació capitalista espanyol s’ha duit a terme mitjançant un procés d’homogeneïtzació cultural i nacional amb més o menys èxit als diferents territoris on s’ha desenvolupat. Aquesta necessitat del capitalisme ha comportat el sorgiment d’una ideologia nacionalista, l’espanyolisme, que justifica i legitima l’explotació capitalista dins de les fronteres de l’Estat i que ha utilitzat històricament la violència contra el proletariat en general i contra tot aquell qui no s’ha assimilat nacionalment.
  2. b) la dinàmica de lluita de classes ha produït al llarg de la història resistències i conflictes arran d’aquest procés de nacionalització espanyola. La manera en què s’han manifestat ha estat diversa i generalment no s’ha impugnat la integritat de la nació espanyola en la seva totalitat, tret dels casos català i basc. A la resta de territoris, tot i plantejar maneres diferents d’omplir de contingut les seves identitats col·lectives, aquestes sovint no han estat del tot incompatibles amb el marc estatal.
  3. c) aquest caràcter conflictiu del fet nacional, que és tan real com altres conflictes que genera el capitalisme, es mostra amb l’existència de diverses identitats col·lectives i adscripcions nacionals al nostre territori, on conflueixen, entre d’altres, la mallorquina, la valenciana, la catalana o l’espanyola. Unes subjectivitats immediates que nosaltres com a comunistes no venim a reforçar o a negar de forma indeterminada, sinó partir d’aquestes per avançar en el desenvolupament de l’estratègia més general. Per això, serà la nostra tasca interpel·lar al proletariat independentment de la seva adscripció nacional, que de fet és cada vegada més diversa i contradictòria; fer que aquesta diversitat no sigui un impediment, sense obviar les diferents relacions de poder entre identitats, serà clau per a què el comunisme torni a esdevenir un moviment de masses.

En aquest article, però, començarem per desenvolupar una crítica més general al nacionalisme revolucionari com a via al socialisme, sigui quina sigui la nació concreta que reclama, i farem una defensa de la necessitat de recuperar la dimensió internacional del projecte comunista.

De la impotència de la via nacionalista al socialisme

La crítica als projectes del nacionalisme revolucionari no la fem des d’una posició moral, sinó que intentem apuntar quines limitacions concretes tenen i perquè parteixen de premisses incompatibles amb el projecte comunista. Per tant, analitzar els límits d’estratègies que són fonamentals per a comprendre bona part de la cultura política del cicle anterior, ens permet veure alhora quin és el camí més adequat per actualitzar l’aposta socialista avui.

En properes ocasions, caldrà desenvolupar més extensament la crítica al projecte de construcció nacional dels Països Catalans, no obstant, en aquest text analitzarem els perills i limitacions de qualsevol aposta que tracti d’assolir el socialisme a través de premisses nacionalistes. Així doncs, tractarem aquelles incongruències presents tant en projectes que proposen la independència d’una nació amb altes quotes de consciència de la seva opressió, com en altres projectes que proposen una unificació nacional de territoris que, a priori, no s’entenen com a una unitat actualment.

En ambdues casuístiques l’objectiu estratègic principal seria apropiar-se de la sobirania a través de la creació d’un nou marc estatal, que tindrà un caràcter popular perquè només les classes populars seran capaces de dur a terme la lluita social i nacional necessària per tal de trencar els marcs institucionals de la burgesia en el territori en qüestió. Aquí, com hem apuntat abans, sorgiria una bifurcació entre un sector dretà i un esquerranós: o bé la lluita per la independència de la nació és un pas previ a través del qual preparar la revolució socialista, o bé el mateix procés d’independència seria, en realitat, la forma que adoptaria la revolució socialista. En el primer cas, s’està apostant directament per la generació d’un nou estat burgés a través d’una aliança amb la burgesia nacionalista. En el segon per la il·lusòria i impossible estratègia d’una revolució socialista aïllada nacionalment (que per la seva pròpia inviabilitat sempre acabarà diluint-se en la primera de les estratègies, la del front nacional interclassista). En qualsevol cas, la revolució i la construcció del socialisme tindrien unes fronteres nacionals.

Si haguéssim de treure una sola lliçó del cicle revolucionari que es produí a principis del segle XX, aquesta seria la impossibilitat de la revolució a escala nacional. La reclusió en les fronteres nacionals i la hipòtesi del socialisme en un sol país van ensorrar l’avenç de les forces comunistes, aïllant aquestes i ofegant el seu dinamisme. La història ens ha demostrat que una revolució tancada a unes fronteres nacionals acaba reproduint les lògiques del capital, fins i tot en estats suposadament controlats pel proletariat organitzat. Quan s’afirma que la reproducció del capital té escala internacional no estem apuntat un fet accidental en el capitalisme, sinó la seva pròpia essència, allò que ens obliga inevitablement a una estratègia igualment internacional, que no exclou que en el desenvolupament real del procés revolucionari es donin asimetries entre territoris. Aquesta limitació estratègica dels nacionalismes revolucionaris és la que els fa desplegar de manera conscient o inconscient una concepció de l’Estat pràcticament idèntica a la de la socialdemocràcia, en què aquest seria una eina que la classe treballadora podria utilitzar per embridar el capital i eliminar-lo progressivament (o almenys limitar les seves pitjors conseqüències). Per tant, el que s’acaba fent és naturalitzar la forma de l’Estat capitalista, considerant que la presa del poder serà la conquesta de les seves institucions avui realment existents, o una versió roja d’aquestes. En comptes de concebre l’Estat burgès com un moment de l’acumulació capitalista, l’entenen com l’expressió d’una correlació de forces canviant que, depenent de qui governi, podria beneficiar tant als capitalistes com al proletariat.

