Sobre: Bolivia, Biden, Javier Paniagua, PSC-Iceta, gobierno Sánchez, vigilancias II República, keynesianismo

De amigos y compañeros.
Sobre: Bolivia, Biden, Javier Paniagua, PSC-Iceta, gobierno Sánchez, vigilancias II República, keynesianismo

I. Bolivia

1. De Andrés Martínez Lorca (12.11.2020):
Me llegan desde Bolivia unas palabras llenas de verdad. Las de los nuevos gobernantes que tras soportar la persecución de la oligarquía recogieron el voto mayoritario del pueblo en unas elecciones limpias y en paz.
Vuelve a resonar en los Andes el eco milenario de los culturas indígenas basadas en la fraternidad humana y la armonía con la naturaleza.
Las palabras finales del Vicepresidente me traen a la memoria el Canto General de Pablo Neruda, el rostro de los pueblos de América ocultado y sienciado durante siglos.
Aquí tenéis sus palabras.
Un abrazo, Andrés

Habla el Presidente de Bolivia, Luis Arce

El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que el país atraviesa tres crisis: la institucional generada por “un gobierno que no salió de las urnas” en 2019, la sanitaria producto de la pandemia de coronavirus y la económica “derivada de la incapacidad del gobierno de facto”.
En estos momentos, el total nacional de contagios por Covid-19 en Bolivia, se encuentra en 142.664, de ellos 18.657 activos y 8.808 fallecidos, según reporta el Ministerio de Salud.
En su alocución ante la Asamblea Legislativa, el mandatario había adelantado que el gobierno saliente de Jeanine Áñez había destrozado la economía del país. “Vamos a trabajar para recuperar los niveles de crecimiento que el gobierno de facto hizo añicos”, prometió quien fuera ministro de Economía del país.
No es sólo recuperación, sino reconstrucción de la economía. Por eso hemos recurrido a lo mejor que podíamos traer para trabajar en un equipo, en una familia, porque lo que nos resta a los bolivianos, solo es trabajar para salir de la crisis”.
Arce también denunció la persecución y la masacre llevada adelante por el gobierno de facto que derrocó a Evo Morales en 2019. “Bolivia fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes”, y recordó a las víctimas de las masacres de Sacaba, Senkata y Pedregal.
«Se estigmatizó a los movimientos sociales, a campesinos, indígenas y obreros. Se humilló a las mujeres de pollera, se quemó nuestra wiphala, que es como quemarnos a nosotros mismos y nuestras raíces -afirmó Arce-. Estos sectores minoritarios levantan la bandera de la democracia cuando les conviene y cuando no, recurren a la desestabilización, a la violencia y a golpes de Estado para hacerse del poder”.

Palabras del Vicepresidente, David Choquehuanca
«No lograron apagarnos, estamos vivos”, es la más sentida expresión del actual vicepresidente, David Choquehuanca, en su convocatoria a la hermandad, a la unidad, convencido de que son hijos de una cultura milenaria, comprensiva de la interconexión cósmica, donde nada está dividido.
«Por eso nos dicen que todos vayamos juntos, que nadie se quede atrás, que todos tengan todo y a nadie le falte nada”. Para los ancestros, como entiende David Choquehuanca, el bienestar común se revierte en el individual, por lo que ayudar al prójimo es motivo de crecimiento y felicidad.
«El ayni, la minka, la tumpa, nuestra colka y otros códigos de las culturas milenarias son la esencia de nuestra vida, de nuestro ayllu”. Ayllu no solo es una organización de sociedad de seres humanos, ayllu es un sistema de organización de vida de todos los seres, de todo lo que existe, de todo lo que fluye en equilibrio en nuestro planeta o Madre Tierra”.
«Los pueblos de las culturas milenarias, de la cultura de la vida mantenemos nuestros orígenes desde el amanecer de los tiempos remotos”. Durante siglos, los cánones civilizatorios del Abya Yala fueron desestructurados y muchos de ellos exterminados, el pensamiento originario fue sistemáticamente sometido al pensamiento colonial, sentenció. “Somos de Tiwanaku, somos fuertes, somos como la piedra, somos cholke, somos sinchi, somos Rumy, somos Jenecherú, fuego que nunca se apagaba, somos de Samaipata, somos jaguar, somos Katari, somos comanches, somos mayas, somos guaraníes, somos mapuches, mojeños, somos aymaras, somos quechuas, somos jokis, y somos todos los pueblos de la cultura de la vida que despertamos la rama, igual, rebelde con sabiduría”.

