DEL COMPAÑERO Y MIEMBRO DE ESPAI MARX CARLOS VALMASEDA.
ÍNDICE
1. Una tercera vía para Ucrania.
2. Series distópicas.
3. El fin de la «democracia» en Rumanía.
4. Caza de brujas en EEUU.
5. Resumen de la guerra en Palestina, 29 de marzo.
6. La posibilidad de una «teología de la liberación» musulmana.
7. La industria de la guerra.
8. Grosfogel sobre descolonización.
9. Murray sobre el programa económico.
1. Una tercera vía para Ucrania
El análisis de Bhadrakumar sobre cómo van las negociaciones y la propuesta de Putin de un gobierno de las Naciones Unidad para Ucrania.
https://www.indianpunchline.
Publicado el 29 de marzo de 2025 por M. K. BHADRAKUMAR
Una tercera vía para poner fin a la guerra en Ucrania
En un momento de descuido, tal vez, el ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, soltó recientemente en una entrevista que los elementos ultranacionalistas que mandan en Kiev son un obstáculo formidable para poner fin a la guerra en Ucrania. Para Johnson, esto podría ser un juego de culpas para eximirse de responsabilidad, dado su propio papel dudoso como entonces primer ministro (en connivencia con el presidente Joe Biden) al socavar el acuerdo de Estambul en abril de 2022 para avivar el conflicto latente y convertirlo en una guerra de poder por poderes contra Rusia liderada por Estados Unidos.
Lo que Johnson no admitirá, sin embargo, es que el ascenso del MI6, la agencia de inteligencia británica, en la estructura de poder de Kiev se remonta a varios años atrás. El MI6 era responsable de la seguridad personal del presidente Zelensky. El MI6 se aprovechó posicionándose para coreografiar la trayectoria futura de la guerra y, posteriormente, en la planificación y ejecución de importantes operaciones encubiertas dirigidas contra las fuerzas rusas, y en última instancia para llevar la guerra al propio suelo ruso.
Según los informes, el Reino Unido tiene la intención de establecer una base en la región de Odessa, en la costa del Mar Negro. Véase mi artículo The Hundred Years War Donald Trump should know about, Deccan Herald, 29 de enero de 2025.
Así pues, la nefasta alianza del MI6 con las notorias unidades de la milicia Azov, compuesta por ultranacionalistas ucranianos enardecidos por la ideología neonazi que ejercen el control del aparato de poder en Kiev incluso hoy en día, es un factor clave en la guerra, lo que complica las perspectivas de los esfuerzos del presidente Trump para poner fin a la guerra. Basta decir que el desafío estratégico de Gran Bretaña a Trump, con el primer ministro Keir Starmer incitando a una revuelta europea para impedir cualquier acercamiento entre Estados Unidos y Rusia, es una estrategia calculada.
Esperemos que la decisión del presidente Trump el martes de ordenar al FBI que desclasifique inmediatamente los archivos relativos a la investigación Crossfire Hurricane arroje algo de luz sobre el llamado dossier Steele (llamado así por un exoficial del MI6) que contiene «pruebas» manipuladas que habían formado la base de la falsa acusación de Hillary Clinton de que la campaña de Trump había conspirado con Rusia para influir en el ciclo electoral estadounidense de 2016.
Por cierto, habían aparecido informes de que el presidente en ejercicio Barack Obama y el entonces vicepresidente Biden estaban al tanto del engaño de Rusia.
El caso es que los arraigados grupos neonazis de Kiev, con Zelensky como cabeza visible, no están en absoluto interesados en ceder en sus demandas maximalistas de una retirada total de Rusia y demás para poner fin a la guerra, y cuentan con el respaldo incondicional de los europeos, que saben perfectamente que unas exigencias tan irreales son un factor de ruptura. El régimen de Kiev y los líderes europeos están unidos en la continuación de la guerra como grupos de interés.
Dicho de otro modo, mientras el régimen de Kiev siga en el poder (aunque el mandato presidencial de Zelensky haya expirado), cualquier avance en el proceso de paz seguirá siendo una quimera. Así, Zelensky y sus mentores europeos ya han mostrado su desacuerdo con la propuesta surgida de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Riad el lunes para suavizar las sanciones contra Rusia y permitir a los bancos rusos acceder a Swift para la exportación de productos agrícolas y fertilizantes rusos. Este avance habría ayudado a afianzar el alto el fuego, pero, por desgracia, no va a ser así.
Dadas las circunstancias, lo mejor sería que Zelensky renunciara por voluntad propia y se permitiera la celebración de nuevas elecciones bajo la supervisión del presidente del Parlamento, pero es demasiado esperar eso. Dada la magnitud de la apropiación indebida bélica, Zelensky tiene un trabajo de ensueño.
La alternativa será la destitución de Zelensky por medios coercitivos, como hizo Estados Unidos con un representante igualmente corrupto, Ngo Dinh Diem, en 1963 durante la guerra de Vietnam. Pero es poco probable que Trump haga eso. Y, en cualquier caso, el Estado profundo es hostil hacia Trump y Zelensky recibe apoyo político de los demócratas.
Además, la salida violenta de Zelensky solo puede llevar al poder a otra figura con respaldo neonazi. De hecho, el exjefe del ejército Valerii Zaluzhnyi, que también cuenta con el apoyo del MI6, está esperando en Londres para servir como enviado de Ucrania.
En un escenario tan sombrío, la única salida parece ser una Tercera Vía. El presidente ruso Vladimir Putin puede haber propuesto precisamente eso en un discurso en Moscú el jueves, posiblemente para llamar la atención de Trump, ya que las conversaciones de Riad no están llegando a ninguna parte y Zelensky no muestra signos de interés en un alto el fuego.
Putin dijo al principio: «Me gustaría afirmar, ante todo, que, en mi opinión, el recién elegido presidente de los Estados Unidos desea sinceramente poner fin a este conflicto por varias razones, que no voy a enumerar ahora, ya que son numerosas. Pero, en mi opinión, esta aspiración es genuina».
Luego se refirió al tema de las formaciones neonazis que reciben armamento y ayuda financiera de Occidente y tienen los recursos para reclutar nuevo personal, que detentan el poder de facto en Kiev y que, en la práctica, dirigen el país. Putin declaró: «Esto plantea la pregunta: ¿cómo es posible negociar con ellos?».
Al hacer balance de la resistencia generalizada de Kiev para poner fin a la guerra, Putin dijo: «En tales situaciones, la práctica internacional sigue un camino bien establecido. En el marco de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, ha habido varios casos de lo que se denomina gobernanza externa o administración temporal. Esto ocurrió en Timor Oriental, creo que en 1999, en partes de la antigua Yugoslavia y en Nueva Guinea. En resumen, existen precedentes.
«En principio, sería posible discutir, bajo los auspicios de la ONU, con Estados Unidos e incluso con países europeos, y ciertamente con nuestros socios y aliados, la posibilidad de establecer una administración temporal en Ucrania. ¿Con qué fin? Para llevar a cabo elecciones democráticas, para llevar al poder a un gobierno competente que goce de la confianza pública, y solo entonces comenzar las negociaciones sobre un tratado de paz y firmar acuerdos legítimos que sean reconocidos en todo el mundo como consistentes y fiables.
«Esta es solo una opción; no pretendo que no existan otras. Sin duda las hay. En la actualidad, no hay oportunidad —y tal vez no haya posibilidad— de exponer todos los detalles, ya que la situación está evolucionando rápidamente. Pero esta sigue siendo una opción viable, y existen precedentes de este tipo en la práctica de la ONU…».
Lo que Putin no mencionó, pero que es igualmente relevante, es que la guerra en Ucrania se extinguirá de repente en el momento en que se establezca la gobernanza de la ONU en Ucrania. De hecho, que la ONU decida la composición de las fuerzas de mantenimiento de la paz que se desplegarán en Ucrania para llevar a cabo las elecciones. Tampoco habrá necesidad de una «coalición de voluntarios» de europeos para el despliegue en Ucrania.
Por supuesto, los grandes perdedores serán el MI6 y los políticos en el poder en los países de la UE que se alinearon detrás de Biden para librar una guerra de poder condenada al fracaso contra Rusia y que finalmente acabaron por derrumbar la economía europea. Estos políticos decrépitos necesitan la guerra como distracción, ya que su público les exigirá responsabilidades por crear las condiciones que hacen que el estado del bienestar ya no sea asequible.
Se espera que el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, visite Moscú el martes de la próxima semana. Es totalmente concebible que el tema de la gobernanza de la ONU en Ucrania figure en las conversaciones de Wang Yi.
2. Series distópicas.
Silo forma parte de ese subgénero de las series de televisión de ciencia ficción distópica en el que una relativamente pequeña comunidad vive en espacios preservados tras una catástrofe, nuclear, climática o epidémica: la muy reciente Paradise, Wayward Pines, Station Eleven, Snowpiercer, etc. El género de ciencia-ficción distópica, como tal, es como sabréis muchísimo más amplio, desde clásicos recientes como 12 monkeys, The Man in the High Castle, The Handmaid’s Tale, Black mirror hasta las actuales Severance y, por qué no, El juego del calamar. Hay otro subgrupo, que no me interesa, específicamente para adolescentes, estilo Los juegos del hambre. En Contretemps acaban de publicar esta reseña sobre Silo y, como ya he visto las dos temporadas hasta ahora de la serie y por tanto no me importan los spoilers :-), os la paso. La autora tiene una tesis sobre «Apocalypse et fin du monde dans les séries télévisées américaines post-2001», así que algo sabe del tema. Sobre Severance he leído recientemente un par de críticas, una negativa en El Salto: https://www.elsaltodiario.com/ y otra más positiva en Jacobin: https://jacobin.com/2025/03/. Personalmente, estoy más de acuerdo con la primera, y la he dejado tras el primer capítulo de esta segunda temporada. En Wikipedia tienen una entrada específica para series distópicas, por si os interesa el tema: https://en.wikipedia.org/wiki/
https://www.contretemps.eu/
Silo: una cosmogonía del fin de los tiempos
Anne-Lise Melquiond 28 de marzo de 2025
La trilogía Silo de Hugh Howey está siendo adaptada y emitida por Apple TV. La serie tiene un gran éxito al dar vida a un universo rico y que podría haber sido difícil de llevar a la pantalla: el de un refugio subterráneo donde la humanidad sobrevive en un futuro postapocalíptico no muy lejano.
Si la serie aún no ha revelado los orígenes del Silo ni el destino de la humanidad que lo habita (¡alerta de spoiler!), las obras nos llevan a explorar, a través del exceso (y a veces del absurdo), lo que sucedería en un mundo en el que las élites políticas, económicas y militares estadounidenses decidieran crear ellas mismas la catástrofe para diseñar mejor su mundo del mañana.
También nos proponen ver cómo este propósito puede verse cuestionado por la necesidad de vivir, y no de sobrevivir, de una humanidad que encuentra los medios para luchar colectivamente incluso en los confines de la tierra. Reflexiones no tan lejanas de nuestra realidad actual, trabajada por las fuerzas fascistas que gritan con todas sus fuerzas, entre otros, desde la Casa Blanca…
Para Contretemps, Anne-Lise Melquiond, especialista en series apocalípticas, vuelve sobre la serie y su originalidad.
***
-No sé dónde está Kansas, porque nunca he oído hablar de ese país. Pero, dígame, ¿es un país civilizado?
-Oh, sí, replicó Dorothy.
Entonces todo se explica. En los países civilizados, creo que ya no quedan brujas, ni magos, ni hechiceras ni hechiceros. En cambio, verá, el país de Oz nunca ha sido civilizado, porque estamos aislados del resto del mundo. Por eso todavía hay brujas y magos entre nosotros.
El mago de Oz, Lyman Frank Baum
En un futuro arruinado y tóxico, una comunidad de 10 000 personas sobrevive recluida en un enorme silo de 144 pisos que se hunde en el suelo, con una única escalera central, una especie de columna helicoidal alrededor de la cual se organiza una jerarquía social desde las clases dominantes más cercanas a la superficie hasta los trabajadores en el fondo del silo.
Esta distopía subterránea posterior al confinamiento, enésima serie apocalíptica producida desde 2001, es la adaptación del libro homónimo de Hugh Howey, escrito en 2011, un pequeño milagro de la microedición: concebido inicialmente en forma de cuentos en versión digital publicados en Amazon a cuenta de autor, el primer volumen tuvo un éxito inmediato hasta el punto de que el director Ridley Scott decidió comprar los derechos. Apple TV+ desarrollará una serie creada y escrita por el canadiense Graham Yost que se emitirá a partir de 2023 y cuya segunda temporada acaba de terminar.
La jerarquía social del silo va de abajo hacia arriba, una especie de Snowpiercer vertical, donde es raro que las diferentes clases interactúen fuera de las funciones laborales necesarias. Este encierro es tanto una cuestión de clase como de espacio: la barrera física invisible está representada por las inmensas escaleras del silo, difíciles de cruzar, ya que se necesitan más de dos días de caminata para llegar a la cima.
La heroína que seguimos, Juliette Nichols, es una «tránsfuga de clase»[1]: cuando comienza la historia, trabaja en los bajos fondos del silo como mecánica, pero, tras la muerte de su amante, un informático en posesión ilegal de un disco duro, sube las escaleras y se convierte en sheriff para llevar a cabo la investigación. No es de extrañar que sea ella quien cruce las plantas: traumatizada por la muerte de su madre y su hermano pequeño cuando aún era una niña, decide bajar al Deep Down, donde su padre es médico, para convertirse en aprendiz de mecánica.
El sistema político del silo donde reside el poder es un triunvirato que incluye al alcalde, jefe del poder ejecutivo que está obligado a respetar el Pacto (la Constitución que rige el Silo). Parece haber un sistema de votación para elegir al alcalde, pero no se sabe hasta qué punto el proceso es libre, el juez (que controla el poder judicial) – jefe del poder judicial encargado de dictar sentencias y velar por que el alcalde respete el Pacto y el Orden y el sheriff – prácticamente un ministro del interior encargado de mantener el orden en el Silo (tradicionalmente nombrado por el sheriff saliente, aprobado por el alcalde).
Y en este microcosmos subterráneo, la Historia ha sido borrada: nadie conoce las razones que llevaron a esta mundo a la ruina, los supervivientes ignoran cuándo, cómo o por quién se construyó el silo, no tienen ni idea de la razón exacta por la que viven allí, no saben nada del exterior y no tienen información sobre lo que existía antes. Todo lo que saben es que hace cientos de años, los Fundadores alojaron a la población en el interior del silo para protegerla de un mundo exterior que era peligroso para ellos:
«Desconocemos por qué estamos aquí. Desconocemos quién construyó el silo. Desconocemos por qué el mundo fuera del silo es como es. Desconocemos cuándo podremos salir de forma segura. Solo sabemos que ese día aún no ha llegado», se oye al principio del relato.
El Silo, mezcla del universo orwelliano (¡un auténtico «Gran Hermano te vigila!») y la estética soviética, recuerda la caracterización misma de lo que es la distopía, es decir, un lugar que funciona mal. Al encierro se añade aquí una desaparición de la memoria, la historia y el tiempo. Ahora bien, una humanidad sin historia ni memoria se reduce a su mera supervivencia, una sociedad dócil que puede ser controlada. Si esta comunidad no conoce su historia, es porque los archivos habrían sido destruidos 140 años antes durante un levantamiento rebelde reprimido: la serie comienza el día de la fiesta que conmemora estos acontecimientos, llamada, irónicamente, Fiesta de la Libertad.
De hecho, la investigación que lleva a cabo Juliette saca a la luz profundas tensiones bajo las estructuras aparentemente normales y funcionales del silo. La información —a menudo en forma de «reliquias» del pasado de la humanidad—, como los libros, la ciencia, la cultura y el arte, está prohibida.
Nadie debe preguntar sobre la existencia del silo y lo que podría haber fuera de sus muros. Su única visión del mundo exterior es a través de cámaras que muestran un desierto árido, salpicado de cuerpos de condenados a salir a limpiar los sensores de las cámaras del silo. Todo está controlado: los nacimientos, las comunicaciones, los temas que se pueden mencionar o no. Una verdadera sociedad totalitaria, pero no solo eso.
Silo mezcla la oscuridad y la dureza de la supervivencia con momentos de gracia, poesía y luz. En este mundo que no conoce la existencia de las estrellas, algunos las ven como «destellos en el cielo». Un dispensador de caramelos Pez con forma de pato se convierte en una valiosa reliquia en la base de muchas peripecias. Juliette, que escucha atónita a Audrey Hepburn cantar Moon River en un episodio casi mudo, cuando ella no conoce el concepto de música.
El libro El mago de Oz que tiene la Jueza, una verdadera vía de escape (al igual que el alcohol que consume a diario), le da ganas de huir en globo como el Mago al final del libro. En cierto sentido, la Jueza lleva en sí una cierta memoria del mundo y de su pérdida: «¿Cómo perdieron esta mundo?», se pregunta a mediados de la segunda temporada.
Este relato es una investigación, una búsqueda de la verdad (truth está escrito en la parte posterior de la placa del sheriff que recibe Juliette) que plantea preguntas metafísicas: ¿Qué hay ahí fuera? ¿Qué hay más allá de lo que ve el sensor? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? ¿Cuánto tiempo nos queda? ¿Y si todo lo que creíamos cierto, todo lo que nos han contado nuestros seres queridos, no fuera más que una gran mentira? Estas grandes preguntas que George (se) hace a sí mismo (a Juliette) en el sexto episodio de la primera temporada revelan que la ilusión representa la base de la existencia de los habitantes del silo.
