Sobre Gaza y la resistencia

Intercambio entre los profesores eméritos Miguel Candel (filósofo) y José Luis Martín Ramos (Historiador, Espai Marx).

Miguel Candel
Yo hacía el otro día el paralelismo con la situación de Stalingrado en octubre de 1942. Pero no en sentido objetivo (correlación real de fuerzas militares entre alemanes y soviéticos) sino subjetivo (percepción que podía tener un observador que ignorara el volumen de las reservas que estaba acumulando Rusia al otro lado del Volga para la operación Urano). Para ese observador superficial el ejército soviético estaba casi tan acabado como la resistencia palestina hoy. Por supuesto, nada que ver realmente aquello con esto, porque aquí sí que se sabía cuál era la correlación real de fuerzas EN EL MOMENTO de lanzar el ataque del 7-O. PERO con importantes matices: Hizbul·lá no había sido decapitado, Irán estaba fuerte (como se vio después con la tunda de misilazos que le propinó a Israel), el régimen propalestino de Siria seguía en pie y garantizaba el corredor estratégico entre Irán y el Líbano, y finalmente la indignación de las masas populares árabes por el continuo goteo de agresiones israelíes (incluidos asesinatos de niños y adolescentes, cuya interminable lista nos actualizaba puntualmente CV) no permitía descartar que esa presión popular moviera, por poco que fuera, a alguno de los archicobardes gobiernos árabes de la zona. La cuestión que en su momento debatimos era si con aquellos datos era racional el cálculo que hizo el eje de la resistencia. Yo pensaba (y sigo pensando) que sí, porque la alternativa previsible eran seguramente los mismos 70.000 muertos y la misma destrucción de ahora… en «cómodos plazos» (además del probable éxito del plan Abraham para consolidar definitivamente el pasteleo de Arabia Saudí, Qatar, Egipto y tutti quanti con Israel). A JL los hechos posteriores han acabado dándole la razón en su valoración negativa. Y desde luego Tomaselli se pasa varios pueblos (y alguna que otra capital de provincia) en su valoración triunfalista de la situación actual. Pero los juicios de la historia siempre vienen post festum, con muchos más datos en la mano, mientras que los de la política no pueden dejar de hacerse en el momento y envueltos en una enorme «niebla de guerra». Además hay un factor subjetivo ineludible que sentados delante del ordenador no podemos apreciar y que se llama DESESPERACIÓN, cuyo corolario suele ser el conocido dicho popular «de perdidos, al río».
Simbad

José Luis Martín Ramos:
Sigo con la línea de la percepción subjetiva, que nunca altera la correlación de fuerzas. Tendríamos que conocer más el detalle de la decisión que tomó Hamas, pero respecto a los elementos que señalas apunto varias cosas. Hizbullah no estaba decapitada -su decapitación fue una consecuencia de la respuesta israelí-, pero, por lo que sabemos, Hamás no concertó nunca la acción con Hizbullah, por lo que este estuvo siempre en una posición de defensa propia, con declaraciones radicales y movimientos prudentes, de manera que nunca se abrió el “ segundo frente” -para seguir con los recuerdos de la guerra mundial- hasta que Israel no lo dividió; la fortaleza de Irán tenía y tiene un punto débil, los conflictos internos y las diferencias entre la cúpula iraní, así que sus acciones también resultaron medidamente defensivas, y en ese sentido fueron eficaces, Israel no pasó al ataque contra Irán, dejando la cosa en un statu quo; la República Siria estaba en pie, de barro, bajo un barril de pólvora como se comprobó; las masas árabes siguen pasivas, salvo excepciones, y desde hace un tiempo no son más que un mito que nunca se presenta.
Con esos datos que tenían que haberse evaluado de manera no voluntarista, no tan subjetivista, la acción del 7 de octubre no debía haberse desarrollado en los términos en que se hizo. Podías haber incluido entre tus comentarios la debilidad política de Neta, asediado por la justicia y las manifestaciones, pero el 7 de octubre lo que hizo fue darle agua a Neta, la ocasión de dejar atrás sus problemas en aras de la terrible respuesta: el exterminio de los amalecitas; por eso pensé, sin pruebas, que la acción del 7 de octubre había sido una provocación de Neta o que Neta había actuado pasivamente esperando que se produjera, una especulación pero…El caso es que la acción del 7 de octubre no respondió a un análisis militar y político que pueda considerarse adecuado. La desesperación no puede aceptarse como argumento y los resultados van mucho más allá de los 70.000 muertos, que son muchos más según se ha sugerido en Lancet; entre muertos y heridos, muchos de ellos mutilados, hay más de 200.000, además el territorio ha quedado arrasado y lo que se reconstruya no será un territorio palestino dueño de sí, todo lo contrario. El hundimiento de la República Siria, y el retroceso de Hizbullah pueden ser para un tiempo largo. Veremos que pasa con los huthíes. Su aplastamiento une a EEUU con Arabia Saudí e Israel, “lo de Abraham”. El único cambio positivo es el rechazo al genocidio de Israel, el mayor descrédito internacional de Neta; he leído en LMD que el 84% de los votantes demócratas no apoyan ahora Israel; bueno, eso quiere decir que no aceptan el genocidio, pero no que no estén en la defensa del Estado de Israel. Si se impone la “paz trumpiana” y cuando deje el poder Neta, Israel está en condiciones de recuperar el apoyo de una parte de los que ahora se lo han retirado.
Lo del 7 de octubre puede quedar como una epopeya, como la de Masada, pero puede enterrar por mucho tiempo la expectativa de una soberanía palestina.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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