Del compañero y miembro de Espai Marx, Carlos Valmaseda.
1. El veto de Lula.
2. Die Linke y la esperanza.
3. Resultado de las elecciones en Japón (observación de José Luis Martín Ramos).
4. Resumen de la guerra en Asia occidental, 28 de octubre.
5. Informe de Albanese sobre el genocidio.
6. Eat the rich.
7. Zugzwang para Israel.
8. La situación militar en Palestina y Líbano (observación de Joaquín Miras).
9. La espiral de la muerte del ejército estadounidense.
1. El velo de Lula
El autor especula con los motivos que llevaron a Brasil a vetar el ingreso como socios en BRICS+ de Venezuela -y Nicaragua-. https://rebelion.org/que-
“Qué perdió Latinoamérica en la Cumbre BRICS+ de Kazan· por Rafael Bautista
La fractura geopolítica que señalábamos en un texto anterior, terminó de hacerse realidad en la última Cumbre de los BRICS+ realizada en Kazán.
Esta fractura empezó con el alineamiento de Lula y Petro a la retórica de la mitología democrática gringa. Pero con el veto del presidente brasilero a la incorporación de Venezuela y Nicaragua al bloque de países BRICS+, se evidencia un plan bosquejado para minar, entre otras cosas, la posibilidad de que Latinoamérica se convierta en actor estratégico del nuevo tablero geopolítico global, además de impedir también que, ese bloque (con la ausencia de Venezuela), pueda determinar los márgenes de producción y los precios del petróleo y el gas.
Las maniobras de USA
Es decir, USA logra maniobrar, mediante sus múltiples influencias que, Lula, haciendo de caballo de Troya, deje fuera a Venezuela del bloque de las potencias emergentes con poder disuasivo ante el decadente G7.
La situación es clara. Lula no desea enfrentarse a Washington y tampoco permitir un actor que pueda disputarle su liderazgo en Sudamérica.
Con Venezuela, los BRICS+ tienen una carta operativa de desacoplamiento paulatino de la geoeconomía del dólar, por consiguiente, mayor poder disuasivo de contención del orden imperial unipolar. En cambio, la apuesta de Lula es típicamente conservadora y en sintonía con la bolsa de Sao Paulo; el dólar es demasiado influyente en esta parte del mundo y esto por la estrecha dependencia de nuestras economías al patrón dólar. Por eso los sectores bancarios son los menos interesados en desprenderse del dólar, aun cuando, en los tiempos presentes, esto signifique el desahuciar la posibilidad regional de independencia financiera.
Pero el golpe de Lula no es sólo a Latinoamérica sino al propio BRICS+, pues le resta un actor que, por su peso energético, era decisivo para contrarrestar, en conjunto, las maniobras recurrentes que hace Occidente para seguir con la sangría de la economía mundial en beneficio de su poder financiero.
Era pues preciso diluir ese peso energético ante la Cumbre de Kazán, que iba inevitablemente a significar el inicio del cisma del sistema-mundo moderno-occidental y su diseño geopolítico centro-periferia. Por eso también el jefe de la diplomacia gringa Antony Blinken se reúne en Arabia Saudita, al mismo tiempo de realización de la Cumbre, con su homólogo saudí, Faisal bin Farhan y con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. Para la política pública el asunto que los reunió fue lo que eufemísticamente llaman la “crisis de Gaza”, pero se sabe que el tema que realmente se abordó fue negociar la sobrevivencia del petrodólar. Cuestión que no parece resuelta para USA (pues Arabia Saudita tiene otras cartas para maniobrar de mejor modo con Washington), por eso la carta Lula era imprescindible ponerla en juego.
Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita ya forman parte del BRICS+
Desde que el régimen saudí anunció la no renovación del acuerdo que hizo nacer al petrodólar, USA ha empezado a experimentar el desmoronamiento de su hegemonía global. En ese sentido, aunque los BRICS+ se presenten como un bloque de carácter geoeconómico, es ya inevitable su proyección geopolítica, pues los cambios que se están proponiendo en lo comercial, económico y financiero, sobre todo, configura toda una geopolítica implícita que es, precisamente, lo que arrastra al Occidente y al Imperio decadente a sopesar la envergadura que representaría su colapso mundial.
En esa medida es que las maniobras de sobrevivencia de un orden unipolar se manifiestan como la multiplicación de conflictividades crecientes como recurso operativo que frene la expansión de las potencias emergentes. No hay que olvidar que, toda expansión del espacio geoeconómico, genera también esferas de influencia y tienden siempre a reconfigurar los vectores geopolíticos y, en consecuencia, a rediseñar el mundo. Por eso el presidente Putin habla de las cinco rutas, desde el corredor Norte-Sur (que es parte del conflicto que pretende desatar el régimen sionista contra Irán) hasta las Rutas de la Seda; en una de las cuales podría incorporarse Sudamérica definitivamente a la economía del siglo XXI, o sea, al Pacífico.
Con la no incorporación de Nicaragua y Venezuela, sobre todo, lo que hace Brasil y su postura diplomática (que ya no se genera desde Itamaraty sino desde Washington), se entrelaza con las maniobras de injerencia que realiza USA en los propios miembros del BRICS+ para, de ese modo, restarle al bloque capacidades estratégicas en el juego global energético. Pero, con ello, no sólo Brasil se cohíbe la posibilidad de liderar una independencia regional categórica, sino que ahonda más la fractura geopolítica de Latinoamérica y coadyuva a un nuevo asalto de la derecha en todos nuestros países.
El guion en el que se escuda no hace sino legitimar aún más la condena imperial contra Venezuela y provocar el envalentonamiento de la derecha, no sólo venezolana sino también regional. Esta condena es nociva porque está dirigida, como en el caso boliviano, al desprestigio moral del propio pueblo y a su anulación política como sujeto del cambio. Por eso el fascismo, en Argentina por ejemplo, se unge falsamente de un halo democrático para proponerse en el campo político como el “verdadero” agente del cambio. Es la usurpación del espíritu popular y la fetichización del sistema democrático made in USA.
La no consolidación de Latinoamérica
Brasil y el propio Lula, debía ser el mas interesado en consolidar a Latinoamérica como el resto crítico de contención imperial. Por eso se debía blindar un bloque mayor de países adscritos a la nueva geoeconomía del siglo XXI y, de ese modo, reconstruir y restaurar nuestros anhelos emancipatorios.
En la nueva incorporación a los BRICS+, el grupo ASEAN (la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) se halla muy bien representada por Indonesia, Tailandia, Malasia y Vietnam. Hasta África logra tener un peso considerable con la incorporación de Argelia, Nigeria, Uganda, sumándose a Sudáfrica como miembro pleno.
Pero la presencia latinoamericana queda reducida y recortada en sus potenciales capacidades geopolíticas. Ya lo dijimos: “nuestra liberación definitiva no podrá ser unilateral sino regional”. Los BRICS+ nos podían brindar el conjunto necesario de coberturas estratégicas para iniciar un desprendimiento del dólar. Lula fue decididamente auspiciador de la incorporación de Argentina al bloque BRICS+ (pues el gobierno argentino de Massa no representaba competencia alguna a su liderazgo y hasta podía serle útil ese tipo de izquierda light), pero no podía actuar del mismo modo frente al radicalismo que significa la presencia de Venezuela. Quedar bien con Washington manifiesta, también, lo coludida que está la economía brasilera con el dólar, en desmedro incluso de Sudamérica.
Las incorporaciones de Cuba y Bolivia quedaron, en ese sentido, disminuidas en el peso estratégico que hubiese significado la presencia de los cuatro países dentro del bloque BRICS+. Cuba podrá recibir inyecciones decisivas para desarrollar su economía, todavía rehén del bloqueo gringo; pero el caso boliviano se opaca por sí mismo cuando no se estima, en su verdadera dimensión, el carácter geopolítico de esa incorporación; por ello nuestro presidente sólo menciona las ventajas comerciales que representa aquello. Aun no aprenden que si el lenguaje actual, de un mundo en crisis civilizatoria, es geopolítico, lo es porque los marcos de interpretación adecuados para leer lo que pasa en el mundo ya no pueden pasar por alto la geopolítica. Bolivia, que es promotora del discurso de la Madre tierra y el “vivir bien”, debía ser la portavoz, en esa Cumbre, de un necesario y nuevo “diálogo de civilizaciones”, además Sur-Sur, sin la mediación aduanera de la episteme moderno-occidental. Pero así perdidos estamos por estos lados y nos va como nos va.
La Doctrina Monroe y sus enmiendas no declaradas, establecieron el diseño disuasivo del cerco, sobre todo a Venezuela y Bolivia; y con la postura brasilera de Lula, restableciendo la continuidad de la política exterior de Bolsonaro, nos deja solos, en un cerco cada vez más cerrado. Todavía quedan márgenes de acción y Venezuela puede maniobrar espacios de autonomía geopolítica, con ese respaldo que le brindan los acuerdos sostenidos con la Federación Rusa y China. Pero aun así la fractura ya está abierta y, como todo en economía se realiza en la interdependencia, la ruptura afectará el relacionamiento de nuestras economías en la región. Si la confianza es la base de todos los acuerdos en la economía, Sudamérica está perdiendo eso que es básico y fundamental para sostener todo tipo de estabilidad.
La hora de los pueblos
No fue menor el apoyo que le brindó el presidente Putin a su homólogo venezolano. Si alguien fue el indiscutible ganador en esta Cumbre fue el anfitrión, pues el presidente ruso demostró al mundo entero que no está para nada aislado sino más bien está cosechando un apoyo que muestra, a los verdaderos aislados, es decir, USA y Europa. Ya nadie los ve con buenos ojos, aunque todavía haya que aguantar su soberbia, hipocresía y arrogancia.
El comandante Chávez una vez mencionó que había llegado “la hora de los pueblos”.
Es tiempo de generar, de nuevo, esa esperanza, más aún cuando el fascismo se disemina en nuestros países y aprovechando, como siempre, los dislates de la izquierda travestí, repone su retórica de la desigualdad como plataforma de una nueva Cruzada que la protagonizan ahora, por ejemplo, los sionistas en Gaza y la declara abiertamente un Netanyahu (Milei-kovsky) en el Congreso gringo y es ovacionado por éste: civilización versus barbarie. Este maniqueísmo significa el abandono de la política y la instauración de la guerra o la degeneración de la primera en política del odio.
Esto significaría el fin de toda convivencia, pero el Occidente moderno apuesta a eso; por ello el Imperio pone en juego todos sus recursos para no compartir con nadie, el mundo que considera exclusivamente suyo. En nuestro continente el fascismo hace eco de esa apuesta y declara, señalando al nuevo enemigo a aniquilar: “si cedemos un centímetro, estos indios nos llevaran de nuevo a la edad de piedra”. Siendo más bien la insensatez imperial la que está arrinconando al mundo a la opción por el desastre y el enfrentamiento nuclear (lo cual sí nos ha de condenar a pelearnos finalmente con piedras y palos, Einstein dixit).
Rafael Bautista S. es autor de: “El Ángel de la Historia, volumen II: La disputa del arco sudamericano y la geopolítica del reinicio global”. Yo soy si Tú eres ediciones, 2024.
Dirige “el taller de la descolonización” rafaelcorso@yahoo.com
2. Die Linke y la esperanza
En Jacobin se miran con mucho más cariño el reciente congreso de Die Linke que en los artículos que os pasé recientemente. Pero cuando en lo que te tienes que basar es en la esperanza e ir de puerta en puerta como los Testigos de Jehová, es que las cosas no van muy bien… https://jacobin.com/2024/10/
En Alemania, Die Linke busca la esperanza a pesar de sus repetidas divisiones Marc Martorell Junyent
El partido de izquierdas alemán está en apuros, con las divisiones sobre Gaza sumándose a la escisión de la ex portavoz Sahra Wagenknecht. En el congreso del partido del pasado fin de semana, una nueva dirección expuso sus planes para volver a conectar con los votantes de la clase trabajadora y evitar así el colapso.
«Hay esperanza». Esta fue una de las frases más repetidas al hablar con los delegados del congreso nacional de Die Linke el pasado fin de semana, cuando el partido de izquierdas se reunió en Halle, en el estado oriental de Sajonia-Anhalt. Está claro que esta esperanza no se inspira en los datos de las encuestas, que han ido de mal en peor en el último año. En estos momentos, Die Linke languidece entre el 3% y el 4% en las encuestas nacionales, muy por debajo del umbral del 5% necesario para volver a entrar en el Parlamento en las elecciones al Bundestag de 2025. La última contienda nacional, las elecciones al Parlamento Europeo del pasado mes de junio, apuntaba en la misma dirección, ya que Die Linke sólo recibió el 2,7 por ciento de los votos, la mitad de lo que obtuvo en 2019.
Sin embargo, en Halle se respiraba un aire de renovación. Esto puede tener que ver con el desarrollo relativamente armonioso del propio congreso del partido. Las posiciones de Die Linke respecto a las guerras en curso en Gaza y Líbano, el conflicto en Ucrania y la conveniencia de una renta básica universal en Alemania fueron objeto de acaloradas discusiones. El debate sobre Israel-Palestina es especialmente tenso, como se demostró cuando cinco de los veintiún representantes de Die Linke en el parlamento regional de Berlín abandonaron el partido tres días después del congreso nacional. Justificaron su salida, entre otras razones, por el insuficiente compromiso de la sección berlinesa en la lucha contra el antisemitismo. Aunque su marcha ha cambiado un poco la conversación en los últimos días, tanto los observadores externos como los delegados del partido coincidieron en que el congreso de Halle había sido menos convulso que en el pasado.
El contraste fue más marcado si se compara con las reuniones anuales antes de que Sahra Wagenknecht, anteriormente una de las líderes nacionales más destacadas de Die Linke, abandonara el partido en octubre de 2023. Sahra Wagenknecht pasó a formar un nuevo grupo político, la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que ha cosechado una oleada de éxitos electorales desde las elecciones europeas, ya que combina la retórica antiinmigración con un firme llamamiento al cese inmediato de las entregas de armas alemanas a Ucrania.
Un liderazgo renovado
La nueva esperanza en Die Linke está en parte relacionada con la renovación de la dirección del partido. El pasado agosto, Janine Wissler y Martin Schirdewan, colíderes de Die Linke, anunciaron que no se presentarían a la reelección en el congreso del partido celebrado en Halle. La decisión se tomó tras el duro revés sufrido en las elecciones europeas y antes de que Die Linke perdiera más de la mitad de sus votos en las regionales de septiembre en el este de Alemania, principalmente en beneficio del BSW.
Wissler y Schirdewan se declararon agotados de pasar tanto tiempo lidiando con los conflictos internos de los partidos en lugar de organizar un desafío de izquierdas a la coalición «semáforo» del canciller Olaf Scholz, formada por socialdemócratas, verdes y los neoliberales Demócratas Libres. Presentado como una «coalición de progreso» para la era post-Angela Merkel, el actual gobierno no ha dejado de dar carpetazo a proyectos sociales anunciados inicialmente a bombo y platillo.
Por ejemplo, se ha sacrificado la introducción de prestaciones por hijos para las familias con ingresos bajos en aras de equilibrar el presupuesto nacional, mientras que la coalición ha descartado medidas redistributivas como la reintroducción de un impuesto sobre el patrimonio, abolido en 1997. Mientras tanto, el Gobierno ha cedido sucesivamente a las demandas de la Unión Cristianodemócrata de centro-derecha y de la ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD) en materia de inmigración, siendo la más simbólica la introducción de controles policiales en todas las fronteras alemanas en septiembre, a pesar de la nominalmente libre circulación garantizada por el Espacio Schengen de la UE.
Los nuevos colíderes del partido, junto con una junta del partido significativamente renovada, son Ines Schwerdtner y Jan van Aken. Schwerdtner fue editora de la edición alemana de Jacobin hasta 2023, cuando se unió a Die Linke y se presentó como candidata al Parlamento Europeo. De hecho, actualmente sería miembro de esta asamblea europea si Die Linke hubiera conseguido repetir sus resultados de 2019. Por su parte, van Aken fue diputada de Die Linke en el Bundestag de 2009 a 2017. Hasta su elección el pasado fin de semana, trabajaba en asuntos de política exterior para la Rosa-Luxemburg-Stiftung, una fundación política afiliada a Die Linke.
Al anunciar su candidatura, van Aken mencionó que había adquirido habilidades diplomáticas durante su etapa como inspector de armas biológicas en Naciones Unidas que podrían ser útiles para mediar en conflictos internos del partido. Esas habilidades ya se pusieron a prueba antes del congreso nacional del partido, en la negociación de una resolución conjunta sobre las guerras de Gaza y Líbano, el antisemitismo y el racismo. En los días previos al congreso del partido no estaba nada claro que se pudiera llegar a una resolución consensuada y apoyada por una cómoda mayoría: se temía que las profundas diferencias internas sobre Oriente Medio pudieran hacer descarrilar la reunión.