El silo de la pantalla de la pared resulta ser una verdadera metáfora de ver el mundo como si fuéramos alguien en una caverna que solo percibe las sombras de las cosas proyectadas por el fuego en la pared y que debe adivinar cómo es el mundo a partir de esas formas oscuras: El silo es una revisión de alto concepto del mito de la Caverna de Platón.
En una secuencia muy hermosa del cuarto episodio de la segunda temporada, Solo le cuenta a Juliette su historia proyectando sombras en la pared, una historia que resultará ser falsa. Cuando los técnicos de la Información del Silo (TI) ven las «verdaderas» imágenes que Juliette piratea, las autoridades les dan medicamentos para que las olviden. La TI parece ser el verdadero poder en el silo, ya que controla la cantidad de información disponible para todas las partes y es crucial para espiar a las masas. Aquí, en el silo, siempre se trata de ilusión, mentira, secreto y manipulación.
Lo que nos cuenta este mito de la Caverna postapocalíptica es que quien no tiene acceso al conocimiento directo permanece encerrado en la mentira; para acceder a la verdad, debe salir de la caverna… o más bien del silo, como hará Juliette al final de la primera temporada. Esto es lo que le permitirá comprender la fragmentación de este mundo, la existencia de otros mundos, de otros silos, ya que logra llegar al silo vecino, el 17, habitado por un puñado de adultos jóvenes. Y al igual que el hombre liberado de Platón regresa a la caverna para sacar a sus semejantes de la ignorancia, Juliette regresa a su silo para compartir con ellos la inteligibilidad del mundo.
Pero antes de volver, Juliette se convierte en una figura heroica, el símbolo del resistencia que se propaga en el silo. De hecho, después de comprender que el mundo verde que ve en el exterior es una ilusión generada por ordenador para incitar a las personas a limpiar el objetivo de la cámara, decide no limpiar como lo han hecho, antes que ella, sus predecesores. Su gesto, el de arrojar su material de limpieza frente al sensor, visto por toda la comunidad (la ceremonia de limpieza es pública), y alejarse de estas ruinas sin derrumbarse, la convertirá en el símbolo de la desconfianza contra las manipulaciones del silo.
«En caso de que la limpieza fracase, prepárense para la guerra», advertía el libro de referencia L’Ordre. La verdad tiene un precio. Estallan disturbios. Se lanzan cócteles molotov contra quienes mantienen la ley a toda costa. Se decreta un toque de queda. Aparecen pintadas en las paredes: «JL»: Juliette Lives (en español: Julieta vive). Se enarbolan pancartas pidiendo la destitución de la jueza. Y cuando la represión se intensifica con la voluntad del alcalde de matar de hambre a los alborotadores («Hay una verdad que se ha verificado desde la antigüedad hasta hoy. Basta con saltarse nueve comidas para sumir a una sociedad civilizada en el caos»), se establece una verdadera solidaridad proletaria.
Entre esta multitud que grita su miedo a morir de hambre, se alza una voz en el sexto episodio de la segunda temporada, titulado muy acertadamente «Barricadas», la de Martha Walker, una anciana que había acogido a Juliette cuando era niña, cuando se había convertido en aprendiz de mecánica, una mujer agorafóbica, que había estado confinada durante más de veinte años:
«Tengo la impresión de que ya han ganado. Mírennos. Dispuestos a linchar a dos de los nuestros si se niegan a ir a la muerte. ¿Quieren enviarme a mí también? No se moleste. Pero en unos días nos verá desplomarnos mientras subimos la colina siguiendo los pasos de Jules. O colgados en alto por la policía judicial. ¡Pero les entregarán la comida! Y Bernard les dará una paliza diciendo: «Buen trabajo. Venga, a trabajar». ¿Sería un triunfo para ustedes? No. Pero para ellos sí. Eso es lo que quieren: que nos peleemos entre nosotros para respetar sus reglas, que creamos que somos los únicos responsables de todo lo que va mal. Siempre ha sido así. Pero no es normal. La comida, en nuestra casa, no nos la disputamos. La compartimos. No nos culpamos mutuamente en caso de escasez. Lo compartimos. Nos servimos del cinturón».
Al final de su discurso, llegan carritos de comida procedentes del piso de las granjas, acompañados de una nota: «A nuestros amigos de las Máquinas. Gracias a ustedes tenemos zumo. De parte de sus amigos del 122. Juliette está viva». Demostrando la solidaridad de los bajos fondos del silo que mencionaba Walker. Frente a las mentiras y la manipulación de las autoridades que incriminan a los Mecánicos y alían al pueblo del silo contra ellos para mantener el poder, el pueblo se organiza, lucha y pelea por la verdad, por la justicia, para finalmente recuperar su mundo perdido.
En definitiva, no hay nada muy nuevo en esta historia del fin del mundo, en la que las mentiras de un poder totalitario, basadas en el miedo a un peligro «exterior», sirven para mantener a los supervivientes en la mayor docilidad. En la tragedia del apocalipsis, las decisiones brutales, a veces injustas, la extorsión de la injusticia o las amenazas de muerte siempre se justifican por la cuestión de la supervivencia.
El diluvio es una de las ficciones emblemáticas sobre el fin de los tiempos que se han impuesto en las series de televisión estadounidenses desde el trauma del 11 de septiembre de 2001, amplificando un fenómeno que se remonta a la Segunda Guerra Mundial[2].
Este apego al afecto milenarista y a su poder subversivo valida la virtud catártica de estas imágenes ficticias. Los fines del mundo que se narran en ellas son tanto escenarios de colapso como momentos de liberación, descubrimiento o redescubrimiento de deseos reprimidos por los acontecimientos reales. Estas representaciones a través de pantallas satisfacen lo que el filósofo Henri-Pierre Jeudy llama el «deseo de catástrofe [3]».
La toma de conciencia de los problemas sociales, políticos y económicos de nuestro mundo puede darnos la impresión de vivir «el tiempo del fin [4]», como teorizó Günther Anders a partir de Hiroshima. Hoy surgen nuevas preocupaciones, el cataclismo ecológico se une a la angustia nuclear reactivada por Fukushima, y la perturbación del curso del mundo por el Covid exacerba la fragilidad de nuestras sociedades.
Las historias apocalípticas, muy entretenidas, también tienen una función de habituación que prepara a los espectadores para lo peor al banalizar las imágenes de la catástrofe. La difusión permanente de la evidencia del fin del mundo adquiere así una función ideológica: hacer que los espectadores acepten la gestión política de la catástrofe, como explica el autor de la trilogía Silo, Hugh Howey, en relación con las cámaras de vigilancia que filman constantemente el paisaje del planeta devastado y se transmiten en la pantalla del comedor de cada uno de los 144 pisos del silo:
«Es como cuando, desde casa, veo las noticias a través de la pantalla de un televisor o de un ordenador, siempre se ve lo peor. Esta mundo da la impresión de ser peligroso. ¿Por qué alguien querría dejar su dulce hogar?[5]»
La angustia provocada por la terrible descripción de estos tiempos posteriores a la catástrofe, salvajes, fratricidas, que imponen un modo de supervivencia precario, hace que nuestra sociedad contemporánea sea deseable, o al menos tranquilizadora.
Lo que es bastante novedoso aquí es la capacidad de la narración para tener en cuenta la dimensión colectiva que rara vez existe en las narraciones apocalípticas que privilegian al individuo, al héroe, verdadera figura catequéntica, que salvará al mundo de su fin. Aquí no se teme matar a personajes importantes de manera realista y poner de relieve una multitud solidaria y combativa que reclama verdad y justicia. Una cosmogonía para los tiempos actuales.
Notas
[1] En sentido estricto, no es una transfuga de clase, ya que vuelve a su clase de nacimiento, pero todo el silo la trata como una Mecánica.
[2] Anne-Lise Melquiond, Apocalypse Show, quand l’Amérique s’effondre, Playlist Society, 2021.
[3] El «deseo de catástrofe» se define por la expectativa de un desastre basado en una heurística del miedo. Henri-Pierre Jeudy, Le Désir de catastrophe, París, Aubier, 1990.
[4] Günther Anders, Le Temps de la fin, París, Éditions de l’Herne, 2007.
[5] Hugh Howey citado en «Silo, une série dystopique et postapocalyptique à creuser», Anne Demoulin, 20 minutes, 10/05/2023, https://www.20minutes. fr/serie/4036170-20230510-
3. El fin de la «democracia» en Rumanía
Si ayer os pasaba un artículo de Zhok en la publicación italiana Krisis, hoy va una entrevista a Fazi sobre el fin de la democracia en Rumanía, eliminada por nuestras élites europeas.
https://krisis.info/it/2025/
«En Rumanía, la democracia ha muerto» Elisabetta Burba entrevista a Thomas Fazi
La reflexión del analista italo-inglés sobre la eliminación del candidato Călin Georgescu de las elecciones presidenciales rumanas
La alianza rumana de extrema derecha AUR sale favorecida en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de mayo. Un logro que se produjo tras las maniobras de los palacios de Bucarest, que excluyeron de la carrera electoral al candidato pro-Trump Călin Georgescu. El 9 de marzo, la Comisión Electoral Rumana excluyó a Georgescu, soberanista y crítico con la Unión Europea, de las próximas elecciones. Un hecho sin precedentes, que sigue a otro igualmente extraordinario: la anulación, el pasado mes de noviembre, por parte del Tribunal Constitucional rumano, de la primera vuelta de las mismas elecciones presidenciales, en las que Georgescu había resultado ganador. Krisis ha pedido al analista Thomas Fazi, agudo observador de las dinámicas dentro de la Unión Europea, que comente el desastre rumano. Según Fazi, el caso rumano sienta un precedente peligroso que podría repetirse en otros países. Y en otros bandos políticos.
«El rechazo de la candidatura de Călin Georgescu en Rumanía es un precedente que sería inquietante incluso si no hubiera contado con la participación activa de la UE y de algunos de los principales gobiernos europeos». Thomas Fazi no se anda con rodeos. El ensayista italo-inglés, hijo del editor Elido Fazi, de 42 años, agudo observador de la dinámica política y la soberanía nacional dentro de la UE, comenta lo que está sucediendo en Rumanía. El 9 de marzo, la Comisión Electoral de Bucarest excluyó de las nuevas elecciones presidenciales del 4 de mayo a Călin Georgescu, el candidato crítico con la Unión Europea que lideraba las encuestas.
Esto ocurrió después de que, el pasado noviembre, el Tribunal Constitucional rumano anulara la primera vuelta de las presidenciales, en la que Georgescu había resultado ganador. Una doble exclusión que enfureció a Georgescu: «Hoy los amos han decidido: nada de igualdad, nada de libertad, nada de fraternidad para los rumanos», comentó en la red social X el 11 de marzo, cuando el Tribunal Constitucional rechazó su recurso. En realidad, el caso no solo es considerado desconcertante por Georgescu. El mismo exdirector del Corriere della sera, Paolo Mieli, ha expresado hoy su profunda perplejidad («En Rumanía, las elecciones se anularon solo porque el «enemigo» corría el riesgo de ganar», declaró al Fatto quotidiano el 12 de diciembre). En la entrevista con Krisis, Thomas Fazi aumenta la dosis.
* * * *
Usted ha escrito que en Rumanía la democracia ha muerto. ¿Por qué?
«Porque en Rumanía ha ocurrido un hecho extremadamente grave, quizás la violación más grave de los principios democráticos que se ha visto en Europa desde hace varias décadas. Desde hace tiempo, las élites dominantes intentan influir en los procesos democráticos y electorales con numerosas herramientas: desde la propaganda hasta el uso de diversas formas de intimidación, recurriendo a menudo a ataques a través de la prensa y a la censura de voces consideradas incómodas. Lo que ha ocurrido en Rumanía se inscribe, por tanto, en una tendencia de crisis de la democracia que ya lleva mucho tiempo. Pero en este caso ha habido una escalada».
¿En qué sentido?
«Reconstruyamos los hechos. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas del pasado noviembre se produjo la inesperada victoria de un candidato prácticamente desconocido, Călin Georgescu. Es una persona que no había hecho política en su vida, que de hecho tiene un pasado, por así decirlo, bastante convencional, en el sentido de que trabajó durante muchos años en las Naciones Unidas como agrónomo. Georgescu había hecho una campaña desde abajo, utilizando sobre todo las redes sociales, TikTok en particular, que está muy extendido en Rumanía. Casi no había participado en los diversos debates televisivos de las cadenas de televisión principales de Rumanía. Sin embargo, el 24 de noviembre de 2024 se alzó como el primer candidato, obteniendo más de 2 millones de votos y desbancando con una notable diferencia (22,94 % frente a 19,18 %) a la otra candidata, Elena Lasconi, proeuropea y proOTAN».
¿Qué posiciones defendía Georgescu?
«Durante la campaña electoral, se caracterizó por posiciones que hoy definiríamos como soberanistas, pero simplemente porque hacía hincapié en la necesidad de que Rumanía se liberara de toda una serie de condicionamientos externos, tanto por parte de la Unión Europea como de la OTAN. En particular, subrayaba la importancia de mantenerse al margen del conflicto de facto en curso entre la OTAN y Rusia en Ucrania. Por lo tanto, había adoptado una posición pacifista, no particularmente pro-rusa, como se ha descrito. Simplemente sostenía que, para Rumanía, el interés nacional consistía en mantenerse al margen de los grandes juegos geopolíticos de las superpotencias».
Acusado de ser de extrema derecha.
«Sí, a Georgescu se le acusó no solo de ser de extrema derecha, sino también de ser fascista y xenófobo. Digamos que es alguien que seguramente también adoptó algunas posiciones discutibles en el pasado, que expresó su apoyo, que se expresó favorablemente con respecto a los líderes filonazis que gobernaron Rumanía durante la Segunda Guerra Mundial».
Dijo que el fundador de la Guardia de Hierro, Corneliu Zelea Codreanu, y el dictador Ion Antonescu también habían «hecho cosas buenas».
«Exacto. Así que, sin duda, Georgescu ha tenido en el pasado declaraciones exageradas y discutibles desde un punto de vista histórico. Sin embargo, la cuestión es que estos no son los temas en los que ha basado su campaña electoral y no me parece que estas sean las razones por las que la gente le ha votado. Recurrir a algunas declaraciones aisladas hechas en el pasado para decir que Georgescu quiere imponer el fascismo en Rumanía, mientras que las posiciones que adoptó en la campaña electoral y su agenda electoral en general eran bastante razonables, me parece al menos un intento de instrumentalización muy cuestionable. Y esto también lo han reconocido varios periodistas críticos con él, que, sin embargo, han tenido que admitir que, si la gente le ha votado, es porque, a diferencia de los demás candidatos, centró su campaña electoral en cuestiones que preocupan a los rumanos».
Pero, ¿de repente, los rumanos se han vuelto fascistas?
«No, Georgescu no llevó a cabo una campaña electoral centrada en la retórica fascista, eso es un hecho. El hecho es que, tras la victoria en la primera vuelta de las elecciones de noviembre, cunde el pánico entre la clase política rumana. También porque se trataba de un acontecimiento bastante inaudito, si tenemos en cuenta que en los últimos 35 años, Rumanía ha estado dominada por dos partidos principales: el Partido Socialdemócrata (PSD), de centroizquierda, y el Partido Nacional Liberal (PNL), de centroderecha. Por lo tanto, la aparición en la escena política de un candidato entre comillas populista, desconocido hasta hacía poco, ha provocado el pánico».
No solo en Rumanía.
«También hemos presenciado reacciones bastante desconcertadas en Europa. Tanto es así que en el plazo de una semana el presidente en funciones Klaus Iohannis, perteneciente al partido de centroderecha PNL, desclasificó un supuesto expediente que acusaba a Georgescu o, en cualquier caso, a su campaña de haber recibido apoyo externo por parte de Rusia. Sin embargo, es interesante observar que en este expediente, que se puede leer porque se ha publicado, no se proporciona ninguna prueba de esta injerencia externa por parte de Rusia. Lo que dice el expediente es que esta campaña en línea realizada en TikTok recuerda mucho a otras presuntas campañas de injerencia externa llevadas a cabo por Rusia en otros países».
¿Todo hipotético?
«Todo puramente hipotético: sin pruebas concretas. A pesar de ello, dos días después, el Tribunal Constitucional rumano toma una decisión absolutamente sin precedentes: anula en su totalidad los resultados de la primera vuelta, cancelando en esencia las elecciones que acaban de celebrarse».
Y eso ya es muy grave, ¿no?
«Yo diría que sí. Está claro que aquí se ha creado un precedente gravísimo. Si basta con acusar a alguien de haberse beneficiado de la ayuda de alguna potencia extranjera sin tener que aportar pruebas para anular toda una elección, es evidente que hemos entrado en un escenario que es completamente posdemocrático. Básicamente, se deja a la absoluta arbitrariedad de los aparatos que controlan los ganglios del Estado (en el caso de Rumanía, el Tribunal Constitucional) la posibilidad de anular cualquier elección que produzca un resultado desagradable para el establishment».
Pero…
«Por si fuera poco, un par de semanas después de la decisión de cancelar las elecciones, un sitio de investigación rumano, https://snoop.ro/, reveló que esta famosa campaña de TikTok que habría sido financiada por Rusia, en realidad había sido financiada por el Partido Nacional Liberal. Es decir, la misma partido al que pertenecía el presidente Iohannis, que fue uno de los principales impulsores de la decisión de cancelar las elecciones. Es decir, su enemigo acérrimo, uno de los dos partidos del establishment que, obviamente, veía a Georgescu como humo en los ojos».