II. Biden

1. De Silvia Arana (13.11.2020):
Querido JA: Yo no creo que sean las posiciones de Jacobin -que publica algunos de los mejores artículos de investigación y análisis sobre EE.UU.- En mi opinión, es un fenómeno global que afecta a la gente de izquierda (periodistas incluidos) que siguiendo la línea de Bernie Sanders y los socialistas democráticos decidieron en la coyuntura previa a las elecciones poner todo el esfuerzo en derrocar a Trump, dejando de lado aspectos fundamentales del sistema, como son las guerras imperialistas que matan a millones de personas en el tercer mundo, incluido el genocidio de palestinos (votando por un candidato que dijo: «Mi nombre es Joe Biden. Amo a Israel» y una Harris con estrecha relación con el lobby militarista israelí AIPAC). Los ha desvinculado del internacionalismo y la solidaridad con los pueblos que sufren en carne propia la violenta injerencia de EE.UU. o las consecuencias nefastas de los TLC. Lo peor es que si NO piensas como ellos, te segregan/excluyen/odian. Quedan pocos que se animan a cuestionar a fondo al Partido Demócrata. Fue una decisión tomada por casi toda la izquierda, desde Noam Chomsky hasta periodistas poco conocidos. Cómo vos decís, qué harán cuando Biden empiece a gobernar para las élites como siempre lo ha hecho él y su partido? ¿Qué harán cuando Biden ordene la primera invasión de algún país? ¿Qué harán cuando Biden refuerce/ordene/aplauda la represión policial? ¿Cuándo no reforme las leyes migratorias o si lo hace no sea nada humanista ni mucho menos revolucionaria al igual que sus predecesores? ¿O se niegue al seguro médico universal y al Green New Deal? Veremos hasta cuando dura el romance.
Un abrazo,

3. En torno al artículo de Javier Panigua https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/no-existen-sociedades-no-enfrentadas_405837_102.html

1. De Joaquín Miras (13.11.2020):
No me parece un mal texto. Solo que la diversidad social y étnica en EEUU no ha sido causada por las administraciones, ni por la clase dirigente, tal como sí lo ha sido en Cataluña. De ser Cataluña una sociedad análoga a la de algún estado USA, seríamos nosotros, los castellanoparlantes, los que habríamos comenzado la agitación. Mientras que es el caso que hemos sido unos neglitos dóciles y perrunos hasta que nos han comenzado a echar vidrio en el plato. Sí creo que, junto al supremacismo de los burgueses y clases medias de casa nostra, se ha dado un par de cosas más. O una sola debida a dos cosas. Ese una sola es la decadencia económica de Cataluña, que siempre es explicada como efecto de «Madrit» capital de España, cuando Madrid ha sido capital desde Felipe ll, y no impidió nunca el despegue económico desde el primer tercio del XlX de Barcelona-Cataluña, ni del País Vasco. Tampoco durante el franquismo, que impulsó la Cataluña industrial: todo lo que hay en Tarragona, la Seat de Zona franca etc.
Creo que la decadencia y la consiguiente pérdida de papel de la clase dirigente, junto a la crispación que produce entre los asalariados -nos acordamos de la época de los «indignados», antes de que Mas comenzara la fuga hacia adelante- se debe a que esta burguesía ha sido particularmente muy, muy particularmente, neoliberal. Desestimó la necesidad de un mercado interior, porque ahí estaba el mundo para comérselo; incluso vendieron empresas punteras en España -Danone- al extranjero, y se dedicaron a la exportación de capitales y de mercancías. La crujida ha sido morrocotuda. Incluso entre capitales de gente serena, y proespañola, los Bonet, cuya empresa, Freixenet, es hoy alemana. Codorniu, se arruinó en la Rusia de Yeltsin. por poner ejemplos de los que sí sé algo.
Entre tanto, el capital de Madrid y de Valencia les ha comido el terreno en el mercado interior…

4. Sobre el PSC y Miquel Iceta (https://www.elcritic.cat/entrevistes/miquel-iceta-el-psc-es-va-crear-perque-la-gent-no-hagues-de-triar-entre-ser-catalana-i-espanyola-71645)

