¿Y qué pasó realmente el 1-O de 2017?

Páginas de la herida

¿Y qué pasó realmente el 1-O de 2017?

Para Rossana Rossanda (1924-2020), “La Ragazza del secolo scorso”, in memoriam et ad honorem [1]
Para el maestro y amigo Eduard Rodríguez Farré, científico franco-barcelonés defensor de la sanidad pública, con su mirada médica siempre ubicada en los más vulnerables.

Mientras se siga admitiendo y dando por razonable y posible que se puede ser nacionalista y de izquierdas, mientras la obviedad de que nacionalismo e igualitarismo son principios contradictorios y algo que debiera ser de sentido común no lo sea, y precisamente en la izquierda (como debiera ser de sentido común que los derechos son a la igualdad, a la igualdad de derechos, a la igual libertad, no a la diferencia, no a la asimetría de libertades), no saldremos en la izquierda del marasmo intelectual. Del pensar que cualquier cosa puede ser izquierda, que izquierda es cualquier cosa -no dice lo mismo la frase en este otro orden-, cualquier cosa que pueda sonar a apocalípticos, y que es un ómnibus que admite todo, solo se sale trucidado. Y es señal de que, quizá, izquierda va a pasar a ser un término de otra época histórica dado que carece de sentido propio. Aclarar eso, qué es y qué no es de izquierdas, no es aún salir de la derrota estratégica.
Joaquín Miras (2020)

Una manipulación, una descomunal y planificada manipulación. Eso fue el 1-O de 2017 si atendemos a las bases del nacional-secesionismo: nunca tantos fueron engañados tanto y durante tanto tiempo. Recordemos: “jugábamos al póquer e íbamos de farol” (Clara Ponsatí, la ex consellera: “De Madrid al cielo”); “las estructuras de Estado estaban aún inmaduras”, etc. Desde el punto de vista de las élites del movimiento, un gran éxito: su Luxemburgo-Andorra-paraíso fiscal del Mediterráneo, con Eurovegas como apuesta “estratégica”, parecía estar más cerca… O eso decían.

