Del profesor emérito Miguel Candel, traductor al catalán de la Metafísica aristotélica.
Yo en los comercios empiezo siempre hablando en catalán, por aquello del senyor Esteve, ya que en todo catalán autóctono suelo ver un botiguer o, a lo sumo, un payés (por la experiencia de mi infancia). Luego sigo en la lengua en que me responden (allá donde fueres haz lo que vieres).
Lo del uso de las lenguas regionales en el Congreso no me parece mal en principio, pero sí que me parece mal que no se haya aprovechado para plantear un do ut des en relación con la lengua de la enseñanza en Cataluña (y en los medios audiovisuales de la Gene, ya que en TVE tienen montones de espacios en catalán). Cierto que en el Parlament se usa también el castellano, pero ¡sólo faltaría que no fuera así dado su carácter de lengua oficial en TODA España!
Convertir una lengua en arma política es hacerle un flaco servicio. Me temo que con el tiempo al catalán le pasará como al latín: se convertirá en algo puramente ritual, como en la Iglesia católica preconciliar.