Pero, ¿por qué el partido en el poder financió la campaña del líder populista descrito como el enemigo público número uno?
«No está claro. Hay varias teorías, más o menos conspirativas. Claramente no lo sabemos, no se han dado explicaciones definitivas sobre esta historia. Hay quien dice que en realidad era simplemente una forma de perjudicar a otro candidato, porque no pensaban que Georgescu obtendría este resultado. Y hay quien llega a suponer que en realidad se hizo deliberadamente para poder acusar a Georgescu de haberse beneficiado de apoyo externo por parte de Rusia. El hecho es que parece que Rusia no tiene absolutamente nada que ver con todo este asunto».
Tras la cancelación de las elecciones de noviembre, se convocan otras nuevas en mayo.
«En ese momento, la pregunta que casi todos se hacían era: «¿Por qué las elecciones de mayo deberían dar un resultado diferente al de las de noviembre?». También porque en estos meses, sobre todo a la luz del lamentable asunto de la cancelación de las elecciones, las encuestas daban a Georgescu incluso en aumento. Muchos rumanos se habían escandalizado por lo sucedido. La respuesta llegó el domingo 9 de marzo, cuando la comisión electoral rumana decidió que Georgescu no puede participar en las elecciones. Y, lo que es aún más increíble, lo decidió basándose en esas falsas acusaciones de injerencia externa que había utilizado el Tribunal Constitucional para anular la primera vuelta electoral, a pesar de que estas acusaciones ya han sido completamente desmentidas».
El 11 de marzo, el Tribunal Constitucional lo confirmó.
«Obviamente, como era de esperar. Georgescu recurrió al Tribunal Constitucional, que lo desestimó. Por lo tanto, estamos ante un acontecimiento realmente importante, que marca un punto de inflexión no solo en la breve historia democrática de Rumanía, sino en la historia de la democracia occidental y, en general, liberal».
Porque nadie ha tenido nada que objetar en este asunto, ni siquiera en Bruselas, ¿verdad?
«Por supuesto que no. Bruselas, que normalmente siempre está muy atenta a las llamadas cuestiones relativas al Estado de derecho y a las violaciones del mismo, en este caso, ante la violación más clamorosa de los principios democráticos del Estado de derecho que se ha visto en la Unión Europea quizás desde siempre, ha permanecido completamente en silencio. Esto ya podría verse como una forma de apoyo indirecto a la decisión de excluir a Georgescu de las elecciones. Pero eso no es todo».
¿En qué sentido?
«En realidad, podemos suponer que tanto la Unión Europea como otros centros de poder pertenecientes a la OTAN y a los Estados Unidos bajo la administración anterior han desempeñado un papel bastante activo en todo este asunto. No es que las autoridades rumanas hayan actuado con total autonomía… Basta pensar en el hecho de que el Departamento de Estado estadounidense adoptó en noviembre una postura bastante dura contra Georgescu, a la luz de la publicación de esos expedientes que, en teoría, deberían haberle incriminado. Y el mismo Thierry Breton, el excomisario europeo, el 9 de enero pasado en una entrevista en la radio francesa RMC, dio a entender que Bruselas había jugado un papel en todo este asunto, incluso sugiriendo que las medidas que él definía como de protección de la democracia contra las amenazas de los populistas que se habían adoptado en Rumania también podrían haberse adoptado en otros lugares, refiriéndose explícitamente a las elecciones alemanas que debían celebrarse poco después. Por lo tanto, el papel del aparato de la Unión Europea y de la OTAN, es decir, del bloque transatlántico, en todo este asunto fue probablemente mucho más decisivo de lo que se pudo determinar».
Pero, ¿por qué tanto interés por Rumanía?
«Las razones son obvias. Aparentemente es un país marginal, el segundo más pobre de la Unión Europea. No solemos pensar en Rumanía como un país especialmente estratégico. En realidad, en los últimos años lo ha sido cada vez más debido a su ubicación geográfica. En general, Rumanía ha desempeñado un papel crucial en el apoyo de la OTAN a Ucrania. Al estar en la frontera, muchas armas han sido llevadas a Ucrania a través de Rumanía. Además, hay varias bases aéreas bastante importantes donde los pilotos ucranianos han recibido entrenamiento para el uso de cazas occidentales, especialmente los F-16».
Luego está la cuestión de la base de la OTAN.
«Rumanía está ampliando y modernizando la base aérea de Mihail Kogălniceanu, en el Mar Negro, con el objetivo de convertirla en la mayor base de la OTAN en Europa. Podemos darnos cuenta del peso estratégico que tiene Rumanía en este juego geopolítico, sobre todo teniendo en cuenta la importancia crucial que tiene el Mar Negro desde el punto de vista militar y geopolítico en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Por lo tanto, parece difícil no concluir que no se podía permitir que ganara las elecciones un candidato crítico con la OTAN y con la creciente implicación de Rumanía en el conflicto indirecto en Ucrania. No podía permitírselo el establishment rumano, fuertemente integrado en las redes transatlánticas, pero tampoco podían permitírselo los altos mandos de la OTAN y de la Unión Europea que, como sabemos, ya lo han invertido todo en la continuación, es más, en la escalada de esta guerra. Este escenario nos hace comprender que las élites transatlánticas ya no tienen ningún reparo en traspasar los elementos formales de la democracia, empezando por el derecho de cualquier candidato a presentarse a las elecciones».
¿Estamos en este punto?
«Nos encontramos ante una élite que, en muchos aspectos, está fuera de control y que ahora lo subordina todo al mantenimiento del statu quo, sobre todo a la luz de las estrategias geopolíticas que está aplicando. La lección es que hemos entrado en un escenario realmente inquietante, hasta el punto de que no se puede descartar que las tácticas antidemocráticas que se han aplicado en Rumanía se apliquen en el futuro en algún otro país. La pregunta es obvia: «Si no han tenido reparos en eliminar las libertades democráticas en otro país, en este caso Rumanía, ¿por qué tendrían que tenerlos en suspender la democracia en su propio país?». Teniendo en cuenta que es su propia futuro el que está en juego, no podemos sino volver a las palabras de Breton, quien hace solo dos meses amenazó con aplicar las mismas medidas en Alemania si se perfilaba la posibilidad de que Alternativa para Alemania llegara al gobierno.
Aunque hubiera sido una decisión totalmente autónoma de las autoridades rumanas, habría sido un precedente inquietante. Más aún, por supuesto, si tenemos en cuenta que las autoridades de Bruselas, pero sobre todo varios gobiernos europeos, en particular el gobierno francés de Macron, han desempeñado un papel bastante activo en todo este asunto.
A propósito. Me imagino que usted, socialista, no siente especial simpatía por Georgescu. Pero aquí la cuestión no es «me gusta» o «no me gusta» Georgescu, ¿verdad?
«Absolutamente. Sería un error leer estos fenómenos a través de la dicotomía derecha-izquierda. Obviamente, eso es lo que el mainstream está tratando de hacer. Describir a Georgescu como un malvado de extrema derecha garantiza el apoyo, o al menos el respaldo pasivo, de los votantes con una determinada visión política. El punto aquí son las medidas tomadas contra Georgescu, que no es fascista, pero sí conservador, alguien que está más a la derecha que a la izquierda. Obviamente, esas mismas medidas podrían aplicarse contra un líder de izquierdas, que por diferentes razones se considera una amenaza para el statu quo. Lo importante es entender que no es que Europa o las élites europeas quieran defendernos de la amenaza fascista y por eso lleguen a suspender la democracia para salvar la democracia, como dicen ellos. Verlo desde esta perspectiva sería extremadamente erróneo. Por ejemplo, en las recientes elecciones francesas hemos visto cómo tácticas en cierto modo similares se han dirigido contra Jean-Luc Mélenchon, el líder de La France insoumise que, aunque de ideología completamente diferente a la de Georgescu, fue visto como una amenaza para el establishment».
En resumen, ¿no es una cuestión de derecha o de izquierda?
«No. La cuestión es que nos enfrentamos a un establishment que, para defender el statu quo de cualquier amenaza, ya sea de derecha o de izquierda, está cada vez más dispuesto y tiene cada vez menos escrúpulos a la hora de destruir los principios democráticos más básicos. Este es, en esencia, el escenario en el que nos encontramos».
Como resultado, la extrema derecha está en auge en Rumanía. Según las encuestas, el candidato de la alianza AUR, George Simion, a quien el Tribunal Constitucional ha autorizado a participar en las elecciones, ha pasado del 18 % en noviembre al 27 % actual.
«Me parece que este epílogo resume a la perfección el paréntesis que vivimos. Es decir, una situación en la que el establishment define como «de extrema derecha» a cualquiera que se oponga al statu quo, incluso cuando la etiqueta no es del todo correcta. Y, en cambio, no tiene ningún problema en colaborar con partidos o políticos que son realmente de extrema derecha, como en el caso de Simion, siempre que estos tengan posiciones compatibles con el establishment en cuestiones importantes (sobre todo en política exterior y económica). Esto confirma que el establishment agita el fantasma de la extrema derecha de forma totalmente instrumental».
Licencia Creative Commons CC BY-NC-ND Ver. 4.0 Internacional
Elisabetta Burba: Fundadora y directora responsable de Krisis, es periodista de investigación y profesora asociada en la Universidad Estatal de Milán. Ha sido jefa de la sección de Asuntos Exteriores de Panorama, ha colaborado con medios de comunicación internacionales, ha participado en misiones de observación electoral para la OSCE, ha escrito libros y ha enseñado en la Universidad de Insubria y en la Escuela de Verano del Marlborough College (Reino Unido). Después de licenciarse en Letras en la Universidad Estatal de Milán, hizo un máster en el Politécnico y asistió a cursos en la Universidad de Wisconsin, en la Scuola Sant’Anna de Pisa y en la London School of Economics. Ganadora del premio Saint-Vincent.
4. Caza de brujas en EEUU
La Nota económica de la semana de Prabhat Patnaik está dedicada a lo que él considera un retorno al maccarthismo en los EEUU con las últimas medidas de Trump para reprimir la libertad de expresión.
https://peoplesdemocracy.in/
El retorno del macartismo
Prabhat Patnaik
La actual represión de la libertad de expresión en Estados Unidos por parte de la administración Trump recuerda inquietantemente a la década de 1950, cuando se produjo una caza de brujas liderada por el senador Joseph McCarthy que no solo victimizó a toda una generación de artistas e intelectuales acusados de ser comunistas, sino que también dejó una profunda huella negativa en la vida creativa de ese país durante décadas. Entre las víctimas de esa caza de brujas se encontraban numerosas personas destacadas, desde artistas y escritores como Dashiell Hammett, Dalton Trumbo, Bertolt Brecht y Charles Chaplin, hasta académicos como Lawrence Klein, Richard Goodwin, E. H. Norman, Daniel J. Thorner, Moses Finley y Owen Lattimore. Ni siquiera figuras públicas tan notables como J. Robert Oppenheimer, que había dirigido el Proyecto Manhattan para construir una bomba atómica, y Harry Dexter White, que había fundado el sistema de Bretton Woods (junto con J. M. Keynes del Reino Unido) se libraron: se les pidió que comparecieran ante uno u otro de los comités creados para investigar el comunismo en Estados Unidos. La pérdida para Estados Unidos de esta caza de brujas fue inmensa. Algunos incluso han sugerido que el país se metió en la guerra de Vietnam porque las becas disponibles en el este y el sudeste asiático habían sido diezmadas por el macartismo; de haber estado disponibles, Estados Unidos podría haberse beneficiado de ellas y haberse evitado meterse en ese atolladero.
Muchos perciben la similitud entre el fenómeno macartista y las acciones iniciadas ahora por Trump, pero el profesor Bruce Higgins de la Universidad de Columbia lo ha expresado explícitamente (The New York Times, 21 de marzo). A primera vista, puede parecer que establecer tal paralelismo constituye una exageración. Después de todo, hasta ahora solo ha habido un puñado de casos de arresto y deportación; ¿por qué preocuparse tanto y sugerir paralelismos con la caza de brujas macartista? De manera similar, se puede argumentar que los objetivos hasta ahora han sido ciudadanos no estadounidenses, que residen en ese país con un visado o con una tarjeta verde; esto seguramente es diferente del período macartista, cuando los ciudadanos estadounidenses, no solo los «forasteros», habían sido víctimas de la caza de brujas.
Pero uno apenas puede encontrar consuelo en tales consideraciones. Trump ha dejado claro que casos como el de Mahmoud Khalil son solo el principio; seguirán acciones en miles de otros casos similares. Mahmoud Khalil, cabe recordar, era el estudiante de Columbia con tarjeta verde y casado con una ciudadana estadounidense que está embarazada de ocho meses. Khalil ha sido arrestado y espera su deportación acusado de tener vínculos con «terroristas» por liderar las manifestaciones estudiantiles de Columbia contra el genocidio en Gaza. Del mismo modo, una vez que se produzca la deportación a gran escala de titulares de visados y tarjetas verdes, los ciudadanos estadounidenses que participen en protestas contra genocidios similares a los de Gaza y también contra tales deportaciones, difícilmente se librarán de medidas punitivas. Ellos también serán victimizados por apoyar actividades «terroristas» extranjeras. En resumen, una vez que el proceso de victimización de un sector de la población por expresar libremente sus opiniones ha comenzado, es imposible sentirse tranquilo de que permanecerá limitado a este sector únicamente y no afectará al resto de la población. Por lo tanto, tenemos motivos para sentir que estamos al comienzo de una caza de brujas al estilo McCarthy.
De hecho, la inminente caza de brujas es incluso peor en muchos aspectos que la iniciada por el senador Joe McCarthy. En primer lugar, la deportación de Mahmoud Khalil se está ordenando en virtud de una disposición de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos de 1952 que establece que «cualquier extranjero cuya presencia o actividades en Estados Unidos, el secretario de Estado tenga motivos razonables para creer, tendría consecuencias potencialmente graves y adversas para la política exterior de Estados Unidos, es deportable». Invocar esta cláusula significa, en efecto, que ningún extranjero, ya sea titular de un visado o de una tarjeta verde, puede criticar la política exterior de Estados Unidos. En el caso de Khalil, por ejemplo, la acusación en su contra, aparte de su cercanía a una organización «terrorista», Hamás (para la cual no se han presentado pruebas), es «antisemitismo», que es uno de los rasgos que la política exterior estadounidense pretende combatir en todo el mundo; su oposición al genocidio que Israel está infligiendo a Gaza se tacha de «antisemitismo» y, por tanto, de tener consecuencias adversas para la política exterior estadounidense. Pero se puede hacer una acusación similar contra cualquier «extranjero» que critique cualquier aspecto de la política exterior estadounidense; e incluso los ciudadanos estadounidenses que «ayuden e instiguen» a esos «extranjeros» participando en manifestaciones contra la política exterior estadounidense, un eufemismo para referirse a los actos de imperialismo estadounidense en otras partes del mundo, también pueden ser acusados sin duda.
En otras palabras, el alcance de la actual caza de brujas es aún mayor que el del senador Joe McCarthy. No solo se dirige contra un segmento de la población, a saber, los comunistas y sus simpatizantes, como ocurría con el macartismo, sino contra cualquiera que se atreva a criticar la política exterior estadounidense y, sobre todo, la política estadounidense de controlar Asia Occidental a través de un colonialismo israelí agresivo y expansionista.
En segundo lugar, el macartismo se desató en el contexto de la Guerra Fría. La Guerra Fría fue en sí misma parte de la lucha del imperialismo contra el prestigio y el atractivo que la Unión Soviética había adquirido durante la Segunda Guerra Mundial; creó un fantasma de agresión soviética, a pesar de que la Unión Soviética, devastada por la guerra, no tenía intenciones agresivas en absoluto. El macartismo, en resumen, formaba parte de una estrategia imperialista muy concreta en un contexto muy concreto; pero la actual ofensiva de Trump se produce en una situación en la que el imperialismo no puede aducir ninguna amenaza concreta de ninguna potencia concreta. Simplemente pretende encubrir la agresividad del imperialismo en un mundo en el que no se puede citar ningún poder concreto como amenaza, pero en el que un gran número de países, acorralados por la crisis provocada por el orden neoliberal, buscan algún alivio a los acuerdos económicos que se les imponen. El contexto del asalto de Trump es la bancarrota moral del imperialismo y no la repentina mejora de la estatura moral de ningún poder no imperialista en particular.
En tercer lugar, el hecho de que el ataque de Trump a la libertad de expresión tenga un objetivo más amplio que el del macartismo, se confirma por la forma totalmente inconstitucional y perentoria en que su administración está dictando a las universidades estadounidenses cómo deben llevar a cabo sus asuntos, y reteniendo fondos federales en caso de que se opongan. Así, se retuvieron 450 millones de dólares de fondos federales de la Universidad de Columbia si no accedía a la demanda de la administración Trump de llevar a cabo una serie de cambios en su funcionamiento; y, según se informa, la universidad ha accedido ahora a estas demandas, lo que truncará en gran medida la libertad académica. Condicionar el acceso de las universidades a los fondos federales a que se gestionen a satisfacción del gobierno constituye una violación tanto de la autonomía de la universidad como de su ambiente académico. Obliga a las universidades a convertirse en órganos gubernamentales en lugar de espacios para el pensamiento creativo y crítico. Esto constituye una innovación totalmente nueva en comparación con el macartismo.