No obstant, a aquestes incongruències estratègiques i ideològiques caldria afegir-hi una mala lectura de la conjuntura actual. Les formes d’entendre el context concret són la millor prova de la composició real, de les intencions i dels interessos d’un moviment. Més que els principis fundacionals o els estatuts, el que fa transparent una organització és la seva mirada sobre la realitat, i les conseqüències estratègiques i tàctiques que se’n deriven. Per analitzar aquesta lectura de conjuntura errònia, per tant, us proposem que ens fixem en els nacionalismes revolucionaris realment existents, és a dir, no en allò que diuen voler fer sinó en allò que han fet els últims anys. Les esquerres d’alliberament nacional dins de l’Estat espanyol, tot i que algunes han tingut un fort moviment juvenil i de carrer, amb un elevat component de combativitat, han acabat a la pràctica hipotecant tota la seva força a les apostes institucionals. Aquesta situació no ha estat ni una errada, ni una traïció dels dirigents, sinó una imposició pràctica que es deriva de les seves estratègies. Com dèiem abans, davant de la manca d’efectivitat de les seves apostes estratègiques, aquests moviments s’han vist replegats a conformar aliances amb els sectors més possibilistes, representants de la petita burgesia nacionalista. Aquest replegament ha estat assumit més o menys orgullosament sota l’escut de la realpolitik, acusant els crítics de maximalistes.

Si analitzem els últims anys, veiem com sota l’hegemonia interna dels paraigües electorals, l’Esquerra Independentista i l’Esquerra Abertzale han dut a terme un tipus de política diferent en la forma nacional, però en els resultats pràctics molt similar a la de l’esquerra socialdemòcrata espanyola. Aquestes polítiques ja ni tan sols plantegen la concepció estatista i socialdemòcrata clàssica del socialisme, sinó que es veuen limitades, donada la correlació de forces actual, a meres intencions redistributives i a protegir els seus resultats electorals. La impossibilitat de noves conquestes socials que prometia la socialdemocràcia clàssica ara és substituïda per una tèbia gestió de la misèria, quan no per una assumpció directa del paper repressiu de l’Estat envers el proletariat: des d’abraçades a capitans del Procés fins a més pressupost per a policies locals, entre d’altres fets que segurament ni els responsables dels quals pensaven que acabarien assumint.

El que hi ha darrere d’aquesta deriva dels nacionalismes revolucionaris és, en realitat, una errada d’anàlisi: pensar que encara es donen les condicions per disputar part de la sobirania dins de l’Estat, encara que hipotèticament es digui que és per generar processos d’acumulació de forces canviants que mai es concreten. No obstant, la realitat és que a dia d’avui ens trobem amb un escurçament de les possibilitats de la política des de l’Estat (en relació a la crisi de generació del valor i per tant, la reducció de la capacitat de redistribuir-lo), i tot intent d’utilització suposadament tàctica o instrumental de les seves institucions, que no centri el seu desplegament en la construcció de la independència política respecte aquest i el capital, està condemnat a ser-ne el seu hostatge. Aquesta situació, que porta a la reestructuració del poder a l’interior de la classe capitalista en les diferents formacions estatals, comporta colpejar i destruir la força aconseguida per les lluites passades i una pèrdua de centralitat de la sobirania nacional/estatal.

Els partidaris de la via nacionalista al socialisme (així com la nova socialdemocràcia radical), a vegades en un exercici de pensament màgic, el que plantegen és un intent fracassat d’anar enrere en la història, de revertir la globalització econòmica a un Estat aïllat sense tenir en compte els patrons globals de l’acumulació capitalista. Tot i que influïts pels processos d’alliberament nacional del segle passat, el que fan en realitat és oferir una reedició (amb poques perspectives d’èxit) de l’Estat de Benestar o, en el «millor» dels casos, del socialisme estatista derrotat en el cicle històric anterior. Tot això, com dèiem, basat en la incomprensió dels límits conjunturals actuals, pels que retallades, polítiques socials insuficients, accentuació de les desigualtats o reforçament autoritari, no responen a la voluntat d’una classe política (tot i que, majoritàriament, executi amb il·lusió totes les mesures que mantenen la subjugació del proletariat), sinó a la necessitat de mantenir i reproduir la relació social capitalista.