Campaña puerta a puerta
El último día del congreso del partido, Schwerdtner y van Aken presentaron su plan para los próximos meses. Propusieron una «campaña preelectoral» basada en visitas de miembros de Die Linke a cien mil casas de toda Alemania antes de febrero de 2025 para hacerse una idea más precisa de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Estas preocupaciones deberían reflejarse en el programa electoral definitivo, que se espera aprobar en el próximo congreso del partido, en mayo de 2025.
No por casualidad, el orador que precedió a la presentación de este plan fue Nam Duy Nguyen. En las elecciones de septiembre en Sajonia, fue uno de los dos candidatos elegidos en la ciudad de Leipzig que aseguraron la presencia de Die Linke en el parlamento estatal a pesar de que sólo obtuvo el 4,5% de los votos totales. Debido a las particularidades de la ley electoral sajona, un partido puede no alcanzar el umbral del 5% para obtener escaños y, sin embargo, estar representado en proporción aproximada a su voto total siempre que gane al menos dos circunscripciones locales.
Nguyen y su amplio equipo de simpatizantes hicieron campaña durante meses antes de las elecciones, visitando domicilios en su circunscripción del centro de Leipzig. El día de las elecciones, obtuvo el 40% de los votos, y la lista del partido Die Linke se aseguró el 20% en la misma zona. Un análisis más detallado de los resultados muestra lo impresionante del éxito: parece indicar que Nguyen no sólo se benefició de que los votantes verdes o socialdemócratas dividieran su apoyo a su favor, sino que también contó con un electorado más amplio.
La campaña puerta a puerta en Leipzig fue una nota muy positiva para Die Linke en unas elecciones regionales de septiembre por lo demás muy negativas. Por tanto, es razonable explorar su transferibilidad a nivel nacional, como esperan Schwerdtner y van Aken. No obstante, Leipzig es un caso idiosincrásico. La ciudad tiene el segundo mayor número de miembros de Die Linke, después de la capital, Berlín, y registró uno de los mayores aumentos de miembros del partido en toda Alemania en 2024.
No está tan claro hasta qué punto este modelo es útil en las grandes ciudades occidentales, donde hay menos miembros de Die Linke, y su mensaje se enfrenta al escepticismo debido a sus lejanas raíces en el Partido del Socialismo Democrático (PDS), el reformista sucesor del partido gobernante de Alemania Oriental. Quizás igualmente difíciles de alcanzar para Die Linke, aunque por razones diferentes, son las zonas rurales del antiguo Este, donde su afiliación ha disminuido y el BSW de Wagenknecht está recabando apoyos.
Algo que escapa por completo al control de Die Linke, pero quizá crucial para su por lo demás prometedora estrategia inmediata, es el calendario de las próximas elecciones parlamentarias. Aunque están previstas para septiembre de 2025, hay rumores constantes de que la perenne crisis de la coalición de Scholz (que en septiembre se hundió hasta su índice de favorabilidad más bajo hasta la fecha, con sólo un 16%) provocará su colapso. Ni siquiera esto desencadenaría automáticamente nuevas elecciones, pero la incertidumbre persiste.
También existe la posibilidad de que sea necesario repetir las elecciones en los estados del este, donde la formación de gobierno sigue estancada tras los comicios regionales de septiembre. Sin embargo, si no ocurre nada inesperado, las próximas elecciones de este tipo se celebrarían en Hamburgo el próximo mes de marzo. Este es uno de los cuatro estados en los que Die Linke obtuvo más del 5% en las elecciones europeas.
En el congreso del partido se esperaba que un buen resultado en Hamburgo (tal vez con la ayuda del colíder nacional van Aken, muy conocido en la ciudad) podría ayudar a dar la vuelta a la idea de que Die Linke está condenado a la irrelevancia política. El apoyo en las encuestas preelectorales es un valor en sí mismo. Las recientes elecciones en el este de Alemania demostraron que, en un momento de resultados récord para la AfD, los opositores a la extrema derecha se lo piensan dos veces antes de dar su voto a un partido de izquierdas que podría fracasar incluso en su intento de entrar en el Parlamento.
En su primera rueda de prensa como colíderes del partido, Schwerdtner y van Aken anunciaron que sólo reclamarán el salario medio de los alemanes, y destinarán todo lo que supere esa cantidad a un fondo de solidaridad para personas necesitadas. Esperan que otros miembros del partido les sigan. Se trata de una medida similar a las aplicadas por el Partido Comunista de Austria (KPÖ) y el Partido de los Trabajadores de Bélgica (PTB/PVDA). Schwerdtner y van Aken tienen una evidente conexión personal que no es garantía de éxito cuando lleguen las elecciones (Wissler y Schirdewan siguieron siendo amigos durante todo su periodo como colíderes) pero parece ser una condición necesaria para Die Linke en un momento de crisis como el actual.
Equilibrios delicados
Dentro de Die Linke existe un deseo ampliamente compartido de centrarse en unos pocos temas clave que los miembros del partido deberían conocer al dedillo y ser capaces de presentar a los votantes. Aún no se han definido claramente. Podrían incluir un tope de alquileres o impuestos más altos a los ricos para pagar una transición económica ecológica y social.
En un país tan diverso como Alemania, no todos los problemas se sienten de manera uniforme. Mientras que los inquilinos de las grandes ciudades están agobiados por unos alquileres que han subido mucho más deprisa que los salarios y, por tanto, se beneficiarían de una limitación de precios, en las zonas rurales (especialmente en el este de Alemania) el problema es más bien el cierre de tiendas y centros de salud y la emigración de los jóvenes. Desde el punto de vista programático, Die Linke debe encontrar un hilo conductor que resuene en toda Alemania, sin dejar de prestar atención a las realidades específicas de cada zona.
Está claro que hay que encontrar equilibrios delicados. Die Linke necesita recuperar al menos parte de su reputación como el partido que mejor puede representar los intereses de los alemanes del este. En este sentido, es muy importante centrarse en la desigualdad salarial en Alemania (el salario medio en el este es una quinta parte más bajo que en el oeste). Aun así, solo el 15% de los votantes vive en el este. Además, el campo político estará mucho más concurrido en el este de Alemania si BSW mantiene allí su apoyo.
Muchos delegados en Halle consideraron que el apoyo del BSW no estaba bien cimentado para durar (actualmente tiene un 5% de apoyo en el oeste y un 12% en el este, si tomamos como baremo las elecciones europeas). Las grietas entre Wagenknecht y los líderes regionales de Turingia -uno de los tres estados del este donde el BSW negocia su entrada en el gobierno- se han hecho evidentes. Sin embargo, estos delegados del partido con los que hablé se mostraron mucho menos confiados en la posibilidad de que Die Linke recupere a corto plazo a los votantes que ha perdido recientemente en favor del BSW.
Importante para el pueblo
Si las elecciones se celebrasen mañana, la vía más prometedora de Die Linke para permanecer en el Parlamento nacional no sería superar el umbral del 5% (que parece un listón demasiado alto), sino ganar al menos tres circunscripciones locales. Esto permitiría a Die Linke estar representado en el Bundestag, en números aproximadamente proporcionales a su voto global en toda Alemania. De hecho, el partido ya confió en ello en las últimas elecciones federales de 2021, cuando se hundió hasta el 4,9% de apoyo.
Gregor Gysi, uno de los miembros más destacados de Die Linke y ganador de una circunscripción en Berlín oriental en 2021, anunció en el congreso del partido que planea convencer al presidente saliente de Turingia, Bodo Ramelow, y a Dietmar Bartsch, antiguo colíder de la fracción parlamentaria del partido, para que se presenten en sus circunscripciones. Die Linke también podría tener opciones realistas de ganar otras dos circunscripciones en el este de Berlín y una en Leipzig.
Dejando a un lado estas consideraciones importantes pero, en última instancia, tácticas, un camino exitoso para Die Linke probablemente sólo se materializará si se toma en serio lo que me dijo un delegado del partido el fin de semana pasado. La clave, dijo, no es si Die Linke es importante como partido, sino si es importante para la gente corriente.
Marc Martorell Junyent es autor e investigador residente en Múnich.
3. Resultado de las elecciones en Japón
Aunque Maury los llame simplemente populistas, la bajada del PCJ ha ido acompañada de la subida de otra formación considerada de izquierda -«populista», eso sí-, Reiwa Shinsengumi (https://en.wikipedia.org/), que ha pasado de 3 a 9 escaños. Aquí tenéis a su líder, el exactor Taro Yamamoto, haciendo campaña: https://x.com/yamamototaro0/. No se puede negar que se le ve bastante en forma.
Los conservadores pierden la mayoría en Japón por primera vez desde 2009
Lunes 28 de octubre de 2024
El Partido Liberal Democrático y el Nuevo Komeito han sufrido una derrota histórica al perder la mayoría. Las políticas del Partido Liberal Democrático fueron castigadas tras los escándalos de corrupción destapados por el periódico del Partido Comunista Japonés, el Shimbun Akahata.
Artículo y traducción Nico Maury
Comienza un nuevo proceso político y el Partido Comunista Japonés, a pesar de los decepcionantes resultados, saluda de todo corazón este histórico desenlace.
El Partido Comunista y Shinbun Akahata llevaron el caso de corrupción (recaudación ilegal de fondos por valor de 20 millones de yenes) ante el mundo y el PCJ pudo contribuir significativamente a la caída del gobierno del PLD y Komei.
Los partidos en el poder obtuvieron 215 escaños frente a los 274 de antes de las elecciones. Los partidos de la oposición obtuvieron 250 escaños, frente a los 186 de antes de las elecciones. Están en condiciones de formar un gobierno de coalición, lo que puede resultar difícil. Los liberaldemócratas perdieron la mayoría y sólo conservaron 191 escaños y 24 para el Komei.
El Partido Constitucional Democrático fue el gran vencedor de estas elecciones con 148 escaños frente a los 98 que tenía antes del escrutinio.
Los libertarios del Partido de la Innovación de Japón conservaron 38 de sus 44 escaños.
El Partido Democrático Popular logra 28 escaños (+17).
Los populistas de Reiwa ganan 9 escaños (+6) y superan al Partido Comunista con 8 escaños (-2). Las demás formaciones ganan 3 escaños para los conservadores del Sanseitō, 3 escaños para el Partido Conservador de Japón, 1 escaño para el Partido Socialdemócrata, 12 escaños para los independientes.
La composición de un gobierno alternativo al PJD promete ser difícil y bien marcada por la derecha.
El Partido Comunista Japonés ha logrado conservar su preciado escaño ocupado por Masakata Akamine en la 1ª circunscripción de Okinawa. Se trata de una gran victoria conseguida gracias a los esfuerzos de los miembros de la coalición «Todos Okinawa», del partido y de los grupos de apoyo.
Lamentablemente, en el escrutinio proporcional, el número de escaños se redujo de nueve a siete.
En comparación con las elecciones de 2022, el voto proporcional ha caído de 3.618.000 votos (6,82%) a 3.362.000 votos (6,16%).
El PCJ pierde escaños en Tohoku y Tokio, el resultado es muy decepcionante. El PCJ gana escaños en las circunscripciones de Kanto-Norte (6,1%), Kanto-Sur (6,1%), Tokio (7,1%), Tokai (5,1%), Kinki (7,3%) y Kyushu (4,7%).
No obtiene representación en las circunscripciones de Shikoku (5,7%), Chino (5,1%), Hokkaido (7,1%), Tohoku (5,9%) y Hokuriku Shinetsu (5,6%).
En la votación por circunscripciones uninominales, el PCJ gana una circunscripción y pierde la elección de un diputado.