En otras palabras, estamos siendo testigos de una embestida neofascista contra el pensamiento que es aún más amplia en su alcance que la embestida macartista de la década de 1950. Por supuesto, incluso en el resto de los países imperialistas que no tienen regímenes gobernantes neofascistas, el pensamiento crítico y la libertad de expresión también están siendo atacados. En Europa, por ejemplo, no solo se está agitando una amenaza de expansionismo ruso completamente infundada (cuando la realidad es el expansionismo de la OTAN hasta las fronteras de Rusia e incluso el estacionamiento de tropas alemanas en Lituania), sino que también se está apoyando a gritos la acción israelí en Gaza. De hecho, cualquier crítica a la acción israelí se tacha de antisemitismo; y las reuniones para debatir el genocidio en Gaza se han cancelado en Alemania por orden oficial.
Así, los países imperialistas, ya estén gobernados por regímenes neofascistas o por regímenes burgueses liberales, están reprimiendo duramente la libertad de expresión y se están volviendo más represivos; los regímenes neofascistas son, por supuesto, comparativamente más represivos, pero los burgueses liberales no se quedan atrás. Además, esto está ocurriendo en un momento en que los países imperialistas también están aumentando el gasto militar. Alemania acaba de aprobar una enmienda constitucional que elimina el límite de su déficit fiscal, para poder gastar más en armamento. Francia y el Reino Unido también están aumentando su gasto militar en relación con su producto interior bruto. En resumen, el capitalismo metropolitano está entrando en una fase de militarismo represivo como no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial; esto es un mal augurio para los pueblos del mundo.
5. Resumen de la guerra en Palestina, 29 de marzo
El seguimiento en directo de Middle East Eye.
https://www.middleeasteye.net/
En directo: El ejército israelí inicia nuevas operaciones terrestres en Rafah
Mientras tanto, el jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, afirma que «la comida se está pudriendo» en la frontera de Gaza.
Puntos clave
Las fuerzas libanesas deben desarmar a Hezbolá, según EE. UU.
Los misiles estadounidenses bombardean Yemen por segunda semana consecutiva
El número de muertos en Gaza supera los 50 200
Actualizaciones en directo
Nuestro blog en directo cerrará en breve hasta mañana por la mañana.
Estos son los principales acontecimientos del día:
- El alto funcionario de Hamás, Khalil al-Hayya, dijo que el grupo «negoció positivamente» y «aceptó» una propuesta de Egipto y Qatar para detener los combates en el territorio, según Al Jazeera.
- Israel confirmó por la noche que había recibido la propuesta de Egipto y Qatar y que había hecho una contraoferta el sábado por la tarde.
- Los colonos israelíes han asaltado una aldea de la comunidad de Masafer Yatta, en Cisjordania, tras días de ataques de colonos contra comunidades palestinas.
- Los rebeldes huzíes de Yemen informaron de docenas de ataques aéreos que atribuyeron a Estados Unidos, incluso en la capital, Saná, y dijeron que varias personas resultaron heridas.
- Los ataques israelíes han matado al menos a 24 personas en Gaza desde el amanecer, informó Al Jazeera Arabic, citando fuentes médicas.
- La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina dijo que el destino de nueve miembros de la tripulación en la Franja de Gaza sigue siendo desconocido casi una semana después de que las fuerzas israelíes atacaran ambulancias.
- El ejército israelí ha reconocido haber disparado contra ambulancias y camiones de bomberos en el sur de Gaza el domingo pasado, diciendo que se consideraban «vehículos sospechosos».
Colonos israelíes asaltan Masafer Yatta tras días de aumento de los ataques
Los colonos israelíes han asaltado una aldea en la comunidad de Masafer Yatta, en Cisjordania, tras días de ataques de colonos contra comunidades palestinas. Hasta ahora, cinco palestinos han resultado heridos en lo que se ha denunciado como una importante destrucción de bienes.
Según activistas palestinos locales, los colonos llegaron acompañados de soldados israelíes y dañaron deliberadamente las cámaras de seguridad.
Se detuvo a los lugareños, se dañaron vehículos y se forzaron las puertas de los corrales de animales, lo que permitió que las ovejas escaparan.
El ataque se produce tras otro importante ataque el viernes, durante el cual los colonos golpearon a palestinos con barras de hierro, lo que provocó al menos dos lesiones importantes en la cabeza.
El ataque se produce tras otro importante el viernes, durante el cual los colonos golpearon a palestinos con barras de hierro, lo que provocó al menos dos lesiones importantes en la cabeza.
Las fuerzas israelíes detuvieron a 22 palestinos, pero a ningún colono.
Leer más: Los colonos israelíes asaltan Masafer Yatta tras días de aumento de los ataques
Las secuelas de los ataques de los colonos a las residencias palestinas en Masafer Yatta, en la Cisjordania ocupada (Imagen facilitada)
Mahdi al-Mashat, jefe del Consejo Político Supremo huzí, restó importancia al efecto de los ataques estadounidenses sobre las capacidades militares del grupo yemení, informó Al Jazeera.
«Desde el primer ataque hasta hoy, los estadounidenses no han logrado nada más que matar a niños, mujeres y civiles y atacar a funcionarios civiles», dijo al-Mashat.
Los huzíes de Yemen informan de múltiples ataques aéreos estadounidenses
Los rebeldes huzíes informaron el viernes de decenas de ataques aéreos en Yemen que atribuyeron a Estados Unidos, incluso en la capital, Saná, y dijeron que varias personas resultaron heridas.
El canal de televisión Al-Masirah de los rebeldes informó de una «agresión estadounidense» al sur de Saná, así como en las provincias de Saada y Jawf, en el norte, que habían sido atacadas ese mismo día.
Anteriormente, Al-Masirah informó de ataques estadounidenses durante la noche en el aeropuerto de Saná y en partes del centro de la ciudad.
También informó de ataques en las provincias de Amran, Saada y Jawf, así como en Hodeida, en la costa del Mar Rojo, y en Marib, en el este.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad dijo que siete personas, entre ellas dos niños, resultaron heridas.
Israel ha matado hoy a 24 personas en Gaza, según fuentes médicas.
Los ataques israelíes han matado al menos a 24 personas en Gaza desde el amanecer, informó Al Jazeera Arabic, citando fuentes médicas.
La gente llora a los palestinos muertos en los ataques israelíes, en el hospital Nasser de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, 29 de marzo de 2025. (Reuters)
Irán y Hezbolá condenan los ataques israelíes contra el Líbano
El líder de Hezbolá, Naim Qassem, dijo el sábado que no podía aceptar los continuos ataques israelíes contra el Líbano, un día después del primer ataque contra Beirut desde el alto el fuego de noviembre.
«Esta agresión debe terminar. Israel… bombardeó los suburbios del sur de Beirut por primera vez desde la tregua… no podemos permitir que esto continúe», dijo Qassem en un discurso televisado.
Irán también condenó los ataques israelíes sobre Beirut, calificándolos de «flagrante violación» del alto el fuego.
«Las excusas del régimen sionista para justificar la agresión contra el Líbano son totalmente infundadas e injustificables», declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei.
Israel anuncia que presentará una contraoferta al plan de alto el fuego de los mediadores
Israel confirmó el sábado por la noche que había recibido la propuesta de Egipto y Qatar y que había hecho una contraoferta el sábado por la tarde.
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que la nueva oferta se hizo «en plena coordinación con Estados Unidos».
Hamas dice que acepta la propuesta de tregua en Gaza de los mediadores
El alto funcionario de Hamás, Khalil al-Hayya, dijo que el grupo «negoció positivamente» y «aceptó» una propuesta de Egipto y Qatar para detener los combates en el territorio, según Al Jazeera.
Los medios de comunicación israelíes han informado anteriormente de que el acuerdo implicaría la liberación de cinco cautivos israelíes a cambio de reanudar la tregua el primer día de Eid.
Media Luna Roja: Israel obstruye las operaciones de búsqueda de miembros desaparecidos en Gaza
La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina dijo el sábado que se desconoce la suerte de nueve miembros de la tripulación en la Franja de Gaza casi una semana después de que las fuerzas israelíes atacaran ambulancias.
Los disparos en el barrio de Tal al-Sultan de la ciudad de Rafah se produjeron pocos días después de una nueva ofensiva israelí en la zona sur, cerca de la frontera con Egipto, después de que el ejército reanudara sus bombardeos sobre Gaza el 18 de marzo.
La Media Luna Roja acusó en un comunicado a las autoridades israelíes de negarse a permitir operaciones de búsqueda para localizar a los trabajadores desaparecidos. «Por séptimo día consecutivo, se desconoce el paradero de nueve técnicos de emergencias médicas de la Media Luna Roja Palestina, que fueron asediados y atacados por las fuerzas israelíes en Rafah», dijo.
«Condenamos la obstrucción deliberada de Israel a los esfuerzos de búsqueda y lo hacemos plenamente responsable de la vida de los miembros de nuestro equipo», añadió el comunicado.
El servicio de respuesta de emergencia dijo que «los informes iniciales de la tripulación en el momento del incidente confirmaron que fueron objeto de un intenso fuego de las fuerzas israelíes, lo que provocó múltiples heridos».
Israel inicia operaciones terrestres en Rafah, Gaza
El ejército israelí dice que han comenzado las operaciones terrestres en al-Jnaina, un barrio en el sur de Rafah, Gaza.
Mientras tanto, Al Jazeera informó de que un ataque israelí ha matado a dos personas e hirido a varias más en Deir al-Balah.
Las fuerzas israelíes disparan contra las fuerzas de paz francesas en el sur del Líbano: Informe
Hace 6 horas
Los soldados israelíes han abierto fuego contra una unidad de infantería francesa que presta servicio en la fuerza de paz de la ONU, Unifil, según informan los medios de comunicación libaneses.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano dijo que las tropas francesas estaban inspeccionando un montículo de tierra que las tropas israelíes habían levantado cerca de la aldea fronteriza de Rmaish.
Más sobre los ataques de colonos israelíes en Cisjordania
Anteriormente informamos de que las comunidades palestinas en la Cisjordania ocupada corren el riesgo de ser desplazadas forzosamente en medio de los renovados ataques de colonos israelíes contra la aldea de Jinba en Masafer Yatta.
Allegra Pacheco, de la organización benéfica británica West Bank Protection Consortium, declaró a Middle East Eye que «la zona C es vital para la viabilidad de un Estado palestino porque conecta las zonas A y B, pero también es el granero, alberga pozos de agua y es el área de expansión natural de todas las zonas A y B».
«Si se pierde la zona C, se elimina realmente la cuestión de si un Estado palestino podría ser viable», advirtió.
Según los Acuerdos de Oslo, Cisjordania se dividió en las zonas A, B y C, con los principales núcleos de población palestina en las zonas A y B. La zona C rodea y fragmenta estos enclaves, que contienen comunidades palestinas más pequeñas y casi todos los asentamientos israelíes.
Nuevas cifras del West Bank Protection Consortium revelan que 46 099 palestinos (frente a los 39 252 anteriores) de 195 comunidades a las que la organización ayuda en Cisjordania se enfrentan ahora a un riesgo alto o inminente de desplazamiento forzoso.
El número de comunidades en riesgo también ha aumentado de 162 a 177, con casi 600 000 dunams (60 000 hectáreas) de tierra ahora amenazadas. Entre enero de 2023 y marzo de 2025, al menos 2220 palestinos, entre ellos 637 niños, han sido desplazados por la fuerza, lo que ha afectado a 43 comunidades, 21 de las cuales han sido evacuadas por completo.
Desde el 7 de octubre de 2023, se ha producido el 92 % de estos traslados forzosos.
Hamas ha aceptado la propuesta de Egipto de un alto el fuego de 50 días que comenzará durante el Eid a cambio de la liberación de cinco cautivos vivos, dijo un funcionario israelí a Walla News.
El funcionario dijo que los cuerpos de los cautivos fallecidos también serían devueltos durante la tregua, pero no especificó un número.
Se espera que Israel presente una contraoferta, lo que hace improbable que se llegue a un acuerdo antes del Eid, que comienza el domingo o el lunes, añadió el funcionario.
El informe sigue a los informes anteriores de funcionarios egipcios a un medio de comunicación catarí de que Hamás había aceptado la propuesta.
Los colonos asaltan una comunidad de Cisjordania tras días de aumento de los ataques
Los colonos israelíes han asaltado la aldea de Jinba, en Masafer Yatta, en la Cisjordania ocupada, tras varios días de ataques de colonos contra comunidades palestinas.
Hasta ahora, cinco palestinos han resultado heridos en lo que se ha denunciado como una importante destrucción de bienes.
El último asalto se produce tras un importante ataque el viernes, durante el cual los colonos golpearon a palestinos con barras de hierro, dejando al menos a dos personas con graves heridas en la cabeza. Las fuerzas israelíes respondieron arrestando a 22 palestinos, pero a ningún colono.
Allegra Pacheco, de la organización benéfica británica West Bank Protection Consortium, dijo que de las 195 comunidades a las que la organización ayuda en Cisjordania, 38 han sido «transferidas parcial o totalmente por la fuerza» desde octubre.
«Estimamos que 58 000 palestinos en [las 195] comunidades están en riesgo, y la mayoría están en riesgo inminente de ser transferidos por la fuerza», dijo a Middle East Eye.
El ejército israelí emitió una orden de expulsión para los palestinos de la zona de Khan Younis, donde, según se informa, se lanzaron morteros contra las tropas israelíes.
El portavoz del ejército en lengua árabe, Avichay Adraee, dijo que se trataba de una «advertencia final» antes de que llevaran a cabo ataques allí.
El ejército israelí ha informado de que se han disparado tres morteros contra tropas israelíes cerca de Khan Younis, al sur de Gaza.
El ejército ha añadido que una excavadora blindada ha sido alcanzada por un explosivo colocado en el suelo en la misma zona.
No se han reportado heridos.
Se espera que decenas de miles de israelíes salgan a las calles el sábado para exigir un acuerdo para liberar a los cautivos retenidos por Hamás y oponerse a la renovación de la reforma judicial del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, informa The Times of Israel.
Normalmente me despierto a las 6 de la mañana (3 a. m. GMT), si es que he conseguido dormir.
Los sonidos de las balas y el gas lacrimógeno son un suplicio nocturno en mi barrio de Belén, donde los soldados de Israel llevan a cabo redadas regulares, a veces todas las noches durante semanas. Es aterrador.
Me preocupo constantemente por mi familia, mis amigos y mis vecinos. No es raro enterarse de que un vecino o alguien conocido ha sido detenido arbitrariamente tras una redada.
En Palestina, nuestras comunidades están muy unidas, por lo que cada incidente es profundamente personal.
Las redadas eran comunes incluso antes del 7 de octubre, pero desde entonces se han vuelto mucho más frecuentes y violentas.
El reciente alto el fuego en Gaza ha provocado un nuevo aumento de las incursiones militares israelíes en Cisjordania, con decenas de muertos hasta ahora y muchos más detenidos.
LEA MÁS: «Los sonidos de las incursiones militares israelíes nos mantienen despiertos por la noche», testimonio de Riham Jafari
Familiares lloran la muerte de Adel Bushkar, asesinado durante una incursión militar israelí en Askar, al este de Nablus, en la Cisjordania ocupada, durante su funeral el 15 de febrero de 2025 (Jaafar Ashtiyeh/AFP)
El número de muertos por el ataque al campamento de Khan Younis asciende a cinco
El número de personas muertas por el bombardeo israelí de un campamento de tiendas de campaña en Khan Younis ha aumentado a cinco, según ha dicho el corresponsal de Al Jazeera.
Al parecer, entre las víctimas hay una mujer y un niño.
El ejército israelí admite que abrió fuego contra ambulancias de Gaza
El ejército israelí ha reconocido haber disparado contra ambulancias y camiones de bomberos en el sur de Gaza el domingo pasado, alegando que se trataba de «vehículos sospechosos».
El ejército dijo en un comunicado que sus fuerzas inicialmente «abrieron fuego contra vehículos de Hamás y eliminaron a varios terroristas de Hamás».
«Unos minutos después, otros vehículos avanzaron de forma sospechosa hacia las tropas… Las tropas respondieron disparando contra los vehículos sospechosos, eliminando a varios terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica».
Tras una investigación preliminar, el ejército concluyó que «algunos de los vehículos sospechosos… eran ambulancias y camiones de bomberos».
La declaración añade la afirmación del ejército israelí de que los grupos armados en Gaza utilizan ambulancias con «fines terroristas» sin aportar pruebas.
Huda Helles disfrutó de un breve respiro durante los primeros días del último alto el fuego de dos meses entre Israel y Hamás.
Vivía con su familia de ocho miembros en una tienda de campaña improvisada en la calle Al-Wihda, en el centro de la ciudad de Gaza, después de que su casa en al-Shujaiya fuera bombardeada por un ataque aéreo israelí en 2023. Ella y su familia tenían un plan para los diversos platos que querían cocinar durante el Ramadán.
Ese plan se vio trastocado el 2 de marzo, cuando Israel cerró las fronteras, impidiendo la entrada de toda la ayuda humanitaria, alimentos y bienes a Gaza. El renovado bloqueo ha llevado al enclave al borde de la hambruna una vez más.
«Solíamos cocinar una variedad de platos todos los días, pero ahora, durante más de 20 días, todo lo que hemos tenido es arroz», dijo Huda. «Ahora me están empezando a dar fuertes calambres estomacales».