En síntesi, si analitzem el cicle polític anterior, veiem que el Procés independentista ha estat l’expressió política, conseqüència de la crisi del 2008, de la classe mitjana que pretén dotar-se d’eines per a salvaguardar els seus interessos i per a obtenir una porció major del guany capitalista, plantejant que disposar d’un Estat propi li permetria sobreposar-se a una competència desfavorable, a més de la constatació de la incapacitat de les estratègies nacionalistes tant d’acabar amb l’opressió nacional com de generar processos de transformació social. A partir d’això, cal que ens interroguem per on passa l’actualització del socialisme avui i quines eines permeten abordar el fet nacional.

Estratègia socialista, internacionalisme i resolució de la qüestió nacional

A la incapacitat del nacionalisme revolucionari cal oposar-li l’organització independent del proletariat i l’afirmació que l’estratègia socialista passa necessàriament per l’escala internacional. L’internacionalisme socialista no és una suma folklòrica de nacionalismes progressistes ni gestos de solidaritat en dies puntuals, ni tampoc és una campanya comunicativa conjunta de nacions sense Estat. L’internacionalisme que defensem parteix de la universalitat de condicions del proletariat arreu del món i de la comprensió del caràcter ideològic del nacionalisme per a la seva superació pràctica, i per tant, implica l’organització d’un Partit Comunista de masses a escala internacional. Restringir-nos, per principi, organitzativament o estratègicament als límits d’una sola nació o Estat ens imposa la derrota des del començament.

L’experiència històrica ens demostra que l’abolició del capital només pot donar-se per mitjà d’una ofensiva a nivell internacional. Ens cal aprendre dels errors dels que abans de nosaltres ho han intentat al segle XX i XXI, i s’han trobat els límits implacables propis d’un ordre global en què les cadenes transnacionals de producció, la logística o les finances són ja indissociables. La tasca serà, per tant, la de capacitar-se per operar en totes les instàncies territorials, per discernir i apostar per les mediacions necessàries entre l’avui i el socialisme a escala internacional. Davant del desplaçament al pla supranacional del poder de la burgesia, serà necessari organitzar-se a la mateixa escala que aquesta.

Ara bé, la necessitat d’organització internacional no ha de ser una excusa per a la positivització del marc nacional espanyol burgès, ni tampoc vol dir obviar l’opressió nacional: els que menyspreen les reivindicacions nacionals i lingüístiques catalanes o d’altres nacions, acaben alineant-se amb l’espanyolisme i la seva formació estatal específica i, per tant, reforçant el poder de la burgesia. Independència política és també combatre aquestes expressions reaccionàries que impedeixen la unió del proletariat, dividint-lo per la seva adscripció nacional, impossibilitant així que els treballadors de la nació oprimida puguin desenvolupar-se lliurement i assumint el programa ideològic de la burgesia espanyola. A les seves divisions, nosaltres hi haurem d’oposar la unitat de la classe, que no podrà passar per alt la seva especificitat o les dinàmiques de competència interna que hi operen: la unitat només pot construir-se en el reconeixement de les divisions i la diversitat. En relació a això, el dret a l’autodeterminació és presenta com una eina fonamental per a garantir les condicions de possibilitat d’una acció unitària del proletariat internacional.

No es tracta, per tant, de reivindicar el dret a l’autodeterminació des d’una posició ambigua i abstracta, que deixaria la porta oberta a estratègies interclassistes inviables avui en dia, sinó de fer-ho coherentment amb l’estratègia socialista. És a dir, sense prendre la nació com a subjecte de dret amb agència pròpia, sinó com un corol·lari més de la premissa bàsica del programa comunista: el total alliberament de la humanitat a través de la revolució proletària. Així doncs, entenem el dret a l’autodeterminació com quelcom indispensable per a la unitat de classe, però només realitzable des del desplegament d’aquesta i que s’exercirà travessat per processos d’organització internacional.

En el context actual, només a través de la construcció d’un poder independent com a classe podrem garantir el manteniment de la riquesa cultural i lingüística i sostreure les nostres cultures i llengües de la roda de la valorització del capital i de la negació dels estats-nació burgesos. És a dir, és el desenvolupament del socialisme la condició necessària per a acabar amb totes les opressions, ja que el creixement del nostre poder, l’avenç del Procés Socialista, haurà d’implicar la destrucció de les condicions de reproducció del capital entre les quals hi trobem l’opressió nacional. La nostra tasca no ha de ser defensar les expressions culturals únicament des de la seva conservació, sinó vincular la defensa de la llengua i de la cultura a un projecte revolucionari capaç de superar la relació social capitalista com a totalitat.