Para su narrativa, así lo siguen diciendo, el 1-O fue un ejercicio legítimo, limpio y democrático del que afirman “derecho inalienable de Cataluña a la autodeterminación”. Casi imposible discutir con el amarillismo en sus diferentes variantes sobre ese supuesto “derecho inalienable” de una de las comunidades más ricas (y más desigualmente enriquecidas) de España. Para ellos: un axioma, un postulado político-cultural. También para los soberanistas y confederalistas que dicen ser no secesionistas (aunque actúan casi siempre como tales), y para un sector nada marginal de la izquierda, la de aquí y la del conjunto de España, que sigue pensando desde una perspectiva idéntica. Por convicción o porque sus alianzas políticas lo exigen.
Desde un punto de vista no nacionalista, el 1-O fue una estafa antidemocrática, un momento marcadamente excluyente de una diseñada y exitosa movilización nacional-secesionista que contó, cuenten lo que cuenten, con la complicidad de los Mossos, de sus medios (TV3 en lugar destacado), de la Iglesia nacional-católica catalana (Montserrat en lugar preferente) y de todas las instituciones del poder autonómico. El 1-O fue una estudiada y cuidada agitación-movilización que ahondó aún más (al mismo tiempo, y para muchos, muchos años) la división de la sociedad catalana y la incomprensión y lejanía del resto de la ciudadanía española. La desafección que siente, que sentimos la ciudadanía no secesionista no se disolverá por arte de magia. Ni nos fiamos ni nos fiaremos. ¿Sería razonable hacerlo?
La agitación amarrillista estaba fundamentada, según ellos mismos reconocieron y airearon, en el resultado de las elecciones del 27S de 2015, y en la (lo digo muy suavemente) provocación parlamentaria (“golpe posmoderno” le han llamado algunos analistas; otros ‘golpe de estado’ a secas), en el profundo desgarro de los días 6, 7 y 8 de septiembre de 2017.
Repasemos brevemente. El 27S de 2015, con la dirección y ‘astucia’ de Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat y alguien que se reconoció repetidas veces en el legado político de Jordi Pujol, todo el ámbito secesionista, sin excepciones y con el apoyo explícito -y vergonzoso- de ex dirigentes de izquierda (¡del PSUC!) que pidieron explícitamente el voto en clave estrictamente nacional y nacionalista, intentó conseguir una mayoría “significativa”, con todo a su favor, en las elecciones que ellos mismos llamaron plebiscitarias. Pero ni mayoría ni significativa. Antonio Baños, el candidato de la CUP en aquellas elecciones, lo reconoció la misma noche electoral: hemos perdido, otra vez será.
Ni le oyeron. Olvidaron instantáneamente ese reconocimiento y transformaron su derrota electoral en victoria parlamentaria por la vigencia de una ley electoral (¡española!) en absoluto proporcional. Dos días después, empezaron (siguieron más bien) a crear “estructuras de Estado” desde el gobierno de la Generalitat e instancias próximas, haciendo lo que les vino la gana una y otra vez, y contradiciendo el mandato de las urnas al que muchas veces aludían, por no hablar de su total menosprecio de la legalidad vigente (Estatut, Constitución). Sus brazos “civiles” en la operación, siempre bien alimentados y subvencionados y con mucho mando en plaza, son conocidos de todos: ANC y ÒC fundamentalmente. “Todo por la Patria”, esa era la consigna.
Los días 6, 7 y 8 de septiembre quedarán en la historia como un descarado ejemplo antidemocrático de utilización del Parlamento, marginando y despreciando no sólo a las fuerzas políticas no nacionalistas con representación parlamentaria sino a más de la mitad de la ciudadanía catalana. Huérfanos en su propio país, país que el amarillismo-nacional-secesionista considera de exclusiva y excluyente propiedad: para ellos, para los “verdaderos catalanes” y para nadie más. Los ñordos, xarnegos, botiflers, castellanufos, españoles de m., etc. quedamos fuera. ¡No formamos parte del país!
El 1-O, con todos los medios a su favor, con las numerosas e ininterrumpidas torpezas del gobierno Rajoy (la ayuda que les prestó fue inconmensurable), caldeando el ambiente todos los segundos del día y de la noche durante semanas, haciendo caso omiso de todas las advertencia jurídicas, llamaron al ejercicio de lo que hipocráticamente denominaron “dret a decidir”, el sagrado “derecho de autodeterminación” del pueblo de Cataluña. Sin control alguno, contando los resultados como quisieron, sin juntas electorales ni organismos afines. Lo cocinaron con su propia salsa y sus propios cocineros. Resultado: hablaron de una participación de un 43%, abrumadoramente favorable a que Cataluña fuera un Estado propio. ¿Pudo ser eso? Nunca lo sabremos con certeza pero tengo para mí que los resultados reales fueron muy inferiores.
Algunos porcentajes de esa participación estuvieron directamente relacionadas con la torpe actuación de la policía nacional (cayeron en todas las trampas que les tendieron), tal como fue retransmitida una y otra vez (con graves distorsiones) por TV3, un elemento básico en su estrategia. Pasaron imágenes reales, otras no, de la intervención policial en algunos colegios, una y otra vez, machacando. Muchos ciudadanos (tengo varios amigos entre ellos) que jamás hubieran participado en el pseudoreferéndum unilateral de independencia se sintieron obligados a intervenir en contra de los “verdugos” y en solidaridad con lo que ellos consideraron “víctimas”. Por reacción, no por convicción.
Luego vino la “huelga patriótica” del 3 de octubre, el discurso de Felipe VI y la gran manifestación popular antisecesionista del 8 de octubre. Hablamos en otra ocasión.
¿Lo que más duele de todo aquello? Duelen muchas cosas, casi todo. Además del manifiesto desprecio a los no-nacionalistas, es necesario recordar el oportunismo y claudicación de muchos sectores de la izquierda .Cat. (Recordemos la imagen de Ada Colau acudiendo a votar y mostrando a quien quisiera verlo su voto en blanco). Fueron muy pocos los colectivos, los líderes de la izquierda (de Cataluña y del conjunto de España) que supieron estar a la “altura fraternal y crítica de las circunstancias”. Nos tienen acostumbrados. Su abandono de la ciudadanía trabajadora no secesionista pasará -debe pasar- a la historia de los despropósitos. De ahí las reacciones positivas al discurso de Felipe VI; sintieron que alguien les protegía.
¿Agua pasada? ¿Han abandonado para siempre más las vías unilaterales? ¿No estamos ya en ¡esa pantalla’ (como decían hace años)? Nada de eso. Por si tuviéramos dudas de las posiciones actuales del amarillismo basta leer la entrevista de Ferran Espada a Marta Rovira: (18 de setiembre de 2020, https://www.publico.es/entrevistas/marta-rovira-marta-rovira-preparar-1-octubre.html). El titular: «Nos tenemos que preparar para otro 1 de Octubre y el Estado lo tiene que saber». ¿Alguna duda? ¿Esa es la confrontación inteligente de la que ahora hablan? Lo mismo de siempre: el eterno retorno de una excluyente y disonante canción mil veces oída que desearíamos no oír nunca más. Un sueño imposible.