Leer más: Los palestinos mueren de hambre mientras Israel mantiene la prohibición total de la ayuda humanitaria
Niños con ollas vacías hacen cola para recibir comidas de caridad que se reparten desde una cocina durante el Ramadán, en la ciudad de Gaza, el 22 de marzo de 2025 (AFP)
Buenos días, lectores de Middle East Eye,
aquí están las últimas actualizaciones:
- Un ataque aéreo israelí contra un campamento de tiendas de campaña en Khan Younis ha matado al menos a tres palestinos, según ha informado Al Jazeera.
- Al menos 26 palestinos han muerto en Gaza en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Salud palestino, lo que eleva el total a 921 personas muertas desde que Israel reanudó la guerra el 18 de marzo y a 50 277 desde el 7 de octubre de 2023.
- Tom Fletcher, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, ha advertido de que «la comida se está pudriendo» en la frontera de Gaza, ya que «todos los puntos de entrada» al enclave están cerrados.
6. La posibilidad de una «teología de la liberación» musulmana.
Aunque solemos asociar el islam político con la reacción, Saïd Boumama cree que tiene también un potencial emancipador.
https://zonaestrategia.net/
Islam político y religión: ¿reacción o posibilidad emancipadora?
Por Saïd Bouamama| Mar 17, 2025
La visión del islam político como bloque homogéneo invisibiliza su componente emancipadora, reproduciendo así el discurso dominante que considera todas las reivindicaciones del islam como inevitablemente reaccionarias. (Publicado originalmente en Infoaut en italiano tradución Al este lado del Mediterráneo.)
En enero de 2025, organizamos en Turín una jornada de formación con Saïd Bouamama, histórico militante argelino residente en Francia y con el que ya habíamos tenido la posibilidad de hablar anteriormente. El siguiente texto es la transcripción de parte de aquel momento, por lo que refleja directamente el flujo de sus palabras.
Antes de adentrarnos en la lectura, nos gustaría subrayar dos aspectos. Por un lado, la actualidad de estas reflexiones respecto a una cuestión abierta: la incapacidad de las izquierdas —o de las autodenominadas izquierdas— para proponer una opción creíble que hable de un imaginario de transformación deseable y que lo constituya como hipótesis programática. Por otro, el método se revela una vez más como una herramienta dirimente para concretar una hipótesis de recomposición. En resumen, proponemos estos extractos porque nos parece que el tema está a la orden del día, aun a diferentes escalas en diferentes latitudes.
Tomemos como punto de partida algunos elementos que considero ineludibles si nuestro objetivo es entender mínimamente la cuestión, de otra forma nos arriesgamos a caer en derivas culturalistas, ofreciendo una mirada reduccionista; esa que utilizan las clases dominantes.
1/ Hay que volver, por tanto, al abecé del materialismo: aquello que determina la activación de los dominados es su vivencia concreta y material, no un plano ideológico. La ideología cumple un papel, pero resulta ineficaz si no está basada en la materialidad; las revueltas y los conflictos radicales son siempre momentos derivados de un impulso con bases materiales. Por otro lado, los dominados se revuelven en las formas que tienen a su disposición en un cierto momento, en función de las líneas interpretativas y los canales de organización existentes.
2/ Una herramienta que permite leer la cuestión del islam político hoy en día, con todas sus contradicciones, es la aportación de Marx a la cuestión religiosa. Esta contribución de Marx ha sido leída de forma reduccionista por parte de algunos mundos militantes. Su conocida frase sobre la religión se usa muy a menudo a medias: «La religión es el opio de los pueblos», sin añadir que es también «el suspiro de la criatura oprimida». La religión tiene ese aspecto contradictorio de ser, al mismo tiempo, una forma de expresión de la persona oprimida y un instrumento de las clases dominantes que la oprimen. Esto significa que ciertas revueltas por motivos económicos pueden tomar las formas de la religión cuando no existen otros canales de expresión, o bien cuando estos son poco creíbles. Hay que leer de nuevo los textos de Engels sobre la Guerra de los Campesinos, en los que se analiza un movimiento que, a primera vista, toma elementos religiosos, pero que se basa, en realidad, en elementos materiales de explotación de ese segmento específico de clase.
Los dominados se revuelven, pues, como bien pueden. De nuestro lado militante, nos toca reflexionar sobre nuestras actitudes, hacernos preguntas sobre aquello que tenemos a nuestra disposición. En Francia tuvimos un debate muy polémico durante las revueltas de los barrios populares. El punto de partida era que en Francia siempre ha existido un importante movimiento obrero, fuertemente reivindicativo y revolucionario, que no obstante ha negado las opresiones del proletariado de los barrios populares, de forma que cuando se desencadenaron aquellas revueltas, estas tomaron formas grises, organizaciones hechas con aquello que tenían disponible. La ausencia de vínculos con el movimiento obrero histórico, la ausencia de organizaciones en el territorio, la ausencia de reivindicaciones antirracistas, explica cómo ha sido posible que aquellas revueltas tomaran una forma brutal, sin un programa político: precisamente porque utilizaban las únicas formas que tenían a su disposición.
3/ Por otro lado, hay que tener en cuenta las conclusiones de Fanon respecto a los procesos de emancipación del dominado, en las que describe el pasaje de la aceptación de la dominación a la ruptura con esta. Fanon nos propone asumir esa línea interpretativa para leer tanto las trayectorias que viven las personas a nivel individual, como las expresiones a nivel de clase, las expresiones colectivas. Este enfoque no solo vale para la dimensión de la esclavitud y el colonialismo, sino también para otras dominaciones de género y clase. Fanon toma como punto de partida un hecho que, incluso cuando es reconocido, resulta a menudo infravalorado: la violencia total que significa la esclavitud. Si infravaloramos lo que ha significado para las sociedades colonizadas semejante violencia —la destrucción de modos de vida seculares, la destrucción de la coherencia misma (la posibilidad de reproducción) de las sociedades—, entonces no podremos entender por qué la historia ha tomado la dirección que describo ahora. Para Fanon, lo que ha posibilitado esa violencia sobre los pueblos colonizados, esclavizados, es la presuposición de que los pueblos dominados han asumido un sentimiento de inferioridad.
En paralelo, en los pueblos de los países dominantes se ha desarrollado un sentimiento generalizado de superioridad. Los soldados africanos y asiáticos que participaron en la Primera y la Segunda Guerra Mundial tomaron conciencia de ese sentimiento cuando, a nivel histórico, se dieron cuenta de que el soldado blanco que estaba a su lado lloraba y sufría exactamente igual que ellos. En aquel momento se hizo añicos el sentimiento de invencibilidad. En la primera fase en que se hace frente a esa violencia total y al sentimiento interiorizado de inferioridad, el dominado intenta parecerse al dominante. Es un primer reflejo, y no se trata de un reflejo de contestación, de un reflejo revolucionario. La idea subyacente es que, si soy efectivamente inferior, estoy correspondiendo al deseo de los dominantes, y podré así acceder a la igualdad. En esta fase, el canon de belleza es el blanco (existen aún hoy en día ejemplos de blanqueamiento de piel en África). Solo la constatación progresiva, a contracorriente respecto a las dinámicas de sumisión y dominación, podrá permitir un proceso de ruptura.
Posteriormente vemos desarrollarse una fase de reacción, esto es, el intento de emprender un camino completamente inverso respecto al dominante. Esto implica que todo aquello a lo que le quitan valor los dominantes será revalorizado por los dominados. Es la fase del Black is Beautiful, esa que Aimé Cèsaire describe con la frase «le negre t’emmerde», esto es, el negro se caga en ti. Fanon la describe diciendo «la plongée dans le trou noir», el salto al agujero negro. En esta fase, todo aquello a lo que el dominante le quita valor, lo reivindica el dominado, de forma que el estigma se convierte en bandera. Pero este pasaje no es aún suficiente para la emancipación. Posteriormente, puede alcanzarse una última fase, cuando los dominados ya no están en la reacción, sino en la comprensión del sistema político y socioeconómico de la relación de dominación: se entra así en la fase de la conciencia política.
Durante la segunda fase, la del rechazo de aquello que los dominantes ponen en valor, la religión toma un papel central, porque las religiones de los dominados son definidas como religiones retrógradas por los dominantes, lo cual explicaría entre otras cosas el carácter no desarrollado de las economías de las sociedades dominadas, justificándose así su colonización. Es necesario evitar una lectura mecanicista de las «épocas de la revuelta», según la cual se habrían tratado de revueltas de carácter político (marxistas panafricanistas), que habría dejado paso, a día de hoy, a una dimensión principalmente religiosa. Pero ese no ha sido el curso de las cosas. Todos los movimientos decoloniales han tenido una componente religiosa. Se inspiraban sin duda en los debates del mundo militante marxista, pero tenían también una base religiosa, y esto es válido para todos los movimientos de liberación nacional: todos ellos han mezclado ambos aspectos. Sí es cierto que asistimos, desde hace 20 o 30 años a esta parte, a un progresivo abandono de las líneas de análisis de la izquierda, pero eso no significa que el discurso religioso no existiera también antes.
El islam político no es algo nuevo, la diferencia es que en el pasado estaba influenciado por las líneas interpretativas progresistas y, en ciertos contextos, tendía a emerger una teología de la liberación musulmana, mientras en Latinoamérica emergía una teología de la liberación cristiana. Por ejemplo, el FLN argelino produjo textos, entre 1954 y 1962, basados en una interpretación progresista del islam. Posteriormente tuvieron lugar los distintos procesos de independencia, que no fueron únicamente procesos de emancipación, sino movimientos contradictorios, ya que implicaban el fracaso de los colonizadores, pero también su reacción, la contraofensiva de los mismos colonizadores. Una estrategia de los países colonizadores para cambiarlo todo sin que nada cambiara, mutando las formas pero manteniendo la hegemonía.
Para entender los ideales que nutrieron aquellas luchas de liberación nacional, hay que tener en cuenta la cuestión de las clases sociales. Por definición, el colonialismo bloquea el desarrollo de todas las clases sociales, incluida la burguesía. Los procesos de independencia fueron seguidos por años en los que se produjo una cristalización acelerada de las clases sociales, algo que antes frenaban las dinámicas coloniales. Los movimientos de liberación nacional estuvieron dirigidos por personas que habían accedido a la cultura política, a través de la enseñanza y la lectura, gente que tenía la posibilidad de estudiar, esto es, la pequeña burguesía. Más tarde se encontrarían ante una elección: mantener sus propios ideales y renunciar a convertirse en burguesía, o bien suicidarse como clase.
«Suicidio de clase» es un concepto propuesto por Amilcar Cabral, el llamado «Lenin africano», la persona que más ha profundizado en una lectura marxista de la realidad africana. Para Cabral, la pequeña burguesía que accede al poder sin haber tomado una cierta conciencia acaba convirtiéndose en herramienta de las burguesías europeas. En muchos Estados nacieron líderes, inicialmente identificados como grandes revolucionarios por parte de sus pueblos, que acabaron transformándose en perros de guardia de las burguesías europeas. Tras aquello, la reacción de los pueblos fue buscar otros canales de expresión política que se alejaran de aquellos líderes, los cuales, aun manteniendo discursos marxistas y de izquierdas, se alinearon con los intereses imperialistas.
En ese sentido, el islam político se convierte en una opción real. Las esperanzas nutridas en los movimientos de liberación acaban en decepción con la realidad tras la independencia, que sigue siendo colonial. Esto contribuye a relativizar los discursos de liberación presentes anteriormente. Si a eso le añadimos la crisis del movimiento progresista internacional en los años 80, el fin de la URSS, el fin de la credibilidad de los canales progresistas históricos, queda claro que los dominados ya no pueden autorresolverse, y buscan así otros canales, entre ellos el islam político. Aquellos que elaboraron las teorías necesarias para justificar el imperialismo tomaron ese hecho en consideración, exactamente en el mismo momento en que los progresistas, por su parte, subestimaban la dimensión de lo que estaba ocurriendo a nivel subjetivo en los pueblos dominados. Los estrategas imperialistas lo entendieron perfectamente, existiendo incluso informes de la CIA que describen el espacio y el papel que toma el islam político entre los dominados. Estos analistas entienden enseguida que el islam político puede orientarse tanto en la dirección de cuestionar la dominación como en sentido contrario, canalizando las revueltas hacia un impasse. La alianza entre EEUU y los wahabíes en Arabia Saudí, por ejemplo, se construye estratégicamente, porque se basa en la idea de romper la dinámica potencialmente revolucionaria de la dimensión religiosa, para dirigirla hacia una dimensión reaccionaria. El error que hay que evitar es considerar el islam político como un bloque homogéneo, porque se trata, al mismo tiempo, del resultado de las aspiraciones de los dominados de emanciparse y del resultado del intento de instrumentalización de los dominantes hacia el impasse político. Es la relación de fuerzas entre estos dos aspectos lo que determina la dirección hacia la que se dirige el islam político.
Los resultados dependen mucho de cada territorio y país. Por ejemplo, existen lugares en los que la colonización sigue siendo una realidad más que tangible, como en Palestina. Por otro lado, el islam político se desarrolla globalmente, muy mayoritariamente, en una dimensión progresista, de orientación revolucionaria. Si leéis los análisis de Hamás que hacen balance del alto el fuego, si os centráis en lo esencial del análisis quitando las frases inicial y final en las que se alaba a dios, veréis que se basan en un análisis de la relación de fuerzas, de estrategia política, porque en un situación de colonización el resto de cuestiones están sobredeterminadas, precisamente, por el contexto colonial. Lo mismo le ocurre a Hezbolá, mientras que los discursos dominantes en Arabia Saudí o Qatar son completamente distintos.
En la inmigración, la cuestión del islam político está sobrecargada por la cuestión identitaria. Una serie de elementos que atraen a las personas hacia el islam tienen mucho que ver con su dimensión identitaria, porque las personas inmigrantes viven en un contexto de negación de su pertenencia e identidad, tendiendo a reafirmarse precisamente en esa identidad como impulso de dignidad. Así, cuando nos relacionamos con la consolidación del islam político en los barrios populares hay que evitar dinámicas de simple reacción, esforzándose por trabajar las alianzas sin ceder a las rigideces de los valores progresistas, para poder así entender qué elementos están relacionados con la reacción identitaria y cuáles, en cambio, están ligados a dinámicas de emancipación, a terrenos en los que es posible el encuentro.
Las actitudes militantes, aún muy extendidas, que huyen del contacto con quienes no pertenecen a una cierta pureza ideológica nos impiden entender a los dominados como aquello que realmente son, impidiéndonos así cambiar las cosas. Consejo de Lenin: no hay revoluciones puras, todas las revoluciones están llenas de contradicciones, por lo que, o bien esperamos a que esas revoluciones se hagan puras para apoyarlas, o bien nos implicamos en la lucha para direccionar el terreno, la discusión, el debate, en una relación que se construye en la lucha misma.
Por poner un ejemplo, pensemos en los Chalecos amarillos, uno de los últimos y mayores movimientos de Francia. Una gran parte de los militantes de izquierdas en Europa rechazaron tomar parte de aquel movimiento, etiquetándolo de fascistoide. Si bien es cierto que en su interior había elementos reaccionarios —porque era un movimiento lleno de contradicciones— existían también puntos de vista progresistas. Pero el movimiento francés de izquierdas dejó completamente de lado aquel movimiento, en lugar de entrar en él, trabajar e intentar orientarlo en una cierta dirección.
El momento de pasaje entre dos épocas, de una capitalista a una socialista, es un proceso histórico que tiene una cierta duración, no ocurre como advenimiento de una «gran noche» de la revolución, un momento que nos transporta directamente a la liberación. Se trata, en cambio, de un proceso de flujos y reflujos, de victorias y regresiones, de ofensivas y contraofensivas. Si no lo concebimos de esa forma, nos quedaremos empantanados en la impotencia, porque llegados a un cierto punto habrá necesariamente derrotas, llevándonos a pensar que todo está perdido. Lo importante es identificar lo que va en la dirección de la transformación y lo que va en la dirección de la reacción. Estos aspectos deben estar claros hoy en día, porque nos encontramos en una fase histórica en la que, en África, están emergiendo de nuevo líneas de análisis marxistas, nacionalistas y panafricanistas. Se trata de debates que apenas se perciben desde aquí.
En los últimos años, África ha entrado en ebullición. Recientemente se ha celebrado en Dakar un seminario internacional sobre la actualidad del panafricanismo, en el que han participado distintos movimientos africanos. Por otro lado, en Níger se ha celebrado una conferencia internacionalista antiimperialista. Así, mientras que desde aquí tenemos la impresión de que en África no se consigue proyectar una perspectiva revolucionaria, la realidad es que se está produciendo una efervescencia que retoma el vocabulario marxista, planteándonos la cuestión de hacia dónde miramos y qué dejamos fuera de nuestras perspectivas. Aun sin idealizarlos, porque las situaciones son complejas, tanto en Níger como en Dakar se han presentado movimientos que se reivindican como marxistas musulmanes, una reivindicación que no existía desde hacía mucho tiempo y que, para sus participantes, no implica contradicciones.
