Sobre la necesidad del estalinismo para la industrialización soviética

Comentario del historiador y miembro de Espai Marx José Luis Martín Ramos (“¿Era Stalin «necesario»? Tres formas de interpretar la industrialización soviética” por Dmitry Pozhidaev https://deveconhub.com/was-stalin-necessary-three-ways-to-read-soviet-industrialization/)

En mi opinión esto es una legitimación que quiere ser sofisticada del estalinismo. El estalinismo no fue el programa de choque de crecimiento industrial, en realidad ese programa de choque era de Preobrazhenski y fue parte de la plataforma política del trotskismo. El estalinismo fue el procedimiento político, la deformación de la dictadura revolucionaria y la liquidación del partido como agente activo, pensante, del proceso revolucionario para convertirlo en aparato de estado sustituyendo al que no se pudo llegar a constituir, el Estado de los soviets.

El autor habla de humanidad y de moral, pero de hecho la sitúa en un plano peyorativo frente a lo que considera que fue la realidad inexorable, de manera que el estalinismo para él no solo fue necesario, sino inevitable. Si se piensa con enfoque largo el hundimiento de la URSS hay dos factores fundamentales, más allá de circunstancias personales y conspiraciones: la destrucción del partido como dirigente -como el que orienta y propone y, por tanto ha de debatir, contrastar y conciliar- y la pérdida de la ideología revolucionaria, de manera que el partido, vaciado de debate por el terror, se convirtió en correa de transmisión, la ùnica función que le quedó en su deformación estalinista, y los dirigentes de ese equívoco «partido-estado» (sustituto del «partido-sociedad») fueron desplazando la ideología revolucionaria por la eficacia en la gestión -y una manera de hacerlo fue codificándola en dogma de Estado- y de esa manera se perdieron en los años ochenta en el debate economicista sobre el mercado que impregnó al ámbito económico y al político y sentó las bases del hundimiento. La defensa de la NEP por Bujarin -y por Lenin- y el «socialismo a paso de tortuga» no era una cuestión de humanidad, era una cuestión de lógica política, la de mantener la alianza entre el campesinado y el proletariado urbano que era el fundamento, la naturaleza propia concreta, del estado revolucionario constituido en octubre de 1917, que estuvo en un tris de romperse durante la guerra civil -y se deterioró de manera importante- y que Lenin impuso recuperar a partir de 1921; lo que no llegó a hacer Lenin, sólo llegó a percibir y balbucear líneas de recuperación (“Más vale poco y mejor”) fue impulsar la recuperación del Partido.

Afirmar, como se hace en el texto, que Lenin probablemente habría hecho lo mismo que Stalin en los años treinta es otro tópico de la legitimación del estalinismo que no tiene ninguna base en la que sostenerse.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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