Análisis del profesor Herwig Roggermann, enero de 2020

Traducción y observaciones de un amigo, 10/04/2022.

Se ofrece a continuación la traducción de algunos de los fragmentos más relevantes para la comprensión de la crisis ruso-ucraniana de 2014 del artículo del profesor Herwig Roggermann titulado Aspekte des Russland-Ukraine-Konflikts: Ursachen, Auswirkungen-Überwindungen (Aspectos del conflicto entre Rusia y Ucrania. Causas, efectos, vías de superación, enero de 2020). Roggermann, nacido en 1935, es profesor de derecho internacional y relaciones internacionales en la Universidad Libre de Berlín y está especializado en asuntos de Europa del este. No soy traductor profesional, por lo que la traducción realizada es sólo una traducción aproximada, pero creo que refleja correctamente el sentido de los textos traducidos. Me disculpo también por las deficiencias estilísticas de la traducción, pero no se trata aquí de publicar un trabajo académico.
A. pp. 35-38.
7.3.4. ¿Partenariado oriental y acuerdo de asociación UE-Ucrania = Final del partenariado económico ruso-ucraniano?
La UE desarrolló en 2009 un amplio programa de colaboración política y económica más allá del ENP [Programa para una Política Europea de Vecindad, por sus siglas en alemán] con las seis antiguas repúblicas soviéticas de Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania, del cual se excluyó a Rusia1.
Este último paso, en especial las ya desde 2005 en curso negociaciones entre EU y Ucrania, con exclusión, en todo caso, de Rusia, para un acuerdo de asociación, agudizó el conflicto entre el nuevo poder de ordenación económico en acción en Europa Oriental, la UE, y el viejo poder de ordenación en el área, Rusia, y lo convirtió (…) en irresoluble mediante medios políticos.
A la vista del continuo proceder irreflexivo de la UE, de la subestimación de las consecuencias del acuerdo ante la decidida e inflexible defensa de sus intereses por parte del gobierno ruso y, finalmente, de la búsqueda de una solución de compromiso entre Oeste y Este por parte del gobierno ucraniano del presidente Viktor Janúkovich y su primer ministro Nikolai Asarov, oscilante entre ambos polos, se ha hablado, con razón, de que las partes en el conflicto se habrían conducido “como sonámbulos”.
Con la firma del acuerdo de asociación los días 21.3 y 27.6.2014, se dirigió Ucrania hacia una integración “paso a paso” en el mercado común europeo2. (…) Todo lo anterior resulta aún más cierto en cuanto que el acuerdo de asociación va más allá del terreno de la cooperación económica en sentido estricto y contiene previsiones de política interior y exterior, en especial las relativas a la comunicación y la cooperación institucional en el ámbito de una “política común de seguridad y defensa”. Por tanto, el acuerdo abre a la UE y a sus intereses económicos y de seguridad no sólo los mercados de Ucrania, sino también sus estructuras militares. En esto supone un clásico ejemplo para la actual política de zonas de interés de la UE contraria a Rusia.
Los intentos del gobierno ucraniano de la mano del primer ministro Nikolai Asarov de cambiar esto a través de unas oportunas negociaciones complementarias con participación de Rusia fueron rechazados por la UE.

Comentario a este fragmento traducido: desde por lo menos 2009 la UE ha intentado incorporar a Ucrania a su área de influencia mediante acuerdos sin participación rusa y que se presentaban en términos de opciones mutuamente excluyentes: o bien apostar por la UE o bien mantener los lazos con Rusia: tertium non datur.