Así, la percepción del islam político como bloque homogéneo reaccionario —que invisibiliza la componente que se mueve en una óptica emancipadora— no hace sino reproducir el discurso dominante, el cual pretende universalizar todas las reivindicaciones referidas al islam como inevitablemente reaccionarias. Si también desde nuestra militancia nos situamos ahí, sin tener en cuenta que el islam político es contradictorio, que existen distintas inspiraciones, distintas relaciones de fuerza, acabaremos llegando a la misma conclusión que las clases dominantes, y alimentaremos así la islamofobia. Hay que complejizar para entender las formas de la revuelta actuales, las formas de ocultación e invisibilización de todas las teorías que provienen de las antiguas colonias basadas en enfoques progresistas, panafricanistas, marxistas. De mis libros, el que más éxito ha tenido en África es Figures de la Révolution africaine. El texto presenta a distintos líderes desde los años 50 a los años 80, llegando hasta Sankara, contando a través de perspectivas materialistas, panafricanistas y marxistas la historia de los movimientos de liberación nacional. Se trata de figuras que fueron ocultadas, por lo que hoy nos encontramos en una fase de redescubrimiento: en Senegal se vuelve a leer a Fanon, regresan referencias que estaban perdidas desde hacía treinta años. Los militantes de izquierdas en los países dominados no cometen los mismos errores que cometemos aquí, teniendo un enfoque mucho más dialéctico respecto al islam político. Si habláis con los compañeros del FLP [Frente para la Liberación de Palestina], militantes marxistas, descubriréis un enfoque que consiste en poner por delante la dimensión emancipadora de Hamás o Hezbolá, entendiendo que la decisión de enrolarse con uno u otro movimiento es una decisión que responde a la necesidad de acción. Hay compañeros del FLP que han decidido unirse a Hamás simplemente porque se trata de la organización con más herramientas y posibilidades para llevar adelante la lucha armada, no porque tengan una afinidad ideológica particular. Porque la primera preocupación, la prioridad, es cómo organizarse frente al colonizador. Estamos lejos de discursos que hablan de incompatibilidad entre el islam político y otras opciones. Siempre es bueno recordar una frase del poeta de la resistencia francesa Paul Eluard: «Face à l’oppression, ceux qui croit au ciel et ceux qui y ne croit pas sont unis dans le même combat», «Ante la opresión, quienes creen en dios y quienes no creen en él están unidos en la misma lucha».
La laicidad
Hay que identificar los intereses sobre el tema de la laicidad, los intereses que la burguesía ha situado en ese terreno para crear la idea de un peligro ficticio en nuestras sociedades. Para ello, antes que nada, hay que dejar de pensar que la laicidad es un invento europeo. Todas las sociedades marcadas por una dimensión multicultural o multirreligiosa están obligadas a encontrar una forma de funcionar que permita a todas las almas vivir en función de reglas comunes. Por ejemplo, en mi pueblo existe una autoridad religiosa que es el imán, y una autoridad de la vida social. Ambos poderes se encuentran separados. La palabra laicidad nunca ha sido inventada, es algo que simplemente funciona así. La pretensión de haber inventado la laicidad ha permitido justificar la misión civilizadora. Porque también respecto a este tema hay que educar a los otros —retrógrados y salvajes—, enseñarles lo que no han aprendido. Esto es lo que se halla tras los discursos de la clase dominante sobre la laicidad.
El segundo elemento a considerar es que incluso en un país como Francia, donde se utiliza de forma ideológica el concepto de laicidad, esta nace como herramienta de protección de las minorías religiosas, originariamente para judíos y protestantes. No obstante, hoy en día vemos la contradicción de cómo se le ha dado la vuelta al concepto de laicidad, usándolo como instrumento de lucha frente a la radicalización de la religión islámica, aun siendo esta una religión minoritaria en Francia.
A medida que Europa se hunde en una crisis que provoca en las clases dominantes el miedo a la posibilidad de una explosión social, estas contraponen, a la contradicción real, una contradicción falsa, que desplaza el enfoque. La contradicción central sigue siendo la contradicción de clase y la contradicción superficial, esa idea de un mundo en que todas las sociedades están divididas entre partidarios del progreso —los europeos, los occidentales— y todos los demás, retrógrados y bárbaros, partidarios de la reacción. Así, la idea de la lucha de la luz de la razón contra el oscurantismo acaba sustituyendo la contradicción de clase. Y esto permite construir un enemigo interno, el musulmán, una amenaza, creando una reacción de unidad contra ellos. La laicidad es uno de los vectores esenciales para que se construya al musulmán como enemigo interno, es un concepto que se propone no ya como un método, sino como una realidad que se asume como intrínseca a la civilización occidental, asumiéndose así un enfoque esencialista.
Para escribir mi libro titulado Un racisme respectable [Un racismo respetable] —que habla de laicidad y de su instrumentalización, de un racismo que se viste de buenos valores— tuve que volver a leer la Biblia, para ver si de verdad existía esa separación entre lo temporal y lo espiritual. Se trata de un elemento que se les niega a las comunidades musulmanas cuando se dice que no tienen una separación entre vida privada y pública, entre poder temporal y espiritual. Análogamente, se describe a la sociedad occidental, europea, como la cuna de la democracia, como si en la cultura occidental hubiesen existido valores de laicidad y democracia desde la noche de los tiempos. Pues bien, no he encontrado nada que demostrara nada de todo esto. Se trata pues de una reconstrucción puramente ideológica.
Concluyo diciendo que el islam, como el catolicismo o el ateísmo, como todas las formas de ver el mundo, toma al mismo tiempo distintas modalidades, modalidades ambivalentes que no constituyen un bloque homogéneo. En todas las visiones conviven aspectos emancipadores y reaccionarios. No hay que dejarse engañar por una visión que homogeneiza, que divide en bloques, siguiendo un discurso esencialista y universalista.
Saïd Bouamama Sociólogo franco argelino, militante sindical y por la construcción de un «movimiento autónomo de la inmigración». Autor de De las clases peligrosas al enemigo interior. Capitalismo, migraciones, racismo (Traficantes de Sueños, 2025).
7. La industria de la guerra
Un repaso en CTXT a la industria militar europea, que se las promete muy felices.
https://ctxt.es/es/20250301/
La carrera belicista europea: ¿quién está detrás de la industria de la guerra?
El sector de defensa vive su mejor momento desde la II GM, gracias al apoyo de la Comisión Europea y al impulso del eje franco-alemán, que ve una tabla de salvación al declive de sus economías
Rubén Juste de Ancos 26/03/2025
Más allá de la posición de Trump en la posible paz en Ucrania, Europa parece haber tomado ya de manera indiscutible la senda de aumento del presupuesto militar. La Comisión Europea, presidida por la exministra de Defensa alemana Von der Leyen, y que integra la gran coalición formada por la ultraderecha, socialistas y conservadores, ha prometido la movilización de 800.000 millones de euros. “Estamos en una era de rearme y Europa está dispuesta a impulsar masivamente su gasto en Defensa”, dijo a principios de marzo la presidenta de la Comisión, tras la congelación de la ayuda de EEUU a Ucrania decretada por Trump. El nuevo plan, denominado “Rearmar Europa”, plantea romper reglas tradicionales de la Unión, como congelar las reglas de déficit fiscal para autorizar el endeudamiento si es para gasto militar; o la compra mancomunada de material militar, para evitar sobrecargar los precios y las cadenas de suministros; y préstamos por valor de 180.000 millones para estas compras. El objetivo es “la adquisición de sistemas de defensa aérea y antimisiles, los sistemas de artillería, misiles y munición, drones y sistemas antidrones, pero también para abordar otras necesidades, desde el ciberespacio a la movilidad militar”, según aseguraba Von der Leyen. Ante esta espiral incuestionable, cabe preguntarse qué actores se pueden beneficiar de esta carrera.
El declive económico del eje franco-alemán
Macron y la industria francesa de defensa son uno de los grandes beneficiados de este plan de rearme. Desde la convocatoria de elecciones anticipadas el año pasado, y el frustrado gobierno de su delfín, el conservador Michel Barnier, las malas noticias se le han ido acumulando. En unos pocos meses ha perdido a su socio alemán Olaf Scholtz, y principalmente al estadounidense Biden, con quienes compartía objetivo estratégico en Ucrania. Más allá, la economía sigue una senda de estancamiento, con un tímido crecimiento del 1,1% en 2023 y 2024. Tras la crisis de gobierno y los datos económicos de fin de año, las agencias rebajaron la calificación de la deuda, cuyos intereses están en máximos históricos desde la crisis de 2011.
Una situación que ya hace mella en las familias. Según una encuesta de IPSOS, el 32% de los franceses afirma que apenas puede satisfacer sus necesidades esenciales (+2 puntos en un año) y el 13% que no lo hace (+1 punto en un año). En total, casi uno de cada dos franceses se encuentra, por tanto, en una situación económica incómoda (45%, una proporción que ha aumentado 3 puntos respecto a 2023).
En enero, otra encuesta situaba a Macron como el presidente con menos popularidad desde François Hollande en 2015. Bajo este aguacero, Macron ha abrazado con fervor el plan de rearme europeo y cuestiona las reglas de déficit. Ya en enero decía que estaban “caducas”, con una deuda del 113,7% y un déficit del 6%, muy por encima del resto de países, y el doble de lo que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que limita el déficit público al 3% y la deuda pública al 60% del PIB.
Con el rearme europeo, Macron fía su futuro al desempeño de la industria gala en el sector. Tras casi tres años de guerra en Ucrania, Francia se ha convertido en el segundo exportador de armas a nivel global, sólo por detrás de EEUU. Cinco de sus empresas se sitúan entre las 50 mayores del mundo (Thales, Dassault, Naval Group, Safran y CEA). Estas empresas se caracterizan, dentro del ecosistema global, por tener una participación estatal de control por parte del gobierno francés y el Ministerio de Defensa. Esto beneficia a ambas partes de la carrera armamentística, pues asegura un crecimiento de pedidos por parte del Estado y aumenta su recaudación. Sólo en 2024, los beneficios por la venta de armas de Thales aumentaron un 45%.
La locomotora parada
Alemania es otro de los países que encuentra una salida económica con esta guerra. La locomotora industrial de Europa no ha levantado cabeza tras la crisis del covid y el final del gas ruso barato: su producción industrial sigue 10 puntos por debajo del nivel precrisis, y en 2024 cayó un 3%. La economía alemana arrastra dos años de crecimiento negativo, en 2023 y 2024, una situación que no se producía desde el inicio del milenio.
Los efectos de la recesión se han dejado ver en los recientes cambios políticos en el país. Las encuestas electorales destacaban la economía y la inmigración como los principales problemas que preocupaban a la ciudadanía, y acabaron provocando el cambio de gobierno. Otro de los elementos es la disparidad creciente entre ricos y pobres, muy común en el resto de países europeos. Las condiciones de vida de muchos ciudadanos han ido empeorando, y Alemania figura entre los países líderes en indicadores como pobreza energética, con un 8,2% de su población pasando problemas para mantener caliente su hogar, frente al 20,8% en España, que lidera el ranking; y por encima de países como Polonia (4,7%), Finlandia (2,6%) o Austria (3,9%), lo que apunta directamente al incremento de precios de la energía tras el inicio de la guerra de Ucrania (el porcentaje era del 2,5% en 2019).
Elementos que ha sabido canalizar la ultraderecha para su propio interés, y que figuran entre los factores que influyen en la buena prensa de esta carrera armamentística. La crisis de gigantes como Volkswagen contrasta con el crecimiento de la industria alemana de defensa. Las icónicas empresas Thyssen y Rheinmetall AG han encadenado años de beneficios y la última está en conversaciones para adquirir la planta de Volkswagen en Osnabrück para la construcción de tanques. A diferencia de las empresas francesas, son compañías de capital abierto, con fondos norteamericanos como sus principales accionistas (Blackrock, Vanguard o FMR) y, en el caso de Thyssen, con la familia Krupp como accionista mayoritario que acompaña a dichos fondos.
Los británicos, los grandes beneficiados del plan europeo
Otro de los beneficiados por la espiral belicosa es Gran Bretaña. Tras un turbulento periodo de crisis abanderado por el partido conservador y el fin de la era brexit, los laboristas, liderados por Keir Starmer, han congeniado con los intereses europeos respecto a Ucrania. El primer gesto de acercamiento fue premiar a Zelenski con la primera asistencia en treinta años de un líder extranjero a la reunión del nuevo gabinete, en julio del año pasado.
Starmer pasa en estos momentos por ser el socio más fiel del presidente ucraniano. Ha apoyado el envío de tropas, aviones de combate y soldados. Se acerca así a lo que Rusia asocia a una declaración directa de guerra. Recientemente sorteaba la amenaza rusa ante estas propuestas adoptando una que incluyera un contingente de “paz”. Keir Starmer afirmaba su compromiso de alcanzar el 2,5% del PIB en gasto militar. Como asegura el partido en su página web, “los laboristas pararán el caos, pasarán página, y volverán a los cimientos de seguridad nacional, fronteras seguras y estabilidad económica”.
Siete de las cien mayores empresas de defensa en el mundo son británicas. Entre ellas destaca BAE Systems, líder en ámbitos clave del plan de rearme europeo, como misiles, sistema de defensa, vehículos de combate y transporte, o sistemas de comunicación. Aporta el 17% del total de ventas de la industria militar y de defensa europea. Eso ha hecho que Bruselas modifique la estrategia de “comprar más, mejor y más europeo” e incluir a empresas de armamento y defensa británicas en la ecuación, y a otros países como Turquía.
Al igual que la industria alemana, las empresas británicas tienen como principales accionistas a los fondos norteamericanos. Tras las privatizaciones de Margaret Thatcher, no obstante, el gobierno británico se reservó la llamada acción de oro, que concede a este las facultades de vetar la toma del consejo de administración por parte de inversores, o la facultad de que sea un británico el presidente del consejo.
El capital financiero estadounidense: adalides de la industria militar
A pesar de la gran importancia de la industria europea, la dependencia de las empresas norteamericanas de seguridad y defensa es un hecho, y más después de la invasión de Ucrania. Entre 2015 y 2019, los países de la Unión Europea importaban un 52% del material de defensa de EEUU, y esta cifra ha subido al 64% en el periodo posterior (2020-2024), beneficiándose del incremento de importación de armas del continente europeo (aumentó un 155%), según el Instituto de Estocolmo de Investigación de la Paz. Las empresas de armamento de EEUU han sido las grandes favorecidas de la guerra de Ucrania y su posición sigue siendo dominante en el mercado internacional. Desde su inicio, su posición en el mercado ha crecido desde el 35% del total de exportación de armas a un 43%, acercándose a controlar casi la mitad del mercado internacional, según datos del instituto sueco.
Los datos recabados por CTXT no dejan lugar a dudas: de las 523 empresas de armamento a nivel global, 185 son norteamericanas. Sus compañías facturan 574.716 millones de dólares, muy lejos del segundo país, Francia, con 97.513 millones. Su principal baluarte actualmente es la corporación RTX, que se queda un poco por detrás del total de la factura de las empresas francesas, con 80.738 millones. Su división Raytheon Missiles & Defense produce los famosos misiles Patriot, tan demandados en la guerra de Ucrania. Es, a su vez, uno de los principales suministradores de armas de Israel, ya sea por venta directa, o a través del programa de financiación de armas del gobierno norteamericano con este país.
El país norteamericano es líder no sólo a través de sus empresas de armamento, sino también a través de sus tentáculos financieros. Los fondos norteamericanos controlan la mayor parte de empresas globales de armamento. Blackrock es el principal inversor en el sector, con 542 empresas participadas. Le siguen entidades como Invesco, Fidelity o Vanguard, con centenares de participaciones en empresas clave de la industria armamentística.
Otras de las empresas importantes es Lockheed Martin, productor del popular F-35 que usan la mayoría de países occidentales. Tras el anuncio de Trump de aumentar los aranceles, Canadá y varios países europeos plantean sustituir la compra de estos por otros similares como el Eurofighter de Airbus. Su accionista de referencia es State Street, otro de los bancos estadounidenses que domina la industria, y que es a su vez el primer accionista de RTX Corporation.
El rearme europeo: qué se ha hecho hasta ahora
Ante el nuevo escenario de competencia entre bloques productores, la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa la posibilidad de compras conjuntas para los países miembros, y un fondo común para evitar problemas de suministro como sucedió en la pandemia. La posibilidad de mancomunar el presupuesto es uno de los primeros pasos hacia la interoperabilidad, es decir, que puedan generarse sinergias entre los distintos ejércitos europeos con el objetivo de alcanzar la autonomía estratégica deseada. Pues, como ya se ha puesto en evidencia, no es el gasto militar lo que diferencia a Europa de su entorno (sólo por detrás de EEUU), sino la autonomía respecto al suministro de bienes militares, y la operatividad entre los distintos ejércitos de los Estados miembros.
Así, el 6 de marzo, tras la reunión del Consejo Europeo y el lanzamiento del plan Rearmar Europa, se ponía énfasis en la “firme voluntad de reducir sus dependencias estratégicas y aumentar sus capacidades. La base tecnológica e industrial de la defensa europea debe reforzarse en consecuencia en toda la Unión”. El plan incluye las ya citadas compras conjuntas, e incentivar a la industria europea de defensa a través de los presupuestos nacionales y préstamos del Banco Central de Inversiones, el organismo presidido por Nadia Calviño.
Como menciona un informe del Instituto Elcano, bajo estos relatos (Rearmar Europa), “la defensa pasa a ser otro instrumento de competición y se utilizan las inversiones en defensa como un instrumento para potenciar la resiliencia del tejido industrial, el empleo y la prosperidad de las poblaciones”.
Una de las fórmulas ensayadas se puso en marcha tras la invasión de Ucrania, a finales de 2021, con la creación del Fondo Europeo de Defensa. Según el Instituto DELAS, uno de los problemas de este fondo ha sido la opacidad en las adjudicaciones y el desarrollo de programas como los aviones no tripulados dirigidos por IA. Este fondo se dedica a Innovación y Desarrollo en programas militares y, según el Instituto, más del 30% de los fondos han tenido cinco beneficiarios (Leonardo, Thales, Airbus, Saab e Indra). Un proceso de adjudicaciones y desarrollo que pone en cuestión el instituto DELAS al ser estas empresas parte del panel de expertos que ayudó a la Comisión a erigir este fondo.