Hokkaidō :
Circo 1 : Naoko Chiba 21 451 (8,6 %)
Circo 2 : Shiori Miyauchi 31 855 (13,6 %)
Circo 3 : Michiko Ito 22 915 (9,6%)
Circo 4 : Akemi Sasaki 19 063 (8,5%)
Circo 5 Ryûji Suzuki 16 399 (6,8 %)
Circo 6 : Kazutoshi Ogyu 19 909 (9,3%)
Circo 8 : Katsumi Honma 11 708 (6,1 %)
Circo 9 : Hiroshi Tateno 20 557 (10,9%)
Circo 11 : Kohei Sato 10 367 (6,4 %)
Aomori :
Circo 1 : Mio Saito 18 212 (11,0 %)
Circo 2 : Masaru Kubo 9 397 (5,2 %)
Akita :
Circo 1 : Satoshi Suzuki 6 875 (4,8 %)
Circo 2 : Umehara Yamauchi 4 505 (3,2%)
Circo 3 : Kazuhisa Fujita 4 562 (2,5%)
Iwate :
Circo 1 : Kyoko Yoshida 15 367 (10,0 %)
Yamagata :
Circo 1 : Osamu Miidera 9 293 (5,6 %)
Circo 2 : Yasushi Iwamoto 8 496 (4,6 %)
Circo 3 : Mamoru Yamada 10 372 (6,2 %)
Miyagi :
Circo 5 : Ren Nakajima 18 413 (10,4%)
Ishikawa :
Circo 1 : Shigeru Murata 8 913 (5,0%)
Circo 2 : Hiroshi Sakamoto 10 873 (6,2 %)
Circo 3 : Shoji Minami 3 438 (2,4 %)
Toyama :
Circo 1 : Ryosuke Aoyama 6 903 (5,3%)
Circo 2 : Kazuyuki Izumino 9 197 (7,4 %)
Circo 3 : Hiroshi Sakamoto 19 272 (9,8 %)
Niigata :
Circo 1 : Takeo Nakamura 10 845 (5,7%)
Fukushima :
Circo 2 : Yumiko Marumoto 12 594 (5,5%)
Circo 3 : Norio Karahashi 11 715 (6,6 %)
Circo 4 : Satoshi Kumagai 19 879 (10,8 %)
Nagasaki :
Circo 1 : Takahide Uchida 8 679 (5,2%)
Saga :
Circo 2 : Yusuke Inoué 7 596 (4,1 %)
Fukuoka :
Circo 1 : Hidehiko Watanuki 13 107 (6,5 %)
Circo 2 : Ritsuko Matsuo 10 201 (4,3 %)
Circo 3 : Yuto Yamaguchi 11 059 (4,8 %)
Circo 6 : Kazuhiro Kono 12 091 (6,7 %)
Circo 7 : Shiro Hirashima 12 307 (8,9 %)
Circo 8 : Shoko Kono 35 493 (21,9%)
Circo 9 : Hirotoshi Yamada 13 662 (7,6 %)
Circo 10 : Sayoko Ichinose 11 182 (6,0 %)
Kumamoto :
Circo 2 : Okuda Kinomi 19 469 (13,2%)
Ōita :
Circo 1 : Kai Yamashita 14 186 (7,2 %)
Circo 3 : Mitsuyoshi Otsuka 10 550 (6,7%)
Miyazaki :
Circo 2 : Yoshitomo Shirae 6 113 (4,3 %)
Circo 3 : Hatsuyo Shinmura 24 733 (20,8%)
Kagoshima :
Circo 2 : Makoto Matsuzaki 12 255 (7,0 %)
Ehime :
Circo 1 : Kenichi Ishimoto 9 608 (4,9%)
Circo 3 : Naoto Nishii 11 963 (7,2%)
Kagawa :
Circo 1 : Kenichi Tanabé 5 646 (3,5%)
Circo 2 : Mayu Ishida 6 466 (4,8 %)
Circo 3 : Takashi Sasaï 5 166 (4,6 %)
Kôchi :
Circo 2 : Yuriko Hamakawa 43 394 (29,7 %)
Tokushima :
Circo 1 : Takayuki Kubo 8 454 (4,9%)
Circo 2 : Hama Kyousei 8 198 (6,4 %)
Yamaguchi :
Circo 1 : Michiko Mitou 11 798 (6,4 %)
Circo 3 : Masako Fukiage 18 105 (10,9 %)
Shimane :
Circo 1 : Eriko Muraho 7 142 (5,0 %)
Circo 2 : Yuko Kametani 14 983 (9,1%)
Tottori :
Circo 1 : Masakazu Okada 6 220 (5,0 %)
Circo 2 : Hideyuki Fukuzumi 6 655 (5,0%)
Hiroshima :
Circo 1 : Tsuyoshi Nakahara 12 225 (6,4 %)
Circo 2 : Hiromi Okada 17 354 (9,5 %)
Circo 3 : Atsumi Takami 14 128 (7,7 %)
Circo 5 : Mayumi Inohara 11 106 (7,2 %)
Circo 6 : Koji Shigemura 12 154 (7,5 %)
Okayama :
Circo 1 : Satomi Sumiyori 8 808 (5,5 %)
Circo 2 : Yukio Yoé 12 762 (6,4 %)
Circo 3 : Akiko Harada 13 413 (6,5%)
Circo 4 : Yuichi Kakiuchi 12 648 (7,1%)
Hyōgo :
Circo 1 : Hiromi Fujisue 14 247 (6,8 %)
Circo 2 : Yumiko Takeuchi 16 333 (8,7 %)
Circo 3 : Kenji Kato 16 133 (10,1 %)
Circo 4 : Yuko Hibi 14 098 (6,7 %)
Circo 6 : Akihiko Yoshimi 12 957 (5,4%)
Circo 7 : Sachiko Ueda 18 409 (7,5%)
Circo 8 : Jun Komura 26 873 (14,3%)
Circo 9 : Yoshinobu Takada 9 653 (5,0%)
Circo 10 : Kumiko Yoshida 10 045 (6,0 %)
Circo 11 : Nigauri Kazushige 17 397 (9,4 %)
Circo 12 : Kiyoyuki Ota 14 006 (9,5%)
Kyoto :
Circo 1 : Hirofumi Isaka 29 988 (15,2%)
Circo 2 : Akiko Horikawa 30 697 (23,1%) – élue à la proportionnelle
Circo 3 : Toshu Nishiyama 19 002 (10,8%)
Circo 4 : Koichi Yoshida 37 174 (18,7 %)
Circo 5 : Ken Yamauchi 13 831 (11,2 %)
Circo 6 : Ryoichi Kamijo 21 405 (8,8 %)
Nara :
Circo 1 : Ryoko Inoue 13 511 (5,8%)
Circo 2 : Eiko Ikeda 14 313 (6,7 %)
Circo 3 : Atsushi Ota 20 543 (10,9%)
Wakayama :
Circo 1 : Yuichi Imoto 13 665 (7,0 %)
Circo 2 : Fumio Kusumoto 19 062 (8,2 %)
Ōsaka :
Circo 1 : Yoshinori Takeuchi 27 312 (12,9 %)
Circo 2 : Yota Ogawa 27 853 (12,4%)
Circo 3 : Yui Watanabe 22 218 (12,3%)
Circo 4 : Tadashi Shimizu 33 585 (15,4%)
Circo 5 : Takeshi Miyamoto 24 480 (11,2%)
Circo 6 : Koichi Watashi 16 205 (8,2 %)
Circo 7 : Kenma Kawazoé 32 368 (15,1 %)
Circo 8 : Setsuyo Hirakawa 24 277 (10,5%)
Circo 11 : Manabu Kitao 32 733 (15,8%)
Circo 12 : Toru-Ota 22 970 (13,9%)
Circo 13 : Akemi Hoai 18 657 (9,8%)
Circo 14 : Koichi Naito 26 534 (12,6%)
Circo 15 : Manabu Nakagawa 19 133 (10,2 %)
Circo 17 : Kumiko Sawada 29 130 (18,5%)
Circo 18 : Hideki Baba 27 675 (14,2%)
Circo 19 : Miki Kitamura 18 966 (13,0%)
Fukui :
Circo 1 : Yukie Kanemoto 11 215 (5,7 %)
Circo 2 : Shigeomi Koyanagi 3 934 (2,6%)
Shiga :
Circo 1 : Akiko Okinose 28 359 (16,4 %)
Circo 3 : Kohei Sato 25 446 (12,0%)
Mie :
Circo 1 : Yosuke Deguchi 15 776 (8,4%)
Circo 2 : Rika Yamamoto 15 753 (7,3%)
Circo 4 : Tamihide Nakagawa 10 548 (6,6%)
Gifu :
Circo 1 : Toru Yamakoshi 48 325 (32,5%)
Circo 2 : Keiji Mio 33 634 (22,8%)
Circo 3 : Akihiro Senda 64 039 (30,4%)
Aïchi :
Circo 2 : Kentaro Sakai 17 422 (8,4 %)
Circo 4 : Yusuke Takahashi 14 453 (8,3%)
Circo 5 : Hiroyuki Egami 11 601 (7,3%)
Circo 6 : Manabu Harada 26 425 (14,8%)
Circo 7 : Koichi Suzuki 16 780 (8,4%)
Circo 8 : Daiaki Furukawa 20 799 (9,0 %)
Circo 9 : Keiko Ito 19 899 (10,5 %)
Circo 11 : Kazuo Ueda 11 105 (4,7 %)
Circo 12 : Hisaichi Seki 10 118 (4,0 %)
Circo 13 : Kiyohiro Ushida 16 818 (6,9 %)
Circo 14 : Daisuke Asao 9 970 (6,0%)
Circo 15 : Shigeru Takagi 7 220 (3,9 %)
Circo 16 : Shozo Matsuzaki 10 634 (5,3%)
Nagano :
Circo 4 : Ryosuke Takeda 50 005 (39,8%)
Yamanashi :
Circo 1 : Kishi Hayata 12 601 (5,4%)
Circo 2 : Reiko Ōkubo 35 569 (26,4%)
Gunma :
Circo 1 : Setsuko Storebashi 20 330 (12,8%)
Circo 2 : Tamotsu Takahashi 20 626 (14,0%)
Circo 4 : Sadao Hagiwara 16 128 (11,3 %)
Circo 5 : Tatsuya Ito 22 655 (14,5%)
Tochigi :
Circo 1 : Hiroshi Aoki 9 490 (4,8%)
Circo 4 : Hitoshi Kawakami 8 985 (5,0%)
Circo 5 : Keiko Okamura 25 203 (15,9%)
Ibaraki :
Circo 1 : Seiichiro Takahashi 14 565 (7,0 %)
Circo 2 : Hiroko Kawaï 17 613 (12,9%)
Circo 3 : Kumiko Ouchi 13 235 (6,7 %)
Circo 4 : Sho Yoshida 16 927 (12,7%)
Circo 5 : Tatsuo Chiba 8 781 (7,3%)
Circo 6 : Michiko Mamiya 16 586 (6,8%)
Shizuoka :
Circo 1 : Setsuko Suzuki 13 593 (6,8 %)
Circo 5 : Kazumi Shimoyama 15 605 (7,0%)
Circo 7 : Naoko Yoshikawa 12 032 (6,6 %)
Circo 8 : Takanari Hiraga 11 059 (5,4 %)
Chiba :
Circo 1 : Masashi Watanabé 12 662 (5,6%)
Circo 2 : Chiyo Shiraishi 48 500 (31,9%)
Circo 3 : Kazuo Kato 9 297 (5,7 %)
Circo 4 : Kenta Yakama 11 131 (5,4 %)
Circo 5 : Masato Sakurai 11 015 (5,1 %)
Circo 6 : Makoto Urano 14 136 (6,8 %)
Circo 7 : Kiyoko Tokumasu 18 127 (11,9 %)
Circo 8 : Satoshi Takahashi 11 296 (6,2 %)
Circo 9 : Atsuyuki Yamazaki 11 385 (5,8 %)
Circo 10 : Sachiko Naka 8 018 (5,0 %)
Circo 11 : Fumiaki Shiina 22 720 (14,2%)
Circo 12 : Shigeru Kuzuhara 10 243 (5,5 %)
Circo 13 : Sueto Kashiwazaki 11 287 (5,1 %)
Circo 14 : Yosuke Sakai 10 547 (4,8%)
Saitama :
Circo 1 : Yukiko Yano 15 106 (7,3 %)
Circo 2 : Tomoko Okuda 23 317 (12,8 %)
Circo 3 : Hiroshi Baba 14 731 (8,1%)
Circo 4 : Kaoru Kudo 27 763 (14,1%)
Circo 5 : Yuko Yamamoto 10 098 (4,8 %)
Circo 6 : Moe Akiyama 24 735 (12,1%)
Circo 7 : Kazuma Sato 17 541 (9,5 %)
Circo 8 : Akemi Hirai 20 305 (9,4 %)
Circo 9 : Yoshinao Inomata 16 293 (8,2 %)
Circo 11 : Haruki Kakinuma 16 636 (10,5%)
Circo 13 : Chieko Sawaguchi 17 099 (9,5 %)
Circo 14 : Kyoko Naemura 17 981 (9,4%)
Circo 15 : Chizuko Moriya 17 683 (8,5%)
Circo 16 : Ken Nagahori 12 691 (7,3%)
Tokyo :
Circo 1 : Akira Nakano 11 889 (6,7 %)
Circo 2 : Mari Hosono 22 316 (12,5%)
Circo 3 : Katsuke Kozai 12 056 (6,0 %)
Circo 4 : Tomoyuki Tanikawa 32 909 (15,3%)
Circo 11 : Masanobu Inami 17 607 (8,9 %)
Circo 12 : SeikoTahara 41 504 (20,0 %)
Circo 13 : Shingo Sawada 29 004 (15,3%)
Circo 14 : Tsutomu Hara 20 987 (10,1%)
Circo 15 : Azuma Kozutsumi 15 049 (6,2%)
Circo 16 : Sakae Miyamoto 14 464 (7,5%)
Circo 17 : Sugio Arai 26 564 (14,3%)
Circo 18 : Ryō Higuchi 18 512 (7,9 %)
Circo 19 : Mitsuko Ideju 20 417 (10,5%)
Circo 20 : Toru Miyamoto 58 215 (26,8%)
Circo 22 : Yoshihisa Hirano 25 453 (10,3%)
Circo 25 : Kozo Ikeda 27 323 (13,1 %)
Circo 26 : Masako Wada 28 819 (12,1 %)
Circo 28 : Naomi Takano 14 530 (8,4%)
Circo 29 : Kenichi Suzuki 17 325 (9,6 %)
Circo 30 : Hiroshi Hayakawa 19 061 (8,2%)
Kanagawa :
Circo 1 : Yukio Hasuike 13 572 (6,1 %)
Circo 2 : Mariko Namiki 19 538 (8,5%)
Circo 3 : Seigo Yokoyama 18 145 (8,0 %)
Circo 5 : Michiko Takamiya 15 794 (8,0 %)
Circo 6 : Mariko Ueki 16 520 (8,3%)
Circo 8 : Yoshio Iida 17 558 (7,5%)
Circo 9 : Hiroko Akaishi 18 835 (9,9 %)
Circo 10 : Susumu Katayanagi 17 700 (10,7%)
Circo 11 : Minoru Tameso 24 850 (13,9%)
Circo 12 : Naoko Kato 13 326 (6,3 %)
Circo 13 : Utako Hayakawa 10 703 (5,7%)
Circo 14 : Kei Nakamura 14 930 (7,3%)
Circo 16 : Mizue Yamamoto 11 437 (5,7 %)
Circo 18 : Chikako Kimijima 21 898 (9,8 %)
Circo 19 : Katsuhiro Yokozeki 9 008 (4,4%)
Okinawa :
circo 1 : Masakata Akamine 49 838 (38,1%) – reelegido
Observación de José Luis Martín Ramos:
Aunque he leído en algún sitio que el PCJ ha resistido el tirón populista, perdiendo solo dos diputados, lo cierto es que desde 2014 el PCJ viene retrocediendo en apoyo popular. Entonces obtuvo un poco más de 6 millones de voto, un 11,3%; en 2021 había pasado a 4,1 millón, el 7,25%; ahora ha pasado a poco más de 3,3 millones de votos, 6,16%. Viene retrocediendo desde hace algún tiempo y la aparición del Reiwa le ha hecho retroceder un poco más. Los dos partidos sumaron en 2021 6.3 millones de voto y ahora 7.1 millón, un 13% de votos ; la mitad del crecimiento de Reiwa puede venir de transferencias de voto desde el espacio comunista y la otra mitad de nuevos votantes.
4. Resumen de la guerra en Asia occidental, 28 de octubre
Ayer [28.X] hubo resumen en Mondoweiss. https://mondoweiss.net/2024/
Día 388 del genocidio israelí: El continuo asalto israelí arrasa el norte de Gaza y cierra el hospital Kamal Adwan
El último hospital en funcionamiento del norte de Gaza queda fuera de servicio mientras las fuerzas israelíes siguen asediando y bombardeando Jabalia y Beit Lahia. En el sur del Líbano, las fuerzas israelíes siguen sufriendo grandes pérdidas.
Por Qassam Muaddi 28 de octubre de 2024
Palestinos desplazados a los que el ejército israelí ordena evacuar el norte de Gaza huyen durante un asalto militar israelí, 25 de octubre de 2024. Bajas
-
43.020+ muertos* y al menos 101.110 heridos en la Franja de Gaza, de los cuales el 59% eran mujeres, niños y ancianos, a fecha de 21 de octubre de 2024.*
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Más de 763 palestinos muertos en Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Oriental. Entre ellos, al menos 146 niños.**
-
2.672 libaneses muertos y más de 12.468 heridos por las fuerzas israelíes desde el 8 de octubre de 2023***.
-
Israel revisó a la baja su cifra estimada de muertos del 7 de octubre de 1.400 a 1.189.
-
El ejército israelí reconoce la muerte de 890 soldados israelíes y las heridas de al menos otros 5.065 desde el 7 de octubre.****
* La sucursal de Gaza del Ministerio de Sanidad palestino confirmó esta cifra en su informe diario, publicado a través de su canal de WhatsApp el 28 de octubre de 2024. Grupos de derechos y expertos en salud pública estiman que el número de muertos es mucho mayor.
** El número de muertos en Cisjordania y Jerusalén no se actualiza regularmente. Esta es la última cifra según el Ministerio de Sanidad palestino a 27 de octubre de 2024.
*** Esta cifra fue publicada por el Ministerio de Sanidad libanés, actualizada el 28 de octubre de 2024. El recuento se basa en la fecha oficial libanesa del inicio de «la agresión israelí al Líbano», cuando Israel comenzó los ataques aéreos en territorio libanés tras el inicio del «frente de apoyo» de Hezbolá a Gaza.
**** Estas cifras son publicadas por el ejército israelí, mostrando los soldados cuyos nombres «se permitieron publicar». El diario israelí Yediot Ahronot informó el 4 de agosto de 2024 de que unos 10.000 soldados y oficiales israelíes habían muerto o resultado heridos desde el 7 de octubre. El jefe de la asociación de heridos del ejército israelí dijo al Canal 12 de Israel que el número de soldados israelíes heridos supera los 20.000, incluidos al menos 8.000 que han quedado discapacitados permanentemente desde el 1 de junio. El Canal 7 de Israel informó de que, según las cifras del servicio de rehabilitación del Ministerio de Guerra israelí, 8.663 nuevos heridos se incorporaron al sistema de rehabilitación de minusválidos del ejército desde el 7 de octubre y hasta el 18 de junio.
Desarrollos clave
Gaza
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El ejército israelí obliga al hospital Kamal Adwan a dejar de prestar servicio tras obligar al personal médico y a los palestinos desplazados a abandonarlo.
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Las fuerzas israelíes detienen a decenas de palestinos, entre ellos personal médico del hospital Kamal Adwan.
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Las fuerzas israelíes asedian los hospitales de Al Awda e Indonesia en el norte de Gaza.
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Las fuerzas israelíes matan a 35 civiles palestinos en el bombardeo de un bloque de viviendas en Beit Lahia y matan a otros 20 en el bombardeo de una escuela que albergaba a civiles en el barrio de Fakhoura, en Jabalia, al norte de Gaza.
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Israel mata a 11 civiles palestinos en el bombardeo de la escuela Asmaa, que albergaba a civiles en el campo de refugiados de Shati, en el oeste de la ciudad de Gaza, entre ellos tres periodistas.
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La oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza afirma que el número de periodistas muertos por las fuerzas israelíes en Gaza desde octubre del año pasado asciende a 180.
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Israel bombardea los barrios de Sabra y Zeitoun en la ciudad de Gaza.
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Israel bombardea el norte de Rafah y Deir al-Balah, matando a cuatro palestinos desde el domingo.
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Israel ha bombardeado el distrito sur de Beirut ocho veces desde el domingo.
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La Defensa Civil Palestina afirma que Israel está saboteando los esfuerzos internacionales de vacunación contra la polio al prohibir que los equipos de vacunación lleguen al norte de Gaza.
Irán
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Israel lleva a cabo ataques aéreos contra Irán en respuesta a los ataques con misiles de represalia de Irán el 1 de octubre por el asesinato del líder de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán en julio y del secretario general de Hezbolá Hasan Nasralá en Beirut a finales de septiembre.
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La Guardia Revolucionaria iraní afirma que las defensas aéreas de Irán repelieron parte del ataque israelí contra Irán; la agencia de noticias iraní Tasneem afirma que ningún objetivo perteneciente a la Guardia Revolucionaria fue alcanzado por el ataque israelí.