B. pp. 41-42.
8. ¿Del viejo escenario bipolar de amenazas al nuevo escenario multipolar?
8.1. Recaída de la OTAN en su vieja perspectiva antirrusa.
(…) Este punto de vista ha devenido también parte de la nueva doctrina de defensa de la OTAN, lo que supone un retorno a su tradicional doctrina antisoviética, reconvertida ahora en doctrina antirrusa: durante más de dos décadas habrían intentado los EEUU y Europa construir una relación de plena confianza mutua con Rusia. Este intento habría fracasado. Ahora se trataría de “corregir el paradigma de los últimos veinte años. Rusia representa una amenaza existencial para los Estados Unidos y para la OTAN en su conjunto.”3
Esta afirmación es insostenible porque resulta refutada tanto por la realidad del desarrollo de los acontecimientos de los últimos veinte años como por la situación actual [a fecha de redacción del artículo: enero de 2020]. El desarrollo de los acontecimientos hasta los sucesos del Maidán en el año 2014 muestra más bien que primero la Unión Soviética y más tarde Rusia han cedido a la ampliación progresiva de su esfera de intereses exigida por la UE y la OTAN, comenzando con la integración en la OTAN de la Alemania unificada aceptada por Mijail Gorbachov el 31.5.1990 (…). Esa transigencia de Rusia sólo llegó a su límite cuando la OTAN y la UE comenzaron a extender sus zonas de influencia a Ucrania y Georgia.

8.2. ¿Un escenario amenazador a la vista de la múltiple superioridad de la OTAN?
Ni la evidencia de la actual situación de peligro ni la situación económico-militar respalda ese declarado escenario amenazador: el gasto militar de Rusia sólo asciende a una fracción del gasto militar de EEUU y del conjunto de la OTAN, concretamente menos de la décima parte del norteamericano y poco más de la vigésima parte del gasto militar conjunto de los estados de la OTAN.
La afirmación de una supuesta amenaza creciente y real a la seguridad de Alemania, incluso de su territorio, y de Europa no se sostiene a la vista del final del Pacto de Varsovia, de la disolución de la Unión Soviética, de la retirada del ejército soviético/ ruso tras la frontera occidental rusa, de la expansión del territorio de la OTAN entre 1999 y 2017 a 13 estados del Europa oriental (de un conjunto de treinta estados miembros), del constante incremento del presupuesto de la OTAN, el cual ahora representa varias veces el ruso. Planes políticos o militares de ataque dirigidos por parte del liderazgo ruso contra la República Federal de Alemania, incluso en conexión con la crisis ucraniana, no son conocidos, tal y como el gobierno federal ha confirmado en respuesta a una pregunta parlamentaria.
Por otro lado, la afirmación de la existencia de una amenaza formulada por Polonia y los países bálticos tiene su explicación en otras razones, por lo demás comprensibles, derivadas de la experiencia histórica negativa de esos países4.

Comentario a este fragmento traducido: parece harto dudoso que el gobierno ruso pueda estar planeando un restablecimiento del Imperio Ruso o una reedición del Pacto de Varsovia, no digamos ya que se proponga la dominación de Europa continental. Y aunque la propaganda nacionalista del gobierno ruso pueda contener elementos de nostalgia del Imperio Ruso, sencillamente no cuenta con medios militares o económicos para pretender restablecerlo.