Amb aquest breu text hem pretès donar unes primeres pinzellades sobre la comprensió de la qüestió nacional des d’una perspectiva socialista. Ara, aquesta base ideològica i d’anàlisi no és una fórmula màgica que prescrigui una manera determinada d’aplicar la tàctica. Serà en cada conjuntura particular que el Moviment Socialista haurà d’avaluar quina és l’actitud i la pràctica a desplegar per tal de garantir el desenvolupament de l’organització independent del proletariat, sense caure en assumpcions acrítiques d’estratègies alienes, però tampoc donant l’esquena als conflictes oberts en el territori on operem, partint de la premissa que la qüestió nacional només pot resoldre’s mitjançant l’associació internacional del proletariat, no subsumint-se en organitzacions interclassistes nacionals.

Observación de José Luis Martín Ramos:
Es una manifestación más de la crisis interna de la CUP y de la evidencia del espejismo, la falacia, del «nacionalismo revolucionario»; pero su respuesta está muy verde, dominada por un internacionalismo abstracto, genérico y por la elusión de una cuestión que tendría que ser clave en su autocrítica de Arran: ¿a que clase se refiere cuando habla de la unidad de clase?

Comentarios de Joaquín Miras:
I. No entro ahora en el análisis que hacen de la realidad social catalana, de eso de los Països Catalans, o sobre su historización empírica -no historizacion empirica- de esa parte de la corona de Aragón denominada Cataluña. Solo me interesa señalar que eso, esa intepretacion de lo que es la ESTRATEGIA, es la que nos ha destruido. Se da por hecho que hay un escenario fijo que permite ejecutar acciones que acumularán fuerzas y que será fijo durante decenios, de forma que ahora, la clase, luego, la lucha en el interior del Estado, luego… un «cronograma» para 30 o 40 años, la globalización como inmarecesible… etc. y pongo esta palabra de la globalizacion a título de ejemplo porque si la mitad de las cosas que cuentan los colapsistas son reales, no sé que globo, ni que nada va a haber en 30 años….por ejemplo, aparte de lo del «programa comunista»?: «Los comunistas no teenmos programas ni proyectos que…» (capítulo 2 del Manifiesto)

II. Ese es uno de los varios pasos «imposibles» de deglutir por parte de los analistas. Porque, por el contrario, y sin necesidad de mucha empiria histórica, tendrían que reconocer que el nacionalismo -revolucionario y no revolucionario- asciende como alternativa, precisamente cuando es derrotado y se disgrega la única unidad -organizada, no cuerpo místico- de clase que ha habido en España, la que se organiza en torno a la política de reconciliación nacional del PCE. Bajan comunistas, suben nacionalistas; desaparecen obreros del panorama politico, aparecen las clases medias nacionalistas.

7. Candidatos socialistas a las elecciones estadounidenses

La gente del Party for Socialism and Liberation se presentan a la próxima campaña electoral presidencial en los EEUU con estas dos candidatas: Claudia de la Cruz para presidenta y Karina García para vicepresidenta. Uno de los que las anima es Vijay Prashad. https://twitter.com/

8. La función de las ONG en África.

La gente de ROAPE han publicado recientemente esta reseña de un libro sobre un tema muy importante para el desarrollo de alternativas revolucionarias en África.

