De una estudiante movilizada

Desde la vanguardia del movimiento estudiantil en Estados Unidos, os mando unas notas testimoniales, y adjunto algún material gráfico, malamente facturado, por si es de vuestro interés. Como sabréis, porque he visto que aparece en varios medios españoles, desde hace algo más de una semana se han formado acampadas a favor de Palestina en el campus de distintas universidades. El de la universidad de Columbia de Nueva York fue el primero.

Poco después de empezar la guerra en Gaza, la universidad prohibió dos organizaciones estudiantiles: Students for Justice in Palestine (SJP) y Jewish Voices for Peace (JVP), esta última una organización estudiantil judía antisionista. Todo esto como medida «preventiva» mientras el Congreso americano citaba a declarar a los presidentes de distintas universidades americanas: de Harvard, UPenn [la Universidad de Pennsylvania] y del MIT [el Instituto de Tecnología de Massachusetts]. La acusación era que en las protestas estudiantiles contra la guerra se cantaban eslóganes como «From the river to the sea, Palestine will be free» [Desde el río hasta el mar, Palestina será libre]. Puesto que, entre otras cosas, lo que hay entre el «río», o sea el río Jordán, y el mar, o sea el Mediterráneo, es Israel, los sionistas americanos interpretaban que la canción era un alegato a favor del exterminio de los israelíes. Su cinismo no es especialmente sofisticado, como veis. Bueno, el caso es que, como las respuestas que dieron las presidentas de UPenn —Elizabeth Magil— y de Harvard —Claudine Gay, la primera presidenta o presidente negro— fueron consideradas dubitativas, los consejos de administración de sus unis las obligaron a dimitir. Lo que dijeron, aunque es un poco igual, porque el resultado hubiera sido el mismo, es que lo que se considera un «call for genocide», una llamada al exterminio, era interpretable según el contexto. Han tenido el honor de ser las presidentas más cortas de sus respectivas instituciones; normalmente los presidentes de estas universidades suelen desempeñarse en el cargo más de una década. A los de UPenn ya no les había hecho gracia que en septiembre, antes de que empezara la guerra, la presidenta permitiera que se celebrara un festival de literatura Palestina en el campus.

Con estos precedentes, Minouche Shafik, que es egipcia y creo que noble, ha tenido muy a bien guardarse las espaldas. En el campus hay un profesor de Business, sionista e histérico, que se llama Shai Davidai, que ha capitalizado la atención de los medios desde que protagonizó un vídeo que se hizo viral. En él dice que los judíos de la universidad están amenazados por las asociaciones de estudiantes terroristas. (Yo mismo tuve el semestre pasado una estudiante israelí que se sentía «muy amenazada», cito textualmente, en Nueva York (¡en Nueva York!), justo cuando empezó la invasión de Gaza.) Obviamente, quienes han sido amedrentados son justamente los estudiantes no-judíos: los sionistas han financiado campañas de lo que llaman «doxing». Pagan para que camiones, con pantallas luminosas gigantes, vayan dando vueltas al campus de la universidad, con las fotos y los nombres de los estudiantes que forman parte de asociaciones en favor de Palestina. El tipo este, Davidai, filtra a la prensa o publica en redes sociales los nombres de militantes para que, según él, no encuentren trabajo; los llama públicamente terroristas, etc. Todo esto es «harassment», acoso, bajo cualquiera de los estatutos de la universidad, y cualquier profesor hubiera sido despedido por infinitamente menos. Últimamente está buscando de forma desesperada que lo despidan para poder venderse a la prensa sionista como víctima de la universidad antisemita.

Como decía, Shafik, ex subdirectora del FMI y presidenta de Columbia desde julio pasado, se encargó de suspender las asociaciones estudiantiles y de asegurar que su prioridad era la integridad de los estudiantes y evitar el supuesto discurso antisemita en el campus. A ella también la llamó a declarar el Congreso, y muy gentilmente vendió a todos los profesores que se han significado a favor de Palestina, como Joseph Massad, diciendo que serían disciplinados. Mientras esto ocurría, se formó el campamento pro-Palestina, y el jueves pasado, en una acción casi sin precedentes, la presidenta permitió que la policía de Nueva York entrara en el campus para desmantelarlo. Se produjeron unas cien detenciones, a las que se han sumado más esta semana, en acciones parecidas en otras universidades: la Universidad de Nueva York, Yale, etc. He dicho sin precedentes porque justamente ayer se celebró la efeméride de un enfrentamiento entre estudiantes de Columbia y la policía de NY, en el contexto de la Guerra de Vietnam, el 23 de abril de 1968.

Bueno, para no alargarme más, ayer la noche fue movida. Los estudiantes, después del jueves pasado, movieron el campamento unos metros y ahí siguen. Ayer parecía que la policía iba a entrar otra vez. Las comunicaciones de la universidad salen a horas intempestivas de la noche, así que todo es factible. Hubo una movilización notable y se ha logrado una prórroga de 48 horas.

Uno podría pensar que son estudiantes blancos ricos, «señoritos de nacimiento, por mala conciencia escritores de poesía social» —y los hay—, pero lo cierto es que el grueso de los estudiantes movilizados son negros, latinos, musulmanes, la mayoría de los cuales son internacionales. Muchos de ellos dependen de becas y un arresto policial, además de la expulsión de la universidad —cosa que ya se ha producido—, compromete su estatus migratorio. Yo es lo más parecido a un movimiento estudiantil real que he visto desde que estoy aquí; están aprendiendo a organizarse colectivamente, y eso ya es bastante, en medio de este desierto de antropología liberal que son los Estados Unidos. Están tejiendo alianzas con sindicatos de la ciudad y con otros movimientos, así que veremos.

Y hasta aquí. Os mando unas fotos y unos vídeos, que no sé si podréis reproducir. Es para que veáis el despliegue policial, que aquí no se aprecia mucho, pero que es ridículamente desproporcionado, y el circo mediático que se ha montado. ¡Ayer estaba la televisión vasca!

Abrazos,

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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