1. José Luis Martín Ramos (14.11.2020):
El titulo ese es una construcción política a posteriori, que contiene una parte de verdad. El proceso real, que él no conoce porque no estaba, tuvo más que ver con dos factores complementarios: el PSC no tenia nada qué hacer ante la irrupción del PSOE, y de la UGT, en 1976-1977; el PSOE quería evitar en Cataluña una competencia que redujera sus expectativas en beneficio del PSUC y además no tenía partido por la gran debilidad de los cuadros de la Federación Catalana. Se encontraron en la complementariedad de sus necesidades. Y la unidad tuvo un gran argumento: se superaba la división del socialismo en Cataluña que había durado cincuenta años. El siguiente argumento de legitimidad de la unidad fue ya a partir de 1980-1981, ese que cita Iceta, de otra manera formulado en términos de unidad civil del pueblo de Cataluña.
Por cierto, su presencia en las bambalinas de los escenarios de dirección del partido son anteriores a su incorporación al equipo de Serra. Es Josep Maria Sala quien lo acoge y quien lo potencia.

2. De Miguel Candel (15.11.2020):
En efecto, Sala es uno de los principales parteros del PSC. Y ahora ejerce un función similar a la de la vieja guardia del PSOE, aunque con bastante más influencia sobre Iceta que F. González sobre Sánchez. Entre sus «fazañas» históricas está el caso Filesa, del que nadie parece acordarse.

3. De José Luis Martín Ramos (15.11.2020):
A cada quien según su trabajo. Nunca he creído que Filesa fue hazaña exclusiva de Sala. Respondía a una determinada concepción de cómo conseguir dinero para el partido, y se extendía a todo el PSOE. Sala, y Carlos Navarro, que no podían eludir la presencia de sus firmas en la trama, se comieron el marrón y decidieron convertirse en cortocircuitos, evitando que la cuestión alcanzase -ni que fuera por responsabilidad política, yo creo que algo más- a Raimon Obiols, Felipe Gonzalez e incluso al responsable de finanzas del PSOE, Guillermo Galeote.
Sala se comió el marrón de una condena de cárcel de tres años, de la que cumplió dos; lo hizo sin llorar y aprovechando el episodio para consolidar su autoridad entre los jóvenes, Santiburcio, Iceta, Ferran.

4. De Miguel Candel (15.11.2020):
Pues sí. Gracias por el complemento informativo. Supongo que el hecho de que ni siquiera la derecha recuerde a Filesa se debe a que casos así han dejado hace tiempo de «ser noticia» en España.

5. De José Luis Martín Ramos (15.11.2020):
El caso Filesa coincidió en el tiempo en el caso Naseiro, del PP, que quedó sobreseído porque se conoció como derivada de unas escuchas telefónicas autorizadas por el juez en un proceso de narcotráfico. Las direcciones del PSOE y del PP debieron decidir taparse sus vergüenzas y no destapar la del contrario. Yo recuerdo que hubo mucho ruido, pero fue por poco tiempo.

6. De José Luis Martín Ramos (15.11.2020):
En el PSC-C había una componente independentista, el grupo del médico-poeta Joan Colominas -tenía el pomposo nombre de Partit Popular Català-, el de Félix Cucurull, algunos antiguos militantes del PSAN-provisional (Rosa Diumenjó) y el grupúsculo de Jordi Gil. Excepto Rosa Diumenjó que se mantuvo en el PSC, todos ellos abandonaron el PSC porque eran contrarios a cualquier pacto con el PSOE, porque era un partido «españolista»; no hay que decir que los que impulsamos ese pacto fuimos calificados desde el primer momento como «españolistas». Querían que el PSC abanderara una coalición de socialismo «nacional» catalá, abierta al MCC y si eso no era posible que se presentara solo a las elecciones. Entre ellos y nosotros se situaba un segmento intermedio, a la expectativa, que no querían comprometerse como abanderados del acuerdo con el PSOE pero tampoco significarse como contrarios: en él estaban los Maragall, Narcís Serra… Otra posición era la de Raimon Obiols, que no rechazaba el pacto pero sí sus términos porque el acuerdo de abril incluía la perspectiva de la unificación; esa propuesta de unificación no solo era del PSOE, también la compartíamos nosotros. En el momento de votar el pacto en el Consell Coordinador del PSC, Obiols se ausentó y dejó que su mujer lo representara en el voto mediante una abstención. La evidencia de que el PSC no tenía nada que hacer electoralmente consiguió que nuestra posición, que no era claramente mayoritaria en un principio, se impusiera en ese Consell Coordinador; también jugó a favor nuestro la posición de Raventos, siempre inclinado al acuerdo con el PSOE. Cucurull, Colominas, Jordi Gil y unos cuantos, pocos, fueron dejando el PSC en esa primavera.
Nosotros: Eduardo Martín, Alamillo, Jesús Salvador, Urenda, Aragüés y yo mismo.

