…Y Europa alentando una guerra contra Rusia que amenaza con convertirse en profecía autocumplida.
Trump ha impuesto tarifas del 50% a los productos indios y brasileños desde el 30 de julio. En la última cumbre de los Brics celebrada en Río de Janeiro los días 6 y 7 de julio, fueron esos dos países los que mayor énfasis hicieron en la inconveniencia de un enfrentamiento con Estados Unidos. Ahora resulta que son precisamente esos países lo que van a sufrir el peor maltrato de Trump. Es decir, el presidente incentiva la emancipación de los Brics más reticentes.
Brasil e India encabezan el mayor castigo de la guerra comercial de Trump contra todo el mundo, imponiendo aranceles que van del 10% para los mejor parados hasta el 50%. En el caso de Brasil, Trump ha citado la “persecución” sufrida por el ex presidente Jair Bolsonaro, una especie de Trump a la brasileña, acusado de promover un golpe de estado tras perder las últimas elecciones. Es decir, no solo ha maltratado comercialmente a un gran país con creciente peso en el mundo, sino que le presiona como si fuera una república bananera al inmiscuirse directamente en sus asuntos internos, como si estuviéramos en los años sesenta del siglo pasado cuando Washington bendecía y patrocinaba a los generales golpistas brasileños.
Respecto a India, diversos comentarios de Trump sugieren un propósito de intimidación, a fin de que, o bien ese país abandone el club de los Brics, o, como dice el analista Prabhat Patnaik, actúe en dicho club como un caballo de Troya estadounidense. “Ni siquiera se pretende que los países tomen partido por Estados Unidos en nombre de algún principio superior; se les intimida abierta y palpablemente para que sirvan a los intereses estratégicos del imperialismo a costa de sus propios intereses”, dice Patnaik. (en :https://peoplesdemocracy.in/2025/0810_pd/imperialism-and-its-bullying-india ).
Sobre los Brics hay diversos puntos de vista. El pesimista señala que el club carece (¿todavía?) de una verdadera línea económica para ejecutar su emancipación del hegemonismo occidental en la que sus elites no estarían interesadas. A diferencia de los de China y en parte Rusia, los modelos económicos de India, Brasil y otros miembros de los Brics son puramente neoliberales. A falta de una “declaración de independencia” en su gobernanza económica, los Brics difícilmente pueden establecerse como alternativa de funcionamiento global. El punto de vista optimista, afirma que la emergencia de los Brics acabará colocando en un segundo plano a las Naciones Unidas, constituyéndose, de hecho, en las “verdaderas Naciones Unidas” formadas por el grupo mundial mayoritario, cuyas instituciones integradoras acabarán formando “una unidad en la que Estados Unidos no tendrá poder de veto, lo que transformará la dinámica de funcionamiento de la mayoría de las economías del mundo”, en palabras de Michael Hudson.
Ese es el contexto en el que Trump está impartiendo un cursillo acelerado a los Brics para que se independicen y diversifiquen su economía. ¿Cual es la lógica de incentivar a Brasil e India hacia la radicalización? Toda la industria que Estados Unidos ha deslocalizado hacia China y otros países baratos en mano de obra se ve amenazada ahora por los aranceles de Trump, sin que Estados Unidos tenga capacidad de fabricar esos productos por sí mismo. ¿Qué sentido tiene gravar a tus principales proveedores y a todos los que hacen posible que Estados Unidos viva de renta, gastando mucho más de lo que dispone?
Según Jefrey Sachs no hay estrategia alguna en todo eso. “Estados Unidos está jugando al poker, pero mal y con frecuentes faroles”, lo que puede conducir a la guerra. Se puede estar de acuerdo con esto. La tesis de Trump como elefante en la cacharrería o como hemos dicho en diversas ocasiones, “como el Boris Yeltsin de Estados Unidos”, que queriendo hacer América grande de nuevo se lo carga todo, sigue siendo la más solvente, pero ¿cual es el motor que impulsa esta caótica y fullera partida de poker contra todo el mundo?
La clave está en la política interna de Estados Unidos, explica Einar Tangen, experto coreano-noruego del Instituto Teihe de Pekín. Sencillamente a Trump se le está desmoronando encima la barraca. Su política y coalición MEGA se resquebraja a marchas forzadas, así que de momento el tipo continua ganándose diariamente los titulares de los medios de comunicación (“Trump esto”, “Trump, lo otro…”), pero su gente le da la espalda cada vez más. Los neocons dominan su agenda de política exterior (si es que la tiene). Trump ejerce de mediador en una guerra de la que su país, su ejército, su complejo armamentístico y la CIA, son parte principal. Propone acuerdos y efectistas encuentros con Putin, mientras castiga a India por comprar petróleo ruso. Sus excesos generan una “crisis constitucional”, su base popular lo identifica cada vez mas como “otro de los corruptos y degenerados de Washington”, su política contra la emigración es un caótico postureo, y, sobre todo, el escándalo Epstein, pende sobre su cabeza seguramente con hilos que pueden manejarse desde Israel. El desmoronamiento de la barraca de Trump puede conducir a más guerra. Y los huérfanos europeos, aún más carentes de estrategia que su errático “papito” (en palabras del secretario general de la OTAN, Rutte), están en ello.
En lo que llevamos de guerra en Ucrania, Europa no ha presentado ni una sola propuesta de paz, ni una sola vía diplomática para resolver el conflicto. La directora de su política exterior, Kaja Kallas, mantiene la línea de Borrell: “la Unión Europea quiere que Ucrania gane esta guerra”, y “haremos lo que sea para conseguirlo”. La Unión Europea habla de “victoria”, no de “paz”. Con esta posición mantenida desde 2022, la Unión Europea sigue ignorando, no solo la nueva situación geopolítica y las nuevas realidades militares en el frente derivadas del avance ruso, sino también las causas de la guerra, en primer lugar las ampliaciones de la UE / OTAN hacia las fronteras rusas y la intervención militar sobre todo de Estados Unidos e Inglaterra en ella.
En Kíev, y vestido de faena, el general alemán Christian Freunding, jefe del comité especial para Ucrania del ministerio de defensa germano, prometía en julio a Ucrania centenares de sistemas misiles alemanes de largo alcance (“una cifra de tres números”, dijo al canal alemán ZDF), “para atacar puntos de mando, bases aéreas y aviones en la retaguardia profunda rusa”. De esta forma, aunque carece de un plan para ello, la UE/OTAN se dirige, derecha, hacia una guerra con Rusia, con la región Norte/Báltico/Kaliningrado como primer escenario.
Los rusos siguen el juego de Trump, pero se fían bien poco de este personaje y se preparan para lo peor: se han retirado del acuerdo INF, sobre misiles de alcance intermedio y fabrican misiles hipersónicos “Oreshnik” en serie para su despliegue incluso en Bielorusia, a quince minutos de vuelo de la base americana de Ramstein, en Alemania. En Moscú se ve posible atacar empresas europeas que fabrican armas para Ucrania, no solo en Ucrania, sino en el territorio del país concernido, Francia, Alemania o Inglaterra, dijo el 22 de julio a la televisión rusa el influyente experto Dmitri Trenin.
(Publicado en Ctxt)
https://rafaelpoch.com/2025/08/10/trump-contra-todo-el-mundo/#more-2216