Resumen (comentado) de El capital en la era del Antropoceno de Kohei Saito (XX)

Seguimos en el capítulo 3º: “Contra el decrecimiento bajo el capitalismo”, en el apartado “Una teoria decrecentista libre, igualitaria y justa”.
Sugerencias previas (debo muchas de ellas al compañero de Espai Marx, Carlos Valmaseda):

1. “Apocalipsis de insectos en el antropoceno I” por Ian Angus (https://vientosur.info/apocalipsis-de-insectos-en-el-antropoceno-i/). “Cuando se publicó Silent Spring, mi familia acababa de trasladarse a una zona rural del este de Ontario. Como adolescente, no me gustó nada tener que abandonar la vida social urbana, pero quedé cautivado por visiones que jamás había percibido en la ciudad. En particular, en verano un campo cercano a la casa estaba lleno, durante el día, de mariposas monarca, y durante la noche, de luciérnagas. Estuve muchas horas contemplando el espectáculo ofrecido por los insectos. Lis y yo seguimos viviendo en esa casa, y el campo sigue allí, asilvestrado, pero desde hace decenios ya no hemos visto ninguna monarca ni luciérnaga. La matanza incesante de estos animales de seis patas es mayor, y más dañina, que lo que podría haber imaginado Rachel Carson.”

2. Entrevista a un especialista español en agroecología, Markos Gamboa, sobre la situación del sector primario en España, y la alternativa agroecológica. Ya Es Mañana #14 – Soluciones al cambio climático con Markos Gamboa

3. Un grupo de europarlamentarios han publicado un artículo abogando por el decrecimiento, postdecrecimiento o como lo queremos llamar. https://www.euronews.com/2023/

4. Pere Rusiñol, el director de Alternativas Económicas, argumenta que el puro lavado de cara ecológico, el greenwashing, ya no resulta útil ni para los grandes empresarios. Se están dando cuenta de que para su propia supervivencia es necesario ya tomar otras medidas. https://www.eldiario.es/

5. Interesante informe publicado por varias cooperativas y organizaciones ecologistas. https://www. Una economía respetuosa con la biodiversidad, se señala, podría generar un millón de empleos nuevos.

6. Entrevista de Azahara Palomeque a Jorge Riechmann en Climática-La Marea, centrada en su primera parte el juicio que se está celebrando a los científicos que protestaron en la escalinata del Congreso y en la necesidad de infringir la ley en determinadas circunstancias. Jorge Riechmann: «Se tiene que infringir la ley para llamar la atención sobre situaciones muy lesivas para el bien general» – Climática

7. Transición energética: el 95% de los proyectos de hidrógeno verde de Europa están «inmaduros». Es la advertencia de Hydrogen Council, asociación que agrupa a directores ejecutivos de 150 empresas líderes en energía. Hay 102.000 millones de euros en el aire https://www.lapoliticaonline.

8. Dos vídeos de Javier Peña-Hope sobre experiencias de agricultura regenerativa en España. https://twitter.com/hope_

https://twitter.com/hope_

9. El falso dilema de crecer o no crecer para Ana Campos. “La autora señala que el decrecimiento planificado es «el camino deseable», que se debería desterrar el PIB como indicador de bienestar y utilizar como unidad de medida la energía.” https://www.climatica.lamarea.

10. Un artículo crítico: trayectorias de “decrecimiento” Richard Seymour. Debido a la vaguedad de sus predicados, los decrecentistas entienden el crecimiento de forma totalmente errónea y proponen planes que empeorarían la calidad de vida a cambio de conseguir reducciones de las emisiones muy modestas. https://www.elsaltodiario.com/

Cojo el hilo de Saito, en el apartado “Una teoria decrecentista libre, igualitaria y justa”

El objetivo del decrecimiento es la igualdad y la sostenibilidad, nos recuerda el filósofo japonés. “Frente a esto, el estancamiento secular capitalista trae desigualdad, pobreza y exacerba la competencia entre los individuos.”

La sociedad japonesa moderna “está permanentemente amenazada por la competencia y nadie parece tener margen para tender su mano a los desfavorecidos. A los sin techo ni siquiera se los acoge en los refugios cuando llegan tifones; sin dinero, la gente queda despojada de los derechos humanos más elementales y socorrerse mutuamente es difícil cuando la vida es una competencia continua.” Tres cuartos de lo mismo podríamos decir hablando de España o de otros países cercanos (o no tan cercanos).