V. Sobre Vox, Podemos y el gobierno Sánchez

1. Del profesor Robert Tallón (15.11.2020):
Discrepo en lo referente a Podemos y Vox. Y no me parece que yo sea sospechoso de darle alas al nacionalismo español, pues ya sabéis que yo soy partidario de no pactar con ningún nacionalismo (a lo Valls, podríamos decir). El nacionalismo español puede llegar a ser un peligro mayor en el futuro, pero ahora mismo no lo es por la sencilla razón que no está bien articulado y arraigado, cosa que sí lo están el nacionalismo vasco y el catalán en sus respectivos territorios. Los «podemitas» están encantados de entenderse con Bildu (Sortu), ERC, CUP, PNV, etc., no es algo circunstancial. Tienen un objetivo común (y no es precisamente echar del gobierno a un partido político). ¿Cargarse el Régimen del 78? Bueno, quizá no esté a su alcance, pero sí erosionarlo lo máximo posible. Y forman parte del gobierno, ojo, no son cuatro diputados haciendo ruido. Tenemos un gobierno central débil, con mucha manga ancha con los nacionalistas periféricos porque son sus socios preferentes. Un gobierno con tintes «confederalistas» en manos de nacionalistas periféricos. No pinta bien. Confiemos, pues, en el buen hacer de Pedro Sánchez.
Respecto a la constitución, tienes toda la razón. No me he expresado nada bien. Lo que quería decir: dudo que los actuales partidos políticos progresistas (teniendo en cuenta también el contexto político internacional), si tuvieran que redactar una constitución, la hicieran mejor (más progresista) que la actual. No son buenos tiempos para hacer una nueva constitución partiendo de cero con el «neoliberalismo» campando a sus anchas.
Y respecto a la última campaña electoral, pues no le doy ningún valor, sinceramente. Si fuese por la campaña electoral, estaría encantado con Pedro Sánchez, por ejemplo. De hecho, lo voté. Lo de P. Iglesias y los suyos fue un paripé para ser el socio preferente de Sánchez. ¿Cuántas veces le imploró, en plena campaña electoral, que formaran gobierno? Tenía que parecer un socio responsable. Pura mercatología.

2. De Vicente Serrano (15.11.2020):
Coincido bastante con la opinión de R. Es preocupante la deriva de esta seudo-izquierda… tan encantada de pactar con el secesionismo y dispuesta a joder a la clase obrera que, supuestamente, les vota.
Evidentemente VOX es peligro a medio plazo, ha sabido conectar con el cansancio que existe de nuestra clase política. Son falsos contestatarios.
Podemos y cía son otros falsos contestatarios. Desde que están en el poder han hecho poco por su gente… Recordad que el IMV lo votó todo el arco parlamentario. Era algo que haría cualquier neoliberal para amortiguar el descontento que traer la crisis de la globalizado… Algunos dirán que para mantener el nivel de consumo. Hasta Trump hizo pagos de 1.200$ a las rentas bajas y más rápido y efectivo que aquí.
El gobierno Frankenstein hace la misma labor que hizo el PSOE con F. González o con Zapatero. El PP resolvía la economía y el PSOE nos punteaba diciendo que eran los nuestros.
Ahora son más peligrosos están vendiéndonos y como sigan así alimentaran aún más el crecimiento de VOX. Si fuera conspiranoico diría que ese es su trabajo.
Salud y República Española

3. De Adrià Casinos (15.11.2020):
Yo también voté socialista, que no Pedrito. Y si llego a saber del gobierno 29 de junio, me quedo en casa tomando un aperitivo. No confío en absoluto en el susodicho y estoy de acuerdo con Robert en el resto: me preocupan muy poco las bravuconadas de Vox, mientras no recurran a las porras. Son demasiado brutos como para aprovechar una posible coyuntura favorable que se pudiera producir en unos meses con el desastre económico que se nos viene encima. Por el contrario, sueño con ver a UP fuera del gobierno porque ellos y los periféricos van a por todas. Es más, entiendo la posición de los periféricos, pero no la podemita. Me llamaréis conspiranoico, pero creo que ahí hay gato encerrado y van teledirigidos por no sé quién. Para acabar con España como nación-estado, como primer paso, quizá, para acabar con la UE.