C. pp. 43-45.
9.-Continuidad y ampliación hacia el este de la OTAN: ¿ruptura de la confianza sin ruptura contractual?
9.1. Pasos de la ampliación de la OTAN hacia el Este.
Tras una pausa de algunos años, la en su origen “occidental”, “transatlántica”, comunidad de defensa dominada política y militarmente por EEUU prosiguió su expansión en el espacio vacío dejado por la caída Unión Soviética. Lo hizo sistemáticamente, en varios pasos, por medio de la incorporación a la OTAN de trece estados de Europa central y oriental, con lo cual la OTAN pasó a contar con treinta estados miembros:
1999: Polonia, Chequia, Hungría;
2004: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia;
2009: Croacia y Albania; 2017: Montenegro.
La incorporación a la OTAN de Ucrania y Georgia forma parte de la planificación política de EEUU desde la Administración Clinton y fue apoyada por estos desde la cumbre de Bucarest de 2008. Constituye, en todo caso, una aspiración del gobierno ucraniano y fue repetidamente exigida desde el levantamiento del Maidán por el presidente Poroschenko. Con fecha del 7.2.2019, el parlamento ucraniano ha aceptado como meta política, recogida en la nueva constitución enmendada, la incorporación del país a la UE y la OTAN.
Con ello, el gobierno de Kiev se ha separado de la política seguida por el presidente Viktor Janúkovich, anclada en la idea de neutralidad política entre este y oeste y de desarrollo de buenas relaciones tanto con la UE como con Rusia, y ha apostado exclusivamente por una integración en la UE y en la OTAN mediante una política económica y de seguridad opuesta a Rusia.
La planeada adhesión de Ucrania y Georgia a la OTAN ha sido percibida por Rusia desde el principio como una amenaza y fue criticada por el presidente Putin en la cumbre de la OTAN de Bucarest de 2008 tildándola de “grave error estratégico”.
La perspectiva rusa de una incorporación cada vez más cercana de Ucrania a la OTAN, fenómeno al cual está unida, desde el punto de vista ruso, su aproximación a la UE, y, con ello, de la existencia de puestos militares y de misiles de la OTAN junto a la frontera ruso-ucraniana, representó un último y posiblemente decisivo impulso para la violenta reacción rusa al levantamiento del Maidán5. Cabe considerar la “victoria del Euro-Maidán” como una victoria pírrica de los que se rebelaron y supuso para todos los implicados un tardío efecto desastroso de la disolución de la Unión Soviética.

Comentario al fragmento traducido: la OTAN se ha expandido en sucesivas oleadas hacia el este, hacia las fronteras de Rusia, paralelamente a la extensión de la UE en la misma dirección. EEUU ha apostado, según el autor, por la incorporación de Ucrania a la OTAN, al menos desde la cumbre de 2008, en la cual dicha propuesta de incorporación no prosperó por la oposición de Francia y Alemania -téngase siempre presente que el autor publicó su artículo en 2020-. También los gobiernos de Ucrania, desde la caída del presidente Janúkovich, se inclinaron por la incorporación de Ucrania a la OTAN (y a la UE). Esta incorporación (así como la integración en la UE) es vista por Rusia como una amenaza y su agresiva reacción al Euro-Maidán, es decir, a la caída de Janúkovich y el fin de su política de intentar nadar entre dos aguas, puede considerarse un intento para impedir dicha incorporación/ integración.

D. pp. 48-50.
10.-Punto decisivo en el conflicto: Giro forzado de Ucrania hacia Occidente contra Rusia – el levantamiento del Maidán.
(…) 10.2. Consecuencias del levantamiento de Maidán.
Ucrania, cuya joven organización estatal todavía era frágil dos décadas y media tras su institución, cayó en un estado prerrevolucionario, semejante al de una guerra civil, como consecuencia de una revuelta que estuvo tempranamente asociada al uso de la violencia, incluido el uso de francotiradores. Esta revuelta se cobró del lado de los activistas del Maidán unas cien víctimas mortales, del lado de las fuerzas de seguridad dieciocho y de ambos lados cientos de heridos. En esta situación, el monopolio estatal de la violencia comenzó a disolverse y apenas sí se podía hablar de mantenimiento de la ley y el orden.
Grupos nacionalistas del “sector de derechas”, en parte abiertamente profascistas, y asociaciones guerrilleras de la derecha radical, las cuales más tarde fueron incorporadas en el ejército ucraniano, ganaron influencia y jugaron un papel de liderazgo en el movimiento del Maidán6. Considerado desde ese ángulo, con la revuelta del Maidán de 2014, adquirió consciencia de sí misma no sólo una muy reivindicada y sin duda alguna legítima “Nueva Ucrania”, sino también un nacionalismo ucraniano antisemita y antirruso. (…).
La lucha armada a raíz del Maidán alcanzó su sangriento punto álgido en los días 18–20.2.2014, cuando ya parecía poderse alcanzar una solución de compromiso. Las sangrientas luchas -con la participación por poco tiempo de francotiradores que dispararon mortalmente tanto contra manifestantes como contra las fuerzas de seguridad- suscitaron conmoción no sólo en Ucrania sino también en Europa y el mundo y condujeron al hundimiento del orden público.
(…) El presidente Janúkovich abandonó Kiev el 21.2.2014 y huyó a través de Ucrania oriental y Crimea a Moscú. El parlamento asumió el poder ejecutivo y destituyó el día 22.2.2014 al presidente con base en el artículo 85.1 de la constitución ucraniana de 2004 nuevamente puesta en vigor el mismo día de la huida de Janúkovich. Este precepto, sin embargo, no proporciona ningún fundamento jurídico para dicha destitución.
(…) Un cambio revolucionario de sistema no ha tenido lugar en Ucrania [a consecuencia del Euro-Maidán]7.
Más bien, se trata aquí ante todo de un cambio violento de personal (huida forzada del jefe del estado, cambio de gobierno) con el consiguiente giro político (de una política prorrusa a una política prooccidental y firma del acuerdo de asociación con la UE rechazado anteriormente por el gobierno electo). La legitimación de esa ruptura del orden jurídico se debía lograr por medio de nuevas elecciones, lo que también sucedió. De ahí que no quepa describir el Maidán como una revolución, sino como una revuelta, incluso como un golpe de estado o insurrección.