Adenda: Déjenme que finalice con una excelente noticia: a propuesta de ‘Barcelona por el cambio’ (Eva Parera), “Barcelona retira la medalla de oro a Heribert Barrera” (se le concedió en 2012). Con los votos de todos los partidos -¡incluidos los Comunes!- salvo JxCat y ERC (que, más allá de sus disputas, siguen unidos de la mano) https://politica.e-noticies.es/barcelona-retira-la-medalla-de-oro-a-heribert-barrera-132561.html. La histérica y falsaria reacción de Quim Torra corrobora el acierto de la decisión: “Lamentable. El president Barrera va ser un lluitador incansable per la llibertat. Vergonya immensa per tots aquells que heu votat a favor de retirar-li la medalla d’or. La capital de Catalunya s’empetiteix avui, convertida en una capital provinciana i mesquina” (Lamentable. El presidente Barrera fue un luchador incansable por la libertad. Vergüenza inmensa para todos aquellos que han votado a favor de retirarle la medalla de oro. La capital de Cataluña se empequeñece hoy, convertida en una capital provinciana y mezquina).

Notas
1) Véase Francisco Fernández Buey, “Las Memorias de Rossana Rossanda: para el libro blanco del comunismo en el siglo XX.” (2008). En 1917. Variaciones sobre la Revolución de Octubre, su historia y sus consecuencia, Vilassar de Dalt: El Viejo Topo, 2017, pp. 303-312. Igualmente: “Rossana Rossanda (1924-2020) leída por Paco Fernández Buey”. http://espai-marx.net/?p=8208