Breaking the silence on NGOs in Africa – a review (en inglés)
7 de septiembre de 2023
En Rompiendo el silencio de las ONG en África, miembros de la Red de Intelectuales Orgánicos de Kenia exploran el papel que el discurso y la participación de las ONG han tenido en las luchas contemporáneas por el cambio radical. Zachary Patterson escribe que este oportuno libro ofrece una visión de cómo las ONG desempeñan un papel fundamental a la hora de sofocar el desarrollo y la independencia de los movimientos radicales africanos. Los activistas deben proceder con cautela para evitar el riesgo de caer en la trampa del discurso occidental sobre los derechos y la dinámica liberal de los movimientos.
Por Zachary J. Patterson
África ha experimentado una resurgente oleada de protestas populares en 2023, en las que los temas de la responsabilidad gubernamental, la desigualdad económica y la participación democrática han influido en el auge de las manifestaciones generalizadas. A lo largo y ancho del continente, las comunidades se están organizando contra el alto coste de la vida y el desempleo, las elecciones fraudulentas y la corrupción gubernamental, y el autoritarismo y la violencia policial, ganando impulso y atención internacional a través de la acción colectiva directa.
Miles de tunecinos marchan por las calles contra la toma del poder por el presidente Kais Saied y la creciente represión de las voces de la oposición en medio de una inflación creciente. En Senegal continúan las protestas contra la detención del líder de la oposición Ousmane Sonko, mientras jóvenes votantes que expresan su preocupación por la corrupción política, el deterioro de la democracia y las escasas oportunidades económicas chocan con las fuerzas de seguridad. Los líderes sindicales sudafricanos movilizan a los trabajadores de todo el país para exigir recortes en los tipos de interés, reformas en el sector de la electricidad y crecimiento del empleo, mientras el gobierno aprueba aumentos salariales para los cargos públicos y aumenta el malestar social debido a la incertidumbre económica y a las tácticas de mano dura de la policía. Las protestas antigubernamentales, impulsadas por el líder de la oposición Raila Odinga, contra la imposición de subidas de impuestos, el aumento vertiginoso del coste de la vida y los recientes fallos electorales en Kenia, son respondidas con gases lacrimógenos y munición real por una fuerza policial militarizada, dejando aproximadamente 75 muertos hasta finales de julio.
El capitalismo neoliberal, como vasto proceso de desregulación, liberalización y privatización que ha infectado el continente desde los años ochenta, reestructurando las dimensiones políticas, socioeconómicas, culturales y ecológicas e impidiendo la emancipación colonial y la autonomía nacional, está en crisis. Los africanos están aprovechando este momento histórico y se están levantando contra los gobiernos neocoloniales afines a la ideología neoliberal e impulsados por ella. Como se ha visto en los últimos meses, los ciudadanos que se movilizan por el cambio se enfrentan a una violenta represión policial respaldada por la intención de las élites gobernantes de mantener el poder. La Red de Intelectuales Orgánicos de Kenia, en su libro Breaking the Silence on NGOs in Africa (Romper el silencio sobre las ONG en África), aconseja a los organizadores que se plantean el apoyo internacional y la colaboración con ONG -en busca de visibilidad, legitimidad y seguridad- que actúen con cautela para evitar el riesgo de caer en la trampa del discurso occidental sobre los derechos, la retórica reformista y la dinámica de los movimientos liberales.
Desde su ascenso a la fama como agentes de prestación de servicios durante la década de 1990, las ONG han crecido exponencialmente en tamaño e influencia, forjando coaliciones con activistas de base para ofrecer soluciones a la creciente desigualdad, el autoritarismo dictatorial y otras consecuencias obstructivas del neoliberalismo. Sin embargo, a menudo lo que las ONG dicen querer abordar y combatir no mejora ni cambia, y sus esfuerzos y limitados éxitos se alejan de las aspiraciones y luchas de las comunidades de base. En Rompiendo el silencio de las ONG en África, los miembros de la Red de Intelectuales Orgánicos de Kenia exploran el papel que el discurso y la participación de las ONG han tenido en las luchas contemporáneas por un cambio radical. Considerando y reflexionando sobre el libro de Issa Shivji (2007) Silences in NGO Discourse: The Role and Future of NGOs in Africa, los autores presentan sus experiencias organizativas -historias de frustraciones y contradicciones- y el impacto que las ONG han tenido en los movimientos populares de todo el continente. Los autores ofrecen una cronología histórica de la resistencia en Kenia, Zimbabue y el resto de África, relacionándola con los factores subjetivos existentes en cada periodo. De este modo, se establece una relación entre los movimientos sociales y las ONG en nuestra época actual. Su oportuno y esencial libro ofrece una visión de cómo las ONG desempeñan un papel fundamental a la hora de sofocar el desarrollo y la independencia de los movimientos radicales africanos, proporcionando una contribución cautelar digna de consideración por parte de todos los implicados en la lucha por la liberación de la dominación neocolonial y las condiciones opresivas que experimenta el neoliberalismo.
Resistencia, justicia y liberación