Comentario al fragmento traducido: En este contexto de continua expansión de la OTAN y la UE al margen de toda consulta o negociación con Moscú y de tensiones en Ucrania entre facciones “prooccidentales” y “prorrusas”, se produce el denominado Euro-Maidán en febrero de 2014, considerado por el autor de los fragmentos traducidos un levantamiento antijurídico y violento que condujo al derrocamiento del presidente Janukovich ,“prorruso”, pero dispuesto a estrechar los lazos con la UE siempre que ello no supusiera una ruptura con Moscú; un presidente tan democráticamente legitimado como pueda haberlo estado cualquier otro presidente ucraniano del siglo XXI. El detonador inmediato del Euro-Maidán fue la negativa del presidente ucraniano a firmar un acuerdo de asociación con la UE incompatible con los lazos comerciales y económicos existentes con Rusia -recuérdese: la UE no veía compatible la asociación de Ucrania a la UE con el mantenimiento de dichos lazos; según Carlos Taibo (Rusia frente a Ucrania), lo mismo se puede decir de Rusia, pero a la inversa, claro-. El derrocado gobierno de Janúkovich es sustituido por un gobierno “prooccidental”.

D. pp. 50-52
10.3. Apoyo extranjero al levantamiento del Maidán: contravención del derecho internacional.
La revuelta del Maidán en tanto que “regime change” adquiere un gran interés político y también jurídico-internacional gracias a la influencia exterior, puesta en evidencia por la injerencia manifiesta de gobiernos extranjeros, en especial el de los EEUU8.
Lo cual plantea la cuestión de si estamos ante una violación del derecho internacional no sólo en el caso del recurso a la violencia directa que comporta la intervención rusa en Crimea y en el Donbass, sino también en el supuesto previo de injerencia de los EEUU y otros estados occidentales en Kiev y otros lugares en apoyo de la violencia interna contra el gobierno.
Porque el principio fundamental jurídico-internacional de la no injerencia en los asuntos internos de un estado soberano prohíbe no sólo el recurso directo a la violencia por el estado que interviene sino también su apoyo a la oposición violenta a un gobierno manifestada en forma de levantamientos violentos y fenómenos revolucionarios en un país extranjero. Los límites entre una comunicación con la sociedad civil consentida y conforme a derecho y una injerencia en el desarrollo interno de un país no tolerable desde el punto de vista jurídico están abiertos y requieren de constante concreción. En todo caso, el apoyo, encubierto o declarado, a las acciones de protesta violentas y a los movimientos de rebelión -como el protagonizado por Occidente durante el tumulto del Maidán aquí visto y documentado- representa una manifiesta contravención del derecho internacional. (…).
Si a raíz del Maidán un conflicto similar a una guerra civil con injerencia de poderes extranjeros se desencadenó con anterioridad a la intervención rusa en Crimea y el Donbass, entonces también se puede cuestionar sobre esa base la legitimación política de una política de sanciones unilateralmente dirigida contra Rusia. Recuérdese que el Maidán fue alentado y apoyado por poderes e instituciones exteriores de un modo contrario al derecho internacional (a través de acciones políticas, personales, financieras y organizativas y donativos).
Cabe describir la antijurídica intervención rusa en Ucrania como una reacción a previas actuaciones de apoyo occidentales contrarias a derecho.
En todo caso, (…) el apoyo político, financiero, personal y logístico a actividades rebeldes, su incitación y financiación vulneran la prohibición de intervención en los asuntos de otros estados (…). Desde el punto de vista de dicha prohibición, incontables actuaciones de los poderes occidentales con ocasión de los sucesos de la plaza de Maidán y en favor de los activistas del Maidán representan incuestionablemente una vulneración del derecho internacional. Porque está fuera de duda que estas acciones estaban dirigidas a la desestabilización de otro estado, incluso la promovieron activamente.