Otros, en cambio, ven estas sinergias entre empresas privadas europeas o semipúblicas y el Estado como una estrategia necesaria para el desarrollo de la autonomía. Así pues, esta conexión entre oferta y demanda sería propia de una industria oligopólica por definición con un solo comprador (los estados), que premiaría a aquella industria que desarrolla productos bajo la supervisión y dirección del Estado.
Uno de los ejemplos de esta estrategia lo tendríamos en la empresa pública Airbus aerospace y Airbus Military, cuya matriz EADS (fundada por la francesa Matra, la alemana Daimler, y la española CASA) es controlada por los gobiernos de España (4%), Francia (10,83%) y Alemania (10,82%). Sería la más beneficiadade en estos fondos, y uno de los principales contratistas de los Estados miembros (como España).
España: un conglomerado tecnológico-militar afín
Se ha puesto el énfasis en que España estaría en la cola europea en gasto en defensa en relación al PIB. El Gobierno de Sánchez se comprometió tras la cumbre de Madrid de 2021 a alcanzar el 2% del PIB en 2029. Una cifra muy relativa, como muestra un informe de Felix Arteaga, investigador del Instituto Elcano (organismo público de estudios internacionales), pues “España cumple con creces (30,3%) el objetivo del porcentaje de inversión en equipamiento sobre el total de gastos de defensa de la OTAN (20%). De hecho, está por delante de EEUU (29,9%), Dinamarca (29,8%), Alemania (28,7%), Francia (28,4%) e Italia (22,1%)”. A su vez, el incremento del gasto militar no ha hecho más que crecer durante la última década. Entre 2014 y 2024, España aumentó su gasto un 107%. Sin embargo, este incremento se hace menos visible por el crecimiento del PIB en estos años. El investigador del Instituto ve, en consecuencia, imposible que se alcance el 2% del PIB prometido bajo el actual contexto, ya que implicaría un aumento sustancial respecto a la senda trazada en pasados presupuestos. Algo que parece difícil ante la imposibilidad de tener una mayoría que lleve adelante unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para este año o el siguiente.
El presupuesto militar del Estado muestra un crecimiento y una concentración de empresas a su alrededor. El principal beneficiario de este sería el conglomerado europeo Airbus (49,6%), seguido por Navantia (14,2%), e Indra (5,8%). Como marca el Ministerio de Defensa en su informe anual, el objetivo del incremento en el presupuesto de defensa es potenciar la inversión en programas militares. Esto supone el “lanzamiento de nuevos programas como los buques hidrográficos, la radio táctica SCRT, el RPAS Sirtap, sistemas de mando y control, misiles Patriot o sustitución de aviones y helicópteros. Estos nuevos programas se unirán a los que están actualmente en desarrollo, entre los que destacan el vehículo 8×8, las fragatas F-110, el submarino S-80, el helicóptero NH-90, el caza de nueva generación NGWS/FCAS, los EF2000, el A400M o los satélites HISDESAT”.
Estos proyectos de I+D cuadran con los movimientos de Sánchez en el campo económico. Por un lado, el nombramiento del expresidente de Indra Marc Murtra en Telefónica –un 10% de sus acciones está en manos de la SEPI–, así como la adquisición de Hispasat por parte de Indra. Ambos movimientos han puesto sobre el tablero la apuesta del gobierno por un sector, el de las telecomunicaciones, como ámbito clave en el esquema de seguridad nacional y defensa.
Por otro lado, Indra, controlada por el Estado (y bajo los mandos de los hermanos Escribano, que controlan el 15%, con el beneplácito de Moncloa), está dispuesta a aprovechar las nuevas inversiones para adquirir otras compañías que amplíen su competencia. Es el ejemplo de la empresa norteamericana fabricante de blindados Santa Bárbara. Indra pretende hacerse con ella para controlar la fabricación de los vehículos blindados 8×8 (ahora participa en la parte electrónica). O la ya mencionada adquisición de la empresa de satélites y telecomunicaciones, Hispasat. Una operación que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, bautizaba como “muy buena noticia para España”, pues refuerza a “una empresa estratégica en un sector clave”, refiriéndose al ámbito aeroespacial y las comunicaciones.
Tras el anunciado plan de rearme de Von der Leyen, y con una opinión pública española tradicionalmente reacia a aumentar el gasto militar, Sánchez quiere reformular el programa Rearmar Europa y dirigirlo hacia la seguridad, y no sólo a las armas. Unos movimientos que muestran la apuesta del Gobierno español por disputar el terreno de la I+D al resto de socios, y optar, con un conglomerado público-privado, a los nuevos fondos pactados en Bruselas. Estas iniciativas enlazan bien con la idea francoalemana de ligar el aumento del gasto en defensa con el empleo y el crecimiento. En ese sentido, la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, defendió el crecimiento del gasto militar prometido a Bruselas por Sánchez con el argumento de que “solo en 2023, más de 120.000 personas estaban empleadas en el sector de la defensa y de la seguridad”.
Algo que, a priori, no parece chocar con el conglomerado financiero-militar estadounidense, que participa prácticamente en la totalidad de empresas europeas como importante accionista, o incluso como el mayoritario. En la propia Indra, la estadounidense Goldman Sachs supera a los hermanos Escribano en participación. También lo hacían en Telefónica antes de la entrada del Estado en el accionariado.
En resumen, la industria de armamento europea vive su mejor momento desde la Segunda Guerra Mundial, gracias al apoyo de la Comisión Europea y el impulso del eje franco-alemán, que ve en este sector una tabla de salvación al declive de sus economías y a la legitimidad de sus gobiernos. Todo ello dibuja un futuro que, según esos gobiernos, debe conjugar la necesidad operativa de los Estados europeos de controlar los proyectos de la industria militar, con los beneficios en un sector en auge que compite con compañías norteamericanas cada vez más poderosas.
Rubén Juste de Ancos. Profesor de Sociología en la Universidad de Castilla-La Mancha. Amante del periodismo de Marx e Ida Tarbell. Esta decía que «no hay medicina más efectiva para llegar a los sentimientos de un público fervoroso que las cifras».
8. Grosfogel sobre descolonización
En el marco de la discusión sobre las teorías descoloniales a partir de la reseña del libro publicado en México y traducido al francés, y en el que Ariel Petruccelli intervino enviando alguno de sus textos, puede ser interesante esta aportación de uno de los citados, Grosfogel, publicada en la cubana La Tizza, aunque la charla es de octubre de 2024. https://medium.com/la-tiza/universidad-occidentalizada-y-civilizaci%C3%B3n-capitalista-necesidad-de-la-descolonizaci%C3%B3n-b9817462deb3
Universidad occidentalizada y civilización capitalista: necesidad de la descolonización
Por Ramón Grosfoguel La Tizza Cuba 20 de marzo de 2025
La Tizza comparte una versión de la conferencia de presentación en el encuentro «La mirada decolonial sobre la ciencia y la complejidad social», celebrado en el Auditorio de la Escuela de Historia, Ciudad Universitaria, USAC, Guatemala, el 9 de octubre de 2024.
Eso es lo que se llama Departamento de Filosofía. Y no estoy tomando solo a la filosofía como ejemplo. Podemos ir a sociología, antropología, cualquiera. Cuando usted entra a los cursos está leyendo hombres occidentales de cinco países. Y si alguien viene y dice «Oye, yo quiero enseñar aquí un curso de filosofía maya», le van a decir «no, eso no es filosofía, eso es… Mira, hay un departamento aquí de Antropología que estudia las culturas, o hay un departamento ahí de, no sé, Religión. Mira, vete allí y estudia la religión de…» Porque eso es religión, o eso es cultura; pero nunca asume el carácter de filosofía porque, obviamente, no cumple el canon de pensamiento del hombre occidental en los cinco países mencionados.
¿Cómo se justifica eso?
La justificación que tiene en ese tipo de universidad occidentalizada se basa en decir que ellos producen un pensamiento universal en el sentido de que es válido más allá del tiempo y del espacio, para cualquier lugar del mundo. Las categorías que producen hombres esos de cinco países occidentales usted las puede —oigan esta palabra— «aplicar» para entender el mundo sin importar el tiempo y el espacio, en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento de la historia.
Vamos a decodificar lo que acabo de decir. En primer lugar, todo el mundo piensa desde los problemas que enfrenta, desde sus lugares históricos y sociales. Nadie está pensando desde una nube, todo el mundo está en algún lugar del mundo pensando los problemas. Y la teoría nace de intentar explicar problemas, de ahí nacen las teorías, no nacen de alguien que está en la nube flotando por allá. Todos estamos situados en el mundo, en tiempo y espacio.
La pretensión de producir un conocimiento universal más allá del tiempo y el espacio es una pretensión idolátrica, porque es como ponerse en el lugar de Dios, de que tú estás más allá del tiempo y el espacio, y que tú puedes producir un conocimiento válido más allá del tiempo y el espacio.
¿Quién puede estar más allá del tiempo y del espacio? Ningún ser humano puede argumentar que lo está, ninguno. Entonces, si todos estamos pensando desde contextos espaciales temporales, para ponerle el lenguaje sociológico, desde contextos sociohistóricos, entonces los hombres occidentales de cinco países están pensando desde un lugar del mundo y desde unos problemas del mundo: desde los problemas sociohistóricos de Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña y los Estados Unidos. Esos son los problemas que ellos intentan teorizar y darle respuesta teórica. Pero la experiencia histórica social de esos cinco países no corresponde a la experiencia histórica social del resto del planeta.
Cuando nuestros padres, nuestros abuelos nos preguntan «oye, ¿qué tú haces?». «Pues mira, yo estoy estudiando en la Universidad de San Carlos, en el Departamento de Sociología, en la Facultad de Ciencias Sociales». Tú no dices «yo estoy estudiando en la universidad occidentalizada, en el departamento de sociología colonial eurocéntrica, en la facultad de las ciencias sociales colonial, producida por hombres occidentales de cinco países». Usted no dice eso porque se oye mal. No. Y, además, como tienes el canon de pensamiento de los hombres de cinco países occidentales, pues tienes que nombrar, nombrar y entender, qué tipo de epistemología se está produciendo ahí. Y eso tiene nombre y apellido.
Estamos hablando de una epistemología racista, sexista… Si lo único que se lee son hombres blancos de cinco países, y los considera autoridad en un campo del conocimiento, es como si el resto del planeta no pensara. El resto del planeta ha producido conocimiento sobre todos esos campos, hay conocimiento vasto desde otras experiencias históricas sociales en el planeta.
Por eso es que en un lugar como Guatemala, quienes se toman en serio el proyecto de descolonización son los pueblos originarios; no es el resto de la sociedad guatemalteca, lamentablemente, y mucho menos ese tipo de universidad. Por eso es que nosotros estamos aquí. No hay invitados por esta universidad. Esta universidad no nos pagó nada. Estamos aquí de forma gratuita porque unos compañeros nos han invitado y nosotros estamos comprometidos a hablar donde sea. Pero quienes nos invitan, nos pagan los pasajes y nos traen aquí es Codeca (Movimiento Codeca — Comité de Desarrollo Campesino), que está organizando un encuentro continental de diferentes pueblos originarios, movimientos campesinos, aquí en Guatemala en este momento. En el encuentro se plantean tres problemáticas centrales: la descolonización, la creación de Estados Plurinacionales y el Horizonte del Buen Vivir como nuevo proyecto civilizatorio. Y ellos son los que se toman en serio el tema de la descolonización. Yo creo que, por razones obvias, no hay que explicarlo.
Entonces, si ustedes se fijan, esa epistemología de hombres blancos de cinco países — apoyada en la idea de que ellos sí producen conocimiento universal y el resto del mundo solo produce conocimientos inferiores porque son particularistas—, usa la honestidad del resto del mundo para lanzar la deshonesta campaña de decir que ellos piensan desde más allá del tiempo y el espacio. Lo hacen para justificar su superioridad y decir que sus teorías y conceptos son aplicables al resto del planeta.
Están usando tu propia honestidad para revertirla contra ti. Y ellos, de manera deshonesta, te van a decir lo opuesto. No te van a decir «yo pienso desde la matriz filosófica o epistemológica o de la ciencia social europea», sino «yo pienso desde la ciencia social o yo pienso desde la filosofía» (…).
¿Qué estamos haciendo? Perdiéndonos un caudal de teorías que son, en muchos sentidos, más aplicables a lo que vive el 85, el 90% de los seres humanos. Porque las teorías que se producen desde el Sur son teorías más afines a la experiencia histórica social del 80, del 90 % de la humanidad, la que no vive en los Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra. Ese provincialismo disfrazado de universalismo es lo que se nos vende como ciencias sociales, como humanidades. Es muy provincial ese conocimiento. Pero, como son blancos europeos, con prestigio y superioridad racial… El racismo epistémico nos constituye. Habla un europeo y nos quedamos todos en silencio. Habla una mujer maya y todo el mundo mira para otro lado. «¿Qué puede aportar un indio?, ¿qué puede aportar un negro?» La episteme que domina aquí es racismo y es sexismo epistémico. Estamos en un espacio donde se produce y reproduce el racismo y el sexismo epistémico todos los días. Entonces, la pregunta que hay que hacerse es ¿cómo llegamos allí? ¿Cómo es posible que hombres de cinco países occidentales monopolicen la autoridad y la legitimidad del conocimiento a escala global? ¿Qué pasó?
Todo el giro decolonial tiene que ver con las preguntas que nos hacemos. Las preguntas constituyen las respuestas. Y si tú haces la pregunta de los colonizadores, vas a dar una respuesta colonizadora. Siempre tenemos que estar vigilantes a qué tipo de preguntas estamos respondiendo. ¿Por qué los hombres occidentales de cinco países tienen hoy, en los campos de producción del conocimiento de las universidades, un conocimiento «superior» al resto del mundo? Porque ellos son los que dominan los campos de producción del conocimiento de la ciencia. Si tú haces esa pregunta no la debes ni responder. Porque si tú intentas responder a esa pregunta, te atrapas en la respuesta. Si tú dices: ¿por qué los hombres occidentales de cinco países tienen un conocimiento superior?, ya caíste en un problema, porque vas a responder de dos maneras: vas a decir que tienen coeficientes de inteligencia superiores al resto de la humanidad, y ya estás en el racismo biológico; o vas a decir que tienen una cultura superior al resto de la humanidad, y ya estás en el racismo cultural. Por tanto, esa no debe ser la pregunta a responder.
Ante ese tipo de preguntas tiene uno que dar un paso atrás y cuestionar la pregunta. Inevitablemente vas a responder de forma racista, porque la pregunta ya es racista y te empuja a las respuestas racistas. Entonces, hay que descolonizar las preguntas también. Yo formularía otro tipo de preguntas: ¿En qué momento de la historia ocurrió que hombres de cinco países occidentales monopolizaron la legitimidad y la autoridad del conocimiento a escala global? ¿Cómo pasó eso? Eso no es algo de hace miles de años, es una cosa muy reciente en la historia, eso pasó hace muy poco. ¿Ustedes creen que en la civilización china se leía lo producido en esas instituciones de educación superior? Estoy hablando de hace, que sé yo, hace 300 años. ¿Ustedes creen que ahí se leían hombres blancos de cinco países occidentales? ¿Creen que en la civilización de los mayas se leían a los europeos? ¿Ustedes creen que hace 500 años, 600 años, se leían hombres de cinco países occidentales? ¿Ustedes creen que la civilización musulmana estaba leyendo hombres de cinco países occidentales en las instituciones de enseñanza superior?
Estoy poniendo un nombre así para que nos entendamos. Pero eso tiene un problema, porque hay instituciones de producción del conocimiento en todas esas civilizaciones que tienen otros nombres, otras epistemes, otras pedagogías, otras formas. Los mayas tenían el calendario más preciso del planeta Tierra a la altura de 1492, con una capacidad de predicción de eclipses solares y lunares, fenómenos astronómicos impresionantes, pero no sabemos cómo llegaron a ese conocimiento. ¿Sabes por qué? Porque quemaron los códices. Los colonizadores vinieron aquí y los quemaron. No tenemos un rastro de cómo se llegó ahí. Eso por poner un ejemplo, hay muchos avances científicos, tecnológicos, de conocimiento filosófico, etc., que podríamos nombrar de los mayas, los aztecas, los incas y de muchas civilizaciones en el mundo. Acordémonos que en esa época la Europa de la cristiandad estaba en medio de un oscurantismo impresionante. No estoy hablando del cristianismo. Estoy hablando de la cristiandad, que es una teología de dominación a la que puedes rastrear al menos unos mil y pico de años atrás. En el Imperio romano, con las reformas de Constantino, surge la cristiandad. Y la cristiandad es una teología de dominación. ¿Para qué? Para justificar la dominación de los ricos, los poderosos, la gente que domina y explota el mundo.
El cristianismo es otra cosa. No me voy a un metro ahí, pero quiero que entiendan la distinción: que no estoy hablando del cristianismo, estoy hablando de la cristiandad. Entonces, la cristiandad planteaba el dualismo hombre-naturaleza —el uso del género aquí es a propósito, estoy diciendo hombre porque decían «hombres»—, y la naturaleza para ellos era el espacio de la fuerza satánica. ¿Las fuerzas divinas estaban del lado de quién? Del emperador o del señor feudal y su séquito. Todo aquel que se opusiera a ese poder divino estaba dominado por el «mal» —porque esos eran los representantes de Dios en la tierra, el emperador o más adelante el señor feudal, el monarca, el rey, etc.—. Ese fue el caso de las mujeres en el patriarcado de la cristiandad sospechosas de estar poseídas por las fuerzas del demonio. O, por ejemplo, seres con otras espiritualidades diferentes a la cristiana eran vistos como gente que jugaba con fuerzas del demonio; a los científicos que estaban experimentando con la naturaleza los crucificaban o los quemaban vivos, porque eran acusados de estar jugando con las fuerzas del demonio.