La Red de Intelectuales Orgánicos de Kenia está formada por organizadores activos en la lucha por cultivar movimientos progresistas en Kenia y revitalizar un Movimiento Panafricanista revolucionario más amplio con una orientación socialista. Comprometidos con la política revolucionaria, los miembros de esta diversa Red están desafiando la dinámica y los impactos del neoliberalismo a través de sus afiliaciones con una variedad de iniciativas, incluyendo la Liga Socialista Revolucionaria, Kongamano la Mapinduzi, el Partido Comunista de Kenia, la Biblioteca Ukombozi, y centros de justicia social en Mathare y otros asentamientos informales de Nairobi. La Red de Intelectuales Orgánicos se formó en 2021 con el propósito de generar escritores y pensadores activos dentro del movimiento por la justicia social historizando la resistencia africana y la política progresista a través de la lectura colectiva, el diálogo compartido y la escritura reflexiva. El objetivo de la iniciativa es amplificar las voces de los activistas de base que están articulando los efectos del capitalismo en sus comunidades en Nairobi, tanto a través de sus palabras como de sus prácticas. A través de sus publicaciones, foros públicos y actividades comunitarias relacionadas, los compañeros revelan para sí mismos y para las masas una historia nacional y continental reprimida de alternativas radicales y progresistas al dominio del conocimiento neoliberal, las mentalidades y enfoques que han afectado enormemente a las ideas y acciones políticas de gran parte de África al enmascarar las crisis creadas por el capitalismo. Juntos, exploran conceptos teóricos junto con el momento histórico actual y aplican los conocimientos a las experiencias vividas, informando una ideología radical -crítica con la hegemonía de la clase dominante- y una política radical para el cambio revolucionario.
La Red utiliza el concepto de «intelectual orgánico» desarrollado por el marxista italiano Antonio Gramsci. Para Gramsci, un intelectual orgánico tiene una conexión directa con la estructura económica de su sociedad y con su propia clase. Al unificar diversos elementos ideológicos de los discursos de las voces marginadas para formar y articular una ideología común y orgánica -enraizada en la historia de la lucha de clases compartida-, crean un principio hegemónico que puede utilizarse para desafiar los aspectos culturales e ideológicos dominantes -la superestructura- del poder estatal y la clase dominante. El concepto de «ideología orgánica» es fundamental para entender la «filosofía de la praxis» de Gramsci: la aplicación del marxismo como una relación reflexiva e interdefinida entre teoría y práctica. Combinadas, la ideología y la praxis pueden utilizarse para entender la hegemonía como el material consumado de la política: cómo puede practicarse el poder social para confrontar o preservar las relaciones de clase. El mantenimiento de la hegemonía imperante y de las relaciones históricamente desequilibradas en el capitalismo global requiere tanto la fuerza coercitiva como la dominación de las ideas para el consentimiento de las masas, haciendo impensables e inviables las alternativas y neutralizando las formas de ser contrarias.
Como explica Brian Mathenge, «es de hecho el pensamiento de Antonio Gramsci, estrechamente integrado con las aportaciones de Walter Rodney, el que inspiró la formulación y adopción del establecimiento político y organizativo de la Red de Intelectuales Orgánicos» y su uso de la teoría en el análisis crítico del actual sistema hegemónico y la práctica reflexiva en la organización revolucionaria. Aplicando este entendimiento, la iniciativa utiliza «herramientas del materialismo histórico y dialéctico para analizar la sociedad y producir conocimiento enraizado en la lucha de la gente común» para lograr su misión de desafiar la hegemonía neoliberal -aboliendo la censura ideológica de la clase dominante- e inspirar el pensamiento y la acción revolucionarios.
La expansión de la Nueva Agenda Política -que hace hincapié discursivamente en la mitigación de la pobreza, la buena gobernanza y la ciudadanía democrática, y que fue promovida por los Estados donantes y las instituciones financieras occidentales tras el final de la Guerra Fría- dio paso a una mayor presencia y papel de las ONG en la prestación de servicios y las campañas de defensa de la creación de instituciones y los derechos humanos en Kenia. Como actor clave del «tercer sector», las ONG se explicaron, introdujeron y justificaron dentro del marco conceptual de la sociedad civil, un terreno disputado de relaciones burguesas y asociaciones individuales, en el que impregnan las ideologías dominantes, se mantiene el poder estatal y la hegemonía parece fija. Como explica Shivji (2007), «las ONG nacieron en el vientre del neoliberalismo y, a sabiendas o no, participan en el proyecto imperial» titulado globalización, renovando y reforzando el dominio occidental en África. Al igual que la empresa colonial utilizó a la iglesia y a los misioneros como agentes civilizadores -legitimando el papel de los colonialistas occidentales y condenando a los luchadores por la libertad-, las ONG han sido utilizadas en el proyecto de la globalización como soldados de infantería ideológicos que hablan el lenguaje de los derechos humanos seculares y apolíticos que influye en la aceptación de la ideología neoliberal, el ascenso de una clase capitalista y compradora, y la sumisión de las masas a la dominación imperial.