4. De Joaquín Miras (15.11.2020):
Amigos, mi opinión es que no existe izquierda. He escrito ideas semejantes en otro grupo y he resultado ser muy hiriente. Así que disculpadme por adelantado, y por mi parte voy a ser cuidadoso. Izquierda es aquella parte de la gente que trata de ayudar a autoorganizarnos. A crear sujeto que solo puede ser sujeto si es activo, y para ello organizado sujeto social, comunidad organizada. Izquierda es toda mediación, o todo medio, como se quiera, que sirve para que las personas se organicen desde su vida cotidiana para tratar de controlarla, de protagonizarla, o sea de democratizarla. Ese es el proyecto con el que nace la izquierda. Es el proyecto de Gramsci, de Lukács. No es -no lo es- una fantasía proponer «el socialismo», u otro fin no alcanzado que se sitúa como DEBER SER frente al ES, sino que es la autoorganización de las personas, desde su vida, para controlar su vida, es decir , el movimiento que se organiza para hacer y cambiarse, y el proceso que surge de ese organizarse para cambiarse, que es justo lo único que puede cambiar la sociedad. La actividad directa, inmediata, organizada, aunque sea mínima, genera nuevas capacidades y facultades, la actividad genera nuevas necesidades antropológicas, y nuevas expectativas intelectuales de vida; el éxito de esa actividad, en la medida en que se da, genera nuevas imaginaciones y deseos en la gente que lo experimenta, imaginación, no fantasía, porque va vinculada a lo experimentado como posible. Por tanto, la palabra socialismo o la que queramos, en caso de no definir algo muy abstracto, algo así como «de cada cual según sus capacidades, a cada cual según su trabajo», que es lo mismo que expresa Aquino, o a cada cual según sus necesidades, que es lo que expresa Aristóteles en la ética -Milón, el púgil necesita comer 8 minas de comida, eso a nosotros nos mataría-, si no es algo así de ambiguo, es una consigna inútil, y una palabra que permite que nos tengan enganchados en la defensa de la misma, mientras que los que se declaran jefes de la izquerda y agitan el trapo, no hacen lo que es inherente a la misma, dar protagonismo a la gente, mediante la organización inmediata para la acción y el control de su vida. Grita uno «socialista» -para otros el grito es «republiqueta»-, y salimos a tratar de defender al que la grita, e incluso, por pensar que ese grito todo lo salva, llegamos a defender el pasteleo que el que la grita está sosteniendo ahora mismo, sobre la lengua en la escuela en Cataluña, con ERC -la propuesta es razonable, la culpa la tuvo el PP Wert…-, y solo porque quien pastelea se llama a sí mismo socialista o comunista.. .y mientras , eso mismo, ese pasteleo. desmoviliza, va en contra de lo que sí es inherente a la izquierda. No tenemos un espectro político distinto del USA o lo es muy muy poco. Creo que es conveniente votar, porque el voto «no» emitido «sí» computa en favor de alguien. Pero creo que no debemos confundir lo uno y lo otro. Lo que ocurre en 1989 es el final, chusco, de una cultura política. Y se trata, se trataba de volver a comenzar, sí, de volver a comenzar, y sí, sí, sin tirar el niño… etc, pero el niño son solo los textos escritos, la traditio escrita, desde Aristóteles, y Robespierre a Hegel y Marx y Gramsci y Lukács, y ese Sacristán último y ese P. Fernández Buey cuyos escritos proponen volver a empezar. No tirar el niño con al agua sucia, no consiste en aferrarse como naufrago a siglas a declaraciones. Votemos lo que consideremos, lo que nos parezca adecuado, con sentido práctico, a sabiendas de que la izquierda en todo caso es gente como nosotros, y que no hay más. Bueno, sí, hay gentes como nosotros por muchas partes, aislados, desorganizados, sin saber qué hacer, sin claridad sobre lo que sí es y no es izquierda, angustiada y aferrada a palabras que son usadas como anzuelo por quienes no son medio para autoorganizarnos. Estamos a estas alturas tan lejos de que haya izquierda como cuando, hace 35 años, Sacristán decía que lo que había que hacer era eso, autoorganizarse, pero que la cosa estaba tan verde que había que comenzar por explicar y lanzar esa propuesta en el seno de la organización en que se estuviese, fuese sindicato, asociación vecinal o partido -partido que, por supuesto, no desempeñaba tal cometido-. 35 años después, 55 años después de que Lukács lo enunciara por primera vez, seguimos igual, porque no nos hemos podido creer que quien no haga eso no es izquierda, era demasiada orfandad, no lo hemos querido creer, era demasiado amargo, demasiado duro. y hemos permitido que hicieran con nosotros lo que quisieran. Nuestra propia amargura, y resentimiento -el mío- hacia esas gentes de ahora, que decimos que nos manipulan, implica que nos hemos creído, nos hemos querido creer que ellos y sus organizaciones centradas en la cupula, sí eran izquierda. Y nos encabronamos con ellos, pero insultamos a muertos, y claro, a los muertos igual les da.