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Irán niega las afirmaciones israelíes de que 100 aviones de combate participaron en el ataque y 20 objetivos fueron alcanzados, y considera que las afirmaciones israelíes son un intento de magnificar la magnitud real del ataque.
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El líder supremo iraní, Ali Jamenei, afirma que las autoridades especializadas del país decidirán la respuesta adecuada al ataque israelí.
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El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, afirma que la decisión de Israel de no atacar objetivos estratégicos y económicos en Irán fue un «error».
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Tali Gottlieb, miembro del Likud en la Knesset, dice que la decisión de Israel de no atacar instalaciones petrolíferas y nucleares en Irán fue «un error».
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El líder de la oposición israelí, Avigdor Liberman, afirma que Israel «desperdició una oportunidad» para debilitar las capacidades nucleares de Irán.
Líbano
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Israel bombardea las ciudades libanesas de Zibqin, Burgholiyeh, Qleileh, Byut al-Sayad, Jabal Blat, Jebal al-Butm, Ramadiyeh, Sheitiyeh, Kufr Kila, Deir Sirian y Kufr Tebnit, así como las ciudades de Nabatieh y Tiro, en el sur de Líbano, las localidades de Suhmor, Halaniyeh, Taria, Mashghara, Asireh y Shimstar, y el valle de la Beqaa.
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Israel mata al menos a 25 libaneses en varios ataques aéreos sobre Tiro desde el domingo.
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Hezbolá lanza cinco cohetes contra Haifa el lunes.
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Hezbolá hace un llamamiento a los israelíes para que evacúen 25 ciudades de Galilea y los Altos del Golán sirios ocupados.
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El Canal 12 de Israel informa del lanzamiento de 15 cohetes contra Kiryat Shmona, en la alta Galilea, el domingo.
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El ejército israelí admite que dos de sus oficiales y tres soldados han muerto desde el domingo en combates en el sur del Líbano, lo que eleva el número admitido de bajas israelíes en el Líbano a 15 muertos y más de 80 heridos en dos días.
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Un ataque con drones de Hezbolá alcanza una fábrica militar israelí cerca de Akka.
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El ministro israelí de Guerra, Yoav Gallant, dice que Israel tendrá que hacer «compromisos dolorosos» y que «no todos los objetivos se logran mediante la acción militar.»
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El jefe del Mossad se reúne en Doha con el director de la CIA y el ministro de Asuntos Exteriores qatarí para tratar la reactivación de las negociaciones de alto el fuego en Gaza y Líbano.
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Cinco israelíes muertos y 39 heridos en un atentado con embestida de camión contra una estación de autobuses en Glilot, al norte de Tel Aviv; las fuerzas israelíes disparan y matan al conductor del camión responsable del atentado, Rami Nasrallah, de 49 años, de la localidad de Qalansuwa.
Cisjordania
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Las fuerzas israelíes matan al palestino Islam Odeh, de 29 años, en Tulkarem, tras un breve tiroteo en una casa sitiada en Tulkarem.
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Colonos israelíes atacan a agricultores palestinos durante la recolección de aceitunas y les obligan a abandonar su cosecha en las aldeas de Keisan y Harmala, cerca de Belén, la aldea de Kufr Malik, cerca de Ramala, y la aldea de Kufr al-Deek, cerca de Salfit.
-
Colonos israelíes prenden fuego a un vehículo durante un ataque contra agricultores palestinos que cosechaban aceitunas en la aldea de Qabalan, cerca de Nablus, y abren fuego contra agricultores palestinos que cosechaban aceitunas en la aldea de Qusra, cerca de Nablus.
Israel pone fuera de servicio el hospital Kamal Adwan
El último hospital en funcionamiento del norte de Gaza ha dejado de funcionar oficialmente después de que las fuerzas israelíes lo asaltaran durante el fin de semana, detuvieran a todo su personal médico menos a dos y dañaran parte de las instalaciones del hospital.
El sábado,las fuerzas israelíes comenzaron a asaltar el hospital, ordenando a los pacientes y al personal médico que abandonaran sus alas y bajaran al patio. A continuación, los soldados israelíes separaron a los hombres de las mujeres y detuvieron a decenas de palestinos, incluido todo el personal del hospital excepto una enfermera y el director del hospital, el doctor Husam Abu Safiyeh.
Anteriormente, el viernes, las fuerzas israelíes habían abierto fuego contra los edificios del hospital, rompiendo ventanas y bombardeando los pisos superiores, lo que hirió y mató a varios palestinos que se encontraban en su interior.
5. Informe de Albanese sobre el genocidio
Os paso solo el resumen y la introducción del informe que Francesca Albanese acaba de publicar en las NNUU. Así lo presenta ella en un tuit:
«Mi nuevo informe ya está disponible en todos los idiomas oficiales de la ONU: http://undocs.org/A/79/
El genocidio es un delito complejo e insidioso; demostrar la intención destructiva es una tarea onerosa, pero no cuando es tan ostentoso, sostenido por una doctrina política de odio ideológico y articulado a través de estructuras y políticas institucionales.»
Este es el enlace al documento en español (PDF): https://documents.un.org/doc/
Informe de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese
El genocidio como supresión colonial
Resumen
En el presente informe, la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese, examina los horrores que se están produciendo en el territorio palestino ocupado. La destrucción general de Gaza, de la que no se han librado otras partes del territorio, continúa sin cesar. La violencia que Israel ha desatado contra los palestinos tras el 7 de octubre no se produce en un vacío, sino que forma parte de un proceso a largo plazo, intencionado, sistemático y organizado por el Estado cuyo fin es provocar el desplazamiento forzado y la sustitución de los palestinos. Este proceso podría causar un perjuicio irreparable a la propia existencia del pueblo palestino en Palestina. Los Estados Miembros deben intervenir ahora para evitar nuevas atrocidades que dejen aún
más cicatrices en la historia de la humanidad.
Introducción
1. En marzo de 2024, la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese, concluyó que había motivos razonables para creer que Israel había cometido actos de genocidio en Gaza1. En el presente informe, la Relatora Especial amplía el análisis de la violencia ejercida contra Gaza tras el 7 de octubre de 2023, que se ha extendido a la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental. La Relatora Especial se centra en la intención genocida y contextualiza la situación actual dentro de un proceso de expansión territorial y depuración étnica que ha durado décadas y cuyo objetivo ha sido aniquilar la presencia palestina en Palestina. La Relatora Especial sugiere que el genocidio debe considerarse un componente esencial y decisivo del objetivo de Israel
de colonizar completamente la tierra palestina expulsando al mayor número posible de palestinos.
2. El presente informe se basa en investigaciones y análisis jurídicos, entrevistas con víctimas y testigos, realizadas en Jordania y Egipto, información de fuentes de acceso libre y aportaciones de expertos y organizaciones de la sociedad civil. La Relatora Especial, a quien aún no se ha concedido acceso al territorio palestino ocupado, subraya que Israel no tiene autoridad para prohibir que los mecanismos de determinación de los hechos accedan al territorio que ocupa ilegalmente. La persistente denegación de acceso a los mecanismos de las Naciones Unidas y los investigadores de la Corte Penal Internacional puede constituir obstrucción de la justicia, en incumplimiento de la providencia de la Corte Internacional de Justicia que dispone que Israel debe permitir el ingreso de investigadores internacionales a Gaza y tomar medidas para garantizar la conservación de las pruebas 2.
3. Si bien la escala y la naturaleza de la actual agresión israelí contra los palestinos varían según la zona, puede observarse claramente que la totalidad de los actos de destrucción israelíes se dirigen contra la totalidad del pueblo palestino con el objetivo de conquistar la totalidad de la tierra de Palestina. Las dinámicas de violencia contra el grupo en su conjunto justifican la aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (Convención contra el Genocidio) para hacer cesar, prevenir y castigar el genocidio en todo el territorio palestino ocupado.
6. Eat the rich
Que Musk es un gilipollas engreído que ha hecho su fortuna fundamentalmente mediante «paguitas» públicas es bien sabido, pero nunca está de más repetirlo. Subir un 100% por encima de determinada cantidad los impuestos a los ricos es un buen paso, pero yo, en mis ratos libres, voy afilando pacientemente la cuchilla de la guillotina.
https://www.elsaltodiario.com/
¿Cómo se convirtió Elon Musk en el hombre más rico del mundo?
Elon Musk debe una parte importante de su fortuna personal a los impuestos que pagan los estadounidenses medios.
Sam Pizzigati 28 oct 2024
Hace muchos años, aquí, en Estados Unidos, aumentábamos los impuestos a los ricos. Y mucho. Hoy, en cambio, estamos aumentando sus fortunas, y de manera activa. Incluyendo la mayor fortuna personal de todas, el botín de un cuarto de billón de dólares que pertenece a Elon Musk, el actual number one de la lista de Forbes en tiempo real de las mayores fortunas.
Musk debe una parte importante de su fortuna personal a los impuestos que pagan los estadounidenses medios. La única diferencia es que ocurre que Musk es, como observa un análisis reciente de Politico, “el mayor beneficiario de los contratos del gobierno estadounidense”.
Dos de las operaciones comerciales de Musk, Tesla y SpaceX, han recibido miles de millones de euros en subvenciones. El gobierno federal, señala Politico, básicamente ha “externalizado su programa espacial” a SpaceX, y Tesla, una empresa tambaleante de vehículos eléctricos cuando la compró Musk, “únicamente despegó tras recibir 465 millones de dólares en subsidios de la administración Obama en 2010.”
Todos los dólares en impuestos que Musk ha recaudado del Departamento de Defensa, la NASA y las agencias de inteligencia estadounidenses —unidos a los “generosos subsidios del Gobierno y créditos fiscales a la industria del vehículo eléctrico” que han impulsado a Tesla— tienen al miembro del Consejo de Relaciones Exteriores Max Boot echando humo, y con razón.
Los contribuyentes como él mismo, afirma Boot, están subvencionando el “torrente de falsedades” que emana actualmente de X, el antiguo Twitter, la red social que Musk compró por 44.000 millones de dólares hace dos años. Nuestros dólares en impuestos básicamente han cebado todavía más al individuo más rico del mundo.
A mediados del siglo XX, los Estados Unidos adoptaron una política bastante diferente en lo tocante al dinero que iba al bolsillo de los ricos. Desde comienzos de los años 40 hasta mediados de los 60, los ingresos de los más ricos en EE UU se enfrentaban a un mordisco de hacienda que hoy nos resultaría inimaginable.
En 1942, el entonces presidente, Franklin D. Roosevelt, propuso un impuesto del 100% a las rentas superiores a los 25.000 dólares, el equivalente a unos 484.000 dólares hoy. El Congreso no le permitió seguir adelante con la propuesta de un impuesto del 100%, pero los diputados aprobaron otro del 94% a los ingresos superiores a los 200.000 dólares.
En los años 50, con la administración del Republicano Dwight Eisenhower, el impuesto federal a la franja de los ingresos más altos jamás cayó por debajo del 91%.
¿Y cuál es ese impuesto federal hoy? Sobre el papel se encuentra en el 37% a más de 693.751 dólares para una pareja que presente una declaración conjunta. Ahora bien, toda una serie de vacíos legales ha hecho que el tipo impositivo al que se enfrentan los ricos en sus ganancias anuales reales sea mucho más bajo.
En 2021, un informe conjunto de la Oficina de Administración y Presupuesto de la administración Biden y el Consejo de Asesores Económicos calculó que las 400 familias más ricas de los EE UU entre 2010 y 2018 “pagaron un promedio de solamente un 8,2% de sus ingresos” en impuestos federales sobre la renta individual, contando las ganancias por el valor de sus inversiones.
“Se trata de un porcentaje más bajo —apuntaba el informe— del que pagan muchos estadounidenses de a pie”.
¿Podríamos algún día acercarnos a los tipos impositivos a los más ricos de la época de Eisenhower? En marzo, la administración Biden propuso un impuesto mínimo del 25% sobre el total de ingresos —incluyendo las ganancias de capital no realizadas— al 0,01% de la nación más rico, hogares con al menos 100 millones de dólares en su haber.
Más o menos por aquel mismo momento, un grupo de parlamentarios progresistas —encabezados por la senadora Elizabeth Warren, de Massachusetts, y los representantes Pramila Jayapal, del estado de Washington, y Brendan Boyle, de Pennsylvania— presentaron una ley para aprobar un impuesto a los ultramillonarios que daría luz verde a un impuesto sobre la riqueza a los 100.000 hogares más ricos de EE UU, nuestro 0,05% más rico.
En esta propuesta de ley, los hogares con ingresos de hasta unos mil millones de dólares tendrían que pagar un impuesto anual del 2% sobre su riqueza superior a los 50 millones de dólares. Los hogares más ricos tendrían que pagar un 1% adicional cuando se superasen los mil millones de dólares.
Uno de los promotores en el Senado de esta ley, Bernie Sanders, ha ido un paso más allá y ha reclamado un impuesto del 100% por encima de una riqueza superior a los mil millones de dólares.
“Creo que pueden llegar a fin de mes con 999 millones”, declaró Sanders al periodista Chris Wallace el año pasado.
Sanders y uno de los multimillonarios más famosos de EE UU, Bill Gates, mantuvieron un debate cordial sobre si nuestros impuestos deberían permitir que incluso existiesen fortunas de miles de millones de dólares. La propuesta de Sanders, a juicio de Gates, se llevaría más del 99% de su fortuna. Gates estaría dispuesto a dejar que el fisco se llevase un 62%, unos 100.000 millones de dólares.
Para unos EE UU mejores, ciertamente este puede ser un buen punto de partida.
Este artículo se publicó originalmente en Inequality.org y ha sido traducido para El Salto con permiso de su autor. Traducción de Àngel Ferrero.
7. Zugzwang para Israel
No está muy claro si va a continuar la escalada Israel-Irán. No os envío mucho más porque todo son especulaciones. Unos dicen que sí (este artículo de RT dice que habrá un nuevo ataque israelí porque Netanyahu está enfadado por el ataque a su casa https://swentr.site/news/ y este otro de The Cradle dice que la actitud de Irán ha cambiado completamente y ahora no permitirán ningún ataque sin respuesta https://thecradle.co/articles/), pero Bhadrakumar es de los que cree que de momento habrá contención. Le parece, de todas formas, que Israel está atrapado en un zugzwang, y cualquier jugada que haga acabará mal.
Publicado el 28 de octubre de 2024 por M. K. BHADRAKUMAR
El momento «zugzwang» de Israel con Irán
Un alto funcionario estadounidense declaró al Washington Post que el ataque israelí moderado de la madrugada del sábado contra objetivos militares en Irán fue un «ataque proporcional», que «fue lo suficientemente moderado como para calmar el conflicto sin provocar un contraataque por parte de Irán» .
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en un discurso el domingo: «Golpeamos duramente las capacidades defensivas de Irán y su capacidad de producir misiles que nos apuntan. El ataque en Irán fue preciso y potente, y logró todos sus objetivos».
Pero dentro del propio Israel hay escepticismo. El noticiario más popular de Israel, el Canal 12, calificó la operación de insignificante y demostró la condición de Irán como gran potencia en la región. Netanyahu no ha hecho pública ninguna documentación fiable que respalde su afirmación, algo que suele hacer.
NourNews satirizó que la guerra psicológica israelí contra Irán no ha funcionado. Israel esperaba sembrar el pánico ante la posibilidad de un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, pero la vida normal continúa en Irán. Parece que Israel no estaba dispuesto a llevar a cabo un ataque de gran envergadura o era incapaz de realizar una operación de este tipo sin una mayor implicación estadounidense, o ambas cosas. El ataque iraní del 1 de octubre puso en evidencia la debilidad del sistema de defensa aérea israelí.
Así pues, la conclusión es que Israel puede haber logrado llevar a cabo una operación limitada antes del amanecer contra Irán sin aumentar excesivamente las posibilidades de una guerra total.
El Líder Supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei, dijo el domingo que «no se debe minimizar ni exagerar el mal cometido por el régimen sionista hace dos noches». Jamenei añadió: «Por supuesto, nuestros funcionarios deben ser los que evalúen y aprehendan con precisión lo que hay que hacer y hagan lo que más convenga a los intereses de este país y de esta nación. Hay que hacer que [el enemigo] se dé cuenta de quién es el pueblo iraní y cómo es la juventud iraní.»
El comentario de Jamenei sugiere que no está prevista una respuesta militar inmediata. De hecho, Teherán ha estado restando importancia al ataque israelí, diciendo que causó daños limitados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó el sábado en un comunicado que, dado el «derecho inherente de legítima defensa» de Irán en virtud de la Carta de la ONU, «Teherán utilizará todas las capacidades materiales y espirituales de la nación iraní para defender su seguridad y sus intereses vitales, y se mantendrá firme en sus deberes para con la paz y la seguridad regionales».»