Haciéndose eco de las aportaciones de Glen Wright (2012), Maurice Amutabi (2006) y James Petras (1999), este libro sostiene que las ONG dominan gran parte de la definición y gestión del desarrollo en toda África en la actualidad -reflejando los intereses de sus financiadores occidentales-, lo que ha conducido al predominio inquebrantable del neoliberalismo.
Sin embargo, según Lewis Maghanga, a diferencia de la historia misionera colonial, sería un error presentar la relación entre las ONG occidentales y las agencias donantes como una especie de conspiración consciente. Más bien, como explica Maghanga la cooptación de las ONG en la causa neoliberal refleja una coincidencia de ideologías más que un plan intencionado… [donde] los defensores del neoliberalismo vieron en el desarrollo caritativo la posibilidad de imponer el injusto orden social que deseaban por medios consensuados más que coercitivos -una excelente fusión de intereses y oportunidad para enmascarar la intención y la naturaleza del sistema capitalista.
A partir de sus reflexiones sobre el texto de Shivji, los miembros de la Red coinciden en que el proyecto imperial no es sólo histórico, sino el presente vivido, en el que las ONG funcionan como proveedores de servicios a comunidades marginadas y oprimidas -existentes, atadas y limitadas por la recopilación de datos necesaria para los informes de impacto de la financiación de los donantes-, diagnosticando y abordando cuestiones apolíticas, en lugar de la ideología y el acuerdo político que sostienen la gran totalidad de la violencia experimentada bajo el capitalismo global.
ONG, síntomas y movimientos
Una contribución notable y significativa de la Red de Intelectuales Orgánicos es su preocupación y advertencia sobre la amenaza de la ONGización de las causas de justicia social y los movimientos por un cambio político radical en Kenia. A lo largo de sus contribuciones, los activistas-autores describen cómo han experimentado las contradicciones inherentes al discurso de las ONG y el papel económico, político e ideológico desempeñado por estas organizaciones para camuflar la ofensiva neoliberal como campañas a favor de los derechos humanos y las reformas políticas. El «apoyo a la construcción de movimientos» se ha convertido en otra palabra de moda en el discurso de las ONG y en una táctica engañosa ejecutada en todo el complejo industrial sin ánimo de lucro. Disfrazadas de «defensores apolíticos» en apoyo de las preocupaciones de los ciudadanos, las ONG se disputan qué movimientos «apoyar» y a cuáles asignar recursos, vinculando directamente las finanzas y los intereses occidentales con los esfuerzos de los movimientos, configurando así la naturaleza de la lucha y limitando la orientación, por lo demás radical, de la trayectoria de un movimiento.
A continuación, los intelectuales diagnostican varios síntomas clave de la ONGización de los movimientos keniatas. Contando la historia de Bunge La Mwananchi (El Parlamento de los Pueblos) a principios de los años 90, Kinuthia Ndungu explica cómo el movimiento se convirtió en una sombra de sí mismo cuando las ONG capitalizaron las condiciones materiales de los miembros pobres y los convirtieron en «armas de alquiler» movilizándolos para que se unieran a actividades y manifestaciones -cualquiera que fuera la causa- a cambio de reembolsos monetarios. Ésta es sólo una de las formas en que las ONG crean una cultura de dependencia dentro de un movimiento, dificultando a los líderes de base la organización de actividades sin una financiación y unos pagos adecuados a quienes apoyan una causa. La dependencia de los recursos de las ONG -en forma de tiempo del personal, material impreso, ordenadores, etc.- puede influir en la dependencia de los movimientos, que pueden llegar a depender de las ONG. – puede influir en la dependencia del movimiento, que puede sufrir graves tensiones cuando los fondos de los donantes se destinan a otras alianzas o causas. Además, los movimientos que aceptan los recursos y el apoyo de las ONG a menudo se vuelven más blandos en su crítica a la posición de las ONG, desestimando la relación histórica entre el imperialismo y las ONG.
A medida que la ONG se infiltra en un movimiento social como socio en una causa común, el movimiento se ve afectado por los síntomas de deshumanización y despolitización. Al dividir a los miembros de la comunidad en grupos para la recopilación de datos y el análisis estadístico, y al documentar las historias de experiencias vividas de sometimiento a la violencia sistémica y estructural que se manifiesta como pobreza extrema, asesinatos extrajudiciales y violencia de género, las ONG deshumanizan las luchas y despolitizan las condiciones, al tiempo que obtienen millones de dólares de informes y solicitudes de financiación. Al existir orgánicamente como una estructura revolucionaria informal, las ONG distorsionan y perturban la situación al convertir a los activistas en redactores de informes de impacto necesarios para obtener más financiación.

