«Una jugada maestra con las autopistas de la Generalidad de Cataluña.» de Pere Comas i Miralles

Se ha publicado en mientras tanto: http://www.mientrastanto.org/boletin-182/notas/una-jugada-maestra-con-las-autopistas-de-la-generalidad-de-cataluna.  Resulta difícil de leer en algunos momentos (por tantas siglas y las posibles confusiones) pero tiene sustancia. El apartado final (la cursiva es mía):

El silencio de la Generalidad de Cataluña.
En una economía de mercado liberal como la nuestra las concesiones tienen vida propia, pero han de estar siempre supervisadas por la administración que las otorga.
Las concesiones se pueden vender y por lo tanto comprar directamente o indirectamente, como ha hecho el señor Slim alcanzando la mayoría del capital de CEDINSA, pero las condiciones en que se otorgaron deben ser controladas por la administración titular de las mismas, en este caso la Generalidad de Cataluña (inversiones, mantenimiento, aplicación del canon concesional, etc.). El silencio del gobierno del muy honorable vicario del Palacio de la Generalidad ha sido total en torno a este hecho, como en el caso de la operación Abertis (y tantos otros hechos que afectan a la economía catalana). No hay gobierno más allá de la cuestión Waterloo.
El hecho que comentamos tiene que ver con las “empresas catalanas familiares”. Forma parte de este tejido empresarial catalán que día a día se desmigaja sin remedio, y ello no tiene nada que ver con los gobiernos de Madrid. Forma parte de lo que al principio de estas notas definíamos como una sociedad decadente, vulgar y mediocre, que explica en gran medida este tiempo terminal de la burguesía catalana.
El goteo de noticias al respecto es inacabable, y, como ejemplo, cabe recordar que Freixenet es actualmente de la alemana Henkell y Codorniu, “nuestra Codorniu, para los catalanes”, es del fondo de inversión norteamericano Carlyle. Podríamos añadir una retahíla más de nombres en que las familias del “país” han abandonado la creatividad del trabajo para instalarse en la gestión de sus orinales personales rellenos (relativamente, en términos de la economía global) de billetes.
La deslocalización de empresas hacia Madrid y otros lugares de la «piel de toro» no se explica con los argumentos soberanistas; se explica analizando la estructura económica y social de un país. Las perspectivas no son nada positivas. Una mínima dosis de realismo es imprescindible. Los hiperventilados del procés no ayudan en nada a tratar esta realidad.

 

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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