Comentario al fragmento traducido: Según el autor del fragmento traducido, EEUU y sus aliados animaron y asistieron a los partidarios de derrocar al presidente Janúkovich e impulsaron sus actividades. El objetivo perseguido con este apoyo fue propiciar un cambio de gobierno favorable a sus intereses. Se trataría de una clásica injerencia en los asuntos de otro estado contraria al derecho internacional que no llega al extremo de recurrir a la fuerza militar contra ese estado (como sí hizo Rusia en 2014 con la ocupación de Crimea). Llaman la atención los lazos personales existentes entre el actual presidente de los EEUU (vicepresidente en 2014) y Ucrania.

E. p. 52.
10.4 Crimea y Donbass: de la autonomía a la secesión.
Tras la caída del presidente Janúkovich (…) [en un contexto de manifestaciones y contramanifestaciones y proclamaciones de independencia en innumerables lugares de Ucrania; cfr. pág. 52], separatistas ucranianos apoyados, armados y organizados por el gobierno ruso en colaboración con unidades especiales rusas (…) tomaron las instituciones civiles, los edificios oficiales, el edificio parlamentario y los centros de comunicaciones de la república autónoma de Crimea.

Comentario al fragmento traducido: el gobierno ruso reacciona ante la caída de Janúkovich y la desestabilización de Ucrania mediante la ocupación militar de Crimea con apoyos locales (y también presta su auxilio militar a los separatistas de Ucrania oriental que habían proclamado unilateralmente su independencia en medio de la confusión del momento, como se señala en otros puntos del artículo).

F. pp. 56-57.
11. Consecuencias y perjuicios derivados del conflicto Ucrania-Rusia. Política de sanciones.
11.1. Sanciones y retorsiones.
(…) Según nuevas valoraciones, el perjuicio económico [de las sanciones contra Rusia] asciende hasta el momento presente [enero de 2020] a alrededor de 300.000 millones de dólares estadounidenses [lit. en el texto: 300 Mrd.,-Milliarden; 1 Milliarde: 1.000 millones-]. De ellos, alrededor del 60% corresponden a pérdidas de Rusia. Del restante 40%, el 92% de las pérdidas corresponden a estados miembros de la UE, de los cuales el que carga con las mayores pérdidas con diferencia es Alemania. Las pérdidas económicas alemanas son de alrededor de 779 millones de dólares mensuales. (…). Las pérdidas de los EEUU a causa de las sanciones ascienden a alrededor de 70 millones mensuales, menos de una décima parte de las pérdidas alemanas.