Bajo el neoliberalismo, los planes estratégicos, los proyectos y los programas de defensa de las ONG dirigidos a obtener productos y resultados financiados por donantes no han hecho más que despolitizar los problemas a los que se enfrentan las masas, «desplazando las ideologías de liberación nacional y emancipación social, y convirtiendo la confrontación en negociación». Otros compañeros de la colección editada destacan el impacto que las ONG tienen en las causas populares a través del síntoma de la profesionalización del activismo. Al apoyar a los movimientos en campañas de promoción y concienciación dirigidas a los funcionarios del gobierno, los medios de comunicación y otros actores de la sociedad civil, las ONG se presentan a menudo como portavoces de una causa, estableciendo una jerarquía fabricada de cara al exterior y socavando las voces y funciones internas. De este modo, las ONG aparecen como expertas custodias de una defensa modesta e impulsora de reformas, guiando a los movimientos de base hacia soluciones ajenas a ellas mismas. Los relatos y las reflexiones que se ofrecen en este libro muestran cómo las ONG pueden Astro-turbar los movimientos radicales africanos de resistencia y liberación convirtiéndose en representantes -seudolíderes- que defienden soluciones equivocadas a preocupaciones y demandas ilusorias de las bases.
Silencios, historias e ideologías
El examen y la interpretación que hace Issa Shivji de las ONG de la década de 2000 -ahistóricas en su carácter e introspección, y adversas hacia las comprensiones sociales y teóricas del desarrollo, la pobreza y la marginación- se ven confirmados por los relatos personales de la Red de Intelectuales Orgánicos de Kenia en la década de 2020. Shijvi presentó las ONG como asociaciones autopercibidas como no gubernamentales, apolíticas, no ideológicas y sin ánimo de lucro, formadas por individuos bienintencionados dedicados a hacer del mundo un lugar mejor para los pobres y los marginados. Las ONG están bien financiadas y estructuradas para ser eficientes, se hacen oír y escuchar, y proporcionan datos, análisis, recomendaciones y planes; sin embargo, operan sin una comprensión clara de su papel en las reformas neoliberales y el proyecto imperial, descuidando el momento histórico actual y descartando la ideología política necesaria para unificar la lucha por la liberación. El papel de las ONG en África es complejo y difícil de analizar y resumir. Requiere una comprensión clara de la historia y la política, de los hechos y la teoría, y de la autorreflexión y la crítica. Interpretar su papel y sus repercusiones es útil, pero malinterpretarlas -analítica y políticamente- podría resultar costoso para la realización de un cambio político radical. Se requiere una reflexión intelectual y personal profunda para comprender colectivamente la materia y la forma de las ONG. Este libro ofrece precisamente eso.
A lo largo del libro, 16 colaboradores aplican un análisis que pone de relieve el papel ideológico, económico y político de las ONG en la expansión y consolidación de la hegemonía neoliberal en toda África. La lucha por la ideología -relacionada de nuevo con Gramsci y su concepción de la «guerra de posiciones»- en los movimientos y en todo el disputado terreno de la sociedad civil keniana es un tema bien desarrollado a lo largo del texto. En el centro de su ideología común, la Red hace hincapié en la educación política y en la necesidad de que los cuadros compartan una base teórica que permita a los movimientos comprender la función histórica de las ONG y la naturaleza interconectada del sistema neoliberal que actúa en interés del imperialismo global. El libro de Shivji de 2007 desafía a la Red de Intelectuales Orgánicos a aprender de las luchas actuales «y a apropiarse creativamente de las ideas intelectuales sobre el papel de las ONG en su contexto político e histórico», informando una ideología orgánica y ofreciendo a estos intelectuales orgánicos una dirección clara como vanguardia para el movimiento revolucionario.
La comprensión de las ONG en África y el capitalismo es un ejercicio intelectual y una actividad política complicados, pero vitales, necesarios para informar sobre la coyuntura actual. Este libro aporta la claridad ideológica necesaria al dar sentido a las ONG en el contexto del neoliberalismo, el neocolonialismo y el imperialismo. Este libro es una valiosa contribución -un proyecto político radical- y debe ser aplaudido. Contextualiza con autenticidad -a través de la narrativa y la reflexión personales- otras contribuciones académicas y revisadas por pares sobre el papel de las ONG en el desarrollo, los derechos humanos, los movimientos sociales y la hegemonía neoliberal. Comprender la naturaleza, el papel y el impacto de las ONG en África y en los movimientos de base y las protestas es importante, pero los académicos y los activistas lo ignoran. Rara vez se estudia críticamente, se examina empíricamente o se publica sobre la relación entre las ONG y los movimientos sociales en los ámbitos académicos de la teoría de los movimientos sociales, los estudios sobre el desarrollo o las relaciones internacionales. Es más, el estudio del impacto de las ONG en los movimientos africanos y las protestas populares es una frontera poco explorada para la investigación y la comprensión por parte de los organizadores comunitarios y los académicos. Estos autores-activistas presentan una colección accesible, única y útil que debería ser tenida en cuenta tanto por los activistas de izquierdas como por los intelectuales para alimentar la reflexión ideológica, la conversación colectiva y la intervención revolucionaria. No hay que perderse este libro oportuno, perspicaz e importante.

Kenya Organic Intellectuals Network, Breaking the Silence on NGOs in Africa. Nicholas Mwangi and Lewis Maghanga (eds.). Daraja Press.

Zachary J. Patterson, residente en Estados Unidos, es investigador independiente, activista y colaborador de roape.net. Escribe sobre Kenia, las ONG, la política socialista y los movimientos del continente.

Referencias

Amutabi, Maurice N. 2006. The NGO Factor in Africa: The Case of Arrested Development in Kenya. London and New York: Routledge.

Gramsci, Antonio. 1971. Selections from the Prison Notebooks. Q. Hoare and G. N. Smith (eds.). New  York: International Publishers.

Mathenge, Brian. 2020. “Introduction to the Reflections of Maina wa Kinyatti’s Kenya: Prison Notebooks.” Groundings: The Journal of The Walter Rodney Foundation, 5 (2), SPECIAL ISSUE: 25 Years of Kenya: A Prison Notebook: 7-9.

Petras, James. 1999. “NGOs: In the Service of Imperialism.” Journal of Contemporary Asia, 29 (4): 429-440.

Ramos, Jr., Valeriano. 1982. “The Concepts of Ideology, Hegemony, and Organic Intellectuals in Gramsci’s Marxism.” Theoretical Review, 30: 8-34.

Shivji, Issa G. 2007. Silences in NGO Discourse: The Role and Future of NGOs in Africa. Nairobi and Oxford: Fahamu.

Wright, G. 2012. “NGOs and Western Hegemony: Causes for Concern and Ideas for Change.” Development in Practice, 22 (1): 123-134.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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