Sugerencias
1. De amigos y compañeros: Sobre India, el catalanismo realmente existente, y en torno a textos de Enric Juliana y Félix Ovejero (José Luis Martín Ramos, Antonio Navas, Joaquín Miras, María Cruz Santos Santos, Carlos Valmaseda, “Tomás Quin”): http://slopezarnal.com/sobre-india-el-catalanismo-realmente-existente-y-en-torno-a-textos-de-enric-juliana-y-felix-ovejero/#more-1374
2. 1. Elena Cuevas, “Campaña contra la presencia del castellano en los programas de TV3”. La ‘ONG del catalán’ ataca de nuevo contra una serie de televisión en la que varios actores utilizan la lengua común en España para comunicarse. https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/campana-contra-castellano-tv3_384594_102.html 2.2. El Govern excluye a los autores en castellano de la promoción de la lectura. Sólo incluye escritores en catalán y occitano. https://cultura.e-noticies.es/el-govern-excluye-a-los-autores-en-castellano-de-la-promocion-de-la-lectura-132502.html
3. Josep Catà Figuls, “Los promotores de la Renta Garantizada critican que no cumple los objetivos.” La comisión promotora calcula que la ley deja fuera al 71% de las personas en pobreza severa. https://elpais.com/espana/catalunya/2020-09-18/los-promotores-de-la-renta-garantizada-critican-que-no-cumple-los-objetivos.html
4.1. Guillem Martínez, “Una vista particular”. Un particular tiene todo el derecho del mundo a colgar una pancarta pidiendo la libertad de los presos cats, o los de la nación aria. No así, glups, un gobierno. https://ctxt.es/es/20200901/Politica/33442/torra-supremo-inhabilitacion-proces-independentismo-presos-guillem-martinez.htm. 4.2. Toni Bolaño, “La dignidad y Torra” https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/dignidad-torra_386277_102.html 4.3. Jordi Mercader, “El éxtasis del victimismo está por llegar.” https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/torra-extasis-victimismo-esta-por-llegar_385221_102.html
5. Jordi Llovet, “Folklore i ‘alta’ cultura” https://cat.elpais.com/cat/2020/09/17/cultura/1600356953_523162.html
6. Ignacio Vidal-Folch, “Ancianos y cascarrabias, dejen trabajar a Janet Sanz” https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/ancianos-cascarrabias-colau-plan-movilidad-janet-sanz_385560_102.html
7. Juan Francisco Martín Seco, “Piketty, Europa, España y Cataluñahttps://www.republica.com/contrapunto/2020/09/17/piketty-europa-espana-y-cataluna/
8. «Los Miquelets eran los peores». Historiadores de Cataluña explican que «provocaron una oleada de saqueos, abusos y violaciones». https://cultura.e-noticies.es/los-miquelets-eran-los-peores-132446.html
9. Arturo Puente entrevista a Manel Lucas: «En la historia de ERC la apuesta por el independentismo rupturista es un periodo breve». El autor de ‘Breve historia de Esquerra’ repasa el vaivén ideológico que ha caracterizado a la formación de Junqueras a lo largo de sus 89 años de historia. https://www.eldiario.es/catalunya/politica/manel-lucas-historia-erc-apuesta-independentismo-rupturista-periodo-breve_1_6228323.html. Un comentario del historiador José Luis Martín Ramos:
«Versión edulcorada por lo que dice. El sector Dencàs-Badia no eran cuatro gatos, ni era una posición más individual que colectiva. Lo que ocurrió es que después de octubre de 1934 pierden la batalla en el seno del partido y se van de ERC constituyendo Estat Català.
Durante la guerra hay un sector independentista no despreciable, liderado por Casanovas, aunque no domine el aparato del partido.
Los problemas con la inmigración, de Heribert Barrera, no son nuevos; hay posiciones semejantes en ERC durante la guerra civil, lo tengo escrito, reforzado por el problema de los refugiados.
ERC es independentista desde que pasó a controlarla Heribert Barrera; por eso se integran en Carod Rovira, Colom y otros.»
10. Lluís Rabell, “Manifiestos vergonzosos” https://lluisrabell.com/2020/09/21/manifiestos-vergonzosos-2/. Un comentario de Miguel Candel:
«
Magnífico alegato. Absolutamente de acuerdo. La proclividad de la izquierda a la empanada mental y a confundir el tocino con la velocidad es pavorosa.»
Una observación de José Luis Martín Ramos:
«
Parece que en los Comunes tienen alguna confusión: no solo Jéssica, también Janet Sans y regidoras de BCN. ¡¡¡Lo firma también Jaime Pastor Verdú!!!!! Y la firma más abracadabrante es la de una «Puta feminista» (sic).
El sofisma del manifiesto y la defensa de legalización del sindicato es brutal. Mezclando trabajadores del espectáculo con la prostitución. El fiscal que defendió la demanda contra la legalización en 2018 dijo a las defensoras de la legalización: todos esos trabajadores del espectáculo están protegidos legalmente y sindicalmente, no necesitan un sindicato.
Es aberrante que la defensa de la persona que se prostituye pase por la defensa de la prostitución porque lo que se sindicaliza es la prostitución.»

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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