La Europa de la cristiandad, desde el Imperio romano por lo menos hasta el siglo XVIII, era una Europa oscurantista.
Galileo tenía miedo a que lo quemaran en la hoguera. Lean las cartas de Galileo. Descartes también. Descartes tenía miedo a que lo fuera a quemar porque estaba poniendo la autoridad del conocimiento fuera del dios de la cristiandad, fuera de la Iglesia, lo puso en el «yo pienso», en un «yo». Esa gente andaba aterrorizada. ¿Por qué estoy hablando de esa historia? Porque mientras Europa sucumbió en un oscurantismo de ese tipo, el resto de las civilizaciones en la humanidad estaban dirigiéndose en términos científicos, tecnológicos, filosóficos, éticos, etc., porque no tenían el dualismo ontológico de la cristiandad entre naturaleza y hombre, tenían una visión holística, con independencia de las diferencias entre las cosmovisiones de esos pueblos y esas civilizaciones.
Gracias a esa visión holística, si usted estaba experimentando con cosas de la naturaleza y descubría algo que no conocíamos, usted era celebrado. ¿Por qué? Porque usted ha descubierto algo que es parte de la misma creación. Tienen una visión holística, es decir, la diversidad en la unicidad y la idea de que todo es parte de un uno heterogéneo, no un uno homogéneo, y ese uno heterogéneo en el caso del mundo andino es la Pachamama; en el caso de África, Ubuntu; en el caso del islam, Tauhit… Tú puedes ir a través de las civilizaciones y resulta que compartían, a pesar de las diferencias entre todas ellas, esa visión holística de que todos los seres somos múltiples y diversos, y estamos coexistiendo dentro de un cosmos.
Bien, entonces, ¿qué pasa? En gran medida la modernidad es la secularización de las narrativas y las formas de dominación de la cristiandad. Se seculariza, por ejemplo, esto del dualismo hombre-naturaleza. Está secularizado en René Descartes, el mismo dualismo hombre-naturaleza, pero ya fuera de un lenguaje teológico, lo va a nombrar de otra manera, va a decir que la naturaleza es salvaje, es violenta, es el enemigo de los humanos y que hay que controlarla, dominarla, explotarla. ¿Se fijan? Es la secularización de una narrativa de la cristiandad, ahora reciclada como filosofía moderna.
Ahora piensen en eso que aparece como filosofía, ese hombre está hablando ahí de cosas filosóficas, oigan las implicaciones que tiene eso para la vida en el planeta Tierra. Toda tecnología tiene cosmología. No hay tecnología sin cosmología. Eso es otro mito moderno: hacernos creer que la tecnología es neutral, que todo depende de cómo la usa. No, no, no, perdóname. Toda tecnología que se produce tiene una cosmovisión. Y en el mundo en que estamos, en esta civilización moderna, occidental, capitalista, la cosmovisión que predomina es la cosmovisión del dualismo cartesiano, que es la secularización de las narrativas de la cristiandad. Voy a poner un ejemplo. Ese dualismo, ¿qué implicación tuvo? Que empezamos a construir en esta civilización tecnológica desde la cosmovisión del dualismo cartesiano, que significa la construcción de tecnología destructiva de la vida. Aquí hubo un giro, un cambio, un antes y un después, porque ahora tenemos la idea estúpida de que la vida humana se produce y se reproduce de manera separada de las otras formas de vida. Las otras formas de vida son como exteriores al ser humano. Lo humano queda como fuera de la naturaleza y la naturaleza como dualista, ontológicamente separada de la vida humana. Entonces, si usted piensa en esa idea estúpida, usted va a producir tecnología sin los cuidados de la reproducción de la vida, porque usted cree que puede hacer cualquier cosa con la naturaleza y que la vida humana va a seguir. Eso, porque usted la ha pensado ontológicamente separada de las otras formas de vida. ¿Se fijan para dónde vamos? Los científicos hablan de antropoceno, el momento en que los humanos entramos en los ciclos de la reproducción de la vida para destruir la vida en el planeta. Y lo sitúan en el siglo XVII, porque a esta civilización le encanta atribuirse los logros: «metimos a un hombre en la luna»… Y cuando vienen los problemas, se hacen los humanistas. Dicen: «los humanos estamos destruyendo el planeta». Pero los humanos hemos vivido en el planeta Tierra por millas de años, con montones de civilizaciones, y ninguna ha sido destructiva de la vida como esta.
Entonces, no es un problema del antropoceno, es el occidentaloceno: es la civilización moderna occidental la que está destruyendo la vida. No somos los humanos. Es una civilización moderna occidental que es una civilización de muerte, de matanza y masacre de millones de seres humanos en la expansión colonial y en la dominación neocolonial, y de matanza de otras formas de vida.
La destrucción de la vida, la destrucción de la naturaleza, que está metida ahí en las lógicas del dualismo cartesiano. Piénsenlo bien, una idea muy estúpida lo del dualismo cartesiano. Ninguna civilización tenía esa idea. Todas las civilizaciones previas, independientemente de sus diferencias, tenían visiones holísticas, no visiones dualistas. Por eso los pueblos producían la tecnología con racionalidad y atentos a la reproducción de la vida. ¿Por qué? Porque tenían una visión holística. Sabían que debían tener cuidados en la tecnología que hicieran, porque la vida depende de cómo tú te relaciones con esas otras formas de vida. Y por eso hay rituales, por eso van y piden permiso cuando van a sembrar o cuando van a hacer cualquier cosa con la naturaleza, hacen rituales, piden permiso a la Pachamama.
Eso el mundo occidental lo ve como: «mira, esa gente es primitiva, supersticiosa». Pero allí está la racionalidad de la reproducción de la vida, porque se consideran los cuidados que debes tener con la vida alrededor tuyo. Tú no puedes ir por ahí como un camión y llevarte por el medio todo, que es lo que pasa con el dualismo cartesiano, que no hay cuidado de nada.
Entonces, ¿de dónde sale todo eso? ¿Por qué los hombres de cinco países occidentales llegaron a tener ese privilegio epistémico si hace apenas unos cientos de años ninguna civilización se los tomaba en serio? Pues por una sencilla razón: porque Hubo cuatro genocidios —también epistemicidios— en el largo siglo XVI que fueron constitutivos del privilegio de los hombres occidentales, sobre toda Europa occidental.
Uno, la conquista de Al Ándalus . Para quien no sepa que es Al Ándalus, es la parte de la civilización musulmana que estaba en la península ibérica, lo que hoy llamamos España y Portugal. Otro, la conquista de los pueblos de Abya Yala, cuyo laboratorio fue Al Ándalus, porque allí se ensayaron todos los métodos de conquista: la quema de bibliotecas, la encomienda, en fin, todas esas cosas que luego pasaron para acá en realidad empezaron en la conquista de Al Ándalus. La encomienda es la limpieza étnica que hacían: iban, conquistaban el territorio, sacaban por la fuerza a los musulmanes y a los judíos, venían familias cristianas del norte a tomar la tierra ya los sobrevivientes los ponían a trabajar en la encomienda, que era un trabajo gratuito que hacían los colonizados para los colonizadores. Eso hoy le llamamos colonialismo de asentamiento o de población. Y eso lo ves desde la conquista de Al Ándalus hasta Palestina en la actualidad. Hay una fuerte promoción entre colonialismo de población y genocidio, porque el colonialismo de población lleva la lógica de la exterminación de los pueblos que se encuentran, porque la idea del colonialismo de población no es tanto explotar la mano de obra como ocupar la tierra por los colonizadores con sus familias; y eso lleva una lógica de exterminio, pues la única manera de poder ejercer ese proyecto es de manera violenta. No hay otra. Es exterminando las poblaciones que te encuentras de frente. Entonces, está la conquista Al Ándalus, la conquista de Abya Yala , la conquista de los pueblos africanos que fueron capturados para ser esclavizados en las Américas, fueron secuestrados, una industria de secuestro masivo que montaron. Y luego tienes la conquista de mujeres en Europa, que las quemaban vivas acusadas de brujas.
Y llegamos al siglo XVII, cuando Descartes dice «yo pienso», pues ¿quién era ese «yo» después de esos cuatro genocidios y epistemicidios? Ese «yo» no podía ser ni un musulmán ni un judío después de la conquista de Al Ándalus; ese «yo» no podía ser un africano después del secuestro masivo africano y la esclavización en las Américas; ese «yo» no podía ser ningún indígena del mundo después de la conquista de Abya Yala; y ese yo no podía ser ninguna mujer, ni siquiera una mujer de los cinco países después de la quema de brujas, cuando asesinaron a decenas de millas de mujeres acusadas de bruja.
¿Quién quedó con el privilegio epistémico? Si ya no hay africano, ningún musulmán, ningún judío, ningún indígena, ninguna mujer, ¿quién? El hombre occidental quedó con el privilegio epistémico, con la legitimidad en la producción de conocimiento. Y se sitúan ahora desde el ojo de Dios, desde un conocimiento no situado. «Yo pienso más allá del tiempo y el espacio», «yo pienso desde un no lugar», dice. Ahora se pone en el lugar de Dios y se convierte en un conocimiento idolátrico, fetichista, porque comienza a pensar desde un nuevo lugar, desde el ojo de Dios, etc.
Y ahí se monta todo ese proyecto que es la universidad occidentalizada, que se hace un proyecto global de dominación, de producir las élites coloniales y neocoloniales que el sistema imperialista mundial necesita. Y para eso funciona esta universidad, para generar las élites y sus técnicos, para que tú no cuestiones la violencia colonial que sigue viva. Para que tú normalices el neocolonialismo, el neoliberalismo, el racismo y el patriarcado.
Entonces, necesitamos proyectos de descolonización, de descolonización mental, económica, política, o sea, hay múltiples campos de conocimiento a descolonizar, pero, ya fuera de esas disciplinas, tiene que ser a partir de los problemas de la humanidad.
Primero, en lugar de producir conocimientos fragmentados por disciplina, vamos a producir a partir de los problemas, vamos a hacer, ¿qué sé yo?, departamentos o escuelas para pensar el problema ecológico que vive la humanidad y meterle diversidad epistémica, como lo piensan los aymaras, como lo piensan los mayas, como lo piensan los musulmanes, como lo piensan una diversidad de perspectivas críticas que abordan el problema ecológico. Y entonces tendremos una ecología de saberes con la cual podemos construir y mirar el mundo desde ahora, desde un prisma donde podamos incorporar las aportaciones de los diversos pueblos.
Ese es un problema en el que, de hecho, los pueblos originarios tienen mucho más que aportar que lo que puede aportar el mundo occidental. Porque tienen saberes ancestrales, sobre todo acerca de la relación entre la producción y la reproducción de la vida y de la naturaleza. El mundo occidental, en realidad, no se ha desarrollado al planeta, sino, por el contrario, va destruyendo todo lo que puede.
Entonces, la descolonización no es una opción, es una necesidad.
¿Saben por qué no es una opción? Porque si no nos descolonizamos de todas esas formas violentas de dominación tenemos los días contados en el planeta Tierra. Tan sencillo como eso. Me he enfocado en el problema ecológico, pero hay muchos otros problemas: el problema del Estado nación —esa ficción—, el problema del racismo, el problema del patriarcado… hay muchos problemas.
Si el capitalismo es genocida es porque está organizado con la lógica racista de esa civilización moderna y occidental. Si el capitalismo es feminicida es porque está organizado con las lógicas del patriarcado de la cristiandad, que organiza el capitalismo de una manera destructiva de la vida. Si el capitalismo es ecocida es porque está organizado por la lógica dualista cartesiana de la civilización moderna occidental. Si el capitalismo es comunitaricida es porque está organizado con la lógica individualista del pensamiento liberal, eurocéntrico y occidental. Si el capitalismo es epistemicida es porque está organizado por las lógicas eurocéntricas que he explicado aquí. Hay una imbricación entre modernidad como proyecto civilizador y capitalismo.
9. Murray sobre el programa económico
También Murray opina que el programa económico laborista tiene tintes thatcherianos.
https://www.craigmurray.org.
La economía thatcheriana de Starmer
24 de marzo de 2025
Solo se puede apoyar la manifestación actual del capitalismo en su etapa final si se cree que la desigualdad masiva de la riqueza es necesaria para la creación de riqueza, o si se cree que la cantidad total de riqueza no es importante siempre y cuando una minoría muy pequeña sea extremadamente rica.
La «economía de goteo» es, en el fondo, simplemente una afirmación de la idea de que la desigualdad masiva de la riqueza es necesaria para la creación de riqueza. No hay pruebas de ello.
La verdad es, por supuesto, que los pobres en última instancia solo se benefician de la actividad económica de los pobres. Pero no tanto como los ricos se benefician de la actividad económica de los pobres.
Quitarle dinero a los pobres no conduce a un aumento en la creación de riqueza. Si se fijan en los miles de millones que el gobierno laborista está tratando de quitar a los discapacitados, eso no es solo dinero que se les quita a ellos, es dinero que se saca de la economía en general.
Parece asombroso que el Partido Laborista haya olvidado todo el mensaje de Yo, Daniel Blake, de Ken Loach. Pero claro, el Partido Laborista expulsó a Ken Loach por oponerse al genocidio de los palestinos.
Los beneficiarios de prestaciones sociales tienen una propensión al gasto mucho mayor que los elementos más ricos de la sociedad, ya que no tienen otra opción; necesitan gastar todos sus ingresos para sobrevivir y disfrutar de un nivel de vida mínimo aceptable. Estos ingresos se gastan en los bienes y servicios locales que necesitan, de nuevo en un grado mucho mayor que el de las personas más ricas.
Gran parte de este gasto beneficia a la clase terrateniente, pero casi todo se queda dentro de la economía del Reino Unido y tiene un efecto multiplicador en la actividad económica. Todo esto es bastante obvio. Al simplemente sacar este dinero de la economía (y no tiene una relación real con los impuestos y los ingresos), el gobierno está reduciendo el tamaño general de la economía.
Esta austeridad es lo opuesto al crecimiento. Es absolutamente anticrecimiento. Logra exactamente lo contrario del supuesto objetivo de la política económica laborista.
Todo esto está diseñado para reducir el déficit fiscal, supuestamente. Pero reducir la actividad económica reducirá los ingresos. Es una espiral de muerte. Si el objetivo fuera realmente reducir el déficit fiscal, gravar a los que tienen dinero sería mucho más sensato que quitarle dinero a los que no lo tienen.
Pero en realidad ese no es el objetivo en absoluto. El objetivo es convencer al sistema financiero neoliberal de que este es un gobierno neoliberal seguro, dispuesto a perjudicar a los pobres y dejar a los ricos intactos.
Ese sistema derrocó a Liz Truss por no reconocer la ortodoxia sobre el déficit fiscal. Lo extraño es que Truss tenía razón en cuanto a la falta de importancia de este tabú. Donde se equivocó fue en su deseo de reducir aún más los impuestos a los ricos, en lugar de aumentar el gasto en los pobres; pero su actitud hacia el déficit no era errónea.
Un déficit más alto solo conduce a un aumento de los tipos de interés si se desea mantener el valor de la moneda en los mercados internacionales. Pero, como ocurre con muchos de estos objetivos económicos, la justificación de esto es una cuestión de convención más que de razón. He visto oscilaciones masivas en el valor de la libra esterlina a lo largo de mi vida, que han tenido poco impacto en el declive económico constante del Reino Unido, aunque una tendencia habitual a la sobrevaloración ha contribuido a la aniquilación de la industria manufacturera británica.
Ahora tenemos a Rachel Reeves casada con la doctrina de Gordon Brown sobre el gasto fiscal, que condujo a los horrores de la PFI y allanó el camino para la austeridad. Sin embargo, cuando el establishment quiere rescatar a los banqueros, simplemente se puede crear dinero ilimitado, y cuando quiere impulsar el ejército, el gasto público ilimitado es inmediatamente posible.
La política económica del Nuevo Laborismo es el thatcherismo, puro y simple.
La verdad es que realmente no necesitamos crecimiento económico. La economía del Reino Unido produce suficiente riqueza para que todos vivan libres de pobreza y con verdadera comodidad. El problema es la distribución de esa riqueza. Vivimos en una sociedad en la que, sorprendentemente, el 1 % de la población posee el 54 % de la riqueza.
Puede discutir sobre la estadística precisa, pero la enorme desigualdad es clara. La causa de la pobreza es la desigualdad. La respuesta es reducir la desigualdad de diversas maneras, no solo mediante impuestos progresivos, sino también cambiando las estructuras de propiedad de las empresas.
El propósito de reducir la pobreza y aumentar el bienestar de la mayoría es difundir la felicidad. El crecimiento económico eterno no es una necesidad para esto. La felicidad no se deriva simplemente de la posesión de cosas, y poseer más cosas no es la panacea.
La felicidad surge de la comodidad, las buenas relaciones, las mentes activas y comprometidas y una sociedad equilibrada. Una sociedad que prioriza a los ricos libertinos en lugar de cuidar de sus discapacitados nunca puede ser equilibrada y nunca puede ser feliz.