La declaración llamó la atención sobre las operaciones israelíes en Gaza y Líbano, pero, en particular, guardó silencio sobre cualquier respuesta iraní al ataque aéreo del sábado.
Irán sopesará sin duda el apoyo diplomático sin precedentes de los Estados de la región. Es un momento que Teherán aprecia, como se desprende de las palabras del ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi: «Desde ayer [sábado] hasta ahora, estamos recibiendo regularmente mensajes de diferentes países, las declaraciones que han emitido, el nivel de condena de diferentes países tanto de la región. Es realmente notable que haya tenido lugar a este nivel internacional.»
Otras declaraciones a nivel militar restaron importancia al ataque israelí diciendo que las defensas antiaéreas lo interceptaron y sólo con éxito «se causaron algunos daños limitados en algunas zonas, cuyas dimensiones se están investigando.» El estado de ánimo de la opinión pública en Teherán es de grandes expectativas ante el gobierno de Pezeshkian en el frente económico.
Javad Zarif, ex ministro de Asuntos Exteriores y actual asesor estratégico del gobierno, tampoco amenazó directamente con represalias: «Occidente debe alejarse de su paradigma anticuado y peligroso. Debe condenar los recientes actos de agresión de Israel y unirse a Irán en los esfuerzos por acabar con el apartheid, el genocidio y la violencia en Palestina y Gaza, y en Líbano». Reconocer la firme determinación de Irán en favor de la paz es esencial; no debe desaprovecharse esta oportunidad única«. [Énfasis añadido.]
El ataque israelí no cogió a Teherán por sorpresa. En una «primicia», Axios informó de que Israel envió un mensaje a Irán el viernes antes de sus ataques aéreos advirtiendo a este último que no respondiera en «un intento de limitar el actual intercambio de ataques entre Israel e Irán y evitar una escalada más amplia.»
El mensaje de Tel Aviv transmitido a través de terceros «dejó claro de antemano a los iraníes lo que [los israelíes] van a atacar en general y lo que no van a atacar».
Al parecer, EE.UU. presionó a Israel para que calibrara su propuesta de ataque como una «respuesta proporcionada». Esto adquiere una enorme importancia en la corriente descendente, ya que los esfuerzos de la Administración Biden continuarán para evitar que el conflicto entre Israel e Irán se convierta en una confrontación.
Sin duda, Irán seguirá adelante por la vía diplomática. Curiosamente, el diario Jerusalem Post destacó que las agitadas giras de Araghchi por las capitales regionales son «importantes porque no sólo está visitando países históricamente cercanos a Irán o en los que Irán tiene intereses, como Líbano o Irak; más bien, está haciendo acercamientos a países que mantienen la paz con Israel y que están cerca de Occidente, como Jordania y Egipto… «.
«Esto demuestra cómo Irán está ganando influencia en Jordania y Egipto. Por ejemplo, Egipto e Irán han emprendido el camino de la reconciliación. Además, Irán y Arabia Saudí se han reconciliado con el respaldo de China. El príncipe heredero de Arabia Saudí también estuvo en El Cairo esta semana, lo que ilustra cómo está surgiendo un triángulo de lazos entre El Cairo y Teherán.»
Mientras tanto, Teherán seguirá de cerca las elecciones presidenciales y al Congreso del 5 de noviembre en Estados Unidos. En caso de una presidencia de Kamala Harris, la reanudación de las negociaciones nucleares es muy probable. Por el contrario, una presidencia de Donald Trump puede presagiar un difícil periodo de 4 años por delante, pero aquí también hay que tener en cuenta la proximidad del presidente ruso Vladimir Putin con Trump para calmar las tensiones entre Washington y Teherán.
Tampoco puede descartarse un cambio de paradigma. Trump es un pragmático por excelencia que desoyó las críticas para comprometerse con el líder norcoreano Kim Jong-Un en un giro espectacular, y no se sabe si es un enamorado del sionismo.
Trump se jactó el miércoles de mantener conversaciones casi diarias con Netanyahu. «Bibi me llamó ayer, me llamó anteayer», dijo Trump. Trump ya había informado de una conversación telefónica con Netanyahu el sábado, afirmando que éste «quiere mi punto de vista sobre las cosas» .
Es posible que el reiterado llamamiento de Trump a Israel para que derrote rápidamente a Hamás y ponga fin a la guerra en Gaza se deba al temor de que, de lo contrario, si gana las elecciones del 5 de noviembre, sea inevitable un enfrentamiento con Irán.
Estados Unidos es una potencia militar muy superior a Irán. Pero esta es una guerra de desgaste que se libra en múltiples frentes. Y no hay ningún caso de una nación que se beneficie de una guerra prolongada. En realidad, fue Sun Tzu, el estratega militar y filósofo chino que vivió durante el periodo Zhou Oriental (771-256 a.C.), el primero en escribir sobre el tema.
Además, Trump aborrece las intervenciones militares estadounidenses de duración indefinida. Y se sabe que los iraníes son muy nacionalistas, y subyugarlos es imposible. Una guerra prolongada puede suponer la retirada de EEUU de Asia Occidental y la destrucción de Israel – y puede poner en peligro el fascinante movimiento MAGA de Trump.
Con un telón de fondo tan tumultuoso, ¿cuáles son las opciones de Israel? Parece que no hay salida a la guerra en Asia Occidental, pero el problema es que no será el tipo de guerra que Israel espera, y mucho menos ganar.
Seymour Hersh escribió en Substack el martes: «No he oído nada de contactos en Beirut cercanos a Hezbolá -cuyas tropas están presentando una dura batalla como lo hicieron en la guerra de 2006 de Hezbolá contra Israel- que sugiera otra cosa que una larga guerra por delante…» .
Israel es un país pequeño. Mantiene la cabeza por encima de la línea de flotación gracias al dinero estadounidense. Carece de capacidad para librar una guerra contra Irán por sus propios medios. ¡Al parecer, los aviones israelíes volaron a Irán a través del espacio aéreo controlado por EE.UU. en Siria e Irak y reabastecido por los aviones del Pentágono que fueron preposicionados para ello!
La situación se está convirtiendo en un «zugzwang» en la vida real para Israel. Cualquier cosa que haga Israel no hará sino empeorar la situación, y tampoco tiene opción de no elegir.
8. La situación militar en Palestina y Líbano
Tras el análisis geopolítico, la segunda parte de la serie de Tomaselli, centrada ahora en lo militar, sobre la situación en Asia oriental.
EN EL FILO DE LA NAVAJA 2/2
Por Enrico Tomaselli 28 de octubre de 2024
Si hay algo fundamental que debe quedar claro desde el principio, con respecto a la fase actual del conflicto en Oriente Medio, es que -al igual que con el conflicto en Ucrania- estamos ante un conflicto radical, en el que la dimensión espacial (territorios) es absolutamente secundaria, mientras que es la dimensión temporal (duración) la que prevalece, y sobre todo que se trata de un conflicto en el que los objetivos de las partes son absolutamente irreconciliables intermedia entre la victoria y la derrota, que no hay espacio alguno para mediaciones y negociaciones encaminadas a establecer algún tipo de paz duradera, y que incluso opciones tácticas como el alto el fuego temporal son extremadamente difíciles.
En ambos casos, se ha superado un punto de no retorno; y se ha superado no en el transcurso de las dos guerras, en las que ha habido una escalada continua, sino en el mismo momento en que comenzaron.
Así como el lanzamiento de la Operación Militar Especial, el 24 de febrero de 2022, marcó (quizá incluso sin plena conciencia por ambas partes) la transición a una fase de conflicto irreversible, también lo hizo la Operación Inundación de Al Aqsa, el 7 de octubre de 2023.
Concretamente, lo que está teniendo lugar en el teatro de Oriente Medio -que, al margen de los motivos específicos, es en cualquier caso una parte de pleno derecho de la confrontación mundial en curso- aparece como un enfrentamiento entre actores con posiciones en absoluto conciliables. Lo que está en juego, de hecho, es un redibujamiento completo del marco geopolítico regional (que, como se ha visto en la primera parte, tiene repercusiones mucho más allá de los países directamente implicados) y que, independientemente del resultado inmediato del conflicto, sólo presenta dos opciones posibles O bien la destrucción del Eje de la Resistencia, incluido Irán, con todo lo que ello conllevaría (expulsión de Rusia de Oriente Próximo, cancelación definitiva de los proyectos relacionados con la Nueva Ruta de la Seda, crecientes amenazas occidentales en Asia Central y África), o bien, a la inversa, la expulsión de cualquier influencia regional por parte estadounidense-occidental.
Esto no implica necesariamente, en el segundo caso, la cancelación del Estado de Israel como resultado de la guerra. Como se dijo al principio, la dimensión territorial es secundaria, lo que importa será el equilibrio de poder.
Siguiendo con el examen de las cuestiones más generales, también desde el punto de vista del enfrentamiento bélico, hay que tener en cuenta la diferente naturaleza de los actores sobre el terreno. Israel, también desde este punto de vista, se presenta como una potencia colonial occidental clásica: la conducción de la guerra, empezando por las decisiones estratégicas, está vinculada a una cadena de mando vertical, que tiene en su cúspide al gobierno político del país. Un gobierno en el que, a diferencia de décadas pasadas, los ex-militares están decididamente infrarrepresentados (en la práctica, sólo Gallant, que de hecho está constantemente en minoría, y al borde de la destitución), y que por tanto carece de capacidad de comprensión estratégica global, pero que -también en virtud de la presencia de un enjambre de ministros extremistas- tiende a ir más allá de su papel, no limitándose a señalar objetivos amplios (por ejemplo reducir significativamente la capacidad combativa de la Resistencia en la Franja de Gaza), sino llegando a establecer el cómo han de lograrse. Para el gobierno israelí, la guerra no es sólo una forma de alcanzar objetivos políticos por otros medios, sino que es en sí misma un instrumento político, utilizado como tal.
En cualquier caso, la estructura jerárquica de las fuerzas armadas israelíes es típicamente occidental, con una centralización de las decisiones estratégicas y operativas, y a menudo tácticas, que deja poco margen a la iniciativa sobre el terreno, lo que se traduce en una cierta rigidez en la ejecución de las operaciones.
Naturalmente, este modelo funcionó bien mientras se enfrentó a los ejércitos árabes, que a su vez tomaron prestado el modelo, pero eran infinitamente más débiles. Para bien o para mal, consiguió expresar una relativa capacidad de contención [1], incluso en comparación con las formaciones guerrilleras, pero hoy se encuentra en serias dificultades, al tener que enfrentarse a formaciones mucho más fuertes que sus predecesoras, con una buena capacidad ofensiva, si no excelente, y que en cambio sacan el máximo partido de una estructura de mando extremadamente flexible y descentralizada.
Otra característica del modus operandi del ejército israelí es que se centra en la destrucción más que en el combate estratégico. Incluso en este modo típicamente occidental, adolece de un enfoque profundamente cuantitativo: total de muertos, total de edificios destruidos, total de toneladas de bombas lanzadas… Se trata, sin embargo, de un modo operativo que está bien cuando es capaz de destruir, o al menos aniquilar al adversario en poco tiempo, pero que resulta completamente ineficaz cuando se aplica en el contexto de una guerra asimétrica. Esto es aún más cierto para un país como Israel, que tiene una disponibilidad limitada de hombres y medios y, en concreto, depende casi totalmente de los suministros estadounidenses, que (ya consumidos en Ucrania) no son inagotables.
Una tercera característica israelí viene determinada por la geografía. Por muy válido que sea el criterio antes mencionado de la importancia relativa de la dimensión espacial, ésta se refiere principalmente a las posibles ganancias (o pérdidas) territoriales; en otros aspectos, la geografía condiciona fuertemente el plan estratégico. E Israel es un país pequeño, con su población e infraestructuras críticas concentradas en zonas limitadas, por lo que carece totalmente de profundidad estratégica. Además, está geográficamente atrapado: al oeste por el mar, al norte, este y sur por países árabes. Por tanto, no tiene ningún país vecino que pueda ofrecerle la profundidad de la que carece. Y es también para compensar esta condición por lo que la doctrina estratégica israelí se ha centrado siempre en el desarrollo de una capacidad ofensiva altamente destructiva, concentrada en el tiempo, para garantizar una rápida derrota del enemigo.
Dicho de otro modo, Israel no está estructuralmente equipado para una guerra asimétrica de desgaste, en la que gana el que resiste más tiempo, no el que inflige más pérdidas al enemigo.
Si éste es, en esencia, el panorama general del lado israelí, es legítimo preguntarse por qué se lanzaron a una campaña militar -la de la Franja de Gaza- que claramente no podía haber sido rápida, independientemente de su intensidad. Evidentemente, después del 7 de octubre, al haberse hecho añicos la capacidad de disuasión (así como la credibilidad de los servicios de seguridad y de las IDF), no podía no haberse dado una respuesta militar, pero sigue siendo realmente incomprensible que se lanzara sin una estrategia clara y sin planes operativos razonables. A pesar de la responsabilidad política en estas decisiones, uno no puede dejar de observar cómo la aplicación sobre el terreno fue tan feroz como burda. La aproximación con la que se llevó -y se lleva- a cabo la campaña es evidente no sólo por la relación duración-resultados (un año de guerra y la Resistencia sigue plenamente operativa), sino también por el hecho mismo de que las IDF siguen moviéndose por el territorio como un animal enjaulado, desplazándose constantemente de un sector a otro, proclamando la aniquilación de las brigadas enemigas [2], sólo para verse obligadas a volver sobre sus pasos una y otra vez.
Sin embargo, ya hemos tratado varias veces lo que ha sucedido hasta ahora en la Franja de Gaza, y no volveremos sobre ello. Más bien, trataremos de examinar lo que está ocurriendo ahora en los campos de batalla -que, hasta la fecha, son al menos tres: además de Gaza, Cisjordania y Líbano. Irak, Siria, Yemen e Irán son, por el momento, objeto de una guerra de baja intensidad y a distancia, por lo que aún no se libra sobre el terreno.
En lo que respecta a Gaza, lo primero que llama la atención a un observador es que, a pesar de un año de combates -y de la increíble cantidad de bombas lanzadas sobre un territorio extremadamente pequeño-, la intensidad de los combates no ha disminuido en absoluto; al contrario, casi podría decirse que ha aumentado. De hecho, aunque se ha producido un ligero descenso en el número de tiroteos, lo cierto es que ha aumentado la capacidad táctica de las unidades de los combatientes palestinos, así como la coordinación operativa entre las distintas formaciones.
De hecho, se ha intensificado el número de emboscadas contra las fuerzas israelíes, incluso muy articuladas (con trampas explosivas colocadas de antemano, diferentes equipos con diferentes tareas, y prolongadas en el tiempo, con enfrentamientos que se prolongan hasta la llegada de las unidades de refuerzo y recuperación de las IDF, que a su vez son atacadas), y llevadas a cabo por combatientes de diversas organizaciones (Brigadas Al Qassam, Brigadas Al Quds, Brigadas Muyahidines, etc.). Todos ellos indicios no sólo de una capacidad operativa intacta [3], sino también de un eficaz mando interforce.
Y, por supuesto, la red de túneles subterráneos permanece en gran medida intacta y desconocida (al igual que la localización de docenas y docenas de prisioneros). El problema subyacente es que las IDF se mueven en la Franja aparentemente sin propósito, sin un diseño operativo coherente. «Ocupamos territorios y luego nos vamos», dijo Michael Milstein, analista israelí de asuntos palestinos; «este tipo de doctrina significa que acabas en una guerra sin fin» [4].
Para lograr el máximo resultado posible, y excluir así la posibilidad de degradar realmente la capacidad de combate de la Resistencia palestina de una vez por todas, en lugar de llevar a cabo una devastadora campaña de bombardeos masivos (que, militarmente hablando, reducir las ciudades a escombros beneficia más a la guerrilla que al ejército israelí), debería haber procedido de otra manera. Es decir, debería haber dividido la Franja en cuadrantes, procediendo a bonificarlos sistemáticament
Lo que las IDF están haciendo, por tanto, es desplazar la concentración de fuerzas de un lugar a otro, sin llegar nunca a resolver la situación. Los dos únicos puntos en los que las fuerzas israelíes se han asentado de forma permanente son, de hecho, el corredor de Filadelfia, justo al sur de Rafah, que discurre a lo largo de la frontera con Egipto, y el corredor de Netzarim, un eje que corta la Franja de este a oeste, justo al sur del área metropolitana de la ciudad de Gaza.
