Sobre el frente popular

De José Luis Martín Ramos, historiador y miembro de Espai Marx, y Joaquím Miras, presidente de Espai.

JLMR:

I. Hay una ofensiva contra Melenchon, desde medios socialistas también; Macron quiso meter cizaña proponiendo un debate a tres con Melenchon y Ballard ((RN) pero Melenchon estuvo rápido diciendo que el FP no había escogido todavía su cabeza de coalición, que eso ya se hará en su momento. Si hubiese caído en trampa de Macron no se habría llegado al acuerdo. Glucksmann descarta a Melenchon y se descarta él como cabeza de coalición y jefe de gobierno en caso de victoria. Tanto uno como otro serán diputados y representan los dos polos de la coalición, las dos figuras políticas fuertes. Ninguno se arriesgará a un trompazo entre los dos si es posible evitarlo. En 2027 serán las presidenciales. Si hacemos analogía con el FP de 1936, Glucksmann y el PS, el de Hollande, que vuelve a sacar la cabeza, vienen a ser el componente radical, política y socialmente (clases medias, asalariados no proletarios), FI el socialista de entonces, ahora escorado a la izquierda, y el PCF hace, como hizo entonces, de puente entre unos y otros, también templando gaitas, poniéndoselo dificil a Glucksmann y los socialistas más hostiles a FI en sus tentaciones de romper el acuerdo y sujetando la tentación que pudiera tener FI de encastillarse. Como dijo, e hizo, José Díaz en 1936; pues hasta con Martínez Barrio si es preciso para conseguir la unidad. Hasta con Glucksmann y Hollande (polo sionista) si es necesario.

II. El reparto de listas es lo primero que decidieron: 230 para FI, 175 para la coalición liberal-socialista (Glucksmann y el PS), 92 para los ecologistas y 50 para el PCF; quedó un resto a decidir, sobre todo en circunscripciones de Ultramar. La proporción es una corrección de los resultados obtenidos en 2022 con los obtenidos en las europeas: FI ha aceptado retroceder en favor de PS-AG que dio un salto en las europeas. Ecologistas y PCF mantienen, más o menos, la correlación de 2022. No es el momento de temer a la alianza porque a lo que hay que temer es al triunfo de RN, apoyada por parte de la derecha tradicional. La plataforma acordada es una plataforma de compromiso, no se incluyen los temas en los que hay diferencias insalvables (la OTAN, por ejemplo; o la cuestion de la energía nuclear), y la mayor parte de medidas son en clave de política interior, reivindicaciones del mundo del trabajo, recuperación de la jubilación a los sesenta, salario mínimo… Es un pacto de máximo común denominador. Luego si se haga y se gobierna ya se verá como se despliega, porque el sistema franés es mixto de presidencialismo y parlamentarismo y el FP tendrá que seguir negociando con Macron, aunque este haya sido derrotado en las legislativas. Todo muy complejo, pero si gana el FP es un punto de inflexión en el actual momento europeo. Y un ejemplo para nosotros a ver si recuperamos un camino racional de unidad y de superación de egos y liderazgos supuestamente carismáticos

Joaquín Miras

La ventaja que tiene Francia sobre nosotros, que es mucha, es que todavía tiene un fondo de armario grande de asociaciones cívicas grandes, organizadas. Gillets jaunes, campesinos, etc. y están las banllieus, y a ver si se tiene coraje para tratar de integrar esas organizaciones informales, en vez de silenciar su existencia. No uso la palabra tejido social para estas asociaciones, porque más que organizaciones de masas capilares que organizan actividad cotidiana, son organizaciones de protesta y lucha. Pero las hay. y son un cartucho en el arma de la izquierda.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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