Después de más de tres meses de ataques permanentes por parte de Israel sobre la franja de Gaza la situación es dramática. Estamos asistiendo en directo a un genocidio, un verdadero exterminio en curso del pueblo palestino, sometido a incesantes e indiscriminados bombardeos diarios. La catástrofe empeora de forma inimaginable día a día mientras el estado de Israel impide la entrada de suministros vitales (combustible, alimentos, agua y medicamentos), dejando a la población en una crisis de hambruna y sin agua.
La Nakba, entendida como un proceso colonial de asentamiento, que tuvo su punto de partida en el año 1948 con el desplazamiento de entre 750.000 y 800.000 palestinas sigue hoy su proceso de limpieza étnica. Este proyecto sionista que dura ya 76 años ha llevado la muerte, la destrucción y el aislamiento del pueblo palestino.
El gobierno de Netanyahu está cometiendo crímenes de guerra, denunciados por Sudáfrica, Venezuela, Brasil y otros países, que vulneran el derecho internacional y deben ser juzgados y castigados.
Gran parte de los periodistas que con sus reportajes dieron a conocer lo que estaba ocurriendo en la franja de Gaza han sido asesinados deliberadamente para evitar el derecho a la información. Aún así los pocos testimonios que operan en la zona nos retrotraen a los episodios más oscuros de la historia.
La respuesta brutal y desproporcionada del ejército israelí al ataque de Hamás responde a su estrategia de extender su dominación en Cisjordania y en las fronteras con Líbano y Siria ocasionando miles de víctimas.
Israel alega un falso derecho de defensa y una incomprensible impunidad ante los crímenes que está cometiendo de manera permanente. La Unión Europea vuelve a mostrarse cómplice y a someterse a los intereses de Estados Unidos en la región.
Mientras, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha hecho caso omiso a las movilizaciones masivas para parar este genocidio, con el veto sistemático de EEUU, principal valedor armamentístico y económico del estado de Israel.
La movilización y las medidas de repudio de los países deben continuar y acrecentarse hasta imponer una paz justa y duradera lo cual exige el reconocimiento del Estado palestino y la retirada de la ocupación y asentamientos de colonos israelíes en territorio palestino.
Exigimos al gobierno de España y a los de la Unión Europea:
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Denunciar el genocidio cometido por Israel y exigir responsabilidades criminales al gobierno de Netanyahu
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Sumarse a la denuncia por genocidio contra el Estado de Israel hecha por Sudáfrica ante la Corte Internacional de justicia a la que se han sumado otros países
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Suspender inmediatamente el suministro y comercio de armas con Israel así como la colaboración militar
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Sanciones económicas hasta que finalice la ocupación
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Boicot a los productos y empresas israelíes
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Ruptura de relaciones con Israel
Y, a la vez exigimos a la Generalitat y al Parlament de Caatalunya denunciar al Estado de Israel por el genocidio que se está cometiendo en Gaza.
La Plataforma per la Pau, contra les Guerres, OTAN NO se suma a las convocatorias en solidaridad con el pueblo de Palestina y apoyamos los progresos en la unidad de acción solidaria.
Enero 2024
Plataforma per la Pau, Contra les guerres, OTAN NO
Email: cumbreotan.no@gmail.com