VI. Vigilancias durante la II República (https://www.publico.es/politica/stalin-tuvo-vigilancia-george-orwell-willy-brandt-barcelona.html
1. De José Luis Martín Ramos (16.11.2020):
La evidencia es innegable. La interpretación, como es habitual, más que sesgada. No sólo espiaban los sovieticos, que lo hacían; también los anarquistas espiaban a sus rivales, en el Archivo de la CNT hay una buena cantidad de informes de esos espionajes y yo he citado en mi libro alguno de ellos. En la conflictiva primavera de 1937 todos se espiaban entre sí. Como es sesgada esa versión de los hechos de mayo como un enfrentamiento entre los «libertarios (CNT y POUM [sic]) y estalinistas (PSUC y Generalitat, controlada por ERC). Cuesta mucho que los periodistas lean libros y así es difícil que se supere la visión tópica de mayo del 37. Se trató de una revuelta anarquista, que el POUM apoyó para darle una determinada solución política, a la que se enfrentó la Generalitat con el apoyo del PSUC, ERC y Estat Català

VII. Sobre el neokeynesianismo

1. De Joaquín Miras (16.11.2020):
Muchas gracias, Salvador. Hay un libro previo, de Paul Mattick, titulado Marx y keynes, en FCE y que hace un trabajo semejante. Porque lo que estamos juzgando es el neokeynesianismo, el estado que inyecta dinero creando puestos de trabajo de personas que abren agujeros para luego cerrarlos -era el ejemplo de lord K. También concuerdo con quienes dicen que no es el keynesianismo lo que explica los 30 gloriosos, y que todavía están por explicar -Hobsbawm- o que la política keynesiana del primer Roossevelt estaba agotada, no funcionaba ya, y solo la segunda guerra mundial con sus trastrueque de mundo, hace que haya tirón e EEUU.
No acabo de saber qué opina de la teoría del valor, si la considera perdida o si la considera acertada, pero de un nivel de abstracción en el modelo, diverso del que adoptamos para teorizar sobre la construcción de precios, que son consecuencia de que todo es mercancía en el mundo del capital -«el despliegue de la mercancía», que, a lo mejor es lo mismo (no lo sé, no domino los carros matemáticos) que «la producción de mercancías por medio de mercancías» de Sraffa: ?
Por lo demás, de acuerdo con la base teórica del texto, pero yo deseo que nos lleguen los 140 mil millones del ala. Y es cierto, eso es un reproductor del capital, de no serlo, no se habría propuesto. También es cierto que el problema que tiene la teoría monetaria de Marx es que, para él, el billete en papel está respaldado por oro -«el banco de España pagará al portador…»-. pero no por eso deja de ser cierto el gran descubrimiento de Marx de que que el dinero es una relación social, y que reproduce una determinada forma de relación social; esa es una gran idea marxista. Mazone, maestro de Fineschi y de Musto, ponía como ejemplo el valor que podía tener un millón de dólares en manos de un individuo único habitante de una isla desierta, fuera de todo tipo de relación social.
No creo que las teorías monetarias sean salvíficas, pero a falta de creación de tejido social y de nuevas formas de democratización de la actividad material, es preferible la inyección de dinero. Después de todo, tras el confinamiento número uno, la economía española creció un 16%, y eso se debió al tirón del consumo interno: ERTES, subida de pensiones, mejora de salarios a funcionarios… No sé.