La intención sería acabar con el contrabando entre Egipto y la Franja, y dividir esta última en dos. Objetivos que presuponen, en cualquier caso, una permanencia a largo plazo de las IDF en territorio palestino; pero que, en ambos casos, no tienen en cuenta la red de túneles que recorre el territorio, incluso a gran profundidad, y que podría permitir la movilidad norte-sur de las formaciones combatientes.
Además, las fuerzas de las IDF estacionadas a lo largo del Netzarim son atacadas diariamente por la Resistencia, con morteros, misiles y RPG.
Actualmente, y por tercera vez desde el comienzo de las operaciones, el ejército israelí está atacando de forma significativa la zona del campamento de Jabalia, en el centro de la ciudad de Gaza, donde se están librando encarnizados combates desde hace unos veinte días [5]. Según algunos rumores, esto formaría parte de un plan -el llamado plan de los generales, elaborado por algunos antiguos oficiales de alto rango, encabezados por el general de división Giora Eiland- que contemplaría el vaciado completo de la franja al norte de Netzarim, incluso a costa de recurrir a la inanición de la población civil, para luego proceder a despejarla de combatientes.
Aunque pueda parecer una aplicación tardía de la mencionada táctica de dividir en cuadrantes, en este caso se trata de una zona demasiado extensa para que pueda ser utilizada con provecho. Oficialmente, las IDF niegan que estén aplicando el plan, pero la impresión es que lo están utilizando esencialmente con vistas a un diseño bastante diferente: la anexión de esta gran franja de territorio y la creación de una amplia zona de seguridad.
Este plan, que por supuesto preocupa mucho a los palestinos -que actualmente están siendo expulsados en masa de la zona por la fuerza, con cientos de detenciones de hombres adultos- requiere que se den algunos pasos para que llegue a buen puerto, que es muy poco probable que se den.paso El primero, por supuesto, es conseguir vaciar completamente la zona de civiles (se calcula que quedan unos 400.000), y deshacerse de las unidades de la Resistencia local. Como ya se ha dicho, es la tercera vez que las IDF lo intentan y, tal y como van las cosas, es poco probable que el resultado sea distinto al de las anteriores. Otra condición, muy difícil de conseguir, es que se acepte tal escenario, cuando -inevitablemente- se negocien los términos del alto el fuego.
Porque -y es sorprendente lo fácil que se olvida lo que esto significa- la palabra clave es resistencia.
En el mencionado artículo del New York Times, los autores escriben que Hamás es «incapaz de operar como un ejército convencional» [6]. Pero las Brigadas Al Qassam (el ala militar del movimiento) no es que se hayan vuelto incapaces de hacerlo -quizá como resultado de la acción de las IDF, como Kingsley y Boxerman parecen sugerir- simplemente nunca lo pensaron. Como prácticamente todos los movimientos de liberación nacional del siglo XX, nunca han tenido el objetivo de derrotar militarmente al ocupante (salvo ocasionalmente, tácticamente), sino el de resistirle durante más tiempo, más tiempo del que éste a su vez es capaz de resistirle.
Es por tanto de una evidencia palpable que la resistencia del pueblo palestino (que dura ya 76 años…) continuará hasta que Israel se vea obligado a ceder. Y así le fue al estado más cercano a Israel que la historia recuerda, la Sudáfrica del apartheid (no casualmente aliados cercanos).
En aquel momento, nadie habría apostado a que un puñado de negros derrotaría al régimen de Pretoria. Nelson Mandela, fundador y líder de Umkhonto we Sizwe (ala militar del Congreso Nacional Africano) fue considerado terrorista, y estuvo encarcelado 27 años. Luego se convirtió en el primer presidente sudafricano no blanco, y ganó el Premio Nobel de la Paz…
Así que, además de en términos de perspectiva histórica, en términos de perspectiva contingente es inevitable que una negociación ponga fin a esta virulenta fase del conflicto; porque la sociedad israelí no es capaz de resistir más tiempo que la sociedad palestina. Y como, precisamente, la negociación llegará cuando Israel ceda, no habrá forma de ignorar esto.
Desde un punto de vista operativo, sin embargo, está claro que incluso los objetivos mínimos de la operación de las IDF en la Franja son difícilmente alcanzables, y en cualquier caso de poca utilidad.
El control del paso de Rafah y del corredor Filadelfia, en la frontera con Egipto, no servirá para detener el contrabando a medio o largo plazo. El control del corredor Netzarim no servirá para separar el norte del sur y, en consecuencia, mantener divididas a las fuerzas de la Resistencia. Y, en ambos casos, proporcionará a estas últimas objetivos constantemente disponibles. En cuanto a la idea de convertir la ciudad de Gaza y sus alrededores en una gran zona tampón, aunque fuera factible, sólo serviría para trasladar el problema un poco más lejos.
Como ya se ha dicho, Israel es un país pequeño, y apenas hay un metro de territorio que no pueda ser alcanzado por las armas del Eje de la Resistencia.
Desde un punto de vista estratégico, por tanto, Gaza está destinada a seguir siendo una espina clavada -en sentido literal- para el Estado judío. Apenas merece la pena mencionar, una vez más, que Israel mantuvo la Franja bajo ocupación durante mucho tiempo, incluso manteniendo allí asentamientos coloniales, pero finalmente tuvo que optar por abandonar ese territorio, desmantelando los asentamientos y reubicando a los habitantes, porque la ocupación era demasiado costosa.
En cierto modo, representa una eficaz sinécdoque del problema más general de Israel con todos los territorios ocupados: son demasiados, están demasiado habitados y son demasiado resistentes para un país pequeño.
Esto también es cierto para Cisjordania, que es la porción de territorio en la que más se concentran los apetitos coloniales israelíes y, en particular, los de los colonos que constituyen gran parte de la base electoral de la extrema derecha.
La situación en el frente de Cisjordania es sin duda la menos explosiva, desde el punto de vista israelí, aunque desde el 7 de octubre las cosas han empeorado mucho para las IDF. Aunque las fuerzas de la Resistencia son mucho menores, en cuanto a número de combatientes, que en Gaza, hasta el punto de que a menudo se forman brigadas territoriales reuniendo a militantes de las distintas organizaciones, en el último año se ha hecho evidente un salto cualitativo en las capacidades de combate. Como consecuencia, cada vez que las fuerzas israelíes asaltan uno de los núcleos de población palestinos, se enfrentan inevitablemente a tiroteos y emboscadas con artefactos explosivos improvisados. En esta parte de los territorios ocupados, sin embargo, las IDF pueden contar con una ventaja adicional de no poca importancia; el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina [7], de hecho, y en particular sus fuerzas de seguridad, cooperan activamente con las fuerzas israelíes, pasando información sobre la Resistencia, colaborando en la realización de emboscadas de las Fuerzas Especiales contra los combatientes, deteniéndolos e incluso desactivando los artefactos colocados para atentar contra las fuerzas de las IDF.
Desde el punto de vista estratégico, la peculiar configuración administrativa del territorio, que es desigual, presenta ventajas e inconvenientes para ambas partes. En la práctica, toda Cisjordania ocupada se presenta con una serie de asentamientos palestinos, y asentamientos coloniales israelíes, diseminados por el territorio, pero con la particularidad adicional de que existe toda una red de carreteras que conecta los asentamientos que está totalmente fuera de los límites para los palestinos. Esta particular configuración crea de hecho una serie de enclaves a ambos lados, dispuestos aleatoriamente por todo el territorio. La idea original israelí tras este singular desarrollo urbanístico era permitir que los asentamientos coloniales abarcaran la mayor superficie posible, al tiempo que servían para fragmentar el territorio palestino, impidiendo cualquier continuidad.
Esta fragmentación territorial, aunque por una parte limita fuertemente la movilidad de las fuerzas palestinas (cada una esencialmente confinada en su propio territorio, sin posibilidad de intervenir para ayudar a otros centros atacados, y más en general sin poder operar ninguna concentración de fuerzas, aunque sólo sea temporalmente), y permite a las IDF un control operativo más eficaz, es sin embargo también potencialmente peligrosa para los colonos, muchos de cuyos asentamientos están al alcance de los ataques palestinos (algo que ya ha empezado a ocurrir).
Hay que tener en cuenta que la proximidad de la frontera con Jordania facilita el contrabando de armas -como puede verse en la documentación video-fotográfica, mientras que en Gaza el arma típica de los combatientes es el AK-47, en Cisjordania abundan las armas modernas de fabricación occidental.
En términos más generales, las fuerzas de la Resistencia (también debido a las condiciones antes mencionadas) son actualmente incapaces de operar de forma que creen problemas a las IDF, y en el mejor de los casos pueden actuar a la defensiva, golpeando al enemigo cuando éste realiza incursiones en los distintos núcleos de población palestinos. Sin embargo, el ejército israelí se ve obligado a mantener constantemente fuerzas sobre el terreno, que por tanto no pueden actuar en los frentes más calientes.
Por último, en cuanto al tercer frente, el libanés, es bastante evidente -en muchos aspectos- que aquí nos encontramos en otra dimensión de escala. Aunque Hezbolá es una organización no estatal (recordemos que es ante todo un partido político, representado en el parlamento y el gobierno libaneses), su fuerza y su capacidad de combate la convierten en un actor militar de primer orden, ciertamente más fuerte que el ejército regular libanés (y no sólo: probablemente más fuerte incluso que el ejército sirio, por ejemplo). Y así, si no se tiene en cuenta esta naturaleza diferente, digamos, legal, la que se libra a lo largo de la línea azul [8] es a todos los efectos una guerra simétrica. Obviamente, con esto no pretendo sostener que las IDF y Hezbolá sean comparables (baste decir que esta última no tiene fuerza aérea propia…), sino que ambas pertenecen a la categoría de ejercitos. Igual de evidente es que existe otra diferencia significativa entre ambos, tanto en lo que respecta a la cadena de mando como al modo de operación.
Además, los combatientes de la Resistencia Islámica libanesa pueden presumir de otras dos características: han acumulado una larga experiencia de combate, durante una década de guerra civil en Siria, y tienen una estructura muy territorializada (es decir, las unidades de combate están formadas predominantemente por hombres del lugar donde está estacionada la unidad).
Todas estas características, aunque obviamente no les permiten competir con las IDF al mismo nivel [9], les dan sin embargo la oportunidad de lograr una superioridad táctica suficiente sobre el terreno. Como se ha visto, por ejemplo, tras la serie de asesinatos selectivos, por los que fueron eliminados muchos altos dirigentes políticos y militares (incluidos altos mandos y el propio líder Nasralá), esto no afectó a la capacidad operativa ni siquiera un día. De hecho, la estructura jerárquica de la organización militar es mucho más horizontal y descentralizada, a diferencia de la estructura vertical típica de los ejércitos estatales.
Por último, hay que subrayar que Hezbolá libra una batalla defensiva sobre el terreno (y esto siempre es una ventaja), que la orografía del terreno a lo largo de la línea de demarcación no favorece los grandes movimientos blindados y que en los últimos 24 años ha construido una densa red de túneles y búnkeres subterráneos a lo largo de esta línea, lo que le permite mantener a hombres y vehículos a cubierto durante los ataques aéreos.
Veamos ahora los objetivos estratégicos (declarados y no declarados) de la operación «Flecha del Norte», lanzada por las FDI el 1 de octubre, para evaluar la eficacia o no de la acción militar sobre el terreno. Propaganda aparte, está claro que la cúpula militar israelí sabía perfectamente que una campaña terrestre contra Hezbolá sería sangrienta, y muy probablemente infructuosa. Pero esta idea no era del todo compartida en el gobierno, que quizás contaba con una mayor capacidad destructiva de las fuerzas armadas. En cualquier caso, es concebible que tanto los políticos como los militares contaran con una especie de efecto Gaza, es decir, la aniquilación del enemigo mediante una campaña de bombardeos masiva y devastadora. El objetivo mínimo declarado de la operación era, en cualquier caso, garantizar el regreso de los aproximadamente 100.000 colonos evacuados de los asentamientos del norte de Israel. Un corolario de esto -de hecho, su condición previa necesaria- era hacer inofensivo a Hezbolá y/o hacerlo retroceder hasta el río Litani (unos 20 km al norte de la línea azul). Por último, el tercer objetivo, tácito pero sustancial, es lograr una inversión del equilibrio político libanés, de forma que se socave el papel dominante de Hezbolá en el país de los cedros, realineándolo con los intereses occidentales.
Este objetivo estratégico -el único que realmente sigue en juego- se persigue mediante una maniobra de pinza, con la presión militar israelí sobre el terreno y la presión político-diplomática de los países occidentales. De ahí tanto la insistencia en una rápida elección del presidente libanés [10], como la presión para lograr una retirada de la FINUL, que se querría sustituir por una nueva misión multinacional, ya no dirigida por la ONU, y dirigida por fuerzas occidentales.
Esta maniobra tiene claramente un alcance mucho mayor que la preservación de los asentamientos coloniales israelíes; de hecho, el objetivo subyacente es privar a Irán de su principal -y más fuerte- aliado, con el fin de reducir su papel en la región y, en perspectiva, hacerlo más débil en caso de un movimiento militar para derrocar su régimen.
Si nos fijamos en la acción militar israelí, podemos distinguir tres niveles diferentes. El primero, y más significativo, son los bombardeos masivos de ciudades y pueblos del sur de Líbano, así como de Beirut. Éstos, en su indiscriminación, no tienen el propósito (aunque sólo sea en una parte muy pequeña) de minar la capacidad combativa de Hezbolá, ni siquiera de socavar su apoyo popular. El objetivo es exactamente el de ejercer una presión muy fuerte sobre la parte de la sociedad -y de la clase política- hostil o en todo caso insolidaria, con el fin de provocar una profunda fractura y, gracias al apoyo europeo y estadounidense, lograr un derrocamiento de los equilibrios políticos y de poder en el seno del Estado libanés. En este sentido, puede decirse que la feroz campaña de bombardeos es el único movimiento verdaderamente Clausewitziano en toda la acción militar de Israel.
El segundo nivel, esencialmente completado, es el del intento de desarticular la estructura política y militar de Hezbolá, matando al mayor número posible de sus dirigentes mediante ataques selectivos y, como vimos hace unas semanas, mediante formas de terrorismo de masas (explosión de buscapersonas y walkie-talkies). A pesar de que la experiencia debería haberles enseñado algo (Israel lleva décadas adoptando la práctica de los asesinatos, primero contra la Resistencia palestina y luego contra Hezbolá, sin que nunca haya servido realmente para nada), es evidente que una vez más los israelíes han apostado demasiado por la eficacia de este tipo de prácticas, que de hecho han demostrado una vez más su inutilidad militar. Entre otras cosas (opinión muy personal), la operación de las explosiones masivas debería haberse llevado a cabo el mismo día, y no en dos pasos seguidos, a las 24 o 48 horas del ataque terrestre, para maximizar su impacto psicológico y su desorientación.
Tercer nivel, por supuesto, el de las botas sobre el terreno. Que, como es obvio, es el más complicado, porque es el terreno en el que Hezbolá puede explotar al máximo sus ventajas, y porque es también el terreno sin el cual Israel no puede llevar a casa ningún resultado.
En cuatro semanas de combates, el avance israelí sigue midiéndose en el orden de unos cientos de metros; las zonas en las que las IDF han conseguido penetrar más son las del noreste, donde se tomó la aldea de Kfarkilla (unos 4-500 metros de penetración hacia el oeste) y, al sur, la de Mouroun al ras (alrededor de 1 km de penetración hacia el noroeste). A lo largo del resto de la línea de contacto, las fuerzas israelíes avanzaron una media de 100-200 metros. A pesar de estos resultados bastante moderados, y ciertamente lejos del objetivo de hacer retroceder a Hezbolá hasta el Litani, las pérdidas sufridas son importantes; según los datos proporcionados por la Resistencia (las IDF censuran estrictamente esta información) ascienden a más de 90 oficiales y soldados muertos y más de 750 heridos [11], 38 tanques Merkava, 4 bulldozers militares, un Hummer, un vehículo blindado y un transporte de tropas, además de 3 drones Hormuz 450 y un Hormuz 900 derribados.
Aunque los israelíes afirman que Hezbolá «se ha retirado de la frontera», no sólo no tienen en cuenta la irrisoria penetración llevada a cabo hasta ahora por las IDF, sino sobre todo el hecho de que la Resistencia Islámica opera desde posiciones fortificadas a unos cinco kilómetros de la frontera; consciente de la guerra de 2006, se ha dotado no obstante de la suficiente profundidad estratégica para contener el avance israelí, incluso si consiguiera atravesar las líneas del frente. Y mientras tanto, las fuerzas de élite de Radwan se enfrentan a las fuerzas israelíes bloqueando o ralentizando gravemente su capacidad de penetrar en territorio libanés. Este enfoque subraya las tácticas de Hezbolá basadas en el desgaste y la disuasión.
