Del profesor emérito Miguel Candel.
Yo lo que le diría al gobierno de Marruecos es esto:
Negociemos un acuerdo global que incluya la cuestión del Sáhara y la de Ceuta y Melilla, Negociaciones en las que han de participar también saharauis de todas las tendencias (los hay también pro-marroquíes, por supuesto) y representantes de los distintos sectores de la sociedad civil de Ceuta y Melilla.
Probablemente, la formación de esa mesa de negociación llevaría tanto tiempo de discusión, o más, que la formación de la mesa donde se celebraron las negociaciones de París para poner fin a la guerra de Vietnam; pero todo es empezar por algo.
Respecto al Sáhara, la posición de partida de España debería ser hacer efectivas las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el tema (el nudo de la cuestión sería entonces cómo se determina el censo de las personas con derecho a votar en el referéndum de autodeterminación).
Respecto a Ceuta y Melilla, mi propuesta sería un régimen transitorio de cosoberanía hispano-marroquí (durante 25 años, por ejemplo, lo que corresponde a una generación), pasado el cual las plazas pasarían a soberanía exclusiva de Marruecos pero quedarían permanentemente desmilitarizadas.