Por si hubiera alguna duda: ¡una hulega por la lengua! ¡El catalán no se toca!
El nacionalismo (en algunos casos, nacional-secesionismo) de muchos sindicatos del profesorado de primaria y secundaria es incomprensible e inadmisible. ¡Siguen defiendo que el catalán sea la única lengua vehicular de la enseñanza, siguen considerando el castellano un idioma extranjero, siguen rechazando el bilingüismo, plantan batalla contra el cumplimiento de la sentencia del 25% (¡una asignaura, solo una, en castellano!).
Una huelga, por supuesto, que yo no apoyaría.