«Para Hezbolá, un enfrentamiento prolongado sirve tanto como medida defensiva como estrategia para influir en el futuro político y de seguridad del Líbano, inclinando potencialmente la resolución del conflicto a su favor» [12].
Hay que tener en cuenta que durante la Segunda Guerra Libanesa de 2006, que duró 34 días, el avance israelí se dirigió principalmente contra el pueblo de Beit Jebeil, situado no lejos del actual punto avanzado de las IDF en la zona de Mouroun al ras. En Beit Jebeil, los combatientes de Hezbolá resistieron un asedio durante quince días, mientras que ahora los israelíes acaban de acercarse a la aldea después de cuatro semanas.
Aparte de los escasos avances territoriales, la capacidad de atacar con misiles y drones las zonas al sur de la línea azul, por parte de la Resistencia Islámica, no se ha visto afectada en lo más mínimo; al contrario, se ha intensificado y ampliado, llegando hasta Tel Aviv [13].
Actualmente, las fuerzas israelíes se centran principalmente en la demolición de todas las casas y mezquitas dentro de la zona controlada (con la excepción del pueblo cristiano de Rmeich).
Habría cabido esperar que, como mínimo, las IDF siguieran intentando avanzar, tanto en dirección a Beit Jebeil, como hacia Taybeh, más al norte, así como a lo largo de la costa hacia el oeste, independientemente de las bajas, pues de lo contrario es difícil ver qué sentido han tenido hasta ahora. Pero, por el contrario, parece que las fuerzas israelíes ya han decidido dar marcha atrás. Tras la retirada de la 146ª División, ahora también se retira del sur del Líbano la 98ª División, con lo que sólo quedan dos divisiones activas dentro del país (la 91ª y la 36ª). La 146ª División de Reserva Ha-Mapatz de las IDF cesó sus operaciones la semana pasada tras ser replegada en el sector occidental. La 98ª División de Paracaidistas Ha-Esh se está retirando del sector oriental, tras sufrir graves pérdidas en Kfar Kila, Odaisseh, Markaba y Houla.
Este giro fue acompañado y apoyado por los medios de comunicación israelíes, que expresaron una creciente perplejidad sobre el curso de la guerra y dieron espacio a voces críticas dentro del ejército y la inteligencia.
Amos Harel, en Haaretz [14], hizo hincapié en la brecha existente entre la postura del ejército y la intención del primer ministro Netanyahu de intensificar las operaciones. Analistas como Ronen Bergman, de Yedioth Ahronoth reconocen que la inteligencia y el ejército han sobrestimado enormemente la vulnerabilidad de Hezbolá, y el corresponsal militar Ron Ben-Yishai destacó la sólida recuperación de Hezbolá. Para Alon Ben-David, de Maariv, no sólo no ha disminuido el lanzamiento diario de cohetes desde Líbano, sino que el conflicto ha empezado a empujar a Israel hacia las negociaciones.
Aparentemente, pues, Israel estaría avanzando hacia una desescalada, al menos en el frente libanés. Pero teniendo en cuenta la absoluta escasez de los resultados obtenidos, es difícil ver cómo podría justificarlo a los ojos de la opinión pública.
Netanyahu no oculta que quiere despedir al ministro de Defensa Gallant, a quien la extrema derecha ultrarreligiosa detesta tanto por considerarlo demasiado moderado como por ser el artífice de la introducción del servicio militar obligatorio para los haredim (eruditos ortodoxos, hasta ahora exentos del servicio militar obligatorio), pero es evidente que esta medida no le convertirá en el único chivo expiatorio. Además, Gallant es el hombre de confianza de la administración Biden en el gobierno de Tel Aviv, y su destitución no agradará a Washington.
Pero el verdadero problema es que, por mucho que se jacten de sus admirables éxitos, incluso mientras lanzan sensacionalistas fake-news, los propagandistas gubernamentales ya no pueden ocultar la realidad de los hechos sobre el terreno. A pesar de la decapitación de su cúpula política y militar, Hezbolá es más fuerte que nunca; no es posible hacerle retroceder militarmente a través del Litani; evacuar a los colonos de vuelta a sus hogares, menos aún; incluso el objetivo de separar el conflicto de Gaza del conflicto libanés es imposible.
Entonces, ¿cuáles podrían ser los próximos movimientos israelíes? Es interesante observar que el propio Gallant, en una carta abierta dirigida al gobierno (que suena a la vez como una nueva provocación para que le echen y como una especie de testamento político), expone sus ideas sobre el futuro inmediato; ideas que son, sin embargo, un breve y fácil resumen de buenas intenciones, pero sin ninguna indicación real de cómo deberían llevarse a cabo. En efecto, Gallant escribe que, por lo que respecta a Gaza, los esfuerzos deben dirigirse a «establecer una realidad sin amenaza militar, impedir el crecimiento de las capacidades terroristas, devolver a todos los rehenes y promover una alternativa al gobierno de Hamás»; sobre el Líbano, dijo que hay que «establecer una realidad de seguridad que permita a los residentes del norte regresar a sus hogares lo antes posible»; y respecto a Cisjordania, añadió:«Prevenir un estallido violento contrarrestando el terrorismo».
Todo eso, por cierto, a lo que probablemente ni siquiera Smotrich tendría objeciones, pero que -como ex general, y actual ministro de Defensa- debería al menos haber acompañado con indicaciones estratégicas y operativas sobre cómo implementar.
En términos más generales, parece que Israel se dirige hacia una fase de ralentización de la acción militar (véase también el ataque a Irán, que fue decididamente tenue), lo que sin embargo podría ser sólo una táctica (también) política, en vista de las elecciones presidenciales estadounidenses. Gane Trump o Harris, es probable que Netanyahu vuelva a poner en marcha su Merkava al día siguiente. De hecho, es precisamente durante la fase de interregno, entre el 6 de noviembre y el 20 de enero (fecha de la toma de posesión del nuevo presidente) cuando podría acelerar, precisamente para condicionar la actitud de la nueva administración estadounidense.
Y aunque se da por hecho que preferiría a Trump, puede que esto no sea cierto en absoluto. No es casualidad que el poderoso lobby judío estadounidense esté firmemente a favor de Harris. Y desde luego no ha pasado desapercibido para un político viajado como Netanyahu, que el vicepresidente in pectore, J.D. Vance (el verdadero cerebro político de una posible administración republicana), declaró recientemente en televisión que «Israel tiene derecho a defenderse, pero el interés de Estados Unidos a veces será distinto. A veces tendremos intereses que se solapen, y a veces tendremos intereses distintos, y nuestro interés, creo, es en gran medida no ir a la guerra con Irán».
Después de todo, una semana de actividad militar menos intensa podría ser muy bien recibida, en la Casa Blanca, y de todos modos no sería gran cosa. Pero Israel tiene que decidir qué hacer, y tiene que decidirlo ahora. Una cosa está bastante clara, y es que Estados Unidos no está dispuesto a verse arrastrado a una guerra con Irán. Harris o Trump, este punto no es susceptible de cambio -entre otras cosas porque las decisiones al respecto no se toman en el Despacho Oval en el último momento, sino que derivan directamente de las orientaciones estratégicas imperiales, que desde luego no cambian con cada elección presidencial, ni como consecuencia de ellas; si acaso, los presidentes se eligen en función de estrategias a medio y largo plazo.
Además, la reciente advertencia rusa, con la que Moscú dejaba claro que, en caso de conflicto Irán-Israel, si la OTAN intervenía a favor de Tel Aviv, la Federación Rusa se lanzaría al campo de batalla con Teherán.
Las opciones, por tanto, se reducen. O bien apostar por una estrategia de desescalada, con todos los consiguientes riesgos para la estabilidad del Gobierno y su mayoría, quizá intentando restringir la acción militar sólo a la Franja de Gaza, o bien encontrar la forma de relanzar la guerra de alguna otra manera.
La primera opción es obviamente muy arriesgada para Netanyahu; tendría que enfrentarse a la ira de sus aliados de extrema derecha Smotrich y Ben Gvir, tendría que lidiar con colonos enfurecidos por no poder volver a sus casas y negocios, y sobre todo tendría que encajar otra derrota de Hezbolá. Todo ello no sólo socavaría su posición personal y la de su gobierno, sino que repercutiría negativamente en la estabilidad del propio Israel. Por lo tanto, la segunda opción parecería ser una obligación, además de estar en la naturaleza del gobierno actual.
Pero, al tener que descartar precisamente la idea de un conflicto con Irán, la gama de posibilidades se estrecha vertiginosamente. De hecho, quizá a una sola. Lo que, una vez más, constituye una apuesta no pequeña. De hecho, las IDF podrían intentar anular el impasse en la frontera libanesa mediante una maniobra de circunvalación. Es decir, las fuerzas israelíes podrían entrar en Siria desde los Altos del Golán -donde encontrarían poca resistencia por parte del ejército sirio- y luego converger hacia el oeste y entrar en Líbano desde Siria (una frontera que ciertamente no está fortificada, y sin duda aún menos dotada de personal), obteniendo la doble ventaja de eludir las líneas defensivas de Hezbolá y cortar sus líneas de suministro. Además, podría aprovechar sus vínculos con las milicias kurdo-jihadistas para activarlas, creando nuevos problemas a las fuerzas sirias (y a las unidades de Hezbolá presentes en el país).
Evidentemente, el riesgo en este caso se derivaría en primer lugar de tener que invadir otro país soberano (lo que no haría sino aumentar las dificultades de los partidarios occidentales), y luego, por supuesto, del hecho de que la apertura de un cuarto frente -aunque Siria es ciertamente el vientre blando del Eje de la Resistencia- no haría sino aumentar las dificultades (y las pérdidas) para las IDF.
Además, la presencia de fuerzas tanto rusas como estadounidenses en territorio sirio haría la operación extremadamente arriesgada, realmente en el filo de la navaja, y podría dar lugar a una dramática ampliación del conflicto (Resistencia Islámica Iraquí, en primer lugar, pero quizás también el propio Irán, que no puede permitir que el anillo sirio salte por los aires).
La única forma de conseguir un resultado, evitando el riesgo de una deflagración general, sería lograr una rápida victoria sobre Hezbolá, gracias a la maniobra de desmarque. Pero hasta qué punto esto es realmente posible es dudoso, y equivale a apostarlo todo a un premio gordo de lotería.
Inevitablemente, siempre se vuelve al mismo punto. La falta de diseño estratégico por parte de los dirigentes israelíes está arrastrando al país, una cámara tras otra, a una trágica trampa de atún; y aunque aquí es Israel quien pone la actitud en el camino, al final es él quien es el atún que corre el riesgo de quedar atrapado y sucumbir. Y, por desgracia, una vez dentro, al depredador pelágico le resulta imposible dar media vuelta y volver atrás.
Aunque difícil -y doloroso- para Israel no queda más remedio que volver a la política, a la negociación. Pero sabiendo que, como dice el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, «lo que el enemigo no pueda conseguir por la fuerza no lo conseguirá por la política». Queda por ver si Netanyahu tiene la fuerza y la lucidez para comprenderlo y aceptarlo.
1 – Una vez finalizada la temporada de guerras con los países árabes, Israel se enfrentó siempre a las formaciones armadas de la Resistencia, que evidentemente no podían competir en absoluto en el plano instrumental (cantidad y calidad de los sistemas de armas utilizados). No obstante, Tsahal siguió apoyándose en el mismo modelo (estructura jerárquica vertical y supremacía tecnológica), mientras que, por su parte, la Resistencia aprendió en cambio a adaptar sus métodos operativos de forma que pudieran eludir, o al menos sortear, sus propios handicaps. El ataque palestino del 7 de octubre, de hecho, mucho más allá de la especulación estéril (y algo tonta) sobre si era o no conocido de antemano, demostró sin embargo cómo la inteligencia israelí -a pesar de estar bien informada sobre las formaciones de la Resistencia (cuántos hombres, existencia de la red de túneles, tipo de armamento disponible…)- subestimó totalmente su capacidad operativa. Es más, dejó que la Resistencia alcanzara esa capacidad, subestimándola, por un lado, y sobreestimando la suya, por otro. En la práctica, el aparato militar israelí, en su conjunto, ha sido incapaz de impedir que las formaciones combatientes palestinas alcanzaran una capacidad ofensiva, y una resistencia militar, de la que el 7 de octubre es sólo la parte más conspicua. Mucho más significativo, de hecho, es que un año después del comienzo de los combates, y a pesar de la inmensa devastación infligida a la población y al territorio, la Resistencia se muestra capaz de no dar tregua a las IDF sobre el terreno. Y esto por sí solo representa una derrota estratégica para el sistema de seguridad militar israelí.
2 – Todo el mundo recordará cuando, hace meses, Netanyahu y los dirigentes de las FDI afirmaron que habían destruido 22 de las 24 brigadas de la Resistencia, y que era imperativo entrar en Rafah porque allí se encontraban las dos últimas brigadas que seguían operativas… Y, de hecho, desde la pasada primavera, los combates han continuado en todas partes, y en las últimas semanas se está librando una durísima batalla en el campamento de Jabalia, en el centro de la ciudad de Gaza, frente a Rafah.
3 – Así lo reconoce incluso un periódico proisraelí como el New York Times, que en un artículo («Las tácticas de guerrilla de Hamás en el norte de Gaza dificultan su derrota», Patrick Kingsley y Aaron Boxerman,;New York Times) afirman que Hamás es «todavía una poderosa fuerza guerrillera con suficientes combatientes y municiones para atrapar al ejército israelí en una guerra lenta, agotadora y todavía imposible de ganar». El artículo también menciona que, en cuanto a la red de túneles, «gran parte de ella (…) permanece intacta a pesar de los esfuerzos de Israel por destruirla, según analistas militares y soldados israelíes». El artículo, sin embargo, da crédito a los datos proporcionados por las IDF, según los cuales «Hamás ha perdido más de 17.000 combatientes desde el comienzo de la guerra»; teniendo en cuenta que el número de muertos confirmados hasta la fecha es de algo más de 42.000, y que de ellos alrededor del 65% son mujeres y niños, esto deja unos 14.700 hombres adultos. Incluso si todos fueran combatientes -lo que obviamente es imposible, ya que significaría que no murió ni un solo civil varón- faltarían un par de miles. La cifra más fiable, basada en datos concretos (población total, número de bajas, número de combatientes antes del 7 de octubre), es razonable estimarla en 3/5.000 combatientes muertos, es decir, el 10/15% de la fuerza operativa.
4 – Citado en «Hamas’s Guerrilla Tactics in North Gaza Make It Hard to Defeat», Patrick Kingsley y Aaron Boxerman, ibid
5 – Fue durante una de estas batallas cuando las Brigadas Al Qassam mataron al coronel Ehsan Daksa, durante una emboscada en la que cayó su columna blindada. Dos tanques Merkava y otros vehículos blindados fueron destruidos en esa ocasión, mientras que el número real de muertos y heridos permaneció oculto por la estricta censura militar.
6 – Cf.«Hamas’s Guerrilla Tactics in North Gaza Make It Hard to Defeat», Patrick Kingsley y Aaron Boxerman, ibid
7 – La ANP se creó, tras los Acuerdos de Oslo, en 1994. Ejerce el poder administrativo sobre los territorios ocupados de Cisjordania y está formada esencialmente por el partido Al Fatah. Depende casi totalmente de la financiación extranjera y está estrechamente vinculado a Estados Unidos y, por tanto, a Israel, que, sin embargo, conserva el control militar de los territorios y lo ejerce a su antojo. Especialmente desde la segunda Intifada (2000), y aún más significativamente tras la Operación Inundación de Al Aqsa, una parte de Al Fatah, especialmente los jóvenes, empezaron a participar activamente en la lucha, incluida la lucha armada, contra la ocupación, dando origen a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Esto abrió una contradicción dentro de Al Fatah, ya que las Brigadas no rompieron lazos con el movimiento político. Esta contradicción se vio agravada por los acuerdos de unidad nacional, firmados en Pekín el 23 de julio de 2024, en los que catorce grupos palestinos acordaron revitalizar la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) acogiendo a todas las organizaciones que luchan contra la ocupación. En esa ocasión, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, recibió al alto cargo de Hamás, Abu Marzuq, y al enviado de Al Fatah, Mahmud Aloul. Según el jefe de la diplomacia china, el acuerdo preveía «la formación tras la guerra de un gobierno interino de reconciliación nacional».