2. De José Luis Martín Ramos (16.11.2020):
Complementado: el gatopardismo social de Keynes lo explicó muy bien Skidelsky. Y hay un equívoco sobre el keynesianismo al que se atribuye cualquier forma de intervención del estado y cualquier política de rentas. En la base de los 30 gloriosos lo que está es, por una parte, el sistema monetario y financiero acordado en Bretton Woods, en 1944 que, por cierto, descartó la propuesta de Keynes, que incluía la posibilidad de una moneda internacional: ese sistema estableció una moneda de referencia para los intercambios, el dólar, que para actuar como tal establecía una relación fija con el oro. Un sistema de «doble seguridad». Eso permitió la expansión de la oferta y el comercio internacional. [Manuel, corrígeme si he dicho alguna tontería]. Por otra la financiación extra de la recuperación económica de Europa, a través del Plan Marshall, que reforzó las políticas expansivas. Impulsado de manera definitiva en la primavera de 1948. Al mismo tiempo que se excluía a los partidos comunistas de los gobiernos de Francia e Italia. Esa fue la tercera pata de los «gloriosos», levantar una barrera al comunismo en Europa sobre la base de combinar políticas de gasto social y fomento del consumo de masas.
Roosevelt desarrolló una política económica intervencionista propia, no exactamente keynesiana; en realidad Roosevelt, al menos en su primera presidencia, desconocía la existencia de Keynes. Era más intervencionista – intervención del estado en la economía- que el propio Keynes. Creo recordar que era un intervencionismo más político que monetario. No sé si hubo conexión o elementos comunes pero la crisis de ese intervencionismo rooseveltiano en 1938-1939, que dibujó una inflexión no definitiva y empezó a recuperarse ya en el 39-40, coincidió también con la del intervencionismo político nacional-socialista.
Y lo que plantea Joaquín en el último párrafo es la clave de la clave. Yo también deseo que lleguen los 140 mil millones y no porque el capitalismo salve al capitalismo sino porque hay que salvar a la gente. La historia también debe escribir recto con renglones torcidos… Espero, claro.

3. De Manuel Martínez Llaneza (16.11.2020):
No veo nada que corregirte, José Luis, ni soy quién para hacerlo. Pero es que, además, tengo muchas cosas muy poco claras sobre el ‘verdadero’ papel del dinero. Por ello agradezco a Salvador el envío de la reseña de Apilánez que me parece muy interesante y aguda, porque es muy sugerente aun sin haber leído el libro, lo que acredita su calidad y penetración en el asunto. La referencia a Sweezy también me pone mucho de su parte.
Con no saber mucho de eso, sí sé que algunas cosas no pueden ser e incluso son imposibles. Por ejemplo: arreglar el mundo imprimiendo dinero. Tal vez imprimiendo y dándoselo a algunos les alegraríamos la vida a estos, pero la cosa no puede ir mucho más allá, porque se notaría mucho. Lo malo de los defensores de la TMM, entre los que se incluye Eduardo Garzón, el hermano de Alberto, es que presentan la cosas como un cuento de hadas factible dentro del capitalismo, como si al segundo reparto no se armara el cristo o la sola circulación de más dinero arreglara algo. Por eso está muy bien puesto el título del libro ‘…salvarnos del capitalismo salvando el capitalismo’, es decir, cambiar la estructura cambiando la superestructura no se sabe cómo. Y no quiero seguir por ese camino por muy de moda que esté porque diría cosas inconvenientes.
Lo que ocurre en mi opinión, entre otras cosas, es que la teoría del valor en la versión Marx está muy poco desarrollada. El valor no se cuantifica porque no está clara la reducción del trabajo a trabajo simple por lo que no se pueden realizar estudios intersectoriales e internacionales, mientras sobre dinero y precios hay miríadas de datos que permiten soportar una gran cantidad de trabajos ad majorem academiae gloriam, que luego son bien explotados por el sistema. Y eso es difícil de superar, porque la academia también es el sistema, y, si no, que miren Bolonia.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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