Comentario al fragmento traducido: Después de Rusia, el mayor perjudicado por las sanciones decretadas por EEUU contra Rusia durante el período 2014-2020 fueron los países de la UE, destacadamente Alemania. Las pérdidas norteamericanas son irrisorias en comparación. Las cifras indican que la confrontación con Rusia es, en cierto modo, un negocio redondo para EEUU, pues esta daña, sobre todo, aparte de a Rusia, a Alemania, el país que lidera la UE.

Comentario final: Las bases para la actual guerra entre Rusia y Ucrania quedaron ya establecidas en 2014, si no antes. Otra cosa es que muchos de los opinadores profesionales de 2022 no se acuerden de ello (o ni siquiera tengan la menor idea del asunto). La brutalidad de la invasión rusa de febrero de 2022 no debe hacer olvidar ese hecho. En mi opinión, al igual que ya ocurriera con Yugoslavia en 1991-99, los problemas internos, en especial, los etnonacionalismos violentos y excluyentes, se combinan con las ambiciones de las grandes potencias (EEUU, Alemania, Rusia) y agrupaciones de estados (OTAN, UE) para generar inestabilidad política y guerras. En realidad, nada nuevo, si no fuera porque uno de los implicados en la guerra de Ucrania es la segunda potencia nuclear y linda con Ucrania misma, con todos los riesgos que eso supone. Desconozco, sin embargo, las motivaciones concretas que están detrás de la aparentemente absurda o desmedida decisión de invadir Ucrania en su conjunto tomada por el gobierno ruso a finales de febrero de 2022 (y que hace unas semanas parece haberse descartado en favor de una invasión más limitada en sus objetivos). Es necesario proseguir la investigación para esclarecer esas motivaciones. Una fase importante de esa investigación se debe centrar en las maniobras y planes de despliegue de tropas y misiles en Europa del este que han caracterizado la historia de la OTAN de estos últimos años.

Notas
1 (68): Para la crítica de esta manera de proceder, véase Gregor Schöllger, en: Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) – Política v. 11.8.2019: “Así fue incorporada [Ucrania] paso a paso desde 1997, aun sin ni siquiera ser miembro de la OTAN, a sus operaciones militares. Y, en la primavera de 2009, propuso la UE un llamado partenariado oriental a Armenia, Azerbaiyán, Moldavia, Georgia, Ucrania y Bielorrusia, es decir, a seis de las antiguas repúblicas soviéticas, y obligó a estas en la práctica a decidirse entre Occidente y Rusia.”

2 (72): (…) Las repercusiones de las cláusulas económicas centrales de dicho acuerdo de asociación -área de comercio libre profundo y comprehensivo = Deep and Comprehensive Free Trade Area, DCFTA, Título IV (Comercio y cuestiones de comercio)- sólo fueron reveladas y puestas a disposición para su examen por una comisión de expertos con participación de Rusia en la trigésimo segunda Cumbre UE-Rusia del 28.1.2014 en Bruselas, en el último momento. Sin que pudiera llegarse a un compromiso que tuviera en cuenta tanto los intereses de Rusia como los de Ucrania y la UE debido a la escalada de violencia consecuencia del golpe de estado del Maidán que se produjo poco después, tal vez muy oportunamente para algunos. (…). El hecho de haber negociado y fijado prescripciones transcendentales para el mercado ucraniano, uno de los más importantes y tradicionales mercados de Rusia, sin la temprana y programada participación de Rusia es más bien prueba de la gravedad de los déficits conceptuales de una política de la UE hacia Rusia lastrada durante demasiado tiempo por la centralidad del pensamiento competitivo-económicista en dicha política.

3 (86): Cfr. general a cargo de las operaciones de campo de la OTAN, Philip Breedlove, www.m.tagesspiegel.de/politik de 30.3.2016: Reacción a la agresión rusa-EEUU: quieren trasladar brigada de tanques a Europa del este.