La situación actual contempla, de hecho, un acuerdo formal en este sentido, pero persisten fuertes desacuerdos entre Hamás y Al Fatah, tanto porque esta última se opone a la lucha armada, como porque los Estados Unidos patrocinan la ANP rechazan la presencia de Hamás (y de otras organizaciones) en cualquier hipótesis de gobierno palestino. Simplificando al máximo, se podría decir que la parte más coludida (y más corrupta) de Al Fatah es la que constituye la columna vertebral de la ANP, la parte más combativa pertenece a las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa, y una tercera facción -más moderada y posibilista- pertenece al partido Al Fatah y no a la ANP.
8 – La línea azul es una línea fronteriza establecida por la ONU en 2000, tras la retirada israelí de parte de los territorios libaneses ocupados (aún conserva el control de la zona de las llamadas granjas de Sheeba). Israel y Líbano nunca han llegado a un acuerdo total y definitivo sobre una línea fronteriza mutua e internacionalmente reconocida (además, Israel es el único país del mundo que no tiene fronteras definidas, ya que hacerlo impediría cualquier expansión…), por lo que fueron las Naciones Unidas las que establecieron una.
9 – Por ejemplo, Hezbolá no sólo no tiene flota aérea (salvo algunos drones de reconocimiento), sino que tampoco tiene un sistema de defensa antiaérea capaz de contrarrestar a la aviación israelí. Tampoco dispone de fuerzas blindadas, por lo que tendría dificultades para llevar a cabo una maniobra ofensiva clásica, a nivel de brigada.
10 – El sistema político libanés se basa en un complejo y delicado mecanismo de distribución del poder sobre una base confesional (chiíes, suníes, cristianos, drusos…), heredado del colonialismo (divide et impera…), pero que evidentemente ya no corresponde no sólo a la realidad demográfica, sino tampoco a la realidad política. En consecuencia, la elección de un nuevo presidente, que requiere un acuerdo entre las distintas fuerzas, está bloqueada desde hace tiempo. Estados Unidos, Francia e Israel desearían que se eligiera a un presidente capaz de reducir el papel político de Hezbolá, que, por cierto, va mucho más allá de la comunidad chií.
11 – Las FDI anunciaron que 594 soldados han resultado heridos en el frente norte desde el comienzo de la invasión terrestre en el sur de Líbano; esto confirma la fiabilidad general de los datos proporcionados por Hezbolá. El presidente del partido Yisrael Beytenu, Avigdor Lieberman, declaró: «perdimos unos 800 soldados en los combates y unos 11.000 resultaron heridos».
12 – «Ejército enemigo: Hemos alcanzado la cima y luego el declive», Ali Haidar, Al Akhbar
13 – Recordamos, entre otros, el bombardeo con drones contra la base de la Brigada Golani en Binyamina, al sur de Haifa (5 muertos y más de 30 heridos), el de la sede de la Unidad 8200 de la inteligencia militar, en la capital, y el de la vivienda de Netanyahu en Cesarea.
14 –«¿Cambiará el mes más mortífero de Israel este año la opinión pública sobre la guerra en Líbano?», Amos Harel, Haaretz
Observación de Joaquín Miras:
Creo que es un buen informe militar. Gallant es el ministro de la guerra, como sí dice en un punto, mientras que en otro llama ministro al ex ministro, ambos militares. Gallant, anteayer declaraba en prensa que había objetivos que no se podían alcanzar por la vía militar. el jefe de la oposición isareli, Yair Lapid, ha soltado la lengua sobre los muertos y heridos que ha habido desde el comienzo de la guerra hace un año. Lo hizo en Canal ¿13?¿14? de tv israelí; paso un enlace, de almayaden, recomiendo buscar otros canales, vereis que todos dicen lo mismo, una burrada de bajas y de gasto de dinero. Fue ayer o anteayer, Tomaselli no lo podía conocer https://espanol.almayadeen.
Hezbolá va intensificando las operaciones y cambiando la estrategia. Va sacando cada vez mejores misiles y mejores drones. Los ataques de precisión al interior de Israel, constantes, por parte de las tropas de hezb -quiero decir, más allá de un atentado por parte de un guerrillero dentro del territorio israelí- no se habían producido nunca.
Hay dos ideas contrapuestas en el texto Tomaselli, una, que EEUU puede optar por detruir Irán para hacerse con el control de la zona y echar a los rusos: comienzos del texto. 2, que la generalizacion de la guerra no es deseada por EEUU porque sería en realidad mutua destrucción asegurada. Sus base militares y la destrucción de su «portaaviones-Israel», que no tiene, tal como dice T. profundidad estratégica. Dicho a lo bruto, Irán puede resistir varias bombas nucleares, en Israel, basta con una, e incluso con la destrucción de la central nuclear del Neguev. Los extremistas del gobierno quieren echar a Gallant, eso es tambien info real, que ya T. señala. En Gaza la cosa se recrudece, tal como T señala; es posible que les esté llegando armamento, pero han muerto subcomandantes israelíes en la zona etc. sobre el armamento occidental en manos de la resisntencia en la zona de la Palestina no ocupada (un decir): muestra el altísimo grado de corrupción que hay en torno a la industria de armamento ¿desde EEUU directamente? ¿a través de Ucrania?)… Hay una tercera hipótesis que debemos considerar: en realidad, es EEUU el que quiere llevar la guerra hasta el final, sin que le importe la suerte de su «portaviones/Israel», lo mismo que no le importa la de Ucrania, que son, ambos, peones. No sé; no me parece, por ahora, la más lógica…
9. La espiral de la muerte del ejército estadounidense
Los EEUU cada vez gastan más en armamento pero tienen menos aviones y menos barcos. Cantidad no es calidad, por lo que se podría explicar con que con menos aparatos se consigue lo mismo, pero, según Indi, esto significa que están en una «espiral de la muerte».
Las Fuerzas Armadas de EEUU están en una espiral de muerte
Disminución del material y aumento del coste. La cifra del presupuesto no tiene eje en sí, es sólo un aumento del 60%.
El ejército de EEUU es el peor ejército del mundo. Son el único ejército que aspira al dominio mundial, y lo hacen fatal. Es el único Imperio basado en perder todas las guerras y saquear su propio tesoro. Perder la última guerra siempre se encubre con el inicio de la siguiente, pero si se mira históricamente, Estados Unidos lleva décadas perdiéndola. Corea, Vietnam, Afganistán, Ucrania, Palestina, todas son pérdidas o empates. Hoy en día, Estados Unidos ya no puede hacer frente a su propio ejército, su Marina no puede asegurar las líneas marítimas, sus apoderados no pueden valerse por sí mismos, y sus activos militares son pasivos envejecidos. La bestia militar-industrial que parió Eisenhower ahora se encorva hacia Belén para morir. Las cosas se desmoronan, el halcón no oye al halconero, et cetera.
Estados Unidos sigue teniendo el mayor gasto militar del mundo, pero esto es como si un boxeador se presentara al pesaje plagado de tumores. Eso es cáncer, hermano, no músculo. El presupuesto militar estadounidense es una medida de corrupción, no de competencia. Libra por libra, el ejército estadounidense es más débil que nunca. Gasta más para chupar aún más fuerte. Como el criminal de guerra Dan Grazier dijo en Responsible Statecraft, la Estrella de la Muerte está en una Espiral de la Muerte,
La Espiral de la Muerte es una de las principales Patologías del Pentágono. El pueblo estadounidense dedica cada vez más recursos a su defensa [sic] mientras recibe cada vez menos a cambio. Las Fuerzas Aéreas tenían 10.387 aviones en 1975, cuando los Reformadores Militares empezaron a trabajar en serio. Hoy tiene 5.288. La Armada tenía 559 buques activos en 1975. Hoy la flota sólo tiene 296. El presupuesto básico del Pentágono es hoy más de un 60% superior al de 1975, una vez ajustado a la inflación.
Rendimientos marginales decrecientes
Se trata de una simple ilustración de lo que el antropólogo Joseph Tainter denominó rendimientos marginales decrecientes. Este fenómeno es obvio para cualquier meditador, drogadicto o cualquiera que escuche una canción durante demasiado tiempo. Con el tiempo, obtienes menos por el dinero. Todo lo que reclama la existencia debe perderla, ésta es la ley eterna. Este fenómeno se aplica tanto a los civiles como a las civilizaciones. Es similar a la ley física de la entropía, la dirección de la flecha del tiempo. Tainter graficó y explicó el fenómeno en las civilizaciones de la siguiente manera,
En muchas esferas cruciales, la inversión continuada en complejidad sociopolítica llega a un punto en el que los beneficios de dicha inversión empiezan a disminuir, al principio gradualmente y luego con fuerza acelerada. Así, una población no sólo debe destinar cantidades cada vez mayores de recursos a mantener una sociedad en evolución, sino que, a partir de cierto punto, cantidades más elevadas de esta inversión producirán incrementos menores de rentabilidad.
El retorno de los militares estadounidenses
No hay mejor ejemplo de esto que el ejército estadounidense. Se podría elegir cualquier programa de armamento, pero vamos con el F-35, el programa de armamento más caro de la historia. Esta wunderwaffen costó 1,7 billones de dólares y subiendo, se han entregado menos de 500 unidades, no funciona la mitad de las veces, y ni siquiera viene con un manual adecuado. No te miento, todos estos son datos de un informe de la GAO de 2023 (GAO-23-105341). Investigando la miserable tasa de preparación de los F-35, la vestigial Oficina de Responsabilidad Gubernamental informó que,
Funcionarios de los dos depósitos visitados afirmaron que la falta de datos técnicos y los datos técnicos incompletos han retrasado los plazos de reparación en los depósitos. Por ejemplo, según los funcionarios de uno de los depósitos visitados, los componentes que necesitan reparación vienen con un Manual de Mantenimiento de Componentes de Depósito. Sin embargo, estos manuales son ambiguos y rara vez son lo suficientemente detallados como para que el personal del depósito pueda realizar la reparación. Como resultado, el personal del depósito no sólo no puede reparar la pieza, sino que no puede aprender ni comprender cómo hacerlo.
¿Por qué el ejército estadounidense no es capaz de mantener su propio material? Porque «los funcionarios del programa dijeron que los fabricantes no están dispuestos a pasar información propietaria a través del contratista principal al DOD, ya que pueden exponer información que puede reducir su competitividad como entidad del sector privado.«Así que debido a esto, no pueden arreglar sus propios aviones o depurar su propio software. No tienen los manuales ni el código fuente. El gobierno estadounidense ha pagado por un programa militar que no le pertenece. El F-35 no es más que otro servicio de suscripción enmierdado, como Netflix para aviones de combate. Además, no funciona la mitad de las veces y mata niños cuando lo hace.
El F-35 también es un programa antiguo (de 2006) y completamente inadaptado a la guerra moderna. El F-35 ya no es tan sigiloso, y es completamente vulnerable a misiles baratos en tierra. Como otro criminal de guerra, Frank McKenzie, dijo en otro informe, «Un F-35 es muy difícil de alcanzar en el aire. En tierra no es más que un trozo de metal muy caro y vulnerable sentado al sol».
Esta patología está presente en todo el ejército estadounidense. Obtienen menos por más dinero en todas las tecnologías y personal. Siguen produciendo nuevas tecnologías que son más complicadas, más caras, más lentas de comercializar y que realmente no funcionan. Estados Unidos anuncia su elevado presupuesto militar como un activo, pero en realidad es una medida de su pasivo.
Como dijo Tainter, «mayores cantidades de esta inversión producirán incrementos más pequeños de rendimiento» El gráfico de Tainter muestra que, en algún momento, el rendimiento se vuelve realmente negativo. Para el complejo militar industrial estadounidense, ese momento llegó hace décadas. Como escribió el coronel Everest E. Riccioni en 2001,
En 1969, Pierre M. Sprey, miembro de Análisis y Evaluación de Programas, actuando en su papel formal de asesor del Departamento de Defensa, hizo una presentación ante una audiencia de 30 generales, almirantes y altos ejecutivos civiles del DoD. Concluyó su análisis acusándoles de «optar por el desarme unilateral mediante la compra de armamento militar a precios prohibitivos y sin precedentes, lo que se traduce en muy pocas armas para ganar nuestras guerras.» Además, señaló que la complejidad de las armas (que elevaba los costes) era un factor dominante que garantizaba el fracaso de las armas a la hora de cumplir sus requisitos de batalla especificados.
Se pueden escoger ejemplos de rendimientos marginales decrecientes de cualquier parte, Riccioni menciona los misiles de aviación (de nuevo, de 2001). Dijo, El coste de un disparo (una ráfaga o un lanzamiento) pasó de cientos de dólares para los cañones, a 15.000 dólares para un AIM-9B/D, a 90.000 dólares para el AIM-4, a 190.000 dólares para un AIM-713, hasta la mareante cifra de 1,9 millones de dólares para el Phoenix. Teniendo en cuenta la eficacia, sólo el coste de los bienes fungibles hace que el coste de una baja sea de unos 5.000 dólares para el cañón (guns), 100.000 dólares para el misil Sidewinder (AIM-9), 900.000 dólares para el Falcon (AIM-4), 1,9 millones de dólares para el Sparrow (AIM-7), y casi infinito para el Phoenix. Está claro que no podemos permitirnos una guerra aérea, quizá ni siquiera una sola muerte, con el Phoenix.
Como todos estos generales, coroneles y oficiales de contabilidad retirados le dicen a nadie en particular, esto no es sostenible, ¿a quién le importa? Hay mucho dinero en la venta de asientos de inodoro de 50.000 dólares y balas de un millón de dólares y ninguno en estos informes y entradas de blog. Los incentivos económicos están completamente desalineados con cualquier objetivo militar. Toda la estructura del complejo industrial militar estadounidense es un esquema Ponzi, no un verdadero programa de adquisiciones. Y sólo hay una manera de que esto termine. Colapso.
Impresora de dinero Va Brrrrr
América, sin embargo, ha dado cagadas en declive porque la impresora de dinero va brrrrr y encubre su fragilidad fundamental. Aunque en teoría Estados Unidos puede seguir imprimiendo dinero eternamente, llega un momento en que, psicológicamente, se vuelve insostenible. EE.UU. ya tiene altos índices de deuda en relación con el PIB y sus pagos de intereses ya son superiores al gasto militar. Esto se consideraría ruinoso para los países normales, pero la mayoría de la gente lo considera correcto porque lo considera correcto un número suficiente de personas. Se trata de una lógica circular que es, de hecho, una espiral de la muerte, cada vez más pequeña con cada vuelta de tuerca.
Como decía un reciente informe de RAND , «La producción industrial estadounidense es manifiestamente inadecuada para proporcionar el equipo, la tecnología y las municiones que se necesitan hoy en día, y mucho menos dadas las exigencias de un conflicto entre grandes potencias.» Estados Unidos puede seguir «imprimiendo» dinero pero no puede imprimir balas. En su lugar, siguen aumentando los presupuestos militares y disminuyendo la producción militar. Más y más dinero persigue cada vez menos bienes, una definición de libro de texto de la inflación. Y esta inflación se ha extendido a lo largo de su civilización en declive. Estados Unidos ha politizado la definición de inflación, pero si nos fijamos en lo que la gente realmente gasta más -viviendas, sanidad, educación- la inflación ya ha arruinado su civilización.
Para volver sólo a la ruina militar, dice Grazier,
Si no se controla, el destino inevitable de la espiral de la muerte de las adquisiciones es el desarme unilateral. Norman Augustine, antiguo funcionario del DoD y consejero delegado de Lockheed Martin predecía en 1983, con sólo un atisbo de sátira, que para 2054, «todo el presupuesto de defensa comprará un solo avión. Este avión tendrá que ser compartido por la Fuerza Aérea y la Marina 3-1/2 días cada uno por semana, excepto en año bisiesto, cuando se pondrá a disposición de los Marines para el día extra.»
Lo que no entienden los pocos analistas militares estadounidenses que no están hasta el culo de sí mismos no es simplemente que no deberían preservar su ejército. Es que no pueden. No son la primera civilización que se enfrenta a la espiral de la muerte. Todo lo que reclama la existencia debe perderla. Todo lo que vive debe morir. Las naciones no son diferentes, y agravios como América sólo caen en espiral más rápido a medida que luchan.
No se trata sólo de que Estados Unidos gaste más para tener un ejército más complejo y menos eficaz. Los rendimientos marginales decrecientes son comunes en muchas esferas de la civilización estadounidense, coches, casas, trenes, educación, cine, políticos. Ya no se pueden construir carreteras, metros, barcos, ni fabricar nada de forma competitiva. Todo es mucho más caro y de alguna manera mucho más mierda. Los rendimientos marginales decrecientes son reales, y no podría llegar a una civilización peor que ésta. Yo diría adiós si no se estuvieran llevando tantas vidas y un planeta habitable con ellos. Así que me limitaré a decir maldita sea América. No pueden entrar en espiral lo suficientemente rápido.