Por todo eso, prosigue Saito, “si de verdad se quiere lograr una sociedad en la que la gente se ayude y la igualdad sea real, es necesario intervenir con más contundencia en los problemas de las clases sociales, del dinero o del mercado”. No se puede lograr la transición hacia el decrecimiento y la economía estacionaria “con leyes y políticas que promuevan la redistribución o la sostenibilidad mientras se mantiene intacta la esencia del capitalismo”.

Pero ni siquiera, observa críticamente Saito, gente de la talla de Raworth da el paso definitivo. “Según ella, las claves para hacer realidad la economía del dónut son «la población, la redistribución, el deseo de bienes materiales, la tecnología y la gobernanza». Sin embargo, no considera como problemas esenciales la producción, los mercados o las clases sociales”. Es decir, observa Saito con toda razón, el modo de producción capitalista. “¿Acaso es posible frenar el capitalismo y remozado en un sistema sostenible renunciando a afrontar los problemas de la propiedad privada o de las clases sociales?”

Para el filósofo nipón, esa renuncia equivale a claudicar ante la fuerza del capital para perpetuar las desigualdades y la falta de libertades del capitalismo. “Al final, por muy bien que suene el capitalismo decrecentista, no deja de ser una utopía irrealizable. Por eso, no encaja en ninguna de las «4 opciones de futuro» (véase figura 6, p. 94)”. La X, anunciada por Sato, no era desde luego el capitalismo decrecentista.

Si se quiere aspirar al decrecimiento, las propuestas de capitalismo ecléctico son insuficientes. “Son necesarios planteamientos teóricos y prácticos mucho más exigentes. En esta encrucijada de la historia, debemos combatir el capitalismo con firmeza y resolución”. Debemos reformar radicalmente el trabajo, acabar con la explotación y con la dominación de clase y articular una sociedad libre, igualitaria y justa. Esta es la auténtica teoría decrecentista del Antropoceno, en opinión de Saito.

La resurrección de Marx en el Antropoceno” es el título del último apartado de este tercer capítulo. Para el filósofo nipón, “un repaso de la historia nos enseña que es ilusorio creer que el capitalismo en su estado actual de maduración vaya a aceptar sin más un crecimiento bajo o incluso uno nulo y comience a transitar naturalmente hacia la economía estacionaria”. Lo que cabe esperar más bien en una era de bajo crecimiento “es una radicalización del imperialismo ecológico o la deriva al fascismo climático”.

El escenario: “todo eso vendrá de la mano del capitalismo del desastre, consecuencia de los problemas derivados del cambio climático”. Sin un cambio radical de rumbo, “el medio ambiente terrestre no hará sino empeorar, el ser humano perderá el control de la situación y la sociedad volverá a la barbarie”. Sería “el aterrizaje forzoso de la era del bajo crecimiento, una situación que querríamos evitar a toda costa”.

Para evitar este aterrizaje forzoso del Antropoceno, son necesarias, para Saito, “la teoría y la práctica de una crítica clara y precisa del capitalismo y la demanda expresa de una transición activa hacia la sociedad decrecentista”. No caben las medias tintas, “no queda margen para estar mareando la perdiz con soluciones ambiguas, incompletas y mediocres”. Para ello, insiste Saito, “la teoría decrecentista del Antropoceno debe basarse en una crítica mucho más radical del capitalismo. Exacto: comunismo”.

Y así, observa Saito, finalmente, emerge la necesidad de integrar la obra de Karl Marx con el decrecimiento. “Estoy seguro de que a muchos lectores les chirriará sobremanera, no solo que saque a colación a Marx, sino que proponga su integración con el decrecimiento. Objetarán que los marxistas solo hablan de la lucha de clases y no dicen nada acerca del cambio climático. En efecto, la URSS, obcecada con el crecimiento económico, destruyó el medio ambiente. ¿No son el marxismo y el decrecimiento como el agua y el aceite?”

Pero Saito comenta que, como irá desgranando a partir del capítulo siguiente, esto no es así. “Vamos a despertar a Marx del letargo. Seguro que responderá entusiasmado a la llamada del Antropoceno.”

Llegamos al capítulo 4º, “Marx en el Antropoceno”. El primer apartado: “La rehabilitación de Marx.”

Autor: admin

Profesor jubilado. Colaborador de El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales.

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