4 A una pequeña cuestión planteada por el diputado de la Fracción de la Izquierda relativa a las “Perspectivas de un futuro espacio común europeo desde Lisboa hasta Vladivostok” contestó el gobierno federal lo siguiente con fecha de 5.10.2019: no existen en manos del gobierno federal indicaciones ni conocimientos acerca de acciones militares de Rusia contra los estados bálticos, Polonia u otros miembros de la OTAN inminentes, planeadas o proyectadas. Dicho en pocas palabras: una situación de amenaza militar no existe en la actualidad.

5 (94): (…) A propuesta de la canciller Angela Merkel, se acordó una “fórmula de compromiso” respecto a la integración de Ucrania y Georgia [en la OTAN] consistente en declarar que “Ucrania y Georgia serán miembros de la OTAN”, sin especificar plazos vinculantes. Esta “fórmula de compromiso” es, en realidad, un acuerdo parcial cuyo contenido es una promesa de futura integración. Y así es interpretada en los dos países candidatos.

6 (103): Oleg Tjahnybok, quien fue junto al campeón de boxeo Vitalij Klitschko y al antiguo ejecutivo del Banco Mundial Arsenij Jazenjuk uno de los tres líderes de la oposición y firmó en nombre del movimiento del Maidán el acuerdo de resolución del conflicto junto al presidente del país y varios ministros de AAEE europeos el día 21.2.2014, había declarado en 2004 en el parlamento ucraniano que Ucrania estaba dominada por una “mafia judeo-rusa” y había llamado a la “liberación de Ucrania” invocando a los patriotas en torno a Stepan Bandera -un colaborador de los nazis y perseguidor de judíos de triste memoria, el cual más tarde emigró a Múnich y allí fue asesinado por los servicios secretos rusos-: “¡Lucharon contra los rusos, contra los alemanes, contra los cerdos judíos y chusma parecida, quienes querían quitar de en medio al estado ucraniano! ¡Ucrania debe ser de una vez por todas para los ucranianos!” Cierto es que Tjahnybok fue expulsado de su grupo parlamentario por sus discursos incendiarios, pero el procedimiento penal iniciado contra él a causa de crímenes de odio fue suspendido (…).

7 (106): Ni el sistema político ni la constitución económica fueron objeto primario de las transformaciones pretendidas. (…) El muy criticado “dominio de los oligarcas” y su instrumentalización para sus propios fines de las instituciones estatales y de la formación de la voluntad política no ha sido roto, sino que se ha fortalecido.
Un ejemplo de ello lo constituye la asunción del cargo de presidente por el gran empresario y millonario Petro Poroshenko, quien se cuenta entre las filas tanto de los partidarios de la “revolución naranja” de 2004, que forzó al entonces presidente Juschenko a realizar un cambio de gobierno, como del levantamiento del Maidán de 2014. (…).

8 (108)Recuérdese la conocida conversación telefónica entre la representante de la secretaría de estado de los EEUU, Victoria Nuland, y el embajador en Kiev Geoffrey Pyatt: ayudas financieras por parte de los EEUU a organizaciones de la sociedad civil y también a organizaciones de la oposición y sus actividades por un valor total de cinco mil millones de dólares. [Además, se pueden enumerar estas otras cosas]: Apoyo político por parte de políticos de los EEUU y a través de la embajada de los EEUU; presencia en el Maidán de miembros de los aparatos políticos de distintos países (así, el senador y candidato a la presidencia de los EEUU John MacCain: “¡América está a vuestro lado!”; el eurodiputado alemán Elmar Brok: “La puerta de la UE la tenéis bien abierta”); discursos de ánimo y distribución de víveres a los activistas del Maidán ordenados por la representante de la secretaría de estado de los EEUU Victoria Nuland; discurso de apoyo del vicepresidente Joe Biden (cuyo hijo, Hunter Biden, fue nombrado miembro del consejo de administración del mayor productor privado de gas de Ucrania, Burisma Holdings). Véase también Asarov (Anotaciones, 9), pp. 3 y ss.: emisoras de radio y televisión ucranianas financiadas por los EEUU.

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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